FONDO NACIONAL PARA EL DESARROLLO CULTURAL Y LAS ARTES, FONDART REGIONAL.
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Guía Práctica Ilustrada de Arte Rupestre de la Región de Tarapacá. Entre laderas, senderos, oasis y el mar © Jacqueline Correa, Paz Casanova, Daniela Valenzuela y Luis Briones Registro propiedad intelectual Nº A-301225 ISBN: 978-956-398-571-9 Prohibida su reproducción Reservados todos los derechos Ediciones Universidad de Tarapacá 2019 Diseño y diagramación: Constanza Gallo Ilustraciones arte rupestre: Diego Artigas Primera edición: 1.000 ejemplares, Marzo de 2019, Santiago, Chile
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Entre laderas, senderos, oasis y el mar
Jacqueline Correa Paz Casanova Daniela Valenzuela Luis Briones
Financiado por Fondart Regional 2018, Regiรณn de Tarapacรก
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Quebrada de Camiña Grabados y Pinturas de Chillayza
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Quebrada de Retamilla Geoglifos de Tiliviche
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Quebrada de Aroma Geoglifos de Alto Ariquilda Norte Grabados de Ariquilda
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Cerro Rosita Geoglifos Ex Aura
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Cerro Unita Geoglifos de Cerro Unita
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Cerro Mono Geoglifos de Cerro Mono
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PRÓLOGOS Educar para valorar y conservar la riqueza arqueológica del Desierto de Atacama. Lautaro Núñez Pensar, habitar, dibujar y pintar. Un recorrido por el patrimonio del norte de Chile. Victoria Castro PRESENTACIÓN Camélidos, cóndores, jaguares, humanos. Un arte milenario para conocer CAPÍTULO 1. REGIÓN DE TARAPACÁ. Patrimonio arqueológico único en Chile Conociendo las expresiones del arte rupestre en la Región de Tarapacá
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Nostalgia de arte y poesía en el Desierto de Atacama
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Nuestro desierto y sus fenómenos climáticos
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Reserva Nacional Pampa del Tamarugal, Cerros Pintados Geoglifos Cerros Pintados
Arte rupestre. ¿Qué es?
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Quebrada de Chacarilla Grabados y pinturas de Chacarilla
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¿Dónde encontramos arte rupestre? Geoglifos y rutas caravaneras Las múltiples funciones de los grabados y las pinturas rupestres
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Veamos en detalle los diferentes tipos de arte rupestre
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¿Qué imágenes podemos encontrar representadas en arte rupestre?
Quebrada de Guatacondo Pinturas de Tiquina Grabados y pinturas de Tamentica Geoglifos de Quebrada Los Pintados
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CAPÍTULO 4. SÉ PARTE DE LA CONSERVACIÓN
Sobre la restauración de algunos geoglifos
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Cuidados y recomendaciones durante la visita a un sitio con arte rupestre
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BIBLIOGRAFÍA
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AGRADECIMIENTOS
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CRÉDITOS DE FIGURAS
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CAPÍTULO 2. CONOCIENDO MÁS EL ARTE RUPESTRE
CAPÍTULO 3. LLAMAS, CÓNDORES, SOLES y OTROS. Vamos a conocer el arte rupestre de la Región de Tarapacá Confluencia quebradas de Chiza y Suca Geoglifos confluencia Chiza–Suca Grabados de Suca
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Prólogo
Educar para valorar y conservar la RIQUEZA ARQUEOLÓGICA DEL DESIERTO DE ATACAMA Para casi nadie es un misterio la riqueza arqueológica del Desierto de Atacama a lo largo del norte de Chile y muy especialmente de su arte rupestre con figuras grabadas en las rocas (petroglifos), pintadas (pictografías), o marcadas en los cerros (geoglifos). Estas expresiones prehistóricas se han estudiado con métodos científicos a través de sus diversas técnicas y roles en rituales y ceremonias de difícil interpretación. La Región de Tarapacá, tanto en la comarca de Arica como en aquella de Pica-Tarapacá, estos estudios llevan varias décadas (ver bibliografía), aunque no han recibido una necesaria difusión. Precisamente este libro recoge esta necesidad actual por educar todo lo que se pueda para valorar y conservar este patrimonio cultural, que proviene de los pueblos originarios que vivieron aquí antes de que naciera Chile. No bastan las acciones del Estado centralizado, de los científicos en sus reuniones y aún de las instituciones de la región, en una materia en que el turismo y la educación local tampoco han logrado
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plenamente captar el conocimiento y el espíritu de estas obras. Tampoco hemos logrado compartir estos datos entre las comunidades locales donde estas manifestaciones se encuentran para que ellos mismos sean sus mejores guardianes. Sí, ya es el tiempo en que los aportes de los científicos sobre sus preocupaciones que tienen que ver con: dónde y quiénes lo hicieron, cómo, cuándo, y porqué los ejecutaron hasta que alcanzaran a ser observados por todos nosotros… se abran a toda la comunidad. De la misma manera cómo los ariqueños y tarapaqueños de hoy cuidan, conservan y respetan sus imágenes religiosas, estas obras más antiguas que integran arte y ritualidad, merecen también toda nuestra conservación y admiración. En este libro precisamente se recoge plenamente esta divulgación muy didáctica de modo que lo recibimos con la esperanza de que estas manifestaciones serán cada vez más conocidas, preservadas, respetadas y admiradas.
Lautaro Núñez
Prólogo
Pensar, habitar, dibujar y pintar. UN RECORRIDO POR EL PATRIMONIO DEL NORTE DE CHILE
para que nosotros los conozcamos, admiremos y aprendamos de ellos. Especialmente comprender un concepto de patrimonio cuyo significado nos hace responsables de cuidarlo para que nuevas generaciones puedan participar y construir desde este legado.
Hoy comprenderemos el concepto de patrimonio como un contenido natural y cultural a la vez que nos invita a la conservación, en cuanto toda la riqueza del quehacer humano, desde el pensar, el habitar, el dibujar, el pintar, son parte también de nuestra historia. Iniciamos este viaje por el norte de Chile desde la costa a las tierras altoandinas y muy especialmente a sus quebradas, transitadas y ocupadas por milenios.
Lo notable es que estas quebradas siguen llenas de vida, con sus colores, sus olores, sus gentes de hoy, que son tan parte de la historia como lo fueron quienes los antecedieron. Lo notable también es que toda la historia de este territorio se inserta en un paisaje que para los habitantes de todos los tiempos ha tenido sentido, ha significado vida, movimiento, diversidad.
Aquí podremos apreciar este patrimonio único que constituye un tipo de arte sobre paredes rocosas y sobre la tierra que es expresión de los deseos y quehaceres de una sociedad. Ellos los hicieron para acompañarse y quizás recordar a sus ancestros y son a la vez los antepasados de la población de estos lares; hoy constituyen un patrimonio universal, que invita a ser conocido.
Estos verdaderos sistemas de comunicación, constituyen una tradición social construida con el cuidado de comunicarse con lo celeste y lo terrestre y que, gracias al paciente trabajo de estudio y conservación, los especialistas han logrado hacer mucho más comprensible. Es, al mismo tiempo una lección de cómo cuidar nuestro patrimonio universal, americano, y sin duda un aporte a la identidad andina. Los esfuerzos por educar más allá de la escuela son uno de los modos más fructíferos para el crecimiento de un país. Esta Guía nos enseña un recorrido patrimonial que te invitamos felices a recorrer.
En estos paisajes, humanos, plantas y animales se asentaron en una tierra prodigiosa, llena de formas generosas que se ofrecieron como una maravillosa pizarra para expresar sus ideas sobre lo humano y lo divino. Estos lugares nos ofrecen atisbar razones, sentimientos y valores desde otro tiempo, lleno de vivencias
Victoria Castro
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Figura 1 8 Pampa del Tamarugal, Cerro Challacoyo
PRESENTACIÓN Camélidos, cóndores, jaguares, humanos. Un Arte Milenario para Conocer El arte rupestre, un medio de comunicación que se remonta a más de 40.000 años en el Viejo Mundo y Australia, se expandió por los diferentes continentes del planeta, tomando diversas expresiones técnicas e iconográficas. En Chile, más que manisfestaciones estéticas o artísticas, estas obras plásticas sirvieron para expresar ideas, creencias, resaltar hitos del medio ambiente, de la economía y de actividades sociales a través del tiempo. En el desierto tarapaqueño del norte de nuestro país se conservan abundantes ejemplos de representaciones rupestres dejados por milenarios pueblos que lo habitaron o de grupos caravaneros que realizaron travesías de más de 150 km por este desierto, en la forma de grabados y pinturas sobre superficies rocosas, y geoglifos sobre amplias extensiones de tierra. Estos últimos son un privilegio generado por el ingenio humano que utilizó las laderas de cerros como telas para tejer estas obras plásticas. El arte de los geoglifos se concentra en mayor cantidad y diversidad en la Pampa del Tamarugal y quebradas que emergen en esta cuenca desde la cordillera andina, donde destacan, por ejemplo, el famoso “Gigante de Tarapacá” de Cerro Unita de unos 115 m de largo, o los geoglifos
de Cerros Pintados que concentran más de 450 figuras, o Ariquilda cuyas imágenes se extienden por varias hectáreas sobre la superficie plana de la pampa. Este paisaje cultural exhibe máximas expresiones plásticas de la mente humana lo que constituye un patrimonio arqueológico único en Chile, que corre el riesgo, sin embargo, de desaparecer debido a factores naturales y fundamentalmente antrópicos, que se han vuelto incontrolables. Como misión de toda sociedad del siglo 21, en estas páginas enfatizamos recomendaciones de conservación con miras a mermar el daño patrimonial que los sitios arqueológicos experimentan constantemente. La “Guía Práctica Ilustrada de Arte Rupestre de la Región de Tarapacá. Entre laderas, senderos, oasis y el mar” se presenta en formato impreso de fácil manipulación para acompañar excursiones y, en versión digital, accesible a una amplia y masiva audiencia. Los íconos más representativos del arte rupestre los hemos ilustrado en un memorama para niñas y niños, para que recuerden, reconozcan y valoricen estas milenarias manifestaciones iconográficas. Los invitamos a viajar y a conocer en familia, camélidos, cóndores, jaguares, humanos, plasmados en el arte de los pueblos caravaneros prehispánicos que transitaron por el Desierto de Atacama, por senderos y oasis entre los Andes y la costa del Océano Pacífico (Figura 1).
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CAPÍTULO
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REGIÓN DE TARAPACÁ. Patrimonio arqueológico único en Chile
Figura 2 11 Quebrada de Chacarilla
Figura 3 12 Quebrada de Chacarilla
Si hay algo que se puede destacar entre las manifestaciones culturales propias del desierto, es el arte rupestre en todas sus caracterizaciones, técnicas y representaciones. Son expresiones plásticas provenientes del pasado milenario de las poblaciones que habitaron el desierto tarapaqueño y como tal, son respuestas, mensajes, rogativas e historias simbólicas cuyos significados no alcanzamos a entender en sus especificaciones. Sólo podemos alcanzar breves interpretaciones o definir ciertos patrones de estilos que nos acercan a reconocer sus orígenes e influencias. Lo más singular y espectacular se descubre en el arte de dibujar en las pampas y cerros del desierto, lo que se conoce como geoglifos o “pintados”, para diferenciarlos de los grabados o petroglifos bajo y sobre relieve, y de las pinturas rupestres o pictografías, ambas sobre superficies rocosas. En el contexto de la geografía de este desierto (Figuras 2 y 3), el arte rupestre cumplió un rol muy significativo sirviendo de nexo o lugar de encuentro, ya sea en términos de ritualidad inspirada en la cosmovisión andina o en la manera de entender y enfrentar el mundo. Concretamente en ceremonias en torno a hechos vinculados a la fertilidad de la vida, de relatos
históricos, al poder político, etc. En resumen, el arte rupestre conserva y guarda simbólicamente “textos”, ya sea en raspados, grabados, o pintados, la historia de hombres y mujeres que habitaron el desierto en sus diversos y extremos ambientes.
Patrimonio arqueológico único en Chile
Conociendo las expresiones del arte rupestre en la región de Tarapacá
En el norte de Chile, y en especial en la Región de Tarapacá, son varios los escenarios naturales donde se conservan sitios arqueológicos con estas expresiones rupestres. En la “Guía Práctica Ilustrada de Arte Rupestre de la Región de Tarapacá. Entre laderas, senderos, oasis y el mar” damos a conocer algunos de los lugares más impresionantes de este territorio, como: geoglifos de Chiza-Suca, grabados de Suca, grabados y pinturas de Chillayza, geoglifos de Tiliviche, geoglifos de Alto Ariquilda Norte, grabados de Ariquilda, geoglifos de Ex Aura, geoglifos de Cerro Unita, geoglifos de Cerro Mono, geoglifos de Cerros Pintados, grabados y pinturas de Chacarilla y Tamentica, geoglifos de Quebrada Los Pintados y pinturas de Tiquina. Aquí reunimos un amplio conjunto de sitios de arte rupestre los que, en gran medida, hoy conocemos gracias al trabajo de décadas de Luis Briones, uno de los autores de esta Guía, quien ha explorado los más recónditos lugares del desierto descubriendo los sitios y ha impulsado un trabajo pionero de restauración y conservación.
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Sean bienvenidos a recorrer la Región de Tarapacá a través de su arte rupestre.
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Temporalidad Existen diferentes maneras de expresar la edad o antigüedad de un evento, todas son formas convencionales, es decir, fruto de un consenso para medir el transcurso del tiempo: Antes de Cristo/Después de Cristo: es una de las maneras más utilizadas, se basa en el calendario Gregoriano que tiene como punto de partida convencional el año 1 considerado el inicio de la era cristiana. Se abrevia a.C. y d.C. Antes del presente: es una forma de expresar la edad empleada principalmente por arqueólogos, geólogos, paleoecólogos, entre otros. ¿Por qué usan esta forma tan extraña? Porque se refieren a edades que proporcionan técnicas especializadas como la del Carbono-14, las que utilizan convencionalmente el año 1950 como punto de partida para contar hacia atrás (no existe “después del presente”).
Figura 4 Aldea prehispánica de Caserones 14
El Desierto de Atacama, para la mayoría de los chilenos, es un territorio inhóspito con riquezas minerales inagotables que sustentan la economía extractiva del país y donde el habitar humano ha estado desde siempre vinculado a la explotación de estos recursos. Esta “Guía Práctica Ilustrada de Arte Rupestre de la Región de Tarapacá. Entre laderas, senderos, oasis y el mar” muestra lo contrario a través de la óptica de sociedades humanas prehispánicas que materializaron sus sentidos en impresionantes obras plásticas que hoy conocemos como arte rupestre. Esta historia se remonta a unos 13.000 años antes del presente, cuando gracias a un clima más húmedo en los Andes, existieron mayores recursos ecológicos en el Desierto de Atacama, intercalado entre el litoral del Pacífico y la cordillera andina. Consecuentemente, los primeros habitantes del Desierto, por varios milenios, atravesaron fácilmente este territorio tras animales de caza y plantas y otros elementos necesarios para su vida social. Hacia los 9.000 años antes del presente, la zona se transformó gradualmente en el desierto que conocemos actualmente y dada la falta de agua, vegetación y animales, las sociedades abandonaron el Desierto y establecieron sus sistemas de vida en la costa y los
Andes. Hacia 4.000 años, sin embargo, el desierto volvió a florecer por un aumento en la disponibilidad de aguas subterráneas y superficiales. Los grupos humanos reconquistaron el Desierto introduciendo el riego tecnificado y una diversidad de productos como maíz, papa, ají y árboles frutales como el algarrobo y el chañar, transformándolo en un vergel. Junto con ello construyeron amplias edificaciones de piedras para el asentamiento humano, actividades ceremoniales y reuniones sociales (Figura 4). Para mantener relaciones con el resto del mundo, dentro y fuera del Desierto, introdujeron y adaptaron animales como las llamas cargueras con las que atravesaban desde los Andes hasta la costa del Pacífico. Esta integración, que forma parte de esta época conocida como período Formativo, tuvo su expresión más humanizante en el arte rupestre. Las condiciones húmedas perduraron hasta unos 1.000 años antes del presente, cuando volvieron a imperar las condiciones de Desierto absoluto. Los territorios se abandonaron, quedando el arte rupestre como mudo testigo de esa época de oro. En el siglo 19, con el surgimiento de las repúblicas, las sociedades humanas volvieron al Desierto para la extracción industrial del salitre y luego el cobre a partir del siglo 20. Desde entonces, aparte de las instalaciones productivas y ciudades asociadas a la explotación de esta riqueza a gran escala, la relación humana con el Desierto de Atacama ha carecido de arte y poesía.
La Patrimonio Región de Tarapacá arqueológico Patrimonio único arqueológico en Chileúnico en Chile
Nostalgia de arte y poesía en el Desierto de Atacama
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Calogero M. Santoro 15
Figura 5 Humedal freรกtico, Quebrada de Chacarilla 16
El Desierto de Atacama no siempre fue el territorio hiperárido que conocemos hoy en día. Hace 17.000 años contaba con cursos de agua en cuyas riberas crecían tamarugos, pimientos, sauces, entre otros árboles, formando lo que se denominan bosques de galerías. También se podían ver algunos parches de vegetación e, incluso, humedales. Este paisaje se debió a que en aquella época el planeta se encontraba saliendo del último período glacial, durante el cual se produjo lo que los investigadores denominan el “Evento Pluvial de los Andes Centrales”: dos fases climáticas de abundantes precipitaciones que se dieron en la zona del altiplano, el primero hace 17.000 a 15.000 años y, el segundo, hace 13.000 a 9.000. Las fuertes lluvias infiltraron los suelos y generaron extensas napas que bajaron desde la cordillera hacia el desierto, formando ríos, humedales e incluso lagos (Figura 5). Tras la segunda fase, comienza un período de sequía en los Andes y el Desierto de Atacama se transformó rápidamente (en apenas 1.000 años) en el árido territorio que es hoy actualmente. Es gracias a esta extrema aridez que el arte rupestre se conserva hasta nuestros días, pues las precipitaciones son tan bajas que los procesos geomorfológicos
sólo dependen del viento o los terremotos, puesto que no hay lluvia sobre los paisajes que puedan erosionar el arte hecho por nuestros antepasados. Por ejemplo, es sumamente raro encontrar geoglifos en la precordillera, ya que en esa zona llueve más y esto deslava las laderas de los cerros, que es donde realizaban mayormente estas monumentales obras. Por tanto, allí no se pueden preservar. En cambio, sí se conservan en las laderas de los cerros ubicados en el núcleo hiperárido del desierto, como es el caso de Cerro Mono y Cerros Pintados.
La Patrimonio Región de Tarapacá arqueológico Patrimonio único arqueológico en Chileúnico en Chile
Nuestro Desierto y sus Fenómenos Climáticos
En el caso de los petroglifos, sí se pueden dar más en las zonas de cordillera, pues están tallados en roca volcánica (ignimbrita) la cual es blanca, pero se meteoriza en colores anaranjados o rosados. Los petroglifos en estas rocas suelen destacar por eso al momento de ser tallados, pero se vuelven del mismo color que la roca aledaña con el tiempo. En relación con las pinturas sobre roca, los altos niveles de radiación ultravioleta del desierto destruiría los pigmentos. Es por ello que este tipo de arte se preserva (y se encuentra) en mayor medida al interior de las cuevas.
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Claudio Latorre
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Región de Tarapacá Se ubica en el norte del país a una distancia superior a 1.800 km de la capital de Chile. Ruta 5 (Panamericana Norte) Superficie: 42.225,8 km cuadrados, equivalentes al 5,6% del territorio nacional. Población: 330.558 habitantes (Censo 2017) Límites: norte Región de Arica y Parinacota, este con la República de Bolivia y oeste con el Océano Pacífico Coordenadas: 20° 17’ 0” S, 69° 20’ 0” W Capital regional: Iquique
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Cuzco Arica Antofagasta
N
Camiña Colchane
Patrimonio arqueológico único en Chile
Parque Nacional Volcán Isluga 5
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Huara
Iquique
Pozo Almonte Reserva Nacional Pampa del Tamarugal
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Pica
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1 01 01
500
1000 Kilometers 500
1000 Miles
Figura 6 Región de Tarapacá 19
CAPÍTULO
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CONOCIENDO MÁS EL ARTE RUPESTRE
Figura 7 Geoglifos de Cerro Mono 21
Figura 8 22 aĂŠrea de Cerro Rosita y Ruta 5 Vista
Significa literalmente arte sobre roca; sin embargo, también encontraremos imágenes realizadas sobre la tierra (Figuras 7 y 8). El arte rupestre es una de las formas de expresión a través de la que hombres y mujeres en el pasado se comunicaron entre sí. No todos los pueblos poseyeron sistemas de escritura fonética; otros pueblos, como los andinos, tuvieron complejos sistemas de transmisión oral del conocimiento que fueron muy efectivos para perpetuar saberes. Junto con la oralidad, los pueblos andinos usaron múltiples maneras de comunicación visual para transmitir mensajes, como por ejemplo el arte rupestre. En el caso del Norte Grande de Chile, estas imágenes fueron parte de un lenguaje visual cuyos códigos eran compartidos y entendidos por muchas personas. Estos conocimientos se mantuvieron durante cientos de años, transmitidos de generación en generación.
El arte rupestre era reflejo de costumbres, creencias, preocupaciones y formas particulares de ver el mundo, lo que varió según época y lugar. CONOCIENDO MÁS EL ARTE RUPESTRE
Arte Rupestre. ¿Qué Es?
¿Qué es un sitio arqueológico? Lugar de restos arqueológicos dejados por poblaciones del pasado, en donde las personas realizaron diversas actividades cotidianas y no cotidianas, construyendo y fabricando objetos y edificaciones, cocinando, desechando basuras, etc. Los lugares y los restos materiales que quedaron es lo que se conoce como sitio arqueológico y son las evidencias que usan los arqueólogos para reconstruir el pasado. Ejemplos de sitios arqueológicos son las aldeas, los cementerios, los conchales, los basurales y los lugares con arte rupestre.
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Existen diferentes “maneras de hacer” el arte rupestre. Estas maneras se diferencian por el material usado como soporte y la técnica empleada sobre dicho soporte: grabados (tallado y raspado sobre la roca), pinturas (aplicación de pigmentos sobre la roca) y geoglifos (despeje del terreno o adición de piedras sobre el suelo). También podemos distinguir un variado espectro de diseños, figuras y composiciones.
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Figura 9 24 Pintura prehistĂłrica en negativo, tĂŠcnica estarcido, Watarrka, Australia
Hace casi 35 años, dos connotados arqueólogos de Chile, Grete Mostny y Hans Niemeyer, publicaron el libro Arte Rupestre Chileno (1983) que hacía un recorrido por todas las manifestaciones rupestres que se conocían en nuestro territorio nacional. En aquella oportunidad, ellos definieron al arte rupestre como “arte universal”, aludiendo a su presencia extendida en todo el planeta (Figura 9). De hecho, el arte rupestre es una manifestación cultural que existe en todos lo continentes, excepto en la Antártica. Y es que el ser humano, dondequiera que esté y de manera independiente el uno del otro, desarrolló esta forma de expresión que tiene la virtud de crear imágenes sobre superficies naturales como rocas y suelo, de ser visibles en mayor o menor grado, y de instalarse en la naturaleza de manera armónica. Estas cualidades hacen que el arte rupestre imprima un sello único al paisaje. Por este motivo, se infiere que el arte rupestre no fue un simple pasatiempo (aunque también lo pudo ser), sino que sobre todo cumplió funciones importantes en las sociedades que lo hicieron y/o usaron. En Chile, encontramos arte rupestre en todo el país, pero dadas las diferencias geográficas y culturales que existieron en el pasado entre la zona norte, central y sur, las creaciones realizadas por los pueblos prehispánicos también son variadas entre sí.
Hay algunas regiones más conocidas que otras, debido a la mayor investigación arqueológica y también debido al ambiente particular que permite que estas manifestaciones sean reconocidas por los arqueólogos a simple vista. Lo mismo ocurre con la conservación de este patrimonio, el que gracias a las características desérticas del Norte Grande de Chile, han permanecido intactas por cientos de años. Por ejemplo, en regiones muy lluviosas y con mucha vegetación, no es fácil encontrar grabados o pinturas rupestres, pues la vegetación oculta a las rocas y estas suelen cubrirse de líquenes. En el desierto, en cambio, como la Región de Tarapacá, el arte rupestre es muy visible, uno puede ver las rocas grabadas a lo lejos. Nuestro desierto también posibilita el desarrollo de la técnica de geoglifos, pues estos son mucho más visibles y adecuados de hacer en zonas áridas.
CONOCIENDO MÁS EL ARTE RUPESTRE
¿Dónde Encontramos Arte Rupestre?
Geoglifos en el resto del mundo
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Los geoglifos no son exclusivos de nuestro país. Por el contrario, existen en diferentes regiones de Perú (los más famosos son los espectaculares geoglifos de Nazca), y en algunas partes de Bolivia, Colombia, Venezuela, Brasil, Argentina, México y Estados Unidos. En otros continentes también se encuentran en Europa (Inglaterra), África (Argelia, Libia y Egipto), Asia (Israel, Kazakstán) y Oceanía (Australia).
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Geoglifos Grabados Pintura Rupestre
N
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Figura 10 Localizaciรณn de sitios de arte rupestre en las laderas, pampas y quebradas de la Regiรณn de Tarapacรก 26
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Km
CONOCIENDO MÁS EL ARTE RUPESTRE
En la Región de Tarapacá, los sitios arqueológicos con geoglifos, grabados y pinturas se localizan particularmente en las laderas de valles bajos y quebradas andinas, en los cerros-islas de la Pampa del Tamarugal, en las vertientes oriental y occidental de la Cordillera de la Costa, y en sectores andinos desérticos de Atacama (Figura 10). La localización del arte rupestre no es casual, sino por el contrario, sigue cierta lógica intencional, ya que gran parte de las manifestaciones rupestres se realizaron en lugares estratégicos que cumplían con requisitos para objetivos específicos. Como las imágenes tenían entre otros propósitos ser vistas por un espectador (fueran humanos o divinidades), los espacios utilizados tenían características que facilitaban su apreciación. Es decir, los artífices de este arte escogieron los lugares intencionalmente. Destacan geoglifos los que, gracias a su gran tamaño y emplazamiento en las laderas de los cerros, podían ser fácilmente reconocibles por quienes transitaban por el lugar.
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Figura 11 Recreaciรณn de caravana de llamas pasando junto a los geoglifos de Cerros Pintados 28
Caravana
Los caravaneros eran personas cuyo oficio era recorrer diversas regiones transportando productos a lomo de llamas, e intercambiándolos por otros productos en los pueblos que iban parando a lo largo de sus viajes en distintos pisos ecológicos (Figura 11). También se les conoce como “llameros” o “marchantes”. Se sabe que este oficio era propio de pastores de llamas y alpacas quienes habitaban, como hoy en día, el altiplano, y usaban a las llamas como medio de carga. Las rutas caravaneras eran los trayectos que los llameros seguían por senderos y huellas troperas. Estas huellas se distinguen por que quedan marcadas en el desierto como múltiples surcos debido al caminar de las llamas. Después de la llegada de los españoles, las caravanas de llamas fueron reemplazadas por caravanas de mulas.
Una caravana es un grupo de llamas llevadas por viajeros, cargadas con diferentes tipos de productos que trasladaban de un lugar a otro. Por ejemplo, traían charqui y chuño desde el altiplano y lo intercambian por ají y maíz en los valles agrícolas. En los Andes, los animales de carga que se utilizaron en tiempos prehispánicos fueron las llamas, y en épocas coloniales y republicanas también se emplearon las mulas. En otros lugares del mundo, igualmente desérticos, también se usaron y se emplean hoy las caravanas para llevar e intercambiar productos a grandes distancias; en vez de las llamas, se usan camellos, mulas, burros y caballos. A diferencia de otros animales cargueros como por ejemplo las mulas, las llamas no caminan de noche, y se cansan mucho si andan más de 25 km diarios. Además, la escena de caravana es una imagen muy difundida en el arte prehispánico de los Andes lo que demuestra la importancia económica y social que tuvo esta actividad.
CONOCIENDO MÁS EL ARTE RUPESTRE
Geoglifos y rutas caravaneras
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Piso ecológico:
Altiplano:
Es una zona de producción de recursos ubicada a determinada altitud sobre el nivel del mar que se caracteriza por sus recursos específicos, diferentes a los de otras zonas. El fuerte descenso de la vertiente occidental de los Andes, desde el altiplano hasta la costa, en pocos kilómetros, genera que existan diferenciados pisos ecológicos, escalonados y comprimidos (Figura 12). Esto, en conjunto, estimuló que las comunidades andinas quisieran acceder a productos distintos a los que tenían en sus lugares de origen, ubicados en otros pisos ecológicos, pero no muy distantes entre sí. Esto es un rasgo propio de los Andes, pues en otras partes del mundo las zonas ecológicas abarcan áreas muy extensas, entonces para acceder a productos de otras zonas es necesario recorrer largas distancias, mientras que en los Andes se encuentran más cerca el uno del otro.
Región geográfica altoandina que se ubica entre la cordillera occidental de los Andes, que cruza el sur de Perú y el norte de Chile, y la cordillera oriental de los Andes que cruza el sur de Perú y el este de Bolivia, lo que crea una planicie sobre los 4000 msnm, cubierta por una vegetación de estepa, consistente en pastos conocidos localmente como pajonal, abundantes especialmente en verano, lo que permite el pastoreo de llamas y alpacas.
Precordilleras
Cordillera de los Andes
Altiplano 5500 msnm
Océano Pacífico
Cordillera de la Costa
Pampa del Tamarugal
Oasis
Quebradas
3800 msnm 1000 msnm 700 msnm
Figura 12 Pisos ecológicos de la vertiente occidental de los Andes con sus principales productos 30
Los camélidos sudamericanos reúnen a cuatro especies, dos silvestres (el guanaco y la vicuña) y dos domésticas (la llama y la alpaca), que son propios de Sudamérica (Figura 13), aunque tienen parientes lejanos en el Viejo Mundo (como los camellos, que también son camélidos). Los camélidos sudamericanos fueron aprovechados por los pueblos originarios por su carne, su fibra y como medio de transporte. Además, desde épocas prehispánicas hasta la actualidad han cumplido importantes funciones rituales.
Vicuña
alpaca
Vicugna vicugna
Vicugna pacos
CONOCIENDO MÁS EL ARTE RUPESTRE
CAMÉLIDOS SUDAMERICANOS:
2 Guanaco
Llama
Lama guanicoe
Lama glama
Figura 13 Las cuatro especies de camélidos sudamericanos 31
Figura 14 Huella tropera caravanera de la RegiĂłn de TarapacĂĄ. Se observan los tĂpicos surcos sinuosos 32 dejados por el andar de las llamas cargadas y los caravaneros que las guiaban
Muchas de las figuras plasmadas en geoglifos se realizaban junto a estas rutas, con el fin de marcar lugares importantes del trayecto y transmitir diferentes mensajes a los grupos que circulaban entre los distintos pisos ecológicos. Recordemos que todo este movimiento se realizaba en uno de los desiertos más áridos del planeta. Por este motivo, los lugares con arte rupestre se encontraban en lugares con ciertas características geográficas particulares, por ejemplo, habían fuentes de agua, tenían zonas de paso o abras que permitían atravesar montañas, o eran espacios protegidos de los cambios de temperatura tan característicos del desierto. Estos lugares con arte rupestre eran también apropiados para la realización de rituales. En este largo viaje, hay dos elementos muy importantes: las rutas y los lugares de descanso. Las rutas son los trayectos de los viajes recorridos entre uno o más puntos del territorio. Estos trayectos dejan huellas formadas por múltiples surcos debido al caminar de las llamas, a modo de senderos troperos que hasta el día de hoy quedan marcadas en el árido suelo del desierto, la pampa y las quebradas (Figura 14).
Los lugares de descanso son puntos dentro de las rutas muy apreciados por los caravaneros por contar con elementos vitales en esta travesía: agua y pastos para los animales. En la Región de Tarapacá, un oasis muy famoso fue el de Pica pues sirvió como lugar de abastecimiento donde los caravaneros se proveían de recursos, descansaban e intercambiaban productos, antes de ingresar a la pampa desértica rumbo a la costa. Hasta el día de hoy, aún quedan algunos vestigios arqueológicos de refugios, como las “paskanas” que son especies de paraderos o posadas, confeccionadas por un tipo de arquitectura muy precaria que permitía a los caravaneros pasar la noche y protegerse del viento y del frío (Figura 16). En estos lugares, las llamas eran descargadas, se alimentaban y descansaban.
CONOCIENDO MÁS EL ARTE RUPESTRE
¿ Cuál es la relación entre los caravaneros, sus caravanas, las rutas y los geoglifos?
Es muy importante notar que nada de esto habría sido posible si los pueblos prehispánicos no hubiesen domesticado a los camélidos silvestres, particularmente la llama que está especializada para la carga. No cualquier animal puede transportar carga y caminar por varios kilómetros. La domesticación implicó un conocimiento profundo de los animales, sus características biológicas, físicas y de comportamiento, así como la manipulación genética por medio del control de la reproducción.
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Domesticación de la llama La llama es un camélido doméstico especializado en el transporte y carga. Las llamas se domesticaron hace 6.000 años atrás, a partir del guanaco. Esto se logró porque los grupos humanos empezaron a tener mayor control de los hatos de guanacos silvestres, por ejemplo, manteniéndolos en cautiverio, y empezando a controlar su reproducción, “seleccionando” para el cruce a aquellos animales cuyas características eran más llamativas y de interés para los humanos. En el caso de la llama, seleccionaron su resistencia a la carga y la calidad de su lana. Esto trajo como consecuencia el surgimiento de una nueva especie, la llama, un animal especializado para soportar cargas en su lomo (hasta 30 kg) y caminar por largas distancias (hasta 25 km diarios y 5 días sin beber agua), aparte de tener abundante lana. A diferencia de otros “animales de carga”, como las mulas y burros, la llama no aguanta ser montada por personas.
Figura 15 Alpacas, otra especie de camélido doméstico, pastando en el bofedal, altiplano del norte de Chile 34
Imaginemos que las caravanas de llamas partían desde las alturas del altiplano cargadas de los tubérculos típicos de esa zona geográfica. A medida que
descendían hacia la costa y que el viaje continuaba, atravesaban diferentes territorios y pueblos, donde realizaban un trueque entre sus bienes y otros característicos de los nuevos lugares que visitaban a lo largo de la ruta. Cada piso ecológico contaba con sus productos típicos y los caravaneros se encargaban de transportarlos de un lugar a otro e intercambiarlos en cada nuevo destino.
CONOCIENDO MÁS EL ARTE RUPESTRE
Las caravanas de llamas fueron muy importantes porque se relacionan con el desarrollo económico y social de los pueblos prehispánicos. Este es un logro notable de estos pueblos, que lo podemos observar en pocos lugares del planeta. Fue una forma muy eficiente de trasladar e intercambiar diferentes productos entre zonas que se encontraban muy distantes que posibilitó el desarrollo de una especie de “comercio” intenso, así como también el intercambio de ideas y el establecimiento de redes y conexiones sociales. De la costa se transportaba: guano de aves marinas, muy apetecido como fertilizante agrícola en las quebradas y valles del interior; pescado seco también conocido como charquecillo; moluscos (choros, lapas, locos); y otros elementos marinos no comestibles como estrellas y agua de mar para el desarrollo de rituales. De los valles se transportaba: productos agrícolas como maíz, camote, ají, y posiblemente hoja de coca. De la sierra y altiplano se transportaban: productos agrícolas, como quinua, papas y chuño, charqui, lana, tejidos, plumas de parina, minerales como azufre, y piedras como obsidiana. También se trasladaron productos desde a selva amazónica, como loros, monos, semillas de frutos tropicales, plumas de colores, entre otros.
Si bien el arte rupestre era una forma de comunicación útil entre los pobladores y los mismos viajeros, también debemos considerar que estas manifestaciones tuvieron un carácter ritual, una forma de contactarse con las divinidades a través de diferentes símbolos. Por lo tanto, algunos espacios fueron utilizados no sólo por ser prácticos, sino también porque tenían una connotación sagrada y de conexión con seres superiores. Sin embargo, no todos los geoglifos tuvieron la función de conectarse con los sistemas de las rutas caravaneras. Algunas figuras, como aquellas dispuestas sobre pampas, como por ejemplo las de Alto Camarones pudieron servir para reuniones sociales de diferentes grupos y el desarrollo de rituales de diversa índole. También están las denominadas “chacras” las que pudieron ser especies de rogativas para invocar la prosperidad en la agricultura (Figura 38).
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Figura 16 Las paskanas incluĂan estructuras rudimentarias para protegerse del viento y cocinar (izquierda). A veces incluĂan corrales, otras veces las llamas eran simplemente amarradas (derecha)
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Los grabados cumplieron una variedad más amplia de funciones. Algunos se relacionaron con el tráfico caravanero, al igual que los geoglifos, otros se realizaron dentro de las aldeas habitacionales, junto a las viviendas, cerca de los espacios agrícolas, y otros tuvieron un carácter eminentemente sagrado, como si fueran lugares exclusivamente dedicados al culto a divinidades. Si bien desde momentos tempranos las comunidades del desierto tarapaqueño realizaron grabados y pinturas rupestres, la producción de este arte se incrementa notablemente hacia el 900 d.C. Desde este momento y a lo largo de cinco siglos aproximadamente, el arte rupestre comenzó a proliferar por oasis, pampas, quebradas y aleros altoandinos, cumpliendo una variedad de funciones distintas. En algunos sitios, la manufactura de particulares imágenes fue un modo de reforzar las identidades culturales de cada grupo. El arte rupestre se convirtió casi en un emblema, con imágenes propias de cada comunidad, pero también habían imágenes que eran compartidas por las diferentes comunidades. En otros sitios, el arte rupestre fue elaborado como una manera de enfrentar situaciones de riesgo y
conflicto desencadenado por condiciones ambientales fluctuantes de esta época. Especialmente aquellos sitios ubicados en sectores altos de las quebradas muestran escenas de conflicto o tensión social, representados por personajes armados y escenas de enfrentamientos.
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Las múltiples funciones de los grabados y las pinturas rupestres
También el intercambio de productos entre diferentes comunidades de pisos ecológicos diferenciados (Figura 12) adquiere mayor relevancia, y el arte rupestre parece haber participado de rituales relacionados con estos intercambios, tan necesarios en esta época. Los grabados, al igual que los geoglifos, fueron un modo de expresión de las actividades llevadas a cabo por los caravaneros en sus largos viajes. La mayoría de estos sitios fueron lugares de descanso y nodos de rutas, donde confluían diversos grupos, quienes acampaban en el lugar, se abastecían de agua y pastos, intercambiaban sus productos y realizaban rituales caravaneros.
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Otro rasgo particular del arte rupestre de este período es su presencia dentro de algunas aldeas, lo que significa que también la gente convivió con estas imágenes en el día a día. En este caso, el arte rupestre no se vincula con las rutas caravaneras, sino que forma parte de actividades llevadas a cabo cotidianamente en las aldeas, como actividades domésticas y agrícolas.
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Grabado por percusión
Grabado por percusión
10 cm
Figura 17 Técnicas de elaboración de grabados rupestres
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10 cm
Grabado por percusión y raspado
10 cm
Como mencionamos anteriormente, el arte rupestre puede diferenciarse según el tipo de soporte y/o por su técnica de elaboración. Según se combinen estos soportes y técnicas, hablamos de grabados, geoglifos y/o pinturas. En la Región de Tarapacá podemos encontrar estos tres tipos de arte rupestre. En los grabados, también conocidos como “petroglifos”, las técnicas utilizadas pueden ser el tallado (llamado generalmente percusión) y/o el raspado (o incisión) de la roca, mediante el uso de un instrumento (llamado percutor o cincel) suficientemente duro y/o afilado como para marcar las piedras, extrayendo parte de la superficie. El tallado es la aplicación de golpes sobre la piedra, que la va descascarando hasta producir un surco. En el raspado no se aplican golpes, sino que se presiona la roca con un instrumento duro y con movimientos continuos hasta ir formando un surco. Estos surcos quedan de color más claro que el resto de la roca creando un efecto de contraste que ayuda a visualizar mejor las figuras (Figura 17). En el grabado, el hecho de que se crea un surco, que es como un bajorrelieve, hace que las figuras dependan mucho más de las condiciones de iluminación para ser vistas. Dependiendo de la dirección de los rayos del sol, se generan luces a determinadas horas del día que favorecen la visualización de las imágenes.
Según la técnica, los resultados son variados, logrando diferentes profundidades, grosores, rayados y punteados. Por lo general, se grababan varios lados de un mismo bloque rocoso, caras que, como si fuese un lienzo u hoja en blanco, los arqueólogos llaman panel.
CONOCIENDO MÁS EL ARTE RUPESTRE
Veamos en detalle los diferentes tipos de Arte Rupestre
Técnica: son las maneras por medio de las cuales los artistas, empleando diversos instrumentos y sustancias materiales, junto con un conocimiento acabado, producen las figuras sobre los soportes. Por ejemplo, en el pintor contemporáneo, la técnica puede ser el óleo (usando pintura al óleo y pinceles), mientras que en los artistas rupestres del pasado las técnicas pudieron ser la aplicación de pintura, el tallado de la piedra, y la adición o extracción de tierra y piedras del suelo.
Soporte: es la superficie o material sobre la cual
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los artistas del pasado aplicaron instrumentos y/o sustancias para dibujar distintas imágenes. Así, como en el caso de un pintor de hoy en día, el soporte utilizado puede ser una tela; similarmente en el arte rupestre el soporte pudo ser una roca suelta, una pared rocosa, o simplemente el suelo.
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Figura 18 RepresentaciĂłn de figura humana, camĂŠlido y damero o ajedrezado escalerado, pintura de Chillayza 1 40
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En las pinturas, también conocidas como “pictografías”, la técnica es la aplicación de pigmentos sobre la roca usando pinceles, los propios dedos, u otros instrumentos. Las pinturas se confeccionan mezclando diferentes materiales: pigmentos o colorantes que se encuentran en la naturaleza, los que pueden ser de origen mineral (por ejemplo, los óxidos de fierro que dan tonalidades rojas y amarillas, o los minerales de cobre que dan tonos verdes y azules) o de origen vegetal (por ejemplo, plantas que tiñen y maderas carbonizadas), los que se molían y mezclaban con otras sustancias (por ejemplo, grasa animal, resinas, agua) para que la pintura quedara con una consistencia adecuada para adherirse mejor a los soportes (Figuras 18 y 19). En algunos casos, se combinaron las técnicas de grabado y pintura para producir una misma figura, técnica conocida como pictograbado.
2 Figura 19 Técnica de pintura de color rojo sobre roca, Tiquina
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Geoglifo por técnica extractiva
Geoglifo por técnica mixta (aditiva y extractiva)
Geoglifo por técnica mixta (aditiva y extractiva)
Geoglifo por técnica aditiva
Geoglifo por técnica aditiva
Geoglifo por técnica aditiva
Figura 20 Diferentes técnicas de elaboración de geoglifos 42
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En los geoglifos, las representaciones de grandes figuras que pueden ser observadas desde distancias más lejanas eran confeccionadas mediante dos técnicas, ya sea despejando la tierra y piedras del suelo (técnica extractiva), o bien agregando piedras al suelo (técnica aditiva) para definir la figura. También es posible encontrar geoglifos realizados de ambas maneras (técnica mixta) (Figura 20). Los geoglifos se disponen sobre planos de la superficie terrestre, en pampas y en laderas de cerros y quebradas, donde se incorporan las figuras (también llamadas motivos). Estos planos generalmente incluyen varias figuras agrupadas, pero también pueden contener una sola figura aislada. Grabados y pinturas, por un lado, y geoglifos por otro, se diferencian entre sí por su tamaño y por el soporte. Sin embargo, comparten algunas características técnicas, como agregar o quitar material con el fin de crear un efecto de contraste entre la figura y el fondo, facilitando su visibilidad.
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Definiciones arqueológicas que te ayudarán a entender el arte rupestre
¿Qué imágenes podemos encontrar representadas en el arte rupestre?
Panel: tanto la superficie de un cerro donde se realizaron los geoglifos o las rocas donde se efectuaron los grabados y pinturas, pueden dividirse en paneles. Esta separación puede estar definida por la topografía de la superficie, por ejemplo una gran grieta que divide un lado de la roca en dos o más paneles o según la agrupación de las figuras que forman una escena o tienen algún tipo de relación formal. Podemos decir que un panel es semejante al bastidor con la tela donde un artista pintaría un cuadro.
Por medio del arte rupestre se han representado diversos tipo de imágenes. Entre las más comunes se encuentran las figuras de humanos, seres mitológicos, plantas, animales y signos geométricos. Sin embargo, conocer los significados que estos motivos tuvieron en el pasado, más allá de lo que denotan las imágenes representativas (es decir, figuras humanas, de aves, de objetos, de plantas y animales) es algo muy difícil de establecer, especialmente en el caso de los motivos geométricos.
Motivo o figura: son los diseños realizados sobre el panel. Estos pueden tener diferentes formas, encontrarse solos o en grupo. Las figuras entre sí pueden estar relacionadas de varias maneras. Una de ella es por forma y posición, por ejemplo, una línea de puntos. También, puede existir una relación dado que los motivos representan una escena, como una “escena de caza”, en la que quizás encontremos la figura de un ser humano cazando algún animal. Así también, es posible distinguir entre figuras estáticas u otras dinámicas, como los bailarines o cazadores que veremos en algunas imágenes. En síntesis, un sitio arqueológico puede tener uno o más paneles y sobre estos, pueden estar representadas una figura aislada o un conjunto de ellas.
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Esto se debe a que en todos los sistemas de comunicación visual que tiene cualquier sociedad en el mundo, los significados son cambiantes y no existe una relación fija entre un signo y su significado, incluso los significados de un mismo signo pueden variar dependiendo del contexto; por lo tanto, es muy difícil de averiguarlo sin tener información más directa por parte de los hacedores de este arte. Además, muchas veces los símbolos pueden mezclar significados distintos, por ejemplo una figura representativa de la vida cotidiana como una chacra, también puede tener un significado ritual más profundo del que observamos a simple vista.
Antropomorfos: Se llaman así aquellas figuras que tienen forma de ser humano. Pueden ser figuras aisladas o conformar una escena; pueden estar estáticas o en movimiento (músicos, arqueros, danzantes, balseros, etc.). Algunas veces presentan vestimentas, báculos y complejos atuendos. Otras figuras pueden mezclar atributos humanos y no-humanos (rasgos de animales y plantas). Zoomorfos: Se refieren a las figuras que tienen forma de animales. Destacan los dibujos de camélidos domésticos (llamas y alpacas) y salvajes (guanacos y vicuñas). También se representan felinos (puma, gato), lagartijas, sapos, aves, cánidos (perros o zorros), peces, etc. Geométricos: Son motivos con formas de figuras geométricas, ya sea simples o más complejas, que van desde un puntos, círculos, líneas rectas o serpentiformes hasta figuras más elaboradas como los rombos escalerados, grecas, dameros (como un tablero de ajedrez), “soles”, entre otros.
significativas entre las poblaciones, ya que algunas se encuentran en sitios arqueológicos muy distanciados entre sí. Esta situación nos invita a reflexionar sobre cómo algunas formas y simbologías trascendieron en el tiempo y espacio integrándose en diversos grupos sociales.
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Para facilitar la clasificación de las figuras podemos dividirlas en tres grandes grupos:
El significado de las imágenes y la arbitrariedad de los signos Los lingüistas quienes han estudiado los diferentes sistemas de representación, como el lenguaje hablado, la escritura y diversos sistemas gráficos, han concluido que la relación entre un símbolo (por ejemplo, un círculo) y el significado que ese símbolo representa (por ejemplo, una laguna, una rueda, una pelota, un animal, “la fertilidad”, etc.) es arbitrario, es decir, una convención que varía ampliamente según cada tradición cultural. Por eso, es muy difícil conocer los significados de los símbolos del pasado sino contamos con más información directa de quienes conocían los códigos de ese sistema de comunicación.
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En la Región de Tarapacá, tras el estudio de múltiples sitios con arte rupestre, los arqueólogos identifican algunas figuras que se repiten frecuentemente tanto en geoglifos como en grabados. Podríamos pensar que éstas fueron realmente importantes y
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Figura 21 Ser 46 antropomorfo con tocado dentado, geoglifo de Cerro Unita
Veremos algunas de estas imágenes emblemáticas del arte rupestre tarapaqueño.
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Divinidades o seres antropomorfos con tocado dentado: En el arte rupestre se han representado figuras humanas que podrían simbolizar divinidades y asociarse a ritos y ceremonias practicadas en tiempos prehispánicos. En muchos casos, los elementos que acompañan a las figuras nos hacen pensar en seres poderosos e importantes dentro de los contextos sociales, lo que se ve reflejado en la representación de elaborados atuendos, adornos cefálicos, báculos, escudos y otros elementos imponentes. Es interesante comparar cómo estas figuras se repiten en diferentes tipos de sitios con arte rupestre. En las Figuras 21 y 22 podemos observar dos representaciones que parecen similares, sin embargo, la primera es un geoglifo que mide 100 m de altura (Cerro Unita) y la otra un grabado de sólo unos cuantos centímetros de tamaño (Ariquilda). No obstante, es fácil identificar similitudes, como la posición frontal del cuerpo con los brazos flectados hacia arriba, la presencia de una especie de faldellín y un tocado dentado y radiado en la cabeza.
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Figura 22 Ser antropomorfo con tocado dentado, grabado de Ariquilida
Además del arte rupestre, esta imagen también está representada en tejidos y cestos no sólo de Tarapacá, sino también de todo el Norte Grande de Chile.
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Cóndor con alas extendidas antropomorfizado: En la Región de Tarapacá, la figura del “hombre-cóndor” se representa en numerosos sitios con grabados, entre estos, Suca 7, Tamentica y Chacarilla 15 (Figura 23). Se presenta siempre con el cuerpo de frente y la cabeza de perfil y pico curvado, con las alas desplegadas, y a veces con plumas y dedos.
Figura 23 Ave 48 con alas extendidas, grabado de Tamentica
Balseros:
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La llamada “balsa de cuero de lobo tripulada” es característica del arte rupestre tarapaqueño. Como figura grabada se registra en los sitios arqueológicos de Tamentica y Ariquilda y en geoglifos de Cerros Pintados (Figuras 24 y 25). Se caracteriza por una figura humana posicionada de pie o sentada sobre dos flotadores curvados hacia arriba. En algunos, casos el tripulante se encuentra en actitud de caza o pesca, incluso utilizando elementos como arpones o lienzas.
2 Figura 24 Balseros, grabado de Ariquilda
Figura 25 Balsero, geoglifo de Cerros Pintados
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10 cm
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Figura 26 Camélido con círculo interno, grabado de Chacarilla 15
Figura 27 Camélido con múltiples círculos internos, grabado de Ariquilda
Figura 28 Camélido estilo naturalista, grabado de Chacarilla 15
Figura 29 Camélido estilo abstracto, grabado de Chacarilla 15
Camélidos:
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Entre los animales representados en arte rupestre, los camélidos son, por lejos, los más comunes. Es posible encontrar numerosas variantes, por ejemplo, figuras representadas con cuatro o dos patas, con y sin detalles (orejas, cola, pezuñas), con y sin elementos internos en el cuerpo (cuadriculados, círculos, líneas paralelas, etc.) (Figura 30). Adicionalmente, dependiendo el tipo de arte rupestre y la técnica empleada para la confección de las figuras, podemos distinguir diferentes estilos de camélidos, que incluyen desde formas naturalistas más semejantes a la realidad, hasta motivos más esquemáticos como si fueran simplificaciones del referente real (Figuras 26 a 29).
2 Figura 30 Diversidad de representaciones de camélidos, de 2 y 4 patas
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Figura 31 Escena de caravana de llamas, geoglifo de Tiliviche 52
Caravanas de camélidos:
Figura 32 Caravanas de llamas, grabados de Tamentica
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La caravana de llamas es una escena muy difundida en el arte rupestre del norte de Chile. Se representa a un conjunto de llamas, generalmente mirando hacia la misma dirección, a veces en fila y precedidas por un antropomorfo. Las caravanas de llamas se representan también en numerosos grabados de la Región (Figura 32). En los geoglifos de Tiliviche (Figura 31) es muy explícita la asociación del arte rupestre con el tráfico de caravanas y las distintas rutas existentes en el desierto, tanto por las representaciones de camélidos como por los senderos caravaneros que pasan por la parte inferior del panel.
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Figura 33 Sol, grabado de Tamentica
Figura 34 Sol, grabado de Chacarilla
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Figura 35 Sol, geoglifo de Ex Aura
Zorros:
En la Región de Tarapacá, la figura del sol es una representación que encontramos en algunos sitios con arte rupestre. La imagen del sol es bastante abundante entre los grabados, las que ciertamente son de menor tamaño en comparación con las realizadas como geoglifos, sin embargo, presentan una gran variedad de diseños (Figuras 33, 34 y 36). En los geoglifos no es una imagen común por lo que destacamos la gran figura de Cerro Rosita y sitio Ex Aura (Figura 35).
Al igual que la imagen del cóndor antromorfizado, en numerosos grabados se distingue la figura de zorros con rasgos humanos, de perfil y piernas flectadas, en actitudes dinámicas, como danzarines o tocando algún instrumento musical (Figura 37).
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Soles:
2 Figura 36 Sol, grabado de Ariquilda
Figura 37 Escena de zorros flautistas, grabado de Ariquilda
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Figura 38 Chacra, geoglifo Confluencia Chiza-Suca 56
Chacras:
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El diseño de figuras geométricas de líneas rectas identificadas como “chacras” se vincula con la tecnología de cultivos aterrazados que hasta el día de hoy se realizan en la ladera de los cerros de zonas altoandinas. Posiblemente, estas imágenes también se relacionan con ciertos rituales realizados a las divinidades pidiendo por la fertilidad de la tierra, la abundancia del agua y el éxito de las cosechas. Podemos encontrar figuras de chacras en grabados y en geoglifos. En este último caso, destaca la figura realizada en la confluencia de las quebradas de Chiza y Suca, donde el arte rupestre se vincula con un nudo de convergencia de senderos caravaneros y la existencia de una aguada (Figura 38). Este espacio parece corresponder a un lugar de descanso y reabastecimiento de agua y pastos, vitales para los arrieros y los animales en tránsito.
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Figura 39 Figuras de rombos escalerados en geoglifos de Cerros Pintados 58
Rombo escalerado:
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Es un polígono regular escalerado constituido por varios cuadrados por lado. Esta figura es muy característica de la Región de Tarapacá, repitiéndose en los geoglifos de Cerro Unita, Cerros Pintados, Cerro Mono, entre otros (Figuras 39, 40 y 41). Se plantea que este símbolo es como un emblema andino utilizado para definir territorios y circuitos.
Figura 40 Rombo escalerado, geoglifos de Cerros Pintados
2 Figura 41 Rombo escalerado, geoglifos de Ex Aura
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Figura 42 Proceso de limpieza de figuras de geoglifos del Panel 1 de Tiliviche (1982). Se raspĂł suavemente la superficie externa de las figuras y se reintegraron las piedras desplazadas producto de la gravedad y los sismos
Figura 43 Luis Briones, especialista en arte rupestre, trabajando en la restauraciĂłn de los geoglifos de Tiliviche (2012)
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Figura 44 Geoglifos de Alto Caramucho, daĂąados irreversiblemente por el paso de vehiculos 4x4
Con el paso del tiempo, factores naturales (por ejemplo, el viento, los cambios de temperatura, los rayos del sol) y culturales (aquellos generados por acción humana, tales como rayados, pisoteos, traslados, huellas vehiculares, entre otros) alteran sustancialmente el arte rupestre (Figura 44). Los deterioros se pueden observar tanto en las figuras mismas como en su entorno. Como parte de la historia de los geoglifos del Norte Grande de Chile, algunos sitios arqueológicos han sido restaurados. En 1982 la recién creada Universidad de Tarapacá (UTA) y el Servicio Nacional de Turismo (SERNATUR) establecieron un convenio de colaboración para la puesta en valor de los geoglifos de los sitios Confluencia Chiza-Suca, Ex Aura, Cerro Unita, Cerros Pintados y Tiliviche (Figura 42). Estas intervenciones tuvieron como propósito principal conservar el potencial científico de los yacimientos y, a su vez, favorecer su uso como atractivo turístico cultural. El desarrollo de este trabajo lo asumió principalmente un equipo regional liderado por los académicos de la UTA Luis Álvarez Miranda y Luis Briones Morales.
Más recientemente, el geoglifo de Tiliviche se restauró nuevamente, debido a la creación de una figura moderna que requería ser borrada para mantener la integridad del panel (Figura 43). No se efectuaron mayores intervenciones de restauración, ya que hoy en día prima el criterio de “mínima intervención” para conservar nuestro patrimonio. Por lo tanto, es mejor prevenir que curar.
CONOCIENDO MÁS EL ARTE RUPESTRE
Sobre la restauración de algunos geoglifos
“Es mejor prevenir que curar” Uno de los agentes de deterioro más dañinos son las acciones humanas, a veces a propósito, otras veces sin querer debido al desconocimiento. Por esto, es muy importante tomar resguardos cuando estás junto a un sitio de arte rupestre, sea este grabado, pintura o geoglifo. Te invitamos a leer el capítulo 4 y formar parte de la conservación del patrimonio arqueológico.
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CAPÍTULO
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LLAMAS, Cร NDORES, SOLES y OTROS. Vamos a conocer el arte rupestre de la Regiรณn de Tarapacรก
Figura 45 Geoglifo de Ex Aura 63
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3 Camiña Parque Nacional Volcán Isluga
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Colchane
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En la Región de Tarapacá se han registrado cientos de sitios arqueológicos que presentan arte rupestre en sus múltiples formas. Algunos de ellos se localizan en lugares recónditos y muy difíciles de llegar, mientras que otros se ubican en puntos relativamente cercanos a las principales rutas y localidades comunales. En este libro, te damos a conocer 14 sitios arqueológicos representativos del arte rupestre tarapaqueño, que describimos de norte a sur:
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7 8 Huara
1. Geoglifos de Confluencia Chiza-Suca 2. Grabados de Suca
Iquique
Pozo Almonte
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Reserva Nacional Pampa del Tamarugal
3. Grabados y pinturas de Chillayza 4. Geoglifos de Tiliviche Pica
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5. Geoglifos de Alto Ariquilda Norte
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6. Grabados de Ariquilda 7. Geoglifos de Ex Aura 8. Geoglifos de Cerro Unita
13 12 5
9. Geoglifos de Cerro Mono
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10. Geoglifos de Cerros Pintados 11. Grabados y pinturas de Chacarilla Geoglifos
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12. Pinturas de Tiquina
Grabados
13. Grabados y pinturas de Tamentica
Pintura Rupestre
14. Geoglifos de Quebrada Los Pintados
Figura 46 Localización de sitios de arte rupestre seleccionados en la Región de Tarapacá
En esta Guía hemos realizado ilustraciones de los paneles y figuras más relevantes de los sitios de arte rupestre, la mayoría de ellos cuenta con una escala que te ayudará a entender la dimensión y el tamaño real de estas obras artísticas.
Semáforo de alerta Con el objetivo de guiar tu visita y que tu aventura de conocer el arte rupestre tarapaqueño sea una experiencia inolvidable, hemos creado un semáforo de alerta (Figura 47). A cada uno de los 14 sitios arqueológicos le asignamos un color (verde, amarillo, rojo) de acuerdo con las condiciones de conservación, puesta en valor, seguridad y accesibilidad que presentan.
Adversa condición de visita Regular condición de visita Óptima condición de visita Figura 47 Semáforo de alerta a considerar para la visita de sitios de arte rupestre
Para lograr esta valoración general, nos preguntamos si en el sitio arqueológico: •
¿Existen medidas de control y protección que aseguren su conservación tanto presente como futura?
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¿El arte rupestre presenta un buen estado de conservación que permita ser observado y apreciado por el visitante?
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¿Se ha realizado una puesta en valor que incluya elementos museográficos y/o de infraestructura para que los visitantes puedan recorrer y apreciar el arte rupestre? Por ejemplo, cedulario informativo e interpretativo, senderos, servicios, entre otros.
•
¿El sitio se ubica en un lugar resguardado o fuera de áreas de derrumbes, con zonas caminables, marcadas y delimitadas?
•
¿Se puede llegar por carreteras principales o caminos en buen estado, caminables y de cortas distancias?
LLAMAS, CÓNDORES, SOLES Y OTROS
Algunos de estos sitios están muy cerca de la Ruta 5 (Figura 46), de tal forma que podrás verlos fácilmente desde la carretera, como los de Chiza, Tiliviche y Ex Aura.
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¡Recuerda!, sea cual sea el resultado, siempre debemos cuidar este patrimonio porque es único e irremplazable. Esto significa que, aún cuando un sitio tenga “luz verde”, debes cumplir con las condiciones mínimas de resguardo.
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Figura 49 Destaca una figura humana inscrita en rectĂĄngulo de doble lĂnea
Figura 48 Panel 66 principal de geoglifos Confluencia Chiza-Suca
Las quebrada de Chiza y Suca se encuentran dentro de la administración regional de la comuna de Huara. Este amplio sector de quebradas es representativo de la relación entre arte rupestre y rutas caravaneras del Desierto de Atacama. En el sitio Confluencia ChizaSuca, la Ruta 5 atraviesa un antiguo camino prehispánico que unía una serie de puntos estratégicos. Este es un nodo de convergencia de senderos hacia diversos rumbos: por el oeste hacia la desembocadura de Camarones; por el norte, a los sectores de Conanoxa y Taltape en el valle de Camarones; por el este hacia Liga y Suca en la quebrada de Suca; y por el sur hacia Corza en la quebrada de Camiña y Tiliviche. Geoglifos Confluencia Chiza-Suca Desde la ciudad de Arica, yendo hacia el sur por la Ruta 5, en la ladera nororiente de la Cordillera de la Costa, se ubica el panel principal del conjunto de geoglifos Chiza-Suca. Los geoglifos fueron confeccionados mediante la acumulación de piedras (técnica aditiva), las que gracias a su color oscuro contrastan muy bien con la superficie clara del terreno y permiten apreciar fácilmente los diseños (Figura 48).
cuerpo frontal y brazos y piernas extendidos. Al centro destaca una figura de gran tamaño inscrita dentro de un rectángulo de doble línea (Figura 49), diseño que también podemos observar en los geoglifos de Cerro Mono y Alto Ariquilda Norte, con pequeñas variaciones en la posición de los brazos, y que detallaremos más adelante. Entre otras imágenes que forman parte de esta composición, destacan las formas geométricas (círculos, cruces, entre otras) y las zoomorfas (cuadrúpedos y camélidos).
LLAMAS, CÓNDORES, SOLES Y OTROS
Confluencia quebradas de Chiza y Suca
En la ladera opuesta del panel principal es posible visualizar la figura de una chacra. Recordemos que la chacra es considerada un ícono clave del arte rupestre tarapaqueño. Su presencia en este lugar cobra especial relevancia donde la confluencia de quebradas y el brote de una aguada fueron necesarios para la sobrevivencia de animales y humanos que habitaron y transitaron por este territorio. El panel principal de este conjunto fue restaurado en 1982 por profesionales de la Universidad de Tarapacá. Con el tiempo, los otros paneles se han borrado lentamente .
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Cerca del sitio se habilitó un mirador y señalética. Dado que la carretera pasa a unos pocos metros bajo los pies de la ladera nororiente, es posible observar claramente el panel principal.
Caracterizan a este panel las figuras humanas con
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Figura 50 Figuras de aves con alas extendidas, cuadrĂşpedo en actitud dinĂĄmica y forma humana con brazos tipo ave, grabados de Suca
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Figura 51 RepresentaciĂłn de figuras humanas en movimiento, con piernas flectadas y tronco inclinado hacia delante, grabados de Suca 7
En la quebrada de Suca, comuna de Huara, a unos 50 km al este del océano Pacífico, se localizan al menos 16 conjuntos con numerosos bloques grabados. Por lo general, estos se concentran en el sector medio de la quebrada, dispersos tanto en explanadas como en laderas, a una altitud promedio de 950 msnm. Este lugar fue un importante paradero donde las antiguas caravanas que venían de otros sectores se detenían para abastecerse de agua y alimento. En efecto, en el sitio arqueológico se registran múltiples huellas de senderos que conectan quebradas aledañas, además de algunos restos arquitectónicos que evidencian la ocupación humana entre los años 1.000 a 1.350 d.C.
de imagen característica del arte rupestre tarapaqueño, el “hombre-cóndor” o también llamado “ave de alas extendidas”, que también veremos en Tamentica. Casi la mitad de las figuras son geométricas, entre las que sobresalen las líneas serpenteantes, círculos, rectángulos, puntos y cruces, de variados tamaños. Por último, podemos encontrar una variedad de representaciones de animales, como camélidos, zorros, lagartos, serpientes, batracios y aves (Figura 52).
LLAMAS, CÓNDORES, SOLES Y OTROS
Grabados de Suca
Sitio arqueológico de difícil acceso y sin infraestructura para visitas.
La mayoría de las figuras fueron realizadas por medio de la técnica de percusión. Algunas de ellas tienen un trazo muy fino y otras bastante grueso, lo que denota el uso de distintos instrumentos. Gracias al color rojizo de la roca, las imágenes se aprecian claramente. En este sitio podemos encontrar una gran variedad de diseños (Figura 50). Destacan las figuras antropomorfas que parecieran estar en movimiento, como los llamados “arqueros”, “danzantes” y “músicos”, las que se caracterizan por la particular postura en semi-perfil y extremidades flectadas, lo que otorga su dinamismo distintivo (Figura 51). Asimismo encontramos otra
3 Figura 52 Ave con representación de cola, alas y dedos, grabados de Suca 7
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Figura 53 Figura geomĂŠtrica con ajedrezado, ave sobrepuesta y70sol, grabados de Chillayza
La quebrada de Camiña o también llamada de Tana, nace en la Cordillera de los Andes, en los faldeos del cerro Pumire, comuna de Colchane. Atravesando la comuna de Camiña, corre aguas abajo por 140 km, luego se une a la de Tiliviche, hasta desembocar al norte de Pisagua. Camiña, Tana y Tiliviche, forman parte de la misma cuenca. Como referencia, hay 195 km de distancia entre la ciudad de Iquique y el pueblo de Camiña. Grabados y pinturas de Chillayza
El sitio se ha alterado por agentes naturales (sismos, causes de agua) pero sobre todo por visitantes quienes han rayado algunos grabados. Se realizó su puesta en valor, pero actualmente parte de la infraestructura turística se encuentra en mal estado (reja, baño, escalinatas).
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Quebrada de Camiña
Sitio arqueológico de difícil acceso, sin embargo en localidades cercanas se encuentran otros atractivos turísticos y culturales interesantes, como el Pukará en el pueblo Francia, una aldea prehispánica en Juanca y el Museo Arqueológico de Nama.
En la quebradilla de Chillayza, a 10 km del poblado de Camiña (Ruta A-45), encontramos el sitio arqueológico de Chillayza. El arte rupestre se localiza mayoritariamente en los paredones de roca en un tramo de unos 150 m de largo. El arte rupestre de este sector se compone de grabados y pinturas de color rojo y negro. Principalmente, las figuras se realizaron mediante el grabado de las rocas. Encontraremos representaciones humanas, zoomorfas y geométricas. Por otra parte, las pinturas posiblemente fueron preparadas utilizando óxidos de hierro, lo que les otorga un color rojo intenso. Al igual que en los grabados, encontraremos representaciones de figuras humanas, camélidos y diseños geométricos, destacando la imagen de una composición de damero realizada con pintura roja y negra (Figuras 53, 54 y 55).
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Figura 54 Representaciones de figura humana, camĂŠlido y ajedrezado escalerado, pinturas de Chillayza 72
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Figura 55 Ajedrezados escalerados, pinturas de Chillayza 73
Figura 56 Panel 74 principal geoglifo de Tiliviche. Se representa una gran caravana de camĂŠlidos
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Geoglifos de Tiliviche El conjunto de geoglifos de Tiliviche se localiza en el curso medio de la quebrada de Retamilla, en el borde norte de la Pampa del Tamarugal, comuna de Huara. El sitio arqueológico se encuentra dentro de una propiedad privada, la Hacienda de Tiliviche. Los geoglifos forman parte de un complejo arqueológico mayor constituido por antiguos asentamientos prehistóricos e históricos que cruzan el sector en ambos sentidos, transversal este-oeste, y longitudinal norte-sur. Desde comienzos del Holoceno, vale decir unos 10.000 años atrás, este lugar fue un nexo importante entre la costa y el borde occidental de la Pampa del Tamarugal. La presencia de conchales, senderos y otros geoglifos son evidencia de que el sector fue un importante punto de referencia para los viajeros que circulaban desde y hacia la costa, distante a unos 30 km de este lugar.
Las figuras se confeccionaron mediante técnica aditiva, caracterizada por la acumulación de una capa de piedras oscuras que contrastan con el color de la ladera. Este gran panel ha sido restaurado dos veces. En 1982, profesionales de la UTA y SERNATUR realizaron su puesta en valor. En la Figura 42 podemos apreciar el proceso de limpieza efectuada en el panel principal.
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Quebrada de Retamilla
Posteriormente, en el año 2012, gracias al financiamiento del Consejo de Monumentos Nacionales, un nuevo equipo de la UTA restauró nuevamente el panel principal (Figura 43). Esta intervención fue menor y tuvo como fin eliminar una figura no original, de un personaje corriendo, realizada en la actualidad. Por el borde norte de la quebrada se puede acceder a un mirador desde donde se aprecia la totalidad del panel principal.
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En este punto se localiza más de un conjunto de geoglifos, no obstante por sus dimensiones y características se considera como principal al denominado “caravana de llamas” (Figura 56). En él se concentra un total de 74 figuras, 5 son representaciones antropomorfas y 69 zoomorfas, la mayoría de ellas son camélidos.
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Figura 57 Figura geométrica de gran tamaño realizada con técnica extractiva. Se caracteriza por un diseño de76 líneas rectas paralelas que finalizan en espirales rectos. Geoglifo de Alto Ariquilda Norte
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Geoglifos de Alto Ariquilda Norte
La quebrada de Aroma (Figura 58) nace en la Cordillera de los Andes desaguando en la Pampa del Tamarugal, en cercanía al geoglifo de Cerro Unita. Al interior de la quebrada encontramos importantes ejemplares del arte rupestre tarapaqueño. Esta zona se caracteriza por un variado repertorio de imágenes, entre las que podemos encontrar algunas que son realmente emblemáticas, como las figuras de aves antropomorfizadas, divinidades y camélidos.
El sitio de geoglifos Alto Ariquilda Norte se localiza al interior y lado norte de la quebrada de Aroma, a un costado de la Ruta A-457 que une la Ruta A-5 con el pueblo de Soga. Administrativamente corresponde a la comuna de Huara.
Tanto los geoglifos como los grabados se encuentran asociados a senderos, campamentos y restos de artefactos prehispánicos, los que dan cuenta del alto grado de movilidad que existió en ese sector, así como del establecimiento temporal de personas y desarrollo de actividades domésticas y rituales.
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Quebrada de Aroma
En la planicie de la quebrada se pueden distinguir al menos tres espacios concentrados de geoglifos, los que en conjunto abarcan un área de más de 50.000 m2 (Figura 59) . La ubicación de las figuras en la pampa horizontal marca una diferencia con gran parte de los geoglifos de Tarapacá que fueron confeccionados sobre las laderas inclinadas de los cerros. Este es uno de los conjuntos de arte rupestre más atractivos localizados en plena pampa del desierto precordillerano, el que además se encuentra en contexto con
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Figura 58 Vista de quebrada de Aroma
Figura 59 Figuras de volutas sobre pampa horizontal, geoglifo de Alto Ariquilda Norte 77
Figura 60 Esta figura antropomorfa se caracteriza por su cabeza geométrica y la presencia de un báculo o estandarte. Fue elaborada utilizando la técnica mixta, así, el cuerpo y rectángulo exterior se formaron agregando piedras, mientras que el contorno de la figura se raspó, dejando más clara la superficie del suelo. Este método favorece para que el geoglifo destaque y se vea más oscuro que otros diseños emplazados en el mismo sitio arqueológico, Alto Ariquilda Norte Figura 61 La figura del lagarto se encuentra también en otros geoglifos, como en Ex Aura y Cerro Mono. En Alto Ariquilda Norte, la podemos ver representada como un saurio de gran tamaño que mantiene sus brazos flectados hacia arriba, tiene tres dedos, cabeza geométrica y cola ligeramente curvada
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Las figuras humanas son muy variadas, representadas con cuerpos rectangulares de lados rectos o cóncavos, en algunos casos tienen pies. Tienen la particularidad de tener la cabeza representada con bifurcaciones lo que posiblemente corresponda a penachos o gorros (Figura 60). También son comunes las figuras humanas dibujadas de a pares, en actitudes dinámicas y con rasgos naturalistas (Figura 61). Otro tipo son las figuras humanas frontales con o sin báculos, inscritas en círculos o rectángulos (Figura 60). Este tipo también se encuentran en los geoglifos de Confluencia ChizaSuca, Cerro Mono y Cerros Pintados. Entre las figuras zoomorfas, destacan los lagartos (Figura 61), las aves como parinas o flamencos altiplánicos (Figura 62), los peces de la costa oceánica (Figura 63) y las llamas, todos diseños muy característicos del arte rupestre tarapaqueño.
Entre los diseños geométricos se encuentran comúnmente espirales, círculos y cruces, no obstante, hay algunos diseños lineales que destacan por su enorme tamaño, alcanzando hasta 185 m de largo (Figuras 59 y 64). En general, la mayor parte de las figuras miden entre 5 a 10 m (Figura 65), por lo que las de este tamaño son realmente excepcionales y nos recuerdan a las líneas de Nazca en Perú.
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un importante sendero norte sur que une Tarapacá con Suca. De un total de 6 paneles o conjuntos se registran 151 geoglifos, 93 corresponden a geométricos, 28 zoomorfos y 26 antropomorfos. Se distribuyen entre suaves lomas en torno al sendero prehistórico. Una de las figuras más llamativa, es la de las rectas paralelas con espirales de más de 160 m de largo (Figura 57). La mayoría de los geoglifos fueron elaborados utilizando la técnica extractiva, aunque también alguno de ellos se complementaron mediante la técnica aditiva.
Considerando el estilo de las figuras y los restos arqueológicos aledaños, los arqueólogos proponen que el conjunto rupestre se vincula a una época relativa entre los 1.000 y 1.400 años d. C. Su conservación es regular exponiéndose permanentemente al daño que provoca el paso de vehículos motorizados. No se ha realizado una puesta en valor del sitio. El sitio arqueológico Alto Ariquilda Norte, se sitúa en un cruce de caminos y senderos caravaneros, lo que ha significado que parte de las figuras se han borrado por el paso de caravanas de animales en diferentes épocas. El viento también es un agente natural que ha contribuido con estos procesos de cambio.
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Sitio arqueológico de difícil acceso; puedes ver parte de las figuras navegando con Google Earth (busca como referencia poblado de Ariquilda).
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Figura 62 Las aves se representan con cuerpo triangular, cuello recto, cabeza circular con ojo y pico largo, extremidades delgadas y rectas, geoglifos de Alto Ariquilda Norte 80
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3 Figura 63 Figura de pez mirado desde arriba, geoglifos de Alto Ariquilda Norte. Las aletas y la cola se encuentran bien definidas. La representación de fauna marina también la podemos encontrar en los geoglifos de Cerros Pintados y Cerro Mono 81
Figura 64 Figura geométrica de gran tamaño realizada con técnica extractiva, geoglifo de Alto Ariquilda Norte. Se caracteriza por un diseño de línea recta perpendicular a otra recta con volutas
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3 Figura 65 Tanto en Alto Ariquilda Norte como en Cerros Pintados podemos encontrar este tipo de figuras geométricas que se asemejan a una flecha y que presentan diseños o divisiones en su interior
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Figura 66 Panel con múltiples grabados representando figuras antropomorfas, zoomorfas y geométricas. Destacan imágenes emblemáticas de “hombre-cóndor“ y caravanas de llamas guiadas por personajes 84
Los grabados de Ariquilda se localizan en el curso medio de la quebrada de Aroma. Un conjunto de más de 300 bloques se distribuyen en ambos lados de la caja del río por alrededor de 2 km de largo. Este es uno de los sitios con mayor exposición de grabados que se registra en el norte de Chile. Las figuras realizadas sobre bloques aislados y enormes paredones representan un amplio repertorio de diseños antropomorfos, zoomorfos y geométricos (Figura 66). En este sitio encontraremos varias de las imágenes emblemáticas del arte tarapaqueño, entre las que destacan los personajes humanos relacionados con divinidades. Como es frecuente, estos son representados de manera frontal, ataviados con vestimentas especiales y en algunos casos, sosteniendo un báculo (Figuras 67 y 68). Otro grupo de figuras humanas que destaca en este sitio arqueológico son los grabados de balseros. Por lo general, estas se representan de perfil y son tripuladas por individuos representados de pie, y en varias ocasiones, sosteniendo un remo (Figura 69). También se han registrado balsas más complejas tripuladas por más de un personaje (Figura 70). En general, las representaciones humanas en este sitio son muy variadas y complejas. Si bien no podemos saber con exactitud qué significan o realizan aquellos personajes, se tiende a nombrarlos según las situaciones que nosotros mismos conocemos. Ejemplo de ello son los antropomorfos
identificados como “los enmascarados” (Figura 71) o “los viajeros” (personajes que parecen llevar una carga en sus espaldas). Además de ello, observando con más detalle, también encontraremos figuras con diferentes tipos de vestimentas y tocados. En los grabados de Ariquilda también encontraremos representados distintos tipos de animales antropomorfizados, los que en algunos casos, realizan alguna actividad humana. Ejemplo de ello es la figura de un cuadrúpedo tocando flauta. Entre la fauna también encontraremos aves (Figura 72), anfibios y réptiles (Figuras 73 y 74). Ciertamente que la presencia de camélidos es abundante, entre los que destacan los diseños particulares de cuerpo decorado (Figura 32).
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Grabados de Ariquilda
En cuanto a las figuras geométricas, existe un amplio repertorio de diseños que van desde los más simples hasta representaciones de cruces y soles de mayor elaboración (Figura 76). En este espacio también encontraremos evidencias de antiguos campamentos –paskanas– vinculados al tráfico regional, por lo que se postula que el sitio fue ocupado esporádicamente como un lugar de peregrinaje.
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Los grabados están afectados por agentes naturales. No se ha realizado una puesta en valor del sitio, por lo que no existen elementos interpretativos (letreros, senderos, etc.). El acceso al sitio presenta mediana dificultad.
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Figura 67 Figura antropomorfa de importancia, posiblemente una divinidad, representada de manera frontal con tocados irradiados y faldellĂn , grabados de Ariquilda 86
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3 Figura 68 Representaciones antropomorfas frontales, con tocado radiado, uno de ellos sostiene un bรกculo en cada mano, grabados de Ariquilda 87
Figura 69 Balsas representadas de perfil y tripuladas por un personaje sosteniendo un remo, grabados de Ariquilda
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3 Figura 70 Representaciรณn de balsa de mayor complejidad y tripulada por cuatro personajes, grabados de Ariquilda
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Figura 71 Figuras antropomorfas en posiciĂłn encorvada, con brazos extendidos y flectados, grabados de Ariquilda
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3 Figura 72 Representación de ave con alas extendidas junto a plantas y figuras geométricas, grabados de Ariquilda
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Figura 73 ComposiciĂłn de anfibios, reptiles y cuadrĂşpedo, grabados de Ariquilda
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3 Figura 74 Grabado de reptil de gran tamaño asociado a figuras humanas, de camélidos y sol, grabados de Ariquilda
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Figura 75 En este conjunto de figuras destaca la de un camĂŠlido de cuerpo abultado con decoraciĂłn punteada en su interior, grabados de Ariquilda
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3 Figura 76 Figuras geométricas tipo “sol”, grabados de Ariquilda
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Figura 77 Figuras humanas realizadas con tĂŠcnica extractiva, geoglifos Ex Aura 96
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Ubicado en la comuna de Huara, el cerro Rosita se localiza en plena Pampa del Tamarugal, a unos 80 km de la ciudad de Iquique. Geoglifos Ex Aura Los geoglifos del sitio Ex Aura se distribuyen en varios paneles sobre la ladera de la Cordillera de la Costa, específicamente en el cerro Rosita. Administrativamente, se encuentra en la comuna de Huara y se vincula directamente con la Ruta 5.
(Figura 78), aves, lagartos y diferentes tipos de diseños geométricos (círculos, líneas serpentiformes, entre otros). Los geoglifos fueron restaurados en 1981. La puesta en valor también incluyó la instalación de señalética en el sitio.
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Cerro Rosita
Dada su proximidad a la Ruta 5 el sitio es de fácil acceso. Los geoglifos se pueden apreciar claramente desde un punto de estacionamiento establecido como mirador.
En este sector se desconoce la existencia de aguadas o recursos hídricos, por lo que podríamos pensar que la presencia de los geoglifos se debe a su localización espacial intermedia entre la costa y la precordillera. Los geoglifos fueron confeccionados mediante el raspado de la superficie del suelo (Figura 77). Entre las 40 figuras registradas hasta la fecha podemos encontrar al menos dos imágenes emblemáticas del arte rupestre tarapaqueño. Una de ellas es la figura de un gran sol (Figuras 35 y 45) y la otra, es la imagen de un rombo escalerado (Figura 41). También destaca la confección de figuras humanas que presentan cuerpos rectangulares con lados rectos y cabezas con representación de gorro geométricos rectos (Figura 77). Adicionalmente, podremos observar interesantes figuras zoomorfas, como felinos punteados
3 Figura 78 Figura de dos felinos con cuerpo moteado. También se aprecia lagarto con cabeza triangular y cuerpo romboidal. A diferencia de las otras figuras elaboradas con técnica extractiva, los felinos se realizaron con técnica mixta, agregando piedrecillas como motas al cuerpo realizado por despeje de piedras , geoglifos Ex Aura
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Figura 79 Geoglifo conocido como “Gigante de Tarapacá”. Relacionado con una deidad, esta figura representa uno de las imágenes emblemáticas del arte rupestre tarapaqueño. Se caracteriza por su cuerpo frontal, rostro irradiado, brazo flectados en V y presencia de una especie de faldellín. ¿Recuerdas que la llamada “divinidad frontal con tocado dentado” también la hemos visto en los grabados de Tamentica y Ariquilda?
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Ubicado en la comuna de Huara, el Cerro Unita se localiza entre Huara y la quebrada de Tarapacá, a unos 84 km de la ciudad de Iquique. Geoglifos de Cerro Unita Cerro Unita es un cerro isla ubicado en el margen oriental de la Pampa del Tamarugal, conocido por su figura principal, el ser antropomorfo con tocado dentado (Figuras 79 y 80). En Cerro Unita se han registrado 5 paneles con 21 figuras. La mayoría se realizaron mediante el retiro de piedras y el despeje de la superficie de la ladera. Constituye un sitio emblemático en el arte rupestre andino, especialmente por la magnitud de su principal figura que alcanza más de 100 m de largo; de allí su nombre, “Gigante de Tarapacá” (Figura 79). Esta figura humana se relaciona con el poder político y religioso. Evidencia de ello son los elementos que acompañan al personaje, como su báculo, su atuendo y el tocado irradiado que lleva en la cabeza. Adicionalmente, su situación espacial refuerza esta idea, ya que desde diferentes puntos, como desde el sitio de geoglifos Ex Aura o desde el interior de la alta precordillera, el cerro se visualiza notoriamente como un hito en el amplio espacio del desierto tarapaqueño. El sitio cuenta con cedulario (señalética informativa) donde se indica que su figura principal es el geoglifo
más grande del mundo. Algunos geoglifos, incluyendo la figura principal, fueron restaurados en 1982 por profesionales de la Universidad de Tarapacá. Sin embargo, pese a todos los esfuerzos realizados por conservar este patrimonio, algunos geoglifos han sido destruidos por conductores de vehículos todoterreno que han pasado por encima de las figuras. Adicionalmente, se han realizado geoglifos modernos que alteran la originalidad del sitio arqueológico.
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Cerro Unita
Viniendo por la Ruta 5, frente a Huara, tomar ruta internacional Huara-Colchane, llegar a km 14. La figura del “Gigante de Tarapacá” se puede apreciar desde la Ruta 15. No es necesario acercarse a las inmediaciones del sitio para observarlo, ni menos transitar por sobre el mismo, puesto que puede ser seriamente dañado.
3 Figura 80 Cerro Unita, cerro isla con geoglifos ubicado en el Desierto de Atacama. Su figura más representativa es el personaje frontal con tocado dentado. 99
Figura 81 Geoglifos de Cerro Mono, representativos de una gran variedad de formas: figura humana inscrita en 100rectĂĄngulo, rombos escalerados, lagarto ÂżRecuerdas haber visto estos diseĂąos en otros geoglifos?
Cerro isla ubicado en la comuna de Pozo Almonte. Geoglifos de Cerro Mono Sitio arqueológico localizado en plena Cordillera de la Costa, al oeste de la Pampa del Tamarugal, a unos 10 km al este del Salar de Soronal, en una transecta que conecta Cerros Pintados, el Salar de Soronal y la costa Pacífico. Los geoglifos se emplazan en torno a un abra por donde pasa un grueso sendero caravanero en sentido este-oeste. En Cerro Mono encontramos un conjunto de más de 130 figuras, incluyendo antropomorfas, zoomorfas y geométricas (Figura 81). Se orientan preferentemente hacia el norte. La gran mayoría de las figuras fueron realizadas utilizando la técnica extractiva. Las figuras más numerosos son las de tipo geométrico, destacando diferentes representaciones de rombos, flechas, cruces y círculos. Entre las representaciones humanas destaca un personaje inscrito en un rectángulo de doble línea. Recuerda que este diseño ya lo hemos visto en otros geoglifos, como en los de Confluencia Chiza-Suca y Alto Ariquilda Norte. Al igual que en este último sitio, también se han representado parejas de figuras humanas en actitud dinámica de perfil, con piernas flectadas y brazos en movimiento. Por último, entre las figuras zoomorfas,
encontramos otras imágenes representativas del arte rupestre tarapaqueño, como los lagartos, peces y aves. Este sitio arqueológico también se relaciona con pueblos caravaneros que transitaban por el Desierto de Atacama a través de senderos que conectaban el oasis de Pica y el Océano Pacífico. Evidencia de ello son los mismos senderos, cementerios y restos de paskanas (refugios). Investigadores indican que estos geoglifos fueron elaborados hacia 900 d.C.
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Cerro Mono
El geoglifo está afectado por huellas vehiculares que pasan por sobre las figuras. No es necesario acercarse a las inmediaciones del sitio para observarlo, todo lo contrario, los geoglifos se han creado para ser apreciados desde lejos en toda su extensión. Lamentablemente, estas obras de arte han sido seriamente afectadas por los humanos, un daño irreversible hacia el patrimonio cultural.
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Figura 82 Este es un conjunto de diseĂąos muy representativo de Cerros Pintados. Podemos observar una gran variedad de imĂĄgenes, entre las que destacan las de figuras humanas, rombos escalerados, flechas y camĂŠlidos 102
atraviesa Cerros Pintados con rumbo a la costa al sur de Iquique.
La Reserva Nacional Pampa del Tamarugal se ubica aproximadamente a 95 km de distancia de Iquique, en la comuna de Pozo Almonte. Actualmente, la Reserva Nacional Pampa del Tamarugal se encuentra bajo la administración de la Corporación Nacional Forestal (CONAF). Además de los yacimientos arqueológicos e históricos, en esta área también se protege una diversidad importante de fauna y flora característica del Desierto de Atacama. Se accede por la Ruta 5.
Los geoglifos de Cerros Pintados constituyen uno de los conjuntos más importantes de arte rupestre identificados en el Desierto de Atacama (Figura 82). Además de la calidad y cantidad de las figuras, en este sector también se encuentran otras evidencias arqueológicas que dan cuenta del uso de este espacio por los grupos humanos que en el pasado se desplazaban desde el oasis de Pica hasta la costa. La existencia de vertientes y aguadas fueron claves para que este lugar fuese un punto privilegiado para el asentamiento temporal de los caravaneros; testimonio de ello son los senderos y campamentos que se han conservado a través del tiempo.
Geoglifos Cerros Pintados Cerros Pintados corresponde a un conjunto de geoglifos distribuidos en una extensión de 3 km en la ladera oriental de la Cordillera de la Costa, en el borde occidental de la Pampa del Tamarugal. Dada su ubicación no recibe directamente la influencia temperada de la costa, lo que exacerba las condiciones de extrema sequedad y las variaciones térmicas entre el día y la noche. Este escenario también se caracteriza por el contraste geomorfológico entre cordillera y el amplio Salar de Pintados que se extiende a los pies de ésta. Desde el sitio se tiene una extensa visión panorámica hacia la Pampa del Tamarugal, la precordillera y los altos Andes. El oasis de Pica esta distante unos 35 km al este. De allí proviene el principal sendero que
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Reserva Nacional Pampa del Tamarugal, Cerros Pintados
Hasta la fecha, en Cerros Pintados se han registrado alrededor de 60 paneles y 420 figuras, las que se distribuyen en aproximadamente 3 km de longitud. La gran mayoría de los geoglifos fueron confeccionados mediante técnica extractiva, es decir, despejando la superficie de la pronunciada ladera del cerro. En escasas figuras se utilizaron las técnicas aditiva (agregando piedras) y mixta.
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Predominan los diseños geométricos, seguidos por los zoomorfos y los antropomorfos (Figura 83). También se registran figuras indefinidas, las que se han borrado con el paso de los años y la acción de los
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Figura 83 Conjunto de figuras humanas que representan un estilo muy particular de Cerros Pintados. Destaca la forma de sus cuerpos de lados cรณncavos y sus cabezas semicirculares 104
contempla 3 estaciones de descanso, cada una con capacidad para 5 personas e información descriptiva del Monumento Nacional. El recorrido también cuenta con baños, caseta de control y señalética informativa. Acceso, visibilidad e información por senderos, sombreaderos, miradores y cedularios. El sitio arqueológico cuenta con horarios de atención establecidos, estacionamiento y baños para los visitantes, además se han diseñado una serie de folletos informativos para apoyar los recorridos.
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agentes naturales. Las figuras antropomorfas destacan por tener el cuerpo representado con los lados cóncavos, a modo de túnicas, típico diseño del arte rupestre tarapaqueño (Figura 83). También existen representaciones de balseros (Figura 25). La figura zoomorfa más común es la de camélido, generalmente en conformación de caravanas. También destacan las representaciones de aves (Figura 84) y peces (Figura 63). Entre las figuras geométricas destacan los rombos escalerados, los que se registran tanto de forma aislada como en conjunto con otras figuras (Figura 85). Otros diseños recurrentes son los cruciformes, los círculos y las grecas Cerros Pintados fue declarado Monumento Histórico en 1969. Parte de los geoglifos fueron restaurados entre los años 1980 y 1981 por profesionales de la Universidad de Tarapacá. En un 60% del sitio se efectuó una limpieza superficial, dejándose el resto de las figuras como testigos del paso del tiempo.
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Con el fin de apoyar la interpretación del arte rupestre, en la Reserva Nacional Pampa del Tamarugal se construyó el Museo de Sitio de Geoglifos de Pintados, bajo administración de la CONAF. El centro de visitantes se ubica a 1,5 m bajo tierra, por lo que su infraestructura no es invasiva con el medio sino que se funde en armonía con el paisaje. Complementariamente, existe un sendero peatonal de 1 km aproximadamente que
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Figura 84 Imagen de ave con alas extendidas con diseĂąos en el interior de su cuerpo. En segundo plano podemos observar una caravana de llamas y las figuras de un sol y una cruz
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3 Figura 85 Composición de geoglifos. Representación de un rombo escalerado, junto a cuadrúpedo (¿equino?) y figura humana, Cerros Pintados
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Figura 86 Representaciones de dos cuadrúpedos (¿felinos?) frente a frente, una pareja de lagartos y una figura 108 humana, realizados mediante técnica de percusión, grabados de Chacarilla 15
La quebrada de Chacarilla se localiza en la comuna de Pica. En el año 2004 la quebrada fue declarada Santuario de la Naturaleza y es conocida por el hallazgo de huellas de dinosaurios (animales que vivieron varios millones de años atrás, muchísimo antes de que los pueblos originarios siquiera llegaran al continente), las que tienen una gran importancia para la ciencia y el turismo local. Grabados y pinturas de Chacarilla Son dos sitios (CH-15 y CH-2) localizados en el curso medio inferior de la quebrada, separados por varios kilómetros el uno del otro. Chacarilla-15 contiene grabados dispersos sobre un extensa pared de ignimbrita muy fracturada y también recubierta por arena a raíz de la fuerte acción eólica que caracteriza el sector. Chacarilla-2 contiene solo pinturas plasmadas sobre guijarros que forman un conglomerado en la quebrada, en una especie de alero. En Chacarilla 15 se han registrado a lo menos 31 paneles, con un total de 78 figuras grabadas (Figura 86). Entre los más significativos encontraremos la representación de camélidos naturalistas, raros en la zona pues son más típicos en el interior de la Región de Antofagasta (Figura 87). Se utilizó una técnica muy acabada que define de modo exaltado todo el
perímetro de la figuras; es un patrón de camélido de data muy temprana. Se observan otros patrones de camélidos posiblemente más tardíos (Figuras 86 y 89), como también de aves, lagartos y cóndores (Figura 89). Destaca una hermosa composición de felinos y figuras geométricas (Figura 90). También existen escenas de figuras humanas en fila como si cargaran un bulto en sus espaldas a modo de mochila, lo que podría corresponder a “capachos” que se encuentran en otros sitios arqueológicos de la zona (Figura 91).
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Quebrada de Chacarilla
En Chacarilla 2 se registran figuras pintadas principalmente en rojo y algunas en amarillo. Las figuras son principalmente geométricas (Figura 92), pero también existen figuras humanas y cuadrúpedos (Figura 93, Figura 94). Todas las figuras se pintaron sobre guijarros que están incrustados en una gran pared de barro, formada por enormes aluviones ocurridos posiblemente hace cientos o miles de años atrás.
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El estado de conservación de ambos sitios es deficiente, por lo que su visita debe ser muy controlada. Sitios de muy difícil acceso.
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Figura 87 En este panel podemos distinguir una figura humana con brazos extendidos que pareciera vestir una túnica cuadrada con un diseño de “X” en su interior. Esta imagen es más tardía y está superpuesta sobre camélidos naturalistas más tempranos, grabados de Chacarilla 15 110
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3 Figura 88 Camélido con diseño de círculo en su interior, grabado de Chacarilla 15
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Figura 89 Podemos distinguir dos aves acuáticas frente a frente, lagartos, “hombre-cóndor” y figura humana frontal con brazos flectados hacia arriba similar al personaje de tocado radiado, garbado de Chacarilla 15 112
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3 Figura 90 Una interesante composición prácticamente simétrica. Vemos a dos felinos enfrentados y sobre ellos similares figuras geométricas. Un sol radiado y una cruz andina son las figuras que marcan el centro de la escena, grabado de Chacarilla 15 113
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Figura 91 Escena compuesta por un camélido y una fila de figuras humanas. Al parecer, estas llevan bultos cargados en sus espaldas. Figuras similares se observan en Tamentica y en otros sitios de la Región. Grabado de Chacarilla 15
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Figura 92 Figuras abstractas de color rojo sobre guijarros incrustados en el conglomerado, pinturas de Chacarilla 2
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Centímetros
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3 Figura 93 Camélido sobre guijarro de conglomerado que forma la pared de la quebrada en este sector, pintura de Chacarilla 2
Figura 94 Figura humana y camélido, pintura de Chacarilla 2
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Figura 95 Jinetes, personajes hispanos e indĂgenas y figura zoomorfa en color rojo, pinturas de Tiquina 116
CentĂmetros
Quebrada de Guatacondo
Pinturas de Tiquina
Ubicada en la comuna de Pozo Almonte, la quebrada de Guatacondo forma parte de un sistema de quebradas que desciende en dirección este-oeste hacia la Pampa del Tamarugal. A unos 2.300 msnm se localiza el pueblo homónimo, pequeño oasis con cultivos en terrazas.
Se ubica en una quebrada menor que confluye en la de Guatacondo, a unos kilómetros al interior de Tamentica. LLAMAS, CÓNDORES, SOLES Y OTROS
Además de los sitios de arte rupestre, en esta quebrada encontramos las aldeas prehispánicas de Ramaditas y de Guatacondo, de gran valor patrimonial, que fueron ocupadas más o menos en la misma época que el poblado de Caserones que mostramos en la Figura 5. Inmediatamente al sur de esta quebrada, en la quebrada de Mani, se encuentran varios sitios arqueológicos que están entre los más antiguos conocidos para Chile, ocupados hace más de 12.000 años atrás por cazadores recolectores.
Las pinturas expresan el momento de contacto entre españoles y pueblos prehispánicos, evidenciados por la figura de un jinete. Además, se representa un personaje con atuendo hispano, muy similar a unos encontrados en el sitio de Chirapaca en Bolivia, cerca de Tiwanaku. Otros personajes parecen ser locales y además se representan zoomorfos (Figura 95). No cuenta con infraestructura para visitantes. Acceso poco expedito y de difícil localización.
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Figura 96 Podemos observar una diversidad de diseños, entre los que destaca una figura humana de gran tamaño, conocida como “ser 118 antropomorfo con tocado dentado”, imagen emblemática del arte rupestre tarapaqueño, grabados de Tamentica.
El sitio arqueológico de Tamentica se encuentra en el curso medio de la quebrada de Guatacondo, donde ésta se angosta y encajona, a unos 14 km al oeste del poblado de Huatacondo. Este pequeño oasis ubicado dentro del árido ambiente de la Pampa del Tamarugal, nos indica que Tamentica fue un lugar de detención obligada para los pueblos que se movilizaban entre la costa y las tierras altas. Al igual que otros sitios con arte rupestre que has visto en este libro, el arte rupestre de Tamentica se encuentra asociado a distintos senderos que comunican el sector con otras localidades más lejanas, como Pica y quebrada de Mani. De acuerdo a los especialistas, el arte rupestre en el oasis fue realizado durante los últimos 1.500 años de la secuencia cultural prehispánica. En la Región, Tamentica destaca por la inmensa cantidad de imágenes que podemos encontrar en alrededor de unos 50 bloques rocosos. La mayoría corresponde a grabados realizados mediante la técnica de percusión (Figura 96). Entre las figuras representadas encontramos algunas de las imágenes emblemáticas que ya hemos reconocido en el arte rupestre tarapaqueño. Entre estas destacan el antropomorfo con tocado dentado (Figura 96), las representaciones de balsa de cuero de lobo tripulada (Figuras 97 y 98) y de aves con alas extendidas
(Figura 99). Otro tipo de composición interesante son las escenas de figuras humanas ordenadas en fila y que parecen ir muy cargadas. Podría tratarse personas que cargaban sus productos en “capachos” (Figuras 100 y 101), similares a los que vimos en Chacarilla 15 (Figura 91). También son recurrentes las imágenes de camélidos, felinos, lagartos, batracios, serpientes, peces y arañas, así como diferentes figuras geométricas, incluyendo grecas, cruces, espirales, círculos, líneas paralelas ondulantes y en zigzag.
LLAMAS, CÓNDORES, SOLES Y OTROS
Grabados y pinturas de Tamentica
Aunque se encuentran en menor cantidad, en el sector también encontraremos algunas pinturas las que con el paso del tiempo se han borrado lentamente. Destaca la figura de un antropomorfo con túnica (conocida como“unku”) ajedrezada, las que son típicas del periodo incaico en los Andes (Figura 102). La infraestructura turística e interpretativa del sitio fue afectada por fuertes aluviones que destruyeron la antigua huella vehicular que conectaba con el sitio, afectando incluso su borde.
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A pesar de que estos sitios presentan un gran despliegue de imágenes visuales lo que provoca una gran atracción hacia el visitante, hoy no se encuentran aptos para ser recorridos, debido a la dificultad de acceso por la destrucción de caminos y vías seguras.
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Figura 97 En esta imagen el tripulante de la balsa se encuentra en actitud de caza utilizando una lienza para pesca , grabados de Tamentica 120
LLAMAS, CÓNDORES, SOLES Y OTROS
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Figura 98 Balsa de cuero de lobo tripulada, grabados de Tamentica 121
Figura 99 Imagen representativa de ave con alas extendidas, grabado de Tamentica
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LLAMAS, CÓNDORES, SOLES Y OTROS
3 Figura 100 Podemos apreciar numerosos grabados que representan tanto figuras antropomorfas, zoomorfas y geométricas. En este caso, queremos destacar la composición de diversos grupos de figuras humanas que parecieran llevar bultos cargados en sus espaldas, grabados de Tamentica 123
Figura 101 Detalle de los personajes “cargadoresâ€? que llevan bultos en sus espaldas. Incluso los cuerpos parecieran estar en una posiciĂłn inclinada hacia delante debido al peso que llevan, grabados de Tamentica
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LLAMAS, CÓNDORES, SOLES Y OTROS
3 Centímetros
Figura 102 Pintura realizada sobre la pared del cañón de la quebrada. Destacan dos figuras humanas con sus cabezas redondas y tocado con las llamativas túnicas rectangulares denominadas “unku”. En este caso, se conserva mejor la pintura con un ajedrezado o damero compuesto por color rojo del pigmento y el fondo natural de la roca, pintura de Tamentica
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Figura 103 Monumental panel lineal en el que se representa a los conquistadores espaĂąoles junto a los pueblos originarios, geoglifo de Quebrada Los Pintados
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El sitio se ubica al sur de la quebrada de Guatacondo, en la comuna de Pozo Almonte. Las figuras de geoglifos han sido conocidos localmente como “pintados”, de allí que Quebrada Los Pintados y otros sitios (como Cerros Pintados) tengan dicha palabra en su nombre. En este caso, hay una cuantiosa presencia de geoglifos tanto en la quebrada como en sus inmediaciones, siempre en torno a un importante sendero longitudinal prehistórico. Los geoglifos se distribuyen en el curso medio inferior de una quebrada menor, al sur de la quebrada de Guatacondo.
con técnica mixta; el resto se encuentra afectado por procesos de deterioro natural. Acceso complejo por camino de tierra. Sitio para ser disfrutado en toda su extensión, pero que debe ser observado desde el cerro del frente el cual también presenta geoglifos en su cima y que son difíciles de distinguir a simple vista, por lo que pueden ser fácilmente destruidos sino se toman las debidas precauciones. Por este motivo se recomienda observarlos desde lejos y nunca acercarse en vehículo motorizado.
LLAMAS, CÓNDORES, SOLES Y OTROS
Geoglifos de Quebrada Los Pintados
En el sitio se han registrado 10 paneles y alrededor de 192 figuras. La mayoría son figuras zoomorfas correspondientes a una caravana de llamas de grandes dimensiones. Entre los diseños geométricos destacan las flechas, rombos, círculos, rectángulos, cruces y espirales. Existe un panel excepcional, que alcanza aproximadamente 70 m de largo, donde se representa una escena histórica en la que interactúan conquistadores españoles y pueblos indígenas (Figura 103). Es posible que este haya sido uno de los últimos geoglifos realizados en el Desierto de Atacama.
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Presenta un estado de conservación regular, destacándose con mayor nitidez los geoglifos en realizados
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CAPÍTULO
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SÉ PARTE DE LA CONSERVACIÓN
Figura 104 “Gigante de Tarapacá”, geoglifo de Cerro Unita 129
Cuidados y recomendaciones durante la visita a un sitio con arte rupestre
Esta situación significa que una considerable cantidad de sitios arqueológicos se encuentran en riesgo, por lo que es muy importante su cuidado y protección.
La conservación de los bienes culturales como patrimonio de la humanidad debería formar parte de una nueva ética, con diferentes grados de interés, formalidad y participación de la sociedad en pos de un compromiso ético y moral común, que tienda a reconocer y respetar la cultura local en un contexto global. La conservación del patrimonio cultural debe incluir a todo grupo de personas que, a pesar de no estar vinculadas por idioma, grupos étnicos o incluso un pasado histórico compartido, unen esfuerzos para un objetivo común, conservar el patrimonio cultural para nosotros y las generaciones venideras.
Con el fin de preservar el sitio arqueológico en el mejor estado posible te recomendamos:
Los sitios arqueológicos constituyen patrimonio cultural protegido por la Ley N° 17.288 de Monumentos Nacionales, específicamente en su categoría Monumento Arqueológico. Considerando el frágil estado de conservación que presentan algunos sitios con arte rupestre, no todos se encuentran abiertos al público. Debido a factores naturales como la acción del viento, del sol e incluso de sismos, los geoglifos, grabados y pinturas han desaparecido lentamente con el tiempo. Sin embargo, la acción del ser humano ha acelerado drásticamente estos procesos de cambio.
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•
No tocar, rayar ni intervenir de ninguna forma el arte rupestre y sus soportes.
•
No caminar ni escalar sobre las rocas y/o laderas de cerros.
•
Jamás circular en vehículos dentro ni cerca de los sitios, particularmente en los geoglifos. Debido a que los geoglifos fueron hechos originalmente para ser vistos a distancia, si estás cerca no se distinguen bien, de modo que es fácil destruirlos sin darse cuenta. Por este motivo es mejor no acercarse y siempre andar a pie en sus alrededores.
•
Respetar los senderos y/o las zonas de tránsito demarcadas.
•
No mover, trasladar ni llevarse otro tipo de material arqueológico paleontológico o histórico que encuentres en el sitio (por ejemplo, fragmentos de cerámica).
•
Cuidar la infraestructura presente en el sitio arqueológico.
Eliminar la basura en los contenedores dispuestos para este fin. En el caso de no existir basureros, te deberás llevar la basura contigo.
•
Si andas con una mascota, llevarla con correa.
•
Seguir todos los consejos entregados por los guías turísticos y los responsables presentes en el sitio.
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Utilizar los aseos.
•
Respetar la tranquilidad del lugar.
•
Respetar la señalética presente en el sitio arqueológico.
Ayúdanos a conservar nuestro patrimonio natural y cultural para que las futuras generaciones puedan apreciarlo y disfrutarlo como hoy lo hacemos nosotros
SÉ PARTE DE LA CONSERVACIÓN
•
Recomendaciones útiles si vas a recorrer a pie: •
Lleva tu guía práctica ilustrada de arte rupestre y memorama.
•
Lleva un GPS (sistema de posicionamiento global) o brújula análoga.
•
Lee atentamente los letreros informativos.
•
No abandones los caminos ni tomes atajos.
•
Mochila pequeña con botiquín de primeros auxilios, calzado para caminata, gorro de ala ancha, gafas, bloqueador solar y agua.
•
Si quieres tomar la fotografía perfecta, fíjate en el terreno, así evitarás accidentes.
4
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Agradecimientos Con esta Guía Práctica Ilustrada de Arte Rupestre de la Región de Tarapacá. Entre laderas, senderos, oasis y el mar, esperamos contribuir al fortalecimiento de la conservación del patrimonio arqueológico de la región y de nuestro país. Agradecemos a los proyectos PIA/Anillo SOC1405 (http://www.escallonia.cl), PII20150081, proyectos Fondecyt Nº 1151046 (http://www.arqueologiadesiertoatacama.cl), Nº 1030923 y Nº 3160759, que generaron parte de la información que vertimos en esta Guía. De manera muy especial agradecemos el incondicional apoyo, colaboración y participación de Calogero Santoro, Claudio Latorre, Lautaro Núñez y Victoria Castro, quienes generosamente escribieron secciones en nuestro libro. Finalmente, agradecemos al Fondo Nacional para el Desarrollo Cultural y las Artes, Región de Tarapacá, por financiar este proyecto y a la empresa TECK Quebrada Blanca por su auspicio, al Fondo Fotográfico del Departamento de Antropología de la Universidad de Tarapacá por facilitarnos imágenes, y a las personas que hicieron que este libro sea accesible a todas y todos, José Barraza M., Rolando Ajata, Bosco González, Pamela Aravena, Mauricio Uribe, Sebastián Ibacache, Gloria Cabello, Francisca Urrutia, Marta Crespo y Raúl Rocha. A todas y todos, muchas gracias.
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CRÉDITOS DE FIGURAS
Uribe, Mauricio: Figs. 18 y 19
Artigas, Diego: Figs. 48, 49, 50, 51, 52, 53, 54, 55, 56, 57, 59, 60, 61, 62, 63, 64, 65, 66, 67, 68, 69, 70, 71, 72, 73, 74, 75, 76, 77, 78, 79, 81, 80, 82, 83, 84, 85, 86, 87, 88, 89, 90, 91, 92, 93, 94, 95, 96, 97, 98, 99, 100, 101, 102, 103 y 104
Urrutia, Francisca: Fig. 54
Barraza, José: Fig. 81 Briones, Luis: Figs. 22, 24, 32, 33, 36, 37 y 42 Cabala Producciones: Figs. 1, 8, 35 y 45 Casanova, Paz: Fig. 43 Crespo, Marta: Figs. 7, 20, 21, 31, 38, 48, 49, 56, 80 y 104 Fundación Desierto de Atacama (www.fundaciondesiertoatacama.cl): Fig. 103 Gallo, Constanza: Figs. 6, 12, 13, 46 y 47 García, Magdalena: Fig. 5 Monsalve, Susana: Figs. 11 y 16 (derecha) Oyaneder, Adrián: Fig. 10 Romero, Álvaro: Fig. 23 Santoro, Calogero: Figs. 2, 25 y 58
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Valenzuela, Daniela: Figs. 3, 4, 9, 14, 15, 16 (izquierda), 17, 20, 26, 27, 28, 29, 30, 34, 39, 40, 41 y 44
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