Continuidad y Cambio Año 8 Número 118 Mayo 2019
El gran garrote regresa Órgano divulgativo del Movimiento De Frente con Venezuela Dirección editorial: Luis Fuenmayor Toro Web: http://continuidadycambio.wordpress.com/
Al cerrarse otras opciones… En este número: Al cerrarse otras opciones… Luis Fuenmayor Toro La manzana de la discordia Ángel Guerra Yánez Las enseñanzas del golpe frustrado Carlos Dallmeier Pinocho Mariadela Villanueva Operación libertad vs castrismo Alberto Jordán Hernández Ídem José Lombardi Entre Venezuela y el Golfo Pérsico Rafael Marín Oviedo y Baños: conquista y poblamiento de Venezuela Ángel Lombardi Boscán Humor Imágenes ilustrativas Resultado de las gestiones de la Asamblea Nacional sobre la nacionalidad de Nicolás Maduro Venezuela: el fracaso del proceso bolivariano Edgardo Lander Nos escriben
Luis Fuenmayor Toro Ex Rector de la UCV
Le hemos hecho seguimiento de cerca al desarrollo de la política venezolana desde hace décadas, pero hoy me referiré a su progreso en lo que va de año y a desenlaces que comienzan a vislumbrarse en forma mucho más clara. Es primera vez, por lo menos desde hace casi 120 años, que el país ha estado tan cerca de una invasión armada, y en el caso actual ejecutada por la primera potencia militar del mundo. Esta opción ha rondado el escenario político venezolano desde el fracaso, inducido por la oposición de la MUD (https://t.co/tOBOqWk1c0), de las negociaciones de 2018 en República Dominicana. Aunque este tipo de opciones son siempre posibles, lo que las hace importantes de tener en cuenta es su probabilidad de ocurrencia, la cual varía con el desarrollo de los acontecimientos, en nuestro caso tanto en Venezuela, sus vecinos inmediatos, EEUU y el resto del continente americano, como en Europa, Rusia, China, medio oriente y muchos otros lugares de menor importancia en nuestra vida política. Estas características son las que hacen impredecibles la ocurrencia de estos hechos y las que impiden que se pueda saber cuándo se producirán, una vez frustradas otras opciones menos costosas y traumáticas. Somos un caso claro de esta afirmación. Muchas opciones han estado presentes desde enero 2019, muchas más si nos remontamos a comienzos de 2016 o nos desplazamos más atrás, aunque en todas ha estado presente como factor causal común el “Maduro vete ya”, establecido como un derecho por parte de cierta oposición inmediatista y voluntarista, que piensa que está por encima del resto de los venezolanos: ella decide qué hacer y los demás aceptan sin chistar. En este proceso, muchas opciones han desaparecido, otras se han hecho presentes y algunas han renacido. Es en ese escenario cambiante,
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que no da tiempo de descansar ni de aburrirse, que la inicialmente muy remota invasión militar, ha ido navegando en nuestro mar de complejidades sin naufragar y hoy parece llegar a puerto como opción probable. En Venezuela nunca se ha producido una invasión por tropas estadounidenses o comandadas por ellos. Esto sí ha ocurrido en la mayoría de los países vecinos, aunque no recuerdo a ninguno en el que sus nacionales opositores la pidieran invocando la Constitución de sus repúblicas. En esa traición a la nación al parecer somos únicos y es un “mérito” de Guaidó, Leopoldo López y Voluntad Popular, y de quienes se dejaron arrastrar a esta ignominia. Y todo ello gracias a la negligencia de quienes nos gobiernan, que prefieren ver a su patria invadida y destrozada que negociar una salida democrática a la crisis existente. El golpe sangriento de Pinochet en Chile se da porque los extremistas izquierdistas impidieron las negociaciones, que Allende ya había comenzado a realizar para darle salida electoral a la crisis de entonces. Estas afirmaciones en absoluto absuelven a Pinochet ni a la oposición apátrida de nuestra Asamblea Nacional, que ha demostrado una indignidad y envilecimiento no visto en el país en su historia. La confesión de Guaidó sobre las instrucciones por él dadas a su compañero de partido Carlos Vecchio, que más que un supuesto embajador de Venezuela parece un funcionario del gobierno de Trump, para reunirse con el Comando Sur estadounidense son muy graves, aunque pocos lo han señalado con claridad y contundencia. El colapso nacional en todos los aspectos, el odio incubado contra la claque de Maduro y el “socialismo del siglo XXI, la desinformación permanente llevada a adelante por las transnacionales de la comunicación, la propaganda guerrerista y las ambiciones de poder de una dirigencia, que pretende ser impuesta con el uso de la fuerza por ejércitos extranjeros, se han confabulado para crear un ambiente de aceptación y justificación de la intervención militar externa, negando a priori cualquier posibilidad de rescatar para los venezolanos su indiscutible derecho de decidir sus asuntos internos. A la ya clara petición de Guaidó de que nos invadan se unen las peticiones de María Corina, escondidas detrás de la aplicación de un artículo constitucional, que la persona más ignorante que exista sabe que no tiene nada que ver con lo que se pretende extraer del mismo. Se suman también la decisión mayoritaria de la AN de incluir de nuevo a Venezuela en el TIAR, las declaraciones más recientes de los funcionarios de Trump, las provocaciones con las incursiones de buques de guerra en nuestras aguas territoriales y las acusaciones colombianas de irrupciones de la FANB en su territorio. Todo ello parece conformar un cuadro de pre intervención, la cual sin embargo aún no es apoyada por Europa ni tampoco por la mayoría de los países de América, incluyendo a los que reconocen a Juan Guaidó como Presidente encargado de Venezuela. Las intenciones gringas están claras, a menos que Maduro y quienes lo acompañan decidan irse. Quedan aún ciertos escollos para su desarrollo: el rechazo demócrata
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estadounidense a la invasión, las disonancias aparecidas incluso en el Partido Republicano, la posición de la opinión pública de EEUU, el rechazo por parte de los nuevos gobiernos de México y Panamá. Pero por encima de todo ello está el escalamiento que está ocurriendo en el Medio Oriente, ante la respuesta de Irán a la violación por Trump del tratado firmado por Obama. Ya ha sido despachado a la zona un portaaviones estadounidense. Las cosas se pueden complicar tanto que dejaría a Venezuela como algo secundario ante el reto iraní. Quienes en Venezuela queremos la paz. Quienes rechazamos todo intento militar injerencista extranjero. Quienes hemos propuesto una salida nacional, pacífica, constitucional y democrática, deberíamos pasar a la ofensiva, aislando a quienes persistan en salidas antinacionales y haciendo entender al gobierno, que no puede seguir jugando irresponsablemente con fuego ni con la vida de los venezolanos y la integridad de la nación.
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La manzana de la discordia Ángel A. Guerra Yánez Profesor universitario
No podemos subestimar que la anomia y el caos consecuente en que se encuentra el país, mantienen en alerta países que esperan ser retribuidos por sus manifestaciones de apoyo.
Venezuela, a no dudarlo, representa hoy, para buena parte del mundo, “la manzana de la discordia”. Sus abundantes recursos de todo género y naturaleza, la convierten en un botín deseado tras la devastación a que puede llegar como resultado de una crisis socioeconómica, consecuencia de una crisis política sin parangón en su historia. Para los afectos del régimen, gestiones como las que realiza EE UU y los 60 países miembros de la ONU y de la Comunidad Europea que se han manifestado en favor del restablecimiento de la democracia y de la recuperación del país, se trata de una manifiesta intención de apoderarse de esos recursos. Lo hacen obviando, toscamente, que con idénticos propósitos actúan China, Rusia y Cuba, y aunque en menor medida, también y en connivencia con ellos, Irán, Turquía y ahora Corea del Norte. Todos revoloteando en torno de la misma presa.
Si ocurriere no sería la primera vez que Venezuela, la Tierra de Gracia, asiento del Dorado, como la calificara nuestro insigne escritor Isaac Pardo, sea sometida a expoliaciones, aunque con medidas y estratagemas diferentes y acordes con la época actual, de no adoptarse los correctivos necesarios y con la premura que el caso amerita. Nuestra historia en esos avatares, aunque circunscrita a sólo partes de la para entonces época de la colonia española, es bien conocida y mejor documentada aún. Casos Amias Preston, Francis Drake, Jhon Hawkins, Walter Raleigh, en los siglos XVI y XVII, son bien conocidos; sin desestimar las acciones de extorsión que ya en los albores del siglo XX ( 09/12/1902) ejercieron Alemania, Inglaterra e Italia, bajo el gobierno de Cipriano Castro, para presionar el pago de la deuda pública contraída con esos países, y que dio origen a la conocida proclama del general Cipriano Castro: “La planta insolente del extranjero ha profanado el sagrado suelo de la Patria”, frecuentemente manoseada por el régimen. La Perla del Caribe, que fuera la ilusión de conquistadores españoles y alemanes bajo su tutela, allá por el siglo XVI , tras la epopeya del Dorado, vive hoy, a pesar de la potencialidad que le acreditan sus cuantiosos y valiosos recursos, indispensables para su desarrollo y el de otros países en el presente y futuro, una crisis humanitaria de dimensiones extravagantes, inverosímil y de origen endógeno, por lo que compete a nuestros propios políticos (los de adentro del sistema y los de afuera, los participantes y los abstencionistas incluidos los indiferentes); no obstante que el régimen, por su propio interés, la achaca a la canalla burguesa y al imperio norteamericano. Vivimos hoy las consecuencias de unas sanciones que no discriminan entre justos y pecadores, entre ciudadanos, mayoritariamente honestos y ciudadanos corruptos. Vivimos en un permanente caos institucional, en un estado de anomia social, víctimas de la incapacidad de un régimen y de la polarización inmisericorde de una oposición política, que con la acumulación de errores se ha convertido en el mejor aliado de la crisis y de la consolidación del régimen. No podemos subestimar que la anomia y el caos consecuente mantienen en alerta países que esperan ser retribuidos por sus manifestaciones de apoyo. Desvalidos, como estamos, de una fuerza política opositora consolidada. Consciente de que somos en la región la “manzana de la discordia”, y carentes de una institución militar comprometida verazmente con la defensa incondicional de la soberanía, no es aventurado pensar que pudieran darse escenarios como el despojo de recursos y de la propia soberanía (el caso CITGO es paradigmático) dada la magnitud, in crescendo, de la deuda de la Nación con esos países y su incapacidad para honrarla, debido a la situación de bancarrota en que se encuentran nuestras fuentes generadoras de recursos como PDVSA, empresas de Guayana, empresas agroalimentarias y, en general, el menguado parque industrial del país.
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Las enseñanzas del golpe frustrado Carlos Dallmeier Luchador social y político
Para desarrollar este tema primero hay que entender las verdaderas dimensiones del Golpe. El objetivo del mismo era aglutinar una multitud de 20 o 30 mil personas que ocupasen pacíficamente el aeropuerto de La Carlota, al estilo de lo sucedido en Ucrania en la Plaza Maidan, y con el control de la base, instalar un gobierno presidido por Juan Guaidó. Para lograrlo, liberaron primero a Leopoldo López, en el convencimiento de que su sola presencia en el golpe bastaría para movilizar las masas necesarias. Esperaban asimismo que la noticia de la toma pacífica de la base hiciera que muchos miles más de personas acudieran a la misma. Tal muchedumbre de civiles no podía ser disuelta ni atacada por efectivos del gobierno. Es por eso que no precisaban de tener un gran contingente de militares alzados. Solo les bastaban unas pocas decenas de efectivos que actuarían como chispa del movimiento.
Al pasar por el sitio se puede apreciar como algunos sectores de la reja perimetral de la base fueron derribadas, no por acciones vandálicas sino por un trabajo muy bien pensado. De haberse logrado, hoy tendríamos dos gobiernos, uno en la Carlota, apoyado por más de 50 gobiernos y otro en Miraflores. Ante ello, habrían dos salidas posibles, o la confrontación abierta, que la inmensa mayoría descartaría o la salida de Maduro y negociaciones para convocar unas elecciones. Es en ese sentido que hay que entender las declaraciones precias de funcionarios norteamericanos garantizando la participación del chavismo en dichas elecciones, la esperada huida de Maduro, el anuncio de conversaciones previas con altos dirigentes del gobierno, con lo cual manifestaban sus intenciones de negociar y la proclama de Guaidó indicando que se iniciaba la fase final de la operación libertad. Porque era eso lo que esperaban que ocurriese.
Enseñanzas necesarias De esos hechos saco las siguientes conclusiones: 1 -Debe de dictarse un soporte legal para que no se puedan utilizar las autopistas del Estado Miranda para concentraciones públicas, y menos en un área de unos 200 metros alrededor de La Carlota. 2 -Ejecutar el proyecto que Chávez anunció en el 2001 de eliminar a La Carlota como aeropuerto y utilizar esos terrenos para actividades deportivas, culturales, recreacionales y para la Misión Vivienda. En aquel entonces no se dio por el golpe del 2002 y porque algunos argumentaron para la capital era vital tener ese aeropuerto, lo cual resulta falso, porque ya tenemos el aeropuerto de Maiquetía, el más grande Venezuela, y los de Charallave y Barlovento. 3 - Mientras eso sucede, considero necesario apostar un fuerte destacamento de la Guardia Nacional y de milicianos que puedan impedir que ese plan pueda repetirse en el futuro. 4 - La exageradamente lenta respuesta de la militancia de los partidos del polo y de los milicianos ante tal contingencia imponen correctivos urgentes. En efecto, no fue sino después de más de cuatro horas de los primeros mensajes por las redes que comenzaron a aparecer por el Palacio de Miraflores. Este es un escenario que se puede dar en cualquier otro sitio, siendo la única manera de neutralizarlo la presencia masiva y rápida de pueblo. Se debe pasar de una organización pesada y burocrática, diseñada para marchas y procesos electorales a organizaciones ágiles, a tono con las actuales circunstancias.
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5 - Colocar gente que entienda la situación al frente de instituciones que pueden ser claves en momentos determinados. Por ejemplo, es inconcebible que el Metro haya dejado de funcionar el día del golpe, cuando era necesaria la presencia de miles de defensores del proceso en las calles o que Movilnet haya suspendido el funcionamiento de celulares por falta de saldo. Por Dios, en esos casos son muchas las llamadas que hay que hacer y si es casi imposible recargar normalmente, menos se podrá hacer en un momento de crisis. Bueno eso son sólo dos ejemplos.
Obstáculos para la victoria Pero hay dos grandes peligros que pueden impedir una estrategia victoriosa: 1 – La idea equivocada de que con esta derrota se aleja la amenaza norteamericana, argumento que escuché en VTV en la voz del entrevistado Castillo. Sostener eso es no entender el mundo en que vivimos. En el artículo anterior expliqué, citando abundantes cifras y hechos, como el objetivo del imperio norteamericano desde el final de la guerra fría ha sido el de ocupar militarmente la mayor parte de las reservas petroleras para tener al mundo agarrado por el cuello e imponer su tesis unipolar o unilateral. En efecto, en la actualidad poseen el control militar de zonas en donde están ubicadas reservas por 912 mil millones de barriles (aprox. un 53% de las reservas mundiales que alcanzan 1.697 millardos de barriles) y que si logran su objetivo de apropiarse de las de Venezuela e Irán, que suman en conjunto 460 mil millones de barriles, alcanzarían a dominar 1.372 millones de barriles, es decir, más de un 80% del total de las reservas mundiales, con el agravante de que se detuvo el crecimiento interanual de las mismas, con lo que se comenzó la fase del declive, la cual irá aumentando progresivamente con el tiempo. Es decir, si logra sus objetivos, Estados Unidos tendrá en un puño al resto de los países. Por supuesto, esos planes imperiales no van a ser desechados porque un simple títere no haya hecho bien su labor, siendo de una ingenuidad criminal llegar a pensar eso. 2 – La conducta que mostró el pueblo opositor durante el golpe indica a las claras que no desea el camino de la violencia. Eso puede desembocar en, o apoya una acción tipo la de Maidan en Ucrania o se decantará, ahora sí, en participar en procesos electorales, en cuyo caso y dada las actuales circunstancias, se tiene todas las de perder. Es que por Maduro sólo votaron uno de cada tres electores inscritos. Y esas cifras no dan para ganar unas elecciones con la participación tradicional de nuestros procesos.
No podemos seguir con la actual crisis económica
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Es necesario cambiar esa situación. En mi opinión hay tres aspectos decisivos: A - Cambiar la política económica neoliberal implementada desde el 2014 y que ha llevado a nuestro pueblo a transitar por la calle de la amargura, volviendo al modelo de Chávez. B - Fijar un sueldo mínimo decente. No es posible que países más pobres como Colombia o Ecuador tengan un salario mínimo que ronda los 300 dólares y el nuestro sea de apenas 8 dólares. Eso es aberrante, y además, criminal con el proceso de integración latinoamericano, porque hay que entender que Venezuela es una vitrina para Latinoamérica del Socialismo del siglo XXI. ¿Y qué obrero o trabajador de Argentina, de Brasil o de cualquier país de la región va a querer devengar un salario tan miserable? Para mí, la sucesión de derrotas electorales, que ha sufrido el proceso de integración latinoamericano en los últimos años, han estados determinadas más por el ejemplo venezolano que por la acción de la “derecha” C - Garantizar la producción nacional de alimentos desecando la actual política neoliberal en el campo, para dejar de gastar miles de millones de dólares cada año en importar arroz de Tailandia, harina de maíz de Brasil o caraotas de México para llenar las cajas de los CLAP; miles de millones de dólares necesarios para garantizar medicinas y mercancía vital para la vida del pueblo. ¿Cuántas vidas se habrán perdido por esa equivocada política agrícola?
El debate necesario En lo personal creo que Maduro es un hombre inteligente y, por supuesto, que no desea pasar a la historia como el Presidente con peor gestión económica. Pero también creo que está completamente convencido de que es correcto el camino que ha escogido en el campo económico. La única forma de salir de este atolladero es iniciar sobre estos temas una discusión franca, sin complejos y sin posiciones predeterminadas, que permitan desmontar el andamiaje de ideas erróneas sobre las cuales basa su trabajo el equipo que maneja la economía. Pero esto no será fácil. Hay demasiados intereses en contra de esta discusión. Desde una oposición política que se negará a que se cuestiones un modelo neoliberal, que también ellos comparten, hasta los que, sin mayor bagaje teórico, ocupan puestos determinantes en el campo económico. El magnífico discurso de Julio Escalona en la ANC puede servir de pauta para esta discusión.
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Pinocho en América Mariadela Villanueva Analista y comunicadora
Estoy segura que el señor Collodi, creador de Pinocho, no imaginó nunca la popularidad que adquiría el simpático mentiroso de naso creciente, en el continente Americano. Mas, también estoy segura que de no estar inmerso en los entuertos políticos de su país, se habría dado cuenta de que los ancestros de Pinocho habían echado raíces hace rato por estos lares, dejando tras sí una ristra de falsedades mucho más trascendentales que las del nieto de Gepetto: las mentiras fundacionales de los EEUU.
¿Cuáles? la asociación de la partida de colonos desde Inglaterra hacia el Nuevo mundo con un “éxodo bíblico”, la guía de la providencia en sus conquistas y la conversión de la tierra arrebatada a las poblaciones originarias en “tierra prometida”. Curioso sustento divino de su condición de pueblo “elegido” destinado a regir nuestro continente y al mundo. ¿A Cuál continente? Al americano, como lo dejaron en claro sus mandatarios, entre ellos James Monroe: “América para los americanos” y el inspirado Richard Nixon: “Dios está con América, Dios quiere que América dirija el mundo”. ¿América? ¿De qué hablan? Ellos no son americanos. Ellos no tuvieron nada que ver con Colón, con Américo Vespucio, con los genoveses, ni con los españoles. Tampoco con los portugueses. Con quien sí tuvieron que ver fue con su madre patria Inglaterra, con Francia y Holanda países que participaron activamente en el saqueo del continente y en la balcanización de la gran nación ibero americana constituida por los aportes de tres culturas: las originarias, las africanas y las europeos, administrada por España y Portugal durante casi doscientos años. También estoy segura que el señor Collodi no hubiera podido imaginar jamás la dimensión que adquirirían las tergiversaciones y falsedades urdidas por el gobierno estadounidense, agente fundamental del imperialismo anglo-sionista, para sustentar su política exterior. Para mantener a toda costa el panamericanismo dominador impuesto por encima del ibero americanismo integrador y libertario, asumido por nuestro próceres y rescatado por el Comandante Chávez. Para reforzar la relación desigual centro - periferia establecida con el resto del mal llamado continente “americano”, indispensable para seguir teniendo un papel protagónico en el nuevo orden mundial multipolar que se le está viniendo encima. Falacias y mentiras risibles si no fuera por su intención y sus efectos. Entre las más notables la del señor Obama al calificar a Venezuela como amenaza para la seguridad nacional de EEUU; las delirantes del bribón de poca monta, el Sr. Almagro, quien supera con creces a cualquier pillo o bufón concebido por una enloquecida mente literaria; las promesas perdonavidas y el “chavismo” del inefable señor Abrams y, para no dejar atrás a los lacayos locales del imperio, las declaraciones del señor Borges en diversos escenarios internacionales y los “éxitos” del señor Guaidó. Pinochadas y falsedades (no Fake News) destinadas a desprestigiarnos y a quebrar (no a hacer bulling) a nuestra moral que deben ser rebatidas al instante, por el Gobierno, por personajes influyentes o notables (no influencers) y por todos los demás que desde distintas trincheras luchamos por la independencia y soberanía de Venezuela.
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Operación Libertad vs castrismo Alberto Jordán Hernández Periodista
Ideamos la columna para reseñar solo el 59º aniversario del 8 de mayo de 1965 de la incursión de Cuba a Venezuela por playas de El Cocal de los Muertos, divulgada como invasión a Machurucuto (Estado Miranda). Desembarcaron 8 guerrilleros repartidos equitativamente entre las dos naciones: Moisés Moleiro, Américo Silva y los hoy sobrevivientes Eduardo Ortíz Bucarán y Héctor Pérez Marcano, del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR); y los cubanos Raúl Menéndez Tomassevich, Ulises Rosales de Toro; Silvio García Plana y el médico de la misión, Harley Borges. El Partido Comunista (PCV), se había acogido a la paz democrática y continuaron en la Guerrilla los disidentes liderados por Douglas Bravo. Otros 4 cubanos intentaron incorporarse, al naufragar la embarcación en la cual regresaban a la Isla, pero fueron capturados por el Ejército que causó muerte de dos. La acción que causó revuelo internacional hizo declarar emergencia al gobierno constitucional que presidía Raúl Leoni y la llevó a la Organización de Estados Americanos (OEA) y a las Naciones Unidas (ONU). Ya la tiranía cubana había sido expulsada en 1962 por agredir militarmente a nuestra Patria, y los miembros de la Institución, a excepción de México, rompieron relaciones con la Isla. Ahora, el usurpador régimen de Maduro azota a la OEA y realizó una marcha para festejar su salida de la Institución. Para el malvado vicepresidente del PSUV, "Se ha convertido la OEA en el instrumento
represivo más grande del imperialismo, instrumento de imposición de las decisiones de países lacayos". No es la primera injerencia cubana. En su ensayo “La Isla del Terror”, el General Ángel Vivas, víctima del castrista régimen, relata que Fidel desató plan para Venezuela. Da cuenta del decomiso de cuantioso lotes de armas, para derribar su democracia. El 24 julio de 1966 se produjo la primera invasión patrocinada por Fidel, comandada por el venezolano Luben Petkoff. Arribó a playas de Tucacas, Falcón, con 14 militares cubanos, entre quienes sobresale el héroe de la revolución cubana, Arnaldo Ochoa, en 1989 fusilado por tráfico de drogas. Con el denominado Socialismo del Siglo XXI, el castrismo controla nuestra FAN a través de la sumisión de un alto mando, con el directo asesoramiento de Rusia y en cierta medida de China e Irán. Así se está emulando la decisión de Fidel Castro del 26 de octubre cuando anunció la creación de las Milicias Nacionales Revolucionarias. Evidente es la deserción de buena parte de dicha FAN, que el narco régimen recurre a la consigna del Comandante Castro, cuando el 2 de enero 1959 consolidó la victoria de la Guerrilla de Sierra Maestra y marchó a la toma del poder dejado por Fulgencio Batista: ¡Revolución, sí; golpe de Estado no! Entre los disidentes del narco régimen destaca el general Manuel Cristopher Figuera, ex jefe del Sebin, quien se unió a la instaurada Operación Libertad. En carta al usurpador Maduro hace referencia a corrupción de funcionarios del régimen, a problemas internos del chavismo y al deterioro progresivo del país y, sobre esto último, dijo que “sería irresponsable culpar por ello sólo al imperio norteamericano”. Demostrada está la polarización de los sectores: Operación Libertad y el narco régimen, que a decir del camarada Ministro de la Defensa apadrinado por el castrismo, amenaza combatir con las armas la permanencia en el Poder. Contra su actuación se manifiesta el mundo democrático y el afecto de 6 familiares, incluida su progenitora, Carmen Oneida López, quienes se expresan en un vídeo por las redes sociales. Le piden que cese el ataque a las personas que se movilizan en apoyo a la Operación Libertad. Al MARGEN. El Presidente interino Juan Guaidó llama a paros escalonados, para culminar con una huelga general. Si revisamos las estadísticas, esto ya está en práctica con el cierre de las empresas privadas. El único patrón en relativa actividad es el usurpado régimen. Jordanalberto18@yahoo.com.
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La universidad que tenemos tiene en sus entrañas un Caballo de Troya Enrique Contreras Ramírez Periodista La universidad latinoamericana no puede seguir rindiéndole culto a ese caballo de Troya del eurocentrismo, no podemos seguir desconectados de la realidad histórica de nuestra propia cultura, de nuestros saberes originarios. No se puede seguir ofreciendo una visión fragmentada, además de ciega y mutilada
Siempre he pensado, al igual que muchos otros, que nuestras universidades vienen graduando analfabetas funcionales, porque nuestras universidades son funcionalistas, además del complejo de inferioridad que arrastramos desde la colonia, donde desde ese colonialismo alienante se ha creído que la cultura eurocentrista es “superior” a nuestra cultura latinoamericana. Hasta el presente, no nos hemos podido desprender de ese colonialismo y desde ese colonialismo pretendemos ver nuestra realidad con categorías ajenas que impiden ver las trampas y engaños de un racionalismo que opera desde el positivismo, pasando por el funcionalismo, el estructuralismo, como del propio marxismo. Es éste escenario el que nos ha impedido pensar como nosotros y copiar lo de ellos, entendiendo que es una copia inducida e impuesta. Se que atreverse a decir y afirmar estos juicios de valoración choca y enfrenta a los que siguen creyendo que nuestras universidades alberga, sobre todo en sus docentes, el privilegio del conocimiento, de la intelectualidad, de la sabiduría, sin darse cuenta que al no admitir esta realidad “el intelectual queda reducido a un especialista, un profesional que toma su trabajo como un simple modus vivendi, replegándose hacia el estrecho ámbito de lo académico, a la paz de los claustros. No asumirá riesgos de ningún tipo, y sus escritos no serán libres actos del pensamiento, sino un artesanal ensamblaje de textos ajenos, de citas muy bien especificadas para que nadie piense que las hace suyas. Sólo se preocupara por la hipótesis de su investigación, las que siempre terminaran comprobándose, pues cuando se navega por un mar tan calmo se llega sin problemas a buen puerto.” (COLOMBRES, Adolfo. América como civilización emergente. Editorial Sudamericana. Buenos Aires. 2004. PP. 190). De allí que nuestras universidades, no puedan dar a sus estudiantes un saber propio y reflexivo y menos al colectivo social, capaz de ofrecer a nuestra gente los instrumentos o herramientas para que pueda operar sobre si misma con sentido transformador. El eurocentrismo nos ha impedido el pensar como nosotros y nos ha puesto al servicio – en el ayer y en el hoy- a favor de sus intereses, subordinados a su poder. La ausencia de una pedagogía transformadora y donde ya no hay debates serios, nos está señalando cierta complicidad de los llamados “intelectuales” con la lógica del vacío, con la retórica del que dice y dice y no dice nada.
Justificar lo injustificable Pero ¿cómo puede nuestra universidad asumir el destino de encontrar un camino propio, con una “intelectualidad” colonizada, alienada y además acomplejada, que ve en el eurocentrismo el “verdadero conocimiento” y que desconoce y minimiza el pensamiento producido en nuestro espacio latinoamericano? En esa mente colonizada y alienada esta o se encuentra el caballo de Troya que entra a la universidad a reproducir el modelo de dominación que hoy el paradigma globalizador ejecuta, sin otro objetivo
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que dominar y doblegar a nuestros pueblos, con el sólo propósito y fin de explotar los recursos naturales que guardan nuestros suelos y mantener en la ignorancia a cientos y miles de latinoamericanos que actúan como zombis, para que no se percaten de la perversidad que desarrollan en nuestros suelos los dueños del gran capital, con el silencio cómplice de nuestros gobiernos que actúan como vulgares celestinos de los grandes conglomerados recolonizadores de nuestro continente. Decir y señalar estas cosas, tiene que llamarnos a la reflexión, es colocar en el centro de la mesa la discusión necesaria, porque cualquiera sea las circunstancias académicas en las que nos desenvolvemos, la simple acotación del pensamiento ajeno, no puede establecer nunca un pensamiento propio. De seguir en esta situación de justificar lo injustificable, de justificar siempre el pensamiento propio con la referencia del pensamiento anglo-americano es y esta predeterminado ese “saber” por la gran influencia inherente al colonialismo presente en la universidad que tenemos. La universidad nuestra no puede seguir rindiéndole culto a ese caballo de Troya, no podemos seguir desconectados de la realidad histórica de nuestra propia cultura, de nuestros saberes originarios. No se puede seguir ofreciendo una visión fragmentada, conocimiento fragmentado, en última instancia abstracta. No cumple con las necesidades humanas de la vida, ni las necesidades del mundo contemporáneo. Hoy en día la universidad no enseña a comprender el mundo o de cómo hacer frente a las inseguridades, el resultado de esta situación es un conocimiento ciego y mutilado. Nuestra universidad no quiere saber y si sabe se convierte en cómplice, como el paradigma globalizador está destruyendo de un modo implacable la memoria histórica de los pueblos, su ética, su idiosincrasia, su pensamiento y frente a esto no hay un critica dura y responsable - salvo algunas excepciones - de allí que nuestra universidad debe buscar un camino propio si quiere sacar el caballo de Troya de sus recintos y para tales fines, se hace necesario insertarse en el proceso histórico de éste nuestro continente Abya Yala, en escenario económico, político y social propiamente dicho, con una posición abierta, de apertura hacia las transformaciones necesarias y viables frente a un mundo globalizado, que impide el verdadero desarrollo de nuestros pueblos y de esta manera estaría cumpliendo con su verdadero papel histórico, donde sus aportes estarían señalando parte del camino que debemos recorrer.
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Ídem José Lombardi Profesor universitario
Cuando escribí mi artículo el 19 de marzo, traté de establecer consideraciones sobre el momento político de aquel entonces, argumentos que básicamente giraban en el tema geopolítico y como Venezuela se insertaba en él. No acostumbro a espaciar por más de cuatro semanas un artículo de otro, pero la situación compleja exigía observar y esperar el desenlace, el pasado 30 de abril ocurrió, cadena de eventos que al día de hoy siguen siendo confusos, distintas versiones se cruzan y tropiezan entre ellas y los dos grandes actores del conflicto, Rusia y Estados Unidos, mantienen invariables sus posiciones. El régimen habla de Golpe de Estado fallido y la oposición de un paso más hacia la libertad, la verdad es que mientras todo esto ocurre la inmensa mayoría de los venezolanos siguen padeciendo las consecuencias nefastas de una batalla política hoy convertida en guerra. Los venezolanos hemos sido arrastrados hacia la política de confron-
tación, profundizada con la llegada al poder de Hugo Chávez en 1999, pero que realmente inicia con la crisis de la Democracia bipartidista de la cuarta república, el chavismo contrario a revertirlo y propiciar la reconciliación nacional opto por profundizarlo y convertirlo en estrategia política, para mantener el poder con el agravante de que la Oposición decidió jugar en el mismo terreno, al final ambos terminaron pareciéndose o siendo lo mismo. Las partes en conflicto comparten el mismo objetivo, el poder por el poder sin importar a quien o quienes se llevan por delante, lo que Maquiavelo definió como “el fin justifica los medios”. Es tan compleja y absurda la situación venezolana que tenemos dos Presidentes de la Republica, una muestra clara de la terrible división y anarquía en la que estamos atrapados, situación está que algunos actores internacionales y nacionales han aprovechado para su propio beneficio, en detrimento del sufrimiento de la mayoría de venezolanos, seguramente alguien ganará esta batalla y probablemente vendrán tiempos mejores, pero no significa que las heridas queden sanadas, tarde o temprano volverán a brotar y sangrar para volver a repetir situaciones similares, de tal manera que si Venezuela no pasa por un proceso de reconciliación y encuentro estaremos condenados por siempre al fracaso. El “todo es superior a la parte” recordábamos hoy en un almuerzo familiar, esta es la única verdad que puede salvarnos como nación y salir del atolladero, Venezuela debe convertirse en un compromiso para los venezolanos, recordemos a Kennedy y su frase “no preguntes que puede hacer tu país por ti, sino que puedes hacer tú por tú país”, aquí nace el compromiso de una sociedad frente a una nación que quiere ser grande. Los venezolanos debemos renunciar a la confrontación como modo de vida y sustituirla por el respeto a las normas y hacia los demás, estoy convencido que estamos en un momento estelar para que las partes en conflicto depongan actitudes e inicien un proceso dialogo, negociación y salida a la crisis, decenas de países han manifestado disposición a ayudar solo falta que las partes lo soliciten, tal como lo dijo el Papa Francisco en una de las ultimas entrevista que le hicieron sobre Venezuela: “si necesitan ayuda, de común acuerdo ¡pídanla!” Confieso que luce complicado un escenario de encuentro, sin embargo, los que estamos convencidos que la solución a los conflictos es posible, a través del reconocimiento mutuo y los acuerdos justos, debemos seguir insistiendo en esta opción y evitar hasta el último minuto una confrontación sangrienta, cuyos resultados inmediatos serán muerte y destrucción sin garantías de un futuro mejor, el futuro solo estará garantizado si todos participamos en el. @lombardijose
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Entre Venezuela y el Golfo Pérsico Rafael Marín Dirigente político del partido Soluciones para Venezuela
Los intereses geo-estratégicos de las grandes potencias suelen establecer las prioridades en el ajedrez mundial
Las esperanzas de la humanidad de vivir en un mundo multipolar y sin el peso alienante del temor a una guerra nuclear a escala planetaria, nacidas después de la caída del Muro de Berlín y del fracaso de la perestroika, el cual condujo al colapso de la URSS, se han ido disipando con el surgimiento de una especie de “guerra fría” post-moderna y sui generis, en tanto que a veces los actuales factores mundiales de poder se confrontan y a veces coinciden, las áreas de influencia se discuten más por razones económicas que militares. Por ejemplo, hasta la semana pasada, Rusia y Estados Unidos lucían contrapuestos en cuanto al caso venezolano, al parecer prioritario en sus jugadas geopolíticas, incluso parecían disponer sus peones internos para un nada lúdico combate, en el cual los vecinos del norte exhiben una aptitud más dura y extrema que la de los rusos. Al bloqueo económico le sucedieron amenazas de carácter bélico, pasando de lo verbal (todas las opciones están sobre la mesa o no se descartan las opciones militares, etc.), a
lo fáctico, tales como el respaldo a las acciones de Juan Guaidó, otros parlamentarios y algunos militares, el 30 de abril próximo pasado, frente la base aérea La Carlota, así como la incursión de una fragata guarda costa Americana en nuestro mar territorial. Los rusos, en honor a la verdad, han sido menos intensos e imprudentes y su apuesta aparentemente, cuando menos explícita y verbalmente, ha sido a favor del diálogo y a una salida negociada entre gobierno y oposición, sin descuidar la férrea defensa de sus intereses económicos en nuestro país, tras bastidores, en las conferencias privadas de altos personeros de ambas potencias incluidos Trump y Putin. Pero la reacción de Irán frente a la torpe diplomacia Americana consistente en nuevas amenazas y acciones de bloqueo al negocio petrolero iraní, replantea a mediano plazo la reaparición del fantasma de la guerra termo-nuclear; Irán pudiera romper los acuerdos multilaterales de desnuclearización celebrados con la Unión Europea y los Estados Unidos, recomenzando su política de enriquecimiento de uranio y, si sumamos esta posibilidad, al reinicio de las pruebas misilísticas de mediano alcance por parte de Korea del Norte, estaríamos en presencia de una ecuación de alta peligrosidad. Como paso previo Irán podría usar una amenaza estratégica de acciones restrictivas del paso a través el estrecho de Ormuz, vía de comunicación fundamental del Golfo Pérsico con el Golfo de Omán y el Océano Índico, paso de primerísima importancia de los cargueros petroleros de Irán, Irak, Kuwait, Arabia Saudita, Bahréin, Catar, Emiratos Árabes Unidos y Omán, hacia Europa y el resto del mundo. Ese avispero convierte el caso venezolano en pecatta-minuta, de juegos de tronos pasó a ser disputa de granujillas de barrio, quienes frente a una amenaza mayor aplazan sus diferencias y se acuerdan en torno a lo que podría convertirse en un conflicto de proporciones mundiales. Es así como frente al nuevo dislate extremista de un sector de la oposición venezolana el día 30 de abril, el Sr. Trump ha emitido declaraciones que transmiten la sensación, si no de arrepentimiento, cuando menos de duda ante un error de cálculo de sus principales asesores y de sus socios venezolanos, acerca de lo fácil que resultaría desbancar al déspota venezolano, total el Sr. Trump ya ha logrado, de cara a las venideras elecciones presidenciales de su país, su objetivo interno principal: la adhesión de los latinos del estado de la Florida. Mientras tantos la sociedad venezolana, opuesta en más de un 80% al gobierno de Maduro, podría entrar en una nueva fase de decepción, esta vez a la espera de una respuesta seria, madura, racional y democrática de la oposición. En ese orden de ideas las posiciones que han defendiendo la salida constitucional, electoral, pacífica, dialogada y un eventual referéndum consultivo, comienzan a posicionarse en el ánimo colectivo y a construir con el pueblo un camino sólido y sin retroceso hacia la democracia.
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Oviedo y Baños: conquista y poblamiento de Venezuela Ángel Lombardi Boscán Director del Centro de Estudios Históricos de LUZ
El legado hispánico en nuestro medio es cuando mucho un recordatorio del pesar, de un duelo perenne alrededor de sus víctimas: indios y negros. La Independencia suplantó al pasado inmediato y lo codificó bajo la impronta de la Leyenda Negra, de edad oscura, de momento de oprobio. El “retorno de los galeones” (Max Henríquez Ureña) nunca volvieron del todo en el caso de la Historia de Venezuela, al contrario, encallaron y naufragaron una y mil veces. Es común referirnos a los indios como los “nuestros” y a los conquistadores hispánicos del S.XVI como los desalmados protagonistas de un genocidio. La historia se convierte en un prontuario de crímenes, en una fosa abierta de cadáveres. La denuncia y los fantasmas condenados sustituyen una comprensión abierta y serena.
Decir éstas cosas es peligroso dentro de un medio que asume el pasado no de acuerdo a lo que fue sino como debió haber sido y bajo una militancia político/ideológica alrededor del mito Bolívar. José de Oviedo y Baños (1671-1738) es uno de los primeros historiadores del país, y su obra: “Historia de la conquista y población de la Provincia de Venezuela” (1723), una auténtica rareza. Si bien es un español nacido en América, al igual que Bolívar, su escrito es la justificación de la clase social a la cuál perteneció, de la misma manera que lo fue, aunque en otro contexto, la Carta de Jamaica para el Libertador. Oviedo y Baños quiere registrar un recuerdo que logre burlar al olvido. Sus personajes y temas son los esforzados conquistadores del S.XVI venezolano devenidos en antropófagos viscerales y codiciosos materialistas. Aun así, les exalta, aunque repruebe la odisea sanguinaria de El Peregrino (Lope de Aguirre) rebelado contra Felipe II. La “Tierra de Gracia” era en realidad un infierno en forma de laberinto y la búsqueda de un sueño: El Dorado. Los “irracionales” indígenas son teloneros de un teatro cuyos principales actores sucumben ante una naturaleza hostil y la ferocidad de un egoísmo sin límites. Españoles y alemanes disputan contra el medio natural como si se tratara de la conquista del espacio sideral. Sus fuerzas son sobrepasadas y aun así logran prevalecer matando sin discriminación y fundando poblaciones de precaria constitución. Más que un sometimiento al indio, el cuál fue arrasado por los microbios importados, lo que hubo fue la instalación de nuestras endógenas guerras civiles y de nuestra particular manera de ser indisciplinada (“la ley se acata, más no se cumple”). Leer y releer a Oviedo y Baños es un deber de patria, porque el génesis de la nacionalidad futura se encuentra en forma de clave en sus muchas páginas. El mestizaje biológico y cultural, la desmesura de los espacios geográficos y la abundancia de los recursos naturales dilapidados, la violencia germinal que todo lo arrasa y descompone, y lo más significativo: la incorporación de lo hispánico, con sus virtudes y maldades. Comprender lo hispánico, aunque sea bajo protesta, es un acto de madurez histórica. Y un buen comienzo es leer a “nuestros” cronistas de Indias sin los prejuicios y anatemas al uso. ¿Cómo entender entonces que Bolívar se haya casado con una madrileña en Madrid y que asuma como sus “padres” a los conquistadores hispánicos del siglo XVI?
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Humor
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Imágenes ilustrativas
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Resultados de las gestiones de la Asamblea Nacional sobre la nacionalidad de Nicolás Maduro 33
Venezuela: el fracaso del proceso bolivariano [1] Edgardo Lander Profesor investigador de la UCV
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El proceso bolivariano en Venezuela, a partir de la elección de Chávez en el año 1998, comenzó en un momento crítico de la historia del país. En una sociedad que había entrado ya hacía dos décadas en el agotamiento del modelo petrolero rentista y su Estado clientelar, una sociedad que atravesaba una severa crisis económica con un sistema político inestable y profundamente deslegitimado, las propuestas y el discurso de Chávez lograron crear un sentido de rumbo, una esperanza colectiva de que era posible otro horizonte para la sociedad. En la primera década del gobierno de Chávez se produjeron cambios importantes en la sociedad. Se llevó a cabo un proceso constituyente que culminó con la aprobación, por vía de referéndum, de una nueva constitución. En ésta se estableció una amplia gama
de modalidades de democracia participativa, destinadas no a reemplazar a la democracia representativa, sino a profundizar la democracia. En un momento en que operaba en todo el continente una fuerte oleada neoliberal, se constitucionalizaron no solo los derechos políticos, sino igualmente los sociales, económicos y culturales tales como el derecho a la educación en todos los niveles y el acceso a servicios de salud públicos gratuitos. Por primera vez en la historia se reconoció a los pueblos indígenas y sus derechos, incluidos los territoriales. Se dispuso un amplio control estatal sobre la industria petrolera y demás industrias básicas. Con un mayor control público sobre los ingresos petroleros y un incremento sostenido de los precios de los hidrocarburos, aumentó sustancialmente el ingreso fiscal. Se produjo una fuerte reorientación del gasto público hacia políticas sociales, las denominadas misiones destinadas prioritariamente a los sectores menos favorecidos de la población. Se amplió extraordinariamente la cobertura de la seguridad social. Como resultado de estas políticas y de un crecimiento económico sostenido durante varios años, se redujeron significativamente tanto los niveles de pobreza y de pobreza crítica (medidos por ingreso monetario), como los índices de desigualdad. Mejoraron todos los principales indicadores sociales como la matrícula escolar, los niveles de nutrición, y la mortalidad infantil. Se produjeron profundos cambios en la cultura política popular. De unas condiciones generalizadas de apatía y distancia en relación a un sistema político desprestigiado en el cual había ido desapareciendo toda noción de lo popular hasta del ámbito del discurso, se pasa a una nueva condición de optimismo, de dignidad y convicción de que con la organización y movilización colectiva sería posible la construcción de un futuro mejor. Se dan ricos y variados procesos de organización popular como las Mesas Técnicas de Agua, los Consejos Comunitarios de Agua, los Comités de Tierras Urbanos, los Comités de Salud, y posteriormente, los Consejos Comunales y las Comunas, que en su conjunto involucraron a millones de personas. Durante más de una década el gobierno de Chávez contó con elevados niveles de legitimidad en el mundo popular venezolano y ganó sucesivas elecciones entre los años 1998 y 2012. En el ámbito latinoamericano, los ejemplos y las iniciativas del gobierno bolivariano jugaron un papel significativo en la emergencia de los gobiernos denominados progresistas que cubrieron la mayor parte de la geografía de América del Sur. Fueron importantes sus iniciativas tanto en la derrota del Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA), orden constitucional neoliberal que el gobierno de los Estados Unidos pretendía imponer sobre todo el continente, como en la creación de nuevos mecanismos de solidaridad e integración latinoamericanos: UNASUR, CELAC, Alba y Petrocaribe.
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Este extraordinario proceso de cambio se convirtió en una referencia global, en un rayo de esperanza tanto para pueblos y movimientos latinoamericanos, como para comunidades tan remotas como los campamentos de refugiados palestinos en Beirut y movimientos sociales en la India y en el Sureste Asiático. Como era de esperarse, en un proceso político definido como anti-imperialista, y posteriormente como socialista, el proyecto bolivariano enfrentó durante todos estos años presiones y amenazas externas por la derecha global, especialmente por parte del gobierno de los Estados Unidos. Desde sus propios inicios, el gobierno de Chávez confrontó acciones imperiales destinadas a deponerlo. El gobierno de los Estados Unidos en todo momento ha apoyado política y financieramente los intentos de la derecha venezolana por derrocarlo, comenzando por el golpe de Estado de abril 2002 y el paro petrolero-lockout empresarial que prácticamente paralizó al país durante dos meses entre los años 2002 y 2003. Más recientemente, Barack Obama, justo antes de salir de la presidencia, renovó una orden ejecutiva que declaró a Venezuela como una "amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y la política exterior de los Estados Unidos" [2]. En agosto de 2017, Donald Trump amenazó a Venezuela con una intervención militar de Estados Unidos en los siguientes términos: Tenemos muchas opciones para Venezuela, este es nuestro vecino... Estamos en todo el mundo y tenemos tropas en todo el mundo, en lugares que son muy, muy lejos, Venezuela no está muy lejos y la gente está sufriendo y muriendo. Tenemos muchas opciones para Venezuela, incluyendo una posible opción militar si es necesario [3]. Un nuevo paso se dio en agosto 2017 cuando Donald Trump ordenó un bloqueo financiero a Venezuela. Éste ha tenido una aplicación extraterritorial mucho más allá de los Estados Unidos ya que muchos bancos de otros países, especialmente de la Unión Europea, han suspendido sus operaciones con Venezuela por temor a represalias del gobierno estadounidense. Al carecer de bancos corresponsales en los Estados Unidos y en la Unión Europea, el gobierno ha enfrentado grandes dificultades para sus compras en el exterior (incluso de alimentos y medicamentos), para tener acceso a nuevas fuentes de crédito y para realizar pagos de su deuda externa. A diferencia de las sanciones anteriores dirigidas puntualmente hacia algunos funcionarios del alto gobierno, estas sanciones económico/financieras afectan directamente a la mayoría de la población. El golpe de Estado parlamentario en Brasil y la victoria electoral de Macri en Argentina, y en general el desplazamiento político latinoamericano hacia el neoliberalismo y la alianza con los Estados Unidos, ha alterado significativamente el contexto continental en el cual había operado el proceso bolivariano hasta recientemente, conduciendo a un
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creciente y severo aislamiento, no solo internacional, sino latinoamericano. El gobierno venezolano no solo no cuenta con el respaldo latinoamericano que tuvo anteriormente, sino que enfrenta ataques sistemáticos por parte de la mayoría de los integrantes de la Organización de Estados Americanos y una presión constante por parte del denominado Grupo de Lima. Limitaciones, contradicciones y vulnerabilidades internas del proceso bolivariano Sin embargo, este contexto profundamente adverso de modo alguno es suficiente para explicar la profunda crisis multidimensional que hoy vive el país. Como se documentará más abajo, tanto la recesión como la reducción sostenida de la producción petrolera comenzaron en el 2014, tres años antes de las sanciones financieras impuestas por el gobierno de Trump. Este proceso político estuvo atravesado desde sus inicios por profundas contradicciones y vulnerabilidades internas, contradicciones y vulnerabilidades que se fueron haciendo más evidentes con el paso del tiempo. Esto hizo que, más allá de los discursos altisonantes, fuese limitada la capacidad de resistir las presiones externas. Entre estas destacan: -Las contradicciones entre un proyecto auto denominado como anticapitalista y pluricultural, por un lado, y su apuesta por la acentuación extrema del rentismo y el extractivismo petrolero y minero y la profundización de la inserción colonial primario exportadora en el régimen global de la división internacional del trabajo y la naturaleza. -La extraordinaria dependencia en el papel unipersonal de Hugo Chávez como líder carismático incuestionado del proceso bolivariano tuvo consecuencias profundamente contradictorias. Por un lado, la notable capacidad de liderazgo de Chávez hizo posible los quiebres político culturales que caracterizaron a las primeras fases del proceso bolivariano, permitiendo quebrar la jaula de hierro de una sociedad que, a pesar de pasar por una profunda crisis económica y tener un sistema político profundamente deslegitimado, estaba en lo fundamental desmovilizada y carecía de horizontes de cambio creíbles. Chávez logró romper con el letargo, la apatía y la resignación del mundo popular ofreciendo un nuevo rumbo, una nueva direccionalidad capaz de capturar los imaginarios colectivos. Pero, por otro lado, el proceso venezolano vivió igualmente las consecuencias negativas de un liderazgo unipersonal. Este modelo de liderazgo termina por generar un tipo de conducción caracterizado por el endiosamiento del líder y la exigencia de incondicionalidad. En este contexto, el debate crítico estorba y las voces disidentes van siendo marginadas. Se empobrece de esa manera la posibilidad de debates abiertos y de exploración de opciones alternativas. En estas condiciones no debe sor-
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prender que muchas de las decisiones de Chávez fueran improvisadas y terminaran haciéndole mucho daño al país. Desde el punto de vista de la continuidad del proceso bolivariano la presencia determinante de este tipo de liderazgo bloquea la emergencia de liderazgos alternativos, con lo cual la ausencia del líder máximo pone en riesgo todo el proyecto de cambio. -La tensión entre los imaginarios y prácticas del poder popular y la auto-organización desde abajo, por un lado, y políticas de inspiración leninistas de control desde arriba y la toma de todas las principales decisiones desde la cúpula del Estadopartido que luego son informadas a la población a través de transmisiones conjuntas de radio y televisión. De esta manera se va socavando la confianza en las capacidades de auto-gobierno del pueblo organizado. Ha habido en estos años una fuerte contradicción entre el impulso y promoción de múltiples formas de organización popular de base, y el establecimiento de estructuras de control vertical de estas organizaciones, así como la generación de una permanente dependencia financiera del Estado, minando así las posibilidades autónomas de estas organizaciones. -Han sido igualmente severas las limitaciones de un proceso de trasformación social concentrado en las dinámicas políticas organizativas e institucionales, sin una correspondiente alteración de la estructura económica de la sociedad. Se dan pasos en la dirección de mayor democracia política, sin que esto esté acompañado de la democracia en el ámbito de la producción. Sin base productiva propia, las organizaciones populares no pueden dejar de depender del Estado. De esta manera se acentúa el Estado-centrismo verticalista rentista y clientelar de esta sociedad, lo cual es poco conducente a la ampliación de la democracia. -La contradicción entre la ampliación de la democracia y el impulso de sus modalidades participativas, por un lado, y por el otro una cultura militar de mando vertical no deliberativo que ha aportado la fuerte presencia militar en todos los ámbitos del Estado (ministerios, instituciones y empresas públicas, gobernaciones, alcaldías) y del partido de gobierno. -Fueron igualmente severas las consecuencias de que, a nombre de Ala Revolución@, se fuesen borrando los límites entre lo público-estatal y lo político-partidista. Cuando se considera que las fronteras entre lo púbico-estatal y lo políticopartidista constituyen separaciones liberales que deben ser superadas en tiempo de "revolución", se va diluyendo igualmente la frontera entre lo público y lo privado. De esta manera se crean las condiciones político institucionales para la masiva corrupción que ha caracterizado al gobierno bolivariano en todos sus niveles.
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-La concepción y práctica de la política como una confrontación entre amigo y enemigo, terminó instalando en la sociedad venezolana una cultura de sectarismo, desconfianza y de no reconocimiento del otro que dificulta enormemente las posibilidades de diálogos y acuerdos, aunque sean mínimos, ante la profunda crisis humanitaria que vive el país. La condición estructural básica de la sociedad venezolana, determinante fundamental de las severas dificultades económicas, políticas y culturales que venía confrontando desde hacía décadas, es la crisis terminal de su modelo petrolero rentista, su altísima dependencia de la exportación de un solo producto, y del correspondiente modelo de Estado centralizador y clientelar. Durante los años del gobierno de Chávez, más allá del discurso, no solo no se tomaron ni siquiera pasos iniciales en la dirección de una transición hacia una Venezuela post-petrolera, sino que se profundizó aún más la dependencia del petróleo, hasta llegar éste a representar el 96% del valor total de las exportaciones del país. En términos relativos y absolutos se redujeron las exportaciones no petroleras y las exportaciones del sector privado. Al incremento de la demanda interna, que se dio como consecuencia de políticas públicas orientadas al aumento de la capacidad de consumo de la población, no se respondió con un aumento de la producción agrícola e industrial, sino mediante un crecimiento sostenido de las importaciones. Una paridad cambiaria extraordinariamente sobre valuada profundizó la histórica enfermedad holandesa. Importar bienes del exterior ha sido más barato que producirlos en el país, el comercio y las finanzas más rentables que la actividad agrícola o industrial. Todo esto acentuó la vulnerabilidad de la economía e incrementó su dependencia de los ingresos petroleros. Tanto las políticas sociales, que tuvieron durante unos años un impacto tan significativo en las condiciones de vida de los sectores populares, como las iniciativas de solidaridad latinoamericana, han dependido de la renta petrolera. Se trató en lo fundamental de un modelo político distributivo. La única alteración significativa de la estructura productiva del país fue su progresivo deterioro. Al pasar el proceso bolivariano a ser definido como socialista en los años 2006 y 2007, y a partir de una fuerte influencia cubana, se identificó socialismo con estatismo. En ausencia total de un balance informado y crítico sobre las consecuencias que en Cuba tuvo la pretensión de dirigir la totalidad de la actividad económica desde instituciones del Estado, hoy cuestionada en el nuevo texto constitucional que se debate en dicho país, una muy amplia gama de empresas agrícolas, industriales, de servicios y comerciales pasaron a ser empresas estatales, un total que ha sido estimado en 526 [4]. La mayor parte de éstas pasaron a ser gestionadas en forma deficiente, con limitadas inversiones, así como niveles bastante generalizados de clientelismo y corrupción. Carecieron de las divisas requeridas para su mantenimiento y actualización tecnológica. La grotescamente distorsionada estructura de precios de la economía venezolana (una taza de café en una cafetería costaba, a mediados del año 2018, lo mismo que 250 mil litros de gasolina de 95 octanos) ha afectado por igual a las empresas públicas y privadas. Lo mismo ocurre con la inflación e hiperinflación que impide la realización del cálculo económico requerido para la gestión de toda unidad productiva. Su dirección
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fue puesta en manos de "gente de confianza política", con frecuencia militares, aunque éstos no tuviesen conocimiento alguno de la actividad que les tocaba gestionar. La mayoría de estas empresas -desde las grandes plantas de acero y aluminio hasta pequeñas empresas de alimentos- pasaron a producir pérdidas y solo pudieron mantenerse activas como consecuencia de los aportes que les hacía el Estado a partir de la renta petrolera. Cuando el Estado deja de tener capacidad para estos subsidios, se profundiza la crisis de estas empresas. El sector privado no se encuentra en mejores condiciones. De acuerdo a la última encuesta de la cámara empresarial de la industria, Conindustria, para mediados del año 2017, estaba siendo utilizada solo 45% de la capacidad industrial instalada [5]. Para mediados del año 2018, esta cifra había descendido significativamente. La crisis económica Para analizar el estado actual de la economía en Venezuela no existe información oficial actualizada. La mayor parte de las estadísticas divulgadas por Banco Central de Venezuela y el Instituto Nacional de Estadística, organismo responsable del sistema estadístico nacional, tienen entre tres y cuatro años de retraso [6]. Claramente el gobierno ha decidido no divulgar la información que confirmaría la profundidad de la crisis económica. Los cálculos que se han difundido por analistas económicos, centros académicos, asociaciones empresariales e instituciones internacionales presentan grandes variaciones. En los últimos años la economía venezolana registró una caída aun mayor que la vivida durante el paro petrolero-lock out empresarial de 2002-2003. El PIB ha caído por cuatro años consecutivos: 2014 (-3,9%), 2015 (-6,2%), 2016 (-16,5%) [7]. El FMI estima que la cifra correspondiente al año 2017 fue de -12%, con lo cual la economía venezolana a finales de éste tiene un PIB de solo 66% de lo que fue en el año 2013. Dado que durante el año 2018 se ha profundizado la crisis, de acuerdos a algunas proyecciones es probable que para finales del año 2018 el PIB se acerque a la mitad del nivel correspondiente al año 2013. Un descenso de carácter propiamente catastrófico. Durante estos años ha habido un fuerte déficit fiscal del sector público consolidado: 2012 (15,1%); 2013 (13,2%); 2014 (8.8%); 2015 (10,3%); 2016 (17%) [8]. La inflación el año 2017 superó el 2000%, iniciándose un período de hiperinflación. A mediados del año 2018 la inflación fue de más de 100% mensual. El FMI estima que para finales del 2018 la inflación anual habrá llegado a un millón por ciento [9]. Aparte de una generalizada especulación, la carencia de divisas y los desequilibrios estructurales entre una oferta de bienes, servicios y divisas en acelerado descenso, ante unas expectativas de consumo que difícilmente puedan adaptarse a esas nuevas
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condiciones, un determinante medular de la hiperinflación ha sido la emisión masiva y creciente de dinero inorgánico por parte del Banco Central de Venezuela con el fin de garantizar la expansión del gasto público y las políticas clientelares del gobierno en condiciones de severos déficits fiscales. En mayo 2018, después de tres años de recesión, la masa monetaria fue 509 veces mayor que la correspondiente a mayo del 2015. Esa expansión incontrolada de la masa monetaria se ha ido acelerando. Entre enero y mayo del año 2018, la masa monetaria del país se multiplicó por siete, al pasar de 177 a 1.255 millardos de bolívares [10]. La emisión de papel moneda se ha quedado muy atrás, generando una severa escasez de efectivo. Mientras que tradicionalmente en el país el papel moneda circulante ha representado entre 13 y 14% de la masa monetaria, en la actualidad no llega al 2%. La falta de efectivo se ha convertido en un componente adicional de las dificultades que enfrenta la población en su vida cotidiana. Los bancos permiten retirar montos muy restringidos de dinero cada día, y hay gastos, como los del transporte urbano e interurbano que no se pueden pagar sino en efectivo. Para ello es frecuente tener que comprar efectivo a través de transferencias bancarias con recargos hasta de 200% y 300%. El valor total de las exportaciones bajó de 98.877 millones de dólares en el año 2012 a 27.407 millones de dólares en el año 2016. En un país absolutamente dependiente de las importaciones, entre los años 2012 y 2016, estas descendieron de 65.951millones de dólares a 16.370 millones de dólares, una caída de 75% [11], con un severo impacto sobre el conjunto de la actividad económica debido a la carencia de insumos y repuestos. Particularmente dramático ha sido el impacto sobre la disponibilidad de alimentos, medicinas y el transporte. A partir del año 2015 se produce un déficit en la cuenta corriente [12]. Las reservas internacionales cayeron de 35 mil millones de dólares en 2009 a 8.7 mil millones de dólares en julio del 2018 [13]. Se estima que la deuda externa total es de 184.500 millones de dólares, sin incluir "los compromisos de deuda comercial, la deuda a proveedores de PDVSA, la deuda por nacionalizaciones, compromisos con multilaterales, entre otros" [14]. Esto es veinte veces mayor que las reservas internacionales totales del país y representa casi siete veces el monto total de las exportaciones del último año para el cual hay información oficial, el 2016. A pesar de que hubo años de muy elevados precios del petróleo, la deuda externa per cápita pasó de 1.214 dólares en el año 1999 a 3.916 dólares en el año 2017 [15]. El hecho de que el gobierno le haya dado prioridad al pago puntual de esta deuda sobre las necesidades más urgentes de alimentación y salud de la población ha sido un factor fundamental de la presente crisis social [16]. China, y en segundo lugar Rusia, han sido durante los años del proceso bolivariano las principales fuentes de financiamiento externo. Sin embargo, a mediados del año 2018, es tal la dificultad del país para cancelar sus compromisos, que estos países no parecen dispuestos a seguir suministrando dinero fresco.
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La industria petrolera El colapso de los precios del petróleo, que pasaron de un promedio que giró en torno a los 100 dólares por barril entre los años 2012 y 2014, a un promedio de 41 dólares por barril en el año 2015, fue un componente fundamental de la crisis económica que vive el país. Sin embargo, esto en modo alguno basta para explicarla. Ningún otro país petrolero ha experimentado un deterioro similar en estos años. Por otra parte, los precios del petróleo han venido recuperándose hasta superar los 66 dólares por barril a mediados del año 2018, precio más elevado que el promedio durante los catorce años del gobierno de Chávez. Más allá de los precios del petróleo, la industria petrolera está prácticamente en estado de colapso, poniendo de manifiesto en forma dramática algunas de las principales contradicciones y distorsiones del proceso bolivariano. Mientras que el gobierno nacional se había fijado como meta para el año 2019 la elevación de la producción de petróleo a seis millones de barriles diarios, de acuerdo con el boletín estadístico mensual de la OPEP correspondiente a junio 2018, la producción venezolana (de acuerdo a fuentes secundarias) había descendido a un millón trescientos cuarenta mil barriles diarios [17],
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solo 44% del nivel de producción del año 2009 y el nivel más bajo en décadas. Este colapso de la producción nada tiene que ver con la intención de reducir las emanaciones de gases de efecto invernadero, ni con políticas de la OPEP destinadas a proteger los precios del petróleo. Hay una extraordinaria disparidad entre las metas de producción que se ha propuesto el gobierno y los niveles de producción que ha logrado. No todo el petróleo que se exporta se traduce en nuevos ingresos ya que una importante proporción de estas exportaciones están a orientadas a cancelar la deuda en petróleo que el Estado venezolano ha adquirido con China. Las refinerías están operando tan precariamente que han dejado de tener capacidad para suplir el mercado interno. En los últimos años han aumentado los gastos operativos con una correspondiente reducción de la participación fiscal en los ingresos totales de la empresa[18]. De acuerdo con la última publicación de los Estados Financieros Consolidados de PDVSA, correspondiente al año 2016, sus ganancias netas se desplomaron desde más de nueve mil millones de dólares en 2014 a 828 millones de dólares en 2016 [19]. Son muchas las causas del deterioro de la empresa y del desplome de la producción, entre las cuales destacan además de los factores externos que han sido mencionados arriba, la incapacidad gerencial que conduce a ineficiencia e improvisación, la corrupción, los escandalosos sobreprecios en sus operaciones, el drenaje continuado de personal calificado y las limitadas inversiones en mantenimiento y tecnología. La distribución prácticamente gratis de la gasolina en el mercado interno, y el masivo contrabando de extracción de sus productos que esto genera, implica pérdidas para el presupuesto nacional de millardos de dólares al año. Ha sido sistemático el proceso de descapitalización al cual el ejecutivo nacional sometió a PDVSA, obligando a la empresa a entregar sus divisas al Banco Central a una paridad cambiaria que representaba una extraordinaria e insostenible sobrevaluación del bolívar. Para seguir operando, a partir del año 2007, la empresa comenzó un proceso de creciente endeudamiento externo. En el año 2017 ya debía un total de 71.000 millones de dólares [20], deuda que la empresa no está en capacidad de pagar con lo cual se acerca peligrosamente a un default que pondría en riesgo sus instalaciones en el exterior, en especial CITGO, su subsidiaria en los Estados Unidos. De enormes consecuencias no solo para la industria petrolera, sino para el presente y futuro del país, fue la decisión estratégica del gobierno bolivariano de priorizar el desarrollo de los petróleos pesados y extra pesados de la Faja del Orinoco sobre los campos tradicionales. Imaginarios megalómanos en los cuales se buscaba convertir a Venezuela en una Gran Potencia Energética, sobre la base de las mayores reservas de hidrocarburos del planeta, llevaron a apostar el futuro del país al desarrollo exponencial de los yacimientos de la Faja del Orinoco. Se trata mayoritariamente de petróleos pesados y extra pesados que requerirían, para los niveles de producción a los cuales
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se aspiraba, una tecnología y unos volúmenes de inversiones con las cuales no cuenta el país, sobre todo si, como se contempla en la Constitución del año 1999, se buscaba limitar la participación de corporaciones transnacionales. Las inversiones en el petróleo de la Faja solo serían rentables si se mantienen los precios del petróleo cercanos a los cien dólares por barril y en el supuesto negado de que el uso del petróleo como combustible estuviese garantizado a muy largo plazo. Mientras tanto, se descuidó o abandonó una elevada proporción de los campos petroleros tradicionales, con petróleos más livianos y con costos de explotación muy inferiores. Se trata de pozos maduros, muchos de los cuales han estado en producción durante décadas, pero que todavía contaban con reservas suficientemente abundantes como para sostener niveles más modestos de producción durante el tiempo requerido para llevar a cabo la transición hacia una economía no rentista y no dependiente de la explotación de combustibles fósiles. Hoy no se producen en el país los fósiles livianos para las mezclas requeridas para la explotación de los depósitos pesados y extra pesados, ni suficiente combustible para responder a las demandas del mercado interno. En las actuales condiciones de estrangulamiento económico/financiero, éstos tienen que ser importados, casi todos de los Estados Unidos. Más allá del cálculo económico, el problema fundamental con este mega proyecto es el extremo daño ambiental que genera esta escala de producción de un combustible fósil muy contaminante cuando, para la preservación de la vida en el planeta Tierra, es indispensable una drástica reducción en la emisión de gases de efecto invernadero a muy corto plazo. A pesar de que se trata de hechos ampliamente conocidos, el gobierno bolivariano, a nombre del anti-capitalismo y del socialismo del Siglo XXI, y a pesar de todos los documentos y declaraciones que ha formulado en defensa del planeta, por la vía de los hechos, se ha propuesto niveles de producción que no pueden sino contribuir a socavar las condiciones que hacen posible la vida. La corrupción atraviesa la industria. Las sub-contrataciones con sobreprecio -y el cobro de comisiones- incluso en operaciones que podría realizar la propia empresa, se convirtieron en práctica generalizada. En los últimos meses del año 2017, con acusaciones de corrupción fueron detenidos unos 69 gerentes de la industria, incluidos el ex-presidente de PDVSA, el ex-ministro de Petróleo y Energía, y parte del equipo directivo de CITGO, la empresa filial que opera en los Estados Unidos.[21] Estas acusaciones –referidas a hechos cuya masiva escala era desde hace tiempo ampliamente conocida en el país- se destaparon como consecuencia de enfrentamientos crecientemente virulentos al interior del gobierno y del PSUV. No han estado acompañadas de denuncias similares en otras áreas de la economía donde han operado desfalcos a la nación como en la entrega corrupta de divisas altamente subsidiadas, en las importaciones de alimentos y las formas ilícitas mediante las cuales operó el masivo endeudamiento del país. A diferencia de otros países en el continente, y a pesar del
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peso preponderante en la construcción de infraestructura que tuvo la Odebrecht durante todos los años del proceso bolivariano, y del hecho de que una buena parte de estas obras quedó paralizada, no se ha abierto ninguna investigación sobre las actividades corruptas de dicha empresa y sus contrapartes gubernamentales.[22] Sin ese el monumental multi defalco que ha ocurrido en estos años, con seguridad la situación económica del país hoy sería diferente. El Arco Minero del Orinoco Ante el deterioro sostenido de los ingresos petroleros, el gobierno venezolano, en lugar de buscar opciones alternativas a la lógica rentista primario exportadora que tanto daño le ha causado al país, opta claramente por una profundización de ésta, ahora mediante la minería en gran escala. Con este fin en febrero del año 2016 Maduro dictó el Decreto del Arco Minero del Orinoco mediante el cual se abren 112 mil kilómetros cuadrados, 12% del territorio nacional, una superficie equivalente a la totalidad de la superficie de Cuba, a la gran minería internacional. Se trata de una vasta zona rica en minerales, entre otros, oro, coltán, aluminio, diamantes, y minerales radiactivos. El mineral a explotar en el cual el gobierno ha hecho más énfasis ha sido el oro. De acuerdo al, para ese momento Ministro de Petróleo y Minería y presidente de PDVSA, Eulogio Del Pino, se estima que las reservas auríferas de la zona serían de 7.000 toneladas, lo que representaría unos 280.000 millones de dólares.[23] El territorio que ha sido delimitado como Arco Minero del Orinoco tiene riquezas socio ambientales e incluso económicas muy superiores al valor monetario potencial de las reservas mineras. Es parte del territorio ancestral de los pueblos indígenas Warao, E´Ñepa, Hoti, Pumé, Mapoyo, Kariña, Piaroa, Pemón, Ye´kwana y Sanema, cuyas condiciones materiales de reproducción de sus vidas serían devastadas por esta explotación minera, no solo violando flagrantemente los derechos constitucionales de estos pueblos,[24] sino amenazándolos con el etnocidio. Se trata de una parte de la Amazonía que juega un papel crítico en la regulación de los regímenes climáticos del planeta y cuya preservación es vital para frenar el avance del cambio climático. Un territorio de una extraordinaria diversidad biológica que es la fuente principal de agua con la cual cuenta Venezuela y el territorio en el cual están ubicadas las represas hidroeléctricas que suministran más del 70% de la electricidad que se consume en el país. Profundizando la lógica extractivista, se le ha dado preferencia a la obtención de ingresos monetarios a corto plazo, aunque ello implique una devastación socio-ambiental de carácter irreversible. Todo esto por decreto presidencial en ausencia total de debate público, en un país cuya constitución lo define como democrático, participativo y protagónico, multiétnico y pluricultural.
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Este decreto constituye una abierta violación de derechos y responsabilidades ambientales taxativamente establecidas por la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, por la legislación ambiental vigente y por acuerdos internacionales suscritos por el país como el Convenio de Diversidad Biológica. Se violan igualmente la Ley de demarcación y garantía del hábitat y tierras de los pueblos indígenas (enero 2001) y La Ley Orgánica de pueblos y comunidades indígenas (LOPCI, diciembre 2005). Entre estas violaciones destacan todas las normas de consulta previa e informada que están firmemente establecidas tanto en la legislación venezolana como internacional (Convenio 169 de la OIT), en los casos en que se programen actividades que podrían impactar negativamente los hábitats de estos pueblos. En el proyecto del Arco Minero está prevista la participación de "empresas privadas, estatales y mixtas". El decreto contempla una variada gama de incentivos públicos a estas corporaciones mineras, entre otras la flexibilización de normativas legales, simplificación y celeridad de trámites administrativos, la no-exigencia de determinados requisitos legales previstos en la legislación venezolana, la generación de "mecanismos de financiamiento preferenciales", y un régimen especial aduanero con preferencias arancelarias y para- arancelarias para sus importaciones. Contarían igualmente con un régimen tributario especial que contempla la exoneración total o parcial del pago del impuesto sobre la renta y del impuesto de valor agregado: Artículo 21. En el marco de la política económica sectorial, el Ejecutivo Nacional podrá otorgar exoneraciones totales o parciales del Impuesto sobre la renta y del impuesto al valor agregado, aplicables, exclusivamente, a las actividades conexas a la actividad minera, a los fines de fomentar el impulso y crecimiento de la Zona de Desarrollo Estratégico Nacional Arco Minero del Orinoco. Igualmente, las empresas mixtas constituidas para el desarrollo de actividades primarias, previstas en el Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley Orgánica que Reserva al Estado las Actividades de Exploración y Explotación del Oro, así como las Conexas y Auxiliares a estas, sobre los yacimientos ubicados en la Zona de Desarrollo Estratégico Nacional Arco Minero del Orinoco gozarán de estos beneficios mientras dure el desarrollo del proyecto.[25] Las posibilidades de oponerse a los impactos negativos de la gran minería en la zona del Arco Minero están prohibidas por las normativas del decreto. Con el fin de impedir que las actividades de las empresas puedan ser obstaculizadas por la resistencia, se crea una Zona de Desarrollo Estratégico bajo la responsabilidad de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana:
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Artículo 13. La Fuerza Armada Nacional Bolivariana, en conjunto con el Poder Popular organizado, y en coordinación con las autoridades del Ministerio del Poder Popular con competencia en materia petrolera tendrá la responsabilidad de salvaguardar, proteger y mantener la continuidad armoniosa de las operaciones y actividades de las Industrias Estratégicas ubicadas en la Zona de Desarrollo Estratégico Nacional Arco Minero del Orinoco… El decreto en cuestión establece en forma expresa la suspensión de los derechos civiles y políticos en todo el territorio del Arco Minero. Artículo 25. Ningún interés particular, gremial, sindical, de asociaciones o grupos, o sus normativas, prevalecerá sobre el interés general en el cumplimiento del objetivo contenido en el presente decreto. Los sujetos que ejecuten o promuevan actuaciones materiales tendentes a la obstaculización de las operaciones totales o parciales de las actividades productivas de la Zona de Desarrollo Estratégica creada en este decreto serán sancionados conforme al ordenamiento jurídico aplicable. Los organismos de seguridad del estado llevarán a cabo las acciones inmediatas necesarias para salvaguardar el normal desenvolvimiento de las actividades previstas en los Planes de la Zona de Desarrollo Estratégico Nacional Arco Minero del Orinoco, así como la ejecución de lo dispuesto en este artículo.[26] Son extraordinariamente graves las consecuencias de esta "Prevalencia del interés general sobre Intereses particulares". Se entiende por "intereses generales", la explotación minera tal como ésta está concebida en este decreto presidencial. Toda otra visión, todo otro interés, incluso la apelación a la Constitución, pasa a ser definido como un "interés particular", y por lo tanto sujeto a que los "organismos de seguridad del Estado" lleven a cabo "las acciones inmediatas necesarias para salvaguardar el normal desenvolvimiento de las actividades previstas" en el decreto. Pero, ¿cuáles son o pueden ser los intereses denominados aquí como "particulares"? El decreto está redactado en forma tal que permite una amplia interpretación. Por un lado, señala expresamente como "particulares" los intereses sindicales y gremiales. Esto puede, sin duda, conducir a la suspensión, en toda la zona, de los derechos de los trabajadores contemplados en la Constitución, y en la Ley Orgánica del Trabajo, los trabajadores y las trabajadoras. ¿Implica esto igualmente que los derechos "gremiales", y por lo tanto "particulares" de los periodistas de informar sobre el desarrollo de las actividades mineras quedan suspendidos? ¿Son los derechos de los pueblos indígenas, de acuerdo con esto, intereses particulares?
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Como se argumentará más abajo, a mediados del año 2018 todavía no llegaban las grandes inversiones de trasnacionales esperadas por el gobierno, fundamentalmente por la ausencia de seguridad jurídica para éstas. Si embargo, la minería ilegal de oro y coltán se expande aceleradamente con la participación de decenas de miles de mineros. Esta vasta extensión del territorio nacional se ha convertido en un territorio al margen del Estado, al margen de toda legalidad. Agrupaciones armadas, paramilitares, integrantes del ELN, disidentes de las FARC, bandas criminales denominadas "sindicatos", controlan diferentes sectores dentro de estos territorios y fijan los precios a los cuales obligan a los mineros a vender los minerales extraídos. Todo esto con la complicidad de integrantes de la fuerza armada venezolana. Esta actividad minera ilegal opera con elevados niveles de violencia, son frecuentes las muertes de mineros por disputas territoriales, y con severos impactos socio ambientales. Para la minería del oro se utiliza en forma masiva el mercurio que ya se encuentra en grandes concentraciones en madres y niños de la zona. Niñas indígenas son raptadas en sus comunidades para someterlas a la prostitución en los campamentos mineros. Las tendencias autoritarias del gobierno de Maduro En las elecciones parlamentarias de diciembre del 2015 la oposición organizada en la Mesa de Unidad Democrática (MUD) ganó las elecciones por una amplia mayoría, obteniendo 56,26% de los votos contra 40,67% de los partidarios del gobierno.[27] Como resultado de una ley electoral anticonstitucional diseñada para sobre representar a la mayoría cuando ésa era la situación del chavismo, la oposición obtuvo un total de 112 parlamentarios con lo cual logró una mayoría de dos terceras partes en la Asamblea. La previa identificación de la mayoría de los sectores populares con el chavismo se había resquebrajado, la oposición ganó en muchos centros electorales ubicados en sectores populares que hasta ese momento habían votado contundentemente por el gobierno. Con esta mayoría calificada, la oposición podía nombrar a los y las integrantes del Tribunal Supremo de Justicia, del Consejo Nacional Electoral y aprobar leyes orgánicas sin necesidad de negociar con los representantes del gobierno. De una situación de control de todas las instituciones públicas (Ejecutivo, Poder Legislativo, Poder Judicial, Poder Electoral, Poder Ciudadano, 20 de un total de 23 gobernaciones y una gran mayoría de los municipios del país), se pasa a una nueva situación de dualidad de poderes y a una potencial crisis constitucional. El gobierno de Maduro se encuentra así ante un serio dilema. Si reconoce los resultados de las elecciones parlamentarias y la nueva correlación de fuerzas en que ya no cuenta con el respaldo de la mayoría de la población, pasaría a una situación en que tendría que necesariamente negociar con las fuerzas de la oposición. Si se mantuviese fiel a la constitución y respetase los resultados electorales no podía garantizar su permanencia en el gobierno. Opta claramente por preservar el control del Estado a como
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dé lugar, aunque ello significase desconocer la Constitución y la voluntad de la mayoría de los electores. Paso a paso el gobierno va tomando medidas para permanecer en el control del Estado, decisiones que van definiendo una consistente deriva autoritaria. El primer paso en esa dirección se dio a los pocos días de que el gobierno del Presidente Maduro perdiese las elecciones parlamentarias. En clara violación a las normas constitucionales y a los procedimientos establecidos, a finales de diciembre de 2015, cuando le quedaban pocos días de vigencia a la mayoría oficialista en la AN, se produce el nombramiento de nuevos magistrados a las diferentes salas del Tribunal Supremo de Justicia. No solo eran estos nuevos magistrados sin excepción incondicionales del gobierno, sino que varios de ellos y ellas ni siquiera cumplían con los requisitos formales que la Ley establece para ocupar dichos cargos. El papel que jugaría este TSJ en las nuevas condiciones del país quedó al desnudo cuando, para impedir que la oposición pudiera hacer uso de su mayoría calificada en la AN, los nuevos magistrados se estrenaron decidiendo, en atención a una acusación sin pruebas de que se había cometido un delito electoral que formuló un sector del oficialismo, desconocer los resultados de las elecciones en el Estado Amazonas y a los diputados electos que ya habían sido proclamados por el CNE. De esta forma, la oposición dejó de tener una mayoría calificada. En vista de que pasaron meses sin que el asunto se resolviese, sin que se llevaran a cabo investigaciones para establecer la veracidad de las denuncias por las cuales el TSJ invalidó las elecciones, ni se realizaran nuevas elecciones para un estado que se había quedado sin representación parlamentaria, la AN decide incorporar a los parlamentarios cuestionados. El TSJ responde declarando a la AN en desacato. A partir de este momento sus decisiones serían desconocidas por el resto de los poderes públicos. Se da así un segundo momento crítico de ruptura del orden constitucional, produciéndose la concentración de poderes que ha permitido al gobierno dar cada uno de los pasos subsiguientes en una dirección autoritaria. A partir de la declaración de desacato, las atribuciones de la Asamblea Nacional son asumidas por el Tribunal Supremo de Justicia y por el Ejecutivo. Un paso más en la dirección de la concentración autoritaria del poder se da cuando en febrero del 2016, Maduro declara un estado de emergencia económica mediante el cual se auto otorga poderes extraordinarios para gobernar por decreto, desconociendo la obligación constitucional de contar con el respaldo de la Asamblea Nacional y extendiendo a partir de ese momento esos poderes extraordinarios mucho más allá de límites temporales taxativamente establecidos por la constitución.
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En estas nuevas condiciones, en Venezuela, independientemente de los plazos y normas establecidas en la Constitución y en la Ley Orgánica de Procesos Electorales vigente, se han realizado elecciones solo en las fechas que el gobierno ha considerado conveniente, con normas y modalidades de participación decididas por el gobierno, y solo con la participación de los partidos y los candidatos que el gobierno decide aceptar. El primer paso en esta dirección fue impedir arbitrariamente la realización del referéndum presidencial revocatorio en el año 2016, a pesar de que se habían cumplido, superando sistemáticos obstáculos impuestos por el CNE, los requisitos establecidos en la Constitución. El referéndum revocatorio había sido reivindicado por el gobierno de Chávez como una de las conquistas democráticas participativas más importantes de este proceso. Igualmente, se postergaron inconstitucionalmente las elecciones de gobernadores de diciembre del mismo año. En mayo del año 2017, asumiendo para si atribuciones que de acuerdo a la Constitución corresponden al soberano, esto es al conjunto de la población, Maduro convoca elecciones para una nueva Asamblea Nacional Constituyente. Para ello se diseña una novedosa y compleja ingeniería electoral destinada a garantizar el triunfo del gobierno. En este diseño electoral se combinan votos territoriales con una extraordinaria sobre representación de las zonas de menor población, con votos sectoriales (trabajadores, estudiantes, jubilados, etc.), en que arbitrariamente dejan afuera a aproximadamente cinco millones de ciudadanos que no entran en ninguno de estos sectores. Entre los meses de junio y julio del 2017 se dieron masivas movilizaciones de rechazo a esta convocatoria en todo el país, sobre todo en Caracas. Estas fueron convocadas por los partidos de la oposición, pero se convirtieron en una muy ampliamente extendida expresión de rechazo al gobierno que superó en mucho a los sectores sociales identificados con dicha oposición. Producto tanto de una agresiva política represiva por parte del gobierno, como de la acción violenta de grupos de extrema derecha, se produjo un saldo de más de 130 muertos. A pesar de los elevados niveles de rechazo a esta convocatoria, el gobierno siguió adelante con su proyecto de Asamblea Constituyente. La oposición quedó profundamente fragmentada, desmoralizada y perdió legitimidad ante sus seguidores. Dado el carácter anti-constitucional de la convocatoria y el tramposo sistema electoral creado para estas elecciones, ningún sector de la oposición, de derecha o de izquierda, participó en éstas. Se eligió así una Asamblea Nacional Constituyente monocolor en que sus 545 integrantes estaban identificados con el gobierno. Esta asamblea, una vez instalada, se auto proclamó como supra constitucional y plenipotenciaria, esto es, un poder absoluto, sin contrapeso, con lo cual, de hecho, quedó derogada la Constitución del año 1999 ya que la constitucionalidad de ningún acto de esta nueva
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asamblea podría ser cuestionado. La mayoría de sus decisiones iniciales fueron adoptadas por aclamación o por unanimidad. Sin debate. En lugar de abordar la tarea para la cual supuestamente fue elegida, la redacción de un nuevo proyecto de constitución, comienza a tomar decisiones referidas a todos los ámbitos de los poderes públicos, destituye funcionarios, convoca elecciones en condiciones destinadas a impedir o hacer muy difícil la participación de quienes no apoyan al gobierno, aprueba unas denominadas "leyes constitucionales" que carecen de un correspondiente marco constitucional. Se aprueba una represiva Ley contra el odio, por la convivencia pacífica y la tolerancia que contempla penas hasta de 20 años de cárcel para quienes, a juicio de las autoridades, emitan mensajes de odiopor los medios o por las redes sociales. Aprueba una nueva ley de promoción de inversiones extranjeras con el fin de ofrecer las condiciones y la seguridad jurídica reclamada por las corporaciones transnacionales para la explotación del Arco Minero del Orinoco, expresión del sueño del gobierno de reemplazar el extractivismo petrolero por el extractivismo minero. Incluso aprueba en forma acelerada, a solicitud del Presidente Maduro, una ley de carácter retroactivo mediante la cual se le quita personalidad jurídica a los partidos que no habían participado en las elecciones de alcaldes de diciembre del 2017. Se impide la elección de candidatos de izquierda diferentes a los decididos por la cúpula del PSUV, como fue el caso de un candidato de amplio apoyo popular, militante del PSUV y respaldado por los partidos aliados del PSUV, que, habiendo cumplido con todos los requisitos para postularse, ganó las elecciones en el Municipio Simón Planas del Estado Lara por una muy amplia mayoría.[28] El Consejo Nacional Electoral, bajo instrucciones de la ANC, se negó a reconocer dichos resultados y nombró como alcalde al candidato designado por la cúpula del PSUV. Un fraude similar ya se había dado poco antes en las elecciones de gobernador en el Estado Bolívar. De acuerdo a las actas electorales, ganó estas elecciones Andrés Velázquez, candidato de la oposición. La manipulación del sistema electoral para garantizar el control por parte del gobierno se repitió en las elecciones presidenciales realizadas en mayo del año 2018. Estas elecciones estaban previstas, de acuerdo a la Constitución, para el mes de diciembre del mismo año y fueron convocadas sorpresivamente para el mes de mayo. Dadas las divisiones y su carencia de rumbo político claro y el hecho de que la mayoría de los partidos de oposición habían sido inhabilitados, así como la falta de tiempo para negociaciones o la realización de elecciones primarias para seleccionar un candidato unitario, la mayor parte de la oposición del más amplio espectro político no participó estas elecciones. Se ejerció desde el exterior, particularmente por parte del gobierno de los Estados Unidos, Luis Almagro, Secretario General de la OEA y del Grupo de Lima, una muy fuerte presión sobre los partidos de la oposición para que se abstuvieran en dichas elecciones con el fin de contribuir de esa manera a deslegitimar aún más al gobierno
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y acelerar su derrocamiento. No presentaron a la población ninguna previsión de qué pasaría una vez que Maduro ganase las elecciones. Para algunos de estos sectores abstencionistas, de lo que se trataba era de terminar de cerrar en forma definitiva la posibilidad de una salida política interna, electoral, pacífica a la crisis del país. Con esto, la única opción que quedaría abierta sería la intervención externa, ya sea por la vía de acciones directas, o mediante la acentuación del cerco económico, para profundizar el colapso de la economía venezolana, a pesar de que sería la población, no sus gobernantes, quienes sufrirían las consecuencias. Para la política imperial y para los grupos de la derecha interna más radical el objetivo no era, y no lo es, simplemente una derrota electoral de Maduro, si con ella se pudiese preservar con vida el todavía significativo apoyo al gobierno entre parte de los sectores populares. Lo que se ha buscado no es solo la salida de Maduro, sino igualmente un aplastamiento de los imaginarios de cambio anticapitalistas, que tantas expectativas generaron tanto dentro como fuera de Venezuela en años anteriores. Una derrota, con muchos muertos de ser necesario, de manera que sirviera de ejemplo, de escarmiento, para demostrar en la forma más contundente posible la imposibilidad de cualquier alternativa al orden capitalista. Se presentó un solo candidato opositor creíble, Henry Falcón, del partido Avanzada Progresista, pero no logró superar el fraccionamiento opositor ni la creciente desconfianza de la población ante una institución electoral cada vez más descaradamente parcializada. Con una abstención histórica de 54%, cuando los niveles de participación tradicionales en elecciones presidenciales superan al 70%, Maduro fue reelecto, según el CNE con 67,7% de los votos válidos. El elevado nivel de abstención le restó legitimidad a estos resultados ante la mayoría de la población. Crisis humanitaria y corrosión del tejido solidario y ético de la sociedad Todo lo anterior se traduce en una profunda crisis social y ética de la sociedad venezolana. Se ha venido produciendo en estos años una franca reversión de los principales logros de los primeros años del proceso bolivariano. La mayor parte de la población tiene en el año 2018 peores condiciones de vida que las que tenía en el año 1998 cuando Chávez ganó por primera vez las elecciones presidenciales. La hiperinflación, la escasez de alimentos y medicinas, la falta de dinero en efectivo y la inseguridad hacen que la vida cotidiana sea cada vez más difícil para la mayoría de la población. En contra de lo que podría esperarse, después de años de movilizaciones y procesos organizativos basados en la solidaridad, en la población tienden a predominar las reacciones individualistas y competitivas. El bachaqueo, esto es, la reventa especulativa de productos subsidiados y el contrabando de extracción se han convertido en una actividad ampliamente generalizada, parte de una economía paralela de dimensiones desconocidas. El contrabando de extracción en la frontera con Colombia opera en
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múltiples escalas, desde el uso de pequeños contenedores portátiles hasta grandes camiones cisterna con la complicidad o la participación directa de funcionarios de PDVSA e integrantes de las fuerzas armadas de ambos lados de la frontera. En ausencia de información oficial medianamente actualizada, la caracterización del estado actual del país en términos sociales y humanitarios tiene que basarse necesariamente en las investigaciones realizadas por universidades, centros de estudio y ONGs [29]. Dados los niveles de hiperinflación, en el año 2015 el 87% de la población venezolana, medido por nivel de ingreso, es pobre, un incremento del 19% respecto al año 2015. En base al método multidimensional que toma en cuenta ingreso, vivienda y su dotación, servicios, trabajo y protección social, la población caracterizada como pobre paso de 41,3% en el año 2015 a 51,1% en el año 2017 [30]. Quizás el impacto más directo que ha tenido el deterioro de la economía ha sido en los niveles de alimentación de la población. De acuerdo al Centro de Documentación y Análisis para los Trabajadores (CENDA), en el mes de junio del 2018, con un salario mínimo apenas se puede adquirir un 1,8% de la canasta alimentaria del grupo familiar [31]. De acuerdo a la encuesta de ENCOVI, 89,4% de la muestra afirma que no le alcanza el dinero para comprar la comida. 87,6% afirma que "en los últimos tres meses ha comido menos porque no encentra alimentos para comprar" y 61,2% afirma que en los últimos tres meses ha vivido la experiencia de acostarse con hambre. Concluyen los investigadores de ENCOVI que 80% de los hogares venezolanos tienen en la actualidad inseguridad alimentaria. El gobierno ha respondido a esta situación focalizando lo fundamental de su política social en la entrega de bonos en efectivo a la población y un masivo programa de distribución de alimentos altamente subsidiados, mediante los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP). De acuerdo a las encuestas de ENCOVI, tienen acceso a este programa alimentario 85,7% de los hogares del país. Hay grandes diferencias en periodicidad de la recepción de las bolsas CLAP, entre una vez por mes por parte de 64% de los hogares que reciben este beneficio en el caso de Caracas, y el resto del país en que más de la mitad lo recibe sin periodicidad definida [32]. Se trata fundamentalmente de carbohidratos. Aunque sin estos dos programas la situación alimentaria sería mucho más grave, éstos no han logrado superar la grave escasez de alimentos que padece la población. De acuerdo a la Encuesta al seguimiento del consumo de alimentos del Instituto Nacional de Estadísticas, entre el primer semestre del año 2013 y el segundo semestre
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del 2017, se ha producido una reducción muy marcada en el "consumo aparente diario per cápita" de alimentos en la población venezolana. De acuerdo a esto, no solo se ha dado una reducción generalizada en el consumo de alimentos, sino igualmente un cambio en la dieta de la población, con reducciones drásticas en el consumo de proteínas. El consumo de carne y huevos y el de leche y sus derivados tuvo una reducción de más de 60%. El único renglón para el cual se produce un incremento del consumo (muy leve, 5,1%) fue raíces y tubérculos. Esto se ha traducido en una pérdida generalizada de peso entre todos los estratos de la población, una pérdida promedio que se estima en 8 kilos por persona solo durante el año 2016 [34]. Variaciones en el consumo aparente diario per cápita de alimentos entre el primer semestre del 2013 y el segundo semestre del 2017 [33]
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La desnutrición tiene una incidencia particularmente severa en la infancia. Durante los últimos años Cáritas Venezuela ha venido haciendo un seguimiento de la situación nutritiva de menores de cinco años en 38 de las parroquias más pobres en siete estados del país. De acuerdo al último informe, correspondiente a enero-marzo del 2018 [35], 17% de los niños estudiados tienen desnutrición moderada o severa, 27% tienen desnutrición leve, y 34% están en riesgo de desnutrición, ya han comenzado a deteriorarse. Solo 22% no tienen déficit nutricional. Estas cifras presentan un importante incremento comparada con las cifras del último semestre del año anterior. El grupo de menores de 6 meses es el más afectado: 35% presenta niveles agudos, moderados o severos de desnutrición. En esas mismas parroquias, 38% de las mujeres embarazadas tenían desnutrición severa y 24% una desnutrición moderada. Dado el impacto de la desnutrición en el desarrollo psicomotor y cognitivo de los infantes, se trata, sin lugar a dudas, del impacto de mediano y largo plazo de consecuencias más severas de la actual crisis venezolana. El sistema de salud nacional en su conjunto está colapsado. La escasez de medicamentos es severa. Es muy limitado el acceso a los medicamentos y tratamientos para enfermedades crónicas como la hipertensión y diabetes. Los centros de salud carecen de los recursos para el mantenimiento de sus equipos e instrumentos. Mueren pacientes renales por que las salas de diálisis no los pueden recibir. Mueren pacientes con trasplantes de órganos porque carecen de los tratamientos para evitar el rechazo. Son frecuentes las fallas de electricidad y agua. Muchos servicios hospitalarios han dejado de funcionar u operan en mínimas condiciones porque los médicos han renunciado. Reaparecen enfermedades que ya habían sido controladas. La malaria (paludismo), una enfermedad que había sido reducida a un solo municipio en el país, hoy se ha extendido a prácticamente todo el territorio nacional. La gran mayoría de los casos de malaria reportados en el continente americano en el año 2017 fueron en Venezuela. Entre las semanas epidemiológicas 1 y 42, se reportaron 319.765 casos de malaria, lo que representó un aumento con respecto al número de casos acumulados notificados durante todo el año 2016, 240.613 casos [36]. Más de la mitad de los casos de sarampión reportados en todo el continente americano en los primeros tres meses del año 2018 corresponden a Venezuela [37]. Los pueblos indígenas son los más severamente afectados por esta crisis del sistema de salud, el pueblo yanomami en la frontera con Brasil presenta una seria epidemia de sarampión.[38] El pueblo Warao, en el Delta del Orinoco, tiene una extendida epidemia de VIH-SIDA.[39] El pueblo Yukpa, en la Sierra de Perijá está padeciendo de una enfermedad desconocida de carácter letal. La sobrevivencia misma de estos pueblos está en riesgo si no se logra detener estas epidemias.
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El deterioro en la cobertura del sistema educativo ha sido alarmante en todos los niveles. Entre los años 2015 y 2017 la población entre los 3 y los 24 años escolarizada descendió de 78% a 71%. Los sectores más pobres de la población asisten a la escuela con irregularidad como resultado principalmente de la falta de comida en el hogar y fallas en el servicio de agua.[40] Como resultado de fallas en el transporte, tanto maestros y profesores como estudiantes dejan de asistir a las escuelas. Maestras y maestros reportan casos de estudiantes que se desmayan en el aula por falta de una alimentación adecuada. Las universidades, sobre todo las públicas, están sufriendo un profundo proceso de deterioro. Prácticamente todo el presupuesto se dedica a salarios casi simbólicos, sin posibilidad alguna de cubrir los gastos correspondientes a equipos y materiales de investigación o publicaciones y mantenimiento. Todas las universidades reportan renuncias de profesores y una masiva deserción estudiantil tanto por no poder costearse los estudios, por la necesidad de contribuir al sustento familiar, como por la sensación de inutilidad de dichos estudios en un contexto en que los salarios de los profesionales no alcanzan ni para alimentarse. Muchos optan por irse del país.[41] Múltiples concursos para nuevos cargos de profesores en las universidades se declaran desiertos porque en estas condiciones la carrera académica dejó de ser vista como una opción de vida. De consecuencias igualmente severas para la población es la inseguridad, producto tanto del hampa como de la represión policial/militar. La tasa de homicidios se ha incrementado en forma sostenida en el país desde el año 1995. De acuerdo a diversas fuentes, Caracas es hoy la segunda ciudad más violenta del mundo [42]. Las fuerzas de seguridad del Estado, lejos de garantizar la protección de la ciudadanía son parte del problema [43]. El ejemplo más violento ha sido el de las Operaciones de Liberación del Pueblo (OLP), creadas a mediados del año 2015 con el argumento de ofrecer seguridad ciudadana y controlar el hampa. Han operado como aparatos represivos que en forma sistemática han aplicado la pena de muerte en operativos policiales en los barrios populares [44]. Como consecuencia combinada de la ineficiencia, la falta de inversión y mantenimiento y la corrupción, todos los servicios públicos en el país se encuentran en la actualidad en un sostenido proceso de deterioro. Las interrupciones del servicio eléctrico son frecuentes sobre todo en algunas regiones del país como el Estado Zulia [45]. Las comunicaciones telefónicas son cada vez más precarias, Internet cada vez más lenta. Hay sectores tanto populares como de clase media en Caracas que pasan meses sin servicio de agua potable. La basura se acumula. El Metro de Caracas, principal medio de transporte de la ciudad, está cada vez más deteriorado, tiene retrasos frecuentes. Su uso es cada vez más peligroso. Es similar el deterioro de los servicios en las oficinas de atención al público y las correspondientes a la emisión de cédulas de identidad, pasaportes y la legalización de documentos. Con frecuencia lo único que
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garantiza la realización de trámites burocráticos es mediante el pago de elevadas comisiones a los funcionarios públicos responsables. El alumbrado público es cada vez más limitado. Las calles y carreteras del país están llenas de huecos por falta de mantenimiento. Tiende a instalarse como sentido común la idea de que lo público es necesariamente ineficiente y corrupto. El trasporte público y privado, tanto urbano como interurbano, cuenta con cada vez menos unidades en servicio por carecer de repuestos, especialmente cauchos y baterías. En la época navideña de 2017 se formaron colas hasta de tres días para comprar pasajes para viajar de Caracas a algunas ciudades del interior. En los últimos cuatro años se ha producido una fuerte diáspora de venezolanos y venezolanas que buscan un futuro mejor en el exterior. Aunque, como en tantos otros ámbitos, no hay cifras oficiales, diferentes fuentes estiman un volumen de emigración entre los dos y los cuatro millones de personas [46]. El gobierno colombiano ha anunciado la presencia de más de un millón de venezolanos en su territorio [47]. Esta migración, que comenzó con sectores medios y profesionales, tiende a ampliarse hacia todas las esferas de la sociedad. Ha sido particularmente severo el impacto que, en hospitales, universidades y la industria, en especial PDVSA, está teniendo este masivo abandono por parte de su personal. La escala de esta migración es la expresión más dramática de una sociedad que se siente derrotada y sin salida, de una juventud que busca nuevos horizontes porque ya no ve posibilidades de futuro en su país. Para los familiares que permanecen en el país esta migración tiene dos caras. Por un lado, Venezuela se ha convertido en un importante receptor de remesas y una proporción creciente de la población depende de estas para sobrevivir. Pero, por otro lado, esto está produciendo dolorosos desgarramientos familiares. ¿Se acerca el fin? En términos políticos, durante el año 2017 el gobierno logró consolidar su control sobre cada una de las estructuras del Estado, desde el poder ejecutivo hasta la gran mayoría de las alcaldías y cuenta con un control político que, por el momento, parece bastante firme. La oposición de derecha y centro derecha ha quedado profundamente dividida y sus bases de apoyo desmoralizadas. La oposición de izquierda, incluyendo aquí lo que han sido denominados como el "chavismo crítico" y "chavismo democrático", está constituida por grupos pequeños sin capacidad de incidir a corto plazo sobre el rumbo del país. Con una hábil combinación de discurso radical antiimperialista que atribuye todos los problemas del país a la "guerra económica", dirigido a sus bases más incondicionales, una política clientelar ampliamente extendida que combina dádivas, subsidios y ame-
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nazas, ha logrado relativos apoyos electorales, de modo alguno mayoritarios, y la desmovilización de la mayor parte de la población que está dedicada a la difícil tarea del día a día. Una elevada proporción de la población ha pasado a ser absolutamente dependiente del reparto de bonos y de las bolsas de comida subsidiadas que distribuye el gobierno para su sobrevivencia. La principal tarea de muchas de las organizaciones populares de base ha pasado a ser la coordinación de la distribución de bienes subsidiados. En el año 2018 se han producido significativos desplazamientos en las expresiones del descontento de la población. Ante la derrota de las masivas movilizaciones de mediados del año 2017, y la pérdida de legitimidad de los mayores partidos de la oposición entre sus anteriores seguidores, la conflictividad y protesta social en el año 2018 ha tenido un carácter fundamentalmente gremial/social, huelgas, paros, cortes de calles, protestas y movilizaciones tanto por el salario y condiciones de trabajo, como por otros asuntos como la ausencia de agua, los cortes de electricidad, la carencia de comida, la crisis del transporte -tanto urbano como inter-urbano- y la inseguridad. De acuerdo al Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, en el primer semestre del año se registraron 5.315 protestas, unas 30 por día. De acuerdo a este observatorio "la mayoría de las protestas (84%) se caracterizó por la exigencia de derechos económicos, sociales, culturales y ambientales" [48]. A mediados del 2018 los conflictos gremiales o sindicales más destacados eran los de los trabajadores de la empresa pública nacional de electricidad CORPOELEC, los profesores y trabajadores universitarios y de enfermeras y enfermeros. Para finales del mes de julio el paro de este gremio ya llevaba un mes y las enfermeras y enfermeros estaban amenazando con una drástica renuncia colectiva si el gobierno no satisfacía sus demandas. Ha sido este un conflicto paradigmático que se ha convertido en un punto de referencia nacional. Ha logrado sintetizar en una sola lucha demandas compartidas por una elevada proporción de la población. Por un lado, la exigencia de un salario digno, en condiciones en que el ingreso de toda la población asalariada ha sido pulverizado por la hiperinflación. Pero igualmente, se lucha por la recuperación del sistema de salud que, como se ha señalado arriba, está en condiciones de severo deterioro. Las enfermeras y enfermeros se enfrentan a diario ante el drama de pacientes que requieren una atención que no pueden brindar por carecer de las condiciones físicas, equipamientos y medicamentos necesarios para llevar a cabo su tarea. Se han llevado a cabo movilizaciones de pacientes en apoyo a la lucha de las enfermeras. En condiciones de creciente despolitización de la población, de desconfianza generalizada en la política y en los políticos, ya sean estos del gobierno o de la oposición, la conflictividad social ya no se expresa -como en años anteriores- en posturas polarizadas, a favor o contra del gobierno, sino en demandas más inmediatas que tienen que
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ver con la sobrevivencia. El futuro inmediato del país dependerá, en una importante medida, del grado en que estas múltiples protestas logren articularse en un nuevo tipo de movimiento más allá de los partidos que hasta el año 2017 habían sido los principales actores en la escena política nacional. Ante la grave crisis económica, política, humanitaria y ética que vive el país, el gobierno carece de iniciativas y propuestas, lo más común es que responda a las protestas con represión. Al negarse a reconocer la profundidad de la crisis y sobre todo sus causas, ser incapaz de toda autocrítica sustantiva en torno a su responsabilidad en ésta, carecer de propuestas medianamente sistemáticas y coherentes, el gobierno anuncia una y otra vez políticas improvisadas que nunca van al fondo de los problemas. La gran solución que ofreció Maduro en julio 2018 fue la emisión de un nuevo cono monetario, el Bolívar Soberano, con el cual se prevé quitar cinco ceros a la moneda nacional. Con el fin de frenar la inflación se ha anunciado que se traspasaría al Banco Central de Venezuela la propiedad del petróleo del Bloque Ayacucho I de la Faja Petrolífera del Orinoco para que sirva de respaldo a la nueva moneda y, de acuerdo con Maduro, detener en seco la hiperinflación a partir del día 20 de agosto, fecha en que entraría en vigencia el nuevo cono monetario. Este anuncio ha generado un debate y rechazo nacional. Si lo que se busca es que ese petróleo sirva como garantía a la nueva moneda, se estarían hipotecando en forma inconstitucional estos bienes ya que de acuerdo al artículo 12 de la Constitución: Los yacimientos mineros y de hidrocarburos, cualquiera que sea su naturaleza, existentes en el territorio nacional, bajo el lecho del mar territorial, en la zona económica exclusiva y en la plataforma continental, pertenecen a la República, son bienes del dominio público y, por tanto, inalienables e imprescriptibles… En términos prácticos inmediatos es previsible que este respaldo petrolero a la moneda tenga poca incidencia en el control de la hiperinflación. El petróleo sirve de respaldo efectivo a la moneda solo en la medida en que los poseedores de la moneda puedan tener un acceso previsible a dicho petróleo, lo que evidentemente no es el caso. Esas reservas solo tienen valor efectivo si pueden ser extraídas del subsuelo y el gobierno carece de los masivos recursos financieros que serían requeridos para ello. ¿Será que de lo que se trata es de dar un primer paso dirigido no solo a la privatización de esas reservas sino del conjunto de la industria petrolera? En estas condiciones no está claro cuál es el proyecto político del gobierno, más allá de un hecho indudable: busca permanecer en el control del Estado a como dé lugar. Los principales instrumentos con los cuales cuenta para ello son el apoyo que hasta ahora le ha brindado la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y el poder total que le da una Asamblea Nacional Constituyente "supraconstitucional" y "plenipotenciaria". La
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fuerza armada tiene mucho que perder con un cambio de gobierno. Además de condiciones salariales muy superiores a los del resto de los empleados públicos, una elevada proporción de los masivos niveles de corrupción de este gobierno han sido llevados a cabo por integrantes de algunos de los cuerpos de las fuerzas armadas. En cuanto al futuro de la Asamblea Nacional Constituyente, el gobierno ha dado señales contradictorias. Inicialmente se había anunciado que su tiempo de vigencia sería por dos años. Sin embargo, de acuerdo a Diosdado Cabello, presidente de dicha Asamblea, esta podría extender su vigencia hasta cuatro años más [49]. Dado su carácter "plenipotenciaria" y "supraconstitucional", podría prolongar su vigencia por tiempo indefinido. La elaboración de un nuevo texto constitucional parece estarse llevando a cabo en secreto, al margen incluso de los y las integrantes de dicha Asamblea Constituyente. No existe, por tanto, información pública confiable sobre lo que podrían ser sus orientaciones fundamentales, sobre qué es lo que se busca con una nueva constitución que no pueda lograse con la constitución del año 1999. Hay sin embargo dos hipótesis principales, probablemente complementarias sobre lo que podrían ser los objetivos principales del nuevo texto constitucional. En primer lugar, buscar opciones a corto plazo ante la severa carencia de recursos con los cuales cuenta el Estado para responder a la crisis que vive en país. Con toda seguridad el gobierno está consciente de que en las condiciones actuales se le está acabando el tiempo. Ante la urgencia de nuevos ingresos, durante los últimos tres años ha venido tomando medidas para atraer al capital trasnacional, las más importantes de las cuales fueron la creación por decreto presidencial del Arco Minero del Orinoco, la creación de la zonas económicas especiales, y la aprobación por parte de la Asamblea Nacional Constituyente de una nueva ley de promoción y protección de la inversión extranjera [50]. Sin embargo, a pesar de las condiciones extraordinariamente favorables ofrecidas al capital extranjero, tanto en términos de flexibilidad regulatoria como de incentivos fiscales de todo tipo, y de las extraordinarias riquezas energéticas y mineras que está ofreciendo el Estado a las trasnacionales, los torrentes de inversiones que esperaba el gobierno no han llegado. Y esto, fundamentalmente, porque se trata inversiones de gran escala que solo serían rentables a mediano y largo plazo. Para ello las empresas, además de las condiciones favorables que les ofrece el Estado venezolano, requieren tanto de estabilidad política como de seguridad jurídica. Ninguna de esas dos cosas está hoy garantizada en el país. No hay seguridad jurídica porque todos los decretos, normativas, y contratos de esta nueva política minero/energética son anticonstitucionales y violatorias adicionalmente de las leyes de hidrocarburos, y la legislación referida a pueblos indígenas, ambiente
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y relaciones laborales. Estas decisiones, además no han contado con el respaldo de la Asamblea Nacional, el único órgano legislativo reconocido por la mayoría de los países. Con un cambio de gobierno todas estas medidas inconstitucionales podrían ser revertidas. Por ello, para atraer las inversiones que necesita con urgencia, el gobierno, con toda seguridad, buscará darle un piso de legitimidad constitucional a todas estas políticas de orden neoliberal. Es, sin embargo, muy poco probable que estas modificaciones constitucionales alterasen la percepción del país y sean capaces de generar la ansiada confianza. En segundo lugar, para permanecer en control del Estado por tiempo indefinido, la actual dirigencia política del gobierno-PSUV tendría que modificar sustancialmente la estructura jurídico política del Estado Venezolano, dejando a un lado o acotando severamente las "rémoras" de la democracia representativa liberal. Con un sistema político basado en elecciones universales, directas y secretas y con suficiente legitimidad como para que participe en éstas la mayoría de los ciudadanos, el gobierno no puede garantizar su control sobre el aparato del Estado. Para ello son diversas las modalidades de organización del Estado, y sobre todo del régimen electoral, basados en otros principios que, como en los tiempos del socialismo realmente existente, a nombre de profundizar la democracia termine por liquidar toda posibilidad de expresión democrática. Podrían incorporarse al nuevo diseño constitucional elecciones de segundo grado, o elecciones basadas en organizaciones y sectores sociales que puedan ser controlados por el gobierno. Un paso en esta dirección ya se dio en las elecciones de la supuesta Asamblea Nacional Constituyente donde se estableció un régimen discriminatorio que dividía arbitrariamente a la población entre ciudadanos de primera, con derecho a dos votos, y ciudadanos de segunda con derecho a un solo voto. En un contexto de divisiones internas y mucho malestar en las bases por la situación del país, se realiza a partir de finales de julio 2018 el IV Congreso del PSUV, con unos 670 delegados. En las semanas previas a su realización diversas voces, incluso de altos dirigentes, argumentaron públicamente que había llegado el momento de democratizar el partido y darle más peso a la opinión de las bases. En este congreso el vicePresidente del partido propuso que Nicolás Maduro fuese ratificado y electo como presidente del partido. Propuso adicionalmente "otorgarle de una vez toda la potestad necesaria para que el presidente Maduro tome todas las decisiones que él considere convenientes para nombrar a su dirección nacional, a los equipos políticos, y cualquier decisión que en materia organizativa sean necesarias para el fortalecimiento del partido y de la revolución" [51]. Esto fue aprobado por aclamación. "Democrática" y "voluntariamente", los delegados al congreso del PSUV aceptan que todas las decisiones las puede tomar el líder máximo. Se repite así el verticalismo y la total ausencia de democracia partidista interna propia de los tiempos más oscuros del estalinismo.
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Todo eso define un nuevo momento político caracterizado, por un lado, por la profundización de la crisis humanitaria, una oposición partidista fragmentada y profundamente debilitada, el mayor o menor auge que puedan tomar las crecientes protestas sociales en el país, y los intentos de avance del proyecto autoritario, con contenidos económicos neoliberales que, contra viento y marea, se propone imponer el gobierno. Caracas agosto 2018
____________________________________________ [1]. Este texto hace uso libre de algunos trabajos anteriores del autor, así como de algunas declaraciones de la Plataforma Ciudadana en Defensa de la Constitución de la cual el autor forma parte. Será publicado en: El eclipse del progresismo. La izquierda latinoamericana e debate, José Correa Leite, Janaina Uemura y Filomena Siqueira, editores, Colectivo 660 y Editora Elefante, Sao Paulo, 2018. [ISBN 978-85-93115-127] [2]. The White House, Office of the Press Secretary. Notice. Continuation of the National Emergency with Respect to Venezuela, Washington, 13 de enero de 2017. [https://obamawhitehouse.archives.gov/the-press-office/2017/01/13/notice-continuation-national-emergency-respect-venezuela] [3]. Ben Jacobs, "Trump threatens 'military option' in Venezuela as crisis escalates", The Guardian, Londres, 12 de agosto 2017. [4]. Transparencia Venezuela, Empresas propiedad del Estado en Venezuela, Caracas 2017. [https://transparencia.org.ve/project/empresas-del-estado/] [5]. Coninduistria, Radiografía actual de la industria venezolana, Caracas 2017. [www.conindustria.org] [6]. Una excepción es el informe anual que continúa presentando cada año el gobierno venezolano ante la United States Securities and Exchange Commission (SEC). Bolivarian Republic of Venezuela’s Annual Report on Form 18-K to the United States Securities and Exchange Commission for the fiscal year ended December 31, 2016. [https://www.sec.gov/Archives/edgar/data/103198/000119312517376486/d505622dex99d.htm] [7]. Idem. [8]. Idem.
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[9]. "Venezuelan inflation predicted to hit 1 million percent this year", CNBC, Nueva York, 27 de julio 2018. [https://www.cnbc.com/2018/07/27/venezuelan-inflation-predicted-to-hit-1-million-percent-this-year.html] [10]. Banco Central de Venezuela. Liquidez monetaria. Caracas, julio 2018. [http://www.bcv.org.ve/estadisticas/liquidez-monetaria] [11]. Bolivarian Republic of Venezuela’s Annual Report on Form 18-K to the United States Securities and Exchange Commission for the fiscal year ended December 31, 2016. [12]. Idem. [13]. Banco Central de Venezuela, Reservas Internacionales. Caracas, julio 2018. [http://www.bcv.org.ve/estadisticas/reservas-internacionales] [14]. Prodavinci. Venezuela: la deuda externa en cifras, Caracas, 2018. [https://www.http://especiales.prodavinci.com/deudaexterna/] [15]. Idem. [16]. En mayo del año 2017 el presidente Maduro informó que, en los 24 meses previos, el gobierno había dedicado un total de 60 mil millones de dólares para el pago de la deuda. Kevin Arteaga González, "Maduro: En 24 meses hemos cancelado 60 mil millones de dólares", El Carabobeño, Valencia, 19 de mayo 2017. [17]. OPEC. Monthly Oil Market Report July 2018, Viena, julio 2018. [https://momr.opec.org/pdf-download/index.php] [18] Mendoza Potellá, op. cit. [19]. Petróleos de Venezuela S.A. y sus empresas filiales. (PDVSA) Estados Financieros Consolidados, Caracas 31 de diciembre 2016. [http://www.pdvsa.com/images/pdf/estado_financiero/PDVSAestado_financiero_espaol_16.pdf] [20]. Prodavinci, op. cit. [21]. "69 personas han sido detenidas por casos de corrupción en PDVSA", Ciudad Caracas, Caracas, 29 de diciembre 2017. [22]. Sobre los contratos de esta empresa con el Estado venezolano en estos años, los sobreprecios y las obras que no fueron culminadas Ver: Transparencia Venezuela.
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Informe Odebrecht 2018, Caracas. [https://transparencia.org.ve/odebrecht/informe2018/] [23]. Agencia Venezolana de Noticias, "Gobierno nacional prevé certificar en año y medio reservas del Arco Minero Orinoco", Caracas 25 de febrero, 2016. [24]. De acuerdo a la constitución nacional, "El Estado reconocerá la existencia de los pueblos y comunidades indígenas, su organización social, política y económica, sus culturas, usos y costumbres, idiomas y religiones, así como su hábitat y derechos originarios sobre las tierras que ancestral y tradicionalmente ocupan y que son necesarias para desarrollar y garantizar sus formas de vida. Corresponderá al Ejecutivo Nacional, con la participación de los pueblos indígenas, demarcar y garantizar el derecho a la propiedad colectiva de sus tierras, las cuales serán inalienables, imprescriptibles, inembargables e intransferibles de acuerdo con lo establecido en esta Constitución y la ley." (Artículo 119). "El aprovechamiento de los recursos naturales en los hábitats indígenas por parte del Estado se hará sin lesionar la integridad cultural, social y económica de los mismos e, igualmente, está sujeto a previa información y consulta a las comunidades indígenas respectivas. Los beneficios de este aprovechamiento por parte de los pueblos indígenas están sujetos a la Constitución y a la ley." (Artículo 120) [25]. Decreto 2248 de Creación de la Zona de Desarrollo Estratégico Nacional "Arco Minero del Orinoco. Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela, número 40.855, Caracas viernes 26 de febrero 2016 [26]. Idem. [27]. Muchos analistas coinciden en indicar que más que expresión de respaldo a la MUD, muchos de cuyos candidatos no eran conocidos por los electores, esta votación es la expresión plebiscitaria de un rechazo creciente al gobierno de Nicolás Maduro. [28]. Ver: "Colectivos y organizaciones populares se pronuncian por el caso en Simón Planas", Aporrea, Caracas 3 de enero del 2018. [www.aporrea.org/poderpopular/n319179.html] [29]. La fuente de información de mayor cobertura nacional sobre la situación social del país es la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida de la Población Venezolana (ENCOVI). Es este un proyecto desarrollado desde el año 2014 por un equipo multidisciplinario de tres de las universidades más importantes del país: la Universidad Simón Bolívar (USB), la Universidad Central de Venezuela (UCV) y la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB).
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[30]. ENCOVI, Encuesta sobre condiciones de vida en Venezuela, Caracas, febrero 2018. [31]. CENDA, Canasta alimentaria [http://cenda.org.ve/noticia.asp?id=171]
junio
2018,
Caracas
julio
2018.
[32]. ENCOVI, op. cit. [33]. Cálculos propios sobre la base de: Instituto Nacional de Estadísticas, Indicadores SocioEconómico-Demográfico de Venezuela. Período 2013-2018. Caracas, 2018. Por lo menos hasta julio del año 2018, estos datos no habían sido dados a conocer públicamente por el INE [34]. ENCOVI, op. cit. [35]. Cáritas Venezuela. Monitoreo de la situación nutricional de menores de cinco años. Caracas. enero-marzo 2018. [http://caritasvenezuela.org/wp-content/uploads/2018/07/6to-Boletin-SAMAN-Enero-Marzo-2018.pdf] [36]. Organización Panamericana de la Salud, Organización Mundial de la Salud, Actualización Epidemiológica. Aumento de malaria en las Américas. 30 de enero 2018. [https://www.paho.org/hq/index.php?option=com_docman&task=doc_view&Itemid=270&gid=43437&lang=es] [37]. Organización Panamericana de la Salud, Organización Mundial de la Salud, Actualización Epidemiológica Sarampión, 6 de abril 2018. [https://www.paho.org/hq/index.php?option=com_docman&task=doc_view&Itemid=270&gid=44330&lang=es] [38]. OPS investiga muertes de 53 indígenas por brote de sarampión en Amazonas, Efecto Cocuyo, Caracas, 23 de julio 2018. [39]. Kirk Semple, "En Venezuela, el aumento del sida amenaza a toda una población indígena", New York Times, Nueva York, 7 de mayo de 2018. [40]. ENCOVI, Encuesta sobre condiciones de vida en Venezuela: Educación. Caracas, febrero 2018. [41]. De acuerdo al Director de Asuntos Estudiantiles de una de las principales universidades públicas del país, la Universidad de los Andes, entre el año 2015 y finales del 2017 se produjo una deserción de 65% de los estudiantes, aproximadamente 25 mil
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estudiantes. "En 65% se incrementó en el 2017 deserción estudiantil en la ULA", Analítica, 29 de diciembre 2017. [http://www.analitica.com/actualidad/actualidad-nacional/en-65-se-incremento-en-el-2017-desercion-estudiantil-en-la-ula/] [42]. "Caracas, la segunda ciudad más violenta del mundo" La Patilla, Caracas, 6 de marzo 2018. [https://www.lapatilla.com/2014/01/16/caracas-es-la-segunda-ciudadmas-violenta-del-mundo/] [43]. 35% de los homicidios que ocurren en Caracas son cometidos por uniformados #MonitorDeVíctimas, Efecto Cocuyo, Caracas, 27 de octubre, 2017. [http://efectococuyo.com/principales/35-de-los-homicidios-que-ocurren-en-caracas-son-cometidospor-uniformados-monitordevictimas/] [44]. Keymer Avila, "La represión como respuesta", Contrapunto, Caracas 20 de junio, 2017. [http://contrapunto.com/noticia/la-represion-como-respuesta-142848/]; Keymer Avila, "Las Operaciones de Liberación del Pueblo (OLP): entre las ausencias y los excesos del sistema penal en Venezuela", Crítica Penal y Poder, no. 12, 2017, Universidad de Barcelona. [45]. El gobierno siempre atribuye la causa de las frecuentes interrupciones del servicio eléctrico al saboteo a las instalaciones. Por su parte los trabajadores del sector afirman que se trata de fallas en el mantenimiento. "Presidente de Fetraelec, Ángel Navas, afirma que apagón en Caracas fue por falta de mantenimiento, mientras presidente Maduro asegura que fue ‘sabotaje’" Aporrea, Caracas 1 de agosto del 2018. [www.aporrea.org/actualidad/n329052.html] [46]. "Consultores 21: 4 millones de venezolanos han emigrado en los últimos años", Noticiero Digital.com, Caracas 12 de enero 2018, [http://www.noticierodigital.com/2018/01/consultores-21-4-millones-venezolanos-emigrado-los-ultimos-anos/] [47]. "Tras la finalización del Registro Administrativo de Migrantes Venezolanos (RAMV), que inició el pasado 6 de abril y terminó el 8 de junio, el Gobierno Nacional estableció que, en los últimos 15 meses, debido a la situación de crisis que atraviesa el vecino país, Colombia ha recibido más de un millón de migrantes venezolanos, de los cuales 442.462 son irregulares, 376.000 regulares y 250.000 son colombianos retornados." "Cerca de un millón de venezolanos hay en el país y 442.462 son irregulares", vanguardia.com, 14 de junio 2018. [http://www.vanguardia.com/colombia/435863-cerca-de-un-millon-de-venezolanos-hay-en-el-pais-y-442462-son-irregulares] [48]. Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, Venezuela en emergencia humanitaria compleja. Conflictividad social. Primer semestre 2018, Caracas 12 de julio
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2018. [https://www.observatoriodeconflictos.org.ve/destacado/conflictividad-social-envenezuela-primer-semestre-de-2018] [49]. "Cabello: ANC podría extender su vigencia hasta por cuatro años más". El Universal, Caracas, 30 de julio del 2018. [50]. Gaceta Oficial N° 41.310: Ley Constitucional de Inversión Extranjera Productiva, Finanzas Digital, Caracas, 2 de enero del 2018. [http://www.finanzasdigital.com/2018/01/gaceta-oficial-n-41-310-ley-constitucional-inversion-extranjera-productiva/] [51]. "Así fue el apagón durante IV Congreso [https://www.youtube.com/watch?v=HGXG_77FOsE]
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este
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16/08/18 - www.aporrea.org/actualidad/a267859.html
Julián Assange detenido por policía inglesa luego de que el presidente ecuatoriano Lenín Moreno, violentando la institución del asilo diplomático, lo dejara sin la protección que le había sido dada por el anterior Presidente Rafael Correa
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Nos escriben Guaidó es un títere
Guaidó es un títere.... Cuyos movimientos son predecible puesto que sólo se mueve cuando desde de la Casa Blanca estiran los hilos. El pueblo debe de movilizarse de manera independiente de Guaidó y de los partidos patronales que él representa. A Maduro hay que sacarlo con la movilización permanente de las masas, con una huelga general. Pero... Esto no está en la agenda de Guaidó, que es la agenda del imperialismo norteamericano, puesto que, son sabedores que una vez las masas logren defenestrar la dictadura, impondrá con su lucha conquistas que Guaidó en su plan país, que es la receta del imperialismo, no contempla. Por tanto el pueblo venezolano debe de pensar muy bien pues… En esta lucha entre la vieja derecha genuflexa al imperialismo norteamericano, representada por Juan Guaidó, y la nueva derecha representada por el chavismo-madurismo, camuflajeada de “socialismo del siglo 21”, lo que está en el tablero del ajedrez político de ambos bandos no es ni por asomo una confrontación en función del mejor interés del pueblo trabajador de Venezuela. No, la contienda es por el control de la renta petrolera, por quien la administra, por quien roba más los multimillonarios recursos tanto del petróleo como de los abundantes yacimientos de minerales preciosos. Máximo Rafael Almonte República Dominicana 19-4-2019
Los líderes del BRICS
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Continuidad y Cambio Año 8 Número 118 Mayo 2019