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El caos del desarrollo urbano en México

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Línea 13

Línea 13

El actual caos en el desarrollo urbano en nuestro país tiene origen en la administración federal del presidente Carlos Salinas de Gortari que promovió la modificación a la Ley General de Asentamientos Humanos y al Artículo 115 constitucional. Adicionó nuevas responsabilidades a los ayuntamientos en materia de desarrollo urbano dándoles facultades para que elaboraran y aprobaran con sus cabildos sus propios planes de desarrollo urbano. Una vez aprobados deberán ser enviados al gobierno estatal para se publiquen en el Diario Oficial del Estado y en dos diarios de circulación estatal para que posteriormente se inscriban en los Registros Públicos de la Propiedad y del Comercio. Esto ocasionó que los gobiernos estatales a su vez tengan que actualizar sus Leyes estatales de Desarrollo Urbano. Las nuevas facultades otorgadas tanto a los ayuntamientos como a las entidades federativas modificó la Ley General de Asentamientos Humanos.

CARLOS

COLUMNA INVITADA

Desafortunadamente los poderosos intereses inmobiliarios empezaron a “convencer” a los regidores en los cabildos y a los titulares de las Secretarías de Medio Ambiente estatales para dar paso al desarrollo de vivienda urbana en zonas que no son precisamente las que se deben destinar a estas funciones (zonas inundables, de deslizamientos, fallas geológicas cerros, zonas de recarga de acuíferos o barrancas). Independientemente de que estos intereses han ignorado las áreas reservadas como zonas de conservación, de reserva territorial o ecológica, de acuerdo con los criterios del nuevo ordenamiento ecológico territorial.

Por otra parte, otro cambio sustancial que promovió el gobierno federal de Carlos Salinas de Gortari fue la derogación de la Ley de la Reforma Agraria por la nueva Ley Agraria que fundamentalmente ha permitido privatizar los 30,000 ejidos que tenemos en nuestro país. La figura del ejido fue creada en la administración del general Lázaro Cárdenas del Río, precisamente para garantizar la propiedad social de los mexicanos más vulnerables. Esta nueva facultad permite a los ejidatarios vender sus predios o invitar a otros para ser también ejidatarios para que puedan destinarlos a la construcción de vivienda urbana o infraestructura turística ha colaborado importantemente a este irresponsable caos del desarrollo urbano. Debemos reconocer que este caos es propiciado por el poderoso negocio inmobiliario causando diversos impactos ambientales que destruyen nuestros ecosistemas, alterando el ciclo del agua por la permanente pérdida de corteza vegetal que nos ha llevado a una disminución drástica de disponibilidad de agua para los mexicanos.

•Presidente de México, Comunicación y Ambiente, A.C. Experto en Gestión de Residuos y Cambio Climático. www.carlosalvarezflores.com @calvarezflores

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