Edición 19. Mujeres Tejedoras de Esperanza

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No. 19 | Marzo - Abril 2014

El C

Cali- Colombia

NTUBERNIO

de las cinéticas

¡LA PAZ CON LAS MUJERES Sí VA!


Edición 19: Mujeres, tejedoras de paz Comité Editorial

Comité Gráfico Christian Santacruz Estudiante de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad del Valle, abiertamente homosexual y defensor de los animales. Amante de la música salsa y de los paseos en bicicleta. christian-santacruz@hotmail.com

Melissa R. Molina (Fulgencia Libertaria) Licenciada en Historia, especialista en Gerencia Social y tesista en Sociología. Integrante del Pache Feminista de Crianza y de la Ruta Pacífica de Mujeres. fulgelibertaria@gmail.com Mariposa Brugmansia Estudiante constante y en movimiento, amante de las letras y su poder de transformación. Mariposa libre y de alas rojas, de memoria altiva y digna rabia. mariposabrugmansia@gmail.com DIVERSIDAD Y LIBERTAD EL CONTUBERNIO DE LAS CINÉTICAS es un espacio en el que confluyen diversos sentires hechos letras, imágenes, poemas y canciones; somos una publicación libertaria que valora las múltiples expresiones humanas reconociendo en ellas el poder de unir y transformar vidas y comunidades; de reafirmar y madurar ideas, y de solidarizar al mundo.

Colaboración especial La Furcia Loba caimanera. Algodón de azúcar que se derrite en la boca. Cholado, mil colores para el solecito. Ella es una encrucijada, ella soy yo. La tenue, la difusa, la que se lamenta de un momento a otro porque su vida es un devenir. Electrohembra, sapiensa-cyber. Soy un cuerpo en batalla. Soy la carne disputada, la carne colonizada y la carne somatopolítica libertaria. Tránsfuga de la vida, vida transitada. La que abraza, la que besa, la que arrulla y se deja arrullar. La ida, la que no se concentra y la que finge. Aletosa, dulce y tonta. Torpe y arrebatada. Lo mío es puro teatro… teatro, lo mío es puro teatro. César Osorio Habitante de las redes virtuales, programador, ateo, ingeniero, feminista. Promotor del uso del software libre y del acceso libre al conocimiento. cesarosorio.ie@gmail.com

Si deseas contribuir con artículos, imágenes, opiniones, etc. revistacontubernio@gmail.com o edicion.feministas@gmail.com

Su reproducción es libre y puede hacerse por cualquier medio siempre que se reconozca la autoría de cada escrito.

Contubernio de las Cinéticas

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@el_contubernio


Anaquel - Editorial: Historias, tejidos y alternativas de paz - El Feminiccionario

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- Foto-Relatos: Abrazando el cielo

6 - Feminist-I-ando: Ruta por la paz

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- Libreta Verde: Al menos un beso para la paz y volar entretejidas: reportaje momentáneo

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- Artesanas: El rosario de la guerra

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- Hagamos Memoria: Mujeres cuerpo de resistencia 18

- La Portada: El Cúrcumazo: Aquelarre sonoro 21 - Siembra vida: Paz es buen vivir 26 - Causas y Azares: Mujer, cuerpo y empoderamiento 28 - “Las Otras”: “Tres puntos de suspiros... Cuando una mira atrás, en la frontera 30 - Y es que acaso - Quitémonos los Tacones: Anarkia para amantes

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- Caleidoscopio

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Historias, tejidos y alternativas de paz (Editorial)

Para el mes de marzo nos pensamos un número que hiciera referencia a las mujeres. El contexto del mes y la conmemoración de su día internacional lo ameritaban. Un día tristemente vestido de rosas de plástico gracias al afán del comercio por cooptar cualquier acto y convertirlo en banal y superfluo. Sin procurar sentirnos en el lugar común del activismo, no obstante con la necesidad latente de hacer referencia a un día o a un mes de lucha y resistencia de las mujeres, encontramos el equilibrio desde otra coyuntura que nos afecta como pueblo: la búsqueda de la paz más allá de la firma de los papeles. A partir de esta disyuntiva y desde una multiplicidad de sensaciones nace el nuevo número de El Contubernio de las Cinéticas. Historias de mujeres, expresiones, tejidos, cantos conjuntos, palabras y acciones que desde los andares cotidianos construyen y proponen alternativas de paz. Tenemos así para nuestrxs lectorxs una variedad de textos e imágenes que hacen referencia a esta temática nacida de la conjunción mujer-paz. El rosario de la guerra, Mujer cuerpo y empoderamiento, Abrazando el cielo y Anarkía para amantes, son algunos de los títulos que componen este collage de escritura . La invitación a leer, a compartir, a debatir, crear y soñar con nosotrxs está siempre presente, somos siempre de páginas abiertas para sus letras y apre-

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ciaciones. Queremos también compartir novedades que nos asaltan en el camino del trabajo editorial: • En primera instancia advertir que la Revista El Contubernio de la Cinéticas cuenta desde ahora con su propia página web (http:// revistacontubernio.wix.com/contuberniocineticas), lugar donde no solo es posible obtener de forma libre cada uno de los números publicados, sino que además nos permite un dialogo directo entre la revista y sus manos creativas, con aquellos ojos lectores que nos siguen mes a mes. • Por otro lado, en este intento de construcción colectiva de un proyecto editorial con una periodicidad mensual, hemos descubierto tiempos diversos e inencontrables. De esta manera, colocando como prioridad la calidad de la revista por encima de su periodicidad, a partir de la fecha, la Revista El contubernio de las Cinéticas será de publicación bimensual. Tiene frente a usted el número 19 de la publicación que corresponde a los meses de marzo-abril y espere el 5 de junio el número 20 que corresponde a los meses de mayo-junio. • En el mes de julio cumplimos nuestro primer año como revista virtual y tenemos pensadas algunas acciones a manera de celebración, ya estaremos contando más sobre nuestras conspiraciones. Finalmente despedirnos con la felicidad que nos significa estar una vez más en público, de mano en mano y de forma libre.

Las Cinéticas 5


niccionario

El Femi FEMINISMO: Búsqueda de la igualdad de derechos y oportunidades entre mujeres y varones que parte de reconocer la subordinación y violencias a las que han sido expuestas las primeras históricamente, debido a su condición de género. El feminismo tiene muchas corrientes y dimensiones.

MACHISMO: Violencias sobre la mujer por su condición de tal o sobre sujetos considerados inferiores en relación con los varones (como lxs niñxs); puede ser sexual, física, económica, emocional y psicológica, política y simbólica. Dichas violencias se manifiestan de muchas formas y en muchos casos son toleradas y/o aplaudidas (diferencia de salario entre varones y mujeres, maltrato físico a lxs niñxs, exigencia de la domesticidad en las madres).

CAPITALISMO: Es un orden social y político basado en un sistema económico que se deriva del usufructo de la propiedad privada sobre el capital como herramienta de producción, dependiendo así de un mercado de consumo para la obtención de recursos. El capitalismo es el sistema dominante en la actualidad y se alimenta del libre mercado, la acumulación, la mercantilización y el consumo.

ANDROCENTRISMO: Consiste en conceder a los varones y/o a la perspectiva masculina una posición privilegiada y preponderante en la forma de entender el mundo o los problemas particulares. Entre otras cosas, el punto de vista masculino se ha privilegiado en la historia, la política, la ciencia, la guerra, la familia y la economía.

AUTORITARISMO: Tipo de relación jerárquica entre las personas que se construye sobre la base de un poder impositivo, en el que una de las partes debe asumir sin réplica o posibilidad de conceso las decisiones de la otra parte (la privilegiada por la fuerza, la tradición o el dinero). Esto genera un orden represivo en el que se priva la libertad y autonomía de los sujetos por medios coercitivos. FALOCENTRISMO: Modo de poder sexista basado en la desigualdad entre mujeres y varones, en el que se privilegia simbólicamente falo (pene) y al supuesto poder masculino devenido de él. Visión que sustenta el patriarcado y la violencia machista.

CONSUMISMO: Hace referencia a la acción desenfrenada de acumulación, compra o consumo de bienes y servicios considerados no esenciales para la vida plena, el consumismo representa una importante característica del sistema político y económico que promueve la adquisición competitiva de riqueza basada en la capacidad de compra para consumir y acumular.

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ツ。SALUDO, CARIテ前 Y ESPECIAL AGRADECIMIENTO A

YOMOFRA, DECIDIDA

COLABORADORA DE EL CONTUBERNIO DESDE LA DISTANCIA!



Feminist-I-ando


RUTA POR LA PAZ

Por: Fulgencia Libertaria “No renunciaremos a nuestra aspiración a vivir en un zando y resignificando el lugar de las mujeres en el conmundo libre de guerras, miedos y violencia” flicto, cambiaron el lente que pretendía verlas sólo como (Ruta Pacífica de mujeres) víctimas pasivas de la guerra por el que, aun advirtiendo su condición de víctimas, les reconocía su lugar como La Ruta Pacífica de Mujeres (en adelante, Ruta) surgió actoras sociales y políticas empoderadas en los escenapúblicamente en 1996 con el objetivo de comprender, rios comunitarios y en el proceso de negociación y de denunciar y acabar las graves situaciones que afronta- construcción de la paz en Colombia. ban (y afrontan aún hoy) las mujeres en los contextos de Conformada por una gran variedad de mujeres y orguerra, tanto en las zonas rurales como urbanas. Politi- ganizaciones, la Ruta se perfila como un escenario de

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lucha cotidiana contra guerra pero también contra el sistema patriarcal. Este movimiento de mujeres (organizadas, independientes, lideresas comunitarias, académicas, estudiantes, activistas por los derechos humanos, feministas, profesionales) ha sido uno de los más constantes e intensos en la búsqueda de la verdad, la justicia y la paz; prueba de ello es la recientemente publicada investigación La verdad de las mujeres víctimas del conflicto armado en Colombia que recoge más de mil testimonios y veinte casos colectivos que revelan la crueldad y la gran tragedia que la guerra ha instalado sobre la vida de las mujeres. El reto para la Ruta ha sido grande. Su contrincante es un estado que excluye y aniquila las identidades sociales alternativas1 construidas por las mujeres que crean y demandan soluciones pacíficas pero contundentes a la guerra, la pobreza y la violencia; pilares éstos de un estado capitalista y patriarcal2. En palabras de la Ruta:

un ser-para-otro , por un mosaico de comportamientos que aquí llamamos subyugación servicio; subyugación en el sentido que describe conductas, en este caso, orientadas hacia la enajenación del propio ser para favorecer el desarrollo del otro que intimida, y en ese sentido, es de servicio y se define porque distancia a la mujer del desarrollo de la conformación de un ser-para-sí favorable al desarrollo de sí misma3.

Como movimiento pacifista la Ruta busca la terminación del conflicto por las vías de la no violencia y del diálogo. Como movimiento feminista la Ruta denuncia la violencia y violación de DDH, la inequidad y la desigualdad, la estereotipación y la exclusión que han debido soportar las mujeres en el seno de la sociedad colombiana. Como movimiento social exige un cambio de paradigma ideológico y económico que otorgue - a todas las personas, sectores y comunidades- las garantías fundamentales para vivir una vida digna, libre de violencias y en igualdad de derechos y oportunidades. Como estrategia orientada a la consecución de sus objetivos pacifista, feministas y sociales este movimiento se han propuesto deconstruir los estereotipos acerca de las identidades femeninas -reformulando los roles que tradicionalmente se les han atribuido a las mujeres tanto en los contextos de conflicto como fuera de ellos-, visibilizar el carácter de víctimas especiales de esta guerra en tanto que los actores armados ejercen una violencia sistemática sobre sus cuerpos y sus vidas, y articular ambas cosas en un ejercicio de reflexión y lucha feminista, con la necesidad de transformar política y socialmente este país. Por ello, la Ruta busca incidir políticamente en el ámbito legislativo con el objetivo de obligar a los gobiernos de turno, en un corto y mediano plazo, a incluir el enfoque diferencial y la perspectiva de género en el diseño e implementación de la política pública; y con el

Teniendo en cuenta que se habla de preceptos tradicionales, se puede afirmar que el patriarcado promueve un paradigma de lo femenino que se caracteriza por la formación de

1 Corrigan, Philip y Derek Sayer (2007), “La formación del Estado

inglés como revolución cultural”, en: María Lagos y Pamella Calla (Comp.), Antropología del Estado. Dominación y prácticas contestatarias en América Latina, Cuaderno de Futuro 23, Informe sobre Desarrollo Humano, Bolivia: INDH/PNUD. 2 Patriarcalismo puede considerarse como la institucionalización del poder masculino. Según Rich el poder masculino se ha orientado a negar a las mujeres su sexualidad, imponerles el deseo e impulso sexual hacia los varones, explotar su trabajo y apropiarse de su producción, controlar a sus hijos, encerrarlas físicamente, volverlas objeto de transacción masculina, tachar e impedir su creatividad y marginarlas del conocimiento. Podríamos decir en suma que se les ha limitado la agencia individual y colectiva, restringido su acceso a los aparatos del Estado y se les ha negado su propio conocimiento y hacer. Institucionalización en el sentido de que el mundo material se ha organizado a partir de esta idea de inferioridad y se ha solidificado en leyes, discursos y normas en instituciones reguladas que tienen como fin impactar y controlar un grupo amplio de personas.

3 Ruta Pacífica de Mujeres. Palabras, representaciones y resistencias de mujeres en el contexto de conflicto armado colombiano. Bogotá: 2006, pp. 39-40.

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fin de lograr, a largo plazo, una transformación estructural del estado. En definitiva, si el estado sacraliza, institucionaliza, simboliza y ritualiza las clasificaciones sociales patriarcales4 legitimando un orden androcéntrico, coercitivo y militarista; y la Ruta propone la construcción de una sociedad igualitarista, libre y pacífica, entonces ésta última se constituye en una propuesta de revolución feminista del estado y de la sociedad a gran escala. La Ruta no se limita a las fronteras pragmáticas de la guerra: la Ruta irrumpe contra su génesis y su sustento.

• CORRIGAN, Philip y SAYER, Derek. (2007), “La formación del Estado inglés como revolución cultural”, en: María Lagos y Pamella Calla (Comp.), Antropología del Estado. Dominación y prácticas contestatarias en América Latina, Cuaderno de Futuro 23, Informe sobre Desarrollo Humano, Bolivia: INDH/PNUD. • GARRIDO, Hilda Beatriz. “Identidades de género, prácticas y significaciones”, en: Guardia, Sara Beatriz (Comp.) I debates teóricos en la escritura de la historia de las mujeres en América Latina: el retorno de las diosas. Centro de estudios de la mujer en la historia de América Latina Cemhal: Perú, 2005, pp. 45-76. • RUTA PACÍFICA DE MUJERES. Palabras, representaciones y resistencias de mujeres en el contexto de conflicto armado colombiano. Bogotá: 2006.

BIBLIOGRAFÍA 4 Corrigan y Sayer (2007)

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Libreta Verde Reportaje

AL MENOS UN BESO PARA LA PAZ Y VOLAR ENTRETEJIDAS: REPORTAJE MOMENTÁNEO Por: Ange La Furcia

Un par de hechos han arrojado un buen puñado de colores para hablar de paz por estos días. El pasado 19 de febrero, en el auditorio Jorge Isaacs de la Biblioteca Departamental, se llevó a cabo el lanzamiento de una creación que por su envergadura no puede ser codificada en alguna forma, cuya exposición rebasa cualquier posibilidad de decirlo claramente y cuyo sentido desborda lo nombrable. Con el rostro de una mujer dibujada y desdibujada, pintada de colores como trasfondo, la Ruta Pacífica de las Mujeres nos entrega entre manos, algo que ni nuestras manos pueden sostener. Lleva por título “La verdad de las mujeres. Victimas del conflicto armado en Colombia. Informe de Comisión de Verdad y Memorias”. Un trabajo que no es uno, sino múltiple, recopila y pone en escena un conjunto de testimonios y casos de mujeres víctimas del conflicto armado en Colombia que narran a través de metáforas y palabras encarnadas el millar de sucesos que parecían no tener voz ni eco en un escenario de disputas por la paz. A raíz de un proceso arduo de investigación, de conversaciones incesantes entre mujeres de distintas procedencias comunitarias en el país, se rememora, se cuenta, se reconstruye la historia violenta nacional con una escritura cargada de creatividad feminista. El proceso colectivo se sostiene por un histórico desarrollo del movimiento de mujeres en el país con sus articulaciones tentaculares regionales y locales que ha repensado las maneras de crear la paz, de sostener la existencia humana y construir el tejido social. Este llamamiento se repliega en ecos en un momento donde se debaten los acuerdos para la consecución de la paz y el cierre del conflicto armado colombiano. Entre negociaciones masculinas, retumban los susurros contestatarios

de las mujeres. La presentación en Cali se unía a una serie de exposiciones en otras latitudes del país donde la Ruta Pacífica de las Mujeres realiza sus actividades. El auditorio parecía no cumplir con su destino arquitectónico. Al evento le era chico, inmensurables se vuelven los espacios cuando no cumplen su cometido. No había manera, el espacio era otro. Colores, pétalos de rosa, escarcha, velas y fuego. Un escenario ritual de resignificación. La simbolización del duelo. Las lágrimas. Una a una las palabras de las expositoras iban entretejidas de su sabiduría sobre el tema. Todas entremezcladas en el conocimiento popular de sus vivencias, de su experticia académica o su militancia feminista. Desde el público tres mujeres tras el velo oscuro de la agonía, capturaban la mirada en intermedios para tomar un respiro sigiloso. La presentación de “La verdad de las mujeres” es una provocación. Su lectura, más allá de cuántas páginas sean, es una exigencia ética. Mientras algunas mariposas aguardaban en cada uno de los puestos del auditorio, una mariposa volaba, petulante entre nuestros oídos, retumbándonos la esperanza de vivir en paz. No hay mariposa que no vuele sin caer. No hay mariposa que no logre su color sin el negro de las injusticias y el blanco de la libertad… Cuando la calma ya había tenido risas, más mujeres se sumaban un mes después en un encuentro de Mujeres por la Paz. Como si fuese una manada de brujas que van a su retiro en las afueras de la ciudad, más de 20 o 30 mujeres nos reunimos para compartir nuestras experiencias organizativas en la hacienda “Los mandarinos”. La iniciativa fue dinamizada por la Colectiva Feminista Féminas Festivas. Nuestros propósitos avanzaban en

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presarse el 29 de marzo en la tarde de la calurosa y ventilada Cali, a la sombra de Doña Jovita, ella siempre tan presta. Una mesa de radio, un mapeo de actividades de las y los transeúntes, una performance de la Bruja Blasfémina, la Estación Travesti de besitos “Muak”, una discusión sobre si “¿votas o botas?”, una presentación de breakdance de Soyla Crew y un deleite de rapeo con Soyla Crew. Un conjunto de propuestas abigarradas. La tarde fue noche y entre los sonidos, diversos parches se acercaron para tomarse como un juego solidario un espacio de encuentro. Siempre hay manera para dejar que el viento no sólo ventile, sino que articule, al menos temporalmente. Si vuelan mariposas, al menos un beso entre nosotras, entretejidas, nos hace suspirar la paz. Si las mariposas ya no lloran, sino que ríen, quizás haya momento para descansar.

el reconocimiento de nuestros trabajos como mujeres, que en nuestros lugares individuales y comunes reflexionamos y realizamos prácticas para construir la paz. Desde actividades basadas en la apropiación del espacio-naturaleza: los cultivos, la olla comunitaria, la cocina colectiva, el fuego compartido, las risas solidarias, hasta los porros abrazados, nos reconocimos un poco entre nuestras infinitas diferencias y nuestras posibles articulaciones. Y devino propuesta encarnada, materializada en la idea de producir piezas comunicativas que expresaran juegos y propuestas para hablar de paz. La creación: “El Curcumazo, haciendo Rizoma”. Nuestro apasionante aquelarre de gozadera radiofónica tuvo manera de ex-

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Foto-Relatos ABRAZANDO EL CIELO Por: Melissa R. Molina

Para: Jamabeto, litos de maduro con carne, encendió la tv y se recostó en el soñador que prefirió las estrellas. el sofá de la sala junto a su madre y su padre que estaban dormitando. A su madre le había besado la frente y a su Cuando se hubo bajado del muro constató que tenía padre tocado la calva: quería mucho a sus viejos, como los brazos hechos hielo y las piernas entumidas. Había les decía, y le gustaba compartir con ellos así fuera todos pasado tres o cuatro minutos abrazando el cielo mien- apretujados en ese sofá pequeño de su sala. tras soñaba que volaba y había olvidado por completo a - ¡Lucio! –gritó con suavidad un amigo que lo llamaba sus amigos que instalados a sus espaldas, sobre el suelo desde el antejardín- vení a ver este espectáculo. frio de aquel edificio en obra negra, discutían sobre las Lucio se incorporó lentamente para no despertar a sus probabilidades de la reencarnación. Por supuesto que padres, les echó una cobija encima, tomó de nuevo su Lucio no tenía dudas. La naturaleza claramente lo expli- llavero, la correíta de Ónix y salió a la calle. Se dirigió caba: el agua dejaba de ser agua y se convertía en vapor, junto con su compañero al parque que quedaba a un par los desechos en abono y la amistad en amor, ¿quién po- de cuadras de su casa, se tumbó sobre el pasto húmedo y dría negarse ante tales certidumbres? extendió sus brazos para asir el cielo. Hacía unos meses él mismo había verificado aquella Que verdadero espectáculo era aquel firmamento, hipótesis. Un día mientras caminaba por un sendero pese a la lluvia ligera pero obstinada que había concluique le conduciría a su casa, luego de pasear a Ónix su do hacía pocos minutos dejando las calles y los árboles perrita y compañera, se había encontrado con un grupo de personas reunidas en círculo. Sentado junto a los demás un tipo joven de cabello desgreñado y barba poblada vociferaba algo sobre la libertad de “nuestra América”. Llevaba una boina terciada sobre su cabeza y fumaba un habano. Luego de un buen rato de estar hablando le dijo a sus acompañantes que podrían “morir las personas, pero jamás sus ideas”. Lucio supo de inmediato de quién se trataba y aprobando sus palabras prosiguió su camino. Había llegado a su casa a las ocho de la noche con el cuerpo cansado y el estómago hambriento. Luego de haberse bajado del muro aquella tarde había ido a sentarse junto a sus amigos que aún no llegaban a una unanimidad: les tomó dos horas más ponerse de acuerdo y fue Lucio quien facilitó las cosas al contar su travesía de hacía meses por el sendero. Después de comer unos paste-

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relamidos y temblorosos, el cielo estaba despejado y rebosaba de estrellas. ¡Le encantaban! Otra demostración más de la infinidad del mundo que como una espiral lo contenía todo y lo transformaba hermosamente. El universo no era lineal ni vertical como la mayoría suponía y por eso era una fuente inagotable de nuevos retornos en las formas más sorprendentes e insospechadas. «El pasado siempre nos lleva la delantera», reflexionó estirando aún más sus brazos para poder contenerlo todo. - A veces pienso que la vida no tiene un rumbo –le dijo a su amigo, que asintió en silencio. ¿A dónde vamos cuando estudiamos o trabajamos? Le preguntó mirándolo con persistencia pero aquel no supo responderle, comprendía que no era un comentario trivial pues aquella duda sobrepasaba lo obvio, «los poetas nunca hablan por hablar» había pensado para sí mismo. Aun así le respondió tímidamente, -¿Al éxito? ¿A hacernos gran-

des?-Algunos minutos pasaron antes de que Lucio indagara de nuevo: -Y eso, ¿a dónde nos conduce?-. Aquella ya no era una pregunta y ambos los sabían, así que decidieron quedarse en silencio prefiriendo el éxtasis de las estrellas a la angustia del vacío. Lucio cerró los ojos e inhaló hondamente el rocío de la noche. En su propia oscuridad pudo visualizar un firmamento perfecto «cuántos astros, cuántas maravillas», pero al cabo de un tiempo, imposible de medir con las manecillas de un reloj ordinario, debió abrir sus ojos pues aquel resplandor se le antojó imposible. Constató que aún era de noche y que sobre su cabeza estaba aquel domo celeste, oscuro, profundo y titilante, «quizá las estrellas tengan la respuesta, ancestrales y distantes lo ven todo; contienen el secreto efímero y trascendental del universo» pensó para nuevamente tenderse sobre el suelo llano y húmedo con sus brazos extendidos.

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Hagamos Memoria MUJERES CUERPO DE RESISTENCIA Ser mujer: vienen a la mente todas aquellas cosas que en el universo evocan feminidad. Pienso a la mujer desde mi condición de ser y sentirme mujer, de sentir esa fuerza de mi madre y mis abuelas. Pienso en todas las mujeres que me rodean, en todas las mujeres colombianas, que recuerdan lo que es la lucha y la tierra. La mujer como la tierra que la ampara la luna. Pienso a la mujer como mar y líquidos de vida, porque es leche, es amniótico, es un acuario. Recuerdo a aquellas mujeres que viven junto al mar o a los grandes ríos, mujeres danzantes y seguras y que conocen de las aguas, de las mareas, de los oleajes del camino. Mujeres que he conocido, que me han alimentado el cuerpo y el alma a través de relatos, encuentros e indagaciones. Por estos días en los que se acerca el 8 de marzo es propicio hacer memoria de aquellas mujeres que dan vida a la esperanza y a la lucha. Recordar a nuestras mujeres que diariamente, con cada nueva luz del sol, viven sus vidas alrededor de un sentido y con su sangre recuerdan el poder de la madre naturaleza sobre nosotras. Es necesario recordarlas y recordarnos, para no olvidar y también para decir nunca más a todos aquellos actos que han victimizado la mujer. ¡Recordarnos mujeres! para liberarnos de la exclusión, la estigmatización; de cualquier tipo de violencia. Por estos tiempos en los que también se habla de paz, una paz que se negocia entre los hombres, es necesario luchar para que no sea una paz de escritorio, sino una paz que involucre holísticamente el conocimiento y la experiencia de las iniciativas de paz del país,

muchas de ellas forjadas por mujeres, mujeres que han alzado su voz aun después del dolor para renunciar a la violencia en sus territorios y cuerpos. Que la coyuntura del 8 de marzo nos permita alimentar el reconocimiento de las mujeres que en la selva y la

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ciudad han sido víctimas de la violencia y que desde sus territorios se impulsan con su poder y fuerza interna para resurgir entre la maleza que deja la tragedia. Somos mujeres del trópico enlazadas por resistencias ancestrales, por tejidos, por

mantas de grandes ríos. Hacer consciencia de la vida de las mujeres colombianas, de su anclaje al territorio, de su conocimiento, de cada acto que nos ha vulnerado para no repetirlo, para ser solidarias y no atacarnos entre nosotras mismas con prenociones. Tenemos la fuerza de la selva que arropa nuestro territorio y el territorio es tierra y la tierra es madre, vida y luz. Pongamos mujeres y hombres, nuestro empeño para contar y saber de mujeres que han resistido a la violencia como lo son las Mujeres Wayuu, de la Alta Guajira, las mujeres de Bojayá, del Atrato, las mujeres del Placer Putumayo, las mujeres de los Montes de María, las mujeres de Trujillo Valle del Cauca, las mujeres del Urabá Antioqueño. Conozcamos de sus obras aprendamos de sus experiencia, aprendamos a hacer paz. A ellas y a todas las demás que construyen paz hace años en Colombia, desde antes y después que la violencia permeó sus territorios, cuando cantaban, cuando bailaban, cuando tejían desde antes, todo para contar y romper silencios, para liberarse de las opresiones. A todas ellas por ser guardianas de la memoria, por permitirnos a nuevas generaciones recordar sus saberes, a todas nuestras mujeres que reivindican en nuestra imaginación la luz y la fuerza, a todas mujeres felices días y que sigan danzando con sus cuerpos llenos de resistencia. Caro Poe. Estudiante de Sociología Universidad del Valle

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Artesanas EL ROSARIO DE LA GUERRA Por: Fulgencia Libertaria

Llegan con las cuentas de la guerra entre sus manos. Una a una van pasando entre sus dedos sus plegarias que ojos sin oídos y oídos sin ojos les reclaman. ¿Cuántas cuentas mal contadas has pasado entre tus dedos? ¡Vuelve y cuenta! Y van llegando con sus cuentas en sus manos. Sordinas al corazón que va rosario entre las piernas. Guijarros duros, difunto en lecho de hojarasca, catrecillo sin dolientes. Y una a una van pasando al funcionario cada cuenta ensangrentada.

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¿Cuántas cuentas mal contadas has pasado entre tus dedos? ¡Vuelve y cuenta! Una, dos, tres, es un cuento mal contado. Y van llegando con las manos enredadas por las cuentas, ya maltrechas y callosas por las cuentas mal contadas. Pero el hilo del dolor aun no las deja, las aprieta. ¡Vuelve y cuenta! ¿Cuántas cuentas mal contadas has pasado entre tus dedos?


La Portada


EL CÚRCUMAZO AQUELARRE SONORO

(Crónica sensitiva del “Encuentro de mujeres expresándose para la paz” realizado entre el 31 de enero, 1 y 2 de febrero de 2014 entre las hermosas montañas del corregimiento de la Paz) Por: Alicia País

La colectiva Féminas Festivas una vez más convocó al aquelarre. 30 mujeres en encuentro sonoro fuimos reunidas para conspirar, conocernos, redescubrirnos, para construir, hacer radio y cantarnos, preparar deliciosa comida, discutir sobre la alimentación, cosechar y sembrar. Las Féminas Festivas trabaja desde el año 2008 en procesos de comunicación y género, caracterizándose por su creatividad y alegría con tono rebelde, ellas han querido iniciar el año con la realización de un encuentro de

mujeres que desde sus muy diversas ideas, creen en el buen vivir, en la vida, el amor, la solidaridad y la libertad. Puntos en común que a mi parecer, nos convocan a la construcción de nuevas formas de relacionarnos con la vida. Con el apoyo del Fondo Lunaria, “Una organización feminista creada por mujeres para el fortalecimiento de las organizaciones de mujeres” y por medio su convocatoria, “Mujeres jóvenes y paz” en la cual participaron 82 organizaciones y colectivos de mujeres, y de las cuales 7

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fueron escogidas para el desarrollo de sus propuestas en torno a la mujer y la paz. -La intención es hacer una creación radial, tratar temas varios que nos son afines sobre nuestras realidades y contextos: Rizoma, comunidad, seguridad/soberanía, antimilitarismo, no violencia, patriarcado, feminismo, ciudadanía y activismo.- Un campamento pensado en la unión para la creación desde la diversidad. -Nos reuniremos alrededor del trabajo del huerto, la cocina y la palabra. Juntas por grupos en talleres de trabajo y aprendizaje, y todas revueltas en mesas de radio-asamblea, expresaremos nuestras propuestas inquietudes y criticas por aquello que llamamos paz.- Nos proponen estas mujeres. Ya hecho el llamado nos fuimos encontrando una cantidad de mujeres de expectante sensualidad dispuestas a crear, bello es el encuentro femenino, blasfemo y conspirativo, sincero, político en su hacer. El corregimiento de La Paz fue nuestro destino, quien sabe que conjuros por ahí brotaron para tal acierto, cuando expresarnos para la paz era el llamado inicial. ¡Que vientos montañeros de frío y eucalipto! y bienaventurados los cabellos que volaron libres como nuestras ideas. Ese viernes 31 de enero fuimos recibidas entre canciones y danzas, prontamente nos vimos sumergidas en una rueda de cantos a la tierra, al viento, al amor y la creación. Levantamos el campamento, comisión cocina, prender el fuego, el porro, ponerse los sacos. Música. Hace frío. Mucho. Una cantidad de rituales, cantos y simbologías nos acompañaron todo el camino, haciendo

de la espiritualidad ese lugar explicito de los encuentros de mujeres, nos fuimos acercando desde la convivencia, desde la cocina y el conversar en la intimidad. -A veces algunas cosas opacan otras y algunas cosas son de vital importancia para el conocernos de manera más profunda, cómo presentarnos y hablar sobre nuestros procesos en el momento de apertura del evento. Eso hizo mucha falta al inicio del campamento- Dicen algunas voces desde una mirada reflexiva posterior al encuentro. La presentación inicial estuvo mediada por un sinnúmero de acciones simbólicas, un ritual de apertura y limpieza, la entrega de unos bellísimos regalos y la lectura de

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los signos mayas de cada una de las convocadas; faltó es cierto, hablar un poco sobre nosotras, pero ya los espacios de otras maneras se abrirían. Acampamos todas sobre esa montaña bajo el cobijo de los arboles ácidos y jugosos de la finca “Los Mandarinos”, lugar que nos brindó el calor, el fuerte viento, el fuego y la cocina. Una huertica con olor profundo a cúrcuma, orégano, tomillo, y ganja (recuerdos que agúan la boca). Surco el perro zapatista acompañó vigilante la feminidad reunida. Sábado por la mañana, el primero del mes más corto, el primer amanecer de todas estas mujeres juntas, chicas de Feminal Crew, Noís Radio, Incinerante, La Ruta Pacifica de Mujeres, Fundación Mavi, Círculo de Mujeres, Ecolprovys y demás invitadas fuimos despertando entre el frío y el sol. Dos grupos de trabajo práctico se definieron en las mañanas del sábado y el domingo, cada una escogió su lugar en el campamento, unas a la fogata, otras a la mesa de radio permanente que se instaló al lado del fuego central, otras a filmar y tomar fotos, otras a grabar y a entrevistar, cada cual fue según sus instintos al lugar

más cómodo para trabajar. 1. La cocina. La invitada especial al fogón fue la Quinua, alimento ancestral, rico en nutrientes y símbolo de resistencia en los pueblos del sur del continente, aunque al ser “los Mandarinos” tierra guardiana de la Cúrcuma, ésta también se hizo presente en nuestra dieta vegetariana casi vegana y muy completa de esos tres días. 2. El huerto. La cosecha de mandarinas, naranjas y limones fue la prioridad, -todas a trepar árbol y a chupar mandarina recién cosechadita que así es que es rica- Dice alguna mujer sabia. Minga pal huerto, desyerbar, limpiar terrenos y hacer eras. Sembrar cebollín, frijol y algunas albahacas. En ambos escenarios se dieron conversaciones sobre la soberanía y la seguridad alimentaria, sobre los alimentos sanos, los transgénicos y la agricultura orgánica, el estilo de vida, el consumo, expresiones para paz, desde el hacer, en el hacer. Mesa de radio constante -La radio es una plataforma de diversión, si la radio no nos divierte mejor no la hagamos- nos argumenta entre sonrisas una compañera, para qué más incentivo. La radio comunica, trasmite, expresa. Plenarias en las tardes con una cantidad de temas que se tornan centrales, importantes, necesarios. Algo de misticismo y espiritualidad, cuestionamientos y diversidad de sentires. Paz y feminismo se tomaron la palabra y habitaron el espacio del debate y la escucha, luego de algunas charlas algo extensas sobre “La danza de la luna” y actividades similares en cuanto a las prácticas espirituales.

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Hubo fiesta también, habitar entre mujeres es una invitación a la festividad, y así compartimos las noches de ventiscas, se bebió chicha y el humo se sumó a la celebración. Karaoke, danza, juegos y sonrisas amanecieron con esas trasnochadas felices que éramos nosotras. Tantas mujeres juntas en el compartir de las ideas es contraproducente para una sociedad patriarcal, un caos que nos encanta. Nos despedimos también en ritual, de la mano de nuevas amigas que construyen juntas, nos despedimos alrededor del fuego y con la cosecha en las manos, con el corazón palpitante de inquietudes, de nuevas ideas, con el animo latente por otros encuentros, por más unidad. Dejamos la Paz montaña arriba y nos fuimos para Cali contagiadas del crear, de la necesidad intacta por actuar, comunicar, transformar. En el mes de febrero otros encuentros se fueron dando al calor de la ciudad, de esta Cali caliente que nos mantiene vivas entre el movimiento y el letargo. Nos se-

guimos conjuntando para reflexionar sobre el encuentro y sobre nuestro quehacer con la radio, con la siembra y la cocina, para continuar en aquelarre permanente de intercambio y creación. -Lo mejor del encuentro es lo que nos propone en el ahora, un camino por construir luego de convivirnos, un verdadero objetivo muy trascendente brota de todo esto: el rizoma, que cómo la cúrcuma se reproduce entre brazos y nodos que se expanden y contraen al ritmo de la comunidad- Una toma a la ciudad es la próxima estación, llevar la radio a las calles, enfiestar desde la feminidad y el feminismo, compartir desde la sonoridad y la sororidad, expresarnos desde el parque y la avenida. Encuentro que tendrá lugar a finales de marzo bajo las faldas de Jovita Feijoo que se halla entronada en el Parque de lxs estudiantes, espacio para hacer radio y ritual, para participar del mapeo colectivo, de las recetas mágicas de la cocina, del gratiniano, de la música y el danzar. Otra fiesta, otro aquelarre consiente y desmesurado.

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Siembra Vida PAZ ES BUEN VIVIR

(Reflexiones propias de un país en guerra) Por: Alicia País “José Arcadio Segundo no habló mientras no terminó el café. -Debían ser como tres mil- murmuró. -¿Qué? -Los muertos -aclaró el-. Debían ser todos los que estaban en la estación. La mujer lo midió con una mirada de lástima. ‘Aquí no ha habido muertos’, dijo. ‘Desde los tiempos de tu tío, el coronel, no ha pasado nada en Macondo’. En tres cocinas donde se detuvo José Arcadio Segundo antes de llegar a la casa le dijeron lo mismo: ‘No hubo muertos.’” Gabriel García Márquez. “Cien años de soledad” Nacimos entre el aroma a violencia, nos invade enfriandonos el oído noche tras noche e iluminando nuestros amaneceres desde la montaña y el río, desde el valle, la selva, la playa y la ciudad, guerra, lucha y desparpajo nos constituyen como habitantes de este país que nos vio nacer en su estado alterado de crecimiento como nación. Ninguna historia nos absolverá, ya el pasado se ha convertido en recuerdo, o en ese olvido en que tal vez nos convertiremos. Curiosa la historia que se nombra desde el atropello, historia de infamias que se ennegrece e invisibiliza de la mano de los poderosos. Cuenta la historia de esta Colombia todavía colonizada, que hubo guerras en el pasado, dignas tal vez de significar su nombre, la guerra de los supremos, la de los mil días, la de independencia; pero extrañamente a

este violento conflicto que nos ha visto nacer, crecer y morir en los últimos 70 años, han optado por llamarlo de formas indirectas como “La violencia” o “El conflicto interno”, nunca guerra. Lo que no se nombra no existe, dice un viejo refrán; Pero la historia maldita no podrá negar los muertos que estas tierras se silencian. La guerra nos ha constituido y de ella hacemos parte muchxs, como consecuencia de sus intereses, la violencia cómo mecanismo de control ha persuadido a estos pueblos al abandono de sus tierras, la guerra ha sido la mejor excusa para los atropellos a la vida digna. Entonces, el narcotráfico, las guerrillas, las pandillas, la violencia se presentan como actores de la guerra, cuando en realidad son consecuencia de la misma, que en el fondo es un invento clave para la apropiación de las riquezas por parte de una clase social específica, hace tiempo que la guerra ha dejado de ser una lucha de dos bandos por algún poder político, la lucha ahora no es por el poder sino por la dignidad, la justicia; es evidente que la guerra es un negocio rentable que permite por sí mismo el apoderamiento de las tierras, la intervención internacional, la justificación de la muerte a favor del beneficio de una élite que controla e impone el sistema político y económico. “La Violencia de los años cincuenta, una de las más escalofriantes guerras nacionales, sólo tuvo como ejecutores a los pobres de ambos partidos que nada tenían que ganar en ella. En adelante, la guerra fue entre fracciones del pueblo fanatizadas por la dirigencia, o entre el Estado y unos

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insurgentes a los que casi nunca se reconoció la condición de interlocutores, a los que había que exterminar porque no representaban ninguno de los valores que la élite estaba dispuesta a respetar”. (William Ospina, Pa que se acabe la vaina) La violencia ha sido respuesta de varios sectores, la violencia se ha organizado se ha democratizado, se ha convertido en el pan de cada día. Me niego a creer que paz es lo contrario a guerra: “La paz se ha definido en ocasiones como la ausencia de guerra, sin embargo no es solo la ausencia de ésta, sino de cualquier tipo de violencia, de la cual la guerra es solo una manifestación más” (María Carmen Albert Guardiola, El conflicto en Colombia ¿Es posible la paz?) Lo contrario de paz no es guerra, es egoísmo: “El verdadero nombre de la paz es dignidad de los ciudadanos, la confianza entre los ciudadanos, el afecto entre los ciudadanos. Y donde hay tanta desigualdad, y tanta discriminación, y tanto desprecio por el pueblo, no puede haber paz. Allí donde no hay empleo difícilmente puede haber paz. Allí donde no hay educación verdadera, respetuosa y generosa, qué difícil que haya paz. Allí donde la salud es negocio, ¿cómo puede haber paz? Donde se talan sin conciencia los bosques, no puede haber paz, porque los árboles, que todo lo dan y casi nada piden, que nos dan el agua y el aire, son los seres más pacíficos que existen.” (William Ospina, Oración por la paz.) La paz es entonces otro sentir, es vida digna, buen vivir. La paz es la absolución del hambre, es salud y no

muerte como respuesta, es educación y no ignorancia como antídoto. Pero ahora la paz resuena como campanas de algún convento alborotado cuando el estado y las FARC deciden negociar. La comida no se negocia, tampoco la vida, ni el agua, la vivienda, la familia; dejar las armas, dar un vuelco a las formas de lucha puede ser parte del camino,o tal vez no; Es necesario decir que no ha sido la guerra la que nos impuso la ley 100, ni la ley 30, ni agro-ingreso seguro, ni las extrañas políticas de movilidad, etc. Han sido gobiernos que generan violencia con sus políticas de hambre, allí no hay nada parecido a la paz. Colombia se presenta como uno de los laboratorios más eficientes del neoliberalismo, luego de poco más de medio siglo de guerra interna, busca como parte de su estrategia política lograr la paz en su territorio, pues es evidente que las luchas armadas y el síntoma de la guerra está generando ciertas complicaciones para el buen desarrollo de los proyectos extrativistas de las transnacionales, dicho esto en otras palabras, la inversión extranjera necesita la paz para el óptimo desarrollo de las políticas neoliberales; antes necesitó también de la guerra y por ello su fuerza militar ha contado siempre con el apoyo de la inversión extranjera. Así funcionan los laboratorios. Nuestro pueblo no puede sentarse a esperar a que llegue la paz envejecida, es necesario sembrar paz para que la paz florezca, pero traducida en buen vivir, en no violencia, en salud, educación y hasta en poesía. No necesariamente como antónimo de guerra, como ausencia de armas.

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Causas y Azares MUJER, CUERPO Y EMPODERAMIENTO Por: Esther Pineda G

Las mujeres se ven obligadas en general (y salvo la liberSomos participes y espectadores de un complejo sotad que puede darles una situación como la de cortesana) cietal cuya estructura organizativa posee una doble moa constricciones extremadamente estrictas (…) Se trata de ral, donde “la concepción tradicional mantenida de la una moral de hombres: una moral pensada, escrita y ensefeminidad, se ha caracterizado por una ambivalencia arñada por hombres y dirigida a los hombres, evidentemente quetípica de la moral y la naturaleza de la mujer; entre la libres. Por consiguiente, moral viril en la que las mujeres feminidad sagrada/la diosa perdida, entre el pecado/la sólo aparecen a título de objetos o cuando mucho de comredención, la penitencia/la virtud, la santa/la pecadora, pañeras a las que hay que formar, educar y vigilar. (Foula pudorosa/la libertina, la madre/la prostituta” (Pineda, cault, 1998, p. 24) 2011, p. 40). A las mujeres se les niega sistemática y repetidamente En nuestras sociedades, el ser y quehacer de las muje- a lo largo de las distintas etapas de su vida el derecho a res se desarrolla en torno a lo permitido y lo sanciona- ser mujer, conocer y disfrutar su cuerpo, pero al mismo do, pues por un lado: tiempo desde la infancia se les enseña a ser madres y esTodo el mundo está de acuerdo en educarlas in erotics posas, se les convierte en instrumento de reproducción. [en asuntos eróticos] lo más ignorantes que sea posible, y Así mismo, a las mujeres en una estructura social pade proporcionar a su alma una profunda vergüenza ante triarcal, se les exigen pruebas de amor pero se les obliga algo semejante, y la más extrema impaciencia y fuga frente a una situación sobre este asunto. En lo fundamental, solo a cargar solas con esos hijos/as fruto de ese amor sexuaaquí está en juego todo el <<honor>> de la mujer: ¡Cuán- lizado y exigido; a las mujeres la iglesia las condena por to se le perdona fuera de esto! Pero a este respecto, deben usar anticonceptivos y evitar un embarazo no deseado permanecer en la ignorancia hasta en lo más profundo de para luego condenarlas por interrumpirlo, a las mujesu corazón –no deben tener ni ojos ni oídos ni palabras res en nuestra sociedad se les toma por la fuerza, se les ni pensamientos para esto que en ellas es <<maligno>>. abusa, se violan, y además se les condena a rememorar (Nietzsche, 1999, p. 73-74) la vulnerabilidad y la humillación de haber sido violadas Pero de manera contradictoria, por otra parte, se les al obligárseles a tener los hijos de su violador. En otras exige ser seres sexuales, sexualizadas, disponibles para la palabras, en nuestra sociedad las mujeres no tienen desatisfacción del deseo incontenible de los hombres. rechos a ser “un ser”, a ser mujeres; por el contrario, la A las mujeres se les socializa para la virtud, la cual sólo mujer es para hacer, es decir, un simple medio e instrues posible alcanzarla a través de la castidad y la renuncia mento de reproducción. de la sexualidad para el placer, por ello, el privilegio de El condicionamiento de la naturaleza, la capacidad fílas pasiones, el rechazo al pudor, la exploración del cuer- sica y biológica de dar vida, deja de convertirse en una po, su uso como instrumento liberador y la ampliación capacidad para la posibilidad para ser necesariamente de la esfera de los gustos, propuesta por Sade y manifies- una obligación: la mujer debe cumplir con la función ta en extravagantes prácticas sexuales, quedaría en los biológica y social que se le ha asignado, ésta es ser maanaqueles de las prohibidas lecturas eróticas. dre, procrear. De no ser así, la mujer ha incumplido, El placer y goce del cuerpo promovido por Sade pros- transgredido el orden natural, biológico y social, o lo titutifica a la mujer, la demoniza, la convierte en una que es lo mismo, no cumple ninguna función social y mujer inmoral, en una no mujer, de esta forma: por lo tanto carece de valor su existencia.

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La mujer estéril, la mujer que no quiere procrear y la mujer que ya no puede procrear desde esta perspectiva son disfuncionales y prescindibles en la organización social, razón por la cual son frecuentemente desatendidas y obviadas en las políticas públicas.

La atención está permanentemente dirigida a las madres reales y las madres potenciales, es decir, aquellas que aún no son madres pero que tienen la posibilidad o desean serlo en el futuro. Gran proporción de estas madres potenciales son las niñas, quienes se les condiciona desde sus primeros años de vida para el rol que deberán desempeñar a lo largo de su vida, que no es ser mujer sino ser madre. La mujer en nuestra sociedad desconoce el ser mujer, y experimenta el ser mujer de acuerdo a la expectativa social, o sea, el ser madre; pues la maternidad se convierte en sinónimo y expresión del ser mujer, medio único e irrenunciable para la realización de la feminidad. Es en este contexto que enarbolamos el empoderamiento como mecanismo único de la superación de la situación de subordinación de la mujer en la sociedad actual, empoderamiento social, entendido como el poder de cuestionar, decidir y subvertir la expectativa social que sobre la mujer pesa; es decir, el empoderamiento como la capacidad de hacer ruptura, de tomar decisiones capaces de contravenir el orden social establecido. Hacerse del poder de decidir sobre sí mismas, sus cuerpos, su sexualidad, su maternidad, un verdadero empoderamiento que surja como proceso de “deconstrucción del femenino pensado, construido y legitimado desde la lógica patriarcal” (Pineda, 2011, p. 127) aunado a la necesaria e imprescindible redefinición de las concepciones propias y colectivas sobre el ser mujer. Referencias bibliográficas

Foucault, Michel. (1998) Historia de la Sexualidad 2. El Uso de los Placeres. Siglo XXI Editores, Barcelona. Nietzsche, Friedrich. (1999) La Gaya Scienza. Monte Avila Editores, Caracas. Pineda, Esther. (2011) Roles de género y sexismo en seis discursos sobre la familia nuclear. Acercándonos Ediciones, Buenos Aires.

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Las Otras

“TRES PUNTOS DE SUSPIROS… CUANDO UNA MIRA ATRÁS, EN LA FRONTERA” Por: Ange La Furcia

“(…) Quiero la libertad de poder tallar y cincelar mi propio rostro, cortar la hemorragia con cenizas, modelar mis propios dioses desde mis entrañas. Y si ir a casa me es denegado entonces tendré que levantarme y reclamar mi espacio, creando una nueva cultura -una cultura mestiza- con mi propia madera, mis propios ladrillos y argamasa y mi propia arquitectura feminista” A misiá Glorita, a doña Anzaldúa por quererme tanto… Una puede expresarse en sus múltiples excentricidades. “Estarse en un lugar” es ya una ficción aparente cuando nos cuestionamos si realmente estamos donde pensamos estar. Moverse, cruzar fronteras, no tener un rumbo unívoco y predeterminado, aquietarse. La contingencia de no fijarse a nada, o tal vez, inscribirse paulatinamente en deseos y fantasías que dan la sensación de fugacidad. Es allí donde se es posible. Donde situarse fronteriza abre la gama de los itinerarios baldíos, los enlaces colectivos que permiten que imaginemos con certeza, o quizás con dudas, lugares comunes, relativamente estables, relativamente conjugados… La lectura intertextual de sí misma, su evaporación y su enlace con escenarios diluidos, me sitúan desde siempre como una personaje, como una fábula andante, una caminante incansable, así sea en los pasillos más conocidos… Mi cultura, aquella que no es mía sino aquella en la que pertenezco es la que me hace a mí misma cultura. La que me hace sentir los cruces de las fronteras, las pieles y los colores de la resistencia. Me evaporo en la escena cuando ofrezco la capacidad de sentirme en el amor al cuerpo porque es la carne la que sentimos nuestra, la

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que es colectiva en nuestra cultura, la que nos hace sonoras, la que nos hace comúnmente imaginadas. Fugar-me es posible entre historias entrecruzadas. La resistencia cultural se entrelaza con el sentirse libre en medio de gentes que exigen día a día libertad. Ensayar en el escenario de las opresiones y hacer-se política textual, poética viral. Desprender-me del lenguaje académico que me ha formado y la ya habitual palabrería política que una suele usar cuando se vincula a la resistencia, la lucha y la emancipación. Canalizar energías sociales insertas en mí misma. Hacer-me fluir en otras direcciones más íntimas y personales que reconozcan el valor de la cultura en los repliegues de mi aparente interioridad. Es quizás esta mi fantasía, dar la posibilidad de articular-me en la palabra y contar algo que me pertenece y al mismo tiempo es eco de los demás. ¿Qué hay para imaginarse, para rememorarse, para situarse como antípodas, qué hay para emanciparse, qué hay para ficcionar? No sé a dónde llegue el cambio, o si donde le esperemos ocurra. Una posibilidad fugaz, la de sentirse energía. Desprenderse de la lógica de imposición occidental que dictamina cómo respirar, y canalizar dicha/s energía/s en maneras de explicarse a

sí misma. Entender-se en sus recónditas posibilidades y mirar que esta puesta en escena es más colectiva que ninguna. ¡Dejar de verse como extraña! ¡Disfrutar de las posibilidades de ser excéntrica! Las fantasías han sido marcadas como etiquetas posibles de un mercado vaporizado y volátil. Sin titubeos, no nos urge la asignación de precio. Como culturas, más que como una sola, una se vuelca a significar-se porque se encuentra entrecruzada, su origen viene de la herida colonial, del intento de quiebre corporal que no hace sino afirmarla, como excéntrica, a una misma en el conjunto de las privaciones. Fantasear es más que pensarse por una, es desde siempre pensarse por la energía de lxs demás y es allí donde nosotras, aquellas venideras, entrelazamos las culturas. Tal vez una no tenga itinerario fijo, pero tiene la posibilidad de nombrarse libre como mujer, disputándose serlo, como mujer colonizada. Sometida al blanqueamiento y nombrada mestiza, una carga con la herida de la marcación de la “negridad” y la “indianidad”. Cuando una es posible en sus múltiples excentricidades mira hacia adelante pero con la memoria del pasado que quisieron borrar. Tal vez una imagen retorcida de occidente se nos enseñe como nosotras mismas nos enseñamos al lado de la frontera, como borderlands. Soñar-nos en libertades, soñar-nos en esperanzas, en sueños, susurros y respiros… “¡Ay morena, morenita mía, no te olvidaré! Virgen hermosa, ruega por ella Virgen cariñosa, ruega por ella Virgen misericordiosa, ruega por ella.

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Y ES QUE ACASO Por: Nina Queer

Y ¿es que acaso las relaciones de género, políticas, culturales o académicas, importan? Cuando horizontales nuestros cuerpos son igualmente desnudos; ni femeninos ni masculinos, sólo deliciosos trozos de carne; ni de izquierda o derecha, sólo partidarios de estar abajo; ni indios ni negros, sólo sangre suficiente para tocar nuestras siluetas; ni profesores ni estudiantes, sólo sedientos de conocer nuestro próximo movimiento…

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QuitĂŠmonos los tacones


ANARKIA PARA AMANTES Por: Féminas Festivas

Hola, nosotras somos FÉMINAS FESTIVAS y en esta oportunidad queremos contarles de lo que pensamos del amor, de la armonía social y de la libertad. Enamoradas del amor, en nuestras vidas cotidianas hemos experimentado el amor filial1, sororo2, materno3, matrimonial4, libre5, promiscuo6, monógamo7 y otros a los cuales no les hemos nombrado tal vez con la esperanza de que reaparezcan nuevos algún día. Sistematizando esta información y triangulándola sobre lo que teóricas y teóricos dicen sobre el tema, hemos podido recoger algunas apreciaciones que nos llevaron a este proyecto. Proyecto porque queremos proponerle al ejercicio del amor una teoría, vieja, algunas personas dirán arcaica, pero que a nosotras se nos ha antojado propicia. Ahora vamos a tratar (intento, ya que no es fácil y en absoluto nos gustaría resultar diagnosticando formulas políticas a seguir) de explicarles que es ANARQUÍA PARA AMANTES y de una vez contarles nuestra apreciación sobre dichas experiencias del ser, del transitar y del amar. Anarquía De la definición de anarquía podemos decir algo sin temor: hay una acepción del término que es común a los medios de comunicación, a las instituciones estatales y a las monjas de colegios para niñas: es caos, desorden, desobediencia, violencia, disturbio que altera la tranqui1 Familia. 2 Entre mujeres. 3 Reproductivo. 4 Contractual. 5 Sin contrato. 6 Sexual abierto. 7 Sexual cerrado.

lidad pública, exceso, abuso, muerte. Y hay otra acepción más compleja que proviene del movimiento político moderno de la ilustración, y que, debido a lo que estaba pasando, algunas personas empezaron a discutir8; fueron estos críticos quienes acuñaron este término proveniente del griego anarchia que significa sin soberano. Ambas acepciones difieren una de la otra no tanto en su significado sino en el acento y tono moral con el que se hable. Si se estudia la actividad anarquista moderna, con todos sus grandes nombres se puede leer ese mismo planteamiento: desobediencia, caos, disturbio de la tranquilidad pública y muerte. Nos explicamos: Hay un orden establecido tiránico que requiere de desobediencia, que implica caos (ausencia o abstinencia a la norma) lo que perturba la tranquilidad del público (que no se abstiene a la norma, la sigue y como buen cordero, está 8 William Goldwin, Pierre Joseph Proudon, el tan afamado Mijail Bakunin y nuestro querido Trosky.

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tranquilo) y pues aquel cordero que no está tranquilo, el orden tiene maravillosas sofisticaciones técnicas con las cuales o se tranquiliza o se duerme. Y así se puede leer la historia política del siglo XX si se quiere. Bueno, aunque este panorama en la práctica no es tan trágico, no se puede negar que mucho del ejercicio del anarquismo que conocemos tiene que ver con esa inspirada lucha contra el orden tirano y de esa desesperada carnicería del orden contra los desordenados. Nosotras no hemos querido leer los grandes nombres, principalmente porque da pereza y no se nos da la gana; en cambio hemos reconsiderado la definición de anarquía propuesta por una voz menos conocida o por lo menos, menos recontada en los recuentos: Emma Goldman y su ANARQUISMO, LO QUE REALMENTE SIGNIFICA. Para la señora Goldman la anarquía es “la filosofía de la soberanía del individuo. Es la teoría de la armonía social. Es el gran resurgimiento de la verdad viva que está reconstruyendo el mundo y nos anunciará el amanecer”9 Bastante pomposo… Vamos a desglosarle un poquito. Para la señora Goldman existe un orden que impone al individuo una forma de ver el mundo, de ser y comportarse que no son propias de cada individuo (soberano) sino el interés de una clase, una etnia, un sexo que busca la unificación totalitaria de los individuos en perpetua obediencia y buscan el aniquilamiento de toda variación propia de la naturaleza. Este orden represivo debe ser acabado (por la anarquía, por supuesto) a través del respeto propio y la independencia del individuo a toda prohibición e invasión por la autoridad10. Sólo en el ejer9 URL1 http://www.inventati.org/ingoberbables/textos/anarquistas/ ANARQUISMO%20LO%20QUE%20SIGNIFICA%20REALMENTE%20 -EMMA%20GOLDMAN-.htm. 16 de marzo de 2009. 11:06pm. La Brooks y Vampi-Mónica

10 URL1

cicio de la libertad, propone Goldman, de esa libertad auto-determinada que el individuo puede dar lo mejor de sí y eso produciría verdaderos lazos sociales, fuertes y armónicos los cuales son la verdadera base de la vida social norma11. Los términos verdaderos, verdadera, vida social normal y etc., son de Goldman y pues no les tenemos mucho aprecio ya que sospechosamente remiten al orden de lo establecido e impuesto. Pero nos parece que el fondo de la declaración es lo importante y le entendemos así: lo vivo es variable, mutable, cambiante y como seres vivos tenemos la facultad de la auto-determinación. De determinar nuestra mutación de acuerdo con nuestras deseos (necesidades). Si somos capaces de auto-determinarnos, nuestras decisiones y devenires históricos serán los que cada quien quiera, desee. En esta auto-determinación podemos dar lo mejor de cada cual a los demás y por tanto generar mejores lazos sociales. Esta es la teoría de la armonía social, que no impone patrones ni deberes de ser, fuera de los propios, que no tiene jerarquías, que no concibe individuos mejores o peores que otros. Una armonía, una correspondencia entre elementos que se juntan libremente gracias al deseo y se comunican generando un lenguaje propio, cambiante, con movimiento. Flujos y fluidos de esperanza social, posibles, practicables y reales. Para Para es una palabra denominada preposición. Una preposición es una palabra que introduce efectos nominales y causales entre otras palabras y/u oraciones. El efecto que “para” introduce es el de determinar el uso que conviene o puede darse a algo, o denotar la aptitud 11 URL1

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de algo sobre otra cosa, o denota la relación entre una cosa y otra y también puede reemplazar el verbo regalar, obsequiar, entregar a. Por tanto, junta a Anarquía y a Amantes en la medida que, para nosotras, la Anarquía -teoría de la armonía social- puede determinar el uso del amor, denotar la capacidad que tiene el ejercicio del amor de ser armonioso y auto-determinado. Relacionamos Anarquía con Amantes ya que existe ya mismo, en el ejercicio de ciertas prácticas (amor libre, la transgeneridad, la transexualidad, la promiscuidad, la ecología, etc) algo que le es propio y es la autodeterminación de los individuos y la creación de lazos sociales armónicos y fuertes. Y por último la anarquía es un regalo para el ejercicio del amor, un regalo que le libera y le propone armonía, y tal vez felicidad. Amantes Amantes son las personas, animales o seres de cualquier índole que ejercitan el amor. Como el término en inglés, son quienes han caído en el amor. Ser o estar amante es practicar ese sentimiento hacia otra persona, animal o ser de cualquier índole que nos atrae, con quien procuramos reciprocidad en el deseo, nos alegra y nos energétiza. Esa energía, ese apetito sexual voluntario y consentido, se manifiesta pluralmente, puede tener cualquier forma ya que cada ejercicio o práctica del amante es individual, auto-determinada, por tanto única e irrepetible. Siempre, siempre diferente. Nuestra definición de amantes obviamente está altamente influida por nuestra definición de anarquía, no porque sea la verdadera o la real, sino porque es el regalo que hemos querido darnos y darles a quienes les pueda parecer posible. El ejercicio o práctica de los amantes incluye el disfrute, la satisfacción conjunta de todos los involucrados, por tanto el crecimiento conjunto. En este ejercicio nos proponemos como seres de cualquier índole que somos, el placer y la comunicación propios de la actividad erótica. Usamos nuestros sentidos para reconocernos a no-

sotros mismos y al otro tanto en el propio cuerpo, como en el de nuestros compañeros amantes. Biopolíticamente hablando12 nuestros cuerpos y nuestros seres han sido moldeados y definidos por otros quienes nos dicen de la “normalidad” del ser. Médicos, intelectuales, filósofos (no todos, no) políticos, líderes religiosos e ideológicos y demás defienden una “normalidad” que ni siquiera les es propia pero que asumen como reguladora de la vida social y por tanto que evita el caos. Somos mujeres u hombres porque así nos han nombrado y se nos ha propuesto desde esta lógica un ejercicio del amor contractual, cerrado e incluso en algunas tristísimas ocasiones incorrespondido. Nos diagnostican mujeres u hombres a ejercer la heterosexualidad contractual del matrimonio. Cualquier otra cosa, cualquier “anormalidad”, cualquier comportamiento “contra natura” es perverso y por tanto perseguido. Curioso es que la imposición del orden, de la norma (tal vez lo más antinatural que hayamos inventado) no se persiga punitivamente sino a modo de realización personal. Pero a pesar de aquellas personas (a quienes nos atrevemos en nuestra ignorancia estadística a llamar minorías) quienes siguen la norma y se realizan en ella, existen miles y miles de otros seres que no confían en esa definición externa y buscan otra idea en la cual enmarcarse como seres. Existimos las personas, quienes aun habiendo sido asignados mujeres y hombres por imposición, buscamos combinaciones complejas de ambos polos en nuestros propios cuerpos y vivencias. Existimos personas que preferimos una identificación voluntaria con creaciones plásticas propias, inventadas por nosotras y nosotros mismos gracias a la combinación e interpretación voluntarias e históricas de estos polos. Y creemos que estas creaciones plásticas del ser, 12 PRECIADO, Beatriz. BIOPOLITICA DEL GÉNERO. www. beatrizpreciado.com

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nos ha limitado la sexualidad plegándola solamente al sexo y el apetito sexual ha quedado resumido y encarcelado en un contrato genital que tiene por único fin la producción en serie de otros seres que puedan re-producir un contrato con ningún otro fin que el de disponer el orden jerárquico entre los individuos.

auto-determinadas y únicas son validad para vivir. Ahora en este preciso instante, tal vez no para usted que lo lee pero sí para muchos y muchas, esa forma de vida válida es invalidada por la norma y perseguida. Y lo más curioso es que en localidades como la nuestra, esa persecución hace uso de valores que según las monjitas son valores anarquistas: desorden, confusión, perturbación de la tranquilidad y aniquilamiento. No sólo la identificación es importante, sino también las posibles uniones con otros seres auto-identificados y determinados. La combinación propuesta por la norma (hombre-mujer –además en ese orden jerárquicounidos contractualmente) es tan escasa como los polos hombre- mujer mismos. Y eso que tan sólo estamos tomando en cuenta una pequeña porción de las disposiciones normativas, nos quedan por fuera la clase, la etnia, la racionalidad, la espiritualidad, incluso la especie. Se

Este orden impositivo no relaciona comunicación corpórea auto-determinada, es decir, la creación de un lenguaje propio del intercambio corporal, de la unión temporal de los cuerpos. No relaciona tampoco la eroticidad cotidiana, aquella que experimentamos filial o sororamente, con amigas, amigos, nuestra mascota, los pajaritos del árbol frente a la casa, la planta que nos concedió la gracia de crecer en nuestra ventana, todos estos son signos de la armonía social, de la correspondencia erótica, auto-determinada que hace posible el ejercicio de los amantes. Todo esto lo esconde para dejar solamente el sexo reproductor que permite la jerarquía de los seres (primero hombre, después mujer, después aberraciones) y el temor a la muerte. Nosotras queremos anarkía para amar, ningún ser por encima ni primero que cualquiera, nada de amor tragedia que busca al otro como posesión, queremos libre asociación de individuos en erótika solidaria...

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Pomposo, ¿no?


Caleidoscopio EN ESTA EDICIÓN LEYERON A...

Alicia País

Sobre todas la páginas leídas, sobre todas las páginas en blanco. Piedra, sangre, papel o ceniza.

Esther Pineda G. Socióloga, escritora y magister en Estudios de la Mujer. Transfusionadora de género Nina Queer Poetiza furtiva, estudiante de manifiesto. Alicia País

Sobre todas la páginas leídas, sobre todas las páginas en blanco. Piedra, sangre, papel o ceniza.

Caro Poe Estudiante de Sociología - Universidad del Valle.

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