Edición Mayo-Junio #20. Crianza: debates y experiencias

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No. 20 | Mayo - Junio 2014

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NTUBERNIO

de las cinéticas

M IRA LA CO N

El

Cali- Colombia

RTA RT APO DA


Edición 20: CRIANZA: DEBATES Y EXPERIENCIAS Comité Editorial

Comité Gráfico Christian Santacruz Estudiante de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad del Valle, abiertamente homosexual y defensor de los animales. Amante de la música salsa y de los paseos en bicicleta. christian-santacruz@hotmail.com

Melissa R. Molina (Fulgencia Libertaria) Licenciada en Historia, especialista en Gerencia Social y tesista en Sociología. Integrante del Pache Feminista de Crianza y de la Ruta Pacífica de Mujeres. fulgelibertaria@gmail.com

Colaboración especial

Mariposa Brugmansia Estudiante constante y en movimiento, amante de las letras y su poder de transformación. Mariposa libre y de alas rojas, de memoria altiva y digna rabia. mariposabrugmansia@gmail.com

César Osorio Habitante de las redes virtuales, programador, ateo, ingeniero, feminista. Promotor del uso del software libre y del acceso libre al conocimiento. cesarosorio.ie@gmail.com

DIVERSIDAD Y LIBERTAD

Si deseas contribuir con artículos, imágenes, opiniones, etc. revistacontubernio@gmail.com o edicion.feministas@gmail.com

EL CONTUBERNIO DE LAS CINÉTICAS es un espacio en el que confluyen diversos sentires hechos letras, imágenes, poemas y canciones; somos una publicación libertaria que valora las múltiples expresiones humanas reconociendo en ellas el poder de unir y transformar vidas y comunidades; de reafirmar y madurar ideas, y de solidarizar al mundo.

Contubernio de las Cinéticas

Su reproducción es libre y puede hacerse por cualquier medio siempre que se reconozca la autoría de cada escrito.

@el_contubernio

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Anaquel - Editorial: Crianzas, debates y experiencias 4 - El Feminiccionario

6 - Dossier: Gabriel García Márquez

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- Crianza Feminista: Parche Feminista de crianza

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- Feministiando: Es cuestión de instinto? 27 - Libreta Verde: Entrevista fugaz a estudiante de primaria 31 - Hagamaos memoria: Sabemos parir, el parto es nuestro

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- Artesanas: No me digas mujer

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- La Portada: Nuestros cuerpos, nuestras maternidades 43 - Causas y Asares: Criando en las Aulas 47 -Seimbra Vida: ‘Entre la luz y la sombra ‘ 52 - Servicion Obligatorio 54 - Quitémonos los Tacones: Madre no hay sino una?

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- Caleidoscopio 58

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CRIANZA: DEBATES Y EXPERIENCIAS (Editorial)

“El futuro no es lo que esperamos, sino lo que hacemos” Gonzalo Arango

La crianza es el tema central de nuestra edición de los meses mayo y junio, porque creemos que hablar de crianza, pensar en la crianza y practicarla con conciencia es un acto potencialmente revolucionario.La crianza vista desde la transformación de las practicas formales en cuanto a cómo nos relacionamos y cómo nos comunicamos es esencialmente nuestro llamado. Esta edición es un llamado a conversar, debatir y discutir sobre la crianza por fuera de los roles establecidos, los convencionales, los tradicionales y dar una mirada a esos nuevos roles que se reinventan al calor de la búsqueda de nuevas formas de relacionarnos, esa es nuestra mayor intensión. Autoritarismo, conductismo, relaciones jerárquicas, ejercer el poder del fuerte sobre el débil y la educación por contenidos, son parte de las múltiples fallas o errores sistemáticos que como feministas y libertarias encontramos en la crianza actualmente, parece ser, que es el adultocentrismo el eje primario en la educación de niños y niñas en la actualidad que habitamos. Nosotrxs nos soñamos una crianza diferente, nuevas paternidades, maternidades emergentes, sistemas escolares abiertos, reflexivos, incluyentes, formas alternativas de educación. Y tenemos entonces para este número, varias reflexiones sobre la crianza, sobre la maternidad y el sistema educativo, sobre el feminismo y la crianza desde una ideología no dominante, sobre el rol de madre y mujer en la crianza, sobre ésta como elemento independiente de la maternidad. También queremos compartir con ustedes nuestras lectoras y lectores, dos sesiones especiales que tenemos preparadas para este número, ambas hablan el lenguaje de Latinoamérica, son su voz desde las diversidades que la tejen, son realismo mágico ambas y 4


sin ninguna duda. Para nuestra sesión de Sembrando Vida traemos un bellísimo mensaje del Subcomandante Insurgente Marcos del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) de México, es su carta de despedida, su última voz antes de dejar de existir; “Entre la luz y la sombra”, una importante reflexión sobre el mundo que vivimos y las propuestas de otros mundos posibles, un mensaje de esperanza desde y para el pueblo latinoamericano; cómo medio alternativo consideramos que el espacio está establecido para este tipo de publicaciones, que seguramente los medios masivos que sirven al poder harán invisibles. Por otro lado tenemos una edición especial, unas páginas dedicadas a Gabriel García Márquez en el dossier titulado “Una historia de periodismo, exilio y mariposas” en honor a este increíble periodista y literato de nuestro país, tal vez el más grande, o que mayormente nos representa; estas páginas buscan dar cuenta de otra fase de este hombre de letras que ha dejado la tierra para siempre, queremos contar lo que poco ha sido nombrado, el exilio político que lo obligó a morir en tierras ajenas a su cuna. Un homenaje al realismo mágico, un concepto que nos pertenece, que nos representa. Nuevamente felices de estar con ustedes, esta publicación no es posible sin quienes nos leen y aportan con sus documentos, textos, imágenes, reflexiones y poesías. Una vez más está el Contubernio de las Cinéticas en escena para construir en conjunto nuevas miradas de un mismo mundo multiforme y presto siempre a un cambio, esa transformación que colectivamente soñamos.

Las Cinéticas 5


niccionario

El Femi FEMINISMO: Búsqueda de la igualdad de derechos y oportunidades entre mujeres y varones que parte de reconocer la subordinación y violencias a las que han sido expuestas las primeras históricamente, debido a su condición de género. El feminismo tiene muchas corrientes y dimensiones.

MACHISMO: Violencias sobre la mujer por su condición de tal o sobre sujetos considerados inferiores en relación con los varones (como lxs niñxs); puede ser sexual, física, económica, emocional y psicológica, política y simbólica. Dichas violencias se manifiestan de muchas formas y en muchos casos son toleradas y/o aplaudidas (diferencia de salario entre varones y mujeres, maltrato físico a lxs niñxs, exigencia de la domesticidad en las madres).

CAPITALISMO: Es un orden social y político basado en un sistema económico que se deriva del usufructo de la propiedad privada sobre el capital como herramienta de producción, dependiendo así de un mercado de consumo para la obtención de recursos. El capitalismo es el sistema dominante en la actualidad y se alimenta del libre mercado, la acumulación, la mercantilización y el consumo.

ANDROCENTRISMO: Consiste en conceder a los varones y/o a la perspectiva masculina una posición privilegiada y preponderante en la forma de entender el mundo o los problemas particulares. Entre otras cosas, el punto de vista masculino se ha privilegiado en la historia, la política, la ciencia, la guerra, la familia y la economía.

AUTORITARISMO: Tipo de relación jerárquica entre las personas que se construye sobre la base de un poder impositivo, en el que una de las partes debe asumir sin réplica o posibilidad de conceso las decisiones de la otra parte (la privilegiada por la fuerza, la tradición o el dinero). Esto genera un orden represivo en el que se priva la libertad y autonomía de los sujetos por medios coercitivos. FALOCENTRISMO: Modo de poder sexista basado en la desigualdad entre mujeres y varones, en el que se privilegia simbólicamente falo (pene) y al supuesto poder masculino devenido de él. Visión que sustenta el patriarcado y la violencia machista.

CONSUMISMO: Hace referencia a la acción desenfrenada de acumulación, compra o consumo de bienes y servicios considerados no esenciales para la vida plena, el consumismo representa una importante característica del sistema político y económico que promueve la adquisición competitiva de riqueza basada en la capacidad de compra para consumir y acumular. 6




UNA HISTORIA DE PERIODISMO, EXILIO Y MARIPOSAS

GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ


UNA HISTORIA DE PERIODISMO, EXILIO Y MARIPOSAS

GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ

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a imaginación más volátil soñadora y desmesurada de América Latina se entregó al sueño eterno el 17 de abril en México. A los 87 años de vida, Gabriel García Márquez parte sin mayor más adioses de este mundo por el que tanto luchó, por el que tantas letras construyó en sus años de vida. El Contubernio de las Cinéticas quiere sumarse a los homenajes que a su memoria vienen realizándose en todo el mundo, porque no solo compartimos la admiración por su obra, que sin duda enriqueció de manera entrañable la cultura en todo el globo, sino que además le acompañamos en su entrega a una literatura con contenido, crítica de sí misma y sobre todo de su contexto, así como buscamos resaltar de cierto modo su expresión de periodismo militante. Cómo medio comunicativo, alternativo y con posiciones políticas evidentemente antisistémicas desde su sentir más básico y desde una propuesta feminista, crítica y libertaria en un sentido más profundo, en El Contubernio de las Cinéticas consideramos propicio abrir un lugar para hablar sobre Gabriel García Márquez, dada su desaparición física del mundo y por consecuencia su lugar en las letras latinoamericanas. Queremos abordarle desde su lugar como periodista, como un gran impulsor de las letras alternativas, y como un evidente objetor de las políticas de gobierno, queremos sobresaltar su lugar de comunicador, su necesidad de trasmitir otras ideas e interpretaciones de las realidades. Queremos presentar aquí a un Gabo político, un 10


Gabo militante, un actor que desde las letras siempre se manifestó inconforme. Aunque estuvo en la gran prensa, El Espectador y El Heraldo, García Márquez les apostó a los medios alternativos y al periodista como columna vertebral del oficio. Fue cofundador de Agencia de Noticias Prensa Latina, medio comunicativo cubano cuyo enfoque era abiertamente de izquierda. En 1960 publicó en Colombia la revista Acción Liberal que sólo duró tres números. Entre 1974 y 1980 sostuvo la revista Alternativa, donde García Márquez daba tribuna a reportajes y editoriales en favor de Vietnam, Chile y Cuba. Alternativa ha sido una de las publicaciones de izquierda más innovadoras, modernas y revolucionarias en la historia colombiana, significó un giro en la tarea de editar un semanario con una visión diferente del acontecer nacional y mundial, de contra-información frente a los medios masivos de las élites, y con una circulación masiva. Construyó siempre su crítica al poder, su denuncia sobre el abandono, nació desde siempre en él una profunda sensibilidad social, siempre tuvo una mirada crítica del mundo, humanista, sin sucumbir al lenguaje de la propaganda. Por ello lo recordamos, por justo, comprometido y por su lenguaje poético, porque siempre fue poético. Los medios alternativos de comunicación son la respuesta, ese fue un legado que nos dejó García Márquez,

como se sabe, consideraba al periodismo como “el mejor oficio del mundo” y opinaba que el periodismo escrito es “un género literario” más. El suyo no era un periodismo al servicio de los poderosos, pues su instinto poético salvó todo su impulso narrativo. En homenaje a su memoria queremos hacer énfasis en ese Gabo que los medios del país siempre nos ocultaron y que aun ahora siguen negando, un Gabo humanista y entregado a la construcción de otros mundos posibles, un Gabo que hace de la narración poética su mayor arma de denuncia ante los desajustes de sistemas injustos y autoritarios. Por tal razón en este dossier especial publicamos entre otras cosas el discurso que pronunció en la Academia de Letras de Suecia al recibir el Premio Nobel titulado “La soledad de América Latina” una imagen muy reveladora de nuestra América y sus miserias; también queremos compartir una crónica sobre la salida repentina y sin retorno de Gabo hace más de 30 años de nuestro país en “El viaje de García Márquez, crónica de una salida anticipada”; para finalizar con una reflexión sobre el periodismo y el exilio de García Márquez y la manipulación mediática con respecto a la salida de su país en el texto titulado “De soledades, exilio y otras letras”. Con estos textos queremos hacer parte de la memoria crítica, que no solo despide a un escritor, sino que le dice adiós a un pensador de nuestros pueblos, a un luchador de nuestra América enorme.

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POR: GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ

[DISCURSO DE ACEPTACIÓN DEL PREMIO NOBEL 1982]

LA SOLEDAD DE AMÉRICA LATINA

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ntonio Pigafetta, un navegante florentino que acompañó a Magallanes en el primer viaje alrededor del mundo, escribió a su paso por nuestra América meridional una crónica rigurosa que sin embargo parece una aventura de la imaginación. Contó que había visto cerdos con el ombligo en el lomo, y unos pájaros sin patas cuyas hembras empollaban en las espaldas del macho, y otros como alcatraces sin lengua cuyos picos parecían una cuchara. Contó que había visto un engendro animal con cabeza y orejas de mula, cuerpo de camello, patas de ciervo y relincho de caballo. Contó que al primer nativo que encontraron en la Patagonia le pusieron enfrente un espejo, y que aquel gigante enardecido perdió el uso de la razón por el pavor de su propia imagen. Este libro breve y fascinante, en el cual ya se vislumbran los gérmenes de nuestras novelas de hoy, no es ni mucho menos el testimonios más asombroso de nuestra realidad de aquellos tiempos. Los Cronistas de Indias nos legaron otros incontables. Eldorado, nuestro país ilusorio tan codiciado, figuró en mapas numerosos durante largos años, cambiando de lugar y de forma según la fantasía de los cartógrafos. En busca de la fuente de la Eterna Juventud, el mítico Alvar Núñez Cabeza de Vaca exploró durante ocho años el norte de México, en una expedición venática cuyos miembros se comieron unos a otros y sólo llegaron cinco de los 600 que la emprendieron. Uno de los tantos misterios que nunca fueron descifrados, es el de las once mil mulas cargadas con cien libras de oro cada una, que un día salieron del Cuzco para pagar el rescate de Atahualpa y nunca llegaron a su destino. Más tarde, durante la colonia, se vendían en Cartagena de Indias unas gallinas criadas en tierras de aluvión, en cuyas mollejas se encontraban piedrecitas de oro. Este delirio áureo de nuestros fundadores nos persiguió hasta hace poco tiempo. Apenas en el siglo pasado la misión alemana de estudiar la construcción de un ferrocarril interoceánico en el istmo de Panamá, concluyó que el proyecto era viable con la condición de que los rieles no se hicieran de hierro, que era un metal escaso en la región, sino que se hicieran de oro. La independencia del dominio español no nos puso a salvo de la demencia. El general Antonio López de Santana, que fue tres veces dictador de México, hizo en12


terrar con funerales magníficos la pierna derecha que había perdido en la llamada Guerra de los Pasteles. El general García Moreno gobernó al Ecuador durante 16 años como un monarca absoluto, y su cadáver fue velado con su uniforme de gala y su coraza de condecoraciones sentado en la silla presidencial. El general Maximiliano Hernández Martínez, el déspota teósofo de El Salvador que hizo exterminar en una matanza bárbara a 30 mil campesinos, había inventado un péndulo para averiguar si los alimentos estaban envenenados, e hizo cubrir con papel rojo el alumbrado público para combatir una epidemia de escarlatina. El monumento al general Francisco Morazán, erigido en la plaza mayor de Tegucigalpa, es en realidad una estatua del mariscal Ney comprada en París en un depósito de esculturas usadas. Hace once años, uno de los poetas insignes de nuestro tiempo, el chileno Pablo Neruda, iluminó este ámbito con su palabra. En las buenas conciencias de Europa, y a veces también en las malas, han irrumpido desde entonces con más ímpetus que nunca las noticias fantasmales de la América Latina, esa patria inmensa de hombres alucinados y mujeres históricas, cuya terquedad sin fin se confunde con la leyenda. No hemos tenido un instante de sosiego. Un presidente prometeico atrincherado en su palacio en llamas murió peleando solo contra todo un ejército, y dos desastres aéreos sospechosos y nunca esclarecidos segaron la vida de otro de corazón generoso, y la de un militar demócrata que había restaurado la dignidad de su pueblo. En este lapso ha habido 5 guerras y 17 golpes de estado, y surgió un dictador luciferino que en el nombre de Dios lleva a cabo el primer etnocidio de América Latina en nuestro tiempo. Mientras tanto 20 millones de niños latinoamericanos morían antes de cumplir dos años, que son más de cuantos han nacido en Europa occidental desde 1970. Los desaparecidos por motivos de la represión son casi los 120 mil, que es como si hoy no se supiera dónde están todos los habitantes de la ciudad de Upsala. Numerosas mujeres arrestadas encintas dieron a luz en cárceles argentinas, pero aún se ignora el paradero y la identidad de sus hijos, que fueron dados en adopción clandestina o internados en orfanatos por las autoridades militares. Por no querer que las cosas siguieran así han muerto cerca de 200 mil mujeres

y hombres en todo el continente, y más de 100 mil perecieron en tres pequeños y voluntariosos países de la América Central, Nicaragua, El Salvador y Guatemala. Si esto fuera en los Estados Unidos, la cifra proporcional sería de un millón 600 mil muertes violentas en cuatro años. De Chile, país de tradiciones hospitalarias, ha huido un millón de personas: el 10 por ciento de su población. El Uruguay, una nación minúscula de dos y medio millones de habitantes que se consideraba como el país más civilizado del continente, ha perdido en el destierro a uno de cada cinco ciudadanos. La guerra civil en El Salvador ha causado desde 1979 casi un refugiado cada 20 minutos. El país que se pudiera hacer con todos los exiliados y emigrados forzosos de América latina, tendría una población más numerosa que Noruega. Me atrevo a pensar que es esta realidad descomunal, y no sólo su expresión literaria, la que este año ha merecido la atención de la Academia Sueca de la Letras. Una realidad que no es la del papel, sino que vive con nosotros y determina cada instante de nuestras incontables muertes cotidianas, y que sustenta un manantial de creación insaciable, pleno de desdicha y de belleza, del cual éste colombiano errante y nostálgico no es más que una cifra más señalada por la suerte. Poetas y mendigos, músicos y profetas, guerreros y malandrines, todas las criaturas de aquella realidad desaforada hemos tenido que pedirle muy poco a la imaginación, porque el desafío mayor para nosotros ha sido la insuficiencia de los recursos convencionales para hacer creíble nuestra vida. Este es, amigos, el nudo de nuestra soledad. Pues si estas dificultades nos entorpecen a nosotros, que somos de su esencia, no es difícil entender que los talentos racionales de este lado del mundo, extasiados en la contemplación de sus propias culturas, se hayan quedado sin un método válido para interpretarnos. Es comprensible que insistan en medirnos con la misma vara con que se miden a sí mismos, sin recordar que los estragos de la vida no son iguales para todos, y que la búsqueda de la identidad propia es tan ardua y sangrienta para nosotros como lo fue para ellos. La interpretación de nuestra realidad con esquemas ajenos sólo contribuye a hacernos cada vez más desconocidos, cada vez

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menos libres, cada vez más solitarios. Tal vez la Europa venerable sería más comprensiva si tratara de vernos en su propio pasado. Si recordara que Londres necesitó 300 años para construir su primera muralla y otros 300 para tener un obispo, que Roma se debatió en las tinieblas de incertidumbre durante 20 siglos antes de que un rey etrusco la implantara en la historia, y que aún en el siglo XVI los pacíficos suizos de hoy, que nos deleitan con sus quesos mansos y sus relojes impávidos, ensangrentaron a Europa con soldados de fortuna. Aún en el apogeo del Renacimiento, 12 mil lansquenetes a sueldo de los ejércitos imperiales saquearon y devastaron a Roma, y pasaron a cuchillo a ocho mil de sus habitantes. No pretendo encarnar las ilusiones de Tonio Kröger, cuyos sueños de unión entre un norte casto y un sur apasionado exaltaba Thomas Mann hace 53 años en este lugar. Pero creo que los europeos de espíritu clarificador, los que luchan también aquí por una patria grande más humana y más justa, podrían ayudarnos mejor si revisaran a fondo su manera de vernos. La solidaridad con nuestros sueños no nos haría sentir menos solos, mientras no se concrete con actos de respaldo legítimo a los pueblos que asuman la ilusión de tener una vida propia en el reparto del mundo. América Latina no quiere ni tiene por qué ser un alfil sin albedrío, ni tiene nada de quimérico que sus designios de independencia y originalidad se conviertan en una aspiración occidental. No obstante, los progresos de la navegación que han reducido tantas distancias entre nuestras Américas y Europa, parecen haber aumentado en cambio nuestra distancia cultural. ¿Por qué la originalidad que se nos admite sin reservas en la literatura se nos niega con toda clase de suspicacias en nuestras tentativas tan difíciles de cambio social? ¿Por qué pensar que la justicia social que los europeos de avanzada tratan de imponer en sus países no puede ser también un objetivo latinoamericano con métodos distintos en condiciones diferentes? No: la violencia y el dolor desmesurados de nuestra historia son el resultado de injusticias seculares y amarguras sin cuento, y no una confabulación urdida a 3 mil leguas de nuestra casa. Pero muchos dirigentes y pensadores europeos lo han creído, con el infantilismo de los abue-

los que olvidaron las locuras fructíferas de su juventud, como si no fuera posible otro destino que vivir a merced de los dos grandes dueños del mundo. Este es, amigos, el tamaño de nuestra soledad. Sin embargo, frente a la opresión, el saqueo y el abandono, nuestra respuesta es la vida. Ni los diluvios ni las pestes, ni las hambrunas ni los cataclismos, ni siquiera las guerras eternas a través de los siglos y los siglos han conseguido reducir la ventaja tenaz de la vida sobre la muerte. Una ventaja que aumenta y se acelera: cada año hay 74 millones más de nacimientos que de defunciones, una cantidad de vivos nuevos como para aumentar siete veces cada año la población de Nueva York. La mayoría de ellos nacen en los países con menos recursos, y entre éstos, por supuesto, los de América Latina. En cambio, los países más prósperos han logrado acumular suficiente poder de destrucción como para aniquilar cien veces no sólo a todos los seres humanos que han existido hasta hoy, sino la totalidad de los seres vivos que han pasado por este planeta de infortunios. Un día como el de hoy, mi maestro William Faullkner dijo en este lugar: “Me niego a admitir el fin del hombre”. No me sentiría digno de ocupar este sitio que fue suyo si no tuviera la conciencia plena de que por primera vez desde los orígenes de la humanidad, el desastre colosal que él se negaba a admitir hace 32 años es ahora nada más que una simple posibilidad científica. Ante esta realidad sobrecogedora que a través de todo el tiempo humano debió de parecer una utopía, los inventores de fábulas que todo lo creemos, nos sentimos con el derecho de creer que todavía no es demasiado tarde para emprender la creación de la utopía contraria. Una nueva y arrasadora utopía de la vida, donde nadie pueda decidir por otros hasta la forma de morir, donde de veras sea cierto el amor y sea posible la felicidad, y donde las estirpes condenadas a cien años de soledad tengan por fin y para siempre una segunda oportunidad sobre la tierra. Agradezco a la Academia de Letras de Suecia el que me haya distinguido con un premio que me coloca junto a muchos de quienes orientaron y enriquecieron mis años de lector y de cotidiano celebrante de ese delirio sin apelación que es el oficio de escribir. Sus nombres y sus obras se me presentan hoy como sombras tutelares, pero

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POR: GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ

[DISCURSO DE ACEPTACIÓN DEL PREMIO NOBEL 1982]

LA SOLEDAD DE AMÉRICA LATINA

también como el compromiso, a menudo agobiante, que se adquiere con este honor. Un duro honor que en ellos me pareció de simple justicia, pero que en mí entiendo como una más de esas lecciones con las que suele sorprendernos el destino, y que hacen más evidente nuestra condición de juguetes de un azar indescifrable, cuya única y desoladora recompensa, suelen ser, la mayoría de las veces, la incomprensión y el olvido. Es por ello apenas natural que me interrogara, allá en ese trasfondo secreto en donde solemos trasegar con las verdades más esenciales que conforman nuestra identidad, cuál ha sido el sustento constante de mi obra, qué pudo haber llamado la atención de una manera tan comprometedora a este tribunal de árbitros tan severos. Confieso sin falsas modestias que no me ha sido fácil encontrar la razón, pero quiero creer que ha sido la misma que yo hubiera deseado. Quiero creer, amigos, que este es, una vez más, un homenaje que se rinde a la poesía. A la poesía por cuya virtud el inventario abrumador de las naves que numeró en su Iliada el viejo Homero está visitado por un viento que las empuja a navegar con su presteza intemporal y alucinada. La poesía que sostiene, en el delgado andamiaje de los tercetos del Dante, toda la fábrica densa y colosal de la Edad Media. La poesía que con tan milagrosa totalidad rescata a nuestra América en las Alturas de Machu Pichu de Pablo Neruda el grande, el más grande, y donde destilan su tristeza milenaria nuestros mejores sueños sin salida. La poesía, en fin, esa energía secreta de la vida cotidiana, que cuece los garbanzos en la cocina, y contagia el amor y repite las imágenes en los espejos. En cada línea que escribo trato siempre, con mayor o menor fortuna, de invocar los espíritus esquivos de la poesía, y trato de dejar en cada palabra el testimonio de mi devoción por sus virtudes de adivinación, y por su permanente victoria contra los sordos poderes de la muerte. El premio que acabo de recibir lo entiendo, con toda humildad, como la consoladora revelación de que mi intento no ha sido en vano. Es por eso que invito a todos ustedes a brindar por lo que un gran poeta de nuestras Américas, Luis Cardoza y Aragón, ha definido como la única prueba concreta de la existencia del hombre: la poesía. Muchas gracias.


(EL 31 DE MARZO DE 1981 CARLOS MAURICIO VEGA Y PILAR DE LÓPEZ RELATARON LA SALIDA DE GARCÍA MÁRQUEZ DEL PAÍS HACIA MÉXICO)

EL VIAJE DE GARCÍA MÁRQUEZ, CRÓNICA DE UNA SALIDA ANTICIPADA

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las cinco de la tarde del último miércoles de marzo, el canciller Lemos Simonds y el escritor García Márquez hablaron casi simultáneamente con una misma persona en el Instituto de Cultura. Aunque ninguno de los tres mencionó nada que pudiera tener relación con la cadena de acontecimientos que iba a desatarse después, los tres personajes (Gabo, Gloria Zea y Lemos Simonds) sabían exactamente de qué estaban hablando. García Márquez y el canciller tenían concretada una cita para el lunes siguiente. Y a pesar de las llamadas anónimas que había recibido el escritor, nada presagiaba que las cifras de ambas agendas (10 a.m.) habrían de alterarse. A las siete de la noche de ese mismo miércoles, García Márquez estaba como siempre, encerrado en su estudio de la calle 77. Escribía su columna dominical de “El Espectador”, sobre el rompimiento de relaciones con el gobierno cubano. El domingo había estado discutiendo sobre la carátula de su nueva novela con los editores. Había concedido una larga entrevista al diario “El Tiempo” y esa noche comería, como de costumbre, con dos o tres amigos íntimos. Todo parecía preparado para una larga estancia del escritor en el país. Un timbre en la puerta Un toque de timbre en la puerta, aparentemente nor-

(Foto 1: El asedio periodístico a la embajada mexicana fue total. Hast asomaron las lentes de las cámaras. Pero no captaron ninguna image

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mal, acabó con todo. Abrió Verónica, la muchacha de toda la vida. Eran tres personas, que entraron al estudio sin esperar. Transcurrieron varios minutos. Cuando don Gabriel salió – dice Verónica- tenía otra cara. Estaba nervioso, y me preguntó si la señora se demoraría y si yo sabía dónde estaba. Sus amigos le acababan de decir que corría peligro de ser conducido a la Escuela de Caballería para ser interrogado sobre sus nexos con Cuba, la gue(Foto 2: Efectos de velocidad. Cien por hora a través de cuatro vidrios: los de la lente, los dos rrilla y el tráfico de armas. de los autos y los de las gafas de García Márquez.) Pálido, García Márquez recordó las horas que el anciano poeta Luis Vidales había pasado de pie y vendado palabra, y cogió de la mano a su mujer tras echarse una en ese mismo lugar, y no le cupo duda de que le pasaría chaqueta sobre los hombros. Hizo una llamada telefónilo mismo. Por un momento, olvidó su calidad de perso- ca y salió de su casa. Poco rato después, contó su amigo Guillermo Angulo, najes y sólo pensó en Mercedes, la Gaba. La empleada, una esfin- llegaron a la casa de la carrera 1ª varios hombres vestige boyacense con delantal, dos de oscuro con las corbatas mal puestas. Nadie les abrió. continuó su relato. “Gracias Verónica solo supo hasta el otro día que no volvería a dios doña Merceditas no se demoró. Cuando entró, yo le a ver a “don Gabriel” en mucho tiempo. Se lo contó al dije que la estaban esperan- chofer, Chepe, cuando vino a sacar las maletas. A las nueve de la noche del mismo miércoles, Gardo. Ella dejó las latas de comida que traía en la mano y cía Márquez llegó a la casa de la calle 85 donde siempre van los guerrilleros que huye, o los perseguidos polítientró al estudio”. “Cuando salieron fue de cos. Probablemente no se fijó en los urapanes del lado sur que ocultan la quebrada de Juan Amarillo, ni en las una vez para irse”. casetas de los celadores ni en las luces de la autopista Dos tipos con corbatas cercana. Le abrieron la puerta prácticamente sin que tocara. mal puestas García Márquez olvidó Pasó adelante, siempre con la Gaba de la mano. Y sólo también la temeridad de sus entonces se sintió tranquilo. “Esta puerta no deberá abrirse a nadie, por ningún personajes, que se enfrenta por los resquicios de las puertas taron a pelotones de fusila- motivo”, le dijo doña María Antonia Sánchez Gavito al en.) miento sin más que una mala guardián. “Si, señora embajadora”, contestó este, antes 17


de echarle doble llave a la cerradura.

Detrás de ella salió el autorretrato de Obregón dedicado al escritor después de meterle cinco tiros. Revuelo de cuervos El teléfono de la embajada, entretanto, daba a los peEn la misma noche del miércoles, a las redacciones riodistas el típico bip bip de la descolgada. Solo quedó de los periódicos se filtró una información del presunto normal cuando ya nadie lo necesitaba. Es decir, cuando arresto de García Márquez. Pero se desechó por infun- Gabo ya se había ido. dada y absurda. Al mediodía, mientras los periodistas buscaban desSin embargo, al día siguiente la noticia de que el es- esperadamente cupo en el avión de las tres, García Márcritor no había dormido en su casa conmovía al país. El quez almorzaba con toda tranquilidad. El paso ya estaba mismo heterogéneo grupo de periodistas de siempre se dado y la cancillería se había pronunciado. situó en guardia frente A las dos de la tara la casa de la embade, un BMW blanco jada y trató de estaesperaba en la casa de blecer comunicación la calle 85. Sin ningún como cuando se refumisterio, como si se giaron los bancarios devolviera a su casa, en huelga o los guerriel escritor subió con la lleros que huían. Pero embajadora y su esposolo pudieron captar sa, en medio del trola sombra del bigote pel de periodistas que de García Márquez la semana anterior hapor los visillos de una bía tomado por asalto ventana. la habitación del gueMientras tanto, en rrillerito en el hospital la casa de Garcia Márde Tolemaida. quez empezó una exMientras García traña ceremonia que Márquez iba al aeroningún reportero grápuerto, en calidad de fico registró: Gloria (Foto 3: Tras una persecucción cinematográfica, el fotógrafo de CRO- viajero ilustre y sin Valencia de Castaño MOS alcanzó al BMW donde iba Gabo, muy serio. “¡Salude!”, le gritó ninguna clase de salllegó en una camio- antes de lograr la instantánea.) voconducto, excepto neta blanca a sacar el su condición de resiequipaje de su amigo. dente mexicano y su pasaporte, Verónica, la empleada, Y tras las cinco maletas de fibra que verónica había corría las cortinas de las alcobas, limpiaba el hueco del preparado por la mañana, salió el aparato más impor- autorretrato de Obregón que dice “a Gabo” y regalaba las tante del país: la máquina de escribir de Gabriel García latas del mercado que la señora Mercedes había hecho el Márquez. día anterior. Su último gesto fue botar las flores frescas a la basura. Quedó tirada en el pavimento varios minutos. Para el chofer que estaba haciendo el trasteo, esa IBM En el aeropuerto, García Márquez se sintió como el eléctrica era igual a cualquier otra IBM eléctrica. Y ahí guerrillero de Tolemaida. estuvo, arrojada, un arma más peligrosa y difícil de maTuvo que pedir respeto para la embajadora, antes de nejar que una ametralladora. que la derribaran a empellones; tuvo que sonreír y hacer 18


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(EL 31 DE MARZO DE 1981 CARLOS MAURICIO VEGA Y PILAR DE LÓPEZ RELATARON LA SALIDA DE GARCÍA MÁRQUEZ DEL PAÍS HACIA MÉXICO)

los mismos chistes de siempre, mientras alcanzaba el salón de personajes en medio de policías también sonrientes. Tuvo que recordarles a los reporteros la experiencia del poeta Luis Vidales, los caballos de Usaquén que se volvieron personajes y tuvo que sonreír y agitar las manos cuando el carro de CROMOS alcanzó el BMW y el fotógrafo le exigió un saludo antes de empezar a dispararle en plena marcha y a través de dos vidrios. Hasta en la escalerilla del avión abrazó policías y sonrió y agitó las manos como un político en campaña, riéndose de sí mismo. Y entró al aparato y se acomodó el cinturón de seguridad con la conciencia tranquila: antes de marcharse había vuelto a meter la tercera cuartilla de su artículo dominical en la máquina para añadirle un último párrafo en donde explicaba al mundo la razón de su salida. Sonriendo, vio desaparecer la ciudad por la ventanilla; sabía que esa noche todas las rotativas del mundo llenarían las primeras planas con su nombre y su fotografía, demostrando así un poder de información mayor que el de todo el gobierno reunido.

EL VIAJE DE GARCÍA MÁRQUEZ, CRÓNICA DE UNA SALIDA ANTICIPADA

(Foto 4: Mercedes de García Márquez, la Gaba, a punto de emprender el viaje que dos días antes rechazó sin más ni más.)


(MUCHO HAN DICHO LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN ACERCA DE LA VIDA DE GABO, SOBRE SU NOBEL Y SU VASTÍSIMA OBRA, PERO POCO SE HA DICHO SOBRE SU POSTURA POLÍTICA, ESA QUE LO MANTUVO EN UN EXILIO PERMANENTE HASTA SU MUERTE. ESTA ES OTRA CARA DE LA HISTORIA QUE MERECE SER CONTADA) POR: AMARILLA MARIPOSA

DE SOLEDADES, EXILIO Y OTRAS LETRAS

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nos siguen llamando locos por pensar diferente, por no creer en esa plataforma que nos dibujaron como único mundo, por no creer en casa, trabajo, carro, lujos o éxito, por hacer de la historia un relato de verdades maravillosas, por hacer de la realidad un relato infortunios. El realismo mágico de Gabriel García Márquez, es fruto de la historia de nuestra Latinoamérica, así se narra, así la narramos, entre fantasía y una muy oscura realidad, entre sombras y fantasmas, entre dictaduras y levantamientos, entre pobreza y magia. Es la forma de narrarnos, así construimos la historia que nos ha tocado vivir a la gente de abajo. Colombia es el lugar donde lo más irreal es lo cotidiano, donde todo se torna terriblemente mágico y donde pensar a contracorriente puede significar miles de soledades, esa ha sido la vida de nuestro Gabo, una historia trazada por el exilio, por la lejanía obligada de esa tierra que tanto amó. Es entonces García Márquez un hombre de letras nacido en estas tierras cuna de injusticias, se forjó entre la palabra y la música de su caribe eterno, su ritmo le cantó a las grandes historias y su pluma estuvo siempre entorno a los más débiles. Cómo periodista inicia su camino por la escritura y he de notarse desde el inicio el estilo jocoso, poético, irónico y realista de su literatura. La denuncia, la crítica y una sólida postura política de oposición al modelo económico y de gobierno del país, estuvieron siempre en sus lineas. En su camino como periodista trabaja para el diario El Espectador, donde en el año de 1955 escribe una crónica que lo obliga irse hacia Europa por vez primera, “Relato de un náufrago” texto que narra la vida de un joven marinero de la Armada Nacional y donde sin ningún temor ventila la fuerte problemática del contrabando en las costas del país, la crónica no fue muy bien vista por el gobierno de Rojas Pinilla, razón por la cuál el mismo órgano de comunicación lo envía como corresponsal a Europa. Es en tierras trasatlánticas donde se conoce con otros escritores latinoamericanos, en París, en el barrio latino, donde las grandes letras se juntaban, lejos de sus seres queridos, desde un exilio colectivo que esperaba 20


con ansias la caída de las dictaduras; así se acercó a las luchas chilenas, argentinas, cubanas e incluso a la lucha por la liberación de Argelia. García Márquez fue un librepensador, muy cercano a las ideas de izquierda, tuvo posiciones políticas progresistas, alternativas e incluso libertarias. Tras el triunfo de la revolución cubana y bajo el impulso y acompañamiento del Che Guevara, se crea la agencia de información Prensa Latina. Muchos escritores latinoamericanos hicieron parte de ese proyecto, una revista que pretendía otro lugar de la información, medios alternativos que saltaban a escena en medio de los álgidos vientos políticos de la época, Gabo acepta participar de Prensa Latina con felicidad y empeño, razón por la cual se ubica en la Habana durante unos meses, momento en que entabla una fuerte amistad con Fidel Castro.

Poco se ha dicho de su participación en Prensa Latina y su compromiso de abrir una oficina en la ciudad de Bogotá, poco se dice del compromiso que significó estar en medio de una guerra evidente de Estados Unidos contra Cuba, y de las amenazas que el imperio atribuía a todo el que estuviera a favor de la isla, es así como entre viajes y viajes se instala en México por primera vez en 1961; tampoco es muy sabido que por dicha cercanía con Cuba y su presidente, a Gabo le fue negada la visa para entrar a Estados Unidos durante varias décadas después de haber obtenido el premio Nobel. Además Gabo fue totalmente necesario e importante en la creación y el buen desarrollo de la revista Alternativa (1974-1980). Medio nacional que contrainformó de manera moderna, innovadora y certera; tal vez la única revista de envergadura que tratara de manera abierta y contundente temas explícitamente de izquierda, plan-

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teamientos ideológicos, reportajes sobre el Salvador, Cuba, la URSS, China, Vietnam, Chile entre otros. Las investigaciones y reportajes semanales siempre provocaban malestares a la clase dirigente y al gobierno. Así que de nuevo en Colombia y ya avanzada su carrera de escritor, con un arduo reconocimiento internacional y una vida pública, durante el mandato de Julio César Turbay Ayala para 1981, nuestro escritor se vio en la penosa obligación de huir del país por motivos políticos una vez más. Se vivían los complicados y dolorosos días del Estatuto de Seguridad, un estado de sitio permanen-

te, opresión y desparpajo de las fuerzas armadas contra quien pensara diferente, tiempos donde la tortura, los asesinatos por parte de la fuerza pública, las desapariciones forzadas y la intolerancia con todo aquello que no rimara con el régimen vigente era sinónimo de terrorismo y debía ser exterminado, cualquier parecido con la realidad contemporánea no es coincidencia. El gobierno de Turbay consideraba que García Márquez que tenía nexos con las guerrillas de las FARC y el ELN, porque insistió en los diálogos cómo única salida al conflicto armado; el gobierno insistía que él era del

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(MUCHO HAN DICHO LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN ACERCA DE LA VIDA DE GABO, SOBRE SU NOBEL Y SU VASTÍSIMA OBRA, PERO POCO SE HA DICHO SOBRE SU POSTURA POLÍTICA, ESA QUE LO MANTUVO EN UN EXILIO PERMANENTE HASTA SU MUERTE. ESTA ES OTRA CARA DE LA HISTORIA QUE MERECE SER CONTADA) POR: AMARILLA MARIPOSA

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DE SOLEDADES, EXILIO Y OTRAS LETRAS

M-19 y tenía que ver directamente con los famosos desembarcos de esta organización. Gabo temió por su vida y la de su familia, el realismo mágico se volcó sobre su vida como una metáfora de sí mismo. Más de 30 años por fuera del país lo alejaron forzadamente de nuestro contexto, su voz se tornó lejana, las nuevas generaciones de luchadores desconocieron su valiente vida escritor activo y crítico. Los años difíciles durmieron en él la poca esperanza por una Colombia diferente, justa, digna. Sus letras se resistieron a hacer parte de la farsa mediática de los medios comunicativos, sólo sus relatos de prosa real y mágica cuentan entre lineas las desventuras de su pueblo. Su voz calló para siempre ante el país que le vio nacer y que lo distanció como producto de la indiferencia misma. Y es cierto que hubo quienes reclamaron justamente y a gritos su compromiso político, social, y que no tuvieron respuestas. No volver, no pronunciarse, dedicarse a la soledad de la lejanía y vivir en el exilio, fue su defensa ante una clase dirigente que le odió, ante los gobiernos que le acusaron, le amenazaron y que insistieron en su partida, sin embargo nunca hubo un silencio total, cada letra, cada página, cada ritmo hablaba de su tierra, de su infinita nación, de ese Macondo que llevó siempre impreso en su corazón. Y sin embargo, sin rencor, con altiveza, sin miedo, de vez en cuando regresó, siempre leyó y estudió nuestras desventuras políticas y sociales, lloró nuestros muertos y escuchó vallenato hasta los últimos días de su vida, siempre lejos de casa. Esta fue finalmente su despedida, Gabo se fue para no regresar al país de las eternas infamias, ese país que le cerró las puertas de la esperanza, del cambió que no pudo vivir.


Crianza Feminista PARCHE FEMINISTA DE CRIANZA: Diario de campo desde la periferia (Primeros apuntes°) Por: Fulgencia Libertaria

Te invoco hermana Te invoco hermana para que a través de mí, te reflejes en mis ojos. Te invoco hermana para que a través de ti, me permitas reconocerme en tus ojos Te invoco hermana para que la distancia que nos separa se convierta a partir de hoy en la experiencia que nos nutre, que nos une y que nos sana. Te invoco hermana para que tejamos juntas la sororidad con el mundo, con nuestras demás hermanas y con la vida. Un año de travesía… Primero en un bar de salsa dos feministas noctámbulas, luego cinco desconocidas en una casa libre, más tarde ocho madres en dialogo a las afueras de una biblioteca, ahora cuatro amigas entrañables en cualquier parte del mundo. Una noche previa al Primero de Mayo de hace un año nos encontramos dos “conocidas” a las afueras de un delicioso bar por la Quinta en Cali. Yo estaba fumándome un cigarro y ella estaba allí, como a la espera, mirando a lado y lado con sus ojazos verdes. Ya nos habíamos visto y de hecho habíamos intercambiado conversas fugaces, risas y algunos pasos por nuestra causa. Pero nada personal y mucho menos íntimo. Sin embargo, esa noche se nos dio el diálogo y de repente nos vimos reflejadas la una frente a la otra. ¡Pero que montón de cosas en común teníamos! A parte de todo lo básico como ser feministas, ateas, disfrutar de Silvio Rodríguez y otras cosillas por ahí, bien evidentes, resultó que éramos madres y ambas teníamos una hija. La coincidencia empezó a ser abrumadora cuando juntamos horizontes, pesadillas, preocupaciones, felicidades y logros relacionados con la crianza. Su hija de 9 años, la mía de 6; hoy por hoy grandes amigas, igual que nosotras. Empezamos con lo difícil de ser feminista y tener hijxs: las presiones de lado y lado, los juicios de frente y frente; el “aborto forzoso” o la “maternidad obligatoria”. Los prejuicios ° Hay tantas notas en mi corazón que quisiera transcribir para ustedes que deberán esperar. Este es uno de los primeros intentos por recuperar la memoria de esta iniciativa, queda mucho por contar y compartir. Ya vendrán nuevos momentos.

de las pares y las contrarias, sus expectativas a veces ponzoñosas e indiferentes. Los principios y las luchas con, desde, fuera o al margen de la maternidad. La familia que presiona, el amor que resiste. Luego el ateísmo y la lucha desde la libertad reflexiva. Criar sin dogmas religiosos en medio de un entorno de fervor cristiano, criar sin doctrinas religiosas en medio del hambre y la necesidad de consuelo divino; criar en la libertad de culto y pensamiento en medio de la guerra por monopolizar vidas y cerebros. De nuevo la familia que juzga, la escuela que adoctrina, la gente que bendice, el procurador que es verdugo. Pero así y todo encontramos felicidades y retos trazados. Hijas amorosas y libres, críticas en la medida de “sus posibilidades” y de hecho por encima de ellas. Niñas empoderadas, criadas sin sumisión y con libertad. Pequeñas únicas, como todxs, pero más únicas que muchxs en un país que fabrica al por mayor identidades atravesadas por supuestos culturales fijos; que define estereotipos de género ambiguos pero estrechos e inmutables; que inventa prototipos etarios de pequeñxs desprovistos de razonamiento y deseos; y que barniza la idea de “sujetos políticos” privados de poder, autocontrol y veeduría, subordinados al dinero, a las armas y al estatus, como cualidades del ciudadanx modelx. Así iban y van siendo las pequeñas de seis y nueve, de siete y diez, por esos días y por éstos: únicas e irreverentes. Esa noche nos dejó la necesidad aún mayor de encontrarnos. Me parece (eso pasa por no tomar nota de inmediato, aunque pasa así se tome)… sí, me parece que ambas coincidimos en que necesitábamos contar con otras para resistir con alegría, para fortalecernos, pero sobre todo para arropar a nuestras hijas con la compañía de algnxs pares criadxs de maneras similares. Para que ellas pudieran disfrutar, como nosotras, de la complicidad que sólo se encuentra en la amistad de quien comparte con nosotras los valores y principios en la periferia. Ésa fue la semilla de este desafío. A Primero de Mayo, no obstante, no nos habíamos organizado. Quizá la cosa quedó latente porque después de ese día no tuvimos retorno. Nos encontramos en la marcha, yo iba con mi compañero, sin mi hija pues aún me parecía prematuro y peligroso, y ella iba con su pequeña que asistía por

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primera vez. En algún punto nos cruzamos y continuamos a paso firme las cuatro. Yo iba coreando algunas consignas feministas que rápidamente fueron aceptadas por el parche y replicadas a voz en cuello. Pero lo más admirable fue la hija de mi amiga, quien no dudó ni paró un segundo de gritar conmigo: “Por un Primero de Mayo feminista y revolucionario”, y otras tantas de igual calibre. Aun después de eso no dejó de sorprenderme esta chiquilla de nueve años. Como pasamos juntas todo el día (luego fuimos al Festival del Trueque por el Trabajo Libre) nos conocimos más y más. Al final de la jornada me encontraba completamente enamorada de estas dos maravillosas mujeres.

Ya luego de eso decidimos conformar el parche. Nos convidamos a la casa de una de nosotras y nos dimos un espacio para reconocernos desde el diálogo y el dibujo. Las invitadas eran diez o doce, sólo llegamos cinco: nosotras dos y tres más. ¡Ah! Y por supuesto: cinco crías y un niñero. Fue una hermosa tarde y noche, porque se nos fue largo, que marcaría un hito en nuestras vidas. En aquella oportunidad mi compañero se encargó de lxs pequeñxs en la segunda planta de la casa; hicieron un collage colectivo y colorearon. Nosotras nos tomamos la planta baja y después de una invocación inventada con afanes por una de nosotras nos dedicamos a la conversa sanadora. Hablamos de nuestro embarazo y nuestros prime-

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ros años como madres; de nuestras angustias y dolores como madres adolescentes y de nuestras frustraciones y conquistas como feministas. Al final, como en el fondo y en cada cosa descubrimos la necesidad de tejernos como enredaderas alrededor del amor sororo. En un principio decidimos llamarlo Parche de madres jóvenes porque consideramos que la experiencia de la maternidad se vive de forma diferente según la edad en la que una quedó encinta o tuvo sus hijxs, y puede que así sea. Sin embargo, con esta experiencia pudimos comprobar que lo que nos convoca realmente, quizá más que nuestra edad o la de nuestrxs hijxs (que por lo demás también plantean sus propias situaciones y retos), es nuestra necesidad de hacer de la maternidad un estado, condición y práctica reflexiva, es salirnos del “molde predeterminado” por la sociedad, es plantear rupturas con el modelo maternal, de madre o de relación madre-hijx, madre-familia, madre-compañerx, mujer=madre. Y dado que ésa fue la razón que nos unió decidimos nombrarlo Parche feminista de crianza. Como grupo recién constituido nos propusimos una agenda temática, con discusiones desde la experiencia situada pero a partir de referentes teóricos. Sin embargo, luego nos dimos cuenta que nos necesitábamos tanto, emocional y afectivamente, así como nuestrxs hijxs, que las discusiones y actividades teóricas “tipo magistrales” dieron paso a un compartir desde lo cotidiano, a un reflexionar desde la convivencia,

a un colectivizar la crianza desde el conocernos y formar familia. Como esos grupos de ayuda mutua de las primeras feministas, así hemos empezado nosotras. Ha sido un viaje como ningún otro, hemos tejido lazos tan estrechos que nos resulta a veces sorprendente. Y es así como el feminismo, la pedagogía y las discusiones ideológicas se han dado espontáneamente. Nos reunimos con frecuencia, en parques, bibliotecas, hacemos parches de fines de semana completos en la casa de alguna de nosotras, salimos al río. Vamos a marchas y plantones, a manifestaciones públicas siempre o casi siempre -idealmente- con nuestrxs hijxs, así aprovechamos para educar-nos. Nos contamos nuestros secretos personales, nuestras picardías íntimas, nuestros errores en la crianza, las cosas lindas y así, de cuento en cuento, de comitiva en comitiva, de copa en copa, de abrazo en abrazo y de juego en juego, nos hemos dado cátedra feminista y nos hemos inventado una nueva manera de ser mamás y de criar. Un año después hemos replanteado metas y acuerdos, hemos cambiado estilos y hemos involucrado a otras personas, varones y mujeres, en este proyecto que no tiene mapa. Nos hemos acercado y permitido más, tanto que ahora somos tías y madrinas de ahijadxs que hasta hace un año no conocíamos. Hemos consentido que entren a nuestro corazón y nos hemos esforzado por ganarnos el suyo. Colectivizar la crianza es nuestra gran apuesta, sacarla del ámbito institucional y doméstico, recuperársela a la lógica de la propiedad privada para ponerla en la escena comunitaria, arrebatársela a la moral maternalista para darle espacio a los paternajes y maternajes empíricos y hacerle el quita a los doctrinales. Horizontalizar las relaciones con nuestrxs hijxs para criar en libertad y con amor sincero, sin dejar de ser individuos y sin pretender que ellxs dejen de serlo, es quizá nuestra principal estrategia didáctica y nuestra fórmula predilecta para el amor.

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Feminist-I-ando


¿ES CUESTIÓN DE INSTINTO? Algunas pistas teóricas para comprender la maternidad como constructo cultural° Por: Melissa R. Molina

Como fenómeno social la maternidad tiene varias dimensiones: la histórica (que pone de manifiesto sus origines, evoluciones y trayectorias); la cultural (que indica su carga ° Algunas notas han sido tomadas del proyecto de monografía denominado “Feministas criando. Maternidades dentro y fuera de las márgenes”, presentado para obtener el título de Socióloga en la Universidad del Valle.

simbólica y comunitaria, su contenido semántico y su articulación a sociedades concretas); la económica (que se evidencia en tanto se inscribe en el orden la producción y reproducción humana, y se proyecta a través de la división sexual del trabajo); y la política (que señala la manera como el rol maternal se articula a otros roles que legitiman categorías políticas y restringen o facilitan el acceso a escenarios de poder). Esto supone que la maternidad, así como la paternidad y en

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general la crianza, es cambiante en el tiempo y en el espacio: puede diferir de sociedad a sociedad, de época a época en la misma sociedad, y de persona a persona dentro de la misma época y la misma sociedad. “La crítica a las concepciones naturalistas de la maternidad […] llevan a afirmar que existen múltiples formas de ser […] madres y que varían de acuerdo al contexto histórico, social o cultural donde se desarrollan” (Puyana y Lamus, 2003: 18). Una de las primeras voces o de las más citadas, inclusive antes de que la crítica feminista se tomara la maternidad como objeto de deconstrucción ideológica, fue la de Beauvoir quien en 1949, en su obra emblemática El segundo sexo, sostuvo que no existen las madres desnaturalizadas “puesto que el amor maternal no tiene nada de natural” (1949: 509). Lo argumentó al decir que el amor -representado en cuidado, cariños, afecto- hace parte de una dimensión moral, o sea social, y la naturaleza “jamás podría dictar una elección moral” (1949: 509). En definitiva, los cuidados y el afecto son acciones aprendidas a través de la socialización y no comportamientos instintivos suscritos en el ADN humano. Badinter, por su parte, sostiene que se ha forjado la idea del amor maternal en términos de instinto durante tanto tiempo que se afirma de manera atemporal que se trata de un comportamiento intrínseco de la naturaleza de la mujer, “como si se tratara de una actividad preformada, automática y necesaria que sólo espera la oportunidad de ejercerse.” En correspondencia con esta postura, se halla la de Knibiehler (2000) quien expresa que los cuidados maternos, “en la hembra humana […] son especialmente absorbentes y duros, no son instintivos, espontáneos, ‘naturales’, sino que siempre se aprenden” (2000: 39). Contrario a la existencia de un instinto maternal inmutable, el ejercicio de la maternidad cambia a la par que las estructuras sociales lo hacen con el pasar del tiempo. Aquellas nunca son fijas y evolucionan con el tiempo, dando forma -insensible y perpetuamente- a nuevas figuras de la maternidad (Knibiehler, 2000: 44). Por ello “la relación madre e

hijo, tan íntima, tan personal, a pesar de sus apariencias tiene una autonomía relativa: se inscribe en un conjunto cultural y normativo que la condiciona pero que, sin embargo, es lo suficientemente amplio como para que pueda intervenir la iniciativa femenina” (Knibiehler, 2000: 40) Al respecto de las representaciones sobre la maternidad Tubert sostiene (1996: 9) que “lejos de ser un reflejo o un efecto directo de la maternidad biológica, son producto de una operación simbólica que asigna una significación a la dimensión materna de la feminidad y, por ello, son al mismo tiempo portadoras y productoras de sentido. Pero éste también está determinado por la lucha de fuerzas en juego tanto en la sociedad como en la cultura”. En ese sentido, el ideal de mujer presente en las representaciones hegemónicas de la maternidad revela una identidad ilusoria que presenta una “imagen falsamente unitaria y totalizadora” (Tubert, 1996: 10). Por otro lado, es imprescindible establecer que el ejercicio de la maternidad define la maternidad misma, puesto que la madre se realiza en su condición no sólo de engendradora, sino, y fundamentalmente, de cuidadora y socializadora. Ante esto sostiene Beauvoir (1949: 496), en relación con las madres que abandonan a sus hijos cuando nacen o que tienen total desinterés por ellos, que algunas mujeres son “ponedoras” antes que madres. Revelando la condición sine qua non de la praxis en la definición de la maternidad. Ahora bien, como se ha dicho, la ecuación mujer = madre ha sido puesta en cuestión principalmente desde las posturas feministas en las ciencias sociales; en concordancia, el feminismo ha generado tres tipos de propuestas para abordar la maternidad (Tubert: 1996: 7). La primera postura es la que genera “un rechazo de la identificación de lo femenino con lo materno”, que ha llevado a una “afirmación de una existencia de mujer con exclusión del papel de la madre”, la segunda es la que se apropia de la capacidad generadora del cuerpo femenino y ha llevado a “proponer una ‘transvaloración’ de la maternidad […] a la que se pasó a considerar como fuente de placer, conocimiento y poder específicamente femeninos”.

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La tercera se interesa en el análisis de la construcción de las representaciones sobre lo que la mujer es y el proceso por el que ellas crean o configuran la realidad. Una de las definiciones que oscila entre las posturas uno y tres -referidas por Tubert- es la propuesta de Badinter (2007) sobre maternidad e instinto maternal. Para esta autora, el instinto maternal o la maternidad depende fundamentalmente de la historia personal y de la cultura de cada mujer, aun cuando no es posible negar la interacción entre naturaleza y cultura, ni la existencia de hormonas de la maternidad. No obstante, “la imposibilidad de definir un comportamiento maternal de la especie humana debilita la noción de instinto y, con ella, la de ‘naturaleza femenina’ [de ese modo] el entorno, las presiones sociales y el itinerario psicológico parecen tener siempre más peso que la débil voz de ‘nuestra Madre Naturaleza’” (Badinter, 2010: 72). Por su parte, las prácticas de crianza como constitutivas del ejercicio de la maternidad –y como expresión de un proceso de socialización que facilita o dinamiza la incorporación de los individuos a la estructura social y que se inscribe precisamente en un contexto cultural- pueden entenderse como las “acciones que se orientan a garantizar la supervivencia del infante, a favorecer su crecimiento, desarrollo psicosocial y aprendizaje de conocimientos; acciones que una vez inducidas, le permiten reconocer e interpretar su entorno” (Aguirre, 2000: 27). De este modo, observa Aguirre (2000), las prácticas de crianza pueden diferir en la forma en cómo se expresan y en los contenidos que transmiten. Lo que en definitiva estaría señalando la condición cultural de la crianza. Por otra parte, Myers (1994 citado por Aguirre, 2000: 28) sostiene que quien cría y/o educa lo hace con base en tres elementos: cierta tecnología (serie de prácticas); ideas de lo que debe hacer (prácticas reglamentarias); y creencias de por qué una u otra práctica es mejor que la otra, que le lleva a inscribir un estilo y definir cierta calidad en el cuidado de la niña o el niño. Así pues, el ejercicio de la autoridad, la transmisión de va-

lores y la enseñanza de roles de género como constitutivas de la socialización y crianza estarían mediadas, tanto, por las representaciones sociales y el contexto cultural, como, por las pautas, habilidades y creencias de la mujer que es madre en tanto agente de socialización. Partiendo del principio de la maternidad en contexto es posible comprender la idea del instinto maternal como el producto de la feminización de la crianza y no de la naturaleza humana y mucho menos femenina.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS AGUIRRE, Eduardo. (2000). Socialización y prácticas de crianza. Recuperado de: http://www.bdigital.unal.edu. co/1548/5/02CAPI01.pdf BADINTER, Elisabeth. [2010] (2011). La mujer y la madre. Madrid: La esfera de los libros. BEAUVOIR, Simone de. [1949] (2010). La Madre. En: El segundo sexo, (pp. 464-513). Buenos aires: Debolsillo. KNIBIEHLER, Yvonne. [2000] (2001). Historia de las madres y de la maternidad en Occidente. Buenos Aires: Nueva Visión. MYERS, Robert. (1994). Prácticas de crianza. Bogotá: Celam- Unicef. PUYANA, Yolanda y LAMUS, Doris. (2003). Paternidad y maternidad: construcciones socio-culturales. En: PUYANA, Yolanda (Comp.) (2003). Padres y madres en cinco ciudades colombianas. Cambios y permanencias (pp. 13-42). Bogotá: Almudena Editores. TUBERT, Silvia [ed.]. (1996). Figuras de la madre. España: Cátedra.

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Libreta Verde


ENTREVISTA FUGAZ A ESTUDIANTE DE PRIMARIA Por: Fulgencia Libertaria

Me encontraba escribiendo un artículo para esta revista cuando mi hija se sentó a mi lado. ¿Qué haces? Me dijo con cara aburrida y quizá un poco decepcionada. No cumplir con las expectativas de nuestras hijas/os es algo que las mujeres, y en general las personas que continuamos nuestro proyecto de vida aun siendo madres o padres, debemos aprender a manejar. No es fácil, o por lo menos no para mí. Saber que mi hija desea con intensidad que yo comparta mi tiempo con ella y no poder y, por qué no decirlo, no querer hacerlo siempre. Aun así hemos aprendido a soportarnos… a mí también me ha tocado aburrirme mientras ella me deja de lado cuando juega con sus amigas o está en su cuarto. Creo que al final las dos somos felices y, en definitiva, nos amamos sin apegos ni recriminaciones. Tomamos decisiones, es cierto, y cada decisión implica una renuncia, pero no siempre un sacrificio. Renunciamos a algunos momentos juntas porque necesitamos momentos propios para habitar nuestra individualidad. Sin embargo, al ver la cara larga de mi muñeca se me ocurrió involucrarla en esto de reflexionar sobre la crianza ¿por qué no si este número convoca a todas las personas que hacen parte de ella? Hay que darle la voz a lxs pequeñxs, siempre dicen cosas enriquecedoras y sinceras y casi nunca les damos la palabra. Así que a continuación trascribo algunos fragmentos para ustedes. Nota: quede claro que no le expliqué a mi hija la dinámica de la entrevista, no le solicite omitir cosas o referirse a mí de cierta manera. Todo fue muy espontáneo. Además aprobó todo lo que presento a continuación. E: Entrevistadora SL: Samarali, 7 años de edad E: ¿En qué año estás Samara?

SL: En segundo, voy a pasar a tercero el otro mes E: ¿Qué es lo que más te gusta de tu colegio? SL: Lo que más me gusta son los retos que me dan cuando tenemos una tarea bien difícil. E: ¿Qué otra cosa te gusta? SL: Otra cosa que me guste… del colegio también me gusta… a ver… cuando nos vamos de paseo y cuando nos maquillan así como estoy hoy. E: ¿Cómo estás hoy? SL: Maquillada de un pajarito… de una pajarita. E: Y ¿por qué las y los maquillan? SL: Hoy fue porque hoy es el día del animal E: ¿Del animal? SL: De los animales quiero decir E: ¿Y qué significa ese día del animal? SL: Mmm… una referencia del animal E: Pero ¿es importante ese día? SL: No sé, para mi colegio sí E: Y ¿te dijeron por qué? SL: No E: ¿Qué es lo que menos te gusta del colegio? Lo que casi no te guste. SL: Lo que menos me gusta… la verdad no sé… ¿Vas a escribir allí “la verdad no sé”? E: Sí, pero entonces ¿todo te gusta? SL: Hay unas cositas que no me gustan, pero tú me dijiste que casi no me gustaran. Una cosa que casi no me gusta es que todas las mañanas odio orar E: Y ¿qué oran? SL: “Papito dios ta ta ta tara tata” E: Y ¿a ti te obligan a orar? SL: No, no me obligan E: Y ¿siempre hacen lo mismo, orar? SL: Siempre oramos, ellos no nos obligan a orar, no.

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Sólo que cuando yo veo a todos los niños orando me dan ganas E: ¿Por qué no te gusta orar? SL: Porque son muchas oraciones, y además me demoro mucho en meditar… ay no vayas a escribir eso [risas]. E: ¿Qué oran cuando oran? SL: Mmm… oramos a dios y a la paz.. ¡Ah no! quiero decir… ¿qué quieres decir? E: ¿Qué cosas dicen cuando oran? SL: “Papito dios te damos gracias por este maravilloso día que nos das”. Ésa es la primera, después va en inglés, y también la oración de la paz pero de dios, y un día mi mamá pensó que esa era la que ella había compuesto E: Y ¿cuál fue la que ella compuso? SL: La verdad no recuerdo E: ¿Pero que diferenciaba la oración por la paz que compuso tu mamá de la que rezan por las mañanas? SL: Porque la que rezamos en las mañanas en inglés es (la recita en inglés) y la que tú compusiste, perdón, la que mi mamá compuso, es sólo sobre la paz. E: ¿Qué más las diferencia? SL: Que la de mi mamá es más pacífica, sólo paz mejor dicho. E: Y ¿la del colegio? SL: Es sólo de dios mejor dicho. E: ¿Cuál de las dos prefieres? SL: ¿Qué cosa?... ¿De lo que dice? La de mi mamá, pero que me guste más decir, no decir como las palabras que dice sino como se dice: me fascina la del colegio como suena en inglés y me gusta repetirla. Pero lo que dice: la de mi mamá. E: ¿Qué otra cosa no te gusta del colegio? SL: La verdad, nada más E: ¿No mejorarías nada?

SL: ¡Ahh una cosita! A veces cuando va a haber un paseo la semana siguiente hay otro y la verdad no me gusta perder tanto clases. E: Ok. Y ¿Cuál es tu profesora favorita? SL: (exclamación de emoción) ¿De la mañana y de la tarde o sólo de la mañana? De la mañana puede ser Diana Carolina. ¿Pueden ser dos? Sí sí sí ¿pueden ser dos? ¡Ay no! ¿Pueden ser tres? ¿Sí? E: Sí, ¿cuáles y por qué? SL: Bueno, eh la profe Norma porque es dulce con nosotros, me gusta. La profe Diana carolina, no sé pero me gusta esa profe, y la profe Ana María me gusta por su forma de ser como…bueno a veces no cuando nos explica con voz alta. ¿Te digo algo? Cuando de esfuerza mucho en la garganta y tiene camisa rosada la cara es más roja que la camisa (risas) hoy lo comprobé. Má’… ¿tú pusiste los nombres? ¿El de las profes y los míos? E: No… mentiras sí SL: Ay má’ ¿por qué me hiciste una entrevista?... Y de por la tarde… ¿pueden ser dos pros’? la de teatro, no sé pero me gusta, y un profesor que se llama… ay no sé cómo se llama, es un profesor de juegos de estrategias… me gusta los juegos que trae y la forma de ser de él… ¡Ay! y la forma de ser de la teatro. Ay también me gusta de por la mañana Esmeralda porque hacemos telares y eso me fascina. E: ¿Tu colegio anterior te gustaba? SL: Mmmm no sé, casi no me gustaba. Mis amigas sí pero no me gustaban una profesora de allí E: ¿Por qué? SL: Era muy gruñona E: ¿Cómo gruñona? SL: No sé, es que no recuerdo bien, pero a veces era, muy pocas veces, era amigable, ¡muy pocas! Menos de

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tres… ¿Menos de tres qué? ¿Al día, a la semana? SL: Eso fue hace cuatro años, ¡¿cómo quieres que me acuerde?! Mami cuáles son las únicas que leen la entrevista… me dices querida madre... yo quiero saber quiénes y cuáles E: Ehhh… algunas personas de Cali y otras partes que se interesan por estos temas SL: Ayy ¿y ningún padre ni madre del colegio? E: No tengo certeza, pero creo que no SL: Shiiiiito (risas) ¡quiero ver! Mami ¿puedo leer? ¿Me lees? Má. E: Terminemos primero y te leo todo SL: Todo completo ¡no! Desde la parte en que yo empecé a hacer la entrevista. E: Bueno, ¿Qué consejo le darías a las y los profes gruñones para que nos sean tan malos? SL: Que no griten ni se enojen. Hay algunos, no sé no hablo de todos sólo de algunos, que cuando están bravos escupen, yo creo… ¿algo más, a ver? Nada más… ah y qué sean más calmados y ya. ¿Ya señorita, podemos seguir con la entrevista? E: Claro, cuéntame de tus amigas SL: Ah… mis amigas son buenas, pero una vez una amiga mía, cuando mi mejor amiga no había llegado aún al colegio porque pensó que todavía no entrabamos, me decía que si no le daba mi lonchera no sería más mi amiga… pero ah eso ya se lo perdoné. E: ¿Tú le dabas la lonchera? SL: La verdad no recuerdo E: ¿Qué es lo más bonito de tener amigas? SL: Que comparten contigo, que juegan contigo. Que son muy amigables, les puedes contar los secretos… pero mejor no (risas). Muchas más cosas que no me acuerdo. S: ¿Te han hablado de feminismo?

SL: En el colegio no E: ¿Alguien más? SL: Ahh mi mamá, las personas que están en la casa que son amigas de ella y eso E: Y ¿qué te han dicho? SL: Tú sabes E: Me cuentas, para la entrevista, no hay respuesta mala, sólo compárteme lo que tú sabes. SL: Yo sí sé que es feminismo: las mujeres que luchan por otras mujeres, contra el machismo y que van a las marchas. E: ¿Te sientes diferente a las otras niñas? SL: No E: ¿Las han criado igual que a ti? SL: No… sí… ah no no no E: ¿Por qué no? SL: Porque mi mamá... bueno a algunas niñas las han criado como a mí, a otras no. Mi mamá es feminista y me cría de una forma y me está haciendo esta entrevista. E: ¿A que te refieres cuando dices que te crían de una forma diferente? SL: Que yo sea como quiera y que nada se interponga en mi camino E: Que nada se interponga en tu camino ¿cómo así? SL: Como que si a mí me gusta tal cosa y tengo que hacer algo que a mí no me gusta por eso, pues yo no lo hago porque a mí no me gusta. E. ¿Quieres decir algo más? SL: No E: ¿Terminamos? SL: Sí. E: Gracias SL: ¡Léeme!

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*** FIN ***


IMAGEN TOMADA DE INTERNET


Hagamos Memoria


SABEMOS PARIR, EL PARTO ES NUESTRO

Historias del buen parir, de violencia al nacer, de embarazo, lactancia y maternidad conscientes, mujeres madres abren sus voces para dar a luz reflexiones necesarias sobre el derecho a nacer dignamente. Por: Alicia País Preñadas de dignidad Venimos con el vientre inflado hasta reventar, con otra vida que nos fluye por las arterias, cada órgano nuestro está dispuesto al cambio, se ha entregado a la transformación, a la creación, al acto propio de la vida que se gesta. No podemos decidir cómo nacer, pero si decidimos como dar a luz! Nos reconocemos como mujeres libres y autónomas, nos conjunta el acto creer en la vida digna desde el buen nacer hasta el buen vivir, nos une también la violencia médica, el abuso y la desinformación del negocio oscuro de las EPS. Unidas en una misma voz cantamos nuestras vivencias al parir. Buen Parir Un parto respetado es aquel que es atendido con amor, donde ni madre ni hijo sean puestos en riesgo de forma innecesaria, donde se respeta el ritmo normal de cada madre, el proceso fisiológico del parto y del nacimiento. Un buen parir es hacer uso de las intervenciones y la tecnología, sólo en aquellos casos en los que es realmente necesario, teniendo claro que estos casos (los que necesitan intervención) son muy pocos y no la mayoría. -Considero que la vida se debe traer desde una experiencia que no debe ser industrializada, el parto debe ser una experiencia fundamental y respetada- expresa Ana María desde su sentir durante el embarazo. Un parto respetado se basa en el trato humanizado, en que la toma de decisiones son dadas por la familia, por la mujer que siente, que tiene miedo y ansiedad; donde ella esté cómoda en la posición que elija para hacerlo, con quien quiera hacerlo, en el lugar más propicio para ello y según sus necesidades y creencias. -Buen parir no

es necesariamente parir en casa, buen parir es parir con decisión sobre tu cuerpo, más allá de cómo o donde se haga- Palabras de Ana Carolina que expone desde su sentir como madre y doula. El papel de la Doula es muy importante en el proceso de parto, una doula es una mujer con experiencia en el acompañamiento de este, pero que no tienen titulación, no es médica, ni partera, su papel es el cuidado, el apoyo emocional, físico y espiritual a la mujer parturienta; las mujeres milenariamente han constituido redes y círculos de apoyo para hacer del parto una bella experiencia, tranquila y natural, como se supone debería ser. Nacer con violencia El sistema médico cada día es más inhumano, atender personas con necesidades médicas se parece cada vez más al acto de tratar clientes, donde se ve números en lugar de personas; una de las dependencias más violentas en todo el sistema de salud es el de salud sexual y reproductiva, el lugar que se encarga de atender embarazos y partos. -Cuando nació mi bebe, lo que primero que escuché fue: “este es el expulsivo de la uno”. El expulsivo era mi bebe y la uno era yo, sin nombres siquiera y ni una palabra amable ante el momento más importante de mi vida, eso es muy violento- reflexiona Ana María. -Nunca pensé que tener a mi hija fuera un acto tan horrible en esa clínica, me dejaron sola, con miedo y llena de inseguridades, luego me dijeron que me tenían que hacer cesárea y así fue, no tuve tiempo de elegir, estaba bajo mucha presión, y tal vez si hubiera tenido otro tipo de acompañamiento, Anahí habría nacido de forma natural- Analisa Violeta ante su caso de violencia al parir. Un mal parto, un parto irrespetado, inhumano, vio-

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lento, es aquel que privilegia el lugar de personal médico por encima de la madre y el bebé, es saltarse las etapas propias del trabajo de parto, así como arriesgar la salud de los mismos al realizar inter venciones por desconocimiento, comodidad o por simple soberbia médica. Nacer con violencia es que los partos se guíen por protocolos desfasados, o que los médicos abusen de su autoridad para decidir sobre cómo debemos nacer. -Investigando desde mi sentir, me fui dando cuenta de que hay otras formas de parir, de que el sistema médico está lleno de atropellos y de violencias y de que existen derechos especiales para la mujer embarazada; yo lo que más sentía era miedo, miedo a mi parto, a parir en una clínica donde no respetaran mis creencias; por eso busqué otras alternativas- Evidencia Ana Carolina. Violencia obstétrica es aplicar sistemáticamente lo aprendido: limpiar, rasurar, cortar, empujar, oprimir, dirigir, extraer, coser... sin plantearse jamás si lo que se hace está o no bien hecho. Utilizar máquinas, maniobras e instrumentos cuando no hay necesidad; no informar o informar poco y mal, o pretender que la madre tome

decisiones bajo presión, miedo o sólo conociendo “parte de la verdad”. -Uno de los problemas de las EPS son los estándares, una planillita con curvas que da indicadores de peso, tiempo, tamaño del bebe, etc. Si uno de mujer embarazada se queda con ese discurso en medio de todas las inseguridades e inquietudes que tenés pues no te vas a sentir bien respaldada. Uno necesita un apoyo médico cercano, y emocional, un apoyo vivo.- Argumenta Stefani desde una reflexión acerca de esta violencia que ahora se le hace manifiesta. Asociación parir y red de partos La asociación parir es una organización que vincula de manera voluntaria personas preparadas en diversas áreas, desde la médica, hasta la humana e incluso la espiritual; se constituye en Cali en el 2013 a partir de las familias interesadas en recibir apoyo desde el amor y el respeto, la seguridad e integralidad. Se conformó con Doulas certificadas: madres, antropólogas, sociólogas, psicólogas, fisioterapeutas, enfermeras y médicos; faci39


litando espacios para grupos de apoyo entre familias, grupo psicoprofiláctico, terapias en medicinas útiles y milenarias, asesorías en autocuidado, psicoterapia para parejas, salud reproductiva holística. Esta propuesta ha permitido entrelazar compromisos con la comunidad desde las más sentidas necesidades de calidez en la aten-

ción y humanización del maravilloso acto de parir y nacer. Paola Méndez, medica familiar de la Universidad del Valle, ha encontrado su camino en el bello mundo del parto respetado, gracias a las inquietudes de diversas madres y amigas embarazadas, se fue guiando hacia las

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mareas hermosas del buen parir, es una mujer que está siempre del lado de la madre y su poder como mamífera gestante, cree en el poder del nacimiento y considera que un buen nacer transforma mundos y sociedades; entre el ir y venir de la medicina formal y desde el rescate de las medicinas tradicionales, ancestrales y espirituales, Paola es una médica-partera. -Asistir al acto de la vida, compartir con la madre, el padre y el bebé, es una experiencia muy bella y enriquecedora, con la red de partos hemos hecho muchos acompañamientos basados en la transformación de las formas de nacer, hasta ahora hemos acompañado 32 partos domiciliarios, donde evidentemente el respeto es la base de la vida, así el acto de nacer se convierte en algo muy hermoso esperado, tranquilo, placentero e incluso orgásmico- Reflexiona Paola desde su quehacer, desde su conjunción de métodos medicinales para el acompañamiento del alumbramiento, del acto mismo de la vida. -Mi parto fue tal cual lo imaginé, con mi pareja decidimos tomar otro camino para el naciento de nuetro hijo, lejos de las EPS a las cuales les tengo mucha desconfianza, por su manera superficial de hacer las cosas, por sus formas autoritarias y violentas; conocimos la red de partos, la asociaciòn parir y decidimos que de esa manera esra que queriamos que naciera nustro hijo- Expresa Margarita, quien dio al luz a su bebe en casa, acompañada, por Paola, una doula y su pareja, en una acto intimo de amor y fuerza, que es el acto de nacer. En Colombia no existe una ley frente a los derechos de las maternas durante el parto, como si la hay en Argentina, México y Uruguay; sin embargo existe el Proyecto de ley nº 21/2010 senado: “por la cual se protege la maternidad, el parto digno: Artículo 7°. Derechos de la mujer embarazada. Toda mujer durante su embarazo, trabajo de parto, parto y puerperio tendrá los siguientes derechos: c) Al parto natural, respetando los tiempos biológicos y psicológicos del proceso de alumbramiento,

evitando las prácticas invasivas o el suministro de medicación para acelerar el proceso del parto y a elegir métodos farmacológicos o alternativos para el manejo del dolor; f) A estar acompañada por su cónyuge, compañero permanente o por quien ella elija, durante la asistencia prenatal, trabajo de parto, el parto y el posparto, siempre que la gestante así lo solicite, no exista contraindicación de carácter médico y siempre y cuando el acompañante cumpla los reglamentos de la institución.” -Yo tengo un poco satanizada a las EPS y a las clínicas, mi relación con ellas es casi como de odio, de mucho rechazo y esto me hizo buscar alternativas, ya con la experiencia de otras madres amigas y la red de partos que se estaba creando, supe que lo que quería era tener mi bebe en casa y esa fue mi decisión, pero la EPS nos hizo una especie de persecución política cuando manifesté mi decisión de parir en casa, me llamaban a reuniones y me acosaban de cierta manera con ello, cuando quien decide cómo, dónde y con quién queremos parir debemos ser nosotras, no las instituciones- Argumenta Margarita con indignación. Maternidad Subversiva Este fruto que yace dentro y que florece en nosotras, está listo para conocer el mundo, para salir de la guarida y enfrentar el viento que ruge y canta, nosotras hacemos parte de este viaje que significa nacer, así, decidimos también cómo queremos traer al mundo a nuestros hijos e hijas; lejos del miedo y empoderadas de nuestro cuerpo creamos formas propias de vivir nuestros embarazos, de parir dignamente, de lactar con naturalidad y altiveza, de criar nuestros pequeños desde nuestras creencias y sentires. ESTAMOS CONVENCIDAS QUE NACER CON AMOR PUEDE CAMBIAR RADICALMENTE EL MUNDO.

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Artesanas NO ME DIGAS MUJER Por: Rosario Jerez

Si me crees indefensa, débil, bonita, tierna o frágil; no por mi rostro, sino por la vida que tengo en alma. Llámame mujer por: salir a la ciudad a gritar verdades censuradas; porque soy la migrante, la trabajadora, la estudiante. No me llames mujer cuando me quieras quieta, miedosa, ilusa, callada, perfecta; cuando tolere el acoso, el golpe, la violencia. Llámame mujer cuando salga a la calle a luchar por mis derechos, mientras vivo, aprendo, sueño, rio, lloro, huyo, salto, creo, bailo, alcanzo y construyo porque tengo amor para mí misma. Dime mujer cuando me veas libre, porque no necesito tu protección; solo quiero tu respeto. Dime mujer, cuando en tus ojos me vea humana porque no soy una flor que cortas y se marchita porque no soy la mariposa que para cortar sus alas en el vuelo atrapas. Soy la que tiene un corazón que latido a latido se consume como el tuyo.

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La Portada


NUESTROS CUERPOS NUESTRAS MATERNIDADES Por: Pilar Peralta

sexual como diferencia política” (Pateman, 1995: 51). De ahí que, “las relaciones conyugales [sean] parte de la división sexual del trabajo y de las estructuras de subordinación que se extienden de la privacidad del hogar a la arena pública del mercado capitalista” (Pateman, 1995:161), como ya lo decían feministas años atrás: lo personal es político. Entre el juego de cualidades para un sexo y otras distintas para otro, la paternidad oscila entre la ley, autoridad, racionalidad, rigidez y virilidad, mientras la maternidad entre el amor infinito, cuidado, servicio a otros y la renuncia al placer: “aún se educa a las niñas para que reproduzcan cualidades de servicio y subordinación atadas a un afecto infinito hacia el otro que impide quererse a sí mimas” (Puyana, 2000: 97) controlando de igual forma, el erotismo femenino con la ya desgastada, exaltación de la virginidad. La práctica maternal como dirían Adriane Rich (1986) o Ruddick (1997) muchas veces es experimentada de manera intensa, confusa y ambivalente como cualquier otra experiencia. Por lo que esa intervención creadora de vivir la maternidad puede despojar el encanto y fantasía alrededor del amor o la alegría maternal:

Las madres desposeídas de sí mismas, van de la habitación de la niña que llora a la cocina, de la cocina al mercado, del mercado a la calle y sus trabajos, de sus trabajos al comedor, del timbre del teléfono al enfermo de la casa y de nuevo a la cocina a revisar la leche que se derramó. Para muchas feministas la maternidad como categoría social desborda los cuidados de los/as niños/as, el parentesco biológico e incluso la familia nuclear heterosexual, sobre la que se rige quién es madre y quién no. Muchas de estas posturas proponen la organización y articulación entre el poder e impotencia de los cuidados maternales, muchas veces inevitablemente estériles, pues son reconocidos dentro de una ideología masculina (frente a padres, pedagogos, doctores, propietarios, etc.). Por ello diversas posiciones feministas a pesar de su diferencias, demanden y reivindican el derecho a tener o no tener hijos/as y a la vez, de tener una existencia que no dependa de ellos/as. Para así comenzar a desengañarnos, en un redescubrir que aunque áspero y amargo cuestione el mito de la maternidad y su idea de sacralidad, privilegio y sobre todo, como diría Rich, de diploma de validación femenina. La maternidad, unas veces deseada otras veces obligada, se alimenta de metáforas del deseo maternal desde la cultura patriarcal, en la que la mujer-madre es dibujada como el legítimo y único destino de las mujeres; con el pretexto de que nuestra anatomía está inscrita en el orden de la naturaleza, en la entrega absoluta, obediencia, alegría desbordante e infinita felicidad del servicio hacia otros. Esto es pues, las cualidades propias de la esfera privada, en la que el “significado y valor a la maternidad (…) es más bien una consecuencia patriarcal de la diferencia 44


La maternidad tiene que perder poco a poco su viejo sabor a des-erotización y de las mujeres llenas de hijos y vacías de deseo para recuperar su corporeidad, sensualidad y erotismo… que les permita el acceso a la ética que no puede nacer sin el acceso al deseo y la libertad (Thomas, 2000:168).

La experiencia maternal bajo la lógica de asumir nuevas responsabilidades y realizaciones necesita despojarse de valores positivamente reconocidos, pues como dice Ruddick (1997) en una sociedad vertical, “la humildad” y la “alegría” son virtudes de subordinación, que han sido desarrolladas en condiciones de sumisión y que por tanto, dificultan el crédito hacia ellas mismas y se convierten, en formas opresivas de la práctica maternal:

sino también como posibilidad de transformar y fomentar el cambio del pensamiento maternal desde un trabajo de conciencia pública y su posterior materialización en política social. El crecimiento como la más intensa de las atenciones pero también de desatenciones, renuncias y desapegos. Por último, la aceptabilidad, como un replanteamiento de los deseos compulsivos y traslado del pensamiento maternal en práctica de cuidados parentales y emocionales compartidos a nivel económico y social por comunidades u colectividades. Las metáforas sobre cómo se ejerce la maternidad son sustentadas por la ley, religión, educación y tecnologías patriarcales, sin embargo también son construidas por la historia de grupos sociales y experiencias personales. En este sentido, la madre monolítica no es más que una figura distorsionada, pues esta experiencia se construye a partir de procesos sociales, económicos y culturales que desarticulan estereotipos maternales unívocos: Destruir la institución no es abolir la maternidad, es liberar la creación y el mantenimiento de la vida en el campo de decisión, lucha, sorpresa, imaginación e inteligencia consciente, como cualquier otra dificultad que se da en un trabajo libremente escogido (Rich, 1978: 317).

La maternidad también tiene que renunciar a todos los pequeños y poderes (…) renunciar a los hijos como propiedad privada (…) desaprenderse (…) convencerse de que ellos/as no les pertenecen; para logarlo, tienen que dejarse habitar de otros proyectos vitales que las signifiquen por otros sueños (Thomas, 2000:168).

Quebrar la maternidad personal y privada implica apostar por su historización y politización. La madre necesita lugar para sí misma al experimentar otros proyectos de vida, formas de amor, parentalidad, comuniAunque no la única, una existen dad e identidad, en el que la maternidad transite por la algunas propuestas sobre la deconstrucción del pensa- libertad y no por la necesidad (Thomas, 2000) y biología miento maternal. Entre esas Ruddick (1997) plantea al no sea el determinante de nuestros cuerpos. menos tres categorías para resignificarla: a. preservaReferencias Bibliográficas ción, b. crecimiento y c. aceptabilidad. La preservación, entendida no sólo como la conservación de lo frágil, 45


Pateman, Carol (1995) El contrato sexual. María Luisa Femenías (Trad.). Filosofía político, pensamiento crítico/pensamiento utópico; 87 Serie filosofía política: Antropos editorial del Hombre, México: Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa. Puyana, Yolanda (2000) ¿Es lo mismo ser mujer que ser madre?: Análisis de la maternidad con una perspectiva de género En: éticas masculinidades y feminidades. Autoras Robledo Angela Inés y Puyana. Universidad Nacional de Colombia, Centro de estudios sociales. Pp. 89-124. Thomas, Florence (2000) Maternidad y gestación de vida: su problematización frente al nuevo milenio. En: Masculinidades y feminidades. Aut. Angela Robledo & Yolanda Puyama. Centro de Estudios Sociales. Universidad Nacional de Colombia .pp. 160-174. Rich, Adrienne (1983) La maternidad en cautiverio y Maternidad: la emergencia contemporánea y salto cuántico. En: Sobre verdades, mentiras y secretos. Icaria Editorial S.A. Barcelona. _____________(1986) Introducción. En: Nacemos de mujer: la maternidad como experiencia e institución. Traducción para RIMA: Gabriela Adelstein. Edición para el decimo aniversario de la primera publicación del libro. Recuperado en SEPTIEMBRE 8 2012 de la W.W.W:http://www.rimaweb. com.ar/articlos/2010/nacemos-de-mujer-de-adrienne-rich/ Ruddick, Sara (1997) Maternal Thinking [Artículo de Revista] Rutledge, New York, 20 pages.

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Causas y Azares


CRIANDO EN LAS AULAS Transmisión versus formación° Por: Fulgencia libertaria

Serán fines de la educación: “El pleno desarrollo de la personalidad sin más limitaciones que las que le imponen los derechos de los demás y el orden jurídico, dentro de un proceso de formación integral, física, psíquica, intelectual, moral, espiritual, social, afectiva, ética, cívica y demás valores humanos” Ley 115 de 1994, Artículo 5, numeral 1 El sistema educativo colombiano ha avanzado a paso de gigantes en las últimas dos décadas. Hoy por hoy el MEN1 ha desarrollado un nuevo paradigma educativo que incorpora los principios de la libertad, la diversidad y la crítica reflexiva a los procesos de enseñanza-aprendizaje que se desarrollan en los entornos escolares. Sin embargo, las lógicas patriarcales y capitalistas se perpetúan de la mano de docentes adormiladxs, retardatarixs e intransigentes. El adoctrinamiento ideológico, a través del currículo y el currículo oculto, se fundamenta en el autoritarismo adultocéntrico cuya visión de las relaciones humanas está subordinada a dogmas moralistas y tradicionalistas que restringen las libertades individuales y, en consecuencia, generan relaciones asimétricas que ubican al estudiante en posición de simple receptáculo de información –información que además suele ser monolítica-. De ese modo educar para la paz, la convivencia democrática y la ciudadanía, la sexualidad empoderada, el pluralismo, la participación, la justicia y la equidad ° Este ensayo se basa -entre otras cosas- en un trabajo de campo realizado en seis instituciones educativas oficiales de Cali, durante el mes de mayo de 2014. 1 Ministerio de Educación Nacional de Colombia, en adelante MEN.

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(fines que por lo demás están contemplados en la Ley 115 de 1994 Ley general de educación, la Ley 1620 de 2013 por la que se reglamenta el sistema general de convivencia escolar, el Decreto 1860 de por el que se reglamenta la Ley 115 en sus aspectos pedagógicos y organizativos generales, el Decreto 4798 de 2011 por el que se reglamenta parcialmente la Ley 1257 de 2008, de No violencia contra las mujeres, en el ámbito educativo; y en general los lineamientos curriculares y estándares básicos de educación del MEN) termina convirtiéndose en una educación para una ciudadanía marginal y una convivencia en los límites que

alimenta la noción de competitividad y la idea de una sexualidad subordinada a lo coital y/o reproductivo. En estos escenarios se acostumbra a privilegiar la transmisión academicista de contenidos, pese a la reivindicación de apuestas transversales e integrales2, y no la construcción de saberes a partir de aprendizajes significativos, la formación de seres reflexivos con capacidad para comprender sus entornos y transformarlos, y la generación de conocimientos. Así mismo, en estos espacios, la mayoría de docentes ejercen el liderazgo desde una visión clásica, privilegiando el intercambio vertical y paternalista lo que trae como resultado el aconductamiento y la pasividad de quienes se supone se están formando para ejercer sus derechos democráticos (ejercicio que implica el uso de la palabra, la horizontalidad, el disenso político y la movilización social). Para formar de manera integral es necesario que docentes y colegios asuman un compromiso completo con la transformación de las maneras de educar, de los temas a tratar, y de las perspectivas pedagógicas que definen caminos y horizontes institucionales. Hablando conceptualmente, esa formación integral debe comprender las dimensiones del ser, del estar, del hacer y del tener; que se recogen en las competencias básicas, ciudadanas y laborales definida en los estándares básicos y los lineamientos curriculares del MEN. Dichos estándares, elaborados en su totalidad desde una perspectiva democrática, quedan en los anaqueles cuando se enfrentan al fuego crudo de la realidad colombiana que presenta ins-

2 El paradigma de “educación integral del ser” “educación de seres integrales” plaga los discursos de docentes y directivxs. Se refleja en los manuales de convivencia y en los PEI (proyectos educativos institucionales).

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los más afectados, es verdad. En estos escenarios se exacerban las violencias fundadas en el sexismo, pues los estereotipos de género se reafirman dadas las limitadas posibilidades para sobrevivir: las chicas “destinadas” a la reproducción y a la doble jornada, entre la maternidad solitaria y los trabajos mal remunerados; los chicos al trabajo del sobreviviente y la paternidad desentendida –entre los múltiples romances y los múltiples hijxs-. Ambxs, acorraladxs al oxígeno renovador de la rumba y el futbol de fin de semana. En estas circunstancias las identidades de los jóvenes se construyen sobre cimientos hípermasculinizados que privilegian el poder de las armas y/o la fuerza física, la formulación de enemigos absolutos, la polarización de los conflictos, la supresión de la emotividad y la ridiculización de lo femenino. Las chicas, por su parte, fundan su identidad en la disyuntiva clásica de la mujer que es santa o es puta; aquella definición contradictoria, en principio, se torna una realidad ambivalente y operante para las jóvenes. Convencidas de la maternidad como el lugar más preciado en la vida de las mujeres le rehúyen mientras llega, al tiempo que edifican una identidad hípersexualizada basada en la estética y el sexo. Luego cuando se confrontan a una maternidad inevitable, las más de las veces, la asumen con un discurso clásico del amor maternal e instintivo, cuyos principios rectores son la abnegación y el desinterés, también ambivalentes. En estas condiciones, la apuesta por una educación transformadora rebasa los límites de lo deseable y se convierte en una urgencia ética y política. Por algo el Estado y el Ministerio de Educación se han “propuesto”, 3 Digo “voluntad crítica” porque estoy segura que capacidad legislativamente, propender por una educación progresista fundada en la idea de una ciudadanía compleja, dicrítica poseen pero les falta iniciativa e interés.

tituciones educativas amordazadas por burocratismos, docentes desprovistos de voluntad crítica3 y estudiantes con niveles de reflexividad desnutridos por el hambre y la ley de la “selección natural”. Ley de la vida que define especies de un éxito reproductor desconcertante: personajes populares de las novelas, cantantes de reggaetón y comandantes pandilleros de los barrios. En esos entornos educativos delimitados por fronteras de pobreza y atrapados en conflictos ajenos, que imponen márgenes de muerte y guerra, se enfrentan egos y no ideas. Las y los docentes -ajenos, acomodados o perturbados por el contexto- dan sus propias luchas solxs o fragmentadxs. Algunxs de ellxs se esfuerzan por transformar la educación desde sus posibilidades, proponiendo nuevos métodos, compartiendo el poder con sus estudiantes, destapando los tabúes, criticando los lugares comunes, despertando al inconforme, saliendo de su zona de confort; convencidos de que el problema mayor está en la fórmula pedagógica. Otrxs, por el contrario, buscan contrarrestar la actitud socarrona de lxs estudiantes y su indiferencia por la educación con fórmulas clásicas: autoridad, disciplina, moralismos, premios y castigos -sobre todo castigos- convencidxs de que el principal enemigo es la ausencia de valores, la falta de autoridad y la descomposición del entorno. Este panorama no es exclusivo de los sectores populares, zonas marginalizadas o colegios que atienden a ingentes masas de estudiantes a través de la Política de Ampliación de Cobertura (política que por lo demás precariza al límite las condiciones laborales de lxs docentes y de aprendizaje de lxs estudiantes) aunque son

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námica, política, cultural, sexual e histórica; prueba de ello es la Ley 1620 de 2013 por la que “Se reglamenta el sistema general de convivencia escolar y formación para el ejercicio de los derechos humanos, la educación para la sexualidad y la prevención y mitigación de la violencia escolar”. Nada que envidiarle a las nociones europeas4… ¿o sí? Ahora bien, esta realidad llena claros-oscuros no es exclusiva de los colegios ubicados en estratos empobrecidos aunque, como todo lo malo, azota con mayor vigor a los barrios y sectores menos privilegiados en los que, “casualmente”, se condensa la residencia de personas negras y desplazadas por el conflicto armado. Es un dilema de todo el sistema educativo colombiano por lo que afecta inclusive a los colegios de las clases medias y quizá –aunque no lo tengo muy claro- a los colegios de 4 Al Sistema Educativo Colombiano le ha faltado considerar con mayor disciplina las realidades particulares en la formulación de las políticas educativas. La importación indiscriminada de modelos occidentales, aunque representa un avance importante para la democracia colombiana, pone a los logros políticos en materia educativa en una línea de fuego desgastante y, muchas veces, inútil cuando no se generan, previamente y en la marcha, unas condiciones que se adapten a las problemáticas y potencialicen los entornos. Ahora, también es cierto que se han tomado algunas medidas para la eliminación de las barreras de acceso al conocimiento y educación, así como para el fortalecimiento cultural de comunidades específicas, como en el caso de la etnoeducación. Pero el diseño de dichas medidas suele estar, en algunas, quizá muchas, oportunidades fuera de contexto; suele carecer de articulación con otras iniciativas y proyección hacia el futuro; y ajustarse a metodologías facilistas basadas en el imperio de los talleres.

las clases más favorecidas. Los matices existen y con una hondura incisiva, sin embargo. El hecho es que tal como está pensado el sistema -filosófica y pedagógicamente- propone un cambio abismal ideológico y estructural de la educación y las instituciones educativas; de la labor de lxs docentes, del lugar de lxs estudiantes, del papel de lxs cuidadorxs, madres y padres. Empero, si se observa que las bases normativas están dadas así como transformado el paradigma pedagógico, y si se comprende que ésta es una situación que afecta –aunque en diferentes medidas- a la gran mayoría de colegios colombianos y que no se reduce únicamente a la condiciones del entorno; entonces se podrá advertir con mayor claridad que el gran problema reside -ante todo- en el método, las maneras, las creencias y juicios de quienes tejen con su praxis el Sistema Educativo: docentes, directivxs docentes y familiares. Hacerle contrapeso al transmisionismo pedagógico implica una educación liberadora; liberadora en tanto contribuye a que todxs lxs miembros de la comunidad educativa formen una conciencia de sí y para sí. Esta concientización, tal como la denominaba Paulo Freire en su Pedagogía del oprimido, tiende necesariamente a generar una conciencia más amplia, colectiva si se quiere, que revela al individuo las condiciones y problemáticas particulares de su entorno. La transformación pedagógica se esfuerza, en consecuencia, porque cada vez haya un mayor conocimiento por parte de estudiantes, docentes y acudientes de su lugar en el mundo y de cómo su lugar específico se articula -en relaciones complejas y multivariables- a un pasado y a un presente, colectivos. Siempre con el fin de que cada unx logre emanciparse como individuo y, también, como sujeto.

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Siembra Vida CARTA ÍNTEGRA DEL SUBCOMANDANTE MARCOS ‘ENTRE LA LUZ Y LA SOMBRA’

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Esta madrugada, como cierre del homenaje al compañero Galeano, más de tres mil bases de apoyo, milicianos e insurgentes zapatistas y alrededor de mil adherentes a La Sexta, escuchamos las “últimas palabras públicas” del Subcomandante Insurgente Marcos del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. En el templete estaban presentes 6 comandantes y comandantas del Comité Clandestino Revolucionario Indígena, el Subcomandante Insurgente Moisés y el propio Subcomandante Marcos. Exponemos algunos fragmentos de las cinco partes de la carta.

vida, contra el silencio exigimos la palabra y el respeto, contra el olvido la memoria, contra la humillación y el desprecio la dignidad, contra la opresión la rebeldía, contra la esclavitud la libertad, contra la imposición la democracia, contra el crimen la justicia.” “La guerra que levantamos nos dio el privilegio de llegar a oídos y corazones atentos y generosos y a geografías cercanas y alejadas, faltaba lo que faltaba y falta lo que falta pero conseguimos entonces la mirada del otro, de la otra, su oído y su corazón. Entonces nos vimos en la necesidad de responder una pregunta decisiva: ¿qué sigue?”. 1. Una Decisión Difícil “Matar o morir, como único destino.” “Debíamos reconstruir el camino de la vida que es el “Era y es la nuestra como la de muchas y muchos de que habían roto y siguen rompiendo desde arriba. El caabajo una guerra por la humanidad y contra el neoli- mino no sólo de los pueblos originarios también de traberalismo. Contra la muerte nosotros demandamos la bajadores, estudiantes, maestros, jóvenes, campesinos. 52


Además de todas las diferencias que se celebran arriba y abajo se persiguen y se castigan. Debíamos inscribir nuestra sangre en el camino que otros dirigen hacia el poder o debíamos voltear el corazón y la mirada a los que somos y a los que son los que somos, es decir, los pueblos originarios guardianes de la tierra y la memoria.” “Nuestro dilema no estaba entre negociar y combatir sino entre morir o vivir.” “Elegimos construir la vida , esto, en medio de una guerra. Una guerra que no por sorda era menos letal.” “Aquí estamos los muertos de siempre pero ahora para vivir.” “Tal vez más de alguno piense que nos equivocamos al elegir, que un ejercito no puede ni debe empeñarse en la paz. Por muchas razones cierto, pero la principal era y es por que de esa forma terminaríamos por desaparecer. Tal vez es cierto, tal vez nos equivocamos al cultivar la vida en vez de elogiar a la muerte.” “Elegimos mirándonos y escuchándonos, siendo el total colectivo que somos. Elegimos la rebeldía, es decir, la vida.” “Supimos y sabemos que habrá muerte para que haya vida. Supimos y sabemos que para vivir morimos.”

3. El Relevo “En estos 20 años ha habido un relevo múltiple y complejo en el EZLN. Algunos han advertido solo el evidente, el generacional. Ahora están haciendo la lucha y dirigiendo la resistencia quienes eran pequeños o no habían nacido al inicio del alzamiento; pero algunos estudiosos no se han percatado de otros relevos: de clase, el de clase mediero ilustrado al del indígena campesino. El de raza de la dirección mestiza a la dirección netamente indígena y el más importante: el relevo de pensamiento. Del vanguardismo revolucionario al mandar obedeciendo.” “El culto al individualismo se encuentra con el culto al vanguardismo en su extremo más fanático.” “El racismo de la izquierda que se pretende revolucionaria. El EZLN no es de esos, por eso no cualquiera pude ser zapatista.” “De la toma del poder de arriba a la construcción desde abajo. De la política profesional a la política cotidiana. De los líderes a los pueblos. De la marginación de género a la participación directa de las mujeres. De la burla al otro a la celebración de la diferencia.” .....

2. El Fracaso

Ver carta completa en:

“Difícil creer que veinte años después aquel ´nada http://w w w.quien.com/p olit ic a/2014/05/26/ para nosotros´ resultara que no era una consigna, una car t a-integra-del-sub comandante-marcos-enfrase buena para carteles y canciones, sino una realidad, tre-la-luz-y-la-sombra. La Realidad.” “Si ser consecuente es un fracaso, entonces la inconEscuchar audio completo en: gruencia es el camino del éxito, la ruta del poder. Pero nosotros no queremos ir para allá, no nos interesa. En http://komanilel.org/AUDIO/EZLN/entreLaLuzyLaestos parámetros, preferimos fracasar que triunfar.” Sombra.mp3

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SERVICIO OBLIGATORIO Por: Melissa R. Molina

Así que contra su voluntad se incorporó en las filas y asumió sin remedio la maternidad forzosa. “La objeción de conciencia no aplica en estos casos” le habían dicho, por lo que había concluido que ese era el servicio obligatorio femenino y que esa era la cuota de guerra que las mujeres debían aportar para la patria.

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Quitémonos los tacones

¿MADRE NO HAY SINO UNA? Por: Norma Lucía Bermúdez

Creo que no hay una condición tan exaltada y tan culpabilizada en el mundo como la maternidad. Preparadas desde la más temprana edad para ser madres a punta de muñecas, bebés y todo el menaje para la crianza, a las mujeres se nos presiona a la maternidad. Luego crecemos en medio de cursis manifestaciones hacia la maternidad: “Madrecita santa, corazón de Dios”, “sustituta de Dios sobre la tierra”, “ángel de la guarda que te acuna nueve meses en su vientre y el resto de su vida fuera de él”. Sin embargo, esta es solo una de las facetas de las madres, por lo que me permitiré retomar una clasificación que circula tácitamente en nuestro medio: • La santa maternidad: compuesta por madres abnegadas, sacrificadas, resignadas, incondicionales. Dentro de estas hay dos subgrupos: la solitaria figura que entre lágrimas o quejas te recuerda todo el sacrificio que ha hecho por su descendencia. Muestra como heridas de guerra las estrías y várices de los embarazos, el abandono de los estudios y sus manos artríticas. Y otra peor: la que no espera nada: Esta ni siquiera se queja, sino que con abnegación dice que todo vale por sus hijos. En mi infancia escuché a veces a mi abuela diciéndole a su hijo favorito: “Coma mi amor, que yo con verlo comer a usted me lleno”. Ambas tienen como producto hijos culpables, con un Edipo enorme que castigan a sus parejas por no parecerse a su mami. O hijas también culpables, que se la pasan como Perséfone, divididas entre el amor incondicional a su esposo y a sus hijos e hijas y la gratitud a la… santa madre. • La maternidad juzgada: En esta categoría entran varios tipos de madres: las abandonadoras, las alcahuetas y las putas madres. En el primer grupo están las que se han dedicado a trabajar, en su tierra o en el exterior,

para darles oportunidades a sus hijos e hijas y no se han hecho cargo de su crianza. No importa si el padre está a cargo o si una gran familia extensa les rodea, todos los problemas de convivencia y falta de habilidades sociales serán culpa de la madre ausente. El segundo grupo es el de las madres que, estando presentes, no enseñan valores de honestidad y respeto, como las madres de los sicarios, (quienes son sus santas madres), a quienes se encomiendan cada que va a hacer una “vuelta”, junto con el escapulario que ella colgó en sus cuellos con vírgenes y santos. En este grupo en realidad estamos todas: “Machismo se escribe con M de mamá”, sentencian hombres y mujeres con quienes comparto a diario en mi trabajo. Somos culpables del machismo, de la inversión de los valores, de las crisis sociales, políticas y culturales. “Desmadre” se llama la situación de despelote en que vive el país. Por enseñar o por no enseñar, por irnos o por quedarnos, por no tener agallas o por tener demasiadas. Por la inmadurez de las nuevas generaciones o porque se están madurando biches. Así que entre santas y putas, las madres dan para loas y duelos, insultos y masacres. Por esa mirada bipolar con que el mundo mira la maternidad es que no logramos ver otros sentidos y poderes que habitan en el acto de maternar: cuidar de la vida, criar, acompañar los pasos de las nuevas generaciones. Con esa mirada se ha ocultado el carácter eminentemente político de la maternidad. Se ha explotado comercialmente el Día de las Madres, ocultando que fue en 1870, cuando la norteamericana Julia Ward anunciaba en su proclama del Día de las Madres: “¡Levántense, mujeres de hoy! ¡Levántense todas las que tienen corazones, sin importar que su bautismo haya sido de agua o lágrimas! Digan con firmeza: ‘No permitiremos que los asuntos sean decididos por agen-

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cias irrelevantes. Nuestros maridos no regresarán a nosotras en busca de caricias y aplausos, apestando a matanzas. No se llevarán a nuestros hijos para que desaprendan todo lo que hemos podido enseñarles acerca de la caridad, la compasión y la paciencia”1. Por eso muchas insistimos en reinventar la maternidad para la vida, el goce, la reconciliación, la maternidad social, la maternidad colectiva, la maternidad libre, la maternidad que mujeres y hombres tenemos que desplegar para que ningún dolor ni ningún placer nos sea extraño ni indiferente. Queremos, e intentamos ejercer, una maternidad gozosa, colectiva, libertaria, sin sacrificio del proyecto propio, de la sensualidad, de la posibilidad de amar, estudiar, luchar, ser sujetas políticas y que sea reconocido este valor y este poder por nosotras mismas y por el mundo entero, como afortunadamente comienza a suceder en algunos espacios, aún pequeños, de la vida pública.

1 http://es.wikipedia.org/wiki/Julia_ Ward_Howe

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Caleidoscopio

c En esta edi ió

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Norma Lucía Bermúdez. Soy activista de los derechos humanos de las mujeres con alcances académicos o mejor una mujer académica con pasiones de activista. Trabajadora social con maestría en educación popular. Conductora del programa de televisión Maestra Vida, profesora en la Universidad del Valle, animadora de debates, rituales y acciones colectivas en mi ciudad, Cali. Rosario Jerez. Colaboradora de Guatemala.

Si deseas hacer alguna contribución (artículos, imágenes, opiniones, etc.), escríbenos a revistacontubernio@gmail.com o edicion.feministas@ gmail.com

Contubernio de las Cinéticas

@el_contubernio

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leyeron a...

Pilar Peralta. Feminista y socióloga de la Universidad del Valle, Cali.


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GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ UNA HISTORIA DE PERIODISMO, EXILIO Y MARIPOSAS 60


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