Folleto Eucaristía de Inicio de Noviciado 2021

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Queridos hermanos, amigos y familiares: El día de hoy nuestro buen Padre Dios y nuestra Buena Madre María nos invitan a reunirnos en este día para celebrar y compartir, como familia, el ingreso al noviciado de nuestros hermanos Xavier, Hugo, Gerson, Saúl, Jhonathan, Cristóbal y Jorge, quienes desean discernir su llamada a seguir a Cristo a la manera de María como Hermanos Maristas y continuar con el sueño de nuestro Padre Champagnat.


No fuiste tú quien me escogió Fui yo quien te llamé a ti Para que dieras frutos de verdad Frutos de gozo y de paz Para seguir mis pasos ven Renuncia a lo que tienes hoy Dáselo todo a quien nada probó Deja tu yo y toma la cruz. Señor Jesús que confías en mí Y me envías a ser luz y a ser señal Gracias por tu don, gracias, Señor. Vete y predica con tu acción Con la palabra y con tu ser La buena nueva de servicio y paz No tengas miedo te hablaré Yo te escogí para ser sal para ser luz e iluminar que todos vean a mi padre en ti De los sencillos se hace ver. No sirve para mi misión el que comienza a caminar Y aún recuerda aquello que dejo pues no podrá servir a dos Pon tu confianza en Dios y en mí Ya que mi gracia bastará Serás más fuerte en la debilidad Que yo en tu barro me quede.


PADRE, PADRE, PADRE, PADRE... Ayer me equivoqué, me busqué sólo a mí, fui un inconsciente lejos de Ti, aquí me tienes, dispón de mí. Por un tiempo olvidé que Tú eres siempre fiel, tenía miedo, dudé de Ti, no confiaba en tu perdón. Hoy quiero celebrar la fiesta de tu amor, Tú me perdonas, me das la paz, estoy seguro de que así es. Daré un paso más por la fraternidad, con mis hermanos te cantaré, proclamaremos tu gran bondad.

Gloria a Dios, gloria a Dios, gloria al Padre. A él le sea la gloria. Aleluya, amén. Gloria a Dios, gloria a Dios, gloria al Hijo. Gloria a Dios, gloria a Dios, Espíritu Santo.


Oremos: Dios todopoderoso y eterno, suplicamos humildemente a tu majestad que, así como en este día fue presentado al templo tu Unigénito en su realidad humana como la nuestra, así nos concedas, con el espíritu purificado, ser presentados ante ti. Por nuestro Señor Jesucristo, tu hijo que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.


De la Regla de Vida de los Hermanos Maristas, número 58. Aprecia y aprovecha este tiempo privilegiado del noviciado. En primer lugar, ábrete sin temor al amor de Dios, fuente y origen de toda vocación cristiana y lo único que finalmente la sostiene. Abraza plenamente el proceso de iniciación a la vida religiosa, que es un camino de conversión del corazón y de crecimiento personal. Ven a conocerte y a valorarte más profundamente, mientras aprendes a integrar los consejos evangélicos y el carisma marista en tu forma de ser y de actuar. Descubre el valor del silencio y de la interioridad. Te ayudarán a profundizar en la intimidad con Dios y en el amor auténtico hacia tus hermanos y hermanas. Escucha al Espíritu que desea enviarte entre los niños y jóvenes para que seas testigo del amor que Jesús les tiene. Si decides acoger la llamada a ser hermano y la comunidad te acepta, entrégate de todo corazón a vivir gozosamente los votos que profesarás como religioso marista.


Madre del silencio y de la humanidad Tú vives, perdida y encontrada, En el mar sin fondo del misterio del Señor. R/ Estás dentro de Dios, Y Dios dentro de ti. El misterio total te envuelve y se adentra, Te posee, ocupa e integra todo tu ser. R/ Parece que todo quedó paralizado en ti. Todo se identificó contigo: El tiempo, el espacio, la palabra, la música, el silencio. la mujer, Dios. Todo quedó sumido en ti, y divinizado. R/


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Sin embargo, Tu silencio no es ausencia sino presencia. Estás abismada en el Señor, Y al mismo tiempo, atenta a los hermanos, como en Caná. R/ Haznos comprender que el silencio no es desinterés por los hermanos sino fuente de energía e irradiación; no es repliegue sino despliegue, y que, para derramarse, es necesario cargarse. R/ Envuélvenos en el manto de tu silencio, Y comunícanos la fortaleza de tu Fe, la altura de tu esperanza, y la profundidad de tu amor. Guárdanos en tu corazón. R/


Por los ríos ALELUYA Las montañas ALELUYA Por las noches y los días ALELUYA Por los padres ALELUYA Mis amigos ALELUYA Por aquellos que me ayudan ALELUYA Porque creo ALELUYA Porque amo ALELUYA Por la vida que me has dado ALELUYA Por los ríos ALELUYA Las montañas ALELUYA Por las noches y los días ALELUYA


Transcurrido el tiempo de la purificación de María, según la ley de Moisés, ella y José llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley: Todo primogénito varón será consagrado al Señor, y también para ofrecer, como dice la ley, un par de tórtolas o dos pichones. Vivía en Jerusalén un hombre llamado Simeón, varón justo y temeroso de Dios, que aguardaba el consuelo de Israel; en él moraba el Espíritu Santo, el cual le había revelado que no moriría sin haber visto antes al Mesías del Señor. Movido por el Espíritu, fue al templo, y cuando José y María entraban con el niño Jesús para cumplir con lo prescrito por la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios, diciendo: “Señor, ya puedes dejar morir en paz a tu siervo, según lo que me habías prometido, porque mis ojos han visto a tu Salvador, al que has preparado para bien de todos los pueblos; luz que alumbra a las naciones y gloria de tu pueblo, Israel”. El padre y la madre del niño estaban admirados de semejantes palabras. Simeón los bendijo, y a María, la madre de Jesús, le anunció: “Este niño ha sido puesto para ruina y resurgimiento de muchos en Israel, como signo que provocará contradicción, para que queden al descubierto los pensamientos de todos los corazones. Y a ti, una espada te atravesará el alma”. Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Era una mujer muy anciana. De joven, había vivido siete años casada y tenía ya ochenta y cuatro años de edad. No se apartaba del templo ni de día ni de noche, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones. Ana se acercó en aquel momento, dando gracias a Dios y hablando del niño a todos los que aguardaban la liberación de Israel. Y cuando cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño iba creciendo y fortaleciéndose, se llenaba de sabiduría y la gracia de Dios estaba con él.


En este momento nuestros Hermanos solicitarán su ingreso al Noviciado, comprometiéndose a discernir la llamada que Dios les hace, clarificar sus motivaciones e integrar en su vida las virtudes humanas, cristianas y maristas.

Ven Espíritu de Dios. Haz nuevo el corazón de nuestra imagen y de nuestro yo. Libéranos, Señor, con la fuerza de tu amor. Libéranos, Señor, desde tu propio corazón.


“El noviciado marista, con el que comienza la vida en el Instituto, tiene la finalidad de acompañar al novicio para discernir su llamada a seguir a Cristo a la manera de María como Hermano Marista, al servicio de nuestra misión como un Instituto global. El proceso de discernimiento está diseñado para ayudar al novicio a profundizar su fe, conducirlo a un encuentro amoroso con Dios y clarificar sus motivaciones e idoneidad. Ayudado por el Maestro de novicios y sus colaboradores, el novicio se inicia en vivir de acuerdo con las Constituciones. Hacia el final del noviciado, el novicio se prepara para su profesión religiosa.”


“El programa del noviciado permite al novicio aprender a desarrollar e integrar en su vida las virtudes humanas, cristianas y maristas. El novicio aprende gradualmente a abrir su corazón a Jesús y María y a interiorizar los valores evangélicos, acompañado por el Maestro de novicios y por la comunidad formadora. Mediante la contemplación, se vuelve más sensible a la acción del Espíritu Santo en su vida y continúa profundizando en su intimidad con Dios. Aprende a vivir el valor de la vida comunitaria con diversidad de personas y culturas y en una misma fe. A través del estudio a fondo de las Constituciones y la Regla de Vida, el novicio integra progresivamente lo que significa entregarse totalmente a Dios y a los demás, especialmente por la vivencia de los consejos evangélicos.”


“El novicio se apropia de corazón del carisma marista a través del estudio de la teología marial, el conocimiento sobre la persona y obra de Marcelino Champagnat y sobre la historia, el espíritu y la finalidad del Instituto. Descubre a nuestros primeros hermanos como iconos de una vida sencilla y fraterna. El trabajo manual, realizado en el espíritu de aquellos primeros maristas, contribuye a su equilibrada formación.”

Invitamos a Xavier, Hugo, Gerson, Saúl, Jhonathan, Cristóbal y Jorge a expresar sus deseos de vivir la experiencia de Noviciado como espacio de discernimiento vocacional, búsqueda del querer de Dios para su vida por medio del encuentro con Él, la misión, la comunidad y la formación.

Xavier, Hugo, Gerson, Saúl, Jhonathan, Cristóbal y Jorge ¿por qué desean vivir esta experiencia de Noviciado en el Instituto de los Hermanitos de María?


Nosotros, que hemos percibido la llamada amorosa de Dios en nuestras vidas, en la vivencia de la fraternidad y en la misión, queremos vivir esta etapa del Noviciado como un tiempo de iniciación en las exigencias de la vida religiosa marista. Pedimos, con sencillez, ser admitidos a vivir esta experiencia, después de haber finalizado nuestro Postulantado y con deseos auténticos de seguir acogiendo esta nueva etapa formativa de consolidación vocacional y apasionamiento por Jesús y su Reino.


Hermano que conoces el mundo de hoy, pero crees en la mirada de Jesús. Acoge humildemente este don que es para ti, camina confiando en el Señor. Es Dios que nos reúne a todos para sí, formando una gran fraternidad. Y nuestra Buena Madre, nos ayuda a decir sí, Marcelino nos enseña a responder. HERMANO MÍO, CONFÍA SIEMPRE EN DIOS, ÉL TE CONOCE BIEN. Y SIEMPRE TE ACOMPAÑARÁ. HERMANO MÍO, EN LA DIFICULTAD, DIOS SIEMPRE SERÁ FIEL. SU AMOR NUNCA TE DEJARÁ. Extiende tú las manos y abre el corazón, al joven y al pequeño sin hogar. De la pobreza amigo, y del amor universal, abierto a la Palabra y los demás. Son muchos los que han dado ejemplo al caminar, felices de entregar su vida a Dios. Nos mueve su respuesta a entregar el corazón, promesa de ser santos para Dios. HERMANO MÍO… Es como nos quería nuestro Padre Champagnat, debemos hacer vida nuestra Sí.


Por el rol de la Iglesia en nuestros países latinoamericanos y su participación en los procesos de misión y acompañamiento a las realidades más sensibles para que sigan siendo garantía de la presencia de Cristo y memoria de la Buena Noticia en un mundo turbulento. Oremos Por nuestras provincias, en especial por nuestros Hermanos provinciales y sus consejos para que sigan animando y construyendo puentes de fraternidad en nuestras obras educativas y comunidades. Oremos

Por los hermanos que han acompañado nuestros procesos vocacionales y todos los artífices de nuestra formación a quienes agradecemos su escucha y cercanía para acoger nuestras vidas e historias y guiarnos al estilo de Jesús, María y Champagnat. Oremos Por nuestras familias quienes nos han apoyado en cada paso y decisión para que sigan siendo luz constante de nuestros procesos de discernimiento. Oremos

Por la nueva etapa de formación, discernimiento y profundidad que iniciamos con disponibilidad y apertura para que María, discípula que actúa en el silencio nos acoja en su corazón y nos conceda la serenidad y confianza en la voluntad de Dios en nuestras vidas. Oremos


LAS FUERZAS SE REHACEN EN LA MESA, SE OLVIDAN LOS SILENCIOS SIN RAZÓN. SE ESCUCHA UNA NUEVA PALABRA CON LA MIRADA EN TORNO AL PAN, EN TORNO A ÉL. Una mesa que no tenga horarios, mesas amplias, con mucho lugar. Platos llenos de gran confianza, compartiendo el calor del hogar.


Que la mesa reúna ilusiones y detalles de un mismo vivir. El sabor del encuentro y la fiesta crecerá como masa de pan. LAS FUERZAS SE REHACEN … En la mesa vivamos sin prisa, cada gesto de hermano y su fe. Que la mesa serene las penas, fortalezca los cuerpos y el dar. En la mesa busquemos descanso y un resquicio de un tiempo y un tú, de aquel tiempo gratuito que empuja A llevar a los hombres la paz. LAS FUERZAS SE REHACEN …

Santo, Santo, Santo es el Señor Santo, Santo, Santo es el Señor Todo tiene tu huella señor, Eres el Dios del amor// Santo, Santo, Santo es el Señor Santo, Santo, Santo es el Señor Hooosanna, Hooosanna Hooosanna, Hooosanna


PAZ EN LA TIERRA, PAZ EN LAS ALTURAS QUE EL GOZO ETERNO REINE EN NUESTRO CORAZÓN// Da la paz hermano, da la paz. Constrúyela en tu corazón y con tu gesto afirmarás que quieres la paz. Que tu paz hermano, sea don. Es el mejor signo de amor que tú nos puedes ofrecer. Abrazo de paz. PAZ EN LA TIERRA …

No tengas miedo tú no te rindas no pierdas la esperanza. No tengas miedo Yo estoy contigo en lo que venga y nada puede ni podrá el desconsuelo retando a la esperanza. Anda levántate y anda.


No tengas miedo no desesperes no pierdas la confianza, No tengas miedo Yo estoy contigo siempre y a donde vayas No dejes que envejezca un solo sueño cosido a alguna almohada Anda levántate y anda. No tengas miedo Yo te sujeto sólo confía y salta. No tengas miedo voy a cuidarte te alzaré cuando caigas Siempre puedes empezar de cero Yo lo hago todo nuevo Anda… levántate y anda. TÚ ERES MI SUEÑO Y MI CAUSA NO PIENSES QUE VOY A DEJARTE CAER VOY A DESPERTARTE Y ESTARÉ A TU LADO PARA QUE CADA DÍA SEA UN NUEVO RENACER. ¡Y PARA QUE TENGAS VIDA! ¡ANDA! LEVÁNTATE




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