Mikel FOTÓGRAFO Y ARTISTA VISUAL
¿Cómo fue tu acercamiento al mundo del arte? Mi acercamiento creo que fue desde la infancia, en el colegio dibujaba y ganaba certámenes constantemente, y en mi tiempo libre me desvinculaba de las banalidades de los niños de mi edad para ir a la biblioteca y ver libros de Picasso, Brueghel, el Bosco, Antonio López etc., en casa ocurría algo muy curioso, mi tío dibujaba y con una maestría sublime, le veía dibujar y me quedaba horas mirando, creo que ese impacto hizo en mí una marca que trascendió hasta el día de hoy. Al tiempo acabe mis estudios y estudie 5 años de ilustración, época que solo hizo acrecentar en mi la pasión, desde entonces solo me he estado atento a todo lo que ocurría a mi alrededor dejándome llevar.
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¿Recuerdas tu primer deslumbramiento, tu primera vez de precisar, plasmar, derramar, volcarte sobre una superficie? Nunca tuve miedo a experimentar, quizá falta de madurez, siempre investigue y reflexione y saque conclusiones, muchas erróneas y estas te llevan a otras interesantes, con la edad y más avanzado el camino elogias más el tiempo, la calma, el SILENCIO, sobre todo. Para mi este factor y el INSTINTO es crucial en mi obra, el artista necesita de una soledad extrema y un silencio sepulcral, necesita trabajar y trabajar, para después tomarse su tiempo de reflexión. Esto es un extra que hago a mi trabajo, trabajo sin descanso hasta quedar exhausto, doy todo lo que puedo de mí mismo sin saber muy bien que hago, después viene la ACEPTACION, en el arte y creación existe eso: tesis, antítesis y síntesis, quiero crear algo, lo niego después dado que no cumple las expectativas y por fin... lo acepto. El trabajo de lucha con la mente y el artista creo que es algo que tenemos que eliminar, intentamos intelectualizar todo, el arte es SILENCIO e INSTINTO.
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