COOL UNIVERSE n.1
Paco Hernández – Pater – Dani Serrano
Fugitivos en Cool City
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Fugitivos en Cool City
La pesadilla siempre comenzaba con una intensa y angustiosa sensación de ahogo. Jack intentaba quitarse el cinturón de seguridad pero estaba atascado y apenas podía respirar, el agua había inundado ya todo el vehículo. Cuanto más esfuerzo hacía más aire perdía, hasta el punto en que su padre le cogía del brazo. Era entonces cuando se daba cuenta de donde se encontraba. Algo había golpeado el coche en el que viajaban y habían caído al mar por un barranco. Pero no sólo el coche había sufrido daños, su madre estaba mortalmente herida en la cabeza y su padre había sacado una especie de colgante que, al pulsarlo, había adquirido la forma de una caja negra con adornos verdes en relieve que parecían brillar con luz propia. Jack recordaba como su padre abría aquella caja y una cegadora luz verde le hacía perder el conocimiento mientras su padre pronunciaba su nombre. En ese punto siempre despertaba envuelto en sudor sobre la cama de su dormitorio, lugar en el que no había ni un rincón en el que colgar un póster más de comics. Hoy, en cambio, todo era diferente, la incertidumbre se apoderó de él cuando al abrir los ojos el sol le dió directamente en la cara y notó en su nuca y en su espalda la humedad y el olor de la hierba fresca que aún conserva el primer rocío de la mañana. -Parece que se está despertando…- Jack había creído escuchar la voz de una mujer. Cuando el joven pudo distinguir al fin las nubes de la luz matinal intentó pensar dónde se encontraba y qué había ocurrido. Lo último que recordaba era que había peleado contra el Capitán Cool. Se pasó la mano por la cara y una mueca de dolor se dibujó en ella, eran unos recuerdos bastante desagradables para empezar el día. Imágenes de muerte y destrucción pasaban de forma rápida por su mente. No sabía si aún le dolía todo el cuerpo porque apenas había intentado levantarse, creía que aún dormía hasta que un pensamiento atravesó su mente. -¡Noel!-Jack se incorporó de repente y todos los huesos de su ser lo maldijeron por tal esfuerzo. Cuando miró a su alrededor se dió cuenta de que estaba en un bosque. -Calma muchacho- Esta vez el joven oyó la voz de un hombre detrás de él pero la luz directa del sol tampoco le dejó ver con claridad la figura femenina que tenía arrodillada a sus pies. Al girarse no pudo evitar sorprenderse y ahogar un grito que quedó en nada. Un hombre, enorme, de metro noventa y más de 140 kilos le estaba sonriendo. O eso creía él ya que no tenía cara, tan sólo dos pequeños ojos blancos. Tenía el pelo blanco y vestía una especie de uniforme de mayas con pantalón y manga corta de color verde oscuro al tiempo que lucía unos guantes y unas botas blancas. Pero lo más sorprendente era su piel, que no era tal, sino una mezcla de colores azules que reflejaban todo a su alrededor como un espejo, al igual que un pequeño lago en movimiento. Fue allí donde vio reflejada la cara de atontado que se le había quedado. -No te preocupes Jack, estamos aquí para ayudarte. Lo importante ahora es si te duele algo o si estás mareado-Habló la mujer que tenía a sus pies. La muchacha, que no tendría más edad que él, destacaba por una brillante tez morena sobre la cual contrastaban unos enormes ojos verdes y unos labios rosados que acariciaban cada palabra que salían de ellos. Iba vestida con un ajustado uniforme verde esemeralda que dejaba ver sus hermosos y atléticos hombros así como su peculiar ombligo. Sobre su pecho había tatuados cuatro rombos a modo de diamante.
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-Me llamo Esperanza-Le dijo la joven a Jack al tiempo que levantaba su barbilla para apartarle la mirada de sus pechos. -Yo soy Jack… -Ya lo sabemos- Respondió el hombre de ojos blancos de forma amable-Mi nombre es Character -¿Dónde está mi hermano?-Preguntó Jack sin apenas escuchar las palabras del grandullón mientras Esperanza lo ayudaba a levantarse. -No lo sabemos-Le contestó la joven-Pero… -Debemos permanecer aquí unos pocos minutos más- Esperanza fue interrumpida por un hombre que apareció de entre los matorrales más cercanos. El tipo iba vestido de negro pero una máscara de oro cubría su rostro. Máscara que iba a juego con unos guantes y unas botas metálicas a modo de armadura fabricadas con el mismo material dorado. En el pecho lucía el símbolo de un sol amarillo --Alguien o algo nos está rastreando, no es la primera vez y es una señal bastante fuerte, no se andan con tonterías. Debemos permanecer en este claro unos minutos más y mantener un perímetro de 30 o 40 metros. -Y tú eres…-Intervino Jack -Yo soy el que ahora mismo te está salvando el culo chaval- El hombre de la máscara dorada se acercó al muchacho y le tendió la mano-Puedes llamarme Gold Soldier. -Ya…- Respondió Jack mientras miraba al curioso grupo de forma susceptibleVale…er… entonces me ayudaríais mucho si me dijerais donde está mi hermano, qué es este bosque y quienes sois vosotros, porque como salga alguien más de entre la maleza y sea un Pitufo entonces me acabaré de convencer de que esto es una pesadilla.-Viendo que sólo Esperanza le había reído el chiste continuó hablando¿Vosotros sois Guardianes? No me suenan vuestros nombres ni vuestros uniformes. La joven y los dos hombres se miraron por unos segundos con cierta indecisión como si entre ellos esperasen una respuesta y a continuación volvieron a mirar a Jack, el cual se apoyó en un árbol. Aún sus huesos le estaban recriminando el haberse puesto en pié. -Esperad-Dijo el joven llevándose la mano a la frente. Aquello era superior a él- No os conocéis de nada ¿verdad? Los tres asintieron. -Esto es de locos ¿Y mi hermano? -No lo sabemos-Dijo la muchacha -Entonces…-Dijo Jack mientras se incorporaba de nuevo-Gracias por preocuparos por mí pero debo ir en su busca. -No puedes-Gold Soldier fue tajante y no se amedrentó ante la amenazante mirada del joven Titán-No ahora. Te están buscando, por todas partes, y hasta que no estemos seguros de que sea para darte un premio debes permanecer oculto, aquí, con nosotros.
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-¿Quién me está buscando?-Preguntó Jack –Y ¿Porqué? Los tres personajes se miraron de nuevo pero esta vez fue Character quien rompió el silencio. -Te contaremos lo que sabemos y luego te ayudaremos a buscar a tu hermano –El hombre se sentó sobre una roca- Hoy tenía una cita con los Guardianes, la misma Sacerdotisa en persona iba a recibirme a primera hora de la mañana pero la noche antes me llamó al hotel en el que me hospedaba y me dijo que permaneciera en espera puesto que habían surgido unos asuntos importantes en Nuevo Olimpo y no podía atenderme. Me tomé el día libre y fui a visitar los alrededores de la ciudad, cuando a mediodía escuché la primera explosión. Al ver que el humo procedía del complejo de los Guardianes decidí…-Character se detuvo un instante y desvió la mirada, después continuó –Decidí adoptar esta forma, yo no soy siempre así pero quiero mantener mi identidad al margen de todo esto. Me fue imposible llegar rápido, había heridos y muertos por todas partes, mi deber como persona no me permitía avanzar dejando a alguien herido, así que me entretuve llevando a quien pude al hospital más cercano. Cuando finalmente pude divisar Nuevo Olimpo te ví a ti frente al Capitán Cool, hubiera creído que eras un villano de no ser por los testimonios que escuché durante todo el día. La gente hablaba del Capitán, de cómo los Guardianes peleaban contra él y de cómo lo habían visto matar a algunos de ellos e incluso disparar indiscriminadamente contra gente de la calle. Entonces desaparecisteis, los dos. Como no sabía qué había ocurrido decidí continuar ayudando a los heridos y al volver te encontré inconsciente con esta muchacha a tu lado. -Yo acababa de llegar-Continúo Esperanza al sentir que había recibido el testigo de la explicación- Mi barco atracó ayer mismo en Puerto Delfín, en la otra punta de la isla. Os digo de antemano que también vine a ver expresamente a los Guardianes, yo también tenía hora con la Sacerdotisa. De camino a Nuevo Olimpo pude ver en la pantalla del taxi como el Capitán Cool destrozaba la ciudad. Cuando por fin llegué observé que la avenida principal que da al complejo estaba vacía y que tú estabas tendido en el suelo en medio de un enorme cráter. -¿Y mi hermano? -Lo siento, no sé quien es y aquello estaba desierto. Únicamente pensé en atenderte. -Yo si lo ví-Se aventuró a decir Gold Soldier-Estaba a tu lado, cogiéndote de la mano y llamando a una ambulancia cuando… -¿Qué le ha ocurrido a mi hermano?-Jack se abalanzó contra el hombre misterioso sin pensar en el dolor-¡Dímelo! -Desapareció. -¿Cómo?-Jack, sorprendido, lo dejó ir. -Llegué a Nuevo Olimpo justo cuando te desmayaste pero todos mis sensores me advirtieron de una estrecha vigilancia y de un peligro en potencia del 87 por ciento, no podía arriesgarme a acercarme a ti sin saber qué ocurría. Esperé oculto unos segundos y fue entonces cuando tu hermano desapareció, sin más, se esfumó en el airé. -Eso no puede ser-dijo el joven para sí mismo al tiempo que las piernas comenzaban a temblarle.
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-Vamos-Esperanza lo ayudó a sostenerse en pie-No puedes ceder ahora. Aquellas simples palabras fueron como una luz al final del camino para las fuerzas que le quedaban a Jack y, milagrosamente, se sintió mucho mejor. -He estado analizando todas y cada unas de las variables- Prosiguió Gold Soldier Ahora mismo tengo a mis chicos trabajando en ello y revisando cada imagen de lo sucedido para encontrar a tu hermano. -¿Tus chicos? –Preguntó Character -Con eso os puedo ayudar- Una quinta voz surgió de entre la maleza donde se divisaba un contorno femenino- De momento ya os puedo asegurar que no se trata de algo mágico. El pequeño grupo quedó estupefacto al ver aparecer a una joven de pelo blanco y mechones negros que lucía unas enormes botas negras con adornos dorados acabados en punta seguidos de un tanga, por llamarlo de alguna manera, cubierto por una pequeña toga. El pecho lucía una armadura de colores y textura similares a las botas. A través de unas enormes gafas amarillas, que le cubrían toda la parte superior de la cara, sus ojos azules los inspeccionaron a todos y cada uno de ellos hasta que finalmente se relajó. -Al menos no es un Pitufo- Dijo Character dirigiéndose a Jack. -No, no sois el que busco-Interrumpió la muchacha. -Y ahora ¿Quién es esta?-Preguntó Jack, pero no recibió respuesta alguna- No me digáis que no la conocéis. -Esa no es la pregunta adecuada muchacho- Dijo Gold Soldier adelantándose hacía la joven- La cuestión es ¿cómo has sobrepasado mi perímetro de vigilancia sin que te detectase? -Fácil, lo he desactivado, pero tranquilos, como ya he dicho, no sois vosotros a quien busco. -¡¿Qué has hecho qué?!-El Soldado Dorado pareció enloquecer-¡Todo el mundo fuera de aquí! Apenas hubo terminado la frase un enorme rayo de energía de color rosado atravesó varios árboles hasta el claro donde el grupo se encontraba. -¡Ahora nos ven!-Se apresuró a decir Gold Soldier-¡Todos a cubierto! -¿Quién nos ve?-Pero la pregunta del joven Titán tuvo su respuesta cuando algo gigantesco ocultó el sol de la mañana-¿¡Qué demonios es eso!? Cinco enormes robots de varios pisos de altura hicieron acto de presencia por encima de los árboles del bosque acompañados de decenas de réplicas suyas pero del tamaño de una caja de zapatos. A pesar de ser diferentes todos los androides tenían en común unos enormes ojos rojos que no expresaban paz y amor precisamente.
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-¡Ha sido ella!-Character acusó a la joven de cabellos blancos-¡Está detrás de todo esto! ¡Seguro! Cuando la muchacha intentó defenderse de tales palabras bajó la guardia y eso fue fatal ya que varios de los robots arremetieron contra ella y anularon un pequeño escudo que había creado al decir unas extrañas palabras en voz baja. -Vale, no está con ellos-dijo Character-¡Yo me ocupo de la albina! ¡El resto largaos! ¡Ya! Pero los demás no le escuchaban. Esperanza apenas conseguía esquivar los haces de luz que venían de todas direcciones mientras intentaba mantener a Jack en pie, quien todavía seguía muy débil y no era capaz ni de levantar una mano para utilizar sus poderes. Había sufrido un desgaste enorme en su batalla contra Cool y en su posterior hazaña por salvar la isla, ahora lo iba a pagar caro. -Cuando estaba…intentado…que recuperaras el conocimiento…en Nuevo OlimpoEra difícil hablar para Esperanza mientras huía zigzagueando a través de los árbolesEsos robots nos atacaron, sin más… fue entonces…cuando ese hombre de la máscara dorada y el grandote…nos sacaron de allí…y te llevamos al bosque de… las afueras de la ciudad. Hemos estado ocultos…toda la noche. -No sabemos si son una defensa del complejo que se ha activado por acabar con Cool o los manda alguien-Gold Soldier los seguía de cerca corriendo entre los árboles mientras no apartaba la mirada del teclado que tenía su guante derecho-Lo que sí es seguro es que van a por ti. -¡Vamos! ¿Cómo dejáis que un hombre de mi edad os adelante?-Character apareció volando al lado de los tres con la joven en brazos-¡Aghhhhh! Uno de los rayos impactó en la espalda del hombre derribando a la pareja. Esperanza no se lo pensó dos veces y dejó a Jack a cargo de Gold Soldier para ir en defensa de los dos. Con un suave movimiento de cadera y otro del brazo derecho derribó cuatro robots en un momento haciendo que incluso el soldado dorado apartase sorprendido la mirada de su teclado. -¿Cómo ha hecho eso?- Preguntó. -No lo sé-Contestó Jack-Ha sido como…como…no lo sé tío, no lo sé. Esperanza no dejaba que ninguno de las pequeñas armas metálicas voladoras se acercase a Character y a la chica, eliminando toda posible amenaza con suaves movimientos corporales que derribaban a sus enemigos. Entre tanta chatarra nadie se había dado cuenta de que el grandullón se había incorporado y que miraba sin pestañear por encima de los árboles. Y no en vano, puesto que uno de los gigantescos robots hacía acto de presencia preparándose para disparar de nuevo. Pero el rayo no llegó, fue está vez Character el que hizo salir uno de sus propias manos y de tal envergadura que derribó a la gigantesca máquina, que explotó momentos antes de estrellarse. Hasta Esperanza había quedado sorprendida. -¿Qué sucede?-Preguntó Character mientras todos lo miraban atónitos-¿Nunca antes habéis duplicado un rayo de energía que os ha golpeado en la espalda para después usarlo a vuestro favor? -No –Contestaron todos a la vez.
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-Eso me parecía- Character cogió de nuevo a la extraña muchacha que poco a poco iba recobrando el conocimiento-Venga, vámonos de aquí. -Id vosotros-Gold Soldier cerró finalmente la consola de su brazalete-Yo me encargaré del resto. Después del bosque, en esa dirección, está la ciudad, no podemos permitir que la batalla llegué hasta allí, esa pobre gente ya ha sufrido bastante. Confiad en mí. Sus palabras se perdieron entre las copas de los árboles ya que Jack, Esperanza, Character y la joven de pelo blanco hacía rato que habían salido corriendo. -¡Serán...!-Pero el soldado no pudo terminar la frase ya que el ejército de robots lo había alcanzado y aún quedaban cuatro de las cinco máquinas asesinas que los perseguían. Fue rodeado en un abrir y cerrar de ojos, pero ni siquiera intentó escapar o moverse, simplemente se dedicó a divisar el cielo donde un punto rojo brillaba por encima de las nubes. -Ahora- dijo para sí mismo.
Mientras, el amanecer avanzaba en la que en su día había sido la ciudad más pacífica de la Tierra. Cool City despertó silenciosa, ni el eco de las sirenas o los lamentos parecían ya escucharse, y a lo lejos, el olor de la muerte seguía presente. Debido a ello los ciudadanos ni se percataron de que unas siniestras furgonetas de color negro habían recogido los cuerpos de los que antaño habían sido los Guardianes de su ciudad. Pronto no quedó ni rastro de Thea, Bug, Lila, La Sacerdotisa y el resto de sus amigos. Al igual que otras tantas empresas, multinacionales y organismos gubernamentales, Frost Enterprises disponía de sus propios satélites de comunicaciones o eso es lo que parecían a simple vista puesto que uno de ellos había sido dirigido hacia las coordenadas donde se encontraba Cool City. El Adventure-390-Com, que así es como lo bautizó su creador, dejó de ser un satélite de comunicaciones durante unos segundos y abrió un compartimento del cual nadie sabía de su existencia para dejar ir una descarga de energía roja tal que barrió una hectárea del bosque de las afueras de la capital de Cool Island. Al ver una columna de fuego rojo de tales proporciones el grupo formado por Jack, Esperanza (quien iba ataviada ahora con una capa verde que dejaba también al descubierto sus hombros), Character y una extraña muchacha se detuvo en su huída para ver como el ejército de máquinas había sido destruido. Sin decirse nada, y temiendo por la vida de su recién conocido compañero, los cuatro volvieron sobre sus pasos en dirección a la parte del bosque que había sido devastada. Una vez allí descubrieron que Gold Soldier no había sufrido daño alguno al haberse quedado justo en el centro de la columna roja. Curiosamente el rayo era hueco por dentro. Pero estaban equivocados si creían que lo habían visto todo. El soldado, sin importarle lo boquiabiertos que se habían quedado todos, se apresuró a coger una de las piezas que quedaban de los propulsores de uno de los robots y clavó su mano en ella. Seguidamente el metal comenzó a adquirir un tono dorado parecido al de su armadura y recobró una forma igual a la que tenía originalmente. Gold Soldier hizo suya aquella tecnología y el propulsor se convirtió en un provisional vehículo de transporte volador. -Debo ir a la ciudad-Jack irrumpió en el silencio que se había creado en aquel nuevo cementerio de robots-Quizá Noel esté en algún hospital. Por favor, ayudadme.
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-Lo siento, no puedo-La muchacha de pelo blanco empezó a alejarse sin apenas mirar atrás-Tengo otro objetivo, y no puede esperar. Antes de que pudieran abrir la boca desapareció tras una columna de luz blanca y humo gris sin dejar rastro alguno. Habían sucedido tantas cosas aquel día que aquello ni siquiera les llamó la atención y sin decir nada más se dirigieron hacia la devastada Cool City. Decir devastada era quedarse corto ahora que la ciudad había despertado por completo. Literalmente muchas de las calles estaban teñidas de rojo, miles de familias se agolpaban en las aceras ayudándose unas a otras, ya fuera en urgencias médicas o en apoyo moral para aquellos duros momentos. Nadie había sido excluido de la batalla: mujeres, ancianos, niños… los cuerpos se mezclaban entre los heridos y sólo se les distinguía porque una manta, un paño o cualquier otra pieza de ropa improvisada hacía la función que le tocaba en lo referente a las defunciones, eso en el mejor de los casos. Al paso del extraño grupo de compañeros se hacía el silencio, incluso algunos fuegos o pequeñas tuberías de agua reventadas parecían enmudecer a medida que avanzaban los tres hombres y la mujer ataviados como guardianes. La mezcla de sentimientos era tal que entre ellos se creo una confusión que apenas les dejaba caminar, se les hacía duro dar un paso sin antes sentir odio, alegría, miedo o incluso esperanza. Algunos incluso cogieron lo primero que tenían a mano, a pesar de que todo su cuerpo era un flan. Una piedra, un hierro, un cuchillo, cualquier cosa era buena por si a alguno de aquellos tipos se les volvía a ir la olla y acababan realizando una nueva matanza. Otros, en cambio, habían podido ver las noticias y se acercaban a ellos dándoles las gracias, sobretodo a Jack por haber acabado con el Capitán Cool, o al menos eso era lo que se decía en la mayoría de comunicados. También los había quien pedían ayuda médica o el uso de algún “don” o “poder” curativo para sus más allegados. Por un momento Jack deseó que todo fuera como antes, cuando los Guardianes se encargaban de todo y las cosas eran más fáciles. Fue entonces cuando notó que una mano se posaba sobre su hombro. -No ha sido culpa tuya-le dijo Esperanza- Al contrario, todos ellos estarían muertos ahora si no hubieras detenido toda esa violencia. -Ya… pero, ¿quién soy yo para intervenir de esa manera?-Jack se detuvo pensativo ante las mismas puertas del hospital. -Si tú no lo hubieras detenido quizá nadie hubiera podido- Esperanza le alzó la barbilla y el muchacho se quedó prendado de sus preciosos ojos esmeralda- Tu estabas ahí por alguna razón, no pienses en lo que has hecho piensa en lo que habría ocurrido si no lo hubieras hecho. Cuando el joven se dispuso a intentar sonreír alguien se abalanzó sobre él.
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-¡¡Jack!! ¡Por fin! ¡Alguien Conocido!- Una chica rubia de pelo corto y alborotado de 15 años de edad y con unos mofletes tan sonrosados como cualquier muñeca saltó sobre el mayor de los Titán abrazándolo con todas sus fuerzas. -¿Tamy?-Jack pareció reconocerla al instante-¿Estás bien? ¿Has visto a Noel? -¿A Noel? ¡No! ¿¡Le ha sucedido algo? Dimequenoporfavorporquebastante tengoconquemispadresestanarribaygraciasadiosquenosleshapasadonada porquecreíaquemevolvíalocasinoencontrabaanadieconocido -¡Para!¡Para!-El joven casi se vuelve loco, mientras el resto estaban atónitos ante la hiperactividad de aquella chica-Veo que estás bien, como siempre hasta arriba de café pero estás bien. -¡No he bebido café!-Respondió indignada- Yasabesquenomegustaporquetie… Jack se apresuró a taparle la boca a Tamy, era aquello o dejarla inconsciente. -Shhhh, por Dios, cállate un momento-El joven bajó el volumen de su voz-Escucha atentamente, estoy buscando a Noel, sólo dime si lo has visto, necesito encontrarlo. Ahora te voy a quitar la mano de la boca pero por favor habla despacio. Una vez la dejó en libertad la muchacha se apresuró a tomar aire y a tranquilizarse. -No, no lo he visto. -Gracias era todo lo que necesitaba saber. -Maldita sea Jack- Gold Soldier acercó la pantalla de su brazalete al joven-Ya tengo las imágenes de lo sucedido, atento, dime qué ves. En la pantalla se podía observar como Jack yacía inconsciente mientras Noel lo sujetaba, pero la escena no duraba mucho tiempo ya que en un instante el pequeño de los Titán desapareció como si nunca hubiera estado allí. -¿Lo has visto?-Dijo acercándole más el brazalete, pero Jack negó con la cabeza-Mira atentamente a cámara lenta. Revisando las imágenes todos observaron como en uno de los frames una sombra se acercaba a Noel y en el siguiente el joven era cogido por los brazos. -¡Mil demonios! ¡¿Quién puede ser tan rápido?!-Dijo Character Como si una fuerza invisible lo arrastrase Jack salió del hospital y se apresuró a subir encima de uno de los tantos coches chamuscados que había en la calle y desde el cual, y a través de los edificios destruidos, podía divisar Nuevo Olimpo. -Será hijo de…-Dijo para si mismo-Ya sé quien y donde tiene a mi hermano.
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