Premio Anual de FACE 2007

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El Balance Social y la Responsabilidad Social en las Cooperativas de Electricidad

Primer Premio 2007

q Emilio Soto; FabiĂĄn Tisocco Menciones Especiales 2007 q q q q q

Sandra Carina Cantelli Alicia Susana Rovella; Felipe Rodolfo Arella Hugo Horacio Iacovino Eduardo Orosman CĂşparo Estela Mabel Acosta


Premio Anual FACE 2007

Impreso en la Argentina Hecho el dep贸sito que marca la ley 11.723 ISBN: 978-987-1596-00-3

INTERCOOP Editora Cooperativa Ltda. Tucum谩n 1621 PB. C1050AAG - Buenos Aires - Argentina Tel/Fax (0054) 11 - 4371 7572 E-mail: editorial@intercoop.coop www. intercoop.coop

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El Balance Social y la Responsabilidad Social en las Cooperativas de Electricidad Indice Miembros del Jurado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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Prólogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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Presentación al Premio Anual FACE 2007 . . . . . . . . . . . . . . . Primer Premio

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El Balance Social Cooperativo como herramienta de transformación y cambio cultural en las cooperativas de electricidad, por Emilio Soto y Fabián Tisocco . . . . . . . . . . . . . . .

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El Balance Social y la Responsabilidad Social en las Cooperativas argentinas. El caso de las Cooperativas Eléctricas. Diagnóstico y Propuestas; por Sandra Karina Cantelli . . . .

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Menciones Especiales

El Balance Social y la Responsabilidad Social en las Cooperativas de Electricidad, por Alicia Susana Rovella y Felipe Rodolfo Arella . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . El Balance Social y la Responsabilidad Social en las Cooperativas de Electricidad, por Hugo Horacio Iacovino . . . . . .

El Balance Social y la Responsabilidad Social en las Cooperativas de Electricidad. Mirando a las Cooperativas de Electricidad y los Servicios Públicos en el Siglo 21, por Eduardo Orosman Cúparo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

El Balance Social y la Responsabilidad Social en las Cooperativas de Electricidad, por Estela Mabel Acosta . . . . . . .

Sobre los Autores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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Miembros del Jurado El Consejo de Administración de FACE, agradece la colaboración ad-honorem de los integrantes del jurado: - C.P.N. Juan Carlos Fissore Presidente de COOPERAR (Confederación Cooperativa de la República Argentina) - Ing. Alejandro Gallino Coordinador del IAPECO (Instituto Argentino de Pensamiento Cooperativo) - Dr. Jorge Bragulat Coordinador de la ECECoop (Escuela de Capacitación para la Empresa Cooperativa) - Dr. Dante Cracogna Presidente de INTERCOOP Editora Cooperativa Limitada. - Dra. Elsa Cuesta Asesora Institucional de FACE (Federación Argentina de Cooperativas de Electricidad y Otros Servicios Públicos Limitada) - C.P.N. Marcelo Oscar Gallo Presidente de FACE (Federación Argentina de Cooperativas de Electricidad y Otros Servicios Públicos Limitada)

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Presentación al Premio Anual FACE 2007 Otro año más, tengo el honor y el compromiso de hacer, en nombre de FACE, la presentación de esta publicación que tiene como objetivo incentivar a las asociadas y a la comunidad en general a estudiar, pensar y escribir sobre temas y problemáticas vinculadas al Cooperativismo en general y al Cooperativismo de Servicios Públicos en particular. Igual que en las publicaciones de los Premios de años anteriores, en primer lugar, es importante resaltar y agradecer el esfuerzo de cada una de las personas e instituciones que hicieron posible el desarrollo de este Concurso: a los participantes, quienes realizaron un importante trabajo de investigación que permitió plasmarse este libro; a los miembros del Jurado, que generosamente y con mucho empeño han leído y analizado todos los trabajos presentados; al Consejo de Administración de FACE, que se ocupó de pensar e implementar el sistema; al personal de nuestra Entidad, que gestionó la organización del concurso y, finalmente, a las cooperativas asociadas a la Federación, que extendieron la difusión de esta convocatoria acercándola a sus localidades para que la comunidad en general tenga conocimiento de su existencia y la oportunidad de participar. Con este Concurso, FACE pretende estimular el desarrollo de estudios teóricos, que pueden servir como guías de consulta sobre diferentes temas que deseen abordar las cooperativas. A su vez, el Premio también significa una posibilidad para que gran cantidad de personas que tienen una serie de ideas e inquietudes, encuentren un espacio concreto donde canalizarlas, ordenarlas y exponerlas con convicción. Por último, la promoción de este Premio, se encuadra dentro de una estrategia más amplia y de largo plazo que impulsa nuestra Entidad: aquella que considera una cuestión central a la educación, capacitación e investigación cooperativa, como los medios y herramientas esenciales de progreso y desarrollo cooperativo, siempre a través del respeto y cumplimiento de sus principios y valores. 7


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Por todo lo dicho, es primordial brindar esta posibilidad, para que surjan trabajos del estilo que aquí se presentan; publicarlos y difundirlos a través de todo el movimiento cooperativo para que puedan ser leídos, analizados y discutidos. En el concurso del año 2007, numerosos e interesantes estudios fueron enviados a la Federación, entre los cuales, si bien uno fue el elegido como justo merecedor del primer premio, varios otros recibieron mención especial del Jurado; los cuales FACE ha decidido que acompañen en esta publicación al trabajo galardonado. Nuestras más sinceras felicitaciones y reconocimiento a los autores de todos los trabajos que aquí se publican. CPN Marcelo Oscar Gallo, Presidente de FACE.

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Prólogo Cuando en 1999 el Secretario General de las Naciones Unidas, Kofi Annan, propuso en el Foro Económico Social de Davos la idea de lanzar un Pacto Global entre las Naciones Unidas y el empresariado mundial, se pone en marcha un mecanismo de impulso notable hacia la Responsabilidad Social Empresaria. Se trató de una iniciativa de carácter voluntario a través de la cual las empresas se comprometen al cumplimiento de 10 Principios basados en Declaraciones y Convenciones Universales: la Declaración Universal de los Derechos Humanos (Principios 1 y 2); la Declaración de Principios y Derechos Fundamentales en el Trabajo de la OIT (Principios 3, 4, 5 y 6) y la Declaración de Río sobre Medio Ambiente y Desarrollo (Principios 7, 8 y 9) y la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción (Principio 10). Esos 10 Principios son los siguientes. 1. Apoyar y respetar la protección de los derechos humanos. 2. No ser cómplice de abusos de los derechos. 3. Apoyar los principios de la libertad de asociación y sindical y el derecho a la negociación colectiva. 4. Eliminar el trabajo forzoso y obligatorio. 5. Abolir cualquier forma de trabajo infantil. 6. Eliminar la discriminación en materia de empleo y ocupación. 7. Apoyar el enfoque preventivo frente a los retos medioambientales. 8. Promover mayor responsabilidad medioambiental. 9. Alentar el desarrollo y la difusión de tecnologías respetuosas del medio ambiente. 10. Las empresas deberán trabajar contra la corrupción en todas sus formas, incluidas extorsión y criminalidad. Con ese marco teórico y esos objetivos, las empresas, de forma voluntaria, se adhieren a los mismos y realizan sus actividades cumpliéndolos, quedando pendiente tres aspectos fundamentales: la adhesión no es obligatoria; su cumplimiento no está sometido a una auditoria social por parte de entidades independientes y el compromiso asumido puede ser transitorio. De todos modos es importante el avance que se ha logrado ya que, a partir de esta elaboración, se han desatado un 9


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sinnúmero de experiencias, de publicaciones y de investigaciones que intentan difundir, convencer y buscar adhesiones cada vez más sólidas. Mientras tanto el Cooperativismo, en apariencia, ha quedado como el invitado menor a este proyecto siendo que se ha ocupado siempre del concepto de la Responsabilidad Social que bien merece el aditamento de Cooperativa (RSCoop) para diferenciarse de la Responsabilidad Social Empresaria (RSE). Todos los valores que promueve el cooperativismo y sus principios, que son de cumplimiento obligatorio, llevan implícitos y abarcan a la Responsabilidad Social. (No creemos necesario aquí repetir los principios cooperativos aprobados por la Alianza Cooperativa Internacional). Por ello es que sería muy importante que las Cooperativas hagan un esfuerzo de difusión frente al resto del las empresas lucrativas y frente a los estudiosos en el tema, para hacerles saber que la cuestión de la RSE o mejor dicho de la RSCoop no es un tema menor y que, desde siempre, estuvo presente y fue llevada a cabo por estas entidades solidarias. Ahora bien; un instrumento de medición de la RSCoop lo constituye el Balance Social que al decir de los autores premiados, E. Soto y F. Tisocco se impone como un instrumento útil, metódico, sistemático, de sencilla adaptación y aplicación, que permite alcanzar rápidos y diversos resultados en todas las áreas y niveles de la empresa, sumamente positivos para la gestión y para encaminar procesos de cambio y mejora en la cultura de las cooperativas . La idea lanzada por la Federación Argentina de Cooperativas de Electricidad y Otros Servicios Públicos Ltda. (FACE), de estimular el estudio y análisis del Balance Social y de la Responsabilidad Social de las Cooperativas de Electricidad significa la creación de un espacio para que diferentes estudiosos y especialistas aporten ideas y ensayos para dejar sentado que el tema que la empresa sea Socialmente Responsable ya estuvo ocupado por las Cooperativas desde hace tiempo. De todos modos, nos parece bien e importante que otros sectores 10


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se acerquen a ella y que vayan asumiendo la RSE sobre la base de un compromiso serio e irrenunciable de forma de tender, cada vez más a la constitución de una sociedad equitativa en la distribución de la riqueza y facilitadora de la igualdad de oportunidades de las personas. El trabajo que mereció el primer premio y el resto que obtuvieron menciones especiales y merecieron su publicación, ponen en evidencia que, por un lado, existen progresos significativos en la Argentina en cuanto a aportes teóricos al tema y que, por otro, hay Cooperativas que están llevando a la practica la confección de sus balances sociales como una forma de difundir lo que hacen en materia de Responsabilidad Social y que muchas de ellas provienen del campo de los Servicios Públicos en general y otras del servicio de Electricidad en particular y están vinculadas con FACE. Las Cooperativas no necesitan de la presión externa de los consumidores para que sean socialmente responsables. Esto sí se nota en algunas empresas lucrativas que ven perjudicadas sus ventas por el aumento de la conciencia de los ciudadanos que no eligen sus productos, aunque sean más baratos, porque sus empresas no asumen conductas éticas. En estos casos la modificación de las conductas no obedece a una fuerte convicción basada en valores éticos sino a una conveniencia de mercado que puede ser coyuntural. Esperamos que el comportamiento ético del cooperativismo, que surge de sus propios valores y no de los temores del mercado, puedan seguir siendo trasladados al resto de la sociedad. Difundamos, entonces, por todos los medios posibles, las bondades de los Balances Sociales de las Cooperativas, como uno de los instrumentos de medición de la Responsabilidad Social que han asumido. Dr. Jorge Bragulat Coordinador de la Escuela de Capacitación para la Empresa Cooperativa Fundación FACE Buenos Aires, 2008 11



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Primer Premio

El Balance Social Cooperativo como herramienta de transformaci贸n y cambio cultural en las Cooperativas de Electricidad

Autores Emilio Soto Fabi谩n Tisocco

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El Balance Social Cooperativo como herramienta de transformación y cambio cultural en las Cooperativas de Electricidad Indice 1. Introducción

2. La RSE como parte de la propia Identidad Cooperativa.

3. El concepto de Responsabilidad Social y los valores y principios cooperativos 4. La impostergable necesidad de medir nuestras acciones sociales 5. Los instrumentos de medición: el Balance Social Cooperativo

6. Un modelo de Balance basado en los Principios Cooperativos 7. Pautas para comenzar a elaborar el primer Balance Social 8. La Recolección de los primeros datos sociales

9. Beneficios que aporta la implementación del Balance Social 10. ¿Cómo organizar los primeros pasos para su Elaboración? 11. Problemas que se pueden presentar en la elaboración

12. Adaptación del Modelo de Balance Social a las características de las Cooperativas de Electricidad

13. A manera de Conclusión 14. Bibliografía -

Anexos

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1. Introducción La realidad en las que nuestras cooperativas deben vivir, cada vez más exigente, condicionante, limitada y restringida desde el entorno y las numerosas asignaturas pendientes en los aspectos sociales que las mismas tienen ante la actitud cada vez más activa de los diferentes stakeholders1 , vuelve imperiosa la aplicación de herramientas de gestión que les permitan a los dirigentes cooperativistas y a las líneas medias de gestión, encontrar el difícil equilibrio entre los aspectos económicos y sociales. Para cualquier organización o empresa en particular los escenarios actuales son verdaderamente desafiantes, y esta situación es aún más compleja para las empresas cooperativas ya que al difícil reto de encontrar un equilibrio económico que permita hacer sustentable la vida de la misma en el tiempo, se agrega el gran desafío de lograr una gestión social responsable acorde a su objetivo máximo, implícito en su misma esencia. En este marco el balance social se impone como un instrumento útil, metódico, sistemático, de sencilla adaptación y aplicación, que permite alcanzar rápidos y diversos resultados en todas las áreas y niveles de la empresa, sumamente positivos para la gestión y para encaminar procesos de cambio y mejora en la cultura de las cooperativas. En nuestro país la implementación en las cooperativas de electricidad no es una realidad muy difundida, son pocas las entidades que 1

Existe una variedad muy grande de definiciones acerca de quienes son stakeholders. En general puede decirse que son todas aquellos grupos, organizaciones, empresas, que tienen interés en una empresa u organización dada. Por tal razón algunos autores los califican de interesados o bien participantes . Como aparece en alguna literatura sobre todo traducida, como pudimos ver en Russel Ackoff Planificación de la empresa del futuro ... ....son los empleados, los clientes, los proveedores de bienes y servicios, los proveedores de capital, la comunidad, y la sociedad .Isaac Bleger El enfoque de Stakeholders para la Alta Dirección XX Congreso de Adenag - Asociación de Docentes Nacionales de Administración General (2004), Pág.4.

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lo llevan a cabo, y en general son muy pocos los casos en otros tipos de cooperativas que han experimentado con su implementación e incluso con resultados muy dispares. Las empresas capitalistas le han dado en los últimos años un impulso muy importante a la temática, fundamentalmente a la responsabilidad social empresaria (objeto de evaluación del balance social), tanto que hasta pareciera que estamos frente a temáticas nuevas. Sin embargo, las cuestiones sociales no son nuevas para el cooperativismo porque forman parte de sus principios rectores. Es un hecho que el cooperativismo ha relegado el tratamiento de la temática de la responsabilidad social empresaria y su medición a través del balance social, por lo que creemos que en la actualidad se impone como una asignatura pendiente para el movimiento y como un desafío particular para la gestión de cada cooperativa. A partir de esto es que celebramos que la Federación haya tomado la iniciativa con la temática demostrando su preocupación por esta cuestión y motivando a las cooperativas asociadas a implementar esta extraordinaria herramienta de transformación.

2. La Responsabilidad Social Empresaria como parte de la propia identidad cooperativa Antes de avanzar en el tratamiento del balance social como herramienta de transformación realizaremos algunos comentarios que creemos fundamentales para el debate dentro del movimiento cooperativo, en relación a la Responsabilidad Social Empresaria. Como decíamos en la introducción, el crecimiento de la temática de la responsabilidad social en el mundo entero es sorprendente. La avanzada producida por las más diversas organizaciones y; fundamentalmente por las grandes empresas, se refleja en los congresos, seminarios y publicaciones sobre todo tipo de responsabilidad social: empresaria, 18


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comunitaria, cooperativa, corporativa, institucional, y todas las derivaciones posibles de una aparente nueva forma de gestionar las organizaciones. ¿Podemos decir entonces que está de moda hablar de responsabilidad social?. Pareciera que sí, aunque Bernardo Kliksberg2 sostiene que no se trata de una moda sino más bien todo lo contrario y la establece como temática estructural para la sociedad del siglo XXI. En el mundo del cooperativismo la temática existe desde hace muchos años, décadas inclusive, no con la misma denominación o terminología pero sí en la esencia misma de los valores que la responsabilidad social propone, que al final de cuentas es la esencia de los valores y principios del movimiento. Es por esto que tal vez en la actualidad se alzan algunas voces desde sectores del movimiento a los que no les agrada hablar de responsabilidad social empresaria en cooperativas. Nosotros desde el estudio teórico de la temática y desde su aplicación práctica, estamos convencidos que las cooperativas deben revisar sus acciones y sus políticas y preguntarse si las mismas son socialmente responsables. Y es aquí donde el balance social ingresa como instrumento que nos permite medir este grado de responsabilidad y ajuste a los valores y principios del cooperativismo. Para muchas de estas voces llamarse cooperativa o llevar el nombre de cooperativa implica de por sí la existencia de una responsabilidad o garantía implícita de gestión social responsable, que realmente 2

Doctor en Ciencias Económicas, Profesor Honorario, Profesor Emérito y Doctor Honoris Causa de diversas Universidades del Continente; presidente del Centro Nacional de Responsabilidad Social Empresarial y Capital Social (CENARSECS) de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA; asesor de más de 30 países en alta gestión, además de organizaciones como ONU, BID, UNESCO, UNICEF, OIT, OEA y OPS; autor de más de 40 libros y centenares de artículos técnicos utilizados internacionalmente; Director de la Cátedra de Gerencia Social Para el Desarrollo Humano en la Facultad de Ciencias Económicas UBA.

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no estamos convencidos que exista en nuestras cooperativas. Creemos que la solidaridad y la acción social se deben practicar en todas y cada una de las acciones que nuestras empresas ponen en marcha diariamente, y este es un desafío sumamente complejo para los escenarios en los que deben actuar. Reafirmamos lo dicho en otros ámbitos en relación a que: ...la presencia de cooperativas cuyos consejos de administración y directivos se alejan de sus asociados, con gerentes y funcionarios contratados que desconocen los valores y principios cooperativos es lamentablemente un hecho cada vez más común en nuestros países. Esta situación convierte el accionar de estas organizaciones en gestiones meramente empresarias y mercantilistas despojadas de todo contenido social y solidario 3 . Esto es indudablemente un problema de educación y de identidad. La identidad mantiene a una organización dentro de los límites de su propia esencia y en el caso de las organizaciones cooperativas, la constitución de su identidad está dada por la manera en que se concretan los principios y valores cooperativos a partir de sus actividades específicas. Como dice Jorge Bragulat ...quienes trabajan -en cooperativas- necesitan tener la educación, en principios y valores cooperativos de forma que adquieran conciencia que están al servicio de una entidad solidaria y que los objetivos no deben conseguirse de cualquier manera sino respetando los procedimientos cooperativos. En el cooperativismo importan los fines pero, casi con mayor fuerza, importan los medios y procedimientos para alcanzar los fines 4 3

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Tisocco, Fabián G. Cooperativas sin cooperativistas: el desafío de la educación cooperativa para el desarrollo de una verdadera cultura asociativa - 2º Seminario de Procesos Cooperativos y Asociativos - Comité Académico de Cooperativismo y Procesos Económicos Asociativos de la Asociación de Universidades del Grupo Montevideo (2006), Pág.1. Bragulat, Jorge La Economía Social y las Cooperativas Eléctricas en Bragulat, Jorge - Gallo, Marcelo (Coords.) Aportes para el desarrollo de las Cooperativas de Electricidad FACE - Intercoop Editora Coop. Ltda. (2006), Pág.37.


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Otro problema que observamos en este aspecto, es la extendida y acrítica suposición de que el éxito en la gestión desde el punto de vista económico / financiero implica el mantenimiento y afianzamiento de la identidad cooperativa. Las cooperativas pueden estar en equilibrio económico, gestionando adecuadamente los recursos materiales y obteniendo incluso resultados superavitarios, pero este aspecto no guarda necesariamente una relación directa con el respeto por los principios y valores cooperativos y consecuentemente con la profundización de su identidad. Para el cooperativismo se impone que la dimensión económica / material y la social o de los principios sean consideradas concomitantes y necesarias como ambas caras de una misma moneda. Como lo expresamos en el siguiente gráfico el cumplimiento de los objetivos y consecuentemente el afianzamiento de la identidad se produce a través de la gestión conjunta basada en ambos aspectos, el social y el económico. Gráfico: Identidad y Equilibrio económico / social Gestión Económica y Financieramente Viable

Gestión Socialmente Responsable

Cumplimiento de Objetivos (principios) / Afianzamiento de la Identidad Cooperativa

En este sentido la medición de la RSE nos pone frente a nosotros mismos como instituciones cooperativas y nos muestra cuánto realmente estamos cumpliendo con los principios y valores que constituyen nuestra propia identidad a través de las actividades cotidianas. 21


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3. El concepto de Responsabilidad Social y los valores y principios cooperativos Leonardo Schvarstein dice que ...una organización es socialmente responsable cuando instituye un conjunto de prácticas obligatorias y voluntarias orientadas a promover la satisfacción de las necesidades sociales de sus integrantes y las de los miembros de su comunidad .5 La Alianza Cooperativa Internacional en su mensaje por los festejos del 85ª aniversario del día Internacional de la Cooperación expresa: La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) intenta poner el énfasis en demostrar cómo el mundo de los negocios puede mejorar la sociedad a través de comportamientos e informes transparentes e íntegros; con el compromiso de los socios, la innovación y la gobernabilidad... Aunque no existe una definición universalmente aceptada sobre la RSE, sí hay un acuerdo general que engloba acciones voluntarias que van más allá de las obligaciones legales, en áreas como: el desarrollo comunitario; la protección medioambiental; los derechos humanos y los laborales. 6 Si bien es cierto que se van consensuando valores y conceptos, también es verdad que se va ampliando el enfoque hacia diversos aspectos de la RSE y algunos son verdaderamente interesantes porque plantean posibles respuestas a los porqué de las nuevas formas de actuar que manifiestan algunas empresas. La Dra. Elsa González Esteban de la Universidad Jaume I realiza uno de esos enfoques. En su trabajo La responsabilidad moral de la empresa. 5

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Schvarstein, Leonardo La inteligencia social de las organizaciones: desarrollando las competencias necesarias para el ejercicio efectivo de la responsabilidad social . Buenos Aires - Editorial Piados (2003), Pág.2. Alianza Cooperativa Internacional (ACI) Los principios y valores cooperativos para la Responsabilidad Social Empresarial . Mensaje en el 85º Día Internacional de las Cooperativas de la ACI y 13º Día Internacional de las Cooperativas de Naciones Unidas (2007), Pág.1.


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Una revisión de la Teoría de Stakeholders desde la ética discursiva , nos plantea un interesante análisis innovador en relación a la actuación y desempeño de las instituciones en la comunidad en que desarrollan sus actividades y la relación que estas generan con sus stakeholders. El abordaje que la Dra. González Esteban realiza es innovador ya que plantea como una novedad el hecho de que el respeto por determinados valores se produzca prácticamente como consecuencia de la presión de la sociedad sobre las instituciones. Y al respecto dice: Éste es uno de los fenómenos más apasionantes que tiene el estudio de la ética empresarial: descubrir de qué modo es la presión de la sociedad, interna y externa la que va forzando a la empresa a que repiense tanto el fin como los medios que se ha fijado en su actividad, además de obligarle a que reflexione y asuma las consecuencias positivas y negativas de su praxis .7 En este sentido, se advierte una coincidencia entre lo expresado por Elsa González Esteban y el planteo de Bernardo Kliksberg sobre la supuesta moda de la responsabilidad social. En tanto que Kliksberg habla de una evolución de las empresas del siglo XXI, González Esteban plantea la presión social que lleva a las mismas a la reflexión sobre la forma en que llevan adelante sus actividades. De todos modos, cualquiera sea el origen causal que se le quiera asignar a la responsabilidad social en el ámbito de las empresas que no pertenecen a la economía social, sabemos que para las cooperativas el origen de esta forma de gestión está en su propia naturaleza, en sus principios y en sus valores. Por eso, el concepto de RSE inevitablemente lleva al cooperativismo hacia una mirada analítica sobre si mismo antes que hacia nuevas propuestas. 7

González Esteban, Elsa La responsabilidad moral de la empresa Una revisión de la teoría de stakeholders desde la ética discursiva . Tesis doctoral. Facultad de Ciencias Humanas y Sociales. Departamento de Filosofía y Sociología. Universidad Jaume I de Castellón. España. (2001)

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Sobre este último aspecto la Alianza Cooperativa sostiene que: La RSE no es un descubrimiento nuevo para las cooperativas. Desde sus inicios, las cooperativas han tenido en cuenta que sus acciones afectan a la gran mayoría de sus miembros, incluidos los trabajadores, la comunidad y el entorno en el que operan. De muchas formas distintas, el movimiento cooperativo ha sido el pionero en el desarrollo y la práctica de la RSE 8 . Más adelante refuerza esta idea recordando algunos de sus principales valores coincidentes con los conceptos de RSE: Debido a la estructura democrática, basada en sus miembros, las cooperativas siempre han mirado más allá de las simples ganancias financieras. Los valores y principios han estado en el corazón del modelo empresarial cooperativo desde hace más de 150 años. Los valores específicos del cooperativismo incluyen: autoayuda, autoresponsabilidad, democracia, igualdad, equidad y solidaridad. Según la tradición de los fundadores, el cooperativismo cree en los valores éticos de la honestidad, la trasparencia, la responsabilidad social y el cuidado de los otros. Estos valores son los elementos básicos de cualquier compromiso genuino, a largo plazo, de la RSE. La contundencia e irrefutabilidad de estas expresiones demuestra un importante reconocimiento que al respecto hace el mayor organismo mundial que aglutina al movimiento cooperativo. Si observamos la enunciación de los principios del movimiento cooperativo, vemos que en el séptimo es donde se da una mayor correlación y coincidencia conceptual, resumiendo y concentrando con mayor fuerza el conjunto de valores que la responsabilidad social lleva adelante. PRINCIPIO 7: PREOCUPACIÓN POR LA COMUNIDAD: Las cooperativas pueden y deben contribuir al desarrollo sostenible de su comunidad a través de actividades y/o aportes que tiendan 8

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Alianza Cooperativa Internacional (ACI) Op. Cit., Pág.2.


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al desarrollo económico, social y cultural, a la preservación del medio ambiente, la contribución a la belleza y presentación de la ciudad, etc. De todos modos, como decíamos en la introducción, la sola presencia de un principio tan preciado para el movimiento, no es garantía del accionar socialmente responsable de las empresas del sector. Cabe aquí repasar lo que expresábamos en otros ámbitos en relación a que: La preexistencia de los principios y valores cooperativos en una empresa cooperativa no garantizan de por si (por su propia existencia teórica) que estemos ante la presencia de una empresa cooperativa con mentalidad cooperativa, es decir que los postulados de los pioneros de Rochdale no pueden garantizar más que la autenticidad formal de una empresa a la que llamamos cooperativa. Si sus miembros no ponen en práctica estos principios en cada accionar dentro de la gestión, la empresa solo tendrá el nombre de cooperativa, e incluso difícilmente pueda perdurar en el tiempo la mentalidad asociativa que los vio nacer . 9 La ACI refuerza esta posición al afirmar que: Tan importante garantía no puede quedar a la improvisación, aún con la mejor intención: Las cooperativas deben demostrar con su quehacer diario las razones de su existencia como forma especial de asociación de personas con un objetivo común. Y eso obliga a gestionar adecuadamente todas sus dimensiones, no únicamente las económicas .10 Por todo esto es que afirmábamos al comenzar el trabajo, que pasó mucho tiempo en el que el movimiento cooperativo parecía no replantearse si estaba cumpliendo con los fines esenciales a su existencia, como si la sola mención de los valores y principios garantizaran 9 10

Tisocco, Fabián G. Op. Cit., Pág.1. ACI Américas: Informe Final del Proyecto de Balance Social , noviembre 2001. En http://www.aciamericas.coop

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un accionar acorde a los mismos. Y es justamente donde creemos que reside el motivo por el cual en la actualidad son pocas las empresas cooperativas que se imponen como objetivos evaluar sus acciones sociales y medir su cumplimiento de los principios cooperativos.

4. La impostergable necesidad de medir nuestras acciones sociales La eclosión de la RSE ha derivado en una amplia generación de diferentes instrumentos para medir, evaluar, mejorar y comunicar las acciones enmarcadas en la misma; aunque con una gran diversidad entre sus objetivos, finalidades, orígenes y formas de implantación o aplicabilidad a los diferentes sectores y/o empresas, (inclusive dentro del movimiento cooperativo). Creemos que es natural que esto ocurra en el mundo de las empresas con exclusivos fines de lucro puesto que si bien han consensuado la elaboración de un marco conceptual operativo general del cual surgió el denominado GRI con el que analizan sus acciones en los ámbitos (o dimensiones) económicas, jurídicas, ambientales y sociales, no les resulta tan fácil unificar criterios para el recorrido intermedio que conduce hacia esos objetivos. Es allí donde radica su mayor dificultad por la gran diversidad de actividades empresariales y porque no han encontrado aún conceptos operativos unificadores que sirva de paradigma universal. En el mundo del cooperativismo esto no sucede, pues la ACI ha establecido modelos guías para emprender la evaluación que, como veremos más adelante, son útiles para cualquier tipo de cooperativa. Lo que sí es notable, y observamos con curiosidad, que hasta el momento, en la mayoría de las cooperativas, no hayamos evaluado científicamente los resultados sociales de nuestra propia actividad aún teniendo la recomendación de la Alianza y de algunas entidades de segundo y tercer grado que se han manifestado en ese sentido. 26


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Sabemos que nuestras actividades se orientan a objetivos solidarios; realizamos nuestras acciones y desarrollamos proyectos en pos de esos objetivos, administramos nuestras cooperativas de la mejor manera posible -con mayor o menor grado de eficienciapero con un sentido social que subyace en todas las acciones. Pero sin embargo, hasta ahora, no habíamos advertido la necesidad e importancia de medir nuestras acciones con una herramienta social y no sólo económica (como son lo estados contables) y creemos que en muchos ámbitos del movimiento, lamentablemente, aún cuesta ver con claridad esta necesidad. Los pioneros de la temática Gerardo Martínez y Alberto Bialakowsky se refirieron al respecto en el año 83 sosteniendo que ... a la responsabilidad económica tradicional se le suma la llamada responsabilidad social y surge de inmediato para que ésta cobre el mismo status que aquella la necesidad de su documentación y luego agregan ...¿cómo puede concebirse, por cierto, que el mobiliario tenga su lugar en el activo del balance pero no los valores de centenares de personas que dan vida a la empresa . 11 Con lo dicho nos preguntamos entonces qué otros argumentos necesitan escuchar las cooperativas y quienes las conducen para convencerse que su gestión está siendo evaluada parcialmente, con una mirada económica y contable que no contempla lo social y que por lo tanto no permite autoevaluarse, y menos identificar posibilidades de cambio y mejora en la gestión. Si no evaluamos la gestión social, difícilmente podremos saber qué tanto estamos haciendo por la sociedad y menos aún cómo lo estamos haciendo, es decir difícilmente nos estemos acercando a cumplir con nuestros objetivos más preciados. 11

Martínez, Gerardo y Bialakowsky, Alberto L. El Balance Social en las Cooperativas Evaluación sistemática del impacto social Ediciones CGCyM - Buenos Aires (1984 ), Pág.28.

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5. Los instrumentos de medición: el Balance Social Cooperativo Entre los diferentes instrumentos que las empresas utilizan para comunicar sus actividades sociales se encuentran los informes sostenibles, balances integrales, informes sociales o balances sociales. Éstos suelen tener una doble función en las organizaciones; en primer lugar, son un instrumento de comunicación dirigido a todos los interesados tanto de naturaleza interna como externa (stakeholders). En segundo lugar, son una herramienta de aporte directo a la gestión que permite estudiar sistemáticamente el desarrollo de la empresa derivado de un proceso de recopilación y de evaluación de los datos que permitirá medir el resultado económico, social y ambiental de la gestión a través de diferentes indicadores. En este sentido Martínez y Bialakowsky realizan una diferenciación tipológica básica considerando por un lado los balances de Información y por el otro los de Evaluación; al primero le asignan un carácter fundamentalmente descriptivo y al segundo de valoración. A consecuencia de esta diferenciación comentan que: desarrollado un sistema de información y la valoración de los resultados, se abre la posibilidad de un desarrollo de los correspondientes procesos de control y mecanismos de feed-back (o retroalimentación) 12 , aspectos que observamos como trascendentales en la práctica diaria de elaboración del balance Dentro de estos instrumentos de medición es donde aparece con toda su importancia el Balance Social como herramienta capaz de medir y mostrar todo aquello que hemos hecho y que al balance contable, por la limitación de su propio objetivo, no le es posible informar o presentar. Visto de esta manera este informe viene a completar una evaluación que, como decíamos, toma una parcialidad de la gestión realizada en un período determinado. 12

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Op. Cit. Pág.24.


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El caso puede ser visto en un ejemplo donde un banco evalúa la factibilidad de un emprendimiento o empresa (al momento de otorgarle un crédito) por lo que dice o expresa su Estado de Resultados y no considera probablemente el impacto social que esa empresa tiene en la comunidad donde actúa. Es lógico pensar entonces en que cualquier lector de la información, si se basa solo en los informes contables para evaluar la gestión de una organización, dicha evaluación será cuanto menos incompleta. Es por esto que decimos entonces que el balance social posibilita una visión integral (sistémica), con todo el sentido de lo que la teoría de sistemas13 plantea para las organizaciones; de modo que junto a los informes de la Contabilidad permitirá a los lectores de la información de una cooperativa y a quienes tienen la responsabilidad de evaluar su gestión, observar la misma con mayor integralidad. Creemos fundamental en la terminología realizar una diferenciación entre los conceptos de balance social y reporte social. La mayoría de los reportes que hemos analizado de las grandes empresas se basan en el criterio de reflejar sólo los hechos que se vinculan con las acciones socialmente responsables, sin indicación alguna de los aspectos débiles o negativos de la gestión. En cambio el balance social sí incluye otros aspectos de la gestión -y no solo los que demuestran un accionar positivo y socialmente responsable- sino también los negativos, los que puedan considerarse como retrocesos o los objetivos no alcanzados. Creemos que esta visión es mas integral, mas justa y fundamentalmente mas equilibrada ya que permite hacer una evaluación con una visión más critica. 13

La teoría de sistemas es un esfuerzo de estudio interdisciplinario que trata de encontrar las propiedades comunes a entidades denominadas sistemas, que se presentan en todos los niveles de la realidad, pero que son objeto tradicionalmente de disciplinas académicas diferentes. Su puesta en marcha se atribuye al biólogo austriaco Ludwig von Bertalanffy, quien acuñó la denominación a mediados del siglo XX. Se define a un sistema como Un conjunto de elementos dinámicamente relacionados formando una actividad para alcanzar un objetivo operando sobre datos / energía / materia para proveer información / energía / materia Bertalanffy Von, L. Teoría General de los Sistemas. Editorial Fondo de Cultura Económica. México. 1976.

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Marcelo Gallo sostiene que: Ser responsable significa dispuesto a dar respuesta y a medir las consecuencias prácticas de nuestras acciones 14 y para nosotros medir responsablemente nuestras acciones no puede significar solamente evaluar las buenas prácticas sociales y los resultados sin tener en cuenta los aspectos negativos u objetivos no alcanzados. Como presentamos en el gráfico siguiente lo que debemos evaluar son los resultados de la gestión social y estos surgen necesariamente de lo positivo y lo negativo que conlleva el concepto de Balance . Gráfico: Reporte Social vs. Balance Social BALANCE SOCIAL REPORTE SOCIAL

RESULTADOS POSITIVOS

RESULTADOS NEGATIVOS

RESULTADOS DE LA GESTIÓN SOCIAL

Para el mundo de las cooperativas de electricidad y de los servicios públicos en general, tanto la Alianza como la Federación que las nuclea, (Federación Argentina de Cooperativas de Electricidad y Otros Servicios Públicos Ltda.) estimular la formulación anual de balances sociales para que los asociados y la comunidad conozcan los principios y valores que rigen a las cooperativas a través de índices y ratios explicativos. 14

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Gallo, Marcelo La Integración del Cooperativismo de Electricidad y las Federaciones en Bragulat, Jorge Op. Cit., Pág.28.


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Para acceder a una definición de este importante instrumento de medición podemos remontarnos a los mencionados Martínez y Bialakowsky, que, como hemos dicho, fueron los pioneros en escribir sobre el tema en nuestro país. Ellos sostenían en su libro editado a principios de la década de los ochenta, que el Balance social cooperativo, consiste básicamente en reunir, sistematizar y evaluar la información que corresponde a las dimensiones sociales que hacen a la naturaleza y a los fines de la actividad cooperativa, volcada en un documento de alcance público, donde se pueden cuantificar los datos mediante el elemento operativo del balance social que son los indicadores sociales. Un control periódico de esta información, lo más amplio, preciso y objetivo posible constituye un Balance Social Cooperativo .15 Para las investigadoras de la Universidad Nacional de La Plata, Fernández Lorenzo, Geba, Montes y Schaposnik se considera Balance Social Cooperativo al informe que surge del sistema de información socioeconómico de la cooperativa. Su finalidad es brindar información metódica y sistemática referida a la responsabilidad social asumida y ejercida por la misma, en concordancia con su propia identidad .16 Sin embargo el Balance Social no se limita a un carácter únicamente descriptivo sino que el mismo es además de enorme importancia para la gestión de la empresa cooperativa por lo que su potencialidad como herramienta crece enormemente al ser también un instrumento para la 15 16

Martínez, Gerardo F. y Bialakowsky, Alberto L. Op. Cit., Pág.34. Fernández Lorenzo, Liliana, et. al., Sistematización Contable del Balance Social Cooperativo / Evaluación del cumplimento de objetivos sociales a través del Balance Social Cooperativo - Cuaderno 5 Serie Investigación del Instituto Provincial de Acción Cooperativa (IPAC)., Ministerio de la Producción y el Empleo de la Provincia de Buenos Aires. Publicación auspiciada por la Oficina de Proyectos Cono Sur América Latina de la Alianza Cooperativa Internacional y por el IPAC y avalada por la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de La Plata. La Plata (1998), Pág.19.

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toma de decisiones, que concierne al cumplimiento de la responsabilidad social de la empresa. No debemos quedarnos con la idea que el balance es una simple exposición de datos, si fuera así el balance social no sería otra cosa más que un informe de los tantos que podemos ver en nuestras organizaciones, es decir podría quedar como un simple instrumento descriptivo o de diagnóstico. Y en este sentido es fundamental ser ambiciosos intentando aprovechar ese valor que mencionábamos anteriormente utilizándolo como una verdadera herramienta para mejorar la calidad de gestión.

6. Un modelo de Balance basado en los principios cooperativos El modelo a través del cual se elaboran la mayoría de los balances sociales en nuestro país y en el cual también nosotros nos hemos basado en nuestra experiencia de implementación se base en los principios cooperativos. La idea en la que se basa el modelo es muy simple, pretende identificar indicadores que nos permitan en cada caso determinar de qué manera o en qué grado la cooperativa está desarrollando acciones que cumplimentan los postulados enunciados en cada principio. Este hecho de contar con un cuerpo de principios que ofician dentro del modelo, de estándares a alcanzar o cumplimentar , debe considerarse como una ventaja con que cuenta el cooperativismo en relación a otro tipo de empresas. Debido que al no contar con un estándar comparativo, un modelo o paradigma integrador, masivamente aceptado, se generan interminables discusiones y disensos respecto a la validez de los mismos y por lo tanto a la validez del modelo a utilizar. En el caso de las cooperativas, tenemos resueltas estas cuestiones porque los principios del cooperativismo subyacen como elemento integrador. 32


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A pesar de esto existen líneas dentro del cooperativismo en nuestro país que en lugar de poner en marcha estos modelos generados desde el máximo organismo (ACI) y avalados por las entidades de segundo y tercer grado, intentan generar otros modelos que se separan de la esencia de nuestros principios y valores, hecho que entendemos no contribuye en absoluto a la implementación y uso masivo de esta herramienta como muchos anhelamos. Por otra parte es necesario resaltar que los principios son, a su vez, un elemento de trascendental importancia a la hora de decidir trabajar sobre la cultura y la imagen de la cooperativa; factores estos absolutamente necesarios de gestionar en nuestras empresas fundamentalmente en las cooperativas de electricidad que por sus características de tamaño, estructura, cantidad de asociados y trabajadores y diversidad de servicios, entre otras, suelen estar más propensas a tener problemas sobre dichos factores. Esta es otra de las formas en que el desarrollo y puesta en marcha del balance social contribuye a la mejora de la gestión de la cooperativa; y a esto contribuye sin dudas este esquema o modelo basado en los principios cooperativos.

7. Pautas para comenzar a elaborar el primer balance social Como premisa de trabajo es fundamental contar desde el inicio con el apoyo de la máxima dirigencia de la Cooperativa. No se puede avanzar en los primeros pasos si este apoyo no existe. El gran aporte que puede realizar el Consejo de Administración es la comprensión global del balance como herramienta de cambio cultural y de aporte a la calidad de la gestión que ellos mismos llevan adelante. Con que intuyan la importancia de las grandes líneas que implica su elaboración, es suficiente para comenzar. El resto será tarea del equipo que esté trabajando directamente en la elaboración del balance para que, con el correr del tiempo, vayan sumando aportes al convencimiento inicial de la importancia de su elaboración. 33


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Justamente la conformación de un equipo de trabajo es otro elemento esencial, fundamentalmente si el mismo logra ser interdisciplinario porque las distintas miradas desde las diversas disciplinas es un reaseguro de enriquecimiento en el proceso de aprendizaje y elaboración del balance social. Por otra parte, cada disciplina aporta sus propias herramientas y metodologías que se aplican en diversas circunstancias y partes del trabajo. Por otro lado hay que asumir que se trata de un aprendizaje constante de cada uno de los integrantes del equipo y del equipo en su conjunto. Debe existir la vocación y el deseo que empuje a cada miembro con la pasión necesaria para avanzar en un camino que muchas veces resulta solitario y tardíamente valorado. Otro aspecto necesario es la capacitación y formación continua del equipo en materia de responsabilidad social, de balance social y de cooperativismo en general. Estamos convencidos que el marco teórico que elaboremos mediante investigación propia, mediante lectura seleccionada y el análisis crítico, aporta una base sólida para la etapa posterior. Por lo tanto entendemos que es una fase que no se debe obviar pues a partir de esa experiencia es que se comienza a crecer con criterio propio sin que esto signifique abrazar una injustificada heterodoxia. Otro punto a considerar es la continuidad en la aplicación del balance. Al momento de decidir su puesta en marcha es muy importante tener en cuenta que la decisión generará verdaderos beneficios si se considera al balance como un proceso continuo de evaluación y mejora ya no sólo de los aspectos puramente sociales sino de la gestión en general de la cooperativa. Esta idea de continuidad aunada a un criterio de revisión constante de lo hecho a través de acciones que permitan lograr una correcta retroalimentación (revisando los indicadores, buscando nueva y más información, detectando errores en la misma exposición de la información, 34


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estableciendo pautas para mejorar los desvíos o problemas detectados, etc.) son las pautas básicas que posibilitarán que el balance se convierta en verdadera herramienta de transformación y cambio en nuestras empresas. Gráficamente expresamos estas pautas que, de acuerdo a nuestra experiencia, entendemos, nos permitirán alcanzar más rápidamente los objetivos mencionados:

DECISIÓN POLÍTICA EQUIPO RESPONSABLE ASESORAMIENTO Y CAPACITACIÓN CONTINUIDAD EN SU APLICACIÓN RETROALIMENTACIÓN CONTINUA APROVECHAMIENTO DE LA INFORMACIÓN IMPLEMENTACIÓN DE CAMBIOS EN LA GESTIÓN COOPERATIVA 8. La recolección de los primeros datos sociales Es muy probable que cuando la cooperativa inicie su primer balance social, estos datos no se encuentren sistematizados de manera tal que sea posible un rápido y fácil acceso a ellos. Creemos que cuanto antes se pueda comenzar a trabajar en dicha sistematización esto significará un gran avance. 35


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Sin embargo, el hecho de no contar con la informatización referida no será un obstáculo insalvable para comenzar. En este caso se deberán confeccionar formularios mediante los cuales se solicitará la información necesaria para responder a los índices y, lógicamente a las variables principales constituidas por cada principio (en el Anexo II se pueden observar algunos modelos de notas o formularios que se utilizan para la recolección o actualización de los datos). Por esto es que este proceso es exploratorio, dinámico y fundamentalmente está sujeto a las características de cada empresa y a lo que el equipo se establezca como estrategia de recolección. En muchos casos sucederá que las personas que provean de los primeros datos no tengan en claro el verdadero objetivo o no comprendan con certeza el sentido que a los mismos se les dará en el marco del balance. Esta situación es en realidad lógica y comprensible fundamentalmente por el desconocimiento de la temática y deberá demandar a futuro un trabajo de docencia del equipo responsable, de manera de informar y capacitar a esas personas que se constituirán en fuentes de información. Uno de los instrumentos más importantes que permitirá obtener información en el primer o segundo balance es la encuesta que puede ser utilizada tanto interna como externamente. Este instrumento merece una atención especial, tanto en su etapa de confección como en la implementación y procesamiento posterior de los datos puesto que de allí surgirán muchos elementos de los cuales algunos se volcarán al balance social y otros no, pero todos tendrán un enorme valor para la gestión en cuanto a la toma de decisiones. Un aspecto negativo que puede tener la implementación de encuestas para recolectar información es que luego la gestión sea indiferente a los datos que las mismas nos proporcionan y no produzca una devolución acorde a las circunstancias de la organización o no la utilice para generar cambios concretos, quedando circunscripta solamente a ser expuesta como un dato más en algún apartado del balance. 36


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En el Anexo I al final del trabajo, exponemos un modelo de encuesta institucional que hemos utilizado y que estimamos puede servir de guía para quienes les interese comenzar este trabajo.

9. Beneficios que aporta la implementación del balance social Todo lo expresado hasta aquí es en gran medida demostrativo de las ventajas que la implementación de una herramienta como el balance social genera en cualquier organización y en particular en una empresa cooperativa. Lo más importante a destacar en líneas generales es que las ventajas o beneficios se alcanzan no sólo con la producción de un informe final al que denominamos balance social; sino y esencialmente que las mismas se producen en todo el proceso que involucra su desarrollo y elaboración y en las acciones que se produzcan en forma posterior a su presentación. En este apartado intentamos resumir sintéticamente los aspectos que consideramos ventajas aprovechables por la entidad y por sus asociados a partir de iniciar el trabajo de desarrollo del balance social. Las principales son: Es una fuente de aporte de información social y económica con características de homogeneidad basada en la estructura de los principios cooperativos, que son la esencia de la filosofía cooperativa; Posibilita la autoevalución de la gestión social detectando debilidades y fortalezas que nos permiten, a posteriori o en forma concomitante, corregir errores (fundamentalmente si se toma conciencia de la importancia de tomar decisiones ante los problemas detectados); Promueve el conocimiento de los hechos, acciones, programas y políticas de contenido social que posee la empresa, por parte de todos los niveles de la estructura organizacional. Aspecto que se vuelve de gran importancia en las grandes estructuras que suelen tener las cooperativas eléctricas o de servicios públicos con numerosos y diversificados servicios, ámbitos de trabajo diferentes entre uno y 37


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otro, edificios o sedes distantes, estructuras o jerarquías verticalistas, entre otros. Es una potente herramienta de gestión para la mejora continua y para la transformación y cambio cultural de la organización, porque permite sentar las bases para el desarrollo de programas de capacitación alineados con los objetivos de la institución y con la profesionalización necesaria para cada caso. Aspectos que también se vuelven de vital importancia en este tipo de cooperativas. Cabe agregar que entendemos a la cultura como un patrón de comportamientos que se desarrolla en la organización, con sus lógicas y dinámicas propias pero eso no nos inhibe la posibilidad de intervenir sobre ella orientando, reforzando e incluso transformando sus características. La cultura de la organización es un marco de referencia significativa que permite interpretar metas, procedimientos, predicamentos y juicios que se despliegan en su seno 17 y todo esto va definiendo una forma de actuación. La cultura existe, lo quiera o no la conducción. Y lo mejor que se puede hacer es gestionarla. Contribuye a la comparación de la información social entre cooperativas, aspecto no menos importante si lo analizamos desde la mirada de nuestras federaciones que promueven el desarrollo de esta herramienta. Por último un beneficio que merece ser destacado por su trascendencia política y social, es la posibilidad de mostrar en forma resumida el aporte total que la cooperativa realiza en el medio en el que está inserta. Esta ventaja se manifiesta a través del cálculo del denominado Valor Agregado Cooperativo (VAC). El concepto es una creación de la ACI y se basa en la idea de que la cooperativa por su existencia misma genera un aporte al medio, que podemos denominar valor agregado y que se refleja en el beneficio recibido por cada uno de los grupos de interés que forman parte de 17

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Scheinshon, Daniel Más allá de la Cultura Corporativa. Cómo crear valor a través de la Comunicación Estratégica . Ediciones Machi Buenos Aires (1997), Pág.50.


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ese medio o entorno. Dentro de estos grupos de internes encontramos, al personal de la empresa, asociados, Estado, entidades financieras, la propia cooperativa y la comunidad en general. Siguiendo a la Alianza el VAC ...Calcula la totalidad de incremento de valor generado como consecuencia de las actividades de la cooperativa. Y muestra cómo se reparte dicho valor entre los diferentes agentes implicados: los trabajadores a través de sus salarios y otras ventajas sociales concedidas, el Estado a través de los impuestos y tasas pagados, los propietarios a través de la distribución de sus excedentes y la comunidad a través del compromiso social de la cooperativa con su comunidad 18 . Cuando este aporte cuantificado puede ser visto en una cifra lo más común es que los propios integrantes de la cooperativa y sus delegados se sorprendan por la magnitud del dato positivo y esto suele ocurrir a pesar de que el balance contable ocasionalmente esté mostrando un resultado deficitario. Esto sin dudas dota a este elemento de una contundencia práctica irrefutable y por lo tanto de una gran importancia política para los responsables de la gestión. En nuestra experiencia hemos visto casos de ejercicios con déficit que superaban el millón de pesos y para el mismo período un valor agregado superior a los doce millones. Esto en el equilibrio total barre con el resultado negativo que suele ser lamentablemente, el único elemento analizado al momento de evaluar la gestión. Otro aspecto que creemos interesante para valorar la importancia del Valor Agregado Cooperativo es que si se llegaran a sumar todos los VAC de las cooperativas de electricidad, arrojaría una cifra que indudablemente permitiría a la federación y al movimiento cooperativo en su conjunto mostrar con absoluta claridad cuánto se aporta a la sociedad en su conjunto. 18

ACI Américas Informe Final del Proyecto de Balance Social . En http:// www.aciamericas.coop/spip/article .php3? Id article =465&var_recherche=balance+social+ informe+final (Vi 24 de julio de 2007), Pág.12.

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10. ¿Cómo organizar los primeros pasos para su elaboración? No existe una vasta bibliografía sobre balance social y sobre metodología de implementación en cooperativas porque no son muchos los autores y las obras encargadas de abordar este apasionante tema, pero lo cierto es que existen algunos modelos de pasos y etapas a seguir para la consecución de esta tarea que suelen ser más o menos coincidentes con el método y secuencia de pasos. Lo que aquí expresamos es una serie de etapas que compendian y resumen en gran medida esos modelos existentes y que a lo largo del tiempo fuimos desarrollando, modificando y practicando con mayor o menor grado de orden y secuencia, pero con el convencimiento de su necesidad e importancia: 1. Designar el equipo que va a emprender los primeros pasos 2. Capacitar a los integrantes del equipo 3. Armar un plan de actividades acorde a la situación de la cooperativa y al momento del ejercicio en el que se encuentran. 4. Recolectar la información social y darle forma de acuerdo al modelo elegido; si es factible realizando una encuesta. 5. Chequear y controlar la información social expuesta con los responsables de su provisión o con los responsables de áreas (directores - gerentes - jefes - etc.) 6. Elaborar el Informe Final o Balance y presentarlo al Consejo de Administración. 7. Si fuera posible para la cooperativa presentarlo también ante la Asamblea. 8. Evaluar el informe en forma posterior y retroalimentarlo detectando falencias que existieron, aspectos no incluidos o pendientes, formas de presentar la información que pueden mejorarse, etc. etc. Cabe aclarar por último que estas etapas no son compartimentos estancos donde necesariamente debe estar terminada una etapa para comenzar con otra. La vida de nuestras cooperativas nos demostrarán 40


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que esto es imposible de darse y que necesariamente el proceso se debe realizar en forma de compartir los resultados de una en otra y trabajar en forma concomitante. También el orden de las mismas depende de la realidad de cada organización y de los integrantes del equipo de trabajo, por lo que cada situación requiere de una estrategia particular.

11. Problemas que se pueden presentar en la elaboración La puesta en marcha del balance impone desafíos, trabas, problemas e inconvenientes diarios propios de las particularidades de nuestras cooperativas, de las características de su gente y su cultura y de la realidad de las organizaciones en general. Estos escollos pueden alimentar el aprendizaje del grupo o equipo de trabajo y de la misma cooperativa si se sabe capitalizar el proceso de sobrepasarlos. En este mismo desafío esta implícito un gran beneficio que la herramienta del balance social produce a la empresa. Los principales problemas que se pueden presentar son: Desconocimiento de la temática del balance social en los diferentes niveles. (compromiso - cultura organizacional - organización interna) Falta de sistematización de la información social o de la información en general, propio de cooperativas que aun conservan muchos procedimientos manuales sin una apoyatura electrónica. No valoración del contenido social de acciones realizadas por la empresa, fundamentalmente en las áreas técnicas de la misma. Inadecuación de los modelos de balances existentes a la realidad de la cooperativa. No formalización de misión, visión, objetivos o acciones sociales por parte de la empresa en general y de sus distintos servicios o sectores en particular. Baja relevancia asignada a la confección del balance social en asamblea de delegados. 41


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12. Adaptación del modelo de Balance Social a las características de las cooperativas de electricidad En la experiencia práctica alcanzada a través de la puesta en marcha de los balances sociales hemos ido detectando diversos aspectos sobre los modelos que tomábamos como base de nuestro trabajo que demandaban necesariamente una adaptación a nuestras características. Esto motivó que fuéramos incorporando sugerencias e implementándolas en los sucesivos balances que tendieran a incorporar soluciones a esos problemas. El resultado de este proceso derivó en la generación de un modelo de balance social para las cooperativas eléctricas y de servicios públicos en general, que respeta la esencia del modelo propuesto por la ACI y por el IECOOP de la UNLP19 pero con características notoriamente diferentes fundamentalmente en lo que se refiere a la tipología y forma de exposición de la información. Sintéticamente podríamos decir que los principales motivos que generaron estas modificaciones fueron: Atención a las características de los destinatarios de la información social. Estamos convencidos que en muchas de nuestras cooperativas los delegados participan de las asambleas aprobando balances pero con muchas limitaciones y problemas a la hora de interpretar adecuadamente la información que se les expone. Igual situación se produce para una inmensa mayoría de asociados para los que estos informes guardan una complejidad en su vocabulario que no hace mas que impedir su comprensión e interpretación; y en esta línea es que comenzamos a trabajar para hacer más transparente el informe. 19

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Siglas correspondientes al Instituto de Estudios Cooperativos de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de la Plata que en nuestro país constituye la primera adaptación concreta del modelo propuesto por la ACI.


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Equilibrio entre la información cuantitativa y cualitativa. Los modelos que hemos apreciado, inclusive los utilizados por otras cooperativas guardan un fuerte contenido y presentación de tipo contable, por lo que pensamos en incorporar información que lo acerque más a un modelo social desestructurando el formato meramente contable que sólo se limita a exponer números y a cuantificar cuanta información se presente. Aprovechamiento de las ventajas propias de los modelos gráficos y narrativos. Del punto anterior también se desprende parte de este aspecto, ya que la incorporación de gráficas nos permite también hacer más comprensible una información o resumir lo dicho a través de varios párrafos. Existencia de beneficios sociales difíciles de cuantificar. También detectamos la presencia de información que la realidad impide o dificulta una cuantificación lógica de los hechos o resultados, que creemos no debe dejar de presentarse y exponerse, justamente esta es una característica de las acciones sociales. Acciones sociales cuantificadas sin expresión del beneficio concreto aportado a los socios. También hemos observado en los modelos la existencia de cuantificaciones forzadas y erróneas y la presencia de valores poco representativos que no se acompañan de una descripción narrativa que creemos necesaria para enriquecer lo expuesto. Esto puede observarse claramente en la descripción de una nueva obra de instalación de cable preensamblado en un barrio, que muchas veces solo se limita a poner el monto de la inversión o los metros de cables instalados, sin contar la cantidad de familias de asociados que se benefician y el aporte que para la empresa significa en el menor grado de hurto, por mencionar algunos. También hemos incorporado al modelo otras modificaciones que no se relacionan necesariamente con problemas de adaptación detectados en los modelos actuales, sino simplemente aspectos que no se encuentran presentes en los mismos: 43


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Desarrollo de indicadores estandarizados por actividad o rubro. (estudio y revisión continua en función de los principios cooperativos). Incorporación de aspectos relacionados con el análisis de los indicadores, a través del agregado de evolución de los datos presentados para ayudar al lector a identificar las variaciones producidas en la información de un ejercicio a otro y también la comparación con los objetivos sociales trazados. Incorporación de información comparada con otras entidades cooperativas. Aspecto que creemos sumamente necesario incluir pero que en nuestra práctica ha quedado muchas veces como una expresión de deseo a la espera de que las cooperativas nos animemos a compartir la información que generamos, específicamente a cumplir con uno de nuestros principios de cooperación intercooperativa, tan necesario y a la vez tan pendiente de poner en práctica. Explicación de detalles técnicos utilizados en la determinación de variables e indicadores, como ser forma de realizar los cálculos de coeficientes, bases utilizadas para la cuantificación, unidades de medida en la que se exponen los datos. Aspectos todos que procuran generar una comprensión más cabal por parte del lector de la información y buscan la mayor transparencia y cientificidad en el tanto en el proceso mismo de elaboración del balance como en su exposición y comunicación.

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13. A manera de conclusión El estudio y aplicación de la responsabilidad social en las empresas cooperativas es un tema de suma urgencia que debe ser tenido en cuenta por los responsables de la gestión de las mismas a los fines de recuperar el espacio que ha ido, eventualmente, abandonando o dejando en la indiferencia el cooperativismo; puesto que si bien por estos días la RSE está recibiendo un impulso que para el mundo puede ser novedoso, para las cooperativas no lo es, desde el punto de vista conceptual. Es necesario recuperar y profundizar nuestra identidad y ser competentes para que nuestra presencia en la sociedad manifieste la diferencia cualitativa del cooperativismo como fuerza transformadora hacia una mejor calidad de vida. Para ello la RSE y el balance social como herramienta de medición de ésta, son instrumentos de gestión y evaluación que posibilitan la consecución de estos objetivos. También creemos en la necesidad de establecer un modelo de evaluación de esta responsabilidad social adaptado a las características de nuestras cooperativas, como el que hemos presentado en el trabajo, tanto por el rescate de nuestra identidad como por la búsqueda de una mayor excelencia en la gestión y en consecuencia en la prestación de nuestros servicios. Por último y de acuerdo con nuestra experiencia desde la investigación teórica y la aplicación práctica, concluimos que la implementación del balance social cooperativo contribuye firmemente al ordenamiento de la gestión, la conservación o profundización de los principios y la identidad cooperativa, a demostrar el aporte concreto a la comunidad a través del valor agregado cooperativo y a contar con una herramienta de gestión para la transformación y mejora continua que redunda en la calidad de la organización y de los servicios que prestan a la comunidad. 45


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Dicho esto creemos que las potencialidades del Balance Social están claramente a la vista como para insistir en la conveniencia de su aplicación. La ACI como máximo organismo a nivel mundial y en el país, nuestras dos entidades de segundo y tercer grado (FACE y COOPERAR) han abierto las puertas a esta herramienta promoviendo la toma de conciencia y trazando el camino; sólo resta ahora que las cooperativas que aún no están en marcha se decidan transitarlo. 14. Bibliografía - Alianza Cooperativa Internacional (ACI): Los principios y valores cooperativos para la Responsabilidad Social Empresarial Mensaje en el 85º Día Internacional de las Cooperativas de la ACI y 13º Día Internacional de las Cooperativas de Naciones Unidas, 2007.

- Alianza Cooperativa Internacional (ACI): Informe Final del Proyecto de Balance Social . http://www.aciamericas.coop.

- Bleger, Isaac El enfoque de stakeholders para la alta dirección XX Congreso de ADENAG Asociación de Docentes Nacionales de Administración General. Córdoba, 2004.

- Bleger, Isaac: Los Empleados como Stakeholders de las Cooperativas en Cuadernos de Economía Social del Instituto Argentino de Investigaciones de Economía Social (IAIES) Año X No.15 Marzo de 2005.

- Devoto, Pablo Andrés: El concepto de Responsabilidad Social Empresaria (RSE) frente al Trabajo Decente. Proyecto presentado al Concurso de Proyectos de Investigación sobre el Trabajo Decente convocado por la Red Académica para el Dialogo Social, 2004.

- Federación Argentina de Cooperativas de Electricidad y Otros Servicios Públicos Ltda. (FACE): Bases para la Gestión de la Federación Argentina de Cooperativas de Electricidad y otros Servicios Públicos Limitada - Ediciones Intercoop Argentina, 2006. 46


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- Fernández Lorenzo, Liliana, et. al.: Sistematización Contable del Balance Social Cooperativo / Evaluación del cumplimento de objetivos sociales a través del Balance Social Cooperativo - Cuaderno 5 Serie Investigación del Instituto Provincial de Acción Cooperativa (IPAC), Ministerio de la Producción y el Empleo de la Provincia de Buenos Aires. Buenos Aires, 1998.

- González Esteban, Elsa: La responsabilidad moral de la empresa Una revisión de la teoría de stakeholders desde la ética discursiva . Tesis doctoral. Facultad de Ciencias Humanas y Sociales. Departamento de Filosofía y Sociología. Universidad Jaume I de Castellón. España, 2001.

- Kliksberg, Bernardo: Responsabilidad Social Empresarial: ¿Moda o Demanda Social? Fundación Carolina de España. Buenos Aires, 2005.

- Martínez, Gerardo y Bialakowsky, Alberto L: El Balance Social en las Cooperativas Evaluación sistemática del impacto social Ediciones CGCyM - Buenos Aires, 1984.

- Schvarstein, Leonardo: La inteligencia social de las organizaciones: desarrollando las competencias necesarias para el ejercicio efectivo de la responsabilidad social . Buenos Aires - Editorial Piados (2003). - Scheinshon, Daniel: Más allá de la Cultura Corporativa. Cómo crear valor a través de la Comunicación Estratégica . Ediciones Macchi Buenos Aires, 1997.

- Sturzenegger, Adolfo - Sturzenegger, Germán - Flores Vidal, Mariano: Hacia una cultura de la Responsabilidad Social Empresaria en la Argentina .

- Tisocco, Fabián G.: Cooperativas sin cooperativistas: el desafío de la educación cooperativa para el desarrollo de una verdadera cultura asociativa 2º Seminario de procesos cooperativos y asociativos Comité Académico de Cooperativismo y Procesos Económicos Asociativos de la Asociación de Universidades del Grupo Montevideo Rosario, 2006.

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ANEXO I: MODELO DE FORMULARIO ENCUESTA AL PERSONAL Cooperativa Eléctrica y Otros Servicios de Concordia Ltda. ENCUESTA INSTITUCIONAL AL PERSONAL AÑO 2005

¿En qué área desarrolla sus actividades? Adm inistrativa ¿En qué año ingresó a la cooperativa?...........................

O peraciones

Técnica

1 . Conocim iento general de la empresa: 1.1. ¿Enuncie brevemente los objetivos que a su entender tiene nuestra cooperativa? .............................. ............................................................................................................................................................................ ............................................................................................................................................................................

1.2. ¿Indique la diferencia que a su criterio existe entre socio y usuario?. .................................................... ............................................................................................................................................................................ ............................................................................................................................................................................

1.3. ¿Podría nombrar los principios del cooperativismo?...... ...................................... ................................... ............................................................................................................................................................................ ............................................................................................................................................................................

1.4. ¿Q ué servicios ofrece la cooperativa a sus asociados?................................................................................ ............................................................................................................................................................................ ¿Está de acuerdo con que la empresa preste dichos servicios? SI NO ¿Cree que debería prestar otros servicios? SI NO ¿Cuáles? .............................................. ...........................................................................................................................................................................

1.5. ¿Conoce cuántos edificios tiene la empresa? Menciónelos. ................................................................. .......................................................................................................................................................................... 2 . Capacitación. Educación Cooperativa: 2.1. ¿Recibe capacitación en forma periódica dentro de la empresa?. SI

NO

2.2. ¿Cree que la empresa debe capacitar al personal? Porqué? ...................................................................... ..........................................................................................................................................................................

2.3. ¿En qué tem as le gustaría capacitarse?. .............................................................................................. ........................................................................................................................................................................... 2.4. ¿Ha recibido capacitación sobre cooperativismo fuera o dentro de la em presa? SI ¿Piensa que es importante la capacitación en este tema? SI NO

NO

2.5. ¿Ha realizado cursos de formación y/o capacitación por fuera de la empresa? SI NO ¿Informó al respecto a la empresa? SI NO ¿En qué temática se capacitó? ............................. ............................................................................................................................................................................ 3 . Relaciones Laborales Ámbito de trabajo: 3.1. ¿Se siente cómodo en su ámbito de trabajo? (compañeros de trabajo - ubicación física condiciones del lugar) SI NO ¿Por qué? ........................................................................................................... ......................................................................................................................................................................... 3.2. ¿Cómo es su relación con el personal de su área o sector? Buena Muy Buena Excelente 3.3. ¿Conversa habitualmente con su jefe o superiores?

SI

Mala

Regular

NO

3.4. ¿A quién acude habitualmente cuando tiene un problema dentro de su trabajo? (puede m arcar opción) A su jefe A otro superior A un Consejero A un compañero de trabajo

m ás de una

3.6. ¿Tiene oportunidad de generar propuestas o realizar sugerencias en su ám bito de trabajo? En caso afirm ativo : ¿cree que esas sugerencias son tenidas en cuenta: SI SI NO ¿personalmente, ha aportado sugerencias o propuestas? SI NO

NO

3.5. ¿Ha recibido algún tipo de reconocimiento por la tarea que desem peña? (felicitación estímulo agradecimiento distinción etc.) SI NO ¿Cree haberlo merecido en alguna oportunidad? SI NO

3.7. ¿Ha cambiado de área o sector de trabajo desde su ingreso a la empresa? SI

NO

4 . Información y Com unicación 4.1. ¿Por qué medios se entera de tem as relacionados con la empresa? (com o form a y lugares de pago de facturas - nuevos servicios situación general de la em presa - tarifas cortes program ados de servicio - beneficios para los socios etc.). (puede m arcar m ás de una opción) Correo Interno Comunicación descendente (verbal m em os - com unicados - etc.) Comunicación informal (com pañeros - rum ores)

Diario

Radio

Televisión

4.2. ¿De los m encionados, cuál es el m edio por el que se entera primero? ...............................................

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Premio Anual FACE 2007 1.1. ¿Sobre que temas desearía ser informado periódicamente? ............................................................. ........................................................................................................................................................................ Consejo de Administración y Directores. (Responda sólo si usted NO es Consejero ni Director ) NO 2.1. ¿Conoce a los consejeros de la cooperativa? SI En caso afirmativo: a todos sólo a algunos ¿Conoce cuántos son? ....................................

2.

2.2. ¿Cuál es su opinión sobre el accionar del Consejo? Mala Muy Bueno Excelente

Regular

2.3. ¿Ha podido canalizar inquietudes o reclamos a través de los consejeros? SI

2.4. ¿Conversa habitualmente con alguno de ellos? SI acercarse a hablar con el personal? SI NO

NO

Buena NO

¿Cree que los consejeros deberían

NO Mencione las direcciones en que 2.5. ¿Conoce a todos los directores de la empresa? SI está dividida la misma ................................................................................................................................. ........................................................................................................................................................................... NO ¿Considera necesario tener 2.6. ¿Tiene comunicación con el director de su área? SI comunicación con él o intensificar la existente? SI NO 2.7. ¿Conoce al consejero y al delegado de su distrito? SI

NO

Régimen de Pasantías. (Responda sólo si usted es Pasante) 3.1. ¿Cómo cree que ha sido hasta el momento su desempeño en la empresa? Malo Regular Bueno Muy Bueno Excelente

3.

3.2. ¿Como es su percepción respecto de la imagen de la empresa en comparación a la que tenía antes de ingresar a la misma? un poco mejor mucho mejor igual peor

3.3. ¿Cuáles han sido los principales aportes que ha recibido en su desempeño dentro de la cooperativa? ................................................................................................................................................................... .... .......................................................................................................................................................................... 3.4. ¿Cuáles han sido los principales aportes que usted cree haber dejado en la empresa con su desempeño desde que ingresó como pasante? ........................................................................................... .......................................................................................................................................................................... .......................................................................................................................................................................... 4.

Imagen Institucional. Visión Integral de la empresa

4.1. Ordene el siguiente listado de instituciones de nuestra ciudad de acuerdo a su percepción sobre la imagen positiva que las mismas tienen ante la comunidad : (ordene en form a ascendente m arcando con 1 la de mayor imagen positiva).

ASODECO Centro de Industria y Comercio Cooperativa Eléctrica EDOS (Obras Sanitarias) Hospital Masvernat

Masisa Municipalidad de Concordia Telecom. Universidad Nacional de Entre Ríos VideoCable

4.2. ¿Cómo ve usted a la Cooperativa E léctrica? (puede marcar más de una opción) empresa eficiente empresa que soluciona los problemas de los socios empresa que atiende bien a la gente empresa preocupada por la comunidad empresa prestigiosa de la ciud ad empresa que tiene que cambiar para mejorar (En caso de marcar esta última opción indique en qué aspectos considera que debe cambiar?) ............. ............................................................................................................................................................................ ............................................................................................................................................................................ ............................................................................................................................................................................ Ø Agregue lo que estime de interés ............................................................................................................. ........................................................................................................................................................................... ........................................................................................................................................................................... ........................................................................................................................................................................... ............................................................................................................................................................................ SI

Ø ¿Le interesa que la empresa consulte al personal sobre los temas que se detallan en esta encuesta? NO

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Premio Anual FACE 2007

ANEXO II:MODELOS DE NOTAS O FORMULARIOS PARA LA RECOLECCIÓN O ACTUALIZACIÓN DE DATOS (Estas notas o memorandos se vehiculizan en general a través de la Dirección de Recursos Humanos o a través de la Secretaria del Consejo)

........ , 26 dejuliode2007 A: DIRECCIÓNCOMERCIAL CC: DIRECCIÓNDE RR.HH. DIRECCIÓNADMINISTRATIVA DIRECCIÓNDE OPERACIONES COORDINADOR OTROS SERVICIOS DE : SECRETARIA Solicitamos a usted quieratener a bien remitir a los responsables de balance social (NNyXX) alabrevedadposiblelainformación quesedetallaacontinuación: 1. Detalle de nuevos convenios firmados con instituciones que involucren a su dirección. 2. Mención de lacontinuidado no de los convenios vigentes al ejercicio anterior (indicar aquellos correspondientes aotras cooperativas) 3. Cursos decapacitación realizados por el personal del área, fueradel ámbitode lacooperativa. (indicar cantidaddepersonas, temáticayduración) 4. Cambios o mejoras en procesos y/o procedimientos que impliquen un beneficioparael personal del áreay/olos asociados. 5. Si ustedcreequeen el áreadesu dirección existealgunaotrainformación que tengaimpactosocial, por favor mencionarla. Además adjuntamos planillas del balance social correspondiente a sectores específicos dependientes de su dirección paraquetambién tengan abien completar los datos respectivos allí señalados. Atte. 50


Premio Anual FACE 2007 Concordia, julio de 2006

Señor Empleado: A los fines de actualizar los legajos del personal, le requerimos tenga a bien complete los siguientes puntos. Muchas gracias.

1. Marque con una cruz los estudios que tiene actualmente señalando si los mismos han sido completados o se encuentran incompletos. Nivel de Estudio

Primario Secundario Terciarios Universitario Postgrado

Completo

Incompleto

2. ¿En caso de haber indicado estudios incompletos le consultamos si actualmente está cursando los mismos y en qué etapa se encuentra? SI ..........

NO ...........

ETAPA (Grado - Año - Curso) ..................

3. ¿Ha realizado cursos o talleres sobre alguna temática en especial fuera de la empresa? En caso afirmativo indique la temática y el organismo o institucion que lo dictó (si lo conoce). En caso de realizar este tipo de actividades en forma habitual indique los de mayor duración y pertinencia con su trabajo o formación. ....................................................................................................................................................... ....................................................................................................................................................... .......................................................................................................................................................

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Premio Anual FACE 2007

ANEXOIII:PLANTILLA DEL BALANCE SOCIAL QUE MUESTRA LAS MODIFICACIONES INCORPORADAS AL MODELO (Con círculos se marcan los aspectos principales del nuevo modelo) PRINCIPIO 5: EDUCACION, CAPACITACION E INFORMACION:

Las cooperativas brindan educación y capacitación a sus asociados, representates elegidos, funcionarios y empleados, de manera que puedan contribuir efectivamente al desarrollo de ellas. Informan al público en general, particularmente a los jóvenes y alos líderes de opinión acerca de la naturaleza y los beneficios de la cooperación. 5 .IN D I C A D O R E S D E E D U C A C IÓ N , E N T R E N A M IE N T O E IN F O R M A C IÓ N

5.2.C A P A C IT A C IÓ N P A R A A S O C IA D O S

Cursos de informática (Windows: word - excel y complementarios)

- In v e rs ió n to ta l d e l c u rs o Curso de Introducción al Cooperativismo - T o ta l d e p a rtic ip a n te s / a s is te n te s - In v e rs ió n e n p rim e ra e ta p a d e l c u rs o (1)

E je r c i c i o 2005/2006

E je r c i c i o 2004/2005

* 07 a 12/04 y 03 a 06-05 4 cursos de Se realizaron cuatro en el año, uno 250 personas. Total de 1.000 cada dos meses Asisten en cada asociados participantes. curso 250 aspirantes, que se los * En Esc. Esteban Zorraquín. Asist: dividen en grupo de 12 personas, uno 70 personas. Colaboró Junta Vecinal para cada computadora, permitiendo y Munic. de Concordia una enseñanza personalizada a No se desarrolló el curso para no videntes en jóvenes, adultos y personas de la este ejercicio tercera edad.$

12.600,00

----

$

14.700,00

----

05 y 06-05 1era. Etapa con puntaje 08 y 09-05 2da. Etapa con puntaje aprobado por el Consejo Gral. De aprobado por el Consejo Gral de Educcación Educación $

150

800,00

docentes

$

280

2.800,00

docentes -------

* Técnicas de cultivo de orquídeas. * Estudiantes del profesorado común y especial. * Legislación de Cooperativa de Trabajo. * Adicciones (drogadicción, alcoholismo, tabaquismo y violencia). * Cooperativas de Trabajo. Total Asistentes en todos los cursos: * Cultura Vasca en Argentina. 435 asociados. * Programa Educativo Regional

* Cultivo sin suelo Hidroponía. * Oxigeno como medicina. * Nuevos productos eléctricos. * Cultivo de Orquídeas. Otros Cursos - Talleres y seminarios para * Talleres sobre cooperativismo. asociados * Programa de Capacitación docente. * Defensa del Consumidor.

OBSERVACIONES: * Los montos detallados en $ (pesos) corresponden a estimaciones efectuadas en base a la planificación realizada para este ejercicio por la Secretaría de Educación y Relaciones Cooperativas y aprobadas por el Consejo de Administración. * En los "Otros Cursos - talleres y seminarios" se incluyen actividades de capacitación en temáticas variadas como se detalla en el apartado correspondiente; realizados con el apoyo de instituciones y/ empresas de la comunidad como la Red Federal de Educación, Colegio de Graduados en Cooperativismo y Mutualismo, Cooperativa Trento Salto Grande, Asociación de Orquidiófilos de Concordia y empresas privadas de la ciudad. (1) El importe de $ 2800 correpondiente a este ejercicio incluye gastos asignados a otros cursos no vinculados a la temática de cooperativismo. OBJETIVOS: Capacitar a los asociados en temas específicos de cooperativismo y en diversas temáticas de interés general y brindar herramientas para el crecimiento e insersión social de los mismos.

BENEFICIOS GENERADOS: Valoración de la acción cooperativa para beneficios educativos de la comunidad. Incremento del nñumero de asociados capacitados y formados en cooperativismo y en las diversas temáticas previstas, con la consecuente actualización de los mismos. EVOLUCIÓN DE LOS DATOS: * En líneas generales se continuaron con los mismos cursos emprendidos en ejercicios anteriores y se incorporaron otros de gran importancia, fundamentalmente los enfocados en la temática del cooperativismo. FUENTE DE LA INFORMACIÓN EXPUESTA: La información expuesta en este apartado se origina en las acciones llevadas a cabo por la bilbioteca y surgen del informe de la Secretaría de Educación y Relaciones Cooperativas.

INFORMACIÓN COMPARATIVA: No se ha solicitado a otras cooperativas información sobre este principio a los efectos de generar indicadores de comparación.

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Premio Anual FACE 2007

Menci贸n Especial

El Balance Social y la Responsabilidad Social en las Cooperativas Argentinas. El caso de las Cooperativas El茅ctricas. Diagn贸stico y Propuestas Autor

Sandra Karina Cantelli

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Premio Anual FACE 2007

El Balance Social y la Responsabilidad Social en las Cooperativas Argentinas. El caso de las Cooperativas Eléctricas. Diagnóstico y Propuestas

Indice 1. Introducción

2. Responsabilidad Social Empresaria

3. Responsabilidad Social Cooperativa

4. Herramientas para medir la Responsabilidad Social Cooperativa 5. Balance Social Cooperativo

6. Antecedentes Regionales y Nacionales del Balance Social Cooperativo

7. Diagnóstico del cooperativismo argentino respecto a la implementación del Balance Social 8. El caso particular de las Cooperativas Eléctricas 9. Causas y Propuestas 10. Conclusión

11. Bibliografía

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Premio Anual FACE 2007

1. Introducción El presente trabajo aborda el tema de la Responsabilidad Social y la implementación del Balance Social como herramienta que permite medir el ejercicio de la misma en el ámbito de la empresa cooperativa. En un contexto donde la responsabilidad social empresaria se define como la responsabilidad de la empresa que va mas allá del mero cumplimiento de las leyes y de la obtención de un resultado exclusivamente económico, que supone un planteamiento de tipo estratégico que tiene que ver con una visión de negocio que mira a más largo plazo y que incorpora en la toma de decisiones valores como la ética, la transparencia y la responsabilidad hacia la sociedad; para las cooperativas (por su doble carácter: económico y social, por sus valores de ética, honestidad, transparencia, responsabilidad social e interés por los demás (entre otros) y por sus principios cooperativos fundamentalmente el séptimo principio preocupación por la comunidad ), el ejercicio de la responsabilidad social empresaria no es un mero reconocimiento de las consecuencias sociales de las empresas para con la sociedad, es parte de su naturaleza, de su razón de ser. El Balance Social es un informe público que permite dar respuesta a la necesidad que tienen las cooperativas de contar con una herramienta útil para informar, planificar, evaluar y controlar el ejercicio de su responsabilidad social a través de información rigurosa, coherente, completa y sistemática sobre el accionar social y su impacto en la comunidad. Debido a la importancia que los temas de responsabilidad social y balance social revisten para las cooperativas, se procede a realizar un acabado diagnóstico de situación respecto a la temática planteada en relación al movimiento cooperativo argentino en general y al sector conformado por las cooperativas eléctricas en particular. A posteriori se ensayan las causas que explican el estado de situación y se exponen las líneas generales de una propuesta para que el movimiento 57


Premio Anual FACE 2007

cooperativo argentino (y las cooperativas de electricidad en particular) pueda desarrollar un proceso sustentable en relación al manejo responsable de sus aspectos sociales.

2. Responsabilidad Social Empresaria En un mundo en permanente cambio, las consecuencias por las transformaciones que se suceden en el orden de lo económico, social, político, cultural y ambiental, generan efectos que son percibidos como adversos por la sociedad, ante ello, la misma ha comenzado a reaccionar demandando mayor responsabilidad a quienes considera responsables por los efectos negativos de su accionar. Uno de los principales destinatarios de las demandas sociales fueron las empresas quienes, en Estados Unidos de América, a fines de la década del cincuenta y principio de los años sesenta desarrollaron el concepto de Responsabilidad Social Empresaria (RSE) para reflejar la preocupación por las consecuencias sociales de su actuación y gestión, en la inteligencia de que de este modo iban a ser percibidas por la sociedad como empresas alineadas a los intereses de las comunidades en que se desarrollaban. En clave, a partir de este origen, el desarrollo de la preocupación por la ética y la responsabilidad social de las organizaciones a menudo se ha orientado más a responder ante el accionar inescrupuloso y hasta escandaloso de algunas empresas (a modo de ejemplo podemos citar el caso Enron), tratando de evitar estas prácticas, que a promover una comprensión alternativa del accionar de las organizaciones. De todos modos existen antecedentes muy serios en materia de concientización e internalización de la Responsabilidad Social Empresaria, entre ellos podemos citar: El Pacto Mundial (1999) promovido por la Organización de la Naciones Unidas (ONU) para que las empresas adopten la Declaración de los Principios Universales sobre los Derechos Humanos, 58


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las normas laborales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT ), y la Declaración de la Cumbre de Río en materia de Desarrollo y Medio Ambiente. Desde la Comisión Europea: el Libro Blanco focalizado en la seguridad alimentaria y la transparencia hacia los consumidores, y el Libro Verde (2001) que se constituye en el marco europeo para la Responsabilidad Social Empresaria. Desde la OIT: la elaboración de un Manual de Balance Social en el año 2001. Desde la sociedad civil organizada: numerosas ONG s han hecho su aporte en el desarrollo de la RSE, especialmente podemos citar a Global Reporting y Accountability, quienes promueven estándares de informes sociales y proveen especialistas que opinan y refuerzan el valor de su implantación. Desde un punto de vista conceptual, encontramos tres elementos de la RSE: Responsabilidad: entendida como la capacidad para reconocer, aceptar y en su caso, plantear respuestas a las consecuencias de un comportamiento realizado consciente y libremente, Social: cualidad de la persona física o jurídica como integrante de un sistema social o colectivo, Empresa: entidad de interés público asociada a un proyecto económico. Si sensibilizamos esta definición a la empresa cooperativa encontramos que una cooperativa sería una entidad de interés público asociada a un proyecto social y económico. Existen diversas definiciones de RSE, cuyo denominador común remite a una visión de los negocios que incorpora el respeto por los valores éticos, las personas, las comunidades y el medio ambiente. Algunas de ellas son: Es la respuesta que la empresa debe dar a las expectativas en los sectores con los cuales ella tiene relación, en materia de desarrollo 59


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integral de sus trabajadores y en el aporte a la comunidad que le permitió crecer y desarrollarse . ( Manual de Balance Social , Copyright & Organización Internacional del Trabajo, Primera Edición, Medellín, Colombia, Julio de 2001.) Es la responsabilidad que tienen las personas, instituciones y empresas para contribuir al aumento del bienestar de la sociedad. (Instituto Argentino de Responsabilidad Social Empresaria (IARSE)- Copyright 2002) Es la contribución al desarrollo humano sostenible, a través del compromiso y confianza con sus empleados y familias, la sociedad en general y la comunidad local en pos de mejorar su capital social y calidad de vida. (IARSE Copyright 2002) Es una forma de gestión que se define por la relación ética y transparente de la empresa con todos los públicos con los cuales ella se relaciona y por el establecimiento de metas empresariales compatibles con el desenvolvimiento sustentable de la sociedad, preservando recursos ambientales y culturales para generaciones futuras, respetando la diversidad y promoviendo la reducción de las desigualdades sociales. (Instituto ETHOS - Septiembre 2003) En suma la Responsabilidad Social Empresaria se define como la responsabilidad de la empresa que va mas allá del mero cumplimiento de las leyes y de la obtención de un resultado exclusivamente económico, que supone un planteamiento de tipo estratégico que tiene que ver con una visión de negocio que mira a mas largo plazo y que incorpora en la toma de decisiones valores como la ética, la transparencia y la responsabilidad hacia la sociedad. A su vez tiene distintos alcances, ya que abarca aspectos internos y externos, los primeros orientados a los colaboradores o el equipo de trabajo, sus asociados y accionistas (sus recursos humanos), los cuales tienen sus propias expectativas y objetivos complementarios a los de la empresa, y en cuya satisfacción ella debe participar, y los segundos, a clientes, proveedores, familias de 60


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los trabajadores, la vecindad y el entorno social, entre estos el medio ambiente; o sea, los demás sectores con los cuales la empresa tiene relación, considerándolos no como entes aislados y anónimos, sino como grupos que tienen sus propias expectativas y a las cuales la empresa debe responder.

3. Responsabilidad Social Cooperativa Para las cooperativas la responsabilidad social, tiene orígenes y significados muy diferentes a los de la empresa capitalista, pues desde su concepción distinguen no solo su responsabilidad económica y cultural, sino también su compromiso social; tal como lo demuestra la Alianza Cooperativa Internacional ( A.C.I.) en el concepto que aporta: Una cooperativa es una asociación autónoma de personas que se han unido voluntariamente para hacer frente a sus necesidades económicas, sociales y culturales comunes por medio de una empresa de propiedad conjunta y democráticamente controlada. Esquemáticamente, el concepto de cooperativa responde tres preguntas básicas: a) Que: una asociación autónoma de personas que se han unido voluntariamente b) Para que: para hacer frente a sus necesidades económicas, sociales y culturales comunes

c) Como: por medio de una empresa de propiedad conjunta y democráticamente controlada.

Planteado así, la razón de ser es eminentemente social, y el costado empresario y económico es el modo que adopta para cumplir sus fines sociales. Del mismo concepto se desprende su doble carácter: social y económico. 61


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Igualmente los valores cooperativos proclamados de: o o o o o o o o o o

Autoayuda responsabilidad personal democracia igualdad equidad solidaridad ética honestidad transparencia responsabilidad social e interés por los demás

Y los siete principios cooperativos: 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7.

asociación voluntaria y abierta control democrático por los asociados participación económica de los asociados autonomía e independencia educación, capacitación e información cooperación entre cooperativas preocupación por la comunidad

Remiten a una visión institucionalizada de la responsabilidad social que las cooperativas deben tener. Por todo lo planteado, para las cooperativas (por su doble carácter: económico y social), por sus valores de ética, honestidad, transparencia, responsabilidad social e interés por los demás (entre otros) y por sus principios cooperativos fundamentalmente el séptimo principio preocupación por la comunidad ), el ejercicio de la responsabilidad social empresaria no es un mero reconocimiento de las consecuencias sociales de las empresas para con la sociedad, es parte de su naturaleza, de su razón de ser. 62


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4. Herramientas para medir la Responsabilidad Social Cooperativa En la práctica, las cooperativas informan anualmente a través de sus estados contables tradicionales, sobre su situación económica, financiera y patrimonial. Estos estados e informes son de presentación obligatoria por Ley y están acompañados por la memoria del ejercicio económico que se presenta. Así, la memoria cumple las veces de informe de gestión donde entre otros se incluyen aspectos sociales, es de carácter narrativo, no sistemático, por lo que puede presentar información sesgada de la realidad cooperativa. Por ello, ni los estados contables, ni la memoria resultan suficientes para informar la realidad de las cooperativas, pues no reflejan el doble carácter que reviste la naturaleza cooperativa, donde el factor social es tan importante como el factor económico. (Fernández Lorenzo, Geba, Montes y Schaposnik, 1998). Aparece así la necesidad de contar con una herramienta útil para informar, planificar, evaluar y controlar el ejercicio de la responsabilidad social de las organizaciones a través de información rigurosa, coherente, completa y sistemática sobre el accionar social y su impacto en la comunidad. El informe social que contiene todos los atributos necesarios para dar respuesta a la necesidad planteada se denomina: Balance Social. El concepto de Balance Social es abordado desde diversos enfoques, por un lado encontramos aquellos que se concentran en la palabra balance y su analogía con los estados contables y por otro, aquellos que prefieren concentrarse en la dimensión social de su medición, sin descuidar el aspecto sistemático de la información que proveen. Así, para GARCIA ECHEVARRIA el Balance Social es el instrumento contable que sirve para el cierre de cuentas de la contabilidad social de la empresa . 63


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Para CHAPMAN es obvio que no se trata de un balance o estado de situación a una fecha dada y prefiere denominarlo estado de responsabilidad social . Según CRACOGNA el Balance Social puede no ser estrictamente un balance en el sentido convencional, o al menos no serlo enteramente, por lo que, desde un comienzo, debe admitirse una latitud mayor en el sentido de la expresión . Para CAMPOS MENENDEZ el Balance Social consiste básicamente en reunir y sistematizar la información del área social, en un documento público, donde se pueden cuantificar los datos mediante el elemento básico del balance social, que son los indicadores sociales. Un control periódico de esta información, lo más amplio, preciso y objetivo posible, constituye un balance social . FERNÁNDEZ LORENZO, GEBA, MONTES y SCHAPOSNIK afirman que se considera Balance Social al informe que emite una organización, cuya finalidad es brindar información metódica y sistemática referida a la responsabilidad social asumida y ejercida por ella. Constituye una herramienta para informar, planificar, evaluar y controlar el ejercicio de dicha responsabilidad . Los antecedentes legales respecto al balance social en el mundo y la región nos remiten a la Ley francesa promulgada el 12 de julio de 1977 que obligó a las empresas con más de 750 trabajadores (número que se redujo a 350 trabajadores a partir de 1982) a publicar un balance social. La misma ley define lo que es el balance social y establece los detalles a considerar para su confección. En Inglaterra se utiliza la auditoria social para medir la eficiencia social de la empresa. El balance social es obligatorio en Bélgica desde el año 1973 en Portugal. En Latinoamérica encontramos los aportes de Colombia en materia de elaboración del modelo de Balance Social de la OIT, desde Brasil nos llega la guía de elaboración del informe y balance anual de responsabilidad social elaborado por el Instituto Ethos y el modelo 64


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IBASE de balance social y, en Perú, la iniciativa está en manos de la organización patronal asentada en campañas de sensibilización hacia la RSE y una propuesta de balance social elaborada junto a la OIT. La situación vigente en la legislación Argentina se plasma en el artículo Nº 25 de la Ley 25877 que establece la obligatoriedad de presentar el balance social para las empresas que ocupen más de trescientos trabajadores, determina que tipo de información sistemática debe contener (relativa a condiciones de trabajo y empleo, costo laboral y prestaciones laborales a cargo de la empresa) y establece a los sindicatos con personería gremial, signatarios de convenios colectivos de trabajo, como destinatarios principales de los balances sociales. El articulo 26 de la misma Ley, amplia los contenidos de la información a presentar.

5. Balance Social Cooperativo Adoptando el concepto vertido por Martínez y Bialakowsky en el año 1984, el Balance Social Cooperativo consiste básicamente en reunir, sistematizar y evaluar la información que corresponde a las dimensiones sociales que hacen a la naturaleza y a los fines de la actividad cooperativa, volcada en un documento público, donde se pueden cuantificar los datos mediante el elemento operativo del Balance Social, que son los indicadores sociales . Ahora bien, ¿por que las cooperativas deberían asumir el desafío de realizar y publicar el Balance Social Cooperativo?, porque en palabras de las autoras del modelo argentino de Balance Social Cooperativo Integral, asumir el desafío de su confección ofrece ventajas que superan con creces los inconvenientes que podría ocasionar su implementación ya que posibilita favorecer la planificación, presupuestación y control sociales, difundir los beneficios de la cooperación y evaluar la medida del cumplimiento de la identidad cooperativa. 65


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En la misma línea, desde la OIT consideran que la eficacia a corto y largo plazo exige que los documentos elaborados por los cooperativistas y que se someten a su consideración, presenten una verdadera uniformidad que permita a todos los miembros del movimiento saber si las cooperativas cumplen o no las obligaciones que les son propias en virtud de su carácter especifico con respecto al personal que emplean, a su medio ambiente inmediato y al movimiento cooperativo en general . El FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades, Amenazas) del Movimiento Cooperativo Argentino realizado con motivo del Proceso Regional de Integración Cooperativa de las Américas (PRICA) por la ACI Regional, plantea en su parte pertinente a este trabajo, como una de las fortalezas del Movimiento Cooperativo el reconocimiento social que detentan las cooperativas cuando actúan a favor del interés general reinvirtiendo los fondos que generan para el desarrollo social, y económico en sus comunidades, regulando precios en el mercado e impidiendo prácticas comerciales abusivas de otras empresas ; como debilidades: las limitaciones estadísticas del movimiento, que impide el conocimiento de sus dimensiones y dificulta la propuesta de políticas para el sector, la falta de participación y débil sentido de pertenencia por parte de los asociados (debilidad que se acentúa en cooperativas de muchos asociados), la ausencia o ineficacia de los programas de formación cooperativa y promoción de la participación democrática de los asociados (quinto y segundo principios cooperativos) aunada a las pocas acciones concretas para aprovechar la obligatoriedad de la enseñanza del cooperativismo en las escuelas. En el contexto externo las oportunidades las encontramos en las múltiples enunciaciones dentro de proyectos nacionales, como internacionales (MERCOSUR, OIT), donde las cooperativas son vistas como importantes agentes de desarrollo regional, integración económica, inclusión y cohesión social; en el hecho de poseer una Ley Marco para las cooperativas argentinas, el fondo de educación y promoción cooperativa y leyes nacionales y provinciales que establecen la obligatoriedad de la educación cooperativa en los establecimientos escolares y la crea66


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ción de las cooperativas escolares, entre otras. Como amenazas, existen programas estatales para la creación de cooperativas que se ponen en marcha sin capacitación, ni educación cooperativas, ni proyectos económicos sustentables (como ejemplo podemos citar la creación de cooperativas de viviendas, mediante el Programa Nacional Manos a la Obra ), existencia de normas y otras políticas públicas que no tienen en cuenta la naturaleza de las cooperativas de servicios públicos y ponen en riesgo su continuidad (cláusulas de renegociación de contratos, fijación de tarifas, negociaciones salariales, etc.), entre otras. Con el FODA del Movimiento Argentino como base se puede analizar más profundamente los beneficios de la aplicación del balance social cooperativo, pues permite dar respuesta a algunas debilidades, demostrar las fortalezas, aprovechar las oportunidades y dar pelea a las amenazas al dotar al movimiento de datos objetivos para su defensa política, al brindar información socioeconómica homogénea y sistemática que permite la interevaluación cooperativa, posibilitando obtener datos agregados y medidas estadísticas de orientación, en pos de una imagen consolidada del movimiento cooperativo con especial hincapié en su ventaja comparativa respecto a la empresa capitalista: su faz social. Otra de las ventajas es la posibilidad de facilitar la comparación entre distintas entidades aplicando lo que sería el benchmarking social donde las mejores prácticas sociales serían imitadas por las demás cooperativas en un aprendizaje que tiende a la mejora continua del movimiento. Desde un punto de vista interno, el balance social cooperativo permite la autoevaluación en cada cooperativa de su acción social, permitiéndole alcanzar una gestión socioeconómica integrada, donde los aspectos sociales son gestionados con la misma profesionalidad que los económicos. Desde un punto de vista que tiene en cuenta el contexto actual donde la crisis de confianza y credibilidad en las instituciones es moneda común y genera por parte de la sociedad la exigencia de mayor transparencia para las empresas, mediante el balance social cooperativo, las 67


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cooperativas pueden mostrar que la confianza y credibilidad son parte de ellas por razones éticas basadas en sus valores, principios y naturaleza, y por razones prácticas, pues la realización y publicación del balance social cooperativo muestra apertura y transparencia, lo que genera un circulo virtuoso de confianza: a mayor confianza por parte de los asociados, mayor apoyo, por ende mayor capacidad de administrar la cooperativa y lograr una buena imagen que suma a la cooperativa en sí y al movimiento en general.

6. Antecedentes Regionales y Nacionales del Balance Social Cooperativo Como antecedentes latinoamericanos de balance social cooperativo encontramos: Paraguay: el INCOOP, Instituto Nacional de Cooperativismo, en su Resolución Nº 499/04 que establece el marco general de regulación y supervisión de cooperativas, en su capitulo 8 denominado Balance Social , establece la obligatoriedad de elaborar el Balance Social en forma anual en base a los indicadores que el mismo articulado detalla, el que deberá remitirse al INCOOP juntamente con la información post asamblearia. ACI - Américas desarrolló un modelo de Balance Social que tuvo en cuenta todos los antecedentes y experiencias previas en la región. El modelo de Balance Social propuesto esta basado en el grado de cumplimiento de los principios cooperativos, considerando que estos principios ofrecen un esquema común a la totalidad de las cooperativas, con independencia de cual sea su dimensión, grado de desarrollo, etc Trabaja con dimensiones teóricas de estos principios, que se operativizan mediante indicadores. Además incluye una tabla interpretativa de los resultados que arroja cada indicador. Este modelo aporta una interesante conexión con la contabilidad tradicional cuando incluye en el Balance Social la medición del Valor Agregado Cooperativo (VAC). 68


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A nivel nacional existe un modelo de balance social cooperativo integral, ideado por un grupo de docentes de la universidad nacional de la plata (Liliana Fernández Lorenzo, Norma Geba, Verónica Montes y Rosa Schaposnik) que fue publicado en el cuaderno 5 de la serie investigaciones del ex instituto provincial de acción cooperativa (IPAC) en el año 1998. El modelo propuesto combina información social y económica, está organizado en base a los Principios Cooperativos desde el enfoque que brinda la contabilidad por objetivos, y cuantifica los datos a través de indicadores socioeconómicos. El modelo comprende: a) El Balance Social: destinado al área interna y externa, se compone de una estructura socio laboral con una clasificación de los integrantes de la cooperativa conforme variables sociodemográficas y un cuadro con indicadores cuantitativos de cumplimiento de los principios cooperativos. b) El Informe Social: destinado al área interna, se compone de indicadores cualitativos que reflejan la opinión de asociados y trabajadores sobre el cumplimiento de los principios cooperativos. c) Información complementaria. d) Fundamentos y pautas de elaboración. Y tiene como finalidad: - Poner de manifiesto la identidad cooperativa. - Brindar información sobre la responsabilidad social asumida y ejercida por la cooperativa, - Favorecer la planificación, presupuestación y control sociales tanto a nivel micro como macroeconómico. - Difundir los beneficios de la cooperación. A su vez existen otros modelos de balances sociales no basados en el cumplimiento de los principios cooperativos pero que resultan interesantes como antecedentes del tema. Estos modelos trabajan 69


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directamente con dimensiones socio económicas relevantes e indicadores cuantitativos y cualitativos que permiten la medición de las mismas. Como ejemplo podemos citar: El Balance Social de Mutualidades de la Provincia de Córdoba. El Balance Social de las Cooperativas de Consumo y Producción. Divide el Balance Social en dos partes: - primera parte, el balance social interno con las siguientes dimensiones: i) membresía, ii) funcionamiento de las instancias democráticas elegidas, iii) capacitación cooperativa brindada a los miembros y a sus representantes elegidos, iv) gastos de funcionamiento de la asociación cooperativa, v) ventaja cooperativa de los miembros. - segunda parte, el balance social externo con las siguientes dimensiones: i) relaciones intercooperativas, ii) implicación en la comunidad.

7. Diagnóstico del cooperativismo argentino respecto a la implementación del Balance Social ¿Cual es el estado de situación de las cooperativas respecto a la adopción del Balance Social? Para dar respuesta a este interrogante debemos dejar en claro que la elaboración del Balance Social para las cooperativas es de carácter voluntario, pero en función de la importancia que tiene para el movimiento y para cada una de estas entidades en particular, se esperaría que el grado de adopción del mismo fuera realmente importante. Asimismo debemos agregar que tanto en el nivel internacional, vía la ACI, como en el nivel nacional a través de los 70


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distintos Congresos Nacionales de Cooperación, de las confederaciones y las federaciones, se ha hecho un llamamiento para que se impulse la realización del Balance Social Cooperativo, pero hasta ahora sin ningún resultado aparente en concordancia con las expectativas que genera la importancia de su aplicación. Las autoras del modelo de Balance Social Cooperativo Integral en el Congreso Argentino de la Cooperación del año 2004, expresaban debe mencionarse que la Cooperativa de Trabajo Ferrograf Ltda. de la ciudad de La Plata, aplicó la versión preliminar de este modelo y realizó importantes aportes. Asimismo, otras organizaciones cooperativas lo han confeccionado, entre ellas la Cooperativa de Energía Eléctrica y Otros Servicios Públicos de Las Varillas Pcia. de Córdoba Ltda. y la Cooperativa de Trabajo en Seguridad Integral U.F.A. Ltda. de Mar del Plata Pcia. de Buenos Aires... , tristemente una escasa adhesión considerando la envergadura del cooperativismo argentino. Es pertinente aclarar que existen otras experiencias aisladas de preparación de balance social que no siguen los lineamientos de modelo argentino propuesto pero que resultan muy buenos antecedentes dentro del movimiento cooperativo.

8. El caso particular de las Cooperativas Eléctricas En un informe elaborado por la Federación de Cooperativas Eléctricas y de Obras y Servicios Públicos Ltda. de la Provincia de Córdoba (FECESCOR), en la Argentina, según los datos elaborados por el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) y la Universidad Nacional de Tres de Febrero durante el último relevamiento del movimiento cooperativo realizado en año 2006, hay 27.056 cooperativas registradas, pero sólo 32.4% está en actividad. La mayoría de las Cooperativas activas está concentrada en cuatro provincias: Buenos Aires, 23.5% (1.187); Capital Federal, 16,4% (825); Córdoba, 12.7% (639), Santa Fe, 9.1% (457) y Tucumán, 4.9% (248). Luego de este relevamiento entrarán en proceso de liquidación alrededor de 10 mil cooperativas que no están registradas. 71


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Para completar la radiografía del sector hay que considerar que 52,7% de las entidades anotadas son cooperativas de trabajo; 14,4% están registradas como de vivienda; 10,5% están caratuladas como agropecuarias; 10,1% son de provisión social; 8,4% de servicios públicos; 1,6% de crédito; 1% entidades de consumo; 0,7% no tiene actividad declarada; 0,5% aparece como federaciones y sólo 0,10% se dedica a la actividad del seguro. Un informe elaborado por COOPERAR, al cierre de 2006, sobre el peso de la actividad Cooperativa en la economía Argentina indica que: - 12.000 millones de pesos al año facturan las cooperativas de servicios. - 160 mil puestos de trabajo dependen de la estructura cooperativa. - 10 millones de personas reciben un producto o servicio producido por una cooperativa. El análisis por sectores en los que actúa el movimiento cooperativo revela lo siguiente respecto al servicio eléctrico: más de 600 cooperativas distribuyen energía eléctrica en 2.000 ciudades, localidades y zonas rurales del país, abasteciendo a 1, 8 millones de usuarios y proveyendo de energía a más de 5,5 millones de habitantes. En conjunto, distribuyen el 11% de la energía que se consume en la Argentina. Desde 1920 el movimiento es protagonista del desarrollo eléctrico del país, y aunque atienden centros urbanos, el total de la electrificación rural es cooperativa. Considerando que en Argentina, el 11% de la población habita en zonas rurales, gracias a las obras y servicios que presta el sector, hoy más de la mitad de los establecimientos agropecuarios cuenta con energía eléctrica. Una estimación de la Federación Argentina de Cooperativas Eléctricas (FACE) para el 2006 da cuenta de 170 mil usuarios rurales distribuidos en 15 provincias, todos atendidos por estas entidades. Ochenta y un años pasaron desde que en 1926, en Punta Alta, al sur de la provincia de Buenos Aires, los vecinos constituyeron la primera 72


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cooperativa eléctrica de la Argentina. Y pese a las discusiones sobre los costos, los planteos sobre cómo se estructurarían las tarifas y las advertencias sobre la carencia de capital y de dirección técnica adecuada, las entidades se fueron multiplicando en todo el país. Primero atendieron pequeñas áreas urbanas y después dieron solución a las necesidades de infraestructura necesaria para el desarrollo de sectores rurales. Con el paso de los años el desarrollo en las prestaciones de servicios públicos se hizo cada vez más intenso, evolucionando conforme a las nuevas condiciones planteadas. Así la convergencia digital potenció las posibilidades de las cooperativas eléctricas de diversificar los servicios prestados en las comunidades en las que están insertas, incorporando servicios de telefonía, Internet, radio y televisión con tecnología de última generación, a los ya clásicos servicios de electricidad, agua potable, gas, de salud (a través de bancos de sangre, farmacias, traslado de pacientes, emergencias médicas, aparatos ortopédicos, etc.), de sepelio y educativos, vía aulas virtuales en convenio con prestigiosas universidades del país. Actualmente, las fortalezas del sector conformado por las cooperativas eléctricas, a criterio de su propia conducción, son: -

Apoyo de la comunidad. Los niveles de calidad en la atención. Los precios y las prestaciones. El nivel del diálogo con los usuarios. La multiplicidad de servicios. El arraigo en la zona.

Por otro lado, las debilidades que reconocen son: - El proceso de adaptación que todavía debe completar la dirigencia cooperativa. - La debilidad de las fuentes de financiamiento. 73


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- El incumplimiento de algunas normas vigentes. - La demora en la reforma de leyes que complican el mayor desarrollo del sector. Respecto al tema de Responsabilidad Social y, siguiendo la idea expresada por FECESCOR en el Manual sobre Indicadores de Responsabilidad Social para Cooperativas de Usuarios, la condición de cooperativas autogestionadas democráticamente por los propios usuarios/asociados, ya contiene implícitamente toda una definición respecto a la Responsabilidad Social de su gestión. Desde una perspectiva basada en una visión del Desarrollo Local - Regional estas entidades potencian el accionar comunitario y los canales de articulación que facilitan la construcción de una identidad común entre grupos e individuos. Este aspecto de la responsabilidad social, muchas veces desapercibido, toma relevancia a medida de que producto de la evolución tecnológica los individuos no tienen el requerimiento de estar juntos en ámbitos laborales, de estudios, etc.; y las últimas investigaciones en torno a las costumbres del hombre como género parecen demostrar la gran importancia que recobran los espacios locales y la identidad grupal entre las personas. En suma, en un contexto globalizado, todo poder, se reduce al poder local en torno a la toma de decisiones y el accionar directo, cuando las barreras de un país, delimitación geográfica e idioma, se ven debilitadas, se fortalecen las barreras de la costumbre y el asociativismo del ser humano, rasgo que las cooperativas, especialmente de asociados/ usuarios, conocen muy bien. Nuevamente, un análisis más profundo da cuenta del trabajo silencioso que las cooperativas de servicios realizan en materia de responsabilidad social, basado más en la intuición y buenas intenciones de quienes gestionan estas entidades, que producto de la concientización de lo que la Responsabilidad Social Cooperativa (RSC) comprende como visión estratégica y en igual rango de importancia que los aspectos económicos de las mismas. 74


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En cuanto al uso del Balance Social como herramienta que permite medir la Responsabilidad Social asumida y ejercida por las cooperativas de electricidad y otros servicios podemos citar nuevamente el antecedente de la Cooperativa de Energía Eléctrica y OSP de Las Varillas Ltda. (Pcia. de Córdoba), quien desde el año 2000 y en forma ininterrumpida elabora y presenta el balance social (basado en el modelo argentino) junto a los estados contables tradicionales ante la Asamblea General Anual. También hubo un intento por parte de CEMDO (Cooperativa de electricidad de Villa Dolores de la Pcia. De Córdoba) quien durante un par de ejercicios elaboró el Balance Social, pero desistió de su implementación por razones de costos. Desgraciadamente no se cuenta con mayor información respecto a cooperativas eléctricas que presenten un Balance Social, de todos modos, si existieran serían una muestra más de la dispersión y escasa adhesión que tiene el tema. Como podemos ver, el diagnóstico del sector del servicio eléctrico no escapa de la generalidad que presenta el movimiento cooperativo argentino respecto a su responsabilidad social y la implementación del Balance Social, a pesar de que tanto las federaciones nacionales como provinciales, representativas de los intereses del sector, han dado muestras en los últimos años de la importancia que parece adquirir el tema. A modo de ejemplo podemos citar el rumbo que la Federación Argentina de Cooperativas de Electricidad (FACE) le ha otorgado al XIII Congreso Nacional del año 2007 que organiza bajo el lema Responsabilidad Social: Nuestro Compromiso , que si bien presenta en sus ejes temáticos un sesgo importante hacia el aspecto energético, los demás temas de la responsabilidad social cooperativa no estarán ausentes del mismo. Por otro lado FECESCOR durante el año 2006 abordó el tema de la RSC y el balance social por distintas vías: dentro de su programa de capacitación y educación realizó dos jornadas bajo el lema El Balance Social: la importancia de su aplicación en las cooperativas y El aspecto social de las cooperativas: Herramientas para eficientizar la acción social de las mismas . En otra línea de acción emitió una Circular instando a sus cooperativas de base asociadas a 75


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implementar la confección del Balance Social y presentó ante COOPERAR un proyecto para financiar la adopción del Balance Social en aquellas cooperativas de menor envergadura de la Provincia de Córdoba. Durante el año 2007 en el Congreso de reflexión para cooperativas de la Provincia de Córdoba, uno de los ejes temáticos será precisamente la Responsabilidad y el Balance Social. Un antecedente teórico/práctico importante para el sector de cooperativas de electricidad, lo constituye el Manual de Indicadores de Responsabilidad Social para Cooperativas de Usuarios, actualmente en edición, elaborado por el Instituto Argentino de Responsabilidad Social Empresaria (IARSE) con el apoyo de FECESCOR y el INAES. En su introducción los autores destacan que para las cooperativas de usuarios encarar una gestión con Responsabilidad Social implica profundizar la propia naturaleza solidaria de las empresas cooperativas, entendiendo a los siete principios cooperativos en un sentido amplio y en relación a las dimensiones que dan forma a la Responsabilidad Social. Por su parte FECESCOR apoya este Manual de Indicadores de Responsabilidad Social para Cooperativas de Usuarios/ Asociados con el fin de que sirva para el autodiagnóstico y el diseño de planes de mejora continua, permitiéndoles demostrar a las cooperativas de usuarios, de modo científico y objetivo, su responsabilidad ante aquellos sectores que insisten en desconocer el aporte que las cooperativas hacen al desarrollo sustentable de sus comunidades. Creemos que los indicadores que plantea el Manual constituyen un proceso serio de adaptación de los principios cooperativos a las dimensiones de la Responsabilidad Social desde un punto de vista empresario. Su aplicación es de uso interno, de autoevaluación, para generar procesos de aprendizajes que coadyuven en la planificación y presupuestación del aspecto social de las cooperativas. De ningún modo reemplazan al Balance Social, como instrumento público de rendición de cuentas en materia de acciones de responsabilidad social, antes bien, existe entre estas dos herramientas una relación complementaria que permite abordar acabadamente y con rigor técnico la 76


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medición de la Responsabilidad Social ejercida por las cooperativas de servicios.

9. Causas y Propuestas El diagnóstico que hemos realizado respecto al tema de la Responsabilidad Social y la adopción del Balance Social por parte del movimiento cooperativo argentino y específicamente por las cooperativas de electricidad, ¿a que obedece?. Podemos ensayar algunas causas que generan el estado de situación planteado: Una de las causas nos remite al hecho de que si bien en los últimos años y desde todos los niveles, tanto confederativos como federativos se han hecho esfuerzos en lo atinente a promocionar e impulsar el tema de la RSC y el balance social, creemos que estos esfuerzos no llegan a quienes toman las decisiones en las cooperativas de base. Este pensamiento se asienta en los resultados que arrojan los trabajos de campo realizados en cooperativas (especialmente eléctricas y de servicios) por parte de los alumnos de la cátedra Organizaciones de la Economía Social , que se dicta en el ámbito del Instituto Académico Pedagógico de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Villa María, Córdoba. Estos trabajos plantean, entre otras preguntas, el grado de conocimiento que tiene la dirigencia respecto a los principios y valores cooperativos, y el Balance Social. De los sesenta trabajos presentados a lo largo de cuatro años, muy pocos dirigentes han escuchado hablar de balance social y sus conocimientos sobre el tema carecen de profundidad y obedecen a inquietudes personales, antes que a visualizar el balance social como herramienta fundamental para evaluar la responsabilidad social que asume y ejerce la cooperativa; respecto a los principios y valores cooperativos, el desconocimiento es muy significativo, si bien en muchas cooperativas están exhibidos en una cartelera o cuadro, el grado de internalización de los mismos es escaso o nulo, en palabras de un dirigente cooperativo esas 77


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cosas (refiriéndose a los principios y valores) son para los cuadros, la realidad pasa por otro lado . Ante este aspecto clave de la realidad, no podemos pretender tener otro escenario diferente respecto a los temas planteados. Otra causa, relacionada con la primera, es el error común que se produce ante la palabra Balance Social. En la práctica, la significación que se le da a dicha palabra genera en los hechos que muchas de las jornadas de capacitación que se realizan en los temas de RSC y Balance social, dirigidas a los dirigentes y profesionales cooperativos, terminan siendo aprovechadas por éstos últimos como únicos asistentes, especialmente los contadores de las mismas, en un error de interpretación respecto a la temática que se aborda. Así, tenemos algunos profesionales capacitados en RSC y Balance Social que no encuentran eco por parte de la dirigencia cooperativa cuando plantean la importancia del tema y la necesidad de su aplicación. Más allá de las fallas que se encuentran en la fase de internalización de lo que representa la RSC y el Balance social, encontramos, que aún si la dirigencia estuviera convencida respecto a trabajar el tema con profesionalismo, vía planificación y presupuestación social y posterior rendición de cuentas a través del Balance social, no existe unidad de criterio respecto a que modelos utilizar o el modelo que debería adoptar el cooperativismo argentino. Modelo de Balance Social que a su vez debiera presentar la potencialidad de ser sensibilizado para poder reflejar las particularidades de los distintos tipos de cooperativas, como por ejemplo las cooperativas eléctricas o de servicios. Por último, pero no menos importante: la desarticulación existente entre los distintos protagonistas de los antecedentes planteados en torno al tema Responsabilidad Social Cooperativa y Balance Social. 78


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En respuesta a las causas planteadas, humildemente esbozaremos algunos lineamientos que debiera considerar una propuesta: Como punto de partida, proponemos aunar los esfuerzos que cada institución ligada al cooperativismo está haciendo en materia de concientización, estudio e implementación de la RSC y el Balance Social. Consideramos que todo proceso que quiera ser visto como sustentable, tarde o temprano redunda en la articulación de los distintos sectores componentes y afines al cooperativismo, a saber, el movimiento cooperativo en toda su estructura desde la ACI, confederaciones, federaciones y cooperativas de base, el INAES como representante del Estado, las Universidades y entidades privadas relacionadas con la temática planteada, (como por ejemplo el Instituto Argentino de Responsabilidad Social Empresaria - IARSE) como representantes de la Sociedad Civil. Proponemos que la etapa de estudio del modelo de balance social a adoptar deberá realizarse a la luz de los antecedentes planteados. Un breve análisis de los modelos teóricos existentes nos remite a la dicotomía de aquellos modelos que se basan o no en los principios cooperativos, creemos que la base de los principios es el punto de partida fundamental para reflejar la identidad de la Responsabilidad Social Cooperativa. Otro aspecto se relaciona con los indicadores que el movimiento considere esencial que deben contener cada una de las dimensiones que comprenden estos principios. En este punto la batería de indicadores planteados es de lo más variada y hacen foco en distintos aspectos, los que deberán ser estudiados por el movimiento cooperativo para evaluar su pertinencia y ponderar su importancia. En esta etapa será fundamental no caer en el error de adoptar un modelo impecable desde un punto de vista teórico pero inentendible para la mayoría de la sociedad, incluyendo los propios dirigentes cooperativos, de otro modo se corre el grave peligro de que el Balance Social sea un documento público que solo unos pocos entiendan, perdiéndose la riqueza de su confección. 79


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También se debe considerar el tema de la incumbencia profesional de quienes serán los encargados de confeccionar el Balance Social en las cooperativas. En este aspecto encontramos distintos antecedentes, por un lado el libro de El Balance Social en las cooperativas. Evaluación sistemática del impacto social escrito por Martínez y Bialakowsky en el año 1984, pioneros en el tema, material reeditado nuevamente en el año 2007 con el apoyo del INAES, proviene de la vena de los Licenciados en Cooperativismo y Mutualismo y de los Sociólogos, por otra parte distintos profesionales de Ciencias Económicas, especialmente en las ramas de Contadores Públicos y Licenciados en Administración, han desarrollado ponencias y estudios sobre el tema de Balance Social, haciendo hincapié en la necesidad de plantear normas específicas para la exposición de los estados contables en las cooperativas como precondición a la presentación del balance social. Nuestra propuesta apunta a un trabajo interdisciplinario, que recoja los aportes de las distintas disciplinas en materia de RSC y Balance Social. Consensuado un modelo por todos los actores intervinientes, consideramos menester encarar la etapa de concientización e internalización de la importancia que implica la adopción de prácticas de RSC planificadas y presupuestadas y la confección del Balance Social. Este trabajo debe ser realizado por las federaciones en dos fases, una primera con los dirigentes cooperativos de base, con miras a lograr un convencimiento de los mismos respecto de adoptar la decisión política relacionada a los temas planteados. Superada esta instancia, proceder a una segunda fase con los profesionales de las cooperativas encargados de realizar la operativización de la decisión política vía confección del modelo de Balance Social consensuado por el movimiento cooperativo. Consideramos que todo este proceso debería ser apoyado por el INAES, y solo debería plantearse la obligatoriedad del Balance Social para las cooperativas cuando el mismo haya concluido 80


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exitosamente. De otro modo estaríamos en presencia de una nueva imposición, que sin la base de sustentación planteada, solo sería cumplida formalmente por las cooperativas y sería sufrida como un costo adicional, perdiéndose toda la riqueza que implica trabajar a conciencia la responsabilidad social cooperativa y el balance social.

10. Conclusión El paradigma de la responsabilidad social, ha llegado para quedarse. No es una moda pasajera, pues responde a intereses genuinos por parte de la sociedad que se ve afectada por las consecuencias del accionar social de las organizaciones. Si esto es cierto para las empresas capitalistas, para las cooperativas, (por su doble carácter: económico y social, por sus valores de ética, honestidad, transparencia, responsabilidad social e interés por los demás (entre otros) y por sus principios cooperativos fundamentalmente el séptimo principio preocupación por la comunidad ), el ejercicio de la responsabilidad social empresaria no es un mero reconocimiento de las consecuencias sociales de las empresas para con la sociedad, es parte de su naturaleza, de su razón de ser. Así como periódicamente las cooperativas informan sobre su gestión económica - financiera, a través de los estados contables tradicionales, el Balance Social se constituye en el documento público que les permite a las mismas contar con una herramienta útil para informar, planificar, evaluar y controlar el ejercicio de su responsabilidad social a través de información rigurosa, coherente, completa y sistemática sobre el accionar social y su impacto en la comunidad. Los beneficios de su implementación superan con creces los costos de la misma. Un análisis basado en FODA del cooperativismo argentino demuestra que el Balance Social permite dar respuesta a algunas debilidades, demostrar las fortalezas, aprovechar las oportunidades y dar pelea a las amenazas al dotar al movimiento de datos objetivos 81


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para su defensa política, al brindar información socioeconómica homogénea y sistemática que permite la interevaluación cooperativa, posibilitando obtener datos agregados y medias estadísticas de orientación, en pos de una imagen consolidada del movimiento cooperativo con especial hincapié en su ventaja comparativa respecto a la empresa capitalista: su faz social. Las ventajas internas de su aplicación se relacionan con la autoevaluación en cada cooperativa respecto a su acción social, permitiéndoles alcanzar una gestión socioeconómica integrada, donde los aspectos sociales son gestionados con la misma profesionalidad que los económicos. Otro enfoque que tiene en cuenta el contexto actual donde la crisis de confianza y credibilidad en las instituciones es moneda común, encuentra en el balance social la herramienta mediante la cual las cooperativas pueden mostrar que la confianza y credibilidad son parte de ellas por razones éticas y prácticas, pues la realización y publicación del balance social cooperativo muestra apertura y transparencia, lo que genera un circulo virtuoso de confianza que redunda en una mayor capacidad de administrar la cooperativa y lograr una buena imagen que suma a la cooperativa en sí y al movimiento en general. El balance social para las cooperativas es de carácter voluntario y tristemente el grado de aplicación se reduce a unas pocas experiencias aisladas, algunas basadas en el modelo argentino denominado balance social cooperativo integral y otras experiencias que no adhieren al mismo, pero que resultan muy buenos antecedentes dentro del movimiento cooperativo. El análisis sectorial focalizado en las cooperativas de electricidad y otros servicios, muestra que la gestión que las mismas realizan de sus aspectos sociales responden más a la intuición y buenas intenciones de quienes gestionan estas entidades, antes que a una internalización de lo que la Responsabilidad Social Cooperativa (RSC) comprende como visión estratégica y en igual rango de importancia que los aspectos económicos de las mismas. 82


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El diagnóstico respecto al uso del Balance Social como herramienta que permite medir la Responsabilidad Social asumida y ejercida por las cooperativas del sector del servicio eléctrico no escapa de la generalidad que presenta el movimiento cooperativo argentino, a pesar de que tanto las federaciones nacionales como provinciales, representativas de los intereses del sector, han dado muestras en los últimos años de la importancia que parece adquirir el tema, mediante acciones de capacitación (vía jornadas), concientización (vía Congresos), y la adopción de posturas políticas favorables a la implementación del Balance Social en sus cooperativas de base, entre otras. Buceando en las causas que explican este estado de situación encontramos que los esfuerzos realizados en los últimos años desde todos los niveles, tanto confederativos como federativos en lo atinente a promocionar e impulsar el tema de la Responsabilidad Social Cooperativa y el Balance Social, están desarticulados y no llegan a quienes toman las decisiones en las cooperativas de base. Estudios de campo realizados en cooperativas (especialmente eléctricas) por alumnos de la Universidad Nacional de Villa María, Córdoba, dan cuenta del grado de desconocimiento que la dirigencia cooperativa presenta respecto a los principios y valores cooperativos y, del Balance Social. La frase de un dirigente cooperativo resume el punto esas cosas (refiriéndose a los principios y valores) son para los cuadros, la realidad pasa por otro lado . A esta causa se le suma el error de interpretación que proviene de la asociación de la palabra balance a cuestiones meramente técnicas, lo que genera en la práctica que las jornadas de capacitación sobre Balance Social sean aprovechadas por los profesionales contadores de las cooperativas, quienes no encuentran eco en la dirigencia cuando plantean el tema y la importancia de su implementación. Por otro lado no existe unidad de criterio respecto a que modelos utilizar o el modelo que debería adoptar el cooperativismo argentino. Modelo de Balance Social que a su vez debiera presentar la potencialidad de ser sensibilizado para poder reflejar las particularidades de los distintos tipos de cooperativas, como por ejemplo las cooperativas de electricidad y otros servicios. 83


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La propuesta esbozada para revertir el diagnóstico negativo en materia de concientización, e implementación de la Responsabilidad Social Cooperativa y el Balance Social, atacando las causas del mismo, se asienta en un proceso sustentable basado en la articulación de los distintos sectores componentes y afines al cooperativismo, a saber, el movimiento cooperativo en toda su estructura desde la ACI, confederaciones, federaciones y cooperativas de base, el INAES como representante del Estado, las Universidades y entidades privadas relacionadas con la temática planteada, (como por ejemplo el Instituto Argentino de Responsabilidad Social Empresaria - IARSE) como representantes de la Sociedad Civil. Brevemente las etapas de proceso son: Una primera etapa de estudio del modelo de balance social a adoptar que considere los antecedentes y desarrollos ya existentes, este trabajo deberá realizarse interdisciplinariamente, con representantes de todos los sectores componentes y afines al cooperativismo, poniendo especial hincapié en lograr un modelo consensuado que no se pierda en tecnicismos y sea entendible para la mayoría de la sociedad, incluyendo los propios dirigentes cooperativos. Una segunda etapa de concientización e internalización de la importancia que implica la adopción de prácticas de RSC planificadas y presupuestadas y la confección del Balance Social. Este trabajo debe ser realizado por las federaciones en dos fases, una primera con los dirigentes cooperativos de base, para lograr la decisión política de los mismos respecto a los temas planteados. Superada esta instancia, una segunda fase de capacitación con los profesionales de las cooperativas encargados de confeccionar el modelo de Balance Social consensuado por el movimiento cooperativo. Todo el proceso debe ser apoyado por el INAES, organismo que solo debería plantear la obligatoriedad del Balance Social para las cooperativas cuando el proceso sea sustentable desde las bases 84


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hacia arriba y el trabajo a conciencia de la responsabilidad social cooperativa y el balance social sea una realidad en marcha. Para concluir, queremos dejar una frase de reflexión para las cooperativas Que lo urgente no te impida atender lo importante la responsabilidad y el balance social, pueden no ser percibidos como urgentes pero un proyecto sustentable de cooperativa no puede eludir por mucho tiempo el carácter social de su naturaleza y razón de ser. 11. Bibliografía - Alianza Cooperativa Internacional: Los principios cooperativos para el siglo XXI , presentación por Bruce Thordarson, en Revista IDELCOOP, Nº 97/1996. - ACI: Declaración sobre la Identidad Cooperativa, en Revista IDELCOOP, Nº 97/1996.

- ACI Regional Américas - Informe PRICA Proceso Regional de Integración Cooperativa de las Américas - Año 2006.

- ACI Regional Américas - Proyecto Balance Social. Informe Final. - Versión en PDF en www.aciamerica.org

- ANDI, OIT; CIC - Manual de Balance Social - Versión actualizada en PDF en www.ilo.org

- Accountability, documentos en www.accountability.org

- Campos Menendez, Hernando, citado por FERNANDEZ LORENZO y otras, en Cuaderno del IPAC Nº 5, Instituto Provincial de Acción Cooperativa, Provincia de Buenos Aires, 1998. - Chapman, William Leslie, citado por FERNANDEZ LORENZO y otras, en Cuaderno del IPAC Nº 5, Instituto Provincial de Acción Cooperativa, Provincia de Buenos Aires, 1998.

- Cracogna, Dante Osvaldo, citado por FERNANDEZ LORENZO y otras, en Cuaderno del IPAC Nº 5, Instituto Provincial de Acción Cooperativa, Provincia de Buenos Aires, 1998. 85


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- El Pacto Global (Global Compact), en www.pactoglobal.org - FECESCOR - Dossier informativo Nº 5 - Año 2007.

- Fernández Lorenza Liliana; Geba, Norma; Montes, Verónica y Schaposnik, Rosa: Balance Social Cooperativo Integral. Un modelo argentino basado en la integración cooperativa , Cuaderno del IPAC Nº 5, Instituto Provincial de Acción Cooperativa, Provincia de Buenos Aires, 1998.

- Fernández Lorenza Liliana; Geba, Norma; Montes, Verónica Sistematización Contable del Balance Social Cooperativo / Evaluación del cumplimento de objetivos sociales a través del Balance Social Cooperativo - Ponencia en Congreso Argentino de la Cooperación Año 2004. - Garcia Echevarria, Santiago, citado por FERNANDEZ LORENZO y otras en Cuaderno del IPAC Nº 5, Instituto Provincial de Acción Cooperativa, Provincia de Buenos Aires, 1998. - Global Reporting www.globalreporting.org

Initiative,

documentos

en

- Instituto Argentino de Responsabilidad Social Empresaria (IARSE) Indicadores de Responsabilidad Social para Cooperativas de Usuarios/Asociados -Año 2007. - La Gaceta de Cooperar - Edición Nº 13 - Año 3 - Julio, Agosto 2007.

- Martínez, Gerardo y Bialakowsky, Alberto - El Balance Social en las Cooperativas. Evaluación sistemática del impacto social Ediciones CGCyM - Buenos Aires, 1984. - Murraga Elorriaga, Aitziber: El Balance Social aplicado a las cooperativas , Bilbao - España, Universidad de Deusto, 1995. - Organización Internacional del Trabajo (OIT) - Manual de Balance Social , Primera Edición, Medellín, Colombia, Julio de 2001.

- Trabajos de Campo de la Asignatura Organizaciones de la Economía Social - IAPCS - Universidad Nacional de Villa María, Córdoba - Años 2004/2007. 86


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Menci贸n Especial

El Balance Social y la Responsabilidad Social en las Cooperativas de Electricidad

Autores

Alicia Susana Rovella Felipe Rodolfo Arella

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El Balance Social y la Responsabilidad Social en las Cooperativas Eléctricidad

Indice 1. Introducción

2. El balance social cooperativo

3. ¿Para qué hacer un balance social cooperativo? 4. Diferenciarse para ser

5. Ideologías y principios

6. Paradigmas y el Balance Social

7. Quiénes pueden hacer el balance social y su destinatario

8. El Valor Agregado Cooperativo y la utilidad social de los intangibles 9. La Responsabilidad Social Empresaria 10. Metodología

11. Conclusiones 12. Bibliografía

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1. Introducción El hombre1 busca su identidad y su camino. Es por ello que frecuentemente se pregunta quién es, de dónde viene y hacia dónde va o qué quiere o puede llegar a ser. De esa manera se afirma y se proyecta entre los demás hombres. Las empresas, para diferenciarse entre sí también se hacen las mismas preguntas y en los últimos años han incorporado otras singularidades, como la visión y la misión, con lo cual procuran mostrar al público consumidor de sus bienes y servicios que no sólo trabajan para el hoy, sino que hacen prospectiva y se imponen metas trascendentes para con ellas mismas y la comunidad. Las empresas posmodernas ya no hablan de sus ganancias, del capital que invierten, de las filiales abiertas en el interior o en el extranjero. Han cambiado sus objetivos comunicacionales y adoptaron un nuevo lenguaje que les permite presentarse de una manera diferente ante el público. Por ello están más cada vez atentas a mostrarse preocupadas por los otros entendiéndose en ello tanto a los hombres como al medio ambiente. Por esa razón han comenzado a publicitar aspectos que refuerzan su responsabilidad empresaria y su compromiso con la comunidad. Esta práctica se viene desarrollando desde hace varias décadas en países altamente industrializados y desde no hace mucho en la Argentina. El origen de esa nueva comunicación empresarial se lo puede encontrar en la tenaz campaña de grupos ambientalistas nacionales e internacionales que vienen alertando acerca de los problemas de la contaminación ambiental que provocan las industrias, y otros tipos de contaminación (auditiva y visual) provocados por los prestadores de servicios. Desde hace cuatro o cinco años las empresas cooperativas de nuestro país han comenzado a prestar atención a esta nueva forma de 1

Cuando nos referimos a hombre lo hacemos genéricamente. En caso de referirnos a la problemática de género, utilizaremos los términos mujer y varón .

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presentarse frente a la sociedad y comenzaron a elaborar balances sociales con la finalidad de conocerse mejor y darse a conocer de una manera más explícita mediante esos informes que les permiten analizar en profundidad su gestión y destacar acciones que hasta ahora continúan siendo consideradas gastos y no inversiones sociales.

2. El balance social cooperativo El interés por realizar un nuevo tipo de balance dentro de las empresas que apuntara hacia la gestión social de las mismas en referencia a sus trabajadores como también hacia la comunidad en que actuaba, comienza a aparecer a mediados de la década de 1950 y se profundiza en las tres décadas siguientes. Creemos que ello responde a la implantación de las políticas de bienestar en todos los países, especialmente en los occidentales, y en la necesidad de mostrar que las empresas capitalistas no estaban solamente interesadas en incrementar su competitividad y lucro, sino que atendían, también, el bienestar de su personal y de los consumidores. Recorriendo la profusa bibliografía aportada por Aitziber Mugarra Elorriaga,2 hemos encontrado uno de los primeros trabajos referidos específicamente al balance social del sector cooperativo realizado en 1951 por Antoine Antoni: Fontion Économique et Sociale de la Coopération Ouvrieére, editado por la Confédération Générale de SCOP. A esa obra le siguieron numerosos trabajos originados en distintos países europeos, América latina y en los Estados Unidos de América. La Alianza Cooperativa Internacional -Sede Américas- inició en 1998 su programa sobre Balance Social, el que fue presentado y adaptado 2

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Mugarra Elorriaga, Aitziber: Proyecto Balance de Identidad Cooperativa - Balance Social en Cooperativas: Bibliografía Orientativa (Hasta 1995), en Anuario de Estudios Cooperativos, Instituto de Estudios Cooperativos de la Universidad de Deusto, 1998, páginas 391 a 451.


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a las modalidades de los países de la región a través de encuentros con dirigentes y educadores de Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Puerto Rico y Uruguay entre 1998 y 1999. El programa contó con la colaboración de la Universidad de Deusto en el campo académico y del Centro Cooperativo Sueco SCC y la Asociación de Cooperativas Canadienses CCA como organismos co-financiadores.3 En nuestro país los primeros trabajos sobre el tema fueron escritos por Dante Cracogna en 19804 , 19815 y 19846 y por Gerardo Martínez y Alberto Bialakowsky, El Balance Social en las Cooperativas Evaluación Sistemática del Impacto Social , en 1984. Posteriormente aparecieron: Balance social cooperativo integral , de Liliana Fernández Lorenzo, Norma Geba, Verónica Montes y Rosa Schaposnik, 1998, Diagnóstico y evaluación de la situación social en cooperativas y mutuales: balance social , de Alicia Rovella y Felipe Arella, 1998 y Aplicación del balance social a empresas cooperativas, de Felipe Arella y Hugo Iacovino. A esas obras de carácter teórico le siguieron, a partir de 2005 los trabajos de campo realizados por distintos especialistas (Juan Carlos San Bartolomé, Liliana González, Hugo Iacovino, Felipe Arella, Susana Supertino, Juan Pubill), los que dieron lugar a los primeros balances sociales en los sectores cooperativos agrario, de telefonía, y de electricidad. Como toda propuesta innovadora, el balance social cooperativo comienza a hacerse realidad a partir de que los conceptos teóricos se incorporan y maduran en las mentes de los hombres de acción. Este es el momento de expansión del balance social cooperativo ya que son 3 4 5 6

Mugarra Elorriaga, Aitziber: op. cit. págs. 304 y 305 El balance social de la empresa en Administración de Empresas, Nª 124. La Eficiencia social de las Cooperativas y su Evaluación en Cuadernos de Cultura Cooperativa, Nª 66. El Balance Social de la Empresa , en Perspectiva Económica, Nª 45.

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numerosos los encuentros educativos (cursos, seminarios, congresos, concursos) en los que se difunden las características de esta herramienta para la gestión eficiente.

3. ¿Para qué hacer un balance social cooperativo? Podemos responder al interrogante diciendo, en primer lugar, que el objetivo de un balance social empresarial es el de que los directivos y funcionarios de la empresa conozcan el impacto social que tienen las acciones económicas de la organización; si la aplicación de fondos a un proyecto económico le representa solamente un incremento en las ganancias o también obtiene un beneficio intangible como lo es el mejorar su imagen ante el público. Una empresa argentina dedicada a la venta de artículos de bazar (Bazar Dos Mundos, de José Roger Ballet) donaba el edificio de una escuela cada año. Su dueño, hoy olvidado como su empresa, no vivió en la época en que se podía hacer un balance social para dejar por escrito los testimonios de esos actos filantrópicos. El público, si podía, compraba en ese negocio porque tenía la seguridad de que parte de las ganancias volvería al pueblo de alguna provincia necesitada. Una cooperativa que realice donativos, que pavimente una calle, que brinde agua potable o extienda los cables de electricidad hasta las chacras de los alrededores no será reconocida por las futuras generaciones si no dejó un documento contando sus actividades sociales. Muchos asociados o usuarios del servicio eléctrico no saben que se los está brindando su cooperativa eléctrica de la zona. Cuánto menos lo sabrán los nuevos vecinos que se incorporen al pueblo. En segundo lugar, el balance social permite corregir tomas de decisiones de carácter social. No todas las decisiones de este tipo tienen el resultado esperado porque el medio hacia el cual fueron dirigidas no tiene las condiciones ambientales adecuadas para incorporar la acción o porque puede haber una actividad más necesaria que aquella pensada por nosotros. La literatura especializada en desarrollo social no 94


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ofrece numerosos ejemplos de acciones llevadas adelante por organismos internacionales o por gobiernos locales que resultaron perjudiciales para las relaciones de roles familiares. Tercero, el balance social realizado con periodicidad, igual que el balance contable, permite analizar, en la secuencia de la información elaborada, los progresos, aciertos o indiferencia del público receptor de la acción programada. El balance social tiene que ser adoptado como una herramienta de análisis de la realidad social y de aplicación de políticas empresariales que se encuadren en esa realidad. Finalmente, el balance social es un medio de comunicación de gran valor tanto para los asociados, usuarios, instituciones oficiales o privadas relacionadas con las cooperativas, aunque no se lo divulgue masivamente. Es el relato de una serie de acciones dirigidas a mejorar el servicio que brinda la empresa cooperativa en procura de cumplir con los principios que caracterizan a estas organizaciones.

4. Diferenciarse para ser De la misma manera que las personas, a medida que crecemos, vamos formando nuestra personalidad, las empresas, que están integradas por personas, también procuran tener una personalidad propia con el transcurso del tiempo. Por ello se habla habitualmente de la cultura empresaria . Cada empresa tiene su cultura, su misión en la sociedad y entre las otras empresas del sector y su propia visión de la realidad circundante, tanto social como empresarial. Una empresa de capital, cuando va definiendo su personalidad podrá optar por tener una administración más rígida o más flexible; un sistema de conducción más autocrática o más democrática que las otras. Pero nunca podrá dejar de tener y exaltar la finalidad de lucro. 95


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El lucro, para las empresas de capital, es su razón de ser, es su espíritu. Su misión será continuar lucrando para sostenerse en el tiempo y su visión es hacer los mejores negocios para poder cumplir con su misión. Podrá, alcanzadas esas cualidades propias de las empresas de capital, dedicar alguna parte de su ganancia a la acción social. La acción social de una empresa de capital generalmente no es solidaria. Generalmente es interesada. Las cooperativas tienen otra personalidad y ella está constituida por una serie de principios morales que determinan su modo de hacer sus actividades económicas. Tales principios son conocidos como los principios de la cooperación que tuvieron su origen en el estatuto de los Probos Pioneros de Rochdale y que fueron adoptados y actualizados en tres oportunidades por la Alianza Cooperativa Internacional. Esos principios son el espíritu de cada una de las cooperativas de tipo rochdaleano que son las que predominan en nuestro país y en el mundo. Esos principios son los que forman una cultura empresaria particular en las cooperativas, organizaciones que necesariamente deben actuar en el medio económico, competir por cada espacio de poder, crecer y consolidarse para estar en condiciones de continuar actuando en próximas generaciones, respetando a los hombres que forman parte de ellas por el hecho de ser personas y no capitalistas. Los principios, entonces, son el mensaje utópico que nos viene desde mediados del siglo XIX y que fue alimentando la imaginación de numerosos teóricos afanados en desarrollar una sociedad alternativa basada en la democracia cooperativa o el orden cooperativo, para lo cual es necesario producir al hombre cooperativo mediante la educación. Frente a esta posición utópica a ultranza se levantaron otros cooperativistas pragmáticos, los que se organizaban cooperativamente para atender las necesidades inmediatas de sus asociados, para solucionarles los problemas cotidianos y futuros del crédito, la producción y la venta de los bienes y servicios resultados de sus actividades específicas. 96


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La concepción principista, afortunadamente adecuada a los tiempos por la Alianza Cooperativa Internacional, tiene su razón de ser: surgió en los momentos difíciles de la lucha de clases que se desató en Europa a partir de los cambios introducidos en las tecnologías productivas, en los medios de transporte y el desarrollo del capitalismo entre otros factores de cambio como el desarrollo de nuevas ideologías que apuntaban a las estructura de gobierno y de reubicación de los trabajadores y burgueses en la estructura social. Era entonces necesario definir los campos de acción: la lucha de clases, el sometimiento de los trabajadores o la adhesión a un sistema salvador que rescatara a los pequeños empresarios y a los obreros de la confrontación entre el capital y el trajo. Cuando se fueron aquietando los conflictos sociales por la salida bélica entre las naciones, se fue consolidando el cooperativismo como una manera diferente de economía. Esa diferenciación se hizo más notable cuando apareció el colectivismo en Rusia y la apropiación de los bienes productivos por parte del estado. En ese momento fue necesario diferenciar a las cooperativas de la propiedad capitalista y de la propiedad colectiva o estatal ya que la expansión del comunismo en Europa y Asia fue rápido y producto de profundas revoluciones. Podemos decir que el sistema cooperativo estuvo nadando entre dos corrientes opuestas: el capitalismo y el comunismo. Si bien en los países que adhirieron a uno u otro sistema hubo desarrollo cooperativo, en cada uno de ellos tuvo que adaptarse a las respectivas reglas del juego político, no obstante lo cual el cooperativismo continuó distinguiéndose de la empresa colectiva y de la empresa capitalista precisamente porque tenía sus propios principios. En la actualidad, luego de la caída del Muro de Berlín en 1986, estamos viviendo, aparentemente, en un solo sistema económico (el del mercado liberal y capitalista global) y político (el de las democracias 97


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representativas). Precisamente la Alianza Cooperativa Internacional seis años después de aquella fecha remozó los principios cooperativos en 1995 para que estas organizaciones pudieran responder a los nuevos desafíos de una manera más flexible y práctica, pero siempre diferenciándose de las ahora casi exclusivas empresas de capital lucrativo. De ahí, entonces, la importancia que tienen las cooperativas de diferenciarse de las empresas capitalistas a través del ejercicio de sus principios doctrinarios. El balance social cooperativo es un instrumento convincente (si está bien hecho) para lograr ese objetivo.

5. Ideologías y principios Adoptamos la definición que José Bleger da sobre ideología: conjunto de ideas, creencias y actitudes rectoras de toda la vida o de parte de ella, que surgen como reflejo de las relaciones sociales, económicas y políticas con independencia del grado de distorsión que, como observadores externos podamos o no atribuirles.7 Luego de la debacle del sistema comunista soviético muchos pensadores creyeron y anunciaron que se habían agotado las ideologías, pero no ocurrió tal cosa porque si bien el socialismo sufrió un duro cimbronazo, ello no significó que todas las ideologías socialistas hubieran caído por la borda de la nave de la historia. La ideología cooperativa, analizada desde la definición aportada por Bleger no se diluyó; muy por el contrario, se remozó, como lo señaláramos más arriba. Esa serie de principios que conforman la denominada doctrina cooperativa son los parámetros que debemos tener para llegar a saber si una empresa que adopte la figura jurídica de cooperativa lo es o no lo es. 7

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Tomada de Carlisky, Néstor J., Katz de Eskenazi, Celia y Kijak, Moisés: Vivir sin proyecto - Psicoanálisis y sociedad posmoderna, Editorial Lumen, Buenos Aires, 1998, pág. 32.


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Ello se sabrá si confrontamos la ideología que sus directivos dicen sustentar, con los hechos cotidianos que realiza en el campo de la economía. ¿Por qué las empresas capitalistas necesitan mostrar que sus industrias no contaminan ni extinguen los bienes naturales, que el comercio no ensucia, que su afán de lucro no es el causante de la desigualdad social y de la pobreza? Porque ellas tienen solamente una ideología: la del lucro. La ideología del lucro se agota en sí misma porque hasta el crecimiento del capital puede llegar a ser improductivo si detiene su producción económica. De ahí los temores permanentes a las crisis financieras y bursátiles. Como lo principal es el dinero y el dinero no tiene posibilidades de desarrollar ningún tipo de pensamiento por ser simplemente un símbolo de riqueza, una abstracción, el capitalismo es un sistema amoral.8 Todo lo contrario ocurre con el cooperativismo porque su destinatario es el hombre concreto, la persona física. El hombre crea la moral viviendo grupalmente, en referencia al otro, a pesar de la ideas de Friedrch Nietzsche y Max Stirner acerca de lo que llamaron el amoralismo.9 La moral es el resultado de un proceso de crecimiento personal en el cual entra la diferenciación de los otros y la referencia con los otros. Por eso el cooperativismo, que es la acción conjunta de varias personas para que todos puedan obtener beneficios económicos en proporción a sus esfuerzos, participación y consecuencia, es un movimiento moral. La moral cooperativa es la moral amasada en el grupo cooperativo respetando las individualidades de sus miembros. 8

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Amoral: Dícese de la persona desprovista de sentido moral. ½½ Aplícase también a las obras humanas, especialmente a las artísticas, en las que, de propósito, se prescinde del fin moral. Diccionario Enciclopédico Abreviado Espasa-Calpe, S.A. Sistema filosófico que cifra las normas de conducta humana en algo independiente del bien y el mal moral, negando toda obligación y toda sanción. Ello es aceptable en estos filósofos sostenedores de principios anarquistas y de la individualidad humana: soy yo mismo sostenía Stirner y rechazaba la influencia de la sociedad en la formación de la personalidad humana y de la moral.

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Expresaba Armando Moirano en una de sus conferencias: Como ha dicho con todo acierto el distinguido profesor doctor Emilio B. Bottini, el cooperativismo es un movimiento económico dirigido a obtener ventajas materiales inmediatas y a mejorar las relaciones morales de las personas que lo practican . He aquí expuestos en forma sintética y clara los fines esenciales de ese movimiento: mejoramiento económico y dignificación social. Y ello es porque la cooperación, tal como sostiene el maestro Domingo Bórea, es altamente moral, ya que tiende a abolir el lucro, uno de los principales azotes que afligen a la humanidad, pues fomenta las falsificaciones y las adulteraciones, explota a los hombres y obra con engaños de toda clase. 10 Es necesario, cuando se realice el balance social cooperativo, recurrir a los antiguos doctrinarios y maestros del cooperativismo porque muchas de sus ideas continúan estando vigentes, y si dudamos de que sea así, podremos confrontarlas con otros pensamientos posteriores.

6. Paradigmas y el Balance Social El paradigma es un ejemplo que sirve de norma de conducta; en ese sentido los principios de la cooperación son paradigmas, es decir, ejemplos que deben ser seguidos para ser cooperativista. Ahora bien: hemos visto en párrafos anteriores cómo los principios cooperativos fueron adaptándose a las circunstancias de distintas épocas: 1895, 1937, 1966 y 1995. Podríamos señalar hasta una secuencia treintañal de ajustes. El cooperativismo no es una doctrina dogmática. 10

Moirano, Armando A. El movimiento cooperativo argentino - Su importancia - Sus perspectivas. Conferencia pronunciada en la Facultad de Agronomía y Veterinaria de la Universidad de Buenos Aires; Edición de la Federación Argentina de Cooperativas de Crédito Ltda., Buenos Aires, 1952, pág. 5.

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Consecuentemente el análisis de los principios cooperativos debe realizarse con mente abierta y no desde antiguos paradigmas que hoy ya no están vigentes. Recordemos, por ejemplo, la evolución que tuvo en el mundo y en nuestro país el antiguo principio rochdaleano de la venta exclusiva a los asociados y el pago al contado. Hoy ya no queda nada de ello y podemos señalar que aún serios defensores del cooperativismo ortodoxo, como Juan B. Justo, al tratar esos temas en sus proyectos de ley explicaba que podía caber una excepción, en el pago al contado, cuando una cooperativa agraria entregaba mercadería a sus asociados chacareros para cobrarla meses después cuando éste llevaba su cosecha a la cooperativa. De no haberse atendido el verdadero paradigma sociológico del chacarero, éste habría quedado imposibilitado de asociarse a la cooperativa por su rigidez, quedando en manos del dueño del almacén de ramos generales que sí le fiaba y con mucho gusto. Otro paradigma vetusto es el del interés limitado al capital. Si el asociado no ahorra en su cooperativa, de la que él mismo es dueño, ¿dónde lo mandamos a ahorrar? Y lo que es peor: la cooperativa que requiere capitales para su evolución y no cuenta con el ahorro de sus asociados, ¿a dónde va a ir a pedir financiamiento para sus proyectos de inversión? La respuesta a ambos interrogantes es una sola: asociado y cooperativa irán a depositar o a tomar créditos en la banca privada. Si hiciéramos un balance social analizando esta situación y la comparamos con la aplicación de los principios y la legislación actuales, tendríamos que ponerle un 10 a la cooperativa que cumple con esas normas. Pero realmente el relevamiento de esa información tendría que poner en estado de alerta financiero no sólo a las autoridades de la cooperativa en cuestión sino a todo el movimiento y a las autoridades sectoriales que no tuvieron en cuenta el perjuicio que la doctrina o la legislación acarrea a las entidades cooperativas. 101


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En definitiva, la práctica de realizar el balance social cooperativo es un antídoto contra posibles enfermedades de gestión y eficiencia. El balance social debe ser tomado como un acto de medicina preventiva y no como una amarga y dolorosa medicina. 7. Quiénes pueden hacer el balance social y su destinatario Comenzaremos diciendo quiénes no pueden o no deben hacerlo: los miembros del consejo de administración, el síndico, los gerentes y sus dependientes, el auditor externo, porque por más que realicen un trabajo impecable e imparcial, el mismo quedará teñido con la sospecha de que lo hicieron ellos para que todo quede como estaba y que no se sepa la situación real de la cooperativa . Deberían realizarlo consultores externos no vinculados a la entidad más que por el contrato de locación de servicios correspondiente a esa tarea. En cuanto al tipo de profesionales, lo aconsejable es que sean egresados de carreras humanistas como sociólogos, psicólogos, antropólogos, pedagogos, trabajadores sociales, administradores de cooperativas, ingenieros civiles o industriales, médicos, filósofos, etnólogos, historiadores o geógrafos porque debido los contenidos curriculares de sus respectivas carreras, estarán en mejores condiciones de entender y separar lo social de lo económico. También pueden realizarlo los contadores, abogados, economistas, administradores de empresas, ingenieros en otras especialidades, arquitectos, siempre que hayan realizado postgrados en temas relacionados con la economía social, particularmente referido al cooperativismo y a las ciencias sociales. ¿Por qué estas precauciones? Porque el balance social cooperativo no es una simple enumeración de hechos ni una explicación de la 102


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utilización de los recursos de la cooperativa en programas de carácter social. Este balance es mucho más que ello y si las personas que lo realizan no tienen una visión, una predisposición hacia la indagación de los fenómenos humanos, el balance social no tendrá el carácter diferenciador de cada una de las acciones de la cooperativa. Lo que debe buscarse es el resultado del impacto de cada una de las acciones sociales de la cooperativa sobre el público objetivo, su grado de satisfacción y de mejoramiento real de su situación. Iniciar un balance social tiene sus dificultades porque sus realizadores deben establecer el método de trabajo, el diseño de los instrumentos para relevar la información, la selección del público a abordar con las encuestas, el área geográfica que abarcará, el tiempo que durará el trabajo y el sistema de evaluación de los datos recibidos, entre otras cuestiones, como, por ejemplo, a cargo de quién estará el trabajo de campo. A ese primer balance social algunos autores lo llaman el momento cero 11 porque es donde se aportan los datos básicos de la situación social de la cooperativa y que no puede ser comparada con ningún otro elemento anterior. A partir de ese primer balance social los posteriores podrán comparar los datos y establecer si hubo mejora o detrimento en la gestión de determinadas áreas. Resulta conveniente señalar que el destinatario del balance social es el consejo de administración y que es este órgano el que debe solicitarlo para conocer el impacto social de su gestión. Por eso decimos que se trata de una herramienta para que el consejo de administración pueda hacer la evaluación de las acciones.

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Rovella, Alicia y Arella, Felipe Rodolfo: Diagnóstico y evaluación de la situación social en cooperativas y mutuales: balance social , Universidad de Belgrano, Documento de Trabajo Nº 137, Buenos Aires, 2006, pág 7.

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8. El Valor Agregado Cooperativo y la utilidad social de los intangibles Cuando una cooperativa de electricidad provee de corriente eléctrica a los domicilios de sus asociados o usuarios estamos en presencia de un hecho que tiene varios ingredientes: el tecnológico con la producción de la energía o su enlace y distribución de una red nacional; el económico que podemos contabilizar en tantos pesos invertidos en la instalación de la red, la construcción del edificio administrativo y otras plantas; la satisfacción del asociado o usuario. A éste el hecho de tener corriente eléctrica le significa un cambio en su calidad de vida que es necesario cuantificar a través de sus cambios de hábito para cocinar, lavar la ropa, ver televisión, poder estudiar, calefaccionar o refrigerar la casa, escuchar música, desarrollar un pequeño emprendimiento económico o cultural, conectarse al mundo con su computadora. Todo lo que hemos enumerado no aparece en el balance económico más que en una cifra global de la inversión realizada, por más que se discrimine el gasto en kilómetros de cables, en cantidad de postes, en la apertura de zanjas, colocación de medidores, operarios contratados, personal administrativo empleado, vehículos comprados, construcción de edificios, etc. Un balance social que se explaye más ampliamente que lo dicho en la memoria del ejercicio no es verdaderamente un balance social. Por esa razón, la realización de un trabajo de este tipo debe ser realizado por un equipo integrado por profesionales de distintas disciplinas, ya que se trata, en realidad de una investigación social. El cumplimiento de los principios cooperativos en la gestión que realiza el consejo de administración tiene que estar acorde con la política trazada por la asamblea de asociados y puede encontrarse, entonces, que se haya puesto énfasis en algunos principios más que en otros. 104


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Consideramos que ello no está mal, ya que es la voluntad de los asociados la que debe prevalecer en la gestión económica y social de la entidad. Cuando la asamblea aprueba un plan de inversiones para ampliar el servicio principal de la cooperativa y ello beneficiará a nuevos asociados y a otros usuarios que no recibían el servicio, nos hallamos en el cumplimiento pleno del principio de preocupación por la comunidad.12 En otro momento la misma cooperativa podrá cumplir con el principio de educación cooperativa de una manera amplia y práctica habilitando un sistema anual de préstamo de todos los libros de estudio para los niños de una escuela primaria o los jóvenes de un colegio de nivel medio, los que deben ser devueltos para que puedan ser prestados al año siguiente a otros estudiantes. También la asamblea podría decidir fortalecer la presencia de la entidad dentro del propio movimiento participando en las federaciones, o comprando bienes y servicios producidos por otras cooperativas, con lo cual estaría cumpliendo de manera evidente con el principio de cooperación entre cooperativas. Es decir, lo importante es que se vayan cumpliendo los principios, aunque ese cumplimiento no sea simultáneo, ya que acciones como las imaginadas producen un fuerte impacto en la comunidad a lo largo del tiempo, aunque en un ejercicio económico no se hayan efectuado nuevos programas espectaculares. Resulta necesario aclarar que los principios asociación voluntaria y abierta , control democrático por los asociados , participación económica de los asociados y autonomía e independencia , también deben ser puestos bajo el análisis de los evaluadores sociales 12

Utilizamos aquí el enunciado de los principios cooperativos como los presenta el fascículo El Cooperativismo editado por INTERCOOP, Serie Divulgación, con textos de Miguel Alejandro Sarmiento, Buenos Aires, sin fecha de publicación.

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porque son los que hacen al carácter de las cooperativas y, los que mejor diferencian a las cooperativas de otros tipos de organizaciones empresariales. Vale, entonces, detenernos para explicar sus respectivos contenidos. 1. La asociación voluntaria y abierta tiene por finalidad evitar todo tipo de discriminación entre los asociados con la finalidad de hacer gozar de los beneficios cooperativos a toda persona que libremente desee incorporarse a la organización, pero, recordando a Lambert13 tenemos que señalar que la adhesión voluntaria no es sinónimo de adhesión libre, que traer a la memoria la antigua expresión de puertas abiertas por el cual toda persona es libre de asociarse. El concepto de adhesión voluntaria, señala el autor, significa que una cooperativa no podrá agrupar más que a personas que han querido formar parte de ella, prescindiendo de cualquier obligación exterior. Hay cooperativas, sin embargo, que pueden poner límite al ingreso de nuevos asociados por distintas y valederas razones: las de trabajo no pueden tener más asociados que la propia capacidad de producción de bienes y servicios que tiene la entidad y la colocación de los mismos en el mercado para su venta; las cooperativas agrícolas no pueden incorporar asociados que no sean productores agropecuarios, ni una de provisión de bienes y servicios a taxistas podría incorporar como asociado a quien no fuera propietario de una taxi. Lo fundamental de este principio, entonces, es la no discriminación de las personas. 2. Solamente tomando resoluciones coherentes las cooperativas pueden establecer claramente sus diferencias. Si sostienen que son or13

Lambert, Paul: La doctrina cooperativa, Ediciones Intercoop, Rep. Argentina, Tercera Edición Argentina, Buenos Aires, 1970, pág. 82 y sig.

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ganizaciones que no tienen finalidades de lucro empresario y que son sociedades de personas y no de capital, quien prevalece es la persona por el hecho de serlo y no la persona que aporta más capital aunque no utilice los servicios cooperativos. Desde esa coherencia es que se dictó el principio de control democrático de los asociados que, en el momento de votar en las asambleas solamente tienen derecho a un voto por persona. En las federaciones o asociaciones de cooperativas cada Cooperativa asociada puede tener una cantidad de votos diferentes tomando en cuenta el número de asociados de cada una de ellas y/o la operatoria que tengan con la federación, según se establezca en el estatuto de la federación o asociación. El principio de democracia tenemos que vincularlo con el de participación económica de los asociados, que veremos en el apartado siguiente, porque la igualdad en las decisiones no puede influir en los beneficios económicos que desea obtener legítimamente cada asociado como tomador de los servicios que él mismo contribuyó a generar a través de su participación cooperativa. 3. Participación económica de los asociados: Las personas que organizan una cooperativa o se asocian una vez que está funcionando tienen que aportar capital. Ese aporte es una cuota social igual para todos, aunque puede haber algunos que deseen aportar más cuotas sociales. Cada estatuto podrá establecer si retribuirá un interés al capital o no. Pensamos, sobre este asunto, que es conveniente que el estatuto establezca una remuneración al capital social, lo que no le otorga derechos para tener más votos en las asambleas ni para ser elegido para ocupar cargos en la administración o fiscalización de la entidad. Las actividades económicas de las cooperativas suelen producir excedentes los que se distribuyen en proporción directa a la utilización 14

Lambert, Paul, op. cit. Pág. 72.

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de los servicios cooperativos, lo que es justo ya que no todos fueron consecuentes de igual manera. Así lo establecieron los Pioneros de Rochdale en su estatuto: (...) El resto [lo que queda después de realizadas las reservas y el pago de las deudas e intereses a terceros] se divide entre los miembros en proporción al importe de las compras respectivas durante el trimestre. 14 Con la aplicación de este sistema las cooperativas van practicando la democracia económica y acercándose al concepto de precio justo , preconizado por Charles Gide, y que se logra a través del retorno a los asociados de aquello que les fuera cobrado de más, lo que no sería una ganancia para los asociados y tampoco la cooperativa caería en el lucro capitalista. 4. Las cooperativas generalmente se organizan por decisión de un grupo de personas que tienen necesidades similares y que para satisfacerlas se disponen a realizar un esfuerzo personal y también a ayudarse mutuamente entre todos ellos, por lo cual podemos afirmar que el principio de autonomía e independencia se encuentra en los inicios de la cooperación organizada. A veces aparecen algunas políticas gubernamentales de fomento para la organización de nuevas cooperativas o de subsidios para apoyar el desarrollo de las que ya funcionan. Ello no está mal si es circunstancial, pero se torna en un impedimento para el crecimiento genuino de la entidad cuando la misma depende de los subsidios para continuar existiendo. Puede ocurrir, también que una cooperativa tenga un cliente principal que compra sus productos. Ello mantiene a la cooperativa en un estado de dependencia muy grande con respecto a ese comprador, con lo que pierde autonomía. Es el riesgo que corren las cooperativas de servicios públicos como, por ejemplo, las telefónicas y de electricidad respecto a los municipios y al gobierno provincial ya que siempre están pendientes de medidas que le limiten el área de prestación o les impida corregir las tarifas. El balance social debe alertar a los consejeros acerca del grado de dependencia que 108


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la cooperativa tiene tanto con los gobiernos como con sus clientes principales. La investigación tiene que descubrir, además, posibles vías de escape, nuevas oportunidades, y los cambios que se producen en la sociedad para satisfacer sus necesidades, especialmente las referidas a la utilización del tiempo libre.

9. La Responsabilidad Social Empresaria Una empresa social como la cooperativa de electricidad afronta una gran responsabilidad social debido al tipo de servicio que presta. La provisión de energía eléctrica a hogares, industrias, hospitales, escuelas, policía, bomberos, alumbrado público, que entraña, en primer lugar, una gran carga de conocimientos tecnológicos; en segundo lugar, una gran eficiencia en la prestación; tercero, la capacidad de rápida reacción ante interrupciones del servicio derivadas de diferentes causas, muchas de ellas previstas, y también de otros factores imprevistos: cataclismos naturales, atentados. La falta de suministro puede dañar los artefactos domésticos, los instrumentales de los hospitales, la circulación vial, la suspensión de las comunicaciones. Además, debe ejecutar sus obras cumpliendo las normas de seguridad para evitar accidentes fortuitos. Por todo ello la cooperativa eléctrica tiene que establecer un sistema de comunicación permanente con sus asociados y usuarios, como también programas educativos en los colegios primarios, principalmente, para enseñar a los niños acerca de las ventajas que tiene el uso de la electricidad y el cuidado que deben poner cuando la utilizan. Hay que tener en cuenta, actualmente, el impacto ambiental que produce la producción de energía eléctrica con la utilización de recursos naturales, algunos no renovables como el gas y el petróleo, y la responsabilidad que tiene cada tomador del servicio de no malgastar electricidad. 109


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Acerca de los programas educativos consideramos que no resultará conveniente recargar las tareas de los docentes ya que los mismos podrán estar a cargo del personal técnico de la cooperativa, quien podrá explicar con total conocimiento los pormenores y generalidades del servicio. Ese personal técnico se transformará en un verdadero educador y agente de cambio al despertar la conciencia de los alumnos sobre la responsabilidad social y la calidad de vida de la población. Esto, indudablemente, se traducirá en la adopción de un valor que debe ser practicado por la comunidad: el de la solidaridad social. Estamos seguros de no equivocarnos cuando decimos que la cooperación es una actividad eminentemente social porque los actores que intervienen en el proceso cooperativo determinarán la inclusión diferenciada de los grupos (asociados, usuarios) pero sin exclusiones ya que todos son importantes y la educación cooperativa permitirá fortalecer los lazos de convivencia incorporando el concepto de responsabilidad social de toda la comunidad. La comunidad es importante para las cooperativas, principalmente para las de electricidad, porque son receptoras de las vivencias y problemas de cada uno de los individuos de aquella. Los niveles de pobreza, desocupación, incertidumbre económica, la inseguridad, o la instalación de nuevas industrias repercuten directamente en la cooperativa de electricidad.

10. Metodología Cada grupo evaluador integrado de manera interdisciplinaria desarrollará su propia metodología de trabajo. No obstante, este trabajo no estaría completo si no efectuamos algunos aportes generales sobre este tema. El equipo de trabajo debe establecer, junto con la comisión directiva de la cooperativa quién será la persona que le suministrará 110


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toda la información que puedan necesitar: libros de actas de asambleas, libro de actas del consejo, libro de la sindicatura, registro de asociados, publicaciones, nómina de las entidades que reciben apoyo de la cooperativa, personal que puede ser consultado, entre otras muchas. También se establecerá qué área de trabajo o qué principios cooperativos tienen una mayor preeminencia para el consejo de administración. Deberá quedar en claro que toda la información primaria se irá comunicando al presidente del consejo por ser el representante legal de la entidad o la persona que él designe. Sobre la base de los objetivos establecidos se diseñarán los formularios de encuestas; recomendamos que mayormente se hagan preguntas cerradas para agilizar el trabajo y evitar la dispersión de los entrevistados en sus respuestas. Pueden dejarse algunas preguntas abiertas para que el entrevistado pueda dar opiniones. Antes de comenzar el trabajo de campo se deberá seleccionar a los entrevistadores y capacitarlos. El trabajo de los encuestadores debe ser verificado por los directores de la investigación. El encuestador tiene que actuar con imparcialidad y no deben completar los formularios por lo que puedan conocer sino por lo que le cuentan los entrevistados. Tampoco tienen que inducir las respuestas de éstos. Si bien la mayoría de los datos son objetivos, puede haber algunos de carácter subjetivo como, por ejemplo, el grado de satisfacción del servicio, el interés o no de participar en las asambleas, el de ser o no directivo de la cooperativa. 111


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Las respuestas recogidas tienen que ser evaluadas e interpretadas por los directores del grupo de trabajo y el informe preliminar será entregado al presidente de la cooperativa o a la persona designada por éste. Ese informe puede necesitar ampliaciones porque no se tuvieron en cuenta algunos factores y ello requerirá la realización de otras encuestas. El trabajo final, con la opinión de los investigadores, será entregado al presidente de la cooperativa para su tratamiento en la reunión del consejo directivo, quien decidirá si se lo presenta, o no, a la asamblea. El balance social 0 debe incluir los datos generales de la cooperativa: nombre, número de matrícula, domicilio, teléfono, fax, e-mail, objeto social, principales actividades que están desarrollando, nombre y cargo de la persona que actuará como referente. Deberá contener información sobre la fundación: fecha de fundación, número o nómina de los fundadores, calidad de los fundadores (familias, empresas, personas individuales, grupos de afinidad, instituciones oficiales); primeros servicios prestados, incorporación de otros servicios, los apoyos o rechazos que tuvieron los iniciadores. Será necesario recopilar todos los datos actuales de la entidad: número de asociados, cuántos varones y mujeres la integran, cuántas empresas o familias. Composición del consejo de administración, de la sindicatura, duración de los mandatos, nivel de instrucción de los asociados y de los consejeros, si tienen gerentes, la cantidad de empleados, la cantidad de personal técnico, etcétera. Dentro de este relevamiento básico deberá incluirse la problemática de género en cuanto a la participación de varones y mujeres en el consejo de administración y en las asambleas como así también la ocupación de cargos gerenciales. Otro ítem a tener en cuenta es el de la participación de jóvenes en la organización y el rol que cumplen en ella. 112


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Esta información básica incluida en el Balance 0 permitirá conocer el impacto de políticas posteriores aprobadas por la asamblea, el que quedará reflejado en los posteriores balances sociales. Por ejemplo, si en el Balance 0 aparece que no se ha realizado ninguna política de participación de los jóvenes y la asamblea aprueba la formación de un centro juvenil cooperativo, en el ejercicio siguiente se podrá saber el resultado de esa política: si se formó o no el centro, cuántos jóvenes lo integran, cuáles fueron las dificultades para organizarlo, si tienen autoridades propias, si han establecido algunas actividades, etcétera. En el Balance 0 habrá que incluir un capítulo para relevar a la comunidad y las opiniones que ésta tiene sobre la cooperativa.

11. Conclusiones El Balance Social es una herramienta de gestión para el consejo de administración, por lo cual debe reflejar la responsabilidad social de la cooperativa tanto hacia sus asociados como hacia la comunidad en la que actúa. Si bien la finalidad del Balance Social es conocer el cumplimiento de los principios cooperativos y el impacto que los mismos producen sobre lo interno y lo externo de la entidad, consideramos que las cooperativas pueden poner el acento en el cumplimiento de algunos de los principios, sin desnaturalizarse como cooperativa siempre que en futuras administraciones incorpore los que no fueron muy tomados en cuenta. Creemos que es la asamblea, como órgano soberano de la cooperativa y representante del interés de los asociados, quien debe establecer las prioridades de la política empresaria y social de la cooperativa. 113


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Con la finalidad de dar credibilidad al Balance Social, es conveniente que el mismo lo realice un equipo interdisciplinario externo a la cooperativa y que el mismo elabore su propio método de trabajo y preparación del informe final. Los resultados de cada Balance Social permitirán corregir o profundizar las políticas sociales y económicas de la cooperativa. Las cooperativas de electricidad son instituciones muy expuestas a la opinión de la comunidad y tienen sobre sí la dura responsabilidad de prestar un servicio que hoy debe ser considerado vital para la población e imprescindible para las actividades económicas.

12. Bibliografía - Benavides Pinho, Diva: Evolución del pensamiento cooperativista, Intercoop, Buenos Aires, 1987.

- Carlisky, Néstor J., Katz de Eskenazi, Celia y Kijak, Moisés: Vivir sin proyecto - Psicoanálisis y sociedad posmoderna, Editorial Lumen, Buenos Aires, 1998.

- Fernández Lorenzo, Liliana; Geba, Norma; Montes, Verónica y Schaposnik, Rosa: Balance social cooperativo integral, La Plata, 1998, - Lambert, Paul: La doctrina cooperativa, Ediciones Intercoop, Rep. Argentina, Tercera Edición Argentina, Buenos Aires, 1970. - Martínez, Gerardo y Bialakowsky, Alberto: El Balance Social en las Cooperativas - Evaluación Sistemática del Impacto Social, Edición Colegio de Graduados en Cooperativismo y Mutualismo, Buenos Aires, 1984

- Moirano, Armando A. El movimiento cooperativo argentino Su importancia - Sus perspectivas. Conferencia pronunciada en la Facultad de Agronomía y Veterinaria de la Universidad de Buenos 114


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Aires; Edición de la Federación Argentina de Cooperativas de Crédito Ltda., Buenos Aires, 1952

- Mugarra Elorriaga, Aitziber: Proyecto Balance de Identidad Cooperativa - Balance Social en Cooperativas: Bibliografía Orientativa (Hasta 1995), en Anuario de Estudios Cooperativos, Instituto de Estudios Cooperativos de la Universidad de Deusto, 1998. - Rovella, Alicia y Arella, Felipe Rodolfo: Diagnóstico y evaluación de la situación social en cooperativas y mutuales: balance social , Universidad de Belgrano, Documento de Trabajo Nº 137, Buenos Aires, 2006.

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Menci贸n Especial

El Balance Social y la Responsabilidad Social en las Cooperativas de Electricidad

Autor

Hugo Horacio Iacovino

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El Balance Social y la Responsabilidad Social en las Cooperativas Electricidad

Indice 1. Introducción

2. Las cooperativas y la Economía Social 3. El Balance Social y la legislación

4. Las empresas y la responsabilidad social

5. El séptimo principio cooperativo y la preocupación por la comunidad 6. La Alianza Cooperativa Internacional y la Responsabilidad Social Empresaria

7. Antecedentes del Balance Social Cooperativo 8. El informe social de KF

9. Balance socio - cooperativo en Canadá 10. El balance social cooperativo en la OIT 11. La situación en Argentina

12. La primer propuesta sobre la elaboración de un Balance Social en las cooperativas 13. El Balance Social Cooperativo en la actualidad

14. Las Universidades y el Balance Social Cooperativo 15. Tercer Congreso Federal de la Economía Social 16. Conclusión Final 17. Bibliografía

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1. Introducción Con la finalidad de clarificar nuestra postura sobre esta temática, se ha divido el presente trabajo en los siguientes capítulos: - Las cooperativas y la Economía Social - El Balance Social y la legislación

- Las empresas y la responsabilidad social

- El séptimo principio cooperativo y la preocupación por la comunidad - La Alianza Cooperativa Internacional y la Responsabilidad Social Empresaria - Antecedentes del Balance Social Cooperativo

- El Balance Social Cooperativo en la actualidad - Conclusión final

El tema de la Responsabilidad Social Empresaria RSE, en los últimos años, se ha convertido en algo de fundamental importancia para todas las empresas del mundo desarrollado y de los que están en camino hacia ese estado. En nuestro país existe una entidad que se especializa en esta temática, que es el Instituto Argentino de Responsabilidad Social Empresaria IARSE, que posee un sitio web con innumerables ejemplos de empresas que realizan, los que se ha dado en llamar Acción RSE. El criterio que está prevaleciendo, es que se está asistiendo a la construcción de un concepto que validará la permanencia de las empresas que lo adopten y que las diferenciará de las que no lo hagan; la Responsabilidad Social Empresaria. 121


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Sin embargo, debemos distinguir entre las actividades que realizan estas empresas, a las que podríamos denominar con fines de lucro , que la realizada por la empresas de la economía social, y en especial las Cooperativas de Servicio Público. Procuraremos, en las próximas páginas, establecer esa diferencia y clarificar el tema del Balance Social Cooperativo, vinculado a la Responsabilidad Social Empresaria, dado que este concepto ya se encuentra inserto en la naturaleza de las cooperativas y de manera explicita en el cumplimiento del séptimo principio cooperativo.

2. Las cooperativas y la Economía Social Las raíces ideológicas de la economía social se reconocen en Owen, Saint - Simón, Fourier, Proudhon y Bouchez, entre otros, es decir, los precursores del socialismo utópico y asociacionista y del anarquismo, y hacedores a la vez del cooperativismo y mutualismo, movimientos esenciales en la construcción de la sociedad moderna. Pero el concepto de economía social, de manera explicita, comenzó a ser utilizado a fines del primer tercio del siglo XIX en Francia, donde alcanzo significancia por la obra de varios tratadistas y porque prácticamente no tiene equivalente en la mayoría de las demás lenguas, o bien no se refiere al mismo objeto que en francés. La formula resurge a partir de la crisis de los inicios de 1970, por un lado como reacción ante las carencias del capitalismo y de la gestión publica en la nueva era, y por el otro relacionada con el anhelo de ruptura y desconfianza respecto a los valores dominantes, para impulsar una descentralización y adaptación de la producción, mediante la potenciación de los niveles locales y el desarrollo de tecnologías intermedias y nuevas formas de trabajo (Martínez, 1990). Pero, de acuerdo con Monzón (1992) no se orienta hacia la sustitución del sistema capitalista, ni se considera que sea un subproducto de este, pues emerge como una institución más del sistema. 122


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En su obra Camino a la Economía Social , Blas José Castelli transcribe algunas definiciones sobre economía social, de las cuales rescatamos las siguientes: Según el Dr. Rubén A. Mason Las entidades de la Economía Social son verdaderas empresas testigos en el mercado, porque constituyen campanas de cristal que permiten tanto a la sociedad como al Estado tomar contacto con la verdad económica El doctor Apolinar Edgardo García, en su libro Principio de la Economía Moderna (editorial Troquel, sexta edición, Buenos Aires), dice que la economía social estudia las relaciones voluntarias de los hombres entre si, con el fin de mejorar su bienestar, en este caso se propone el logro de los mejores medios para alcanzar dicho objetivo Asimismo el profesor Julio Olivera en el diccionario de Economía y Cooperativismo (ediciones Cogtal, Buenos Aires, 1970), escribe que según Charles Gide la economía social estudia sobre todo las relaciones voluntarias que los hombres crean en ellos bajo la forma de asociaciones, legislaciones e instituciones cualesquiera para mejorar sus condiciones. En este aspecto tiene el carácter de ciencia moral que busca lo que debe ser y el carácter del arte que busca lo que debe hacerse Por su parte, Castelli expresa: El proyecto básico de la economía social se cofunde y se asimila con los que imperan en los sistemas mutualista, sindicalista y cooperativista, que han sido concebidos bajo un signo de hidalguía con el fin preclaro de sentar los basamentos de una estimable doctrina. Los resumimos así: Primacía de la persona humana No subordinación al Estado. Ni subordinación al dinero. La persona humana, creada a imagen de Dios, emerge por encima de ambas cosas. 123


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Esta primacía es también la base de una autentica democracia no declamada sino sinceramente practicada, que posibilite a los pueblos organizarse pacíficamente en plena igualdad y libertad. Avance Social Se origina por la libre determinación de los hombres en las instituciones solidarias. El progreso se alcanza mediante la educación y la capacitación, con oportunidades para todos, sin discriminaciones.

Economía En las agudas crisis sociales que venimos padeciendo, no existe problema que requiera tanta urgencia en resolver a corto plazo como el económico. Lamentablemente muchas de las soluciones que se aplican generan desocupación. Este es el principal flagelo que se padece. La liberación económica es condición y antecedente valido de la liberación espiritual.

Capacitación La nueva filosofía de la capacitación, (profesional, técnica, administrativa, artesanal, de especialización) no debe tender a la elevación de unos pocos, mientras se estancan, por no tener oportunidad, las mayorías.

Participación Participar en una asociación mutual, sindical, cooperativa, haciéndola progresar, es el primer paso para cimentar una sociedad mas equilibrada. Trabajar en tales instituciones conduce a enfrentar con armas honestas cualquier método aberrante hacia la figura del ser humano. 124


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En las organizaciones solidarias el hombre encuentra el aliciente que le posibilita cambiar actitudes, y decidirse a mejorar sus hábitos para estar insertado en la sociedad con buenas posibilidades de progreso . Manuel Mariños en su artículo La economía social y solidaria como ámbito empresarial (Revista de la Cooperación Internacional Volumen 35 N° 2 Año 2002), expresa: Las empresas de economía social, en cuanto a sus procesos de producción, han de tener un comportamiento homogéneo con el de las restantes empresas del mismo sector. Como empresas que actúan en el mercado, se orientan a maximizar sus beneficios y a disminuir sus costos, razón por la que no debe identificarse la economía social con empresas de cuya actividad no se producen beneficios. Las empresas de economía social requieren de capital (propio y externo) para financiar su proceso productivo, y en esto tampoco se distinguen de las empresas que no están dentro de la economía social. Entonces se hace necesario definir cuales son las características que distinguen y delimitan de las empresas del sector social de la economía del resto del sector empresarial privado. Esta distinción debe buscarse en su comportamiento en cuanto a como se distribuyen los resultados generados y con relación a sus procesos para la toma de decisiones. En estos aspectos las características que identifican a las empresas de la economía social son: - La distribución de los beneficios no esta ligada en forma directa con la posesión o aportes de capital sino en función de la mayor o menor actividad que se mantenga con la empresa. - La toma de decisiones esta vinculada directamente con los asociados y no con el capital, a través de una persona un voto. A partir de lo expuesto, Barea define la economía social de la siguiente forma: 125


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Como aquella que comprende empresas que actúan en el mercado con la finalidad de producir bienes y servicios, asegurar o financiar, pero cuya distribución de beneficio y la toma de decisiones no están ligadas directamente con el capital aportado por cada socio: el peso y la toma de decisiones es igual para todos los socios y no en función del capital aportado por cada uno de ellos . Consideramos importante destacar la decisión tomada en el año 1989, el mismo que se derribó el Muro de Berlín, por la Unión Europea, como es la de establecer una posición clara y precisa sobre esta problemática. Una empresa pertenece a la economía social si su actividad productiva se basa en técnicas de organización específicas. Estas técnicas se fundamentan en los principios de solidaridad y participación, sean estos productores, usuarios o consumidores, así como en los valores de autonomía y de ciudadanía. En general estas empresas adoptan la forma jurídica de cooperativa, mutual o asociación . Comisión de la Comunidad Europea (1989) Para finalizar este capítulo, vale pena no perder la concepción, de que las cooperativas, más allá de pertenecer a la Economía Social, deben competir, en muchas situaciones con las otras empresas, y por eso rescatamos las expresiones de Rubén A. Masón en La experiencia cooperativa y el rol de sus empresas: Desde hace mas de tres décadas venimos catalogando a la cooperativa como una empresa diferente, expresión con la que hemos querido unir dos conceptos: uno, que la cooperativa es una empresa y por lo tanto debe ser eficientemente administrada como tal; el otro, que no es una empresa como las demás, lo que implica la necesidad de afrontar su gestión de un modo distinto. 126


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Las cooperativas son entes formados por quienes, experimentando una necesidad o aspiración de índole económica, social o cultural, han decidido satisfacerla mediante la conjunción solidaria de sus propios esfuerzos en el seno de una empresa democráticamente controlada por ellos mismos. Y es en esa condición de empresas constituidas y administradas por sus propios usuarios, singularidad en la que radica su diferencia, donde las cooperativas pueden encontrar la ventaja competitiva que tan afanosamente buscan todos los protagonistas del mercado. La participación efectiva de sus asociados representa, pues, el arma mas poderosa que tienen hoy en día las empresas cooperativas para asegurar su supervivencia en este marco de economía salvaje , para calificarlo con los términos utilizados por el propio Papa Juan Pablo II. No obstante abordar el camino de una democracia cada vez mas participativa no las eximirá de librar la batalla de los costos , porque nadie puede sobrevivir en un mercado globalizado y abierto si sus costos no le permiten operar con precios relativamente similares a los de sus competidores. 3. El Balance Social y la legislación El Capítulo VI de la Ley N° 25.877, está dedicado al Balance Social; Las empresas que ocupen a más de TRESCIENTOS (300) trabajadores deberán elaborar, anualmente, un balance social que recoja información sistematizada relativa a condiciones de trabajo y empleo, costo laboral y prestaciones sociales a cargo de la empresa. Este documento será girado por la empresa al sindicato con personería gremial, signatario de la convención colectiva de trabajo que le sea aplicable, dentro de los TREINTA (30) días de elaborado. Una copia del balance será depositada en el MINISTERIO DE TRABAJO 127


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EMPLEO Y SEGURIDAD SOCIAL, la que será considerada estrictamente confidencial. Las empresas que empleen trabajadores distribuidos en varios establecimientos, deberán elaborar un balance social único, si la convención colectiva aplicable fuese de actividad o se aplicare un único convenio colectivo de empresa. Para el caso de que la misma empresa sea suscriptora de más de un convenio colectivo de trabajo, deberá elaborar un balance social en cada caso, cualquiera sea el número de trabajadores comprendidos (artículo 25). El balance social incluirá la información que seguidamente se indica, la que podrá ser ampliada por la reglamentación tomando en cuenta, entre otras consideraciones, las actividades de que se trate: a) Balance general anual, cuenta de ganancias y pérdidas, notas complementarias, cuadros anexos y memoria del ejercicio.

b) Estado y evolución económica y financiera de la empresa y del mercado en que actúa. c) Incidencia del costo laboral.

d) Evolución de la masa salarial promedio. Su distribución según niveles y categorías.

e) Evolución de la dotación del personal y distribución del tiempo de trabajo. f) Rotación del personal por edad y sexo. g) Capacitación.

h) Personal efectivizado.

i) Régimen de pasantías y prácticas rentadas.

j) Estadísticas sobre accidentes de trabajo y enfermedades inculpables. 128


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k) Tercerizaciones y subcontrataciones efectuadas.

l) Programas de innovación tecnológica y organizacional que impacten sobre la plantilla de personal o puedan involucrar modificación de condiciones de trabajo (artículo 26).

El primer balance social de cada empresa o establecimiento corresponderá al año siguiente al que se registre la cantidad mínima de trabajadores legalmente exigida (articulo 27). Cabe destacar que la Ley N° 25.250, promulgada el 29 de mayo de 2000, ya incluía, en su artículo 18 esta obligación, aunque sin tantas precisiones sobre las formalidades a cumplir, y se refería a las empresas que ocuparán a más de 500 trabajadores. Evidentemente sería de mucha importancia que esta norma se cumpla, brindaría una valiosa información, como para tener un mayor conocimiento de la empresa, pero lamentablemente son muy pocas las empresas que están cumpliendo con la misma, y tampoco se conocen sanciones aplicadas por este incumplimiento. Según Dante Cracogna, en El Balance Social de la Empresa , En Francia ha prevalecido la concepción del balance social referido exclusivamente a la situación de los trabajadores, al punto que la ley 12 de 1977, y a partir de 1978, impuso el balance social, con carácter obligatorio, a las empresas con más de 750 trabajadores. Ello evidencia como preocupación del legislador la referida a las empresas con gran número de trabajadores. Un paso más avanzado se dará desde 1981, en el que el balance social será obligatorio para todas las empresas con más de 300 empleados. La ley exige informar sobre siete rubros básicos: 1. Empleo

2. Remuneraciones 129


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3. Higiene y seguridad

4. Otras condiciones de trabajo 5. Capacitación

6. Relaciones laborales

7. Condiciones de vida del trabajador y su familia, en tanto esas condiciones dependan de la empresa

Estos rubros se descomponen en una serie de ítems y subítems, muy completos y detallados referidos (cada uno de ellos) al año en examen y a los dos inmediatos anteriores. Por ejemplo, la información acerca del rubro empleo está descompuesto en ocho ítems; dotación, trabajadores exteriores, contratados, egresos, promoción, huelgas, trabajadores inhabilitados y ausentismo. Dentro de cada uno de ellos existe una serie de subitems que, en total, suman treinta y siete.

4. Las empresas y la responsabilidad social A continuación trascribimos un extracto de un artículo de Philip Rudolph, publicado en el Diario La Voz del Interior; 1. ¿Por qué es necesaria la RSE, por ética o marketing? - Las empresas necesitan el consentimiento de sus grupos de interés para desarrollar sus negocios; el éxito depende de la sociedad. Hasta hace poco las empresas no tenían que preguntarse por otra cosa que darles resultados a sus accionistas, pero ahora se amplia el grupo de interés, que son todos los sectores afectados por la actividad empresarial. Estos grupos de interés están afectando la forma en que una empresa se piensa, se percibe, se organiza. En este grupo de interés entran los empleados, los clientes, los vecinos de la empresa, las ONG, las organizaciones reguladoras, entre otros. Todos ellos pueden tener un impacto positivo o negativo en la actividad de la empresa. El motivo principal por el cual las empresas 130


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deben preocuparse por la RSE es para renovar su permiso y legitimación de los grupos de interés para seguir haciendo sus negocios. Los grupos de interés están teniendo cada vez mayor influencia en el éxito o no de las empresas. - Mucha gente ve a las empresas como un adversario. ¿A que se debe este divorcio entre sociedad y empresas? - Son diferentes instancias en una evolución similar entre las empresas y los grupos de interés. Hace 10 años los grupos de interés y las empresas en Estados Unidos también estaban en una actitud de confrontación. 2. Hay una idea instalada de que si una compañía grande trabaja socialmente es porque por otro lado gana el doble. - Las empresas no pueden mantener una imagen de algo que no son. Nunca como hoy ha sido tan asequible la información. Internet hace que sea muy fácil ver que están haciendo las empresas. Por eso un maquillaje no servirá a largo plazo. Creo que muchas empresas están auténticamente desarrollando políticas de RSE. Hoy es más fácil para los grupos de interés descubrir quien hace lo que dice y quien usa solo maquillaje. 3. ¿Es más fácil para una Pyme trabajar en RSE o para una gran empresa? - Cada una tiene sus pros y sus contras. Las empresas grandes tienen más recursos, pero las más chicas son más flexibles. 4. ¿Cómo están las empresas argentinas en este campo? - Conocí varias y encontré una actitud sincera y hasta apasionada para desarrollar la RSE. Creo que hay un futuro positivo para las prácticas de empresas responsables. Los jóvenes me han dado buenas expectativas. 131


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Bernardo Kosacoff escribió un interesante trabajo sobre Empresas, Estado y Sociedad. Una oportunidad para el diálogo , el cual fue publicado por la Revista Tercer Sector en un suplemento sobre Responsabilidad Social Empresaria. A continuación trascribimos los conceptos fundamentales del mismo: La Responsabilidad Social Empresaria (RSE) se ha convertido en los últimos años en un tema importante para todas las empresas del mundo. Desde las grandes compañías, que han creado sus propios departamentos de RSE y han comenzado a presentar reportes sobre lo actuado en la materia, hasta las Pyme que ya comienzan a incorporar criterios de RSE en su accionar, todo el mundo de los negocios reconoce que en los mercados actuales las operaciones deben ser llevadas adelante con algún grado de consideración ya no solo por la opinión de sus shareholders sino también, y de manera más creciente e importante, de sus stakeholders. Esto se deriva del reconocimiento de que la empresa no es una parte aislada de la sociedad. Sus acciones repercuten en esta última, así como las aventuras y desventuras de la sociedad repercuten en la empresa. En este sentido, los criterios de RSE en el manejo de los negocios brindan mayores oportunidades a la hora de gestionar los riesgos y externalidades negativas. Las empresas precisan de un anclaje territorial para sus operaciones, por lo que la relación con los stakeholders es inmediata y directa. Este anclaje es muy importante a la hora de pensar acciones de RSE, puesto que estas no deben de ningún modo confundirse con la actividad del Estado. La naturaleza de la empresa es la gestión y obtención de beneficios privados. El estado es el único actor democráticamente legitimado para gestionar lo público. Sin embargo, la actividad de la empresa, al actuar en el espacio publico con intereses privados, debe en todo momento actuar responsablemente, alentando el dialogo tanto con la sociedad como con el 132


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actor que la representa en su conjunto mas allá de las particularidades, el Estado. Argentina no es ajena a la crisis de legitimidad de las instituciones, que ha tocado también al sector privado, produciéndose una desvalorización del rol de la empresa como agente de desarrollo. Es necesario que la sociedad, a través de los actores que la representan en sus particularidades (organizaciones de la sociedad civil, sindicatos, etc.), el estado, y las empresas comiencen a trabajar de manera conjunta a través del dialogo constructivo. Las acciones de dialogo y construcción ciudadana. La empresa vuelve a recuperar su papel en el desarrollo sostenible de la sociedad a través de estas acciones que implican fundamentalmente el reconocimiento por parte de estas del no aislamiento, y por parte del resto de los actores sociales, de la importancia de la actividad empresarial como motor de la generación de valor. Iniciativas como el Pacto Global de las Naciones Unidas, a través de su plataforma de aprendizaje y dialogo global basada en valores universales que emanan de las declaraciones y convenciones aprobadas por la Asamblea General, son canales a través de los cuales se puede recuperar la cultura del dialogo y acción conjunta, para que lo que se puede llegar a ver como superposición de acciones sea definitivamente un trabajo en red en pos de una economía global mas justa e inclusiva . Resulta interesante comparar las expresiones vertidas precedentemente con las expresadas en la publicación CIRIEC-España, Revista de Economía Pública, Social y Cooperativa, nº 53, noviembre 2005, que se trascriben a continuación; La Responsabilidad Social de las Empresas, o un nuevo concepto de empresa. Marcos de Castro Sanz, Presidente de CEPES (Confederación Empresarial Española de la Economía Social) 133


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La responsabilidad social de las empresas es un concepto sobre el que cada vez se habla más, se escribe más y se realizan constantes actos divulgativos...¿Cuál es la razón? ¿Por qué ahora? ¿Las empresas nunca avalaron esto? ¿Es que se impone una moda?... Son preguntas que se plantea el autor para averiguar las razones por las que surge. Parece existir una ley sociológica por la que la expresión de valores sociales, y su explicitación verbal, es inversamente proporcional a su implantación e interiorización social. Es decir, cuanto más se habla de lo que hay que hacer expresa que eso no se hace. No tendría sentido reforzar en el discurso comportamientos perfectamente asumidos por todos los ciudadanos. Cuando se refuerzan comportamientos determinados (por ejemplo, en las normas de tráfico) parece que lo que se está diciendo es que es preciso asumirlos pues su nivel de realización es deficitario. Podría extenderse este criterio a la Responsabilidad Social de las Empresas. La RSE surge como expresión de que la empresa ha de dejar de actuar como generalmente actuaba, salvo excepciones. Para el autor la RSE es un concepto nuevo que convoca a una nueva forma de ser empresa en la sociedad y en el mercado, a una nueva concepción de la empresa. La empresa está dejando (o ha de dejar) de ser una isla en la sociedad, cuyo objetivo es la maximización del beneficio, intentando conseguirlo como sea. Es este un modelo reforzado desde la revolución industrial, que cumplió un objetivo, como es el de centrar la gestión empresarial en la búsqueda del resultado positivo, porque desde él podría desarrollarse y crearse la riqueza social. Modelo que se está cuestionando no tanto por el principio en sí (nadie duda de que la empresa ha de ganar dinero), cuanto por la forma de realizarlo. La RSE, como estos conceptos emergentes que, además, significan un cambio en los comportamientos, despierta resistencias a su implantación. Parecidas resistencias surgieron hace unos años en el surgimiento del concepto de calidad. Entonces ya se decía que si se 134


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aplicaba en rigor podrían morir algunas empresas por los costes de adaptación de sus procesos productivos. Esas resistencias han desaparecido, no murieron empresas y ya no se cuestiona la necesidad de la calidad. Algún paralelismo existe en este proceso sociológico. Por tanto, las resistencias a su implantación se han de ver como una situación normal y no como impedimento para su desarrollo. Lo que hoy es innovación mañana será regulación , pues la sociedad avanza por aquí. Responsabilidad social: un valor añadido para las empresas, un criterio de discriminación positiva para los consumidores. Ana Isabel Ceballo Sierra, Unión de Cooperativas de Consumidores y Usuarios de España (UNCCUE) Dentro de los grupos de interés, podemos afirmar que el más importante social y económicamente, es el de los usuarios y consumidores, sin embargo, para que el hecho de que una empresa sea socialmente responsable pueda ser utilizado como discriminación positiva, y dada la asimetría entre consumidores y productores, se hace absolutamente necesaria la intervención de la administración en el movimiento cooperativo en general, y el de consumidores en particular, la responsabilidad social empresarial es parte de su propia definición, cultura y naturaleza desde que el movimiento nace a finales del siglo XIX. No hablamos de filantropía ni de acción social, que depende de los resultados en cada ejercicio, hablamos de gestión ética y comprometida con toda la sociedad, entendiendo sociedad grupos de interés y grupos relacionados directamente o indirectamente con la gestión de la empresa. 5. El séptimo principio cooperativo y la preocupación por la comunidad La Alianza Cooperativa Internacional ha incorporado como séptimo principio cooperativo el de Preocupación por la Comunidad ; por el que se establece que; 135


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A la vez que atienden las necesidades de sus socios, las cooperativas trabajan en pro del desarrollo sostenible de sus comunidades mediante políticas aprobadas por ellos . A su vez, el desarrollo explicativo del principio indica que Las cooperativas son organizaciones que existen primeramente para el beneficio de sus socios. Debido a esta sólida asociación con los socios, a menudo en un espacio geográfico especifico, con frecuencia las cooperativas están también estrechamente ligadas a sus comunidades. Tienen la responsabilidad especial de asegurar que el desarrollo de sus comunidades económico, social y cultural sea sostenido. Tienen la responsabilidad de trabajar por la protección del medio ambiente de esas comunidades. Corresponde entonces a los socios decidir con que grado de intensidad y de que manera especifica una cooperativa debería efectuar sus contribuciones a su comunidad. No es, sin embargo, una responsabilidad que los socios pueden dejar de aceptar . Uno de los problemas de las sociedades actuales reside en la preservación del medio ambiente y en el uso de los recursos naturales de manera tal que los mismos puedan seguir siendo utilizados por futuras generaciones. El crecimiento de la población y de sus necesidades, principalmente del suministro de energía eléctrica para sus actividades hogareñas, industriales y comerciales, lleva al mayor consumo de recursos naturales, muchos de ellos no renovables. Ante este panorama: mayores necesidades y menores recursos, no es difícil que se presenten situaciones críticas en el consumo de la electricidad y el gas, por ejemplo. A continuación trascribimos la parte central del artículo escrito por Alfredo Victorino Callejo Cooperativas de Servicios Públicos. La comunidad preocupada (Revista de la Cooperación Internacional Volumen 31 N° 3 1998). 136


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La expresión del principio y su explicación están remitiendo particularmente a las comunidades locales, que sin adentrarnos en profundidades sociológicas podemos identificar como aquellas en que la interrelación humana y sus consecuentes lazos espirituales y culturales se dan a partir de la convivencia en el poblado o la contigüidad de campos en las zonas rurales, a partir de la vecindad. Pero se da que hay unas cooperativas en que la mera ejecución de su actividad especifica es de por si cumplimiento del nuevo principio consagrado por el Congreso realizado en Manchester en 1995, por la Alianza Cooperativa Internacional. Estas son las que en Argentina se clasifican hoy como Cooperativas de Servicios Públicos , cuyo objetivo es la prestación de uno o mas servicios que satisfacen necesidades colectivamente sentidas en la comunidad, que por razones técnico-económicas requieren una organización empresaria unificada de producción y / o distribución y que a su vez deben brindarse en condiciones de generalidad, continuidad e igualdad (a iguales circunstancias) para todos los usuarios. Con esta rudimentaria descripción del objeto estamos refiriendo a los servicios de producción y distribución de energía eléctrica urbana y rural, de provisión y distribución de agua potable, de desagües cloacales, de distribución de gas por redes, de telefonía básica y todos aquellos a los que por decisión estatal se clarifican como tales para asegurar las descriptas condiciones de su prestación, sumados otros que según la aclaración que se hará al final se dan con independencia de la contingencia de la calificación pero con similitud en sus características. Se trata a su vez de entidades conformadas por los propios usuarios, es decir por quienes son titulares de la necesidad a satisfacer, que se organizan para hacerlo en forma cooperativa y respondiendo tanto a los principios de la ACI cuanto a la ley especificas en la materia, que en la Argentina los refleja fielmente. 137


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Y se trata además de cooperativas localizadas en el interior del país, que operan insularmente en conglomerados urbanos o en zonas rurales vinculadas por la proximidad territorial; comunidades locales en definitiva, que en muchos casos han crecido (incluso explosivamente) llegando a ser importantes ciudades dentro de la media poblacional Argentina, a las que la cooperativa ha acompañado eficazmente en su crecimiento. A partir de esta descripción creemos que la identificación de la comunidad en que operan como el sujeto de cooperativa de servicios públicos, como la titular del servicio que se presta, no constituye una enormidad ni mucho menos, aun cuando en términos jurídicos debamos remitir a la plurindividualidad del conjunto de vecinos donde cada uno con su titulo es el asociado técnicamente reconocido como tal. Es claro además que no serán todos los vecinos los asociados, pero si las cabezas de las familias que reciben los servicios o alguien siempre responsable de requerirlos y cumplir las cargas que ello impone, a partir de quien se expandirá su goce al grupo conviviente o a la unidad economía a la que le es menester. Ante una necesidad que es colectivamente sentida y que debe ser unitariamente satisfecha, cuando la prestadora es una cooperativa de usuarios del servicio publico que se brinda, la unidad de satisfacción es en definitiva una empresa de la comunidad. Siendo atributo esencial de la titularidad empresaria la capacidad de gestión y siendo atributo esencial de la empresa cooperativa el libre acceso y la gestión democrática por sus asociados, si esos asociados son los usuarios y al servicio lo usa la comunidad toda, la cooperativa no es otra cosa que la empresa económica de ella. Estas cooperativas que venimos meneando, que corporizan a la comunidad en una empresa económica, se corporizan a su vez en la misma comunidad ya que los servicios que constituyen su objeto, por ser de prestación universal, no son otra cosa que servicios comunitarios. Por sostenerse valores como los de igualdad y solidaridad el mecanis138


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mo cooperativo asegura que será cumplido el objetivo del servicio público, esto es que la necesidad compartida sea integralmente satisfecha en todos y cada uno de los miembros que la componen. Por todo esto a la satisfacción de la necesidad fundante de la cooperativa que ha encarado un servicio publico y que ya de por si constituye desarrollo, sigue casi siempre la añadidura. Lo que se añade es fruto precisamente de la dinámica comunitaria en que las pautas culturales orientan al progreso evidenciando nuevas necesidades que el colectivo social identifica como conveniente que sean satisfechas. La comunidad entonces se pone en movimiento en pos del servicio pertinente a ese fin y puede hacerlo de diversas maneras, ya a través de empresarios particulares; pero puede también que el Estado se encuentre imposibilitado de hacerlo o que al particular no le interese la inversión, o que cualquiera de estas dos no sea la mejor alternativa. Allí, esa comunidad que ya tiene su empresa de servicios, que esta a su servicio, encuentra la tercera vía, la de su cooperativa de servicios públicos. La estructura preexistente que inicialmente ha servido teniendo un objeto específico, es advertida como capaz de ampliar sus actividades; entonces los recursos que ha generado y los que eventualmente se le incorporan, que siempre son comunitarios, se orientan, por decisión también comunitaria, a la diversificación de los servicios, que como consecuencia natural también serán comunitarios. Será la comunidad local expandiéndose a la manera de un espiral hacia objetivos comunes que mejoran la calidad de vida de sus integrantes, que la potencian y los potencia, será la comunidad local desarrollándose sostenidamente. Y todo esto que parece un juego de palabras o una abstracción inconducente, de lo que peca en todo caso es de ser un mal reflejo de hechos contundentes. Las cooperativas de servicios públicos surgieron en la Argentina como cooperativas eléctricas . Estas eran 139


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empresas organizadas por los usuarios para la generación y distribución de energía eléctrica, que incluso nacidas en algunos casos por iniciativas meramente grupales para mejorar un servicio que era brindado en forma deficiente y excesivamente onerosa por particulares, pronto abarcaron con su actividad a toda la comunidad en cuyo seno actuaban. Las cooperativas eléctricas en definitiva instalaron y expandieron los servicios de distribución energética (en sus albores también los de generación) a las comunidades en que operaban respondiendo a la calidad y costo requeridos por la vida moderna, tanto como elemento de bienestar cuanto como palanca básica para muchos emprendimientos industriales. La ineluctable interacción que hemos descrito antes hizo que las cooperativas crecieran en la medida en que crecía la comunidad y que respondieran a los desafíos técnico-económicos que cada paso del desarrollo energético exigía, así como a cada exigencia que los cambios de la vida comunitaria imponían. En ciudades de la patagonia argentina como Neuquén, Puerto Madryn, Trelew o Bariloche -en que la población se multiplico explosivamente en muy pocos años o en las que se dieron periodos de fuertes crecimientos en materia de industria o servicios- es comprobable que la cooperativa eléctrica que nació pequeña de la mano de los pioneros de la zona, acompaño al crecimiento, constituyo incluso una de sus bases, y hoy es la gran cooperativa de la gran ciudad. Y partir de cada cooperativa, gestionado el servicio por los usuarios y extendido a la comunidad toda, esta advierte que el modelo de gestión es apto para aplicarlo a la satisfacción de otras necesidades, que también son colectivas y cuyo acceso debe estar abierto a todos sus integrantes. Así se ha encarado por ejemplo la prestación del servicio de provisión de agua potable y desagües cloacales, en lugares donde por inasistencia 140


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o ineficiencia del Estado se carecía de ellos o eran mal prestados y donde la ampliación del objeto de la cooperativa ha permitido una eficaz satisfacción de la necesidad correlativa. Esto que se ha dado en muchas pequeñas poblaciones de toda la geografía argentina, es particularmente relevante (por la envergadura de los procesos) en todas las ciudades de la provincia de Chubut ( Comodoro Rivadavia, Trelew, Puerto Madryn, Rawson, Esquel) y en conglomerados urbanos de importancia en otras provincias argentinas ( Olavarria, Pinamar, Azul, Cnel. Pringles, p.ej., en la Pcia. de Buenos Aires). Así también las comunidades donde opera una cooperativa eléctrica han ido detectando en su seno otro tipo de necesidades, cada una de acuerdo a su particularidad, a su situación, a su medio, a su estadio de desarrollo, y han encontrado en sus organizaciones solidarias (en definitiva en ellas mismas) la herramienta del progreso o de la satisfacción social. Por eso muy difícil detectar hoy entre las mas de quinientas prestadoras cooperativas que existen en el país alguna que no haya agregado a su objeto fundante otra actividad, sea la telefonía, la captación de señal televisiva y su distribución por cable, la de provisión servicios complementarios de salud, la distribución de gas envasado o por redes, la recolección y el reciclaje de residuos sólidos y un rosario de etcéteras, del que no cabe omitir a los servicios solidarios de sepelio, que la mayoría de las cooperativas han adoptado y que en base a un mix de mutualidad y previsión asegura dignidad en su ultima transición a las personas que integra el grupo conviviente de cada asociado. Es tanta la gama de actividades según la cooperativa (la comunidad) que se nos excusara en este caso de ejemplificar, aunque si señalaremos en aras de mostrar la flexibilidad con que nuestras entidades se adueñan del principio de preocupación por la comunidad los casos de las cooperativas eléctricas de Santa Rosa (capital de la Pcia. de la Pampa) y Azul (en el centro de la Pcia. de Buenos Aires), que han instalado plantas de elaboración de productos lácteos. Se trata de una actividad en apariencia insólita para una entidad de este tipo (ya insólita como la instalación de un hotel, de un cine o de una biblioteca 141


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universitaria, que también las hay), pero que en este caso nace como respuesta comunitaria a los requerimientos de calidad y sanidad de un producto clave en la salud de la niñez y complementariamente a las expectativas de desarrollo de cuencas lecheras en medios donde la producción rural es ingrediente importante de la economía lugareña. Y es de acotar que si en la ejemplificación hemos partido de las cooperativas que prestando el servicio eléctrico han diversificado su objeto, muchas otras cooperativas han nacido y desarrollan a partir de otros servicios, como el telefónico o el de agua potable, por ejemplo. Cada una de ellas, determinada su creación por un requerimiento especifico de la comunidad, muestran también su vocación expansiva, multiplican su actividad y evidencian en los hechos lo que hemos teorizado al principio. Las cooperativas de servicios públicos en la consecución de su objeto social ejecutan en definitiva el séptimo principio, porque así como en otro tipo de cooperativas (especialmente las de trabajo y en algún caso las agrarias o las de crédito) su función económica es axial para el desarrollo del asociado, en las de servicios públicos su función resulta axial para el desarrollo de la comunidad. Hace a su naturaleza el progreso económico, social y cultural de las comunidad y también hace a su naturaleza la protección del medio ambiente, protección que deviene con inmediatez cuando se aplican a los servicios potabilizacion de agua y de desagües cloacales o cuando operan técnicas de reciclaje y disposición de residuos sólidos, pero a la que también se aplican específicamente, cuando en el caso de las cooperativas eléctricas tienen instalados los parques de generación de energía eólica mas grandes de Latinoamérica. Por ello, compartiendo lo que ya por 1990 advertía el Dr. Raúl M. Sanguinetti en un estudio de las cooperativas de la Provincia de Chubut ( Cooperativa y Comunidad... , en Cuadernos de Economía Social, 1ª Época, XII, 34) que quizás estamos mal plagiando en este articulo, 142


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hoy se puede hablar con propiedad de Cooperativas de Servicios Comunitarios , pues en general se trata de entidades que habiendo comenzado por prestar uno de aquellos servicios que el Estado califica como Publico , hoy extienden su objeto a otros que aun carentes de esa calificación (lo que demuestra su contingencia en términos jurídico-político) son identificados por la comunidad como la mejor manera de satisfacer una necesidad, alcanzar un fin, que ella autodetermina y para lo que no encuentra respuesta o la encuentra deficiente en los otros sectores de la economía. Es factible afirmar entonces que la presencia de la cooperativa actuando en función de la que hoy es el principio de preocupación por la comunidad ha sido en muchas ciudades del interior argentino factor esencial en la aceleración de su progreso social.

6. La Alianza Cooperativa Internacional y la Responsabilidad Social Empresaria Desde su instauración, en 1923, el primer sábado de julio de cada año, se celebra el Día Internacional de las Cooperativas , y como es habitual la Alianza Cooperativa Internacional emite para esta fecha una declaración, en la cual muestra su preocupación y marca pautas sobre las distintas problemáticas que afectan a las cooperativas. El tema de este año tuvo como eje Los principios y valores cooperativos para la Responsabilidad Social Empresarial . Se celebra la contribución que los cooperativistas han hecho y continúan haciendo como ciudadanos responsables en las cooperativas de todo el mundo. A continuación, trascribimos la parte sustancial de esta declaración: La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) intenta poner el énfasis en demostrar cómo el mundo de los negocios puede mejorar la sociedad a través de comportamientos e informes transparentes e íntegros; con el compromiso de los socios, la innovación y la 143


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gobernabilidad. Aunque no existe una definición universalmente aceptada sobre la RSE, sí hay un acuerdo general que engloba acciones voluntarias que van más allá de las obligaciones legales, en áreas como: el desarrollo comunitario; la protección medioambiental; los derechos humanos y los laborales. La RSE no es un descubrimiento nuevo para las cooperativas. Desde sus inicios, las cooperativas han tenido en cuenta que sus acciones afectan a la gran mayoría de sus miembros, incluidos los trabajadores, la comunidad y el entorno en el que operan. De muchas formas distintas, el movimiento cooperativo ha sido el pionero en el desarrollo y la práctica de la RSE. Debido a la estructura democrática, basada en sus miembros, las cooperativas siempre han mirado más allá de las simples ganancias financieras. Los valores y principios han estado en el corazón del modelo empresarial cooperativo desde hace más de 150 años. Los valores específicos del cooperativismo incluyen: autoayuda, autoresponsabilidad, democracia, igualdad, equidad y solidaridad. Según la tradición de los fundadores, el cooperativismo cree en los valores éticos de la honestidad, la transparencia, la responsabilidad social y el cuidado de los otros. Estos valores son los elementos básicos de cualquier compromiso genuino, a largo plazo, de la RSE. El creciente reconocimiento del valor de las empresas que se comprometen seriamente con la responsabilidad social, ha motivado que empresas de todos los tipos, se adhieran a este concepto cooperativo esencial, estableciendo políticas e informes respecto a sus acciones. De todas formas, las cooperativas están resaltando, cada vez más, el modo en que la RSE está en el corazón de la actividad cotidiana de sus negocios. Hay muchos ejemplos de esto, entre ellos, los siguientes: - Mondragón Corporación Cooperativa, en España, reconocida como la cooperativa de trabajo más grande del mundo, en la cual cada uno de sus miembros participa en su organización y de sus 144


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beneficios. Esto ha generado un beneficio social a través de la creación de empleo, la seguridad social, las oportunidades y el fortalecimiento de la comunidad. Los valores y principios cooperativos están alineados con el dinamismo y la innovación, permitiendo el crecimiento de la Corporación y su habilidad para asumir los cambios. - El Grupo Cooperativo, de Reino Unido, es reconocido por ser una de las marcas más fiables en Gran Bretaña. Los esfuerzos del Grupo Cooperativo se han enfocado en cinco direcciones: el cambio climático; la inclusión social; evitar la delincuencia; la calidad de los alimentos y una cooperación moderna. Con la propiedad y el gobierno en manos de sus miembros, el Grupo Cooperativo ha donado más de 7.2 millones de libras esterlinas, equivalentes al 2,8% de sus beneficios antes de impuestos, a las comunidades en las que trabaja. Unos 3,6 millones más fueron recolectados por organizaciones de dichas comunidades como resultado del apoyo directo del Grupo. - La Equidad Seguros, de Colombia, se ha distinguido a través de sus 36 años, por brindar servicios de protección a las poblaciones más vulnerables y por proyectarse a través de la ejecución de su balance social en la promoción del modelo empresarial solidario, la preparación de los dirigentes, la participación en cooperativismo de las nuevas generaciones, la defensa del medio ambiente, el protagonismo de la mujer, la difusión del arte y el folclore, el estímulo al emprendimiento y el fomento al deporte mediante la promoción del desarrollo de la empresa cooperativa en otros sectores. En reconocimiento a sus logros, la Asociación de Cooperativas y Sociedades Mutuales de Seguros de las Américas (AAC/ SMS) le concedió en el 2006 el primer premio de RSE. - Amul (Federación de Comercialización de Cooperativas Lecheras de Gujarat) en la India, es la mayor productora alimenticia de la India y ha contribuido al crecimiento y éxito de la cultura cooperativa, a la creación de redes cooperativas, su penetración en el 145


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mercado, el respeto hacia el productor y el consumidor; contribuyendo también a la integración social de sus miembros, desde sus diversas procedencias. Tienen como objetivo proporcionar retornos remunerados a los agricultores y a los miembros. Cuando en el 2001, Gujarat sufrió el terremoto, la Fundación Amul Relief donó 50 millones de rupias indias para la reconstrucción de escuelas. - Desjardins, en Canadá, por su naturaleza cooperativa, es mucho más que una institución financiera. Es parte activa del desarrollo económico y social de las comunidades en las que operan. En el 2005, Desjardins donó 58 millones de dólares canadienses en forma de subvenciones y ayudas para sus miembros. Esta cifra supone el 42,8% de su superávit, que revirtió a la comunidad en acciones de patrocinio, esponsorizaciones, donaciones y becas de estudio. Desjardins Venture Capital (DVC) invirtió también 150 millones en la financiación de 143 negocios y cooperativas en Québec. Muchas otras cooperativas también tienen políticas específicas en marcha para orientar sus actividades involucrándose en temas como el trabajo infantil, garantizar condiciones de trabajo decentes, tanto para sus propios empleados como los pertenecientes a sus proveedores, y promoviendo un comportamiento de responsabilidad medioambiental de sus empresas y sus miembros individuales, así como otras muchas actuaciones. La ACI llama a los cooperativistas del mundo, con ocasión de este Día Internacional de las Cooperativas, a celebrar y reivindicar su éxito como forma de empresa líder socialmente responsable y a dar más visibilidad a sus actuaciones . Además de los ejemplos, de carácter internacional citados por la ACI, cabe mencionar que en nuestro país, son numerosas las experiencias de las cooperativas, especialmente las de servicios públicos, que realizan actividades para su comunidad, en diversas áreas, destacándose entre estas las de salud. 146


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Estas prestaciones se han debido encarar, ante la crisis sufrida en nuestro país, por la falta de prestación por parte del estado de los servicios esenciales básicos y la imposibilidad de abonar, por parte de la población, los aranceles que cobran las empresas privadas de medicina. Uno de los casos emblemáticos es el ocurrido en la localidad de Arroyito, de la Provincia de Córdoba, donde la Cooperativa de Electricidad construyó un edificio con todas las instalaciones necesarias para un hospital público y lo entregó en comodato por 99 años al municipio, más un importe en dinero mensual para la compra de medicamentos, los cuales se recaudan del aporte voluntario de los asociados. Cabe mencionar que en esta localidad funciona una de las empresas que suele mencionarse como líder en la fabricación de golosinas en nuestro país, con una importante penetración en el mercado internacional, pero fue la cooperativa, la que se ocupó de los problemas existentes en la atención de la salud de la población.

7. Antecedentes del Balance Social Cooperativo Según Dante Cracogna, en su estudio sobre La Eficiencia Social de las Cooperativas y su Evaluación ; Desde 1965, es decir muchos años antes de la sanción de la ley francesa que impuso obligatoriamente el balance social, la Confederación General de las Cooperativas de Producción de Francia propició la adopción por parte de estas entidades de un esquema general de balance cooperativo . Un buen número de estas entidades adoptó el esquema propuesto por la Confederación, posteriormente modificado, el cual permite una apreciación global de importantes indicadores sociales de esta clase particular de cooperativas. Este balance se halla compuesto de siete capítulos: 1. Demografía; para conocer y medir la composición de la población; 147


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2. Participación en el capital: a fin de medir la estructura y los ritmos de aumento y reducción del capital, 3. Promoción: para evaluar el ajuste de la política de reclutamiento y promoción de las cooperativas a sus necesidades y a sus perspectivas de expansión; 4. Formación: con el objeto de medir este esfuerzo, que constituye una función normal y corriente de suma importancia en las cooperativas; 5. Información - Consulta - Decisión: aunque este capítulo pudiera considerarse una duplicación del informe estatutario del Consejo de Administración, sirve para poner en evidencia la naturaleza y la frecuencia de las informaciones dadas dentro de las cooperativas; 6. Clima interior y presupuesto social: para tomar la temperatura del grupo y medir el costo de la acción social benéfica de las cooperativas; 7. Aplicación de acuerdos de participación: a fin de seguir la aplicación y medir los resultados de los acuerdos de participación (esto se refiere exclusivamente al caso de las cooperativas de Francia donde, conforme con la ley, pueden existir estos acuerdos). 8. El informe social de KF El importante grupo cooperativo sueco KF (uno de los más grandes empleadores y a la vez una de las empresas más importantes del país) presenta el Social Report anual que da cuenta de las principales acciones sociales en relación con el personal y la comunidad en general. Las características del informe social es que no se trata de cuadros con contenido numérico sino de un relato, aunque incluye también aspectos cuantitativos. En el caso de KF el informe social comprende tres capítulos: a) la organización cooperativa; b) conservación del medio y c) educación e información cooperativas. 148


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Cada uno de estos capítulos contiene aspectos particulares que especifican su respectivo contenido. 9. Balance socio - cooperativo en Canadá Un estudio interesante en esta materia es el realizado por los doctores Marcel Laflamme y Jean - Louis Bergeron, del IRECUS de la Universidad de Sherbooke (Canadá). Estos autores, refiriéndose específicamente a la realidad cooperativa de Québec, proponen un balance que denominan socio - cooperativo . Contiene 100 indicadores de los cuales 40 tratan la dimensión social interna de las cooperativas, en relación con la calidad de vida de sus empleados, y los 60 restantes se refieren al balance externo de la cooperativa comprendiendo a los asociados (discriminados en asociados propietarios, asociados administradores, asociados usuarios y asociados potenciales), la comunidad local y las demás cooperativas. 10. El balance social cooperativo en la OIT Raymond Louis, de la OIT, propone un balance social específicamente referido a las cooperativas, sobre la base de indagar acerca del grado de cumplimiento o realización de los seis principios básicos del cooperativismo. Esta fórmula tendría la doble ventaja de que siendo específica para las cooperativas resulta aplicable a todas las organizaciones de este carácter, cualquiera fuera su objeto social particular (trabajo, consumo, vivienda, comercialización, etcétera). También serviría para todas las cooperativas sin tener en cuenta cuál sea su dimensión, grado de desarrollo, medio en el que se desenvuelva, etcétera. Obviamente esa generalidad posibilitaría amplio uso de la información para comparar, referenciar, etcétera. Este balance social cooperativo constaría, pues de seis capítulos, cada uno de los cuales contendría un número abierto de preguntas que especificarían la aplicación del respectivo principio a la cooperativa en cuestión. 149


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11. La situación en Argentina Del trabajo de Dante Cracogna, referido a la situación en nuestro país, extraemos los siguientes conceptos: En el país aún no se han realizado experiencias de balance social que hayan tenido trascendencia pública, ni en las cooperativas ni en otras empresas. No obstante, es del caso señalar que las cooperativas suelen consignar dentro de su memoria anual alguna información relacionada con su desempeño en el campo social. Existen casos, incluso, en que dicha memorias contiene un capítulo o párrafo específicamente dedicado a esta información. En general puede afirmarse que es mucho más lo que las cooperativas realizan de esta materia que lo que al respecto informan. En efecto, la práctica muestra casos de una actividad social relativamente intensa que, sin embargo, no encuentra cabida (ni siquiera mención) en los documentos que informan de la labor cumplida por las cooperativas. Por otra parte sería ocioso señalar cuánto las cooperativas realizan en el terreno social por el mero cumplimiento de su objeto específico. En síntesis, el balance social de las cooperativas habrá de estar referido a: a) Los principios cooperativos: en cuanto a su realización conforme con indicadores precisos que se determinen para cada uno de ellos; y b) Presupuesto social: cumplimiento del programa trazado por las cooperativas en relación con sus particulares circunstancias de personal, asociados, otras cooperativas y comunidad en general, con indicadores singularizados para cada caso. Esta estandarización del balance social cooperativo posibilitará análisis y comparaciones sobre bases más o menos rigurosas como asimismo efectuar su consolidación sectorial, regional o nacional para obtener así un cuadro de la imagen social del movimiento cooperativo en conjunto del que actualmente carece . 150


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12. La primer propuesta sobre la elaboración de un Balance Social en las cooperativas Durante gran parte del año 1983, en el Colegio de Graduados en Cooperativismo y Mutualismo, en aquel entonces presidido por el Licenciado Gerardo Faustino Martínez, se abocaron a la problemática de investigar sobre el tema del balance social cooperativo, y finalmente se llegó a producir un trabajo de investigación, realizado por el propio Martínez y Alberto Leonardo Bialakowsky (Licenciado y Magíster en Sociología), el cual se publicara en octubre de 1984, con el apoyo de varias entidades, las cuales estaban encabezadas por la Unión de Cooperativas de Vivienda Cooperativas Ltdas. (UNICOOP), que constituye la primera obra presentada en nuestro país y que se denominó El Balance Social en las cooperativas. Evaluación sistemática del impacto social . La obra tuvo un Prólogo escrito por Juan Carlos Carr, y del mismo extraemos lo siguiente: La dignidad del hombre, es el centro de todo el sistema. Ella no puede medirse con los balances comerciales que hoy se usan en nuestras cooperativas, ni son útiles a tal objetivo las intervenciones de los auditores contadores. Pero, ¿puede medirse la dignidad del hombre?. Este era el punto en que se centraba nuestra atención sobre el trabajo que prometían los autores. Nosotros pensamos que es difícil la respuesta, pero hay acciones, actos, actitudes que pueden indicar que una empresa cooperativa está luchando para elevar la dignidad del hombre argentino y esos hechos son mensurables. Los autores nos dicen cómo. Nosotros pensamos más allá y decimos: estas mediciones no sólo nos dirán si las cooperativas cumplen sus objetivos sino que nos van a guiar en cualquier tipo de proyecto que intentemos para la desmercantilización del sistema cooperativo 151


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argentino. Estas mediciones nos van a contar la realidad cooperativa y en algunos de sus rubros nos van a dar un dato que para nosotros es el más válido: qué quiere el hombre argentino . Consideramos importante rescatar de esta obra, la parte final del primer capítulo: Hacia una definición del Balance Social en las cooperativas. Luego del repaso de los aspectos multifacéticos que puede asumir el Balance Social y por ende la puesta en evidencia de la capacidad de alternativas que el mismo brinda, cabe inclinarse por la adopción de una definición ad hoc, dado que nuestro interés no radica en un Balance Social en general sino en un Balance social específico. Al respecto, sin embargo, convendrá partir de una definición general, aportada coincidentemente por Campos Menéndez y Buron Subiere que dice: El balance social consiste básicamente en reunir y sistematizar la información del área social, en un documento público, donde se pueden cuantificar los datos mediante el elemento básico del balance social, que son los indicadores sociales. Un control periódico de esta información, lo más amplio, preciso y objetivo posible constituye un balance social . Por nuestra parte definiremos al Balance Social en las cooperativas del modo que sigue: El Balance Social Cooperativo consiste básicamente en reunir, sistematizar y evaluar la información que corresponde a las dimensiones sociales que hacen a la naturaleza y a los fines de la actividad cooperativa, volcada en un documento de alcance público, donde se pueden cuantificar los datos mediante el elemento operativo del balance social que son los indicadores sociales. Un control periódico de esta información, lo más amplio, preciso y objetivo posible constituye un Balance Social Cooperativo . Con esta definición se subrayan las precondiciones básicas del Balance Social entre las cuales destacamos: la visión de conjunto, la 152


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función evaluativa, la enumeración realista, su plasmación empírica y su diseño riguroso en términos de confiabilidad y coherencia. Hemos señalado las precondiciones del Balance Social Cooperativo. Resta añadir las características básicas, que según lo analizado en los puntos anteriores, completan su definición del modo siguiente: - La intencionalidad para la confección del Balance Social en las cooperativas surge internamente pero atiende los requerimientos sociales externos en paridad con los internos. - Su incumbencia técnica principal corresponde al área de la registración contable, más allá o más acá de sus posibilidades administrativas o gestionarias. - Los valores subyacentes a la cooperación son coincidentes con los valores correspondientes a la responsabilidad social y al resguardo de la calidad de vida que fundamenta la necesidad de elaborar el Balance Social. - El enfoque sociológico y socioeconómico contribuye a equilibrar la evaluación de los resultados, hasta el presente sesgados económicamente desde la perspectiva del acto de comercio. - De los actores intervinientes en el proceso cooperativo debe destacarse el análisis de las dimensiones referidas a los asociados y a las redes o sectores intercooperativos. - El Balance debe concebirse tanto en función evaluadora como de presentación periódica, tendientes dichas funciones a la standarización y uniformación del método tanto entre cooperativas como a través del tiempo, a fin de permitir su comparación, pero previendo ajustes y en lo posible evitando la excesiva rigidez que impida evaluar las peculiaridades tipológicas. 153


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- La influencia social de la cooperativa debe ser medida en sentido bidireccional a fin de permitir abrir juicio sobre su desempeño (performance). - El Balance Social Cooperativo como documento público cumple también un rol difusor, en la comunidad, de la imagen social de la cooperativa. Podríamos concluir en resumen, enunciando, figurativamente, la siguiente ecuación: El Balance Económico-Financiero tradicional es al acto de comercio como el Balance Social en las cooperativas es al acto cooperativo . Cabe destacar que esta obra es la primera en nuestro país que encara esta problemática, ofreciendo información sobre las distintas alternativas a seguir para su realización. Los estudios que se han realizado con posterioridad, siempre han reconocido el valor de este trabajo. Como para tener una idea de la labor llevada a cabo, reproducimos los principales ítems del índice de la primera edición; 1. La cooperativa y el Balance Social. 1.1. Génesis y argumentación. 1.2. Objetivos del Balance Social en las Cooperativas. 1.2.1. Intencionalidad. 1.2.2. Tipos de instrumento. 1.2.3. Precedentes valorativos. 1.2.4. Contenidos. 1.2.5. Documentación. 1.2.6. Hacia una definición del Balance Social en las cooperativas. 2. Prolegómenos a la presentación del Balance Social. 2.1. Sobre aspectos metodológicos. 2.2. Sobre equivalencias técnicas. 2.3. Sobre los elaboradores. 154


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3. Articulación del Balance Social. 3.1. Estado de Resultados Anual. 3.2. Estado de Resultados Acumulados. 3.3. Cuadro de Utilización de Recursos con Fines Sociales Anual. 3.4. Cuadro de Utilización de Recursos con Fines Sociales Acumulados. 3.5. Estado Analítico del Efecto Social. Acerca de la practica y la auditoria del Balance Social en las cooperativas. 4. Elaboración, participación y capacitación. Anexo II: Modelos de cuestionarios A. Encuesta de vivienda. B. Encuesta de satisfacción. No nos cabe ninguna duda que la obra de Martinez y Bialakowsky tuvo enorme influencia en la decisión tomada por las Confederaciones CONINAGRO y COOPERAR, organizadoras del Congreso Argentino de la Cooperación de 1989, para incluir, en el Documento final, la siguiente recomendación: El balance social cooperativo contribuye al logro de los objetivos señalados por la ACI y constituye un instrumento idóneo en el camino de ofrecer información social en forma sistemática y comparable. La formulación concreta por parte de las cooperativas del denominado Balance Social en el cual, entre otros importantes datos y conceptos, se efectúe una detallada evaluación de las realizaciones en el campo de la educación cooperativa, como base del planeamiento de este tipo de actividades y del informe final anual a remitir a las entidades cooperativas de grado superior . Congreso Argentino de la Cooperación, Documento Final. Recomendaciones. Buenos Aires, Argentina, 1989. 155


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13. El Balance Social Cooperativo en la actualidad En los finales del siglo XX se producen cuatro hechos, que a nuestro entender han ayudado en gran medida para establecer las pautas metodologicas para la realización del Balance Social Cooperativo, a partir de las cuales se empezaron a realizar en distintos sectores del cooperativismo. Estos hechos son: I - Declaración de Alianza Cooperativa Internacional La necesidad de brindar información social en las cooperativas surge de su propia naturaleza, fundada en valores y principios. La Alianza Cooperativa Internacional (ACI), organismo que representa a las cooperativas de todo el mundo, afirma en su Mensaje por el Día Internacional de la Cooperativa de 1998, que es capital desarrollar un sólido sistema de comunicaciones dentro del movimiento de manera que los diversos sectores se comprendan y apoyen mutuamente, ya que así se alcanzara una mayor unidad ideológica. La educación es esencial a todos los niveles y es de suma importancia que el movimiento invierta en la promoción de la imagen cooperativa y que explique al mundo la diferencia cooperativa, que se basa en nuestros Valores y Principios Cooperativos . Mensaje de la Alianza Cooperativa Internacional en el Día Internacional de la Cooperación, 76º Jornada Cooperativa Internacional, sábado 4 de Julio de 1998. Publicado en Cooperativismo en la Plata, Nº 3, Julio de 1998.

II - Investigación sobre Balance Social Cooperativo Integral En noviembre de 1998 el Instituto Provincial de Acción Cooperativa IPAC de la Provincia de Buenos Aires, publica su Cuaderno 5 Serie Investigación, el cual se denomina Balance Social Cooperativo Integral. Un modelo argentino basado en la identidad cooperativa , en el cual se refleja el trabajo realizado por cuatro docentes 156


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de la Universidad Nacional de La Plata: Liliana Fernández Lorenzo, Norma Geba, Verónica Montes, y Rosa Schaposnik. Cabe mencionar que los profesionales de la ACI América, han reconocido el mérito de este trabajo, y mencionaron en los Seminarios realizados en nuestro país, que tuvieron muy en cuenta la metodología propuesta por las investigadoras de La Plata, en la elaboración de su propuesta. A nuestro entender, este trabajo, es una suerte de actualización a la nueva realidad en su metodología, (incluso se reformularon los principios cooperativos en 1995), de la obra ya comentada y que fuera realizada por Martinez y Bialakowsky en 1984, dado que la parte conceptual y filosófica de la temática es la misma. En relación a su contenido, las autoras expresan: Se denomina balance social cooperativo integral, porque combina información social y económica tanto para el área interna como externa de la cooperativa considerada como un todo. Consta de dos informes básicos: el balance social y el informe social interno, acompañados de información complementaria y fundamentos y pautas para su elaboración. En ambos informes básicos, la información se agrupa de acuerdo a los principios cooperativos vigentes. Se considera cada principio por separado atendiendo a una necesidad metodológica, pero debe hacerse la salvedad que no son independientes unos de otros. Por ello las cooperativas no deben ser evaluadas en base a uno de ellos, sino por la manera en que adhieren a los mismos en su totalidad III - Investigación sobre: El Diagnóstico de Situación Social La Dra. en Sociología Alicia Rovella y el Licenciado en Cooperativismo y Mutualismo Felipe Rodolfo Arella, realizaron un trabajo de investigación, al cual denominaron El Diagnostico de Situación Social . Una síntesis del mismo se publicó en el libro Nueva Visión del 157


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Cooperativismo Argentino , del cual extraemos los siguientes conceptos: Las organizaciones económicas y sociales vienen realizando, desde hace tiempo, evaluaciones del impacto que producen sus tomas de decisiones y las actividades derivadas de ellas tanto dentro de las mismas organizaciones como fuera de ellas. Las cooperativas en cualquiera de sus ramos, y principalmente aquellas que prestan servicios, tienen que incorporar esta práctica evaluatoria analizando, al mismo tiempo, el cumplimiento de los principios de la cooperación y el mutualismo porque con ello se fortalece su identidad frente a las empresas de lucro. ¿Cuáles son las ventajas de realizar la evaluación social en las cooperativas? Podemos señalar las siguientes: 1. Hacia lo interno de la institución: a) Contar con un nuevo elemento de conocimiento de las relaciones con los asociados, funcionarios y empleados de la cooperativa. b) Poder ponderar si las acciones realizadas se encuadran dentro de los principios del sistema cooperativo. c) Auscultar nuevas necesidades de sus asociados y terceros usuarios. d) Auscultar las necesidades de los empleados. e) Anticiparse a situaciones de conflictos internos y formación de subgrupos informales generadores de conflictos. f) Planificar teniendo en cuenta si la acción a realizar se encuadrará en alguno de los principios cooperativos. g) Atender las demandas concretas de la realidad como también las necesidades manifiestas de la economía interna de la cooperativa. h) Permite fijar la política de la cooperativa tanto hacia adentro como hacia fuera de la entidad. 158


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2) Hacia fuera de la cooperativa: a) Presentar a las autoridades de aplicación y a otros organismos oficiales un informe que consolide la identidad cooperativa de la institución. b) Demostrar a las autoridades fiscales que sus operaciones tienen carácter social y no lucrativo. c) Exponer ante la comunidad la labor que se realizó en beneficio de ella. IV - Generación de un CD por parte de la ACI América El equipo de trabajo que la Alianza Cooperativa Internacional de las América tiene, con sede en Puerto Rico, elaboró una metodología de trabajo para la realización del Balance Social Cooperativo, cuya información se incluía en un C.D. y promovió la realización de Seminarios para analizar la implementación del mismo. En nuestro país se realizaron dos Seminarios, organizados por el Colegio de Graduados en Cooperativismo y Mutualismo, para lo cual se trasladaron a Buenos Aires, los especialistas de la ACI. El primero de ellos se realizó en 1999, en la Universidad del Museo Social Argentino, coincidiendo con el Homenaje al 80° Aniversario del Primer Congreso Argentino de la Cooperación, y el segundo, en el año 2001, en la Universidad de Belgrano, el que se realizó en forma conjunta con un Congreso Forestal. 14. Las Universidades y el Balance Social Cooperativo Otro hecho importante que a nuestro entender esta ayudando a interpretar y difundir esta problemática, es que desde hace, por lo menos cinco años, dos Universidades tienen, dentro de sus contenidos académicos, el tema del Balance Social Cooperativo en las carreras de posgrado que dictan. Una de ellas es la Universidad Nacional de Tres de Febrero, en el Posgrado en Economía Social, que dirige el Dr. Jorge Bragulat, y la 159


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otra es la Universidad de Belgrano en la Diplomatura Universitaria en Gestión y Desarrollo de Mutuales y Cooperativas, que dicta conjuntamente con el Colegio de Graduados en Cooperativismo y Mutualismo. 15. Tercer Congreso Federal de la Economía Social Dentro del marco del Tercer Congreso Federal de la Economía Social, organizado por el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social INAES, en el predio ferial de Costa Salguero de la Ciudad de Buenos Aires, el 23 de noviembre de 2006, el Colegio de Graduados en Cooperativismo y Mutualismo, organizó un Seminario sobre Evaluación Social para Cooperativas y Mutuales. El programa de actividades se desarrolló en dos partes. En la primera se realizaron exposiciones académicas reseñando la evolución que ha tenido en nuestro país este tema y la metodología actual para la realización del Balance Social Cooperativo y Mutual, y en la segunda parte se expusieron los casos de entidades que ya estaban realizando Balance Social. Una de las exposiciones estuvo a cargo de Susana Sepertino y Juan Pubill, quienes tienen a su cargo la realización del Balance Social Cooperativo de Agricultores Federados Argentino AFA Sociedad Cooperativa Ltda. En el momento del Seminario ya habían realizado el primero, finalizado el 31 de octubre de 2005, y estaban trabajando sobre el segundo. Explicando las variantes que habían realizado en la práctica, pues hay que tener en cuenta que Agricultores Federados Argentinos está formada por centros cooperativos primarios, por lo cual mucha gente cree que es una federación, pero en realidad es una entidad de primer grado.

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Destacaron que con motivo de aprobarse la metodología de trabajo propuesta por los profesionales, lo primero fue determinar el grupo de trabajo que realizaría el Balance Social Cooperativo, el cual se encuentra integrado por jóvenes profesionales hijos de productores, miembros de los grupos de jóvenes, muchos de ellos becados por la cooperativa para la licenciatura y tecnicatura en administración de cooperativas y mutuales y que fueron tomados como empleados dentro de la institución. Otra de las exposiciones estuvo a cargo de Liliana González y Juan Carlos San Bartolomé, quienes tienen a su cargo la realización de los Balances Sociales Cooperativos de COOPERAR (Confederación Cooperativa de la República Argentina) y FECOTEL (Federación de Cooperativas Telefónicas). Destacaron que ya llevan realizados 36 Balances Sociales Cooperativos desde COOPERAR y FECOTEL y que esta tarea ayuda a consolidar una fuerte identidad cooperativa y asumir la defensa política del movimiento. Se intenta, en primer lugar, cuantificar lo cualitativo de la gestión cooperativa. Muchas veces decimos que los cooperativistas son buenos, entonces ¿cómo demostrar que son buenos? Cuantificando lo cualitativo. A su vez, está orientada a visibilizar lo invisible de los servicios públicos. Existen muchísimos servicios que se brindan sin tener ingreso económico para la cooperativa, pero que significa un aporte para el asociado. Por otra parte, permite mostrar el compromiso de la cooperativa con la comunidad; cuál es el impacto socio - económico de la cooperativa en su medio; que significa ser una herramienta de desarrollo local y la responsabilidad y la política social de la entidad.

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16. Conclusión Final Se consideró importante, como primer tema para analizar la propuesta de FACE, ubicar a las cooperativas como empresas de la economía social, adhiriendo plenamente a la definición adoptada por la Unión Europea, la cual cada vez tiene más adeptos en nuestro país. Es fundamental clarificar esta circunstancia, para no confundirla con las empresas que no se encuentran incluidas en la economía social, y que por lo tanto persiguen otros fines. Podríamos expresar que las empresas de la Economía Social contribuyen con una particular forma de hacer empresa a la construcción de un contexto empresarial competitivo y comprometido con su entorno global, y en el caso específico de las cooperativas, tienen, además el aditamento de los principios cooperativos que establecen el marco, dentro del cual deben actuar. Al comenzar a analizar el tema del Balance Social, se estimo oportuno clarificar que legislación existe al respecto, tanto en nuestro país, como en otros que se suele citar como fuentes. Evidentemente, lo establecido en estas normativas no se corresponde con lo que en general interpretamos al mencionar este tema, pues la legislación, básicamente se refiere a cuestiones vinculadas exclusivamente con el personal de las empresas, por lo que se sugiere denominarlo Balance Social Cooperativo o Mutual (según el caso). La Responsabilidad Social Empresaria RSE para las empresas que no actúan dentro de la economía social, es un concepto aún en construcción. Si bien está claro el objetivo que se persigue no se halla resuelto la temática sobre la cual evaluar y profundizar, para poder fijar pautas sobre las cuales trabajar. En estas empresas la RSE se la toma como una cuestión de imagen y marketing, centrada en sus propios intereses. Hay una diferencia ideológica de las empresas por su naturaleza. En las empresas lucrativas no se deja de maximizar las ganancias, en cam162


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bio en las cooperativas, se busca la satisfacción de las necesidades de sus asociados, independientemente del lucro. Si bien existen opiniones, de que no era necesario establecer el séptimo principio cooperativo, pues en su esencia las cooperativas se preocupan por la comunidad, no cabe duda que los resultados obtenidos, justifican plenamente esta decisión de la ACI, no solo por la función educativa que el mismo ha cumplido para muchos cooperativistas, sino también porque ha servido como motivador de realizaciones orientadas con este fin, y en lo especifico de nuestra temática, es un punto más a analizar en la realización del Balance Social Cooperativo. No cabe duda que la Alianza Cooperativa Internacional se ha preocupado, por el hecho de resaltar que las cooperativas vienen realizando desde hace muchos años, esto que se ha puesto tan de moda, como es la Responsabilidad Social Empresaria, y por lo tanto ha dedicado la declaración anual por el Día Internacional de las Cooperativas a este tema, resaltando determinados hechos trascendentes. Consideramos que el Balance Social Cooperativo incluye en su esencia la Responsabilidad Social Empresaria. En el capítulo referido a los antecedentes, hemos procurado demostrar el valor del trabajo realizado en nuestro país, en el año 1984, para poder determinar una metodología adecuada que permita unificar los criterios de realización y establecer un modelo orientador para su concreción. A continuación graficamos nuestra concepción sobre esta temática. Empresa comercial

Acto de comercio

Responsabilidad Social Empresaria

Cooperativa

Acto cooperativo

Balance Social Cooperativo 163


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En los últimos diez años se ha avanzado mucho en este tema, y lo bueno es que no ha sido producto de ninguna norma que estableciera su obligatoriedad, sino que el propio movimiento, a través de la Alianza Cooperativa Internacional en primera instancia, a lo cual se sumaron las tareas de los profesionales especializados para crear la metodología de aplicación, y culminar con las propias cooperativas, que van tomando la decisión de concretar su realización. Como prueba de estas ultimas expresiones, podemos mencionar el hecho de que la Confederación de Cooperativas del sector urbano COOPERAR ya esté realizando su Balance Social, que la Federación de Cooperativas FECOTEL, no solo lo está realizando, sino que además lo haya incluido como obligatorio en su Estatuto Social, que la Confederación de Cooperativas del sector agropecuario CONINAGRO, lo tenga entre los temas a dictar para las actividades de capacitación que están desarrollando y que el Colegio de Graduados en Cooperativismo y Mutualismo esté programando Cursos para formar Evaluadores profesionalizados para realizar Balance Social Cooperativo, y haya establecido las pautas mínimas para la confección de estos documentos.

17. Bibliografía - Alianza Cooperativa Internacional: Los Principios Cooperativos para el Siglo XXI (Intercoop Editora Cooperativa Ltda. Enero de 1996)

- Arella, Felipe Rodolfo y Rovella, Alicia: El Balance Social en Nueva Visión del Cooperativismo Argentino (edición del CGCyM en homenaje al 80° Aniversario del Primer Congreso Argentino de la Cooperación, 1999) - Birchall Johnston: Los principios cooperativos, diez años después (Revista de la Cooperación Internacional Volumen 38 N° 2 - 2005)

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- Callejo, Alfredo Victorino: Cooperativas de Servicios Públicos. La Comunidad preocupada (Revista de la Cooperación Internacional Volumen 31 N° 3 1998)

- Carr, Juan Carlos: Prologo de la primera edición de El Balance Social en las cooperativas. Evaluación sistemática del impacto social - Castelli, Blas José: Camino a la Economía Social (Editorial Docencia de la Fundación Hernandarias 09/10/99)

- Cracogna Dante: La Eficiencia Social de las Cooperativas y su Evaluación y El Balance Social de la Empresa

- Fernández Lorenzo Liliana, Geba Norma, Montes Verónica y Schaposnik Rosa: Balance Social Cooperativo Integral - Un modelo argentino basado en la identidad cooperativa (Cuaderno 5 Serie de Investigación del IPAC de la Pcia. de Buenos Aires) - Kosacoff Bernardo: Empresas, Estado y Sociedad. Una oportunidad para el diálogo (Revista Tercer Sector, suplemento RSE)

- Mariño Manuel: La Economía social y solidaria como ámbito empresarial (Revista de la Cooperación Internacional Volumen 35 N° 2 - 2002) - Martínez Gerardo F. y Bialakowsky Alberto L.: El Balance Social en las cooperativas, Evaluación sistemática del impacto social (Ediciones CGCyM 2° edición mayo 2007)

- Masón Rubén A.: El Desafío de las Cooperativas (Crecimiento Económico con Desarrollo Social - La experiencia cooperativa y el rol de sus empresas) - Rudolph Philip: Las empresas deben revalidar su permiso para actuar (Diario La Voz del Interior)

- Salminis Javier Alejandro: Significados, alcances y perspectivas del sector de la economía social (Primer Encuentro FORO FEDERAL de Investigadores y Docentes)

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Mención Especial

El Balance Social y la Responsabilidad Social en las Cooperativas de Electricidad

Mirando a las Cooperativas de Electricidad y los Servicios Públicos en el Siglo 21 Autor

Eduardo Orosman Cúparo

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El Balance Social y la Responsabilidad Social en las Cooperativas de Electricidad Mirando a las Cooperativas de Electricidad y los Servicios Públicos en el Siglo 21

Indice 1. Primeras consideraciones

2. Las Cooperativas de Electricidad en la Argentina

3. Responsabilidad Social de las Cooperativas hacia fuera 4. El Balance social en las Cooperativas eléctricas de la Argentina 5. Hacia una mirada superadora

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1. Primeras consideraciones Cuando hablamos de un servicio público en la Argentina nos remite a propiedad del estado, es decir propiedad pública, y a la obligación del mismo, específicamente de los servicios públicos que deben ser prestados por el estado, o por otras empresas y organizaciones que operan por concesión y que están particularmente reguladas por el poder concedente. Podríamos pensar que cuando se presta un servicio, siempre es público, es decir hay un público del otro lado del prestador, pueden ser médicos, docentes, distribución, de diarios, reparaciones, una Biblioteca, expresiones artísticas, transporte de cosas y personas, y otras actividades en la que la tarea esencial es prestar un servicio es decir destinado a un público abierto, a una o más personas u Organizaciones. En consecuencia TODO SERVICIO ES PÚBLICO. Podemos enfocar sobre el concepto de que servicio público es todo aquel servicio que tiene carácter universal, es decir que incluye y alcanza a todos los habitantes de un País, a saber luz, energía, agua, transporte, medicina, educación, comunicación. radio y televisión, servicios Bancarios, Radiodifusión. Particularmente en la Argentina sabemos que casi el 33% de la población rural no cuenta con servicios de electricidad, y menos de telefonía, y que en la ciudad millones de ciudadanos no tienen servicios de agua potable, cloacas, gas y otros. Lo que nos demuestra un proceso de alto retraso para llegar a la UNIVERSALIDAD del servicio público. Desde otro ángulo de observación podemos remitir al carácter de la Propiedad de los medios de Producción y en la relación de los medios de prestación de SERVICIOS PÚBLICOS, allí registramos tres tipos, PROPIEDAD DEL ESTADO, PROPIEDAD PRIVADA COMERCIAL y PROPIEDAD (¿ Privada?) COOPERATIVA. 171


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El primero actúa de propio Derecho y los segundo y tercero por concesión. Aquí encontramos una diferente finalidad muy profunda, para el primer tipo de propiedad DEL ESTADO resulta evidente la finalidad de su Derecho de Estado de proveer Constitucionalmente a todos los habitantes de todo el País, sean argentinos o residentes, ejerciendo una estrategia de autonomía e independencia para con otras Naciones, y garantizar con su gestión y regulación la prestación de los SERVICIOS ESENCIALES ya señalados, con carácter de UNIVERSALIDAD. Para el segundo DERECHO de PROPIEDAD PRIVADA podemos reconocer que en la fundación de nuestro País y luego como Nación, las Empresas PRIVADAS, tomaron a cargo la instalación y prestación de los servicios que hemos enunciado. Que si bien aportaban al desarrollo económico de la Argentina, no se diseñaban a favor de una visión del País, sino en conveniencia de las actividades lucrativas que las movilizaba. A mediados del siglo veinte Argentina inició un proceso de apropiación, por vía de compra de los citados servicios esenciales. Esto puso en marcha los criterios de autonomía e independencia, a la vez que la responsabilidad del Estado en la PROPIEDAD y la PRESTACIÓN de los servicios públicos. Tiempo antes, transcurrido un tercio del siglo 20, el avance de la tecnología tras los descubrimientos científicos del siglo 19 y 20 y el avance tecnológico, como ser la generación de energía eléctrica, hizo que las Comunidades y poblaciones creadas generalmente cercanas al SERVICIO PÚBLICO del ferrocarril, y luego de los caminos, más tarde rutas, se movilizaran para organizar COOPERATIVAS GENERADORAS DE ENERGÍA ELECTRICA, como tarea principal de SATISFACER las NECESIDADES económicas de producción de cada lugar, y el mejoramiento en la CALIDAD 172


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de vida de los habitantes, cumpliendo simultáneamente una INVERSIÓN DE CAPITAL POPULAR, por una parte y una INTEGRACIÓN CONCRETA y complementaria, CON LOS OBJETIVOS Y FINALIDADES del Estado. Este sistema de PROPIEDAD Y MEDIOS DE PRODUCCIÓN, acentuó la presencia de la participación Popular, en la resolución de sus necesidades, una identificación de objetivos de y para con el Estado del lugar, Provincial y Nacional, construyendo una economía y una prestación autónoma, dirigida a un desarrollo DISTINTO de los intereses de las Empresas comerciales generalmente extranjeras. Este movimiento histórico en lo económico y social, con resultados altamente estratégicos para la Nación, hoy constituye un PATRIMONIO histórico, social y económico. A finales del siglo 20, en su última década, se revierte el proceso, alterando el ESTADO la situación reseñada, y retrocede a las condiciones de la primera mitad del siglo 20. El resultado actual que podemos visualizar por dicha reforma es que ya no tenemos tres niveles de PROPIEDAD DE LOS MEDIOS DE PRODUCCIÓN: El Estado como tal no posee la propiedad de dichos medios, en algunos casos los mantiene en empresas mixtas entre particulares, el Estado y/o los trabajadores. No se observan actividades de control, ni de regulación, para el caso de la energía eléctrica, elemento de estudio del presente trabajo, partiendo de las actividades de generación, transporte y distribución. Por lo que no es posible conocer cuál es el verdadero VALOR de la ENERGIA generada y no el PRECIO, lo mismo con los otros pasos señalados. 173


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En el segundo escalón de derecho de propiedad de estas unidades de gestión encontramos a las Empresas comerciales, nuevamente de carácter extranjeras, en su mayoría, situación que nos retrotrae más de medio siglo, y nos presenta un camino muy árido a recorrer para modificar la situación creada, o generar otras alternativas. En tercer lugar encontramos a las COOPERATIVAS DE ELECTRICIDAD que sí han mantenido su DERECHO DE PROPIEDAD (¿privada?) mediante el sistema Cooperativo que en cada puerta de casa hay un asociado, propiedad social, o asociativa, que de hecho impidió ser PRIVATIZADA, como lo fueron otras empresas del Estado, por lo que se afirma como un hecho histórico social, y se convierte en un valor económico con futuro. Aquí podríamos preguntarnos si las Leyes y los Códigos actuales son suficientes para contener las formas asociativas que en el País se han creado, y si no es momento de pensar en legislar sobre UN DERECHO A LA PROPIEDAD SOCIAL, en el que se puedan incluir las Cooperativas de Servicios Públicos de todo tipo, afirmando este criterio en las importantes y constantes experiencias de calidad de gestión de las Empresas Cooperativas, tanto en lo económico como en lo social, que demuestran una construcción de empresa aplicando una política participativa entre sus miembros, con las Comunidades y el Estado, que nos remite a las ideas de los Pioneros de Rochdale, de transformar la Sociedad. Es imprescindible señalar que importantes y variadas Cooperativas Eléctricas han transitado este camino de recuperación de la autonomía regional, y estratégica en casos de conflictos, invirtiendo capitales asociativos, incorporando la experiencia de sus ingenieros y dirigentes, contando con la aprobación de los asociados que son los mismos habitantes y destinatarios de los servicios, materializada en la viabilidad de la medición de la energía eólica, y la instalación de los clásicos molinos de viento , tal como si fuera una Quijotada, y encontramos desde pequeñas poblaciones en la zona de Tandil, provincia de Bue174


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nos Aires, o al sur mismo en la región de Bahía Blanca e Ingeniero Whaite, o sobre la costa Atlántica entre otras. Podemos inventariar a título de ejemplo que un conjunto de Cooperativas de la panza de la provincia citada, desde hace cinco años están midiendo la viabilidad técnica de los vientos, en un acuerdo con el Estado Provincial, con resultados de medición óptimos para la generación. Reseñados estos hechos nos situamos en que las Cooperativas de Electricidad están recuperando su identidad volviendo al campo de la GENERACIÓN, mientras mantienen el SERVICIO PÚBLICO DE LA DISTRIBUCIÓN, sumando otros servicios públicos, y corresponde destacar que presentan una ALTERNATIVA POSIBLE DE CAMBIO del Derecho de Propiedad, pensando en que quienes heredan (desde el Derecho) a las Cooperativas de Electricidad son los mismos pobladores del lugar, legislando entonces sobre el Derecho de Propiedad SOCIAL, garantizando de esta manera, que no puedan ser privatizadas, y profundizando la acción destinada a alcanzar la aplicación del concepto de SERVICIO PÚBLICO. La trayectoria en casi un siglo nos muestra por una parte una constante política de inversiones, una consolidación de los capitales nacionales, y una demostración de participación democrática en la gestión y el control. Cerrando esta introducción señalamos por encima que en este NUEVO campo legal podrían insertarse otras organizaciones novedosas que se han desarrollado en la sociedad Argentina, como son algunas Empresas recuperadas mencionadas aquí a título enunciativo y no para desarrollar. Tratamos de enmarcar en esta introducción qué son las Cooperativas de Electricidad en la República Argentina hoy, en inicios del siglo 21, es obvio decir que ya han pasado casi siete años, pero resulta importante reflexionar y analizar en que punto de la historia 175


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mundial las Cooperativas de Electricidad en la Argentina se afirman como Organizaciones, democráticas y solidarias, con calidad de gestión y pleno desarrollo de la identidad asentada en la inmediatez y la pertenencia. Resulta también pertinente decir que el proceso reseñado, la historia transcurrida, y la por hacer, nos revela la necesidad de desarrollar una mirada elevada que destaque como necesaria la presencia de las Cooperativas de Electricidad, en tanto valuarte y custodio de una historia, de un activo económico, un profundo conocimiento y experiencia en la prestación de un SERVICIO PÚBLICO, como es la generación y distribución de energía eléctrica. Mirada que alcance aspectos estratégicos presentes, y de planificación para el desarrollo con una herramienta que aporta a la participación y a ensanchar los valores éticos y el sistema de gestión democrática. Las Cooperativas de Electricidad en la Argentina son un hecho histórico, con presente de acción y participación en la creación de un futuro con esperanza.

2. Las Cooperativas de Electricidad en la Argentina Consideramos de interés analizar el cuadro que muestran estas cooperativas en el segundo lustro del siglo 21. Se las registra en los Estatutos sociales por el objeto social principal que es la generación de energía eléctrica pero hoy las Cooperativas actúan en el servicio de la distribución de energía principalmente y muy pocas en ambas actividades. En la magnitud de sus inversiones y de sus operaciones registran menor participación en la generación que en la distribución. Las inversiones para la generación podrían ser un punto de partida para un proceso de integración concreta para la gestión de UN SERVICIO Público. 176


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Señalamos aquí una variedad de niveles de acción en el campo del Servicio Eléctrico Cooperativo, que están identificados por una misma finalidad técnica y cooperativa. La mayoría de estas Entidades prestan otros SERVICIOS PÚBLICOS, dentro del marco Institucional de las Cooperativas, obras y distribución de servicios de cloacas, agua potable, telefonía, salud, entre otros. Este mapa de gestión nos indica que algunas hacen casi todos, otras algunos de los señalados, en algunas no hay ningún otro servicio más que el principal. (Villa Gesell). Las Empresas Cooperativas de Electricidad tienen marcadas diferencias entre si, por la historia misma de cada lugar, por el desarrollo de las ciudades, por el abandono de los habitantes del campo, es decir el estancamiento y pérdidas de Pueblos, algunos ya desaparecidos y otros en riesgo de desaparecer. La amplia diferencia de capacidad de los activos, los índices de facturación, los kilómetros de redes, o los millares de asociados, en cambio las hay con decenas o centenas de asociados. La cantidad de agentes de la gestión (empleados) y profesionales, tanto como los niveles de formación técnica y de Dirección marcan profundas diferencias. En cuanto a los miembros de los Consejos de Administración, se observan aspectos más horizontales en la composición del colegiado donde entran en juego diferentes niveles de formación y capacitación empresaria, pero se valorizan otras experiencias, aspectos éticos, grados de pertenencia, honestidad y amor al trabajo. Dada esta particularidad de cierta horizontalidad señalada, no lo es en la cantidad de miembros que participan, ni la frecuencia, por otra parte se diferencian en los mandatos de un extremo de permanencia por 177


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años al otro de una rápida renovación de los miembros de dirección, resultando que los más estables son los agentes de la gestión (ejecutivos y empleados). En lo que respecta a los programas de capacitación técnica y profesional en los diferentes niveles de gestión reseñados, en general las Cooperativas no prevén cubrir esta necesidad de sostener la capacitación permanente como parte de la actividad constante, atentos a los cambios tecnológicos por un lado y los económicos, sociales y políticos por el otro. En el aspecto formativo de los criterios cooperativos, y el conocimiento en avance de la cultura de la cooperación, se puede observar que se está produciendo un distanciamiento en las nuevas generaciones de los habitantes, y un progresivo deterioro del mutuo en tanto mayor es la cantidad de asociados y el lugar de residencia, es decir decae el mutuo de lo rural a lo urbano y de lo pequeño a lo grande (Dr. Carlos Farías). Dejamos aclarado que estas observaciones se refieren a tendencias generales, y destacamos que no están incluidas todas las Cooperativas en este enfoque, ni en la misma dimensión. A esta altura del trabajo remarcamos que estamos hablando de la responsabilidad social de las Cooperativas, desde la responsabilidad social hacia adentro de las Instituciones. La responsabilidad deviene de la conciencia social, la conciencia se va adquiriendo y creciendo en la medida del conocimiento, tomar conciencia y luego elevarla a conciencia social activa. La responsabilidad social hacia adentro de las cooperativas de electricidad tiene un alcance de alta dimensión por cuanto requiere permanente atención en los ámbitos internos que contienen, y que debemos tener en cuenta para analizar en los tópicos a incluir en el Balance 178


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Social. Se trata de la capacitación técnica básica y constante de los operarios (agentes de la gestión) desde el primer ayudante a los niveles de ingeniería, atentos a que la prestación de la recepción y distribución de energía eléctrica es UN SERVICIO PÚBLICO, prestado por concesión otorgada por el Estado, un servicio que en el siglo 21 resulta esencial para vida, para el desarrollo de la existencia del género humano en su totalidad y la naturaleza toda. La pura actividad resulta de alta responsabilidad por que va mucho más allá de los primeros destinatarios, que son los asociados y la población en su conjunto. La segunda característica dentro de la responsabilidad hacia adentro la marca la necesidad de una transparencia en la organización, con criterios de gestión integrada y mancomunada de todos los agentes internos entre si, entre los cuales pueden haber asociados, en doble relación, esta eficacia interna asegura la marcha de la Cooperativa, pero por encima asegura una prestación de un SERVICIO PÚBLICO, eficiente y auto gestionado por los propios asociados. Otro espacio que demanda altísima responsabilidad interna es la formación constante en los valores y principios cooperativos, atendiendo puntualmente a la definición de Qué es una Cooperativa, aprobada por la Alianza Cooperativa Internacional, que no es más que una definición de carácter mundial que debemos atender con la flexibilidad de cada lugar. La prestación de todo servicio público y en particular el que prestan las Cooperativas de electricidad debe necesariamente estar impregnada por la aplicación de los principios y valores cooperativos. Por ello la formación en los mismos es parte indelegable y pertenece a la responsabilidad social de las Cooperativas. Los niveles de los Consejos de Administración y otros Institutos como la Sindicatura y la Auditoria, deben formar parte integrada en la acción y en la valoración del objeto social de dichas Entidades, situación que poco se observa en las Cooperativas de la Argentina, y produce 179


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una confusión ideológica entre el texto y el contexto de los participantes en la gestión que no ayuda a conformar un SUJETO DIFERENTE que actué como protagonista de un proceso de cambio democrático en el contexto y el proceso histórico de cada región y de la Nación misma. Pueden aparecer ampulosos estos conceptos, y por ello redundamos en destacar que la presencia de las Cooperativas de Electricidad en la Argentina, su sola presencia y permanencia desde más de tres cuartos de siglo, casi desde la aparición misma del desarrollo de la energía eléctrica en el mundo hacia fines del siglo 19 nos confiere por si mismo una demostración de Responsabilidad Social

3. Responsabilidad Social de las Cooperativas hacia fuera El Balance social resulta una herramienta práctica y flexible para evaluar estas demandas Internas y externas de las Entidades, y nos puede marcar aspectos muy positivos de la presencia y gestión de las Cooperativas en tan largo plazo histórico pleno de inconvenientes y hasta persecuciones que apuntaban y planificaban su desaparición, quedando finalmente encorcetadas en la distribución, perdiendo las inversiones de generación y la autonomía regional de elaborar sus costos y tarifas comunales, resultando un retraso de la democracia y un avance de la concentración del Poder acompañado de la concentración del poder económico. Y en estas reflexiones aparece otra escala de la Responsabilidad social de las Cooperativas, que es desarrollar una cultura aplicada a una estrategia, lógica y humana, de la integración, hacia adentro también de las Instituciones en los espacios ya señalados, con la comunidad y planificando el desarrollo de una estrategia de integración, sintetizando una estrategia de alianzas mediante alianzas estratégicas . Este escalón de superestructura requiere también como Responsabilidad de las Cooperativas de Electricidad un proceso de integración 180


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entre si mismas, más efectivo, por características, por región, por afinidades, por historia y por interés general de cada lugar. La integración actual en Federaciones no responde a estos aspectos básicos y estratégicos, sino a un proceso de movilidad de afiliación por desmembramientos y reacomodamientos de las dirigencias, que no se corresponden con los principios estratégicos, y algunos tampoco desde el enfoque Cooperativo, agrupaciones de las más grandes y otras de las más chicas, cuando es elemental evaluar cuales son las posibilidades de integrar las acciones, simplemente por que se es más grande con relación a algo más chico, pero eso grande resulta chico, con relación a algo más grande. Es también responsabilidad social de las Cooperativas de Electricidad tener presencia de conjunto en cada localidad, por ejemplo cada asociada a una Federación, y por intermedio también de cada Delegado y mucho más por cada Consejero de cada Federación, en estos estamentos es necesario y conveniente que tengan palabra y presencia de la Federación en cada lugar, para que en el mundo interno de cada Asociado y no asociado de estas Cooperativas tenga la visión de un MOVIMIENTO Cooperativo responsable, que se hace cargo por si mismo, en forma integrada en la gestión y en los objetivos de un SERVICIO PÚBLICO. En cada comunidad es conveniente que se haga conocer las acciones Federativas en boca y difusión de sus vecinos. Para dar una imagen de lo antedicho podemos pensar que la integración de estas Entidades debe predominar en la horizontalidad participativa y recorrer todos los canales de la sociedad, por sus conceptos de responsabilidad social, y por medio de la prestación misma de los servicios, tal como la energía pasa por un aparente cable de cierta debilidad pero que contiene una potencia y una penetración con posibilidades de llegar hasta el lugar más pequeño y más alejado, como a la demanda más importante y producir bienes infinitamente valiosos y también salvar una vida. 181


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La integración debe discurrir como la corriente eléctrica, como el agua de los ríos, los transmisores son los propios Pueblos asociados que se satisfacen y prodigan, y lo hacen de una manera que queda demostrada e impregnada cuanto es y como es la responsabilidad social de las Cooperativas de Electricidad. Hemos hablado hasta aquí de la responsabilidad social de las cooperativas de Electricidad en la organización interna y su proyección hacia adentro de lo que llamamos movimiento Cooperativo, apunta al proceso de integración necesario para estas Entidades, tanto como para un ser humano con otro y una comunidad con otra. Subrayamos que este principio de INTEGRACIÓN debe ser tenido muy en cuenta en lo que atañe a la responsabilidad social de dichas Cooperativas, por una parte por que es un principio cooperativo resaltado hace 12 años, pero es oportuno decir que es una necesidad básica y natural de los seres humanos a través de sus organizaciones, y a nuestro entender es precisamente que las cooperativas de electricidad, están organizadas, pero no están integradas, y que resulta urgente y necesario profundizar en cómo planificar y desarrollar esta acción integradora de las gestiones, de las inversiones y de las acciones públicas que emanan de la misma responsabilidad social de ponerse al frente de la prestación de un servicio público, como decimos, hoy es esencial para la vida. Remarcamos que es un acto de responsabilidad social y pública repasar los criterios de integración, planificar la presencia y desarrollo de inversiones acordadas en líneas estratégicas de acciones, pensando en la presencia cooperativizada, que compite con empresas lucrativas, que nos hablan de su extrangerización y su desdén por las poblaciones que atienden, sumando en sus actos la cosificación de los destinatarios de los servicios, la descalificación como individuos, y el destrato de sus derechos, privilegiando el negocio eléctrico por sobre el servicio eléctrico. 182


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Una integración y articulación partiendo desde la planificación de mirada estratégica, con responsabilidad pública y social, de las Cooperativas eléctricas, puede garantizar a las comunidades y a las empresas productoras una prestación actualizada tecnológicamente, con capacidad permanente de inversión y un ámbito democrático de participación ciudadana. Analizando las relaciones y acuerdos de las Cooperativas con las empresas generadoras, y las transportadoras, ambos campos de propiedad privada, que resultan proveedores de las Cooperativas, vemos que las últimas imponen los precios y los costos desde un frente de poder económico, que incluyen intereses de otros países, mientras que las Cooperativas carecen de la posibilidad de pactar, acordar y negociar con las mismas. Frente a esta situación podemos pensar que es posible para las Cooperativas integrarse en acciones de conjunto. También resulta importante que las Cooperativas realicen acciones que permitan la participación de los asociados, que en el campo de los servicios públicos alcanzan los 10 millones de asociados. A los que se puede incluir al resto de los habitantes, sin ser asociados, por que se trata de un servicio público, donde la responsabilidad puede ser compartida, como una forma de asentar la democracia participativa, que se extienda paulatinamente a otros espacios. Podemos pensar y repensar que tenemos la responsabilidad social de un servicio público y es parte de ella mantener informados a los receptores de los servicios, que a nuestro entender se los confunde con los términos usuarios, o consumidores . En ambos conceptos se puede ver, desde un acto inconsciente, la tendencia a la cosificación del individuo y una manera no intencional de sacarlo de las posibilidades de intervenir en el destino a que conducen las acciones. Las Cooperativas de electricidad en la Argentina nacieron y se desarrollaron partiendo de los sectores progresistas del primer cuarto de siglo 20, y su creación y desarrollo siempre fue protagonizada 183


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por movimientos populares y masivos que tejieron historia lugareña y social. Con solo estudiar la historia de cada Cooperativa eléctrica, encontraremos que resulta en la mayoría de los casos la historia misma de los Pueblos y localidades nacimientos y la historia de los propios pobladores. Ese haber histórico, guardando las diferencias de métodos y posibilidades, debemos cumplir por propia necesidad, con el contenido del quinto principio aprobado por la A.C.I. educación, entrenamiento e información . Es necesario aplicar de manera constante la educación y entrenamiento a sus miembros. Si observamos los Balances de la mayoría de las Cooperativas y de las Federaciones, podemos analizar que los montos del presupuesto anual aplicados para cubrir esta necesidad Institucional y de gestión, en todos los ámbitos internos y para con las relaciones externas , los índices no alcanzan al promedio del 1% anual. Deberían aprobarse en cada asamblea anual, o en extraordinarias, los planes de capacitación para la Empresa Cooperativa y la Formación para la Cooperación, se trata de desarrollar una CULTURA DE LA COOPERACIÓN. El 5% que estable la Ley 20337, afectado al resultado económico positivo, indica de antemano una negación a cubrir esta demanda de la identidad y característica de las Entidades Cooperativas, si bien garantiza un mínimo lo sujeta al resultado, cuando privilegiando como necesidad lo dicho, podría dar un resultado de responsabilidad asociativa de la prestación del servicio público que refleja la calidad de gestión económica positiva afirmada en los valores y en los objetivos de una Empresa de Propiedad Conjunta. Cabe señalar que hay Entidades y Federaciones que han percibido esta necesidad que significa una fortaleza y una diferencia a favor de las Cooperativas y han instrumentado programas de capacitación específica y dirigencial, pero no alcanzan a ser permanentes, y con difusos objetivos del perfil de salida de los participantes en los mismos, 184


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una ficha académica si se quiere, que puede no resulte atractivo para quienes ya transitaron cursos. Sería oportuno elaborar programas de FORMACIÓN para la Cooperación, que incluya a los directivos experimentados con los nuevos miembros de dirección, en un proceso que facilite la rápida horizontalidad de la historia esencial para el debate de las nuevas decisiones. Hay indicadores concretos que resaltan estos criterios y decisión presupuestaria de complementar este bache en la gestión cooperativa, entendiendo que la actualización del conocimiento es tan o más importante que la actualización tecnológica de los bienes y el mantenimiento de los inventarios, por ello insistimos que es una parte de la operatoria planificar la educación y capacitación. Actualmente observamos un avance en los espacios universitarios, en algunas Federaciones, con programas eventuales y para el caso de la Escuela de Capacitación para la Empresa Cooperativa ECECoop, por citar algo concreto y actual, que ha puesto la brújula a estas actividades, creando un espacio abierto el que promete incurrir en los procesos de la historia y la investigación, partiendo de la necesidad de un sistema de evaluación, como se avizora su aplicación mediante la herramienta del Balance Social. La democracia en las Cooperativas eléctricas de la Argentina tiene desde el origen una fortaleza fundacional, porque surgieron de las entrañas de los Pueblos, demostrando hacerse cargo de la responsabilidad social de prestar un servicio público de avanzada, novedoso en esos años, generador de empresas, poniendo al alcance de los habitantes una nueva calidad de vida y de salud con ribetes de felicidad, la que surge entre otros elementos de la concreción de proyectos en común. Resultaría muy apropiado que cada Cooperativa Eléctrica difundiera editorialmente su historia, que es la historia misma de los Pueblos, lo que permitiría entrelazar a las generaciones a través de sus acciones y responsabilidades. 185


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En el primer lustro del siglo 21 nos encontramos con dificultades de provisión de energía en la Argentina, producto negativo del proceso de desprendimiento de la RESPONSABILIDAD SOCIAL del Estado Nacional, tanto de la privatización de los SERVICIOS PÚBLICOS, como del abandono del cuidado de los bienes y las calidades de inversión y prestación por parte de las Empresas del negocio eléctrico. Las Cooperativas de Electricidad, han mantenido en las regiones la prestación del servicio atentas a las necesidades de actualización técnica, a defenderse de las medidas arbitrarias de las Normas de Regulación que apuntaban a su desaparición, atendiendo a la capacitación principalmente técnica, recurriendo a la diversificación de los objetivos sociales en otras prestaciones, y manteniendo un ritmo de inversiones de bienes, y su incursión en la energía eólica. Las Cooperativas mantuvieron los niveles de ocupación de mano de obra y su capacitación. Como señalamos al principio, la energía eléctrica, hoy es esencial para la vida, y es por ello que el Estado Nacional tiene la RESPONSABILIDAD SOCIAL de responder a la misma, para lo que indudablemente cuenta como protagonista y aliado especial a las cooperativas Eléctricas. Un SERVICIO PÚBLICO que resulta necesario para la vida actual no puede ni debe ser utilizado como vehículo de recaudación general de los Municipios, Gobiernos Provinciales y Nacional, como tampoco cargos especiales para proyectos determinados que nunca se concretan y que necesariamente deben estar previstos en los presupuestos anuales del Estado aprobados democráticamente por los órganos Parlamentarios. Resulta inapropiado entonces Incluir una carga tributaria que se aproxima al 50% del total de lo que los receptores de la energía tienen que abonar, por el COSTO del servicio, del que de por sí, no sabemos cuál es, sino solo conocemos el PRECIO. 186


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Resulta una RESPONSABILIDAD SOCIAL del Estado, atender los mandatos de la Constitución Nacional y suprimir toda carga tributaria que grave este servicio vital, que resulta imprescindible su uso, y también imposible de eludir tributariamente. Pero entendemos que también es RESPONSABILIDAD SOCIAL de las Cooperativas Eléctricas dar participación a los receptores del servicio, asociados o no, si bien en los últimos años la facturación se presenta abierta y detallada, el receptor queda inmovilizado e impotente frente a esa imposición. A ello debemos señalar que la mayoría de los Directivos de las Cooperativas, (que son solamente socios electos, Dr. L. Schujman), organizan y reclaman ante el ESTADO un incremento en las tarifas para poder equilibrar los presupuestos internos. Algo que podríamos solicitar es la quita de toda la carga tributaria señalada, lo que significaría una reducción más que importante del presupuesto familiar y de las empresas. El respeto a la vida misma de las personas está en juego, y el desarrollo del País también. La carga tributaria en la Argentina sobre grava al uso de la electricidad, y es inevitable usarla, el principio básico de equidad y de ética social sería cargar el ingreso tributario a los sectores beneficiarios del negocio eléctrico que simplemente daría un resultado mínimamente menor en las Empresas dichas. Atentos a los años de exacción que aplican, y por otra parte el Estado aplicaría un principio de distribución de la renta, no ya de la riqueza, y recuperaría por ese canal lo distribuido por medio de la desgravación y aplicaría la Ley de emergencia económica y social para acelerar el proceso de sacar a millones de Argentinos de la pobreza. Si levantamos la vista y recordamos las luchas de nuestros antecesores en las Cooperativas, creemos que les resultaría extraño mantener 187


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una posición de tal reclamo. El camino que marcaron fue el de la conciencia participativa, y si nuestras empresas populares, del campo de la economía social son agredidas, no hay fuerza mayor que la toma de conciencia y la propuesta autónoma. Recurrir al patrimonio histórico y social es un recurso principal de las Cooperativas Eléctricas, si le agregamos la cuota de valentía, confianza en los Pueblos y mística de la Cooperación, saldremos adelante en esta encrucijada histórica, acompañando los intereses del Estado Nacional. Corresponde señalar aquí que es oportuna la acción de la Federación Argentina de Cooperativas de Electricidad FACE, al proponer un paliativo a la crisis invernal del corriente año, mediante la generación de las 600 Cooperativas eléctricas en el País, partiendo de la historia de Punta Alta en 1926 y las acciones que se afianzaron por el camino de la integración en aquellos momentos, con la fundación de la citada Federación, indicadores muy claros de la visión de aquellos luchadores que recurrieron a la integración y la participación, y que hoy resulta nuevamente una palanca de autonomía y gestión responsable con preocupación por la comunidad, y en este caso por el País. Es fundamental reafirmar estos criterios en la actualidad, la propuesta incluye sencilla y claramente una cantidad de criterios estratégicos y de responsabilidad social en las Cooperativas eléctricas. Aquí tenemos un concreto acto de responsabilidad social de las Cooperativas, una demanda de un Estado que aplique la responsabilidad social, que informe adecuadamente a la ciudadanía y estimule la participación de las organizaciones democráticas como las Cooperativas, que han sabido y podido mantener una conducta democrática y un criterio de resguardo de la historia y de los bienes durante largas décadas oscuras. Hoy vuelven a estar dispuestas a aportar su energía y su luz para comprometerse con un futuro equitativo y de progreso, como lo fue, y 188


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que hoy lo vemos como el pasado . Digamos a las nuevas generaciones, con el lenguaje escrito y el lenguaje de los hechos que la vida compartida es posible, que hay otros caminos mejores que la competencia salvaje y excluyente y entre ellos está el de la cooperación y la participación.

4. El Balance social en las Cooperativas eléctricas de la Argentina Como es sabido las Empresas con mayor número de 300 operarios tienen la obligación legal ( Ley 25.877) de confeccionar un Balance social, que de hacerlo lo hacen mirando hacia adentro de sus propias empresas, y poco y nada les interesa incluir las repercusiones que hayan tenido sus acciones en favor de la comunidad en su conjunto, aunque podemos diferenciar que en las empresas medianas o pequeñas, el impacto social es tenido en cuenta y resulta de orgullo y trascendencia de sus propietarios para el reconocimiento público. Las Cooperativas en general, y las de SERVICIOS PÚBLICOS en singular, pero las Eléctricas en particular se han manifestado por medio de su propia presencia y sus acciones, limitándose en guardar en las memorias anuales la difusión de los impactos económicos y sociales producidos. Es probable que por el criterio de una falsa modestia de los directivos de todas las épocas, y por falta de uso, no se haya recurrido a una herramienta lógica, de lo sentido en común, y práctica a la vez, como es el Balance social. Actualmente podemos observar que se ha iniciado un proceso de descubrimiento y de difusión del método. Quienes hemos tenido la oportunidad de participar en el curso realizado en la Universidad de Belgrano, organizado por la Alianza Cooperativa Internacional, hemos podido conocer en detalle las características de dicho instrumento, sus finalidades y sus métodos de aplicación 189


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de alta flexibilidad y necesidad de adaptación respetuosa de cada ámbito y lugar. Podemos decir que hay un Balance social para cada Cooperativa, para cada lugar, y para cada momento. Una sucesión de preguntas prácticas cotidianas de la gestión que son evaluadas con parámetros sencillos para medir y ubicar la marcha de las Instituciones, podríamos imaginar que es el navegante del conductor en una carrera de marcha regulada. Podemos pensar, sin que sea un juicio de valor, que creemos ver cierta resistencia inconsciente al abordaje de dicho vehículo por parte de los Directivos y Gerentes y Jefes de las Cooperativas. Podría funcionar una resistencia inconsciente de que son ellos quienes van a ser evaluados, y si bien son parte de la historia, no son la historia misma. El Balance social abre la participación crítica de grupos de asociados, o personas designadas, para efectuar la evaluación por medio de los datos concretos proporcionados por los registros de la Cooperativa, y también incluye los métodos de encuestas hacia adentro , hacia los asociados, y hacia la comunidad de cómo ven a la Cooperativa, y qué ven en la Cooperativa, qué esperan de ella. Aquí vemos reiterar una forma de participación de los receptores del SERVICIO PÚBLICO. Un aspecto más invisible o difuso a evaluar es el llamado valor agregado cooperativo , y sin entrar a criticar este concepto, entendiendo que la Cooperación en si es un VALOR AGREGADO, resulta posible medirlo si lo hacemos visible. Simplemente si en un Pueblo no hay energía eléctrica y se constituye una Cooperativa Eléctrica, con ese servicio llega la refrigeración, los talleres, la informática y tantos otros beneficios para la sociedad. Allí habrá mejorado el nivel de ocupación laboral, la esperanza de los pobladores, la menor emigración de los jóvenes, la mejora de la salud y calidad de vida. Y en cambio la Cooperativa eléctrica podría, momentáneamente dar resultados económicos negativos. Pero a los progre190


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sos enunciados se les asigna un valor económico, y un valor intangible como es un proceso de integración de la comunidad, y una vez cuantificado ese resultado económico y cualitativo, agregado a los ingresos de la Cooperativa el Balance económico dará resultados positivos y en proceso de desarrollo. El Balance social es participativo, no es engorroso, es lógico y natural, es una radiografía que se actualiza para ver el crecimiento del cuerpo. Puede ser por cada sección, para las Cooperativas multiactivas, resulta un espacio de participación asociativa donde se pueden aprovechar los conocimientos de los directivos que ya no actúan en los Consejos, del personal que se haya jubilado, o de personas de la comunidad toda que se interesen por lo que les interesa a sus vecinos. El Balance social se apoya en la definición de la Alianza Cooperativa Internacional sobre que son las Cooperativas, los valores Cooperativos, en dos partes, los valores de los miembros y los valores de las Entidades, de los que surgen los principios cooperativos que no son más que una síntesis de un siglo y medio de experiencia mundial. Los Principios son como las Normas ISO de CALIDAD COOPERATIVA, a la vez que una guía práctica, para evaluar si el balance económico refleja los objetivos Estatutarios de la Entidad. El Balance social tiene muy en cuenta que una Cooperativa es una asociación de PROPIEDAD CONJUNTA, democráticamente administrada. El uso comparativo de esta herramienta nos introducirá en las Cooperativas Eléctricas al campo de la planificación y el proyecto de gestión para cada año y de mediano plazo, la elaboración de estrategias en la prestación de SERVICIOS para lograr el afecto societatis y el reconocimiento público, y elaborar acciones de INTEGRACIÓN con otras fuerzas del lugar y los movimientos económicos y sociales con afinidad de objetivos. 191


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Estos planes y proyectos pueden ser enriquecidos por las ideas y experiencias de aquellos que participen en la elaboración del Balance social y llevados a la Asamblea general ordinaria o extraordinaria y lograr la aprobación y compromiso de los asociados y el consenso y apoyo de la comunidad. Existen diferentes trabajos sobre el balance social poniendo énfasis en los criterios técnicos que el mismo necesita contener. En el presente trabajo hemos remarcado el para qué, cuánto y con quién, dejando el cómo y el por qué, los que pueden resultar menos pertinentes para la convocatoria del concurso El Balance Social y la Responsabilidad Social en las Cooperativas de Electricidad .

5. Hacia una mirada superadora Las cooperativas eléctricas en la Argentina están en óptimas posibilidades y condiciones actualizadas para incorporar la herramienta del balance social, que no es un trabajo más, sino un trabajo mejor, que nos puede advertir de nuestro rumbo, y seguramente resultará ponderable y de reconocimiento para los actores por parte de los destinatarios y su propia satisfacción personal, que es uno de los móviles más genuinos que tenemos los seres humanos. Les permitirá a las Cooperativas, o mejor dicho nos permitirá a los pobladores asumir con la RESPONSABILIDAD social que el siglo 21 nos demanda y nos propone, abriendo nuevas posibilidades para crear una sociedad moderna, en la que podamos disfrutar de la ecología sin agresión, con Países sin millones de pobres y miserables, con la pérdida de nuestra historia y nuestra dignidad e independencia interior. Y sin duda al decir de un maestro, Enrique Pichón Riviere, podemos planificar la esperanza.

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Menci贸n Especial

El Balance Social y la Responsabilidad Social en las Cooperativas de Electricidad

Autor

Estela Mabel Acosta

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El Balance Social y la Responsabilidad Social en las Cooperativas de Electricidad Indice 1. Introducción 2. La Responsabilidad Social en las Cooperativas 2.1. Qué se entiende por Responsabilidad Social 2.2. Los Principios Cooperativos y la Responsabilidad Social 2.2.1. Asociación abierta y voluntaria 2.2.2. Control democrático de sus socios 2.2.3. Participación económica de los socios 2.2.4. Autonomía e independencia 2.2.5. Educación, Capacitación e Información 2.2.6. Cooperación entre cooperativas 2.2.7. Preocupación por la comunidad 2.3. La Responsabilidad Social en las Cooperativas de Electricidad 3. El Balance Social 3.1. ¿Qué es el Balance Social? 3.2. Orígenes y antecedentes 4. El Balance Social en las Cooperativas 4.1. Ventajas de realizar la evaluación Social en las cooperativas 5. Conclusión 6. Bibliografía

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1. Introducción Si nos remontamos al origen de las cooperativas, en la Europa del siglo XIX, y tomamos como punto de partida la primera cooperativa formalmente constituida en el pueblo de Rochdale, (Inglaterra), en el año 1844, veremos que la misma, surge como consecuencia del abuso e injusticia imperantes en la época. Fueron, en aquella oportunidad, veintiocho tejedores que, cansados de sufrir situaciones adversas y acuciantes, decidieron buscar la respuesta a sus necesidades, en sí mismos. Ellos creyeron en sus propias posibilidades y en un valor fundamental que, desde entonces, es bandera del movimiento cooperativo: la solidaridad. Desde esta perspectiva, podemos afirmar que, la sociedad ha buscado siempre distintas formas para superar sus propias limitaciones y muchas veces ha sabido encontrar la manera correcta o apropiada a cada tipo de situación. La aparición de la forma cooperativa, como resultante de una amalgama de principios y valores exitosos para su gestión, es el logro de un movimiento que ha dado y sigue dando respuestas precisas, tanto en lo económico como en lo social, a gran parte de la sociedad en todo el mundo. Visto así, las cooperativas se presentan como una opción, más que probada, para armonizar el aspecto económico con el social, dado que, no sólo son garantía de una mejor formación de las personas, sino también, emprendimientos productivos eficientes y promotores del bienestar de sus asociados y, por ende, de la sociedad toda. Si a lo expresado hasta aquí, le agregamos que, la Alianza Cooperativa Internacional, (Organismo que nuclea a entidades cooperativas de todo el mundo), reafirmó en el Congreso de Manchester en 1995, el compromiso del movimiento cooperativo con la sociedad, al hacer explícitos en su Declaración de Identidad, valores como ayuda mutua y solidaridad, preocupación por los demás y responsabilidad social ¿es necesario, entonces, hablar de responsabilidad 197


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social de las cooperativas, si su finalidad es, desde el principio netamente social? En una primera mirada, pareciera que es algo redundante. Pero, si al hecho de su excluyente finalidad social le añadimos que, en el concepto de responsabilidad social se unen dos componentes vitales que hacen a la legitimidad y sustentabilidad de estos emprendimientos sociales: la eficiencia y la transparencia en el cumplimiento de su misión y la visión de construcción de capital social a largo plazo que estas organizaciones aportan a la sociedad en la que se desenvuelven, entenderemos que no sólo es pertinente hablar de la responsabilidad social de las cooperativas sino, además, necesario. La Responsabilidad Social Empresaria, expresa una de las varias definiciones conocidas, es la capacidad de una empresa de escuchar, atender, comprender y satisfacer las expectativas legítimas de los diferentes actores que contribuyen a su desarrollo 1 . Podemos afirmar, entonces que, el desafío de las cooperativas es, desarrollar esta capacidad como modelo de gestión con el fin de obtener la sustentabilidad y afianzar definitivamente las características que las diferencia del resto de las empresas: su actividad está basada en un contenido doctrinario propio, profundamente humanista, democrático y participativo. Para ello, deberán revisar su alineamiento con los principios de la responsabilidad social empresaria y chequear, efectivamente, el cumplimiento de los principios fundacionales, bajo los cuales fueron concebidas. 2

2. La Responsabilidad Social en las Cooperativas La Alianza Cooperativa Internacional, ha definido a la Cooperativa, como una asociación autónoma de personas unidas en forma 1 2

Valdemar Olivera Neto, director del Instituto ETHOS de Brasil, citado por Luis Alberto Ulla, en página de Internet del IARSE. Luis Alberto Ulla, director Ejecutivo del IARSE.

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voluntaria para satisfacer sus necesidades y aspiraciones económicas, sociales y culturales en común por medio de una empresa de propiedad conjunta y democráticamente gestionada. Como lo advierte, el Dr. Dante Cracogna en su obra Manual de Legislación Cooperativa , dicha definición alude a tres elementos: a) un grupo humano, (Asociación autónoma de personas); b) una empresa democráticamente gestionada; c) satisfacción de necesidades económicas, sociales y culturales. De alguna manera, estos tres elementos son los pilares sobre los que se fundan las cooperativas y, hacen que se diferencien de otro tipo de empresas o asociaciones. Sobre estos pilares se conjugan los valores de autoayuda, autorresponsabilidad, democracia, igualdad, equidad y solidaridad y se sostienen los valores éticos de honestidad, apertura, responsabilidad social y preocupación por los demás. 3 Como podemos apreciar, en la Declaración sobre la Identidad Cooperativa, (Manchester, septiembre de 1995), la ACI, incluye, explícitamente, entre los valores primordiales de las cooperativas, a la responsabilidad social.

2.1. Qué se entiende por responsabilidad social La responsabilidad social supone que una institución, no sólo tiene obligaciones legales y económicas, sino también ciertas responsabilidades hacia la sociedad de la que forma parte, y que van más allá de esas obligaciones. Es decir que, el comportamiento de la institución debe estar al nivel de las normas, valores y expectativas sociales que prevalecen, en determinado momento. La responsabilidad social, es la decisión de la empresa de asumir el compromiso de participar como ciudadana, contribuyendo a resolver 3

(ACI, Los principios cooperativos para el Siglo XXI ).

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los problemas de desarrollo de la sociedad y construirla como comunidad democrática, sustentable y solidaria. 4 Asimismo, si tenemos en cuenta que, el cuidado del medio ambiente y la mejora en la calidad de vida de la comunidad son objetivos de toda la sociedad, los entes que se insertan en ella no pueden quedar al margen de la participación y construcción sin responsabilidad. 2.2. Los principios cooperativos y la responsabilidad social Los principios cooperativos son el corazón de la cooperativa . Rigen su vida determinando pautas para juzgar comportamientos y tomar decisiones , y constituyen el marco dentro del cual se puede actuar. Por medio de estos lineamientos, la cooperativa pone en práctica sus valores, distinguiéndose de otras empresas o instituciones. La ACI en la Declaración de 1995, enuncia siete principios cooperativos: asociación voluntaria y abierta; control democrático por los socios; participación económica de los socios; autonomía e independencia; educación, capacitación e información; cooperación entre cooperativas y preocupación de la comunidad. Los tres primeros principios se refieren básicamente a la dinámica interna típica de cualquier cooperativa; los últimos cuatro afectan tanto el funcionamiento interno como las relaciones externas de las cooperativas . 2.2.1. Asociación abierta y voluntaria Las cooperativas son organizaciones voluntarias abiertas a todas las personas capaces de utilizar sus servicios y dispuestas a aceptar las responsabilidades de asociarse, sin discriminaciones raciales, políticas, religiosas, sociales o de género . 4

(Ignacio Gonzáles García, Liliana López Mato, Taira Peña, María M. Preziosa, Sergio Rípoll y Roberto Silvestre, equipo Empresa y Sociedad de IDEA, Documento; El Balance Social, un enfoque integral ).

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Ya los Pioneros de Rochdale, desde sus comienzos, tomaron el compromiso de reconocer la dignidad fundamental de todos los individuos y, por supuesto, de toda la sociedad. Ciento once años después, la ACI reafirma ese compromiso, instando a las cooperativas a promover la participación de todos los grupos y minorías existentes y a asegurar la intervención de hombres y mujeres, por igual. No obstante, de la lectura de este principio, surgen algunos puntos que pueden dar lugar a distintas interpretaciones. Por ejemplo, cuando dice capaces de utilizar sus servicios y dispuestas a aceptar las responsabilidades . Sabido es que, no todas las cooperativas pueden servir sólo a un determinado tipo de asociados, como lo hacen las apícolas, las pesqueras, etc. Si nos detenemos en las cooperativas de servicios públicos, como el caso de las de electricidad, agua, gas, teléfono, etc., nos encontraremos con que, si es la única empresa que desarrolla la actividad en un determinado lugar, está obligada por ley a prestar dicho servicio a entes oficiales sin tener derecho a solicitarles el cumplimiento de los requisitos exigidos a los asociados. La Ley de Cooperativas Nº 20337, en su artículo 20º, norma claramente esta situación: Cuando las cooperativas sean o lleguen a ser únicas concesionarias de servicios públicos, en las localidades donde actúen deberán prestarlos a las oficinas de las reparticiones públicas, nacionales, provinciales y municipales, sin el requisito previo de asociarse y en las condiciones establecidas para sus asociados . Para casos como éstos, la misma Ley, ya en su Artículo 2º inciso 10, señala: Prestan servicios a sus asociados y a no asociados en las condiciones que para este último caso establezca la autoridad de aplicación Si bien este tema merece un tratamiento más profundo, sólo lo mencionamos con el objeto de hacer notar la responsabilidad y el compromiso que las cooperativas manifiestan para con la comunidad en la que se desenvuelven. Aunque es muy importante que, las mismas se impongan como prioridad hacer entender a los asociados la importancia de su compromiso para con la entidad y el conocimiento 201


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cabal de cuáles son sus responsabilidades como integrantes de la misma, a fin de que no termine siendo una empresa prestadora de servicios más. Los asociados que utilicen los servicios de la cooperativa debieran sentir que son mucho más que un usuario o cliente. Debieran percibir que no sólo reciben de su cooperativa el servicio que ella presta, sino también la satisfacción de sus necesidades sociales y culturales. Esto despertará en ellos un sentido de pertenencia que les hará valorar las bondades del sistema favoreciendo, como consecuencia, el crecimiento del movimiento cooperativo. A la vez, la cooperativa debería preocuparse y ocuparse, siempre, por la difusión de sus valores sociales fundantes y velar por el imperio absoluto de la transparencia en sus formas de gestión, tanto frente a sus propios asociados como de cara a toda la comunidad. 2.2.2. Control democrático de sus socios Las cooperativas son organizaciones democráticamente gestionadas por sus socios, quienes participan activamente en la fijación de políticas y en la toma de decisiones. Los hombres y mujeres elegidos como representantes son responsables ante los socios. En las cooperativas primarias los socios tienen iguales derechos de voto, (un socio, un voto) y las cooperativas de otros niveles se organizan asimismo en forma democrática. Visto lo expresado en este segundo principio rector, la empresa cooperativa debería ser verdadera escuela de democracia. Verdadera escuela de participación y de aprendizaje del ejercicio del bien común, a la par que un modelo que, por propio ejemplo, generase una auténtica necesidad de transparencia en las demás organizaciones comunitarias. Las cooperativas, aún, tienen mucho por aportar a la sociedad en lo que respecta a un buen gobierno y construcción del capital social. 202


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Deberían ser capaces de demostrar a la ciudadanía que es posible el ejercicio eficiente de una dirigencia preocupada por el bien común, alejada del propio interés individual y sustentable a lo largo del tiempo. 2.2.3. Participación económica de los socios Los socios contribuyen equitativamente a la formación del capital de su cooperativa y lo gestionan democráticamente. Por lo general, al menos una parte de ese capital es propiedad común de la cooperativa. Los socios suelen recibir una compensación limitada, si acaso alguna, sobre el capital suscripto como condición para asociarse. Destinan los excedentes a todos o alguno de los siguientes fines: el desarrollo de la cooperativa, posiblemente mediante la constitución de reservas de las cuales una parte al menos debe ser indivisible; la distribución a los socios en proporción a sus operaciones con la cooperativa; y el apoyo a otras actividades aprobadas por los socios. El enunciado de este principio redactado por la ACI, ratificado por la Ley Nacional de Cooperativas Nº 20.337 en su artículo 2º, más otros artículos de la misma, como el Nº 8, Nº 25, Nº 31 y Nº 42, exponen claramente, la forma en que los asociados de una cooperativa deben aportar el capital, cuál es su destino y cómo se distribuirán los excedentes, pero no nos vamos a detener en el análisis pormenorizado de ellos aquí. Sólo vamos a destacar que la manera en que se forma el capital social de las cooperativas, es otro rasgo que las diferencia de las demás empresas. Si bien, como en cualquier otro emprendimiento el capital es uno de los elementos fundamentales para poder desarrollar el objeto social, a la hora de tomar las decisiones, lo que realmente cobra importancia es el hombre: un socio, un voto , cualquiera sea el monto de los aportes realizados. En cambio, en las otras empresas, generalmente prevalecen las opiniones y/o decisiones de aquéllos que más capital han aportado. 203


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Ahora, la responsabilidad de las cooperativas respecto a este tema, tiene que ver con la información que deben proporcionar a sus asociados desde el comienzo de la relación. Si preguntásemos a los asociados de una cooperativa de servicios, por ejemplo, respecto a sus derechos y obligaciones con relación al capital social, nos sorprenderíamos al descubrir que muy pocos tienen conocimiento sobre el particular. Sabemos que es un tema complejo, pero por eso mismo, constituye otro de los desafíos permanentes a enfrentar por las cooperativas, a fin de garantizar las condiciones necesarias para realizar el objeto social en un marco más eficiente y eficaz, posibilitando la existencia de un clima de confianza en la sociedad, como base para potenciar el desarrollo de la misma. 2.2.4. Autonomía e independencia Las cooperativas son organizaciones autónomas de autoayuda gestionadas por sus socios. Si intervienen en acuerdos con otras organizaciones, incluidos los gobiernos, o captan capital de fuentes externas, lo hacen en términos que aseguran el control democrático por parte de los socios y mantienen su autonomía cooperativa. Es imposible que las cooperativas no se vean afectadas por sus relaciones con el Estado. Son los gobiernos quienes determinan el marco legislativo dentro del cual, éstas pueden funcionar. Generalmente, los gobiernos, pueden ayudarlas o perjudicarlas con sus políticas fiscales, económicas y sociales. Por ello, es imprescindible que las cooperativas desarrollen relaciones abiertas y claras con los gobiernos y al mismo tiempo, mantengan su autonomía. De igual manera, es importante que las mismas mantengan su libertad, frente a otras empresas a las que se pudieren asociar para llevar 204


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a cabo algún proyecto, a los efectos de no perder el control de su propio destino. 2.2.5. Educación, capacitación e información Las cooperativas brindan educación y capacitación a sus socios, representantes elegidos, administradores y empleados, de manera que puedan contribuir efectivamente al desarrollo de ellas. Informan al público en general, particularmente a los jóvenes y a los líderes de opinión, acerca de la naturaleza y los beneficios de la cooperación. El movimiento cooperativo tiene un compromiso con la educación, desde su inicio. Fue pilar fundamental para los pioneros de Rochdale, lo reafirma la ACI en este quinto principio y la Ley 20337 habla específicamente del tema, al contemplar la obligatoriedad de la retención del 5% de los excedentes para destinarlo a la educación cooperativa. La educación en este caso, se refiere a algo más que la simple difusión de información; consiste en preparar a socios, dirigentes elegidos, administradores y empleados para que puedan comprender la complejidad y riqueza del pensamiento y acción cooperativos, y asuman un verdadero compromiso con la entidad. La capacitación, tiene que ver con que, todos aquellos que formen parte de la cooperativa, adquieran los conocimientos y destrezas necesarias para hacer frente a sus responsabilidades. En este mundo que nos toca vivir, donde la mayoría de los valores parece que se han ido perdiendo, donde los roles se suelen desdibujar y a veces, es muy difícil saber quién es responsable de cada cosa, las cooperativas no debieran perder más tiempo para asumir, fehacientemente, esta responsabilidad y hacer efectivo lo que enuncia este principio. Si así lo hacen, no sólo contribuirán a que no se 205


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distorsione el funcionamiento de la cooperativa sino que, sus dirigentes podrán comprender las necesidades de sus asociados y evaluar constantemente las actividades que ésta lleva a cabo para darles respuesta. Por otro lado, también debiera ser preocupación constante de las cooperativas, el brindar información a los jóvenes y a los líderes de opinión, (políticos, funcionarios públicos, comunicadores sociales y educadores), sobre la importancia y beneficios de la cooperación. Para hacer crecer, de manera especial, en los dirigentes del mañana, su capacidad para la asociación, la cooperación y la solidaridad. 2.2.6. Cooperación entre cooperativas Las cooperativas sirven más efectivamente a sus socios y fortalecen al movimiento cooperativo trabajando mancomunadamente a través de estructuras locales, nacionales, regionales e internacionales. La sociedad moderna ha evolucionado en el paradigma del capitalismo, el cual conlleva virtudes innegables, pero también consecuencias negativas para una gran parte de la población mundial. La globalización, los capitales que traspasan las fronteras de los países formando distintas empresas multinacionales, industriales, comerciales y prestadoras de servicios elementales para la sociedad. Empresas que poseen grandes ventajas respecto a las locales, que si además pertenecen a países pobres o en vías de desarrollo, la mayoría de las veces, se les hace difícil competir con ellas, cuando no imposible. Las cooperativas, en tanto empresas prestadoras de servicios, comerciales o industriales, no escapan a esta situación. Por ello, hoy, más que nunca, debieran buscar la oportunidad de transformarse en una gran escala competitiva, ya que existen en todo el mundo y, en la unión para hacer reside el poder de la fuerza de coerción que se necesita tener en el mercado. 206


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2.2.7. Preocupación por la Comunidad El compromiso con la comunidad, tal vez sea el punto más visible de la responsabilidad social de las cooperativas. Una cooperativa verdaderamente comprometida con la comunidad, no sólo debiera invertir recursos sino participar activamente en la construcción de una educación de calidad para todos los niños y jóvenes. Generar y sostener servicios de salud al alcance de la mayoría de la población. Respaldar y promover hechos que tengan que ver con la cultura y el deporte. Facilitar la comunicación y el intercambio con otras comunidades y cooperativas, a fin de lograr la participación de manera constructiva, creativa y solidaria, cuyo accionar redunde en favor de la sociedad. Asimismo, debiera trabajar sin desmayo, en crear conciencia comunitaria acerca del cuidado y la preservación del medio ambiente, ya que el capital ambiental que nos ha sido prestado, pertenece a las futuras generaciones, a los futuros asociados. Los asociados, entonces, deberán decidir con qué grado de intensidad y de qué forma específica la cooperativa debería efectuar sus contribuciones a su comunidad, pero de ninguna manera podrán soslayar esta responsabilidad. 2.3. La Responsabilidad Social en las Cooperativas de Electricidad Las cooperativas de electricidad, en la gran mayoría de los casos, prestan, a la vez otros servicios como telefonía, gas natural, provisión de gas envasado, agua potable, Internet, etc. y, a la vez servicios sociales como sepelio, entre otros. También es muy común que posean una sección de venta de artefactos del hogar u otros elementos que tengan que ver con los servicios que prestan. 207


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Si indagáramos en la historia de cualquier cooperativa de electricidad, especialmente en la de algún pueblo pequeño, nos encontraríamos con que la historia del mismo, ha girado en torno a ella. Y no sería nada extraño que el gerente o el presidente del Consejo de Administración de la misma, fueran más reconocidos y consultados que la propia autoridad municipal. Justamente, la mayoría surgió a partir de la necesidad de las comunidades de obtener servicios primordiales para el progreso y el bienestar de las personas y de la sociedad toda, a la que el Estado no pudo o no supo dar respuesta en su momento. Las cooperativas de electricidad y otros servicios públicos, en las últimas décadas acusaron el impacto de la competencia de las grandes empresas privatizadas, que las obligaron a eficientizar sus planteles, y a ser más eficaces. Ante estas situaciones, muchas de estas organizaciones tuvieron que sortear gravísimos inconvenientes, especialmente, las que se desarrollan en poblaciones pequeñas del interior. Otras, en cambio, respondieron a este fenómeno de la manera en que las cooperativas pueden hacerlo, de acuerdo a uno de sus principios rectores: formando estructuras locales, nacionales y regionales. Es así que, generaron alianzas y formaron entidades de segundo grado con la finalidad de obtener ventajas económicas y el fortalecimiento de sus respectivas cooperativas. Paralelamente, estas cooperativas también se preocuparon por sus asociados de menores recursos, usuarios de sus servicios, tratando de crear una tarifa bonificada, (hoy llamada social) o buscando otras formas (facilidades de pago de las facturas, canillas públicas, etc), que permitieran a todos, gozar de servicios primordiales, como energía eléctrica y agua potable. Otros servicios prestados por estas cooperativas y que las han destacado en muchas regiones del país, han sido los servicios sociales. No son pocos los pueblos que gozan de una excelente prestación del 208


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servicio de sepelio, panteón cooperativo en el cementerio local, ambulancia para traslado de enfermos, incluso en lugares donde apenas existe una sala de primeros auxilios y, el hospital más cercano se halla a varios kilómetros del lugar. También, son numerosas las cooperativas que poseen estructuras edilicias, como salones comunitarios y auditorios, que son cedidos gratuitamente a todas las instituciones de la localidad que los necesiten para llevar a cabo eventos culturales, cursos de capacitación, charlas técnicas o cualquier otro evento de interés para la comunidad. Esto deja claro que el trabajo realizado, en el nivel local por estas entidades, tanto en lo económico como en lo social, ha sido y es de gran relevancia. Que queda mucho por hacer, también es cierto. La sociedad es cada vez más demandante de servicios y más exigente a la hora de consumirlos. No sólo pretende poseerlos sino, también, que sean de la mejor calidad posible. Esto supone una mayor responsabilidad y un compromiso ineludible, para las cooperativas de electricidad y otros servicios públicos, cuyos usuarios son, a la vez, sus dueños . Se hace necesario, entonces que, como empresas económicas, estas entidades de servicios públicos se esfuercen, permanentemente, para lograr los beneficios de las organizaciones de gran escala manteniendo, simultáneamente, las ventajas del compromiso y la propiedad local. Que busquen identificar, en todo el mundo, con mayor frecuencia, las posibilidades de un creciente número de operaciones comerciales conjuntas. Participando en ellas de manera práctica y protegiendo, siempre, los intereses de los asociados. Como empresas sociales, es decir, como grupo humano organizado para lograr ciertos objetivos de interés común a través de una empresa económica , es cada día más imprescindible, que evalúen, también, 209


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el cumplimiento de sus principios fundacionales y su alineamiento con los principios de la responsabilidad social empresaria, a fin de fortalecer la gestión que llevan a cabo en beneficio de sus asociados. Así como el Balance Contable es la herramienta fundamental para obtener la información indispensable para tomar determinadas decisiones, el Balance Social es la herramienta que brinda la información que no muestran los documentos contables y que corresponde a la gestión de responsabilidad social que desarrolla la cooperativa. En él encontrará una serie de datos que le permitirán saber a ciencia cierta, cómo y cuánto escucha, atiende, comprende y satisface las expectativas de los diferentes actores que contribuyen a su desarrollo. 5 Las cooperativas saben de la importancia de lo social , desde el principio. Esta revelación que, actualmente, está adquiriendo fuerza creciente en todo el mundo, fue conocida por las cooperativas desde siempre, porque fue una preocupación inherente a su esencia. Sólo les falta dar el paso decisivo, (por lo menos a muchas), para utilizar esta herramienta, que se presenta como novedosa y de suma utilidad, a la hora de conocer las condiciones que corresponden al tratamiento del personal y al compromiso de la institución con su ámbito social: el Balance Social.

3. El Balance Social Según lo expresado por la Doctora Alicia Rovello, en un interesante artículo aparecido en el Diario de Cuyo en junio de 2007 y transcripto por la Revista Prensa Cooperativa, desde hace, más o menos, unos diez años se viene hablando en los medios empresarios nacionales acerca de la necesidad de que las organizaciones económicas realicen balances sociales con el objetivo de mostrar al público su compromiso 5

Valdemar de Olivera Neto, director del Instituto ETHOS de Brasil, citado por Luis Alberto Ulla en una Editorial de la página de Internet del IARSE.

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con la comunidad. Los Estados Contables, obligatorios, reflejan la situación patrimonial y financiera de la empresa, pero no alcanzan a demostrar su influencia, su interrelación con el medio en el que se desarrollan y su grado de responsabilidad social. Por ello, se hace necesario evaluar la gestión social llevada a cabo por la entidad, a fin de poder elaborar modelos de organización para el desarrollo sustentable, aplicando la disciplina social desde el marco ético, midiendo sistemáticamente impactos naturales y culturales en educación, salud, trabajo, medio ambiente, etc. que produce la actividad de cualquier organización lucrativa con responsabilidad en los derechos humanos para el desarrollo. 6 3.1. ¿Qué es el Balance Social? Existen varias definiciones que expresan, claramente, qué es un balance social. Utilizamos en este caso, la que expresara la especialista Mery Gallego, en su obra El Balance Social como Herramienta de Auditoría Organizacional , en la revista Universidad Eafit, en 1999: Es una herramienta de la política empresaria que permite evaluar cuantitativa y cualitativamente el cumplimiento de la responsabilidad social de la empresa en términos de activos y pasivos sociales en sus ámbitos interno y externo, durante un período determinado y frente a metas de desempeño definidas y aceptadas previamente, con fines de diagnóstico del clima laboral y social, información, planeamiento de su política social y concertación con los diversos sectores con los cuales la empresa se relaciona. Consiste en reunir y sistematizar la información correspondiente a las dimensiones sociales de la empresa, realizando objetiva y seriamente, una descripción de indicadores, así como una enumeración realista y rigurosa de las tareas llevadas a cabo por la empresa en materia social. 6

Arq. Carlos A. Tau y Cra. Elsa S. Torras, Ponencia Temática; A5 , del Congreso legislativo de las instituciones con fines sociales, Municipalidad de La Plata.

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El Balance Social, le permite a la empresa cumplir, entre otros posibles, con los siguientes objetivos: Realizar un diagnóstico de la gestión social llevada a cabo por ella, durante un determinado período. Definir y/o redefinir políticas sociales y hacer más eficientes las inversiones sociales, mejorando la relación costo-beneficio. Permitir a la Gerencia, por un lado, planificar las acciones orientadas a aumentar la productividad y eficiencia de sus trabajadores, y por otro lado, a efectuar un seguimiento del resultado de esas acciones. Disponer en forma permanente, de información acerca de los recursos humanos de la empresa y su relación con los sectores de la comunidad con los cuales se vincula. 3.2. Orígenes y antecedentes Con el fin de mejorar la imagen pública de las instituciones, la idea del Balance Social comienza a tomar forma a partir de 1966 en los Estados Unidos de Norteamérica. En esa época, caracterizada por la aplicación de una política de industrialización a ultranza, utilización de una publicidad agresiva y la explotación indiscriminada de los recursos naturales por parte de las empresas, movilizaron a distintos actores sociales que las responsabilizaban, directamente, de la crisis social que atravesaba el país, de manera particular en sus principales ciudades. Posteriormente, en la década del setenta, se siguieron elaborando sistemas de información social más complejos en los principales países europeos: Alemania, España, Francia, Holanda e Inglaterra. En el año 1977, la Ley francesa lo declara obligatorio para las empresas que ocupan más de trescientos, (300) trabajadores. Pero recién, en los 212


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años noventa, surge en Europa un nuevo movimiento relacionado con las ventajas que implica para la empresa, contar con un Balance de este tipo, después de las auditorías ambientales que se habían comenzado a realizar con gran éxito. En América Latina, las principales instituciones públicas y privadas de países como Chile, Brasil, Colombia, Ecuador, México, Perú y Uruguay, publican anualmente su Balance Social. En la Argentina, la Ley Nº 25.250 de Reforma Laboral en su artículo 18º (reglamentado por el Decreto Nº 1171/00), obliga a las empresas que cuentan con más de quinientos (500), trabajadores dependientes a presentar el Balance Social, cerrado al 30 de abril del año siguiente al que se registre la cantidad mínima mencionada, dentro de los treinta días de elaborado el informe.

4. El Balance Social en las Cooperativas Las cooperativas se sustentan en una serie de principios doctrinarios que les permite distinguirse, claramente, de las empresas con fines de lucro. Como lo hemos expresado a lo largo de este trabajo, esos principios deben ser tenidos en cuenta por sus dirigentes y gerentes, al momento de planificar sus actividades económicas o asistenciales, y la evaluación es el instrumento adecuado para que puedan saber si cumplen, o no, con dichos principios. Según lo expresan varios autores, el cooperativismo argentino fue pionero en la presentación de una obra dedicada al tema y la misma fue recibida con gran interés por la Alianza Cooperativa Internacional en ocasión de elaborar una propuesta para que, las cooperativas de todo el mundo comenzaran a realizar sus respectivos balances sociales. Actualmente, la ACI insta permanentemente a las cooperativas para que adhieran a esta iniciativa y comiencen a elaborar, cada año, a la par del Balance Contable, el Balance Social. 213


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El Balance Social Cooperativo consiste, básicamente, en reunir, sistematizar y evaluar la información que corresponde a las dimensiones sociales que hacen a la naturaleza y a los fines de la actividad cooperativa, volcada en un documento de alcance público, donde se pueden cuantificar los datos mediante el elemento operativo del Balance Social, que son los indicadores sociales. De esta definición podemos destacar las siguientes características del Balance Social: Visión de conjunto: como documento público cumple el rol de difusor de la imagen social de la cooperativa en su respectiva comunidad. Función evaluativa: la influencia social de la entidad solidaria debe medirse en sentido bidireccional, a fin de permitir abrir juicio sobre su desempeño. Enumeración realista: debe reflejar con absoluta objetividad y seriedad la situación real social. Diseño riguroso en términos de confiabilidad y coherencia: no debe incluir complejidades inútiles. Tiene un nivel de elaboración técnica que le es propio, por lo que requiere, de quien lo realice, un mínimo de capacitación formal en las disciplinas que le competen. Si bien el concepto de Balance Social Cooperativo está más que explicado por distintos autores y ya existen varios trabajos de investigación sobre el tema, en nuestro país, realizar un Balance Social, es un hecho voluntario de la cooperativa, ya que no existen, aún, normativas legales que exijan su presentación con cierta información específica. Por ello, se hace necesaria la existencia de una metodología para confeccionarlo, así como para evaluar el proceso de confección, para emitir una opinión por parte de un auditor externo independiente. 214


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No obstante, en el Cuaderno Nº 5 de la Serie de Investigaciones del ex - Instituto Provincial de Acción Cooperativa de la Provincia de Buenos Aires, (IPAC), se publicó en el año 1998, un trabajo elaborado por un grupo de profesionales que realizan trabajos de investigación en la Universidad Nacional de La Plata, en el cual sus autoras, (Liliana Fernández Lorenzo, Verónica Montes, Rosa Schaposnik y Norma Geba), proponen un modelo que combina información social y económica, estructurado en base a los Principios Cooperativos vigentes. Dicho modelo está compuesto por los siguientes elementos: a) El Balance Social: destinado al área interna y externa, se compone de una estructura socio laboral con una clasificación de los integrantes de la cooperativa conforme a variables socio demográficas y un cuadro con indicadores cuantitativos de cumplimiento de los principios cooperativos. b) El Informe Social: destinado al área interna, se compone de indicadores cualitativos que reflejan la opinión de los asociados y trabajadores sobre el cumplimiento de los principios cooperativos. c) Información complementaria. d) Fundamentos y pautas de elaboración. Lo importante, más allá de las formas, es contar con un buen instrumento de recolección de datos, preparando, para ello, cuestionarios adecuados y realizando una eficiente recopilación y análisis de los datos recogidos. A fin de asegurar un buen trabajo, ante todo, es necesario capacitar al personal que lo vaya realizar, ya que, el Balance Social, será el elemento vital para de las cooperativas, al momento de elaborar planes y presupuestos para una mejora futura, al permitirle medir, comparar y observar la evolución de su gestión social. 215


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4.1. Ventajas de realizar la evaluación social en las cooperativas Podemos decir que son muchas las ventajas que trae aparejada la evaluación social en las cooperativas y, seguramente, cuando la confección del Balance Social sea una práctica común en todas estas entidades, la experiencia irá sumando otras. A partir de considerar a la Cooperativa como un sistema de interacciones sociales internas y externas, en la que el objetivo económico debe realizarse en un contexto de desarrollo integral que permita tanto el crecimiento de la organización como del hombre que la conforma , hoy, podemos señalar las siguientes ventajas: 1) Hacia lo interno de la institución le permite: a) Contar con un nuevo elemento de conocimiento de las relaciones con los asociados, funcionarios y empleados. b) Conocer fehacientemente cuáles son las necesidades de sus asociados y terceros usuarios. c) Averiguar las necesidades de los empleados. d) Anticiparse a situaciones de conflictos internos y formación de subgrupos informales generadores de conflictos. e) Ponderar si las acciones realizadas se encuadran dentro de los principios cooperativos. f) Planificar teniendo en cuenta si la acción a realizar se encuadrará en alguno de los principios que la sustentan. g) Atender las demandas concretas de la realidad como también las necesidades manifiestas de la economía interna de la cooperativa. h) Permitir fijar políticas tanto hacia adentro como hacia fuera de la entidad. 2) Hacia fuera de la entidad: a) Presentar a la autoridad de aplicación y a otros organismos oficiales un informe que consolide la identidad cooperativa de la institución. 216


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b) Demostrar a las autoridades fiscales que sus operaciones tienen carácter social y no lucrativo. c) Exponer su preocupación por el entorno humano y ecológico y las acciones realizadas en su favor. d) Exponer ante la comunidad la labor que realizó en su beneficio.

5. Conclusión La demanda de información relacionada con la actividad social de las instituciones, públicas y privadas, requiriendo indicadores relacionados con los recursos naturales, el ecosistema, el desarrollo de la comunidad u otros aspectos sociales, es una tendencia irreversible que se relaciona directamente con el desenvolvimiento creciente de la humanidad. Las cooperativas, a pesar de ser entidades muy particulares, dado el diseño de su organización solidaria y democrática y el hondo sentido humano de su doctrina, no escapan a esta realidad. También necesitan conocer las fortalezas y debilidades de su accionar en materia social, para fijar sus políticas como empresa económico-social y tomar de manera acertada las decisiones que, en definitiva, tendrán, siempre, puesta la mira en satisfacer las necesidades que la vida cotidiana exige y en poner al alcance del hombre los medios que corresponden a su dignidad personal. También, es cierto que, la preocupación por los problemas ambientales y por el desarrollo sustentable con equidad social, que hoy aquejan a todo el mundo, constituye un motor permanente de la doctrina cooperativa, pero, en la práctica, no todas las cooperativas se han hecho eco de esta preocupación por distintas razones.En algunos casos por desconocimiento y, en otros porque han centralizado toda su atención y esfuerzo en los servicios que prestan. Por ello, es fundamental que, estas entidades utilicen la educación, la investigación y la información como herramientas básicas, por medio de las cuales puedan corregir errores o anticiparse a situaciones no deseadas. 217


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Los principios rectores de la vida cooperativa, expresamos más arriba, en este mismo trabajo, son las directrices por medio de las cuales la cooperativa pone en práctica sus valores : ayuda mutua, solidaridad, igualdad, equidad, honestidad y transparencia. Pero para que una cooperativa funcione como tal, es fundamental que, cada asociado los conozca y pueda ejercerlos, participando activamente, en el ejercicio de sus obligaciones y derechos. Y es imprescindible que, la entidad chequee, periódicamente, si se da, o no, su cumplimiento. Las cooperativas de electricidad y otros servicios públicos, como entes prestadores de servicios fundamentales para el progreso y el bienestar de las comunidades, también, demandan hoy un mayor nivel de información en todos los ámbitos y, de manera especial, en el social. Necesita saber cómo escucha, atiende, comprende y satisface las expectativas de los diferentes actores que contribuyen a su desarrollo , para poder contribuir, responsablemente, al avance de las comunidades en la que están insertas. Y, es a partir de esta información más la comunicación y transparencia de sus actos, que deben promover la participación consciente y democrática de sus asociados en el planeamiento y ejecución de proyectos de beneficio comunitario. Para cumplir con estos objetivos tienen, al alcance de las manos, un instrumento de evaluación social que, si bien el cooperativismo argentino fue pionero en el tratamiento del tema, no todas las cooperativas se han decidido a implementar: el Balance Social.

6. Bibliografía - Alianza Cooperativa Internacional: Los principios Cooperativos para el Sglo XXI , Intercoop Editora Cooperativa Ltda., 1996. 218


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- Balbi de Gonzalo, Nidia: El Cooperativismo, una propuesta para la transformación social , Editorial Docencia, Buenos Aires, 1993. - Balestra, René; Carello, Luis A.; Cassagne, Juan C.; Cracogna, Dante; Dromi, José R.; Halperin, David A.; Hutchinson, Tomás: Cooperativas de Servicios Públicos ; Intercoop Editora Ltda..; 1987. - Carello, Luis A.: Cooperativismo y economía Social ; Intercop Editora Cooperativa Ltda.; 1986-

- Costa, Ricardo; Blanco, Agustín; Branda, Luis; Carola, Néstor; Saenz, Ricardo: Eficacia-eficiencia en empresas cooperativas ; Ediciones Intercoop Argentina, 1984.

- Cracogna, Dante: Manual de Legislación Cooperativa ; Intercoop Editora Buenos Aires; 1998.

- Fernández Lorenzo, Liliana; Geba, Norma; Montes, Verónica y Schaposnik, Rosa: Balance Social Cooperativo Integral , trabajo de investigación realizado por la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de La Plata. - González García, Ignacio; López Mato, Liliana; Peña, Taira; Preziosa, María M.; Ripoll, Sergio y Sylvester, Roberto: El Balance Social, un enfoque integral , documento realizado por el equipo Empresa y Sociedad de IDEA (Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina)., 2001.

- Ocampo, Leonor: Función y rol social de las Cooperativas , Ediciones Lazos Cooperativos; 2005. - Revista Prensa Cooperativa : Edición digital del 19 de julio de 2007.

- Tau, Carlos A. y Torras, Elsa S.: Ponencia Área Temática A 5 , del Congreso legislativo de Instituciones con fines sociales, Municipalidad de La Plata.

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Sobre los Autores Estela Mabel Acosta Prof. de Economía y Técnica Superior en Cooperativas y Mutuales. Actualmente: gerente en la Cooperativa de Obras Y Serv. Púb. de Tres Lomas Ltda. (en la cual trabaja desde hace 30 años.); docente de Economía en el Instituto Mariano Moreno de Tres Lomas; Concejal y, poeta fundadora del círculo de escritores de Tres Lomas. Felipe Rodolfo Arella Magíster en Educación Social y Animación Sociocultural y Licenciado en Cooperativismo y Mutualismo. Actualmente: investigador de la Universidad de Belgrano; secretario y director de estudios del Colegio de Graduados en Cooperativismo y Mutualismo; docente; periodista y, ensayista de temas históricos y sociales. Sandra Carina Cantelli Contadora Pública; Licenciada en Administración y Especialista en Gestión de Organizaciones Sin Fines de Lucro. Actualmente: docente de la Universidad Nacional de Villa María en las asignaturas Organizaciones de la Economía Social y Contabilidad y Administración Pública ; autora del balance social (ex miembro del consejo de administración) de la Cooperativa de Energía Eléctrica, O. S. P. de las Varillas Ltda. Hugo Horacio Iacovino Posgraduado en Economía Social y Entidades sin fines de lucro; Licenciado en Cooperativismo y Mutualismo. Actualmente: docente universitario; participante de los Encuentros de Investigadores Latinoamericanos que realiza la Alianza Cooperativa Internacional; miembro del Colegio de Graduados en Cooperativismo y Mutualismo y de la Editorial Derecho Cooperativo y Mutual. 221


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Eduardo Orosman Cúparo Psicólogo social; Ex becario de la Organización Internacional del Trabajo, Ministerio de Asuntos Exteriores. Actualmente: docente en Instituto Superior de Economía Social (Batán MDPTA); en la Carrera Tecnicatura superior en administración de Pymes; en programa INAES-Municipio Pdo. Gral. Pueyrredón (Mar del Plata); en seminarios y cursos para Cooperativas y Mutuales C. G. C. y M. y, CLYFEMA Cooperativa de Electricidad de Mar de Ajó Ltda. Alicia Susana Rovella Doctora en Sociología; Especialización en Psicología Social y Organizacional; Socióloga. Actualmente: docente en las carreras de Ciencias Políticas, Relaciones Internacionales y Ciencias de la Salud e investigadora del Área de Estudios Cooperativos y Mutuales de la Universidad de Belgrano; directora de Investigación y Docencia del Instituto del Pensamiento Social del C. G. C. y M. Emilio Soto Licenciado en Ciencias de la Información. Actualmente: a cargo del Área de Comunicaciones e integrante del Equipo de RSE y Balance Social en la Cooperativa Eléctrica de Concordia Ltda.; docente Universidad Católica de Santa Fe; organizador y director de la Tecnicatura en Comunicación Social del INSPC y, asesor en diversas instituciones en temas de comunicación y gestión. Fabián Tisocco Licenciado en Ciencias de la Administración y Especialista en Gestión de Pequeñas y Medianas Empresas. Actualmente: Coordinador del Área Servicios de Salud e Integrante del Equipo de RSE y Balance Social en la Cooperativa Eléctrica de Concordia Ltda.; consultor independiente; docente e investigador en la Universidad Nacional de Entre Ríos; miembro fundador del Comité Académico especializado en economía social del Grupo Montevideo. 222





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