«Yo les pediría un pequeño favor a los jóvenes de edad y de espíritu que van a toparse con estas sugerencias . Y es que no vayan de prisa ni a saltos. Las citas bíblicas, núcleo del libro, hay que estrujarlas y exprimirlas como un limón hasta sacar todo el jugo que llevan dentro. Y eso, minuto a minuto, poco a poco. Les pediría eso. Pero también les deseo un feliz viaje por su juventud y que vivan con inmensa alegría el mayor de los riesgos, el riesgo de ser cristiano. Así que... motores en marcha y en picado hacia arriba . A ver quién alcanza la techumbre más alta».