HISTORIA --SAGRADA Del Antiguo y Nuevo Testamento
Texto para las clases de religiรณn
2a. Ediciรณn_
EDICIONES PAULINAS
PRESENTACION
Con aorobacion Eclesiástica
ISBN 958 - 607 - 012 - 3
Edicoes Paulinas, Sao Paulo, 1980 1985, EDICIONES PAULINAS Calle 170 No. 23-31. Bogotá (Colombia) ©
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Con gran satisfacción presentamos al público esta nueva edición de la "Historia Sagrada" que acoge1as sugerencias de nuestros atentos lectores. . ' Tenemos la sensaclón que el tiempo. a medida que se acerca a 1luestro hoy. pasa más <rápidamente; Hace dos millones de año-sapareció la vtda humana sobre la tierra; hace treinta mil años el hombre inició la agricultura; seis mil años hace aparecieron las primeras culturas superiores y la primera civilización industrial es de apenas hace trescientos años. En un mundo como el nuestro caracterizado por una continuada crisis de valores y de pensaJ!liento. en queelhombre no alcanza a programar sus proyectos. porque se encuentra en una situación de novedad absoluta. porque vive experimentando una sensación de impotencia ante esas crisis suscitadas por el desarrollo de la técnica. sólo la fuerza de la Palabra Divina. puede iluminarlo y dirigir sus derroteros. Todos sabemos que esa Palabra de Dios ha sido y seguirá siendo fuente de luz para la humanidad; han pasado milenios y su fuerza sigue tan vigente como nunca. En l11edio de tantas palabras que se esfuman, el creyente encuentra en la Sagrada Escritura una Palabrafirme. inmutable. dinámica. salvadora. que es un mensaje de verdad, de amor divino, con valor de eternidad.
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INTRODUCCION
Dios es uno en tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Dios es perfectísimo: nunca podremos comprender sus bellezas y' su bondad. El es eterno: no tuvo principio ni tendrá fin; es inmenso y está presente en todas partes; es infinitamente sabio y conoce todo, hasta los pensamientos más íntimos y los afectos más secretos def corazón; es' omnipotente y puede' hacer todo lo que quiere, menos el mal; es 'la bondad infinita y siempre hace el bien. Dios era feliz (en sí mismo y no necesitaba de nadie; pero, como es infinitamente bueno" quiso manifestar su bondad. En el cielo creó a los ángeles yles/participó su bondad; creó el mundo entero y en él dejó las huellas de . su belleza y de su bondad. Después creó al hombre' para· que gozara de. los bienes que había creado. Pero no es todo. Como Dios es infinitamente bueno, creó al hombre felíz y lo colocp en un jardín de delicias; lo creó inmortal, ,destinándolo a la gloria del paraíso. Pero el demonio, ,malo y -envidioso, arruinó. la obra que Dios había hecho perfecta. Adán,. tentado por el demonio, cayó y. con el pecado, trajo para el mundo las' miserias de la vida, la muerte y el cierre de las puertas del paraíso. Dios hubiera podido abandonar' al hombre desobediente. Pero; movido por su infinita bondad, permitió. que su Hijo viniera a la tierra a reparar- el mal causado .por el pecado de Adán. Por eso el Hijo. de' Dios vino a nosot~os, se hizó hombre, permaneciendo Dios como antes; ¡
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la. EPOCA DESDE,LA CREACION DEL MUNDO HASTA ABRA:HAN
'1. CREACIDN DEL MUNDO .
Dios creó el mundo. y en el dejó las huellas de su belleza y bondad.
33 años en la humildad, en la. pobreza, en el trabajo y, finalmente, murió crucificado para librarnos del infierno y reabrirnos 'las puertas del paraíso.' Enseñó su doctrina, que se encuentra en los Santos Evangelios; para darnos su gracia instituyó los sacramentos, y fundó la Iglesia para que todos los hombres pudieran encontrar en ella los medios seguros para alcanzar la vida eterna. Esta es la obra magnífica de Dios Creador, Redentor y S-antificador. La narración de esta obra grandiosa de Dios está escrita en el más sánto de los libros: la "Sagrada Biblia". En esta Historia Sagrada del Antiguo y Nuevo Testamento ~e encuentra' la Biblia en resumen. VIVlO
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'Solamente Dios ha existido siempre.- Todas .las cosas Gn. 1-2, que vemos y las que no vemos fueron creadas por Dios, ' 4a; 2, . 4b~5 es decir, las creó de la nada. La Sagrada Escritura, que fue escrita bajo lá inspiración del Espíritu Santo y que tiene por autor al mismo Dios, nos enseña que el mundo fue creado en seis períodos de tiempo~ llamadosdías, según el 'orden siguiente: Al principio Dios creó el cielo yla tierra; la tierra se encontraba en completa oscuridad. Dios dijo: Hagase la luz. Y apareció la luz., Esto sucedió el primer día. ' En 'el segundo período, o día, Dios ordenó que hubiera el firmamento, y he aquí que apareció el cielo con su hermoso manto azul. Las aguas cubrían toda la tierra. Entonces Dios, el tercer día, quiso que las aguas se reunier~n en un solo lugar, y que la tierra produjera hierbas y plantas frutales. Las aguas se separaron de la tierra y formaron los mares\, los ríos y las fuentes. En la tierra nacieron hierbas, flores y árboles frutales de toda clase. Todavía no había días y noches como ahora. Dios dijo: Hágase el sol para dividir los días, y la luna para ilumillar las noches. Por orden de Dios el cielo resplandeció con la luz. del sol, de la runa y de las estrellas. Eso fue lo que Dios hizo el' día cuarto. . En las aguas todavíaho había peces,ni en el aire volaban pájaros. Entonces Dios, en el día quinto, creó los 9
2. CREACIONI DE LOS ANGELES
En la tierra nacieron hierbas, árboles y flores de toda clase:
peces para que vivieran en las aguas~ y pájaros de 'toda clase para que volaran en ,el aire. \ En la tierra no había- animales. En el sexto día Dios creó los ánimales domésticos, los reptiles y las fieras. Después que hizo tod~s estas cosas, bellas y buenas, Dios creó al hombre para que las dominara y se sirviera' de ellas como rey absoluto de toda la tierra.
Mira, niño, ¡cómo nos qui,ere Dios! Preparó todo esto para el hombre. -También para ti. Y tú, ¿cómo le vas a demostrar tu gratitud? Amalo mucho; ámalo de tf?do corazón; ámalo sobre todas las cosas. 10
Antes de crear al hombre sobre la tierra, Dios creó, Is, 14, 12; en el cielo, un número grandísimo de ángeles. Eran espí- Ap12,7 ritus puros, sumamente -bellos, sabios y, -sobre -todo, no~ bIes, porque Dios les había dado la gracia santificante;- eran las criaturas más cercanas a Dios. Pero no estaban en el verdadero paraíso desde el principio; antes de admitirlos en -él -Dios los sometió a una prueba de fidelidad. Todos tenían que ser muy agradecidos a Dios por los beneficios recibidos: pero, uno de ellos, Lucifer, viéndose tan hermoso y sabio, se dejó _dominar de la soberbia y p~nsó: yo no obedeceré: subiré a los cielos y seré igual al Altísimo. - Desgraciadamente, otros ángeles siguieron -a Lucifer y cometieron el mism,o pecado de orgullo. El arcángel San ,Miguel,cón la mayoría de los ángeles, permaneció fiel al' Seriar, diciendo: ¿Quién cómo Dios? Los ángeles buenos fueron premiados con el páraíso; Lucifer y sus compañeros rebeldes, de bellísimos ángeles que eran, quedaron transformados en horribles demonios y fueron a parar al infierno.
Mira, hijo, mío, .icuánto mal puede causar un solo pecado ,mortal, aun cometido solamente con el pensamiento! -¡Huye; pues, huye del pecado! Evita también los malos pensamientos y conserva tu alma siempre pura.
3.
CREACION DEL HOMBRE
Cuando Dios creó todas las cosas, dijo: Hagámos al hombre a nuestra imagen y semejanza. -Tomó un poco de barro e hizo una hermosa estatua. Pero era algo muerto, sin vida: tenía ojos pero no veía; oídos pero no oía; boca pero no hablaba; manos y pies pero no caminaba. Entonces el Señor sopló el: espíritu de vida en el rostro d~ esa 11
Gn,l, 26-27; 2,7-23
ble y la que hay que tratar con más cuidado. El alma es la imagen de Dios. En efecto, Dios es espíritu purísimo; el alma también es espíritu. Dios es inmortal; el alma jamás morirá. Dios es infinitamente sabio, conoce y sabe todo; también' el alma es inteligente, conoce y sabe muchas cosas. Dios, con su libre voluntad, creó ,el mundo, y lo conserva continuamente; el alma, 'con su voluntad, ' mueve las facúltades para obrar. Pero el alma se' asemeja particularinentea Dios cuando está en estado de gracia, es decir; cuando no está en pecado mortal. La gracia es un don muy grande. Es como un rayo de santidad y de belleZa divinas, que' penetra en el alma y la santifica y embellece con la niisma santidady'belleza de Dios, ,de la misma manera como tin~rayo de luz hace resplandecer un espejo a la luz del sol; pero la luz no es del espejo sino del sol. Cuando Dios creó a nuestros padres,Adáh y' Eva, ·les dio la gracia divina. Entonces, ellos no tenían pecadO' en el alma, y no estaban dominados' por las malas inclina,;, ciones; eran santos, semejantes a Dios, Dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, y semejanza.
estatua, es decir, creó el alma y la introdujo en ella la cual se convirtió en un hombre vivo. Es e'l primer hombre, a quien Dios le puso el nombre, de Adán, que significa: "hecho de la tierra". El Señor no quiso que viviera solo; decidió darle una compañera para que lo ayudara, que fuera semejante a él, y entonces le mandó a Adán un profundo sueño y, mientras él dormía, le sacó una costilla, y con ella hizo a la mujer. Adán le dio a la mujer el nombre de Eva que ' quiere decir "madre de todos los, hombres".
* ** El hombre fue creado a ima,gen y semejanza de Dios, no en el cuerpo sino en él alma, que es la parte más, no12
También nosotros fuimos creados a imagen de Dios y recibimos lá gracia en 'el Bautismo. Piensa en esto, querido niño o niña~ Tú eres muy bello, si conservas esta gracia. Y eres muy noble. ¡Tú eres un, retrato vivo ,de Dios! 4. EL PECADO DE ADAN El Señor, después de haber creado a nuestros padres Gn.3, santos e inocentes, los dotó también cOn donesextraordina..; 1-24 rios. Eran muy sabios, no estaban sometidos a los sufrimien... tos, ni a los dolores, ni a la muerte. Dios los había colocado en un jardín bellísimo, llamado "paraíso terre~al", en donde' .crecían árboles frutales de toda clase, que daban los frutos, más deliciosos' y sabrosos. Adán y Eva podían comer de lo . que quisieran: eran verdaderamente fdices. Pero en el centro 13
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\. del paraíso terrenal había un árboll1amado "árbol de la ciencia del bien y del mal", cuyos frutos tenían un aspecto magnífico; . Para probar la obediencia de Adán, DioS' le dijo: Come de los frutos de todos lo~ árboles, pero no toques los del árbol de la ciencia. del, bien y del mal: si comes alguno de el1os,morirás. El demonio, que envidiaba la felicidad del hombre, tomó la forma de serpiente y tentó a. Eva,diciendo: ¿Por qué Di9S les prohibió comer los frutos, de todos los árboles? Eva le contestó: ¡No! Nosotros comemos los frutos de todos los árboles, menos'los frutos del árbol que está en el centro del paraíso'. El Señor nos ordenó que nb los comiéra-, mas, ni ,los tocáramos, bajo pena de muerte. Y el diablo:iOh, no! ¡No morirán! Al contrario, si íos comen, se vuelven semejantes a Dios,conocerán el bien yel mal. Eva miró esos frutos, lbs encontró tan hermosos, creyó al demonio, agarró uno, comió y le llevó a Adán para que comiera también. Así Adán y Eva desobedecieron a Dios y pecaron. Tan pronto acabaron de ~ometer el' pecado, se dieron cuenta del mal que habían hecho y del bien que, habían perdido; se dieron cuerttaque ya no eranios_hijos queri'dos de Dios, sintieron miedo, y, avergonzados, seescondieron entre los· árboles. 'Dios llamó a Adán y le preguntó: ¿Por qué desobedtjciste mi orden? Adán, en vez de pedir perdón, acusó a Eva; Eva, a su vez, le echó la culpa, ala serpiente. Dios maldijo a la serpiente y castigó a Adán y a Eva; los sacó del paraíso terrenal, los som~tió, junto' con toda su descendencia, al trabajo, al sufrimiento y a la muerte. Pero esto no. fue lo peor. -Lo peor fue la pérdida de la gracia de Dios para ellos y para todos los hombres. NadÍe podría salvarse. Pero Dios, siempre bueno y misericordioso, prome~ió enviar al mundo a supropio hijo, el Mesías, quien v~ndría a reparar ese gran daQo que se les había causado a las almas, es decir, a restituir a los hombres la gracia_ de Dios y el derecho de entrar al paraíso. ' 14
,Los sacrificios de Abel eran agradables a los ojos de Dios, porque él era bueno.
Recuerda siempre, niño, que el pecado es la peor de las desgracias en las que pueda' caer el alma; desgracia que atrae los castigos de Dios, aun- en esta vida. el que ama, el pecado, se odia a sí inismo. 5. CAIN y' ABEL
Los primeros hijos de Adán y Eva fueron Caín y Abel. Caín era agricultor y Abel pastor. Ambos le ofrecían a Dios sacrificios para· agradecerle los beneficios recibidos y para pedirle nuevos favores, pues rec.onocían en él al Señor de todo y de todos. 'Abel inmolaba y quemaba en honor del Señor los animales más bellos de su re15
Gn. 4, .1-15
Nunca debemos tener envidia a quien sea mejor que nosotros, ,sino imitarlo; el envidioso es como el diablo que, por. envidia, introdujo la muerte en el mundo. 6.·NOE Dios les dio. a Adán y a Eva, afligidos por la muerte Gn. 5, de Abel, otro hijo que se llamó Set, y,después de él, 28-32 ·otros hijos e, hijas. Set también tuvo muchos descendientes, lo mismo que Caín. Los hombres de entonces vivían' mucho tiempo, hasta centenares de años. Los hijos de Set eran buenos; los de' Caín eran malos. Con el correr del tiempo los buenos se fueron. mezClando con los 'malos y se confundieron con ellos;, los buenos se volvieron tam- . bién malos y,la tierra se llenó de. maldad. Dios, disgusta~ do por tanta' ingratitud, resolvió exterminar a todos los hombres y también a los animales. Solamente preservó una familia, la de Noé, que se había conservado buena y fiel entre tantos hombres malos. ,Ca[n se lanzó con/ra Abel. y lo mató.
baño; Caín le ofrecía los frutos de la tierra. Caín era malo, y sus sacrificios no le agradaban al Señor, mientras que los· de Abel eran bien aceptados, porque él era bue,.. no. Entonces Caín comenzó a ver a su hermano con malos ojos, y su envidia creció tanto que se dejó. llevar por el propósito criminal de matarlo. Un día convidó al hermano a pasear por los campos y, de repente, se lanzó . contra él y lo mató. Pero la voz del Señor se hizo sentir inmediatamente en la concienCia de Caín, reprochándole el ignominioso crimen cometido. El desgraciado, en vez de arrepentirse y pedir perdón, dijo: ¡Mi pecado es muy grande para que Dios me perdone! Por eso, desesperado, se marchó errante sobre la tierra por toda su vida. 16
El que anda cón los malos, también se vuelve malo; ¡huye, querido mío, de los malos compañeros! La perversidad de ellos, terminará arruinándqte también a ti. 7. EL DILUVIO Le dijo Dios a Noé: La tierra está llena de iniquidades; voy a destruir a todos los hombres. Haz una grande arca conpequeñós cuartos en donde alojarás una pareja de cada especie deanirnales; .almacenarás alimento para todos y luego entrarás con toda tu familia. Noé obedeció: construyó el atca, reunió provisiones, embarcó los animáles, y luego entró también él con toda su familia: la mujer, los tres hijos, Sem, Cam y lafet, con sus respectivas esposas. Dios cerró el arca y comenzó a caéruna lluvia 2. Historia Sagrada
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Gn. (j. 13-17; 8,14
Cayó una' lluvia que duró cuqrenta días y cuarenta noches.
tOrrencial que duró cuarenta días y cuarenta noches~ los ríos se desbordaron, los mares crecieron e inundaron la tierra. El agua subió hasta cubrIr las colinas y las cimas de las montañas, 'y así murieron ahogados todos los hombres y los animales. Peioel arca navegaba so?relas aguas y, a medida que iban aumentando,. el arc~ Iba subiendo más y más. cuando terminó la llUVIa y bajaron las aguas, el arca se posó en la cima de ,una :nontaña. Para saber' si la. tierra estaba seca y se podIa bajar de la barca, Noé soltó un cuervo que no regresó más~ después soltó 'una paloma que, como no encontró en donde parar, regresó al arca. Esperó siete días más y volvió a soltar la 18
Noé ofreció a Dios un sacrificio en acción de gracias.
paloma. Esta vez volvió trayendo en el pico un ramo de olivo, señal de que las aguas habían descendido y de que la tierra se estaba secando. Noé esperó otros siete días y luego salió del arca, hizo un. altar y le ofreció a Dios un sílcrificio de- agradecimiento. Dios bendijo a Noé Y a sus descendientes. -
Uno de los principales deberes del hombre para con Dios es el del agradecimiento'por los favores que él le hace; eso es lo que hacemos cuando rezamos... También tú, pequeño niño o niña, debes rezar con devoci6n las oraciones de la mañana' y de' la noche. 19
8. LA TORRE DE BABEL Gn.II,
l-g
Con la bendición que Dios le dio a Noé y a sus hijos, en poco tiempo la tierra se volvió a poblar. El número de los hombres aumentó tanto que, al no poder vivir juntos, pensaron en separarse. Pero dijeron: antes de separarnos, construyamos una _ciudad con una torr,e tan alta que -llegue al cielo _para 'lúe nuestro nombre quede en la historia. _ Pusieron manos a la obra; pero, cuando esos hombres orgullosos, se vanagloriaban porque la torre subía más y más, Dios los humilló. En ese tiempo todos los hombres hablaban un mismo' idioma: pero un día no se entendieron los unos con los otros: Dios había confundido sus lenguas. Como no se entendíeron más, tuvieron que abandonar el trabajo, dejar la torre -incompleta y, por grupos, según el idioma que hablaban, se extendieron por la tierra.
No seás soberbio, jovencito; la soberbia transformó los ángeles en demonios, r:xpulsó a nuestros padres del paraíso, confundió las lenguas de los hombres. La soberbia es la madre de todos los males.
2a. EPOCA DESDE ABRAHAN HASTA MüISES (más o menos desde el año 2.000 hasta el 1.500 a. C.) _9. LOS PATRIARCAS GIl. 12, 1-5
ABRAHAN
Con el correr de los años, -los hombres esparcidos por la tierra se olvidaron del verdadero Dios y adoraron- a las criaturas. Para preservar la verdadera religión, Dios esco20
y por grupos, según los idiomas que hablaban, se dispersaron por toda la tierra.
gió unos hombres que se. conocen con el nombre _de patriarcas. Los hombres de ese tiempo vivían mucho -más que los de ahora. _El padre veía crecer no solamente a sus hijos, sino también a los nietos y biznietos; ~nseñabaa su numerosa familia a conocer, a adorar y a servir al verdadero Dios, y, narrando las promesas que había hecho el mismo Dios, conservaba viva la_ fe en el futuro Salvador. Entre los patriarcas se conserva especialmente el nombre de Abrahán, hombre de mucha virtud y de mucha fe. Dios le ordenó que abandonara su tierra natal y se fuera al país de Canaán, prometiéndole dársela algún día a sus descendientes. También le prometió que sería el padre de
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un pueblo numeroso, diciéndole: Trata de contar las estrellas del cielo: así de numerosos s~rán tus hijos. Le prometió también darle un hijo, por medio del' cual serían bendecidas todas las generaciones. Abrahán' creyó y obedeció. Dios se demoró en dar~e el hijo que sería el padre de un pueblo grande, y cuando se lo dio y el hijo había llegado a cierta edad, le ordenó que se 10 sacrificase. A pesar de todo, Abraháp. no dudó de las promesas de Dios. - Isaac ei'a el hijo prometido. De su descendencia salió el pueblo hebreo, del cual nació el Salvador que trajo al ' mundo ,entero los frutos de 'la Redención y los beneficios ' de la ,verdadera religión. Dios nos habla también a nosotros y nos da, órdenes por medio de la Iglesia. Cree, obedece y' tendrás la vida eterna; con la fe veneramos a Dios.
10. ABRAHAN Y LOT (;n. 13,
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, Por orden de Dios, Abrahán dejó su patria y llevó" consigo a su sobrino Lot. Ambos aumentaron' sus bienes y tenían muchos' rebaños y siervos en gran cantidad; pero la convivencia se hizo dificil día por día, pu~por razones de pastoreo se peleaban los pastores de Abrahán con los de Lot. A Ábrahán no le gustaban las peleas, y entonces llamó a 'su sobrino Lot y le dijo: No es bueno que por tan poca cosa deje de haber paz entre tú y yo~ entre tus pastores y los míos. Mira todas estas tierras; escoge las que más te gustan y separémonos. Si· escoges a la derecha, yo ir~ por la izquierda; si prefieres .las 'de la iz,quierda, yo iré por la derecha.. Lot vio las tierras bañadas por el río Jbrdán, hermosas y fértiles, las escogió y se fue a vivir a Sodoma. Así se separaron en paz el uno del otro. 22
La' mujer de Lot, ,por' curiosa, , quedó convertida en estatua de sal.
Lo mismo que Abrahán, querido riiño o niña, también tú trata de ,vivir en paz con todos, y, en vez de pelear, prefiere ceder. 'Dios ama mucho la paz. '
- 11. DESTRUCCION DE SODOMA Los habitantes de Sodoma y de otras cuatro ciudades' vecinas, por la abundancia de los bienes y por el ocio, cayeron en el vicio de la impureza. Dios, que detesta este -viCio más que cualquier otro, resolvió castigarlos. Solamente -la familia de Lot no se dejó contaminar por ese horrible pecado, y por eso D,ios la salvó. Dos ángeles se 23
(ln. 19, ' 1-29
ap'arecieron a Lot y lo. obligaron a salir de la ciudad y, mIentras se retiraban, le iban diciendo: ¡Apúrense, no mi.;. ren hacia atrás, no se' detengan, sálvense, sálvense! Tan pronto la familia de Lot estuvo a salvo, Dios envió sobre la ciudad pecadora una lluvia de fuego y de azufre que la destruyó, quemó a los habitantes y devastó los campos. La mujer de Lot, curiosa, volvió a mirar pa-' . ra ver la ciudad en llamas y, en castigo por la desobe- . diencia a las palabras deL ángel, quedó convertida en una estatua de sal. Desde ese día en adelante ese fértil valle quedó convertido en un árido desierto; allí se formó un gran lago, llamado "Mar Muerto"; el aire es malsano, y las montañas que lo rodean son peladas y estériles.
¡Fíjate cómo Dios castiga, aun en esta vida, el pecado impuro! Tenle. miedo, hijo mío, y evita las malas, compañías. 12. SACRIFICIO DE ISAAC Gn.22, 1-19
Isaac, el hijo en el cual deberían ser bendecidos todos los hombres, crecía dócil y su anciano' padre lo quería muchísimo. Un día, para probar la fe y la obediencia de Abrahán, Dios lo llamó y le dijo: Abrahán, toma a Isaac, tu hijo amado, y ofrécemelo en sacrificio en el monte que te señalaré. Es imposible expresar el dolor de Abrahán al recibir la dolorosa orden. ¡Pobre padre, tiene que matar con sus propias manosal'hijoa quien amaba más que a sí mismo! Pero obedeció: preparó la leña, el puñal, el fuego y todo lo necesario para el sacrificio, cargó todo sobre un' asno y, junto con dos siervos, salió con Isaac. Después de tres días de camino, Dios'le señáló el monte en donde tenía que sacrificar al hijo. Abrahán les dijo, a los siervos: Esperen aquí; mi hijo y yo vamos hasta la cima y, cuando hayamos ofrecido el sacrificio, volveremos:
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y'
Tomó el puñal levantó el brazo para inmolarlo.
espérennos aquí. Tomó el puñal, el fuego y cargó la leña s?bre los hombros de Isaac. Por el camino Isaac pregimto ,al padr~: Pad;e .mío, tenemos la lepa yel fuego, pero ¿donde esta la vlctIma? Abrahán no' se atrevió a contestarle qU~él era la victima, y le respondió: Hijo mío, Dios proveera. " Cuando llegaron a la cima del monte, Abrahán construyó alt.~r de piedras y puso encima la ,leña. Luego am~rro al hIJO ~ lo puso sobre lapila deleña, agarró el punal y levanto el brazo para inmolarlo. Entonces he aquí q~e el ángel del Señor lo detuvo gritando: ¡Abrahán, A?rahan! No ,le hagas ningún mal. Ahora sé que temes a DIOS y que serías capaz de sacrificar a tu propio hijo 'con
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tal de obedecerle. Abrahán' se volvió y vio un carnero enredada en un zarzal, y .entonces lo ofreció en cambio de su hijo. ' . Isaac, que carga la leña para ser inmolado, es figura de Jesucristo que' cargó con su cruz hacia el calvario y murió sobre ella para redimirnos.
Admira la firme esperanza de Abrahán: él espera convertirse en el padre de un ,gran pueblo, aun cuando Dios le ordena sacrificar su único hijo, Isaac. Aprende a hacer algún sacrificio para cumplir 'los mandamientos de Dios, confiando siempre en su ayuda.
13. ISAAC . Gil. 21-28
Abrahán énvejeció y, antes de morir, quiso darle al hijo una ¡esposa buena y digna de él. Como los habitantes del país en donde vivían eran adoradores de falsos. dioses, envió a Eliécer,. su· siervo fiel y prudente, a la tierra de sus padres, en ·donde.se adoraba al Dios verdadero, para que le puscara una' mujer que se casara' con su hijo. Eliécer salió con otros siervos, con camellos y muchos presentes para. llevar con honra a la esposa que Dios había destinado al joven patriarca..El buen siervo le pidió a Dios que lo guiara y le hiciera encontrar una óptima esposa. Cerca de la ciudad de Najor, Eliécer encontró tina joven bellísima y muy buena que regresaba del pozo. Le pidió agua para beber y la muchacha lo atendió inmediatamente y también dio de beber a lospamellos. Eliécer .le preguntó quién era ella, y'la joven ·le contestó que se llamaba Rebeca, hija de un pariente de Abrahán.Ante esta 'revelación, el sierv,o levantó los ojos y las manos al cielo y le dio graCias.. a Dios por haberle hecho. encontrar lo que. buscaba. Entró en la casa de Rebeca y dijo que era sier~o de Abrahán, y que había' sido' enviado a buscar
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, Eliécer le pidió agua pa!a beber, y la joven se la dio inmediatamente.
una esposa buena y virtuosa para su hijo, y pidió la mano de Rebeca para Isaac. El padre, la familia: y también Rebeca aceptaron la petición. Obienidoe.l consentimien-' to, El~écer distribuyó los presentes a la esposa y a todos los fainiliares y al día: siguiente regresó con Rebeca y se . la . llevó a Isaac quien la tomó por esposa. Dios cumplió en Isaac la promesa que le había hecho a Abrahán.Multiplicaré, le había. dicho,_ tu descendencia y de ella nacerá el Salvador, porque tu padre, Abrahán, . obedeció .mis palab!as y observó mis mandamientos. 27
Queridos niños, sean ustedes también buenos y virtuosos, y Dios los bendecirá. El Señor mira benévolo y compasivo a quienes le temen y confian en él. 14. JACOB Gn.25, 19-34; . 27, 1-40
. Rebeca tuvo dos hijos gemelos. Esaú y Jacob. Esaú fue un valiente cazador y ·era el hijo predilecto del padre. Jacob fue pastor y era el preferido de la madre. Esaú nadó primero y por eso tenía el derecho de la primogenitura que, a más de una bendición especial y otros privile~ gios, le confería la grande honra de esperar al anhelado Mesías de entre sus descendientes. Pero Esaú le vendió a su hermano el derecho de esa bendición. Undía regresó de cacería muy cansado y entró en casa donde estabaJacob preparando para sí un guiso d~ lentejas. Esaú, que tenía mucha hambre, le pidió esa comida. Y Jacob le contestó: Sí, puedo dártela, pero con la condición de que me vendas los derechós de la primogenitura. Esaú en ese momento no pensaba sino en el hambre que 10 atormen"" taba y no te interesaban los derechos de ser primogénito. Entonces se los cedió bajo juramento. El padre Isaac envejeció y, antes de morir,quiso bendecir a los hijos. Dios dispuso que la bendición de primogenitura cayera sobre Jacob. Esaú se arrepintió y lloró, pero .ya era demasiado tarae.
Tú, querido niño, no jur:es sin necesidad: Dios lo prohibe.
15. VISION DE JACOB Gn.28, 10-19
Esau.', al' verse .pr,ivado de lbs derechos de primog.enitura, se llenó de ira contra, Jacob. La madre temió que Esaú llegara a matar al hermano, y por eso aconsejó a
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Dios dispuso que la bendición de la primogenitura. cayera sobre Jacob,
Jacob que huyera muy lejos, que se fuera para la casa del tío Labán, hasta que ~e calmara la ira, de Esaú. Jacob se marchó llevando consigo la bendición del anciano padre. Una tarde, agotado por el viaje, recostó' la cabeza sobre una piedra y,se durmió. Durante el sueño tuvo una vi, sión. Vio una escalera alta, muy alta, que desde la tierra llegaba hasta el cielo, y los ángeles subían y bajaban por ella. En lo alto de la escalera estaba el Señor que le dijo: Yo soy el Señor, Dios de Abrahán y de Isaac. Te daré a ti y a tus descendientes la tierra en' donde estás; tus descendientes serán numerosos como el'polvo de la tierra y ,se extenderán por el mundo y, en ti y en tu descendencia, 29
de su hermano, le salió al encuentro e hizo 'las paces con ~,
'
No hay que molestar a nadie; si por caso uno ha ofendi- , do a alguien, hay que pedirle inmediatamente perdón y vivir en paz con él. Si alguien nos ofende" debemos siempre perdonarlo.
16. JOSE VENDIDO POR SUS HERMANOS
Durante el sueño, Jacob tuvo una visión.
serán bendecidos todos los pueblos de la' tierra: Con estas palabras Dios confirmó a Jacob' que el Mesías sería uno de sus descendientes, que la Igles~a se difundiría en toda la tierra y que sería grandísimo el número de los 'que abrazarían y profesarían l~ religión fundada por -el' futuro Mesías. Cuando Jacob se despertó a 1amañana siguiente, le agradeció al Señor y, en señal de- gratitud, levantó enforma de monumento la piedra en donde había recostado la cabeza y derramó aceite sobre ,ella. Dios, que mira con amor los cQrazones agradecidos, bendijo a Jacob. Le dio por esposa a la hija de su tío, le dio doce hijos y muchísimas riquezas, y, después de veinte años, le ordenó que regresara a ia casa paterna: Cuando Esaú supo el regreso 30
José, uno de los doce hijos 'de Jacob, merece especial mención. Era el mejor y el preferido de su! padre. Dios le envió sueños misteriosos y él~ con toda sencillez, los narraba a sus hermanos. Soñé, les dijo, que estaba en un campo recogiendo trigo; mi gayilla se levantaba y estaba derecha, y las de ustedes. se inclinaban' ante la mía. Vi también en sueños que el s'ol, la hma y once estrellas' se inclinaban hacia' mí. . El amor especial que le tenía el padre y la narraciÓn de los sueños llenaron de' envidia a los hermanos y llegaron hasta odiarlo. Un día Jacob llamó a José y le dijo: Ve de mi parte a donde tus hennanos que están pastoreando lejos de casa, y tráeme noticia de ellos y de los rebaños. José obedeció y salió inmediatamente. Tan pronto los hermanos lo vieron de lejos, dijeron: He ahí que yiene el soñador, ¡matémaslo!. Pero Rubén, que era el hermano mayor, les dijo: No lo matemos, pues es nuestro hermano; es mejor que lo , dejemos morir en ese pozO vacío. Pero lo que' él quería era después sacarlo, a escondidas de sus hermanos, y mandarlo nuevamente a casa.' Cuando José llegó, los hermanos se lanzaron sobre él y lo echaron en el' pozo, sin dejarse conmover por sus gritos y sus lágrimas. Rubén se alejó un poco, y en esos momentos pasaron por allí algunos mercaderes que iban
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Gn.17, 3-36
17. JOSE ENCARCELADO
Echaron a José en un pozo y después lo vendieron.
para Egipto. Judá, al verlos, dijo: En vez de dejar morir a nuestro hermano en el pozo, ¿no es mejor venderlo a esos mercaderes? Los hermanos aprobaron, contentos, la propuesta. Sacaron a José del pozo. y lo vendieron por veinte monedas de plata. José les pidió que se compadecieran, lloró, les imploró a sus hermanos para que lo dejaran regresara casa, pero ellos, duros de corazón, no se dejaron conmover. Los mércaderes montaron a .José sobre un camello y se lo llevaran para Egipto.
El odio enceguece el corazón; quien odia. a su pr;6jimo, dice el Señor, es un homicida. ¡No odies jamás a nadie! 32
Los mercaderes ismaelitas vendieron a José a Putifar, Gn. ministro del Fara6n., rey de Egipto. El buen joven se comportó tan bien que en poco tiempo se ganó la simpatía y el amor de los patrones, y después se convirtió en el administrador de la casa. Pero la esposa de Putifar era una mujer mala y tentó al joven esclavo ,para que cometiera una pésima acción. José no quiso consentir en el· pecado y huyó horrorizado. Llena de ira, la señora se. vengó calumniando ante el esposo al virtuoso joven. Putifar le creyó a la esposa y mandó encarcelar a José. Pero Dios protege a los buenos. En la cárcel José se ganó también la simpatía de los carceleros y, más que prisionero, era el guardián de los encarcelados. También fueron encarcelados dos ministros del rey; ambos tuvieron un sueño que le contaron a José. Este, iluminado por Dios, se los explicó. A uno le dijo: Dentro de tres días serás puesto en libertad y regresarás al palacio real; entonces acuérdate de mí, que· he sido alejado de· . mi padre y estoy aquí condenado a pesar de ser inocente. Al otro le dijo: También tú saldrás de la carcel dentro de tres. días, pero para subir al patíbulo. Todo sucedió' como José había dicho.
39-40
José fue encarcelado porque, por su virtud, no quiso co~ meter una acción mala. Sé siempre bueno y Dios te protegerá. .
18. JOSE, PRIMER MINISTRO Pasaron dos años sin que el ministro del rey, liberado de la cárcel y colocado· nuevamente en el ministerio, se acordara de José. Pero Pios dispuso las cosas de modo que. también el rey tuviera dos sueños misteriosos. El rey 3. Historia Sagrada
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Gn. 41, 37-49
Los ,dos sueños del rey significan una misma cosa.
quedó muy impresionado, con los sueños; llamó a los adivinos del reino, pero ninguno pudo explicárselos: Sólo entonces el ministro del rey se acordó de' J osé y le dijo al rey: en la cárcel háyun joven hebreo que sabe interpretar los sueños; me explicó un sueño que después se realizó exactamente. El Faraón mandó llamar de inmediato a José y le dijo: Explícame este sueño: Vi siete vacas gordas y bonitas que salían del Nilo e iban a comer el pasto fresco a orillas del río; detrás de ellas salían, otras siete vacas flacas y feas que se lanzaron sobre las gordas y las devoraron. Vi también en sueños que siete espigas crecían en una misma caña. Eran muy hermosas. Pero otras siete espigas, secas y flacas brotaron después y consumieron 34
las espigas hermosas. José le contestó: Los dos sueños, ¡oh rey!, significanlo mismo, y con ellos el Señor anuncia lo que, va a hacer., Las siete vacas gordas y las siete' espigas hermosas significan siete años de abundancia en las cosechas; las siete vacas flacas y las siete espigas secas significan siete años de carestía. Busque,¡oh rey! UD hombre sabio y 'Póngalo al frente de Egipto para que recoja todo el trigo de los años de 'abundancia y lo conserve para los años de carestía y de hambre. El consejo le agradó, al rey y también .a los ministros que estaban presentes. Entonces dijo «1 Faraón: No hay:uldie tan sabio e iluminado por Dios como tú: 'yo soy el rey y, tú' serás el primer ministro" y todo Egipto' ce obedecerá. Dicho esto, se quitó el anillo y se 'lo puso en el dedo de José, le hizo vestir ropas de lino fino y le puso el collar de oro al' cuello, luego lo hizo montaren su segunda carroza y lo pr()clamó virrey o primer ministro en todo Egipto: Como José había predicho, vinieron los siete años de abundancia extraordinaria. Durante 'esos años, José man:dó construir silos en todo Egipto y' almacenar grandes cantidades de trigo. Después vinieron los siete años de carestía. El pueblo, que no tenía qué comer, se presentó al Faraón pidiendo pan. Faraón contestó: Vayan donde José. El primer ministro ordenó que abrieran los silos y que le vendieran trigo al pueblo. I
El Señor protege a los buenos. Como protegió a José, porque er~ virtuoso, así también. te protegerá a ti si practicas la virtud.
19. ,JOSE, RECONOCIDO, POR SUS lIERMANOS En el país' en donde vivían los hermanos de José' también hubo hambre. Jacob, al saber que en Egipto:vendíán trigo, dijo a sus' hijos: Aquí morimos de hambre; vayan,
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Gn: 42-4'6
pues, a comprar trigo a Egipto. Salieron diez hermanos, y se quedó encasa con el-padre el más joven, Benjamín, Cuando llegaron a Egipto, se presentaron ante el virrey, . pero no se dieron cuenta que era su hermano. Pero José, tan pronto los vio, los reconoció inmediatamente. Fingió no conocerlos, no entender su idioma y habló por medio de un intérprete. Como si fueran espías, les preguntó quiénes eran; de dónde venían, si el padre de ellos vivía, si tenían más hermanos. Ellos contestaron con toda ver,.. dad, y José añadió: Pues bien, si es verdad cuanto dicen, yo les vaya dar el trigo; pero uno de ustedes queda aquí como rehén, hasta cuando los otros regresen a casa y vuelvan aquí trayendo al hermano más joven. Las palabras .duras y el aspecto majestuoso del primer ministro o virrey asustaron a los hermanos que dijeron entre sí, pero en su propia lengua: ¡Es justo que padezcamos esta tribulación! Le hicimos un mal muy grande a nuestro hermano José, no nos conmovimos ante su llanto, no escuchamos sus- súplicas: ¡merecemos este castigo! , Rubén añadió: ¿No les dije yo que no le hicieran mal a Cuando José vio a los hermanos, nuestro hermano? N o me quisieron escuchar, y ahora el los reconoció inmediatamente. Señor venga su sangre. José, que entendía perfectamente lo que estaban diciendo,se conmovió y se retiró solo a llorar. Les dio trigo y mandó que los siervos colocaran el yordomo que pusiera su copa de plata en el costal que dinero que habían pagado dentro de los costales y los deiba a llevar a Benjamín. Cuando los hermanos partieron, jó ir, quedando Simeón como rehén. envió algunos guardias en su persecución; con la orden Cuando llegaron a casa, le contaron todo al anciano de detenerlos diciendo: ¡Ustedes se robaron la copa del vi-, padre. fue mucha sU sorpresa cuando encontraron en los. rrey! El capitán' de los guardias hizo como se le había or- . costales el dinero que habían pagado por el trigo. denado. Les dio alcance no lejos de la ciudad, les ordenó Cuando se les acabó el trigo, volvieron a Egipto lleque se detuvieran y les dijo: ¿Por qué pagan el bien con vando doble suma de dinero, y con ellos iba Benjamín. el mal? Ustedes Se robaron la copa del virrey,·y éste es, un J osé los recibió cordialmente y se consoló a la vista de gravísimo delito. Pero ellos contestaron: ¡Oh, no! NosBenjamín; contuvo las lágrimas, pidió noticias del anciasotros no hemos cometido semejante crimen. Hemos traíno padre y los invitó a almorzar con él. Pero quiso pOdo también la suma de la: primera vez, Y ¡no hemos robanerlosa pr"\leba para ver si amaban a Benjamín,' o 'si lo . do' la copa del virrey! Revisen los costales y si la· odiaban como le había sucedido a él. Ordenó a sumaencuentran, nos pueden llevar a todos como esclavos y j
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condenar a muerte a quien la tenga. Los guardias revisaron los costales y encontraron la, copa en el costal de Benjamín. A~te su vista,. los hermanos quedaron estupefactos; mudos y avergonzados, regresaron a la ciudad y fueron llevados nueva mente ~nte la presencia, del virrey que los. estaba esperando, y le~ dijo: ¿Por qué se han comportado así conmigo? Judá respondió: No sabemos C?ffiO disculparnos, ¡oh señor!, seremos tus esclavos para sIempre. Pero él dijo: No, mi esclavo será solamente el qu~ robo ~a copa. Y Judá: Te ru~go, ¡oh señor! qu~ me dejes a n;I como esclavo y permItas que se vaya Benjamm. Temamos un hermano a quien amaba mucho nuestro padre;' un día él desapareció y nuestro padre, creyendo que había sido devorado por una fiera, estuvo a punto de morir de dolor. Ahora, si regresáramos sin Benjamín, papá morirá de tristeza. ¡Señor, te lo pido, deja regresar a Benjamín! , J osé no pudo contener más la conmoción, estalló en llanto y exclamó: ¡Yo soy José, hermano de ustedes! 'No tem~n! D~os ~e envió a Egipto delante de ustedes ~ara su bIen; apr~~urense, vuelvan a casa, tomen a nuestro padre, a sus hIJO~, a sus mujeres y todos sus bienes 'y traigan todo a EgIptO. No se puede describir la sorpresa de , los ~erman~s ~~a alegría de Jacob cuando supo que su quendo Jose VIVIa todavía y que el Señor lo había elevado a tan alto ~~rgo .. Jacob sali6 con' los hijos y los nietos, y toda la famIlIa se trasladó a Egipto. José, al saber que su padre se acercaoa, le salió al encúenttoen Sil coche. Cuando lo encontró, se lanzó hacia él y lo besó muchas veces; después ordenó darle las tierras de Gosén las mejores de Egipto y las-- más apropiadas para elpa;toreo de los rebaños. Jacob vivió 17 años en Egipto. Completó la edad de l~? años y, al ver que ya iba a morir, mandó llamar asu hIJO José. Este fue a visitarlo, llevando también a -sus dos hijos, Manasés y Efraín. Reconfortado con la' presencia 38
Cuando José vio al padre se echó a sus. pies y' lo bendijo.
de los hijos, J acob se sentó en su cama e hizo acercarse a . los dos .nietos, los besó varias veces y los. bendijo con,' mucho cariño. Luego llamó a sus hijos a"su alrededor y los bendijo uno por uno. Bendijo a' José con afecto parti,cular, y, cuando le tocó el turno a J udá, hizo una' gran . profecía. Dijo: Judá, tú serás el guía, de tu tribu (o descendencia) nacerá el Salvador. Nacerá cuando tengan el mando tus descendientes. José es figura de Jesús: fue vendido,' encarcelado, salvó a Egipto; perdonó generosamente a sus hermanos. Sé tú' también imagen de Jesús; si los malos te. ofenden, perdónalos de corazón, y devuelve siempre 'bien por mal.· 39
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20. MUERTE DE JOSE Gn.50, 15-26
Muerto su padre Jacob, José regresó a Egipto con los hermanos. Estos temieron que José vengara el mal que le habían hecho, y por eso mandaron a decirle: Nuestro pa-" dre, antes de morir, otdenó que :te dijéramos en su nom.., bre estas palabras: te ruego que olvides la maldad de tus hermanos, el pecado y el mal que cometierop contra ti. Tambiét;1 nosotros te pedimos que nos perdon~s nuestra . iniquidad. Al oír ésto, José lloró. Cuando ellos fueron a ponerse a su disposición como siervos, José los animó, diciéndoles que no temieran; Dios había convertido en bien el mal que habían cometido y se serviría de ellos para librar a mucha gente del hambre. Les prometió que él se preocuparía del sustento de ellos y' de sus hijos. Los consoló y les habló con ternura y bondad. Murió en Egipto con toda la descendencia de su padre, a la edad de 110 años, y' vio ·a los hijos e hijas de' sus hijos hasta la tercera. generación. Después de todo eso, dijo a sus hermanos: Después de ·mi muerte, Dios los visitará y los llevará de este país a la tierra que juró dar a Abrahán, Isaac y Jaco.b. Lleven mis restos con ustedes. Después murió. Su cuerpo fue embalsamado con aromas y colocado en un sepulcro en Egipto'.
Mira cuán bueno es José, cómo ama a .sus hermanos, cómo Se enternece ante. su presencia, cómo perdona el mal que le habían hecho. Dios lo recompensa: llega a ser virrey de Egipto y a ver bendecida por Dios toda su familia.
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3a.
/ EPOCA
DESDE MüISES HASTA EL REY SAUL
(más o menOs desde el año 1.500 hasta el 1.055 a. C.) 21. MOISES Después de su muerte, según el deseo que había ex- Ex. presado, Jacoh fue sepultado en el. campo de Hebrón, en. la tierra d.e Canaán. Allí también estaban enterrados Abrahán y su mujer Sara, Isaac y su mujer Rebeca. Los doce hijos de Jacob: José, Rubén, Simeón, Leví, Judá, Isacar, Zabulón, Benjamín, Dan,Neftalí, Gad y Aser,siguieron viviendo en Egipto . y se mul~iplicaron extraordinariamente. Los reyes de Egipto temIeron que los hijos de Jacob, llamados hebreos o- israelitas, Y que iban aumentando de número, pudieran rebelars~, y e~tonces se propusieron destruirlos a toda costa. Les lmpusle:on una ley cruel Y severa, s~gún .l~ cual l?,s hebr~os teman que . ahogar en el río Nl10 a sus reClen naCIdos. Una madre hebrea tuvo un hijo múy hermoso y, para no ahogarlo, después de haberlo tenido escondido durante tres meses, 10 puso en una cestilla de papiro, la embadurnó con betún' -para que el' agua no entrara- y la. colocó entre los juncos que abundaban en las orillas del Nilo. Después mandó a su hija que observara desde lejos. Por disposición divina, vino la hija del rey a bañarse en el río .acompañada: de sus doncellas, vio la cestilla entre los juncos, mandó que se la llevaran. Al abrirla vio que era un niño que lloraba, y como era muy hermoso' y gracioso se compadeció de él y dijo: Este niño no debe morir. La hermana, María, se acercó a la princesa.y se ofreció para buscar una madre hebrea para que cria~aal p~: queñito. La princesa- acept~ la propuesta y Mana ~orno a llamar a la propia madre. Ella fue al río y la prmcesa le dijo: Toma esta c.riatura, críala por cuenta mía, des"" I
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2-24
"'-
tebañ~~
Mandó que le llevaran al niño y, ai verlo tan hermoso, se compadeció de él.
pués yo te pagaré todo. La mujer tomó bajo su cuida?o al propio hijo. Cuando creció fue a entregarlo a la hIJa del rey, quien lo adoptó como hijo y.le dio el· nombre de Moisés, que quiere decir salvado de las' aguas. 22. MOISES ES LLAMADO POR DIOS PARA . LIBERTAR AL, PUEBLO HEBREO' Ex. 3, 1-22
Moisés vivió y fue educado en el palacio real. Pero él amaba a sus her~ános de ra~a, les tenía lástima., p'articipaba ,de sus sufrimientos y los defendía.' Pero fue acusado ante el rey y, para no ser condenado amuerte, huyó lejos y se puso al servicio de un sacerdote llamado Jetró. Un
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Seño~'
día, mientras, iba con el, su patrón, el se le apareció . en (orma de llamas en una zarza; Moisés se' acercó, quiso ver más de cerca esa visión, pero la voz del Señor le dijo: ¡Moisés, Moisés! No te acerques a este lugar; quítate las sandalias,porque la tierra que' pisas es sagrada. Yo soy. el Señor, Dios de tus padres': de Abrahán, de Isaac yde Jacob. He visto la aflicción de mi pueblo en Egipto, he oído su clamor. Ve', púes, con tú hermano Aarón, a la presencia del Faraón y le' dices que libere a mi pueblo. El rey no, aceptará, pero yo castigaré a Egipto hasta que los dej e partir: Obediente a la voz del Señor, Moisés fue a hablar con el rey; pero el Faraón contestó, lleno de sober,bia: ¿Quién 'es tu Dios? ¡Yo no lo conozco, ni le obedezco! Entonces Pios hirió a Egipto con diez castigos, que se conocen con el nombre de las "diez plagas de Egipto"., Transformó en serpiente el bastón de Aarón, convirtió en sangre las aguas del Nilo, mandó un número incontable de ranas repugnantes, tábanos y mosquitos muy molestos, la peste a los animales, una lluvia de granizo que causó muchos daños, nubes de langostas devastadoras y, durante 'tres días, una oscuridad tan grande que una persona no podía distinguira otra, aunque estuviera cerca. Después' de' cada , plaga el rey prometía dar libertad al pueblo hebreo,pero cuando, por intercesión de Moisés, pasaba él flagelo, su corazón se endurecía nuevamente y les quitaba otra vez el p~rmiso.
Si por desgracia, querido niño o niña, caes en pecado, pide inmediatamente perdón a Dios y procura corregirt¿; la obstinación en el pecado atrae la /ira de Dios.
23. MUERTE DE LOS PRIMOGENITOS r~y
Un castigo más, le dijo Dirs a Moisés, y después el los dejará libres y podrán salir. Dijo a los hijos de '43
Ex. 12, 29-:H
en cada familia egipcia hl1bía: un muerto. Después de este castigo; el Faraón llamó a Moisés y le dijo: ¡Váyanse, váyanse cuanto antes, y llévense todas sus pertenencias! El pueblo egipcio también animaba a los hebreos para que se marcharan y, para que lo hicieran más aprisa, les daban regalos: vasos de oro, plata y vestidos lujosos.
El sacrificio del cordero simboliza el sacrificio de Jesucristo. Los hebreos' se salvaron por la sangre. del cordero; nosotros nos salvamos por la sangre y el sacrificio de Jesús, y este sacrificio se renueva todos los días en la Santa Misa. Participa en ella con el mayor respeto y devoción. 24~ PASO DEL MAR ROJO (g-¡ás o menos en el año 1.500 a. C)
Yo pasaré y heriré a todos los primogénitos de los egipcios.
Is-rael que, en la tarde del' día 14 de ese mes, en todas las familias, deseo me sea ofrecido en sacrificio un cordero de 'un año y sin defecto. Con la sangre untarán las puertas de las casas. Yo pasaré por la noche y heriré de muer- . te a todos los primogénitos de los egipcios; en donde vea la sangre pasaré de largo y la familia quedará libre del castigo. Los hebreos hicieron cómo les- había ordenado el Señor. Dios pasó por la noche y mató a todos los primogénitos, comenzando por el hijo del más pobre hasta el hijo def rey. Solamente se salvaron las casas señaladas conJa sangre de los corderos. A la mañana siguiente, en todo Egitpo, no se veían sino lágrimas y llantos desesperados:
Tan pronto lo permitió el Faraón, Moisés salió de Egipto con todo su pueblo. Era una inmensa muchedumbre, que llevaba consigo todas sus pertenencias, sus bienes y los regaJos que les habían hecho los egipcios. Pero . tres días después el Faraón se arrepintió de haberlos dejado ir. Organizó rápidamente un ejército y corrió detrás de' ellos para hacerlos regresar nuevamente a Egipto. Los israelitas habían llegado a las orillas del Mar Rojo, cuando vieron, a lo lejos, el ejército del Faraón que los perseguía. Con el mar al frente y los egipcios por detrás, los hebreos se llenaron de pánico y le dijeron a Moisés: ¿Por qué nos sacaste de Egipto, para que muramos en esta soledad? ¿Acaso nos faltaba tierra en donde sepultar nuestros muertos? ¿No te dijimos que era mejor servir a los egipcios .que morir en el desierto? Moisés no' perdió la calma. No teman, dijo," van a ·ver los prodigios que el Señor va a hacer hoy; dentro de poco no verán más á los ~nemigos quenas pérsiguen.. Dicho ésto, por orden de
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Ex. 14,
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Moisés extendió las manos sobre el mar, ,y las aguas se unieron.
Dios, extendió su bastón sobre el mar. ¡Milagro! Las aguas se dividieron formando dos murallas, a derecha e izquierda; se formó un camino grande y un viento fu-erte secó ese camino milagroso. El pueblo hebreo pasó así, a_ pie enjuto, y llegó hasta la otfa orilla. Cuando los egipcios llegaron, siguieron también por ese camino,creyendo que las aguas quedarían siempre así. Pero eso no sucedió. Tan pronto llegó el último hebreo a la otra orilla, Moisés extendió el bastón sobre el mar, y en un instante las aguas· volvieron a unirse. Faraón y su ejército quedaron atrapados por las aguas y se ahogaron; ninguno se salvó. Moisés y todo el pueblo entonaron un cántico de agrade-' 46
cimiento al Señor que los había salvado de esa manera tan prodigiosa.
También tú debes dar gracias continuamente al Señor por los beneficios recibidos; la gratitud abre las manos de Dios para darnos nuevos dones.
J 25. BENEFICIOS DE DIOS El Señor, qlie es la bondad misma~ guió a su pueblo por el desierto durante 40 años con cuidado especial, dándole todo, como una madre cuida de sus híjos. En el 47
Ex.. IS,
22c1IJ, 1-36
desierto el, sol quema terriblemente, y entonces Dios manda una nube que se extiende sobre los israelitas y los protege contra los rayos ardientes del sol. En el desierto no 'hay carninas; Dios manda una nube para que' los guíe. Falta agua potable; Dios la hace brotar de la roca. Los israelitas quieren -come,r carne; Dios les manda una gran cantidad de codornices y todos comen hasta saciarse. Los amalecitas, pueblo enemigo de Israel, se opone con un gran ejército al paso de los hebreos. Moisés envía a Josué con los más fuertes y valientes al combate; él se pone a rezar sobre la montaña. Mientras él oraba con los brazos extendidos hacia el cielo, Josué vencía; cuan-:do, por el cansancio, los dejaba caer, }osué perdía~ Al ver ésto, Aarón y Jur, que lo acompañaban en el monte, se pusieron a su - lado y le sostenían los brazos hasta cuando Josué logró derrotar completamente a los enemigos. La oración vale más que la espada. En el desierto se les acaban las provisiones y toda la multitud murmura contra 110isés. Era mejor haber muerto en Egipto, decían, en donde teníamos carne y pan en abundancia. Tú nos hiciste venir al desierto para morir de hambre. Dios oyó las murmuraciones y dijo: Haré 110- ' ver' pan del cielo. Cuando, a -la mañana siguiente, los israelitas salieron de sus carpas, vieron la tierra cubierta con -una cosa parecida a la escarcha. Era el maná, que Dios mandó del cielo' todos los días, menos los sábados, -durante 40 años, para alimento del pueblo. ¡Cuán bueno es el Señor! El- maná es figura de la Eucaristía, pan vivo bajado del cielo para alimento de las almas. Recibe con frecuencia y devoción la Sagrada Comunión y tendrás la vida eterna. Sus padres, dijo Jesús a los hebreos, comieron el maná y murieron, pero quien coma mi carne vivirá eternamente. 48
26. LOS DIEZ MANDAMIENTOS Dios le 'concedióa su· pueblo un beneficio todavía mayor para su bien espiritual. Ese beneficio fue la publicación de la ley -divina. En el tercer mes de viaje por el desierto, cuapdo los israelitas llegaron al .Monte Sinaí, Dios le ordenó a Moisés que preparara al pueblo para recibir sus mandamientos. Moisés le transmitió al pueblo la orden recibida, -lo purificó durante dos días seguidos para que, todos purificados, recibieran de modo conveniente la ley del Señor; delimitó también, bajo pena de muerte, los -confines más allá de los cuales' nadie debería pasar mientras Dios publicaba la ley. Preparado el pueblo, he aquí que en -la mañana del tercer día una nube densísima cubriÓ la montaña, se escuchó un trueno,caían rayos, del monte salía humo y fuego y se oyó una trompeta con sonido ensordecedor. Y Dios habló así: Yo soy el Señor, tu Dios:
l. No tendrás otro Dios fuera de mL' '2. No pronunciarás en vano el nombre del Señor, tu Dios. 3. Acuérdate de santificar el sábado (en la nueva ley el sábado quedó sustituido -por el domingo). 4. Honra a tu padre y a tu madre. \ 5. No matarás. 6. No fornicarás. .7. No robarás. 8. No dirás falso testimonio~ 9. No desearás .la mujer de tu prOJlmo. 10. No codiciarás los bienes' ajenos. El pueblo oía la voz y el sonido de la trompeta, veía los relámpagos y el monte humeante y permanecía apar4. HistoÍ'ia SalVada
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Ex. 20, \-2\
Dios entregó a Moisés los Mandamientos; escritos en tablas de, piedra.
~ad~; t~dos. estab.an llen~s de temor. Pero Moisés dijo:
¡Ammo. DIOS qUISO mamfestars'e en Su poder para que tod?s, le teman y no pequen. Después Dios le entregó a MOlses estos ~andamientos escritos en dos tablas de piedra, .que fueron colocadas en el arca santa.
Jovencito, teme a Dios y no pecarás; bienaventurados los que temen a Dios y observan sus mandamientos. 27. CASTIGQS DE DIOS Ex. :~2-33.
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. .EI pueblo de Israel, que había. visto la omnipotencia dlvma y que había sido asistido por Dios, debería haber
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sido' obediente al Señor c.<;>n temor y amor. Pero no siempre fue así. Muchas veces fueron desobedientes, no' cumplieron los mandamientos y obligaron a Dios a castigarlos. . . Moisés; llamado por Dios, subió al Monte Sinaí para recibir las tablas de la ley, y allí permaneció durante 40 días. El pueblo, al ver que tardaba, le pidi6 a Aarón que hiciera un becerro de orO para ofrecerle sacrificios. Esos ingratos merecían el exterminio, y, 'si fueron perdonados, fue por la intercesión de .Moisés. Pero el becerro de oro fue destruido y reducido a polvo y 23;000 hombres fueron pasados a filo de espada. Dios ordenó que se le tuviera la más santa veneración a su adorable nombre. Un individuo, habiendo peleado con un vecino, blasfemó~ Fue llevado a presencia de Moi,. sés, encarcelado y apedreadq por orden de Dios. La. inisma suerte corrió otro que saliÓ a recoger leña en día de sábado. El Señor quiere absolutamente que en su día se hagan buenas obras y por eso prohibió trabajar en es'e día. Para nosotros es el día domingo. Para que el pueblo no tuviera que trabajar el sábado, permitió que el viernes recogieran doble cantidad de maná y que lo conservasen para el día'siguiente, pues el' sábado no caía el maná. Aquel desgraciado había recogido maná para el día siguiente, y ha tenía necesidad. de recoger leña en día de sábado. -Por eso flÍe condenado a· muerte. ,Los hebreos llegaron, por fin, cerca de la tierra prometida. Antes de tomar posesión de ella, Moisés mandó' a algunos exploradores para que observaran el país y sus habitantes. Ellos fueron' y, cuando regresaron., dijeron que la tierra era muy fértil y en prueba de ello trajeron un racimo d~ uvas tan grande que tuvieron que llevarlo entre dos hombres. Pero dijeron que los habitantes eran muy fuertes, las ciudades estaban' 'muy bien fortificadas y, en fin, que el país no se podía conquistar: Ante estas 51
· Moisés envió exploradores para que observaran los lugares ylos haNtantes.
perspectivas desfavorables, el pueblo tuvo miedo, se rebeló contra Moisés y quiso regresar a Egipto. Solamente dos exploradores, Josué yCaleb, animaron a los hebreos. diciendo: ¡No sean rebeldes, pues vamos a vencer!bios está de nuestra parte. Pero la multitud siguió amotinada· y si no hubiera sido por la protección de Dios, hubieran apedreado a los dos valientes y fieles exploradores. Los israelitas fueron castigados por esa rebelión y falta de fe en la ayuda de Dios: aunque ya estaban cerca de la tierra prometida, anduvieron por el desierto durante 40 años. Tres jefes del pueblo, Coré, Datán y Abirón, murmuraron contra Moisés y Aarón. Fueron tragados vivos por la tierra con sus respectivas familias. 52
eoré, Datán y Abirón fueron tragados vivos por la tierra.
En otra ocasión los hebreos, cansados de viajar y ha~ tiados del maná, murmuraron· contra Dios y contra MOIsés entonces el Señor mandó ·serpientes venenosas que ca~saban la muerte. Moisés le pidió a Dios q~e apa~tara ese flagelo. Dios· escuchó las oraciones de su buen SIervo y mandó que hicieran u~a serpient.e de· bronce: .los que eran picados por las serpIentes y mIraban la serpIente de bronce se libraban de la muerte. . Esa serpiente es figura de Nuestro Señor, c~avado· en la cruz, que, con los merecimientos de su pasión cura.1C;ts heridas, que el pecado· ha hecho a nuestras almas. MIremos con fe a Jesús crucificado y nuestra alma, aunque 53
haya . sido. envenenada eternamente.
con' el· pecado,
no
morirá
Querido niño, mira frecuentemente a Jesús crucificádQ y 'piensa cuánto. sufrió por nosotros. Este pensamiento te apartará del pecado, y así evitarás los castigos de Dios, que . es bueno~ pero también justo. ' 28. EL' SACERDOCIO Ex.2.')-:l¡
En tiempos de tvIoisés, Dios,áunque siempre había sido invocado y adorado, no había todavía establecido' un lugar especial para la oración; ni sacerdotes consagrados para ofrecer los sacrificios. Habiendo escogido a los hebreos como su pueblo predilecto, quiso tener un lugar sagrado, altar y sacerdotes para el culto. Le órdenó, pues, a Moisés que construyera el. Tabernáculo, para colocar allí el Arca santa, y alrededor se debía reunir el pueblo para ofrecer' los sacrificios. El Tabúmlculo 'era un pequeño templo.hecho c'on columnas y planchas de madera revestida de oro, cubiertas con cortinas y pieles, que se armaba en las paradas y se desarmaba cuando partían. Cortinas multicolores dividían el templo en tres partes: una para el "santo de los 'sántos", otra para el simplemente "santo", y la tercera para el ,"atrio". En el atrio estaba el altar debroncepara los- sacrificios, y allí era donde el pueblo oraba. En el "santo" haqía: el candelero de oro, encendido de día y de noche, una mesa recamada en oro sobre la que se colocaban semanalmente 12 panes frescos y el altar en donde se quemaba el incienso. En el "santo de los santos" estaba el· Arca santa, fihora llamada Arca de la Alianza, en don~ de se encontraban las ta,blas de la ley. El Arca eni una urna hecha con madera muy fiqa y toda cubierta de oro, y sobre ella había dos estatuas, también de oro~ que 54
representaban a dos Querubines, mensajeros de Dios. El Señor·' quiso también ·tener sus sacerdotes. Hasta ése tiempo, 'el rito. de ofrecer los sacrificios lo hacían los Patriarcas, es decir,los jefes' ~e familia. Moisés, por· . orden de Dios, confió ese honroso encargo o misión a Aarón y a sus descendientes, y escogió a la tnbu' de LeVí para los servicios del cúlto divino. Quiso también que los' sacerdotes fueran consagrados con una ceremonia especial. Llamó a Aarón y a sus hijos cerca del Tabernáculo, los purificó y los revistió con vestidos preciosos, sobre todo a los que'iban a ocupar los altoscargós. Derramó el aceite de la unción sobre la cabeza de Aarón, y ~on el mismo aceite ungió también a sus hijos y, ofrecido el sacrificio~ los roció con la sangre de la VÍctima. , Con otra ceremonia consagró a los Levitas, es decir, los que estaban destinados al servicio del Tabernáculo. Los reunió' en presencia de todos, ·los roció con el agua de la purificación, ofreció un· sacrificio por iritención de ellos y todo el pueblo les impuso las' manos sobre sus cabezas; Aarón los llevó en procesión hasta la entrada del Tabernáculo' y los presentó a, Dios ofreciendo un nuevo i ' , sacrificio. Si en la Antigua Ley los, sacerdotes merecían tal res:' peto,' mucho más dignos de veneración son los sacerdote's de la Nueva Ley. Los del Antiguo Testamento ofrecían a Dios animales y custodiaban el Arca; los del. Nuevo Testamento (son nuéstros sacerdotes católicos) .ofrecen a" Dios a Jesucristo mismo, su Hijo unigénito. Lo hacen bajar del cielo hasta el altar, con las palabras de la consa~ gración, durante la Santa Misa; conservan a Jesús en el Sagrario, lo distribuyen a los fieles en la Sagrada Comu- . nión y perdonan los pecado~ .en la Co~fesión.
Tú, querido amigo, respeta siempre a todos los saCerdotes, y sobre todo ama a tu párroco y a los' demás sacerdo55
tes que le ayudan en la enseñanza de la religión y en la administración de los sacramentos.
29. LOS SACRIFICIOS Lv. 1-7
El sacrificio es el acto principal de la religión. Con él. el hombre reconoce. el más absoluto poder de Dios sobre las criaturas, agradece al Señor los beneficios recibidos, . pide perdón por los pecados cometidos y las gracias que necesita. Moisés determinó cuáles eran los sacrificios que deberían ofrecer a Dios para cada uno de estos fines; también mandó que todos los días fueran sacrificados dos corderos, uno pO,r la mañana y otro por la tarde; también al comienzo de cada mes se· ofrecían sacrificios especiales, y cada año sacrificios más especiales todavía. En algunos sacrificios se ofrecían ~nimales, y se llamaban cruentos por la sangre derramada de las víctimas inmoladas; en otros, en cambio, se ofrecían trigo, harina, incienso, aceite, vin,?, y se llamaban sacrificios incruentos. Dios aceptaba esas ofrendas, porque representaban el sacrificio que su Unigénito, más tarde, ofrecería de sí mismo en la cruz, y que se renovaría todos los días en todo el mundo con la Santa Misa hasta el fin de los siglos. La Santa Misa es el único sacrificio que satisface a Dios. Desde tiempos, muy remotos el Señor, por medio del profeta Malaquías , había dicho alas sacerdotes hebreos: No aceptaré ofertas de sus manos, pues una víctima purísima será sacrificada y ofreCida á mi nombre en Asiste y participa en la Santa Misa, no so.famente en las fiestas de precepto, sino siempre qllete sea posible, porque es el acto de religión por excelencia. La misa· honra. a Dios más que todos los actos, nos obtiene gracias a los vivos, y libra a las almas de las penas del Purgatorio. 56
Subió al Monte Nebo, . contempló l(l tierra prometida y murió.
todas partes. Este sacrificio, ya lo sabemos, es la Santa Misa. 30. MUERTE DE MOISES Cuando Moisés llegó a la edad de 120 años, reunió a todo el pueblo y le dijo: Ya no los puedo gobernar más; de ahora en adelante el jefe será Josué. Llamó, pues, a Josué ante todo el pueblo y le dijo:' Ten ánimo y sé valiente: llevarás a este pueblo a la tierra prometida a nues.tros padres. ¡No temas! El Señor te acompañará. Después -bendijo a las doce tribus, subió al monte Nebo, contempló desde allí la tierra prometida y murió. Todo el pueblo lloró por él. .
Nm.27, 12-22; DI. 31-34
57 .
---'--,-
EntQnces Josué gritó: Sol, ¡párate donde' estás!
Los muros caían por sí mismos ante e/Arca de la Alianza.
Dios no le permitió a Moisés entrar en la' tierra prometida a causa de una falta de plena confianza en el Señor. Aun las pequeñas faltas merecen castigo. ¡No olvides esto!
Nm, 27-34; DI. 31, 1-.'36
cuchó y prolongó el día hasta cuando logró destruir los ejércitos enemigos' y poner presos a fas cinco reyes. El primer obstáculo al paso de los hebreos fue la ciu-, 31. JOSUE· dad de Jericó, muy bien protegida con murall~s fortísi..: mas y. numerosos y valientes combatientes. Pero después , Después de' la muerte de Moisés, Josué tomó el man- ' de a,lgunos días las murallas cayeron por sí solas ante el do del pueblo. Lleno de confianza en el Señor luchó y paso' del Arca de la Alianza, que Uevabanen procesión venció a todos los enemigos con "ictorias estrepitosas y alrededor de la ciudad y al son de trompetas, como Dios milagrosas. Cinco reyes se aliaron para detener el avanles había ordenado. Mas 'la 'victoria quedó manchada con ce de los israelitas. J osué los combatió, peró al. caer la un pecado. Un hebreo; llamado Akán, durante la toma tarde todavía no había logrado la victoria. En un impulde la ciudad robó 200 monedas de plata y una barra de so· de fe, gritó: ¡Sol, detente donde estás! El Señor lo esoro. Dios 10 condenó a la muerte. 58
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Respeta, querido niño, las cosas ajenas; no olvides que el robo está severamente prohibido por la ley de Dios, y también por la ley humana. 32. LOS JUECES .le.
2. lfi-19
Con las victorias de Josué, el pueblo' hebreo entró y tomó posesión de la tierra prometida. Pero sus. vecinos, los filis~eos., lo molestaban continucimente. Dios, para go-' bernar a su pueblo y para librarlo de sus enemigos que le hacían la guerra, escogió hombres sabios' y valientes, a quienes llamó jueces. Hubo muchos de estos jueces; pero no les voy a citar sino a dos de ellos:. Sansón y Samuel. 33. SANSON
.le.
I:J-Ifi
Sansón, consagrado al Señor desde s~· más tierna edad; fue dotado por Dios con una fuerza extraordinaria. Al ver que los filisteos molestaban continuamente a los israelitas, trató de atraerse toda la ira del enemigo sobre sí, y de ese modo libró al pueblo de la opresión. Todo esto lo logró con astucia. Era el tiempo de las cosechas, ylos filisteos cortaban el trigo y hacían las gavillas. Sansón tomó 300 zorras, las amarró de dos en dos por el rabo, puso una antorcha encendida entre cada par y las echó a correr por los campos de los filisteos; así incendió toda la cosecha. . Los filisteos se llenaron de rabia contra Sansón, y trataban de ponerlo preso: acamparon cerca de la tribu de Judá y exigieron que les entregaran al terrible enemigo. Una comisión de la tribu se presentó a Sansón y le dijeron lo que exigían los· filisteos. El se dejó atar con cuerdas nuevas y gruesas y ser entregado a los enemigos. Tan pronto lo vieron así los filisteos, Janzaron gritos de júbilo y cayeron sobre él. Pero Sansón rompió las cuerdas nuevas como si fueran hilitos y, con una quijada de asno, mató a mil filisteos y puso en fuga a los demás. . 60
a
Dios le habí~ conccdido .~·ansól1 una fucrza extraordinariá.
En otra ocaSIOn, Sansón entró a una ciudad filistea . llamada Gaza. Cuando los filisteos se dieron cuenta trancaron bien las p,uertas de la ciudad: querían matarl~ cuando a la mañana siguiente pretendiera salir de la ciudad. Pero Sansón, sabiendo ésto, se 'levantó a media n~ che, arrancó las puertas, se las echó a la espalda y las dejó en un monte cercano. . A pesar.de ser tan fuerte, Sansón murió miserablemente por no haber sabido apartarse de una ocasión de pecado. Una. mujer, Dalil'a, le insistió tanto a Sansón para que le revelara el secreto de su fuerza; él le confesó que se debía a su larga cabellera. Dalilaera una mujer muy mala. Le cortó la cabellera mientras Sansón dormía y llamó 61
a los enemigos. Estos se apoderaron de él, le arrancaron los ojos y lo metieron en la cárcel. Pero los 'cabellos crecieron y le volvió la fuerza. Pocos días después los filisteos se reunieron para un banquete, y celebrar la victoria sobre Sansón; lo hicieron llevar a la sala del banquete y se burlaban de él. Sansón le pidió al joven que lo conducía de la mano que lo dejara recostaren las columnas que sostenían toda la ca-sa, porque se sentía cansado. Entonces agarró una columna con la derecpay la otr?- con la izquierda; las sacudió fuertemente y dijo: ¡Muera Sansón con los filisteos! Las columnas cedieron ante la fuerza de sus músculos y se desplomó toda la casa, cayendo sobre Sansón y sus enemigos. Sansón fue juez de Israel durante 20 años.
Huye, pues, de las ocasiones peligrosas: quien ama el peligro, perecerá en él. San Felipe Neri" a los jóvenes que le preguntaban, como deberían comportarse para mantenerse buenos en el mundo, conteStaba: Huyan de las o'casipnes, huyan de las ocasiones, huyan de las ocasiones.
Booz dijo: Puedes seguir espigando en mis campos.
34. RUT y BOOZ RL 1-4
Durante el tiempo en que gobernaban losjueces, un hombre llamado Elimelek, de' Belén, en donde había gran carestía, se fue con su mujer Noemí y los dos hijos a vivir en el país de Moab. Allí murió Elimelek, y Noemí, viuda, permaneció diez años más en' Moab con los hijos que ,se habían casado con Orpá y Rut, mujeres moabitas. Tam,bién murieron los dos hijos,' y entonces Noemí, ya sin marido y sin 'hijos, quiso regresar a su tierra con las dos nueras,. pues la carestía ya había pasado. D~rante el viaje Noemí les dijo a las nueras: Vuélvanse a casa de sus padr~s; el Señor tenga misericordia de ustedes, como ustedes la tuvieron conmigo y con los que murieron. El Señor les conceda la,.paz. Luego las besó con cariño.' Pero
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ellas, llorando, le contestaron que no querían abandonarla. Noemí ,insistió Con dulzura. Orpá sí regresó a su casa: Pero Rut quiso a toda costa permanecer con su suegra; le dijo: Por favor, no insistas en obligarme a abandonarte, pues adonde vayas, también iré yo, en· donde te quedes, me quedaré yo, tu pueblo será mi p~eblo, y tu Dios será mi Dios. En la tierra en donde mueras, moriré y seré enterrada también yo. Ante la insistencia cariñosa ,de Rut, Noemí se la llevó para Belén en donde vivía un familiar suyo, llamado Booz, homb!e muy rico. Rut, con el consentimiento de la suegra, fue al campo de este señor a recoger las espigas que iban quedando de'trás de los segadores. Cuando Booz fue a inspeccionar sus campos en donde los segadores recogían el trigo, pre-
guntó quién era esa joven que estaba espigando con ellos. Le contestaron que -era una mujer venida del país de Moabcon Noemí~ y que había pedido.que la dejaran recoger las espigas que quedaban atrás de los segadores. Entonces Booz dijo a Rut: Puedes seguir espigando en mis _campos: todos te respetarán; he oído hablar de ti, y que el Señor te recompense todo lo que has hecho. Cuando sea hora, ven a comer con mis segadores. Para premiar a Rut, Booz dio la orden a sus siervos qUe la dejaran libremente espigar, y de propósitp dejaran caer más espigas para que ella las recogiera. Rut espigó todo el día; por la tarde recogióun buen atadq de trigo y fue a llevarlo a Noemí con parte del almuerzo que le había guardado. Noemí, conmovida ante tanta bondad~ dio gracias al Señor, y le dijo a RUt que Booz era pariente de ellas, y le permitió que fuera a recoger el trigo con las jóvenes de Booí: hasta cuando terminara la recolección. Booz, sabiendo que Rut era una mujervirtuosa~ se casó con ella, y tuvo un hijo que se llamó Obed~ que, fue después - padre de Isaí, el papá de David.
Mira y admira la fe en Dios, la resignación a su volun- . tad en las miserias y sufrimientos de la vida, el recíproco y respetuoso afecto de Noemí y de Rut, la comprensión generosa de Booz. Aprende 'tú también a confiar siempre en el Señor que, cuando permite las tribulaciones y dolores de la vida para probar nuestra virtud y méritos, no abandonajamás a los que cumplen sus deberes y confían en su admirable Providencta. 35. SAMUEL IS. l-:'l
Samuel vino al mundo por una gracia especial que Dios le concedió a una mujer llamada Ana, que le había
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"Una voz lo llamó: ¡Samuel! ¡Samuel!
pedido con mucha fe poder tener un hijo. La buena madre, en señal de gratitud, consagró su pequeñito al Señor desde su nacimiento. Lo llevó cerca del Tabernáculo y lo confió a los cuidados de Elí, que era juez y sumo sacerdote. Samuel creció sirviendo fielmente al Señor. EH tenía dos hijos,· que eran malos, y con su mal ejemplo atrajeron los castigos de Dios sobre ellos y sobre su padre. Una noche Samuel dormía cerca del Tabernáculo, y _oyó una voz que lo llamaba: ¡Samuel! ¡Samuel! El niño saltó inmediatamente de "la cama y fue a presentarse -a Elí~ creyendo que él-lo llamaba: Aquí estoy, pues me Ha-, maste. EH le contestó: ¡No!, no te llamé, vuelve a dormir. Samuel volvió -a la cama y se durmió, pero por segunda vez la voz lo desp~rtó llamándolo: ¡Samuel! ¡Samuel! De 5. Historia Sagrada
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nuevo corrió donde EH y le dijo: ¡Héme aquí, pues me llamaste! -¡Oh, no! hijo mío, yo no he llamado a nadie; duerme tranquilo. De nuevo en' la cama, fue llamado por tercera vez,' y otra vez fue donde ElL El sumo· sacerdote comprendió entonces que Samuel estaba siendo llamado por Dios, y le dijo: Si oyes la voz por cuarta vez, contesta: Habla, Señor, que tu siervo escucha. Dios le habló, y le reveló los tremendos castigos que' vendrían sobre Elí, sobre sus hijos y sobre toda la nación. En efecto, estalló una guerra contra los filisteos y el ejército de los hebreos -fue derrotado, los hijos de EH murieron y el Arca de la Alianza cayó en manos de los enemigos. EH, al conocer todas ~stas desgracias, cayó de su asiento hacia atrás, se golpeó la cabeza y murió. . Desde ese momento, todos comprendieron qtJe el espíritu del Señor estaba con Samuel. Fue un juez recto y bueno, llevó nuevamente al pueblo a la observancia de la ley y salvó a la nación de las manos de los enemigos.
4a. EPOCA DESDE LOS ,.. PRIMEROS REYES HASTA LA DIVISION DEL REINO
(del L050 al 1.010 a~C.) 37. SAUL Samuel reunió al., pueblo cerca del Arca del Señor y echó suertes para ver quién sería el rey. La suerte cayó sobre Saúl. SaHeron en su busca y lo encontraron escondido en su casa. Llevado ante el pueblo, se notó que era más alto que todos, y dijo Samuel: Ciertamente u~tedes ya' saben quién es el elegido del Señor. Y todo el pueblo gritó: ¡Viva el rey! Saúl, por orden de Dios, ya había sido ungido por Samuel. ¡ El Señor quiso que también los reytis fueran consagra-;dos, para que se supiera que toda autoridad viene de Dios. .
Observa e imita la pronta obediencia de Samuel: tendrás, como él, la bendición de Dios.
IS. S-lO
38. EL GIGANTE GOLIAT 36. LOS REYES IS.7,2-17
Samuel envejeció, y el pueblo, viendo cómo se hacía en las naciones vecinas, pidiÓ ser gobernado por un rey. . Dios dijo a Samuel: Haz lo que el pueblo pide, pero adviérteles del peso que caerá sobre todos cuando tengan un rey. Les dirás que el rey llamará a los jóvenés para constituir con ellos su guardia y su ejército, hará trabajar a los hijos en los campos y fabricar armas; tomará para sí a los siervos, los mejores campos y los mejores al1ima les. Samuel cumplió las órdenes recibidas de ·Dios; pero . el pueblo no escuchó sus palabras y dijo: Queremos un rey que nos. gobier~e .. 66
Los filisteos declararon la guerra a los hebreos y Saúl salió con un ejército a combatirlos. Los. dos ején;itos acamparon uno frente al otro. De las filas de los filisteos salía todos los días un gigante, Goliat, soldado de grande estatura, sumamente fuerte, con· yelmo, coraza,- escudo y ': jabalina' de bronce: El gigante desafiaba a los soldados hebreos a un combate individual con él y, como ninguno tenía el valor de enfrentársele, se ,retiraba lanzando insultos contra el ejército de Israel. ' David, que era un joven pastor, iba al campo debataHa para tener noticias de sus hermanos soldados; vio al gigante, oyó los insultos contra el ejército del Señor y se I
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IS. 17. 1-54
y la lanzó contra el gigante. La piedra fue a dar ala cabeza de Goliat, en la pura frente, y el gigante cayó. David corrió sobre él, agarró la espada de Goliat y con ella le cortó la cabeza. Cuando los filisteos vieron que había muerto su gigante, salieron corriel)do y el ejército de IsradIos ·persiguió. También los pequeños, con la ayuda de Dios, pueden rea-. lizar grandes cosas;' si eres buenocoJr!o David, Dios estará contigo.
39. MUERTE DE:SAUL
David corrió, le quitó la espada y le cortó la cabeza.
presentó a Saúl, diciendo: Vaya luchar contra ese filisteo. Saúl le contestó: Tú no eres capaz de luchar contra él, eres muy joven todavía y él es un guerrero experimentado. David insistió: Créeme, oh rey, cuando yo estaba en el campo estrangulé un león que 'devoraba las ovejas. Dios, que me dio tanta fuerza contra las fieras, no dejará de ayudarme contra es~ idólatra que insulta al ejército del Señor. Saúl le permitió que fuera, y David bajó al valle; cuando pasó por el torrente, recogió cinco piedritas bien lisas y avanzó contra Goliat armado c,on su honda. El gigante, al ver al jovencito, s~'puso a reír y se burlaba de él; pero cuando se dirigió hacia David, este también fue a su encuentro, puso rápidamente una piedra en su honda 68
Saúl, durante los. primeros años de su reinado, fue fiel a Dios y obediente a Samuel. Mientras fue obediente, fue bendecido por Dios y logró muchas victoria~L Pero. un día comenzó a desobedecer y por sú modo de obrar le faltó la ayuda de Dios: comenzó a tenerle envidia a David, trató de matarlo varias veces, perdió la paz y la tranquilidad del alma, y ya no tuvo buena suerte en las gue:rras. Combatiendo contra los filisteos, fue vencido, herido y perseguido por los enemigos. Para no caer en . sus manos, se lanzó sobre su propia espada y, en medio . de su desesperación, le pidió a uno q4e pasaba que lo acabara de matar. ASÍ, por habers.eaparta4o de Dios, el . pobre Saúl perdió el reino y la vida.
2S.31, 1-13
Si te apartas de Dios por el pecado, tú también perderás la paz, p1f.es los malos no tendrán nunca tranquilidad.
40. DAVID (del 1.010 al 970 a. C) David sucedió a Saúl y fue ungido rey por Samuel. Fue un rey valiente: dirigió ,muchas guerras, venció a los
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2S.2"12
tado que esa' construcción sería obra de su hijo Salomón. David, por sus virtudes, mereció ser el grande antepasa'do del Salvador. ' , . A pesar de su santidad, David cometió dos grandes pecados, de . los que dejó de pedir. perdón por algún tiempo. El Señor se apiadó de él y envió al profeta Natán al palacio real para reprenderlo. Ante el reproche del profeta,' David admitió el gran mal que había hecho, se arrepintió, lloró, y para expresar y eternizar su dolor, compuso el salmo "Miserere", que todavía hoy cantamos en .las ceremonias de penitencia, cuando pedimos a Dios perdón por los. pecados. El profeta, al ver el arrepenti~iento sincero del rey, le aseguró que Dios lo había perdonado; pero le añadió que el castigo no faltaría sobre su casa: moriría el hijo recién nacido, otros hijos se rebelarían contra él, y para conservar su reino tendría que estar en guerra continuam~nte.
f)al'id C;JI1lf/lIS0 l1luchos salmos o hil1l11oS C/1 ala!Ja11::.a a Dios.
ene'migos y extendió su reino. Puso a Jerusal~n por capital y construyó su palacio real sobre el 'monte Sión. Pero más que porsu valor mÚitar, Davides digno d~ alabanza por su santidad. Recondujo al pueblo al cl.llto del verdaderoDios y a la observancia de la ley divina; construyó en Jerusalén, sobre el monte Sión, un nuevo TabeTnácu...: lo;' compuso muchos himnos, llamados salmos en alabanza a Dios y eligió cantores y músicos para q~e glorifi-' caran al Señor. Deseaba construir un magnífico templo y, con ese fin, reunió gran cantidad de oro, plata, piedras preciosas y maderas finas, las más finas que encontró. Sin duda habría edificado el' templo, si Dios no le hubiera manifes70
Cuando nos arrepentimos sinceramente de nuestros pecados,el Señor nos perdona,' 'pero no siempre perdona las penas merecídas por ellos. Por eso ·la Iglesia nos manda ayunar y no comer carne. en ciertos días del' año; 'es para descontar,. con la mortificación, las penas que quedan después del perdón de las culpas.' 4J~
AB8ALON
Como el profeta Natán había predicho~ David tuvo 28. que, defender su trono con la espada. Cuando no eran sus enemigos los que lo combatían, entonces eran sus propips hijos los que se rebelaban contra él. Entre ellos el. más rebelde y malo fue Absalón. Durante una fiesta, Absalón mandó matar a su her,mano Amnón, lo que, naturalmente, hizo sUfrir muchísi-' mo a David. Temiendo que su padre lo. castigara, huyó 71
13-19
Absalón quedó enredado con su cabeza en las ramas de ún árbol.
lejos del reino; pero como no podía VIVIr siempre por· allá, por intermedio del general Joab, obtuvo el perdón del padre y el permiso paFa regresar a casa. D~spués de .este gesto generoso del padre, Absalón hubiera debido amarlo mucho más, peró fue ingrato, organizó una conspiración y se deClaró rey. David, como no se esperaba ésto, tuvo que huír.Joab, con la parte fiel del ejército, marchó contra Absalón y sus secuaces. Absalón huyó montado en una mula; pero en la fuga quedó su cabeza enredada en un árbol, mientras la mula 'siguió corriendo. Aunque David había ordenado que no mataran a su hijo rebelde, Joab, viéndolo colgando del árbol, lo atravesó con su lanza. 72
David e.ligió sucesor suyo a su hijo Salomón.
No olvides el triste fin de Absalón; los hijos que hacen sufrir a los padres serán aborrecidos de Dios y serán. infelices, aun en esta v i d a . · .
42. SALOMüN (del año 970 al 932 a. C.) Antes de morir, David escogió como su sucesor a su hijo Salomón, a quien.le hizo varias recomendaciones. La primera fue ésta: Hijo, yo voy a morir. Observa los m~n damientos del Señor, camina .según la voluntad de DIOS, para que en el reino de Israel reine siempre un sucesor mío. Así me lo prometió Dios. 73
IR. 1-11
Al principio Salomón amó a Qios, siguió' los consejos del padre, y Dios le concedió un reino pacífico y una gran sabiduría. Una noche el Señor se le apareció y le dijo: Pídeme todo lo que quieras, yo te lo daré. Salomón contestó: Señor mío, yo soy comO un niño en medio ,de un pueblo tan numeroso que ni siquiera se puede contar. Te .pido que me des un gran corazón y, grande discernimiento entre el bien y el mal, para que yo pueda juzgar rectamente. Esa oración le agradó al Señor, quien le concedió tanta sabiduría como ningún rey la tuvo jamás. Su ' sabiduría se extendió por todas partes y desde lejos iban paiaescucharIo. Fue también la reina de Saba, lo oyó y al regresar a su tierra, dijo: La sabiduría de Salomón es más grande de lo que se me había dicho. Re aquí un ejemplo de la gran sabiduría de Salomón: dos madres vivían en la misma pieza y ambas tenían un hijito de pocos días.' Una noche, mientras dormían una de ellas ahogó a su criatura. Cuando se dio cuehta"de la desgracia, se levantó sin hacer ruido y cambió su niño muerto por ,el vivo de la compañera. A lél- mañana siguiente, ésta vio a su lado el niño muerto; pero viéndolo mejor a la luz del sol notó que no era' el suyo, sino el de la otra mujer que dormía en el mismo cuarto. Entonces le' pidió su niño a la compañera, pero ella no se lo 'quiso dar, diciendo que el niño vivo era el suyo y no el muerto. . Entonces fueron a la presencia del rey a pedir justicia. El rey escuchó a las dos madres. Ambas sostenían que el niño vivo era el suyo, pero no había pruebas. ¿Cómo se podía reconocer cuál era la verdadera madre del niño vivo? Salomón dijo a los soldados:' Traigan una espada, corten el niño en dos partes y denle la mitqd a cada una.. ,Entonces la mujer que no era. la madre del niño vivo y por eso no se horrorizaba ante la senteI;lcia del rey, dijo: ¡Muy bien, que así se haga! Divídanlo ppr la mitad; y así no será ni mío ni tuye>. Pero la verdadera madre se dirigió al rey y le dijo: ¡Oh, rÍ.'o! por favor, no maten a mi \
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¡Oh no, no maten a mi hijo!
hijito. Más bien dénselo a mi rival con tal que no sea dividido por mitad. Ante estas palabras, Salomón reconoció en ella a la verdadera 'madre y ordenó que se lo entre- ' garan. ' Salomón edificó a Dios un templo grandioso y riquísimo, teniendo como modelo el Tabernáculo: cubrió de 'oro las paredes y el pavimento del Santo de los Santos; ordenó que todos los vasos fueran de oro. Milesy miles de obreros trabajaron en la cónstrucción durante siete años;, cuando lo terminaron, hicieron fiesta durante' ocho días seguidos y sacrificaroIl a DiosmuchísiÍnos animales .. A Salomón, que, en su oración había pedido solamente' sabiduría y prudencia para gobernar bien a lp. nación,
I
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Dios le concedió también gloria y riquezas tan grandes que no tenía ningún otro rey sobre la tierra. Si pedimos a Dios los bienes del alma, que son los más' importantes, él nos concederá también el aumento de lo que necesitamos para esta vida.
43. ROBOAM IR. 12. 1-24
Ya anciano, desgraciadamente Salomón se relacionó con los reyes paganos y no fue fiel a la santa ley de Dios. Entonces el Señor le dijo: Dividiré tu -reino y lo daré a uno de tus siervos; solamente por amor a David, tu padre, no lo haré durante tu vida, y a tu hijo dejaré dos tribus para que reine, sobre ellas. Cuando murió Salomón, subió aLtrono Roboam.El pueblo, antes de aclamarlo rey, le piÓió que les rebajara los enormes impuestos, diciendo: Tu padre nos sobrecargó con pesados tiibutos;disminúyelos y nosotros te servirem'os con buena voluntad. Roboam les pidió tres días para pensar si accedía o no a la petición del pueblo. Consultó a los' consejeros ancianos, y ellos le aconsejaron que disminuyera los impuestos; después consultó también a sus jóvenes amigos, quienes, al contrario, le aconsejaron recargar todavía más el yugo que les había impuesto su padre Salomón. Roboam siguió el imprudente, consejo' de los jóvenes, creyendo que así som~tíamejor al pueblo us~mdo más el terror que la bondad. Entonces el pueblo, al ver que no se le había aceptado la petición, se rebeló inmediatamente. De las doce tribus, solamente le fueron fieles dos: las tribus de Judá y de' Benjamín, que formaron el reino de Judá. Las otras diez escogieron a Jeroboam por rey, y formaron el reino de Israel. Así quedó dividido el reino de David. Roboam se equivocó cuando siguió el consejo de los jóvenes y rechazó el de los andanos;tú, aprende a pedir y a 76.
El reino de David quedó dividido
ent~e
Jeroboán y Roboán.
aceptar lo"s consejos de las personas sabias y prudentes: si así lo haces, nunca tendrás de qué' ar~epentirte.
44. EL REINO DE ISRAEL Jeroboam, al ser proclamado rey de Israel, le prohibió al pueblo ir a, Jerusalén a adorar a Dios, diciendo: Si mi pueblo sigue frecuentando a Jerusalén, terminará yén,dose con Rohoam nuevamente. Entonces mandó construir altares y becerros de. oro e indujo al pueblo a la idolatría. Sus sucesores. no fueron mejores' que él y, con reyes malos, no fue dificil que en el pueblo aumentaran los desórdenes, las violencias y' los vicios; Finalmente la nación se pervirtió totalmente, y Dios. mandó profetas para. corregir los vicios de los reyes y del pueblo. Pero 77
IR. 12, 25-33
todo fue inútil, porque Israel, en vez de escucharlos y seguirlos, los perseguía: . .
Los buenos son siempre perseguidos; pero no hay que temer las persecuciones de los majos. Bienaventurados los que sean perseguidos por querer conservarse buenos yfie/es. a Dios. 45. ELlAS IR. 17-19, 18; 2R. 2, 1-11
Elías fue un profeta que vivió en tiempos deAjab, rey impío y malvado. Ajab (875-854) 'no s610 siguió' prohibiendo que se adorase al verdadero Dios, sihó que también mandó a matar a todos los sacerdotes del Señor que vivían en su reino; edificó un templo al dios Báal y mandó venir 400 sacerdotes id91atras para el culto de ese falso dios. '. Elías, muy valiente, se presentÓ ante el pérfido rey y le anunció ,que, por causa de sus crímenes, Dios mandaría una terrible sequía y el hambre se extendería por todo el país. En efecto, durante tres años y medio no cayó ni una gota de agua, y sobrevino una gran carestía.Enfurecido el rey, persiguiÓ a Elías y mandó a buscarlo por todas partes para matarlo. Elías vivió esconciido, y fue alimentado milagrosamente, primero por los cuervos que le llevaban' el alimento por la mañana y. por la tarde, y después por una buena viuda, a la que él le multiplicó la poca harina y las últimas gotas de aceite que le quedaban.' . Después de tres años y medio, el profeta se presentó nuevamente al rey desafiando su ira y lé propuso que, al menos ante un milagro, reconocierá al verdadero Dios. Ajab aceptó el reto y reunió a todo el pueblo y alas sacerdotes de BaaL Elías reprochó también al pueblo por haber abandonado al Señor; mandó levantar dos altares, preparó leña sobre ellos, mató dos bueyes y luego dijo: Tomen uno de los bueyes, y yo me quedo con el otro; ustedes invoquen a su divinidad y yo invocaré al Señor. 78
El Dios que debemos adorar será el que escuche nuestra súplica y mande fuego del cielo para quemar la víctima. Todos aceptaron. Elías, dirigiéndose a los sacerdotes de Baal, les decía: Ustedes, que son muchísimos, comiencen prime/ro. Los sacerdotes pusieron el buey sobre el altar y, comenzaron a gritar: ¡Baal, óyenos! .¡Baal, óyenos!, y bailaban alrededor del altar; pero no bajaba fuego del cielo. Ya era mediodía y Elías se mofaba de ellos diciendo: ¡Griten más fuerte, pues Ba~H pued y estar dormido! Entonces siguieron gritando más fuerte y se herían con puñales y cuchillos hasta ,sangrar. Pero nada que bajaba fuego del cielo. Entonces Elíás tomó su buey, lo puso sobre el altar y oró: Señor, demuestra ahorá que eres ·el único Dios de . Israel: escúchame, oh Señor, para que este pueblo sepa que solamente tú eres el verdadero Dios. Inmediatamente bajo fuego del cielo y quemó lavíétima, la leña y el altar. Ante esto, el puebló cayó rostro en tierra y excla,mó: Verdaderamenteel ,Dios de Elías es el único Dios. Todos los' sacerdotes de Baal fueron condenados a muerte. Esto llenó de ira a la reina Jezabel, que juró matar al profeta. Elías huyó al desierto, y después de un día de camino, ya muy cansado, se sentó y dijo al Señor:¡ Ya no puedo más, llévame, contigo! Y se durmió. I Pero he aquí que un ángel del Señor lo despertó y le dijo: Levªntate y come. Y Elías vio un pan y un vaso de agua cerca de su cabeza. Comió, bebió y se fortaleció con ese alimento, y así pudo continuar su viaje durante 40 días y 40 noches hasta llegar al monte' Horeb . Elías ungió a su discípulo Eliseo como nuevo profeta. Un día~ mientras caminaba alIado de Eliseo, apareció un carro de fuego, tirado por caballos taplbién de fuego, que los separó a uno de otro. Elías subió a los cie~os en medio de un torbellino, y', Eliseo no l? vio más.
El pan que alimentó a Elías en su largo camino e~ figu;,. ra de la Sagrada Comunión. La Santísima Eucaristía es el
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esto; le ordenó a la mujer que reuniera el mayor número posible de recipientes vacíos y echase en, ellos el poco aceite 'que le quedaba en un pequeño vaso. La viuda hizo todo como le había' mandado el profeta: pidió prestados cuantos más vasos pudo y los fue' llenando todos,' uno por uno, y el aceite de su pequeño vaso no se acababa. ,Pero cuando terminó de llenar el último recipient~, dejó de caer aceite. La viuda vendió el aceite y pagó la deuda, y también le quedó dinero para sostenerse ella y sus hijos. Auna mujer rica,muy piadosa, le' resucitó al hijo úníco; curó la lepra de Naamán, príncipe de los reyes de Siria; pero a pesar de todos estos milagros, el pueblo no obedecía; al contrario, lo injuriaba y se burlaba de él. Un día, acercándose al pueblito de Betel, unos niños le vieron subir lentamente por la colina y se pusieron a burlarse de él. El profeta los amonesté; pero los muchachos siguieron molestándolo.Enton~es salieron dos feroc@~ osos qúe' se lanzaron sobre ellos, y mataron a 42. Elías fue arrebatado al cielo
en un carro de juegQ.
pan sustancioso que Dios nos da como ''alimento en la peregrinación de la vida. '
Con ese tremendo castigo el 'Señor' dio a entender que él quiere que respetemos a los ancianos, a los superiores y a los sacerdotes. ' , 47. JONAS (del w784 al 744 a. C.)
46. ELISEO IR,19, 19-21; 2R. 2~H
Cuando Elías desapareció, el espíritu del Señor entró en Eliseo. El continuó la predicación de la ley de Dios al pueblo de Israel. El Señor lo acompañó con muchos milagros para que todos 10 reconocieran como profeta, y le obedecieran. Una pobre viuda tenía una deuda que no podía pagar nunca. El acreedor quería vender los dos hijos de la vil)da para así hacerse pagar la deuda. 'Cuando Eliseo SuPO\ 80
}onás fue otro gran profeta. Fue enviado 'por Dios a ;JOIl. Nínive a predicar la penÜencia ya, amenazar con la des.; trucción de la ciudad si, dentro de 40 días, no seconvertían. Jonás' sabía que el Señor, siempre misericordioso, perdonaría la ciudad (que 'él, en cambio, quería ver des.. , truida); por eso no obedeció; se fue al puerto y se embarcó en una nave que lo llevaría muy lejos de Nínive. Pero' cuando la nave estaba ya en 'alta 'mar, Dios mandó una tempestad terrible y, la nave ·estába por naufragar. Los 6. Historia Sagrada
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J _.,
rparineros lloraban, imploraban a sus dioses; solamente -Jonás dormía plácidamente. Entonces lo despertaron y le dijeron: ¡Levántate y pide a tu Dios que se apiade de nosotros! Como era costumbre entre ellos, echaron suertes a ver quién era el culpable de esa desgracia; y la suerte cayó sobre Jonás .. El, entonces, confesó su peGado y dijo: Echenme al mar y la tempestad se calmará. Así lo hicie~ ron: el viento cesó y el mar se calmó. Un enorme pez se tragó a Jonás, quien, por determinación divina, estuvo tres días dentro del pez. El profeta rezó y le pidió perdón a Dios por su desobediencia. El , Señor lo escuchó y, a l.os tres días, el pez lo dejó vivO en las playas del mar. Jonás se encaminó inmediatamente - para Nínive y allá, por las calles y las plazas, se puso a' predicar la penitencia: el rey y los ciudadanos le obedecieron, hicieron rigurosa penitencia y así se salvó Nínive. Jonás es figura de Jesucristo, que estuvo, después de' su muerte, tres días en el sepulcro y después resucitó.
Si nos arrepentimos de' corazón, el Señor perd(Jna nuestros pecados, por más graves y numerosos que sean. El jamás desprecia el corazón arrepentido y humillado. 48. FIN DEL REINO DE ISRAEL 17, :H-7
~R_
Después de los muchos llamamientos inútiles hechos por Dios; por. medio de los profetas, para reconducir a Israel a la práctica de la verdadera religión; el Señor castigó a aquel pueblo infiel. Salmanasar, rey de Asiria, invadió a Samaría, capital del reino, y se llevó para su país a casi todos los habitantes de Israel como prisioneros dti guerra.
El Señor, con sermones, catecismos y correcciones, te invita también a ti a ser mejor; escucha siempre la voz de, Dios y no desprecies las gracias que él te concede. 82
49. TOBIAS Entre los prisioneros de guerra que Sálmanasar se lle- Tb_ vó para Nínive, se encontraba también Tobías. Cuando estaba todavía en su patria, era el único que iba a Jerusalén a adorar al Señor en vez de ofrecer sacrificios a los becerros de oro, como hadan los demás. Se casó con una mujer llamada Ana, y tuvo un hijo a quien le enseñó amar y a temer a Dios, -y a huir del pecado. A pesar d.e haber caído prisioner.o, siguió siempre por el buen camIno: dividía su pan con los otros compatriotas prisioneros, los consolaba, vestía y enterraba a los muertos, arriesgancio su propia vida. El Señor quiso probarlo también con , tribulaciones. Quedó ciego y, no pudiendo trabajar, que:.dó reducido a la miseria. Entonces se acordÓ que le había 'prestado dinero a un tal Gabael, de Ragués. Llamó al hi. jo, que también se llamaba Tobías, y le ~ijo: Vete hasta Ragués y recupera una plata que le pre~te. a Ga1;>ael ha~~ unos veinte años. El hijo,. que no conOCla' el camInO, sallo en busca de una persona que le sirviese de guía. En ,la plaza encontró un joven' que dijo llamarse Azaríasy que iba para Ragués. Salieron jun~os. Llegaron a un río y Tobías entró en el agua para bañarse los pies, cuando he aquí que -apareció un enorme '. p~z qu~ -se le e~hó para morderlo. Tobías, asustado, gnto: ¡Senor, protegeme! Y 'Azarías: No temas, agárralo por las agallas y sácalo. Así lo hizo y entonces Azarías le dijo que lo despedazase y ouardase el corazón y la hiel. La carne serviría de alimen~o para el viaje. Llegaron a una ciudad' y Azarías dijo: Aquí vive -Ragüel, tu pariente, es muy rico y tiene una sola hija que heredará toda la fortuna del padre. Detengámonos en su casa y pídela a su padre para casarte con ella. El te la concederá y tú preparate en oración para el matrimonio. , Tobías se demoró 14 días en casa de Ragüel y se casó con Sara, la' rica hija de su pariente. Mientras tantoAza-
a
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1-14
tonces el joven les ieveI6.1aveidad: Yo soy,: dijo, Rafael,.' uno de los. ángeles que están siempre delante de Dios. Cuando oyeron ésto, el padre y el hijo cayeron' con° el rostro en tierra, temblorosos. Pero el ángel les dijo: La paz esté con ustedes, no teman. Si he estado con ustedes, ha sido por voluntad .divina. Ahora tengo que regresar al que me envió. Bendigan alSeñor y hablen ,de sus maravi, Has. Dicho esto, desapareció. Entonces, durante tres horas, permanecieron postrados por tierra alabando y adorando a Dios. También tú tienes un ángel de la guarda a tu lado; ámalo y obedécele; cuando él te hable por medio de las buenas inspiraciones. I
50. JOB Es bueno recordar aquí a otro santp hombre, aunque .Jb.1-42 haya vivido en otro tiempo y otro lugar. Se trata de Job, que con su buen ejemplo nos enseña cómo debemos soportar las tribulaciones de la vida. Job vivió <mtre· paganos, pero adoró siempre al verdadero Dios. Era muy rjco 'y daba muchas limosnas; daba consejos,. porque era sabio; tenía siete hijos y tres hijas que se querían mucho. Para probar su virtud, Dios permitió que Sataná~ lo tentara. El demonio nQ perdió tiempo: cierto día, uno de los siervos dijo a Job: Los sabeos nos atacaron y se llevaron los bueyes, los burrosy.mata:ron alas siervos, solamente yo logré escapar. Llega otro y le anuncia: Un rayo acabó con las ovejas y los pastores. Llega un tercero y dice que los caldeas se han robado los camellos y han asesinado a todos los siervos. Un cuarto 'trae una noticia más trágica: Patrón~ dijo, un viento su- . mamente fuerte destruyó la casa de tu hijo mayor, en donde estaban' reunidos todos tus hijos e hijas. Todos'· murieron bajo los escombros; Ante tan terribles noticias,
én
Tobías consolaba a los demás prisioneros.
rías fue hasta Ragués y se hizo pagar la deuda. Cuando regresó, Tobías se despidió de Ragüel que le dio siervos, . siervas, ganado, camellos, vacas, mucho dinero. ~uego, con el compañero, la esposa y toda la comitiva, emprendió el regreso. Al acercarse a la ciudad, Azarías dijo a Tobías: Al entrar en tu: casa., adora y agradece a Dios; besa a tu padre y úntale los ojos con la hiel del pescado que· has conservado. Tobías hizo todo .como se le había dicho: adoró y dio gracias al Señor, besó afectuosamente al andana padre, le untó los ojos con la hiele inmediatamente recobró la vista. Este joven desconocido le trajo a la familia de Tobías un bien Inmenso.' En recompensa, Tobías y su hijo querían darle la mitad de las riquezas de la dote de .Sara. En84
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Dios, probada la virtud de su siervo, lo premió .restituyéndole la 'salud y dándole otros hijos. Y 10 hizo mu"' cho más ricp que antes.
En la vida tú también tendrás que sufrir; resígnate. a la voluntad de Dios: él dispone todo siempre para nuestro bien. 51. EL REINO DE JUDA Mientras en el reino de Israel todos los reyes fueron ~R. 1P,-~4 malos, en el reino de Judá hubo algunos que fueron buenos, siguieron a los profetas y mantuvieron a los súbditos en la fidelidad a Dios. Por ellos el Señor protegió al reino contra los enemigos más fuertes que los atacaban. 52. EZEQUIAS (del 721 al 639 . a. C.) Los amigos _ lo reprochaban como si fuera un pecador.
Job lloró y rasgó sus vestiduras en señal de dolor; pero al mismo tiempo, adoró a Dios y dijo: El Señor me lo dio, el Señor me lo quitó, bendito sea su santo nombre. 'El demonio obtuvo' el permiso para atacarlo en su cuerpo; lo convirtió en una llaga de pies a cabeza. ¡Pobre Job! Tuvo que ir a sentarse entre la basura y se rascaba. las llagas con una especie de teja. La mujer lo insultaba y los amigos lo reprendían como si se tratase dé un pecador castigado por Dios. Job . soportaba todo pacientemente, diciendo: Recibí los bienes de manos de Dios, ¿por qué no he de recibir los males de las mismas manos? En medio de tanta desgracia, Job no dejó escapar ni una sola palabra de queja.
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Ezeq~ías fue un9 de esos reyes buenos y temerosos de~R. Dios. Durante su reinado, Senaquerib, rey de Asiria, in-' vadió a Judea, ocupó todas las fortalezas y mandó mensajeros con cartas a Ezequías exigiéndole la rendición y la sumisión. En esas cartas, Senaquerib había escrito blasfemias contra Dios. El mensajero que las llevaba también blasfemó en presencia de 'Ezequías;, El piadoso rey, al oír y leer tales blasfemias, para desagraviar al Señor, rasgó sus vestiduras, ~e vistió de· cilicio, se fue al templo y oró así: "Mira, Señor, las blasfemias que' Senaquerib escribe contra ti, ¡Dios vivo y verdadero! Venga tu nombre y líbranos de las manos de ese hombre, para que todos sepanque solamente tú eres-el ~ios verdadero". En esa misma noche, el ángel del Señor mató a 185 mil soldados del ejército de. Senaquerib. Cuando a la mañana siguiente el rey vio a tantos sol4ados suyos muer-
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lH-20
tos, tuvo que levantar el campamento a toda prisa y huir a Nínive.
Cuando oigas qile alguien habla mal de Diosoblasjema, di una jaculatoria en desagravio; como.~ Bendito sea Dios; sea ,alabado Jesucristo; y reza por la conversión de los pecadores. . 53. JUDIT .Jdl.H-J(¡
. El rey de Asiria mandó al general Holofernes al frente de un poderosísimo ejército para apoderarse de Judea. Cuando supieron esto, los judíos se prepararon para la defensa: almacenaron gran cantidad de trigo, construye- . ron rápidamente muralias alrededor de lá~ ciudades e hicieron trincheras por donde podrían penetraJ; los enemi- , gas al reino. Pero más que en las fortalezas materiales, pusieron. su confianza en la protección divina: hicieron penitencia y rezaron. Para entrar a Judea, el general Holofernes tenía primero que apoderarse de la fortaleza de Betulia, que estaba edificada en la cima de un monte. No pudiendo tomarla por la fuerza, resolvió obligarla a rendirse por la sed. Ordenó destruir el acueducto que Ita abastecía y vigilar a los pozos vecinos para que los sitiados no tuvieran agua para beber ni para preparar los alimentos. En pocos días Betulia se vio desesperada, y Ozías, e1 comandante, resolvió rendirse, si dentro de cinco días no llegaban refuerzos desde Jerusalén'. En ese tiempo vivía en Betulia una viuda muy buena, llamada Judit. Cuando supo que el comandante ~ba a rendirse, manoo lJamar a los jefes de la ciudad y les dijo: ¿Cómo es eso de que Ozías va a rendirse si dentro de cinC0 días no llegan refuerzos de Jerusalén? No se puede, ni se debe, ponerle límite al Señor: Dios nos ayudará cuando y como él quiera; hagamos penitencia y recemos. Esta ..
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Le cortó la cabeza y la echó en un talego.
noche vaya salir de la ciudad; pidan a Dios que me ayu~ de. Judit se retiró y oró fervorosamente; después se ador.,. nó como en los mejores días de su vida, y salió de Betulia en compañía de una sierva. Tan pronto salió, los soldados enemigos la pusieron presa y la llevaron a la presencia de Holofernes. El general admiró mucho la be. lleza de la mujer y su' prudencia en el hablar; le dio una carpa y amplia libertad pa.ra entrar y salir del campamento a cualquier hora del día o -de la noche. Cuatro días 'después que Judit estaba en el camp.amento, Holofernes ofreció una fies,ta a sus oficiales y quiso que Judit estuviera presente. Por la noc_he, los oficiales se retiraron, y Judit quedó' sola con Holofernes que, ebrio, se echó sobre la,cama y se durmió. Entonces Judit,
con todo el fervor del alma, le pidió al Señor que le diera fuerza y valentía. Agarró la espada del mismo Holofernes y con dos golpes certeros le cortó 'la cabeza y la puso en el talego que la sierva llevaba consigo. Gracias a la libertad que tenía- para salir del campamento a cualquier hora, salió durante la, noche, sin 'que nadie la esculcara,llevandola cabeza de Holofernes. A la mañana siguiente los defensores de Betulia cayeron precipitadamente sobre los enemigos. Estos, ya sin el general que los dirigía, huyeron despavoridamente, perseguidos por los habitantes de Betulia y de otras ciudades vecinas. Judit es figura de María Santísima: como Judit cortó la , cabeza a Holofernes, así María venció al demonio.
Cuando el demonio te, tiente, invoca a María y pídele que te ayude a vencerlo. 54. FIN DEL REINO DE JUDA (587 a. C.) 2R,25, 1-22
2R.24, 10-17; DIl.I, 1-21
Pasado el peligro; el rey y el pu~blovolvieron a pecar,. y, por disposición divina,Nabucodonosor mandó otros ejércitos contra Judea. Sin la protección de Dios, los judíos fueron vencidos. Nabucodonosor pasó todo a hierro y fuego, incendió la ciudad· y el templo de Jerusalén, le sacó los ojos al rey Sedecías y llevó como esclavos a Babil~nia a casi todos los judíos.
Esos jóvenes prometieron. no ofender al Señor comiendo alimentos prohibidos por la ley. Dios les concedió tanta belleza y sabiduría que Nabucodonosor, cuando le fueron presentados, quedó maravillado, pues no había en su reino otros jóvenes con igual belleza y sabiduría.
55. CAUTIVERIO DE BABILONIA
Feliz quien teme al Señor: Dios lo conservará y lo librará de todos los males.
Entre los judíos llevados prisioneros a Babilonia había cuatro jóvenes: Daniel, Ananías, Misael y Azarías. Eran de familias nobles, hermosos e instruidos. Por eso los escogieron para servir en el palacio real.
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Casi todos los judíos fueron llevados como'esclavos.·
56. LOS TRES JOVENES EN EL HORNO ARDIENTE Nabucodonosor" lleno de soberbia por las muchas victorias que había obtenido, mandó construir una enorme
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Dn. 3, 19-23
estatua de oro, ante la cual todos, al son' de las trompetas, deberían doblar las rodillas y adorarla. Los tres jóvenes: Ananías, Misael y Azarías (Daniel estaba ausente) no obedecieron la orden del re,y y fueron acusados por no adorar la estatua. . El rey mandó llamara los tres y. les ordenó que, co~ mo todos, cuando oyeran las trompetas, adoraran la estatua: en caso contrario, dijo, serán lanzados ~ un horno ardiente, y ¿qué Dios podrá librarlos de mIs ,manos? Los jóvenes contestaron: El Dios que nosotros adoramos podrá librarnos; pero si él quiere realmente librarnos, eso no nos corresponde' a nosotros afirmarlo. Lo que debes ,saber, oh rey, es que nosotros no adorarémos jamás la' estatua. ' , Al oír ésto, el rey se enfureció; ordenó que encendieran el horno con fuego siete veces más fuerte que lo nor~ mal y que ataran a los jóvenes y lo's echaran al fuego, vestidos. Los jóvenes cayeron entre las llamas, que salieron por la boca del horno y quemaron instantánea-' ' mente a los que estaban cerca. El ángel del Señor entró con los jóvenes en el horno, apartó de ellos las, llamas e hizo que soplara un viento refrescante, de tal manera que ellos no sufrieran" Paseando por entre las llamas, los jóvenes alababan a Dios, e invitaban a todas las criaturas del cielo y de la tierra a hacer lo mismo. El canto de alabanza que ellos compusieron en esa ocasión, todavía hoy lo rezan los sacerdotes en el Oficio Divino. Al día siguiente, por la mañana, el rey con sus corte~anos, magistrados y gobernadores fue al horno, y... ¡oh, maravilla! vio a los jóvenes paseando ilesos entre las llamas. Ordenó que los sacaran. Todos quedaron maravillados al verlos hermosos e intactos como antes; no se 'quemó ni un pelo de sus cabezas ni un hiíito de sus vestidos. Ante este hecho, Nabucodonosor reconoció el poder y las • grandezas de Dios y elevó a los tres jóvenes al rango de gobernadores de la provincia de Babilonia. I
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Como los tres jóvenes, sé siempre fiel a Dios y confía en él; qui(?n confía en, el Señor nunca quedará desampara- ' do.
57. DANIEL Daniel VIVIO siempre en la corte real, y los reyes lo DIl, 2, apreciaban mucho por su sabiduría y por, sus consejos; 46-49' pero Dios lo amaba mucho más por su bondad y su rectitud. El Señor le dio no sólo la inteligencia para explicar a los reyes cosas que ningún adivino lograba explicar, sino que lo favoreció también con 'visiones, que se referían \ al' futuro. El profetizó que la esélavitud duraría, 70 años; , que Jos judíos, cuando regresaran a su patria, reconstruirían el templo; predijo cuántos años faltaban para la venida del Mesías; que su pueblo rechazaría al Salvador y CIue, paresa, Jerusalén yet templo serían destruidos.
'Cuanto más una persona sea recta, tanto más Dios la bendice; tú recibirás del Señor gracias tanto más abundantes. cuanto más trates de mejorar tu condu.cta delante de Dios.
58. DANIEL SALVA A SUSANA \
Una esposa ejemplar de nombre Susana, muy bella y llena de temor, de Diós, fue acusada injustamente de un grave delito por dos hombres malos. La buena mujer fue juzgada delante,de todoel pueblo; defendió su inocencia,' pero como los dos viejos eran considerados sinceros y ,justos, Susana fue condenada a muerte. Susana, al· oír la sentencia, exclamó: Dios eterno, tú conoces las cosas más ocultas; Moriré, pero tú sabes que soy inocente y que mis acusadores son mentirosos. , La multitud ya se encaminaba hacia el lugar del suplicio. El Señor inspiró al joven Daniel, quien gritó: ¡Renúe-
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DIl, ¡:l, 1-64
59. VISION DE BALTASAR
lJ¡lo f)allicl:
lIágase de' nuevo el proceso: los dos
11/1('111('11.
vese el proceso, porque los dos ancianos han mentido! La multitud se detuvo. Los dos viejos fueron separados el uno del otro y se recomenzó el proceso. Se les pidió por. separado las declaraciones, uno después de otro. Pero la . declaración de uno no' coincidió absolutamente con la del otro. Al ver esto, el pueblo reconoció lo injusto de la acusación y, bendiciendo a Dios, liberaron a Susana y apedrearon a los dos viejos malvados.
No te desesperes si algún día eres acusado injustamente: a ·su tiempo el Señor te restituirá la honra. 94
El rey de Caldea, Baltasar, ofreció un gran banquete e invitó a todos los' grandes de su reino. Comió y bebió hasta embriagarse, y luego mandó llevar los vasos sagrados de oro y plata que su padre Nabucodonosor había robado del templo' de Jerusalén. Todos: el rey, los cortesanos, las mujeres, bebieron en ellos, cometiendo una profanación 'sacrílega. Pero a un cierto momento, el rey empalideció, se turbó y comenzó a temblar. Vio en la pa;. red que le' quedaba al frente los dedos de una mano que escribieron estas palabras misteriosas: "Mené, Tequel y Parsín" . El rey, fuera de sí por el terror, gritaba: 'Llamen a to~ dos los sabios y adivinos" y que me expliquen esa escritura: el que pueda explicarla será vestido de púrpura, tendrá un collar de. oro y ocupará el tercer lugar en mi ·reino·. Pero ninguno de ellos pudo satisfacer el deseo del rey. Entonces un terror más grande asaltó al rey Baltasar. La reina dijo: No te asustes, ¡oh rey! tu padre nombró príncipe de los sabios a un tal Daniel, uno de los prisioneros judíos, porque en él reconoció al más sabio de todos; llama a Daniel y él te dará la explicación. Buscaron a Da,niel y lo llevaron a la sala del banquete. Elrey le dijo: He oído decir que sabes descubrir las cosas misteriosas: lee y después descifra lo que está escrito en la pared, y tendrás la púrpura, el collar de oro, y seráse.l tercero en .mi reino. Daniel contestó: Oh rey, deja para ti tus dones y da a otros tus ofrendas; 'leeré lo escrito y te lo explicaré. ' La primera palabra, Mené, quiere decir: Dios ha medido tu -reino y le ha puesto fin. La segunda palabra, Tequel, significa: Has sido pesado en la balanza y encOntrado falto de peso. La tercera palabra, Parsín, significa que tu reino ha sido dividido y entregado a los medos y a los persas.
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Dn.5. 1-30
El rey le dijo: Lee y descifra la escritura' la pared. que apareció
en
Esa misma noche Baltasar fue asesinado, y Daría, uno de los más ilustres personajes de los medos, ocupó el trono. -
¡Justo casúgo por el sacrilegio cometido, al profanar los vasos sagrados! Ten horror al sacrilegio, y respeta siempre los lugares, las cosas y las personas consagradas al Señor. 60. DANIEL EN EL FOSO DE LOS LEONES Dn.6. 17-25
Daniel, el favorito del rey Daría, era envidiado por los otros príncipes, los cual~s buscaban una ocasión para
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condenarlo a muerte. Pues bien, como Daniel adoraba al 'Dios único, le sugirieron al rey que,con una nueva ley, prohibiera toda oración a Dios y que durante un' mes se adorase solamente al rey' Daría como si él fuera dios. El rey firmó la ley inicua, y los príncipes se pusieron a vigi- , lar a Daniel, sabiendo muy bien que él seguiría adorando al Señor. En efecto, vieron qué Daniel, tres veces al día., se arrodillaba y adoraba al único y verdadero Dios. Inmediatamente lo acusaron ante el rey yle insistieron para que fuera condenado a muerte. El rey, que quería mucho a Daniel, trató de salvarlo, pero' ante la presión ,de los cortésanos, tuvo que ceder, y entregarlo en sus manos, aunque esto lo apesadumbraba mucho. Daniel fue echado a una cueva en donde había siete leones hambrientos. Cerraron la entrada con una enorme piedra y la sellaron con el sello del rey y de los' príncipes. Esa noche el rey no pudo comer ni dormir. A la mañana siguiente, al amanecer, fue a la cueva y con 'voz en.. trecortada por el llanto, exclamó: Daniel; el Dios a quien sirves, ¿pudo librarte de los leones? Y Daniel contestó al rey: ¡Oh rey, -yo vivo! Mi ,Dios ínandó a su ángel para que tapara la 'boca de los leones, y éstos no me han hecho ningún mal. El rey se alegró muchísimo; mandó sacar a Daniel del foso y meter en ,él a sus acusadores: estos ni siquiera alcanzaron 'a llegar al fondo, porque los devoraron las fieras.
Quien hace mal a los otros, muchas veces se hace mal a
si mismo. 61. LOS JUDIOS REGRESAN ASU PATRIA (538 a. C.) Los judíos soportaron 70 años de servidumbre babilónica y, durante todo ese tiempo, hicieron penitencia y le pidieron al Señor que los librara de la esclavitud. Dios se 7. Historia
~agrada
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Esd. I
Mi Dios mandó a su ángel para que me defendiera y sirviera.
compadeció de ellos, y le inspiró al rey. Ciro para que los . pusiera en libertad. Ci,ro promulgó un decreto que permitía el regreso de los judíos a su patria, la reedificación del templo y, además, ordenó que se les restituyesen todós los vasos sagrados robados por Nabucodonosor. Más de 40 mil judíos regresaron inmediatamente; má~ tarde regresaron muchos otros. El primer acto de los judíos repatriados fue la reedificación de Jerusalén y del ~emplo .. Los más ,ancianos, que habían visto la magnificencia y el esplendor del templo de Salumón, lloraban viendo el nuevo despojado de tanta riqueza. Para consolarlps, Dios les envió .el profeta Ageo, quien les aseguró que el nuevo templo sería más
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El rey prefirió. a Esta . y la eligió por esposa y reina.
glorioso que el primero, porque a él iría a orar el mismo Mesías. Dios conforta a las almas; e.n ¡as' horas ,de angustia, recurre a él con confianza y serás reconfortado.
62. ESTER (del 485 al 465 a. C.) No todos los hebre~s aprovecharon el permiso de regresar a la patria; muchos se quedaron en tierra extranjeray, entre ellos, Mardoqueo ysu sobrina Ester.
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Es!. 2-8
a
Amán llevó triunfalmente a Mardoqueo por toda la ciudad.
. , El rey Asuero tenía que casarse, y ehtre las mucha~ Jovenes que le presentaron se encontraba también Ester que fue ~a preferida por el rey para esposa y reina, pue~ era la, mas bella de todas. ·Pero lo más importante es que merecIa. esa h.onra pO,r su piedad y virtudes ejemplares. ElegIda rema, el tIO Mardoqueo, que la amabamucho, ?O dejaba pasar un solo día sin ir a la puerta del palacIO para verla y darle buenos consejos. Sentado en,la puerta del palacio, descubrió que dos siervos tramaban asesinar al rey; entonces le avisó a la reina: se descubrió la conspiración yel hecho quedó registrado en los anales del reino.' , . ' 100
Mientras tanto, un'·ministro del rey, llamado Amán, quien estimaba mucho el soberano, quiso por orgullo que todos se arrodillaran ante su paso cómo si él 'fuera dios. Mardoqueo jamás dobló las rodillas ante él'. Amán juró vengarse. Acusó' falsamente a los, hebreos de estar organizandouna revolución,y con esa' .ácusación logró que el rey publicara un decreto condenando a muerte a todos los judíos del reino. Para ahorcar· a Mardoqueo mandó construir una h-orca en su propio jardín. Grande fue el terror de los judíos cuando leyeron el decreto que los condenaba a' muerte. Ester, por sugerencia del tío, después de haber ayunado, rezado y mandado rezar, se presentó al rey y le pidió gracia para ella y para su pueblo. 'Fuimos, dijo, condenados injustamente a muerte y nuestro enemigo se llama Amán. Por la noche, no pudiendo dormir, el rey mandó que le leyeran los anales del reino para distraerse un poco. Dios dispuso que le leyeran el pasaje· de la conspiración descubierta por Mardoqueo y de la que le había, da,do cuenta Ester. Entonces Asuero comprendió que los judíos eran inocentes; retiró el decreto de muerte contra ellos y mandó ahorcar a Amán en la horca que había hecho levantar en su jardín para matar a Mardoqueo . Ester es otra figura de Nuestra Señora. Como Ester salvó al pueblo hebreo,(lsí María salva a los cristianos. Ama mucho a,la Virgen y pídele que te salve tdmbién a ti,
63. LOS PROFETAS Diosc9nservó siempre viva la idea del futuro 'Mesías; antes con figuras (ya hablamos de algunas) y con las pro. mesas hechas y renovadas a los Patriarcas; después por medio de los profetas. Estos eran predicadores enviados por Dios para corregir los vicios de los reyes y del pueblo 101
y para inéulcar el cumplimiento de la ley divina. Iluminados por Dios, predijeron muchas cosas futuras y; muchos ,siglos antes de su aparición, preanunciaron muchos hechos relacionados con el nacimiento; vida, pasión y muerte del Salvador. Hubo muchos profetas, pero' pocos escribieron sus profecías. De los' que escribieron, cuatro se llaman "profetas mayores", porque escribieron muchas profecías' y con muchos detalles. Ellos son: Daniel, Is~ias, Jeremías y EzequieL' Sobre Daniel ya hemos hablado.' Isaías predijo la destrucción de Israel, desde -Siria a la - devastación de Judea, la esclavitud y la liberación, 'la reconstrucción de Jerusalén y del templo. Predijo el nacimiento, la predicación, los milagros y la pasión del Mesías con una claridad que nos parece leer, no una profecía por realizarse después cie centenares de q.ños, sino un hecho ya ~umplido. Por la santa libertad con que reprochaba los vicios de los reyes fue martirizado bárbaramente. Jeremíq.s fue santificado antes de nacer, y desde muy jovencito' comenzó a profetizar. También él censuró abiertamente los pecados, amenazó con la destrucción del 'reino de Judá, la ruina del templo, de Jerusalén y el cautiverio de los 70 años. No lo escucharon' al contrario lo insultaron, lo flagelaron y lo encarcel~ron.' , Cuando el castigo que él había anunciado cayó sobre la nación y Jerusalén se vio asediada por Nabucodono, sor, el profeta fue echado en una cisterna~ después lo sacaron de allí y lo encarcelaron. Caída Jerusalén en man~s de los enemigos, Jeremías no solamente fue puesto en libertad, sino también honrado por Nabucodonosor, quien le concedió la más amplia libertad. Casi todos lbs judíos fu~:on llevados al cautiv.erio de Babilonia. Jeremías prefino quedarse en lq, patna desolada para llorar sobre las ruinas de Jerusalén (todavía ~e leen 40y sus lamentaciones en la Semana Santa) y para consolar a los pocos
Jere'mlas predijo la destrucción de Jerusalén.
, que se habían quedado a' cultivar, la tierra. 'Para' canso:' larIos; predijo el fin de la esclavitud, la restauración -de la patria· y el gran bien que traería al.mundo el Mesías. Los pocos habitantes que se quedaron en Judea; con...; tra la voluntad del profeta huyeron a Egipto y se 10Jleva-\ ron con ellos. Allá también Jeremías no dejó de amenazarlos por los pecados que cometían. Terminó siendo apedreado por los propios compatriotas. " Ezequiel consoló a los que fueron deportados ,a Babilonia, 'pue,s' también él era prisidnero de guerra. Predijo la liberación, la reunificación de los hebreos en un solo pueblo, la reédificación del templo y'las grandezas del Mesías. Después fue muerto por uno de los jefes del pueblo
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hebreo, a quien el profeta había reprendido por haberse , entr,egado al culto de los falsos dioses.
Ez. 37, 1-14
No odie~ a quien corrige tus errores o reprocha los males" que practicas: él es tu mejor amigo.
Nosotros moriremos y nuestros huesos se convertirán en polvo. Pero Dios, al fin del mundo, ordenará a ese polvo . que vuelva a ser el cuerpo que hoy tenemos~Prepárate~ mi querido niño, con una vida santa para e/día de lá resurrección gloriosa.
64. RESURRECCION DE. LOS MUERTOS
65. ALGUNAS PROFECIAS SOBRE EL MESIAS
Entre las muchas visiones proféticas de Ezequiel conviene recordar la visión de la resurrección de los muertos. Así' nos la describe él: "La mano de Yavé fue sobre mí y, por su espíritu, Yavé me sacó y me puso en medio de la vega, .que estaba llena de huesos. Me hizo pasar por entre ellos en todas las direcciones. Los huesos eran muy numerosos por el suelo de la vega, y estaban completamente secos. Me dijo:'¿Hijo de hombre, podrán revivir estos huesos?'. Yo dije: 'Señor, Yavé, tú 10 sabes'. Entonces me dijo: 'Profetiza sobre estos huesos. Les dirás: Huesos secos, escuchen' la palabra de Yavé.. Así 'dice el Señor Yavé a estos huesos: He' aquí que yo voy a hacer entrar el espíritu en ustedes y vivirán. Los cubriré de nervios, haré crecer sobre ustedes la carne, los cúbriré de piel, les daré un espíritu y vivirán; y sabrán que yo soy Yavé'. Yo profeticé como se me había ordenado, y mientras yo profetizaba se produjo un ruido. Hubo mi estremecimiento, y los huesos se juntaron unos con otros. Miré y vi que estaban recubiertos' de nervios, la carne salía y la piel se extendía por encima, pero no había espíritu en ellos. El me dijo: 'Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre. Dirás al espíritu: Así dice el Señor Yavé: Ven, espíritu, de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos para que vivan'. Yo profeticé como se me había ordenado, y el espíritu entró en ellos; revivieron y se incorporaron sobre sus pies: era un enorme, ,inmenso ejército"
Los profetas, centenares y centenares antes, predijeron el tiempo en que vendría el Mesías. Anunciaron que nacería de una virgen:·" He aquí. que una virgen concebirá y dará a luz un hijo que· se llamará Emmanuel" que quiere decir "Dios con nosotros". Predijeron que Belén sería su tierra natal: "Y tú, Belén, eres la más pequeñita de todas las ciudades de Judá, pero de ti saldrá el que será Dominador en Israel, cuya generación será eterna". Profetizaron su. entrada triunfal en Jerusalén: "Alégrate, hija de Jerusalén~ he aquí que tu rey, justo y salvador, viene a ti; él es pobre y monta sobre una burrita y su pollino". La pasión del Salvador fue descrIta .con detalles particularísimos: "Lo vimos despreciad.o, el último entre los hombres, .el va~ rón -de dolores... Fue sacrificadó pórque así lo quiso y no abrió su boca. Como oveja será llevado al matadero y, comó cordero, mudo anfe el 'esquilador, así él no abrirá su . boca". Además, los profetas pusieron en boca del Mesías estas palabras: "Traspasarán mis manos y mis pies, contarán todos mis-huesos". "En mi sed, me darán vinagre para beber". "Se dividirán mis vestiduras y echarán suerte sobre mi túnica". Los profetas dijeron que el Mesías sería con. tadoentrelos criminales Y', a pesar de eso, fundaría un reino glorioso y eterno. Ese reino es la Iglesia, militante en la tierra Y triunfante en el cielo. . Así Dios conservó siempre viva la fe en el Salvador, porque todos los que se salvan, se salvan por sus méritos. Los que vivieron en el Antiguo Testamento se salvaron
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Is. 7, 14; Mi. 5,2; Is. 53,2
por la fe en Cristo que debería venir; nosotros nos salva-' remos po!, la fe en Cristo, que ya vino.
Cuando reces, pide siempre las gracias por los méritos de Jesucristo; sólo él puede' salvarnos.
Eleázar enseña no sólo a n~ .cometer pecados, sino también a no hacer o decir lo que tenga apariencias de pe-' cado para no dar. mal' ejemplo. 67. LOS SIETE HERMANOS MACABEOS
66. ELEAZAR 2M. 6, 1-31
Muchos años después que los hebreos regresaron a su patria, Alejandro, el Grande, se apoderó de·todos los rei.nos de Asia y también de Jerusalén. Cuando murió, dividió el grande imperio conquistado, y les dio una parte a cada uno de sus generales, declarándolos reyes, cada uno en la región que le correspondió. La Palestina le correspondió a Seleuco, padre de Antiaca, rey pérfido y cruel. Profanó el templo, destruyó el . altar y el candelabro de oro, se apoderó de los vasos sagrados y de todo lo más precioso; .mandó quemar las sagradas escrituras y adorar las falsas divinidades. Para oBligar a los hebreos a renegar de la propia religión, mató' niños, asesinó mujeres y hombres. Entre muchos. otros fue. hecho prisionero también un anciano sacerdote, Eleázar, y lo obligaron a comer carne de puerco, prohibida por. la ley judía. El buen anciano prefirió morir antes que cometer ese' pecado. Los presentes, movidos por falsa compasión? le aconsejaron fingir que comía la carne prohibida~ cuando en realidad comía310 la carhepermi- . tida por la ley. Así podría salvar la vida. Pero Eleázar contestó·: No es lícito fingir y hacer creer a lbs jóvenes que YO,anciano de 90 años, haya pasado a la religión de los gentiles. Llevado al supliC;io, gimiendo .bajo el peso de los achaques, dijo: Señor, tú sabes' que yo sufro con buena voluntaq estos terribles tormentos, solamente porque no quiero ofenderte. Así murió Eleázar dejando, no sólo a los jó\Zenes sino a todos, un grande' ejemplo de virtud y de fortaleza.' 106
Una madre tenía siete hijos, todos observantes de la 2M. 7, ley del Señor. Antíoco los llamó a su presencia y les or- 1-41 denó que' comieran la carne prohibida, Madree hijos se negaron. A todos ellos, uno d~spués de otro, les cortaron las manos, los pies, la lengua, y después los, echaron en una caldera hirviendo por orden del rey cruel. Muertos los seis primeros, quedaba el menor: El rey ledijo: Juro ha- , certe rico, feliz y vivir en mi palacio real, si. renun<;:ias a tu religión. E~ muchacho, animado por su madre, contestó: No obedezco a tus mandatos, sino a la ley de Dios, que nos fue dada por Moisés; pero tÚ, oh rey, que has hecho tantos males al pueblo hebreo, no escaparás dela justici~ divina. LlellO de ira por esa respuesta, el, rey .' mand~ torturarlo cori más crueldad' que la usada con los otros. Por último, después de los hijos,' fue martirizada también la madre.
Si alguien te invita á cometer una mala acción, contesta como el joven macabeo: No hago como me dices, sólo pbe- . dezco a Dios. 68. MATATIAS El. s~~er~ote Matatías, con el corazón destrozado por la afllCClOn del pueblo hebreo, por. las profanaciones de l~ ciuda~ santa y por la- crueldad del rey Antíoco, se retiro a la CIUdad de Modín~ El buen sacerdote lloraba y deda: Ay de mí que he vivido lo suficiente para ver el templo 'profanado, lé,ls cosas santas destruidas, los vasos 107
1M. 2, 1-70
zas del ministro del rey. Matatías .organizó un ejército y con él hizo frente al pérfido Antíoco, infundió ánimo a los buenos y destruyó los altares que el rey había mandado levantar a las falsas divinidades. Murió a los 146 años y fue llorado por todo Israel; de los hijos se despidió con estas' palabras: Bijas, acuérdense de .nuestros padres Abrahán, José, Finés, Josué, Caleb, David y tantos otros; ellos esperaron en Dios y no desobedecieron. Como ellos, sean fuertes y constantes en el cumplimiento de la ley de Dios.
Recuerda que también tú eres hermano de Jesús y de los santos" ysé constante en su imitación.
69. JUDAS MACABEO
Todos ellos fueron echados en una caldera hirviente. /
sagrados robados, los ancianos asesinados, la juventud .pasada a filo de espada,. Los soldados de Antíoco fueron hasta Modírr e inti- maron a Matatías para que sacrificara a las falsas divinidades. El sacerdote, para que lo oyeran todos sus,conciudadanos, contestó en alta voz: Líbreme Dios de semejante cosa: yo, mis hijos y mis hermanos adoramos' únicamente al S~ñor; no obedeceremos a las palabras del rey, aunque los demás le' obedezcan y se aparten de la ley de sus padres. Luego se fue por la, ciudad gritando: El que ame al Señor, ¡sígame!, y huyó a los montes, acompañado de sus hijos. Muchos otros, amantes de la ley y de la justicia, se retiraron al desierto para huirde las amena108
Muerto Matatías, su hijo Judas asumIó el comando . de los ejércitos y, ayudado por sus hermanos, derrotó sucesivamente·a todos los ejércitos de Antíoco. ELSeñor lo ayudó de modo maravilloso, llevándolo a' obt~ner, con un pequeño ejército, victorias espectaculares. Judas, mientras iba librando a Judea del yugo de Antíoco, iba también destruyendo los altares de los falsos dioses. Conquistó a Jerusalén, reconstruyó el altar y, con grande alegría de todos, recomenzó el ofrecimiento 'de los sacrificios en el templo. Judas logró muchas victorias, no'porque confiara en el número de sus soldados, sino en el Señor. Antes de los combates, dirigía sus oraciones al Señor, y lo mismo hacían los soldados, que también oraban por los compañeros caídos en combate. En una batalla perecieron muchos hebreos. Al enterrarlos, encontraron en sus vestidos muchos objetos prohibidos por la ley,y que ellos habían recogido en los templos 'de los í.dolos. 'Judas recogió una buena suma de dinero y la mandó a Jerusalén para que 109
1M. 3, 1-60
/ ftie atacado por terribles dolores. Pero no por eso se detuvo; al contrario, azotaba a 16s caballos para acelerar la marcha. Durante lacotrida, cayó del c.oche, se fracturó los huesos, se le pudri'eroh las heridas y se le llenaron' de gusanos. Sólo entonces se dio cuenta· de los sacrilegios que. había cometido contra el templo del Señor y de su crueldad contra el pueblo de Dios. Se arrepintió del mal cometido, per~Ü' no obtuvo perdón. Antíoco se ,arrepintió de haber cometido tantos pe.cados, pero solamente por los dolores atroces que padecía~ Si no le hubiera sucedido esa desgracia~ habría continua'" qo sus ~rímenes como antes. -Comido por los gusanos, abandonado de todos por el horrible mal olor que ·despedía, este rey jmpío y sacrílego tuvo la más miserable de las muertes. Quien se árrepiente por fines purame,nte humanos, y no por la ofensa hecha á Dios o por temor a los castigos eter,;.; nos, no obtiene el perdón de Dios.· Conqu,istó a Jerusalén y reconstruyó el altar del Señor.
se ofreciera sacrificios al Señor en sufragio de las almas de los soldados muertos en la guerra. En tus oraciones no olvides rezar siempre por las almas de los difuntof . 70. MUERTE DEL REY ANTIOCO 1M. 6, 1-16
¿Cómo acabó sus días el impío rey Antíoco? Derrotado en la guerra y vencidos sus generales uno después de otro por Judas, organizó un nuevo ej~rcito y, fuera de' sí por la rabia, marchó contra Jerusalén. Estaba resuelto a reducirla a cenizas. Pero durante la marcha, de repente 110
71. ULTIMOS TIEMPOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO En una batalla, Judas se encontró en la dificil situa> ' 1M. 9, ción de disponet solamente de ·800 soldad~s contra 22 1-22 mil. A pesar de la grande inferioridad numérica, aceptó el combate, y luchó valientemente. Rodeado y vencido por el gigantesc'o número de enemigos, cayó y murió cubierto de gloriosas heridas. Sus hermanqs recogieron el cuerpo del valiente jefe y le dieron sepultura con los ho-' nares que mereCÍa. Todo Israel lloró inmensamente su muerte. Muerto Judas, sus hermanos le sucedieron en el comando y conservaron la libertad del pueblo; pero, muertos tambIén ellos, los que les suce~ieron llevaron nu~va111
mente a la naClOn hacia el mal. Surgieron también las sectas, los partidos, los, fari'seos y saduceos que se odiaban recíprocament~ y, con luchas e intrigas, se disputaban el poder. Llegaron los romanos al mando de Pompeyo, que, con el pretexto de pacificar '~ Judea, ocupó el país y nombró rey de los judíos a un. extra~jero llamado· Herodes. Así se les quitó el mando para SIempre. Además, ya hahía llegado el tiempo de la venida del Mes~~s. Cuando Jacob, moribundo, bendijo '-'al hijo Judá, dIJO: "El cetro (o poder) no se retirará de Judá, ni el imperio' de su descendencia, hasta cuando no llegue el que debe ser en, viada y él será el deseado de las naciones". Los años profetizados por Daniel se habían cumplido, y llegó el Salvador prometido al mundo. -El es Jesucristo, el Hijo de Dios hecho hombre, rey infllOrtal de los siglos, a' quien se le debe tributar honor y gloria.
NUEVO TESTAMENTO 1. LOS 'CUATRO EVANGELIOS La vida y la doctrina del Mesías prometido, nuestro Señor Jesucristo, fu~ narrada brevemente en los cuatro evangelios, escritos _por los cuatro evangelistas: San -Matea ,San Marcos, San Lucas y San Juan. San Mateo y San Juan fueron apóstoles: narraron, pues, lo que vieron con sus propios ojos. San Marcos fue discípulo de San Pedro. Escribió su evangelio~ narrando lo que había escuchado en las predicacioues de San Pedro, testigo ooular. San Lucas era médico; era pagano, pero se convirtió al' cristianismo y acompañó .a San Pablo. Escribió, su evangelio después de haber reunido escrupulosamente las noticias oídas a los apóstoles y a otras personas bien informadas. 2. ANUNCIACION Vivía en Nazaret, pequeña ciudad de Galilea, una virgen llamada Maria, casada con José, hombre justo. f\mbos eran descendientes del rey David. Pero su sangre real ,, no les impedía ser pobres en bienes materiales y ricos en virtudes. María era la criatura más bella y santa que había salido de las manos de Dios., En esa época todos esperaban la llegada del Mesías. Maria deseaba su venida y la pedía con las más fervorosas oraciones. Y he aquí que un día se le presentó el Arcángel San Gabriel que la saludó con reverencia: "Dios te, salve, llena de gracia, el Señor es ,contigo; bendita tú entre las mujeres". Maria, en su grande humildad, se turbó al oír esas palabras de alabanza dirigidas a ella. Pero el ángel le dijo:
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8, Historia Sagrada
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Le. h 26-38
"No temas, María, porque has, hallado gracia delante del Señor. He aquí qú,e concebirás y darás a luz un hijo, a, quien pondrás por nombre Jesús. El será grande' y será llamado Hijo' del Altísimo: será' rey, y su reino no tendrá fin". ,Después el angel" le aseguró a María que, aun siendo madre, seguiría' siendo virgen', pues jesús sería concebido de ~odo milagroso por obra del Espíritu Santo. Y para confIrmarle que ese milagro se' cumpliría, en ella; le dijo que también Isabel, su prima, por gracia especial del Señor, sería madre de un niño. Entonces María contestó: "He aquí la esclava del Señor, hágáse en mí según tu palabra". Y el ángel desapareció., , En aquel Instante el Hijo de Dios, es decir, la segunda' Persona de la Santísima Trinidad se encarnó en María o sea, tomó' cuerpo y alma en s~ seno purísimo. ' 1
El Hijo de Dios escogió pOr madre a María, pobre, pero ,llena de gracia. ¿Quieres ser estimado por el Señor? Consérvate en gracia, esto es, sin pecado mortal.
He aquí la esclav~ del Señor. 3. VISITA DE MARIA A SANTA ISABEL Le, 1, 39-56
El ángel le había dicho a María que Isabel pronto sería madre. Entonces dejó a Nazaret y salió a toda prisa para la casa de su prima para ofrecerle sus servicios. Entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Ante el saludo de María, Isabel quedó llena del Espíritu Santo, conocio el grande misteri6de la encamación del Hijo de Dios realizado. en María, y exclamó: '''Bendita tú 'entre las mujeres y bendzto el fruto de tu vientre". Y añadió: ¿Qué méritos puedo tener yo para que venga a mí la madre de mi Señor? María, en vez de sentirse orgullosa por la alabanza se humilló y agJadecÍó al Señor entonando el sublim~' cántico del "Magnificat". Dijo; Mi~lma glorifica al Señor y mi espíritu se regocija en Dios, mi Salvador, por114
'que ha mirado ia humillación de su esclava; 'por eso, de . hoy en adelante, me llamarán bienaventurada todas las generacio,nes, porque el Poderoso ha hecho obras grandes en mí.' En el encuentro de María con Isabel, no solamente esta quedó llena del Espíritu Santo, s,ino también su hijito Juan, aun antes de nacer, o sea, fue santificado ,en su seno.
Juan fue santificado antes de' nacer. Tú, después de tu nacimiento, fuiste santificado en el santo Bautismo. Conserva la grada con el mismo empeño con que la conservó]uan Bautista durante toda la vida; 115
4. SAN JUAN BAUTISTA Le. 1, 5-25. 57-80
Dios había prometido enviar, inmediatamente antes del Mesías, un hombre que, con la valentía y la dedica..; ción de Elía,s, preparara las almas para que siguieran al Mesías. Este hombre era Juan Bautista. He aquí la historia de su nacimiento. ' El sacerdote Zacarías, esposo de ¡Isabel, no tenía hijos, ni tenía esperanzas de tenerlos. algún día. Pero una vez mientras el pueblo oraba en el atrio del templo, Zacarías entró en el "Santo" para quemar incienso a Dios. Entonces, a la derecha. del altar, se le apareció un ángel que le dijo: No temas, Zacarías, tu oración.fue escuchada; Isabel tu mujer, dará a luz un hijo a quien pondrás el nombre de Juan. El será grande ante el Señor e irá delante "del Mesías con el espíritu yel poder de Elías. Zacarías dudó. El ángel añadió: Yo soy Gabriel: por no haber creído a mis palabras, quedarás mudo y no podrás hablar hasta cuando se cumplan todas estas cosas. Cuando Zacarías salió del "Santo" ya no pudía hablar," de manera que todos comprendieron que había tenido una visión en el Santuario; se hacía entender con señales y siguió mudo. Al cumplirse el tiempo, Isabel tuvo un niño. Los familiares querían ponerle el nombre de Zacarías, pero Isabel Insistía para que se llamara Juan.. Entonces consultaron al padre. Zacarí~s tomó una tablita y escribió:, Juan' es su nombre. En ese momento, readquirióel habla y todos quedaron maravillados. Agradecido" con Dios por todos esos beneficios, entonó un himno de alabanza al SeñaL Este canto lo rezan los sacerdotes en el Oficio divino. Juan creció, se hizo más santo, y vivió retirado y soli"":' , tario en el desierto hasta la edad de 30 años.
Juan Bautista creció en santidad, lejos de todos; tú no podrás conservarte y crecer en santidad si no vives aparta116
Zacarías tomó úna tablita y escribió: su nombre. Juan
es
do del mundo, es decir, de los compañeros que e~señane¡' mal camino· con" sus ejemplos, palabras y, escrztos.
5: NACIMIENTO DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, María, en su profunda humildad, no le reveló a ~adie el grande misterio que se había obrad~. en ella. U~ angel se le apareció en sueñ?s a ·~osé y le dIJO q~~ Mana~ por obra del. Espíritu Santo, sena mad;e del J:f!Jo de ~lOS y que le pusiera· el nombre de Jesus al mno que Iba a nacer. 117
Mt.l, 18-25; Le. 2, 1:7
,Cuando nació el Salvador, algunos pastores vieron un ángel del Señor...
En esos ~~e:npos. el emperador de Roma, César Augusto, publIco un decreto por medio del cual ordenaba que se hiciera un censo en todo su imperio. Según esa ley, todos tenían que hacerse inscribir en la ciudad de origen de su familia. María y José descendían de David quien nació en Belén:Asi pues, tuvieron que ir de Naza~ ret a Belén pa,ra inscribirse en los registros públicos. Cuando llegaron allá, era tanta la gente que no .pudieron encontrar dónde alojarse en la ciudad; tuvieron que salir a las afueras, y buscar refugio en una gruta que servía' de establo para los ani~ales que pastaban en ese lugar. ~n ese est~blo' naCIÓ, a medianoche, el Hijo de Dios; Mana, en un lmpetu de amor, lo estrechó a su corazón, 118
Encontrwon al Niño en un pesebre ,con Maria y José.
lo adóró como Dios y lo'besó como hijo, lo envolvió en unos pocos pañales que había llevado y lo acostó en el' pesebre. 'La Iglesia r~cuerda este' grande acontecimiento en la fiesta ,de Navidad. 6. LOS· PASTORES Cuando el 'Salvador nació, algunos pastores se encontraban vigilando sus rebaños. De repente los envolvió un resplandor, se les apareció el ángel dél Señor y les dijo: Les ttaigo una alegre noticia: hoy, en la ciudad de David, 119
Le. 2, 8-20
nació el Salvador. ¡Vayan! Encontrarán un niño, envuelto en pañales, reclinado en un pesebre: . Cuando el ángel terminó de hablar, un coro de otros ángeles se unieron a él y cantaron: "Gloria a. Dios en .las alturas y paz en la tierra a los hombres de buena. voluntad". Después los ángeles subieron al cielo cantando y los pastores se fueron rápidamente para Belén. Así como el ángel había dicho, encontraron, con María y José, al niño recostado en el pesebre. Al verlo, creyeron en las palabras del ángel respecto del·niño; lo adoraron y, feli:. , ces por lo que habían visto, regresaron a cuidar sus rebaños.
Jesús llamó primero a los pastores, gente pobre. Te enseña, pues, el amor a los pobres; quien ama a lospobres, ama a Jesús, y quien los desprecia, desprecia a Jesús. , 7. LA CIRCUNCISION Le, 2, 21
A los ocho días el niño fue circuncidado y le fue puesto el nombre de Jesús, que quiere decir Salvador. El tenía que salvar al mundo de los pecados; pero salvarlo con el sufrimiento. Y Jesús comenzó a sufrir inmediata·mente después. de su nacimiento: al nacer~ sufrió los rigores de la pobreza, en la circuncisión, prescrita por la ley de Moisés, comenzó a derramar su sangre. La .fiesta de la circuncisión nos recuerda la' primera sangre derramada por Jesús para nuestra redención.
¡Mira! Jesús, aún siendo un bebé, derrama su sangre por ti; y tú, ¿haces algún sacrificio por él? S.. LOS REYES MAGOS MI. 2, 1-12
Cuando nació Jesús, apareció en Oriente una estrella milagrosa. Algunos sabios, a quienes llamamos magos, 120
vieron la estrella y se acordaron de una profecía que se conocía en sus -países.' La profecía decía que, cuando naciera en .Judea el gran rey y Salvador del mundo. aparecería en el cielo una estrella nunca vista. , Los' magos concluyeron 'que aqueHa estrella debéría . tener relación con· el nacimiento del anunciado rey y resolvieron emprender viaje para ir a adorq.rlo. Prepararon todo lo necesario para un largo viaje, escogieron ma'gníficos presentes para el nuevo rey, montaron en sus came- _ llos y partieron. ¡Oh ,maravilla!. la nueva estrella que aparecióen e1cielo también se iba moviendo y los iba guiando. Los mágos ' la siguieron y, cuando después de algunos me~es llegaron . a Jerusalén, la estrelladesp.pareció. Como ellos iban en busca del. niño que debería ser rey, naturalmente se dirigieron alpalaClo real para tener noticias de él, y le preguntaron al rey Herodes: ¿En d~n de está el recién nacido rey de los judíos? Vimós su estrella en Oriente y venimos a adorarlo. Herodes, que no tenía hijos recién nacidos, sospechó que ellos iban en busca del Mesías; tuvo miedo de que el Salvador le quitara el trono y se turbó. Llamó a los sa<;erdotes y les preguntó: ¿En dónde nacerá Cristo? .Ellos contestaron: Según una profecia del profeta Miqueas, debe nacer en Belén. Al saber esto, Herodes llamó en secreto. a los magos y les preguntó cuándo se les había aparecidq la estrella por primera vez, y luego les dijo: Vayan a Belén, busquen cuidadosamente al niño, y cuando lo encuentren, vengan y me dicen dónde está para ir también yo a adorarlo. Pero decía así para engañar a los magos: lo que quería era matar al ,niño. Los magos partieron: y de nuevo apareció la estrella que. los guió hasta el lugar en donde se encontraba Jesús. Entraron y encontraron al niño con María; se arrodillaron, lo adoraron y le ofrecieron regalos en oro, incienso 121
Los Reyes Magos. al encontrar al Niño, se postraron y lo adoraron.. .,'
y mirra. Cuando resolvieron regresar, fueron avisados en sueños para que se, fueran a sus países por otro carnina. La fiesta de la Epifanía fue~specialmente instituida para recordar la adoración de los reyes magos. , \
Los magos fueron de lejos para adorar a Jesús; tú lo 'tienes cerca en 'el Tabernáculo. Adóralo, ofreciéndole, como los magos, la mirra de los sacrificios, de la obediencia, del silencio en la iglesia; ofréceleei incienso de los oracionesy comuniones bien hechas y, sobre todo, ofrécele lo más precioso; esto es, tu corazón. Jesús lo desea y te lo pide,: "Hijo mío, dice él, ofréceme tu corazón". 122
Simeón tomó al Niño en los brazós y alabó a Dios.
9. PRESENTACION DE JESUS EN- EL TEMPLO Era ley de Dios, dada por Moisés, que todos los hijos primogénitos fueran consagrados al Señor y presentados en el templo a los 40 días del nacimiento. En esa ocasión la madre, si era rica, debía ofrecer en sacrificio al Señor un cordero o una paloma; si era pobre, un par de tórtolas o' dos pichones. María, aunque no estaba obligada, cumpliÓ' la ley, y a los 40 días del nacimiento llevó a ~Jesús al templo, en 'compañía de San José. En ese tiempo viVÍa en Jerusalén un santo hombre, 'Simeón, a' quien Dios le había prómetido que no moriría 123
Le. 2, 22-38
hasta no haber visto al Salvador. Guiado por el, Espíritu Santo, Simeón fue un día al templo. Ese mis,mo día fue María a presentar a Jesús a Dios y cumplir lo que mandaba la ley respecto de ella. Simeón vió al niño, lo tomó en sus brazos y, lleno de gratitud' para con Dios parlas gracias recibidas, alabó al Señor con un magnífico canto, exclamando: Ahora, Señor, deja que tu siervo muera en paz, porque, como me prometiste, mis ojos han visto al, Salvador que tú enviaste a todas las naciones. Y, dirigiéndose a María, le dijo: Este niño vino para ruina y salvación .de m"Qchos en Israel, y tu alma será traspasada por una espada de dolor. Vino también' Ana, una santa viuda de 84 años, y se puso a alabar al Señor y a hablar del niño a cuantos· en Jerusalén esperaban al Redentor: Este acontecimiento de la presentación de Jesús en el templo se nos recuerda con una fiesta litúrgica que se celebra el 2 de febrero.
Jesús condenará a los malos y salvará a los buenos. Si .tú aprendes la doctrina, si aprendes el catecismo y pones en práctica lo aprendido, Jesús será tu salvación~
10. LA MATANZA DE LOS INOCENTES ML 2, 13-23
Una noche un ángel se le apareció en sueños a José y le dijo: Levántate, toma al niño y a su madre y huye a Egipto. Quédate allí hasta cuando yo te avise, pues Herodes busca al niño para matarlo. En efecto, el bárbaro Herodes esperó algunos días el regreso de los magos, pero al ver que había sido engañado .por ellos se enfureció y dio orden a sus soldados para que mataran a todos Jos niños de Belén y de los alrededores que fueran menores de dos años. Los soldados 124
En Belén se oyeron gritos angustiosos de las madres por la matanza de sus hijos,
cumplieron la orden sin ninguna compasión. Llegaron de improviso a Belén, entraron en las casas, quitaron a los niños de los brazos de sus madres y los mataron. En Belén y sus alrededores se escuchaban los llantos desespera. dos y los gritos angustiosos de las madres por la matanza. de sus hijos. Herodes creyó que el niño Jesús no se escapaba de esa terrible matanza. j Qué estúpido! José, obediente al aviso delángel, había tomado consigo a Jesús y aMaría y, de noche, habí~ salido para el lejano Egipto. Algunos' años después, cuando el ángel se apareció dé nuevo a José y le dijo que Herodes había muerto, la sagrada familia regresó a Palestina y fue a vivir en la casita de Nazaret. 125
José huyó al lejano Egipto con el Niño y su Madre. .
Herodes tenía un deseo perverso y quería llevarlo a cabo. Querido niño, ante Dios, sólo el deseo de cometer una acción mala ya es pecado. Apártalo· de ti, con la oración, y huye de las ocasi(lnes y de las tentaCiones del demonio. 11. JESUS EN EL TEMPLO Le, 2, 41-50
A la edad de 12 años Jesús, el divino niño, fue con María y José al templo de Jerusalén con ocasión de la Pascua para rezar en la casa de su Padre. Cu~ndo terminaron las fiestas, que duraban siete día,s, María y José re126
Jesús estaba sentado entre Ms doctores oyéndolos y preguntándoles.
gresaron a NazareLJesús, sin,que sus padres se dieran cuenta, se quedó en el terhplo. '/ El día de la salida, por la, mañana, los peregrinos se reunían' en el templo para la oración, después los hombres salían primero, por grupos, separados de lasmujeres; estas salían después y viajaban juntas, 'separadas de los maridos. Los niños podían ir con los padres o con las n;adr~s. María pensaba que. su hijo estaba con José, y Jase 'creIa que estaba con María. Por la tarde, las dos comi..: tivas se. detenían en el lugar de descanso, y ambos se dieron cuenta que faltaba Jesús. Inmediatamente lo buscaron entre los familiares y conocidos de la comitiva: p.adie lo había visto ese día. Angustiad.os y afligidos, re127
gresaron a Jerusalén, lo buscaron ansiosamente por toda la ciudad, y al tercer día, con grande alegría, lo encontra.. ron en el templo. El niño Jesús estaba 'sentado 'entre los doctores, que estaban leyendo las sagradas escrituras; él los escuchaba, les hacía pr.eguntas y les contestaba las que hacían a él, y todos estaban maravillados por la sabiduría de sus, respuestas. María se acercó a Jesús y le dijo cariñosamente: Hijito, ¿por qué hiciste esto con nosotros? He aquí que tu padre' y yo te buscábamos angustiados. Jesús contestó: ¿Cómo? ¿No sabían que tengo que ocuparme en las cosas de mi Padre celestial?
le
Querido niño, en tu vida recuerda siempre la respuesta de Jesús. Si el Señor te llama para el apostolado, haz la voluntad de Dios, dejando a tus familiares; quien ama a su padre y a su' madre más que a Jesús, nO es digno de él.
trabajando solo, para ganar el pan para sí y para María, su madre; él, ,que sin esfuerzo alguno provee el alimento para todos, quiso ganarlo para sí con el sudor de su frente. Santificó el trabajo con la oración. En la pequeña casa de Nazaret nunca se dejó de rezar. ¡Jesús y María estaban siempre en fntima unión con Dios! Jesús también crecía en sabiduría y en gracia. El, sapientísimo, manifestaba día por día, cada vez más,- su sabiduría. El, santísimo, cada día iba manifestando siempre más su santidad. ' Con su ejemplo, Jesús nos recuerda el deber que tenemos de crecer en hondad y en virtud. -
¿Tú, eres obediente? ¿Eres cada dla un poquito mejor y , más virtuoso? Si la conciencia te dice que sí y creces en sabiduría y en gracia, estás imitando a Jesús. ,
I
13. BAUTISMO DE JESUS -12. VIDA OCULTA DE JESUS Le. 2, :N-!i2
Después que Jesús regresó de Jerusalén a Nazaret, vivió 30 años sin llamar sobre sí la atención de los hombres. El, como maestro, tenía que enseñarnos~ el camino hacia el paraíso, y nos lo enseñó con el ejemplo en la humilde casa de 'Nazaret, y después con sus palabras durante los tres años de su vida pública. El santo Evangelio nos dice que, durante todos esos años, Jesús obedeció a María, su madre, y ~ José, su padre putativo; dice también que mientras crecía en edad, crecía también en sabiduría y en gracia delante de Dios y de los hombres. Jesús obedeció. El, rey de 'cielos y tierra, obedecía a María y a José en todo. Jesús trabajó. El, conocedor de todas las cosas, quiso 'aprender con José la humilde profesión de carpintero. Después de la muerte de José, su padre adoptivo, siguió 128
Juan Bautista, que desde pequeñito se había retirado' Jn.1, al desierto, mavido por el Espíritu Santo, salió d~ su reti- 19-34; ro y' se' presentó al pueblo a orillas del río Jordán. Lleva- ~~i 1, ba un vestido rústico: era de pelos de camello con un cinturón de cuero a sus lomos, y su comida eran langostas y miel silvestre. Recorría el desierto y las cercanías del Jordán, en donde se reunían las multitudes" 'predicando: ¡Hagan penitencia! ¡Preparen tos caminos del Señor! El reino de ,Dios está cerca. La fama de este hombreextraordinario, hasta ahora desconocido, se extendió por todas partes, las multitudes se fueron reuniendo a orillas del río Jordán para escucharlo. Juan predicaba a los pecadores y los bautiZaba en señal de penitencia. Ante las innumerables conversiones que se obraban por su predicación, muchos comenzaron a pensar que él era el Mesías. Pero Juan decía: No, '
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9. Historia Sagrada,
129
y se oyó una ybz del cielo que dijo: Esté es mi Hijo predilecto en quien tengo todas mis complacencias. En el momento del bautismo de Jesús, la Santísima Trinidad se manifestó de modo sensible: el Padre, desde el cielo,hizo escuchar su voz; el Hijo estaba presente, y el Espíritu Santo 16 señalÓ bajando sobre él. Jesús se humilló hasta el punto de pare,cer un pecador; Dios 10 exaltó, proclamándolo su verdadero Hijo ante las multitudes.
Sé humilde también tú y el Señor te ensalzará. . 14. TENTACIONES DE JESUS .
Un día Jesús se presentó para recibir el bautismo...
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yo no soy el Cristo: él. está en medio de ustedes y ustedes no lo conocen. Yo los bautizo en agua en señal de penitencia" pero después de mí vendrá otro más fuerte que yo, a quien no soy digno de desatar la correa de sus sandalias: él los bautizará en el Espíritu Santo. Un día se 'presentó también Jesús para que le administrara el bautismo. Juan, iluminado por Dios, lo reconoció y dijo: ¿Señor, yo soy quien debe ser bautizado por ti y tú me pides el bautismo? Jesús le contestó: Sí, Juan, conviene que tú me bautices. EntrarOn en el agua y Juan , bautizó a Jesús. Cuando salió del agua, el cielo se abrió. y el Espíritu Santo descendió sobre él en forma de paloma, 130
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Después de haber recibido el bautismo, Jesús se retiró al desierto y ayunÓ durante 40 días y 40 noches seguidas, esdedr; ni comió ni bebió nada, y al final ,sintió hambre. El demonio, queriendo saber si Jesús era en realidad el Mesías, se acercó para tentarlo; y Jesús se 10 permitió; Le dijo el demonio: Sí tú eres' verdaderamente el Hijo de Dios, ordena' que estas piedras se conviertan en panes. Jestís le contestó: No sólo de .pan vive el hombre, sino de toda palabra que sal~ de la boca de Dios. Entonces el démonio lo llevó al pináculo del 'templo y' le dijo: Si eres 'el Hijo de Dios' échate de aquí hasta abajo, -pues está escrito que los ángeles. te recibirán-en su,s marios y no te harás ningún mal.. Jesús le contestó: También :está 'escrito: No tentarás al Señor, tq Dios. El demonio insistió: lo llevó a un monte muy alto, le mostró todos los reInOS de la tierra, con sus magníficas bellezas y le dijo: Te ,daré todoesto,iii postradb ante mí me adoras. 'Jesús le cqntestó: Apártate de mí, Satanás, pues está escrito: Adorarás al Señor, tu Dios, y a él sólo' servirás, Entonces el demonio lo /dejó, y los ángeles se acercaron y le sirvieron. 131
Le. 4, 1-11; Mt.4, 1-11
¡Apártate de mí, Satanás! Eligió a doce de entre los discípulos, y los !lamó apóstoles.
Jesús fue de ~uevó al Jordán y, cuando Juan lo vio, lo presentó a la multitud, diciendQ: He ahí al cordero de Dios; he ahí al que quita los pecad@s del, mundo. .
, Jesús permitió ser tentado para enseñarnos a vencer la tentación. Cuando el demonio te tiente, acuérdate de Jesús, de los mandamientos de Dios; reza y vencerás las tentaciones. 15. JESUS LLAMA A LOS DISCIPULOS y. ELIGE A 'LOS APOSTOLES .In.
1,
:15-51
Juan Bautista, con' su predicación,prepara al pueblo para recibir a Jesús y lo señala a la multitud como Salva132
,4
dar del mundo. Dos de sus discípulos, Juan y Ándrés, al oír a Juan, Bautista que Jesús era el· Mesías, se fueron con, él aquel día. Andrés tenía un hermano que se llaniabaSiníón. Fue a buscarlo y le dijo: ¡Hemos encontrado al Mesías! Y lo llevó a Jesús; El Señor 'miró a Simón y le dijo: Tú eres Simón; de hoy en adelant~. te llama!ás Pedro,' Al día siguiente Jesús encontró a Fehpe y le dIJO: Sígueme. Felipe, a su vez, llevó a Natanael. Cuando Je- , sús lo vio, dijo: He ahí un verdadero israelita, puro y sincero. Natanael le preguntó: ¿Cómo me conoces? Y Jesús le contestó: Antes que Felipe te llamara, te vi cuando es.. tabas debajo de la higuera, Natanel, maravillado, exclamó: Maestro, tú eres el Hijo de' Dios, el rey de Israel. 133
Jesús añadió: Porque q.ije que te vi debajo de la higuera, crees; verás cosas mejores que estas. Como estos primeros hombres, muchos otros después, al oír ~usenseñanzas' y ver sus milagros, quisieron hacerse discípulos de Jesús. Después de una noche de oración, Jesús eligió de entre los discípulos a doce y los llamó apóstoles. Ellos son': Simón o Pedro, Andrés, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo , Simón, Judas, hermano de Santiago' y' Judas Iscariote, que' fue el traidor. . Los apóstoles, a la primera llamada, de Jesús, lo dejaron todo y lo siguieron; de pescadores de peces se convirtieron en ~.pescadores de homb,res. Jesús amó de modo particular' a sus apóstoles; quiso que estuvieran siempre con' él, los instruyó con especiaÍ cuidado, les dio el poder. de expulsar a los demonios y de curar a los enfermos. Más tarde 'los elevó a la más alta , dignidad, dándoles su propio poder; y a Pedro 16 nombró jefe' de todos ellos y Vicario suyo en la tierra.
Querido "niño, si el Señor te llama al estado sacerdotal o religioso, deja todo y sigue inmediatamente la llamada divina. Es la gracia más hermosa que el Señor pueda.concederte. 16. LAS BODAS DE CANA .In. 2, 1-12
Tresd~as después que Felipe .fuellainado para seguir a Jesús, se celebró una boda en Caná de Galilea. María estaba presente, y Jesús también fue invitado con sus discípulos. Jesús estuvo presente'y con s'u presencia santifico el Matrimonio. Durante el banquete se acabó el vino. María se dio cuenta y'le dijo a Jesús~ No tienen vino. El Hijo contestó: Todavía no ha llegado mi hora. A pesar de la aparente respuesta negativa, María, sabiendo que
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Saquen el agua jí llévensela al maestresala.
Jesús .era bueno, dijo a los siervos: Hagan lo que él les diga. Había allí seis grandes vasijas de piedra que podían contener de 80 a 120 litros cada una. Jesús dijo a los siervos: Llénenlas de' agua. Así lo hicieron. Luego les dijo: Saquen ahora y llévenle al maestresala. Este, que no sabía 16 que había pasado, tan pronto probó el vino quedó maravillado y dijo al esposo: ¿Por qué dejaste para ahora este vino tan bueno? Jesús había transformado el agua en vino. Así Jesús, en Caná de Galilea, comenzó sus rÍlilagros, manifestó su gloria sus discípulos creyeron en él.
y
'Piensa en el gran poder de intercesión de María; ella fue quien obtuvo el primer milagro de Jesús. Eh tus necesidades recurr.e a ella con confianza. 135
17. PREDICACION DE JESUS 'Mt. 4, 23-25;
L~: i7;1~
Jesús comenzÓ su predicación en las sinagogas. La sinagoga era un lugar en donde se reunía el pueblo para 'escuchar la lectúra y la explicación de algún trozo de la Escritur~ que' hacía un doctor de la ley. , La doctrina que Jesús enseñaba era tan bella que todos quedaban maravillados; enseñaba de una manera tan fácil que todos comprendían. Para enseñar su doctrina, Jesús se servía de mucha,s parábolas. Las parábolas son ejemplos, narraciones que el Señor hacía para que las ver-, dades que enseñaba se entendieran más fácilmente y quedaran bien grabadas en las mentes de los oyentes. Pero no era suficiente que enseñara una doctrina hermasa y santa: para que fuera aceptada, tenía que demostrar que él era Dios y no un maestro cualquiera. Por eso hizo muchos milagros. Curó enfermedades de toda clase: cojos, mudos, sordos, ciegos, paralíticos, leprosos. Caimó vientos y borrascas; caminó sobre las aguas como si caminara en tierra firme; resucitó a los muertos. Jesús hizo estos y muchos otros milagros en un instante, con una sola palabra, en presencia de muchísimos testigos. Así, mientras predicaba la doctrina con las palabras, la confirmaba con los milagros. Su fama se extendió rápidamente de ciudad en ciudad; todos quisieron oirlo y ver los ,milagros que hacía, y las multitudes acudían, a él. Jesús predicaba en cmilquier I parte en donde hubiera gente que lo· escuchara: en el templo, en el lago, en los montes, en el desierto, en cualquier lugar. Sobre todo predicó la caridad, es decir, el amor a Dios y al prójimO. Enseñó que Dios es el Padre de todos, que ama a todos, pi~nsa en todos y cuida de todos. Más que cualquier otra cosa, e.nseñó· a amar a Dios, el Padre bueno que tenemos en el cielo; enseñó mucho mejor que los escribas y fariseos a cumplir la ley divina, a rezar con 136
confianza, a hacer buena~ obras buscando solamente la gloria de Dios yno la nuestra. Los fariseos se mostraban celosos y escrupulosos cumplidores de la ley de Dios;' perola. hacían para ser alabados' por el pueblo. No hagan así, decía Jesús, po.rque si buscan la estimación del mundo, pierden el. premIO eterno. Enseñó el amor al prójimo. Decía: Sean todos como hermanos, porque todos son hijos del mismo Padre, Dios; .todos deben' amarse y ayudarse mutuamente, y compadecerse y perdonarse los unos a los otros. Hasta ahora han oído decir que hay que amar a los amigos y odiar a los enemigos. Pero yo les digo: Amen a sus ene-, migas, hagan el bien a los que les hacen mal, intercedan por los que los maltratan y los persiguen, para que sean verdaderamente hijos de su Padre que está en los cielos. Vean cómo hace el Padre celestial: le ordena al sol que ilumine tanto a los buenos como a los malos, manda la lluvia sobre los campos de los buenos y de los malos. Hagan así t2mbién ustedes: sean perfectos, es decir, santos, como perfecto es su Padre que está en los cielos. Al escuchar doctrina tan sublime, las multitudes se apretujaban a su alrededor y decían: Jamás hemos oído hablar a alguien como ,. él; en verdad él es un gran profeta que ha venido a nosotros. ' Con tal de oírlo, lo seguían durante varios días consecutivos; hasta se ,olvidaban de llevar alimentos. Por eso, una vez Jesús tuvo que hacer un milagro para darles de comer. A~f!;radece al Señor el beneficio que te concedió, haciéndote nacer en el seno de ,la 1,'?lesia católica, en la que encuentras la verdadera doctrina de Jesús. Estúdiala y practícala. El que no la' aprenda, no podrá conocer tantas co~as bellas y santas; el que no la practique, no puede dar graczas a Dios. ' , '
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2. Bienaventurados los mansos porque ellos poseeran la 'tierra. Mansos son los que soportan a los ~aloscon paciencia, tratan de convencerlos coil bondad, son amables , con todos y no se' dejan dominar por la ira, sino que perdonan, aun cuando los maltratan. Ellos son muyqu~ri dos de Dios.' . . :;t .
3. Bienaventurados los que lloran f porque seran consola,... dos. Estos son' los que lloran los males cometidos y el bien dejado por hacer, o que· fue posible hacer y no se hizo; el que' lamenta los desóTd¿mes que se cometen:F,n el mundo, quien expresa con las lágrimas, que son una especie de Dración; la propia conversión y la del mundo pecador. Con el regreso a Dios se obtienen, aun en la tierra~ consuelos eSpirituales y, después de la muerte, se tendrán las alegrías eternas en el cielo. i
Subió al monte, . se sentó y le habló a la multitud...
18. LAS OCHO . BIENAVENTURANZAS Mt. 5, 1-12
Toda la doctrina de Jesús se encuentra reunida en el. s~rmón de la montaña. El subió a' un monte,' en compañía de sus discípulos y de mucha gente. y allí se sentó y dijo: . 1. Bienaventurados. los pobres de espíritu porque de ellos es el reino_ de los cielos. Son pobres de espíritu los que soportan CQn paciencia la pobreza, y los que, aun' siendo ricos, tienen el corazón desapegado de las riquezas y les dan más valor a los bienes celestiales qué a los bienes materiales. 138
4. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia porqueseran saciados. Tienen hambre y sed de justicia los que desean ardientemente mejorar su vida y practican cbn celo amoroso los deberes para con Dios y para con el prójimo. Esa buena vahIlltad, sIempre sumisa con lo que Dios manda, será premiada aún en esta tierra . con las gracias de Dios, y tendrá' t:n el cielo su prémio eterno.
5. Bienaventurados los misericordiosos porque ellos alcanzaran misericordia. Misericordiosos son los que se compadecen de las miseria ajenas, y Se sacrifican a sí mismos con tal de socorrer, ayudar y consolar a los afligidos y necesitados. Los generosos obtendrán de Dios el perdón de sus pecados. 6. B{enaventurados los limpios de corazón porque veran a D~os. Limpios de corazón son los que se apartan, con el pensamiento y con las obras, de todo pecado, especialmente del pecado -impuro. Como el ojo debe ser puro, limpio y, claro para. poder ver bien. así también las almas
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limpias, o sea, no manchadas con el pecado, pueden ver a Dios, y de hecho 10 ven, aun en la tierra, en el 'esplendor de sus obras y en la bondad y santidad de sus' criaturas. En el cielo veremos a Dios' cara a cara, tal como es,
7. Bienaventurados' los pacíficos porque serán llamados' hijos de Dios. Pacíficos son los que no perturban la paz de la propia conciencia haciendo el mal, los que aman y se compadecen de todos; los que tratan de mantener bue~ nas relaciones oon todos en cuanto les es posible y procuran que haya paz entre Dios y los hombres, y que no haya discordias entre los hombres. Esos hombres d~ paz, que tan de cerca imitan a Jesucristo que amó a todos, que perdonó ,a todos los arrepentidos, que vino a traer la . paz a todos los hombres de buena voluntad, son verdaderamente dignos de ser llamados hijos de Dios.' 8. Bienaventurados los perseguidos por amor de la justicia porque de ellos es el reino de los cielos. Sufren por amor de la justicia los que son mal vistos, es~arnecidos, insultados por los malos, porque defienden la verdad y la virtud con el ejemplo, la palabra y la obra. Se oponen a los incrédulos y a los mundanos que,' contra la verdad y la justicia, se van por el camino de la falsedad, el error, la calumnia, el ridículo. Si los buenos soportan pacientemente todo esto, ellos mismos tejen la corona inmortal con la que Jesús, por amor de la verdad. y la justicia, los coronará por los siglos de los siglos, en la gloria del cielo. .
ban vestidos lujosos y vistosos: pretendían enseñar a todos, ser llamados y saludados como maestros; se creían mejores que todos y despreciaban a los demás. Eran envidiosos. Viendo que Jesús era más sabio que ellos. y que atraía a las multitudes, se morían de la envidia y trata\ ban de cJ,lalquier, manera de enemistarlo con e'l pueblo. Lo criticaban porque era amable con los pec'adores, porque hacía milagros en día sábado. Iban a oírlo y observaban cuidadosamente' todo lo que .hacía para ver si descubrían en sus palabras y obras cualquier cosa que les pudiera servir para acusarlo. Pero como no encontraban en él la más mínima falta, 10 calumniaban diciendo que estabaen.dernoniado y que curaba a los enfermos en virtv~ del príncipe de los demonios. Eran hipócritas. Daban . limosna solamente para que los vieran. Fingían rezar mucho, ayunar y desfiguraban sus caras para h.acer ver que ayunaban y atraer la atención de todos. Exteriormente parecían cumplidores celosos de la ley divina; pero, a escondidas, engañaban, robaban a' las pobres viudas quitándoles hasta la misma casa, tan malos eran. . Por eso Jesús, que' desea que se observe la justicia y la caridad, con toda razón los llamaba hipócritas' y sepulcros blanqueados,' bonitos por fuera, pero horribles y malolientes por dentro'. Y dirigiéndose al pueblo, decía: Si ustedes no son mejores que losescribas y fariseos, no entrarán en 'el reino de los cielos.
Querido, niño, haz el bien para agradar a Dios y no para ser alabado por los hombres. '.
19: LOS ENEMIGOS DE JESUS Mt.23, 13-36
Todos querían escuchar' y seguir a Jesús; pero mien": tras el pueblo lo seguía y aclamaba, los fariseos lo odia, ban. Los fariseos eran orgullosos. Querían para sí' los primeros puestos en las sinagogas yen los banquetes, usa..
20. MUERTE DE JUAN BAUTISTA
Cuando Jesús comenzó su predicación, Herodes puso 1\11. 14, . preso a Juan Bautista. Este rey llevaba una VIda irregular :)cI2; y perversa. El santo, lleno de valentía, se presentó un día ~~~'2~¡' \
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má, mujer pervers~, le dijo que le pidiera la cabeza de Juan 'Bautista. La joven volvió' a la sala y dijo: Quiero que me des, en una bandeja, la capeza de Juan Bautista. Herodes, que no' espetaba esa petición', se entristeció; porque respetaba a Juan, y sabía que era un hombre santo y justo, y, además, temía que el pueblo se sublevara al 'saber que había sido asesinado. Pero como ya 10 había jurado, le dio pena con los invi'tados y mandó decapitar a Juan, y entregarle la cabe'za a la muchacha en la ,misma sala. ' Herodes cometió ese horrible crimen por temor de ser criticado por los' invitados: tuvo miedo del juicio de los hOJp.bres y no del' de Dios., Nadie está obligado, por cumplir un juramento, a hacer una fLcción mala. '
\,' ,
Tú, teme a Dios: haz el bien y huye del mal 'sin tener en cuenta lo que digan los hombres. Q71ien nos juzgará es Dios. El alguacil cumplió la cruel orden del rey.
y le dijo: No te es lícito vivir así. Herodes, en, vez de ,cambiar de vida, lo mandó encarcelar. Para celebrar su cumpleaños,el rey invitó a un banquete a los más importantes de su corte, a los 'generales, a las personas más eminentes de Galilea: Durante elbanquete la hija de Herodía~(era "la mujer del hermano del rey, osea, cuñada de Herodes, pero conviVIa con él, y era la que había hecho poner preso a Juan Bautista) dan-' zó maravillosamente. Le gustó tanto al rey, que le dijo: pídeme lo que quieras, te daré hasta la mitad de mi reino; y juró cumplir su promesa. La hija fue a consultar a la madre y le dijo: Mamá, ¿qué debo pedir al rey? La ma142
21. PARABOLA DEL SIERVO DEUDOR El reino.de los cielos,decía Jesús, es semejante a un rey que quiso arreglq,r cuentas cón' sus siervos. Se presentó uno de ellos que le debía diez mil talentos (una deuda sumamente granc;le que él jamás podría pagar). El rey mandó que vehdieran al siervo, a, la mujer y a los hijos, con el fin de que así le pagara al menos una parte de ' - la deuda. El siervo, al oír'esto, se echó a los pies del rey y le pidió que, tuviera compasión de él y de su familia., Ten paciencia, decía, ten paciencia que todo te 10 pagaré. El rey se compadeció de él y le perdonó toda la deuda. El siervo salió muy contento y se encontró con ~n compañero que le debía cien denarios, es decir, unos pocos pesos. Tan pronto yio a su deudor, 10 agarró por el cuello y,lo ahogaba diciendo: Págame 10 queme debes. 143
Mt.18. 21-35
El pobrecito, como no tenía el dinero, se le arrodilló. y le suplicó: Ten paciencia, todo te 10 pagaré. Pero el siervo no tuvo compasión de él y 10 hizo echar a lá carcel.· . Al ver esto, los otros siervos se pusieron muy tristes y le contaron al rey. Entonces 10 mandó llamar de nuevo y le dij9: Siervo malo y perverso; yo te perdoné una deuda grandísima; tú hubierás debido compadecerte de tucompañero como yo me compadecí de ti! E, indignado, Jo entregó en manos de la justicia. El rey representa a Dios, los siervos son los hombres. Todos nos asemejamos al siervo deudor:' todos tenemos para con PiQs una. deuda grandísima por los muchos beneficios recibidos y por los pecados cometidos. Por nosotros mismos no podemos pagar esa deuda. El siervo que debía los cien denarios al compañero representa al que nos causa cualquier disgusto: deuda insignificante en comparación con la que nosotros debemos a Dios. El Señor nos perdona la deuda grande de 'los .pecados , si también nosotros perdonamos a nuestro prójimo. Si no perdonamo's, tampoco él nos perdonara; nos castigara en esta y en la otra vida.
Perdona de corazón, si .quieres obtener el perdón de Dios; ni siquiera con la confesión obtendrás e/perdón de tus pecados, si no perdonas a tu prójimo.
bien ese dinero hasta cuando yo vuelva,' dijo, y se fue .. El primero, que había recibido cinco talentos, hizo negocios con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos . hizo lo mismo y ganó otros dos. Pero el que recibió un solo talento, por pereza, no se preocupó de hacerlo producir y lo escondió en un hueco bajo tierra. Después de mucho tiempo regresó el patrón. Llamó a los. siervos para ,que le dieran'cuenta del dinero recibido. El primero le dijo: Señor, tú me diste cinco talentos; con ellos gané otros cinco~ El patrón le dijo: Muy bien, siervo bueno y fiel, porque fuiste fiel en lo poco, te vaya confiar mucho: serás jefe de diez ciudades. Fue el segundo y le dijo: Señor, tú me diste dos talentos, .y con ellos gané otros dos. También a éste le dijo su señor: Muy bien, siervo bueno y fiel; porque fuiste fiel en lo poco, te haré administrador de mucho: tendrás cinco ciudades bajo tus órdene,s. Llegó el tercero y le dijo: Señor, sé que eres un hombre severo; tuve miedo de negociar con tu dinero y perderlo, por eso lo escondí en la tierra: aquí lo tienes. El patrón le dijo: Siervo malo y perezoso, podías al menos haberlo colocado en el banco y yo, a mi regreso, lo habría sacado con los intereses. Y, dirigiéndose a los otro~ siervos, dijo: Aparten de mí este siervo inútil: échenlo a las tinieblas en donde habrá llanto y rechinar .de dientes . . El patrón es Dios; nosotros somos los siervos; los talentos son los dones que Dios nos ha dado; la presentación de cuentas es el juicio que se nos hara en el momento de la muerte; el premio del Señor es el paraíso, y el· lugar . oscuro con llanto y rechinar de, dientes es el infierno. Dios nos ha dado muchos dones naturale,s: la vida, la salud, la inteligencia, los bienes terrenos, etc.;- también nos ha dado dones sobrenaturales, inmensamente superiores a los primeros, es decir, la gracia, la fe, la esperano: za, la caridad, etc. Debemos servirnos detados esos dones, sobre todo de los sobrenaturales para ganar el cielo.. ,
22. PARABOLA DE LOS TALENTOS (Juicio particular) Mt. 25, 14-30
Un rico señor, queriendo viajar a un país lejano, llamó a sus siervos y les distribuyó sus riquezas. A uno le. . dio cinco talentos. (el talento era una. moneda de mucho valor), a otro le dio dos y al tercero le dio uno. Empleen 144
10. Historia Sagrada
145
Cuando el Señor nos llame a cuentas, debemos presentarle también los méritos 'ganados con el buen empleo de los dones que nos ha dado~ El que los haya tenido enterrados, es decir,el que no haya hecho nada por merecer el paraíso, será lanzado al reino de las· tinieblas esto es al infierno. . " .
Aumenta en ti la gracia, rezando y recibiendo bien los sacramentos; aumenta la fe y la esperanza estudiando la religión; aumenta la caridad cumpliendo los mandamientos de Dios. 23. PARABOLA· DEL RICO AVARO (La muerte) Le. 12, 16-34
Había un rico- señor que tenía muchos campos. Hubo un año de abundantes cosechas. El hombre al ver tantos bienes ?e Dios que habían dado sus ~ampo~, iba pensando: ¿Como voy a hacer? ¿Dónde vaya guardar la cosecha? Después de pensarlo mucho, resolvió destruir los graneros viejos y construir otros mucho más grandes. Allí . guardaré todos mis bienes y me diré: Ahora sí, ¡descansa alma mía! Acumulaste riquezas para muchos años' come bebe, diviértete como quieras. Pero Dios le dijo: ¡idiota!: esta, misma _noche morirás, y tus bienes ¿para qué te servirán? Así les sucede a los que no piensan sino en acumula!; riquezas para la vida presente y no hqcen nada para merecer el paraíso: \ y Jesú~ añad~a: N 0 se preocupen por el- alimento nL -por el vestIdo. MIren alas pajaritos; no siembran no co- . sechan, no tien~n graneros: 'Dios los alimenta. Miren los lirios del campo: no -trabajan, no hilan, y Dios los viste de colores tan bellos que ni siquiera Salomón, en todo su esplend?r, tuvo un yestido igual. BusqueQ. la gloria de DIOS, pIensen en mejorar su vida espiritual: el Padre del cielo se preocupará por su alimento y por· sus vestidos.. 146
¿Lo entiefldes? para el cielo y no tene11Jos que dejar dremos llevar con -hecho.,
Jesús quiere que acumulemos riquezas para la tierra. En' la hora de la muerte todos'los bienes de la tierra, y sólo pon'osotros -las buenas obras que hayamos
24. PARABOLA DEL RICO EPULON (Paraíso ,e infierno) Había un hombre rico que se vestía espléndidamente, Le, 16, banqueteaba todos los días' y gastaba cantidades -de dine':' 19-31 ro en diversiones. También había un pobre mendigo, lleno de llagas, llamado Lázaro~ que estaba sentado a la puerta del rico, pidiendo que le dieran al menos las migajas que caían de la mesa del' rico. _' El pobre tenía mucha hambre; pero el rico, duro de 'corazón, no le daba ni siquiera esas migajas~ Los perros del rico señor" más compasivos que él, iban a lamerle las llagas. El· pobrecito Lázaro murió y, los ángeles lo lleva.. ron al seno de Ahrahán (expresión (lUe en el lenguaje de los hebreos significa el paraíso). Murió también el rico y fue lanzado al infierno. Desde allá vio a Lázaro arriba; en el cielo, feliz, mientras él se encontraba en medio 'de .atroces tormentos. Exclamó en alta voz: Padre Abrahán, ¡ten piedad de mí! Di a Lázaro que moje su dedo en el agua y deje caer una gota en mi lengUa para .refrescarla un lJoco: no aguanto más en estas llamas. Pero Abrahán contestó: Acuérdate que gozaste durante la vida, mientras que Lázaro ,siempre. sufrió. Ahora él goza y tú sufres. Además, entre nosotros y ustedes hay un abismo insuperable. De aquí nadie puede' i['allá, ni de allá nadie puede venir aquí. I
Con esta parábola ,Jesús te enseña que el cielo se conquista no con diversiones, sino con el sufrimiento paciente. 147
25. PARABOLA DE LA CIZAÑA
(El escándalo) Mt.13, 24-30. 36-43
El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo. Pero" mientras los trabajadores dormían, vino un enemigo y sembró también cizaña (una hierba dañina que se parece al' trigo) en el mismo campo. Ambas semillas crecieron y cuando despuntaron las espigas apareció la cizaña. Los siervos dijeron al patróq.: ¿Señor, no sembraste buena semilla en tu campo? ¿Cómo, pues, apareció la cizaña? El patrón respondió: Un enemigo mío hizo eso. Los siervos añadieron: ¿Quieres que la arranquemos? Y el patrón: No, porque al arrancar la cizaña, puede suceder que· arranquen también el trigo. Dejen que ambos crezcan, y durante la cosecha diré a los segadores: Arranquen primero la cizaña, amárrenla en atados y quémenla; despwés recojan con cuidado el trigo v guárdenlo en los graneros. Los discípulos le dijeron a Jesús: Explícanos la parábola. El Señor la explicó diciendo: Quien siembra la buena semilla soy yo; el campo es el mundo; el trigo son los 'buenos; la cizaña son los malos; el enemigo que la sembró es el demonio. El tiempo de la cosecha es el fin del múndo; los segadores·son los ángeles. Al fin del mundo mandaré a mis ángeles, que _acabarán con todos los escándalos y lanzarán a los escandalosos al horno de fu~go, en donde habrá llanto y rechinar de dientes. Los buenos, en cambio, resplandecerán como el sol en el reino del Padre celestial. El pecado del' escándalo es muy grave. El demonio siembra el mal y después se va satisfecho. Bastan los es-, candalosos para arruinar las almas, las cuales después continuarán enseñando' el maJ hetsta el fin, del mundo; sólo entonces se hará la separación entre los buenos y los malos. Por eso, Jesús dijo estas severas palabras: ¡Áy de 148
quien dé escándalo! SI tu mano o !upie.son causa de pecado, córtalos y arrójalos fuera; SI t~ OJo te, esca~dahza, sácatelo y échalo afuera. Con eso Jesus q~ena d~clr: Hay que renunciar a las personas y cosas mas quendas que tenemos, si fueran causa de pecado. El paraíso es ~n bIen tan' grande. que .merece ser conquistado a cualqUier precio. Tú, querido niño, jamás enseñes el mal a Otros,con palabras o ejemplos; consérVate bueno y resplandeceras, como el sol,' para siempre en el cielo. 26. PARABOLA DEL BUEN SAMARITANO
(Caridad) Una vez esta.ba predicando Jesús, y decía terri~les amenazas contra los que no querían creer' en su doctnna , comprobada con. tantos milagros, que hací~. Se levantó un doctor de la ley y le pregunto: Pues blen,Maestro~ ¿qué debo hacer para alcanzar la vida etern~? Jesús le contestó: ¿Eres doctor y 11),e lo preguntas? ¿que lees e~ la Escritura? El doctor dijo:.' Leo: amarás al Senor, tu DIOS, con todo tu corazón, con toda tu alm~, ~on todas, tus fuerzas, y amarás a tu prójimo cO,mo a ti ~lsmo'.Jesus le dijo: Has contestado bien; haz aSl y. ~end;~s la vIda eterna. El doctor insistió: ¿Y quién es mlproJlmo? Entonces Jesús narró la siguiente parábola: . Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó. Por el camIno fue asaltado por los ladrones que le ro?aron todo lo que llevaba consigo y, no cont~ntos con e~o"le ~egaron, 10 hirieron y lo dejaron en la onlla del camInO mas muerto que vivo. Por ese mismo camino ~~só un ~ sacer?ot.e,' vio al pobre herido, no tuvo compaslO~ de el,,! S~~Ulo adelante. Pasó un levita, miró al desgraciado y SlgUlOSU camino. Pasó también un samaritano que, al ver al pobre hombre, sintió compasión por él. Se bajó de su cabalga149
Le. !O, 30-37
dos, conocidos o desc~nocidos, cristianos o infieles, buenos o' malos, amigos., o enemigos. , He aquí el camálO'del cielo: ama a Dios cumpliendo los mandamientos; ama a todos los hombres haciéndo.les todo el bien que puedas, como qui~ier~s que hicieran contigo. 27. PARABOLA DEL HIJO PRODIGO (La misericordia de Dios)
Se bajó de la cabalgadura y le lavó las heridas. '
dura, y cómo no tenía agua, le lavó las heridas con vino, las ungió con aceíte, lo montó en su caballo, lo llevó has-. ta la posada más cercana y cuidó de él. A .la mañana siguiente, teniendo que continuar su viaje, llamó al posade- , ro y le dijo: Toma estas dos monedas y ten cuidado de él; si gastás más, te pagaré a mi regreso. Ahora dime: ¿Cuál de los tres fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones? El doctor conte'stó: naturalmente el que tuvo' misericordia de él. Y Jesús: Vete y haz tú también lo mismo.' Con estas palabras: "Haz tú también lo mismo"d Señor nos da a entender que debemos hacer el bien a to-'
.150
Los fariseos .Y los doctores murmuraban porque l~s Le. 15, 11-32 publicanos iban a e'scuchar a Jesús., .Y él los trataba amIgablementey aceptaba sus invitaciones a comer con ellos. Jesús contestó con esta parábola: '. . -Un hombre teñía dos hijos: el menor dijo un día a ,su , padre: Padre, dame la parte de los bienes que me co.rresponden por ~erencia. El padre dividió todos sus bIenes entre los dos y' le dio la mitad al hijo menor. Pocos días, después el muchacho se fue con mucho d~~ero a. U? pah leJano, y en las díversiones,banquetes Y VICIOS gasto toda su fortuna hasta ~l último centavo. Pero llegó entonces una gran c~restía a ese país y eljoven ya no tenía dinero ni para comprar un pan. Para IIp morir de hambre tuvo que ponerse a servir a un señor que 10 ~aridó a sus campos a cuidar cerdos. . Pero le daban tan poquito para comer, que .hasta le daban ganas de comer las bellotas que daban 'a los marranos; pero no se 10 permitían. Entonces' ~eflexionó. y se dijo: ¡Cuántos jornaleros en la casa de mI padre tIenen pan en abundancia, mientras 'yo me muero .a~uí de. ham-. bre! Me levantaré e' iré ,·a mI' padre y·le due: Padre, he Pl?cado c()ntra el ~íelo y contra ti, yana soy di~no de llamarmehijo tuyo; trátame como a uno de tus SIervos·, pero recíbeme en tu casa. Se levantó y regresó a su. casa. El padre lo VIO de lejos, se compadeció de su estado mi151
cristiano, con el pecado mortal, pierd,e Úl gracia santifi~ cante, los méritos conquistados, se· reduce a la más terrible miseria espiritual y se pone al servicio del más cruel demonio. El padre recibe con alegría de l?s patrones~ al hIJO arrepentIdo, le da un anillo y sandalias y hace una gran [<iesta. El buen Dios abraza al pecador arrepentido, lo rev!s~e de nuevo con la gracia santificante), le restituye los mentas ganados antes del pecado mortal, y en el cielo se hace mucha fiesta por s,u conversión. Para el Señor, el pecador es un hijo. perdido;' con el arrepentimiento regresa a su Dios; cuando se arrepiente sinceramente, resucita a la vida espiritual de la gracia.
el
Hijita, si algún día tienes la desgracia de cometer pecados; mortales, arrepiéntete; con una buena corifeslón regresa al Señor y recibirás el beso del perdón.
28. LA ORACION (El Padre N ue~tro ) Padre. pequé contra el cielo y contra ti.
serable, corrió a su enCll\entro, 10 abrazó y lo besó. Y el :hijo le dijo: Padre, he p~~ado contra el cielo y contra ti: ya no soy digno de llamarme hijo tuyo. Pero elpadre llamó -a los siervos y les dijo: Rápido, vístanlo con'los vestidos más hermOsos, pónganle un anillo en el dedo y sandalias en los pies. Maten el becerro gordo y hagamos fiesta, porque mi hijo estaba muerto y ha resucitado,· éstaba perdido y ha sido hallado. Y hubo un gran banquete _ y mucha música. _ . El padre representa a Dios, y el hijo que se alejó del padre representa al cristiano _que, con el pecado, se aparta de Dios. Como aquel hijo malgastó sus bienes,· quedó en la miseria y se puso a servir a ,un patrón cruel, así el 152
Jesús nos. enseñó a rezar con la palabra y con el ejemplo. El, de día viajaba, predicaba, hacía milagros, convertía a los pecadores, y, de' noche, se retiraba a un lugar solitario y rezaba. Como él, que rezaba continuamente; así quiere que hagamos también nosotros. Oren, decía, y oren siempre. Recen, pero no como los fariseos, para que los vean los hombres: "Cuando quieras rezar: entra en tu cuarto, cierra la puerta y reza al Padre en secreto". Recen con confianza: "Les digo: todo lo que pidan en la oración, tengan confianza en obtenerlo y lo obtendrán". Recen con insistencia: "Pidan y se .les dará; busquen y encontrarán; toquen y se les abrirá". Y les narró esta parábola: -Un individuo recibió la visita inesperada de un conocido. EPa ya de hache y no tenía ni siquiera un pan para ofrecerle ¿Qué hacer? Tocó a la puerta de un amigo veci-:153
MI. 6, 5 e I5
no, pero este ya 'se había acostado, pero insistió hasta que el amigo se levantó' y le, dio 10 que necesitaba. No contento con mandarnos rezar,Jesús nos enseñó la mejor de las 'oraciones.' Un día, después de la predicación, los apóstoles le 'dijeron: Señor, enséñanos a orar. Jesús les dijo: Cuando recen, digan así: Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga tu reino, hágase tu voluniad aquí en la tierra cámo en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, petdónanos nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos' ofenden, no nos dejes caer en tentación y líbranos del mal. I
Reza, querido niño; la oración es la llave del paraíso: más que todas las oraciones, reza fr~cuentemente y con devoción el "Padre nuestro", po"rque con él pedimos todo: la gloria de Dios y cuant? necesitamos para el ~lma y para el cuerpo.
29. PARABOLA DEL FARISEO Y DEL rUBLICANO Dids mío, no soy como ese publicano que está allá atrás.
justific~do,
es decir, obtuvo el perdón de sus pecados. En cambio,. el fariseo salió del templo m'ás pecador que antes; porque el que se exalta será humillado, y el que se humilla será enaltecido.
éuando receS, recuerda que eres pecador, pide sincerame.nte perdón de tus pecados, y tu oración será eSfuchada.
30. PARABOLA DEL BANQUETE Un rey, queriendo celebrar las bodas de su hijo, pre- , Mt. 22, paró una gran ,cena einvitó a muchos amigos. A lahora . 1-14 I
155
del banquete envIO a sus siervos a decir a los invitados que fueran porque ya todo estaba listo. Pero, los invitados comenzaron a excusarse. Uno dijo: Compré una casa y teng~ .q~e ir a verla; te ruego me disculpes. Otro dijo: C?mpre ~mco ~untas de bueyes y tengo que ir a ver cómo trabajan; dIgan al rey que no puedo ir y que me disculpe. U~ ~ercero dijo: Me yasé y no puedo ir. Los siervos le refIneron todo a su señor. El rey se indignó y dijo: Vayan a las plazas y a los barrios de la ciudad, y traigan a. todos los po~res, los lisiados, los ciegos y los cojos~ Los SIer~?S obede_clero~;.después regresaron donde el amo y l~ dIJeron: Senor, hIcImos como nos mandaste, pero todaVIa hay puestos vacíos. El rey añadió: Salgan de la ciudad y vayan P?r los camp?s y traigan a todos los que encuentren: qUIero que mI casa se llene. " Así se hi~o y la sala quedó repleta. El rey entró, para .verlos .y noto q~e uno de ellos no tenía el traje nupcial;es ,decIr, el vestIdo de fiesta; se acercó y le dijo: Amigo, ¿como te atreves a entrar sin el vestido nupéial? El no supo qué contestar. Entonces el rey dijo a sus 'ministro~: Atenio de pies y manos y échenlo áfuera, a las tinieblas, en donde habrá llanto y rechinar de dientes. El re~ es Dios; el banquete es la Sagrada Comunión; los convld~d?s son los cristianos. Los que dan disculpas ~on los cnstIanos que no frecuentan la Comunión. Los pobres que aceptan la invitación representan a las almas que, aun teniendo defectos, van a comulgar con el des~o de corregirse. El invitado que se atrevió a sentarse a la mesa sin el vestido nupcial representa al cristiano que se acerca a la Comunión en pecado mortal, Sir1 tener la gra-:cia de Dios. Acepta la invitación de Jesús y comulga frecuentemente. Pero recuerda que debe ser en gracia de Dios y co~ recta intención; comulgar en pecado mortal es comeúr un gravísimo sacrilegio. ,
31. MULTIPLICACION -DE LOS PANES Para dar ·de comer a la multitud que lo seguía desde MI. 14, hacía varios días,' Jesús multiplicó los panes en dos oca- 13-21; Jn. 6,1-15 siones. ' Un, día subió con sus discípulos a un monte, y las muchedumbres, que no ~e' cansaban de escucharlo, lo" siguie-ron. Jesús, al ver aquella gran multitud, se compadeció de ella y dijo a Felipe: ¿En dónde compraremos pan para dar de comer a tante gente? Felipe contestó: Doscientos denarios de pan no alcanzan para que cada uno reciba un pedacito. El apóstol Andrés intervino: Aquí hay un niño que tiene cinco panes y dos peces; pero ¿qué es esto para tanta gente? En efecto, había allí más de cinco mil personas. Jesús ordenó que la ge~te se sentara en el pasto por grupos; mandó que le presentaran los cinco panes y los dos peces, y, levantando los ojos al cielo, los bendijo, los partió en pedazos y los dio a los discípulos para que l?s distribuyeran a la gente. Todos comieron lo que quiSIer?n, y, cuando todos quedaron llenos, ordenó que'recogIeran lo que había sobrado. Con las sobras se' llenaron doce canastos. Toda aquella multitud, entusiasmada ante tan gran milagro, quiso proclamarlo rey. Pero Jesús se alejó de ellos hacia el .monte para' orar él solo. El pan multiplicado es figura de la Santísima Eucaristía. Después llegaron otras muchedumbres para comer de ese pan. Jesús prometió darles otro pan, un pari vivo, bajado dél cielo, es decir, su propIa carne y su propia sangre.' Mantuvo su promesa en la última cena, cuando instituyó la Santísima Eucaristía: Este. hecho lo conmemoramos el. Jueves San~o. En la Comunión él' se multiplic~ para alImentar a mIllones y millones de almas en todo el mundo. Agradece a Jesús el doninestimqble que te da en la Sa-· grada C0'!lunión y, como aquella multitud, proclama a Je157
Todos comieron hasta saciarse y Jesús ordenó que recogieran las sobras.
sús como tu rey:' que él sea el rey de tu mente, de tu voluntad y de tu eorazón. 32. JESUS y LOS ~IÑos Mt.19, 13-15; Me. 10, 13-16
Jesús tuvo un amor muy especial p'ara con los niños. Ellos sabían que los amaba, y por eso corrían hacia él pata que los bendijera. Un día los discípulos, pensando que el Maestro quería descansar, tratarop de apartar a los niños y reprendían a las personas que los llevaban. Esto desagradó mucho al Señor, quien les dijo: Dejen que los niños vengañ a mí, porque de ellos es el reino de los cielos. Teniéndolos junto a él, Jesús les ponía la mano sobre sus cabeza~ y los bendecía. 158
Dejen que los niños vengan a mí; porque de ellos es el reino de los Cielos.
, Jesús estimaba tanto a los niños que se los proponía a los apóstoles como ejemplos para 'imitar. Los apóstoles discutían entre sí para saber quién de ellos sería el mayor en el reino de ,los cielos. Consultaron a Jesús y le pregun.:.. taron: ¿Quién será el más grande en el reino de losl cielos? Jesús llamó un niño, 10 puso en medio y dijo: Con toda verdad les digo que si no se convierten y se hacen como niños, no entrarán en el.reino de los cielos. El que se haga pequeñito como este niño,ese será el más grande en el reirio de 'los cielos. ' \ Los adultos que por sencillez, candor e inocencia se hacen iguales a los niños,entrarán en el reino de los cielos. I
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Jesús amó tanto a los niños que consideró el bien o el. mal que se les hace,como· si se 10 hiciesen a él. Un día dijo que el que recibiera a un niño en su nombre, era como si 10 recibiera a él mismo. Así como una madre defiende a su hijito débil, así Jesús sale en defensa de los niños, amenazando terriblemente a los que, con el ejemplo o con la palabra, los inducen al mal. Dijo: ¡Ay de' los que les enseñan el mal a estos pequeñitos que creen ch, mí! Sería mejor que les col,.. garan una piedra de molino al cuello y los lanzaran al mar. ¿Sabes por qué Jesús amaba tanto a los pequeñitos? Porque SOn inocentes. Conserva la inocencia y Jesús seguirá amándote con predilección, aun cuando seas gráhde.
no ha dejado de bañarme. los pies con sus lágrimas. y de enjugados con sus cabellos; no me diste el beso, yella me. ha besado. y besado los pies y los ha ungido con ungüenfa, mientras tú ni· siquiera derramaste aceite sobre mi cabeza. Por eso te digo que a ella le son perdonados los muchos pecados, porque ama mucho. Y, dirigiéndose a la mujer, le dijo: Te'sonperdonados tus pecados: vete en paz. La contrición perfecta borra inmediatamente los pecados. Basta lavoluntaq expresa de confesarlos. El Señor no desprecia, sino que purifica el corazón de quien se· humilla y se arrepiente. 34. QUIEN NO TENGA PECADO TIRE LA PRIMERA PIEDRA
33. MARIA MAGDALENA Le.
7.
36~50
Un fariseo, llamado Simón, un día invitó a Jesús a almorzar en su casa. El Señor aceptó la invitación, fue y se sentó a la mesa con muchos otros. Y he aquí que una mujer, a 'quien todos conocían como pecadora, entró resueltamente en casa del fariseo, se acercó a Jesús y se arrodilló a sus pies. No dijo ni una palabra; pero las abundantes lágrimas que derramába manifestaban un gran dolor interior. Lloró, bañó con las lágrimas los pies de Jesús, los enjugó con sus cabellos, los besó y los ungió con el ungüento que llevaba consigo. Simón,el fariseo, 'pensó inmediatamente: Si Jesús fuera realmente un profeta, .deberla saber que esa mujer es una pecadora. Entonces Jesús le demostró que no sólo era un profeta, sino que también era Dios, porque lee nuestros pensamientos.' Simón, le dijo, tengo algo que deCirte. y Simón respon;.. dió: Habla, Maestro. Y Jesús continuó: Simón; ¿ves esta mujer? Entré en tu casa como huésped, y tú no me. diste agua para lavar mis pies. Mas ella desde que entró 160 -
Una mañana Jesús enseñaba en el templo y lo rodea- .In. R, 1-1 bao mucha gente. Los doctores y los fariseos le presentaron una mujer y le dijeron: Maestro, hemos sorprendido a esta mujer cometiendo una acción malé!. Moisés ordenó que fueran apedreadas tOldas las mujeres que cometen tales pecados. ¿Tú qué dices? Jesús se inclinó y comenzó a escribir con el dedo en el suelo. Los acusadores seguían insistiendo para que les contestara. EntoIlces se levantó y dijo: El que esté sin pecado, tírele la primera piedra. De nuevo se inclinó y.siguió escribienslo en el' suelo. Ninguno de los acusadores se creyó sin pecado y por eso, uno detrás de otro, se fueron retirapdo. Jesús se levantó y. preguntó: Mujer, ¿dónde están tus acusadores? ¿Alguien te· condenó? La mujer contestó: Ninguno, Señor. Pues bien, añadió Jesús, tampoco yo te condeno: Vete y de ahora en adelante no peque~ más. Confiésate frecuentemente y, cuando lo hagas, el Señor te dice por boca del sacerdote: No peques más; y tú lo pro11. Historia Sagrada
161
metes. Después ,haz el esfuerzo de cumplir lo, que has prometido. 35. ZAQUEO Lc.19. 1-10
Vivía en Jericó un hombre rico, jefe de publicanos, que se llamaba Zaqueo. El tenía 'un gran deseo de conocer a Jesús, y cuando pasó un día el Señor por aquella ciudad, trató de acercars.e a él, pero no lo logró. Era muy pequeño de estatura y había mucha gente que segUíá al Maestro. Al no poder acercarse, Zaqueo se informó por dónde iba a pasar Jesús; corrió. adelante, se subió -a un árbol cerca del camino y se decía a sí mismo: Pasará por aquí y yo podré verlo. Jesús, que como Dios conoce todo, vio el ardiente deseo de Zaqueo y, cuando llegó cerca del árbol, levantó la mirada y lo l1arrió: Zaqueo, baja pronto, pues hoy quiero descansar en tu casa. Zaqueo, que de ninguna manera se esperaba esto, bajó rápidamente, corrió a casa y recibió a Jesús con mucha alegría. Conversando con el 'Señor, Zaqueo se convirtió y dijo a, Jesús: Señor, vaya dar la mitad de mis bienes a los po,,: bres y, si defraudé a alguien, le restituyo cuatro veces lo que le robe. Jesús exclamó: La salvación ha-llegado hoy a esta casa, porque también Zaqueó es hijo de Abrahán; en realidad yo he venido a s~lvar lo que estaba perdido. \
A los ladrones no les basta la confesión, sino que, como Zaqueo, deben restituir lo robado; de la misma manera, el que perjudica la honra del prójimo, debe reparar el mal causado. ¡
.In. 9.1-41
36. Ij:L CIEGO DE NACIMIENTO
En Jerusalén Jesús encontró un ciego de nacimiento que pedía limosna para poder vivir: Se acercó a él, escu-' pió en la 'tierra, hizo un poco de barro con la saliva, se lo puso en los ojos del ciegO y dijo: Vete y láVate en el pozo 162
Hijo de David. ten piedad de nosotros.
de Siloé. El ciego fue, se lavó y pudo ver. Todos queda-ron inmensamente maravillados, pues siempre lo habían visto ciego. Los fariseos también se interesaron por el caso y le preguntaban al Ciego cómo había hecho Jesús pa'ra curarlo; también preguntaban a los padres para saber si en realidad el hijo había 'nacido ciego, y finalmente lo expulsaron de laslnagoga. Jesús se encontró de nuevo con el ciego y le preguntó: ¿Crees en el Hijo de Dios? El respondió: ¿Quién es ~él, Señor, para que yo crea en él? Tú lo has visto, contestó Jesús; soy yo, el 'que habla contigo. Y él: Creo, Señor; y, arrodillándose ante él, lo adoró.
El Señor exige nuestra fe; Tú la has recibido en el santo' pero existen millones de almas en ·los países pa-
bauti~mo;
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Señor, ¡sálvanos. que perecemos!
Resucitó al joven hijo de la viuda de Naim.
ganas que no la poseen. Ayuda con la oracion y la limosna a los misioneros que llevan el don de la fe a' toda esa gente.
der ya dominar la barca por la furia de los vientos, lo despertaron gritando: Señor, sálvanos, ¡estamos perdidos! Jesús les dijo: Ijombres de poca fe, ¿por qué temen? Se puso de pie y ordenó a los vientos y a his aguas que se calmaran: él viento cesó y el lago se tranquilizó.
37. JESUS CALMA LA TEMPESTAD Me. 4. 35-41
Una tarde, después de mucho trabajo, Jesús elijo a sus apóstoles: Pasemos al otro lado del lago. Subió una barca y los apóstoles lo siguieron. Cansado como estaba, Jesús reclinó la cabeza y se durmió. Pero he aquí que las aguas del lago comenzaron. ,a moverse amenazantes y pronto se formó una gran tempestad: la barquita subía sobre las olas y luego parecía que se iba al fondo' de los abismos, cubierta por las aguas. Los apóstoles, al no po-
-a
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También las almas, como la barca, son agitadas por las , tentaciones. Pero no hay que desesperarse; como los apostoles, invoquemos a Jesús y las tentaciones pasarán. 38. LA RESURRECCION DE LAZARO Jesits resucitó a varios muertos. Resucitó a la hija de .In. 1\, \-44; Jaira, una niña de doce años, cuando todo ya estaba pre-
165
Levántate, hija mía, yo te lo ordeno. Me. 5, 21-43
parado para el entierro y los amigos, ya iban a l1evq.r1a para el cementerio. ,Resucitó al joven hijo de la viuda de . ~aím, c~andó lo llevaban para el cementerio, N su madre Iba detras llorando. ' ,~ Resucitó a Lázaro, que había muerto hacía ya' cuatro días. ' . Lázaro er~ hermano de Marta y de María, amigos ín- , tImos de Jesus. Cuando Lázaro se agravó, sus hermanéis mandaron ll~mar a Jesús,' que se encontraba en otra ciudad: Señor, tu ,amigo está grave: Jesús no partió inmediatamente, ,sino que ,se quedó otros días en ese lugar, predicando. A los tres días dijo a los apóstoles. Volvamos a 'Judea; Lázaro, nuestro amigo, duerme, pero yo voy a 166 -
¡Lá zaro.
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despertarlo, En esos días iba mucha gente a casa de Lázaro para consolar a las dos hermanas por la muerte de su hermano. Marta, cuando supo que .Jesús se aC,ercába, corrió asu encuentro y le dijo: Señor, si h1¡Íbieras estado aquí, no habría muerto mi hermano. Jesús le contestó: Tu hermano resucitará; ¿crees que yo soy la Resurectión y la Vid~? Creo, Señor, le contestó Marta, pues 'tú e~es ~l Cristo, el Hijo de Dios que ha venido a este mUflaO. DIcho' esto, corrió a casa y dijo albído de María: el Maes_tro está allí y te llama. María se levantó inmediatamente, y los que estaban en casa consolándola la siguieron creyendo que iba a lá tumba del hermano éi.'llorar. Pero María fue al'encuentro de Jesús, se echó a sus pies y le dijo llorando: Señor, si h~bierasestado aquí nO habría muertq 167
mi hermano. Todos lloraban: lloraba Marta; Hor,aban los judíos que la, acompañaban, y lloró también Jesús. Después preguntó: ¿Dónde lo pusieron? Le' contestaron: .Señor, ven y lo verás. Fueron al sep~lcro, qu~ era un~ caverna cerr~~a con una piedra. Jes(¡s ordenó: QUiten la pIedra. Marta dIJO: 'Señor; ya huele mal; hace' cuatro días que murió, Jesús contestó: ¿No te dije que si crees, verás la gloria de Di0s? Cuando quitaron la piedra, el Señor exclamó con voz firme: Lázaro, ¡ven afuera! Y Lázaro se levantó inmediatamente y salió del sepulcro.
Los' muertos son fii~ra de los pecadores, muertos a la ,gracia de Dios. Reza, querido niño, para que se conviertan i vuelvan al Señor, que es la Resurrección y la Vida. 39. PROFECIAS DE JESUS !\tl. 16, 21; 17, 22-23
Jesús demostró su divinidad no sólo con los milagros, sino también con la predicción del futuro. Más dé una vez predijo que él sería entregado en las manos de los malos, que 10 matarían, pero que al tercer día resucitaría. ,Acercándose el día de' su pasión, predijo a los apóstoles con mucha claridad cuáles eran los sufrimientos que 10 esperaban. , Les dijo: He aquí que vamos a Jerus~lén y allá se cumplirán todas las cosas qué los profetas anunciaron' ace.rca de mí. Seré entregado en manos de los 'gentiles, seré escarnecido, flagelado, escupido. Después que me hayan flagelado, me matarán; pero al tercer día resucitaré~ Predijo la destrucción de Jerusalén. Un día, acercándose a la ciudad incrédula que no quería escuchar su pa'labra, lioró y dijo: Llegará el tiempo en que tus enemigos te circundarán, derribarán' tus puertas y no dejarán de ti piedra sobre piedra. Los ciudadanos serán pasados a filo, de espada o' llevados esclavos por todo el mundo.' 168
Predijo el fin del mundo y el juicio universal, diciendO:,Los pueblos se levantarán contra los pueblos los rei'nos contra ·los reinos; habrá pestes, hambre y terremotos. Después de esas tribulaciones el sol se' oscurecerá, la luna no dará más brillo, las estrellas caerán del firmamento. Entonces aparecerá la cruz y bajaré sobre las nubes con 'gran poder y majestad yme sentaré sobre un tr6np ma:jestuoso. M;is ángeles, con trompetas y voz potente, reunirán a todos los hombres de un extremo al otro de la tierra, y colocarán a los buenos a mi derecha y a los malos ami izquierda. A los buenos les diré: Vengan, benditos de mi Padre, tomen posesión del reino que les estaba preparado- desde la creación del mundo. A los malos les diré: .Apártense de mí, malditos, vayan al fuego eterno, . creado para el diablo y sus ángeles. La pasión de Jesús y la destrucción de Jerusalén se realizaron puntualmente y su CUmplimiento es garantía de que llegará también el fin del mundo y el juicio universal.
Prepárate., con buenas obras, para recibir la bendición final e' ir4s, con alma y cuerpo, al paraíso. 40. CONFE8ION DE PEDRO Cuando Jesús multiplicó los dos panes con ese milagro estupendo, todos hablaban de eso. El aprovechó la ócasión para preguntar a los apóstoles qué decían de él. ' Estando a solas con ellos, les preguntó: ¿Quién dicen los hombres que soy yo? Los apóstoles contestaron: Algunos dicen que eres Juan Bautista (ese gran santo ya había sido asesinado por Herodes); otros creen que tú eres Elías; otros dicen que eres Jeremías o alguno delos antiguos profetas que ha resucitado. Y ustedes, dijo Jesús, 169
1\11. \ti, J:\-20
¿quién dicen que soy yo? Pedro contestó, inmediatamente: Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo. Jesús añadió: Bienaventurado eres tú, Simón Pedro, porque no fueron los hombres quienes te dijeron esta verdad, sino que te la reveló mi Padre 'que está en los cielos. ,Y te digo: Tú eres Pedro, y sobre' esta, piedra edificaré mi Iglesia y te da.ré las llaves del reino de los cielos: todo lo que ates sobre la tierra, quedará atado en los cielos; todo lo que desates sobre la tierra también será desatado en los cielos. , Los hombres sí creían que Jesús era un profeta, pero solamente hombre; Pedro creyó y confesó que Jesús era verdaderamente Dios y, por su fe y por su amor, fue considerado digno de ser el jefe de los apóstoles y vicario de Jesucristo la tierra.
en
Cree también tú' Y conserva viva la fe, es~uchando la palabra' de Dios. Quien cree, en Jesús y vive unido a él por la gracia, tendrá la vida eterna.
Me. 11, 15-19;
Jn.2, 13-17
41. JESUS EXPULSA LOS PROFANADORES DEL TEMPLO
Tomó un látigo y sacó a los que vendían en el templo.
Se acercaba la Pascua de los judíos ~ Jesús fue a Je-, rusalén. Entró en e~ templo y encontró allí. gt:nte que, en el atrio (lugar destinado a la oración), vendía y compraba bueyes, ovejas y palomas para el sacrificio~ Había también banqueros que cambiaban el dinero. Al ver eso, Jesús se llenó de celo por la Casa de su Padre, hizo un látigo y expulsó a todos los que vendían y compraban, derribó las' mesas de los cambistas, echó por tierra las monedas ylos asientos de los vendedores de palomas, diciendo: ¡Mi casa 'es casa de oración y ustedes 'la han convertido .en cueva de ladrones! Jesús demostró mucho celo por el templo de Jerusalén que, en realidad, no puede compararse en santidad
con nuestras iglesias. Estas son mucho más santas', pues son verdaderas moradas del' Señor, que está vivo en el Sagrario, como está vivo en el cielo e intercede día y noche por 'nosotros.
170
, Cuando entres en la iglesia, ,mira el santo Tabernáculo, en donde está Jesús, reza y habla 'con él. En la iglesia debemos comportarnos con devoción y' recogimiento. El que 'se distrae no puede rezar bien. 42. TRANSFIGURACION DE JESUS Jesús predijo su pasión; pero para que los apóstoles. no dudaran de SU' divinidad,. quiso demostrades su belle-
171
Le 9,
28-36
Tendían sus mantos al paso, de Jesús, y cantaban: ¡Hosanna!... " Aparecieron 'Moisés y Elías, y hablaban con él.
za divina. Llevó consigo a Pedro, a Santiago y a Juan, y subió con ellos a un monte alto para rezar. Mientras oraba, Jesús se transfiguró. Su rostro se hizo brillante c?mo el sol y sus vestiduras se volvieron blancas cOI?o la meve. Aparecieron Moisés y Elías, con rostros maJe~tuosos, Y hablaban con él. Ante esa vista, los apóstoles quedaron asombrados: Pedro no pudo contenerse y dijo: Señor, ¡qué bien ~e 'está aquí! Si quieres, haremos tres tiendas" una para tI, otra para Moisés y otra para Elías. No' habIa acabado de hablar cuando una nube los envolvió y se escuchó una voz que'decía: Este es mi Hijo predilecto,¡escúchenlo! Al oír esa voz, los apóstoles cayeron por tierra, temblando. Je172
sús se acercó a ellos, los tocó y les dijo: Levántense, no teman. Los apóstoles levantaron la, cara, y no vieron sino a Jesús. La visión celestial había desaparecido., La transfiguración nos hace comprender la acción de la gracia en el alma. Con la gracia tú te vuelves divinamente hermoso, eres hijo de Dios, templo del Espíritu Santo. No destruyas, con el 'pecado, esa obra maravillosa de bondad divina.
43. ENTRADA TRIUNFAL DF,: JESUS EN JERUSALEN '
Se acercaban los últimos días dé vida de Jesús, y él Jn. 12,' quiso entI1ar triunfalmente en Jerusalén. Se acercó a la 12-19; 173
Me. 11, 1-10
'dudad y cuando llegó al' monte de los Olivos, dijo a los apóstoles: Vayan al barrio de enfrente, encq.ntraráh una borriquilla con su pollino; suéltenlos y tráiganmelos. Si alguien les dice: ¿Por qué los sueltan?, contesten: El Se,ñor los necesita y nadie se opondrá. En efecto, así 'sucedió. Los apóstoles llevaron la burrita a Jesús, pusieron sus mantos sobre ella y Jesús montó. El pueblo, al saber que Jesús llegaba, corrió a su epcuent~o y se formó un gran cortejo, que seguía adelante y atrás del Salvador. Al paso de Jesús, muchos extendían sus mantos, otros cortaban ramos de árboles y los colocaban co~o un tapete , en el camino; todos gritaban: ¡Hosanna al Hijo de David! Bendito el que viene en nombre del S~ñor; ¡hosanna en ló más alto de los cielos! Tambit:n los niños se unía,ri a los adultos, gritando: ¡Hosanna al Hijo de David'! Para recordar la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, ,la Iglesia instituyó la procesión del Domingo de Ramos, cuando se bendicen los ramos y las palmas. J
I
Rinde también 'tú honor y reverencia a Jes71s, como los ,niños de Jerusalén, sobre todo cuando alguien blasfeme o diga algo contra Dios: di, por ejemplo, ¡bendito y alabado sea DifJ,s!
44. INSTITUCION ,DE LA EUCARISTIA Los fariseos. envidiosos, viendo que Jesús obraba muchos ¡milagros y que el pueblo corría detrás de él, resol., M~2!2:5 vieron matarlo. El' pérfido Judas Iscariote les ayudó. Se presentó a los Sumos Sacerdotes 'y, a "los fariseos y les prometió entregarles a Jesús por una suma de dinero.' Los fariseos quedaron contentos y le ofrecieron 30 monedas de plata. Mientras tanto, Jesús mandó a Pedro y a Juan a Jerusalén para preparar la cena pascual, en la que se comía
ICor. 11, 23-26;
Jesús se ciñó una toalla y les lavó los pies a los apóstoles.
al cordero sin mancha, símbolo del Salvador. L~s dijo: Vayan y encontrarán a un hombre llevando una vasija con' agua; síganlo y cuando llegue a casa díganle: ~el Maestro nos mandó preparar él Gordéro pascual en tu casa; él les mostrará una sala con muebles: preparen· la cena allí. Los <apóstoles fueron y encontraron todo como , les había dicho Jesús y pre'pararon la cena pascual. Por' la noche vino Je~ús con sus apóstoles y se sentó a la mesa. Mientras cenaban, el divíno Maestro dijo angustiado: Uno de ustedes me va a traicionar. Los apóstoles, aterra, dos, se miraron y todos preguntaron: ¿Acaso seré yo, Señor? También Judas,' fingiéndose inocente de un crimen tan grande, tuvo la desfachatez de preguntar: ¿Acaso seré 175
174 ,
\
Tomen y coman: eslo es mi L"Uerpo.
yo, Señor? Jesús le hizo comprender que sabía todo, pero él no se arrepintió. Cuando terminaron la cena, Jesús se levantó, se ciñó una toalla, echó agua en un platón y se arrodilló pa_ra lavarles los pies a los apóstoles. Pedro se opuso, pero Jesús le dijo: Si yo no te lavo los pies, no tendrás parte conmigo. Entonces Pedro le dijo: Señor, si así es, lávame no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza. Y Jesús: El que está limpio, no necesita sino que le lave los pies; ustedes están limpios, pero no todos. Jesús dijo que no todos estaban limpios, porque entre ellos se encontraba el perverso Judas, que tenía el alma manchada por la traición. 176
Después de lavarles los pies a los apóstoles, el Señor tomó el pan, dio gradas al Padre, lo partió y lo distribuyó entre los apóstoles, diciendo: Tomen y ciJman:esto es mi cuerpo. Después tomó el cáliz con el vino y se lo dio, diciendo: Tomen y beban todos de él, porque este es el cáliz de mi sangre, qué será derramada por ustedes y por mu..:. chos para el perdón \de los pecados. Hagan esto en memoria mía. En aquella noche Jesús. instituyó dos sacramentos: La Eucari5tía yel Sacerdocio. Instituyó la Eucaristía cambiando el pan y el vino en su cuerpo y en su sangre; insti:tuyó el sacramento del Orden dando a los apóstoles, y en ellos a todos los sacerdotes, el poder divino de hacer la misma cosa, es decir, de.cambiarel pan en el Cuerpo de Jesús, y el vino en su Sangre. Mientras sus enemigos tramaban su muerte, él dejaba a los hombres el mejor regalo que podía hacerles; les dejaba a sí mismo, instituyendo la Sagrada Eucaristía. Jesús no dejó nunca de amarnos; pero al final de su vida nos dejó la mejor prueba de su amor. El Jueves Santo ct(lebramos la instituqión de la Sagrada Eucaristía y el Sacerdocio católico.
¿Y tú amas a Jesús? R.edbelo frecuentemente con el corazón generoso y el alma limpia, al menos de pecado mortal. 45. JESUS EN EL HUERTO DE GETSEMANI Después' de la cena, Jesús se entretuvo todavía con los apóstoles, haciéndoles las últimas recomendaciones y orando por ellos. Dijo también: .Esta noche todos ustedes me abandonarán. Pedro.contestó: Aunque todos te abandonen, yo jamás te abandonaré, iría· contigo hasta la muerte. Y Jesús: En verdad te digo, antes que el gallo cante dos veces, tú II:le habrás negado tres veces. 12. Historia Sagrada -
177-
ML 26. 36-56
Entonces vio los atroces tormentos que lo esperaban.
Judas /0 besó y /0 saludó diciendo: ISa/ve, Maestrol
Después salió Jesús del Cenáculo y, en compañíá de los apóstoles, se fue como de costumbre al huerto de Getsemaní, a donde se retiraba para' orar. El Señor entró al huerto y dijo a los apóstoles: Quédense aquíy,no se· duerman~ Se apartó un pocO con Pedro, Santiago y Juan, y les dijo: Me siento morir de tristeza: quédense aquí- y velen conmigo. Se adelantó un poco más, solo, y lleno de tristeza se arrodilló y rezó. Vio entonces los atroces tormentos que 10 esperaban; vio el corazón de su Madre Santísimé;t atravesado por el dolQr, vio los pecados de'todos los hombres; vio las almas que se condenarían a pesar del sacrificio de su' vida por salvarlas. Como hombre, , se asustó ante esta visión, tembló,sudó sangre y decía:
Padre mío, si es posible, aparta de mí este cáliz, pero no ~e haga mi voluntad sino la tuya. En ésa angustia tan terrible, buscó un poco de ánimo en sus apóstoles, pero estos dormían. Les dijo:. Velen y oren para no caer en tentación; pero ellos siguieron durmiendo, mientras él seguía sufriendo atrozmente.· Los apóstoles no le ·ayuda;ron en nada al Señor, pero sí vino un ángel del cielo a animarlo en ese doloroso momento. Ya d traidor, Judas, se acerca1;Ja. Jesús fue por tercera vez donde los apóstoles y les dijQ: Levántense, el traidar está cerca. Y he aquí que llega Judas en compañía de una gran turba armada con espadas y palos, enviada por losprincipes de los sacerdotes y por los ancianos delpue-
178
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blo. Judas les había dado antes una señal, diciendo: Pon- ' gan preso al que yo bese. Se acercó, pues, a Jesús, y Jesús le dijo: Amigo, ¿a qué viniste? Por respuesta Judas le dio beso y lo saludó: ¡Salve, Maestro! Jesús le dijo: Judas, ¿con un beso me traicionas? Ydirigiéndose a la turba, añadió: Y ustedes, ¿a quién buscan? Le contestaron: ¡A Jesús de Nazaret! Pues bien, soy yo, les dijó: Tan pronto pronunció estas palabras, todos-cayeron por tierra. El Señor dejó que se levantaran y dijo: Si me buscan a mí, dejen libres a mis apóstoles. Dicho esto, se dejó poner preso. Al ver esto, Pedro, desenvainó la espada que llevaba consigo., dio un golpe muy fuerte y le cortó la oreja ún tal Maleo, siervo del Sumo Sac~rdote. Jesús le ordenó a Pedro que colocara la espada en la· vaina, le pe..; . gó la oreja a Maleo, la curó completamente y se dejó amarrar y llevar a Jerusalén. Todos los apóstoles huyeron.
un
a
Los apóstoles no rezaron y abandonaron a Jesús. En las tentaciones, reza y Dios te ayudará. Caifás rasgó sus vestiduras y dijo: ¿Escucharon? ¡Ha blasfemado!
46. JESUS ANTE EL TRIBUNAL DE CAIFAS MI. 26, 57-68
Amarrado como un malhechor, Jesús fUe llevado ante el Sumo Sacerdote Caifás, que estaba, reunido con los doctores y los ancianos, quienes formaban el tribunal que iba a juzgar a Jesús. Caifás, que quería ver condenado a Jesús fuera como fuera, hizo ir muchos testigos falsos; pero estos se contradecía!) entre sí. Sin embargó, Jesús callaba. Caifás se levantó y dijo a Jesús: Te conjuro. en nombre de Dios vivo: dime, ¿eres tú el Cristo, Hijo de Dios? Al ser preguntado en nOfllbre de su divino Padre, Jesús contestó: Sí, lo soy, y. ustedes me verán sentado a la derecha del Padre y venir sobre las nubes de los cielos. Ante esta respuesta, Caifás rasgó sus vestiduras. y di180
rigiéndose a los jueces dijo: ¿Oyeron? Ha blasfemado: dno necesitamos más testigos, ¿qué les parece? Y ellos, t~ o~ de acuerdo contestaron: Es reo de -muerte. Despues e t 'b nal dejó a Jesús en manos de los soldados, y estos ;~r~nte toda la noche 10 maltrataron, le vendaron l~s ojos, lo escupjeron en el rostro y lo abofetearon. Jesus sufría y callaba. . 'b 1 Mientras sucedía todo esto en la sala del tn u~a, en el jardín de la casa sucedía otro hecho, mucho m.as doloroso para el corazón de Jesús. 'Pedro, a.rrepentId~ de haber huído, regresó y siguió a Jes~s de leJ~~ ~ entro .:n la casa de Caifás. Una sierva lo VIO, y le dIJ~' .T~m?Ien tú estabas con Jesús. Pedro contesto: ¿Yo? ¡NI SIqUIera 181
miró a Pedro. Este comprendió el gran mal· que había cometido al renegar de Jesús y salió afuera llorando amargam~nte.
, Si Pedró nó hubiera estado en compañía de ~os enemigos de Jesús, no habría renegado de él. Eii las ocasiones peligrosas 'no se mantienen' ni los buenos propósitos. ¡Acuérdate de esto! 47. JESUS ANTE PI LATO
Loflagelaron tan bárbaramente que redujeron su cuerpo a una sola llag~.
lo conozco! Hacía frío, y Pedro se arrimó a una hoguéra qu~ los soldados habían encendido para calentarse. ,Otra sIerva notó su presencia y diJO: También estaba este con, Jesús ~azareno. Pedro juró que no lo conocía.' Despues de una hora más o menos, un cuñado de Maleo se acercó al fuego, vio a Pedro y dijo: También tú seguías a Jesús; te vi en el huerto con él. Pedro se asustó' . jur~ y juró, imprecó para hacer creer que no conocía ~ Jesus. ¡Pobre Pedro! En e'se instante cantó el gallo. Entonces se acordó (le las palabras de Jesús: Antes que el gallo ~ante dos veces, tú me habrás, negado tres veces. InmedIatamente después pasó Jesús entre ,los soldados y 182
Al día siguiente por la mañ~na, Jesús fue llevado a .In. 18, la . presencia de Pilato y acusado como engañador del 28-39; 19,9-11 pueblo, malhechor y revolucionario que pretendía ser: rey. Pilato interrogó a Jesús, reconoció 'su inocencia y que los sumos sacerdotes y 'los fariseos querían conde'narlo sólo por envidia. Los jefes de los sacerdotes insistieron, diciendo: Sí,' sí; es un embustero y subleva al pueblo, comenzando' por Galilea hasta Jerusalén. Pilato, sabie¿do que Jesús era de Galilea, lo envió a Herodes que en esos días estaba en Jerusalén.' Herodes tenía muchos deseos de conocer al Señor, porque había oído hablar mucho de él. Quería verlo hacer milagros. Cuando lo tuvo en su presencia le hizo muchas preguntas, pero Jesús no le'contestó ni una palabra, porque Herodes era un hombre deshonesto. Enton~es 'lo trató como si fuera un loco y, vestido de blanco, como se acostumbraba hacer con los locos en ese tiempo, lo devolyió, a Pilato. ¡Cuántas humillaciones, tuvo que sufrir Jesús al tener que pasar por ~ntre las multitudes 'que habían acudido a Jerusalén para la fiesta de Pascua! Muchos se habrán burlado de él al verlo vestido como loco, rodeado por la multitud exaltada contra él y ama-:- ' rrado como un malhechor! Pilato, teniéndolo nuevamente delante de sí, repitió al pueblo' y a los sacerdotes que 183
Pilato lo presentó al pueblo, y dijo: ¡He aquí al hombre!
él lo consideraba inocente y que tampoco Herodes lo había condenado; luego añadió: Estamos en las fiestas de Pascua, y todos los años con esta ocasión le concedo la libertad a algún prisionero, al que ustedes escojan. ¿Quieren que libere a Jesús o a Barrabás? Barrabás era un·la~ drón, un asesino y un revolucionario. El pueblo,instigado por los sacerdotes, gritó al unísono: Suelte a Barrabás y condene a Cristo! Pero ¿qué mal ha hecho?, preguntó Pilato. ¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!, fue la respuesta del pue- . blo ingrato. Entonces Pilato ordenó que flagelaran a Jesús. Los alguaciles lo' desnudaron, lo amarraron a una columna y lo azotaron sin compasión. Jesús sufría y callaba: entre 184
un latigazo y otro, Jesús dirigía su mirada amable a los alguaciles; hasta las piedras se hubieran enternecido. Pero ellos' no tuvieron c'ompasión, lo flagelaron tan bárbara-o mente hasta el punto de que, como dijo el profeta Isaías, lo redujeron a una sola llaga, de pies a cabeza. No contentos cantan horribles tormentos, los alguaciles .se lo entregaron a los soldados. Los fariseos habían acusado a Jesús de querer ser rey, y entonces los soldados comen~aron la cruel diversión-de tratado como, si fuera un rey payaso. Lo llevaron al atrio de la casa, hicieron una corona de espinas, lo -hicieron sentar y se la colocaron en la cabeza con una caña en la 'mano, y en la espalda le pusieron un manto de color rojo y lo abofeteaban diciendo: ¡Salve; rey de los judíos! Después, esos bár~ baros, le quitaban. la caña de la mario y le golpeaban la cabeza, de modo que las espinas de la corona le penetra-· ban más· hondo en la cabeza. El profeta lo vio en ese estado, cuando dijo: ¡Lo vi y no tenía figura de hombre! Pilato, creyendo que conmovería al pueblo, les presentó a Jesús e~eseestado, diciendo: ¡He aquí al hombre! Pero los sacerdotes y el pueblo gritaban enfurecidos: ¡Crucifícalo! Crucifícalo! Pilato no quería, pero el pueblo gritaba: Si no lo quieres' crucificar, te acusaremos ante el emperador. Pilato cedió ante las amenazas.. Ordenó que le llevaran agua, se lavó las manos y dijo: Soy inocente de la sangre de este justo; arréglenselas ustedes. El pueblo, enfurecido, contestó: Caiga su sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos. Entonces Pilato lo entregó en sus manos para que lo crucificaran.
Piensa en el lastimoso estado a que redujeron a Jesús los pecados de los hombres. El, con la coronación de espinas, quiso expiar los malos pensamientos. Con, la flagelación, los salivazos y los golpes recibidos, quiso expiar nuestras. malas acciones.' Huye, pues, de los pecados, que fueron la causa de los tormentos de Jesús. 185
I
Verónica enjugó el rostro de Jesús.
A los pies de la cruz de Jesús, estaba su Madre. María.
48. CRUCIFIXION DE JESUS MI. 27. 32-56; .In. 19, 18-37
Ya en manos de sus enemigos, Jesús tuvo que cargar una pesada cruz de 'madera y, en compañía de dos ladrones" fue· llevado al monte Calvario, en las afueras de la ciudad. Lo seguía una gran multitud de gente que se burlaba de él y 10 insultaba. Solamente' unas pocas mujeres piadosas iban llorando detrás de Jesús. El se volvió a ellas y 'les dijo: Mujeres, no lloren por mí, sino por ustedes y por su's hijos, porque si yo, que soy inocente, sufro tanto por los pecados ajenos, j'muehos más tendrán que sufrir los pecadores! Durante el camino haciá el Calvario, Jesús cayó tres veces bajo el peso de la ·cruz. Los solda- ' dos, temiendo que Jesús muriera antes de llegar al 'lugar 186
del suplicio, oblig~ron a Simón el cireneQ a llevar la cruz del Salvador. Para aumentar los dolores del corazón de Jesús, he aquí a su Madre que, desafiando la crueldad de los verdugos, avanza por entre el pueblo, se coloca al lado de Jesús y 10 acompaña hasta. el ~ugar del suplicio final. .Cuando llegaron allí, los alguaciles colocaron a Jesú~ sobre la cruz, le davaron las manos y los pies y levantaron ' . la cruz entre los dos ladrones. Así Se cumplió la profecía de Isaías,la cual decía que el Salvador sena colocado entre los criminales. Pilato mandó ,poner una tablita sobre la cruz en la que se leía: Jesús Nazareno, Rey de los judíos. Estaba escrita en griego, en hebreo y en latín. 187
¿ Quién puede decir cuánto' sufrió Jesús? Agonizó en la
cruz durante tres largas horas, mientras los sacerdotes, los soldados y el pueblo se reían de él, lo insultaban y blasfemaban. Los soldados, como lo había predicho. el salmista, se dividieron los vestidos de Jesus y echaron suerte sobre sU túnica. ~ . . Jesús, infinitamente bueno, mientras los malos blasfemaban contra él, se dirigió a su divino Padre y dijo: Padre, perdónalos, porque no saben 10 que hacen. . Uno de los ladrones, admirando la paciencia de Jesús en sus sufrimientos y la bondad al perdonar, reconoció en él al verdadero Dios, tuvo fe, pidió perdón por todos los pecados de su vida pasada y le dijo: Señor, acuérdate de mí cuando est6s en tu reino. Jesús le contestó: Hoy estarás conmigo en el paraíso. A los pies de Jesús estaban: María, su madre; María de Cleofás, María Magdalena y el apóstol Juan. Al ver Jesús a su Madre y a Juan, el apóstol predilécto, dijo a María: Mujer, ahí tienes a tu hijo. Después dijo a Juan: Ahí tienes a tu madre. En ese momento Juan representaba a toda la humanidad que, en ese instante, recibió de Jesús el precioso don: su propia madre se convertía en la madre de todos los hombres! Desde entonces Juan tuvo a María como su propia madre, y la amó con filial y devoto afecto. Luego el sol se oscureció y las tinieblas cubrieron la tierra. Y Jesús, para que se cumplieran las Escrituras, dijo: Tengo sed. Un soldado le acercó una esponja mojada en vinagre; cuando probó el. vinagre, dijo: Todo está cumplido. Encomendó su alma al Padre, diciendo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu; dio un grito, incli- . nó la cabeza y murió. Un soldado, para asegurarse de que ya estaba muerto, le atravesó el corazón con una lan. za, y salió sangre yagua. ¡Con tan alto precio Jesús nos compró y nos libró de la esclavitud del demonio!. 188
José de Arimatea colocó el cuerpo de Jesús' en un sep!-llcro nuevo.
Con un már dedolor.,es Jesús' conquistó para ti el derecho de entrar en el paraíso: ahora tienes que colaborar para obtener la eterna salvación, con tus st-crificios para cvrregirte de tus defectos, sacrificios para conquistar la virtud, sacrificios para aceptar de las manos de Dios los sufrimientos de la vida. 49. SEPULTURA DE JESUS En el momento de la ~uerte de Jesús la tierra tembló, .In. 19, se rompió el velo del templo, se abrieron los sepulcros y 38-42; resucitaron algunos muertos. El centurión, que comanda- ~~4715, 189
ba a los soldados ¡"omanos, exclamó: i Verdaderamente éste era Hijo de Dios! Y los que estaban presentes en la, . muerte de Jesús qajaron del rilOnte dándose golpes de pe-'cho~ En el lugar del suplicio se qúe,daron: María, la Madre d~ Jesús, Juan, María Magdalena y las buenas mujeres que habían seguido a Jesús desde Galilea. José de Arimatea, hombre noble y discípulo de Jesús, se presentó a Pilato para pedirle el cuerpo del Maestro. Pilato se lo ,€oncedió. José compró una sábana nueva, ,volvió al Calvario y con la a~uda de Nicodemo bajó de la Cruz el santo cuerpo del Señor: lo envolvió en la sábana y, con mucha reverencia, lo puso en un sepulcro mievoql1e había 'mandado excavar para sí en una roca del monte Calvario. Después de haber colocado el cuerpo sagrado de Jesús, cerraron .la puerta del sepulcro con una niedra grande y todos se retiraron. Los fariseos se acordaron de que Jesús había dicho que ,al tercer día resucitaría; entonces se fueron donde Pilato yle pidieron que pusierá sóldados para que, vigilaran el sepulcro. Pilato les contestó: Ahí tienen a los soldados, vayan y vigilen comO les parezca. Fueron al sepulcro, sellaron las piedr<~s y dejaron' a los soldados custodiando. El santo cuerpo de Jesús descansaba en el sepulcro, mientras su alm~ descendió al limbo a consolar a las al. mas de los santos, que habían muerto desde la' creación del hombre hasta ese momento. Ellos esperaban ansiosamente ese momento. Finalmente había llegado, y ahora , veían el alma hermosísima de Jesús, unida a la divinidad: ¡'veíali a Dios ~ El limbo se convirtió en paraíso. Dentro de poco ellas acompañarían a 'Jesús que, vivo y al frente de ellas, subiría al cielo y entraría en su' gloria.
As[como .losé y Nicodemo se preocuparon por la sepultura de Jesús. as[ también tú te debes comportar cQn los pobres. acompañándolos al cementerio. Enterrar a los r90
Judas, desesperado, fue y se ahorcó en un árbol.
muértos y rezar por ellos es una de las obras de misericor-
dw.
.
50. INFELIZ MUERTE DE JUDAS Cuando Judas supo que Jesús había sido condenado ML27, a muerte, reconoció la enormidad de su pecado1, y,ator- 3-10; bIch,l, mentado por el remordimiento, se desesperó., Corrió al 16-20. , templo, se encontró con el sumo sacerdote y los jueces y les diJo: Pequé, porque entregué la sangre del Justo. Los perversos jueces contestaron: ¿A nosotrós qué nos impor- . ta? Arréglatelas. Los malos siempre hacen así: primero 191
incitan a practicar el mal, y después desprecian y abandonan a quien cometió el mal. . Judas, desesperado, les' devolvió las treinta monedas, precio de la traición, salió corriendo y fue y se ahorcó en un árbol. . i Infeliz! Si en vez de buscar un árbol para ~uicidarse, hubiera buscado a Jesús para pedirle perdón, lo habría conseguido como lo consiguió Pedro. ¡La desesperación es también un g'rave pecado!
Ténle, querido niño, temor al sacrilegio: no "recibas la Comunión sabiendo que estás en pecado mortal. Quien recibe indignamente a Jesús, recibe su propia condenación. Y jamás te dejes llevar de la desesperación, sino más bien pide,. confiado, perdón a Dios. 51. RESURRECCION DE JESUS MI. 28, 1-10;
Jn.20, 1-18
El domingo, muy de mañana, tercer día después de la muerte de Jesús, María Magdalena y las piadosas mujeres, que habían comprado aromas para ungir el cuerpo del Señor, se fueron para el sepulcro. Por el camino se decían: ¿Quién nos ayudaráa quitar la piedra que cierra el sepulcro? Pero... poco antes había habido un gran terremoto, un ángel del cielo quitó la piedra del sepulcro y se sentó sobre ella: tenía un aspecto resplandeciente y sus vestiduras eran blancas como la nieve. Los soldados que estaban de guardia cayeron rostro en tierra, como muertos y, cuando volvieron en sí, salieron corriendo para la ciudad. -Cuando las piadosas mujeres llegaron al sepulcro, vieron que la piedra había sido removida. María Magdalena pensó inmediatamente que se habían rohado, el cuerpo del Señor, yse devolvió corriendo a la ciudad en busc'a de Pedro y Juan, y les dijo: Se llevaron el cuerpo del Señor y no sabemos dónde lo han puesto. 192
. Un ángel descendió del cielo y quitó la piedra del sepulcro.
Mientras tanto, las otras mujeres entraron al sepulcro y no encontraron el cuerpo de Jesús; vieron dos ángeles resplandecientes que estaban vigilando en donde había estado el cuerpo del Señor. Un ángel, al ver que las muje.,. res tenían miedo, les dijo: No t~man, sé que buscan aJe:' sús "de Nazaret, el crucificado. Resucitó, no está aqüí. Miren el lugar en donde lo -habían puesto. Vayan inmediatamente a anunciar a los discípulos, sobre todo a Pedro, que él resucitó y los precederá en Ga.lilea; allá lo 'verán, como él les había anunciado. Entonces ellas, sin decir nada a nadie, regresaron corriendo a la ciudad y les contaron a los apóstoles lo que Li. Ili,turia Sagi'ada
193,
52'. ALGUNA~ APARICIONES DE JESUS
María Magdalena reconoció a Jesús y se echó a sus pies.
habían visto y oído. Peró ellos no creían; les parecía que las mujeres eran víctimas de alguna alucinación. Pero Pedro y Juan se fueron a toda prisa al sepulcro y entraron uno después de otro, y' no encontraron sine las sábanás en las que habían envuelto el cuerpo del Señor, y el sudario con el que habfan cubierto su cabeza. Jesús había resucitado. La Iglesia nos hace recordar 'este grande aconteci-' miento con la fiesta de Pascua. Nuestro cuerpo también resucitará al fin del mundo, por obra de Dios... Imita a Jesús en tu vida, querido niño, y también resucitarás glorioso. . 194
La resurrección de Jesús es el más grande de los mila- JI1.20. gros que él hizo. La había anunciado a los apóstoles 19-28; 21.1~22 cuando .les había hablado de su Pasión; había dicho a sus Lc.. 24, amigos que su -resurrección sería la mejor prueba de· su 13-25 divinidad. Los enemigos de Jesús le· atribuían al demonio sus milagros. Jesús les había dicho: Les doy ,la señal de Jonás, así corno Jonás estuvo tres días en el vientre del pez, así estaré yo tres días en el seno de la tierra. Pero d Señor tenía que demostrar que había' resucitado realmente; paresa, antes de subir al cielo, permaneció todavía 40 días en la tierra, y se apareció, vivo, en carne y hueso, a muchos y ~n varias ocasiones. Maria Magdalena ·tegr~só con Pedro y Juan al sepu'¡croo Los dos apóstoles, al ver el sepulcro vacío, regresaron' al cenáculo. Pero María se qriedó ahí, porque no quería apartarse de ese Jugar. Miraba y volvía a mirar el sepulcro; también ella vio dos ángeles que le dijeron: Mu-jer, ¿por qué .lloras? Ella 'contestó: Porque se han robado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto. Luego miró hacia'atrás y Vio un hombre q~e pareCía ser un hortelano. María le dijo: Si tú lo quitaste, dime dónde lo has puesto. El hombre la llamó por su nombre: ¡María! Era Jesús. María lo reconoció y se, echó a sus pies. El Señor le d,ijo: Ve y anuncia a los apóstoles que yo resucité. Entonces Maria, corrió donde los apóstoles y les dijo que había visto a Jesús. Pero los apóstoles no quisieron creerle. . Jesús se apareció también a las piadosas mujeres, y también ellas fueron a q,ecirles a los apóstoles que habían visto a Jesús, ,pero tampoco a ellas quisieron ,creerles. Mientras tanto, los guardias que' habían huido del' sepuJcro, fueron a Jerusalén y les dijeron a los sacerdotes lo que había aconte~ido. Estos confabularon entre sí y; 195
Los dos discípulos invitaron al forastero a que se quedara con ellos.
?-espués de darles una buena suma a los guardias, les dique aseguraran lo siguiente: Los discípulos de Jesús VInIerOn de noche y se robaron el cuerpo mientras nosotros dormíamos. , El mismo dí~ de la resurrección, dos discípulos iban por ·la tarde hacia Emaús, y hablaban con tristeza de lo que había sucedido en esos días. Por el camino se les acercó ,un ~esconoci.do que les dijo: ¿De qué' hablan, y por que estan tan tnste$? Uno de los dos, llamadoCleofás, le contestó: Eres el único forastero en Jerusalén' que no sabe lo que sucedió en estos días. Y el peregrino respondió: ¿Y qué aconteció? Lo de Jesús de Nazaret, que era un .profeta poderoso en opras. y en palabras ante J~r~n
196
Dios y ante los hombres, que fue condenado a muerte y crucificado por instigación de los sacerdotes y los fariseos. ,Algunas mujeres dijeron haber visto dos ángeles, los cuales aseguran que él está vivo: algunos fueron al sepulcro y vieron que tQdo estaba como habían dicho las mujeres, pero_ no vieron a Jesús. Entonces el desconocido les explieó las Escrituras y les demostró cómo eranecesario que Jesús padeciera y entrara así en su gloria. Cuanto más el peregrino hablaba, tanto. más los dos sentían arder su corazón. y así se fueron acercando a Einaús. Era ya tarde, y los dos discípulos lo invitaron a que se quedara, pues él decía que continuaba su viaje. Pero le insistieron y él se quedó con ellos. Cuando se pusieron a la mesa, el forastero tomó el pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio. Fue un instante, sus ojos se abrieron y reconocieron que estaban ante el mismo Jesús; pero él desapareció. Lo's dos discípulos, aunque ya era de noche, regresaron a Jerusalén a contarles a los apóstoles ·10 que les había pasado. Los encontraron en el cenáculó, y los apóstoles dijeron: El Señor resucitó y se apareció a Pedro. Y eHos: ¡También se apareeÍó a nosotros!, y contaron lo que les había acontecido por el camino y cómo lo reconocieron, en la mesa, al partir el pan.' Jesús, antes de morir, sufría, se cansaba, empleaba tiempo en viajar, pero después de resucitado, aparecía y desaparecía en un instante; pasaba a través de las paredes como la luz por medio de los vidrios y ya no podía sufrir. Esas cualidades las tendrá también tu cuerpo; después de resucitado,' si salvas tu alma: tu .éuerpo ya no podrá sufrir, será sutil y pasará de un lugar a otro con la velocidad del pensamiento y no encontrará obstáculos. Será hermoso, con una belleza maravillosa,' es' decir, can la belleza del alma. 197
53. JESUS INSTITUYO LA CONFESioN .In. 20, 22-23; MI. I(J, 19
En la tarde de la resurrección, los apóstoles estaban encerrados. en el cenáculo por temor a los judíos. Jesús entró, estando las puertas cerradas, se pusO en medio de ellos y los saludó. ¡La paz esté con ustedes! No .teman, soy yo. Los apóstoles creyeron tener delante de sí un espíritu, y tllvieron miedo. El Señor los tranquilizó, diciendo: No teman, miren mis manos y mis pies... (JesÓs quiso conservar en su. cuerpo glorioso las cicatrices en las ma~ nos, en los pies y en el costado); tóquenme, 'pálpentne, los espíritus no tienen carne y huesos como ustedes ven que yo los tengo. Los apóstoles todavía dudaban un poco, y Jesús preguntó: ¿Tienen algo para comer? Lepresentaron un poco de pescado asado, y Jesús comió' en su presencia. Después los saludó de nuevo: La paz esté con ustedes. Como el Padre me' envió a mí, así yo'los envío a ustedes. Dicho esto, sopló sobre ellos y añadió: Reciban , el Espíritu Santo: serán perdonados los pecados a los que se los perdonen ustedes, y les serán' retenidos a los que se los retengan., Con estas' palabras Jesús daba a los apó~toles y a sus sUcesores la facultad de perdonar los pecados e· instituía el Sacramento de Reconciliación o Penitencia. En la última cena les 'había dado el poder sobre el Cuerpo ,real; ahora se 10 dio sobre las almas, que forman sil cuerpo místico. Jesús hizo eso para facilitar el perdón de los pe.., cados. 'En efecto, para la confesión basta tener el arrepentimiento imperfecto para obtener el perdón. ¡Cuán .hueno es el Señor!
Acércate a este sacramento con las debidas disposiciones, y, para corre.sponder al amor de Jesús, después de la confesión, tra ta de ser mejor.
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Mete aquí tus dedos y mira mis manos.
54. IN'CREDULIDAD DE TOMAS' El 'apóstol Tomás po' estaba presente en el cenáculo, .In. 20,. cuando Jesús se apareció en la tarde del día de Pascua. 24-29 Los apóstoles le habían dicho: Hemos visto al Señor; él nos .mostró las heridas de los clavos en .las manos, y en los pies y la llaga en el pecho. Tomás contestó: Si no veo con mis 'propios ojos las ~heridas en sus I?anos y ~o me:o el dedo en su costado, no creeré. OchodIas despues Jesus se apareció a los apóstoles reunidos. Como de costumbre, entró estando las puertas cCrradas y saludó: La paz esté con ustedes. Luegose dirigió a Tomás yle dijo: Pon aquí 199
tu dedo y mira mis manos; acércate, coloca tu ded'a en mi costado, y no seas incrédulo, sino fiel. Entonces Tomás creyó y confesó que Jesús. era verdadero Dios, diciendo: ¡Señor mío y Dios mío! Jesús añadió: Tú crees, Tomás, porque me has visto; ¡dichosos' los que creen sin haber visto!
Nosotros pertenecemos al número de los bienaventurados, porque sin haber visto a Jesús, creemos en. él. Cree, pues, amigo: cuanto más viva sea tu fe, tanto más grande será el premio.
55. PEDRO RECIBE EL PRIMADO .In.
21, 1'5-17
Un día Pedro dijo a sus compañeros: Voy a pescar. Los apóstoles contestaron: Vamos contigo. Y se fueron. Entraron en las barcas, echaron las rede~, pero todo inútilmente: pasaron toda la noche sin pescar ni un solo pez. Muy de mañana vieron un h~mbre que los esperaba en la orilla; les preguntó: Hijos, ¿tienen algo para comer? Le contestaron: No. Era Jesús, pero ellos no lo habían reconocido. Jesús dijo: Echen las redes alIado derecho y tendrán peces en abundancia. Echaron las redes y recogieron tantos peces que no cabían en la barca. Ante ésto, Juan reconoció que el hombre que estaba en la orilla era Jesús y dijo a Pedro: ¡Es el Señor! Pedro, vestido como estaba se lanzó al agua y Gorrió hacia Jesús, mientras los otro~ sacaban con dificultad la' barca. . , Cuando estuvieron en tierra, encontraron un fogón ya encendido y pescado asado y pan preparado. Jesús les di;jo: Vengan y coman. Lés dio pan y pescado. Después de haber comido todos, Jesús se dirigió a Pedro y le dijo: Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos? Pedro: Señor, tú sabes que te amo. Jesús continuó: Apacienta mis corderos. Después, por segunda vez, le preguntó: Simón, '
200
.
j
hijo de Juan,¿me amas? Y Pedro: Sí, Señor, tú sabes 'que te amo. Jesús replicó: Apacienta mis corderos. Por tercera vez el divino Maestro le preguntó: SÍmón; .hijo de Juan, ¿me amas? Entonces Pedro se quedó muy triste, porque Jesús le había preguntadp tres veces si lo amaba y, al recordarse que lo había negado tres veces, dijo con toda humildad: Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas. Con estas palabras Jesús' constituyó a Pedro cómo su vicario en la tie-. rra y jefe ,de los apóstoles y discípulos. Los corderos son los fieles, las ovejas son los obispos. ' , Todos, obispos y fieles, deben amar y obedecer al Papa, que es el Vicario de Cristo, el sucesor de San· Pedro, el dulce Cristo en la tierra.
Ama al Papa, reza por él, obedece siempre y con buena voluntad todas sus órdenes. Sus órdenes y sus enseñanzas son transmitidas por los. obispos y por el párroco que las proclaman en la Iglesia~ 56. MISION' DE LOS APOSTO,LES Los días fueron pasando y se acercaba la hora en la que Jesús. tenía' que dejar la tierra y volver junto a su Padre. Pues bien, los apóstoles se marcharon a Galilea, al monte que Jesús les había indicado; se apareció a ellos y les dijo: Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra: Vayan, pues, y hagan discípulos a todas las gentes~ bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo· y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo les he 'mandado~ y sepan que yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo. Jesús fundó así definitivamente su Iglesia. El reunió a su alrededor {l los primeros fieles, escogió a los apóstoles; a estos les dio el poder sobre su cuerpo, al consagrar ei 201
Mt. 28, 16-28
pan y el vino, y sobre las almas, p~rdonando los pecados. En esa última aparición les dio ei po<;ler de- enseñar su doctrina á todos los pueblos. Dios debía ser ,adorado no . sólo por los hebreos, sino por todos los pueblos de la tierra;por eso la Iglesia no podía quedar limitada a los hebreos. Jesús murió por la salvación de todos los' hombres; la Iglesia tiene que durar hasta el fin. del mundo. En la Iglesia está el Papa, sucesor de San Pedro; los obispos, sucesores de los apóstoles. El Papa y los obispos tienen el , poder y la autoridad para mandar: ellos forman la Iglesia docente (que enseña). Están también los fieles, que tienen el deber de aprender y obedecer. Todos unidos forman una grande familia, la familia de Cristo, o sea, la Iglesia. En toda familia los salarios son un benefiéiopara todos los mierribros de la misma familia. Lo que ganan los hermanos mayores es también' en beneficio de los hermanos menores. Así también sucede en la Iglesia, que es la grande familia de Cristo. Nosotros participamos de los méritos abundantes del Jefe y Padre de la Iglesia que es Jesucristo; participamos de los l méritos de la Madre, María Santísima; participamos de los inéritos de lps santos, que son nuestros hermanos mayores y participamos de los méritos de las almas buenas. Los otros miembros de la Iglesia participan del bien que cada uno hace. Esta participación de bienes se llama "Comunión de los santos". Jesús proveyó todo para nuestra salvación. Pero el demonio, al ver que se le e5;capan las almas, trata de cualquier modo de impedir que la Iglesia se extienda por todo el mundo. La Iglesia será siempre comb'atida;jamás .. vencida, porque Jesús prometió. asistida hasta la consumación de los siglos.
Tambié.n tú eres un hijo de la Iglesia: reza para que ella gane siempre más almas para el- cielo y triunfe sobre todos . sus enemigos. 202
Mientras los bendecía se fue elevando hacia el cíelo.
57. ASCENSION DE JESUS Cuarenta días después )de su resurrección , Jesús' se ,ap~reció por últit;ta vez a sus discípulos y les dijo: No se a.lejen de Jerusalen.hasta cuando hayan recibido el Espí ntu ~anto, que enviaré sobre ustedes. Dicho ésto, los lleVó al huerto de los Olivos, luego subieron hasta la cima del monte, y allí levantó 10,s. brazos, los bendijo, y mientras los bendecía,se~ levantó del ,~uelo y se fue elevando hacia el cielo. Los apóstoles se quedaron mirándolo hasta cuando una¡ nube lo cubrió. Pero seguían mirando hacia lo alto, y, entonces, se les aparecieron dos ángeles vesti203
. Hch. 1, 6-11; Mc.16,19
dos de blanco y les dijeron: Hombres de Galilea, ¿por qué están ahí mirando al cieló? Ese Jesús a quien han visto subir al cielo, regresará a la tierra de la misma manera que lo acaban d~ ver subir. ' Regresará glorioso, al fin del mundo para juzgar a los hombres. El subió al cielo para preparar, como buen padre, un lugar en el paraíso para cada uno de sus hijos. El . ·mismo lo dijo a los apóstoles: Vaya prepararles un lugar.
Tu lugar en el paraíso ya está preparado por boridad de Jesús: cuídate mucho para que no lo pierdas por el pecado.
58. VENIDA DEL ESPIRITU SANTO Hch.l, 15-26; 2, 1-36; 3, ¡-lO
Después que Jesús subió al cielo, los apóstoles regresaron a Jerusalén y, con María Santísima y his piadosas mujeres, permanecieron durante diez días en oración en el cenáculo. En esos días le pidieron al Señor para saber cuál discípulo debería ser elegido como apóstol en lugar de Judas. Había dos candidatos. Eché,iron suertes y cayó sobre Matías, que desde entonces fue contado como 'apóstol. En la mañana del día de Pentecostés' estaban todos reunidos en el cenáculo; de repente se oyó un estruendo, como, de un viento muy fuerte y aparecieron lenguas de fuego que se pusieron sobre cada uno de ellos. Quedaron todos llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar' . varias lenguas. La noticia del acontecimiento se extendió por tod~ la ciudad y mucha gente corrió al cenáculo. En e~e momento había en Jerusalén muchos forasteros, que .habían ido para las fiestas de Pascua, y todos quedaron maravillados, porque cada uno les entendía en su propio idioma. Y preguntaban: ¿No son galileos esos hombres?, ¿cómo es que hablan en nuestro propio idioma?' 204
, y aparecieron lenguas de fuego que se colocaron sobre cada uno de ellos.
Pedro aprovechó la reunión del pueblo p~lfa hacer su primer disc~rso" se convirtieron tres mil personas que' fueron bautIzadas. En los días siguientes Pedro y los apóstoles siguieron predicando la doctrina de Jesús. Y Dios confirmaba sus sermones ton' muchos milagros. Ese mismo día Pedro y Juan subieron al templo a orar. En la puerta del templo había un tullido de nacimiento que pedía limosna a los que iban entrando. También les pidió a Pedro y a J!!an~ Pedro se quedó mirándolo y le dijo: ¡Míranos! Y el tullido Jos miraba atentamente, esperando. qlle le die,ran algo. Mas Pedro le dijo: No tengo plata m oro; pero te doy lo que tengo: en nombre 205
sabían más que .ellos. Antes de la venida del Espíritu Santo los apóstoles eran impulsivos y vengativos, querían hacer bajar fuego del cielo sobre los 'lugares en don~ de no los querían recibir; después; encarcelados. y flagelados, demostraban mucha alegría por haber 'podido sufrir '.por el amór de Jesucristo.. .
.Tú también, en; la Confirmación, recibes el Espíritu Santo,; recuerda que él te llena del amor de Dios. El Espíritu Santo es amor. 59. ANANIA,S y SAFIRA
Pedro dijo: . En nombre de Jesucristo, levántate y anda.
de Jesucristo, el Nazareno, levántate y camina. El tullido dio un salto y comenzó a caminar; entró eh el templo con ellos, saltando y alabando a Dios. Todo el pueblo lo vio caminar y ciar graCias a Dios. . El Espíritu Santo, al bajar sobre los apóstoles,· los transformó completamente. Antes eran miedosos y por .eso habían huido cobardemente durante la Pasión de le;,. sús; después lo anunciaron valientemente ante·los jueces y ante el pueblo que lo había crucificado. Antes eran pescadores ignorantes; después con maravillosa sabiduría defendían la doctrina de Jesucristo, de manera que Caifás· y los doctores no les podían contradecir, y quedaban maravillados porque esos hombres que no habían estudiado 206
Los primeros fieles se queríé;m como hermanos. Entre ellos no había ·ningún pordiosero, porque los que tenían campos y casas, vendían todo y entregaban el dinero a los apóstoles para que lo distribuyeran entre todos, según las ne'cesidades de cada lino. Pero sucedió que unos . esposos, Ananías y Safira, vendieron su campo, conservaron para sí una· parte de la venta:, y el resto 16 llevaron a los apóstoles. Podían haber conservado todo el dinero para ellos,. podían dar una parte en limosnas, como quisieran; pero prefirieron hacerse pasar: por muy· generosos, y dijernnuna· mentira. Ananías se presentó a los apósto~· les y entregó una parte del dinero, diciendo: Vendí mi campo y aquí. tienen el dinero que recibí. San Pedro le contestó: Animías, ¿por qué te dejas tentar por el demonio y dices mentiras?¿No podías quedarte con todo tu dinero, .sin cometer. ningún pecado? .Mentiste, no a los· hombres, sino a Dios. Tan pronto terminó San Pedro de. decir ésto, Ananías cayó muerto. Unos jóvenes. llevaron y lo enterraron. Tres horas después llegó Safira que no sabía ·nada de 19 que le había pasado al marido. San Pedro le preguntó: Mujer, dime una cosa: ¿De veras ven\, dieron el campo en tal precio? Sí, respondió Safira. San
1;
207
Hch.!i, 1-11
,Pedro añadió: ¿Por qué 'ustedes se inventaron tal menti- . ra? ¿Oyes el ruido ,de pásos que se acercan? Son los hombres que llevaron y enterraron a tu marido y ahora te llevarán también a ti. Y en ese instante Safira cayó a los pies de SalÍ Pedro y expiró.
Así Dios castiga una mentira.. Quiere. decir que el pecado venial es peor que la propia muerte. Cuídate·.de no cometer pecados, ni siquiera veniales. 60.. SAN ESTEBAN Heh.6, \-15:
7. \-60
Como el número de los fieles había aumentado muchísimo, los apóstoles ya no podían atender, como eran sus deseos, a la oración, a la predicación, a la distribu':' ción de las limosnas. Éscogieron,pues, siete hombres, muy estimados por todos, llenos del Espíritu Santo, y les confiaron el cuidado de los pobres. Son los siete diáco-, nos. Esteban es el más digno de ser. recordado. Esteban e·staba lleno de gracia y de fortaleza, hacía prodigios entre el. pueblo, discutía contra los enemigos del Señor y estos no podían resistír ante su sabiduría. Por ese motivo los enemigos' presentaron falsos testigos que lo acusaban de blasfemo. El Santo diácono fue juzgado; ante los jueces tenía el aspecto como de un ángel, y se defendió tan bien que los 'enemigos semordían de la ra-. bia, A un cierto momento, dentro ·del juicio, levantó los ojos al cielo y dijo: Veo el cielo abierto y a Jesús a la derecha de' Dios. Cuando oyeron ésto~ todos gritaron contra él, se taparon los oídos, se' echaron. encima de él y lo sacaron de la ciudad. El Santo encomendó su alma a Dios, se arrodilló y rezó: Señor, no les tengas en cuenta este pecado; mientras tanto le cayó una lluvia de piedras -que le lanzaron sus enemigos con toda la fuerza posible, y el santo jOvén expiró. Un joven, llamado Sauto, mien-
208
Dijo Esteban: Señor, no les tengas en cuenta este pecado;
tras apedreaban a Esteban, vigilaba ~os mantos de esos asesinos.
San Esteban es el primer mártir; lo siguieron muchísimos otros que dieron su vida por amor a Jesús. Ellos prefirieron la muerte antes que ofender al Señor. . .
:61. SAN PEDRO Y EL MAGO SIMON Con la muerte de \ Esteban. estalló en Jerusalén una violenta persecución contra los fieles. Saulo, furioso, entraba en las casas~ ,sacába por la fuerza.a hombres y m~14. HistoriaSagrada
209
Hrh. H, 9-25
jeres y los llevaba a la cárcel. Se cumplía la profecía del SeñaL que decía: ,Serán perseguidos, llevados ant'e los tribunales, y quien los persiga creerá estar haciendo una, obra agradable a Dios. Los fieles, cuando eran perseguidos, recordaban estas palabras de Jesús: Cuando los per~ sigan en una ciudad, huyan a otra. Abandonaron a Jerusalén y se fueron a las ciudades de Judea y Samaría, y por donde iban, seguían -predicando el Evangelio. Pero los apóstoles permanecieron en Jerusalén.El diácono Felipe se 'refugió en Samaría, y con grandes milagros logró -muchas conversiones. Al saber esto, los apóstoles enviaron desde Jerusalén a Pedro y a Juan a Samaría para que los nuevos bautizados recibieran el Espíritu Santo, es decir, para que fueran confirmados. Los dos apóstoles fueron, impusieron las manos sobre los nuevos bautizados y todos recibieron el Espíritu Santo; se renovó el milagro de Pentecostés, de modo que todos hablaban varias lenguas. Había en Samaría un cierto Simón que; con magia y ayudado por el demonio, hacía cosas maravillosas y engañaba al pueblo, logrando así rpucha fama. Al oír la predicación de Felipe se convirtió y fue bautizado. Al ver que mediante la imposición de las manos el Espíritu Santo bajaba sobre los confirmados, se presentó a los dos apóstoles y les dijo: Dénme también a mí el poder de ha- cer bajar al Espíritu Santo sobre aqueIlos a quienes yo les imponga las manos: yo les pago bien. Y les ofreció dinero en cambio del poder sagrado. Pedro le contestó: Perezca tu dinero contigo, puesto que crees que el don de Dios - se puede adquirir con dinero. Del nombre de Simón, que quería comprar el poder de hacer descender al Espíritu Santo, viene la palabra "simonía". Simón pecó al ofrecer dinero para adquirir la facultad de comunicar el Espíritu Santo a quien le impusiera las manos. Así peca el que compra o vende las cosas sagradas. 210
Saulo, Saulo, -¿por qué me persigues?
Los dones de Dios no se compran con dinero; Dios los da a quien los pide en la oración bien hecha. 62. CONVERSION DE SAULO Saulo se dirigía con otros compañeros hacia Damasco con el fin de poner presos y llevarlos a Jerusalén a todos los que habían abrazado la nueva fe. Cuando ya estaba ,cerca de la ciudad. ,de improviso quedó rodeado por una luz muy grande que bajaba del cielo. Saulo y los· compañeros cayeron por tierra. Una voz le dijo: Saulo; Saulo, ¿por qué me persigues? Saulo ¡contestó preguntando: ¿Quién eres, Señor? Y el Señor contestó: Yo soy aquel Je'-
2J 1
Hch.9, 1-19
sús a quien tú persigues. Saulo, temblando, añadió: 'señor, ¿qué quieres que yo, haga? Y Jesús: Levántate, entra a la, ciudad y allí se te dirá lo que tienes que hacer. Tam.bién los compañeros estaban aterrados al oír la voz, pero sin ver nada. Saulo se levantó, pero estaba ciego. Los compañeros 'lo condujeron de la mano hasta 'Damasco, y lo llevaron casa de un tal Judas; ahí se quedó tres días ,sin; comer ni' beber. ' Mientras tanto, el Señor le dijo a Ananías~ que creía , en Jesucristo: Vete a casa de Judas, encontrarás a uh hombre de Tarso llamado Saulo, que en este momento está orando: lo he elegido para que lleve mi nombre a los gentiles, a los reyes y a' los israelitas. Anamas fue y le impuso las manos, diciendo: HermanoSaulo, él ~eñor me envió a 'ti para que recobres la vista. Inmediatamente Saulo recuperó la vista, se levantó y fue bautizado.
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Aprende de Saulo la disponibilidad a la voluntad de Dios, aunque esa' voluntad vaya en contra de' tus propios planes., Pablo prl'dicó díá .l' noche para ganar almas para CrislO.
'6.3. EL APOSTOL PABLO Hch.9. 20-30; 2COL 6,
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Saulo es' el grande Apóstol Pablo que, convertido, dedicó toda su vida a la dificil tarea del apostolado. Ministro de Cristo, predicó y trabajó día y noche para con- , quistar, aÍmas para Dios. Fue encarcelado y flagelado muchas veces, fue azotadO y, no pocas veces arriesgó la propia vida; una vez fue apedreado tan bárbaramente que todos lo tuvieron por muerto; naufragó tres veces, y pasó un día y una noche luchando contra las aguas del mar; viajó muchísimo y tuvo que soportar muchísimos peligros de t'odo género: peligros en los ríos" qué frecuentemente tenía que atravesar a nado; peligros por parte de los salteadores que abundaban por los caminos por don212
de él tenía que pasar; peligros en las ciudades;, peligros en los desiertos y montañas, llenos de ladrones; p<digros en el mar; peligros por parte de los falsos hermanos que le ponían trampas en todas partes; peligros por parte de los judíos y de los gentiles. Pero Pablo vencía todas estas di,ficultades y seguía evangelizando a los gentiles. Para no molestar a nadie, trabajaba para ganarse el , propio sustento: pero muchas veces, al faltatIe lo necesario; sufría' ha,mbre, sed.'y frío, porque no tenía con qué ' . alimentarse ni con qué vestirse. La envidia de los judíos no 10 abandonó nunca, sino que lo persiguió por toqas partes, hasta que lo llevaron 213
preso ante el gobernador romano. Los judíos querían juzgarlo y condenarlo en Jerusalén, pero él, como ciudadano romano, .apeló al César y fue enviado a Roma; allí fue atado con cadenas y puesto bajo vigilanciq. durante dos años. Pero tenía cierta libertad que le permitía orar y tra- . bajar infatigablemente por la conversión "de los judíos y de los gentiles. Después lo pusieron en .libertad y entonces viajó y posiblemente llegó hasta España anunciando de Dios. Después regresó ASia¡.•. .• . tambiény allí la palabra Menor continuó su apostolado hasta cuando de anuevo lo volvierO,n a poner preso y lo llevaron otra veza Roma, en donde, bajo la cruel persecución de Nerón, sufrió el martirio. Le cortaron la cabeza en la vía Ostiense, cerca de Roma. \
¡,:,•••.,
El celo infatigable de San Pablo nos enseña a' no dejar de hacer las buenas obras para la gloria de Dios y la salvación de las almas.
64. PREDICACION A LOS' GENTILES Heh.13. 4.V>2; 14. 1-28
Después de la conversión de Saulo, la tranquilidad volvió a reinar en Judea y el número de los cristianos aumentó rápidamente. San Pedro aprovechó la tranquilidad reinante para visitar a los fieles que se habíandispersado por las ciudades y los pueblos. Cuando estaba en la ciudad de Joppe, fue arrebatado en éxtasis y tuvo una visión. Era más o menos el medio día y, mientras preparaban el almuerzo, subió a la azotea a rezar. Y entonces se abrió el cielo y apareció una cosa semejante a una gran sábana, sostenida desde lo alto por sus cuatro puntas, y se oyó una voz: Pedro, mata y ((ame. Pedro miró dentro de l~ sábana y vio animales de toda clase: cuadrúpedos, serpIentes, aves,- etc., y contestó: No, Señor, porque hasta ahora no ha entrado en mi boca ninguna cosa impura. 214
VIO
1
Pedro, arrebatado en éxtasis, bajar del cielo una sábana grande...
(Los judíos no podían comer carne de ciertos animales, que se consideraban impuros). Pero la voz añadió: No llames impuro lo que Dios ha purificado. Después de esto, desapareció la visión. Mientras San Pedro reflexionaba sobre el significado 'Cle la visión, dos hombres en compañía de dos soldados tocaron a la puerta. Eran siervos de, un centurión romano, llamado Cornelio, que vivía en la ciudad de Cesarea.. Cornelio era pagano, pero bondadoso y caritativo. El S~ñor, que premia el bien, le mandó un ángel que le dijo: Manda llamar a Pedro, que vive en casa de un tal Simón, curtidor de pieles, en Joppe. El te dirá lo que debes hacer para servir a Dios como te conVIene. Cornelio envió inmediatamente. a dos siervos y. al 215
soldado a Joppe para buscar a Pedro. Cuando los tres llegaron a casa de Simón, el Espíritu del Señor dijo a' Pe- ' dro: Ahí llegan tres hombres' que, te buscan; baja, y vete con ellos. Pedro obedeció. Al día siguiente partió con los enviados 'de Cornelio y algunos fieles de Joppe. Después de un día de camino llegaron a Cesarea. Cornelio, '1,1 saber que llegaba el apóstol, corrió a su encuentro, se arrodilló a sus pies y lo ' adoró. Pero Pedro le dijo prontamente: No me adores,' porque yo soy un mdrtal como tú. Entró en casa del centurión y encontró, mucha gente reunida. Cornelio llamó no solamente a toda su familia, sino también a sus familiares que glorificaban a Dios en varias lenguas. Entonces Pedro ordenó qUe todos fueran, bautízados. '
, Camelia llamó a' los familiares y amigos para que todos pudieran oír hablar de Jesús; Es lo que también debes hacer , tú para ayudara los sacerdotes a fin de que mlfchas almas, toda la sociedad, pertenezca a Jesús." ' "
65. DIVISIONES ENTRE LOS APOSrOLES Hch. 11" 1"la
'La noticia de la conversión en casa de Cornelio llegó a oídos de los 'apóstoles que todavía estaban en Jerusalén.Algunos fieles que todavía no comprendían el espíritu de Jesús, criticaron a San Pedro por haber bautizado ,a algun0s gentiles. San Pedro, tan pronto llegó a Jerusalén, les describió a los apóstoles y al pueblo la visión que había tenido en Joppe, la orden del Señor y la bajada del Espíritu Santo en casa de' Cornelio sobre los nuevos convertidos. Todos quedaron satisfechos y glorificaban a Dios que llamaba también a los infieles a la luz del Evangelio; Los apóstoles comprendieron que había llegado el ,momento de cumplir la orden de Jesús: Vayan por todo 216
el mundo, prediquen el Evangelio a todas'las criaturas, el que' crea y s~a bautizado, se salvará; el que no crea se condenará~ Entonces se separaron y cada cual. se fue para un lado' predicando el Evangelio a todas las naciones. Asistidos por el Señor, que confirmaba su predicación con grandes milagros, convirtieron muchos pueblos. Siempre unían la predicación a la oración, a la celebración del santo Sacrificio y las, visitas a los enfennos, a quienes ungían' con el óleo' santo. ,Exceptuando a San Juan, que murió muy anciano y de muerte natural, todos los 'demás murieronmártites, derramando la propia sangre por amor' de Jesucristo.
,Tú fuiste bautizado; pero no es suficiente para salvarte: {[hora debes vivir de acuerdo con la fe, que recibiste y manifestarla con palabras y can obras.
66. SAN PEDRO LIDERADO DE LA PRISION En Jerus.alén se quedaron solamente, dos apqstoles: Pedro y Juan. Para agradar al pueblo, Herodes comenzó a perseguir a algunos miembros de la nueva -Iglesia; mandó degollar a Santiago, hermano de Juan: Y, al ver que esto, agradaba a los judíos, mandó poner preso también a Pedro. Era Pascua y Herodes pensaba condenarlo a ' muerte ,tan pronto pasaran las fiestas, por eso lo tenía bien custodiado en la cárcel. La comunidad cristiana rezaba continuamente por 'él. La noche, anterior ala ejecución, SanPedró dormía' tranquilamente entre dos soldados;' estaba atado con dos cadenas y en la puerta, de la cárcel había más soldados custodiando. De repente, una luz extraordinaria llenó toda la prisi6n y un ángel despierta a Pedro y le dice: Pedro, ¡levántate de prisa! Las cadenas cayeron de las ma- , nos. El' ángel añadió: Ponte las sandalias, vístete el 217 '
Hch.12, 1-19
- manto y j sígueme! Pedro siguió al ángel sin saber exactamente lo que estaba pasando; creía que estaba soflando. Pasaron el primero y el segundo puesto de vigilancia, lle- . garon a la puerta de hier,ro que da· hacia la calle, y esta se abrió por sí sola. Salieron, caminaron un poco por las calles y el ángel desapareció. Solamente entonces Pedro se dio cuenta que era el Señor el que lo había liberado de la prisión, y se dijo: Ahora sé verdaderamente que el Señor mandó. a su -ángel para librarme de las manos de Herodes y del peligro de caer en manos de los judíos, Los fieles, esa misma noche estaban rezando en casa de una señora llamada María, y rezaban por la libertad del jefe de la Iglesia, y el Señor los escuchó. Pedro se dirigió para esa casa y tocó a la puerta; cuando la abrieron y 10 vieron, todos se llenaron de alegría, y Pedro les contó cómo había sido milagrosamente liberado por el ángel. Después Pedro se fue para Antioquía y luego para Roma en donde fundó la Iglesia romana. Allí murió mártir durante la persecucIón de Nerón. Fue condenado á morir crucificado; pero pidió que lo crucificaran con la cabeza para abajo, porque no se sentía digno de morir en la misma posición en la que había muerto Jesús, el divino Maestro.
Los primeros cristianos, tanto en Jefusalén como en Roma, rezaban por San Pedro; los católicos deben rezar por el Papa, Vicario de Cristo y sucesor de San Pedro. Tú, querido niño, no olvides el deber de rezar por· el Sumo Pontifice. 67. ASUNCION DE MARIA SANTISIMA 2(:01'. l;j. ;j4-;jí;
Cuando la religión cristiana, por obra de los apóstoles" ya· había echado raíces en todo el mundo, María Santísima que, como una buena madre, desde la casa de 218
l!ienaventurados los que son llamados a la cena nupcial del Cordero.
S~n Juan acompañaba la obra de los apóstoles, bendicIendo de c?razón aquellas primeras cosechas y aquellos p.nmeros tnunfos, f~e llamada por Dios al .premio del cIelo, para qu~, termmada su misión en la tierra, la continuara eJíl el cIelo co~o medianera. verdad de fe que ella fue -lleyada -al cIelo - en _cuerpo -y alma. L~ Iglel~I~ c~lebra la aSunción de María al cielo con u.~a fIesta I1~urglca que se llama precisamente de Út Asunclan .. Esta fIesta se celebra el 15 de agosto. Aúnque no -sea fI,esta de precepto, ese día no te olvides de ir a la Santa MIsa para dar gracias a Dios por esta Madre tan bue_na y para ensalzarla a ella.
Es
219
Ap.11. \9; 12. \-0.10
Recuerda que en el cielo tienes una Madre. Es María, la Madre de Jesús. Sé devotode Maria. Invócala con devoción filial y con mucha confianza; imita sus virtudes. Un día irás .también tú y la verás en el paraíso. Es el último consejo que te 10y: 'no lo olVides y pónlo .en práctica.
INDICE
i~~:~~~c~¡¿~':::'. ::.: ::1: ::::::::::':.: :::::::::::::::::::::::
Pág.
5 7
ANTIGUO TESTAMENTO la. EPOCA Desde la creación del mundo hasta Abr~hán
Creación del mundo ánge1~s' Creación de los Creación del hombre El pecado de Adán' Caín y Abel Noé , ,
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Ha.,EPOCA Desde Abrahá~ hasta Moisés
Los Patriar~as - Abrahán ADbrahán. y Lot ' : : : : : : : :.: :: : : : : : : : ....•.......... estrucclón de Sodoma . Sacrificio de Isaac .........•.......................... 'Isaac . . .' ' , ..' : 'J
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V~~~n d~'j ~~~b
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José vendido por 's~'s' h~~~~~'a's' José encarcelado . . .. , José,primer minisir~' ..: : : : : : : : : : : : : : : : José reconocido por sus hermanos Muerte de José
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23· 24 .26
28 28 31
33 33 35
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lIla. EPOCA Desde Moisés hasta el rey Saúl
Moisés ' ' . Moisés es' ú~~¡ci~ 'p~; Di;s' p~;~'lib~r't~;'¡l' p~~bi~ ¡;eb~~~' ," ; ::: Muerte de los primogénitos Paso del Mar Rojo " . . ' . Beneficios de Diol> Los diez mandamientos' '.' . Castigos de Dios , . ....................................... ' .
41 42 43 45
47 49 50
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El Sacerdocio Los sacrificios Muerte de Moisés . Josué ... Los jueces Sansón ... Rut y Booz Samuel Los reyes o
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IVa. EPOCA Desde los primeros reyes hasta la división del reino Saúl o.......................... El gigante Goliat ' Muerte de Saúl David o o'......... Absalón Salomón Roboam El reino de Israel .....•.. 'Elías ' Eliseo o...................................... Jonás Fin del reino de Israel ~ .' ~ . . . . . . .. . . . . . . . . .. . . . . . Tobías " ~ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Job Et" reino de Judá Ezequías Judit Fin del reino de Judá ;; ;... Cautiverio de Babilonia Los tres jóvenes tn el horno ardiente o...................... Daniel Daniel salva a Susana , Visión de Baltasar Daniel en el foso de los leones .....•............'........... Los judíos regresan a su Patria ..... <...... ... .... . Ester .................•.......... Los profetas Resurrección de los muertos .. Algunas profecías sobre el Mesías ;......................... Eléazar ' . . . . . . . .. . Los siete hermanos Macabeos ~ •. . . . Matatías _ Judas Macabeo Muerte del rey Antíoco '. . . . . . . Ultimos tiempos -uel Antiguo Testamento . ~ o
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NUEVO TESTAMENTO
Los cu~tr? Evangelios . 113 AnuncIacIon ....................•.............. ' ~ .. 113 Visita de María a Santa Isabel ....................•........ 114 San ,Ju.an Bautista 116 NaCImIento de Nuestro Señor Jesucristo . . . 117 Los pastor~~ •........ : 119 La CIrcunCISIon ' ~ ~ . 120 Los reyes magos 120 Presentación de Jesús en el templo , ::: 123 La matanza de los.inocentes ;.; 124 J ~sús en el templo ; . 126 VIda oculta de Jesús 127 Bautismo de Jesús .. ::::::::::::::: :-: :.:::::::::::::::::::: 129 Tentaciones de Jesús .. ; . 131 Jesús llama a los discípulos y elige a los apóstoles . .132. Las bodas de Caná :::::::::::: 134 Predicación de Jesús . ~ .' 136 Las ocho bienaventuranzas 138 Los enem\gos de Jesús . 140 Muerte de Juan Bautista 141 Parábola del siervo deudor . 143 ' Parábola dejos talentos ................................... 144 Parábola del rico avaro .................................... 146 Parábola del rico Epulón . 147 Parábol,a de la cizaña . ,148 . Parábola del buen samaritano . ~ 149 Parábola del hijo pródigo 151 La oración : ; . 153 Parábola del fariseo y publicano ' :::: 154 Parábola del banquete' . 155 Multiplicación de los panes 157 158 160 QUlen no tenga pecado tire la primera piedra . 161 ~fq~eo : .., 162 . CIego de naCImIento ~ ~ 162 Jesús. calma la tempestad . 164 La resurrección de Lázaro . 165 Profecías de Jesús ......................................... 168 Confesión de Pedro . 169 Jesús expulsa a 10s pr~i~~~d~;~s· d~i t;~pl~' . : : : : :.: :: : : : : : : : : : 170 Transfiguración de Jesús . 171 Entrada triunfal de Jesús en Jerusalén 173 Institución de la Eucaristía . 174 Jesús en·el huerto de Getsem~~í' . : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : 177 Jesús ante el tribunal de Caifás . 180 Jesús é!-nte Pilato : .r•••••• 183 o •••••••••••••••••••••
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Crucifixión de Jesús ;...... Sepultura de Jesús Infeliz muerte de Judas Resurrección de Jesús •.................................... Algun'as apariciones de J es)Ís •••....••...•.••.• : .. :. '. • . . • • • Jesús instituyó la confesión................................. Incredulidad de Tomás Pedro recibe el primado :... Misión de los apóstoles Ascensión dé Jesús Venida del Espíntu Santo "......................... Ananías y Safira San Esteban , ; '...... '; . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . San Pedro y el mago Simón Conversión de Saulo :......... El apóstol Pablo , La predicación a los gentiles Divisiones entre los qpóstoles ,...................... San P~~ro libera~o de lél; I?risión ' : . . . . . . •. . . . . . . . . AsunClOn de Mana Santlslma ............................•..
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