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COMO UN HOTEL BOUTIQUE

COMO UN

BOUTIQUE

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Dejar volver a la gran ciudad los orígenes es para uno de esos Pero cambios que dan vértigo. si esto implica vivir entre viñedos de champán, en una elegante casa del siglo XIX, con un interiorismo en exquisitos hoteles inspirado visitados, igual tanto. no es para sopesarlo Eso hicieron Fanny y Fabrice Rossi, cerca de Reims, con ayuda del diseñador Carlos Pujol.

FOTOS: YANN DERET. TEXTO: TACHY MORA. PRODUCCIÓN: MARIE-MAUD LEVRON/AC SCOFFONI.

Colores profundos. Para conseguir ambientes que se asemejaran a los de los hoteles-boutique, los propietarios trabajaron a conciencia la paleta de color de todos los elementos de la casa, desde los marcos de las puertas a los textiles.

FANNY ROSSI DE LA CIUDAD AL VIÑEDO Ella desarrolló su carrera en París, y su marido Fabrice Rossi en Toulouse. Después de llevar quince años juntos, decidieron echar raíces y empezar a escribir su propia historia estableciéndose con sus dos hijos en Reims, su ciudad de origen donde, además, se conocieron. Aquí no solo han fundado su primer hogar en propiedad, sino también su propia empresa de recursos humanos

Después de haber vivido en París y Toulouse durante mucho tiempo, Fanny y Fabrice Rossi sintieron la necesidad de regresar a Reims, la ciudad de origen de ambos. Su vuelta a la región del champán, los ha llevado a terminar viviendo literalmente entre viñedos, en una elegante casa de tres pisos de finales del siglo XIX con suelos de baldosas hidráulicas, chimeneas de mármol y una noble fachada de piedra. Situada en un pequeño pueblo cerca de la ciudad, la tranquilidad del lugar les pareció perfecta para criar a sus dos hijos. “Vivir en el campo, rodeados de viñedos, fue una opción tan obvia para nosotros… Así, podríamos recargar las pilas con nuestra familia los fines de semana, lejos del ajetreo y el bullicio de la ciudad”, afirma Fanny. Además, ambos tenían el gusanillo de renovar entre los dos su primera vivienda en propiedad. Y esta casa, aunque con una base arquitectónica muy

buena, necesitaba una importante actualización. Respetando su carácter y estructura originales, la pareja decidió renovarla por completo, no solo para acentuar su elegancia, sino también para que resultara más cómoda y acogedora. “Era esencial para nosotros conservar su encanto, porque es el alma de la casa. Como a los dos nos apasiona la arquitectura y el diseño de interiores, estábamos realmente deseosos de participar en la decoración, elegir los materiales, definir la atmósfera…”, cuenta Fanny.

Para ello, contaron con la ayuda del arquitecto local Carlos Pujol, que elaboró los planos necesarios y coordinó a los diferentes equipos de trabajo. Entre los tres, redefinieron todos los espacios, eliminando particiones para hacer más confortables o privadas determinadas estancias, pero también restaurando detalles originales. La inspiración principal fue recrear el espíritu de los hoteles-boutique de París. “Teníamos muy claro la combinación que buscábamos: materiales preciosos, telas contrastadas de terciopelo para cortinas y sofás, alfombras de seda y lana muy coloristas, elementos de mármol, latón y madera de palisandro... Trabajamos deliberadamente en crear una ambientación muy fuerte que resultara envolvente”, explica Fanny. “Aparte, tuvimos especial cuidado en la elección de los colores, porque éramos muy conscientes de qué es lo que define la atmósfera de un lugar. Como buscábamos un ambiente suave y apagado, optamos por colores profundos. Por ejemplo, nos decantamos por el negro para puertas, ventanas y algunos suelos, lo que ha incrementado la percepción de elegancia de la casa. Por otro lado, para reforzar la identidad de ciertos espacios a través del color, pintamos los techos de algunas estancias en el mismo tono que las paredes. Así, el verde eucalipto de los pasillos y la escalera ayuda a definir las áreas de circulación. Por su parte, el tono terracota de la cocina y el comedor contribuye a un ambiente cálido y agradable a la hora de comer juntos”, añade. En cuanto al mobiliario, piezas de mercadillo o de segunda mano conviven con diseños de Gio Ponti, Norman Cherner o los Eames. Una mirada moderna, y muy acertada, que altera suavemente los códigos habituales de este tipo de casas burguesas. •

Con carácter. Construida originalmente a finales del siglo XIX, el encanto de su arquitectura antigua y su elegante fachada de piedra cautivaron a los Rossi, que se volcaron en conservarla y enlucirla.

Atmósfera boutique. El salón principal transmite ese aire de hotel que buscaban los dueños. Los sofás y la butaca los encontraron en la tienda online de segunda mano Selency. El papel pintado de flores de la chimenea es de Ellie Cashman, mientras que la librería que la arropa fue un diseño de los Rossi. La alfombra es un modelo de Toulemonde Bochart y la mesa de centro un diseño de Gio Ponti.

Joyas vintage. A Fanny le encanta ir en busca de hallazgos a mercadillos y tiendas de segunda mano. La consola de música de madera del salón (en la imagen de la izquierda) es un modelo de Telefunken original de los sesenta que encontró en la tienda Troc’Occaz de Reims. Trío de color. Esta doble vista permite apreciar los suelos antiguos de cemento hidráulico y cómo el salón queda a la derecha de la entrada y el comedor a la izquierda. La perspectiva también deja ver la elección de color tan distintiva que los propietarios asignaron a cada espacio: el salón en azul profundo, la entrada en verde eucalipto y el comedor en color terracota.

Materiales preciosos. Madera de palisandro, mármol verde de Guatemala y detalles dorados proporcionan al comedor y la cocina una atmósfera muy distinguida. El diseño redondeado de la isla y las superficies de espejo recuerdan, de nuevo, a un bar de hotel. Es un espacio diseñado para socializar, pero también para el disfrute de Fanny, ya que es una experta cocinera. El tono terracota de las paredes aporta una gran calidez al área de comedor, amueblado con una mesa de Gubi y unas sillas adquiridas en Selency. La lámpara de pie es de un mercadillo, mientras que la del techo es el modeloYanzi de Artemide. El espejo redondo es de Aytm.

TONOS PROFUNDOS, APLICADOS EN PAREDES Y TECHOS, GENERAN UNA AMBIENTACIÓN ENVOLVENTE

Cottage inglés. La escalera pintada también de negro, con su alfombra modeloArlequin, de Hartley & Tissier, es un guiño al estilo de las casas de campo inglesas. Se encuentra frente a la puerta principal y, a través de ella, se accede a los dormitorios de las plantas superiores. La lámpara del techo es un modelo de Gallotti & Radice, y el armario de la izquierda es una pieza antigua adquirida en un mercadillo, pintada posteriormente de negro. Desde el distribuidor de la planta superior se divisa el dormitorio de la pareja, cuyas paredes alternan un color azul de medianoche, en el friso y el techo, con un papel pintado modelo L’illusion, de Maison Sarah Lavoine. Las dos lámparas de suspensión a los lados son de la firma Céline Wright.

No hay dos iguales. El baño principal es casi en su totalidad un diseño personalizado y a medida de los deseos de la pareja. Las paredes y la zona de ducha se cubrieron con pequeñas teselas de cerámica de una empresa local independiente, jugando a crear un colorido tapiz sobre una base negra, en magistral contraste con la pintura de color naranja. El contundente lavabo es un diseño de Fanny y Fabrice Rossi, elaborado por un marmolista empleando terrazo. El rociador de la ducha y la grifería son modelos de la casa Vola, mientras que el espejo redondo es una pieza de la firma danesa Moebe. Las lámparas son un diseño de ENOstudio.

Cada uno en su sitio. La primera planta queda reservada al dormitorio de la pareja y a esta habitación de invitados, ubicada cerca de otro baño con bañera. Los niños tienen sus habitaciones en la siguiente planta, disfrutando así todos de su dosis de independencia. Más teselas en este otro baño, pero con una paleta de color mucho más viva y luminosa. Otro estilo totalmente diferente, que mezcla elementos de corte clásico, como la lámpara de mercadillo, con la bañera de diseño contemporáneoLuv, de Duravit. La zona del cabecero de la habitación de invitados resulta espectacular, decorada con un papel pintado de grandes dimensiones, modelo Pine Trees, de Au fil des

Couleurs. El cabezal antiguo de mimbre fue adquirido en Selency. El aplique es el modelo Flea, de CVL Luminaires.

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