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El FaMoSo trÍo loS PaNCHoS

Caratula, los éxitos de El Trio Los Panchos Tomado de: https://www.discogs.com/es/release/3975222-Trio-Los-PanchosLos-%C3%89xitos-De-El-Trio-Los-Panchos La quinta razón fue la segunda voz de Chucho Navarro, con una capacidad sorprendente para acoplarse, con matices bellísimos, a la primera voz. Era tal que sonaba casi como una sola voz, aunque se podían identificar las tres voces. Hay que mencionar, además, la febril inspiración musical como compositores de dos de sus integrantes: Alfredo Gil “El Güero” y Chucho Navarro. Más de la mitad de sus grandes éxitos son de uno de ellos o de ambos. Finalmente, cantaban a tres voces en diferentes tiempos. Antes de ellos, aunque existían tríos, sólo cantaban dos en la agrupación. Había un tercero, pero para el acompañamiento. Los Panchos usaban primera, segunda y tercera voz. Jesús Chucho Navarro fue el intelectual, el académico, el jocoso, el del gracejo oportuno, el humorista en las grabaciones y en las presentaciones. Tuvo una formación superior a la de sus compañeros. Terminó medicina, pero no se graduó por dedicarse a la música. Fue quien mantuvo el equilibrio entre los integrantes, para la permanencia del trío. Con guantes de seda y una gran diplomacia, cambió las primeras voces que no se acoplaron bien al trío, sin generar resquemor alguno en ellos.

Primeras voces del Trío Los Panchos

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Artista Años Lapso

Chucho Navarro 49 1944-1993

Alfredo Gil “El Güero” 37

Hernando Avilés 9

Raúl Shaw Moreno 1 1944 -1981

1944 – 1951- 1956 - 1958

1951 - 1952

Julito Rodríguez 4 1952 - 1956

Hernando Avilés 2 1956 - 1958

Johnny Albino 8

Enrique Cáceres 5

Ovidio

Hernández 5

Rafael Basurto 15 1958 - 1966

1966 - 1971

1971 - 1976

1977 - 1992 Función

2ª voz

3ª voz y requinto

1ª voz

1ª voz (boliviano)

1ª voz (portorriqueño) 1ª voz (portorriqueño) 1ª voz (portorriqueño) 1ª voz (mexicano)

1ª voz (mexicano)

1ª voz (mexicano)

Los Panchos con Hernando Avilés

Foto https trio-lospanchos.blogspot.com

El 13 de mayo de 1980, Alfredo “El Güero” Gil, manifestó por escrito su intención de marginarse del Trío, debido a una indisposición no precisada. En vista de ello, “El Güero” Gil fue reemplazado por el requintista Gabriel (Gaby) Vargas Badillo. La última versión del Trío Los Panchos quedó constituida así: Rafael Basurto Lara, Chucho Navarro y Gaby Vargas. Se desintegró al fallecer Chucho Navarro, el 24 de diciembre de 1993. Papo Valle de Puerto Rico y como primera voz, grabó un CD de 10 canciones con Alfredo Gil y Chucho Navarro. Ese trabajo pasó prácticamente desapercibido, pues no hubo un acople vocal acorde, al que nos tenía acostumbrado. También grabaron con el Trío Eydie Gorme, quien grabó 35 extraordinarias piezas, en 1964, como primera voz del trío, Johnny Albino. Estela Raval, argentina; Gigliola Cinquetti; y un montaje que hicieron con la voz de Javier Solís también figuran en su discografía. En las grabaciones estuvo como primera voz Enrique Cáceres. Ovidio Hernández como primera voz, acompañó igualmente a Estela Raval; María Martha Serra Lima también fue artista invitada y grabó con Los Panchos, acompañada en la primera voz por Rafael Basurto. Figuran trabajos de los Panchos con “El Puma” y con Mari Trini, pero sin trascendencia alguna. Luego del retiro de “El Güero” Gil y de la muerte de Chucho Navarro se iniciaron muchas disputas por los bienes y por el nombre de Los Panchos. Disputas que aún hoy no han terminado. De todas maneras, mil millones de gracias a ese fabuloso Trío Los Panchos, por las maravillosas obras grabadas que perdurarán en nuestros corazones. ¡Gloria eterna por siempre para el sensacional Trío!

Referencia bibliográfica

• Peláez, Ofelia. La verdadera historia del bolero. Discos Fuentes 2006. Medellín. • Orovio, Helio. El bolero latino. Editorial

Letras Cubanas. La Habana. 1995. • Évora, Tony. El libro del bolero. Alianza

Editorial. Madrid España. 2001. • Pagano, César. El libro de la salsa. Icono

Editorial SAS. Bogotá. 2018. • Rico Salazar, Jaime. Cien años de boleros.

Sexta Edición. 2017.-Medellín.Colombia. • Ortiz Ramos, Pablo Marcial. El Trío Los

Panchos. Editora Corripio. República

Dominicana. 1a. edición. 2004. • Ortiz Ramos, Pablo Marcial. A tres voces y guitarras. Los tríos de Puerto Rico. Editora

Corripio. República Dominicana. 3a Edición. 1999. • Dueñas, Pablo. Bolero. Historia gráfica y documental. 3ª Edición. Asociación Mexicana de Estudios Fonográficos. Prensado en

México. 2005. • Restrepo Duque, Hernán. Lo que cuentan los boleros. 1ª Edición. Centro Editorial de

Estudios Musicales Ltda. 1992. Editorial

Printer.

FABIO CASAS ARANGO

Coleccionista e investigador musical.

Asociado a la corporación sonora matancera de Antioquia

LA DANZA FOLCLÓRICA DE MEDELLÍN VIVE EN LA HOJARASCA

Por José Alonso Franco Londoño

“Un pueblo que no ama y defiende su folclor, es un pueblo que no tiene pasado, ni historia ni identidad” (Carlos Tapias, Corporacion Hojarasca)

Grupo de danza de la Corporación Hojarasca Foto. Corporación Hojasca

En Medellín hacer un trabajo de proyección folclórica en ocasiones parece un acto quijotesco e imposible, pero sobre todo generar procesos artísticos que mantengan la tradición de los pueblos ancestrales como sangre que nutre la cultura, y lo aún más difícil dado la situación de globalización y cambios culturales que afectan las comunidades en los barrios. La Corporación Cultural Hojarasca lleva 26 años cultivando, promocionando, difundiendo y proyectando la danza folclórica a los diferentes espacios de la ciudad, tratando de mantener viva la llama de los bailes ancestrales de los pueblos de Colombia. Su labor creativa va más allá de bailar o danzar; es investigar, crear y montar coreografías que desarrollen “…propuestas artísticas, basado en el trabajo colectivo, el estudio, la indagación y valoración de los patrones culturales de la danza tradicional llevada a la escena” (https://chojarasca.wixsite. com/hojarasca). El trabajo de proyección y creación de la Corporación Hojarasca, está en recuperar las danzas que por años fueron referentes en la vida de las comunidades en pueblos de Colombia y que fue el resultado de un proceso de unión de culturas triétnicas que dieron origen a una riqueza pluricultural.

Una riqueza de años de vida

Los inicios de la Corporación Hojarasca están en los salones de la anterior Escuela Popular de Arte (EPA), pues allí docentes del área de la danza se unieron para darle vida a un grupo de proyección que recogiera sus saberes, investigaciones y conocimientos para colocarlos en el escenario a través de montajes sobre la cultura de las regiones de Colombia.

“La Corporación cultural Hojarasca nació hace 26 años, de la idea de algunos profesores de la Escuela Popular de Arte (EPA), de sentir la adrenalina del escenario, porque estaban muy dedicados a la docencia, se creó ese grupo en un principio con profesores de la EPA…” (Tapia, 2021).

Esa idea de hacer un grupo de proyección e investigación sobre la danza folclórica de Colombia y proyectarla a los diferentes escenarios de la ciudad, se fue gestando en los salones de la EPA, luego por iniciativa de los maestros Carlos Tapias y Antonio Tapias, con la energía de egresados y estudiantes, le van dando cuerpo y vida a lo que hoy se llama Corporación Cultural Hojarasca, una escuela de creación, proyección, investigación y formación en torno a los bailes y las danzas de las regiones del país. El andar por los festivales, fiestas y encuentros culturales y folclóricos del país y con el conocimiento de los profesores y alumnos de la Corporación, posibilitaron que la Corporación creciera tanto para que comenzaran a crear cuadros folclóricos de Colombia:

“Inicialmente el primer cuadro que se monta es el Antioqueño, haciendo énfasis sobre las danzas de Antioquia, por ejemplo, en el cuadro antioqueño es el mestizaje y el cuadro paisa está enfocado a las danzas y bailes urbanos donde está el ventarrón, el porro paisa, el fox; y están las danzas animalescas. Luego nos diversificamos con un cuadro de Nariño, aprovechando que en el grupo entra un coreógrafo de Nariño, con él se monta el cuadro de la danza guaneña y danzas de Carnaval. Luego nos vamos diversificando montando las danzas cortesanas en homenaje al Libertador, basadas en contradanzas inéditas... y finalmente están los cuadros del Chocó, Atlántico y los Llanos; y de esa manera nos vamos diversificando”(Tapias, 2021).

Los conocimientos y saberes profesionales de los directores, coreógrafos, integrantes y bailarines de la corporación Hojarasca le van dando un estilo folclórico a sus creaciones y montajes; sus trabajos están enfocados en la investigación sobre la cultura y la tradición ancestrales de las regiones de Colombia; es un recorrido mediante la danza sobre los aportes

Grupo de danzas de la Corporación Hojarasca Foto. Corporación Hojarasca

que negros, indígenas y españoles que con su cuerpo, movimiento, vestuario y música dieron origen a expresiones identitarias en sus comunidades y hoy hacen parte de un acervo patrimonial del país.

Grupo de danza Corporación Hojarasca Foto. Corporación Hojarasca

Hojarasca, un cúmulo de hojas para revitalizarlas

La característica principal de la Corporación Hojarasca está en su trabajo profesional sobre la danza folclórica. En sus montajes se refleja el conocimiento que tienen sus directores e integrantes de la danza y el baile de las regiones de Colombia, en sus montajes están las investigaciones que hacen de la cultura folclórica de los pueblos ancestrales, y en su visión se enfoca en seguir difundiendo el patrimonio material e inmaterial de las comunidades afro e indígenas. Sobre la importancia que tiene para la Corporación Hojarasca lo folclórico, y porque es necesario seguir trabajando en la difusión de la danza tradicional de los territorios de Colombia, Carlos Tapias director y representante legal manifiesta:

“La danza debe evolucionar, no quedarse estática, algunos basados en estudios, no en investigación, hacen una proyección de la danza folclórica que no desvirtúan las coreografía de la danza, pero hay otros que realizan cambios, que dicen ser innovadores, pero la desvirtúan, porque hacen una mezcla de danza… aprovechando la virtualidad para modificar… cogen pasos de un baile para colocárselo a otros, por ejemplo dicen que con la música parrandera se puede bailar de todo… pero también hay otros que le han aportado en el tema del vestuario. Hoy a las mujeres en el vestuario la ponen en el faldeo, porque todas las faldas ahora son amplias cuando la única que era amplia era la de la cumbia, hoy todas son iguales, esos faldeos son mecánicos sin respectar lo que ha sido el baile tradicional. El folclor debe de tratar de darle información más verídica sobre las costumbres de los pueblos a través del tiempo hasta hoy, el vestuario debe reflejar la época porque hoy el campesino no se viste así, porque ha cambiado y también las costumbres… se debe conservar la tradición, para que el joven pueda acceder y tener clara la información, y no lo que está pasando ahora que no hay información y se pierde la identidad” (Tapia, 2021).

Es este sentido el trabajo creativo de Hojarasca está enfocado en visualizar y difundir la danza folclórica, en sus diferentes montajes están las acciones que emprenden sus directores e integrantes; en sus 26 años de vida artística se puede hacer un recorrido de las diferentes danzas de las regiones de Colombia que informan y forman al espectador unas propuestas artísticas, basado en el trabajo colectivo, de indagación y valoración de los patrones culturales de la danza tradicional. En el repertorio de la Corporación Hojarasca están los siguientes montajes: Los silleteros, Fiestas de San Pedro y San Juan, danzas antioqueñas y danzas cortesanas, entre otras; pero se destaca la creación del grupo llamado Mañana me voy, pues ésta resalta la cultura y la vida de los negros del pacífico:

“Mañana me voy es un homenaje a la cultura afrodescendiente del pacífico colombiano, en la que se busca representar, a través de danzas propias de esta cultura, diferentes facetas de su identidad, desde la desterritorialización sufrida, su organización social, formas de producción económica como la minería artesanal de río, creencias y esparcimiento mediante escenas o momentos que muestran de manera consecutiva la huida de las haciendas, asentamientos o palenques, sus fiestas familiares, recreación, velorios de angelito, enamoramiento, perpetuación de la etnia y nuevamente el desalojo que los lleva a expandirse en busca de nuevas oportunidades”. (https://chojarasca. wixsite.com/hojarasca).

La tradición folclórica de Hojarasca

La acción artística, pedagógica, formativa, creativa y proyectiva de la Corporación Hojarasca está en sus montajes, en la investigación, en el saber de los directores y coreógrafos, en el proceso que emprenden con los niños y adultos mayores de la ciudad para seguir emprendiendo la labor de difundir la danza folclórica a lo largo y ancho de la ciudad y el país. El objetivo de la Corporación está en recoger y mantener viva la llama que han dejado sus creadores y fundadores, en sus montajes refleja la visión de los integrantes y directores, pero sobre todo su verdadera misión está enfocada en darles herramientas creativas y corporales a los niños de Medellín, con la propuesta llamada Hojarasquines, su misión está direccionada en:

“…ofrecer un ambiente lúdico, donde niños y jóvenes puedan acercarse, disfrutar y en lo posible ‘se enamoren de nuestra música y danza tradicional’, fortaleciendo procesos de expresión, reflexión, identidad, y valoración cultural que contribuyan a su formación integral”.

El trabajo con niños, jóvenes y adultos mayores que hoy desarrollan Hojarasca en su proceso formativo, en los montajes, creaciones e investigaciones, y en la proyección, tiene como objetivo que el folclor y la cultura tradicional y ancestral que por años vive en las regiones de Colombia siga en los escenarios de Medellín, que las comunidades puedan apreciar, valorar y rescatar las danzas, el baile y la música que nos identifica como un país pluricultural.

JOSÉ ALONSO FRANCO L.

Docente investigador, director de la revista Porro y Folclor

Corporación Hojarasca Foto. Corporación Hojarasca

DEL ARAUCA VIBRADOR

Por Ofelia Peláez

En la noche del 19 de septiembre de 1914 los caraqueños recibieron una de las más gratas sorpresas en su historia: en el Teatro Caracas se estrenaba la zarzuela Alma llanera y al escuchar su joropo, el público se conmovió en lo más íntimo, porque Alma llanera es una zarzuela en un solo cuadro, con libreto de Rafael Bolívar Coronado y música del maestro Pedro Elías Gutiérrez.

El hermoso Teatro Caracas quedaba en las calles Verdes a Ibarra; fue inaugurado en 1854 y destruido por un incendio en 1919. El estreno estuvo a cargo de la compañía española de Matilde Rueda, quien cantó el joropo. Varios artistas de Venezuela intervinieron en esa función, dentro de ellos Jesús Izquierdo y Rafael Guinand.

Joropo Foto. Agenda Hoy Rafael Bolívar Coronado, autor de la letra, nació en Vila de Cura, Estado de Aragua, el 6 de junio de 1884; hijo de un notable escritor y periodista. La familia se trasladó a Caracas y Rafael frecuentaba los círculos de poetas e intelectuales; era la época del auge de la zarzuela española y Bolívar Coronado hizo un trato con Pedro Elías Gutiérrez para escribir un libreto que Gutiérrez musicalizaría.

Dos años después del estreno, en mayo de 1916, Rafael Bolívar partió para España, se estableció en Barcelona y se desbordó escribiendo con numerosos seudónimos porque le rechazaban sus obras. Cuando le preguntaron cómo había hecho para engañar a los editores, respondió: “En España viven del libro los que no saben leer”. Falleció en un hospital barcelonés, el 31 de enero de 1924.

Pedro Elías Gutiérrez, compositor de la música, nació en La Guaira en 1870 y falleció en 1954. Fue director de la Banda Marcial desde 1903 hasta 1946, agrupación que tocaba las retretas de la Plaza Bolívar. Además de la música de Alma llanera escribió otras obras como Homenaje al Libertador, Himno a Sucre, Misa de Requiem y Aires nacionales. El escritor aragüeño Napoleón Acevedo se encontró con el maestro Gutiérrez al pie de la estatua del Libertador en la Plaza Bolívar y lo felicitó por el éxito de la obra. Gutiérrez le respondió: “Veremos si tiene suerte”. Y sí que la tuvo, pues es la obra más representativa de Venezuela, es el himno popular del hermano país y una de las páginas musicales más famosas del mundo.

La obra narra escenas de la vida de las sabanas venezolanas y de las riberas del río Arauca. La trama empieza en una casa de camino real de las pampas de Apure. Casilda, la muchacha del servicio, aparece cantando: Anoche a la medianoche / a media noche sería / los gallos que menudeaban / y yo que me despedía. Rita es la niña de la casa y mantiene romance con Cubito, un conquistador de muchachas sabaneras, a las que cambia con la misma facilidad que cambia de caballo. En una de las escenas, Cubito canta: Las estrellas en el cielo, / la luna en el carrizal / boquita dulce de caña / quién te pudiera besar.

Un señor joropo

Es un argumento lleno de pasiones y personajes. Uno de los peones, Miguel, loco de amor por Rita, se interpone entre Rita y Cubito, quien mata al peón y en un gesto de nobleza, Rita pide a Cubito que huya; cuando llegan todos, Rita, que había tomado en sus manos el cuchillo y con el cabello en desorden, dice que fue ella quien dio muerte a Miguel. Casilda dice: Pobrecito Miguel, ha pagao sus celos con la vida. Cae el telón.

El famoso joropo es interpretado por Rita: Yo nací en esta ribera / del Arauca vibrador / soy hermano de la espuma / de las garzas, de las rosas / y del sol, y del sol. / Me arrulló la viva diana / de la brisa en el palmar / y por eso tengo el alma / como el alma primorosa / del cristal, del cristal. / Amo, lloro, canto, sueño / con claveles de pasión / para ornar las rubias crines / al potro de mi amador. Muchos discuten que debe decirse: soy hermano de los pumas, pero no es así. En la partitura original y en libreto dice: soy hermano de la espuma.

Después del estreno esa noche de 1914, esta página se popularizó en todo el mundo: ha sido grabada por los más connotados intérpretes y es una de las más queridas obras del cancionero latinoamericano, podría decirse que es patrimonio universal porque Alma llanera es un señor joropo.

OFELIA PELÁEZ.

Conferencista sobre bolero y música popular, jurado en varios festivales nacionales, escritora de varios libros entre los que se destaca: Alfredo Sadel, cuenta mi alma. Su historia, sus anécdotas, su discografía y fotografías inéditas, Invitada al programa El rinconcito de los recuerdos, de Radio Reloj – Q’hubo Radio, Caracol Medellín

La herencia que deja Miguel Durán Jr. en la música del Caribe

Por Marcos Fidel Vega Seña

La vida es una luz que en cualquier rato se apaga y así es la ley de la vida. Y qué te llevas tú de este mundo ingrato, sino engaños y mentiras Si no puedes llevarte la riqueza que tú tienes aquel día de tu partida Ni siquiera respetan el dolor que le dejaste a todita tu familia (La ley de la vida – Miguel Durán Jr.)

Miguel durán Jr Foto.httpswww.elvallenato.comartistasbiografia.phpartista=324&mas=Miguel-Duran-Jr

La camisa rayá, de aquí pa´llá y de allá pa´cá

Al iniciar la década del dos mil irrumpe en el escenario musical un tema que se consagró como el más bailado y cantado no solo de ese decenio, sino que se quedó como patrimonio musical de las sabanas, ríos y mares caribeños. Su compositor e intérprete, Miguel Durán Junior, entraba así, con la Camisa Rayá, en el olimpo de la música de acordeón y escribía una página inolvidable para nuestra cultura musical. Lo cierto es que no era nuevo en la escena musical, sino que el tema se convirtió en un “palo” y llamó la atención de otros artistas, quienes, ni cortos ni perezosos, hicieron su propia versión. Por esto, La camisa rayá se convirtió en un tema nacional. Es así como en los meses de diciembre y festejos colectivos e individuales, a Miguel Durán Benítez no lo superaban en preferencia de alegría, en el donaire y en la picardía en la interpretación sencilla y fiestera de la música de la sabana. Nacido en Caucasia, Antioquia, en el hogar conformado por Nidia Benítez y Miguel Durán Olaya, acordeonero de vieja data, dueño de un estilo irrepetible y quien fundó una dinastía musical, a la que el Estado y la cultura le deben mucho.

Temas para el alma popular

Los temas que componía Miguel Durán Junior, en consonancia con la escuela musical de su padre, tocaban la fibra más íntima del alma campesina, de la mujer trabajadora, del jornalero de los latifundios y haciendas ganaderas; de los hacendados, del político, del obrero raso, que al son de una cerveza liba sus sueños, a veces, inalcanzables. Les cantaba a sus penas, a sus alegrías, a sus sueños, a sus amores, a sus esperanzas… Sus letras y, especialmente, la musicalización que les ponía, lograban expandirse rápidamente por caseríos, pueblos, villorrios, veredas, campos y ciudades. Era un músico integral, de los escasísimos que quedan en la escena musical vallenata: interpretaba, cantaba, componía y arreglaba sus propias versiones. Al decir de sus colegas, no necesitaba grabar canciones de otros compositores porque su imaginación y creatividad eran inagotables. De modo que en su reportorio hay picaresca, narrativas anecdóticas, sucesos con mujeres, amigos y familiares; cantos al territorio, a la idiosincrasia de personajes que habitan cualquier rincón de la extensa costa Caribe. Adicional a lo anterior, tenía la suficiente destreza para interpretar cumbias, fandangos, paseos, merengues, tambora, paseíto, puyas, chandé, porros y toda la gama posible de ritmos que le diera su conocimiento del acordeón. Otro elemento que hace único a Miguel Durán Junior son los estribillos que le imprimía a los coros en la reiteración de estrofas. Eso hace fácil que la canción se tararee y se recuerde. La camisa rayá es un himno a esa idiosincrasia y a su creatividad desbordada:

“Y ya empezó la fiesta, yo me voy mamá/ voy pa’ la corraleja con ganas de toriar/ Me da la bendición, que no me pase ná/Me busca un pantalón y mi camisa rayá )/En la fiesta de Sincé me sucedió una cosa/me encontré una mujer que me dejó sin ropa /Mi camisa rayá, la única que tenía/no me la pongo más/me la dañó María /Y al pobre Miguelito lo jalaban pa’llá/Y al pobre Miguelito lo jalaban pa’ca/De aquí, pa´llá, de allá pa’ca /Y así fue que dañó mi camisa rayá …Y ya empezó la fiesta/ ya empezó el fandango/ me voy con mi pareja para seguir bailando (bis)…”

Su pedacito de cartón

Si su pariente Alejo Durán tenía su Pedazo de acordeón, Miguel tenía su Pedacito de cartón. Es una ejemplar puya que le dedica a su compañera inseparable y del alma: el acordeón. En su interpretación se encuentra plasmada la destreza de este artista espontáneo y perspicaz, en una factura única en los solos de caja, guachara y acordeón, como lo exige la puya vallenata. Además, cumple con la métrica corta de los versos para extender, en una interpretación magistral, la música y la alegría:

“¡Ayyyyyy! Lo que me da mi acordeón/que siempre vive conmigo/ Me da dinero y amigos/ Y amores por montón…/ Ayyyyyy! Mi acordeón es la riqueza/ La que el negro necesita/ Si tengo alguna tristeza/ Este acordeón me la quita… Ayyyyyy! Mi pedacito e´cartón/ Lo quiero más que a mi vida/ Y por él soy lo que soy en mi Colombia querida.”

Amores mal… logrados

Las páginas de esta revista no alcanzarán para relacionar las innumerables composiciones de este juglar de marcha tempranera. Sin embargo, dentro de su acervo, destacamos dos bellos temas: Se pasa llorando y El amor de las mujeres. Es posible que algunas de sus múltiples canciones se las haya dedicado a aquellas mujeres anónimas con quien sostuvo romances mal y romances bien logrados. En este caso, la poesía que subyace en Se pasa llorando es aquella de un hombre que le canta a su amor perdido ineluctablemente en una

partida sin retorno. Son versos sencillos con la ingenuidad del campo y del respeto por un cariño malogrado, no se sabe por qué motivos. Sin embargo, hay un arrepentimiento en el trasfondo y aparece la comunicación informal: “me contaron sus amigas”… :

“Hoy viene vestida de tristeza y sufrimiento / Hoy viene llorando de amarguras y dolores/Son como las hojas /Las que ayer se llevó el viento/Y como los pétalos que se caen de las flores…/ Se pasa llorando/está arrepentida/Por ahí me anda buscando/ me lo han dicho sus amigas/Se pasa llorando/que no tiene consuelo/Ahora está pagando/Lo que hizo con este negro…/ Tanto que la quise y nunca le faltaba nada/ Lo que me pedía se lo daba con cariño/Juraba quererme/ que ella nunca me olvidaba/ Todo era mentira y me engañaba con un niño…”

En El amor de las mujeres, además de la letra que narra amores imposibles, la música llega al trasfondo de la nostalgia, de lo bucólico del campo, de la vida tranquila y cotidiana en que transcurren los días en los poblados nuestros. Tiene de merengue, pero también de cumbia en una combinación extraordinaria. En la orquestación, además del acordeón, sobresalen la guacharaca, el bajo electrónico y la percusión que le da ese oleaje de sandunguería mestiza que caracteriza a nuestra raza cósmica. La voz de Miguel se deja escuchar en lontananza y hace eco la morriña de quien no encuentra el amor ideal.

“¡Ay! Yo que vivía confiado/ en el amor de las mujeres/ Pero al verme tan solito /pienso que eso no es así…/No sé si seré de malas/ o será que no me quieren…/Porque así son las mujeres/ no se conduelen de mí/Sin embargo, yo sigo así/ enamorado de las mujeres/Si alguna se apiada de mí/ entonces, Miguel no se muere… /¡Ay! Yo no vivo confiado/ en las mujeres de hoy en día/ Porque cuando uno menos piensa/ van cogiendo su camino/ Y el amor que dicen sentir/ es de pura hipocresía/ Y si uno no tiene plata/ van negándole el cariño/ Como me pasó contigo/ No creo que me vuelva a pasar /Porque ahora vivo prevenido/ Si me vuelvo a enamorar”

Un innovador con la música de acordeón

Sus colegas intérpretes del acordeón reconocen, sin dudarlo un solo instante, que Miguel Durán Jr. y su familia, en cabeza de su padre Miguel Durán Olaya, le cambiaron la cara a la música de acordeón.

El Rey de la Leyenda Vallenata de 1995 y Rey Vallenato del Festival de Manaure (departamento del Cesar) en 2020, el sahagunense Fredy Sierra Díaz considera que el estilo de Miguel Durán Junior era único en el panorama musical. “Su familia es una dinastía musical: cantan, tocan acordeón; son cajeros (intérprete de la caja vallenata), tumbadores (intérpretes de la tumbadora), en esencia son músicos. Es una dinastía muy reconocida. Miguel Durán Olaya ha hecho historia, hizo historia; es historia. Y su hijo siguió sus pasos. Lógicamente ya tenía un recorrido bastante amplio, muy reconocido; se ha paseado por Colombia con sus canciones; es muy costumbrista, con mensajes muy fáciles de entender, propio de ese estilo de música. Además, un ritmo bailable agradable, un ritmo de ellos que él mantenía. Los Durán son los dueños de ese ritmo, de ese estilo de música”, declaró Sierra Díaz.

Sobre la influencia de ese ritmo costumbrista, el doble Rey Vallenato expresó que el cantante de música vallenata, Farid Ortiz y el intérprete de acordeón, Emilio Oviedo, retomaron ese estilo. “Le dieron otro tiente, cuando grabaron el tema Se acabaron y otras canciones, que son prácticamente de ese mismo estilo de música, bailable, del sabor, lo llaman tambora, paseíto; lo llaman chandé, que es propio de la sabana, un ritmo sabanero, y Miguel Durán, tanto Olaya, que es su padre, como Junior utilizaron, “sabrosiaron”, difundieron e hicieron grandes ese estilo de música”

Para Sierra Díaz, Ortiz y Oviedo utilizaron “la misma maqueta” rítmica y melódica de Miguel Durán Junior para enriquecer su propuesta musical, “lo cual gustó mucho. Farid se destaca en ese estilo. Pero, los Durán fueron quienes más difundieron esa música. Se apropiaron de la sabana e hicieron grande ese estilo de tocar el acordeón y de cantar esa música. Entonces, para mí es una dinastía musical con muchos éxitos. Miguel Durán Junior, pese a su juventud, un hombre entre los 47 y 48 años, lastimosamente partió a la eternidad, dejó semilla, dejó cimientos, dejó ese reconocimiento de su público, dejó un público, dejó unos seguidores, lo cual fue creado con su estilo, con su música, con su canto, con sus composiciones, como El acetaminofén, La camisa rayá y otras muchas otras canciones importantes de él”. En resumen, el Rey Fredy Sierra Díaz piensa que Miguel Durán Junior deja un hueco en la sabana, “porque ya su público se había acostumbrado a su música, a ese estilo. Esperaban sus trabajos musicales con mucha alegría. Y en las cantinas, en las presentaciones, en las parrandas, la gente disfrutaba de la música de Miguel Durán Junior. Entonces, es lamentable su partida porque significó y dejó huella, dejó historia. Siempre será recordado el gran Miguel Durán Junior”, sentenció Sierra Díaz.

Por su parte, el también sahagunense, periodista y acordeonero Humberto Sinning Ramírez, lo valora como un gran artista y al igual que Sierra Díaz relata que Miguel Junior se catapultó en la cima musical con La camisa rayá. Destaca otro éxito del juglar: Me bebí lo del mercado. Narra que Durán nació en el barrio Pueblo Nuevo, del municipio de Caucasia, Antioquia, y luego de un tiempo decidieron residenciarse en Sincelejo, la capital del departamento de Sucre. “Estuvieron viviendo por más de 15 años en la Avenida Argelia. Cuando Migue graba La camisa rayá, que le va tan bien, compró un lote y empezó a construir su casa, de dos plantas”.

Miguel Durán Jr Foto. httpsmundonoticias.com.comiguel-duran-jr-orgullo-de-la-musica-sabanera-ruben-dario-alvarez.jpg

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