10 minute read
Sector marítimo y Portuario a un año de la cuarta transformación The maritime and port sector one year since the start of the Fourth Transformation
Sector marítimo y portuario, a un año del inicio de la Cuarta Transformación
Por Israel Pérez
Advertisement
Ha pasado poco más de un año desde que el resultado de la elección presidencial le dio a Andrés Manuel López Obrador y a su partido Morena el control de las políticas públicas de nuestro país, el resultado de esa elección no hay que dudarlo, creo incertidumbre en varios sectores del país.
El sector marítimo y portuario mexicano no fue la excepción, principalmente los empresarios fueron los que mostraron la mayor incertidumbre respecto lo que vendría para nuestro país, nuestros mares y costas.
A esa distancia hoy por hoy esa incertidumbre continúa vigente en el sector, los constantes cambios en las posiciones claves de la Coordinación General de Puertos y Marina Mercante, aunadas a un discurso oficial que se adapta a los oídos receptores de las diversas partes del sector, abonan a alimentar la incertidumbre.
Como consecuencia, en los puertos la inversión no ha terminado de llegar, si bien es cierto que se han hecho anuncios, son pocos los empresarios portuarios que se animan a invertir, en este sentido hay que reconocer que los trabajos en el nuevo puerto de Veracruz no han parado, pero al mismo tiempo, también podemos observar que tampoco se ve una gran prisa en terminarlos, por mucho que se esfuercen en decir que se avanza conforme lo programado, basta con recordar que ni al propio Enrique Peña Nieto le dio tiempo de inaugurar la que sería la obra insignia de su sexenio.
La Cuarta Transformación trae como hemos visto, un reordenamiento en las prioridades del presupuesto, respecto lo que será el presupuesto 2020 mucho se ha dicho y declarado por varios actores involucrados, pero por la toma de la Cámara de Diputados que ha impedido se aborde el tema en el Congreso, hace que aún no haya claridad respecto lo que será la inversión pública para el sector portuario.
Otra de las consecuencias de los muchos cambios que se han registrado en menos de doce meses en la Coordinación General de Puertos y Marina Mercante de la SCT, la señalan algunos expertos del sector, aseguran que la llamada 4T en el tema de la educación náutica mexicana, acaba de iniciar.
Indican que el nombramiento anterior para el Fideicomiso para la Formación y Capacitación del Personal de la Marina Mercante Nacional (FIDENA), nunca embonó con su cabeza de sector, se perdió un año en el importante tema educativo nos señalan.
La llegada de una nueva Directora, a fin a las propuestas de la Coordinación y de la Dirección General de Marina Mercante, dan un poco de confianza a los expertos del sector, quienes aseguran que pese a ese aspecto, la situación del FIDENA no es nada fácil, ya que no solo debe asegurar continuidad y mejoramiento, también en paralelo debe luchar contra la tendencia militarizante que se vive en el sector desde el sexenio pasado.
Y aquí viene un tema importante, el sector marítimo mexicano, que es el que mayor recelo presenta a la 4T, y es que ellos, los marinos mercantes depositaron su confianza y esperanza en el cambio de ofrecía el hoy Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Tenían razón para confiar en ese proyecto, la legislatura pasada los grupos parlamentarios de Morena en el Congreso fueron los que escucharon y lucharon junto a los marinos mercantes contra la militarización de las capitanías de puerto. Perdieron la batalla frente a la SEMAR del Almirante Vidal Francisco Soberón Sanz, un político que supo aprovechar la buena imagen de esa institución para crecerla de costa a costa, en mar y tierra y del norte al sur de la República Mexicana.
Muchos marinos mercantes se sumaron por ello al proyecto de Morena, el partido que los escuchó, que les dio su lugar, que los cobijo y les dio esperanza, sin embargo, la cuarta transformación alcanzó a los Grupos Parlamentarios de Morena, y hoy por extraño que pudiera parecer, el partido de AMLO es el que propone darle a la SEMAR lo que el sexenio pasado rescataron para la SCT.
Son muchos los argumentos de los marinos mercantes para evitar la militarización de los puertos, de entre las diversas problemáticas que señalan es que violenta el artículo 129 constitucional, el cual establece: “En tiempos de paz, ninguna autoridad militar puede ejercer más funciones que las que tengan exacta conexión con la disciplina militar” . Así pues, aseguran que la militarización marítima y portuaria son inconstitucionales, ya que extienden las funciones de la Fuerza Armada de México más allá de las que, en tiempos de paz, expresamente le concede el texto constitucional.
Por otra parte, señalan que a escala internacional aseguran que de los 174 países que integran la Organización Marítima Internacional, sólo 11 poseen autoridades marítimas con mando castrense, entre los que cabe destacar Corea del Norte, Chile, República Dominicana y Perú. Un elemento común en estos cinco países es que todas ellas han sido o son dictaduras militares, factor que explica por qué recae la autoridad portuaria dentro de la jurisdicción militar.
Los marinos mercantes señalan que un sistema jurídico con dispersión o duplicidad de funciones en diferentes autoridades genera desconfianza en el sector privado, ya que se enfrentarán a una gran incertidumbre en cuanto a la regulación que dichas entidades emitan para la aplicación de las leyes en la materia.
Aseguran que en muchos casos podría incluso generarse contradicciones dentro de los cuerpos normativos creados por una u otra autoridad. Tal problemática se ha generado dentro del marco regulatorio del sistema marítimo-portuario del país, esto toda vez que, con la reforma de 2016, se otorgaron facultades en materia marítimo-portuaria tanto a la Semar como a la SCT.
Esto se puede apreciar en el tema del turismo náutico y transporte de personas ya que, con la reforma, se faculta a la Semar para el otorgamiento de los permisos respectivos pero, por otro lado, la SCT es la encargada del establecimiento de las tarifas en la materia; por otra parte, tal como lo hicieron notar la entonces coordinadora del Grupo Parlamentario de Morena, Rocío Nahale, y la diputada Sandra Luz Falcón, del mismo grupo parlamentario, dentro del proyecto de dictamen –ahora derecho vigente– no hay claridad para los particulares respecto a en qué registro inscribirse ya que con las modificaciones aprobadas queda la incertidumbre respecto a si deben hacerlo en el Registro Público Marítimo Nacional, en el Nacional de Embarcaciones o si deben hacerlo en ambos. Ese tipo de incertidumbres jurídicas aseguran los mercantes, desincentivan la inversión en el sector marítimo portuario, ya que al no tener claridad respecto a las autoridades encargadas de aplicar la normatividad es preferible no arriesgar una inversión.
Otra de las problemáticas en la nueva ley, aseguran los marinos mercantes, es la falta de una autoridad marítima definida, figura que, de acuerdo con la propuesta de reforma, quedaría establecida para dar cumplimiento a los compromisos nacionales e internacionales, pero olvidando que lo que reglamenta, el comercio internacional de nuestro país.
Las voces de los marinos mercantes dejan ver no solo molestia, se sienten incluso traicionados por el proyecto que en el pasado reciente los apoyó y que hoy por hoy los dejó a la deriva.
The maritime and port sector one year since the start of the Fourth Transformation
It has been a little more than a year since the presidential election gave Andres Manuel Lopez Obrador and his Morena party control over our country’s public policies, and the result of said election has, without a doubt, created a certain amount of uncertainty in several of the country’s sectors.
The Mexican maritime and port sector was no exception, mainly business owners were the ones who expressed the most uncertainty about what the future holds for our country, our oceans and our coasts.
One year later, this uncertainty continues to exist within our sector, the constant changes in key positions within the General Coordination of Ports and Merchant Marine, in addition to official positions that seem to adapt to whatever different parts of the sector want to hear, are some of the elements that continue to feed this uncertainty.
The Fourth Transformation has brought about, as we have seen, a restructuring of budget priorities, regarding what the 2020 budget will be, much has been said and declared by a number of people involved in the matter, but the power structure in the Chamber of Deputies has impeded even broaching the subject in Congress, which makes even less clear what the public investment will be with regards to the port sector.
Another consequence from the many changes that have been made in less than 12 months at the SCT’s General Coordination of Ports and Merchant Marine, have been highlighted by a few experts in the sector, who declare that the so-called 4T on the issue of Mexican nautical education, has barely begun.
They indicate that the previous appointee to the Trust of the National Merchant Marine for the Formation and Training of Personnel (FIDENA), was never on the same page as his sector head, a whole year was lost on the important subject of education, they tell us.
The arrival of a new Director, more open to proposals from the Coordination and the General Direction of the Merchant Marine, makes experts in the sector a bit more confident, although they say that despite this aspect, the situation of FIDENA is quite complicated, given that not only must it ensure continuity and improvement, but must also struggle against the tendency to militarize the sector, set forth during the last administration.
And so we come to a very important issue, the Mexican maritime sector, which mistrusts 4T the most, because these people, the merchant marines, deposited their trust and hope in the changes that this president, Andres Manuel Lopez Obrador was proposing. They lost the battle against Admiral Vidal Francisco Soberon Sanz’ SEMAR, a politician who took advantage of the good reputation of this institution to grow it from coast to coast, on land and sea and from north to south of the Mexican Republic.
Many merchant marines were inspired to join the Morena party’s project, because they were listened to, given a voice, accepted and given hope, however, the Fourth Transformation reached all the way up to the Parliamentary Groups of the Morena party, and today as strange as it may seem, AMLO’s party is the one proposing to give back to SEMAR what the past administration had restored to the SCT.
Merchant marines point out that a scattered legal framework or one that gives different authorities duplicate functions, generates distrust in the private sector, because they know they will have to face an enormous amount of uncertainty with respect to the regulations issued by these entities in order to comply with pertinent laws.
Merchant marines insist that legal uncertainty discourages investment in the maritime port sector, because when there is insufficient clarity regarding the authorities in charge of applying the norms, they prefer not to risk an investment.
The voices of merchant marines do not only express annoyance, in fact they feel betrayed by the project that in the recent past was there to support them and has now left them stranded.