CRA ORBA-Carnaval 2013 (sonorización y dramatización de este cuento) Propuesta Grupo de trabajo biblioteca escolar
2013
Música Fondo (pista 1)
Esta vez era la magia la que quería bailar con el
Carnaval. No creáis que era el típico conjuro de una bruja con verruga en el rostro, ni de la pócima de un alquimista movido por sueños, se trataba de un libro repleto de letras inquietas, traviesas y deseosas de vivir aventuras fascinantes en la mente de algún niño. No era un libro normal. No creáis que volaba sobre nubes sedosas o que surcaba entre galeones los fieros mares del sur. Lo que sí os puedo asegurar es que después de un título como Cuentos Carnavalescos se abrían ante el lector infinitas puertas a través de las cuáles podía llegar a perderse la imaginación. Sólo os contaré algunos de los secretos que se esconden en estos fantásticos rincones. ¡No os podéis imaginar lo que sentí al atravesar aquella puerta! Todos los colores que poblaban la sabana africana se agolpaban ante mis sentidos.
Pista 2
Encaramado a una roca y divisando el esplendor del horizonte estaba el Rey León. Su melena dorada reflejaba los rayos del sol e iluminaba un desfile de entrañables personajes. Distinguí las rayas de las cebras, a monos danzando entre las ramas, a astutos leones con fines maliciosos, a bellas leonas que tenían Hakuna matata como bandera, a tigres intrépidos que corrían más rápidos que el viento. Me adentré con sigilo en este paraíso. Parecía como sacado de una película. A lo lejos vi a un hechicero envuelto en libros y recetas mágicas. Me acerqué y en una olla gigante con líquido fluorescente vi a un conejo muy nervioso perseguido por el tiempo que me llamaba insistentemente. -¡Chist, chist!-sígueme que quiero enseñarte dónde vivo.
Pista 3 Sin dudarlo me lancé
de cabeza y a través de un largo túnel llegué al país de las maravillas. Allí estaba Alicia jugando en su particular mundo de fantasía junto a la reina de corazones. No era un sueño lo que allí estaba viviendo. Mi corazón latía demasiado deprisa y estaba preparado para vivir fantásticas aventuras. Salté por charcos de lágrimas, busqué llaves que abrían puertas de fantasía, volé sobre un ventilador y llegué casi sin aliento a la isla de nunca jamás.
Elaborado de forma colectiva por alumnado de 5º y 6º de EP y profesorado del CRA
Página
era perseguido por la venganza de los cocodrilos y a la angelical Wendy que esperaba todas las primaveras la llegada de Peter Pan, héroe anclado en su deseo de seguir siendo un niño y no crecer más. Seguí a Campanilla tras ser rociado con polvo de hadas y en uno de esos viajes que te deja casi sin sentido, conocí a Juan y a los niños perdidos, justo antes de regresar a sus
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Pista 4.Aquí me encontré a un montón de piratas liderados por el capitán Garfio que