CREMIL Caja de Retiro de las Fuerzas Militares
Servicio e Innovaci贸n 1
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CREMIL Caja de Retiro de las Fuerzas Militares
1925 - 2015 5
CREMIL Caja de Retiro de las Fuerzas Militares
Dirección General
Mayor General (RA) Edgar Ceballos Mendoza
Dirección Editorial
María Eugenia Villarraga Vargas Roberto Sepúlveda Romero
Coordinación Editorial, Selección y Compilación Documental María Claudia Aguirre Gutiérrez Carolina Quiroga Báez
Fotografía
Archivo Comando General Archivo Caja de Retiro de las Fuerzas Militares Archivo Ministerio de Defensa Luis Fernando Jaramillo Ángel
Diseño, diagramación y producción Cuarto Poder
CRE
Caja de Retiro de la
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Consejo Directivo General del Aire (RA) José Javier Pérez Mejía Viceministro del GSED
Doctor Óscar Januario Bocanegra Ramírez
Delegado del Ministerio de Hacienda y Crédito Público
Doctor Gabriel Cifuentes Ghidini
Delegado del Departamento Nacional de Planeación
Mayor General Félix Iván Muñoz Salcedo Delegado del Comando General FF. MM.
Vicealmirante Germán González Reyes Delegado del Comando de la Armada
Coronel Raúl Eugenio Ortiz Pulido Delegado del Comando del Ejército
Brigadier General Jorge León González Parra Delegado del Comando FAC
Coronel (RA) Carlos Rondón Martín Representante de los Oficiales en Retiro
Técnico Jéfe de Comando (RA) Luis Alberto Lara Romero Representante de los Suboficiales en Retiro
Grupo Directivo Dirección General Mayor General (RA) Edgar Ceballos Mendoza Subdirector Administrativo Coronel (RA) Carlos Ramiro Rincón Joya
EMIL
Subdirectora Financiera Teniente Coronel (RA) Amparo Peñaranda Ramírez Subdirector de Prestaciones Sociales Teniente Coronel (RA) José Agustín Fierro Castro
Jefe Oficina Asesora de Jurídica as Fuerzas Militares Abogado Everardo Mora Poveda Jefe Oficina Asesora de Planeación Ingeniera Industrial Sonia Carolina Mejía Narváez Coordinador Militar Coronel Franklin Gómez Gómez
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Seguimos creciendo
Contenido Saludos
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- Bienes Inmuebles Inmobiliaria de CREMIL al servicio de sus afiliados
Gestión y Desarrollo
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- Gestión Contractual Transparencia, economía y responsabilidad
● Los proyectos de CREMIL Un modelo para mostrarle al país que el Estado puede ser productivo ● El camino hacia una transformación organizada ● La Coordinación Militar en CREMIL Un puente para conectar la entidad con el Ministerio de Defensa y las Fuerzas Armadas ● La Administración como soporte de la gestión en CREMIL - Talento Humano Pilar fundamental en CREMIL - Gestión Documental Un testimonio histórico institucional - Atención al Usuario Una experiencia innovadora
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- Tecnología informática Hacia una entidad que se gestiona por procesos automatizados ● La asignación de retiro Un derecho adquirido con esfuerzo y sacrificio ● Peticiones salariales de oficiales, suboficiales, soldados profesionales e infantes de marina ● Subdirección de Prestaciones Sociales Comprometidos con el bienestar de nuestros afiliados ● Control Interno Un compromiso para garantizar la transparencia ● Director General de CREMIL La vocación de servicio, una valiosa herencia
Proyección y Afianzamiento
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● Así funciona el hotel más moderno de Bogotá. El Hotel Tequendama de la mano de CREMIL
Relaciones Interinstitucionales
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● CREMIL y la Universidad Militar Nueva Granada Una próspera alianza estratégica
● CREMIL da un gran paso hacia el futuro De un lote en El Pedregal al Centro Mundial de Negocios ● Esfuerzo, responsabilidad y seriedad, claves de la certificación ICONTEC
● Homenaje de CREMIL a las Agremiaciones Militares de la Reserva Activa
Testimonios
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● Así forjó su propia historia la mujer militar ● Las Reservas Militares en Colombia
Memoria Histórica de CREMIL
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● Las mesadas en CREMIL son mucho más que dinero
● La auspiciosa Caja de Retiro de las Fuerzas Militares
● El veterano que derrotó al tiempo
● La carrera militar y la organización de retiro se convierten en la piel de uno
Talento, Creatividad y Compromiso
● Un excombatiente de la guerra de Corea afiliado a CREMIL ● La Caja es un ejemplo económico para las entidades del Estado ● Noventa años sirviendo a las Fuerzas Militares ● La Armada Nacional, una alfombra mágica que me transportó al futuro
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● Una mujer pionera de la Medicina de Aviación en Colombia La clave está en tener un proyecto de vida ● Testimonio de vida de un artista-soldado Cuando el arte se viste de camuflado ● El señor Esquivel, mensajero de CREMIL La filosofía de la vida sencilla
Historias y cifras
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● Les contamos que… ● Te voy a contar un cuento:
relatos de la vida cotidiana en CREMIL
● Afiliados en CREMIL ● Galería de Directores ● Símbolos Institucionales
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Saludos
CREMIL Caja de Retiro de las Fuerzas Militares
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CREMIL: 90 años de Servicio Justo y Oportuno “Ayer nos unieron las armas, el fusil y el tronar del cañón / Hoy nostalgias de lides y hazañas, y CREMIL nos brinda esa unión”. ¡Cuánto honor hay en velar por el bienestar de nuestros soldados y sus familias! Los valientes que ofrendaron su tranquilidad, su integridad, e incluso, sus vidas por la seguridad de los colombianos, tienen en CREMIL a un verdadero ángel guardián. Por eso, este verso del himno de nuestra muy querida Caja de Retiro de las Fuerzas Militares rinde justicia a una entidad ejemplar, innovadora y guiada por las mejores prácticas. Una demostración de lo que el trabajo dedicado, solidario y comprometido de nuestras Fuerzas es capaz de lograr.
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Juan Manuel Santos Presidente de la República
Al cumplir sus primeros 90 años de existencia, CREMIL, que tiene la vocación de futuro escrita en su ADN, se erige como una garantía institucional de la protección y el justo reconocimiento a la labor de los integrantes de nuestras Fuerzas. Son su esfuerzo, su tenacidad y el amor por los colores de nuestra bandera, la base sobre la cual estamos avanzando hacia la posibilidad de poner fin a más de medio siglo de confrontación en nuestro país.
La paz –que es la victoria de nuestras Fuerzas Armadas y la aspiración máxima del guerrero que ha combatido del lado de la ley y las instituciones– se construye también con la garantía de los derechos y la protección plena de nuestros soldados. Y ese es un compromiso que como Presidente de la República y como colombiano honraré hasta el último de mis días. Por eso, me llena de satisfacción ver a CREMIL más sólida que nunca. Y me siento tranquilo al ver una entidad con vocación de excelencia, compromiso y una gestión transparente en todo sentido.
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Reconocer, apoyar y fortalecer desde el Gobierno nacional la labor de CREMIL es también una de las mejores formas de apoyar el bienestar de nuestros oficiales, suboficiales, soldados profesionales e infantes de marina, así como de sus familias. Y por eso también me enorgullece haber contribuido a su mejora y consolidación como una entidad con plena capacidad para atender a más de 40 mil héroes de la patria. En febrero de 2008, siendo yo ministro de Defensa, pusimos en marcha un Plan para el Grupo Social y Empresarial de la Defensa, GSED, encaminado a mejorar la eficiencia y la transparencia en el uso de los recursos. Un año antes le habíamos dado el campanazo de partida a lo que llamamos el gran holding de la Defensa, al definir los lineamientos estratégicos para conformar –con las 18 entidades que hacen parte del GSED– un eficaz y exitoso grupo empresarial al servicio de la Fuerza Pública y del país. Todo esto se tradujo en un aumento de las utilidades netas y operacionales del GSED, algo que redundó en el bienestar de nuestros soldados de tierra, mar y aire, y –en últimas– en una mayor seguridad para todos los colombianos.
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Sea esta la oportunidad de rendir tributo a la memoria del General Fernando Tapias Stahelin –primer viceministro para el GSED–, a cuya visión y liderazgo debemos muchos de los avances en materia de seguridad que hoy nos permiten trabajar en la consolidación de una Colombia en paz, con equidad y mejor educada. Este libro es un merecido tributo a CREMIL, y es la memoria de un país que protege y honra a sus héroes. Sea esta también la ocasión de reconocer el compromiso indeclinable de todo el equipo que integra CREMIL, bajo el liderazgo de su director, el mayor general Edgar Ceballos Mendoza. Con todos los que, de una u otra forma, han estado vinculados a la Caja, sus empleados, colaboradores y antiguos directores, los colombianos tenemos una enorme deuda de gratitud y reconocimiento.
Tengo la plena seguridad de que la integridad, la transparencia y, por supuesto, el servicio justo y oportuno, impulsados por la modernización tecnológica que vienen aplicando, seguirán siendo el sello distintivo de esta Caja. Que esta publicación y los frutos de su buen trabajo sigan siendo el mejor testimonio de Servicio Justo y Oportuno.
Me da satisfacción ver a CREMIL más sólida que nunca. Y me siento tranquilo al ver una entidad con vocación de excelencia, compromiso y una gestión transparente en todo sentido.
CREMIL se ha planteado grandes desafíos a futuro, fiel a su espíritu innovador y de búsqueda continua de mejoramiento.
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Ministro de Defensa Nacional en los 90 años de CREMIL
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l bien más grande que ha atesorado la humanidad desde hace miles de años es el conocimiento. El saber que solo da la experiencia de aquellos que han hecho las cosas bien. Ese tesoro invaluable es propio de aquellos que han entregado su vida a una causa legítima y que hoy llena de honor a los hombres y mujeres que alguna vez hicieron parte activa de las Fuerzas Militares para garantizar la defensa, la seguridad y la soberanía de nuestra nación. La Caja de Retiro de las Fuerzas Militares es una institución que hace parte del Grupo Social y Empresarial de la Defensa, GSED, y que desde 1925 cuando fue creada por el Presidente de la República, el General Pedro Nel Ospina, viene trabajando por el bienestar de los militares retirados y sus familias. En 2015 CREMIL cumple 90 años reconociendo el esfuerzo y sacrificio de los hombres y mujeres en uso de buen retiro de las Fuerzas Militares, quienes forjaron con su entrega el futuro próspero de todos los colombianos. Gracias a esta institución, nuestros héroes hoy tienen asegurado el sustento y una asignación de retiro que les garantiza el paso a la reserva activa en forma digna, luego de haber entregado los mejores años de su vida a proteger la seguridad y el bienestar de todos los habitantes del país.
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Luis Carlos Villegas Echeverri Ministro de Defensa Nacional En este libro, además de historias ilustrativas sobre la vida de CREMIL, encontrarán en cada una de sus páginas la sabiduría de la experiencia de aquellos que han estado en el campo de batalla, haciéndoles frente a los enemigos de la paz y la prosperidad. Muchos de ellos combatieron sin dilación a los grupos armados ilegales y a todos aquellos que no quieren ver a Colombia grande, respetada y libre. Cada uno de los héroes de tierra, mar y aire que hoy pertenecen a la reserva activa de las Fuerzas Militares hacen parte invaluable de la memoria histórica de los colombianos, porque nunca debemos olvidar que ellos construyeron con su esfuerzo un futuro lleno de progreso, que hoy vemos encaminado hacia la paz.
los ideales de libertad y orden propios de nuestra nación. Ustedes recorrieron un camino heroico portando las armas legítimas de la patria y deben ser reconocidos como los forjadores del país en paz que todos anhelamos. Igualmente, en este nonagésimo aniversario felicito y hago un reconocimiento especial al Director y a todos los funcionarios de la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares, porque sabemos que siempre contaremos con su sabiduría, experiencia y valiosos aportes para cuidar con firmeza el patrimonio de los retirados y sus familias y garantizarles la tranquilidad requerida cuando pasan a disfrutar de esta nueva etapa de la vida en la reserva activa.
Como Ministro de Defensa Nacional, agradezco a ustedes cada uno de los días de servicio y sacrificio que entregaron a los colombianos, cada uno de sus actos son invaluables porque defendieron con orgullo
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Noventa años de activa y leal compañía
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ste año la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares celebra jubilosamente su nonagésimo aniversario, y digo con júbilo, porque eso significa que durante todo este tiempo CREMIL ha cumplido a cabalidad su compromiso, sobrepasando todas las dificultades y adaptándose a los requerimientos de los tiempos, siempre guiada por su objetivo primordial: un servicio justo y oportuno a todos sus afiliados y beneficiarios. Cuando hablamos de casi un siglo de existencia, de inmediato nos remitimos a un sinnúmero de situaciones que han marcado la vida y la historia de todos los que hacemos parte de la familia de CREMIL. Recorremos la galería de quienes a lo largo de estos años han hecho parte de la Caja y a todos aquellos que han tenido bajo su direccion a la entidad, cuyos aportes resultan evidentes. Ellos han sido de vital importancia para ubicarla como la entidad ejemplar que es hoy.
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Mayor General (RA) Edgar Ceballos Mendoza Director Caja de Retiro de las Fuerzas Militares
Por eso, con la elaboración de este libro nos proponemos celebrar y dar testimonio del papel y la trayectoria de la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares hasta hoy. Hemos querido mostrarles a los oficiales, suboficiales, soldados profesionales, infantes de marina, afiliados y beneficiarios, lo que en conjunto alcanzamos gracias al trabajo dedicado y perseverante. ¿Qué significa cumplir noventa años? Es una verdadera proeza, es poseer visión de futuro, es responder a los nuevos desafíos para corresponder a la responsabilidad y la satisfacción de acompañar en su retiro a todos y cada uno de los soldados de tierra, mar y aire de Colombia. Así mismo, es una manera de manifestarles nuestra más sincera admiración y por ello trabajamos día a día en pro de su bienestar. A estos valientes que lucharon y entregaron sus vidas por nosotros, que se enfrentaron en duelos formidables entre la vida y la
muerte, aquellos hombres de sobrado coraje que se fortalecían con la derrota y crecían en la adversidad, la Caja ha tenido el honor de recibirlos, acogerlos, respetarlos, cuidarlos y trabajar exclusivamente para ellos y sus familias. Qué otra historia podemos contar, cuando tenemos en nuestro haber a más de 46.920 hombres y mujeres de coraza a los cuales CREMIL entiende como su más valioso bien; algunos de ellos sobrepasan la centuria de vida, leal y responsablemente la Caja les sigue rindiendo homenaje y cumpliendo sus compromisos económicos. Y a pesar de que nuestra misión no ha sido nada fácil, la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares ha logrado mantener la legitimidad y la transparencia como una entidad cuyo propósito es fortalecerse y crecer cada vez más, tanto en lo económico como en los valores de respeto, ética y honestidad.
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Estar en la Dirección de una entidad como CREMIL, cuya responsabilidad me compromete profesional y afectivamente, es un orgullo y a la vez un constante desafío, no solo porque el grupo de profesionales y técnicos que conforman el equipo son personas capaces de ofrecer una óptima prestación de servicios sino porque su vocación y compromiso para constituir la Caja en el apoyo de los que pasan a buen uso del retiro es incondicional.
CREMIL Caja de Retiro de las Fuerzas Militares
Deseo que sepan que hoy y mañana, igual que desde un principio, seguiremos trabajando con el mayor ahínco para cumplir nuestros objetivos.
Continuaremos proyectándonos como una entidad respetuosa, profesional y moderna; aquellos patriotas que nos legaron un país soberano, al igual que en el pasado, actualmente esperan el apoyo leal de su Caja. Su compromiso, profesionalismo y entereza en los campos de batalla o fuera de ellos dio como resultado una victoria legítima, que CREMIL se complace en reconocer y cuidar celosamente. Como Director extiendo mi saludo a los exdirectores, así como a todos los que han aportado al desarrollo y crecimiento de la
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entidad, tanto a los que trabajamos como a quienes se benefician de esta. En su aniversario número noventa tengo el gusto de comunicarles a los afiliados que siempre estamos avanzando, que no cejaremos en nuestro esfuerzo por contribuir a proporcionarles la vida digna que merecen y que seguiremos buscando soluciones a las diferentes situaciones, donde se destaca la problemática salarial y el crecimiento del patrimonio, con la ejecución de los proyectos estratégicos, como El Pedregal, el Hotel Tequendama y el Centro Internacional Tequendama. Agradezco a las autoridades civiles y militares y a todos los que escribieron para este libro. Sus textos, su reconocimiento y sus testimonios son un aporte valioso para CREMIL en sus 90 años de historia. Así las cosas, esperamos de todo corazón que este libro pueda servir de consulta, documento y memoria, no solo para los afiliados y sus familias sino para que la sociedad conozca y aquilate el valor que representa la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares para los héroes de la patria, que ahora gozan de un merecido reposo del guerrero.
A pesar de que nuestra misión no ha sido nada fácil, la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares ha logrado mantener la legitimidad y la transparencia como una entidad cuyo propósito es fortalecerse y crecer cada vez más, tanto en lo económico como en los valores de respeto, ética y honestidad.
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Caja de Retiro de las Fuerzas Militares con motivo de su nonagésimo aniversario
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oventa años de existencia cumple el 17 de noviembre del 2015 la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares. Este aniversario se conmemora, entre otras actividades, con la publicación del presente libro, que describe y recuerda la historia y la evolución de una institución que ha dedicado su existencia a servir a hombres y mujeres que consagraron su vida profesional a garantizar la soberanía, la integridad y la independencia de nuestra querida patria. Entonces, qué mejor medio que estas páginas para presentarles a los oficiales, suboficiales, soldados profesionales e infantes de marina que conforman la reserva activa de las Fuerzas Militares, que constituye la razón de ser de CREMIL, un emotivo saludo de agradecimiento y reconocimiento por todo lo que hicieron, en su momento, por sus actuaciones y realizaciones, que a la larga se tradujeron en logros y éxitos invaluables para el país. Este saludo de gratitud y admiración a quienes nos antecedieron en las filas de las Fuerzas Armadas está motivado por los significativos legados que nos dejaron y nos han servido de guía y soporte para cumplir en la mejor forma posible nuestras obligaciones militares y superar las exigencias de la situación reinante.
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General Juan Pablo Rodríguez Barragán Comandante General de las Fuerzas Militares
Este reconocimiento se extiende, por supuesto, a las directivas de la Caja en las distintas épocas de la entidad y a todas aquellas personas que en una u otra forma han prestado con eficiencia sus servicios en CREMIL, cuya misión principal es el pago oportuno de las asignaciones de retiro y de las sustituciones pensionales a quienes obtienen este derecho. El hecho que una persona, en este caso un miembro de la reserva activa, pueda contar con el aval y con la seguridad que sus derechos adquiridos en cuanto a previsión social -asignación de retiro- serán sagradamente respetados de acuerdo con las normas establecidas al respecto, constituye un significativo beneficio que se refleja en tranquilidad familiar, circunstancia que contribuye a que el militar retirado pueda llevar una vida apacible para compensar en parte los enormes sacrificios y desasosiegos que le demandó el servicio activo.
En esta forma, la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares, al cumplir su misión a cabalidad, colabora directamente con el Ministerio de Defensa en la expedición, la formulación y el desarrollo de las políticas y los planes generales que en materia de seguridad social emite el Gobierno Nacional para el personal de las Fuerzas Militares, oficiales, suboficiales, soldados profesionales e infantes de marina en uso de buen retiro, que pasan a afiliarse a CREMIL. Vale recordar, asimismo, que la Caja adelanta campañas y programas de bienestar social en favor de sus afiliados y de sus propios servidores, siendo esta otra de sus realizaciones de carácter humanitario. Para mí, como Comandante General de las Fuerzas Militares, es muy grato llevar la vocería de todos sus integrantes y, aprovechando estas líneas del libro publicado con ocasión de los 90 años de la Caja de Retiro, destacar la labor que viene cumpliendo
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al frente de esta entidad el Mayor General (RA) Edgar Ceballos Mendoza, su actual Director, así como todos y cada uno de sus funcionarios. En efecto, en los últimos tiempos se ha diseñado un plan que permite aumentar los niveles de atención y satisfacción de los usuarios de la Caja al enfocar los esfuerzos de la organización en puntos estratégicos como el Centro Integral de Servicio al Usuario; al agilizar los trámites electrónicos y servicios en línea enmarcados dentro de los programas de atención al ciudadano y al promulgarlos a través de la estrategia de Gobierno en Línea, GEL, además del fortalecimiento de las comunicaciones con los afiliados.
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Y, en cumplimiento del Estatuto Anticorrupción, se implementó el Sistema para la Gestión de Solicitudes, Quejas, Reclamos, SQR, orientado a que los afiliados y los ciudadanos en general hagan conocer las falencias en la prestación de los servicios o las deficiencias en la atención por parte de algún funcionario. También se brinda el servicio de asesoría jurídica y se disminuyó el término de expedición de las diferentes certificaciones. Todos estos aspectos han hecho de la Caja de Retiro de la Fuerzas Militares una entidad muy respetada y apreciada por sus usuarios. Estamos seguros de que seguirá en la misma tónica.
La Caja de Retiro de las Fuerzas Militares, al cumplir su misión a cabalidad, colabora directamente con el Ministerio de Defensa en la expedición, la formulación y el desarrollo de las políticas y los planes generales que en materia de seguridad social emite el Gobierno Nacional
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Comandante del Ejército Nacional a la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares
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n mi condición de Comandante del Ejército Nacional y en nombre de quienes integran nuestra admirada Fuerza, presento al Mayor General (RA) Edgar Ceballos Mendoza, Director de la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares, a los integrantes del Consejo Directivo y funcionarios de esta organización, una cordial felicitación con motivo de cumplirse el nonagésimo aniversario de la fundación de esta importantísima institución, que tan relevantes servicios ha prestado a las Fuerzas Militares y a nuestro país. Desde el 17 de noviembre de 1925, cuando fue instituida la Caja de Retiro mediante la Ley 75, promulgada por el Presidente de la República de la época, General Pedro Nel Ospina, su extraordinaria tarea ha sido direccionada a la administración, caracterizada por su pulcritud y eficiencia, en el manejo de los recursos destinados a la cancelación de los haberes de los oficiales, suboficiales, soldados profesionales e infantes de marina, quienes en su momento se entregaron con devoción al servicio patriótico del país y que hoy con justa causa gozan de una asignación de retiro.
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Apreciamos y valoramos en toda su dimensión la tarea que cumple esta institución. Sabemos que allí hay un selecto grupo de colombianos muy profesionales en diferentes campos del saber, quienes con el acompañamiento de oficiales y suboficiales de la reserva activa, caracterizados por su espíritu de servicio, han posicionado a esta entidad, por su diligencia y eficiencia, en el contexto de las entidades adscritas al Ministerio de Defensa Nacional, como una institución vigorosa, dinámica y eficaz, frente a la política de seguridad social de las Fuerzas Militares de Colombia.
Mayor General Alberto José Mejía Ferrero Comandante del Ejército Nacional Su compromiso se ha visto reflejado en la extraordinaria gestión, en los excelentes servicios que ofrece y en el fortalecimiento de los procesos administrativos y financieros de la entidad, que permiten que todos los afiliados y sus familias, disfruten de bienes y valores de la más alta calidad, bajo estándares de rentabilidad y estabilidad económica que le brindan solidez y confianza a la organización.
oficiales, soldados profesionales e infantes de marina, quienes con sacrificio y generoso espíritu de servicio ayer defendieron la inviolabilidad de los más altos intereses de la patria. Aquí también están fundados los intereses y la esperanza de quienes en el presente hacemos parte de las formaciones castrenses y mañana, en la reserva activa, recibiremos el beneficio de esa brillante obra erigida con acuciosos esfuerzos.
Igualmente, es destacable y digno de exaltar las notables transformaciones alcanzadas a través de la implementación de un sistema de gestión bajo los estándares de calidad internacional y las normas técnicas de gestión pública; como también, los avances tecnológicos logrados que la han posicionado como una organización de excelencia, proyectada para afrontar sólidamente los retos y las necesidades del futuro.
Como Comandante del Ejército Nacional, reúno el sentir de los hombres y mujeres que lo integran para reiterar a su Director, a los oficiales, suboficiales y servidores públicos de la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares, mi reconocimiento por la destacada labor, anhelando que su futuro continúe seguro por la senda de la prosperidad en provecho de la reserva activa de las gloriosas Fuerzas Militares de Colombia, las instituciones soberanas que tiene la nación para avanzar segura y tranquila por amplios caminos de paz con prosperidad.
Hoy, las Fuerzas Militares de Colombia la muestran con orgullo y alegría como una entidad dinámica y pulcra, que custodia celosamente los intereses de los oficiales, sub-
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CREMIL, la garantía de llevar una vida honorable y digna
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esde las épocas del antiguo imperio romano, soldados y marineros recibían la propiedad de terrenos aptos para la actividad agropecuaria como una manera de asegurar su subsistencia, una vez terminados sus años de servicio. Similares condiciones se extendieron en otros pueblos de la antigüedad como Cartago y Siria. Incluso, en los ejércitos de los denominados pueblos bárbaros, íberos, galos y celtas, se extendieron beneficios a los combatientes en uso de buen retiro. En tiempos más recientes, los militares españoles que acompañaron la campaña de la conquista de América, fueron compensados con la titulación de tierras y material en especie. Es así como a lo largo de la historia, todos los pueblos han reconocido los años de vida que sus guerreros dedican para preservar el orden en la sociedad, por lo cual siempre han recibido una compensación, que en sus años de retiro sirve de garantía para llevar una vida honorable y digna.
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Vicealmirante Leonardo Santamaría Gaitán Comandante de la Armada Nacional
En tiempos de la administración moderna las condiciones han cambiado, pero las necesidades de seguridad y compensación, más allá de los años de trabajo, continúan siendo las mismas. Las otrora recompensas en tierras, ganado y esclavos han sido sustituidas por la asignación de retiro por CREMIL, intachable institución que ha permitido que los miembros de las Fuerzas Militares de Colombia puedan recibir sin angustias su respectiva compensación durante el merecido descanso del retiro, sabiendo que ella vela por su seguridad y su sustento. Noventa años han transcurrido desde cuando, mediante la Ley 75 de 1925, se creó la “Comisión de Sueldos de Retiro”, entidad desde su origen encargada de cubrir las pensiones de los oficiales del Ejército y que bajo la dirección del General José María Forero se constituyó en la base de lo que hoy es la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares, abarcando las tres Fuerzas, Ejército, Ar-
mada y Fuerza Aérea, para lograr un cubrimiento universal de oficiales, suboficiales, soldados profesionales e infantes de marina y haciéndose cargo de atender el pago de los sueldos de retiro. Esta entidad, que se nutre de los aportes que sobre nuestros salarios hacemos todos los oficiales, suboficiales activos, soldados profesionales e infantes de marina, tiene la difícil pero muy importante labor de administrar e invertir estos recursos en actividades, que además de ser valiosas para el desarrollo económico, redunden en una rentabilidad que les permita mantener su capacidad para atender no sólo a sus directos beneficiarios sino también a sus familias; dando así garantía a todos los integrantes de la gran familia de nuestras Fuerzas Militares de contar con un futuro digno para ellos y sus seres queridos, más allá de sus años de servicio y aún después de fallecer, hacia el beneficiario directo.
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De esta manera, el manejo prudente y acertado de los recursos es la base de la confianza que depositamos los militares en nuestra Caja de Retiro. No es una labor fácil, implica destreza financiera, visión de inversionista, pulcritud en la rendición de cuentas, orden administrativo, equidad y prontitud con sus afiliados. Durante estos noventa años, siempre un oficial de la reserva activa ha liderado estos manejos, con la disciplina de su formación militar, con el compromiso de estar trabajando por su propia gente y con la responsabilidad de responder por el adecuado sustento de miles de compañeros y de sus familias. Para nosotros, la Caja de Retiro representa un lazo que nos une más allá de nuestros años de trabajo, una extensión de esa gran familia militar y un espacio de reencuentro de colegas, donde se comparten historias de
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los años de dedicación a las actividades que han permitido velar por la soberanía de la patria y la paz de nuestros conciudadanos. La oportunidad y eficiencia de nuestra Caja de Retiro en la prestación de sus servicios, son una garantía que a todos nos tranquiliza. La amabilidad de sus funcionarios que nos acogen cuando más los necesitamos, hace de ella una entidad de lujo de la cual nos enorgullecemos, pero que también requiere del máximo apoyo para verla fructificar, por mantenerla incólume del vaivén de las situaciones externas e internas y porque siempre brille en ella la claridad en sus acciones. A su actual Director, el Mayor General (RA) Edgar Ceballos Mendoza, es menester manifestarle nuestro reconocimiento por su labor. Por ello y por lo que representa la Caja de Retiro para todos los militares, debemos rodearlo para brindarle nuestro apoyo y fa-
cilitar el desempeño de esta institución, que por noventa años ha superado múltiples dificultades, ha enfrentado distintos sucesos de nuestra nación y ha sabido adaptarse a los tiempos, las legislaciones y los nuevos escenarios. Finalmente, quiero aprovechar esta ocasión para referirme a todos los hombres y mujeres que, luego de toda una vida de dedicación constante al servicio de la patria, se encuentran hoy formando parte de nuestra reserva activa como oficiales, suboficiales y soldados e infantes de marina profesionales en uso de buen retiro. Las actuales capacidades y logros de las Fuerzas Militares son el fruto de sus desvelos y esfuerzos. Lo que hoy somos es el resultado de lo que ustedes aportaron a nuestras instituciones y a la positiva imagen que ahora gozamos entre todos los colombianos. Ustedes forjaron el presente y trabajaron por nuestro futuro, fueron nuestros maestros, educadores y predecesores. Ahora, culminadas ya sus labores, les corresponde el sosiego de disfrutar por la misión cumplida y de entregar a sus familias todas esas horas que la intensidad de sus obligaciones al servicio del país les restaron.
La oportunidad y eficiencia de nuestra Caja de Retiro en la prestación de sus servicios, son una garantía que a todos nos tranquiliza.
La Caja de Retiro de las Fuerzas Militares, con su loable labor, cumple con el deber de recompensar tantos sacrificios, dedicación y compromiso a quienes heroicamente dedicaron los mejores años de su vida al servicio de la patria, pero más allá de esta compensación les debemos nuestra admiración, respeto, reconocimiento y agradecimiento, los cuales dejamos plasmados en estas letras, desde lo más profundo de nuestro espíritu militar.
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CREMIL, la certeza de contar con un futuro
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n el 2015, se conmemora el nonagésimo aniversario de la creación de la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares y esta extraordinaria celebración se constituye en una invaluable oportunidad que nos permite, no solo presentar un sincero y emotivo saludo de felicitación a todas sus directivas y funcionarios, en cabeza del Mayor General (RA) Edgar Ceballos Mendoza, sino además y especialmente, rendir un tributo de reconocimiento y exaltación a nueve décadas de honrosa historia, a lo largo de las cuales esta noble y valiosa entidad ha sabido servir cabal e integralmente a oficiales, suboficiales, soldados profesionales e infantes de marina, quienes tras su retiro y al pasar a integrar la reserva activa de las Fuerzas Militares han contado con el acompañamiento y apoyo de CREMIL al momento de gestionar las asignaciones de retiro o de sustitución pensional a que tengan derecho. De esta forma, la tarea original que le fue confiada desde aquel lejano 1925 cuando el Presidente de la República Pedro Nel Ospina la institucionalizó, ha sido cumplida y de una forma tan efectiva que la Caja es actualmente reconocida como una de las empresas más sobresalientes y eficientes por sus logros y resultados entre todas aquellas que conforman el Grupo Social y Empresarial de la Defensa, GSED. Pero más allá de eso, de los simples indicadores y de las frías cifras y estadísticas, la labor social y empresarial cumplida por esta entidad es invaluable y no ha sido ni será suficientemente reconocida y enaltecida.
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Basta simplemente con considerar que esta es la directa encargada de arrebatar de las garras de la orfandad, la ingratitud y el abandono, a ese grupo excepcional de mujeres y hombres, héroes y patriotas que destinaron gran parte de su vida, a servir a Colombia desde cada una de las Fuerzas Militares y que en pos de honrar ese caro propósito muchos de ellos entregaron con generosidad sublime y como sacrificio supremo, no solo su juventud sino también el vigor de su salud, la funcionalidad e integralidad de su compromiso, con la misión y visión de las Fuerzas hasta pasar a la reserva activa.
Mayor General del Aire Carlos Eduardo Bueno Vargas Comandante Fuerza Aérea Colombiana A partir de estas perspectivas podemos darnos cuenta de hasta dónde trasciende la labor cumplida por CREMIL, pues indudablemente, los efectos y repercusiones de su labor van mucho más allá de la simple administración de un fondo de asignaciones de retiro o pensionales, para ubicarse en un ente forjador y determinante del futuro de quienes integran la reserva activa y de sus familias.
vorablemente por ICONTEC haciéndola merecedora de ser recertificada en Gestión de Calidad, normas ambientales y de salud ocupacional, vemos que estos indicadores se proyectan hasta llegar a señalarla en la actualidad como una de las entidades del Estado más transparentes en su gestión, nos encontraremos entonces ante una entidad que se constituye en modelo y ejemplo.
Así las cosas, si consideramos la nonagenaria historia de la Caja que señala como una inquebrantable tradición, que esta ha sido administrada con eficiencia, e incluimos la premisa constante del progreso y la evolución que ha alentado su permanente avance, y verificamos su propósito de siempre buscar optimizar la calidad de vida de sus beneficiarios y de sus familias mediante la renovación, ampliación y mejoramiento de los servicios que ofrece, y verificamos que todo esto ha sido evaluado y valorado fa-
Entonces, basta decir que sin duda alguna la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares nos brinda a todos los integrantes del Ejército, de la Armada Nacional y de la Fuerza Aérea Colombiana la plena certeza de que contamos con un valioso aliado que asegurará nuestro futuro y el de nuestras familias, y garantizará las condiciones para nuestro porvenir, y como bien lo dijera el escritor francés Anatole France: “El porvenir es un lugar cómodo para colocar los sueños”.
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La evolución del Consejo Directivo en CREMIL Ingeniera Industrial Sonia Carolina Mejía Narváez Jefe Oficina Asesora de Planeación
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esde su creación en 1925, mediante la Ley 75, se estableció que para el manejo de la Caja se constituiría una comisión de cinco miembros, compuesta por el Ministro de Guerra, quien sería su presidente; el Comandante de la División que estuviera de Guarnición en la capital de la República; el Intendente del Ejército; el Jefe de Servicio de Sueldos de Retiro, y un oficial superior de la guarnición de Bogotá, elegido por la mayoría de los oficiales de la misma guarnición. La misión militar extranjera que hubiere en el país o uno de sus miembros, quien tendría voz en las deliberaciones de la Junta, cuando esta lo solicitara.
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Integrantes del Consejo Directivo
GR. (RA) José Javier Pérez Mejía
Doctor Óscar Januario Bocanegra Ramírez
Doctor Gabriel Cifuentes Ghidini
MG. Félix Iván Muñoz Salcedo
VAL. Germán González Reyes
CR. Raúl Eugenio Ortíz Pulido
Viceministro del GSED
Delegado del Ministerio de Hacienda y Crédito Público
Delegado del Comando General FF. MM.
Delegado del Comando de la Armada
BG. Jorge León González Parra
CR. (RA) Carlos Rondón Martín
Delegado del Comando FAC
Representante de los Oficiales en Retiro
Delegado del Departamento Nacional de Planeación
Delegado del Comando del Ejército
JTC. (RA) Luis Alberto Lara Romero Representante de los Suboficiales en Retiro
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Posteriormente, el Decreto 2002 de 1984 estableció que la Junta Directiva de la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares estaría dirigida, administrada y orientada por la Junta Directiva, el Director General y se integraría por los siguientes miembros: a) El Ministro de Defensa Nacional, quien la preside, o su delegado. b) El Comandante General de las Fuerzas Militares. c) El Comandante del Ejército. d) El Comandante de la Armada. e) El Comandante de la Fuerza Aérea. f) Un oficial general o de insignia o un oficial superior en goce de asignación de retiro o su suplente. g) Un suboficial de grado de sargento mayor o sargento primero o sus equivalentes en la Armada y en la Fuerza Aérea, en goce de asignación de retiro, o su suplente. En 1992, con el Decreto 2162 se reestructuró el Ministerio de Defensa Nacional y otras entidades adscritas o vinculadas al mismo, en su artículo 24 modifica la integración de la Junta Directiva de la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares, incorporando un delegado del Ministerio de Hacienda y Crédito Público y al Director del Departamento Nacional de Planeación o su delegado, quedando integrado por nueve miembros. Con la Ley 489 de 1998, por la cual se dictan normas sobre la organización y funcionamiento de las entidades del orden nacional, en su artículo 72 establece que la dirección y administración de los establecimientos públicos, naturaleza jurídica de CREMIL, estará a cargo de un Consejo Directivo y de un Director, Gerente o Presidente. Hoy, luego de 90 años de historia y decisiones que han posicionado a CREMIL y como consecuencia de la petición que realizó Colombia para ingresar a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, OCDE, se estudia la conveniencia de tramitar ante el Gobierno Nacional una nueva modificación de la composición del
Consejo Directivo. Dentro de las directrices de buen gobierno corporativo de este organismo internacional, se establece la importancia de que las juntas directivas adopten buenas prácticas de gobierno para apoyar activamente en el desarrollo de las entidades como empresas sustentables, a través de la supervisión del avance de la estrategia para lograr sus objetivos y el monitoreo de su progreso, con principios de independencia, objetividad y transparencia, el fortalecimiento del control interno y lo más importante, protegiendo equitativamente a todos los grupos de interés. Dentro de la propuesta de recomposición del Consejo que se está analizando, se explora la posibilidad de incluir un miembro representante de los soldados profesionales e infantes de marina y un miembro independiente que aporte todos sus conocimientos y experiencias, el cual sería designado de acuerdo con el perfil requerido que defina el Consejo Directivo. Es importante manifestar, que en dado caso que el Consejo Directivo y el Gobierno Nacional aprueben la conveniencia de modificar la composición del Consejo Directivo, se hará necesario reglamentar nuevamente el proceso de elección de los representantes de los oficiales, suboficiales, soldados profesionales e infantes de marina y se tendrán que definir claramente los requisitos mínimos para el miembro independiente.
La dirección y administración de los establecimientos públicos, naturaleza jurídica de CREMIL, estará a cargo de un Consejo Directivo y de un Director, Gerente o Presidente.
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Gesti贸n y Desarrollo
CREMIL Caja de Retiro de las Fuerzas Militares
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Los proyectos de CREMIL
Un modelo para mostrarle al país que el Estado puede ser productivo
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L General del Aire (RA) José Javier Pérez Mejía, Viceministro del Grupo Social Empresarial del Sector Defensa y Bienestar, pasó de ser un combativo piloto militar a manejar una de las empresas más grandes del país, el GSED. Nació en Bogotá y en 1976 se graduó en la Escuela Militar de Aviación Marco Fidel Suárez como piloto militar. Es Economista, Administrador Aeronáutico, tiene estudios de Alta Dirección Empresarial y un posgrado en Seguridad Nacional en el Naval Postgraduate School en Monterey, California. Es un general con más de 10 mil horas de vuelo en aeronaves Hércules, Boeing, Fokker y Casa 212, quien durante su carrera como oficial activo se desempeñó como Subdirector General de la Aeronáutica Civil, Director de Operaciones Aéreas de la Fuerza Aérea Colombiana, Jefe de Operaciones Aéreas de la FAC, Director de la Escuela Militar de Aviación, Presidente de Satena, Adjunto Aéreo de la Embajada de Colombia en Estados Unidos, Segundo Comandante y Jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea Colombiana y Jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Militares. Desde hace dos años es el Viceministro del Grupo Social Empresarial del Sector Defensa, GSED.
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CREMIL, una entidad que se moderniza todos los días Para el Viceministro, la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares es una de las 19 entidades que hacen parte del GSED y aporta significativamente al desarrollo económico y social del país, gracias al buen manejo en los servicios generados en el pago de la asignación de retiro de los militares de la reserva activa. “Es una entidad muy importante para el Sector Defensa. Durante sus 90 años ha cumplido el objeto para el cual
fue creada, y en este momento es una entidad que por el volumen de recursos que maneja anualmente, podría decirse, que es la segunda entidad en recursos después de la Caja de Sueldos de Retiro de la Policía Nacional, que es más grande en tamaño, en usuarios y por lo tanto en el presupuesto que tiene”. En tal sentido, agrega el Viceministro “la Caja para nosotros, no solo por el manejo de recursos sino por el impacto y la misión que cumple con más de 46.920 afiliados que tiene, juega un papel importantísimo en el GSED. Adicionalmente, porque tiene unos
General del Aire (RA) José Javier Pérez Mejía, Viceministro del Grupo Social Empresarial del Sector Defensa y Bienestar.
bienes inmuebles de gran valor, no solo económico sino por lo que significan para la ciudad. Se vieron reflejados, por ejemplo, en el proyecto El Pedregal que acabamos de iniciar después de la firma del contrato con la empresa que va a construir el proyecto en la calle 100 con carrera séptima; tenemos unos bienes representativos en el Centro Internacional, que se han convertido en patrimonio arquitectónico de Bogotá. Queremos que CREMIL siga cumpliendo su papel y modernizándose como hasta ahora lo ha hecho”.
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Considera que la mayor fortaleza de la Caja es que ha mantenido su visión y se ha transformado permanentemente en estos 90 años de servicio a los retirados de las Fuerzas Militares. “Hoy se tiene el uso de la tecnología de última generación, cualquier afiliado desde un celular, una tableta o un computador puede acceder en pocos segundos a un portafolio de información muy amplio; mensualmente les llega a los beneficiarios los extractos de sus cuentas, pueden hacer consultas por internet, bajar toda la información, todos los certificados;
es decir, es una entidad que no ha perdido el foco y se ha modernizado constantemente”. Con respecto a la forma como el GSED ha respaldado a CREMIL, el Viceministro considera que le ha aportado significativamente. La ha acompañado en los procesos de transformación, en los proyectos de tecnología, en los métodos contables y financieros, es decir, en su innovación; especialmente, la ha acompañado en el proceso del Pedregal. “Ahí fuimos de la mano con la Caja para analizar la propuesta que hizo la empresa constructora. Todo esto ha sido a través de la unión que hay entre CREMIL y GSED”.
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En cuanto a la proyección de la Caja en los próximos años, considera que la tecnología tiene que ser la bandera de esta, debido a que hay todavía mucho por mejorar en asuntos internos. “CREMIL contrató con la Corporación de Ciencia y Tecnología, otra entidad de GSED, para modernizar y actualizar todo el software que le permita desarrollar más programas y proyectos. Yo creo que cuando cumpla los 100 años vamos a tener una entidad con tecnología en todos sus procesos y con procedimientos altamente eficientes en tiempo real para que cada uno de los beneficiarios y usuarios de la Caja puedan contar con la información de primera mano”.
En la proyección de la Caja en los próximos años, la tecnología tiene que ser la bandera.
Reconoce que la Caja ha evolucionado con los cambios tecnológicos que se han efectuado. Todavía falta mucho por hacer en este campo, pero hay avances, tales como la depuración del sistema de usuarios y beneficiarios, porque algunos no tenían derecho para estar allí. Eso ha significado unos ahorros muy importantes para la Caja. Todo esto se ha logrado gracias a la dirección del General Ceballos y al compromiso del talento humano. “Sin lugar a dudas, su liderazgo ha permitido estos cambios, porque si no se tiene un gerente como él, les garantizo que el proyecto del Pedregal no hubiera salido; si no contamos con su capacidad, difícilmente sacamos la renovación del Centro Internacional y tomamos decisiones relacionadas con el Hotel Tequendama. Detrás de él hay un equipo muy profesional, como el Subdirector Administrativo, Coronel (RA) Carlos Ramiro Rincón Joya, quien ha cumplido un papel importantísimo”.
al ciento por ciento. “Nosotros ya empezamos a recibir renta, nos ha ido bien y no hemos invertido capital, todos los años se nos va a incrementar el ingreso; la propiedad sigue siendo de la Caja, nunca la ha perdido ni la va a perder, ahora está compartiendo el arrendamiento porque ellos han puesto la plata para la remodelación”.
El Centro Internacional, patrimonio arquitectónico de la ciudad Con respecto al Centro Internacional y el Hotel Tequendama, asegura que este es un patrimonio nacional. “El reto grande en los próximos dos años es tomar decisiones sobre qué vamos a hacer y por eso se contrató una consultoría internacional para que nos ayude a clarificar las decisiones que debemos tomar con estas propiedades invaluables; el hotel tiene 60 años de construido y sigue siendo un ícono de Bogotá. También, con el Ministerio de Cultura hemos hecho contactos para pensar qué hacer para aprovechar aún más este lugar que tiene un reconocimiento internacional”. El Hotel Tequendama debe continuar en su proceso de modernización, ampliando su portafolio de servicios y centros de negocios para responder a los desafíos del futuro en una zona estratégica, que forma parte del Plan Zonal de Bogotá, el cual busca transformar el centro de la ciudad. Para
El mejor ejemplo de un proceso administrativo coordinado se dio con las torres del Hilton. Estas son propiedad de la Caja de Sueldos de Retiro de la Policía (CASUR); duraron 20 años cerradas y nunca tuvieron el dinero para recuperarlas, vinieron los privados y las tomaron en arriendo por 30 años. Estas se pusieron a funcionar y el beneficio es para los afiliados; hoy están arrendadas
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eso se tiene que preparar, no obstante, el hotel se ha mantenido muy bien en estructura, habitaciones, salones, áreas comunes y demás. “El reto más grande para CREMIL es tomar la decisión, de qué va a hacer con el Centro Internacional, el edificio Bachué, el Bochica, las Residencias Tequendama, los locales comerciales. Estos son edificios que necesitan un reforzamiento estructural y renovarse, pero eso vale mucho dinero. Por tal razón, creemos que la vía es a través de una asociación público – privada. Hay empresarios interesados en el tema, en días pasados entramos en contacto con una banca de inversión norteamericana que quiere invertir en el proyecto”. Lo único cierto es que hay que hacer una gran inversión para recuperar la zona y apenas se logre el primer beneficiado es el Hotel Tequendama y, obviamente CREMIL, que incrementa el valor de los bienes inmuebles que tiene en este sector de la ciudad. “Hay que hacer una gran inversión y nosotros solos no podemos, porque CREMIL, el GSED y tampoco el Ministerio de Defensa tienen el dinero, por eso se deben hacer alianzas con compañías privadas”.
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El Pedregal transformará el norte de Bogotá Otro de los proyectos angulares en los que están trabajando conjuntamente CREMIL y el GSED es El Pedregal, una obra gigantesca que modernizará una zona transcendental del norte de la ciudad, el cruce de la calle 100 con carrera séptima. “Ese plan de renovación urbana representa una gran trasformación para Bogotá. Le va a ceder beneficios a la capital del país, porque se va a hacer un cruce deprimido en la 100 con séptima, una estación de Transmilenio, va a tener ciclo ruta y una generosidad de plazoletas y espacios ambientales para el público”. El proyecto va a contar con edificios modernos, un centro comercial de primer nivel con disposición de parqueaderos, es decir, será una obra de última tecnología, una construcción verde con economía de energía, de agua y generosa con el medio ambiente. “Con este, CREMIL recupera un bien que tenía improductivo, porque lo que estaba recibiendo la Caja era poco para el valor del bien inmueble; con este proyecto pasa de recibir unas pocas monedas men-
suales a unos ingresos significativos, que van a incrementar notablemente el patrimonio de la Caja. Va a ser una obra modelo para mostrarle al país que los bienes del Estado pueden ser altamente productivos si se hacen proyectos concretos, como el que se hizo con la empresa Aldea Proyectos S.A.”. Finalmente, el Viceministro considera que este es el más importante mensaje de eficiencia para el país, porque unos bienes improductivos que estaban perdiendo valor se convierten en un ingreso notable a través de un proyecto juicioso que le aporta a la ciudad y al medio ambiente. “Con esto se incrementan significativamente los ingresos para el Estado, porque pasamos de
recibir 180 millones anuales de ingreso por arrendamientos a 1.250 millones de pesos mensuales, aproximadamente, sin invertir recursos del Estado; eso es un ejemplo para el país, es un proyecto modelo que se puede tomar para que esos bienes se vuelvan productivos, a través de los privados, pues el Estado no tiene el músculo para recuperarlos, CREMIL jamás hubiera contado con el presupuesto para llevar a cabo El Pedregal, pero gracias al ímpetu, la iniciativa y la organización para desarrollar el proyecto, se logró materializar impecablemente cada una de las intenciones que se formularon tiempo atrás, cuando acertivamente adquirieron los terrenos".
Las funciones del GSED Entre las funciones del GSED están las de proponer la política de orientación de las entidades adscritas y vinculadas al Ministerio de Defensa Nacional y generar los mecanismos de coordinación entre ellas y el sector central, dirigir la elaboración de la política de control administrativo del Ministerio sobre sus entidades adscritas o vinculadas, proponer e implementar la política de Ciencia, Tecnología e Innovación para el Sector Defensa con el fin de atender las necesidades operacionales de la Fuerza Pública a través de soluciones ofrecidas, entre otros, por las entidades representadas en el Grupo Social y Empresarial de la Defensa y articular el Sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación del Sector Defensa con el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación y el sector productivo nacional. Así mismo, formular estrategias de competitividad empresarial para las entidades representadas en el GSED, proponer la política de bienestar y rehabilitación para la Fuerza Pública, y asistir al Ministro, en la formulación de políticas en materia de salud para el Sistema de Salud de las Fuerzas Militares y la Policía Nacional y verificar su cumplimiento y diseñar y proponer la estrategia general y el modelo de planeación estratégica, presupuestal, financiera y de resultados y el sistema de seguimiento de la gestión de las entidades representadas en el Grupo Social y Empresarial del Sector Defensa, entre otras.
Las empresas del GSED Indumil, la Agencia Logística de las Fuerzas Militares, la Corporación de la Industria Aeronáutica, CIAC, el Fondo Rotatorio de la Policía, el Hospital Militar, la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares, la Caja de Sueldos de Retiro de la Policía, la Caja Honor, anteriormente Caprovimpo; el Instituto de Casas Fiscales del Ejército, el Club Militar, el Hotel Tequendama, la Defensa Civil, Satena, Cotecmar, la Corporación Gustavo Matamoros D’Costa, la Superintendencia de Vigilancia y Seguridad Privada, y la Universidad Militar Nueva Granada, que por su carácter académico también la regula el Ministerio de Educación Nacional, el Círculo de Suboficiales de las Fuerzas Militares y Codaltec.
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El camino hacia una transformación organizada Ingeniera Industrial Sonia Carolina Mejía Narváez
A
sumir la dirección de una entidad conlleva a proponerse metas que permitan visionar procesos orientados a estampar un sello propio, es decir, emprender una transformación hacia el logro de los objetivos propuestos. En el contexto de CREMIL, como entidad pública, es indispensable alinear esa estrategia con los preceptos fijados por el Gobierno Nacional a través de su Plan Nacional de Desarrollo y los constituidos por el Ministerio de Defensa Nacional y el GSED.
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En julio de 2012, una nueva administración inició esta importante tarea. La primera de sus acciones fue establecer un estilo gerencial basado en una Dirección de puertas abiertas, donde la política fundamental se asentó en la oportunidad de la atención al usuario y en la satisfacción de sus expectativas, así como en la consolidación de alianzas estratégicas con entidades interesadas en el progreso de CREMIL desde las diferentes ópticas que beneficien a los afiliados.
Todo partió de un detallado análisis de la situación institucional, realizada a partir de una moderna metodología de mejora continua, que fundada en una visión integral de las organizaciones, en este caso del Estado, permite alinear procesos, datos, aplicaciones e infraestructura tecnológica con los objetivos estratégicos del negocio o con la razón de ser de las entidades. Su principal objetivo es garantizar la correcta alineación de la tecnología y los procesos de negocio en una organización, con el propósito de alcanzar el cumplimiento de sus objetivos, denominada Arquitectura Empresarial, según el MINTIC.
Conscientes del diagnóstico realizado, lo único permanente es el cambio, y que día a día nos enfrentamos a nuevos desafíos, especialmente en lo tecnológico, CREMIL se vio en la necesidad de revisar su estructura y procesos, además, de la manera de relacionarse con los afiliados para concentrar toda su atención en hacer más eficiente la prestación de sus servicios, identificando al afiliado, no solo como un cliente cuyas necesidades hay que satisfacer sino como al que igualmente hay que protegerle sus derechos, garantizándole mayor calidad y prontitud en los servicios prestados. Teniendo en cuenta que esta transformación requeriría esfuerzos, recursos y lo más
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importante un grupo motivado y fortalecido en su sentido de pertenencia y de trabajo en equipo, se lanzó la campaña institucional CREMIL SOY YO, con el propósito de lograr metas fijadas por la administración en la atención de trámites. De esta forma, cada funcionario estableció su compromiso con la satisfacción de los afiliados y lo dejó en un sitio visible para sus compañeros. En primer lugar se calificaron los procesos estratégicos, misionales y de apoyo, en cada uno se realizó una revisión completa para identificar el funcionamiento del proceso, su eficiencia y también las oportunidades de mejora. Con la observación inicial, se pudo establecer que los afiliados se encontraban inconformes por la demora en la respuesta de diferentes solicitudes, en especial los derechos de petición y el cumplimiento de sentencias; igualmente, quienes residen fuera de Bogotá estaban molestos porque debían viajar a la capital para realizar algunos trámites. De igual manera, en el Centro Integral de Servicio al Usuario, CISU, la atención era demorada y le llevaba al afiliado hasta dos horas para realizar un trámite; del mis-
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mo modo, los niveles de atención telefónica eran muy bajos y apenas se respondía el 20 por ciento de las llamadas en el Call Center. Con las estrategias implementadas a través de la planeación estratégica y el apoyo del sistema de gestión de calidad como herramienta principal de mejora, se logró un cumplimiento del 90 por ciento en todos los trámites y servicios a cargo de la entidad. Entre ellos, se destaca el reconocimiento de la asignación de retiro en un máximo de 15 días, la sustitución pensional en un tiempo no mayor a 25 días, el pago de sentencias que cumplan con el lleno de requisitos en 90 días, aproximadamente, y la asistencia del 95 por ciento de las audiencias de conciliación; también, se consiguió la atención oportuna de derechos de petición y SQR a través de la página y el 92 por ciento de atención en el Call Center. De otra parte, conscientes de la importancia del aporte de CREMIL a la conservación del medio ambiente y la protección de la salud y seguridad en el trabajo de todos sus colaboradores, en diciembre del 2014 se logró consolidar un Sistema Integrado de Gestión, que contempla las normas de
gestión de calidad, bajo los estándares ISO 9001 y GP1000, medio ambiente ISO 14001 y seguridad y salud en el trabajo OHSAS 18001, las cuales interrelacionadas generan un compromiso total con los afiliados, funcionarios y medio ambiente. En segundo lugar, se realizó un analisis de las aplicaciones que soportan los procesos de CREMIL, así como los mecanismos de suministro de información y rendición de cuentas. El resultado señaló que el sistema de información misional apalanca en bajo porcentaje los procesos y tiene una interacción mínima con los afiliados, para generar informes en línea a través de cualquiera de los canales disponibles. Como respuesta a la estrategia de fortalecer la comunicación con los afiliados y apoyados en las tecnologías de la información y comunicación, se puso al alcance de los usuarios una diversidad de canales de atención que de acuerdo con su conveniencia les permitiera un vínculo efectivo, directo y oportuno para la atención de sus requerimientos, sin eliminar los canales tradicionales, asegurando la entrega de información oportuna de acuerdo con el tipo de población.
Se modernizó el Centro Integral de Servicio al Usuario, CISU, ubicado en Bogotá. Fue dotado con equipos de llamado de voz, con el fin de facilitar la ubicación de las ventanillas y especial atención para los adultos mayores; de igual manera, se evaluó en tiempo real el servicio prestado, considerando que cada módulo de atención cuenta con un calificador que debe ser operado por el usuario antes de finalizar el servicio. Así mismo, se implementaron Kioscos digitales como autoservicio para generación de certificaciones en línea, desprendibles de pago y certificados de ingresos y retenciones. El canal telefónico fue fortalecido con un sistema interactivo de voz que le permite al afiliado obtener respuestas inmediatas
Se lanzó la campaña institucional CREMIL SOY YO, con el propósito de lograr metas fijadas por la administración en la atención de trámites.
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en diferentes temas. Se renovó la página WEB para hacer más ágil la consulta de información de interés para los usuarios. En este portal, se puede hacer seguimiento al trámite de IPC y la descarga de ocho certificaciones en línea para los titulares y beneficiarios de CREMIL, desprendibles de pago y certificados de ingresos y retenciones. Con el propósito de estar más cerca de los afiliados se desarrolló una aplicación para teléfonos inteligentes, a través de la cual pueden consultar información pública, entre la que se cuenta el Boletín CREMIL, las fechas de pago, información de descuentos, datos de conciliaciones, listados de acreedores varios. Además, con acceso mediante su clave personal al portal de internet, se pueden descargar desprendibles de pago, certificados de ingresos y retenciones, radicar solicitudes, quejas y reclamos, escribirle al Director y hacer seguimiento al trámite de IPC. De otra parte, para fortalecer el Programa de Bienestar Social y su capítulo “Encuentros CREMIL - Afiliados”, con el que se visitan diferentes ciudades para llevar actividades lúdicas, información estratégica, de convenios y ferias empresariales, se creó
Gracias a las campañas de actualización de datos de contacto y a través de una herramienta de marketing, denominada correos masivos, CREMIL envía información a todos los afiliados.
el servicio de la Oficina Móvil CREMIL, que les evita a los asistentes costos de desplazamiento y envío de documentos. Un equipo multidisciplinario presta un servicio integral de atención a través de orientación jurídica, radicación y respuesta de solicitudes y derechos de petición y todo lo relacionado con el uso y apropiación de los diferentes servicios en línea que se han puesto a su disposición. En tercer lugar, se realizó un análisis de los datos físicos y lógicos de la entidad, obteniendo como oportunidad de mejora el desarrollo de acciones tendientes a medir y perfeccionar la calidad de estos en la base de datos de los afiliados, la cual estaba desactualizada en información fundamental para generar diferentes tipos de reportes y certificaciones; sus datos de contacto tampoco se registraban de manera organizada, lo que impedía una comunicación directa con ellos. Para alcanzar este objetivo, la Caja inició un ambicioso proyecto, que cuenta con el apoyo del GSED, para lograr que los datos de contacto de los afiliados se actualicen de manera simultánea en diferentes entida-
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des que hacen parte de este grupo, como son Sanidad Militar, Club Militar, Círculo de Suboficiales y Caja Promotora de Vivienda Militar y de Policía - Caja Honor. De esta manera, se da cumplimiento a las políticas de interoperabilidad fijadas por el Gobierno Nacional a través del Manual de Gobierno en línea. Así mismo, se espera que al finalizar el 2015 se cuente con más del 95 por ciento de la información depurada de contacto de los afiliados a través de las diferentes estrategias utilizadas, con lo cual se asegure un mejor nivel de exactitud en la información, que es fundamental para la prestación de los servicios y productos de CREMIL. Gracias a las campañas de actualización de datos de contacto y a través de una herramienta de marketing, denominada correos masivos, CREMIL envía información a todos los afiliados registrados con correo electrónico, lo que permite tener una comunicación directa en un medio habitual para ellos. Actualmente, más del 70 por ciento
de los usuarios reciben noticias en tiempo real. Otro aspecto es la gestión financiera que trabaja en incrementar el valor de los activos de CREMIL como contribución al pago de las asignaciones de retiro. El valor recaudado por arrendamiento de las oficinas y locales comerciales en el Centro Internacional Tequendama, los dividendos de las acciones de la Sociedad Hotelera Tequendama y el arriendo de las construcciones existentes en el barrio El Pedregal, además del aporte del 5 por ciento de los militares en actividad, tributan aproximadamente entre el 7 y el 10 por ciento del valor total de la nómina. El panorama mostraba que el Centro Internacional Tequendama requería una intervención urgente para transformarlo a las condiciones cambiantes del entorno y el lote El Pedregal se encontraba intervenido por el Distrito y debía ser desarrollado mediante un Plan Parcial de Renovación Urbana en compañía de un promotor.
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En el 2013, CREMIL recibió por parte de Sumatoria S.A. una propuesta para mejorar y mantener el Centro Internacional Tequendama bajo el modelo de asociación público – privada; sin embargo, en marzo de 2015 esta empresa desistió del proyecto, lo que dejó sin piso la iniciativa. Durante el 2015 se han desarrollado tareas contractuales para que a través de la Financiera Nacional de Desarrollo se realicen los estudios técnicos de ingeniería de los cuatro edificios que componen el complejo del Centro Internacional Tequendama y que permitan determinar los costos, la magnitud de la intervención a realizar y el modelo de transacción. Con relación al Pedregal, se firmó la escritura pública 798 del 26 de junio de 2015 para la enajenación del lote a la Fiducia del Banco Helm Bank y dar paso al proyecto más ambicioso realizado entre el Distrito, el Estado y un privado en cumplimiento del Plan Parcial de Renovación Urbana, con el Decreto 188 de 2014. En el 2019, CREMIL recibirá un edificio de 21 pisos y 289 parqueaderos, mejorando así los ingresos y el valor de sus activos. Una de las principales intenciones de la Dirección siempre ha sido tener en cuenta las
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Que CREMIL en sus 100 años alcance estándares de modernización ideal en su estructura organizacional, en infraestructura y un entorno sostenible.
opiniones de sus afiliados acerca de cómo ven el futuro de CREMIL al transcurrir casi un siglo de vida. Al respecto, es necesaria la pregunta ¿Cuántas empresas cumplen 100 años en Colombia? y la respuesta es que son muy pocas. Esto exige más responsabilidad a la hora de tomar decisiones en pro de una entidad para que cumpla con los estándares necesarios requeridos por sus afiliados. En este marco, es una constante en el pensamiento de todos el que en sus 100 años CREMIL alcance estándares de modernización ideal en su estructura organizacional, en infraestructura un entorno sostenible, seguramente en las nuevas oficinas del edificio “América Centro Mundial de Negocios”, ubicado en la esquina más importante de Bogotá, la calle 100 con carrera sép-
tima. En este nuevo ambiente continuará optimizando el valor del servicio que presta a sus afiliados y que llegarán a ser más de 100.000 y quienes participarán activamente de los ejercicios de rendición de cuentas y construcción de los planes que permitan una entidad innovadora con el permanente concurso del Consejo Directivo y la implementación de las políticas de buen gobierno corporativo, reflejadas en las cuatro perspectivas, bajo las cuales está fundamentada la planeación estratégica.
La Sociedad Hotelera Tequendama como ícono reconocido prestará servicios hoteleros que redundarán en mayores ingresos por concepto de dividendos a CREMIL. Es claro que los recursos generados a través de esta unidad de negocios contribuirán en un mayor porcentaje al pago de las asignaciones de retiro y sustituciones pensionales de los afiliados. También, para generar mayores recursos se deben estructurar nuevas unidades de negocio.
Perspectiva Financiera Con la consolidación y fortalecimiento de la unidad de negocios para la administración de sus bienes inmuebles, contará con una oferta comercial en oficinas y comercio a la altura de centros mundiales de negocios. Para esto, es necesario consolidar con el apoyo de inversión pública y/o privada la transformación del Centro Internacional Tequendama de acuerdo con su entorno, el cual está convirtiendo la calle 26 en un eje de desarrollo de la ciudad y el país con grandes centros empresariales. Igualmente, con El Pedregal lograr el máximo aprovechamiento comercial.
Una de las principales intenciones de la Dirección siempre ha sido tener en cuenta las opiniones de sus afiliados acerca de cómo ven el futuro de CREMIL.
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Perspectiva Talento Humano El talento humano, como el activo más importante de CREMIL, basará sus actuaciones en procesos de innovación y cambio, apoyados en mayores programas de capacitación que redunden en mejor servicio a los afiliados; así mismo, pertenecerán a la carrera administrativa en cumplimiento de las políticas de empleo público emitidos por el Departamento Administrativo de la Función Pública.
Perspectiva Eficiencia Administrativa El sistema integrado de gestión de CREMIL, que hoy compone calidad, seguridad y salud en el trabajo y medio ambiente, será fortalecido con nuevos estándares internacionales, tales como el de seguridad de la información bajo la norma ISO 27000 y la aplicación de un sistema de gestión de la innovación como instrumento para fomentar
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la creatividad en la racionalización de los trámites. El programa “Cero papel” ayudará a que los documentos necesarios para los trámites que realizan los ciudadanos y los que genere CREMIL viajen a través de internet, disponiéndolos para cualquier entidad estatal o privada que los requiera, disminuyendo los costos administrativos.
Es importante recalcar que la Caja continuará en la permanente búsqueda de más y mejores servicios para sus afiliados.
El programa de bienestar social para afiliados será fruto del resultado juicioso del estudio de las necesidades y expectativas de los beneficiarios, así como su caracterización, y contará con los recursos para su ejecución y generación de la satisfacción de quienes lo utilicen, en especial, el desarrollo de la iniciativa de descentralización de sus instalaciones.
En cuanto a la gestión tecnológica de la información se proyecta contar con una base de datos depurada, confiable y única que contenga todo el personal que conforma el Sector Defensa, capaz de interactuar con todas las entidades que la requieran, haciendo que cada titular sea único y lo que cambia es de estado o de información de manera simultánea en donde se encuentran registrados sus datos; sobre esta base se podrán gestionar todas sus solicitudes, quejas y reclamos en tiempo real. El sistema de información apoyará por lo menos el 90 por ciento de los procesos estratégicos, misionales y de apoyo, facilitando a los colaboradores el ejercicio de mayor control y actividades de analisis que consoliden la planeación estratégica de la entidad y su crecimiento. Será capaz de liquidar de manera ágil y oportuna todas las prestaciones sociales del Sector Defensa haciendo de CREMIL una entidad moderna y eficiente administrativamente.
Perspectiva Transparencia, Participación y Servicio al Ciudadano La estrategia multicanal se encontrará consolidada a lo largo y ancho del país y beneficiará a todos los afiliados en los ámbitos nacional e internacional, los estándares de calidad y oportunidad en trámites será un punto diferenciador con entidades de funciones similares, haciendo que la experiencia de nuestros afiliados sea única.
El acceso a la información se convertirá en algo sencillo y ágil, haciendo de CREMIL una entidad altamente transparente con los ciudadanos; los ejercicios de rendición de cuentas serán interactivos y lograrán una amplia cobertura entre todos los interesados, gracias al uso de canales masivos de comunicación, que permitirán la planeación estratégica de manera conjunta. De otra parte, en cuanto a las problemáticas salariales que actualmente aquejan a la Caja, se espera que se encuentren solucionadas en su totalidad. Finalmente, es importante recalcar que la Caja continuará en la permanente búsqueda de más y mejores servicios para sus afiliados, a fin de contribuir al mejoramiento en su calidad de vida; con la determinación de que en su primer centenario cuenten con una entidad vanguardista y que sea ejemplo en el sector público, por sus altos niveles en la calidad de servicios y responsabilidad social frente a sus afiliados y el Estado en general.
El talento humano, como el activo más importante de CREMIL, basará sus actuaciones en procesos de innovación y cambio.
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La Coordinación Militar en CREMIL
Un puente para conectar la entidad con el Ministerio de Defensa y las Fuerzas Armadas Comunicadora Social y Periodista Carolina Quiroga Báez Jefe de Prensa
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n el 2010, el Director de CREMIL de la época vio la necesidad de crear un grupo de intermediación y coordinación entre la entidad y el Ministerio de Defensa Nacional, el Comando General de las Fuerzas Militares, el Ejército Nacional, la Armada Nacional, la Fuerza Aérea Colombiana y las entidades afines. Por esta razón, surgió el Grupo de Coordinación y Enlace Militar de la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares, creado mediante la Resolución No. 2246 del mismo año. Uno de los principales propósitos de la Coordinación Militar es adelantar las gestiones necesarias para ejecutar los convenios celebrados con las fuerzas, fortaleciendo el desarrollo de las diferentes actividades de bienestar para los afiliados y beneficiarios de CREMIL en todo el país. Entre sus funciones está la coordinación de apoyo logístico con los comandantes de brigada, unidades tácticas, bases aéreas y bases navales para la realización de los diferentes encuentros de CREMIL con sus afiliados a lo largo y ancho del país. La entidad mantiene una permanente comunicación con las cooperativas y asociaciones del personal en uso de buen retiro, con el objetivo de programar las actividades de bienestar social, establecer convenios y demás acciones que se requieran con este personal. De igual forma, a través de la Coordinación Militar se hace el
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acompañamiento a los oficiales, suboficiales, soldados profesionales e infantes de marina, durante su proceso de notificación, con el fin de asesorarlos y ayudarlos a realizar sus trámites dentro de la entidad, cumpliendo así con el compromiso de ser el canal de comunicación entre los afiliados y militares activos con la Caja. De igual manera, la Coordinación Militar brinda asesoría a los nuevos afiliados sobre los trámites para el cambio de carné de servicios médicos ante la Dirección Ge-
neral de Sanidad Militar y los acompaña en el proceso de ingresar a una nueva forma de vida. CREMIL tiene contacto directo con los Jefes de Desarrollo Humano del Ejército Nacional, Armada Nacional y Fuerza Aérea Colombiana para la implementación de los programas de bienestar social y apoyo en vivienda, recreación, educación, salud y pagos, garantizando, de esta manera, un excelente servicio a los integrantes de la reserva activa. Durante estos cinco años ha pasado por la institución un excelente grupo de oficiales y suboficiales que con su trabajo han forjado un camino tendiente a servir de canal de comunicación con nuestros afiliados; por esta razón, vale la pena mencionar a quie-
nes han servido a la entidad como Coordinadores Militares: Coronel Gustavo Armando Vargas, Coronel Crisanto Quintero Ariza, Coronel Jorge Eduardo Vergara Monroy, Teniente Coronel Luis Orlando Muñoz Malagón, Coronel Julio César Toro Manrique, Coronel Harry Ayala Velasco, Coronel Jorge Enrique Romero Clavijo y Coronel Jair Guerrero Jiménez. Actualmente, la Coordinación, en los 90 años de CREMIL, está conformada por el Coronel Franklin Gómez Gómez, quien
cuenta con un excelente equipo de trabajo integrado por el Coronel de la Fuerza Aérea Hernando Pareja Castaño, el Teniente de Infantería de Marina César Augusto Domínguez Torres, el Sargento Segundo de Infantería de Marina José Augusto Contreras Ramos y el Técnico Tercero de la Fuerza Aérea Julio César Duarte Roa. Gracias a su entrega y dedicación estos hombres han dejado en alto el nombre de la institución. La Coordinación, desde su creación hasta la fecha, ha realizado un excelente trabajo de apoyo y acercamiento con las Fuerzas Militares y brindado un importante y permanente respaldo a los uniformados que pasan a la reserva activa.
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La Administración como soporte de la gestión en CREMIL
Coronel (RA) Carlos Ramiro Rincón Joya Subdirector Administrativo
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n la historia de la humanidad han ido de la mano en la evolución del mundo el crecimiento logístico y la administración; es así, que cuando se mira a CREMIL no se puede ocultar que existe una gestión administrativa, basada en la filosofía de la logística de emprendimiento en cada uno de sus escenarios de servicio. Sus políticas institucionales de sostenimiento y desarrollo han mantenido el conocimiento de la normatividad en la ley, así como su aplicación en el orden de la acción administrativa.
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En este entorno se identifica la Subdirección Administrativa, como el soporte directivo de la acción transversal de la cadena logística, engranando todos los aspectos de una secuencia lógica que orienta en una dinámica entre el flujo de los suministros, la constancia en la información, así como el aprovechamiento de los productos generados por las coordinaciones de esta Subdirección, considerándose los más importantes pilares de la entidad.
En los niveles de importancia se encuentra la gestión documental que también influye en el pasado y presente de todos y cada uno de los afiliados, porque en ella se encuentra de manera real, histórica y personal a cada hombre y mujer que han brindado a esta nación lo mejor de su vida. Es honorífico ver en cada uno de esos expedientes las notas marciales del deber cumplido y qué decir cuando se observan los más antiguos; se pueden ver aquellos trazos delicados pero firmes, con una caligrafía impecable e irrepetible que deja ver la pulcritud de las
En primer lugar el Talento Humano, base fundamental en todas las administraciones del mundo; sin este nada sería posible, es aquí donde nace la fuerza de las empresas, la constancia en el desempeño y la creatividad a pesar de la rutina; por eso, cada uno de los funcionarios congregados por esta oficina, encuentra la capacitación, la seguridad social y demás condiciones ideales para tener la tranquilidad en el empeño laboral y el cumplimiento del deber institucional, el cual designa el único y más importante objetivo: los afiliados.
personas que hicieron su mejor esfuerzo, que brindan la oportunidad de la memoria para no olvidar el legado de quienes en su momento fueron los mejores para hacer lo mejor, en la responsabilidad de construir una patria segura. Siguiendo el recorrido por la Subdirección Administrativa, se va hacia el Área de Atención al Usuario; se diría que es una de las más sensibles, considerando que es la ventana para brindar a los afiliados lo mejor de los conocimientos y experiencia de la Caja, con la única intención de satisfacer las du-
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das por sencillas que parezcan en forma telefónica y personalizada. También se logra la manera de responder ágilmente las comunicaciones virtuales que surgen en la medida que la institución reacciona en forma positiva a cada una de las problemáticas del momento en beneficio de los afiliados; es decir, detrás de esas ventanillas los visitantes siempre encuentran personal con la mejor voluntad, deseo inmedible y una actitud enmarcada en la concepción del servicio incondicional para atender a todos con la excelencia que se merecen.
Igualmente, está la Coordinación Bienes Inmuebles. Hoy día, líder en los procesos de desarrollo urbano; es así que desde aquí se gestó uno de los proyectos más importantes de la ciudad capital y del país dentro de las instituciones del Estado: El Pedregal; negociación única en su naturaleza que integra lo público con lo privado en el beneficio común, mediante un proyecto de alta envergadura y que más adelante lo detallarán; por lo tanto, es aquí donde se construye futuro para todos los afiliados y sin alejarse de la realidad, la Caja se convierte en pionera de este tipo de proyectos. De una manera sencilla también se logra que los servicios básicos se mantengan en función;
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aquí la creatividad hace gala de su mejor expresión, cuando se observa que algo no tiene arreglo, en un corto tiempo funciona como si en algún lugar de esta Caja existiera la magia, pero no, es solamente la acción del mantenimiento en cada una de sus modalidades, garantizando siempre la funcionalidad en el uso y la creatividad en la remodelación. En el mejor de los lugares se encuentra el Área de Contratos, cumplidora de la ley en el arte de la adquisición y de las compras;
La tecnología virtual aplicada, hace que fluyan ágilmente todos los desarrollos en el manejo de la información, convirtiéndola en exclusiva e ideal en la solución.
aquí se evoluciona imperiosamente en la medida que la ley lo impone; de esta coordinación depende la manera y la oportunidad en el uso, con base en la economía de la adquisición para todos los elementos de servicio y bienes de la entidad, motor silencioso constante y eficiente que domina el espacio de lo posible en lo planeado y lo usable de lo adquirido, como resultado exquisito en la aplicación de la ley verificada año a año por los organismos de control e impecable paso a paso en cada uno de sus procesos. Por último, la Informática, la coordinación que cobija todas y cada una de las activida-
des institucionales de la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares; podría decirse hoy en día, que sin ella nada sería oportuno o tan factible para lograr lo mejor de los procesos en la gestión directiva de la institución. Mediante la tecnología virtual aplicada, hace que fluyan ágilmente todos los desarrollos en el manejo de la información, convirtiéndola en exclusiva e ideal en la solución y evolución de las necesidades y requerimientos, tanto de funcionarios en su operación laboral como el de los afiliados, en su afán cotidiano que los impulsa a contar con la Caja para aliviar su exigencia en la carga social. Después de este tour por la Subdirección Administrativa, es una buena oportunidad para que en detalle se aprecien las coordinaciones, deambulando históricamente en sus pasajes de tintes anecdóticos, pero con el máximo de realidad en lo misional y compromiso único de hecho, especial de lo institucional, construido a través del tiempo en la búsqueda del mejor servicio para los afiliados.
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Talento Humano
Pilar fundamental en CREMIL Economista Martha Cecilia Rojas Galeano Jefe Área de Talento Humano
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s el recurso más valioso que tiene una organización. Las diferentes teorías administrativas han demostrado que la implementación de nuevos modelos de gerencia del recurso humano evoluciona a escalas importantes, al punto de volverse parte fundamental de una entidad y aliado estratégico en el cumplimiento de metas y objetivos. En CREMIL, Talento Humano tiene la función estratégica de apoyar los procesos, pero liderar a las personas implica preocuparse desde el inicio del ciclo por todo lo que compone la delicada tarea de seleccionar a quien hará parte de la organización. La labor de definir perfiles, capacitar, evaluar, entrevistar, etc., no es solamente un ejercicio rutinario de un área de recursos humanos, es una responsabilidad, un verdadero compromiso de alinear y proyectar experiencias, competencias, habilidades y conocimientos con necesidades institucionales; labor que debe ser compartida con los líderes de cada proceso y es allí donde se marca la diferencia en el desempeño del trabajador. El desarrollo de las entidades públicas es cada vez más acelerado. Estas han evolucionado de manera vertiginosa por los cambios administrativos, normativos y re-
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glamentarios, haciendo el ejercicio público interdependiente, dinámico y más productivo, donde el cambio y la innovación son permanentes. Esto obliga a instituciones como CREMIL a ser cada vez más ágiles y a orientarse al desarrollo de competencias y prácticas que permitan a través de un sistema integrado aportar valor y contribuir al logro de los objetivos organizacionales, mediante la excelencia gerencial de las personas. Esta tendencia en lo estatal está generando interés en ingresar a una empresa pública, moderna y diferente, con expecta-
A lo largo de su desarrollo corporativo, la Caja se ha proyectado hacia nuevas prácticas y miradas diferentes para asumir los retos y roles posteriores al cumplimiento de su misión institucional, con un talento humano idóneo, comprometido, capacitado e innovador; entendiendo que desde siempre el sector público ha sido estigmatizado y poco reconocido, en una sociedad que sobrevalora el sector privado. Sin embargo, en estos 90 años de servicio justo y oportuno, la Caja ha roto paradigmas y ha apoyado la gestión del talento humano en el sector
tivas de hacer parte de instituciones orientadas a la calidad y al servicio sobre la base de su talento humano.
público en Colombia, el cual aunque amerite ajustes representa un gran reto para el desarrollo de la administración pública.
La Caja de Retiro de las Fuerzas Militares, una entidad de trayectoria histórica y cultural, al ser parte activa del Sector Defensa propende por la preservación de la experiencia, los conocimientos esenciales y los aportes diarios que el personal pueda realizar a lo largo de su vida laboral, con el fin de fortalecer el quehacer institucional y estar en un nivel competitivo ante los continuos cambios.
Finalmente, las entidades públicas necesitan, como las privadas, de una gestión eficiente y eficaz que podría, incluso, dar resultados superiores en el corto plazo. Esto representado en cifras, indicadores y estadísticas aumenta la confianza en la administración de personal y lleva a la entidad a un nuevo nivel de gerencia de talento humano pública e innovadora.
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Gestión Documental
Un testimonio histórico institucional Bibliotecóloga María Claudia Aguirre Gutiérrez Coordinadora Grupo de Gestión Documental
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on sus programas de modernización, el Estado colombiano ha buscado garantizar la conservación y el uso adecuado del patrimonio documental de la nación, fortaleciendo principios y normas archivísticas. Para lograrlo, ha expedido leyes como la 594 de 2000, Ley General de Archivos, y ha fundado instituciones, como el Archivo General de la Nación, que han aportado significativamente para salvaguardar la memoria documental del país y de las instituciones.
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La función principal del Archivo General de la Nación, creado por la Ley 80 de 1989, es fijar políticas y expedir los reglamentos necesarios para la organización, conservación y uso adecuado del acervo documental del país. Esta entidad considera que la normatividad archivística se constituye en un medio para lograr propósitos administrativos y sociales de rango superior, donde el Estado como expresión política de la sociedad, funciona y administra tomando decisiones que quedan registradas en documentos de diversos soportes y que es así como la docu-
mentación producida por las dependencias oficiales pertenece a la nación, interesa a la sociedad y se convierte en testimonio histórico que se integra al patrimonio general de la humanidad. Frente a este proceso liderado por la nación, y a las dificultades afrontadas debido a la falta de organización que daba como resultado lentas búsquedas de información, o peor aún, la imposibilidad de hallar los documentos, las directivas de CREMIL dieron sus primeros pasos en 1982, considerando la microfilmación como una solución a los problemas del archivo. El mismo año se ad-
quirieron algunos equipos de este sistema de almacenamiento de documentos y se aplicó el proceso a un pequeño fondo documental. A finales de 1988, las directivas retomaron nuevamente la posibilidad de organizar adecuadamente los archivos existentes y contrataron personas idóneas, responsables de elaborar un estudio de microfilmación y archivo. La propuesta fue aprobada por la Junta Directiva y se creó el Comité de Archivo, teniendo como función principal
definir un adecuado manejo documental en la entidad. A partir de ese momento, las diferentes administraciones, conscientes del enorme valor que tiene tan importante recurso, han trabajado decididamente en estrategias de gestión documental que se adecúen a la misión institucional y que, además, sean confiables y eficientes en la conservación de la memoria. En el 2009, se presentó al Departamento Nacional de Planeación un proyecto de inversión que abarcó distintos frentes del Programa de Gestión Documental, el cual
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fue aprobado a finales de 2010 por un monto que superó los 1.000 millones de pesos; los cuales, de acuerdo con lo programado, se ejecutaron durante las vigencias 2011 y 2012, destacándose la modernización del sistema automático de administración documental, la digitalización de varias series documentales, la elaboración de las Tablas de Valoración Documental, la conformación de un laboratorio de conservación documental, la adquisición de modernos módulos electroneumáticos para almacenamiento de colecciones y la renova-
ción tecnológica, como la adquisición de equipos de cómputo, escáner, cámaras de seguridad, controladores de ambiente y humedad relativa y sistema de aire acondicionado, entre otros. Trabajar en estos procesos de gestión documental, le garantizaron a CREMIL una adecuada acción institucional en este campo y, además, alinearse con las diferentes políticas del Gobierno Nacional. Una de las más importantes en esta materia fue la Directiva 004 de 2012, “Cero papel”, fundamentada en el Plan Nacional de Desarrollo 2010 –
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2014, que tenía como propósito establecer una gestión pública efectiva, eficiente y eficaz. Una de las principales estrategias, “Cero Papel”, busca la sustitución de los flujos documentales en papel por soportes y medios electrónicos, sustentados en la utilización de tecnologías de la información y las telecomunicaciones, táctica que además de los impactos en favor del ambiente, tiene por objeto incrementar la eficiencia administrativa.
Para alinearse con la Directiva, la Caja ha diseñado e implementado varios desarrollos, entre los que se destacan, desde 2012 a la fecha: • La sustitución de los memorandos, informes y comunicaciones internas en papel, por soportes electrónicos que se están almacenando, también en archivos electrónicos y que circulan dejando su trazabilidad a través de un sistema de información documental. • Garantizar a sus usuarios el derecho de actuar ante las autoridades utilizando medios electrónicos. • Gestionar la recepción, el acuse de recibo y el envío de mensajes de datos en las actuaciones administrativas a su cargo a través de la habilitación de casillas de correo electrónico con el debido rastro sobre la fecha y hora en cada caso. • La implementación de mecanismos de notificación electrónica al servicio de los usuarios que así lo requieran. • La sustitución del papel por documentos y canales electrónicos en la elaboración y difusión de materiales informativos, publicaciones, guías, manuales, entre otros, dirigidos a servidores públicos, contratistas, ciudadanos o empresas en general. • Con la implementación de estos avances tecnológicos, CREMIL, además de contribuir con la protección del medio ambiente, desarrolla una gestión pública eficiente en la modernización del sistema de administración documental, con el cual no solo cumple con la normatividad vigente sino que beneficia directamente a sus afiliados.
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Atención al Usuario
Una experiencia innovadora Bibliotecóloga Diana Patricia Ulloa Bravo Responsable Área de Atención al Usuario
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l proyecto inició en 2001, tímidamente, con una profesional y su asistente, que en principio atendieron trámites de quejas, que no pasaban de la decena. De una u otra forma, fueron el punto de partida para iniciar un cambio de imagen, reflejado en la preocupación por el afiliado y con la firme intención de satisfacer sus necesidades y resolver los problemas que lo aquejaban. Se partió de una simple pregunta: ¿A qué vienen los afilados a la Caja? y las respuestas no tardaron en aflorar: a cobrar, a solicitar certificaciones, a verificar el porqué de los descuentos, pero no se tenía conciencia de las verdaderas necesidades de nuestros afiliados.
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En un pequeño espacio que no sobrepasaba los 10 metros cuadrados empezó el reto de centralizar la atención de todos los usuarios que llegaban a CREMIL. Sin embargo, al darse cuenta de que esta área no solo era bastante reducida sino, además, de difícil acceso, algún visionario de la época atinadamente recomendó la reubicación del sitio de atención, que en poco tiempo se convirtió en la piedra angular de la institución. De esta manera, la Oficina de Atención al Usuario surgió para dar una imagen positiva
de la institución y arraigar el sentido de pertenencia que tenían los afiliados. Se iniciaron programas masivos, como la entrega de desprendibles de pago y el Boletín CREMIL; actividad que no se adelantaba y que aparentemente no era necesaria, pero que con el tiempo se convirtió en la razón de ser de la Oficina. De igual forma, en esta nueva dependencia se cumplieron otras actividades como la entrega de boletas para proyección de películas en cartelera, expedición del certificado de ingresos y retenciones, entre otros trámites, con el fin primordial de afianzar el acercamiento entre la población
y la Caja, con motivaciones que fueran más allá de la entrega periódica de los respectivos cheques. Con el paso de los meses, los trámites fueron aumentando. La entrega de desprendibles se convirtió en una prioridad; se imprimía la totalidad de la nómina, y las seis funcionarias de la dependencia, quienes habían desarrollado a plenitud sus fuerzas y su visión de linces, por la permanente búsqueda, alcanzaron envidiables destrezas alfabéticas que les consolidaron mes a
mes una admirable pericia en el proceso de alistamiento y entrega de este documento. Teniendo en mente inquietudes respecto a otras necesidades, se dio inicio a la adecuación de nuevos espacios para ampliar la cobertura. Se asomaba el año 2003, y con el primer acercamiento a una central telefónica o Call Center, las nuevas instalaciones de Atención al Usuario brindaban mayor espacio de orientación, lo que permitió no solo ampliar el número de trámites que se atendía en las mismas sino reforzar el recurso humano disponible para nuevos servicios.
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Una vez generado el proceso de reestructuración de la entidad y con la mira siempre puesta en satisfacer las demandas del creciente número de usuarios que adelantaba trámites en las dependencias de CREMIL, comenzó de nuevo la maratónica tarea de adecuación física. Esta vez se contó con el ingenio y la colaboración de los funcionarios de la institución. Se estableció un ambicioso proyecto que buscaba integrar todas las dependencias a las que los usuarios tenían acceso, ya no era sólo la Oficina de Atención al Usuario sino que se sumaron el Área de Bienestar Social para Afiliados y el Grupo de Gestión Documental. El resultado
de este nuevo esfuerzo fue el Centro Integral de Servicio al Usuario, inaugurado en marzo de 2005, en unas modernas instalaciones acordes con las necesidades de los afiliados y dotado con tecnología de punta y a finales de 2012 se remodeló. La globalización es un creciente proceso de interacción e integración entre la gente, las empresas y los gobiernos, que de manera progresiva viene eliminando todo tipo de fronteras y permitiendo el acceso inmediato a la información y potencialmente
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al conocimiento, con una concepción de interconectividad con los usuarios. En tal sentido, en la entidad se implementaron nuevos servicios como el Call Center, que a través de un sistema IVR, sigla de Interactive Voice Response, cuya traducción al español es respuesta de voz interactiva, es capaz de “interactuar” con la persona que realizó la llamada mediante una grabación de voz y reconociendo respuestas simples. Este servicio funciona desde el 2013. En la misma vigencia, se incorporaron nuevos trámites que los afiliados pueden efectuar con mayor comodidad, economía
y tranquilidad a través de la página www. cremil.gov.co Entre ellos, adelantar la actualización de datos, la expedición de certificaciones, la verificación de desprendibles, los pagos del IPC, el recibo de sentencias, la verificación de las fechas mensuales de pago y PQRS. Igualmente, cuentan con la posibilidad de consultar el Boletín CREMIL en un formato PDF, que corresponde a una idéntica presentación del impreso, y lo más importante, es que todas estas diligencias las realizan sin costo alguno desde la co-
En las instalaciones del Centro Integral de Servicio al Usuario, CISU, a través de un moderno digiturno, se atiende a los usuarios.
que predominen los servicios en línea que impacten positivamente a los usuarios. Allí todos los formularios serán descargables, diligenciables y se podrán tramitar en línea; igualmente, todas las certificaciones, trámites y servicios serán en línea. Esto evitará el desplazamiento de beneficiarios a las instalaciones de la Caja, los servicios estarán centrados a través de una caracterización de usuarios más profunda, verificando accesibilidad, usabilidad y promoción de los productos ofrecidos por CREMIL.
modidad de su residencia u oficina. En las instalaciones del Centro Integral de Servicio al Usuario, CISU, a través de un moderno digiturno, se atiende a los usuarios de manera personalizada en todos los trámites, así como la asesoría jurídica a los afiliados en temas asociados con la Caja. En un futuro, CREMIL tendrá amplia cobertura y logística para la atención al afiliado y la ciudadanía en general, adecuadas para todo tipo de usuarios –en situación de discapacidad, adultos mayores, niños– entre otros. A la vanguardia de la tecnología, en la
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Bienes Inmuebles
Inmobiliaria de CREMIL al servicio de sus afiliados Teniente Coronel (RA) Juan Carlos Lara Lombana Coordinador Grupo de Bienes Inmuebles
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ste grupo interdisciplinario fue creado con la entidad como Oficinas y Locales Comerciales, el cual dependía de la Subdirección Operativa. En el 2007, en el proceso de restructuración de la organización, se fusionó la Sección de Mantenimiento en la actual Coordinación de Bienes Inmuebles. Este conjunto de mujeres y hombres, con amplia experiencia laboral, es el encargado de administrar los predios y construcciones que son propiedad de la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares, con el fin de generar ingresos a través del arrendamiento de los bienes inmuebles, para apoyar el pago de las asignaciones de retiro y sustituciones pensionales de los afiliados, así como su mantenimiento correctivo y preventivo, como caracterización principal. Adicionalmente, desarrolla los procesos ambientales de la entidad, la sección de transportes y de seguridad de su patrimonio.
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Esta Coordinación tiene gran importancia, debido a que CREMIL es la propietaria del Centro Internacional Tequendama, compuesto por los edificios Bochica, Bachué, Residencias Tequendama Norte y Sur. Son más de 150.000 metros cuadrados de oficinas, locales, bodegas, pisos y plazoletas ofrecidos en arriendo, por los que hay que velar por su mantenimiento y conservación ante la entrada en vigencia de la Resolución 1582 del 5 de agosto del 2002, con la cual el Ministerio de Cultura declaró estos inmuebles como Bienes de Interés Cultural de la Nación.
De igual forma, son arrendatarios entidades públicas de vieja data, como la Superintendencia de Industria y Comercio, el Ministerio de Defensa, con múltiples dependencias; la Armada Nacional, la Justicia Penal Militar, la Dirección General de Sanidad, el Tribunal Médico y otras, que permiten a los funcionarios y visitantes interrelacionarse en plazoletas y pasillos con el personal uniformado que conforma la Fuerza Pública.
En los últimos años se ha venido realizando la unificación de grandes áreas, con el fin de hacer más exitosa la gestión administrativa en cuanto a reducir el número de arrendatarios. Es así que han llegado a integrarse como arrendatarios grandes compañías del sector financiero, tales como los bancos AV Villas, Occidente, Bogotá, Popular, GNB, Davivienda y Colombia, y ventas y servicios entre otros, lo que le ha dado al sector una modelación de centro financiero.
ficación ISO14001, liderada por el Gestor Ambiental de la entidad, el Coordinador de Bienes Inmuebles. Se han embellecido los jardines y plazoletas del Centro Internacional Tequendama, fortaleciendo programas ambientales, el buen uso de los recursos naturales, la clasificación de residuos desde la fuente y campañas permanentes por un aire sano, alejado del humo del cigarrillo. La ubicación estratégica en el centro extendido de la ciudad, hace del Centro Internacional Tequendama un gran atractivo para propios y extranjeros, donde se encuentran
Con todos ellos se estructura una cultura de amistad con el medio ambiente, el cual le ha permitido a la Caja obtener la certi-
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reunidas ofertas comerciales, gastronómicas y de servicios. En la actualidad, se están realizando los estudios necesarios para modernizar las instalaciones y generar en el mediano plazo un mayor valor a los activos, lo que redundará en una oferta de arriendo de oficinas, locales y espacios más atractiva para la población circunvecina, de cara a los proyectos de megaconstrucciones que se están desarrollando en sus alrededores, lo cual incrementará exponencialmente las oportunidades y el ofrecimiento de servicios inmobiliarios.
con responsabilidad el destino de los inmuebles de la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares.
Evolución financiera de los ingresos, gastos y utilidad de los bienes inmuebles de CREMIL Los ingresos, gastos y utilidad que presentó la Coordinación de Bienes Inmuebles durante los últimos 15 años son satisfactorios, teniendo en cuenta el permanente incremento de sus ingresos y que los gastos se mantuvieron bajos, obteniendo una utilidad en promedio de 80 por ciento.
Como un reto a corto plazo se focaliza, en julio de 2019, el recibo de El Pedregal, producto de la negociación del Plan Parcial
Los resultados presentados se lograron gracias a las políticas y directrices del Gobierno
de Renovación Urbana. Este se constituirá como un edificio de última tecnología, ubicado en la esquina de la calle 100 con carrera séptima, en Bogotá. Contará con 16.000 metros cuadrados para ser rentados, lo que fortalecerá los ingresos de la entidad en cumplimiento de su misión, para lo cual la Coordinación de Bienes Inmuebles se impondrá un plan de formación para asumir
Nacional, la Dirección de CREMIL y el empuje, profesionalismo e innovación de los funcionarios del Grupo de Bienes Inmuebles. Este incremento en los ingresos se debe principalmente a las políticas de nivelación de tarifas de arrendatarios, manteniendo el indicador con un promedio de ocupación del 99 por ciento, inversión en Residencias Tequendama Norte, inversión en terrenos
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en el barrio El Pedregal, con el fin de realizar el proyecto “América Centro Mundial de Negocios”.
Los resultados presentados se lograron gracias a las políticas y directrices del Gobierno Nacional, la Dirección de CREMIL y el empuje, profesionalismo e innovación de los funcionarios del Grupo de Bienes Inmuebles.
De otra parte, la austeridad en todos los gastos, como nómina, servicios públicos, materiales y mantenimiento de inmuebles, siempre en procura de hacer que estos bienes sean más productivos y rentables. En la actualidad, la ocupación bordea el 100 por ciento. Este resultado corresponde, entre otros, a contrataciones importantes, debido al seguimiento de las cotizaciones solicitadas, atención efectiva al cliente a través de correos electrónicos, vía telefónica, por escrito y personalizada, atendiendo la necesidad requerida en el menor tiempo posible y con la solución a todas las inquietudes y asesoría correspondiente, con el objetivo de mantener la satisfacción de los clientes y el excelente nivel de ocupación de los últimos años.
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Gestión Contractual
Transparencia, economía y responsabilidad Economista Martha Lenis Sánchez Pinzón Responsable Área de Contratación y Adquisiciones
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esde siempre, la contratación en CREMIL se ha fundamentado en los principios de transparencia, economía y responsabilidad en todos sus procesos para adquirir los bienes y servicios necesarios para la realización de las actividades planeadas en los proyectos estratégicos, misionales y de apoyo de la entidad. El Área de Contratación está conformada por un valioso equipo de trabajo que gestiona y asesora los términos contractuales para satisfacer las necesidades de la institución, velando por el cumplimiento de los principios definidos en la Constitución y en las leyes de la contratación pública. Cada bien y servicio contratado por la entidad se ha convertido en una solución trascendental para cumplir con la misión constitucional. Desde un archivo rodante en el que se conserva el acervo documental hasta la digitalización de todos los documentos institucionales en un moderno software. No menos importante ha sido la contratación de la renovación y mantenimiento de ascensores, redes hidráulicas y eléctricas, impermeabilización de terrazas de la zona comercial de los edificios del Centro Internacional Tequendama, con lo que se contribuye a la conservación del patrimonio institucional. En el mismo orden, se han contratado servicios de revisoría fiscal para certificar los estados financieros y garantizar la transparencia en la gestión administrativa.
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La modernización de CREMIL ha exigido la contratación de un servicio de correo masivo ilimitado a través de una plataforma WEB para enviar comunicados a unos 50.000 contactos personalizados. Igualmente, la implementación del envío de correo electrónico certificado con validez jurídica y probatoria para notificaciones certificadas y demás documentos. De la misma manera, se suscribió un convenio para adelantar un proyecto de investigación y desarrollo tecnológico del sistema integrado de información de prestaciones sociales.
boletín institucional, así como el diseño de piezas publicitarias para posicionar la marca CREMIL como una entidad con una amplia gama de servicios para los afiliados.
Así mismo, se contrató el desarrollo de las certificaciones para beneficiarios de oficiales, suboficiales, soldados profesionales e infantes de marina; certificaciones de tiempo de servicio, certificaciones de lugar geográfico, certificación de partidas computables para beneficiarios de soldados profesionales e infantes de marina y partidas computables para los mismos. Igualmente, se acordaron los servicios de investigación de mercados, creación, implementación y gestión de la estrategia de comunicación por medio de redes sociales, página WEB y
vechamiento de los inmuebles de CREMIL en la adopción del plan parcial de renovación urbana El Pedregal en el norte de Bogotá.
Uno de los más importantes aportes de la contratación fue la suscripción de un acuerdo marco con Central de Inversiones S. A, CISA, en el 2014, para establecer los lineamientos generales, con el propósito de asesorar y estudiar técnica, legal y financieramente alternativas posibles de negociación y proponer recomendaciones para el apro-
Estos son apenas algunos bienes y servicios significativos, contratados por el área, para ilustrar la forma oportuna y eficiente como esta dependencia contribuye con la gestión administrativa en el cumplimiento de la misión y en beneficio de los afiliados a la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares.
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Tecnología Informática
Hacia una entidad que se gestiona por procesos automatizados Ingeniero de Sistemas y Computación Edgard Gustavo Hernández Medina Coordinador Grupo de Informática
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a tecnología informática ha sido un factor decisivo en el desarrollo y progreso de las empresas de todos los sectores de la economía, especialmente en las últimas tres o cuatro décadas. La Caja de Retiro de las Fuerzas Militares no ha sido la excepción. De un procesamiento manual se pasó a uno automatizado a través de equipos marca Unisys, que poseían un sistema operativo, herramientas de desarrollo y base de datos conocidos en el ámbito tecnológico, en la década de los
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90, como “sistema propietario”, en el cual inicialmente se procesaba la nómina. Posteriormente, en el 2001 se logró dar un paso importante con la plataforma informática y se pasó a utilizar los conocidos “sistemas abiertos”, con la adquisición de servidores SUN Microsystems y la utilización de la base de datos Oracle, una de las más reconocidas y robustas que existen en el mercado. Con esta adquisición se realizó la migración de la nómina a esta nueva plataforma, lo cual se complementó con nuevos desarro-
llos que incluían lo relacionado con las resoluciones de reconocimiento y el manejo de los embargos, entre otros; finalmente, se consolidó y evolucionó al aplicativo misional que hoy posee la Caja, el sistema SIPS. De igual manera, se iniciaron las incursiones en el mundo de Internet, inicialmente, una página WEB con información puntual y mínima interacción, que ha ido evolucionando hasta lograr hoy en día una página que ofrece servicios en línea y retroalimentación permanente con los usuarios, a través de foros, chat, acceso a la misma
desde dispositivos móviles, entre otras. Estos avances se encuentran acorde con los lineamientos de la estrategia de Gobierno en línea, GEL, que orienta el Ministerio de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, permitiendo ser una de las mejores y de más avanzado cumplimiento de la estrategia en el Sector Defensa. Esta evolución en materia de aplicativos y servicios informáticos ha ido de la mano con la conformación de un centro de computo principal, que hospeda 16 servidores que trabajan con un esquema de virtualiza-
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ción, que dispone de manera más efectiva la capacidad de cómputo que se tiene; este sistema de almacenamiento permite recoger de forma eficiente los altos volúmenes de información que hoy se manejan, todo esto acompañado de un sistema robotizado de backup para la toma de copias de respaldo. Igualmente, se cuenta con un centro alterno de cómputo que puede habilitar algunos de los servicios críticos en caso de problemas en el principal. En esta materia es necesario adoptar los estándares internacionales y fortalecer o adecuar estos centros de cómputos, de tal forma, que se pueda garantizar la continuidad de la operación de la Caja a niveles mayores a los que hoy se tienen para llegar a un servicio de absoluta disponibilidad. Algo similar ha ocurrido con el uso de otras herramientas informáticas, tales como el correo electrónico y la utilización de equipos de escritorio, que aunado al manejo de nuevos aplicativos que operan alrededor del sistema SIPS permiten cubrir de forma transversal toda la operación de la Caja, tanto en temas misionales como jurídicos y administrativos. Hoy en día, se tienen alrededor de 270 PC, la gran mayoría con una
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Los procesos han tenido una evolución importante en materia informática, especialmente, los relacionados con enrolamiento, soportado por un sistema biométrico y el de atención al usuario apoyado por el uso de kioscos y digiturnos.
configuración adecuada para soportar el trabajo operativo de las diferentes áreas. Igualmente, otros procesos han tenido una evolución importante en materia informática, especialmente, los relacionados con enrolamiento, soportado por un sistema biométrico, el de atención al usuario, apoyado por el uso de kioscos y digiturnos, entre otros, sin dejar atrás el de gestión documental, que apoya la iniciativa de oficina sin papel a través del uso de escáner y de un aplicativo especializado. La rápida evolución de la tecnología obliga a CREMIL a estar renovando su infraestructura de forma permanente, mejorando y ampliando sus servicios, investigando cuáles herramientas tecnológicas que ofrece el mercado pueden ser adoptadas y aplicadas; siempre con el propósito de brindar más y mejores servicios a los afiliados. Todo esto debe estar respaldado por la seguridad de la información, un aspecto que debe garantizar que todas las transacciones y procesos que se realicen sean seguras y blindadas ante posibles ataques informáticos o fraudes.
En tal sentido, en el 2025, CREMIL deberá ser una entidad que se gestiona por procesos automatizados, soportados, monitoreados e integrados a través de herramientas informáticas, que haya adoptado, apropiado y aplicado las mejores prácticas tecnológicas y que cumplan con los estándares del mercado en temas relacionados con arquitectura empresarial, inteligencia de negocios, seguridad de la información, computación en la nube, gestión de la continuidad de negocio, gestión, riesgo y cumplimiento, entre otros.
La tecnología obliga a CREMIL a estar renovando su infraestructura de forma permanente, mejorando y ampliando sus servicios.
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La asignación de retiro
Un derecho adquirido con esfuerzo y sacrificio
Teniente Coronel (RA) Amparo Peñaranda Ramírez Subdirectora Financiera
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l conmemorarse los 90 años de la fundación de la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares, es pertinente remontarse a los antecedentes primigenios a finales del siglo XIX, cuando se expidió la Constitución Política en 1886, en la que se consagró la existencia de un Ejército Nacional y la obligación de respetar sus derechos. Con la Ley 7 del mismo año se creó el Ministerio de Guerra, hoy Ministerio de Defensa Nacional, y en las leyes 146 y 153 de 1896 se estipularon normas que contenían regulaciones sobre recompensas, pensiones y montepíos militares. Pero es sólo hasta 1925, cuando por iniciativa del Presidente de la República, General Pedro
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Nel Ospina, se expidió la Ley 75 con la cual se creó la “Comisión de Sueldos de Retiro”, como se llamó en sus inicios la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares; con el propósito de favorecer a los militares lesionados en el sinnúmero de guerras del siglo XIX o retirados del servicio activo con magras e inciertas pensiones.
dez. En 1927, con el objetivo de favorecer y otorgarles pensión también a los suboficiales, se creó la Caja de Sueldos de Retiro de Suboficiales; financiada con una cotización del 2 por ciento del sueldo mensual del afiliado, además, de un aporte del tesoro nacional por la suma de 30.000 pesos anuales durante cinco años para los pagos iniciales.
Sin embargo, la entidad recién creada sólo se encargó de cubrir las pensiones de los oficiales del Ejército y se financió con un aporte del 3 por ciento de los oficiales ac-
Dadas las cargas económicas que empezó a tener la Caja de Oficiales, mediante Decreto 312 de 1926, se aumentó al 4 por ciento la cotización de los oficiales del Ejército
tivos, más una subvención del tesoro público de 80.000 pesos anuales durante los siguientes 10 años. La prestación se otorgaba por retiro, después de 15 años de servicio, en proporción al 30 por ciento del sueldo, más un 3 por ciento por cada año adicional, sin exceder los 30 años. Los periodos de guerra se contabilizaban dobles. En reemplazo de las recompensas se otorgaba una indemnización que se pagaba a los inválidos retirados antes de cumplir los 15 años, en cuantía de dos a cuatro años de salario, dependiendo del grado de invali-
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en servicio activo y se prescribió también como aporte adicional la diferencia del sueldo que se presentaba en caso de ascenso al grado inmediatamente superior. Debido al desarrollo de la Aviación Militar, con la Ley 6 de 1936 se creó la Caja de Sueldos de Retiro de la Aviación, que reconocía pensiones a los tripulantes de aeronaves militares, siempre que fueran colombianos y hubieran servido por un lapso superior a ocho años, y volado un tiempo mínimo de 1.500 horas. La pensión se otorgaba en cuantía de 80 por ciento del salario devengado al momento del retiro. Para los subo-
ficiales de Aviación se exigía un tiempo de servicio de 10 años, otorgándoles pensión del 18 por ciento por 10 años y un 3 por ciento por cada año adicional sin exceder el 33 por ciento. La Armada, que desde 1915 recibía idéntico tratamiento al del Ejército, fue reestructurada en 1936 por la Ley 105, creando su propia caja de previsión. En 1938, con la Ley 55 se determinó una prima de alojamiento, la cual constituye el antecedente del actual sistema militar de subsidio familiar, cuya característica funda-
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Esta administración, al igual que las que le antecedieron, seguirá velando por el régimen excepcional de la asignación de retiro de los héroes de la patria.
mental es la cancelación directa por la Fuerza a la que pertenecía o por la caja de previsión; es decir, no había afiliación a una caja de compensación. El subsidio se otorgaba por ser casado o viudo, con hijos a cargo. La prestación inicialmente se otorgaba en un 8 por ciento por el hecho de ser casado y un 15 por ciento cuando se tenían hijos dentro del matrimonio. Finalmente, con la Ley 100 de 1946 se unificó el régimen de carreras de todas las Fuerzas y se fusionaron todas las Cajas de
Sueldos de Retiro. Sin embargo, la Ley 92 de 1948 creó de nuevo una entidad para la Armada, que desapareció con la expedición del Decreto 0240 de 1952. Desde entonces, existe una única entidad de previsión para el pago de las prestaciones económicas de las Fuerzas Militares, conocida como Caja de Retiro de las Fuerzas Militares. Desde su creación, la entidad se ha esmerado en buscar día tras día avances cuantitativos y cualitativos, no solo en la capacitación de sus funcionarios sino en el diáfano manejo de los recursos, en procura de brindar un excelente servicio a sus afiliados. Es así como al momento de su creación, en 1925, bajo la denominación de Comisión de Sueldos de Retiro, contaba con ocho beneficiarios y un presupuesto de 152.953,72 pesos, de los cuales $80.000 eran aportados por la nación y los 72.953.72 restantes eran recursos propios.
En la actualidad, la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares cuenta con 46.920 afiliados y un presupuesto de 2.115.255.000.000 de pesos, en el que la nación aporta 1.870.400.000.000 y la entidad, con recursos propios, contribuye con 244.855.000.000. Este presupuesto se destina exclusivamente al cumplimiento de la misión asignada, que no es otra que el reconocimiento y pago oportuno de las asignaciones de retiro y sustituciones pensionales cuando se consolide el derecho, con el propósito de lograr que CREMIL sea un ente innovador en la atención al afiliado, mediante la implementación de un modelo gerencial dinámico y de modernización tecnológica. Esta administración, al igual que las que le antecedieron, seguirá velando por el régimen excepcional de la asignación de retiro de los héroes de la patria, que ofrendaron sus mejores años de vida para el engrandecimiento de Colombia, no sólo como un derecho sino como un justo reconocimiento por sus esfuerzos y sacrificios por el país.
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Peticiones salariales de oficiales, suboficiales, soldados profesionales e infantes de marina Abogado Everardo Mora Poveda Jefe Oficina Asesora de Jurídica
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a Caja de Retiro de las Fuerzas Militares, como establecimiento público adscrito al Ministerio de Defensa, tiene por objeto el reconocimiento y pago de las asignaciones de retiro, conforme a la normatividad especial que la regula; teniendo en cuenta esta responsabilidad, la entidad cuenta con un equipo de profesionales especializados, tanto en lo jurídico como en lo intelectual y logístico, que le permite afrontar el desafío de atender las diferentes peticiones. En la última década, CREMIL se ha visto enfrentada a una serie de reclamaciones judiciales producto de algunos vacíos legislativos y diferentes interpretaciones, que han generado una serie de problemáticas salariales, tendientes a obtener el reconocimiento de la asignación de retiro y su reajuste, con fundamento en el Índice de Precios al Consumidor, IPC, la partida denominada prima de actividad; igualmente, sobre la prima de actualización y el subsidio familiar y reajuste de la asignación de retiro de los soldados profesionales e infantes de marina.
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Reajuste de la asignación de retiro con fundamento en el Índice de Precios al Consumidor Desde la Constitución de 1886, los miembros de las Fuerzas Militares han hecho parte de un régimen especial, diferente del régimen general del que hacen parte todos los demás trabajadores, actualmente, el artículo 217, inciso 3 de nuestra carta magna, reza: “La ley determinará el sistema de reemplazos en las Fuerzas Militares, así como los ascensos, derechos y obligaciones de sus
miembros y el régimen especial de carrera, prestacional y disciplinario, que le es propio”. Dicho régimen especial dispone que las asignaciones de retiro deben reajustarse anualmente de acuerdo con las variaciones que se introduzcan en los salarios pagados a los militares que se encuentren en servicio activo de acuerdo con cada grado, de conformidad con el principio de oscilación. Para dar cumplimiento a lo anterior, el Gobierno Nacional anualmente, mediante decreto, fija los incrementos de los sueldos básicos del personal en actividad, reajus-
tando con ello las asignaciones de retiro, manteniendo así el poder adquisitivo de la asignación de retiro y el derecho a la igualdad entre militares en actividad y en retiro. No obstante lo anterior, para las asignaciones de retiro fueron inferiores a los establecidos con base en el IPC, lo que originaron las reclamaciones de afiliados de la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares, y los consecuentes procesos judiciales instaurados respecto del reajuste de sus asignaciones. Esto se evidenció con la Ley 100 de 1993, que creó y determinó el Sistema de Seguridad
Social Integral, del que forma parte el sistema general de pensiones, que este debe aplicarse a todos los habitantes del territorio nacional, bien sean servidores públicos, oficiales o particulares, como se infiere del mandato contenido en el artículo 11, salvo las excepciones expresamente determinadas en su artículo 279 a los miembros de las Fuerzas Militares, ratificando con ello el régimen especial al que pertenecen estos empleados de la nación. En aplicación de la Ley 238 de 1995, la cual adicionó el artículo 279 de la Ley 100 de 1993, mediante un parágrafo estable-
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que lo devengaba en servicio activo, dicha norma fue declarada inexequible por vicios de forma en su expedición, adquiriendo vigencia en consecuencia nuevamente el Decreto Ley 1211 de 1990.
ció que “las excepciones consagradas en el presente artículo no implican negación de los beneficios y derechos determinados en los artículos 14 y 142 de esta ley para los pensionados de los sectores aquí contemplados”. Como resultado de la Mesa de Trabajo de IPC, conformada por el Ministerio de Defensa Nacional, Ministerio de Hacienda, Procuraduría General de la Nación, Departamento Administrativo de la Función Pública, las Direcciones de Prestaciones del Ministerio de la Defensa Nacional y la Policía Nacional, CREMIL y CASUR, se fijaron los parámetros de conciliación en esta materia, atendiendo el precedente judicial consolidado por el Consejo de Estado en pronunciamientos del 15 y 19 de noviembre de 2012.
Se promulgó el Decreto 4433 de 2004, el cual dispuso que la prima de actividad, dentro de las asignaciones de retiro, su reconocimiento y pago fuera a partir del 31 de diciembre de 2004 y en adelante debe liquidarse con el 33 por ciento. Así mismo, el Gobierno Nacional expidió el Decreto 2863 de 2007, en el cual se ordenó un incremento del 50 por ciento en el porcentaje de la prima de actividad para el personal de la Fuerza Pública, tanto activos como retirados, con efectos a partir del 1 de julio de 2007.
Prima de actualización En ejercicio de las facultades constitucionales conferidas por el Artículo 215 de la Carta Política, y en desarrollo del Decreto 333 de 1992, el Gobierno Nacional, mediante Decreto Legislativo 335 de 1992 fijó los sueldos básicos para el personal en servicio activo de la Fuerza Pública, creando en su artículo 15 la prima de actualización para oficiales y suboficiales condicionando el derecho a percibirla en servicio activo, así:
Prima de actividad En cuanto a la liquidación de esta prima para efectos de asignación de retiro, se encontraba señalada en los artículos 154 y 155 del Decreto Ley 95 de 1989, ratificado posteriormente con el Decreto Ley 1211 de 1990, artículos 159 y 160. Posteriormente, se expidió el Decreto 2070 de 2003, con el cual se modificaron algunas disposiciones del Decreto Ley 1211 de 1990, entre otras en lo referente a la prima de actividad, estableciendo que dicha partida no sería de acuerdo al tiempo de servicio prestado sino conforme y en los porcentajes en
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La Caja de Retiro de las Fuerzas Militares, como establecimiento público adscrito al Ministerio de Defensa, tiene por objeto el reconocimiento y pago de las asignaciones de retiro.
“De conformidad con lo establecido en el plan quinquenal para la Fuerza Pública 1992-1996, aprobado por el Consejo Nacional de la Política Económica y social, Conpes, los oficiales y suboficiales de las Fuerzas Militares y de la Policía Nacional, en servicio activo, tienen derecho a percibir mensualmente una prima de actualización en los porcentajes que se indican a continuación en cada grado liquidada sobre la asignación básica así (…) Parágrafo. La prima de actualización a que se refiere el presente artículo tendrá vigencia hasta cuando se establezca una escala gradual porcentual única para las Fuerzas Militares y la Policía Nacional. El personal que la devengue en servicio activo tendrá derecho a que se le compute para el reconocimiento de asignación de retiro, pensión y demás prestaciones sociales”. Posteriormente, la Ley 4 del 18 de mayo de 1992 estableció en su artículo 134 que “el Gobierno Nacional establecerá una escala gradual porcentual para nivelar la remuneración del personal activo y retirado de la Fuerza Pública. La nivelación de que trata el presente artículo debe producirse en las vigencias fiscales 1993 a 1995”. En 1996, con el Decreto Ejecutivo 107 el Gobierno Nacional consolidó la escala gradual porcentual para la remuneración del personal de las Fuerzas Armadas, culminando así la vigencia de la aludida prima de actualización.
el Decreto 3770 de 2009 derogó el aparte referente al subsidio familiar y señaló que las personas que venían devengando este subsidio lo percibirían hasta el momento del retiro. Como resultado de las mesas de trabajo, el Gobierno Nacional expidió en junio de 2014 los Decretos 1161 y 1162, por medio de los cuales se creó el subsidio familiar para soldados profesionales e infantes de marina y se dictaron disposiciones en materia de asignación de retiro y pensión de invalidez para el mismo personal.
- Reajuste asignación de retiro Esta problemática surge por cuanto los soldados voluntarios recibían una bonificación mensual equivalente a un Salario Mínimo Legal Mensual Vigente incrementado en un 60 por ciento, de conformidad con lo establecido en el artículo 4 de la Ley 131 de 1985. Al ser incorporados como soldados profesionales se determina su asignación salarial mensual en un SMLMV incrementado en un 40 por ciento, porcentaje que de igual manera se viene reconociendo dentro de su asignación de retiro, con fundamento en lo señalado en el artículo 1 del Decreto 1794 de 2000 y artículo 13 numeral 13.2 del Decreto 4433 de 2004.
Soldados profesionales - Subsidio familiar Los soldados profesionales bajo la vigencia del Decreto 1794 de 2000 devengaban en servicio activo un subsidio familiar equivalente al cuatro por ciento de su salario básico mensual más la prima de antigüedad. Con la expedición del Decreto 4433 de 2004 se dispuso el reconocimiento de la asignación de retiro a los soldados profesionales e infantes de marina, y se excluyó la partida de subsidio familiar en la liquidación de su asignación de retiro. Posteriormente,
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Subdirección de Prestaciones Sociales
Comprometidos con el bienestar de nuestros afiliados Teniente Coronel (RA) José Agustín Fierro Castro Subdirector de Prestaciones Sociales
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or nueve décadas y en forma ininterrumpida, CREMIL ha efectuado el reconocimiento y cancelación de la asignación de retiro al personal militar, que cumpliendo con los requisitos legales exigidos obtiene este derecho, producto del sacrificio, consagración y abnegado servicio como miembro activo del Ejército Nacional, la Armada Nacional y la Fuerza Aérea Colombiana, en su condición de oficial, suboficial, soldado profesional e infante de marina profesional. Cuando la vida de estos héroes se extingue, les garantiza el sustento a su viuda e hijos, efectuando el reconocimiento de la sustitución pensional como beneficiarios. En la actualidad son 46.920 afiliados a CREMIL, entre personal militar en retiro y beneficiarios.
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El proceso de efectuar el trámite de reconocimiento de la asignación de retiro y la sustitución pensional a los beneficiarios, así como la elaboración de la nómina mensual, es la labor encomendada a la Subdirección de Prestaciones Sociales, encargada de dar cumplimiento a este proceso misional, garantizando de manera eficiente, que el personal militar que abandona la actividad, reciba su asignación de retiro, una vez se cumplan los tres meses de alta, que le son conferidos por la Fuerza a la que perteneció.
Área de Reconocimiento de Prestaciones Sociales Es responsable del reconocimiento de la asignación de retiro, con alto compromiso institucional. Al recibir los expedientes de las Fuerzas dentro de un proceso de validación de la información, garantiza que el derecho a reconocer se encuentre enmarcado dentro de las normas legales y cumpla las condiciones exigidas por la misma, proyectando los actos administrativos de reconocimiento de la asignación de retiro y al ocu-
La Subdirección cuenta con dos equipos de trabajo, que laboran en forma sincronizada para garantizar el trámite administrativo y poder efectuar el pago de forma oportuna a los afiliados dentro de los tiempos estipulados. Son ellos el Área de Reconocimiento de Prestaciones Sociales y el Grupo de Nómina, Embargos y Acreedores.
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rrir el fallecimiento del militar se genera el reconocimiento de la sustitución de la asignación a favor de los beneficiarios, como la esposa e hijos que acrediten su condición de acuerdo con la situación familiar del militar, al momento del fallecimiento; igualmente, actualiza la sustitución al surgir un beneficiario que no cumpla los requisitos de acreditación y extingue la asignación de retiro por falta de beneficiarios y la sustitución por fallecimiento del último beneficiario, generando una actualización permanente de beneficiarios que hacen parte de la nómina de afiliados a la entidad.
Grupo de Nómina Embargos y Acreedores Hace muchos años, el reconocimiento lo realizaba prácticamente el Ministerio de Guerra por medio de su despacho jurídico y el pago se cumplía a través de un tesorero vinculado a la nueva unidad administrativa creada en la Ley 75 de 1925, que dio vida a la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares. En el transcurso de dos décadas, aproximadamente, se crearon varios regímenes de pagos de sueldos de retiro y sustituciones
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pensionales, hasta 1946 cuando se fusionaron todas las cajas de retiro de las Fuerzas Militares; vale destacar que a partir de 1948, mediante la Ley 92, se creó una nueva entidad para la Armada, pero que desapareció con la expedición del Decreto 0240 de 1952. Realmente, es a partir de esta fecha que existe una caja única de pago de asignaciones de retiro y sustituciones pensionales para el personal de las Fuerzas Militares. Después de un fugaz recorrido histórico y situándonos en el 2015, encontramos una dependencia responsable de la liquidación y pago de las asignaciones de retiro y sustituciones pensionales del personal militar y sus beneficiarios. De igual manera, este Grupo liquida e ingresa a nómina todas las sentencias contra la Caja, de modificaciones de partidas computables, reajustes de la asignación de retiro por IPC, reconocimientos de sustitución pensional a las personas que adquieren el derecho, subsidio familiar para el personal de soldados e infantes de marina profesionales, entre otras responsabilidades. A la fecha, la nómina de asignaciones de retiro es dinámica; en los últimos dos años
ha alcanzado un promedio mensual de 250 altas o militares que ingresan. Al corte de la nómina del mes de septiembre de 2015, llegamos a 46.920 afiliados con valor presupuestal mensual superior a los $135.000 millones. De esta forma se da cumplimiento a uno de los procesos misionales de CREMIL, siempre con el compromiso de brindarles y garantizarles los derechos a todos los afiliados, proyectándonos hacia el primer centenario de manera profesional, transparente y eficiente en nuestra gestión; preocupados por el bienestar de la reserva activa, para que sin ningún apremio puedan tener la certeza de recibir oportunamente el justo reconocimiento a una vida de sacrificio y honor a sus Fuerzas Militares.
La Subdirección cuenta con dos equipos de trabajo, que laboran en forma sincronizada.
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Control Interno
Un compromiso para garantizar la transparencia Capitán de Corbeta (RA) Álvaro Jiménez Medina
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no de los principios fundantes de la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares es la pulcritud en el manejo de los recursos. Nada más sagrado que los aportes que han hecho durante toda su vida los integrantes de las Fuerzas Militares para garantizar su tranquilidad cuando la vida ha pasado y solo queda disfrutar de la satisfacción del deber cumplido en la placidez del retiro. En tal sentido, la entidad ha fortalecido el Control Interno para que este sea un pilar fundamental en la administración, la toma de decisiones y el cumplimiento de la visión. Por tal razón, está presente en todos los procesos, actividades y tareas emprendidas, con el fin de cumplir con su propósito institucional.
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Como entidad pública, CREMIL promueve mecanismos de control interno para cumplir los lineamientos constitucionales y garantizar lo que esta le ordena a las entidades del Estado, es decir, entender que “la función administrativa está al servicio de los intereses generales y se desarrolla con fundamento en los principios de igualdad, moralidad, eficacia, economía, celeridad, imparcialidad y publicidad, mediante la descentralización, la delegación y la desconcentración de funciones”.
El Sistema de Control Interno tiene como propósito lograr la eficiencia, eficacia y transparencia en el ejercicio de las funciones de las entidades que conforman el Estado colombiano y cualificar a los servidores públicos, fortaleciendo sus competencias, con el fin de acercarse al ciudadano y cumplir con los propósitos constitucionales para los que fueron creadas. La Constitución de 1991 estableció los principios que deben seguirse en el ejercicio de la función pública en la administración del Estado, constituyéndose en los preceptos fundamentales definidos para encaminar su desarrollo y
procurar orientaciones estratégicas en la toma de decisiones. En la entidad se han implementado los mecanismos de control y autocontrol mediante procesos de capacitación y participación de los funcionarios, donde el propósito es facilitar a la alta dirección la estructuración de procedimientos basados en la eficiencia de los equipos de trabajo. Así mismo, el cambio continuo, la modernización y la gestión por resultados en la Caja, no solo obedecen al cumplimiento de la norma sino al
Como entidad pública, CREMIL promueve mecanismos de control interno para cumplir los lineamientos constitucionales y garantizar lo que esta le ordena a las entidades del Estado.
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compromiso, al sentido de pertenencia, a la lealtad y demás valores que han logrado armonizar la misión, la visión y los propósitos constitucionales en beneficio de la entidad y sus afiliados. El concepto de Control Interno significó para las entidades dejar de lado el control previo que ejerció la Contraloría General de la República durante décadas, y que de alguna manera se fue debilitando con el paso del tiempo, porque se generaba una figura de coadministración. Estas fueron razones suficientes para que en la Constitución se estipulara que la responsabilidad era del administrador público y que el papel de la
Contraloría estaba en el control del tema fiscal de manera posterior. Al señalar los principios fundamentales de la administración pública –igualdad, moralidad, eficacia, economía, celeridad, imparcialidad y publicidad– la Constitución define una guía de transparencia y buenas prácticas, y a la vez, determina unas orientaciones claves para cumplirlos. Advierte que estos se logran mediante la descentralización, la delegación y la desconcentración de funciones, es decir, con una estructura adecuada y conveniente, que no concentre funciones o genere reprocesos, delegue para agilizar
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CREMIL ha desarrollado mecanismos de control y autocontrol, con el propósito de implementar procesos fundamentados en la eficiencia, la eficacia y la transparencia en todos los procedimientos.
la administración y se precisen los roles y responsabilidades para que se privilegie el beneficio general y no el particular. Al respecto, el Artículo 269 estipula que “en las entidades públicas, las autoridades correspondientes están obligadas a diseñar y aplicar, según la naturaleza de sus funciones, métodos y procedimientos de control interno, de conformidad con lo que disponga la ley, la cual podrá establecer excepciones y autorizar la contratación de dichos servicios con empresas privadas colombianas”.
En tal sentido, con base en la Ley 87 de 1993 se creó la Oficina de Control Interno en la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares. De acuerdo con la norma, el Sistema de Control Interno debe tener unas características especiales. Señala que este forma parte de los sistemas contables, financieros, de planeación, de información y operacionales de la respectiva entidad y que le corresponde a la máxima autoridad del organismo o institución la responsabilidad de establecer, mantener y perfeccionar el Sistema de Control Interno, que debe ser adecuado a la naturaleza, estructura y misión de la organización. Igualmente, señala que en cada área de la organización el funcionario encargado de dirigirla es responsable por el control interno ante su jefe inmediato de acuerdo con los niveles de autoridad establecidos en cada entidad, y que la Unidad de Control Interno, o quien haga sus veces, es la encargada de evaluar en forma independiente el Sistema de Control Interno de la entidad y proponer al representante legal del respectivo organismo las recomendaciones para mejorarlo. También, ordena que todas las transacciones de las entidades deberán registrarse en forma exacta, veraz y oportuna, de forma tal que permita preparar informes operativos, administrativos y financieros. La misma ley define la unidad de coordinación de Control Interno como “un componente del Sistema de Control Interno, de nivel gerencial o directivo, encargado de medir y evaluar la eficiencia, eficacia y economía de los demás controles, asesorando a la dirección en la continuidad del proceso administrativo, la revaluación de los planes establecidos y en la introducción de los correctivos necesarios para el cumplimiento de las metas u objetivos previstos”. Es claro que cumple un rol evaluador y no controlador.
Con respecto a los informes de los funcionarios de Control Interno, advierte que estos tienen valor probatorio en los procesos disciplinarios, administrativos, judiciales y fiscales cuando las autoridades pertinentes así lo soliciten. Por tal razón, estos deben ser objetivos, independientes y con valor agregado para que generen confianza y orienten la entidad al mejoramiento continuo. La Caja de Retiro de las Fuerzas Militares adoptó el Modelo Estándar de Control Interno, MECI, para armonizar, actualizar y ordenar todos sus procedimientos y definir los roles y responsabilidades al interior de la entidad. Con estas disposiciones, CREMIL se ha convertido en una organización dinámica que mejora continuamente sus procedimientos para fortalecer su misión institucional y prestar un servicio de excelencia a sus afiliados y al país. CREMIL ha desarrollado mecanismos de control y autocontrol, con el propósito de implementar procesos fundamentados en la eficiencia, la eficacia y la transparencia en todos los procedimientos. Con lo cual la Caja, además de cumplir estrictamente las normas vigentes, fortalece su compromiso, sentido de pertenencia, lealtad y demás valores para armonizar la misión, la visión y los propósitos constitucionales en beneficio de sus afiliados.
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Director General de CREMIL
La vocación de servicio, una valiosa herencia
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a vocación de servicio del Director General de CREMIL, el Mayor General (RA) Edgar Ceballos Mendoza, nació con él en su casa paterna de Santa Marta hace 61 años. La fortaleció viendo a su madre, una secretaria comercial, que se gastaba sus ingresos en ayudar a los más necesitados de la ciudad, y que fraguó en sus cinco hijos la solidaridad y el servicio a los demás. “Esa vocación fue la que me llevó a convertirme en oficial del Ejército para servirle a mi país cuando apenas tenía 17 años y entré a la Escuela Militar de Cadetes. Desde entonces, le he servido a mi patria como uniformado y después en la reserva activa como Vicerrector Administrativo de la Universidad Militar Nueva Granada y como Director de CREMIL”, cuenta el General Ceballos en una entrevista para conmemorar los 90 años de la Caja de Retiro. El servicio y el liderazgo son dos virtudes que han caracterizado al Director de la Caja desde que era un cadete hasta cuando dirigió la Escuela Superior de Guerra, en dos oportunidades, y después como retirado al frente de CREMIL. “El aprendizaje en la Escuela Militar es riguroso, la formación es exigente y cada una de las actividades que uno desarrolla van formando el carácter, lo van convirtiendo en un buen militar y un gran líder. Yo tuve unos comandantes exigentes, en la Escuela se dormía poco y no se podía salir a la calle o ver a los familiares. Eso le ayuda a uno a perfilarse en todos los campos. La institución militar me formó académica, intelectual, moral y físicamente; también, me fortaleció el liderazgo y el servicio a la comunidad”.
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El liderazgo se va fortaleciendo día a día con las responsabilidades que se adquieren. Estos son pilares fundamentales para forjar un gerente: "La escuela nos forma desde el comienzo. Allí se aborda el sentido de la responsabilidad, nos hacemos cargo del equipo que nos entregan. Al año ya tenemos mando y personas a nuestro cargo; es allí, donde labramos el verdadero liderazgo y la vocación para ayudar a educar estos hombres. Entonces, uno tiene que orientarlos para que les vaya bien académicamente, en el entrenamiento físi-
co, en los deportes, en todo tienen que ser sobresalientes”. El líder no es el que manda a los demás, es el que ayuda a que sean mejores personas; no solo rigurosos militares, buenos funcionarios sino excelentes seres humanos y entrañables miembros de familia. “Yo desde los 18 años he tenido que asumir responsabilidades, pero también traía unas bases de la casa; el liderazgo es un complemento de la formación. A uno tiene que nacerle ayudar a las personas a ser mejores; el verdadero líder es el que busca que donde él se encuentre la comunidad y el entorno estén mejor. Este concepto debe aplicarse en
cualquier empresa o institución. Es lo que busco en CREMIL, que todos los afiliados y funcionarios estén cada vez mejor”.
39 meses de logros Dice el General que los logros en estos 39 meses que ha permanecido al frente de la Caja son muchos y que los mejores calificadores de la gestión son los afiliados. Agrega que en el desarrollo tecnológico, se ha avanzado, la página WEB está muy
bien estructurada y es una fortaleza, en esta encuentran información, pueden bajar desprendibles, certificaciones, escribir al Director. Otra ventaja es el email individual y la aplicación móvil para tener contacto permanente con la Caja. "Avanzamos en lo tecnológico, pero hay que seguir invirtiendo, eso vale mucha plata. Hemos mejorado el Call Center, que era una odisea, se perdía el 80 por ciento de las llamadas, hoy se pierde el 10 por ciento, lo que nos obliga a seguir mejorando”. De la misma manera, en los últimos tres años la Caja ha mejorado los tiempos de respuesta a los derechos de petición, pero
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aún se quedan algunos sin responder oportunamente, lo que implica un mejoramiento para llegar a la excelencia. De otra parte, el pago de las sentencias no se demora más de 90 días, aproximadamente. “Son pocas las entidades del Estado que tienen este record, nosotros lo estamos haciendo en los tiempos reglamentarios, tenemos una gran capacidad de respuesta”, dice el General. Otro aspecto importante es que la Caja les está ayudando a las personas a solucionar su problema relacionado con el IPC. “De los 30.208 que tienen derecho, esperamos que
en unos dos años ya no debe existir el problema del IPC, al menos en lo que corresponde a CREMIL”. Otro logro importante que se ha concretado en los últimos meses es el proyecto El Pedregal. “Este es un hito, es un modelo para otras entidades del Estado, para los colombianos, para todos nuestros afiliados; nosotros hicimos una negociación con transparencia, con honestidad, pensando en CREMIL, en su patrimonio y en los beneficios que se van a recibir. Las cosas salieron bien con el respaldo del Consejo Directivo, del Sector Defensa y de otras personas que ayudaron para que esto tuviera un final
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feliz. Esperamos que la empresa cumpla y entregue el edificio y los parqueaderos en el 2019, para que crezca el patrimonio de CREMIL. También, hay avances para modernizar el Centro Internacional Tequendama”. Igualmente, se destacan los encuentros regionales con los afiliados. Estos son “las niñas consentidas del Director”, como él los llama. En CREMIL, estos encuentros con el Director y con los funcionarios son valiosos, porque son la oportunidad para explicarles a los afiliados qué está haciendo la Caja y
cuáles son los proyectos para ellos. Los que habitan en Bogotá tienen más facilidades para acceder a la información sobre acciones y programas, porque tienen el Centro Integral de Servicio al Usuario, pero en las regiones apartadas se tienen muchas limitaciones para conocer en qué trabaja la entidad. “Por eso, en ese contacto personal con ellos queremos que conozcan qué está haciendo CREMIL; escucharlos, que pregunten directamente, que planteen sus inquietudes, sus quejas y reclamos. Que el Director pueda tomar acciones correctivas y darles solu-
ciones inmediatas, porque sería muy triste que alguien hable conmigo y tampoco se solucione el problema. Además, se les informa de los planes estratégicos para que hagan recomendaciones. Queremos que todo el mundo esté enterado de lo que está pasando con la institución”, dice el General.
En el 2025, CREMIL líder en innovación Para el Director General el reto de la entidad para los próximos 10 años debe centrarse en los avances tecnológicos, la formación y capacitación de los funcionarios de la Caja y resolver los problemas salariales de los afiliados. “Cuando CREMIL cumpla 100 años en el 2025, la parte tecnológica debe estar totalmente desarrollada y aplicada para facilitarles la vida a los afiliados, que todos tengan acceso a la información desde cualquier lugar del país o del mundo. Así mismo, el General quiere tener funcionarios capacitados, profesionales y muy competentes en todas las áreas de servicio. Una organización flexible, capaz de atender todos los requerimientos que hacen los afiliados, que estos no tengan ningún problema en los procesos que atiende CREMIL. Uno de los aspectos que debe resolverse y que no corresponde en su totalidad a la Caja es la problemática salarial. “Yo aspiro a que en un tiempo no existan problemáticas salariales que afecten a los afiliados; no obstante, estos asuntos no dependen de la Caja, sino de las acciones de terceros, tales como el Gobierno Nacional, los Ministerios de Hacienda y de Defensa, la Agencia Jurídica de Defensa del Estado, la Procuraduría y todo el aparato judicial del país. Dios quiera que podamos decir que no hay problemática salarial pendiente por resolver, pero no depende de CREMIL”.
tán relacionadas con la rapidez, la confianza y la transparencia que toda entidad debe generar no solo en el ámbito interno sino en el externo, especialmente en su público objetivo: los afiliados. Con un talento humano valioso, como los directivos, los jefes de área y todos los funcionarios, que han puesto al servicio de los objetivos de CREMIL toda su capacidad y compromiso. “Aquí todos los días se trabaja en beneficio del afiliado”. El General reconoce el valor de la familia y el significado que esta ha tenido en su vida militar y de retirado para sacar todos sus proyectos adelante. “El apoyo de la familia es esencial, porque cuando uno está ausente de la casa por días, meses y a veces años, eso marca y pega duro, pero yo soy afortunado, porque cuento con una excelente esposa, María Teresa, con quien me casé cuando era teniente; ella me ha entendido y apoyado en mi vida y acompañado en sitios alejados. Mis padres me respaldaron, mis hermanos han sido incondicionales conmigo en mi carrera y mis hijos siempre me han comprendido. Mi familia me ha acompañado, tanto en los momentos de felicidad como de tristeza”. Esta es en pocas líneas la trayectoria del Mayor General (RA) Edgar Ceballos Mendoza al frente de CREMIL, un hombre que aprendió el valor del servicio cuando apenas balbuceaba las primeras palabras en su natal Santa Marta, de la mano de sus padres, y más tarde del Ejército cuando encontró que este era un camino privilegiado para desarrollar su vocación de servirles a los demás vestido de camuflado, o en traje de paño y corbata como lo hace hoy para garantizarles a casi 47.000 retirados su calidad de vida.
El General es un gerente convencido de la importancia del servicio y la modernización en una empresa. Estas son condiciones fundamentales para el éxito de la gestión y es-
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Proyecci贸n y Afianzamiento
CREMIL Caja de Retiro de las Fuerzas Militares
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Así funciona el hotel más moderno de Bogotá
El Hotel Tequendama de la mano de CREMIL
T
equendama en muisca quiere decir puertas abiertas. Este hotel, patrimonio nacional, es propiedad de la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares y fue abierto al público el 12 de noviembre de 1948, cuando inició su vida jurídica la Sociedad Hotel San Diego S.A. y esta compañía se convirtió en la propietaria del hotel, respaldada por la Caja de Retiro. La composición accionaria del hotel está distribuida así: 94.92% es de CREMIL, un 5.5 por ciento pertenece a la Agencia Logística de las Fuerzas Militares y un 0.03 por ciento corresponde a unos accionistas particulares. El hotel ha ido modernizando su infraestructura, ampliando su capacidad de hospedaje; en 1953 tenía 365 habitaciones, luego amplió a 600 en 1968 y hoy cuenta con 900, aproximadamente. En lo relacionado con salones para eventos, seminarios y convenciones, cuenta con uno de los más amplios y versátiles como es el Salón Rojo, donde se realizan grandes eventos de la empresa privada y del Gobierno Nacional; además, dispone del Esmeralda, el Guadalupe y el Bolívar; cuya capacidad aproximada es de 2.500 personas. En 1976, la Corporación Nacional de Turismo, CNT, le concedió la quinta estrella por su carácter de hotel de primera clase.
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El Mayor General (RA) Orlando Salazar Gil es el actual Gerente del Crowne Plaza Hotel Tequendama. Pronto cumplirá tres lustros al frente del hotel y de sus fulgurantes cinco estrellas. En una entrevista para conmemorar los 90 años de CREMIL, reconoció el respaldo a su gestión por parte de la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares y destacó el servicio que esta presta a sus afiliados. Él ha visto como CREMIL se ha modernizado, con el propósito fundamental de desarrollar procesos eficientes, con calidad y transparencia.
Un hotel de ciencia ficción
Actualmente, gracias a la disciplina y el conocimiento administrativo del General Salazar, en el hotel todo funciona de manera coordinada: desde la manera en que el botones dispone las maletas en el carrito hasta la boda en el Salón Rojo, que ha requerido un año de cuidadosa planeación y trabajo. Hoy, todo el mundo debe conocer su libreto y debe saber interpretarlo perfectamente. Para ello existen los más modernos mecanismos tecnológicos y profesionales.
Una mirada al Departamento de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones nos ubica en el corazón y los ojos del hotel.
En algunos aspectos el Crowne Plaza Hotel Tequendama podría perfectamente servir como escenario para una película del agente 007, muchas de sus áreas parecen extraídas de la ciencia ficción. Más allá de la sobria modernidad de sus distintos ambientes y su fachada clásica, operan allí sofisticados sistemas con tecnología de punta, capaces de detectar una hoja atorada en una impresora en cualquier punto del edificio o el cambio de temperatura en una máquina.
La sala cuenta con varios sistemas de seguridad, entre ellos, la huella digital registrada para los funcionarios que trabajan en el área. La puerta posee un sistema antifuego y antincendios. Desde allí se concentra el control de todo lo que signifique tecnología y se soportan los sistemas de control de incendios, reservas en línea y seguridad, entre otros. La responsabilidad de este
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Es una plataforma de gestión que facilita los procesos administrativos internos y externos, que puede llevarse a cabo en cualquier hora y día. El General Salazar se siente orgulloso de sus avances tecnológicos.
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departamento es dar soporte tecnológico y desarrollo. De acuerdo con el General, “los proyectos deben evolucionar, el Hotel Tequendama debe estar a la vanguardia y mantenerse en esa misma posición, tecnológicamente hablando. Un hotel con filosofía de modernidad garantiza a los huéspedes un plus en sus servicios. No es lo mismo llegar a una habitación que ofrece servicios convencionales que encontrar redes inteligentes, televisión inteligente y la telefonía más desarrollada, con alcances y capacidades que incluso van más allá de las necesidades de hoy”. En efecto, la televisión interactiva, única en el país, le permite al huésped no solo disponer de contenidos provenientes de un operador de cable sino conocer y entrar en contacto con todos los servicios del hotel, mediante el televisor. Este puede conocer los horarios en que se prestan todos los servicios, enterarse de promociones, separar una cita en el spa, conocer el valor de una sesión de cuidado de la piel, hacer el check out o informarse acerca de las entidades existentes en los alrededores del hotel, como bancos, notarías y demás op-
ciones, de los cuales la aplicación le dará la ruta para llegar al lugar deseado, tener información particular acerca de su visita a la ciudad o acceder a revistas y periódicos de todo el mundo con un simple clic. Esto último hace parte de la filosofía de expaper implantada en el hotel, que busca eliminar el uso de papel al máximo para continuar con la certificación verde. En el Tequendama el aparato de televisión, en resolución HD, se ha convertido en un centro de entretenimiento. Se puede navegar en Skype, en internet o chatear, y encontrar contenidos internacionales o nacionales; servicios valiosos, tanto para el empresario como para el turista, y en los idiomas más utilizados en el mundo y con televisores de última generación. En cuanto a Internet, tratándose de un hotel cuyo fuerte son los negocios, el visitante debe disponer de comunicación inmediata y fluida. Gracias a esto es posible parametrizar y darle direccionamiento a un canal de comunicación con Japón, por ejemplo, para llevar en vivo y en directo un procedimiento médico durante un encuentro de gastroenterólogos, mediante una señal de streamig de video de cómo se realizará este. Existen muchas fibras de casi todos los operadores para satisfacer, tanto a visitantes como a huéspedes, que requieran comunicaciones de alta exigencia; de hecho, el Tequendama es el único hotel del país que posee estos sistemas de punta. Así mismo, cuenta con el Bussines Process Management, BPM, que es el tema de la digitalización y modernización de todos los procesos de gestión interna de la compañía. Para la gestión de las 900 habitaciones, aproximadamente, que posee el hotel, se requieren mesas de ayuda para mantenimiento de sistemas. La plataforma tiene un manejo de correspondencia, una intranet y una extranet para comunicarse en forma digital con los clientes, de modo que los que estén fuera puedan revisar a través de
la extranet qué facturas tienen radicadas y dispuestas para pago, inclusive podrán cobrarlas on line, y quienes le adeudan al hotel podrán igualmente hacer esos pagos mediante esta plataforma. Esta plataforma de gestión que facilita los procesos administrativos internos y externos, que puede llevarse a cabo en cualquier hora y día. El General Salazar se siente orgulloso de sus avances tecnológicos. “Nuestra red wi fi solo es comparable con la que poseen los grandes hoteles de Las Vegas o Disney World, porque se trata de una red inteligente, capaz de manejar una densidad de 3.000 usuarios que pueden ser atendidos simultáneamente en un salón, como el Salón Rojo, mediante una red de última generación de muy alta gama, que permite esta conectividad inalámbrica, de modo que todos y cada uno de los dispositivos de esos usuarios funcionen bien y simultáneamente”. No es una tarea sencilla, requiere, aparte de conocimientos, equipos con canales de datos e información robustos y prestados por importantes compañías, porque ese es el nivel que merecen los huéspedes del Tequendama. Se ha implementado la cultura del computing globe, que permite que todos los servicios y aplicativos sean enviados a la nube para total garantía de seguridad, de tal modo que si algo falla hay un respaldo que permite resolver casi de inmediato el
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problema. “El sistema inteligente que tenemos monitorea el estado de las máquinas, de modo que cuando varía la temperatura avisa, porque detecta vapores o conatos de incendio muy tempranamente. Y para avisar hay una alarma audible y otra visual que nos indica que algo está mal y necesita nuestra atención”.
Cómo cazar cinco estrellas El Hotel Tequendama es parte de la biografía de la ciudad, porque ha visto o protagonizado acontecimientos que son parte de la historia local y nacional, y es lo bastante antiguo como para disfrutar de huéspedes que incluso han pasados sus vidas allí. Una pareja de la alta sociedad capitalina vivió en su suite del piso 15 muchos años. Ella 42 y él 28 y siempre ocuparon la misma mesa del restaurante El Virrey. Ambos murieron en el hotel. Varios congresistas son huéspedes permanentes del hotel desde hace varios años. Por una de esas paradojas de la vida en la suite presidencial hace por lo menos tres períodos que ningún presidente pernocta en ella. “Vienen por la mañana y se van muy tarde, pero no se quedan ahí”. En cambio la lista de sus colegas que han dormido allí es tan larga que el General se atreve a afirmar que el 99 por ciento de los Jefes de Estado que han pasado por Bogotá, se ha quedado aquí. Ha habido ocasiones en las que el hotel ha alojado al mismo tiempo a 27 mandatarios de diversas partes del mundo y sus respectivas delegaciones. A pesar de contar con las suites presidenciales, no se prestan para alojar a ningún presidente extranjero. En alguna ocasión se alojó allí a un rey y al resto de Jefes de Estado no les gustó en absoluto la excepción real, y lo manifestaron de alguna manera.
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Sin embargo, hay excepciones de excepciones, el Rey de España, Felipe VI de Borbón, siempre ocupa una suite presidencial por razones dimensionales; dado que su alteza sobrepasa los dos metros de estatura. Por esta razón, fue necesario en su primera visita fabricarle una cama especial; las camas king tienen 2 x 2 metros, esta tiene 2,25 x 2, y se le debió adaptar la ducha, elevándola más de su altura normal.
Los robots se toman los territorios domésticos La lavandería, probablemente única en la ciudad y el país, es buena muestra de ello. De hecho, opera como una central capaz de lavar, planchar y plegar no solo lo que produce el hotel sino el de otros 13 hoteles de Bogotá que utilizan sus ultramodernos servicios robotizados. Por inverosímil que parezca, una sábana es planchada en un segundo. La lavandería forma parte de una unidad de negocio del hotel. Son expertos en lavado industrial y es una de las lavanderías hoteleras más grandes del país. Cuenta con una amplia capacidad instalada
en maquinaria de última tecnología, que le permite responder rápidamente a las necesidades de huéspedes y clientes externos. Hay un claro compromiso con el cuidado del medio ambiente, por lo que utilizan productos de lavandería biodegradables. Estos servicios “cinco estrellas”, con una producción actual superior a 1.000 toneladas anuales, es ofrecido a huéspedes, hoteles y clientes corporativos. Esta es una de las unidades de negocio más modernas del hotel. El Tequendama es uno de los más importantes en Colombia. No solo está en Bogotá sino que cuenta con hoteles en el sector de Pozos Colorados en Santa Marta, que tiene acceso directo a la playa. De igual forma, está en Cartagena en el sector de Bocagrande, con un perfil corporativo. Uno de los más simbólicos es el Hotel Estación, en Buenaventura, cuya característica principal es ser un monumento arquitectónico en el litoral Pacífico.
El gerente del Tequendama manifestó que está completamente abierto a los negocios y a aprovechar las oportunidades que se presenten para beneficiar a los dueños del hotel: los afiliados a CREMIL. Indicó que por fortuna El Tequendama está conectado con la cadena hotelera más grande del mundo, pues tiene activos representados en más 4.500 hoteles en más de 100 países. El Hotel Tequendama marcha a la vanguardia de la industria hotelera en el país y se prepara todos los días para enfrentar los desafíos de un mundo globalizado cada vez más exigente. Por eso, se está modernizando en todos sus servicios, utiliza tecnología de punta, cuenta con un equipo de funcionarios altamente eficientes y comprometidos con la misión del hotel, que no sólo es un ícono de Bogotá sino de otras ciudades y una de las obras más significativas de la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares.
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CREMIL da un gran paso hacia el futuro
De un lote en El Pedregal al Centro Mundial de Negocios
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s una negociación histórica. "Siempre le hemos apuntado al cambio y con este proyecto sobrepasamos las expectativas, el éxito obedece a la organización de los que hicimos parte del equipo. Nos entregamos en cuerpo y alma para que la Caja de Retiro diera un gran paso hacia el futuro”. Esta frase la pronunció el Mayor General (RA) Edgar Ceballos Mendoza, Director de CREMIL, el 26 de junio de 2015, día en el que se firmó la escritura pública de la negociación del lote El Pedregal, con la cual se dio vía libre al más ambicioso proyecto de la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares en sus 90 años de historia.
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Todo comenzó el 21 de diciembre de 1990, cuando CREMIL, en la administración del Mayor General (RA) José M. Arbeláez Caballero, compró al Instituto de Casas Fiscales del Ejército, 14 lotes ubicados en el barrio El Pedregal, en una esquina estratégica del norte de la ciudad, la calle 100 con carrera séptima. Desde entonces, las Juntas, Consejos Directivos y los Directores de la Caja, acompañados por el Ministerio de Defensa, estuvieron buscando el mejor negocio para que con esta propiedad se beneficiara, no solamente a los afiliados sino a los habitantes de Bogotá.
por la seguridad del país y hoy forman parte de la reserva activa.
El Pedregal es un proyecto innovador que surgió de una alianza entre CREMIL, el Distrito Capital y Aldea Proyectos S. A., para construir en ese predio un complejo empresarial denominado “América Centro Mundial de Negocios”. Como producto de la negociación, en el 2019 la Caja de Retiro recibirá una torre de 21 pisos, con tecnología de punta, un total de 16.819 m2 de área privada y 289 parqueaderos. Esta obra será el punto de apoyo de aquellos héroes que durante muchos años arriesgaron su vida
ambiente, porque ahorrará un 35 por ciento de energía y un 23 por ciento de agua, aproximadamente, frente a lo que se consume en un edificio convencional de la ciudad”.
El doctor Julián Bonilla Nieto, representante legal de Aldea Proyectos S. A., hace un breve recuento de esta propuesta de renovación urbana, que impactará desde esta esquina privilegiada de la ciudad a todos los bogotanos, porque será un centro empresarial con tres edificios. Uno de 30 pisos, con 70.000 metros cuadrados, otro de 21 pisos, que será el de CREMIL, y el tercero, de cuatro pisos con 55.000 metros cuadrados. “Es una construcción amigable con el
Añade que el complejo empresarial tendrá siete sótanos para parqueaderos, con un cupo de 4.700 estacionamientos y contará, además, con tres estaciones para los sistemas de transporte de Bogotá. Los buses del Sistema Integrado de Transporte Público, SITP, los buses de Transmilenio que circula-
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rán por la calle 100 y por la carrera séptima. La estación para el SITP se ubicará bajo una plazoleta de 6.000 metros cuadrados que se construirá en toda la esquina de la calle 100 con carrera séptima.
Un poco de historia Según el Decreto 619 de 2000, Plan de Ordenamiento Territorial, al sector denominado El Pedregal se le dio un tratamiento especial porque era vital para la movilidad de la ciudad, lo cual implicaba que para su
desarrollo se presentara al Distrito un plan parcial de renovación urbana. En el 2006, iniciaron los contactos con el Instituto de Desarrollo Urbano, la Secretaría Distrital de Planeación, el Sistema Integrado de Transporte Público y algunas empresas del sector privado. En ese proceso se solicitaron las determinantes, es decir, los lineamientos técnicos y normativos ante la Secretaría Distrital de Planeación para construir en un polo de desarrollo de la capital del país. Estos fueron expedidos en el 2011, en la administración del Mayor General Rodolfo Torrado Quintero, y en julio de 2012 Aldea
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Proyectos S. A. radicó ante la Secretaría de Planeación la formulación del Plan Parcial de Renovación Urbana El Pedregal y le hizo a CREMIL una oferta inicial. La Caja, prudente y responsable en el manejo del patrimonio de los afiliados, contrató a la Central de Inversiones CISA S. A., para que la asesorara en todos los asuntos relacionados con la negociación, para que esta favoreciera a la Caja y protegiera los intereses de sus afiliados. La gestión conjunta del Consejo Directivo, del GSED, y el com-
promiso del equipo de trabajo de CREMIL, hizo posible que la Caja de Retiro diera un gran paso hacia el futuro y se produjera la negociación de El Pedregal con Aldea Proyectos S. A. Dice el gerente de Aldea que en el sector hay un gran mercado de oficinas y que ellos lo detectaron cuando hicieron unos edificios en la calle 113 con carrera séptima. “A raíz de eso, se realizó un estudio completo sobre el eje de la séptima para ver dónde se podía ubicar un proyecto similar que le aportara al desarrollo, pero no existían mu-
chos disponibles. Encontramos este en el 2003. Hicimos un acercamiento, pero era muy difícil desarrollar un proyecto, porque se requería hacer un plan parcial, que es muy costoso, por el tiempo de aprobación que se requiere y que puede pasar de 10 años y los gastos son altos. Los constructores saben lo complejo que se vuelve el trámite para que lo aprueben”. Entonces, lo primero que se hizo fue comprar unas casas en El Pedregal para entender cómo funcionaba el lugar y quiénes eran los vecinos. “Empezamos con la idea de hacer un complejo de oficinas, sin más implicaciones que usar la carrera séptima y la calle 100 para la construcción y supusimos que había que trazar una oreja, era lo máximo que teníamos que hacer; lo que nunca imaginamos fue que la Secretaría de Planeación nos iba a pedir una serie de requisitos, como construir un nuevo puente, pues el que está es obsoleto, o traer los servicios públicos desde un kilómetro y medio porque el barrio no tiene alcantarillado para soportar una obra tan grande; tam-
poco que teníamos que construir una estación, hacer los portales, todo lo que terminamos entregándole a la ciudad”.
Un proyecto que va a beneficiar a Bogotá Se inició la relación con diferentes entidades del Distrito, con el propósito de revisar la normatividad y los planes de desarrollo previstos para el lugar. Así cada uno de las instituciones presentó la idea que tenía para dar uso al lugar, el Instituto de Desarrollo Urbano, IDU, advirtió que en ese terreno se construiría una estación de Transmilenio. También participaron en el proyecto la Alcaldía Mayor, Transmilenio y las Secretarías de Planeación, de Movilidad y de Ambiente. “Siempre tuvimos la intención de desarrollar la obra a pesar de las dificultades que se presentaron. Teníamos claro que era un proyecto de renovación urbana que iba a beneficiar a la ciudad. Es una construcción gigantesca que además tendrá un puente de interconexión, plazoletas, carriles de
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desaceleración, estación intermedia y estacionamientos de transporte público”, dice el gerente.
El recorrido por los antecedentes del proyecto más ambicioso de CREMIL en sus 90 años de historia, demuestra cómo cuando hay una gerencia eficiente es posible hacer alianzas transparentes para que, además de ganar las entidades directamente involucradas en el proyecto ganen los beneficiarios.
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Agrega que comenzaron el proceso de cartas y solicitudes para hacer parte del proyecto. “Nosotros como Aldea queríamos participar en el desarrollo del proyecto, posteriormente, nos enteramos que quien requería realmente un sitio era Transmilenio; hablamos con ellos y les propusimos que podíamos ser sus socios, por nuestro carácter de desarrolladores inmobiliarios. Nos abrieron las puertas y dijeron que era interesante, que necesitaban ampliar el recorrido de Transmilenio, hacer una estación y así iniciamos a trabajar”. Con Transmilenio el tema evolucionó más rápido. Se analizaron las normas de la ciudad en arquitectura y los aspectos técnicos de movilidad. A las reuniones asistían los funcionarios de transporte. “Todos aporta-
ban ideas, se argumentaba, se tomaba nota de todo y ocho días después llegábamos con los planos modificados; todos poseían un gran conocimiento técnico y se motivaban, porque semana tras semana lo que proponían se incorporaba al proyecto”. Este se le presentó a la Secretaría de Movilidad, entidad que hizo la revisoría técnica de trazados y geometrías, giros, espacio público, aislamientos, sardineles, en fin, todo lo que tiene que ver con el tráfico en la zona. El gerente dice que “aparecieron otras necesidades, como hacer puentes, estaciones y vías de acceso; este proceso duró año y medio y al final quedó el proyecto. Esta Secretaría se lo expuso al Alcalde de la capital y le contó lo que significaba en términos de presupuesto; advirtió, si lo hace el Distrito le costaría aproximadamente 600.000 millones y un privado lo hacía sin costo para los ciudadanos”.
Los pasos con CREMIL Esta esquina privilegiada en el norte de la ciudad tenía varios pretendientes, por lo que la Caja se convertía en un socio estratégico para cualquier inversionista que quisiera desarrollar un proyecto en la zona. Cuando el gerente de Aldea llegó con una idea de negocio donde el Director de CREMIL de la época, el Mayor General (RA) Rodolfo Torrado Quintero, él ya tenía sobre su escritorio dos propuestas que habían elaborado Contexto Urbano y ConConcreto. “Le dije: General, ahí se puede hacer un proyecto de oficinas espectaculares. En esa reunión me enteré que esta institución tenía el 48 por ciento del lote, pero no contaba con recursos para construir. CREMIL con ese porcentaje era un socio muy importante para el proyecto”. Se continuó con el trabajo hasta que salió la resolución de viabilidad para la ejecución del proyecto, en enero de 2014. Es importante señalar que en ese momento, el Director de CREMIL ya era el General Ceballos.
La Caja, prudente y responsable en el manejo del patrimonio de los afiliados, contrató a la Central de Inversiones CISA S. A., para que la asesorara en todos los asuntos relacionados con la negociación.
Después, el Alcalde sacó el Decreto 188 del 14 de mayo de 2014, con el que se adoptó el Plan Parcial de Renovación Urbana El Pedregal. Esta decisión administrativa, según Julián Bonilla, es como un POT pequeño. Cuando se le pregunta por la negociación con la Caja, afirma que esta inicialmente fue prudente, porque este terreno hace parte del patrimonio, pero todo cambió con la Resolución. “Cuando esta salió mejoraron las cosas, además, se sacó en tiempo record, y algo para destacar, la Secretaría de Ambiente aprobó la obra con algunos compromisos ambientales”. Este recorrido por los antecedentes del proyecto más ambicioso de CREMIL en sus 90 años de historia, demuestra cómo cuando hay una gerencia eficiente es posible hacer alianzas transparentes para que, además de ganar las entidades directamente involucradas en el proyecto ganen los beneficiarios y se favorezcan los intereses de la ciudad. La Caja contará con un moderno edificio sostenible, amigable con el medio ambiente, en un polo de desarrollo envidiable y sin invertir dinero de su presupuesto. Algo que debe convertirse en un ejemplo para las demás entidades del sector público que esperan como CREMIL dar un paso seguro y firme hacia el futuro.
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Escrituras firmadas para la negociaci贸n del lote
Escritura P煤blica
Matr铆culas y Predios
Participantes de la Negociaci贸n
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El Pedregal con la empresa Aldea Inversiones S.A.
Generalidades Ley
Firma del Representante Aldea Proyectos S.A.
Firma Director de CREMIL, MG. (RA) Edgar Ceballos Mendoza
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Esfuerzo, responsabilidad y seriedad, claves de la certificación ICONTEC
E
n una entrevista realizada al doctor Carlos Fernando Bahamón González, Director Regional de ICONTEC, en los 90 años de CREMIL, el alto funcionario destacó las certificaciones de calidad, gestión ambiental, seguridad, y salud ocupacional y gestión pública que ha recibido la Caja por el excelente servicio y continuo proceso de modernización en su estructura organizativa y mejoramiento en sus procedimientos administrativos. Aseguró que “las normas ISO son unos generadores de confianza a los diferentes grupos de interés, bien sea a los afiliados a la Caja de Retiro, a los funcionarios, a los directivos de la entidad, a las familias de los afiliados, al Gobierno, al Ministerio de Defensa, en fin, a todas las personas y organismos que tengan que ver con CREMIL. Con estas certificaciones se está demostrando que la Caja hace las cosas bien”.
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Una entidad como CREMIL que cumple 90 años, es una organización líder en procesos de certificación de los servicios que presta a sus afiliados y reconocida no solo por ellos sino por todo el país. El director regional de ICONTEC se refirió a las razones por las cuales la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares obtuvo las certificaciones. Su participación en este y en otros procesos similares lo convierten en un observador autorizado y objetivo, cuyas apreciaciones puntualizan las virtudes o defectos de la entidad y señalan las coordenadas que una empresa, sea pú-
En la entrevista contó que es hijo de militar, razón por la cual entiende muy bien las perspectivas de la entidad. Ese vínculo le ha permitido comprender todos los esfuerzos que hacen los uniformados por llevarle seguridad al país, se sacrifican por darle todo a la ciudadanía, y en su retiro, el país debe reconocerles el esfuerzo. Este viene de la mano de CREMIL, una entidad ya casi centenaria, que vela por la calidad de vida de los militares en retiro.
blica o privada, debe seguir para alcanzar la certificación ICONTEC, que es, en cualquier caso, un sello de garantía.
El directivo de ICONTEC reconoció que para obtener su certificación y las normas ISO, CREMIL ha hecho un esfuerzo significativo con las auditorías. “Son auditorías con muy buenos balances, se nota la responsabilidad y la seriedad que le pone la Caja a estos ejercicios de auditoría con las entidades externas que revisan la labor que lleva a cabo. Lo que se ha podido evidenciar es que cada día mejoran y están dispuestos a certificar nuevas normas. Esto es muy enriquecedor porque se trata del sector público”.
Con respecto a los parámetros de evaluación que aplica ICONTEC en procesos como el de CREMIL, advirtió que se trabaja en temas de calidad en las organizaciones, las buenas prácticas y el mejoramiento continuo. Se analizan los indicadores, los modelos de gestión implementados, los temas de organización, que bien aplicados hacen que las empresas crezcan, no solo a nivel de indicadores sino también de factor humano, porque el recurso humano es lo más importante de cada organización.
En cuanto a la tecnología en CREMIL, destacó el lanzamiento de la aplicación móvil y resaltó el esfuerzo por mejorar, buscando
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herramientas y estrategias para los hombres y mujeres que lo han dado todo por el país, para que la gente reconozca que cuando estuvieron activos trabajaron día a día y hoy que ya están en uso de buen retiro es importante que las herramientas tecnológicas vayan de la mano para su beneficio. El mundo tiende a cambiar y CREMIL está muy fuerte a nivel tecnológico. Insistió en la necesidad que tienen las empresas para lograr la certificación de calidad. “Las entidades del sector público siempre deberían ser las primeras, teniendo en cuenta que quienes se van a beneficiar con las certificaciones de calidad son los ciudadanos. Entonces, el sector estatal cada día va avanzando y se están metiendo en este tema; sin embargo, todavía hay algunas que
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están en fases iniciales. Es importantísimo que entidades como CREMIL sean líderes en esta motivación para las demás empresas, para incentivarlas a que se metan en este cuento de la calidad”. El alto funcionario le plantea retos a CREMIL para seguir mejorando todos los días, porque no hay una organización que sea perfecta; todas las organizaciones deben tener un mejoramiento continuo. “Hay cambios en las normas, por ejemplo, la ISO 9001 y la ISO 14001 y las OSHAS 1801 que lógicamente impactan a las empresas, incluida la Caja, porque van a tener que organizarse para ajustarse a la norma con el sistema integrado de gestión”.
Finalmente, felicita a CREMIL por sus 90 años de historia y asegura que el reto de la entidad es seguir trabajando en la cultura organizacional del servicio, aumentar o mantener los indicadores de gestión que hoy por hoy son muy buenos, para que los afiliados que gozan de los beneficios tengan excelentes opciones y puedan desarrollarse en sus actividades y perfeccionar cada día su calidad de vida.
En cuanto a la tecnología en CREMIL, destacó el lanzamiento de la aplicación móvil y resaltó el esfuerzo por mejorar, buscando herramientas y estrategias para los hombres y mujeres que lo han dado todo por el país.
El 10 de marzo de 2015 la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares, recibió por parte del Instituto Colombiano de Normas Técnicas Colombianas, ICONTEC, las Certificaciones a su Sistema de Gestión Ambiental bajo la norma ISO 14001, Seguridad y Salud Ocupacional bajo la norma OSHAS 18001 y la de calidad bajo las normas NTCGP 1000:2009 e ISO 9001:2008, reconociendo la integración de estos en su Sistema Integrado de Gestión. Este es un logro en equipo, que muestra un gran liderazgo y compromiso de los integrantes de la Caja, quienes buscan mejorar su eficiencia y participan de manera activa en todos los procesos de actualización, ejecución y corrección en las estrategias.
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Memoria Hist贸rica de CREMIL
CREMIL Caja de Retiro de las Fuerzas Militares
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La auspiciosa Caja de Retiro de las Fuerzas Militares Mayor General (RA) José Roberto Ibáñez Sánchez Director de la Biblioteca Central de las FF. MM. Tomás Rueda Vargas y Presidente de la Academia Colombiana de Historia Militar
L
a Caja de Retiro de las Fuerzas Militares está cumpliendo 90 años de existencia. Desde su nacimiento fue concebida, estructurada y proyectada para satisfacer las necesidades prestacionales de las reservas de las Fuerzas Militares, hasta ser hoy como institución de asistencia social una de las mejor organizadas, sólidas y funcionales de Colombia.
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Tamaño éxito ha sido fruto del buen manejo de sus diferentes Directores, Juntas Directivas y Funcionarios, quienes con espíritu de servicio, rectitud y perspectiva, la han acrecentado con eficacia y transparencia ejemplares. Razón para congratularnos sus beneficiarios a través del recuento de los más destacados acontecimientos de su historia y desarrollo, para que sirva de paradigma a otras entidades del Estado. El sistema prestacional militar tiene su remoto origen en las instituciones colonia-
les españolas como el “montepío militar”, que atendía preferentemente a las viudas y huérfanos de los militares; en las “pensiones remuneratorias o extraordinarias”, otorgadas por la corona en recompensa de servicios eminentes; y en las “pensiones de gracia” que se concedían a las viudas, hijos, padres y hermanos de quienes habían muerto en defensa del imperio español. Constituida y consolidada la República con la Guerra de Independencia, algunas de estas instituciones fueron adaptadas, traducidas y trasplantadas en el nuevo régimen
democrático, en leyes, por cierto, con muy poco efecto práctico para los héroes o familiares afectados por la magna contienda. Lo mismo aconteció durante las guerras civiles del siglo XIX, con sus miles de muertos, heridos, lisiados, damnificados o beneficiaros, que prosiguieron sumidos en la miseria y el abandono del Estado o cuando menos en el desconsuelo y la pobreza. La historia de la época registra infinidad de reclamos de veteranos o familias que vivieron en condiciones infamantes y se vieron obligados a morir sin auxilio oficial.
En los comienzos del siglo XX y después de la más terrible de las guerras civiles, la de los Mil Días, también se promulgaron varias leyes tendientes a remediar tan injusta situación, sin encontrar solución apropiada hasta cuando el gobierno del General Pedro Nel Ospina promulgó la Ley 75 de 1925, que instituyó el sueldo de retiro para oficiales del Ejército y constituyó los respectivos fondos para subsidiarlo. Por eso, esta fecha se considera como efemérides de la actual Caja de Retiro de las Fuerzas Militares.
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Desde entonces, esta institución se ha venido consolidando; primero con varias donaciones, la más significativa, la de don Francisco Santamaría, nieto del héroe de la Independencia y Presidente de Colombia, General Pedro Alcántara Herrán, quien contribuyó con la mitad de su fortuna, 17.022 pesos, suma significativa para la época, y luego con el aporte del 10 por ciento del sueldo mensual del oficial al retirarse del servicio activo, y del 3 por ciento mensual de los oficiales en actividad.
con tecnología de punta y una gestión documental eficiente y oportuna. Pero sobre todo con rectitud, transparencia y eficacia en el cumplimiento de sus metas y objetivos. Los cuales son el reconocimiento y pago de las asignaciones de retiro al personal de oficiales, suboficiales, soldados profesionales e infantes de marina de las Fuerzas Militares, sustituir pensionalmente a sus beneficiarios y contribuir el desarrollo de las políticas de seguridad social establecidas por el Gobierno Nacional.
Posteriormente, fueron incorporados como beneficiaros de la Caja los suboficiales del Ejército y luego los cuadros de la Armada Nacional y de la Fuerza Aérea, hasta quedar reorganizada como institución al servicio de toda la reserva de las Fuerzas Militares, que había obtenido el derecho.
Su naturaleza jurídica es la de un establecimiento público de orden nacional, dotado de personería jurídica, autonomía administrativa y patrimonio independiente, regido por normas orgánicas, cuyos estatutos básicos se fundamentan en el Acuerdo 046 del 26 de diciembre de 1984, aprobado por el Decreto 655 del 5 de marzo de 1985.
Quizás el mayor desarrollo financiero de la Caja ocurrió en la década de los cuarenta durante el gobierno del Presidente Eduardo Santos, cuando con los fondos de la Caja se realizó el magnífico negocio de adquisición de los terrenos del cuartel de la antigua Escuela Militar en San Diego, que se constituyó en una sociedad cuya primera obra fue la edificación del magnífico Hotel Tequendama, de cinco estrellas, que desde entonces es el más tradicional de la ciudad y uno de sus más importantes centros de negocios internacionales y nacionales. Años después se erigieron las residencias del mismo nombre y luego los edificios Bochica y Bachué, que hoy conforman uno de los complejos urbanísticos más hermosos, mejor ubicados e importantes de Bogotá y son el principal soporte financiero de la Caja. En todo su recorrido de servicio, la Caja de Retiro no ha tenido angustias en el manejo de su presupuesto o el pago de sus afiliados, ni inconvenientes de procesos penales por mala administración o desgreño, gracias al control de sus directivos y la selección de sus funcionarios. Todos ellos, con espíritu de servicio, la han reorganizado cuando ha sido necesario y la han modernizado
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Toda su reglamentación de funcionamiento y manejo ha sido permanentemente revi-
sada y actualizada conforme a las circunstancias del momento y las necesidades de sus afiliados, quienes por su parte se mantienen integrados con la Caja mediante organizaciones o asociaciones regionales, que programan diversos eventos de carácter informativo, de bienestar y recreación, y encuentros en las diferentes ciudades sedes. Para mayor funcionalidad, la Caja ha tecnificado un sistema de identificación biométrica que le asegura y previene de engaños en el ejercicio de su labor, y le permite prestar eficientes servicios de atención al usuario, para lo cual ha dotado y adornado salones cómodos y modernos, como el Patriotas, donde oficiales, suboficiales, soldados profesionales e infantes de marina retirados tienen la oportunidad de encontrarse con sus compañeros de armas, y alrededor de una mesa, recordar épocas imborrables cuando portaban el uniforme. De tal manera, que la Caja mantiene e incrementa la llama ardiente del compañerismo, como herencia espiritual y moral de las reservas militares. Uno de los más apreciados servicios de atención al usuario ha sido el pago de las mensualidades a sus beneficiarios mediante el sistema financiero, que permite al oficial, suboficial o soldado retirado esperar en la tranquilidad del hogar su paga mensual, siempre oportuna. También presta la Caja servicios de bienestar social y de mejora de las condiciones de vida de sus beneficiarios, de capacitación, tanto para sus funcionarios como para sus afiliados, de medicina preventiva, especialmente para adultos mayores y de recreación y turismo, que ha permitido a sus afiliados mejorar su cultura mediante el conocimiento de sitios históricos y turísticos del país y del extranjero en condiciones de comodidad y bajo precio. Igualmente, produce información de sus actividades mediante la publicación de boletines mensuales, emitidos por los medios de comunicación electrónicos modernos, como la radio y la televisión y su página WEB, en la cual se puede
encontrar cualquier información sobre la entidad. Y para efectos de la democratización de la administración pública, de la participación ciudadana y del control y conocimiento del manejo interno y estado financiero de la Caja, funcionan Audiencias Públicas de Rendición de Cuentas, con amplia participación de los afiliados y de representantes de otras asociaciones, cooperativas y fundaciones que cumplen paralela misión. Así como con el Ministerio de Defensa Nacional, del cual la Caja es instituto descentralizado, con el Comando de las Fuerzas Militares y cada una de las Fuerzas, en forma directa o a través de los oficiales y suboficiales en servicio activo que laboran en la oficina de coordinación militar establecida en sus instalaciones. De tal forma, que esta entidad fue constituida con criterio moderno, solidez financiera, transparencia y capacidad económica para cumplir sus obligaciones prestacionales, no ha sido ajena a procesos de modernización estatal, que han pretendido cambiar su carácter público y la administración eficiente que hasta ahora han tenido las Fuerzas Militares. Tal como ocurrió en la década de los noventa cuando se pretendió transformarla en un sistema prestacional centralizado, administrado por privados. Por fortuna, en el texto de la Reforma Constitucional de 1991, la misma estructura de la Caja como entidad autónoma con patrimonio propio y la acción de su Junta Directiva y su Director garantizaron que se mantuviera como hasta ahora. Bienvenidos los 90 años de funcionamiento continuo, ejemplar y loable de la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares, hoy bajo la digna y meritoria dirección del Mayor General (RA) Edgar Ceballos Mendoza, con nuestros votos porque prosiga su rumbo trazado en beneficio del país y de sus afiliados, quienes después de tantos años de servicio a la patria, merecen una recompensa digna.
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Mayor General (RA) José M. Arbeláez Caballero
La carrera militar y la organización de retiro se convierten en la piel de uno
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ara el Mayor General (RA) José M. Arbeláez Caballero, la Caja de Retiro es el instituto de seguridad social más eficiente que tiene la administración pública, y asegura que es un privilegio para los retirados de las Fuerzas Militares tener esa entidad que les garantiza una vejez tranquila. La afirmación tiene sentido no solamente porque viene de uno de los afiliados más activos, sino porque además, la hace un exdirector de CREMIL. Su administración se remonta al final de los ochenta y comienzo de los noventa, cuando se retiró del Ejército y el Presidente de la República Virgilio Barco, aprovechando la formación financiera del General lo iba a nombrar en la administración de los Ferrocarriles Nacionales, una empresa estatal en liquidación, pero una gestión a tiempo del Ministro de Defensa de la época, el General Rafael Samudio, lo encaminó a la Dirección de la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares.
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“Cuando llegué a la Caja había cinco generales en una gerencia, todos dando órdenes; tenía mucho cacique y pocas personas trabajando, entonces, opté por pedirles que me dejaran el espacio para cambiar por gente joven, casi todos profesionales especializados en las áreas donde iban a laborar. Ese era un propósito que nos habíamos hecho en la Escuela Superior de Administración Pública cuando estudiamos administración financiera, que para que una empresa del Estado pudiera progresar cada persona debía llenar un requisito para el cargo que iba
estos predios al Instituto de Casas Fiscales del Ejército, dirigido en ese momento por el Coronel Ricardo Torres Salamanca. Esa negociación se hizo por medio de un contrato de compra venta, donde transfirió a título de venta real y efectiva a la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares el derecho de dominio y posesión sobre este terreno.
a ocupar y allí no se cumplía, porque todos eran amigos. Entonces, cambiamos ese grupo por un equipo de profesionales especializados en derecho, economía, administración y hotelería y emprendimos ese viaje. Hice un ajuste necesario en ese momento”, cuenta el General.
terreno a algunos funcionarios de CREMIL. Posteriormente, en el 2006 el Director de la Caja de Retiro Mayor General (RA) Rodolfo Torrado Quintero realizó un contrato interadministrativo con el Instituto de Casas Fiscales para que allí funcionara esa entidad.
Uno de sus mayores logros se produjo el 21 de diciembre de 1990, cuando CREMIL compró 14 lotes ubicados en el barrio El Pedregal, en la carrera séptima con calle 100, una esquina privilegiada de Bogotá, en donde en pocos años se levantará una torre de oficinas. En su administración se compraron
Sin embargo, la plata alcanzó para comprar el lote, pero no para darle un uso productivo; por tal razón, la administración de esa época arrendó las casas que estaban en el
Según el General Arbeláez, la situación en aquella época no era fácil, porque el lote había pasado por varios “dueños”, a tal punto que la propiedad estuvo en riesgo, por el tiempo que permanecían habitando en ella. “Había dos fincas muy importantes en Bogotá, la del Chicó de Clara Sierra y la de Santa Ana; esa propiedad de Santa Ana
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la recibió el Ministerio de Guerra para construir un campo militar que se llamó el campo de Marte. “Surgieron entonces varias propuestas, unas que se debían construir casas fiscales, pues había una necesidad muy grande de tener viviendas para los militares de las distintas guarniciones, ya se había expuesto lo de la construcción de un campo militar, en fin era difícil tomar la decisión; por eso, fue importante ubicar una institución que pudiera comprar el terreno, el Ministerio de Defensa determinó que lo debía
hacer la Caja de Retiro. CREMIL que estaba muy bien económicamente en ese momento, tenía toda la plata, y lo compró por $897’858.000, que más o menos, son unos 10.000 millones en pesos de hoy. Cuenta el General que él fue un operador en el proceso de adquisición del lote, pero se siente orgulloso de haber contribuido con esta obra. “Recuerdo con mucho cariño el tiempo que estuve trabajando en la Caja de Retiro, unos seis años; fue mi primera experiencia como retirado, tuve la oportunidad de conocer la Caja, su organización,
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el equipo de trabajo; fue muy interesante y tengo un gran recuerdo de la entidad, de su gente y de la labor formidable que cumple el instituto”. Pero El Pedregal no fue el único proyecto que emprendió el General. “Me apersoné de la organización y el recurso documental de la Caja, porque históricamente había estado abandonado. Cuando llegué encontré los documentos en costales y guacales y no había ningún fundamento documental. Cuando yo leí El Proceso, de Kafka, iba pasando las páginas y recordando las notarías
del Pasaje Hernández, en el centro de Bogotá; tenían unas escaleritas de madera, oscuras y llenas de archivos por todas partes, eso me parecía aterrador, y cuando llegué a la Dirección de CREMIL observé que era una reproducción exacta de las notarías de este pasaje. Entonces, se planteó la necesidad de que la gente tuviera sus documentos al día, porque cada proceso significaba el bienestar de una persona, de una familia, y eso no se podía lograr teniendo esa documentación como estaba. En esa época, el ‘bum’ era la microfilmación y se utilizó para la protección documental, y así, comenza-
mos a poner orden en la casa. Contratamos 20 abogados para que revisaran 30.000 expedientes en un año y lo logramos”. Otra de las realizaciones de su administración fue la puesta en marcha del restaurante del piso 30 de las Residencias Tequendama. “El piso 30 fue un proyecto que desarrolló la Caja de Retiro años antes de que yo recibiera su dirección. Había sido planeado para terminar la torre norte de Residencias Tequendama y ya se había comprado todo el equipo; cuando recibí la Caja, las torres estaban construidas hasta el piso 28, el 29 y 30 estaban en obra negra y en los depósitos, de los sótanos de la Caja estaba toda la instalación del piso 30: las cocinas, los lavaplatos, las estufas, las neveras, inclusive los equipos de sonido. Fue placentero trabajar en ese proyecto, pues aprendí de restaurantes y de cocina, aunque no es que piense poner uno”. Con extraordinaria agudeza y buen humor, el General Arbeláez disfruta de la serenidad del deber cumplido; feliz de pertenecer al Ejército y a la Caja, recuerda que uno de sus momentos más difíciles en la carrera militar fue cuando se casó, porque estaba recién llegado del Canal del Suez, y Giomar, una caleña con la que llevaba tres años de relación, lo estaba esperando. Se casaron en Cali un 11 de octubre hace más de 50 años y hoy se siente orgulloso de sus tres hijos, Clarita, Fernando y Giomar.
Hoy, está dedicado a leer poesía, a administrarles los bienes a sus hijos y a disfrutar de la tranquilidad del retiro, se ve como un abuelo de los nuevos oficiales y les recuerda la importancia de la disciplina en la vida no solo militar sino en todas las metas que se propongan, aun en medio de las dificultades. “Cuando uno tiene situaciones muy difíciles, no debe pensar por qué me metí en esto, sino cómo hago para salir de esta”. Además, se siente orgulloso de pertenecer a CREMIL y recuerda que es importante seguir atendiendo todos los requerimientos de la administración interna; porque se está en un periodo en el que las instituciones públicas deben ser gobernadas con eficiencia y con austeridad, para que estas adquieran respeto y prestigio en la administración estatal.
En su apartamento se respira un ambiente de buen gusto, una decoración pulcra, cada cuadro, jarrón, porcelana, entre otros elementos esta puestos con precisión y armonía, como si la mano de un artista hubiera pasado por allí; lo que menos tiene es precisamente representaciones militares y, al preguntársele respondió: “Que más que la bandera de Colombia en mi balcón, eso refleja mi patriotismo como buen colombiano”.
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Testimonio del General (RA) Alberto Ruiz Novoa
Un excombatiente de la guerra de Corea afiliado a CREMIL
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l general Alberto Ruiz Novoa es uno de los oficiales más antiguos afiliados a CREMIL. Nació en Bucaramanga el 3 de enero de 1917 y se graduó de bachiller en 1932, justo el año que estalló el conflicto con el Perú. Con tan solo 15 años descubrió su amor por las armas y entró al Ejército, aprovechando que este organizó unos cursos especiales, pues Colombia acababa de declarar una guerra internacional y casi no tenía oficiales. Como esos cursos duraban apenas un año, a los 16 ya era teniente del Ejército.
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Fue comandante del Batallón Colombia, en el arma de Infantería, en la guerra de Corea en 1952; se desempeñó como Contralor General de la República en el gobierno del General Gustavo Rojas Pinilla; fue Comandante del Ejército y Ministro de Guerra, y en el gobierno del Presidente Guillermo León Valencia ocupó el cargo de Ministro de Defensa. Cuando estaba en ese ministerio se retiró y se dedicó a otra de sus pasiones: la escritura. Fundó la revista Economía Colombiana y como escritor publicó los libros Experiencias de la Guerra de Corea, Aplica-
como la guerra de Corea”. El General Ruiz Novoa es un hombre ilustrado, aficionado a los libros de historia y de biografías, se casó en 1952, tiene tres hijos y ninguno se inclinó por la vida militar. Hoy tiene 98 años de vida, la mayor parte dedicada al servicio del país, vive rodeado de su familia y goza de una extraordinaria lucidez.
bles al Ejército de Colombia”, en 1956, y El Gran Desafío, en 1965, y de una serie de artículos sobre temas militares, económicos, sociales y políticos.
nes más importantes para las Fuerzas Militares. “Desde que fui Ministro de Defensa le di la importancia que se merecía, porque es fundamental para la consolidación de la carrera y para que las Fuerzas Militares puedan cumplir su misión, pues su razón de ser, fundamentalmente, es la seguridad institucional, porque la Caja de Retiro es absolutamente sólida y hace que sus afiliados sientan la solidaridad y el apoyo de su institución”.
Para el General Ruiz Novoa, toda su carrera en el Ejército fue importante no solo por los cargos que desempeñó sino por los aprendizajes y ejecutorias en su vida militar. “Con los aprendizajes en la península de Corea se derivaron consecuencias favorables para la buena marcha y la instrucción de los oficiales que estuvimos allá, y luego pudimos transmitir aquí las enseñanzas de haber estado en una guerra de tanta intensidad
Se retiró del servicio activo cuando tenía 48 años y desde entonces ha disfrutado de los servicios de CREMIL, por eso considera a la Caja de Retiro como una de las institucio-
Durante varios años fue presidente de la Asociación Colombiana de Militares Retirados (Acore) y ayudó en la creación del
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cuerpo de generales y almirantes, una organización independiente que asesora a los gobiernos en temas estratégicos para la seguridad nacional. Se caracterizó por ser muy activo y no duda en afirmar que la Caja ha sido trascendental en la vida de los militares retirados. “Soy uno de los oficiales más antiguos de todos los retirados, y posiblemente el más viejo, entonces, me siento muy bien representando a los compañeros y desde luego estamos muy satisfechos con la labor que ha cumplido la Caja de Retiro y la forma como ha evolucionado a lo largo
de estos años. Por ejemplo, la publicación del boletín es una iniciativa muy importante porque este comunica a los socios las novedades y colabora para generar solidaridad y al mismo tiempo exponer las opiniones de los afiliados”.
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En los 90 años de CREMIL, reconoce la vinculación que debe darse entre los integrantes activos y los retirados de las Fuerzas Militares, como él ha impulsado desde que estaba en las filas del Ejército.
En los 90 años de CREMIL, reconoce la vinculación que debe darse entre los integrantes activos y los retirados de las Fuerzas Militares, como él ha impulsado desde que estaba en las filas del Ejército. “Debe haber una gran solidaridad en toda la Fuerza Militar, tanto oficiales en servicio activo como retirados. Cuando estaba en servicio activo y hablaba con los retirados les insistía en que hiciéramos reuniones conjuntas y no nos olvidáramos que alguna vez estuvimos en servicio. Una vez que me retiré la primera cosa que dije fue recuerde que todo oficial en servicio activo un día, más pronto que tarde, va a convertirse en retirado; esta es la razón fundamental por la cual no debe haber ninguna rivalidad entre los retirados y el personal en servicio activo”. El General Ruiz ha visto la evolución de CREMIL y la importancia que tiene aportar para cuando llegue la hora del retiro. “Uno es afiliado a la Caja de Retiro desde que entra al Ejército, desde ahí comienza a cotizar; yo me retire en 1965, desde enero de ese año, y la Caja de Retiro no ha tenido cambios en relación con su misión, ha ido mejorando su comunicación con los socios, pero lo más significativo es que siempre ha funcionado bien y nunca ha habido retardo en los pagos; eso para mí es una cuestión fundamental”. Él es un líder entre los retirados, no solo por su dignidad y su trayectoria sino por la claridad frente a los desafíos de las instituciones. En la placidez de su hogar, saluda y agradece a las personas que por suerte les correspondió ponerse al frente de una entidad retadora como CREMIL. “Quiero enviar un saludo al General Ceballos y para todo el personal que actualmente trabaja en la Caja nuestro sentimiento de gratitud por los servicios que prestan en la entidad para el beneficio de todos. También quiero resaltar que a lo largo de todos estos años que la Caja ha sido dirigida por jefes militares, su manejo ha sido absolutamente intachable”.
El General Ruíz Novoa es un líder entre los retirados, no solo por su dignidad y su trayectoria sino por la claridad frente a los desafíos de las instituciones.
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General (RA) Pedro Nel Molano Vanegas, exdirector de CREMIL
La Caja es un ejemplo económico para las entidades del Estado
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uando el General (RA) Pedro Nel Molano Vanegas era niño no montaba triciclo ni bicicleta porque era peligroso, cuando cumplió 70 años se compró una moto Yamaha 250 y en ella se fue a recorrer el país. Lo que el General no cuenta es si su esposa, con la que lleva 53 años de casado, lo acompañó como parrillera en esa aventura motorizada. No es extraño que su padre, un curtido militar de la época, no lo dejara montar bicicleta porque no quería que su único hijo terminara accidentado. A propósito de su padre, recuerda los consejos que le dio el día que ingresó al Ejército a los 17 años, en 1952. “Me dijo que si quería ser militar tenía que ser un hombre íntegro y que estudiara otra carrera para cuando me saliera, pero en eso le fallé porque no tenía tiempo para hacer una profesión y me dediqué solo a ser militar”. Cuando estaba en cuarto de bachillerato en la Universidad de Medellín, llegaron unos oficiales de las distintas Escuelas de las Fuerzas Militares a reclutar muchachos y él soñaba con entrar a la Armada, lo entusiasmaba la elegancia del
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uniforme blanco, pero su condición de hijo único lo llenó de nostalgia, porque pensaba que un marino se iba cuatro o cinco años a recorrer los mares del mundo y él no podía dejar solos a sus padres. Por eso se decidió por el Ejército. Siempre se ha considerado un hombre con suerte. “Tuve suerte, porque generalmente formé parte de grupos seleccionados; por ejemplo, en Medellín entrevistaron a más de 100 muchachos y nos seleccionaron a 15 para el Ejército, pasaron los años y con
las dificultades propias de una carrera tan exigente al final nos graduamos solo dos, el Subteniente Hugo Escobar Madrid y yo; al Subteniente Escobar lo mataron a los seis meses y yo sigo aquí. Eso es suerte. Después, los oficiales escogen a los mejores cadetes para que los sigan en sus armas, Artillería, Ingenieros, Infantería, Administración, afortunadamente mi capitán Montañez me escogió para Artillería. Él después fue un gran general”. Dice el General que él no fue del área administrativa, pero que estuvo un tiempo en la
docencia en el campo de Inteligencia en la Escuela Militar de Cadetes; sin embargo, se le midió a dirigir la Caja después de salir del Ejército. Cuando se le pregunta cómo llegó a CREMIL, asegura sin dilaciones que lo llamó el General Óscar Botero, el Ministro de Defensa de la época, y le ofreció el cargo: “Me dijo, Pedro Nel qué está haciendo, le tengo un chicharrón, Director de la Caja de Retiro, y yo le dije, pues bueno y acepté”. El General reconoce que no tenía mucha experiencia administrativa, pero al darse
cuenta que allá estaba el General José María Arbeláez, que tenía la Caja marchando, decidió aceptar. “Él me hizo entrega como a un hijo. Me dijo: Pedro Nel esto es así, algunos no me quieren porque me ha tocado hacer ajustes, me tocó subirles el arriendo a los inquilinos y saqué unas personas. A usted le toca dejar de ser tan buena gente y apretar clavijas; yo pensé, qué voy a apretar si todo está apretado y marchaba sobre ruedas. Cuando llegué a la Caja encontré mucha gente eficiente, entonces, empecé a aprender; estuve como nueve años y no tuve nunca una dificultad, no me hicie-
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ron huelga y con los organismos de control siempre salimos bien librados. Nuestra Caja es un modelo económico para las demás entidades públicas. Los inspectores de la Contraloría nos dijeron: deben estar orgullosos de la joya de entidad que tienen”. Les pide a los retirados que sientan orgullo y satisfacción por haberle servido a sus Fuerza Militares y hoy expresen también su agradecimiento a CREMIL, porque están recibiendo lo que merecen. “Tengan la seguridad de que la entidad no les roba un peso, la Caja trabaja para ustedes y hay que quererla como una especie de madre, a la cual hay que servirle indefinidamente, nunca hablar mal de ella, siempre confiar en ella y ayudarle en todos los campos de manera inconmensurable”. Considera que la Caja de hoy es muy distinta a la que él dirigió, porque los directores más recientes tienen más vuelo. “En los 90 empezó a incluirse la informática, la digitalización; en eso me da pena decirlo pero la influencia mía fue minúscula, porque el Ge-
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Aconseja utilizar la capacidad que tiene CREMIL para que otras entidades se beneficien de su experiencia y reciban entrenamiento para que aprendan de su trayectoria exitosa.
neral Arbeláez ya había dejado un planeamiento formidable de largo plazo y no fue sino desarrollarlo, controlar y hacer que se cumpliera”. Finalmente, aconseja utilizar la capacidad que tiene CREMIL para que otras entidades se beneficien de su experiencia y reciban entrenamiento para que aprendan de su trayectoria exitosa. Sugiere que la Caja aproveche sus relaciones internacionales para que organice en Colombia una reunión de directores de las Cajas de Retiro de todas las Fuerzas Militares de Latinoamérica y si es posible involucrar a las de Estados Unidos y Europa, para que se muestre el liderazgo de una entidad que en poco tiempo será centenaria.
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Noventa años sirviendo a las Fuerzas Militares
Brigadier General (RA) Adolfo Clavijo Ardila Asesor del Comando General de las FF. MM.
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ueve décadas de estar dándoles satisfacciones representadas en el pago mensual de los sueldos de retiro a miles de militares retirados y también a las esposas de militares fallecidos, cumple la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares. Este proceso tiene dos órbitas de desarrollo: la de los usuarios y beneficiarios, es decir, la de quienes constituyen la razón de ser de CREMIL, o sea, el personal que después de dedicar gran parte de su vida al servicio de la patria a través del Ejército, de la Armada o de la Fuerza Aérea se hicieron acreedores a una justa asignación de retiro que mensualmente y en forma sagrada se traduce en una consignación o un cheque al portador. La otra órbita de este proceso la conforma
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la propia Caja de Retiro, con el acatamiento estricto de las medidas y disposiciones legales que rigen esta clase de procesos sociales y de los propios mecanismos y planes que se elaboran internamente para lograr oportunidad, precisión y eficiencia en el cumplimiento estricto y exacto de su función. Con relación al primer caso, el de los usuarios de la Caja, no sobra recordar quiénes, cómo y por qué se hacen acreedores, en forma vitalicia, a una asignación de retiro. Repasemos sucintamente la vida de un mi-
litar, bien sea oficial, suboficial o soldado. Normalmente, y esto es válido para cualquier otra profesión, quien se matricula en la carrera militar lo hace atendiendo el llamado de una vocación. Cuando le llega la hora de iniciar este proyecto de vida hace la solicitud de ingreso y, si es aceptado, se enfila en la escuela o centro militar que lo formará y lo capacitará para el desempeño de sus funciones en los cargos que le correspondan de acuerdo con la especialidad y el escalafón correspondiente.
En el respectivo centro de formación y capacitación el futuro militar se adapta a unas condiciones de vida muy peculiares y bastante más exigentes y difíciles que las de otros profesionales, mientras paralelamente va perfilando su estatus profesional con conocimientos y saberes que lo hacen competente en aspectos relacionados con el ser, el saber, el hacer y el convivir. En esta época el futuro militar aprende a obedecer y a mandar y empieza a exhibir las cualidades y singularidades que lo caracterizarán durante todo su ejercicio profesional.
Una vez cumplida la etapa de formación y preparación, el militar recibe su primer grado y empieza a trabajar formalmente, como oficial, suboficial, soldado profesional e infante de marina. Se concreta así el punto de partida o, podría decirse, la primera piedra para que, con el tiempo, tenga el derecho a una asignación de retiro que lo apoyará por el resto de su vida, a partir del momento en que deje el uniforme. Para poder gozar de este derecho, el militar tiene que haber trabajado un mínimo de 20 años si el retiro se cumple voluntariamente, o 15 años si ese retiro se produce por disposición oficial.
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Muchos militares sobrepasan los 20 años de servicio. Pero, ¿cómo ha sido su vida durante esos 15, 20, 30 o 40 años? Vale la pena traerlo a la memoria. Ha tenido que desempeñar cargos en las áreas operacionales, administrativas, académicas –como alumno y en muchos casos como profesor– y también en algunas oportunidades en el campo diplomático. Para el desempeño de la mayoría de esas responsabilidades no solo han entrado en juego sus conocimientos, su experiencia y su pundonor militar sino que, además, ha tenido que batirse psicológica y
físicamente contra los riesgos, el peligro, las asechanzas, las angustias y las desilusiones que dejan los campos de combate; todo ello sumado a los momentos de duelo vividos por la pérdida de superiores, compañeros y subalternos que fueron víctimas fatales de la guerra inconcebible que Colombia ha afrontado durante los últimos diez lustros. Además de esas situaciones eminentemente profesionales, ese mismo militar ha tenido que saber sobrellevar la ausencia de sus
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padres y hermanos en los primeros años de la carrera y, más adelante, la de su esposa e hijos, cuando ha asumido las responsabilidades de jefe de hogar. En muchos casos, los hijos de los militares crecen sin la presencia y sin los afectos necesarios e imprescindibles del padre. Así, la situación se hace compleja, pero esa es la vida militar, y todos los que la escogimos hemos tenido que aprender a afrontarla con valor. Transcurrido ese ciclo de 15, 20, 30 o más años de vida militar activa, le llega al oficial, suboficial o soldado profesional el momento del retiro. Es procedente mencionar aquí
que el militar adquiere el derecho a la asignación de retiro si ya ha cumplido el tiempo de servicio reglamentario para ello, sin tener en cuenta la edad; es decir, los militares no tienen que esperar hasta cumplir determinada edad para gestionar su pensión, como ocurre en las demás entidades públicas y en las empresas del sector privado. Además, el sueldo de retiro no es impedimento para que un militar retirado haga parte de la nómina de otra empresa estatal, ventaja con la que no cuentan el resto
de personas que han sido trabajadoras del Estado. Esta concesión se puede disfrutar hasta la edad de 65 años. También es significativa la cifra de militares retirados –oficiales, suboficiales, soldados e infantes de marina– que retornan a unidades y dependencias militares para contribuir con sus experticias al cumplimiento de las misiones y al logro de los objetivos institucionales. Aquí hay una ganancia para la organización o unidad que da de alta en sus efectivos laborales a personal que tiene la formación, la capacitación y, en especial, la disposición de continuar aportando a los procesos que se desarrollan en estamentos que trabajan para la seguridad nacional. Quizás la esfera más beneficiada con la incorporación de militares de la reserva a su planta de personal es la academia. Con la vinculación de personas conocedoras del medio militar que además cuentan con especialidades propias del ambiente militar y ser portadoras de culturas y erudiciones de tipo castrense, el centro de estudio que las contrata gana en todo sentido: hace más expedita la marcha de sus procesos académicos; facilita la elaboración de planes de estudio; posibilita la estructuración de sus plataformas de educación, doctrina, instrucción, entrenamiento y ciencia y tecnología, y agiliza el desarrollo de clases. Una actividad de la reserva activa que es importante destacar es la de la agrupación de sus miembros en organizaciones gremiales, en unidades simbólicas, en centros de estudio, en especialidades militares y otras. Esas organizaciones cumplen varios objetivos: consolidan espacios de participación y de opinión en temas relacionados con la seguridad nacional, la defensa institucional y de los derechos laborales y de salud del personal retirado; luchan por el bienestar y mejoramiento de las condiciones de vida de los retirados; elaboran estudios y prestan asesorías a los comandos militares en asuntos que tengan que ver con la estabilidad nacional, la defensa de la soberanía y la
integralidad territorial; estimulan lazos de unión entre el personal retirado y los militares en servicio activo; propician el espíritu de cuerpo de las armas y de las especialidades de las Fuerzas; mantienen vivas las tradiciones institucionales. Explicados en los párrafos anteriores cómo se consolida la vida militar, cómo se conforma la reserva activa de las Fuerzas Militares y cómo esta se constituye en un instrumento de apoyo institucional y profesional en muchos aspectos de la vida nacional, es procedente ahora desarrollar el tema de la segunda órbita, a la cual se hizo referencia al principio de este artículo, exponiendo lo concerniente a la Caja de Retiro de las Fuerzas, relevando, por supuesto, la forma eficaz en que esta entidad cumple su altruista misión de reconocer y pagar oportunamente las asignaciones de retiro y las sustituciones pensionales, cuando se obtiene el respectivo derecho, y señalar cómo promueve y adelanta campañas y programas de bienestar social, buscando siempre el progreso continuo y la satisfacción de sus afiliados. En especial, vale subrayar cómo la Caja, con su labor, les genera seguridad y tranquilidad en un aspecto fundamental de la vida personal a quienes con entrega y sacrifico le prestaron valiosos servicios a la patria. Es indudable que la Caja contribuye a nuestro bienestar y sostiene nuestra moral al proporcionarnos, sin complicaciones, el medio de sustento al que nos hicimos merecedores por haber sido adalides de los fines del Estado, y también por facilitarnos
La reserva activa de las Fuerzas Militares se constituye en un instrumento de apoyo institucional y profesional en muchos aspectos de la vida nacional. 143
prácticos y ágiles servicios en línea que nos permiten consultar el estado de los trámites del IPC, obtener los certificados que requerimos, entre ellos los de ingresos y retenciones, y la actualización de datos. La Caja ha venido prestando estos servicios a los integrantes de la reserva activa de las Fuerzas Militares prácticamente desde el 17 de noviembre de 1925, fecha en la que el Presidente de la República, General Pedro Nel Ospina, mediante la Ley 754 le dio vida a esta entidad. En ese año se estableció el sueldo de retiro para oficiales del Ejército, y dos años después, para suboficiales también de esta Fuerza, y más tarde, a miem-
bros retirados de la Fuerza Aérea. En 1946 se unificaron las cajas de retiro de las Fuerzas Armadas bajo el nombre “Caja de Retiro de las Fuerzas Militares”, con personería jurídica y patrimonio propio. En 1952 se le unió la Caja de Retiro de la Armada, que venía funcionando en forma independiente. Luego, en 1960, para efectos de dirección y control, la entidad se vinculó al Ministerio de Guerra, hoy Ministerio de Defensa Nacional, como establecimiento público del orden nacional. En diciembre de 2004, por
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disposición del Gobierno Nacional, los soldados profesionales se afiliaron a la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares. En el 2006 se afianzó la reestructuración de la entidad, y en 2007, el Ministerio de Defensa Nacional consolidó sus empresas como el Grupo Social y Empresarial de la Defensa, GSED, entre las cuales se encuentra la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares. Es justo reconocer que la Caja ha sido acuciosa en mantenerse actualizada en los desarrollos que demanda la evolución del mundo actual. Entre los años 2002 y 2007, CREMIL adelantó un proceso especial para su reestructuración dentro de la moderni-
zación del Estado colombiano. En el 2002, creó el Área de Bienestar Social para Afiliados con el fin de brindarles bienestar social a sus usuarios, mejorándole la calidad de vida a su grupo familiar en las áreas de capacitación, recreación, medicina preventiva, apoyo al duelo y programa del adulto mayor. Como se anotó anteriormente, para efectos de hacer lo más viable posible la atención al usuario, el Área de Atención al Usuario sistematizó y automatizó sus servicios.
En la presente administración, la del General Edgar Ceballos, se han implantado unas políticas que no solo han servido para mantener actualizada la entidad con respecto a los cambios normales que se presentan en los procesos gubernamentales, sino para agilizar la prestación del servicio y mejorar la atención de los 46.920 afiliados. Entre esas políticas y las acciones y los enfoques de la Dirección pueden citarse: el fortalecimiento de las comunicaciones con los afiliados; implementación del Sistema para la Gestión de Solicitudes, Quejas, Reclamos; implementación de asesoría jurídica a los usuarios; fortalecimiento de la Oficina de Coordinación Militar, que sirve de enlace entre el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea y sus futuros afiliados; propensión por un estrecho acercamiento con los afiliados en procura de escuchar sus inquietudes, colaborar y buscar soluciones a sus problemas; búsqueda de solución a los conflictos planteados por el IPC, participando en las mesas oficiales que ventilan este asunto.
Por todo lo aquí descrito, estoy seguro de que todos los usuarios de la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares celebramos con regocijo y beneplácito los 90 años de funcionamiento de la entidad, agradeciéndole sus servicios y deseándole toda clase de éxitos en el futuro.
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Vicealmirante (RA) José Ignacio Rozo Carvajal, expresidente del CGA
La Armada Nacional, una alfombra mágica que me transportó al futuro La vida del Almirante Rozo en la Armada Nacional comenzó un día ya lejano cuando fue a conocer el mar. Ese día, frente a la inmensidad del Caribe, un adolescente crecido en las montañas del Norte de Santander, alumno aplicado de un colegio en Pamplona y con talento para el dibujo y gusto por la arquitectura, cambió su vida cuando en la inmensa lejanía vio los buques de guerra en la bahía de Cartagena. Desde entonces, la magia del mar lo atrapó y nunca más quiso quedarse en tierra firme. Cuenta el Vicealmirante (RA) José Ignacio Rozo Carvajal en una entrevista para conmemorar los 90 años de CREMIL. Un día se enteró que en Bucaramanga hacía presencia una comisión de la Armada, y con el apoyo de sus padres, decidió presentarse como aspirante a la Escuela Naval. “Pensaba que serían unos pocos meses de formación y entrenamiento en
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Cartagena y de ahí salir a navegar; no imaginaba que eran cuatro años de formación, además, con la posibilidad de obtener el título de bachiller”, afirma el Almirante. Cuando estaba a un año de graduarse y de cumplir su deseo de ser profesional en la Armada Nacional –el Almirante es ingeniero naval electrónico– se embarcó en un velero argentino. “Me seleccionaron para hacer un crucero en el Buque Escuela Libertad de la Marina Argentina; fueron ocho meses viajando en este buque. Como el periplo
terminó 15 días antes de graduarme, me dejaron de planta en la Escuela Naval, con un cargo administrativo, para que terminara las materias de último año que no había podido cursar. Cuando Colombia adquirió el Buque Escuela Gloria en 1969 lo embarcaron como oficial de planta y realizó los dos primeros cruceros; en el segundo tuvo la fortuna de dar la vuelta al mundo. Años más tarde, en 1988, se convirtió en su comandante.
El Almirante Rozo, comandó la Flotilla de Submarinos, fue Jefe de Operaciones de la Fuerza Naval del Atlántico, Comandante del Buque Escuela Gloria, Agregado Naval en la República de Venezuela y como oficial de insignia, Comandante de la Infantería de Marina, Comandante de la Fuerza Naval del Pacífico, Jefe de Desarrollo Humano de la Armada Nacional y Subsecretario del Ministerio de Defensa, cargo en el que terminó su carrera militar y pasó a la reserva en 1997.
Cuando Colombia adquirió el Buque Escuela Gloria en 1969 lo embarcaron como oficial de planta.
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Cuando se le pregunta por su relación con CREMIL, reconoce lo que esta institución hace por los retirados y sus familias y valora el trabajo y la responsabilidad de los directores para sacar adelante los proyectos de la Caja.
Cuando se le pregunta por su relación con CREMIL, reconoce lo que esta institución hace por los retirados y sus familias y valora el trabajo y la responsabilidad de los directores para sacar adelante los proyectos de la Caja. “Uno no la conoce ni valora cuando está en el servicio activo, pero ahora sí estoy enterado del alcance de los programas de acompañamiento a sus afiliados; es una institución sólida, bien estructurada, que ha contado con excelentes gerentes y con quienes he tenido magníficas relaciones. Estoy siempre dispuesto a respaldar las iniciativas que tiendan a fortalecer sus procesos de cambio y mejoramiento continuo al servicio de los oficiales, suboficiales, soldados profesionales e infantes de marina en uso de retiro”.
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Agrega que la Caja es la seguridad para quienes conforman la reserva activa. El Director y su equipo de funcionarios la convierten en garantía de la calidad de vida de los afiliados, no solo por la asignación de retiro que entrega puntualmente sino por la ejecución de programas de bienestar, la atención y orientación a sus inquietudes, el fortalecimiento de las relaciones entre los afiliados y el desarrollo tecnológico y la innovación en todos los procesos que desarrolla la entidad. “Hoy, como parte de la reserva activa estoy afiliado a CREMIL, una institución que me respalda y se ha convertido en mi segunda Fuerza después de la Armada”. Felicita al General Ceballos por la forma eficiente como está dirigiendo la Caja y por los proyectos que viene ejecutando. “Por ejemplo, El Pedregal es un proyecto espectacular, en todo el sentido de la palabra. Es un polo de desarrollo de Bogotá que se convertirá en un referente para el sector público y privado. Con esta obra la ciudad sale beneficiada y se fortalece el patrimonio de los retirados y de sus familias. Sé lo que significa la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares y su inmenso compromiso”.
Desde hace 46 años está casado con Sonia Vengoechea, una dama barranquillera de origen vasco, a quien conoció cuando era Teniente de Fragata. Ella lo acompañó en todos sus traslados, en ocasiones venciendo dificultades como cuando fue designado Comandante de la Fuerza Naval del Pacífico, y debieron dejar solos a los hijos para irse a vivir a ese exótico lugar enclavado en la espesa selva frente al mar. Con su comprensión y ayuda ha tomado las decisiones más difíciles, como cuando optó por retirarse de la Armada Nacional. “Es que para mí, la marina fue mi vida. Hoy siento como si la hubiera vivido en una alfombra mágica, porque a su servicio me realicé como profesional y de ella recibí, a lo largo de 37 años, numerosas e inmensas satisfacciones”, concluye el Almirante.
Con esta obra la ciudad sale beneficiada y se fortalece el patrimonio de los retirados y de sus familias. Sé lo que significa la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares y su inmenso compromiso.
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Relaciones Interinstitucionales
CREMIL Caja de Retiro de las Fuerzas Militares
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CREMIL y la Universidad Militar Nueva Granada
Una próspera alianza estratégica
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l Brigadier General (RA) Hugo Rodríguez Durán, Rector de la Universidad Militar Nueva Granada, en una entrevista para conmemorar los 90 años de CREMIL, expresó que la Caja representa la seguridad para miles de hombres y mujeres que han servido con lealtad y compromiso a la patria. “Los afiliados merecen todos los esfuerzos que se hagan para garantizar su bienestar, pues ellos y sus familias son la razón de ser de la entidad. En tal sentido, nosotros también como Universidad trabajamos por ellos”. El Rector es profesional en Ciencias Militares de la Escuela Militar de Cadetes, Especialista en Administración de Recursos Militares del Centro de Estudios Militares y Magíster en Seguridad y Defensa de la Escuela Superior de Guerra. Además, tiene estudios en Seguridad y Defensa en el Colegio Interamericano de Defensa, la Escuela de Posgrados Navales de Relaciones Civiles y Militares, la Escuela de Justicia Penal Militar, Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario en la Universidad Nacional de la Defensa de los Estados Unidos. A partir de un interés común de dos hombres de la milicia, que hoy prestan un servicio directivo y de orientación profesional, los generales de la reserva activa Edgar Ceballos Mendoza y Hugo Rodríguez Durán se hace realidad una alianza estratégica entre la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares y la Universidad Militar Nueva Granada. Dos experiencias de gestión y de proyección hacen posible este escenario de asociación a partir del cual se comparten principios misionales y, especialmente,
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intereses comunes de servicio a miles de hombres y mujeres que han trabajado por el país en diferentes campos en las Fuerzas Militares. La cercanía y la amistad de estos dos generales han permitido que hoy prospere una alianza estratégica para que varias de las actividades que desarrollan las dos entidades sean un importante espacio de apoyo mutuo y crecimiento en programas de formación para sus beneficiarios. La Universidad Militar es una institución que tiene alto
impacto y reconocimiento en el país, por la pertinencia de sus programas académicos y la amplia convocatoria a una población interesada en la formación profesional, en campos tan disímiles como las ciencias económicas, las relaciones internacionales y la estrategia y la seguridad. Esta alianza entre CREMIL y la Universidad Militar es una realidad y ya está dando resultados, como lo manifiesta el Brigadier General (RA) Hugo Rodríguez Durán, Rector de la Universidad. “El papel que cumple CREMIL es fundamental para llevarles bienestar a los oficiales, suboficiales, solda-
dos profesionales e infantes de marina de la reserva activa que están en las diferentes regiones del país. El General Ceballos, con el liderazgo que lo ha caracterizado en su vida militar y ahora como retirado, les llega directamente a los afiliados a través de los encuentros regionales para presentarles los beneficios de la Caja. Nosotros aprovechamos la alianza estratégica y vamos con nuestros funcionarios y presentamos la proyección académica y los programas de extensión presenciales y a distancia que desarrollamos en la Universidad Militar”.
Esta es una oportunidad para aquellos que no tuvieron la posibilidad de avanzar en sus estudios profesionales durante la carrera militar y también para sus familias. Es una opción para que todos aprovechen el descuento institucional que tienen por ser parte del Sector Defensa y, además, participen de la Certificación de Alta Calidad que ostenta la Universidad y de la oferta de 130 programas que esta tiene en distintas disciplinas. “Tenemos seis pregrados y un posgrado en Alta Gerencia. También, dentro del concepto de extensión social, se ofrecen seminarios, talleres, cursos y diplomados de acuerdo con las necesidades y las
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expectativas de los beneficiarios directos de la Caja. Estamos en condiciones de estructurar cualquier tema que se requiera, porque tenemos las capacidades logísticas y académicas para hacerlo, ya sea de manera presencial o virtual”, dice el Rector. Reconoce que esta alianza se ha facilitado por el interés mutuo de las dos entidades por prestarles un mejor servicio a los integrantes de la reserva activa y por la amistad que lo une con el General Ceballos desde cuando vestían el uniforme. “Tenemos una
gran amistad desde hace mucho tiempo en la vida militar. Hemos tenido la oportunidad de encontrarnos y trabajar conjuntamente en varios proyectos. Cuando yo era el Director de la Escuela Militar de Cadetes, me correspondió la celebración de los 100 años del alma máter del Ejército, y él como Director de la Escuela Superior de Guerra organizó el aniversario de los 100 años de esa institución, por la misma época, por lo cual tuvimos el honor de estar en estas fechas tan importantes para las dos instituciones”. Con respecto al proyecto bandera de la Caja, El Pedregal, asegura que el primer benefi-
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ciado es el Distrito Capital, porque esta obra de urbanismo le va a cambiar totalmente la cara a esa zona de la calle 100 con carrera séptima y porque está en el corazón comercial de Bogotá, en diagonal al World Trade Center, un lugar clave para el comercio y los negocios internacionales. “A nosotros nos va a servir mucho, porque más adelante vamos a necesitar oficinas y la Caja nos puede arrendar algunos espacios en su nuevo edificio, un complejo empresarial que se articulará muy bien con el alma máter en su relación Universidad - Empresa”.
Reconoce el papel tan importante que cumple la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares, porque cada mes les garantiza a sus casi 47.000 afiliados la asignación de retiro y programas de bienestar social, lo cual les facilita la vida a los integrantes de la reserva activa y sus familias. “La Caja está pendiente de hacernos más fácil ese tránsito tan doloroso de pasar de la actividad al retiro. Esta nos acoge cuando abandonamos el servicio activo y pasamos a la reserva a disfrutar de sus programas de bienestar, aun en los lugares más apartados de la geografía nacional”.
El Rector de la Universidad Militar Nueva Granada ve a la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares en 10 años, cuando esta sea centenaria, como una institución proyectada en el servicio y la innovación, con desarrollos tecnológicos avanzados para beneficiar aún más a los afiliados y sus familias y que estos se sientan satisfechos de tener acceso directo desde la comodidad de su hogar a todo lo que necesiten. Así mismo, la ve fortalecida y cumpliendo con su misión y su visión de acuerdo con los retos que le plantea el futuro.
Marcas de identidad de la Universidad Militar en palabras del Rector Esta es una universidad sui géneris. Nació en el Sector Defensa con unos principios que están enraizados en nuestra sangre; todos llevamos la Universidad Militar como parte de nuestro proceso de formación. Es una universidad que se caracteriza por la disciplina, por el sentido de pertenencia que siempre ha acompañado a docentes, administrativos y a los mismos estudiantes. Se basa en un modelo pedagógico, en la transmisión del conocimiento y en los símbolos sagrados de ciencia, patria y familia, por eso es una institución especial, donde los egresados tienen sentido de pertenencia y disciplina que los destaca sobre todo en el campo laboral. La Universidad Militar nació como un propósito del Ministerio de Defensa y, concretamente del Ejército, de facilitarles la formación a los oficiales. Empezó como un proyecto en la Escuela Militar de Cadetes, nosotros compartíamos las aulas con los estudiantes de la universidad, estudiábamos en la jornada diurna y ellos en la nocturna. Este fue un proyecto que surgió complementario a las carreras ofrecidas en la Escuela Militar de Cadetes. Lo que se buscaba era que el oficial que egresara de la Escuela Militar pudiera continuar sus estudios en la Universidad, teniendo en cuenta que se manejaban los mismos programas y planes de estudios, igual que el enfoque y la orientación. Con esto se quería dar la oportunidad educativa a oficiales que estaban en las regiones apartadas para que pudieran cursar sus estudios en forma virtual por medio del Programa a Distancia. Este lleva 17 años funcionando. Esta institución de educación superior está considerada como una de las universidades más importantes, y representativas de Colombia por su tradición, prestigio, calidad y selectividad de ingreso. En julio de 2015 recibió la Acreditación Institucional de Alta Calidad por 6 años, actualmente cuenta con 10.421 estudiantes en pregrado presencial, 3.241 en pregrado a distancia, 397 en posgrados médicos, 69 en posgrados odontológicos y 1.979 en otros posgrados. El reconocimiento otorgado por el Consejo Nacional de Acreditación, por sus estudiantes y egresados, la ubica entre las mejores del país.
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Homenaje de CREMIL a las Agremiaciones Militares de la Reserva Activa Psicóloga Ana Martha Rodríguez Rincón Responsable Área de Bienestar Social para Afiliados “El lanza en el combate seguirá siendo el lanza fuera del combate. Y en la civil será su compañero y amigo por siempre y más allá de la muerte”.
Un repaso a la historia
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ace más de 60 años, algunos oficiales y suboficiales al retirarse de sus respectivas Fuerzas y aun permaneciendo en su interior su aguerrida vocación de más de 20 años de entrega y compromiso, tiempo durante el cual compartieron con superiores, compañeros y subalternos y establecieron lazos de entrañable amistad y hermandad determinados por cada vivencia obtenida en el trascurrir de
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su carrera militar, continuaban con el deseo de permanecer unidos para mantener vivo el espíritu de compañerismo “de lanzas” y evocar los más gratos recuerdos que les alegrara la existencia en el retiro. Es así como al calor de unas agradables conversaciones en las que, además de recordar sus historias, sus apodos, cada unidad militar a la que eran destinados, momentos difíciles y gratos, fueron desarrollando ideas para buscar la forma de permanecer unidos y recordando su historia militar. Estas ideas
que iban siendo plasmadas en un papel, al poco tiempo fueron puestas en marcha. De esta manera, con la acostumbrada y experimentada rectitud y gallardía que los caracterizaba, pero con la poca o casi ninguna experiencia en asuntos de agremiaciones, se lanzaron al ruedo y con un número mínimo de participantes, en actos sencillos y emotivos, realizaron sus primeras asambleas de creación de asociaciones y cooperativas. Luego nombraron sus juntas directivas y dignatarios, quienes se encargaron de adelantar y llevar a cabo sus objetivos propuestos y, además, acordaron recolectar fondos
para realizar actividades de bienestar social y solidaridad. Respaldadas por las normas legales de empresas de economía solidaria, estas agremiaciones ofrecieron a sus afiliados beneficios de ahorro y crédito y otros servicios, como actividades sociales, tales como celebrar fechas significativas y congregar a todos para compartir espacios de alegría. Su excelente organización y administración les permitía apoyar con auxilios económicos a quienes enfrentaban situaciones de calami-
dad. Pero no se quedaron solamente con estas actividades sino que fueron ambiciosos y proyectaron grandes emporios, creando colegios militares, sedes recreacionales, hoteles y academias, entre otros. Actualmente, se cuenta con 88 agremiaciones y cooperativas en Bogotá, y con 70 a lo largo y ancho del territorio nacional. Estas se han convertido en voceras de los sentires institucionales y, además, en difusoras de información de interés que produce la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares para todos sus afiliados en el país.
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Fortalecimiento del trabajo interinstitucional en beneficio de los afiliados
CREMIL es un apoyo fundamental para las agremiaciones Sin duda alguna, desde un comienzo CREMIL ha sido importante para estas organizaciones y se ha convertido, de alguna manera, en colaboradora de estas agremiaciones; debido a que al autorizarles los respectivos códigos de descuento para cada agremiación, les permitió descontar de manera directa los aportes de ahorro y el abono de sus cuotas de créditos otorgados a sus asociados y cooperados. Así mismo, y como respaldo a sus servicios de bienestar, cedió en contrato de comodato a algunas agremiaciones equipos odontológicos para la atención en salud oral de los afiliados. Hace unos años, la Caja instaló en las sedes de las agremiaciones que contaban con la infraestructura tecnológica los equipos del sistema biométrico (hardware y software) para que allí concurrieran todos los afiliados, registraran sus huellas y de esta manera presentaran su respectivo requisito de supervivencia. Todas estas tareas encomendadas por la Caja, indudablemente, permitieron que estas agremiaciones prestaran servicios adicionales a los ofrecidos en sus portafolios, se dieran a conocer entre los demás afiliados y por ende en algunas aumentar el número de militares que se fueron vinculando.
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En el ámbito del bienestar social, con la realización de actividades que en esta materia programó CREMIL fuera de Bogotá, se apoyó a las agremiaciones para que ellas fueran las que lideraran la convocatoria y, de esta forma, lograr masivas asistencias a estas jornadas, en especial a los encuentros CREMIL – Afiliados; consolidándose de esta manera un efectivo trabajo en equipo, el cual arrojó como resultado el fortalecimiento de las relaciones interinstitucionales entre la Caja y estas asociaciones y cooperativas, quienes siempre han recibido con beneplácito la presencia de la entidad en sus ciudades. De igual forma, en Bogotá han sido bien acogidas las tradicionales reuniones informativas en las que la Dirección General se reúne con los representantes de sus juntas directivas y consejos de administración para dar a conocer los temas de interés y actualidad. Luego, esta información es difundida por estos representantes a todos sus asociados y cooperados. En el ámbito regional y nacional, las videoconferencias han sido la mejor estrategia que ha diseñado la entidad para informar de manera directa y dar respuesta a sus inquietudes; gracias a este mecanismo tecnológico se han logrado reunir en una misma oportunidad más de 30 agremiaciones de retirados. Al Primer Foro Nacional de Agremiaciones de Militares de la Reserva Activa asistieron 44 organizaciones de todo el país. En este encuentro se propició un espacio ideal para debatir y concluir temas y proyectos importantes, todos relacionados con el bienestar de los afiliados y sus familias. De igual forma, en las visitas domiciliarias que CREMIL ha realizado en Bogotá y en otras ciudades, las agremiaciones han cumplido una función trascendental, debido a que ellos tienen conocimiento de la situa-
ción de los afiliados y beneficiarios, especialmente, de los adultos mayores; por tal razón, proponen y acompañan estas visitas, que han generado aceptación en todo el país.
Reconocimiento de CREMIL a las agremiaciones Por todo este trabajo realizado y por los resultados que hasta la fecha se han logrado, CREMIL ha querido reconocer y exaltar el lugar privilegiado que estas agremiaciones tienen para la entidad. Por tal razón, deci-
dió acondicionar un salón para que cada agremiación haga presencia significativa en la Caja y coloque su escudo. Igualmente, con ocasión de alguna fecha de conmemoración especial CREMIL ha impuesto a algunas organizaciones merecidas medallas al mérito institucional y ha hecho entrega de monedas conmemorativas a las agremiaciones, para destacar su dedicación y compromiso con la entidad.
CREMIL, consciente del reconocimiento que el país debe hacer a los afiliados como integrantes de la reserva activa, ha coordinado con las Fuerzas Militares para que con motivo del Día de la Reserva y de la celebración del 20 de Julio, los afiliados representados por algunos integrantes de las agremiaciones sean homenajeados y vitoreados en el Desfile Militar que se organiza cada año. Para quienes hacemos parte de CREMIL y demás ciudadanos, estas agremiaciones de la reserva activa o como se diría en el plano empresarial, “empresas de economía
solidaria”, se han convertido en un ejemplo y modelo, por lo que deben mantenerse unidas en los tiempos actuales. Por ello, por su historia, su trayectoria empresarial, sus aportes al país, la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares rinde un homenaje a todas estas agremiaciones y por supuesto a los hombres y mujeres que un día soñaron, y que algunos de ellos ya descansando en la Paz del Señor, se han sentido orgullosos por haber alcanzado tan ambiciosos propósitos y a su vez ser ejemplo para las generaciones venideras.
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Testimonios
CREMIL Caja de Retiro de las Fuerzas Militares
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Así forjó su propia historia la mujer militar
Teniente Coronel (RA) Íngrid Téllez Zamudio Abogada Especializada Esta crónica es un reconocimiento a las mujeres militares, oficiales y suboficiales, pioneras en la institución militar, pues si no escribimos la historia esta se perderá en la fragilidad de los recuerdos.
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apoleón se equivocó cuando dijo que la mujer debía estar en la casa solamente cocinando y criando los hijos. Equivocado no por la tarea en sí sino porque se quedó corto en su afirmación, pues la mujer no solo está en la casa cumpliendo tareas tan hermosas como la crianza de sus hijos y su cuidado, tanto material como espiritual sino que además ha desempeñado y lo seguirá haciendo, papeles de gran importancia en la vida familiar, empresarial, deportiva y laboral, entre muchos otros escenarios. Por tal razón, no se concibe el desarrollo
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de la humanidad sin el aporte de la mujer en todos los campos, incluido el de batalla, pues bien podemos recordar las guerreras de otros tiempos, como las sacrificadas heroínas de nuestra patria, las Juanas, en cuyo honor se bautizó el Batallón de Intendencia del Ejército.
y en 1887 entró en vigencia el Código Civil que negó los derechos de la mujer, tanto que consideraba que la casada era incapaz y, por ende, imposibilitada para ejercer cualquier acto de carácter civil: no tenía libre disposición de sus bienes y debía seguir el domicilio del marido.
Haciendo un poco de historia, se recuerda que la primera mujer que ostentó el grado de coronel fue Manuela Sesna, hija de Felipe V de España, y María Luisa Gabriela de Saboya, quien al saber de su embarazo pi-
En 1928 se le reconoció el derecho a disponer de sus ahorros. En 1930 se celebró en Bogotá el Cuarto Congreso Internacional Femenino, bajo el lema: Compañera pero no sierva. En 1931 se le permitió recibir di-
dió para su hijo el título de coronel; ante el advenimiento de una niña, el monarca, fiel a su promesa, le concedió ese grado.
rectamente el salario y en 1932 pudo administrar y disponer de sus bienes y el esposo dejó de ser su representante legal. En 1933 accedió a la secundaria y a la universidad y en 1936 ingresó a algunos cargos públicos. En 1945 fue considerada ciudadana, a medias, puesto que no podía votar ni ser elegida para determinados cargos.
Han sido varios los pasos que se han dado para reconocer los derechos a las mujeres. El siguiente recuento de normas en nuestro país permite ver la condición de inferioridad en la cual se encontraban, heredada de concepciones equivocadas y argumentos sociopolíticos de nivel mundial que se han ido superando. En 1853, la Constitución de la Provincia de Vélez estableció el voto para la mujer, derecho que esta nunca ejerció,
Fue durante el gobierno del General Gustavo Rojas Pinilla cuando se logró un avance importante en la condición política y profesional de las mujeres. Se le confirió el derecho al voto, tal como lo estableció la Asam-
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blea Nacional Constituyente de 1954, el cual fue ejercido por primera vez en 1957, y por primera vez una mujer fue ministra, la señora Josefina Valencia Muñoz, en la cartera de Educación. En 1970 cesó la obligación de adicionar el nombre de la mujer con el apellido del esposo precedido de la partícula ‘de’. En 1974 se les concedió al padre y la madre la patria potestad y se eliminó la obligación de obediencia al marido y a seguir su domicilio.
La mujer en las Fuerzas Militares se ha desempeñado como oficial, suboficial o soldado. En sus inicios, las oficiales y suboficiales pertenecían al Cuerpo Administrativo regido por el Estatuto de la Carrera Militar. En 1976 entró en vigencia el Decreto 2337 de 1971, fue el año indicado, el momento oportuno para que el Ejército de Colombia, previos los respectivos estudios de conveniencia, abriera las puertas de la Escuela Militar de Cadetes General José María Córdova a las primeras cadetes del Cuerpo Administrativo, que ingresaron para hacer un importante aporte a la institución, que las recibió con gran expectativa y cariño.
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El 16 de octubre de 1976 ingresaron las primeras doce mujeres al escalafón militar de oficiales del Ejército Nacional. Como suboficiales, el primer curso se inició el 1 de julio de 1983 y estuvo compuesto por 84 mujeres. A la Fuerza Aérea ingresaron en 1979 y a la Armada Nacional en 1984. Las primeras mujeres que ascendieron a oficiales del Ejército Nacional fueron Yolima Naranjo, Carmen Alicia Mora, María Eugenia Molano, Victoria Bernal, María Cristina Ovalle, Nubia Pérez, Myriam Forero, Gloria Alea, Fabiola Ortega, Marina Rojas y Blanca Reina. En la Fuerza Aérea ascendieron Luz Elcy Zamora, Emilia Verján, Aleyda Rodríguez, Ángela Espinel, Beatriz Álvarez, Clemencia Gallego, Jane Murcia y Consuelo Linares,
y en la Armada Nacional, Martha Pineda, Consuelo Piedrahíta, Consuelo Ortiz, María Elvira Martelo y Vicky Duarte, entre otras. Integraron el primer curso de suboficiales del Ejército Esmirey Correa, Leonor Ariza, María Emma Romero, Jackeline Zambrano, Elizabeth García, Yolanda García, Eneida Herrera, Luz Dary Betancur, Nelsy Gil, Blanca Bautista, Edith Vergaño, Fanny Cruz, Gloria Ordóñez, Carmen Rosa Rojas, Carmen Lucía Blanco, entre otras. Ese primer momento de ingreso a las respectivas escuelas de formación de oficiales y suboficiales de las Fuerzas Militares, se sigue repitiendo y esa puerta se ha ampliado, pues ya no solo ingresan quienes serán oficiales del Cuerpo Administrativo sino las mujeres que obtendrán su estrella o su galón para desempeñarse en las diferentes armas que integran las fuerzas. La presencia de la mujer militar en el Ejército, la Fuerza Aérea y la Armada Nacional de Colombia ha contribuido a la modernización de las Fuerzas, a acercarse más a la sociedad civil y a participar de manera más real de las situaciones propias del ser hu-
mano. Su paso ha sido benéfico para el país y para la institución militar. En el ejercicio de su profesión, la mujer ha demostrado consagración al trabajo, cualidades profesionales, pulcritud administrativa, cumplimiento del deber, entrega a la vocación militar, disciplina, organización y lealtad. Cabe destacar que tanto las oficiales como las suboficiales cumplen tareas en unidades de orden público. Las profesiones en las cuales se han desempeñado las oficiales de las Fuerzas Militares son derecho, medicina, odontología, contaduría, bacteriología, enfermería, arquitectura, ingeniería, comunicación social, economía y administración de empresas, entre otras. Por su parte, las suboficiales han cumplido labores de carácter técnico en varias especialidades, haciendo una labor importante en todas las dependencias militares en el campo administrativo y operativo y apoyando las múltiples tareas que demanda una institución de esta magnitud. Algunos de los cargos que han ocupado en la institución militar son: jefe de oficina
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jurídica, auditoras de guerra, jueces de instrucción penal militar, magistradas del Tribunal Superior Militar, jefes de servicios en hospitales, directoras de dispensarios y, en general, cargos administrativos de nivel medio y alto. Con pocas excepciones, los cargos directivos no han sido ocupados por mujeres, un número mínimo de las entidades descentralizadas del Ministerio de Defensa han sido dirigidas por oficiales mujeres. Desde su ingreso, en 1976, su desempeño profesional ha sido excelente.
familiares y profesionales. Así se percibe mientras se está en servicio activo y en el retiro. Las Fuerzas Militares como empresa son modelo de organización, obviamente, tienen aspectos por mejorar, pero en cuanto a los principios fundamentales de la administración, tanto pública como privada, constituyen un ejemplo. Es evidente que sin disciplina, sin planeación, sin ejecución coordinada, sin aplicación de los sistemas de gestión de calidad, el progreso se verá retardado.
Esta crónica quedaría incompleta si no se hace un sincero homenaje a las oficiales fallecidas. A quienes jamás se pueden olvidar. Todas ellas partieron estando en servicio activo, en diferentes circunstancias. Ellas propugnaron por los derechos de la mujer militar, aportando al proyecto de modificación de la ley que permitió el ascenso de la mujer al grado de brigadier general.
Para preservar los lazos de compañerismo se han desarrollado distintas actividades con el apoyo de la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares, como el Primer Encuentro de la Mujer Militar en Retiro, realizado por iniciativa de las oficiales retiradas en asocio con la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares el 9 de agosto de 2006, y el Segundo Encuentro de la Mujer Militar en Retiro el 3 de noviembre de 2010. Así mismo, es relevante citar la elaboración del primer proyecto de ley para lograr el ascenso del personal militar del Cuerpo Administrativo de las Fuerzas Militares al grado de briga-
La institución militar es modelo de organización, por la planeación y ejecución de misiones, tareas, proyectos, que tiene como base una disciplina que fundamenta el respeto a los valores patrios, institucionales,
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dier general, el cual fue presentado por la senadora y exministra de Defensa Nacional Martha Lucía Ramírez. En tal sentido, las primeras mujeres ascendidas al grado de brigadier general en el Ejército fueron las coroneles María Paulina Leguizamón, en el 2013, y Clara Esperanza Galvis, en el 2014, respectivamente. También, en la Policía Nacional han ascendido a brigadier general las coroneles Luz Marina Bustos, en el 2009, y Mireya Cordon López, en el 2011. Es importante destacar la participación en el comité conformado por la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares, con el fin de estudiar el reconocimiento del subsidio familiar para las mujeres militares retiradas antes de 2004, recalcando la expedición por parte del Consejo de Estado del concepto jurídico No. 1935 de mayo de 2010, en el cual dicho órgano jurisdiccional confirmó el planteamiento expuesto por las peticionarias. La mujer militar ha forjado su propia historia y abierto su propio espacio. Hoy la encontramos dirigiendo con acierto muchos de los destinos del mundo, porque ella significa fuerza colosal, conformada por inteli-
gencia, espiritualidad, liderazgo, voluntad y disciplina. La Ley 581 del 2000 estableció la participación de la mujer en determinados niveles decisorios de la administración en un 30 por ciento. Con lo cual, también, se dará aplicación a las obligaciones contraídas por Colombia en el ámbito internacional, como la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, incorporada al ordenamiento interno mediante la Ley 51 de 1981; la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en Beijín, en 1995, adherido a compromisos internacionales como las Conferencias de Río de Janeiro, Viena, Nairobi, Copenhague y El Cairo, todas ellas tendientes a superar los obstáculos que comportan discriminaciones hacia la mujer. La norma mencionada también corresponde al Ministerio de Defensa y a las Fuerzas Militares. Sin duda, con su aplicación se beneficiará la institución militar, aprovechando las cualidades que la mujer tiene para brindar al desarrollo y progreso de la humanidad.
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Las Reservas Militares en Colombia
Coronel del Ejército Franklin Gómez Gómez Coordinador Militar
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as Fuerzas Militares de Colombia tienen, desde su fundación, como misión principal la defensa del territorio nacional. La Constitución Política de 1991 describe su función así: “Las Fuerzas Militares tendrán como finalidad primordial la defensa de la soberanía, la independencia, la integridad del territorio nacional y del orden constitucional”. La historia de Colombia y la de su Ejército están unidas desde la época de la Independencia. En 1810 se inició una rebelión contra la corona española y surgió, bajo el mando de Antonio Baraya, la campaña militar que nos dio la independencia, consolidada con la Batalla de Boyacá el 7 de agosto de 1819, fecha en la que se celebra
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el día del Ejército Nacional. Antonio Baraya, Antonio Nariño y Simón Bolívar, en su orden, fueron los primeros comandantes del Ejército colombiano. Ellos y próceres como Francisco de Paula Santander, el “Hombre de las Leyes”; Atanasio Girardot, “Héroe del Bárbula”, y el General Hermógenes Maza, entre otros, dejaron un legado en el cual se fundamentan hoy los principios y valores que rigen la conducta de nuestros militares en la actualidad.
En 1825, el Congreso de la República entregó los lineamientos que cimentaron la carrera militar en Colombia, entre ellos, el régimen interno, ascensos y distinciones militares, régimen salarial y pensional, con lo cual se inició la organización administrativa de las Fuerzas Militares. Cientos de reseñas heroicas de nuestros soldados de tierra, mar y aire, enriquecieron más de 200 años de historia militar y enaltecieron casi los mismos años de vida republicana. Gracias a nuestros héroes, Colombia cuenta con el gobierno democrático de más tradición en
Frases como: “Colombianos: Las armas os han dado la independencia, las leyes os darán la libertad”, inspiran la defensa de la Constitución, la integridad del territorio y la soberanía, es decir, la razón de ser de nuestras Fuerzas Militares. Conformadas inicialmente por el Ejército y la Armada, crecieron al recibir un nuevo integrante cuando se creó la Fuerza Aérea Colombiana. Las Fuerzas Militares de la Gran Colombia fueron creadas bajo una sola entidad administrativa: “Secretaría de Marina y de Guerra”, y formalizadas en la Constitución de Cúcuta de 1821, promulgada una vez lograda la independencia.
América; esa democracia que reposa sobre los hombros del valor y patriotismo de los soldados de Colombia. Contrario a la creencia de algunos, no hay exmilitares. Los militares siempre lo serán. Cuando se retiran, ellos conservan su profesión y su grado, simplemente pasan al retiro, a formar parte de lo que en Colombia se llama la reserva activa. En teoría, como su nombre lo indica y como se ha aplicado en diferentes países a través de la historia, las reservas constituyen una especie de fuerza disponible para ciertos casos como un conflicto externo, pero en nuestro país, de acuerdo con la Ley 48 de 1993, la obligación
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militar de los colombianos termina el día que cumplen 50 años de edad. Así las cosas, los militares retirados que superen esta edad, no estarían obligados a responder un llamamiento al servicio. En las primeras décadas del siglo pasado, países como Rusia y Estados Unidos asignaban a los reservistas misiones similares a las que podría tener un militar activo de la época. Pero su implementación cambió radicalmente tras el fin de la Guerra Fría. Las reservas ya no se constituían como fuerzas suplementarias para intervenir en una guerra convencional o conflicto interno. Entonces, se plantea un dilema: ¿Qué hacer con ese importante número de oficiales y suboficiales retirados que, aun habiendo superado esta edad, tienen una gran capacidad de aporte a las Fuerzas Militares? Esta es quizá una pregunta difícil de responder, pues algunos tendrán una propuesta. Pero es importante formularla porque ellos tie-
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nen una gran capacidad para aportar a su institución y a la patria. Varios encuentran trabajo en actividades complementarias a la institución militar, apoyando diferentes tareas, que están en plena capacidad de desempeñar ya como particulares. Otros trabajan para entidades civiles con excelentes resultados y otros más crean sus propias empresas para generar empleo. Si bien, el rol de los militares en la reserva activa en las instituciones se ha disminuido, no parece inteligente, piensan algunos, desaprovechar las experiencias y conocimientos que poseen, los cuales podrían ser utilizados para el planeamiento de misiones, tanto estratégicas como tácticas, y esas mismas voces dicen que, adicionalmente, podrían ser de gran ayuda para visualizar una nueva perspectiva sobre cualquier conflicto, ya sea interno o externo.
Otros opinan que, con mucha lógica, los militares en la reserva activa constituyen una fuente inagotable de experiencias y conocimientos que pudieran revertirse en las nuevas generaciones de militares a través de las diferentes academias, en vez de únicamente emplear en ellas a oficiales activos, necesarios en las labores de la milicia, en actividades académicas para las cuales seguramente no tienen mucha experticia. En este campo, las leyes colombianas y las internacionales ofrecen libertad a los miembros de las reservas para mejorar y organizar el personal militar retirado de las Fuerzas Militares, con apoyo de los distritos de reclutamiento de cada zona del país. En la actualidad, los miembros de las reserva activa colombiana han adoptado modelos de asociaciones de carácter no militar y sin ánimo de lucro, que fomentan, entre otros aspectos, el sentimiento de pertenen-
cia a su clase y remembranza de su naturaleza de milicia. Hay una gran variedad de organizaciones de militares retirados a lo largo y ancho del país, todas con objetivos claros, que les permite fortalecer sus planes y programas de beneficio a mediano y largo plazo.
Los militares en la reserva activa constituyen una fuente inagotable de experiencias y conocimientos que pudieran revertirse en las nuevas generaciones de militares.
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Las mesadas en CREMIL son mucho más que dinero
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ntes de las seis y media de la mañana puede verse como, aunque las puertas de la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares y las del comercio del sector permanecen cerradas, y solo van a abrirse una hora más tarde, poco a poco frente a ellas se van formando pequeños grupos, de hombres y mujeres, cuyas cabezas blancas, en su mayoría, revelan edades avanzadas. Van llegando con puntualidad exagerada desde la carrera séptima, salen de los parqueaderos o vienen desde la Avenida Caracas. Algunos están en traje de calle, en sus manos llevan un paraguas y en el cuello gruesas bufandas, otros visten con menos formalidad. Incluso, puede haber alguien con un sombrero, una cachucha o una gorra de pescador. Pero unos y otros, evidentemente, se han esmerado en su aspecto para verse bien, porque hoy es día de pago de sus asignaciones, no se trata de una simple rutina de cheques. Para los cientos de hombres y mujeres que circularán hasta cerca de las tres de la tarde por las ventanillas de pago de CREMIL, es un acontecimiento anhelado. Es el reencuentro de viejos camaradas. Han compartido la vida, los riesgos, las alegrías y la muerte, en ocasiones hombro a hombro o como subalternos y en otras al mando. Se saben todas las historias y las vuelven a contar; los años pasan de prisa para los veteranos, y es una broma clásica que lo primero que busca un afiliado al recibir el boletín mensual es la página de obituarios.
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Entonces, encontrarse cada mes es como una prolongación de los últimos lazos que aún quedan de la vida castrense, lo cual explica en gran medida el que tantas personas que podrían obtener los mismos servicios prácticamente sin salir de su casa, prefieran atravesar la ciudad, incluso, viajar desde otras regiones para hacer esos trámites o recibir su cheque pensional. Dos de ellos, Inés Ramírez viuda de Hernández y el Sargento Mayor retirado Henry José Puerto Galvis, nos comparten sus razones para cumplir este cálido ritual que se repite desde hace nueve décadas cada mes sin interrupción.
boletines y todo lo que más pueda para que estén al tanto de lo que está sucediendo en la Caja de Retiro”.
La última misión del Sargento Mayor Puerto
ñeros y levantó a su familia. Con la misma disciplina, constancia y vocación que aún conserva, fue ascendiendo hasta alcanzar el grado de sargento mayor, entre tanto su trabajo, como a la mayoría de quienes abrazan la carrea militar, lo llevó por distintas regiones del país. Conoció todos los climas, los acentos, los sabores, las montañas y costumbres, hasta el punto que cuando se retiró ya conocía prácticamente toda Colombia.
El Sargento Puerto cumple una misión fundamental en Bogotá: mantener informados a sus compañeros de otras zonas del país. “Vengo por lo regular cada fin de mes, con el propósito de recoger documentación para mandarles a los compañeros, porque en realidad en provincia la gente se mantiene desinformada. La misión mía en sí es ayudarles a tramitar desprendibles, solicitudes con la Caja. Les envío la prensa, los
Su participación en la difusión de las actividades de la Caja no es casual, su padre fue fundador de cooperativas militares hace décadas y perteneció a la entidad como retirado. Por eso, la vena militar le viene por sangre, se crio entre uniformes. Aparte de su padre, dos de sus hermanos también fueron militares, y por si no bastara, otro más fue subteniente de la reserva. Fueron cinco lustros en el Ejército. Allí compartió riesgos y alegrías con sus compa-
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A su último destino militar, el Distrito de Ocaña, llegó con el máximo grado. Allí ejerció hasta el 1 de abril de 1998, en que le fue aprobada su petición de retiro e ingresó en las filas de la reserva activa. “En ese tiempo me recorrí todo el país. Fui escolta por casi nueve años del doctor Virgilio Barco Vargas”, afirma con su forma recia de hablar este hombre nacido en Pamplona, Norte de Santander, y criado en los calores de Cúcuta.
Después de su retiro del Ejército tuvo alguna oferta para trabajar en una compañía petrolera, pero esos eran tiempos duros en los que “a los 15 días ya lo estaban ‘boletiando’ a uno”. Finalmente, optó por una actividad menos riesgosa, “ahora vuelvo a la casa y me pongo al día con lo que es el boletín.
Como la gran mayoría de quienes llegan el fin de mes al Centro Internacional para cobrar su asignación, cree que “CREMIL se puede decir es nuestra casa. Donde podemos venir a cobrar, radicar los documentos de sanidad, conseguir cartas geográficas, entre otros. Ahorita esto está muy completo. Antes le tocaba a uno ir a la 57 y a otras partes para las cuestiones de salud, ahora no. Actualmente, todo se concentra en un solo sitio”.
Inés Ramírez viuda de Hernández, con una almojábana y una taza de café en las manos, observa el movimiento incesante de los afiliados y los trabajadores del salón Patriotas de CREMIL. Es beneficiaria del Coronel del Ejército Marco Hernández Peña, desde hace 15 años, cuando su esposo murió. Ella y su familia quedaron cobijados por la seguridad de su asignación de retiro. Tuvo con él tres hijos, dos mujeres y un hombre, y conformó una familia que solo las circunstancias y quizá la fatalidad acabaría disgregando.
Sus viajes a la capital hacen parte del trabajo que desempeña en una asociación para retirados del Ejército fundada por su padre, a su regreso de Gramalote. “Es una asociación que fundó mi papá, alma bendita, en 1963, más o menos. Primero empezó con Cormilitar, junto con otros compañeros en Cúcuta. Y eso fue cuando mi papá, que había sido sargento viceprimero del arma de Infantería, regresó de ser alcalde de Gramalote, Norte de Santander”. Si se le insiste acerca de su persistencia en viajar desde tan lejos periódicamente, confiesa: “Más que todo yo hago esto de venir aquí porque uno se encuentra con compañeros, muy pocos para la cantidad que éramos en mi curso”. “La gente se vuelve apática. La mayoría se retira y no se comunica con sus compañeros. Cuando nos reunimos se recuerdan muchas cosas de la vida militar de uno. Cuando nos encontramos hablamos de recochas, de donde uno estuvo, de las cuestiones de traguitos, de aventuras que uno tuvo en su vida joven”.
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Estar aquí es como volver a encontrarse en familia
Ahora doña Inés disfruta de la sustitución pensional, pero si su economía funciona correctamente su corazón siempre tendrá una herida que, de alguna manera, se re-
siente cuando recuerda cómo perdió a su único hijo hombre. “Él también fue militar. Fue terrible ver que mi hijo, dedicado a su profesión, cumpliendo con su deber, falleciera a esa edad, prácticamente sin vivir la vida”. Había heredado la vocación militar del padre y amaba su trabajo. Había construido con dedicación una carrera impecable y a los 24 años ostentaba el grado de subteniente. Pero el destino pensaba otra cosa y él murió combatiendo en Chaparral, Tolima.
cotidianos que le distraen y ocupan. “Soy una persona a la que le gusta la vida social, practicar distintas actividades. Me encanta bailar tango, con mi profesor personalizado. Aprovecho las salidas y los centros recreacionales que le ofrecen aquí a uno”. Doña Inés espera con amor y cierta ansiedad las venidas de sus hijas y nietas al país, mientras tanto, se divierte con sus amigas y hace nuevas amistades.
Doña Inés abarca el gran salón con la mirada. “Para mí venir aquí es fundamental, por el hecho de recordar en vivo lo que son las Fuerzas Militares. Por el hecho de compartir. Uno sabe que se encontrará a alguien conocido. Venir por el boletín es como volver a estar en familia. Yo no acepto que me envíen el boletín por ningún medio, vengo especialmente a eso. Vengo por mi desprendible y mi boletín. Es un día diferentísimo en el que llego aquí con mucho cariño”.
La viuda del Coronel del Ejército Marco Hernández Peña lleva una vida tranquila. Cada mes espera la cita con el recuerdo que representa ir a CREMIL por su sustitución pensional. Una cita que la hace sentir que está viva y le permite compartir de nuevo con los suyos, en familia, en un lugar que representa no solo la seguridad económica sino un refugio para hacerle el quite a la soledad.
Vive sola en su cómodo apartamento de Chapinero, y su tiempo lo llena con actos
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El veterano que derrotó al tiempo
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REMIL cuenta con 46.920 afiliados, de ellos, por sorprendente que parezca, varios sobrepasan el siglo de vida. Si sumáramos el tiempo que en conjunto han servido a la patria la cifra superaría los tres siglos de abnegado servicio. Uno de ellos, que tuvo el privilegio de haber asistido a todo el siglo XX, el más veloz y cambiante de la historia humana, y de haber visto como su país pasaba de la mula al jet y de este al genoma humano, es el Sargento Primero retirado del Ejército Marco Aurelio Martínez Moncayo, que ya cabalga en la segunda década del XXI. A sus 101 años de edad, el venerable Sargento Marco Aurelio, hoy bisabuelo y uno de los hombres más longevos afiliados a CREMIL, no encaja para nada en la imagen del anciano tembloroso que camina arrastrando lentamente los pies apoyado en un bastón. Por el contrario, se mantiene erguido, sentado en un sofá de la sala de su apartamento al norte de Bogotá. Algo inquieto por una cita a la que va a llevarlo su hijo, observa su reloj de tanto en tanto. Su aspecto saludable, el pelo lustroso y una barba bien rasurada cuadran a la perfección con la chaqueta, la camisa y el
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pantalón de paño, impecables. Sus zapatos están perfectamente embetunados. Es un hombre que se esmera en su aspecto personal como lo haría cualquier aspirante a un cargo ejecutivo o como cuando se va en plan de conquista. Puede recordar con absoluta nitidez los momentos más felices de su infancia, a principios del siglo XX en las fincas de sus abuelos en Nariño. Con una repentina picardía en la mirada y la sonrisa dice: “Lo recuerdo mucho, porque yo gocé bastante de muchachito”, y suelta una carcajada. No obstante su amor por la milicia, no fue propiamente un hombre de armas; sus ar-
mas eran su mente y la máquina de escribir, en la cual producía como un tiro las rigurosas minutas que el comandante de turno requería. No era un mecanógrafo corriente, poseía un récord de palabras escritas por minuto que le permitía transcribir, con puntuación incluida, al mismo ritmo que le dictaban. “Yo era experto en eso, mientras usted hablaba yo escribía al mismo tiempo. Eso era ser un experto y en esa época eso valía mucho. Siempre trabajé con los co-
mandantes de la pagaduría, que me llevaban como uno de los cerebros del Ejército.” Nacido y criado entre las imponentes montañas que rodean a la capital de Nariño, desarrolló prácticamente toda su trayectoria militar en ese departamento y, por lo general, en la ciudad de Pasto. Aunque a través de los años alternara sus labores habituales con viajes a Tumaco y Mocoa para organizar el puesto militar correspondiente. A los 22 años se enamoró y contrajo matrimonio con Carmela Ojeda, la mujer de su vida, su esposa y compañera, y quien lamentablemente falleció hace una década. Con ella tuvo cinco hijos, que le han dado, aparte de nietos, ocho bisnietos.
“Ingresé al Ejército como bachiller mecanógrafo, y en ese tiempo la mecanografía era como ahora ser un experto en informática, o hacker, que llaman. Entonces, me la pasé en el comando del batallón, en la contaduría. Yo era el contador público de ese entonces, estaba dentro de las oficinas. Fui guardalmacén general, en Pasto. Allá ocupé los puestos de responsabilidad que se pueden dar en el Ejército. En esa época uno podía retirarse en menos años, computando el
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tiempo de estado de sitio como doble. El estado de sitio es cuando el gobierno decreta emergencias por orden público, porque hay intentos de rebelión y huelgas, y le computan al Ejército como doble tiempo, porque se sirve de noche y de día. Muchas veces, durante varios periodos me tocó; completé casi tres años así”. Después de desempeñarse en las diferentes oficinas del comando, como almacenista, ecónomo, en la contaduría, la pagaduría y otros espacios con el grado de sargento primero, puesto que en la época no existía el grado de sargento mayor, se retiró del Ejército en 1960, tras dos décadas de servicio, para radicarse en Bogotá, donde ejerció la contaduría el resto de sus días laborables. “Yo me vine a Bogotá hace sesenta y pico de años; tenía que educar a mis hijos y ellos ya estaban aquí”. Hasta hace muy poco jugaba golf, sin más pretensión que mantener el mismo espíritu que al llegar a la adolescencia lo indujo a practicar, simultáneamente, diversos de-
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portes. Es lo primero que salta en su memoria al evocar su juventud: “Yo fui un jugador empedernido, jugué voleibol, basquetbol, tenis, natación; también golf, inclusive hasta hace poco. Lo tuve como hábito, pero hace poco boté el palo”, confiesa divertido, y agrega: “De manera que cuando dicen que el deporte es vida, considero que es cierto, y que le debo mucho. Porque he tenido una vida muy sana. Tengo siete bisnietos y me doy el lujo de jugar con ellos”. Cuando se le pregunta su opinión acerca de la Caja de Retiro, afirma sin vacilar: “Pues imagínese, es muy cumplida en sus pagos. Yo la verdad estoy al corriente del Boletín CREMIL, me parecen interesantes las reuniones que hacen en las instalaciones de la Caja y me encantaría que pusieran unas sucursales por acá en el norte”. Si se le pregunta a qué atribuye su longevidad, su buena salud y claridad mental, bromea: “No sé, a lo mejor a todas esas pasti-
llas que me da el doctor”. Lo cierto es que él mismo se asombra por su muy buena calidad de vida y un afortunado acompañamiento familiar constante. Pero aún con su buena salud ha tenido que sortear dos infartos graves, una neumonía y una pulmonía. “Me he librado de todas, lo que quiere decir que soy muy duro para morir”, dice de nuevo sonriente y divertido. Ser uno de los hombres más longevos dentro de los miles que componen la Caja le da un gusto enorme. “Eso está bien; lo que no sé con exactitud es hasta cuándo. La vida que llevo es excelente, mis hijos son muy atentos, me cuidan mucho. Yo vivo acá en mi apartamento. Ya son casados, pero vienen todos los días a ver como estoy. Por ejemplo, hoy uno de ellos me va a llevar al médico”, observa volviendo a mirar su reloj. “Bueno, creo que tengo que salir”.
Al término de la entrevista queda la grata sensación de que cualquier comunidad, entidad o país que cuente con miembros como el Sargento Primero del Ejército Marco Aurelio Martínez Moncayo, puede considerarse afortunado. Nos vamos pensando que si nuestra existencia fuera tan amable y positiva con nosotros como lo ha sido con él, bien valdría la pena vivir un siglo.
Ingresé al Ejército como bachiller mecanógrafo, y en ese tiempo la mecanografía era como ahora ser un experto en informática, o hacker.
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Talento, Creatividad y Compromiso
CREMIL Caja de Retiro de las Fuerzas Militares
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Una mujer pionera de la Medicina de Aviación en Colombia
La clave está en tener un proyecto de vida
L
a Teniente Coronel de la Fuerza Aérea Luz Cardona Posada fue la primera oficial médica especializada en medicina de aviación que tuvo el país. Está afiliada a CREMIL desde 1995 y lo que más le perturba es tener que perderse de todas las actividades que realiza la Caja por estar trabajando. “Siempre estoy ocupada y cuando veo esos grupos que la Caja lleva de paseo por todas partes, digo: yo debería estar allá. Estoy cansada, ya le dije a mi hijo, termino este contrato y me dedico a disfrutar de la vida con mis nietos y a aprovechar todo lo que nos brinda la Caja de Retiro”. Parece increíble escucharla decir que está cansada, porque justamente lo que demuestra su trayectoria de vida es que ha sido una mujer incansable, que no ha dejado ningún sueño sin cumplir y ningún proyecto sin sacarlo adelante, incluido el Centro de Medicina Aeroespacial de la Fuerza Aérea Colombiana, del cual se siente
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orgullosa de ser su fundadora, aunque por alguna razón, que no comprende, nunca dirigió. Llegó a la Fuerza Aérea de la mano de su esposo, un cadete de la misma Fuerza, cuando apenas tenía 24 años y estaba realizando el rural de medicina en Melgar. Lo curioso de su historia es que ella siguió la carrera militar y su esposo sólo llegó hasta cadete y se dedicó a la industria hotelera y a dirigir una prestigiosa agencia de viajes en Bogotá. “Cuando ingresé a la FAC era médi-
ca y me fui a hacer el curso en Cali, mi hija tenía tres meses de nacida y la dejé con mi suegra en Pereira. Viajaba cada ocho días a verla, después tuve dos hijos más, Juan José que es piloto comercial y Julián que es economista”. Como teniente del Cuerpo Administrativo se convirtió en abanderada de la medicina de aviación en el país. Se especializó en Brasil en esta área y cuando regresó fundó el Centro de Medicina Aeroespacial de la Fuerza Aérea. Afirma que fue un sueño que al final realizó, “porque tenía el propósito de
aportar un grano de arena a la FAC. Mi meta era que donde estuviera iba a desarrollar proyectos, así fue que cuando estaba en la Base Aérea de Madrid, el Coronel Pedro Gil Zarate me dijo, que si tenía algún proyecto en mente, le respondí que me entusiasmaba la medicina de aviación y me pidió que me dedicara a eso y me envió a Brasil. Cuando regresé ya tenía trabajo, me mandó a la Aeronáutica Civil a dictar el primer curso de medicina de aviación en esa entidad. De tal manera, que hice las traducciones del portugués, preparé los libros y les dicté el
curso a 36 personas, entre civiles y militares. Hoy, todos ellos ejercen la medicina de aviación; fueron mis alumnos”. La medicina de aviación es medicina en el aire. Son los cambios fisiológicos en la altitud, el cuerpo no funciona igual a miles de metros sobre el nivel del mar. El organismo siente los efectos de la altura y desarrolla situaciones patológicas; por esta razón, la medicina de aviación debe ser preventiva, se utiliza en los trajes de presurización, en los sistemas de oxígeno; son adaptaciones que se le hacen al organismo para poder corregir defectos de presión y los riesgos
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fisiológicos que hay por la altura. Dice la Coronel que este era un campo inexplorado en el país y no había conciencia de su importancia. “Por eso, empecé a concientizar a la gente de la Fuerza, a dictar conferencias por todas partes, a hacer visitas a las bases aéreas, a realizar exámenes de control anual durante casi 10 años; al final del proceso tenía 15 personas haciendo lo mismo, ya habíamos creado una escuela en medicina de aviación”. Cuando ya había dados pasos concretos y creado conciencia sobre la importancia de esta área de la medicina, comenzó a trabajar en la siguiente idea: crear el Centro de Medicina de Aviación solo para pilotos. “En el Dispensario de la Fuerza Aérea, en la carrera 38, se atendía tanto al piloto como al hijo, al abuelo, todo el mundo iba al mismo lugar. Visité los centros de medicina para pilotos en Venezuela, Argentina, Chile, Brasil y Estados Unidos, todos eran espectaculares. Entonces, me propuse fundar el Cen-
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tro de Medicina de Aviación en Colombia y después de ocho años de lucha, de gestión, lo logré”. La médica de aviación se fue a hacer el curso de ascenso a mayor y cuando regresó encontró que habían asignado un espacio para el Centro de Medicina de Aviación al lado del aeropuerto, en la base aérea. “Comencé con los arquitectos a diseñar las áreas de fisiología de vuelo, atención a pilotos, psiquiatría, otorrinolaringología, todas las especializaciones; hicimos los planos de acuerdo con lo que había visto en otros países. En la parte aeronáutica se entiende que todo el que sea tripulante debe ser atendido por medicina de aviación. Cuando estuvo todo listo llegó una comunicación que ordenaba que todos los médicos que llevábamos tantos años debíamos salir de la Fuerza. Entonces, me fui. Al poco tiempo me llamaron otra vez, pero ya estaba trabajando con la Aeronáutica Civil. De esa entidad me pensioné el año pasado”.
Al preguntársele por la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares dice que es una de las mejores instituciones que existen, por su seriedad, responsabilidad y proyección. “Siempre está innovando, desarrollando propuestas novedosas; no se dedica sólo a administrar recursos sino que se preocupa por la calidad de vida de sus afiliados. Por eso, nunca me pierdo el boletín, porque informan sobre esa convivencia que tratan de generar entre todos los afiliados, pero cuando lo leo, digo debí haber ido con ellos a ese encuentro, pero siempre estoy trabajando, tengo un consultorio para atender a los controladores de la Aeronáutica Civil; precisamente, le dije a mi hijo, termino este contrato y me voy a descansar, a pasear, a gozarme la vida con mis nietos”. Es una mujer incansable, siempre está inventando planes, desarrollando proyectos y transformando su entorno. “Considero que mientras uno tenga vida tiene que seguir caminando, no puede parar. El mensaje que les envío a los retirados es que a cualquier edad hay que tener un proyecto de vida para implementarlo en cada lugar y en cada momento donde uno esté. A las mujeres de las Fuerzas les digo que el secreto es tener un sueño y luchar por cumplirlo. Cuando uno sueña con algo siempre lo cumple. Por ejemplo, yo luché por el Centro de Medicina de Aviación, trabajé por él hasta que dejé mi grano de arena en la institución y soñé también con dejar un buen nombre, no el mío sino el de la mujer en alto, para que fuera un ícono, un ejemplo a las que vienen, y también lo cumplí”.
“Considero que mientras uno tenga vida tiene que seguir caminando, no puede parar”.
Está feliz con su vida, se siente orgullosa con lo que ha hecho y disfruta de las cosas sencillas, como el día que fue a buscar a una persona al Centro de Medicina en CATAM, muchos años después de haber trabajado allí, y una funcionaria que la vio comenzó a llamar a sus compañeros para decirles: miren ella es la Coronel Luz Cardona, la que fundó este centro. “Ese día, sin esperarlo, me rindieron el más grande homenaje que yo recuerde”.
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Testimonio de vida de un artista-soldado
Cuando el arte se viste de camuflado
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l arte es un testimonio de vida y forma parte de la creación del hombre para expresar una visión sensible del mundo. Permite exteriorizar ideas, emociones, percepciones y sensaciones, aun en contextos complejos, como el conflicto armado. Mucho se ha hablado del arte de la guerra, que no es lo mismo que el arte en la guerra. En este relato nos concentraremos en el segundo concepto, de la mano de un artista-soldado que un día cambió los pinceles y la paleta de colores por un fusil de Infantería. Cuando el Mayor de la reserva activa Sergio Alonso Ortiz Delgado descubrió sus cualidades de artista se matriculó en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Nariño y después tuvo la suerte de mostrar su técnica en la academia del maestro Oswaldo Guayasamín en el Ecuador. Sin embargo, cuando apenas tenía 17 años ya debía cuestionarse por la vida y cómo iba a colaborar en ayudar a sus hermanos. La respuesta, por el momento, no la encontró en sus pinceles mágicos y sus pinturas al
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óleo sino en la convocatoria de muchachos que un día hizo la Escuela Militar en Pasto, su ciudad natal. Su vida en la milicia comenzó en el Batallón de Infantería Simón Bolívar de Tunja, posteriormente, fue trasladado al Guardia Presidencial y de ahí a la Policía Militar en Bogotá, en el grado de subteniente; al poco tiempo lo enviaron a zonas de orden público. A pesar de haber dejado sus pinceles y su paleta en un taller de Pasto, su talento de artista plástico viajaba con él vestido de
camuflado. Esta habilidad lo destacó en las distintas unidades, porque lo “sacaban de la fila” para ilustrar con pinturas y diseños las ceremonias especiales. “Yo dibujaba las guías de combate, hacía las carteleras y las presentaciones de los comandantes cuando iba el mando superior. Mejor dicho, yo hacía el PowerPoint a mano”, cuenta con orgullo el Mayor. Con tres estrellas sobre sus hombros, en el grado de capitán, lo trasladaron a operaciones sicológicas y allí las carteleras de un pliego, bellamente ilustradas con soldados
y situaciones de campaña, se convirtieron en los volantes, los periódicos y las revistas de la unidad. “Yo era el diseñador de la época, ambientaba los textos con caricaturas y chistes dibujados, con los que recordaba mi época en la Escuela Militar cuando les hacía cartas y dibujos a los cadetes y me pagaban con unos pocos pesos o con gaseosa en la tienda”. Según él, en esa época la vida en el Ejército era dura. No tenían permiso para salir y si salían era porque se lo ganaban o hacían
algo extraordinario. El máximo premio era lograr la pernoctada, es decir, dormir por fuera del cuartel. “En ese tiempo era complicado porque ni siquiera había celulares, si un familiar se enfermaba tocaba salir a llamar a Telecom y pedir la llamada desde el día anterior o sentarse a esperar para que lo comunicaran. Eso me desmotivaba, era una espera muy larga para saber cómo estaba la familia”. En las historias clásicas de la literatura universal son famosos los relatos en los que los protagonistas se enferman de amor y
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para salvarse terminan huyendo o casados. Al Mayor Ortiz le pasó algo parecido y se casó enfermo, aunque no de amor, sino de un paludismo cerebral que lo atacó cuando patrullaba las húmedas tierras del Magdalena Medio y San Vicente de Chucurí. “Yo estaba en orden público y cuando me dio el paludismo me sacaron para un hospital de Barranquilla y nadie me visitaba, sólo un soldado que a veces venía y me traía tinto en una ollita. Yo pensaba, aquí solo sin mis padres, sin nadie que vea por mí, ahí tomé la decisión de casarme”.
más me angustiaba era que estaba lejos y no podía cuidar de ellos”.
Nunca sabremos qué tan sensato sea tomar la decisión de casarse en medio de las fiebres de la malaria, pero al Mayor Ortiz le funcionó. De la unión matrimonial nacieron tres hijos, uno de los cuales murió cuando era pequeño, otro siguió los pasos de su padre, no del pintor sino del militar, y el otro es publicista y productor audiovisual en España. “Siempre estuve en orden público y la ilusión era salir para llegar a abrazar a mis hijos”. Un día mi esposa se estrelló en el carro y a los pocos días, aún traumatizada, murió de un infarto y me tocó convertirme en padre y madre. Lo que
cuando terminamos la operación de rescate me nombraron alcalde de Guayabal. Por esos días me llamaron a curso de teniente coronel, pero yo necesitaba estar en un batallón cerca de mi familia, pero como no fue posible me retiré”.
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Esa tragedia familiar lo puso a pensar sobre su futuro y el de sus hijos. Para ellos, era la hora de salir del colegio y escoger una profesión; para él, era el momento de priorizar su compromiso con la patria o con dos adolescentes que se habían quedado sin mamá y tenían un padre que poco se aparecía por la casa. “Yo seguía en orden público, me tocó el desastre de Armero, la noche de la avalancha sacamos personas del barro y
Una serie de imágenes de la vida militar pasaron como una película por la mente del Mayor Ortiz. Ese día sintió que le había dado todo al Ejército, que había sido un oficial comprometido con el país y con la tropa, pero era el momento de partir. “Nunca fallé, siempre cumplí con mi deber, incluso,
en las condiciones más adversas, en las regiones más apartadas; tuve tres veces paludismo, pulmonía, hepatitis y otras enfermedades propias de regiones con climas y condiciones difíciles. Sentí que le di a mi Ejército lo mejor de mí, pero ahora era necesario acompañar a mis hijos en un momento clave”. Pero la vida tiene paradojas y recompensas. Uno de sus hijos, que siempre soñó con ser veterinario, un día decidió ingresar a la Escuela Militar de Cadetes José María Córdova para seguir los pasos de su padre, no en las artes plásticas sino en el arte de la guerra. Hoy, como su papá cuando era un valeroso oficial de orden público, cuida a su patria como ejecutivo desde un batallón de alta montaña en el Cauca. El Mayor Ortiz, ya en la reserva activa, desempolvó sus pinceles y su paleta y volvió a extender su arte sobre lienzos de colores. Aunque combinó la pintura con otras actividades en el DAS y en colegios militares su objetivo estaba centrado en convertirse en un artista de prestigio. De su trabajo en los colegios le quedó su segunda esposa, una joven diseñadora de modas y uniformes escolares, que llegó a su vida hace 15 años para llenar sus días de color y construir un refugio donde el artista pudiera espantar su soledad.
A pesar de su reconocimiento internacional no pierde su calidez humana y recuerda con profundo afecto a sus compañeros de curso, con quienes tiene una asociación llamada Soldado Cándido Leguízamo y con sus superiores la División de Infantería General José María Córdova, con quienes se encuentra todos los meses a rememorar sus historias de campaña. Cuando se le pregunta por CREMIL, reconoce los avances tecnológicos y el excelente servicio que presta a los afiliados y, como todos ellos, anda entusiasmado con el proyecto El Pedregal y piensa que cuando esté funcionando plenamente será un estímulo para todos los que integran la reserva activa. Se imagina un lugar moderno en donde los retirados puedan no solo aprovechar los beneficios de la Caja sino exponer su talento y fortalecer los vínculos que fraguaron en los campos y ciudades de Colombia cuando lucían con orgullo el camuflado.
Su talento ha sido reconocido en el país y en el exterior. Recientemente, se ganó un concurso de pintura en la Alcaldía de Bogotá y el premio era ir a exponer su obra en Cuba. Sus cuadros fueron bien acogidos en la isla, menos uno que mostraba a los soldados encadenados y entre alambradas, inspirado en los oprobiosos secuestros de la guerrilla. “Ese no me lo dejaron exponer y me tocó traérmelo nuevamente, pero no importó porque al poco tiempo lo expuse en galerías de España y Alemania, en donde vendí casi todo lo que llevaba”.
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El señor Esquivel, mensajero de CREMIL
La filosofía de la vida sencilla En la mitología griega, Hermes es el dios olímpico mensajero. El mensajero de las fronteras y los viajeros que las cruzan; el mensajero de los pastores, de los oradores, del ingenio y del comercio. La figura del mensajero ha estado presente en la historia de la humanidad. Los chasquis, en quechua correo o persona de relevo, era un corredor que llevaba mensajes o recados, por postas, al inca. Desde jóvenes eran preparados físicamente para recorrer largas distancias por los extensos caminos construidos en el imperio. No menos curioso era el destino del mensajero, que en la historia de las guerras y en la literatura universal, moría por ser portador de malas noticias. Por suerte, los mensajeros modernos no son culpables de los requerimientos que llevan, sean estos negativos o positivos. Finalmente, no son ellos quienes producen los mensajes, solo los transportan, a pie o en Transmilenio, en modernos portafolios.
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Todos los días se ven desde muy temprano, cruzando veloces las calles, esquivando los carros y las motos o haciendo fila ante la ventanilla de un banco o una oficina de trámites. Su existencia se va entre recados institucionales y personales, unos más urgentes que otros y, como siempre, unos más secretos que otros, que él salvaguarda con esmero para que lleguen con prontitud a su destino. Son valerosos “ingenieros de ruta” o “altos consejeros para las comunicaciones empresariales” o “relacionistas públicos institucionales”, que se juegan la
folios de vida de los afiliados, sentencias judiciales, recibos de pago, escrituras públicas, cartas importantes, papeles intrascendentes y un sinnúmero de vueltas más que hacen de este personaje un protagonista en el circuito comunicativo de la entidad. En la historia militar, el más famoso de todos los mensajeros fue el soldado Filípides. Cuando Atenas puso fin a la primera guerra médica y venció al imperio persa, el comandante Milciades mandó a su emisario para que diera la noticia de la victoria de Atenas.
vida para que una carta llegue sin demora a su destinatario o un recibo se pague antes de su vencimiento. Los jefes los toleran, las secretarias los adoran, los perros los persiguen, los cajeros de banco los tratan con consideración, porque siempre llegan con una “propinita” para saltarse las colas eternas, y los porteros de los edificios los temen porque ingresan sin dejarse registrar. En estos trotes anda desde hace 33 años Luis Elí Esquivel Rivera, el mensajero de CREMIL, un querido personaje que ha vivido un tercio de la existencia de la Caja de Retiro, llevando y trayendo
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sar varios Directores y de cada uno de ellos guarda gratos recuerdos por sus ejecutorias o por la forma como se relacionaban con los funcionarios. “Unos se preocuparon más por los afiliados, por ser la misión de la Caja, otros por la reingeniería en la entidad, por la tecnología y por modernizar el servicio. Con el Director actual, por ejemplo, me siento muy contento porque nos aprecia y siempre está buscando el bienestar, primero de los afiliados, y segundo, de nosotros como empleados; se preocupa porque todos estemos bien”.
Este tuvo que recorrer la distancia que separaba Maratón de Atenas, y, cuando Filípides llegó, anunció: “Alegraos atenienses, hemos vencido”. Tras dar el anuncio, cayó muerto. En su honor se corre, desde 1896, la maratón de 42 kilómetros y 195 metros en los Juegos Olímpicos. Aunque el maratónico ajetreo del mensajero de CREMIL no le exige recorrer esta distancia en una sola largada, sí transita la ciudad en múltiples recorridos para cumplir con su deber. “Mi trabajo es muy importante para la Caja, cumplo con todas las vueltas institucionales, cuando se trata de pagar un recibo u otra diligencia”, cuenta este mensajero que un día cambió el machete y el azadón en la finca de su padre en Algeciras, Huila, por un maletín de cuero repleto de correspondencia y facturas para entregar en Bogotá. Como contó en una entrevista para conmemorar los 90 años de CREMIL, es el funcionario más antiguo de la Caja; ha visto pa-
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Con respecto a su vida en la Caja, asegura que esta entidad ha sido muy importante para él, porque le permitió proyectarse como persona y educar a su familia. “Ya tengo una hija profesional y las otras están estudiando, me siento muy contento por haberles podido dar estudio, aunque yo solo logré llegar hasta quinto semestre de Contaduría. Me tocó decidir entre darle universidad a ella o estudiar yo y preferí la educación de mi hija”. Nadie como él conoce la Caja de Retiro. Por 33 años ha recorrido sus instalaciones, ha visto circular funcionarios y por sus manos
El funcionario más antiguo de la Caja ha visto pasar varios Directores y de cada uno de ellos guarda gratos recuerdos por sus ejecutorias o por la forma como se relacionaban con los funcionarios.
han pasado miles de documentos trascendentales para CREMIL. “Para mi esta es una empresa que se destaca a nivel nacional, así se ve en las encuestas, se ha convertido en un ejemplo para las entidades del Estado y las privadas. En cuanto a la administración y el manejo de recursos es una de las mejores, porque hay participación, se tienen en cuenta los empleados y la opinión de los afiliados”. Está a punto de salir pensionado, dentro de poco formará parte de la reserva activa civil de la Caja y su vida ya no será esquivar carros y motos con un maletín en la mano para entregar a tiempo un documento oficial o pagar un recibo a punto de vencer, sino que se dedicará a descansar, a jugar con su nieta y a leer sobre historia y polí-
tica. “Me gusta entender lo que plantean y creo que ya he trabajado suficiente. Pienso que para ser feliz no se necesita dinero, lo importante es tener ánimo de vivir; la felicidad no la da la plata sino estar bien y en armonía con la vida y tener paz interior”. Así piensa este moderno mensajero, colega de Hermes y de Filípides, portador de buenas noticias y trabajador incansable que hoy piensa ponerle fin a esta carrera de resistencia y comenzar una plácida caminata por el sendero tranquilo de la jubilación, disfrutando de su familia, después de tantos años de incontables “piques” de velocidad.
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Historias y Cifras
CREMIL Caja de Retiro de las Fuerzas Militares
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Les contamos que… Como toda entidad que ha evolucionado, la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares ha tenido un sinnúmero de cambios y transformaciones. Quizá algunos con tintes más simpáticos que otros, considerando que en las épocas referidas se trabajó con los recursos que se contaban. En este marco narraremos los de mayor recordación. • Hace muchos años la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares tuvo el Teatro Tisquesusa. Hoy, se encuentra en ese sitio un casino de talla internacional. En ese local funcionó, primero, la sala de cine y, posteriormente, una bolera. Como dato curioso, los elementos y la pista de la bolera fueron cedidos al Club Militar de Oficiales y en la actualidad siguen en servicio. • Tiempo atrás, y diríamos bastante, los pagos se realizaban en efectivo, entregando el dinero en pequeños sobres de manila; años más tarde, la asignación de retiro se cubría en cheque. En ambos casos, los afiliados hacían largas filas desde antes de las 5 de la mañana. Cuando inició la modalidad de cheque, las filas se multiplicaron porque no solo la hacían para recibir el cheque sino que, además, debían hacer otra para “cambiarlo” en el banco. • A finales de los años 70, tímidamente, apareció la primera perspectiva de un boletín que se limitó a una o dos hojas en blanco y negro, de papel bond impresa en mimeógrafo. Más tarde se modificó conservando el mismo formato, pero con una primera
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página en full color. En el 2001, el Vicealmirante (RA) Gabriel Hernando Torres Torres, Director de la época, consideró que el medio de comunicación escrito de la entidad debía tener un formato que se ajustara a los parámetros gráficos y técnicos que ofrecía el mercado en ese momento. De esta manera, se constituyó una publicación periódica moderna en policromía, con amplia paginación y cada vez con nuevas secciones y contenidos, que con el tiempo se han venido fortaleciendo y renovando, para lograr que actualmente sea el consentido en las lecturas de los afiliados. • Con la llegada del sistema biométrico a CREMIL, a nuestros afiliados se les acabó el problema de ir a las notarías y alcaldías, entre otras entidades para expedir su certificado de supervivencia. Este sistema de identificación personal, permitió que la Caja de Retiro reclutara a casi todos los titulares y beneficiarios, evitándoles de esta manera, tener que dar fe de vida cada 6 meses, además de los prolongados desplazamientos para muchos de ellos, a fin de llegar a un sitio donde pudiera cumplir este trámite.
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Te voy a contar un cuento: relatos de la vida cotidiana en CREMIL Una pavorosa aguja anda suelta Un día, en la oficina de Bienestar Social para el Afiliado se estaba realizando una jornada de salud visual. Por tal razón, la sala de juntas estaba llena de pacientes, y una funcionaria tuvo que hacerle la inducción de ingreso a la Caja a un suboficial en una sala contigua. El nuevo integrante estaba sentado y ella de pie haciéndole una corta presentación de la entidad. De repente, pasó por allí el señor José Ramón Aguja, un colaborador de CREMIL, y la funcionaria comenzó a gritar: “aguja, aguja”. El suboficial se levantó alarmado y expresó: “A mí no me venga a vacunar. No me van a chuzar”. La funcionaria trató de calmarlo y de explicarle que ella no le aplicaría ninguna “vacuna”, y que solo quería presentarle al señor Aguja.
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Un funcionario perdido en el fondo Un día, en la oficina de Bienestar Social para el Afiliado, se recibió una llamada urgente de la Dirección General en la que solicitaban un listado. ¿Por qué será que todas las llamadas de la Dirección son urgentes? Como la impresora estaba al fondo del pasillo de la oficina, le pidieron a un funcionario nuevo que recogiera la impresión en el “fondo”. El eficiente funcionario salió corriendo, pero después de varios minutos no regresaba con los documentos. Los compañeros se dieron cuenta que se demoraba demasiado y cuando estaban preguntándolo, una llamada del “Fondo” de Empleados aclaró la demora del nuevo funcionario: ¿Cuáles impresiones son las que debemos enviar?
¿CREMIL tiene microondas? No hay duda, que a pesar de los excelentes procesos de selección de los nuevos funcionarios, con inducción incluida, es necesario adelantar procesos de reinducción con un curso acelerado de lenguaje castrense. Un día llamaron de una unidad militar por la línea 500, la cual fue atendida por una funcionaria que llevaba poco tiempo en la entidad, y el sargento le preguntó: ¿Señorita deseo saber si en la Caja tienen microondas? La eficiente empleada respondió con prontitud: sí señor, en la cafetería del segundo piso.
El billete volador ¿Quién no ha caído el día de Inocentes? ¿En qué oficina no hay alguien preocupado por celebrar la fecha, gozándose a sus compañeros, incluidos los jefes? ¿Quién no se lanza en picada sobre un billete que deambula solitario por un pasillo, sin dueño? Un 28 de diciembre en la Caja, en el hall del segundo piso, colocaron un billete de 50.000 pesos cogido de un nylon. ¡Oh sorpresa! la primera persona que ingresó fue un alto directivo, quien ávidamente se agachó a recogerlo, pero desconcertado vio como el esquivo billete se escapó de sus manos. Intentó seguir su camino como si nada hubiera pasado, pero un murmullo de risitas socarronas acompañó los pasos de la primera víctima.
Agüita pal Director A pesar de la marcialidad que se genera en la Dirección General y el ambiente de formalidad que se respira, no es extraño que en algunas ocasiones, situaciones inesperadas rompan el protocolo. Hace unos seis años, el Director de la época estaba reunido con su Comité Institucional y llamó a su secretaria para hacerle una solicitud; ella, inmediatamente y con suma diligencia, llamó a la ingeniera Aura Matallana a la reunión. Aurita, como todos la llamaban, muy atenta expresó: “Qué ordena mi General”. Él, sorprendido por la diligencia de su asistente, le contestó: ¡Yo dije agüita, no Aurita!
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La mejor sonrisa Hace unos años, en Medellín, durante una de las intensas y agotadoras correrías que realiza el Director y su grupo de apoyo a lo largo y ancho del país, le correspondió a una servidora pública la responsabilidad de presentar a los asistentes la información relacionada con los planes y programas de bienestar. Cuando la entusiasta funcionaria exponía sobre las bondades de un convenio con el que a muy bajo precio los afiliados contaban con una amplia gama de posibilidades para tener óptima salud oral y les precisaba la importancia de contar con una hermosa sonrisa, de manera inexplicable, para ella, al unísono el auditorio estalló en estrepitosas carcajadas. Por alguna falla en la sincronía del paso de las ayudas, aparecieron en primer plano dos sonrientes burritos.
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La tecnología acabó con las “pausas saludables” Uno de los hechos que más impactó la Caja se dio en la década del 90, cuando se terminó el proceso de microfilmación de los expedientes de afiliados; toda vez, que ya se podían consultar en unas pequeñas y prácticas microfichas, debido a que los funcionarios contaban con equipos lectores de ese formato. Era lo más vanguardista para la protección de archivos, porque se incluía tecnología de punta. Sin embargo, las prácticas microfichas acabaron con los carritos acerados que traían todas las mañanas los pesados expedientes. Cuando estos llegaban, los funcionarios esperaban pacientemente el turno para que les entregaran las carpetas correspondientes y a que se desocuparan los carritos de archivo para convertirlos en bólidos de carreras. La pista era un largo pasillo formado por una fila interminable de escritorios y los pilotos, temerarios funcionarios que alcanzaban altas velocidades por entre las mesas de trabajo. Al final de la “pausa saludable”, el premio eran los aplausos de quienes observaban a los impetuosos competidores.
Cuando tiembla la solidaridad
Los fantasmas esculcan los archivos ¿Por qué será que en casi todas partes los archivos están en el sótano? ¿Será porque allí habitan los fantasmas, que curiosos rondan entre la memoria de las empresas? ¿A qué se quedan después de las 6:00 de la tarde, sin saber que perturban a juiciosos funcionarios a quienes les encanta trabajar horarios extendidos? Una noche, dos compañeros realizaban sus labores en el archivo del sótano, cuando de pronto un misterioso sonido interrumpió su trabajo. Un switch de luz al fondo del recinto subía y bajaba provocándoles un extraño escalofrío. Cuando lograron armarse de valor caminaron hasta el lugar para encontrar alguna evidencia del sonido y este se detuvo, al regresar a sus escritorios el sonido se reanudó. Hasta ahí llegó la jornada, sin darle la espalda al recinto misterioso, abandonaron el sótano despavoridos.
Los valerosos brigadistas que afrontan con nervios de acero las emergencias, deben incluir en las capacitaciones que hacen a los funcionarios algunas lecciones sobre solidaridad humana; para que en estos no se vuelva costumbre el viejo adagio de “sálvese quien pueda”. Un día, en plena jornada laboral, se produjo un temblor y en una de las oficinas los funcionarios corrieron a protegerse bajo los marcos de las puertas, como les indicaron los de la brigada de emergencia; desafortunadamente, uno de ellos no alcanzó el objetivo. Desesperado y en inestable carrera se dirigía de un marco a otro y sus solidarios y asustados compañeros le decían: “Aquí no cabe nadie, vaya a otro”. Solo Dios se compadeció del despavorido hombre y dejó de temblar la tierra, pero la solidaridad siguió tambaleante.
¿Para qué un mouse? En la década del 90 llegaron a la Caja los primeros computadores. Por la estrecha situación presupuestal, en ese momento sólo se contaba con la posibilidad de comprar un equipo por dependencia. Ya instalados en la entidad, parecían extraterrestres que acababan de aterrizar y la mayoría de funcionarios los recibieron con admiración y optimismo. El PC individual era una utopía. Un día, el Subdirector Administrativo del momento, muy indignado, les compartió a otros funcionarios el memorando de un jefe con el que le reintegró el mouse. Con argumentos categóricos le manifestaba que ese periférico no servía para nada y, por lo tanto, no tenía sentido responsabilizarse de este inútil artefacto.
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Hay pocas cosas que se quieren repetir en la madrugada En el 2002, un grupo de funcionarios tuvieron el enorme placer de ser comisionados para que durante tres días con sus noches desmontaran y reorganizaran 78 años de archivo de la Caja en un moderno mobiliario de almacenamiento de documentos, denominado sistema electroneumático. El sistema exigía que los documentos se pasaran en estricto orden para evitar errores que obligaran a repetir la actividad. Todo iba bien hasta que, por el cansancio, un funcionario ubicó mal los documentos en la nueva estantería. De tal manera, que lo que se había hecho durante toda la noche tocó repetirlo en la madrugada.
La última y nos vamos Pocas veces uno tiene la oportunidad de tomarse unos tragos con el jefe y mucho menos, darse el lujo de, al final de la parranda, irse con el Director en el mismo carro. Pues ese privilegio lo tuvo una noche, hace más de 30 años, uno de los conductores de la entidad. La celebración fue buenísima, la comida fantástica y el trago se repartió con generosidad. Cuando el Director se retiró, el conductor salió con él y ambos se subieron en las sillas de atrás del carro. Todo iba bien hasta cuando el General le preguntó: ¿Y ahora quién va a manejar? Al pobre hombre se le pasmó la borrachera y en ese momento recordó que él era el conductor.
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Como siempre, a algunas personas les molesta repetir el trabajo, se enojan y después de negarse a volver a empezar terminan aceptando los costos de la desconcentración. Más aún, si los compañeros lo alientan con canciones infantiles, que deben sonar muy bien un domingo en la madrugada, después de muchas horas seguidas de trabajo. En el área, después de 13 años, todavía recuerdan el corito de aquella noche feliz: “Con la alegría de Nelsiton vamos todos a jugar…”.
Un horno microondas que se fundió en el estreno Los funcionarios del Centro Integral de Servicio al Usuario, CISU, hace unos años reunieron dinero y compraron un horno microondas, para evitarse las largas filas a la hora del almuerzo en la cafetería del segundo piso del Edificio Bachué. Con gran alegría recibieron la nueva adquisición y una compañera lo estrenó poniendo a calentar algo durante dos minutos. Al poco rato, el CISU se inundó de humo y cuando fueron a la cafetería, el epicentro del problema, observaron que en vez de 2 había puesto 20 minutos. El maravilloso horno nuevo fue a parar a un taller de reparación y sus felices propietarios volvieron con sus loncheras a hacer la fila en la congestionada cafetería del segundo piso.
Se me olvidó la clave Frente a la pantalla de un cajero electrónico, es dramático olvidar la clave o cuando después de muchos intentos vía telefónica una operadora le responde marque su clave, y usted en blanco, durante eternos segundos, olvida cuatro simples números. Lo mismo le pasó a un usuario del sistema de información documental de la entidad, quien pretendía ingresar al software. Como olvidó la clave, el encargado de soporte le habilitó un sencillo 1234. Pero minutos después, el funcionario seguía insistiendo que no podía ingresar. Desesperado el técnico, después de innumerables soportes telefónicos, se fue hasta el lugar y encontró que el despistado usuario ponía su dedo índice sobre la tecla 1 y la oprimía cuatro veces. Estar atento es la clave.
“Y los pies bajo la mesa nos tocamos” El Grupo Niche hizo famosa esta salsa que los románticos tararean sin descanso: “Reventamos estamos que reventamos cada vez que de frente nos miramos y los pies bajo la mesa nos tocamos…”. Esa escena también ha sido inmortalizada en el cine cuando una pareja imposibilitada por la mirada pública inicia un juego sublime con los pies bajo la mesa. Pero aquí no estamos para hablar de escenas sugestivas, porque lo que le pasó a una jefe de CREMIL no tiene nada que ver con Niche ni con comedia romántica. Ella muy indignada le llamó la atención a un funcionario por un error que este cometió y afectó la prestación de un servicio a un usuario. Al poco rato, este debió entrar a la oficina de la jefe para que le firmara unos documentos y ella le pidió sentarse. Lo que el regañado funcionario no sabía era que ella había tenido un día muy agitado y le dolían los pies del cansancio; entonces, la funcionaria se quitó un zapato y comenzó a friccionar una supuesta base de la silla, pero cuando se dio cuenta estaba haciendo presión contra el zapato de su interlocutor. Cuando descubrió su error, muy angustiada le preguntó: ¿Yo lo estoy tocando? Y él respondió tímidamente: si señora, yo no había dicho nada porque pensé que se quería contentar.
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AFILIADOS CREMIL
Datos corte 30 de septiembre de 2015
NORTE AMÉRICA 273 Afiliados
CREMILITO
COLOMBIA 46.542 Afiliados
CREMILITO
CREMILITO
CENTRO AMÉRICA 8 Afiliados
CREMILITO
RESTO DE SUR AMÉRICA 27 Afiliados
9 204
15
46.542
42
258
1
2
3
1
EN EL MUNDO
EUROPA 68 Afiliados
CREMILITO
OCEANÍA 2 Afiliados
CREMILITO
46.920 Afiliados en CREMIL
4
1
14
20
3
2
1
1
1 205
AFILIADOS CREMIL EN COLOMBIA San Andrés 12
Magdalena 439
Atlántico 1.935 Bolivar 2.744 Sucre Córdoba 345 552 Antioquia 2.851 Chocó 53
La Guajira 93
BOGOTÁ D.C 18.436
Cesar 513 Norte de Santander 970 Santander Aráuca 2.503 51 Vichada 19 Casanare 259
Caldas 506 Risaralda 698 Quindio 919 Tolima Valle del 2.253 Cauca 3.642 Huila 950 Cauca 538 Nariño 527
Boyacá 1.162 Cundinamarca 1.945 Guanía 4 Guaviare 12 Meta 1.343 Vaupes 1
Putumayo 65 Caquetá 165 Amazonas 37
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Las cifras cuentan historias Titular más antiguo
Beneficiario más joven
El Sargento Viceprimero de la reserva activa de la Fuerza Aérea Arcesio Valencia Peréa es el titular más antiguo afiliado a la Caja de Retiro. Con 103 años de edad, reside con su familia en Cali.
Beneficiario más antiguo La señora María Tulia Pinzón viuda de Patiño, beneficiaria del Sargento Primero (RA) del Ejército Jorge Enrique Patiño Mutis (q. e. p. d.) es la más antigua. Ella tiene 108 años y reside en Villeta (Cundinamarca).
El niño Miguel Ángel Restrepo, con un año de edad, es el beneficiario más joven de CREMIL. Reside con su familia en Manizales.
Soldado Profesional más joven Álvaro José Guevara Uribe, con 37 años de edad, es el soldado profesional afiliado más joven de la Caja de Retiro. Vive en Sincelejo.
Afiliados titulares Septiembre
FUERZA
OFICIALES
SOLDADOS PROFESIONALES
SUBOFICIALES
TOTAL GENERAL
HOMBRES
MUJERES
HOMBRES
MUJERES
HOMBRES
EJÉRCITO ARMADA FUERZA AÉREA
4083 1058
85 43
17668 5237
419 2
5642 474
27897 6814
994
48
2527
14
0
3583
TOTAL
6135
176
25432
435
6116
38294
Afiliados beneficiarios Septiembre
FUERZA
OFICIALES
SUBOFICIALES
SOLDADOS PROFESIONALES
HOMBRES
MUJERES
HOMBRES
MUJERES
HOMBRES
MUJERES
TOTAL GENERAL
EJÉRCITO ARMADA FUERZA AÉREA
90 12
974 219
477 121
4519 1339
29 2
67 5
6156 1698
21
232
33
486
0
0
772
TOTAL
123
1425
631
6344
31
72
8626
TITULARES
38.294
BENEFICIARIOS
8.626
TOTAL AFILIADOS CREMIL
46.920
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Galería de Al celebrar el nonagésimo aniversario de la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares, les rendimos un homenaje a los 26 altos oficiales quienes en distintas épocas han puesto al servicio de la entidad su experiencia y profesionalismo para gerenciar con sentido patriótico el bien más preciado de la reserva activa, su patrimonio, que garantiza su estabilidad y seguridad económica. Ellos, con extrema pulcritud y sentido de pertenencia, han liderado esta obra durante 90 años y le han dado identidad y cohesión para que los hombres y mujeres que han dedicado parte de su vida a servir a Colombia en las Fuerzas Militares puedan gozar del retiro en compañía de sus queridas familias.
General José María Forero Sánchez 1925 - 1926
General Anibal Valderrama Rubio 1931 - 1932
Coronel Carlos Padilla Padilla 1935 - 1936
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General José Ezequiel Martínez González 1926 - 1930
General M. Arturo Dousdebes Escallón 1930 - 1931
Coronel Efraín Díaz Díaz 1932 - 1933
Coronel Carlos VIllar González 1933 - 1934
General Javier Tovar Tovar 1936- 1940
General Rafael E. Pizarro Arango 1941 - 1942
General Roberto Perea Sanclemente 1934 - 1935
General Luis Matamoros León 1942 - 1943
Directores CREMIL Caja de Retiro de las Fuerzas Militares
General Leopoldo Piedrahita Escobar 1943 - 1944
General Julio A. Gaitán Vargas 1944 - 1945
Mayor Marco A. Pablo Martínez 1945 - 1950
Brigadier General (R) Jesus A. Lloreda Galviz 1950 - 1962
Brigadier General (R) Alberto Boada Acero 1962
General (R) Jorge Torres Piedrahita 1962- 1964
Brigadier General (R) Alfredo Mancilla Chaustre 1964 - 1965
Brigadier General (R) Armando Vanegas Maldonado 1966 - 1970
General (R) Miguel A. Hoyos Rozo 1970 - 1973
Brigadier General (R) José Sánchez Ordoñez 1973 - 1983
Mayor General (R) Miguel Rodríguez Casas 1983 - 1986
Vicealmirante (RA) Gabriel Hernando Torres Torres 2000 - 2002
Mayor General (RA) Rodolfo Torrado Quintero 2002 - 2012
Mayor General (RA) José M. Arbeláez Caballero 1986 - 1991
General (RA) Pedro Nel Molano Vanegas 1991- 2000
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Símbolos Los símbolos institucionales son aquellos que se adoptan para representar valores, metas, historia o riquezas y mediante las cuales una entidad se identifica y distingue de otras. Además, al aglutinar en torno a ellos a los funcionarios, crean un sentimiento de pertenencia. Los símbolos por excelencia son la bandera y sus colores, el escudo y el himno.
Estandarte El tricolor esta distribuido así: El color rojo en representación del Ejercito Nacional, El color azul turquí en representación de la Armada Nacional y El color azul cielo en representación de la Fuerza Aérea Colombiana.
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Institucionales Escudo Su forma es cuadrilonga, con punta en medio de la base y esmaltado todo su campo en el sinople que encarna la esperanza de que su existencia será hasta la eternidad, llena de abundancia y libertad para amparar el bienestar de quienes dedicaron su vida al servicio de las Fuerzas Militares. Sobre su campo y en el centro, una trompeta en oro que representa la riqueza moral de la Institución, su fe en el futuro, su constancia en la lucha para lograr sus objetivos y la invariable pureza de sus acciones.
Himno CORO Cumplido un jirón de la historia Y al pasar a la vida civil, Se recuerdan los años de gloria Que le dieron grandeza al país. (bis)
III En pos de los astros y el cielo Con la gloria por meta final Los héroes del aire en su vuelo Grande hicieron la tierra natal
I
IV
Soldados de fuerzas en tierra De la Patria querida al confín, Forjaron los hombres de guerra Al acorde marcial del clarín.
El retiro en grata memoria Une el aire, la tierra y el mar. Destellos de luz y de gloria Que en la Unión es muy grato evocar
II
V
Surcando los mares del mundo Leyenda de un bravo velero, Flotó con su buque errabundo El marino en raudo crucero
Ayer nos unieron las armas, El fusil y el tronar del cañón. Hoy nostalgias de lides y hazañas Y Cremil nos brinda esa unión
Letra: CO(RA) EJC HERNANDO BELTRÁN GARAVITO q.e.p.d. Música: MY PROFESIONAL DE RESERVA ÁLVARO GAVIRA ÁNGEL Y SEÑORTOÑO CASTILLO
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CREMIL Caja de Retiro de las Fuerzas Militares
Servicio e Innovaci贸n 214