ESTE LIBRO HA SIDO ESCRITO E ILUSTRADO POR…
Álvaro Cagigas Adriana González Chloe Bartolomé Marina Isuardi Izan Ruiz Sheila Borbolla Daniel Álvarez Pablo Eric Toraño Alex Sal Lucía Ruiz Ángela Escribano
CRIE, Viérnoles 2018.
Soy Rodolfo, un pingĂźino con 3 cabezas y 2 ojos en cada cabeza. Tengo mucho pelo y mi cuerpo es blanco y azul. Me gusta bailar, tengo el cuerpo un poco deforme, ÂĄ pero no me importa!
El pingüino vive en el Polo Sur. Su casa está hecha de bloques de hielo, con unas flores que están escarchadas. El pingüino crea esas flores y le gusta decorar su casa con ellas. Cuando llueve, se ponen de color violeta y el polen se vuelve fosforito, así iluminan toda la casa.
Un día el pingüino se encontró con una pingüina que se llama Linda. Llevaba un gran lazo rojo y siempre iba maquillada. Era muy alta y estaba algo flaca. Era un poco chulita pero muy maja. La más popular del Barrio del Hielo. El pingüino, cuando la vio, sintió mucha alegría, le picaban las patas. Pero tenía un problema, no le habían enseñado a escribir y quería mandar una carta a la pingüina.
Enseguida llegó un delfín, dispuesto a escribirle una carta a la pingüina. “Querida pingüina: Te gustaría venir a jugar al fútbol conmigo. Meteríamos muchos goles y ganaríamos un partido. Y luego podíamos ir a un restaurante de comida China. Saludos, El pingüino”.
Pero al pingüino no le gustó y dijo: -¡No me gusta!, ¡ vete de aquí y no vuelvas!
Al día siguiente le fue a visitar una ballena azul, que inmediatamente se puso a escribir la carta con una pluma de un pájaro.
“Querida pingüina: Te gustaría venir a jugar a la consola y a cenar kril. Saludos, Pingüino”.
Pero al pingüino no le gustó y dijo:
- Nooo, esto no es lo que yo quería que escribieras.
Por la tarde se encontró con un cocodrilo que, con mucho esfuerzo, escribió una carta con un lápiz de color morado. “Querida pingüina: Te invito a comer salmones con ranas, y luego podemos jugar a cazar ratones. Con mucho cariño, el pingüino”.
Pero al pingüino no le gustó y dijo: -¡ No, no y mil veces no! Eso nunca le gustaría. Y el pingüino rompió la carta.
A la mañana siguiente se encontró con una foca que, en un momento, le escribió la carta en un papel de seda.
“ Hola pingüina: Te invito a comer alubias con chorizo, mañana a las 14:30h, en el pueblo de Tagle. Saludos, Pingüino”.
Pero al pingüino no le gustó y dijo: - ¡ No y no! ¡ Está malísimo! ¿Quién va a comer esa comida?
A la mañana siguiente se encontró con un loro, que le escribió la carta con una
pluma de su cola. “Querida Pingüina: Te invito a comer unos deliciosos gusanos y a volar por el aire. Atentamente, el Pingüino”.
Pero al pingüino no le gustó y dijo: - ¡NOOOOOOOOOOOOOOO! ¡ESO NO LA GUSTARÍA! – dijo, rompiendo la carta.
Por la tarde se encontró con un elefante, que le escribió la carta con un boli multicolor.
“Hola pingüina: Quiero comer hojas de árbol contigo. Saludos, el Pingüino”.
Pero al pingüino no le gustó: - Mirad como lo haría yo – dijo, mirándole con sus seis ojos.
El pingüino, triste y desolado, pensaba… si yo pudiera escribir, le diría que viniera al cine conmigo, a ver la película de Coco. Y a comer unas ricas palomitas. También podemos ir al parque a jugar y luego dar un paseo por la costa, mientras comemos un helado.
La pingüina, que estaba debajo de un cacho de hielo, escuchó muy emocionada al pingüino. Le agradeció sus palabras y dijo lo que a ella le gustaba: - Me encanta ir a patinar sobre hielo, comer un exquisito pescado y jugar al hockey. Después de esto, se fueron a una heladería a comer un helado de 25 bolas, y luego se fueron un rato a andar por el Paseo Gélido.
ESTE LIBRO ES UNA ADAPTACIÓN DEL ÁLBUM ILUSTRADO “EL LEÓN QUE NO SABÍA ESCRIBIR”, ESCRITO E ILUSTRADO POR MARTIN BALTSCHEIT. EDITORIAL LÓGUEZ EDICIONES.