ESTE ÁLBUM ILUSTRADO HA SIDO ESCRITO E ILUSTRADO POR…
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Aarón Cortés Izara Retorta Aitana Salas Asier Aja Naiara Gorosabel Eva Bravo Natalia Lanza Rubén Moreno Carlos Ares Álvaro de la Sen
CRIE, Viérnoles 2014.
Soy un pingüino y me llamo Félix. De aspecto físico soy alto, tengo muchas plumas, y pies grandes. Mi carácter es alegre. Me gusta deslizarme por el hielo y pescar peces: jargos, cabras y sula. Y también me gusta comer helados de chocolate y vainilla.
El ping端ino vive en la Torre Eiffel de Paris. La torre tiene 48 pisos y muuuuchos visitantes. Por la noche se ilumina con una bola de discoteca gigante.
Un día el pingüino se encontró con una pingüina que… era muy guapa. La gustaba bailar con sus amigos enfrente de la casa de Félix. Bailaba siempre sobre una roca imaginándose que era un escenario. ¡Ella y sus amigos se lo pasaban genial! La pingüina se llamaba Linda. Félix se enamoró de ella y sintió un cosquilleo en su barriga al verla. Él decidió escribirla una carta, pero resulta que no sabía escribir porque de pequeño no fue al cole.
Enseguida llegó el oso polar dispuesto a escribirle una carta a pingüina. “Querida pingüina: Te invito a ir a cazar focas y luego a comer en un restaurante llamado
El Corazón Con todo mi amor, sinceramente. El pingüino Felix. “
Pero al pingüino no le gustó nada de nada y dijo: - No, eso yo no lo escribiría nunca. ¡Es horrible!
Al día siguiente le fue a visitar un gran tiburón que inmediatamente se puso a escribir la carta con una pluma de espinas. “Querida pingüina: Te invito a ir a ver un combate de boxeo bajo el mar. Con mucho cariño: Tu amigo el pingüino Félix.”
Pero al pingüino no le gustó y dijo: -¡¡¡ No, no y nooooooooooooo!!!. ¡A las damas no les gusta ver boxear!
Por la tarde se encontró con una paloma que, con mucho esfuerzo, escribió una carta con un lápiz de madera. “Querida pingüina: ¿Te apetecería volar conmigo? Podemos volar por encima de las nubes. Un saludo, el pingüino.”
Pero al pingüino no le gustó y dijo: -¡Nooooo! Yo no le escribiría algo así a una pingüina.
A la mañana siguiente se encontró con una abeja que, en un momento, le escribió la carta en un papel de flores. “Querida pingüina: ¿Te gustaría venir conmigo a coger polen en unas flores tan bonitas como tú? Un saludo, el pingüino Félix.”
Pero al pingüino no le gustó y dijo. -¡ No, no y nooo! Y entonces el pingüino rompió la carta.
Por la tarde, se encontró con los Reyes Magos que le escribieron la carta en un papel muy bonito y con perfume de rosas . “Querida pingüina: Te invitamos a venir con nosotros al zoo. Luego podemos montar en camello. Un saludo, Félix.”.
Pero al pingüino no le gustó y dijo: - Yo no diría nada de eso, porque las pingüinas no pueden montar en camello.
El pingüino, triste y desolado, pensaba… yo, si supiese escribir, la diría: lo guapa que es y lo bien que baila.
Me encantaría quedar un día con ella. Haríamos cosas muy chulas, como: bailar, hablar o pasear por París.
La pingüina, que estaba a su lado, escuchó muy emocionada al pingüino. Y le dijo: - Muchas gracias Félix por decirme todas esas cosas maravillosas. A mí me gusta bailar y pescar peces. ¡Y sobre todo comérmelos! Me encantaría pasar un día contigo. Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
ESTE ÁLBUM ILUSTRADO ES UNA ADAPTACIÓN DEL LIBRO “EL LEÓN QUE NO SABÍA ESCRIBIR”, ESCRITO E ILUSTRADO POR MARTIN BALTSCHEIT. EDITORIAL LÓGUEZ EDICIONES.