ESTE ÁLBUM ILUSTRADO HA SIDO ESCRITO E ILUSTRADO POR…
LuisTUDavid Zamora ☺ESCRIBE☺AQUÍ NOMBRE ☺ ☺ ☺ ☺ ☺ ☺ ☺ ☺ ☺ ☺
Néstor Solís Ramón Martínez David Gutiérrez Iván Daniel León Aravany Cabo Eire Pelayo Julián Andrés Patiño Lucía Fernández Ian Passerat Shanaia Gómez
CRIE, Viérnoles 2014.
Soy un pingüino mediano y me llamo Pasarco Polo. Tengo un pico largo y de color rosa fosforito . Mi barriga es marrón claro, mis pies son tan largos como los de un payaso, y mis alas son tan canijas como el dedo del pie. Soy divertido, gracioso y… ¡Muy romántico! Mis colores preferidos son el verde y el azul claro. Mi música preferida es el rock and roll.
El pingüino vive en el Polo Sur. Su casa es un iglú con unas buenas vistas al mar. Desde el iglú salen toboganes al mar que le sirven para pescar. El iglú es muy espacioso, con un jardín en la parte de atrás lleno de flores: rosas, violetas…
Un día el pingüino se encontró con una pingüina que… era muy guapa, amable y simpática. Cuando la vio llevaba unos zapatos de tacón amarillos muy bonitos, un vestido y un lazo. Al verla sintió amor y se quedó sin habla. No sabía que decirla y se puso colorado. Quería escribirla una carta pero no sabía escribir. Entonces se fue a buscar a sus amigos para que le ayudasen a escribir una carta a la pingüina.
Enseguida llegó el oso polar dispuesto a escribirle una carta a pingüina. “Hola amiga: ¿Quieres venir a comer carne de foca? Por la tarde podemos tomar un helado de carne en la Playa de los Peligros, y por la noche podemos ir a Colombia a tomar mangos y un café. Un abrazo y un beso, el pingüino.” Pero al pingüino no le gustó y dijo: - No me gusta, yo nunca escribiría eso. A mí no me gusta la carne de foca ni los mangos, pero sí el café con un pescadito flotando.
Al día siguiente le fue a visitar un esquimal que inmediatamente se puso a escribir la carta con una pluma de gallina. “Querida amiga: ¿Quieres venir conmigo a cazar animales y después a comerlos? Tengo una parrilla que es nueva y de marca. Te espero, pingüino.
Pero al pingüino no le gustó y dijo: -No y no. Yo la diría algo mucho mejor a una dama.
Por la tarde se encontró con un una foca que, con mucho esfuerzo, escribió una carta con un lápiz de color verde. “Querida amiga: ¿Quieres venir conmigo a tomar algo? Luego podemos ir a un jacuzzi y comernos unos macarrones muy calientes en el restaurante de mi tío. Saludos, el pingüino.” Pero al pingüino no le gustó y dijo: - Noooo. No me gusta la carta.
A la mañana siguiente se encontró con un pájaro que, en un momento, le escribió la carta en un papel de madera de árbol. “Querida amiga: Te invito a cenar al mejor restaurante del mundo, donde preparan carne de primera calidad y también pizza. ¿Aceptas venir conmigo? ¡Nos lo pasaremos muy bien! Un abrazo, Pasarco Polo.” Pero al pingüino no le gustó y dijo. - NOOOOO. No me gusta nada esta carta. Yo la pediría salir conmigo.
A la mañana siguiente se encontró con un tiburón que le escribió la carta con el hueso de una foca. “Queridísima amiga: ¿Te apetecería venir conmigo a nadar? ¡Soy muy buen nadador! Nado a 1.000 kilómetros por hora. Saludos, pingüino .
Pero al pingüino no le gustó y dijo: - No, no y no. No me gusta está maldita carta. Y entonces fue a pedir ayuda al león.
Por la tarde se encontró con un león, llamado Leonardo, que le escribió la carta con un hueso de una jirafa que se había comido. “Querida pingüina: Te invito a cazar jirafas. ¡Nos lo pasaremos genial! Besos, Pingüino.”
Pero al pingüino no le gustó y dijo: -¡ Noooooo!. ¡Yo nunca escribiría algo así!, ¡yo no cazo jirafas!
El pingüino, triste y desolado, pensaba… que la pingüina era muy guapa, que tenía unas patas muy grandes y los andares muy modernos. Me gustaría invitarla a comer bocartes en un restaurante del Sardinero. Podríamos ir el sábado, a las seis de la noche, si ella quisiera. Y si yo supiera escribir le diría que es más guapa que la Luna.
La pingüina, que estaba en el lago, escuchó muy emocionada al pingüino. Y le dijo: -¿En serio? No pensé que dijeras esas palabras tan bonitas sobre mí. A mí me gusta mirar las constelaciones, ver películas, pescar con caña, y jugar a serpientes y escaleras. El pingüino Pasarco Polo y su novia la pingüina se fueron al restaurante y pidieron un plato muy grande de bocartes. Se lo pasaron súper bien y comieron tanto que casi explotan.
ESTE ÁLBUM ILUSTRADO ES UNA ADAPTACIÓN DEL LIBRO “EL LEÓN QUE NO SABÍA ESCRIBIR”, ESCRITO E ILUSTRADO POR MARTIN BALTSCHEIT. EDITORIAL LÓGUEZ EDICIONES.