ESTE LIBRO HA SIDO ESCRITO E ILUSTRADO POR…
Sandra Cámara Tania Hernández Daniel Doce Aarón Sánchez Izam Seco Iván Gancedo Beatriz Sánchez Andrea Velarde David Pérez Víctor Teixeira Rosalía Aballo
CRIE, Viérnoles 2018.
En los lejanos mares de una Galaxia que se llamaba Piralaxia, había un barco pirata que era de cartulina, pintado de colorines. También tenía una vela de papel, pintada de purpurina. Tenía cañones negros que lanzaban chucherías. Navega por la galaxia Piralaxia, en busca de joyas para decorar el barco. Era muy especial porque podía volar por la galaxia.
El barco tenía un capitán pirata. Me llamo Mala Pata, y soy muy peludo. Tengo un parche en el ojo porque luché contra un pájaro con mala leche y perdí mi ojo.
A todos les aterrorizaba su pata porque era de tiburón. Tenía unos dientes muy puntiagudos y unos ojos muy grandes. Cuando se enfadaba el capitán, el tiburón les mordía con sus dientes afilados.
Toda la tripulación le tenía miedo. Llegó el timonel Torvic. Le faltaba un ojo y llevaba un parche caparazón de concha.
Cambió la pata del capitán por un cuchillo. Con la nueva pata todos corrían. Y todos tenían miedo de que les cortara la cabeza.
Después llegó el cocinero Treavel, que tenía cuatro manos y en cada dedo un cuchillo. Era así porque su madre tenía 4 manos y su padre tenía en el cuerpo muchísimos cuchillos.
Tuvo la idea de cambiar la pata del capitán por un pájaro muerto que encontró en la tumba de un pirata muy malo. Con la nueva pata olía fatal y ¡ no tenía plumas! Y todos tenía miedo porque el pájaro muerto llenaba toda la borda de sangre y todos se resbalaban.
Apareció por allí otro pirata. Soy el grumete, y mi nombre es Ojos Rojos. Soy travieso y hago muchas gamberradas. Pero soy amable y simpático.
Se le ocurrió cambiar la pata del capitán por un oso alienígena-zombi que tenía 3 ojos, 4 manos y 3 pies. Con la nueva pata, las garras del oso arañaban a la gente. Y todos tenían miedo porque les hacía daño arañándoles en la cara.
El siguiente pirata que apareció dijo: Soy el pirata armero y me llamo el Pirata Flores. Me faltan dedos porque me les corté con la espada cuando estaba peleando.
Rápidamente cambió la pata del captián por un hacha que se encontró en un barco viejo hundido en el mar. Con la nueva pata podía partir cosas. Y todos tenían miedo porque les chillaba.
Entonces se presentó el pirata vigía, llamado Vigilón, que de vigilar tanto se le metió el catalejo en el ojo y se puso tuvo que poner un parche.
Cambió la pata del capitán por una pata de gaviota muy afilada y garras todavía más afiladas. Con la nueva pata picaba a todos. Así que ellos se alejaban un metro cada vez que le veían. Y todos tenían miedo porque picaba mucho a todos los piratas del barco.
A continuación llegó otro pirata. El pirata carpintero. Soy el pirata carpintero y mi nombre es Aserradero. Perdí la nariz en una guerra en la costa de Estados Unidos, haciendo el pino con las orejas.
Tuvo la idea de cambiar la pata del capitán por una sierra. Con la nueva pata cortaba todo lo que se ponía en su camino. Y todos tenían miedo porque, cada vez que tocaba el suelo, lo cortaba todo, y los grumetes se iban cayendo al mar.
El siguiente pirata que apareció dijo: Soy el ayudante del capitán. Me llamo Ronquiorejas, y perdí las orejas en una batalla en la Warner, cuando estaba subido en una montaña rusa.
Se le ocurrió cambiar la pata del capitán por una fregona. Con la nueva pata iba fregando el suelo del barco y resbalaba mucho. Y todos tenían miedo porque se resbalaban, y tenían la cara plana y aplastada como un papel.
Más tarde vino el pirata médico Jeringuilla Gigante. Le faltaba un ojo porque se pinchó con una rama en la guerra de China.
Rápidamente cambió la pata por un cuchillo afilado y largo. Con la nueva pata iba cortando el barco siempre que paseaba. Y todos tenían miedo porque se cortaban cuando se tropezaban con el pirata.
El loro pirata, que lo había visto todo, pensó que era mejor cambiar la pata de palo por un osito de peluche que encontró en una playa, entre los restos de un naufragio.
El capitán se puso muy contento, y para celebrarlo cogió al loro y le abrazo. Al final, todos los días el capitán dormía con el osito y se levantaba de buen humor.
Este libro es una adaptación del álbum ilustrado “El PIRATA de la PATA de PATA”, escrito por JOSÉ CARLOS ANDRÉS e ilustrado por MYRIAM CAMEROS SIERRA. EDITORIAL NubeOcho.