Revista Andes del Sur 1

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0 Revista Andes del Sur Una Revista Digital pensada desde el Sur ARTICULOS - INVESTIGACIONES Pedro Riffo A. Los volcanes en la historia de la Araucanía págs. 1-20 Iván Inostroza C. La civilización agrominera y comercial mapuche 1280-1580 d.C. págs. 21-56 Jorge Pinto R. Empresarios agrícolas en una economía emergente. La Araucanía, 1900-1940 pág. 57-77

FUENTES DOCUMENTALES

Transcripción de documentos Mónica Sepúlveda R. Inventario de bienes de colono hacendado de Angol, 1884 págs. 78- 110 Publicaciones facsimilares Contribución de Jorge Riquelme P. “Revista Tierra del Sur. Revista regionalista 19ª

edición 1943”. Reportaje al Departamento de Traiguén: Quechereguas, Quino, Rari Ruca, Traiguén, Cullinco, Galvarino, Curacautín Lonquimay págs. 111-154


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LOS VOLCANES EN LA HISTORIA DE “LA ARAUCANIA” Pedro Riffo Artega Ex Profesor de Geografía Universidad de La Frontera

Introducción

Por su posición geográfica en el extremo suroccidental de Sudamérica (zona de convergencia de placas tectónicas), Chile es uno de los países con los más altos índices de actividad sísmica y volcánica del globo, por formar parte, entre otras cosas, del Círculo de Fuego del Pacífico. Miles de volcanes encontramos tanto en los Andes continentales como antárticos. De los aproximadamente 500 volcanes activos del planeta, 56 de ellos están en Chile representando un 10% del total. Es más, la mayoría de esos volcanes se concentra entre Santiago y el extremo sur de la Región de Los Lagos que es, a su vez, la región que concentra el más alto porcentaje de la población chilena. Las estadísticas señalan que en Chile existen unos 2.000 volcanes y más de 5.000 cráteres (recordemos que no siempre el material sale por el cono principal), por ello es que hay autores que señalan que en el país se ha detectado la presencia de alrededor de 5 mil volcanes.

“La Araucanía”, ubicada casi en el centro de esta área, presenta, además, otra interesante particularidad: de los tres volcanes con mayor frecuencia de erupciones en Sudamérica, dos están en ella: el Llaima y el Villarrica (el otro es el Sangay, de Ecuador).

Bueno es recordar, por lo anterior, la importancia de estos edificios naturales en la historia regional cuyo aporte a la economía no ha sido aún bien valorado y casi siempre se consideran más como enemigos del hombre, cuando la verdad es que con un buen conocimiento de su comportamiento y una mejor planificación territorial éste puede y debe convivir armónicamente con ellos.

Mucho se ha estudiado y escrito sobre los volcanes araucanos. En las páginas siguientes no haremos sino repetir algunos conceptos sobre ellos; reseñar


2 algunos eventos que nos parecen los más relevantes y señalar algunas consideraciones elementales que se deben tener en cuenta para prevenir algunas dificultades que las erupciones (un fenómeno absolutamente normal de la naturaleza) pudieran provocar a quienes viven en sus alrededores o visitan sus dominios en busca de la paz y tranquilidad tan esquiva en los centros urbanos sean estos regionales, nacionales o mundiales.

ALGUNOS CONCEPTOS BASICOS.- Al hablar de volcanes bueno es recordar algunos conceptos básicos relacionados con ellos y su actividad. Así, de manera muy simple, podemos definir un volcán como una fisura o grieta de la corteza terrestre a través de la cual ascienden masas rocosas en fusión (magmas) y gases procedentes de zonas profundas de nuestro planeta, y que liberan grandes cantidades de energía térmica y cinética. El magma, como se señaló, es una roca fundida a una temperatura de 900°

y 1.400 ° C que se genera en el manto

superior, en profundidades variables de 60 a 300 km.

Otro concepto es el que se refiere a la actividad volcánica, entendiéndose como tal a manifestación térmica visible en la superficie de la tierra, ligada a un proceso magmático, en tanto que se entiende por volcán activo a aquel que haya registrado erupciones históricas (otros prefieren que hayan tenido erupciones en los últimos 10 mil años...) y volcán dormido se considera a aquel que ha tenido violentas erupciones en tiempos históricos, pero que hoy se encuentra en completo reposo. No faltan, además, quienes hablan de volcanes extintos o apagados para definir aquellos volcanes semidestruídos por la acción de los agentes atmosféricos. Pero lo peor que se puede hacer es pensar que un volcán se ha apagado. Puede estar inactivo a escala humana, pero a escala geológica es preferible pensar que sólo está dormido. Algunos casos son ilustrativos: el Pinatubo, en Filipinas, despertó después de 600 años y el Hudson, en Aysén, lo hizo después de 300 años ( primero en 1971 y 73 y recientemente en 1991.)

Muchos volcanes en el mundo mantienen un penacho intermitente de “humo”, como el caso de algunos volcanes de La Araucanía. Se trata de actividad fumarólica, que se puede definir simplemente como al escape de los gases; principalmente vapor de agua, llamada también fase gaseosa.


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TIPOS DE VOLCANES.- Según el material que los componen, a los volcanes los podemos agrupar esencialmente en tres grupos: 1° Volcanes formados por lava, que si es fluida formará volcanes en escudo, como los de Hawaii y si es viscosa originará domos volcánicos (verdaderas cúpulas naturales) como el Llaima, el Villarrica o Lonquimay. 2° Volcanes formados por piroclastos, llamados conos de piroclastos, como los volcanes de Caburgua o el Navidad. Algunos volcanes presentan sólo un cráter rodeado por un anillo de

piroclastos, sin formar un relieve importante. Se

denominan maares, como las lagunas Redonda y El Reloj, ubicadas cerca de la ribera izquierda del río Allipén, al suroriente de Los Laureles. 3° Volcanes formados por lavas y piroclastos, a los que se denominan estratovolcanes, a los que se puede definir como aquellos volcanes compuestos por una secuencia de lavas y piroclastos, entre los que podemos citar nuestros Llaima, Villarrica, Lanín o Lonquimay.

MATERIALES Y DEPOSITOS VOLCANICOS.- Los materiales volcánicos más abundantes son los que indicamos a continuación: a.- Lavas.- La lava es el material rocoso fundido emitido a través de fisuras y que interiormente recibe el nombre de magma. Fluye por gravedad a temperaturas que va desde los 900° a 1.400° C. Algunas son muy fluidas (casi lisas) llamadas también pahoehoe, típicas de los volcanes de Hawaii. Las hay moderadamente fluidas, rugosas, también llamadas “aa” , como las de los volcanes Llaima o Villarrica y las lavas de bloques, que constituyen hacinamientos de bloques pulidos, con aristas filudas y que son típicas de los volcanes Lanín y Quetrupillán. b.- Piroclastos.- Son los fragmentos rocosos fundidos o sólidos lanzados a la atmósfera por los volcanes en erupciones explosivas. Según su tamaño se clasifican en ceniza, lapilli y bombas.

Depósitos piroclásticos son los que construyen conos de piroclastos como los del lago Caburgua o el Navidad, ya citados. Un depósito muy especial es el llamado flujo piroclástico, que es una nube incandescente llamada también “nube ardiente” y que cae generalmente en forma radial en el volcán. De alta velocidad (300 y 360 km/h) y alta temperatura (la mínima es de 400 ° C) es capaz de carbonizar o


4 calcinas toda la materia orgánica que encuentre a su paso. Cuando el depósito abarca una superficie mayor a un kilómetro cuadrado se le denomina ignimbrita.

PROCESOS ASOCIADOS A LA ACTIVIDAD VOLCANICA.- Uno de los procesos más espectaculares y peligrosos asociados a la actividad volcánica son los lahares, definidos como rápidas corrientes mixtas de restos de rocas movilizadas por el agua originada por derretimiento de la nieve acumulada en las pendientes de los volcanes. Su alto contenido de agua produce una gran fuerza, alta densidad y alta velocidad. Se ha estimado que la velocidad media de un lahar es de unos 80 km. por hora.

Cuando una parte de la estructura volcánica se desliza hablamos de avalanchas volcánicas, cuyo depósito es similar al de un derrumbe, pero monolítico (rocas del volcán) y de clastos angulosos.

IMPORTANCIA DEL VOLCANISMO.- El volcanismo como fenómeno geológico desempeña un destacado papel en la dinámica de la corteza terrestre y la vida que en el planeta se desarrolla. Podemos destacar los siguientes puntos: 1.- Es causa fundamental en la expansión de los fondos oceánicos y en la formación de grandes cordilleras submarinas. 2.- Contribuye al desplazamiento de las “placas” tectónicas. 3.- Ha dado origen a importantes depósitos minerales en el mundo. 4.- La atmósfera e hidrosfera se han originado a partir del vapor de agua y de los gases exhalados por los volcanes. 5.- Aguas termales, lagos y bellos conos contribuyen a mejorar la belleza escénica y, por lo tanto, al bienestar del hombre.

SIGNOS PREVIOS A UNA ERUPCION

Está claro que la ciencia está lejos todavía de predecir algunos de los fenómenos naturales más recurrentes del planeta, como terremotos y erupciones. Sin embargo, con el cuidadoso registro de algunos fenómenos previos podemos acercarnos a un “pronóstico” más o menos confiable. Algunos de esos signos previos son:


5 1.- Temblores locales. 2.- Ruidos subterráneos. 3.- Derretimiento de hielo y nieve fuera de época. 4.- Aumento de la actividad fumarólica y cambios en el color de las emisiones, tanto gaseosas como de material sólido. 5.- Aumento en la temperatura del agua de los esteros adyacentes al volcán. 6.- Comportamiento anormal de aves y animales en áreas vecinas.

VOLCANES ACTIVOS DE “LA ARAUCANIA”

En la IX Región de “La Araucanía” se consideran activos a los siguientes volcanes: A.- Tolguaca; B.- Lonquimay; C.- Llaima; D.- Villarrica y E.- Quetrupillán. En las próximas páginas intentaremos entregar una síntesis de las principales erupciones volcánicas registradas en la región y los impactos que han tenido en sus respectivos ambientes, recordando que son muchos los volcanes dormidos (incluidos decenas de conos de piroclastos) que están dispersos en los ambientes andinos y preandinos de “La Araucanía”, incluso en la propia Depresión Intermedia, como los maares Laguna Redonda y El Reloj ya citados.

A.- VOLCAN TOLGUACA.- 38°19´ S. – 71°40´ W. Altitud: 2.806 m.

Topónimo.- De “thol”= frente y “huaca”= vaca FRENTE DE VACA. Se trata de un estratovolcán compuesto conformado por tres cráteres principales, parcialmente erosionado con algunos centros eruptivos parásitos. Presenta algunas coladas de lavas frescas que probablemente hayan escurrido en tiempos históricos, aunque no se tiene registro de ellas.

El volcán se ubica en el frente occidental de los Andes, en el límite con la VIII Región a unos125 km de Temuco y unos 45 al noreste de Curacautín. Es, junto a la laguna y saltos del Malleco uno de los principales atractivos naturales del Parque Nacional del mismo nombre. En sus proximidades se encuentran las Termas de Tolguaca (o Tolhuaca, al igual que el volcán).


6 Actividad histórica.- No hay registro de erupciones. Presenta, sin embargo, actividad fumarólica en las proximidades de su cumbre noroccidental.

B.- VOLCAN LONQUIMAY.- 38° 22´30´´ S – 71°35´30´´ W. Altitud: 2.865 m.

Topónimo.- De “logcún” = estar tupido y “mahuida” = monte. MONTE TUPIDO.

Se trata de un estratovolcán mixto, formado por sucesivas emisiones de lava y piroclásticos al que por su forma de cono truncado los lugareños denominan “Mocho”. Su cráter tiene un diámetro de 700 metros y se ha formado esencialmente durante los últimos 10.000 años. Se ubica, en línea recta, 118 km al noreste de Temuco y 35 km al noreste de Curacautín. Las localidades pobladas más cercanas son Malalcahuello, 10 km al sur y Lonquimay (o Villa Portales), 20 km al este. Es el principal atractivo natural de la Reserva Nacional Malalcahuello-Nalcas.

Actividad histórica.- Confusa , por decir lo menos, es la historia eruptiva del volcán, a lo mejor por lo tardío de la ocupación del territorio. Recordemos que Temuco sólo se fundó en febrero de 1881 y cronistas como Valderrama (1927) ni lo mencionan y Solano Asta-Buruaga (1899) dice textualmente de él: “Se halla en medio de altas sierras, y no hay memoria de su actividad volcánica”. Sin embargo se han recopilado algunos antecedentes de sus erupciones, aunque algunas nos pueden merecer ciertos reparos. Su historia eruptiva sería la siguiente:

1853 En el mes de febrero se producen fuertes explosiones, con proyección de material piroclástico y derrames de lava. 1887 (24 de junio) – 1889 (diciembre).- Violento ciclo eruptivo que duró más de 2 años y que provocó grandes derrames de lava y material piroclástico. 1933 (04 de enero).- Erupción de piroclastos. 1944 (febrero).- Erupción de piroclastos. 1988-1989.- Violenta erupción de piroclastos y grandes derrames de lava en un nuevo cono parásito del Lonquimay, bautizado como volcán Navidad.

B) VOLCAN NAVIDAD.- 38°21´ S – 71°33´W. Altura: 200 m.


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El 25 de diciembre de 1988 las autoridades fueron alertadas que en el volcán Lonquimay se había iniciado un nuevo y violento ciclo eruptivo, el que había estado precedido desde comienzos de ese mes de una crisis sísmica que llegó a registrar hasta 200 eventos entre los días 22 y 25. Con apoyo de la Intendencia de La Araucanía y el Club Aéreo de Temuco iniciamos una hora después un reconocimiento aéreo al área comprobando que efectivamente se trataba de una violenta erupción, pero ésta se había iniciado en un pequeño cráter ubicado a 3.5 km al noreste de su cima, sobre la fisura activa durante el ciclo eruptivo 1887-89. Una columna de gases volcánicos y cenizas se elevaba hasta una altura de 5.000 metros. Simultáneamente un intenso bombardeo de fragmentos mayores ocurría en torno al nuevo cráter. Posteriormente tres nuevos cráteres en la misma fisura entran en erupción.

El punto máximo de este ciclo se alcanzó el día 27 de diciembre cuando el cráter e incipiente cono de piroclastos en formación ya había sido bautizado Navidad. Alrededor del mediodía comienza a fluir lava viscosa (tipo bloques) hacia el norte y noreste, situación que seguiría durante todo el año siguiente generándose los ríos de lava designados como frente Laguna Verde, el primero y frente de Lolco, el segundo. Este último fue el que alcanzó una extensión aproximada a los 11 km y una altura, en su extremo, de 60 metros.

En los meses siguientes comenzaron a insinuarse dos pequeños conitos que finalmente formarían el volcán Navidad y que hoy se alza sobre los 200 metros de alto en el flanco ya señalado del volcán Lonquimay.

Desde un comienzo la pluma de gases y cenizas volcánicas siguieron la dirección de los vientos predominantes (weste-surweste) afectando seriamente los valles de Lolco y Lonquimay, situación que obligaría a la evacuación de la población más frágil: los niños hacia ciudades seguras ubicadas al occidente de la precordillera. (Pluma se denomina a la dispersión de los gases y cenizas que realiza el viento a partir de la columna de erupción).


8 Consecuencias del ciclo eruptivo.- El largo ciclo eruptivo del Navidad tuvo consecuencias muy importantes que se pueden medir en dos aspectos: uno científico y otro socio-económico y ecológico. Por primera vez en Chile tuvimos la oportunidad de observar, medir y analizar el nacimiento de un volcán (en este caso un cono de piroclastos), hecho que todavía se está evaluando y cuyos estudios serán de gran valor ante próximos eventos de igual o parecidas características. Lo anterior cobra mayor interés pues la erupción afectó principalmente a una de las comunas más extensas de la región (comuna de Lonquimay, capital Villa Portales) . Su población total es de 9.099 habitantes, de los cuales 6.048 son rurales. El problema se agravó, además por

el hecho de los cuales 2.400 son mapuche

distribuidos en 10 comunidades. De ellas, las más afectadas fueron las ubicadas inmediatamente al oriente y nororiente del Navidad: las del valle del Naranjo o Portales.

Impacto ambiental.- El largo ciclo eruptivo del volcán Navidad provocó serios deterioros en los ecosistemas del área, los que podemos resumir de la siguiente manera: 1.- Problemas de contaminación.- El polvo o ceniza volcánica en suspensión afectó la vida animal, humana y vegetal, tanto por sus componentes químicos como por su estructura física. (la ceniza volcánica está compuesta de partículas escoriáceas muy irregulares, de puntas agudas altamente abrasivas. También tiene, aunque en menor proporción, fragmentos de cristales). Informes médicos señalaron graves daños orgánicos en humanos que lesionaron principalmente el sistema nervioso central atribuidos presumiblemente a las emanaciones volcánicas. Ello obligó, en julio de 1989, a evacuar los escolares de los sectores Mallín del Treile, El Naranjo y el poblado de Villa Portales.

La ingesta de pastos cubiertos por ceniza volcánica causó la muerte de unos 10 mil animales, entre bovinos, caprinos, ovinos y equinos, además de aves de corral. La mayor causa de muerte fue por osteofluorosis y daños internos múltiples, por el alto contenido en fluor soluble que presentaron las cenizas. En la salud humana los problemas mayores fueron conjuntivitis irritativas, afecciones a las vías respiratorias, problemas digestivos y alteraciones al sistema nervioso central. En total unas 9.000 personas resultaron afectadas.


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Otros daños irreversibles afectaron la vegetación, donde 100.000 hectáreas de praderas y bosques fueron afectadas y otras 1.000 quedaron cubiertas por el flujo de lava de Lolco.

Las aguas de los reservorios abiertos aumentaron su turbidez y elevaron sus contenidos de cloruros y sulfatos, lo que motivó a los científicos a recomendar abstenerse

de

consumir

las

aguas

provenientes

de

dichos

reservorios,

especialmente los de los ríos Lolco, Naranjo o Portales y Lonquimay. El agua que escurrió por debajo de la lava reaparecía con temperaturas superiores a los 40° C, afectando las raíces de los árboles, arbustos y pastizales existentes en la veranada del sector.

2.- Cambios topográficos.- Finalmente la erupción originó importantes cambios en la morfología del sector, como indicamos a continuación. 1°) Se formó un nuevo cono adventicio que alcanzó una altura de 200 metros y un ancho basal de 1.000 metros. 2°) Creó un río de lava que cubrió el valle del Lolco en 10 km y un ancho medio estimado en 600 metros. 3°) Se formaron algunos pequeños lagos de barrera volcánica en la veranada El Escorial, de la Reserva Nacional Nalcas, donde se represaron algunos pequeños esteros del sector.

La actividad sísmica.- La sismicidad asociada a la erupción del Navidad resultó vital para, primero localizar el área de la erupción y luego alertar a la población para ayudarlos a prevenir daños mayores. Los sismos afectaron a personas que vivían en un radio no superior a los 60 km. de la zona y donde Malalcahuello resultó la localidad más próxima. Las intensidades no superaron los 5 grados de la Escala Modificada de Mercalli, pero causaron daños menores en las viviendas y mucho pánico en la población.

C.- VOLCAN LLAIMA.-38°41´30´´S – 71°44´W. Altitud: 3.125 m. Edad: 14.000 años.


10 Topónimo: Yaima = Zanja (abra, vena) Otros nombres: Yaima, Llaimas, Llaymas, Imperial, Chayll, Chañel, Aliante y Anónimo.

El Llaima es uno de los volcanes más voluminosos de los Andes del Sur. Cubre un área de 500 km. cuadrados y un volumen de 400 km. cúbicos. Se trata de un estratovolcán compuesto rodeado de 40 conos parásitos. .Presenta dos cimas: la principal, al norte, cuya altura alcanza a los 3.125 m mientras que la meridional alcanza los 2.920 m. Se localiza unos 80 km. al este de Temuco y es el principal atractivo natural del Parque Nacional Conguillío. Los centros poblados inmediatos son Melipeuco al sur; Cherquenco al weste y Curacautín, al norte.

Los principales ríos que se generan en sus faldas son el Trufultruful, que corre hacia el sureste y forma con el Zahuelhue el Allipén (cuenca del Toltén); el Calbuco, que corre hacia el weste para unirse cerca de Cherquenco al Quepe, que nace en la laguna del mismo nombre ubicada en las faldas noroccidentales del volcán. También se origina

el río Captrén, emisario de la laguna del mismo

nombre ubicada en las faldas nororientales del Llaima y que en las proximidades de Curacautín vaciará sus aguas al río Cautín para integrarse así a la cuenca hidrográfica del Imperial.


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Actividad histórica.1640.- El Llaima tiene registro histórico de su actividad a partir del año 1640, cuando cronistas le atribuyen una gran erupción que habría ocurrido en el mes de febrero. 1751 – 1862 a 1866.- Otros registros señalan erupciones los años 1751 y entre 1862 y 1866 cuando según Solano Asta-Buruaga (op.cit.) el volcán “dio varias veces muestras de actividad, notándose una erupción en 1864 por la elevada columna de vapores que exhalaba...”. 1872 a 1887 - 1927.- Otras erupciones importantes ocurrieron en 1872, 1876, 1883 y 1887. Sin embargo una erupción ocurrida en 1927 ha llamado poderosamente la atención pues una colada de lava que se dirigió hacia las faldas orientales habría creado un lago de barrera volcánica hoy conocido con el nombre de Arco Iris. La erupción se habría generado en un cono parásito del Llaima y cesó el 5 de diciembre de ese año. 1941 a 1957.-

Luego de las erupciones registradas para los años 1941, 1944, 1945-

47 y 1949, queremos destacar el ciclo eruptivo 1955-56-57, el más violento del siglo que recién termina. La actividad se inicia el 23 de octubre de 1955. En Temuco, el Diario Austral titulaba: “EN VIOLENTA ERUPCION ESTALLO EL VOLCAN LLAIMA” agregando que tuvo corta duración y no causó daños de consideración. Los habitantes de los alrededores recordaban con temor la erupción que había asolado la región 10 años antes (15 de abril de 1945). Según relatos de la época la erupción se inició a las 04:30 horas cuando un testigo relató que “una columna de humo tomó forma de hongo, saliendo por el cráter grande del volcán. La lava candente derritió la nieve levantando olas de vapor, entonces soplaba puelche y éste desplazaba las masas de humo y cenizas al N.E. hacia Cherquenco. La masa mayor de lava caía por la falda oriental del volcán ”

Un año después, entre los días 5 y 8 de junio de 1956 el volcán reinicia su actividad que motivó el siguiente título del Diario Austral : “DOCE HORAS DE INTENSA ACTIVIDAD TUVO EL VOLCAN LLAIMA”. Agregaba que dos nuevos cráteres se abrieron en sus laderas, sin producirse avenidas por el río Trufultruful. Además Lonquimay recibía simultáneamente una fuerte lluvia de cenizas volcánicas que amenazaba destruir la vegetación y causar daño a la


12 ganadería. Desde Villa Portales el señor Bernardino Manquián, profesor, informaba que a las 11 de la noche (05 junio) “comenzó una lluvia de arena por efecto de la erupción y sigue cada vez con más intensidad los cerros y valles cubriéndose lentamente, poniendo en peligro la ganadería de la zona...”

A fines de 1956 (26 de noviembre) SOPESUR informaba desde Temuco: “VIOLENTA ERUPCION DEL LLAIMA”. “Crecida del río Calbuco arrasó dos aserraderos y 30 viviendas obreras”, aislando su personal. El corte del camino hacia Cherquenco aisló 8 aserraderos y obligó a los habitantes a salir hacia Cunco, por El Salto.

Toda actividad económica se interrumpe 10 km al poniente del Llaima a causa de la gran cantidad de cenizas que éste está expulsando. “Marsella”, “Los Lleuques” y “La Selva” son los fundos más afectados.

En Melipeuco, situado directamente al sur del volcán, en 1972 el vecino Leonardo Cofré, que presenció esta erupción, contó que “la avalancha siempre baja por el Trufultruful, en forma de agua y piedra; en cambio, por el río Manzano bajan los bloques de hielo” Por otro lado el vecino Reinaldo Ruminot acotaba que durante 3 días salió “humo negro... luego salió fuego que se elevó como 100 metros. Hubo temblores y tempestades... saltaban piedras rojas... la lava bajó por el río Trufultruful y se llevó el puente. La avalancha tenía 25 metros de altura... la lava partió de los dos cráteres. Bajaban planchones de hielo como de 20 metros...”

Los informes de la época hacen notar, además,

que hacia el sector

occidental se encuentran ubicados algunos refugios andinos que no han sido afectados por las últimas erupciones, protegidos por el cerro Colorado. 1979.- El 15 de octubre el Llaima tiene una corta pero espectacular erupción, expulsando una gran cantidad de piroclastos, gases y vapor de agua. Se trató de una sola explosión cuyos materiales particulados cubrieron la parte superior del cono principal ennegreciéndolo casi por completo, fundiendo parcialmente el hielo del sector. Los lahares que esta actividad provoca son muy pequeños y no causaron ningún daño.


13 1984.- El 20 de abril de 1984 el Llaima repite casi exactamente la erupción de 1979: una corta pero violenta explosión; abundante emisión de materiales piroclásticos y ennegrecimiento de buena parte del cono principal. Sin embargo, observaciones de los días posteriores permitieron comprobar continuas emisiones gaseosas y piroclásticas, visibles desde los poblados más cercanos: Cherquenco y Melipeuco. En el cráter principal se observó durante varios días la presencia de un lente lávico que hacía presumir un aumento en la intensidad explosiva, lo que finalmente no ocurrió. 1994.- El 17 de mayo, a las 6 de la mañana, el volcán inicia un violento ciclo eruptivo, con proyección de piroclastos y emisión de lava que bajará por las nacientes del río Calbuco (en el sector llamado “la montura”, entre ambos conos) arrasando todo lo que encuentra a su paso, incluido, una vez más, el puente que une Cherquenco con Cunco y Melipeuco por El Salto, dejando aislados los fundos del sector, especialmente “Los Lleuques”. La actividad dura unos pocos días provocando sólo preocupación y alarma en los poblados cercanos, especialmente en Melipeuco, la destrucción de algunas viviendas y caminos. 1994-99.- Después del 94 el volcán ha vuelto a su normalidad. Es decir, casi permanentemente presenta alguna actividad como ocurrió a fines de 1998 y comienzos de 1999, generando plumas de varios kilómetros de extensión y abundante emisión de vapor de agua y material particulado fino. VOLCAN VILLARRICA: 39°25´S – 71°55´W . Altitud: 2.847 m

Otros nombres: Villa Rica, Pucón, Pucanu, Quitralpillán.

El edificio del volcán Villarrica corresponde a un estratovolcán compuesto (evolución de calderas y conos volcánicos) que se alza en el frente occidental de los Andes araucanos, entre los lagos Villarrica y Calafquén. Se sitúa, además, en el extremo noroccidental de la cadena volcánica Villarrica-Lanín que incluye, entre otros, a los volcanes Quetrupillán, Quinquilil y Lanín.

Una serie de ríos y esteros escurren radialmente desde el cono y se integran tanto a las cuencas del lago Villarrica como a la del Calafquén. Destacan hacia el primero los ríos Turbio y Pedregoso (tributarios del Pucón o Minetúe); Zanjón


14 Seco-Carmelito, Correntoso, Molco y Huichatío, más el Voipir, que después de describir un gran arco hacia el norweste se vacia al Toltén. Hacia el Calafquén escurren los ríos Llancahue, Diuco y Chaillupén.

Actividad histórica.- Como se señaló al comienzo, el Villarrica figura junto al Llaima como uno de los tres volcanes más activos de América del Sur, iniciando su historial junto con la llegada de los españoles a la región, en 1558. Reseñaremos, en las páginas siguientes, algunos de los eventos más importantes, de los cuales hemos tenido la oportunidad de estudiar aquellos ocurridos desde 1971 a la fecha.

Pero antes queremos recordar que este volcán se ganó incluso unas estrofas en “La Araucana” del poeta Alonso de Ercilla y Zúñiga, cuando señala: “Pasó de Villa Rica el fértil llano, que tie al sur el gran volcán vecino, fragua, (según afirman) de Vulcano, que regolando fuego está contino...”

Los mapuche lo llamaban Quitralpillán, de “quythal” = fuego y “pillán” = dios de fuego y al lago, Mallolavquén , esto es, “mar de tierra blanca” o “mar blanca”.

Actividad histórica.1558 y 1575.- Violentas erupciones que destruyen el pequeño poblado fundado en 1552 por Jerónimo de Alderete con el nombre de “Santa María de Magdalena” ocurren en los años 1558 y 1575. Las crónicas de la época señalan que la segunda erupción causó la muerte de 350 personas, quedando en pie sólo la capilla. 1640.- Variadas versiones existen de esta erupción. Para Arellano, el evento ocurrido en febrero de ese año, “fue una causa para que los caciques, en primer término los de Villarrica, amedrentados con la erupción negociaran la paz con el gobernador de Chile, don Francisco López de Zúñiga, conocido como “El Marqués de Baydes”. Solano Asta-Buruaga se refiere a ella señalando que fue tan extraordinaria que “rellenó de lavas encendidas el cauce del riachuelo Voipire recalentando sus aguas, según la tradición, hasta llegar a cocer los peces”.


15 Se señala, además, que esta ha sido una de las más violentas erupciones del Villarrica y que fue acompañada por fuertes movimientos sísmicos. Los troncos que la avalancha acarreó por el Voipir hasta el Toltén provocaron un gran taco en la confluencia de éste con el

Allipén. Rebalsado el taco, las inundaciones

provocaron la muerte de centenares de mapuche que vivían aguas abajo. 1647.- La erupción que se inicia el 13 de mayo de este año emitió lava que habría llegado hasta el propio lago Villarrica mientras que la ceniza alcanzaba hasta Valdivia. 1675.- La lava llega al lago Calafquén, al que los mapuche llamaban Trailafquén. 1777.- Gómez de Vidaurre señala que el volcán “está aislado y se levanta en medio de un hermosísimo llano...Aunque arde su cima día y noche, ella se ve siempre cubierta de nieve, y las llamas parece salen dentro de ésta...” 1832-1835-1837.- Según crónicas citadas por el Diario Austral de Temuco, en 1832 entran en erupción simultánea los volcanes Llaima, Villarrica y Osorno. El ciclo continúa tres años después (1835)

el Villarrica entra en violenta actividad,

acompañado ahora por ocho volcanes más. Las cenizas cubren desde el río Maule hasta Chiloé. Pero esa década todavía aportaría otras noticias volcánicas: el 21 de noviembre de 1837 la región es afectada por fuertes movimientos sísmicos acompañados por la actividad eruptiva de los volcanes Villarrica, Llaima, Osorno y Calbuco. 1859.- Ese año el aventurero alemán Pablo Treutler recorría la región y escribe que quedó admirado al observar, en el sector andino del Villarrica, “la mezcla de nieve i de fuegos que durante el día va a perderse en los cielos i que durante la noche sirve de faro al viajero, señalándole el rumbo que debe seguir para llegar al punto adonde se encamina”. La segunda mitad del siglo XIX transcurrió al parecer sin gran actividad volcánica en el área, aun cuando hay reportes de los años 1868, 1875, 1883 y 1879. 1908.- El volcán entra de nuevo en violenta actividad, precedidas de actividad moderada los años 1904, 1906 y 1907. Informaciones publicadas en Villarrica indican que “el 31 de octubre de 1908 el volcán tuvo una gran explosión que alarmó a los habitantes del pueblo y más todavía a los de Pucón y Panguipulli: subieron las llamas de fuego a gran altura; simultáneamente el volcán arrojó grandes cantidades de piedra y lava caliente, hubo caudalosas corrientes de agua caliente” (“El Sagrario de Villarrica”)


16 1920.- El volcán tiene actividad eruptiva los años 1913, 1915 y 1918. Pero es en 1920 cuando la actividad se torna más violenta y la prensa regional señalaba que “los primeros terremotos (?) se sintieron hasta Temuco” 1948-49.- A partir de abril de 1948 el Villarrica intensifica su actividad y ya el 18 de octubre un río de lava baja unos 300 desde el cráter. Se produce una gran explosión que forma un verdadero “hongo atómico” seguido de corrientes de barro que destruyen todo lo que encuentran a su paso, por los ríos Voipir, Molco, Loncotraro, Correntoso y Turbio alcanzando hasta el lago Villarrica por el norte y Calafquén por el sur (por el curso del río Chaillupén). Consecuencias: 1060 hectáreas inundadas; 23 personas muertas, 31 desaparecidas y la destrucción del Refugio Andino ubicada en el curso superior del estero Zanjón Seco o Carmelito. El 1°

de enero de

1949 otra violenta erupción forma una nueva “coliflor

atómica” y a las 8 horas del día 31 se inicia otra fase paroxismal que duró hasta el día siguiente. Es destruido el puente sobre el Turbio, en el camino internacional hacia Argentina. 1963.- El 8 de marzo de este año se inicia otro ciclo eruptivo. La lava empieza a escurrir el día 12 y el 21 la avalancha baja por los ríos Seco y Chaillupén, destruyendo puentes y caminos. 1964.- El 2 de marzo de 1964 violentas avalanchas bajan hacia el SE del volcán. El 50% del caserío de Coñaripe es destruido por su mal emplazamiento (riberas del río Diuco cuyas nacientes están en las faldas surorientales del volcán. Mueren 22 personas y se destruyen puentes y caminos. (Ver foto) 1971-72.- El volcán vuelve a mostrar síntomas de actividad a partir de octubre de 1971, día 29. Un mes después la lava ya llegaba al borde del cráter derramándose hacia el SW. La fase culminante de este ciclo se produce a las 23:45 horas, cuando “el cono superior del cráter central se fracturó en una longitud de 4 kilómetros con rumbo N 30° E eyectando a través de la fractura una potente lámina de lava”. Nuevas avalanchas (lahares) bajan, por distintos cauces, hacia los lagos Villarrica y Calafquén destruyendo todo lo que encuentran a su paso. Coladas de lava bajan por los ríos Pedregoso y Chaillupén. En este último alcanzó los 14 km. de largo, con un ancho medio de 200 metros y un espesor de 5 metros. Hacia el Pedregoso la lava alcanzó un largo de 6 km. De nuevo puentes, áreas de camping, camino y 15 víctimas humanas es el saldo de este ciclo del Villarrica, que hacia febrero de 1972 todavía mostraba signos de actividad.


17 1984-85.- Como en el ciclo anterior, en éste tuvimos de nuevo la oportunidad de estudiar y analizar sus efectos en el medio ambiente, ahora contando con mayores medios de apoyo y equipos más modernos. Es así como desde mediados de 1982 se encuentra instalada en el flanco NNW del volcán una estación sismológica telemétrica que empezó a registrar información entre enero de 1983 y septiembre de 1984. Pero será el 30 de octubre de ese año cuando el volcán inicia este nuevo ciclo, con explosiones en el cráter central y posterior derrame lávico hacia el NNW del cráter, derritiendo la cubierta de hielo formando un canal en éste de 30 a 40 m de profundidad. La erupción, más bien “tranquila”, continuó en forma intermitente mientras en el cráter se formaba un pequeño cono que presentaba débiles explosiones, incluso al pie NNE de él se formó dentro del cráter, un pequeño lago de lava. En los días posteriores se formó un “puente de hielo”. Hacia mediados de diciembre grandes flujos lávicos bajan por las cabeceras del río Correntoso (límite de las comunas de Pucón y Villarrica). A mediados de diciembre intensos ríos de lava bajan por los cauces labrados en el hielo, provocando la fusión del hielo, lo que provoca grandes columnas de vapor de agua visibles a simple vista desde Temuco, la capital regional, a poco más de 100 km. del volcán. En enero de 1985 cesa la actividad efusiva y lentamente el volcán torna a la calma, cerrando un ciclo que no tuvo la violencia de los anteriores y que lejos de ahuyentar a los turistas les aportó una espectáculo pirotécnico natural pocas veces vistos en la región. En la actualidad es normal que el volcán presente un pequeño lago de lava instalado en el cráter. VOLCAN QUETRUPILLAN.- 39°30´S – 71°45´W. Altitud: 2.360 m.

Topónimo: “Trueno sordo” o “de ruidos sordos”. Otros nombres: Quetropillán

Se trata de un complejo volcánico compuesto y que presenta una serie de conos parásitos en su vertiente meridional. Se ubica a unos 25 km al sureste del volcán Villarrica y forma parte de la ya citada cadena volcánica Villarrica-Lanín. Se estima con actividad en tiempos históricos (unos 700 años). Lo anterior reforzado por el relato que un mapuche le hace al aventurero alemán Treutler, ya citado. Le cuenta que hace algún “tiempo se habían alarmado mucho por haberse


18 declarado la guerra los volcanes de Villa Rica i Quetru, que por casualidad arrojaban sus piedras y fuegos el uno en dirección del otro...” Los lugareños lo conocen con el nombre de Mocho.

Conclusiones En las páginas anteriores hemos dado una visión muy sencilla de la actividad volcánica regional destinada, más que nada, a difundir en la población, especialmente aquella aledaña a alguno de los tantos volcanes localizados en los ámbitos andinos y preandinos de “La Araucanía”, conocimientos básicos de su comportamiento y el papel que han jugado en la formación del relieve y en una actividad económica tan importante como es el turismo. Creemos que estas páginas pueden ser de gran utilidad a los estudiantes básicos y medios y público en general, por un lado para que entiendan los fenómenos asociados al volcanismo y por otros aprendan a convivir con una naturaleza que a veces nos parece amenazante pero que no hace otra cosa que mantener una dinámica que le es propia, que la ha mantenido durante miles de millones de años y que la seguirá manteniendo en el futuro. Conocer estos fenómenos naturales nos ayudarán mejor a convivir armónicamente con nuestro entorno. Algunas recomendaciones básicas en caso de erupciones. 1.- A mayor distancia del volcán, el riesgo disminuye. 2.- Los ríos y/o esteros que bajan de un volcán son todos altamente peligrosos. 3.- Los cerros y colinas vecinas a los volcanes ofrecen siempre mayor seguridad. Ante la caída de cenizas: 1.- Mantenerse dentro del hogar, con las puertas y ventanas cerradas. 2.- Evite encender braseros o estufas. 3.- Si se encuentra a la intemperie, cúbrase la cabeza, trate de mantener los ojos cerrados y respire a través de un pañuelo o paño húmedo. 4.- Remueva la ceniza desde las techumbres. 5.- Evite consumir verduras cubiertas por ceniza. Igualmente impida que sus animales coman pasto que esté con el mismo problema. 6.- Evite beber agua enturbiada por la ceniza. Déjela reposar y después hiérvala durante 5 minutos.


19 Ante posibles aluviones 1.- Aléjese de los ríos o esteros que bajan desde el volcán. 2.- A mayor altura, el peligro es menor. 3.- Si su vivienda está en un nivel bajo con respecto a un río , traslade a su familia hacia un lugar más seguro. 4.- Al cruzar los puentes, observe primero aguas arriba. Podría estar bajando un aluvión. 5.- Si su vivienda se encuentra al otro lado de un río o estero peligroso, es mejor que se traslade a otro lugar. No olvide mantener en su casa: agua fresca y alimentos no perecibles, linternas, fósforos y velas, un botiquín de primeros auxilios y una radio a baterías para recibir información oficial. BIBLIOGRAFIA 1.- Arellano, O., Historia del Cincuentenario de Temuco. Imprenta y Librería Letelier. Temuco, 1931 2.- Asta-Buruaga y Cienfuegos, Francisco Solano Diccionario Geográfico de la República de Chile. Segunda edición. Santiago de Chile, 1899. 3.- Casertano, L. Catalogue of the Active Volcanoes of de World Including Solfatara Fields. Part XV. Chilean continent. IAVCEI, 1963 4.- Cevo, J. "Contribución al conocimiento de las manifestaciones eruptivas del volcán Villarrica". Seminario de título, U. de Chile, Sede Temuco, 1973. 5.- Fuentealba, G., Riffo, P., Moreno, H., Acevedo, P. (1985) La erupción del volcán Villarrica (Octubre, 1984). Ediciones Universidad de La Frontera, Temuco, 1985. 6.- Gómez de Vidaurre, F. (1889) Historia Geográfica, Natural y Civil del Reino de Chile. Imprenta Ercilla, Santiago, 1899. 7.- Gutiérrez, V, Maureira, R., Pérez, J. Petit-Breuilh, M. “Volcán Villarrica: cronología eruptiva histórica y evaluación preliminar de la infrestructura física y económica” (Seminario de título en Historia y Geografía, UFRO) Profesor patrocinante: Pedro Riffo. Profesor informante: Wladimir Flores, Temuco 1991. 8.- Moreno, H. “La erupción reciente en el complejo volcánico Lonquimay (diciembre 1988-), Andes del Sur”. En Revista Geológica de Chile, Volumen 16, número 1, 1989. 9.- Riffo, P., Fuentealba, G., Gardeweg, M., Moreno, H. (1989) Erupción del volcán Lonquimay 1988-1989 . Ediciones Universidad de La Frontera. Temuco, 1989. 10.- Riffo, P., “Prevención de riesgos naturales en escuelas básicas rurales". Cuadernillo de Capacitación N° 1. Proyecto OEA/UFRO. Imprenta UFRO, Temuco, 1992. 11.-Valderrama, Juan A. Diccionario Histórico – Geográfico de la Araucanía. Imprenta Lagunas, Santiago, 1927.


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21 LA CIVILIZACIÓN AGROMINERA Y COMERCIAL MAPUCHE, 1280-1580 d.C. Iván Inostroza Córdova1 Introducción: La evolución material de la sociedad mapuche prehispánica tardía caracterizada por los vestigios monumentales de la arquitectura ceremonial de los montículos kuel, de las terrazas de cultivo, de los canales de irrigación y las edificaciones fortificadas descubiertas en la zona de Purén, Lumaco, Budi y Liucura, cuyas primeras construcciones se remontan hacia el año1200 d.C., puso en evidencia la complejidad de la estructura económica indígena advertida en los documentos escritos del siglo XVI2. Los vestigios de explotaciones mineras subterráneas en los yacimientos trasandinos de Chos Malal y los sitios fortificados de la zona de Villarrica con una datación de 1300 d.C., complementaban la fisonomía del desarrollo civilizatorio material de las comunidades mapuche durante los últimos siglos precolombinos. Estos rasgos tecnológicos se perfilaban con nuevos destellos en los aros de cobre rescatados en sitios arqueológicos con datas de 1280 d.C.. Hacia 1550 los cronistas consignan el uso generalizado de ornamentos femeninos de cobre, y principalmente de oro y plata elaborados con metal extraído en yacimientos regionales y manufacturados por artesanos de las comunidades mapuche del período prehispánico tardío 1200-1535 d.C. La historiografía más reciente, por su parte, daba cuenta del notable desarrollo tecnológico asociado a la guerra fortificada practicada como estrategia de resistencia por las comunidades mapuche frente a la expansión del imperio inca y la conquista española3. Mientras desde otras perspectivas reconocían ciertas pautas culturales de la sociedad indígena orientadas hacia el comercio, lo cual había permitido la temprana articulación de la economía indígenas con las redes capitalistas del período colonial y republicano4.

1

Profesor de Historia de América Indígena Pedagogía en Historia y Geografía. Universidad de la Frontera 2 Tom D. Dillehay Monuments, Empires and Resístanse. The Araucanian Polity an Ritual Narrative. Cambridge Study in Archeology. New York 2007. 3 Leonardo León “Expansión inca y resistencia indígena en Chile central 1470-1536”, Revista Chungara Nº 10, Arica 1985; “Las fortificaciones indígenas de Quiapo y Lincoya (1551-1569)”, Nutram 1992. 4 Jorge Pinto La formación del estado y la nación, y el pueblo mapuche. Dibam, Santiago 2002; Raul J. Mandrini y Carlos D. Paz (compiladores) Las fronteras hispanocriollas del mundo indígena latinoamericano en los siglos XVIII y XIX, Neuquén 2003. Leonardo León Maloqueros y conchavadores


22 En este ámbito de la investigación regional, el examen de las fuentes escritas tempranas revela elementos cualitativos de extraordinario interés para clarificar los rasgos del desarrollo económico de la sociedad mapuche prehispánica, cristalizado en la complejidad de la civilización material desplegada por la sociedad mapuche en la ocupación residencial y articulación productiva del espacio.

La agricultura mapuche prehispánica y protohistórica La agricultura practicada por las comunidades originarias del Sur de Chile conforma un sistema productivo de larga evolución prehistórica inscrito en la tradición cultural de los pueblos andinos sudamericanos5. La presencia de la tradición andina se percibe claramente en el paralelismo del conjunto de plantas cultivadas, las formas de organización de la producción de la tierra, la preparación culinaria de los alimentos, y los vínculos rituales configurados en torno al trabajo agrario.

El grupo de plantas cultivadas en la agricultura mapuche prehispánica ha sido investigado arqueológicamente en el sitio de Isla Mocha por el equipo de Marco Sanchez y Daniel Quiroz, y en el sitio arqueológico de Puren Lumaco estudiado por el equipo de Tom Dillehay. Comprendía especies de quinoa (Chenopodium quinoa), magu (Bromus magu), maíz (Zea maiz) papas (Solanorum sp.), frijoles (Phaselous lunatus); zapallos (Curcubita sp). Especias americanas como ají picante (Capsicum chinense), madi (madia sativa) para obtener aceite vegetal. Un sabroso fruto denominado “frutilla” (Fragaria chilensis) y calabazas (lagenaria sp.) para recipiente domésticos de líquidos6. en la Araucanía y las pampas, 1700-1800, Temuco 1991. Leonardo León Los señores de la cordillera y las pampas: los pehuenches de Malalhue 1770-1800, CIDBA, Santiago 2005. 5 Jorge Hidalgo L. Pueblos agroganaderos de América del Sur, en Leslie Bethel Historia de América Latina, Barcelona 1992, vol. 1Aurelio Oyarzún “Influencia de la Cultura de Atacama en la Araucanía”, en Estudios Antropológicos y arqueológicos, Editorial Universitaria 1997. El artículo se publicó originalmente en 1942; Hugo Gunkel “Herramientas usadas por los antiguos mapuches en sus labores agrícolas” en América indígena vol. IV, Nº 4, octubre 1949, México.. Horacio Zapater Esbozo histórico del desarrollo de los pueblos araucanos. Instituto de geografía de la Universidad Católica de Chile, Santiago 1974; Mario Orellana La crónica de Gerónimo de Bibar y la conquista de Chile. Editorial Universitaria, Santiago 1989:119, 128-129. José Luis Martínez Pueblos del Chañar y el algarrobo. Los atacamas en el siglo XVII, DIBAM, Santiago1998 6 Daniel Quiroz y Marcos Sánchez (Editores) La isla de las palabras rotas. Dibam, Santiago 1997; Marco Sánchez, Daniel Quiroz y Mauricio Massone “Domesticación de plantas y animales en la Araucanía. Datos, metodología y problemas”. Revista Chungará Vol. Especial 2004: 365-372.. El vocablo magu tiene relación con el nombre mítico del inca Mango o Manco, María Rostworoski Historia del Tahuantinsuyu IEP Ediciones, Lima, 1988 :27. Lino Contreras, Daniela Baudet y Catherine Westfall


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La tradición andina en el ámbito local se combinaba con un desarrollo agrario regional de larga duración previsiblemente conectado a un evento de domesticación de especies nativas comunes en la flora sudamericana. Esta raigambre regional se advierte a través del testimonio lingüístico acerca del nombre asignado en idioma mapuche a cada una de estas plantas, como se observa en el siguiente cuadro. Cuadro Nº 1. Nombres de plantas cultivadas. Agricultura mapuche prehispánica7 Nombre mapuche Nombre común Dahue Quinoa Magu Manco Hua Maiz Denul Poroto Poñu Papas Penca Zapallo Trapi Ají Madi Melosa Kellen Frutilla Cupau, huada Calabaza Fuente: ver nota precedente en el título del cuadro. El registro lingüístico devela la profundidad histórica de la integración de los cultivos y de la práctica agraria en los modos de vida prehispánicos. En esta perspectiva las evidencias obtenidas a partir de los vestigios de semillas rescatadas en sitios arqueológicos demuestran una notable antigüedad del proceso de cultivo situando las dataciones hacia el 300 d.C.. Los fechados procedentes de la Isla Mocha sobre semillas arqueológicas datan del 700 d.C8. Esta fecha procede de una fase tardía en la cronología de la adopción de los cultivos, considerando que la datación se

“Ocupaciones prehispánicas en sector Bato. Valle de Illapel, IV Región”, en Actas del XVI Congreso de Arqueología Chilena Tomé, 2003: 133 y 135. El artículo describe el hallazgo de madi y frutilla prehispánicos en ese sector de Coquimbo constituyendo una referencia que complementa la distribución espacial del conjunto descrito a través de la zona mapuche del clima templado. 7

Luis de Valdivia ARTE, Y GRAMATICA GENERAL DE LA LENGVA QUE corre en todo el Reyno de Chile, con un Vocabulario, y Confeffionario: Compueftos por el padre Luis de Valdivia, de la Compañía de Jesus, en la Provincia del Perú. En Sevilla, por Thomás López Haro, Año de 1684. (Edición facsimilar de la primera edición impresa en Lima en 1605) se ha empleado en esta investigación la publicación en Colección digital Memoria Chilena, Biblioteca Nacional, Chile. Andrés Febrés Arte de la lengua general del reyno de Chile, Lima 1765. Colección digital Memoria Chilena, Biblioteca Nacional, Chile. Fray Felix José de Augusta Diccionario Araucano-Español, Imprenta y editorial San Francisco, Padre Las Casas 1966. Oriana Pardo y José Luis Pizarro Especies botánicas consumidas por los chilenos prehispánicos, Editorial Mare Nostrum, Santiago 2005. 8 Daniel Quiroz y Marcos Sánchez La isla de las palabras rotas; Marco Sánchez, Daniel Quiroz y Mauricio Massone “Domesticación de plantas y animales en la Araucanía” Francis Goicovic/Daniel Quiroz De insulares a continentales, LOM, Santiago 2008.


24 practica sobre elementos dejados por poblaciones que habían previamente trasladado las plantas y las técnicas agrícolas desde el continente a la Isla Mocha. De acuerdo con los vestigios iniciales de la ocupación del espacio isleño esta práctica se remonta desde el 300 d.C9.. Esta cronología de agricultura incipiente tiene concordancia con los vestigios alfareros iniciales de estilo pitrén, señalando un paralelismo paradigmático en la adopción de las técnicas alfareras y las tecnología de siembra como instrumentos complementarios, en el caso de la sociedad originaria que adopta el modo de vida del cultivador. En Chile central las evidencias de los primeros cultígenos aparecen vinculados a las poblaciones cazadoras recolectoras del arcaico tardío, quienes adoptaran el utillaje ceramista y la práctica hortícola como mecanismos de subsistencia entre el 100 y el 300 d.C.10. La complementariedad que comienza a percibirse con mayor nitidez en el vínculo de cerámica de horticultura, por el avance de los estudios sobre el fenómeno de la domesticación de plantas y sobre la dieta de estas poblaciones del período alfarero temprano, posibilita confirmar para esta época la categoría de modos de vida agroalfareros, asociados al proceso general del formativo inicial andino que comienza a desarrollarse en los el territorio de los valles de clima templado al sur del Desierto de Atacama, alrededor del año 100 d.C.. Este proceso formativo o de neolitización en la zona sur andina11, tendrá un desenvolvimiento desde la fase hortícola agroalfarera a una fase de agricultura extensiva que transformó el paisaje selvático de Araucanía en un espacio productor de escala regional, encontrado por los conquistadores españoles hacia 1535-1550 d.C. La figura del agricultor mapuche prehispánico se proyectaba productivamente a través del labrador de la tierra designado con el nombre de “Tquu cam añ labrador” según el diccionario del misionero Luis de Valdivia12. El Tquu cam añ era el hombre adulto que barbechaba y preparaba el suelo con la ayuda colectiva de sus vecinos, 9

F. Goicovic y D. Quiroz, op.cit. María Teresa Planella “Inicios de presencia de cultígenos en la zona central de Chile, períodos Arcaico y Alfarero Temprano”. Revista Chungará, Vol. Especial 2004: 387-399; y María teresa Planella, Luis E. Cornejo y Blanca Tagle A. “Alero las morrenas 1. evidencias de cultígenos entre cazadores recolectores del finales del período arcaico en Chile central”, Revista Chungará Volumen 37, Nº 1, 2005:59-74. En la zona trasandina de Cuyo en el sitio del río Atuel los vestigios de los primeros agricultores incipientes tienen un rango cronológico de 300 a.C. a 100 d.C. “Humberto Lagiglia Nuevos fechados radiocarbónicos para los agricultores incipientes del Atuel”. 11 Danielle Lavalle “Secuencias y consecuencias de algunos proceso de neolitización en los Andes centrales”. En Estudios atacameños, Nº 32, San Pedro de Atacama 2006. John Edgard Staller “La domesticación de paisajes ¿Cuáles son los componentes primarios del formativo?”. En Estudios atacameños Nº 32 2006. 12 Todos los nombres originarios citados precedentemente y los que se siguen sin indicación de fuente en el texto han sido tomados de Luis de Valdivia, op.cit 10


25 utilizando un instrumento denominado “hueqllu pala”, a modo de laya destinada a roturar la tierra; otro instrumento era el “Llicu pala”, una herramienta de hoja larga con la cual se preparaba los camellones. En la fase de cosecha los varones desempeñaban la función de cosechero “Huactuvoe, segador de maiz”, nombre derivado de hua maíz y cvoe segar; en la operación de cortar la caña del magu, la quinoa o el madi y las mazorcas de maiz se utilizaba la “ichuna hoz”, voz quechua que identificaba un cuchillo lítico o de metálico. Las operaciones del manejo de las siembras durante el ciclo productivo agrícola que se extendía desde los meses de siembra de agosto-septiembre a los meses de cosecha enero-marzo, se resumen en el siguiente cuadro.

Cuadro Nº 2 Operaciones productivas agricultura mapuche prehispanica tardía y protohistórica temprana Operación Tcun mauyum Cogi Tcun Dapillin Gduntu Gahun Cotun Tcue Cogitun Tayulin Lila Nuqmtun Cogiruca

Nombre en mapudungun huerto donde se siembra bastimento de comida que se siembra sembrar, y plantar y la planta aporcar hortaliza arrancar, deshervar guardar heredad regar el campo la sementera coger la mies amontonar mies patio llano para trillar la cosecha aventar Granero

Fuente: Luis de Valdivia Arte y gramática de la lengua general del reyno de Chile op.cit.

Las operaciones del campo incluían el cercado de las chacras y sementeras, labor realizada según el trabajo cooperativo vigente entre las familias residentes en un mapu. Este trabajo recibía el nombre de “malal cahuiñ bebida por cercar” (Febres 1764: 435). Luego de la cosecha el grano se guardaba en departamentos de las amplias rucas residenciales o en los recintos especializados de “Cogiruca granero” (Valdivia 1684). En el plano de la agricultura intensiva de la fase prehispánica tardía en las zonas de alta densidad demográfica local se desarrollaron tecnologías de riego mediante la construcción de canales que recibieron el nombre de 13

“Yayma azequia”13. Su

Luis de Valdivia arte de la lengua general op. cit: sin número de página. Febres, op.cit. anotaba Azequia cathipulli, yayma: 315; Puulli tierra, o loma, cerro: cathipulli- acequia, o solo, por cortarse la tierra: 605; Cathipullin hacerlos: 605


26 construcción se designaba como “Yayman azequiar”; en otros casos de construían estanques utilizando los cursos hídricos naturales, tecnología aludida en el vocablo “Regaco arroyo o estanque”, que derivaba de “Regan cava”.

En el ámbito de la elaboración de subproductos agrícolas, particularmente de harina los instrumentos emblemáticos de fisonomía universal consistían en el “Cudi piedra de moler” y el “Chayhe cedazo” para separar el ollejo de la harina flor llamada “rgon harina de trigo”. En la traducción de alude a la distinción “de trigo” para diferenciarla del grano molido sin cernir llamada genéricamente “Vudum harina” y “Murque, harina de maiz tostado”. Un tipo de pan elaborado con el rgon se identificaba con el apelativo de “cofque pan”. En tanto otros tipos de panes se denominaban “Aminta pan de maiz” y “Mldu, pan de maiz” elaborado también con porotos. Una comida cotidiana era el “Chedcan gachas, o mazamorra de maiz tostado”; en tanto con los granos verdes sin madurar o con brotes inducidos por el remojo previo de los granos secos se obtenía una harina flor para preparar “rulu ranql caña dulce”, aderezada con la exquisita “Mizqui dullin, miel de abejas”. Junto a los alimentos las bebidas fermentadas conformaban un suplemento dietético de extraordinaria importancia en los hábitos alimenticios

precolombinos. Estas bebidas conocidas en el mundo andino con el

sugerente apelativo de chicha, entre los mapuche recibían el nombre de: “Pulcu chicha”14; una variedad de chicha se llamaba muday15. Estas bebidas se consumían ampliamente en forma ritual en ceremonias y reuniones, aspecto de la sociabilidad característico del modo de vida del período formativo andino.

La industria cerámica Desde la óptica interpretativa general sobre el sistema económico prehispánico, las manufacturas ceramistas reunieron un conjunto muy diverso de artefactos de uso doméstico, ceremonial y suntuario, atendiendo a la generalización del uso de la arcilla como una nueva materia prima integrada a la industria manufacturera desde los inicios del período agroalfarero. En el ámbito de la tradición cultural del sur andino, la

14

Todos los nombres originarios citados precedentemente y los que se siguen sin indicación de fuente en el texto han sido tomados de Luis de Valdivia arte de la lengua general op. cit: sin número de página 15 Febres: 324, 557.


27 elaboración alfarera conformaba una expresión artística de modelaje escultórico figurativo y decorativo, entre los cuales quisiéramos destacar particularmente por su vinculación con la dimensión ritual de la economía indígena las reproducciones fitomorfas de calabazas; zoormorfas de jarros patos ketrumetahue, buhos y lagartijas; y los ceramios antropomorfos con recurrentes figuras de mujeres y en algunos casos figuras masculinas16.

En este apartado sobre la tecnología y función económica de la alfarería, destacaremos el significado de las representaciones femeninas en su asociación cultural con los modelados escultóricos presentes en el utillaje prehistórico del llamado Viejo Mundo como del Nuevo Mundo americano. En este contexto comparativo los modelados femeninos han recibido el nombre de “Venus” y “madres de la vida”17. En la región de la Araucanía, hace ya varias décadas Américo Gordon y Tom Dillehay revelaron la vinculación del ceramio llamado “jarro pato” con el papel y función de la mujer en la configuración de la identidad cultural mapuche18. Observación que quisiéramos subrayar en el contexto de la fabricación ceramista del primer milenio d.C., donde se reproducen mujeres en estado de preñez, o simplemente desnudos que enfatizan los senos, las caderas y órganos reproductores. Se les ha encontrado en la zona del Pacífico en Angol, Gorbea, Calafquén, Osorno y en la zona trasandina de Neuquen y La Pampa19. Una de estas piezas calificada como de singular manufactura presenta un rostro adosado a la faz

16

Hans Niemayer F. y Alice Menzel Th. “Un ceramio antromorfo de Osorno, Chile”. Noticiario Mensual Museo nacional de historia nacional, Nº 314, octubre 1987. 17 En nuestro país Lautaro Núñez ha adelantado las primeras sugerencias en este sentido, a propósito de algunas figurillas encontradas en los sitios arqueológicos del Norte Grande. Para Núñez, estas representaciones femeninas identificadas en trabajos anteriores como “ídolos” o “muñecas”, serían objetos rituales de cultos a la fertilidad en los pueblos neolíticos, proponiendo para ellas el nombre de “tallados femeninos”. Lautaro Núñez “En torno al culto de la reproducción humana en el norte de Chile”. Revista universitaria, Año 1-LI 1965-1966: 367 - 375; Claude Levi Strauss La alfarera celosa, Barcelona 1986:166 y ss.; 18 AméricoGordon y Tom Dillehay El simbolismo en el ornimorfismo mapuche: la mujer casada y el “ketru metawe”. Actas del VII Congreso de arqueología chilena 1977. 19 Dillman Bullock “Un cántaro antromorfo de Purén”. En Actas del VI Congreso de Arqueología Chilena, Santiago 1971: 529-550. Américo Gordon et al “Excavaciones del cementerio indígena en Gorbea (Sitio O-3). Provincia de Cautín, Chile”. Actas del VII Congreso de Arqueología Chilena, Santiago 1977: 501-514 Bernardo Berdichewsky y Mayo Calvo “Excavaciones en cementerios indígenas de la región de Calafquén”. Actas del VI Congreso, op.cit.: 529-550. Juan Schobinger “Un notable cántaro ceremonial antromorfo de la zona cordillera de Neuquén”. Actas de V Congreso de Arqueología Chilena, la Serena 1969: 377-387; Adán HajduK “Representaciones antropomorfas en la alfarería arqueológica neuquenina”. Comunicaciones científicas del Museo de La Patagonia Año 1, Nº 1, Río Negro 1985.


28 esculpida en el frontis del cántaro; fue encontrada en un sitio cercano a la ciudad de Temuco en la localidad de Lofmahuida20.

En el sistema económico mapuche organizado desde la unidad de producción doméstica, el segmento de los varones como jefes de familia hegemonizan las actividades agroganaderas controlando el acceso a la tierra, activando el proceso productivo mediante su fuerza laboral para configurar un sistema de propiedad de transmisión patrilocal. En el nivel de la vivienda el segmento femenino despliega funciones productivas complementarias relevantes a través del dominio de las actividades manufactureras ceramistas y textiles, aportando bienes de consumo doméstico, y -sobre todo- generando excedentes de tejidos destinados al intercambio en la esfera mercantil indígena. Destacamos esta connotación comercial de la producción de tejidos como una instancia a través de la cual develamos el significativo papel mercantil de la mujer mapuche al manejar la producción de bienes considerados como una de las riquezas más apreciadas en la sociedad originaria, como se advierte en su utilización como medios de pago en las transacciones interpersonales y en su participación como objeto de intercambios en los circuitos interregionales trasandinos. Esta función mercantil es características de los textiles en la sociedades precapitalistas de América indígena, su circulación como mercadería de intercambio está testimoniada por el cronista Vivar como veremos en el siguiente capítulo y en otras referencias provenientes de la costa atlántica del Río de la Plata, donde los historiadores argentinos han constatado la presencia de tejidos procedentes de Chile según el registro de los primeros conquistadores del área bonaerense. Este testimonio consignado por Juan de Garay señalaba que: “hallamos entre estos indios alguna ropa de lana muy buena, dicen que la traen de la cordillera de las espaldas de Chile” 21

En segundo lugar, la integración de las ofrendas cerámicas en el ajuar mortuorio del conjunto de la población agraria, tanto de varones y mujeres, reconfiguraba la 20

Carlos Ocampo, Rodrigo Mera y Pilar Rivas “Cementerio Pitrén en el By Pass de Temuco”. Ponencia IV Congreso de Antropología Chilena. U. de Chile, 2001 21 “Carta de Juan Garay al consejo de indias en 1582” citado por Palermo Miguel “la compleja integración hispano-indígena del sur argetino y chileno durante el período colonial” América Indígena LI (1) 1991. Mandrini, Raúl José “La sociedad indígena de la pampa en el siglo XIX” en Mirta Lischeti (comp..)Antropología, Buenos Aires. Editorial Universitaria 1987. Esta referencia ha sido tomada del estudio de Guillermo Boccara Los vencedores. Historia del pueblo mapuche en la época colonial, Santiago 2009: 316. También es relevante apuntar las observaciones del autor sobre el matrimonio, la riqueza y la figura del ulmen en la esfera política pp. 63-82.


29 función utilitaria de la alfarería en un objeto suntuario y sacralizado, como un emblema y signo simbólico del linaje generado por la esposa-madre que se conservará en la memoria familiar de la habitación perpetua de los ancestros. Memoria que es elaborada por el estamento de las artesanas del grupo familiar dando lugar a los estilos alfareros regionales conocidos como Molle, Diaguita, Bato, Llolleo, Aconcagua, Pitrén, El Vergel y Valdivia..

Es posible que esta fórmula de organización productiva de la unidad doméstica en dos mitades marido agricultor – esposa tejedora, constituya un factor productivo que ejerce un dinamismo social diferenciado en la vida económica indígena; dotando a la mujer de un alto nivel de autonomía como sujeto productor, y como agente de complejización en el proceso de generación y acumulación de riqueza. Adicionalmente, el segmento femenino conformaba un estamento consumidor de bienes suntuarios a gran escala en el ámbito de la joyería representada por diversos ornamentos de cuentas de moluscos, huesos y metales como cobre, plata y oro. Fenómeno ornamental a través del cual observamos la acumulación de riqueza personal asociada al intercambio de bienes manufacturados por las mujeres. Asimismo, es posible que el estatus de preeminencia social al que accede la mujer como sujeto productivo se vincule con la recurrencia de las figuras femeninas modeladas en cerámica encontradas en los sitios funerarios.

En una óptica general, la división productiva femenina - masculina induciría un sistemas de intercambios generalizados, practicado en el nivel del espacio doméstico para desembocar en la circulación y el intercambio entre los sujetos productores de las distintas unidades domésticas locales, ampliándose progresivamente este circuito al ámbito regional e interregional. Esta pauta de organización de la unidad productiva familiar conformará uno de los factores decisivos en la orientación hacia el comercio en la economía mapuche prehispánica y protohistórica.

Desde una mirada amplia sobre el cono sudamericano en el cual se inserta el contexto sociocultural del desarrollo económico mapuche prehispánico, la cronología de la difusión alfarera prehistórica manifiesta una notable simultaneidad en la macrozona andina situada desde los valles transversales de Coquimbo a la zona selvática de Araucanía. Los registros más antiguo sobre la aparición de las técnicas cerámicas proviene de la comarca costera de Chile central en el interfluvio de la


30 desembocadura de los ríos Aconcagua y Maipo, donde han rescatados artefactos cuyo estilo decorativo denominado Bato y Llolleo es más recurrente a partir del 350 a.C.. En la zona septentrional de los valles transversales de Coquimbo y Copiapó, la cerámica del estilo decorativo llamado Molle aparece hacia el 150 a.C.22. En el Sur de Chile, la cerámica inicial de estilo Pitrén procedente de la bahía de Talcahuano arroja dataciones de 150 d.C.23. Más al sur del Biobío, en la comarca de Malleco sobre materiales del sitio de Quino se obtienen fechados de 100 d.C.24. Del área del río Callecalle proceden dataciones alfareras de 150 d.C en el sector costero25, y de 350 d.C. en el ámbito cordillerano26.

Desde el punto de vista de la cronología histórica, la alfarería evolucionó en un proceso concomitante con el desenvolvimiento de la agricultura desde los estilos iniciales monocromos de gran variedad artefactual a partir del 100 d.C.- 350 d.C.; incorporando un estilo decorativo policromo alrededor del año 1100 d.C.27, en sus modalidades tipológicas El Vergel y Valdivia pertenecientes a un mismo horizonte cronológico regional28. Esta cerámica del período prehispánico tardío se caracteriza por sus engobes bícromos de colores rojos y blancos, con el uso de motivos de achurados simples, barras de clepsidras, zig-zag, rombos reticulados, cruces escaleradas y estrellas de triángulos. Estos últimos decorados conocidos como motivos estrellados o 22

Fernanda Falabella y Rubén Stehberg “Los inicios del desarrollo agrícola y alfarero: zona central (300 a.C. a 900 d.C.)”, en J. Hidalgo, V. Schiappacasse, H. Niemeyer, C. Aldunate e I. Solimano Culturas de Chile, Prehistoria: Desde sus Orígenes hasta los Albores de la Conquista, Editorial Andrés Bello, Santiago 1989: 313-328. 23 Víctor Bustos S. “Modelos de ocupación temprana en la bahía de Concepción y Golfo de Arauco” en Chungará (Arica) v.36 supl. espec. T. 1 Arica sep. 2004: 283-288 24 Quiroz, D. M. Vásquez y M. Sánchez “Quino 1, un sitio alfarero temprano en la región centro sur: noticias y comentario de un fechado”. Boletín de la sociedad Chilena de Arqueología Nº 24, 1997: 49-52 25 Ximena Navarro Prehistoria de Chile, en Informe de la Comisión de Verdad y Reparación Histórica: 1996. 26 Leonor Adán y Verónica Reyes “Sitio Los Chilcos, descripción y análisis de un nuevo cementerio Pitrén en la región de Calafquén”, Boletín de la sociedad Chilena de Arqueología Nº 30, Santiago 2000: 30-40. Margarita Alvarado y Rodrigo Mera “Estética del paisaje y reconstrucción arqueológica. El caso de la región del Calafquén (IX y X Región-Chile)” Chungará vol. 36 sup. espe. T.2, 2004:559-568 27 Daniel Quiroz y Marcos Sánchez, La isla de las palabras rotas, op.cit.; de los mismos autores “La secuencia Pitrén Vergel en la Isla Mocha: soluciones de continuidad y distinciones culturales”. Actas del XVI Congreso op. cit.: 369-378. 28 Leonor Adán y Rodrigo Mera 1997 “La tradición cerámica bicroma rojo sobre blanco en la región sur de Chile. Los estilos Vergel y Valdivia”. Actas del XVI Congreso, op.cit.: 399-410. Atendiendo a las regularidades sistemáticas en el patrón decorativo y en las pautas de elaboración artefactual de los estilos El Vergel y Valdivia, se observa una correlación ceramista como expresión de una tradición identitaria, que reflejaba simbologías de cohesión social y política entre poblaciones regionales que compartían ciertos signos decorativos que gozaban de aceptación y prestigio en la cultura cotidiana, ver Fernanda Falabella, Lorena Sanhueza y Eugenia Fonseca “Las materias primas de la cerámica Aconcagua salmón y sus implicancias para la interpretación de la organización de la producción alfarera”. Chungara, Volumen 34, Nº 2, 2002: 167-189.


31 estrelliformes tienen un patrón común con los dibujos de la cerámica intitulada Aconcagua y Diaguita, con las cuales también el estilo vergel-valdivia comparten notables rasgos de simultaneidad temporal en su aparición29. Las tecnologías cerámicas en sus estilos monocromos y policromos se expanden desde la Araucanía hacia la zona trasandina de Neuquen, Limay, Nahuelhuapi y La Pampa como expresión de un proceso de irradiación generalizada desde los valles del Océano Pacífico hacia la zona trasándina 30

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Desde el punto de vista del utillaje doméstico, la loza alfarera tuvo amplia aplicación en la cocina indígena, aportando el menaje de ollas para preparar los alimentos, el servicio de vajillería en la mesa diaria, y los cántaros para contener el agua proveída desde las fuentes hídricas para el consumo familiar. Especialmente relevante es en este sentido, la fabricación de grandes tinajas y cántaros con capacidad para almacenar voluminosas provisiones de chicha, elaborada de productos agrícolas, en especial del maíz. Bebida que en el mundo americano y andino gozó de una especial valoración por su refinamiento alcohólico. Esta bebida de baja graduación fue ampliamente consumida en la sociedad originaria como recurso básico de la dieta; y como obsequio suntuario y protocolar para amenizar los numerosos banquetes de ocasiones rituales, sociales, económicas y políticas que llenaban el calendario de la organización civil y religiosa indígena31.

En el contexto cultural de la producción agraria la preparación culinaria de los alimentos agrícolas y el almacenamiento de la chicha constituyó un elemento de primera importancia para la industria de fabricación de contenedores cerámicos. Las ollas para la preparación culinaria en el fogón de las rucas recibían diversos apelativos según su

29

Durán, E. y M. T. Planella “Consolidación agroalfarera: zona central (900 a 1470 d.C.)”, en Culturas de Chile, Prehistoria: 313-328. 30 Adán Hadjuk La etapa alfarera patagónica, en culturas indígenas de la Patagonia, Madrid 1984, “Excepcionales ceramios en la provincia de Neuquén”, en Revista del Museo Provincial de Neuquén Nº 1 (1), Neuquén 1978; “Cementerio Rebolledo arriba, Departamento de Aluminé”, en revista Relaciones Vol. XIV, Nº 2 Buenos aires 1981. Ana Albornoz y Adán Hajduk “Antecedentes arqueológicos e históricos del “Camino de las Lagunas”, en El Nahuelhuapi hasta el siglo XVIII. En: http://www.uca.edu.ar/esp/secpigpp/esp/docs-estudios/revista/tp7/arqueología.pdf Carlos Aldunate del Solar “Estadio alfarero en el Sur de Chile 500 c.a 1800 d.C.” en en J. Hidalgo, V. Schiappacasse, H. Niemeyer, C. Aldunate e I. Solimano, Santiago 1989: 337-338. 31 Boccara:76-77


32 tamaño: Lupn o Llupug, Codvu y “Coro olla grande”32. Otra vajillería especializada se llamaba “Leupe cazuela o callana”, destinada a tostar granos para elaborar harina tostada y maíz rostizado. Para cocer un tipo especial de pulco se usaba el “Qulilhue, olla grande para hacer chicha”. En tanto la bebida fermentada se almacenaban en grandes vasijas de greda denominadas “Cañ” y “Mencue”. La utillería doméstica se completaba con platos denominados “Chom challa escudilla de barro”, “Rali una escudilla de barro” y “Challa escudilla de palo” (madera); los vasos de arcilla se complementaban con otras copas de madera denominados “Chiga hue jarro de madera en que beben”, “Malhue, copa, o vaso de madera” y un cántaro grande para escanciar el liquido “Malhue, cangilon de palo”. Por otra parte, la vajillería cerámica por su uso doméstico, protocolar y ritual, a través de la elaboración de piezas de alta calidad y refinamiento en el arte decorativo adquirió la cualidad de un elemento suntuario por excelencia. Introduciendo y cristalizando el concepto de lujo y distinción para las elites que gozaban del privilegio de su ostentación pública, como muestra de riqueza material, posición y jerarquía social. En esta perspectiva, la alfarería ornamental también se convierte en un bien de valor, cuya posesión supera el ámbito utilitario situándose en la dimensión de la riqueza suntuaria, concitando el interés para su acumulación originaria en el seno de la economía indígena, atributo que estará fielmente representado por su integración como ofrenda funeraria.

La producción manufacturera descrita en este apartado, incidirá en el plano de la sociabilidad material a través del aumento de la variedad artefactual y decoración del utillaje cerámico, de la variedad en la indumentaria textil, del refinamiento de los adornos personales, y en el mejoramiento de los instrumentos y las armas metálicas.

Desde el punto de vista geográfico las innovaciones descritas estarán concentradas en las zonas ecológicas dotadas de mejores condiciones ambientales para la crianza del hueque destinado a la obtención de lana; de bolsones de arcillas de cualidades refractarias ótimas; y yacimientos minerales de cobre, mantos de plata, arenas auríferas y yacimiento de sal. Zonas que la arqueología comienza discriminar en las áreas de Penco, Isla Mocha, Budi, Lumaco, Purén y Villarrica-Pucón y Neuquén; las cuales se encuentran asociadas a los centros demográficos indígenas que los hispanos 32

Todos los nombres originarios citados precedentemente y los que se siguen sin indicación de fuente en el texto han sido tomados de Luis de Valdivia, op.cit


33 intenta controlar con las ciudades fundadas en el siglo XVI. Asimismo, en el ámbito social las industrias domesticas tendrán a su vez, un mayor desarrollo en las unidades que controlan los canales de comunicación de larga distancia y las estrategias sociales para acceder al dominio de nuevos conocimientos y técnicas de producción. Mecanismos generalmente asociados a las elites que ejercen el control político de la información a través de sus funciones de gobierno y redes de parentesco diseminados en la geografía andina por la migración masculina, o forjadas mediante las alianzas matrimoniales ligadas a la circulación de esposas que salen y entran al espacio doméstico. El trabajo de los metales del cobre, oro y plata En el contexto de la producción doméstica del período prehispánico tardío una innovación de impacto sistémico estará asociada a la elaboración de utensilios y joyas de cobre, plata y oro. Retrospectivamente, las manufacturas de objetos metálicos requerían de una actividad extractiva previa destinada a proveer de materia prima a los artesanos con lo cual se inauguraba también las actividades mineras en el seno de la economía mapuche, a través de la explotación de los yacimientos locales situados en las “Lluhue minas de plata”, las “Millahue mina de oro” y Maillayma vena de oro”; y de las “pañilhue mina de cobre”33. Las masas minerales se purificaban mediante la técnica llamada “Vayemin fundir metales” incluía el uso de “pimohne fuelles” en talleres manejados por diestros artesanos designados con el nombre de “rtan camañ” quienes forjaban los objetos de trabajaban “Lien plata”, “Milla, oro” y “Cum pañilihue cobre”. Estas innovaciones de la joyería mapuche del período prehispánico tardío se complementaban con los antiguos ornamentos de “Elcha collar” elaborados de “Llanca unas piedras verdes, que los indios estiman”; y de “Lican una piedra de estima como cristal de indios”. Otras joyas antiguas eran los “Chunan cascabeles de caracoles” confeccionados con “Chomllco caracolillo de la mar” y la especie denominada “Pillada caracolillo de mar”

Probablemente el trabajo de los metales se incorporó en el período de adopción de las técnicas alfareras policromas en el área centro sur de Chile, elementos con los cuales comparte un rango cronológico similar verificado entre el 1110 y el 1.200 d.C.. La explotación económica de los metales del cobre, oro y plata se eslabonará desde las antiguas industrias líticas del Período Arcaico para la fabricación puntas de flechas, de cuchillos, hachas; junto a emblemas del poder político llamados tokicura en

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Todos los nombres originarios citados precedentemente y los que se siguen sin indicación de fuente en el texto han sido tomados de Luis de Valdivia, op.cit


34 mapuzungun y clavas según la clasificación etnográfica34. Además de una serie de artefactos líticos para el cultivo de la tierra, la molienda de granos, y elaboración de joyas de ciertas piedras preciosas llamadas llancas. Actividades a las cuales se sumó en esta nueva fase, la tecnología metalúrgica de purificación y obtención de masas minerales mediante el uso del fuego y los crisoles, según lo ha establecido una investigación reciente35.

Las manufacturas de cobre fueron recolectadas en asociaciones contextuales metodológicamente bien documentadas, que permitieron su datación radiocarbónica. En el sitio funerario de Padre Las Casas se obtuvo una fecha de 1280 d.C. para los adornos femeninos de aros circulares y cuadrangulares junto a los tradicionales collares de llancas de minúsculas cuentas de piedras36. No obstante, las fechas más antiguas del trabajo en aros de cobre se remontaría hacia el 1195 d.C.37 de acuerdo a la cerámica asociada a su hallazgo en el sitio El Vergel en Angol. En la zona de Valdivia se reportan hallazgos de aros de cobre y tupus en contextos de cerámica de estilo valdiviano en el cementerio arqueológico de Cocule, así como construcciones de piedra en la localidad de Ciruelos38

Al norte del río Biobío se han encontrado objetos de cobre las Dunas de Rahue en la zona de Cauquenes con una datación de 1.240 d.C.39. Desde Chile central los datos 34

Un estudio singular sobre los yacimientos de obsidiana de Melipeuco en Charles R.. R. Stern, Ximena Navarro H.; Jimena D. Pino N. y Rodrigo M.Vega S.M. “Nuevas fuentes de obsidiana en la región de la Araucanía, Centro-Sur de Chile: química y contexto arqueológico de la obsidiana riolítica negra de los Nevados de Sollipulli. En Magallania V.36, Nº 2. Punta arenas 2008 35 ; Roberto Campbell. “El trabajo de metales en el Vergel: una aproximación desde la Isla Mocha”, en Actas del XVI, op.cit.: 379-388. Los ornamentos de aros tienen una distribución estilística común desde Cauquenes a Río Bueno. 36 Américo Gordón “Urna y Canoa Funeraria. Una sepultura doble excavada en Padre Las Casas, Provincia de Cautín, IX Región Chile”. Revista chilena de antropología Nº 1 , 1978:. 61 –80. Los aros cuadrangulares son similares a los descritos para el Complejo Las Animas por Gastón Castillo C. “Agricultores y pescadores del Norte Chico: El complejo Las Animas (800 a 1.200 d.C.)” en Culturas de Chile. Prehistoria: 271. También consignan imágenes de artefactos de cobre, herramientas agrícolas líticas y pipas líticas similares a las recogidas en la Araucanía Hans Niemeyer F. Gastón Castillo y Miguel Cervellino “Los primeros ceramistas del Norte Chico (0 a 800 d.C)”, en Culturas de Chile: 227 y ss. 37 Documentado en una urna del sitio Fundo San Jorge (Angol-Cancura) fechada en 1.195 d.C, y corresponde a un par de aros circulares de cobre, ver Leonor Adán y Rodrigo Mera 1997 “La tradición cerámica bicroma rojo sobre blanco en la región sur de Chile. Los estilos Vergel y Valdivia 38 Dillehay y Américo Gordon, La actividad prehispánica de los incas y su influencia en La Araucanía, 45 Congreso de Americanistas, Bogotá Colombia 1985. B.A.R.International Series 442, Printed in Great Britain, 1988: 226-227. 39 Nelson Gaete y Rodrigo Sánchez “Patrón alfarero Pelluhue ¿Un estilo decorativo “El Vergel” al norte del Itata?” Hombre y Desierto Nº 9: 381-384


35 geográficamente más próximos proceden de la zona minera-cuprífera de Rancagua, en el sitio de Rengo (Cachapoal), donde se describen algunos objetos de cobre con antigüedad de 1130 d.C. 1365 d.C. 40, lo que sitúa la introducción cuprífera al sur del Biobío en una fecha bien temprana respecto de la difusión de esta tecnología en el centro-sur de Chile.

Los artefactos de cobre también se utilizaron en la elaboración de hojas para hachas destinadas al trabajo de la madera41.

Además de un amplio uso militar

reforzando las lanzas con puntas elaboradas de este metal. En la panoplia prehispánica una evolución sustancial provino del reforzamiento de las lanzas con puntas de cobre utilizadas por los contingentes militares de la zona de Penco y Arauco. El cronista Mariño de Lobera describió la formación del ejército mapuche penquista dirigido por el general Aynabilo en 1550, entregando un valioso testimonio etnológico sobre la organización militar indígena y sobre el uso del cobre en las armas del período prehispánico tardío. Este hermoso relato de la epopeya mapuche del siglo XVI los reproducimos en extenso a continuación. “No estaban los enemigos dormidos en este tiempo, porque de muchos años antes estaban persuadidos a que los españoles habían de hacer aquella conquista; pues habían visto que su designio no era otro sino gobernar toda la tierra; y así estaban prevenidos habiéndose comunicado y concertado todos los de aquellas provincias, como son la de Ñuble, Itata, Renoguelen, Guachimavida, Marcande, Gualqui, Penco y Talcaguano. De suerte que apenas habían salido los españoles de la ciudad de Santiago cuando ya los bárbaros tenían noticia dellos, cuya entrada les hizo poner luego en armas, acudiendo todos a una a oponerse a ellos haciéndoles resistencia, y para proceder con mejor orden en su defensa, trataron ante todas cosas de elegir cabeza de todo su ejército que tuviese absoluto gobierno de toda la gente, aunque eran de diversas provincias. Para esto pusieron los ojos en un indio llamado Aynabillo, hombre esforzado y de gran prudencia experimentado en cosas de guerra y gobierno. A este cometieron el plenario dominio y potestad de mandar en toda la tierra, sin aguardar parecer de nadie, y para hacer guerra no solamente a los españoles, pero aún a los mesmos indios en caso de que entre ellos hubiese algún alboroto o cizaña. Y como a tal señor le fueron todos a mochar, que quiere decir adorar, con las ceremonias que ellos usan poniéndole cierta insignia en la cabeza, y un cinto ancho por el cuerpo cuyos cabos besaron los principales, que entre ellos es lo mismo que besar la mano. Luego que Aynabillo fué electo, mandaron aviso 40

Iván Cáceres R., Eugenio Aspillaga F., Angel Deza T., y Alvaro Román., “Un sitio agroalfarero tardío en la cuenca del río Cachapoal, Chile central”, en Actas del XII Congreso de Arqueología Chilena, op.cit. 41 Gonzalo Ampuero “La cultura diaguita chilena (1.200 a 1.470 d.C)”, en Culturas de Chile. Prehistoria, 1989, presenta dibujos de estas hachas: 286


36 dello por toda la tierra, notificando a todos su elección y ordenándoles que acudiesen a la guerra, y muy en particular a los bravos araucanos y tucapelinos que estaban veinte leguas de aquel lugar donde él fué electo. Fué tanta la gente que acudió a su mandato, que llenaban los campos, de suerte que todo parecía poblado sin distinción en lo que eran campos y pueblos. Ultra desto mandó pagar sueldo a todos los indios que estaban desparramados fuera de los pueblos, si quisiesen venir por paga como en efecto vinieron muchos, así por tirar sueldo como porque también les iba su propio interés y libertad, pues era común a todos la defensa. Con esto juntó en campo más de cien mil hombres y más de otros cincuenta mil que acudieron al tiempo de la necesidad y refriega; los cuales venían bien armados y a punto de pelear, arriesgando sus vidas. Las armas que traían los más eran unas lanzas más largas que picas con unas puntas de cobre en lugar de acero; otros traían lanzas medianas, y otros las que en su lengua llaman macanas de que tratamos arriba; otros traían dardos y otros, finalmente, usaban de armas de diversas maneras hechas a su modo. Toda esta gente era fortísima y membruda, y no menos arrojada que valiente; traía por teniente general a Villineo, indio de extraordinarios bríos, y por sargento mayor a Labapie; capitanes eran Pangue, Curilemo, Millequino, Chibilingo, Lupín, Lebonbin, Alcan, Paraygnano, Pilquenlovillo, Nabacón, Aibinquilapello y otros de mucha estima”42. Jerónimo de Vivar corrobora la utilización de puntas de cobre como reforzamiento de las lanzas araucanas, entregando otros datos de interés sobre la organización del ejército mapuche protohistórico, escribiendo: “Estas gentes antiguamente tuvieron guerras unos con otros, como eran todos parcialidades, unos señores con otros. Quando vienen a pelear vienen en sus escuadrones por buena orden y concierto que me parece a mi que, aunque tuviesen acostumbrado la guerra con los romanos, no vinieran con tan buen orden. “Y llevan picas de 25 palmos de una madera muy recia y enjeridos en ellas unos hierros de cobre a manera de azadores rollizos de dos palmos y de palmo y medio. Y con unas cuerdas, que hacen de nervios muy bien atados, los ejieren de tal manera en aquella asta, como puede ir un hierro en una lanza. Y junto a esta atadura llevan una manera de borlas de sus cabellos” Van entremedias de estos armados otros syn de estas capas ni celadas, con unas astas largas, algunas enjeridos en estas astas unas hachas de pedernal Y otros llevan en estas astas hecho en lo alto una manera de macana. Y luego va otra hilera de otros con lanzas de astas de quince y dieciséis palmos. Y llevan el asta de una vara puesto un acha como de cobre, hecha de dos o tres picos, o de manera que el que la trae quiere, porque unas son anchas y otras como martillos”43. 42 43

Mariño de Lobera op.cit. Jerónimo de Vivar Crónica y relación copiosa de los reynos de Chile: 183-184.


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De acuerdo con la metrología actual, las puntas de cobre en las lanzas prehispánicas medían entre 30 a 40 centímetros, elementos que junto a las hachas de varias puntas utilizadas por los contingentes del ejército mapuche representaban un consumo de alto volumen, sobre todo si consideramos el número de soldados movilizados en el siglo XVI. Las cifras aportadas por las fuentes son irregulares, no obstante se puede estimar que en las campañas militares de la zona de Arauco hubo contingentes superiores a los 10.000 y 20.000 soldados. Cifra que ilustra la importancia de la demanda bélica de cobre para la elaboración de puntas de lanzas y otros dispositivos ofensivos. Asimismo estas referencias permiten visualizar la relevancia de la actividad cuprífera para abastecer la demanda militar y la joyería femenina, de modo que su presencia ocupaba un lugar central en la economía precolombina. Las minas de cobre explotadas se localizaban en el sector costero de Arauco, hallándose otras menas distribuidas en todo el territorio continental44. Por su parte, el cronista Pedro de Córdoba y Figueroa señalaba la existencia de yacimientos de cobre en la cordillera andina enfrente del distrito de Concepción, apuntando que: “Y porque se admire el aborto de la naturaleza en sus producciones no omitimos el narrar que año de mil setecientos diez y siete se internaron algunos por la cordillera y en la parte oriental de ella hallaron un elevado cerro de cinco a seis leguas de circunferencia y superficialmente por todo él mucho cobre cual están las piedras en la superficie en campo y se halló un peñón como de cincuenta quintales y trajeron notable cantidad, la que vimos y se pagó en la ciudad de los Reyes a mayor precio que el común cobre por estar misto con oro”45 .

Vinculado al uso del cobre se desarrolló la metalurgia del oro y la plata en la confección de joyas femeninas. De acuerdo con la información aportada por las fuentes escritas del primer momento de contacto hispano-mapuche, la metalurgia del oro y la plata se hallaba extendida a través de todo el territorio del Sur de Chile desde Penco a Chiloé. Señalando con ello el área de expansión de la civilización prehispánica mapuche en el Sur de Chile.

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Roberto Campbell “El trabajo de metales”, op.cit. Pedro de Córdoba y Figueroa Historia de Chile (1717). Colección de Historiadores de Chile. Imprenta El Ferrocarril, Santiago 1862 tomo II: 33 45


38 Carlos Aldunate del Solar consigna entre los artefactos del período tardío prehispánico, rescatados en la zona de Angol, aros de plata y oro46. Gordon y Dillehay reportan el hallazgo de un objeto de oro que reproduce la figura de una cabeza de tucan en Villa Lo Boldos al sur del río Toltén, asociado a otras evidencias cerámicas de características incas, contribuyendo a posicionar la hipótesis de un desarrollo aurífero vinculado a la influencia cuzqueña –o en su defecto- de otras culturas del área nuclear andina. Del mismo modo, estos autores reconocen la existencia el trabajo prehispánico en instalaciones mineras en la zona de Carahue y el nacimiento del río Toltén, lugares donde se fundaron las ciudades de La Imperial y la Villa Rica respectivamente47. Respecto de la influencia inca en Chile, el descubrimiento arqueológico en el Cerro La Cruz –cercano a Quillota- de un templo y una instalación metalúrgica inca realizado por el equipo de Arturo Rodríguez, arrojo una datación de 1310 d.C., retrotrayendo la expansión del imperio inca en Chile a dos siglos y medio antes de la llegada de los europeos48.

En esta óptica del trabajo minero aurífero prehispánico y la elaboración de joyas el cronista Vivar, señalaba que en la zona de Penco y Arauco, las mujeres: “Traen brazeletes de oro y de plata y una manera de coronas. Traen al pescuezo una manera de diadema y de turquezas y de tiritas de oro a manera de estampas. Ellas andan como las del Mapocho, salvo que traen una manera de zarcillos de cobre”49.

Mariño de Lobera también describió el uso de ornamentos femeninos de oros y zarcillos: indicando que en los días de fiesta: “Fuera destas mujeres que se casan, hay otras muchas que tienen por oficio salir en los días de banquetes a estos bebederos a ganar, como hacen en Europa las meretrices, que llaman rameras, y para esto se engalanan con los más ricos atavíos, usando también de collares, zarcillos y otras joyas de oro con piedras preciosas”50.

46

Carlos Aldunate del Solar “Estadio alfarero en el sur de Chile”, en Culturas de Chile. Prehistoria, 1989: 339 47 Tom Dillehay y Américo Gordon, La actividad prehispánica de los incas: 226-227. 48 Arturo Rodríguez, Ramón Morales, Carlos González y Donald Jacson “Cerro La Cruz: un enclave económico administrativo incaico, curso medio del Aconcagua (Chile central)”, en Actas del XII Congreso de arqueología:201-222. 49 Vivar: 180 50 Mariño de Lobera op.cit.


39 Respecto de la zona del río Bueno y Golfo de Reloncaví donde se fundaría la ciudad de Osorno en 1558, el Gobernador García Hurtado de Mendoza escribió que: “fui desde la ciudad de Valdivia, hasta cuyos términos han llegado los españoles, a descubrir la tierra que dicen los Coronados y anduve por ella adentro once o doce jornadas, en que hallé treinta o cuarenta mil indios de la manera de los de atrás, bien vestidos y con zarcillos y otros arreos de oro fino y de oro sobre plata y mucho ganado y sementeras, hasta que fui a dar a un lago grande, con mucha cantidad de islas qye hay en el, a dos y a tres leguas unas de otras, pobladas de misma gente y ganado”51

Sobre la minería aurífera indígena en el archipiélago de Chiloé, García Hurtado señalo que los capitanes enviados a reconocerlas: “se volvieron tomando relación de las islas postreras que anduvieron que en la tierra firme de adentro había mucha cantidad de indios y buena tierra de oro comidas y ganado, dándole forma como lo sacan y funden”52. Francisco de Villagra, compañero de Pedro de Valdivia, escribió respecto de la comarca circunvecina de Chiloé, que esta zona tenía “ventaja a las que hasta agora están vistas en las Indias, por ser muy pobladas de gentes, vestida de manta y camiseta como la del Cuzco y haber mucha comida y grandes insignias de oro y plata”53. Otras relaciones documentales del mismo período señalaban que: en un cavi que llaman Quilen, dicen hay oro, é sácalo el cacique que llaman Queteloan”54

Una descripción del atuendo utilizado por un prominente jefe mapuche, durante la celebración de una fiesta pública por las victorias militares del celebre toqui Lientur, entrega interesantes elementos de comparación sobre el uso ornamental del oro entre los mapuche, las cuales complementan el testimonio de Bibar. En esa ocasión, Francisco Núñez de Pineda y Bascuñan relata que: “Salió el cacique Huiramanque –que para esa ocasión guardaban los antiguos vestidos de los españoles- con un calzón de terciopelo morado (…) guarnecido con un franjón de oro muy ancho y una camiseta muy labrada, con sus flecos a la redonda(…) una bolsa colgada con su cinchón, que parecía tahalí, y encima su capa de castilla azul oscuro, que tiraba a morado, también con su franjón de 51

Carta de don García Hurtado de Mendoza al consejo de Indias, 20 de abril de 1558. Colección de documentos inéditos para la historia de Chile (CDIHCh), vol. 28: 158 52 Carta de don García Hurtado: 159 53 Carta de Francisco de Villagra a S.M. 24 de enero de 1558, CDIHCh, tomo XVIII. Citado por F. A. Encina Historia de Chile, Santiago 1983, tomo 2:60. 54 “Relación que hizo Francisco Cortes Ojeda de su viaje al Estrecho de Magallanes, autorizada del escribano Miguel Goizueta, 17 de noviembre de 1557”, en CDICh tomo 28: 235


40 oro por los cantos y por el cuello, y unas medias de seda amarillas, puestas sin zapatos, pero con unas alpargatas a su modo y usanza; otros que lo acompañaban sacaron también vestidos antiguos de españoles (…) y algunos traían sus plumas y otros cintillos de oro a lo antiguo; y el cacique llevaba sus collares de piedra, que tienen por preciosas”55.

En el contexto ritual de esta ceremonia solemne de raigambre prehistórica, en cuya celebración se despliega un complejo protocolo que incluye la construcción de una torre piramidal escalonada de seis a siete metros de altura para el baile de coros de danzantes, los atavíos de esta autoridad étnica reproducen la cultura vernácula del tiempo ancestral. Desde esta perspectiva interpretamos el franjón de oro que recubría el borde del “calzón” y la capa de castilla azul, como un elemento decorativo proveniente de las tradiciones decorativas prehispánicas de “su modo y usanza” como dice el cronista, así como los “cintillos de oro” que representaban los ornamentos “a lo antiguo”, es decir del período anterior a la llegada de los españoles; junto a las plumas y los collares de piedra. Estos franjones de oro, no los usaban los soldados de la conquista, y más bien su descripción se asemeja a cierta indumentaria de las dignidades del imperio inca. De modo, que su uso se relaciona con las tradiciones andinas prehispánicas.

Respecto de las joyas de plata precolombinas contamos con la referencia anterior sobre la orfebrería de la zona de Osorno. Noticia que es confirmada por el cronista Alonso de Góngora y Marmolejo, tradicionalmente escueto en sus descripciones sobre la sociedad indígena en proceso de conquista. En su Historia, Góngora apuntó que en el reconocimiento de la zona aledaña al volcán Villarrica, Pedro de Valdivia: “informado que acerca de adonde estaba había unas minas ricas de plata, de donde sacaban y labraban plata, diciéndoles que se las mostraran, envío al capitán Alderete con diez soldados a pie”56

El empleo de joyas de oro y plata, posiblemente tuvo conexión con el avance del imperio inca -u otras etnias de la zona andina- con sus fronteras movibles de intercambio 55

Citado por Carlos González Vargas y Hugo Rosati Aguirre, “Rescate de una construcción mapuche no conocida”, en AISTHESIS Nº 39 (2006): 72-84. Valioso estudio sobre la arquitectura ceremonial de la sociedad mapuche. La cita corresponde a Francisco Núñez de Pineda Bascuñan Cautiverio Feliz, Santiago 2001: 523. 56 Alonso de Góngora y Marmolejo Historia de las cosas que han acaecido en el reyno de Chile y de los que lo han gobernado (1536-1575), Santiago 1990: 103-104


41 e infiltración de colonias mineras en los territorios circunvecinos del Tahuantinsuyu, especialmente para explotar los ricos yacimientos de oro del Sur de Chile57. Mecanismos a través de los cuales se incorporó la técnica del trabajo de la platería usada por las mujeres, cuyos diseños estilísticos siguen pautas muy cercanas a las joyas utilizadas por la elite del imperio inca58.

Por otro lado, la localización y el dominio de los yacimientos de cobre del sector costero ejercido por los linajes locales de Arauco y Purén -situados a ambos lados de la serranía de Nahuelbuta, les habría otorgado una ventaja económica adicional que les retribuyó un flujo de riquezas de extraordinaria influencia

en el contexto social

prehispánico. Este factor ayudaría a explicar las conexiones de esta zona con región pampeana, que se reflejarían en la circulación de cerámica El Vergel y aros de cobre en el área trasandina59, así como el apoyo y “contratación” de soldados “puelches” en el ejército araucano para fortalecer la resistencia a la conquista60.

Como corolario de esta sección indicaremos que, desde el punto de vista de la cultura material, los adornos femeninos de plata que conocemos profusamente a partir de las colecciones de platería del período colonial y republicano, constituyen la imagen y el símbolo de la pervivencia de la civilización agrominera del cobre, oro y plata minera mapuche prehispánica que hemos reseñado.

57

De acuerdo al modelo seguido en las fronteras orientales del incanato, investigado por Thierry Saignes Los Andes orientales: historia de un olvido. IFEA-CERES, Cochabamba, Bolivia 1985: 13 y ss., y “El sureste entre la conquista inca y la invasión chiriguano” en Tierra Saignes Historia del pueblo chiriguano, Instituto Francés de Estudios andinos, La Paz, Bolivia 2007: 42 y ss 58 Tom Dillehay y Américo Gordon “La actividad prehispánica de los incas”. De acuerdo con Dillehay, es muy posible también que la influencia inca se encuentre en la decoración de la cerámica El Vergel y Valdivia, Monuments: op.cit.: 98 y siguientes. Carlos Gonzales, Hugo Rosati y Francisco Sánchez Huaman Poma testigo del mundo andino, Dibam, Santiago 2003. 59 Mónica Alejandra Berón “Arqueología de las sociedades prehispánicas de la provincia de La Pampa. Manejo de recursos culturales y puesta en valor de historias regionales”. Quinto Sol. Revista de Historia Regional Nº 11, Universidad Nacional de La Pampa, Santa Rosa 2007, 60 Leonardo León Solis “Mapu, toquis y weichafes durante la primera guerra de Arauco, 1546-1554”, en Revista de Ciencias Sociales, Universidad de Valparaíso 1995, Nº 40:277-344


42 La ganadería de hueque: lana, arrias de transporte y moneda en la protohistoria mapuche La adopción de las técnicas de domesticación del guanaco salvaje conformó un evento cronológicamente simultáneo con la adopción de la agricultura y la alfarería juzgar por los vestigios del sitio arqueológico de la Isla Mocha y otros indicios procedentes de la costa de Arauco. No obstante, esta ganadería se nutrió constantemente de la captura y amansamiento de los guanacos salvajes.

El guanaco en estado montaras se denominaba luan y las actividades de captura luantun. Su domesticación mediante la técnica del amansamiento de las tropillas salvajes se denominaba “Huymelyecuumen atraer con alagos, o ir amansando”, derivado del verbo “Huymlin amansar”. Mediante este manejo productivo se obtenían los “Hueque carnero” y las tropillas de “Rehueque, carneros de la tierra”, llamados también por los cronistas “Chillihueque carnero de la tierra”61. Identificando en este nombre compuesto de Chilli la tierra de Chile y hueque la masa ganadera de los valles de clima templado. Entre las técnicas del amansamiento se practicaba la costumbre de “Entucadañin capar”, operación practicada a los machos para su completamente domesticación y posterior utilización como fuerza y medio de transporte generalizado.

En el ámbito doméstico, los rebaños de hueques abastecían de lana como materia prima esencial para la industria del telar, para lo cual cada año se practicaba la operación del “quediñun, tresquilar carneros”. Obtenida la lana se lavaba y se procedía a “Nenum lin, batir la lana”; seguido del “Rurehue carduren, cardar, carmenar”, para luego obtener el hilo mediante la operación del “Vuun hilar” o “Vuun hilado”, utilizando el instrumento llamado “Puvll huso para hilar”. Las madejas de hilos alimentaban luego las manufacturas del “Huytalhue telar” para tejer diferentes “Uutalhue, urdiembre de tela”, destinadas a la confección

del vestuario cotidiano, trajes ceremoniales y otros

aditamentos. El vestuario de los varones incluía una camiseta llamada “Ulcu camiseta”, en otros casos llamado “Macuñ” pero más generalmente bajo ese nombre se designaban las mantas o ponchos de distintos estilos: ecull, macuñ, pont y, ruthu; así como algunas cintas usadas para amarrar el cabello, consistentes en: “Yautu, bonete, o cintillo de la cabeza” y “Tari lonco, el pillo, o cintas que se ponen los indios en la cabeza”. Las 61

Todos los nombres originarios citados precedentemente y los que se siguen sin indicación de fuente en el texto han sido tomados de Luis de Valdivia, op.cit


43 mujeres utilizaban vestimentas largas denominadas “Choñe manta” con la que se cubrían todo el cuerpo, también recibía el apelativo de “Huentetecum, la manta encima de India” a manera de túnica, y la “Icalla, la manta de india” como rebozo. Una completa descripción del vestuario masculino cotidiano ilustra la tipología textil del vestuario: “El traje de ellos –consignaba Bibar- es una manta de vara y media de largo y una de ancho. Y esto se ponen por entre las piernas y los cabos se ciñen a la cintura, que lo traen a manera de zaragüeles. Y encima unas camisetas que les dan hasta medio muslo y otras menos. Esta ropa hacen de lana. Traen unas mantas a manera de capa, y otros no traen más de aquella manta revuelta al cuerpo, porque cada uno anda vestido como alcanza y tiene la posibilidad”62.

Los primeros cronistas -como hemos consignado- describieron con admiración la riqueza ganadera de las comunidades mapuche de Araucanía prehispánica, a partir de lo cual se deduce su importancia como fuente de abastecimiento de lana para las manufacturas textiles producidas por mujeres de las unidades domésticas. En segundo lugar, la importancia económica de esta especie provenía de su utilización como animal de carga. Por otro lado, el hueque complementaba la alimentación cotidiana, aunque es previsible que por su valor como proveedor de lana el aporte carneo se abastecía de otras fuentes señaladas más atrás. La trascendencia de este animal en los modos de vida mapuche, se expresaba en su integración simbólica como un objeto suntuario de significación ritual por excelencia. Empleado como sacrificio propiciatorio en las ceremonias del guillatun, y en otros eventos de carácter político que sellaban y reconstituían alianza de comunión y fidelidad recíproca63. Jerónimo de Bibar consignó un detalle significativo acerca de la integración del hueque en los modos de vida mapuche, escribiendo que al llegar los españoles a la isla Santa María enfrentaron la resistencia indígena organizada en dos escuadrones, en estas circunstancias: “habló un indio viejo que tenía una capa de cuero de carnero negro, y con una hacha de piedra en una asta de madera hizo una raya por junto los pies del capitán muy larga, y dijo que de allí nos volviésemos y que no pasásemos su tierra ni le viésemos sus casas, so pena que nos matarían, lo cual nos declaró un

62

Jerónimo de Vivar Capitulo CV Jimena Obregón Iturra “Guerra y Paz entre los mapuches o araucanos de Chile: Guerras iteretnicas y guerras intraetnicas a mediados del siglo XVII (1640-1655)”. Ponencia Primer Congreso de Etnohistoria Buenos Aires 1989. 63


44 yanacona que entendía la lengua64. Su importancia cultural en el espacio isleño protohistórico también quedó plasmada en el arte indígena, testimoniado en la figura de una cabeza de auquénido reproducida en una pipa prehispánica rescatada en la Isla Santa María65.

En el ámbito militar se reiteraba la utilización de la piel del hueque en la panoplia de las armaduras, especialmente elegida como emblema étnico de una sociedad de agricultores y ganaderos. Los escuadrones lanceros llevaban una capa fabricada con su cuero. Vivar escribió a este repecto: “vienen de esta manera que los delanteros traen una capas, y éstas llaman tanañas. Y es de esta manera: que hacen una capa como verdugado, que por arriba es angosta y por abajo más ancha. Préndenla al pecho con un botón, y por un lado le hacen un agugero por donde sale el brazo izquierdo. Esta armadura les llega hasta la rodilla, hacenla de pescuezos de ovejas o carneros cosidos unos con otros y son tan gruesos como cuero de vaca, y de [...]hacen de lobos marinos, que también son muy gruesos.... y estas capas van aforradas con cueros de corderos pintados de colores prieto y colorado y azul de todos colores. Y otras llevan de tiras de este cuero de cordero en cruces y aspas por de fuera. Y otros, las pinturas que les quieren echar66”

Los dibujos de colores rojos y azules muestran ciertos rasgos simbólicos de los emblemas utilizados como insignias del ejército araucano; del mismo modo las cruces representan figuran recurrentes de la simbología mapuche de impronta andina; por otro lado las aspas evocan las figuras dibujadas en los tambores indígenas llamados kultrún.

La variedad de empleos en los cuales se integraba el hueque, sumado a los exigentes cuidados que se requerían para su reproducción en pariciones bianuales con múltiplicos únicos, indujeron una alta valorización pecuniaria de esta especie ganadera. De este modo, los productos obtenidos de la “oveja de la tierra” en cuanto a su utilización como medio de transporte y provisión de lana convirtieron al hueque en un bien de valor en la economía indígena prehispánica.

64

Vivar, op.cit. Cap. XCVIII Mauricio Massone “Algunas reflexiones sobre el complejo cultural El Vergel desde la Isla Santa María”, Actas del XVI Congreso, op.cit.: 351 66 Vivar, op.cit: 183 65


45 El hueque constituía uno de los más preciados obsequios que el novio entregaba a sus suegros en retribución de la esposa que abandonaría su hogar de nacimiento para trasladarse al nuevo hogar del marido. Bibar consignaba al respecto que

“Los

casamientos hacen de esta manera: que el que tiene una hija y se la pide otro, conciertanse en cierta cantidad de ovejas, y el que la quiere a de pagar aquellas ovejas, y lleva la mujer”67. Este concierto representaba en el vocabulario hispano un negocio, una transacción de carácter más complejo que el simple trueque, representando una modalidad de intercambio en el cual se halla presente un sistema de equivalencias llamado comúnmente moneda o patrón de intercambio. Esta connotación de compraventa derivaba de la valorización de la mujer como sujeto productivo manufacturero, que se restaría del núcleo domestico paternal, razón por la cual se pagaba un importe de compensación figurado en la cantidad de ovejas a cancelar.

La vigencia de un patrón de equivalencia paradigmático en las transacciones de la economía mapuche protohistórica incluía al hueque consignado como ovejas y perros, los textiles denominados ropa; la chaquira de pequeñas conchillas identificadas como chaquira y las llancas que representaban piedras preciosas. Estas monedas prehispánicas continuaron utilizándose como reservas para solventar los gastos de la resistencia indígena, aparecen testimoniadas en una serie de referencias apuntadas por los cronistas.

Pedro de Valdivia -el capitán de la conquista de Chile-, durante su prisión en la costa de Arauco luego de la derrota sufrida en la batalla de Tucapel, habría negociado su liberación ofreciendo una riqueza fabulosa a los toqui –comandantes- del ejercito mapuche. Góngora de Marmolejo, señalaba que en esa ocasión a través de un interprete: P. de Valdivia: “les comenzó a hablar, diciéndoles que les sacaría los cristianos de el reino y despoblaría las ciudades y daría dos mil ovejas si le daban la vida”68. Los animales ofrecidos pertenecían a la especie europea que cumplía idénticas funciones productivas a las de los animales nativos. Con excepción de su capacidad como animal de carga.

El mismo cronista, Góngora de Marmolejo, consignó referencias sobre el pago de salarios, como otras formulas que adquiría la función económica del intercambio, en este 67 68

Vivar, op.cit: 184 Alonso de Góngora, op.cit: 115


46 caso el comercio de la fuerza de trabajo avaluada en bienes en la esfera de la actividad bélica. Durante las campañas del ejército mapuche de Penco contra el Gobernador Pedro de Villagra, en 1565, el cronista aludido señalaba que el Gobernador: “Pasado el río Maule tomó el camino de Reinoguelen, que es una provincia llamada así junto a la Sierra Nevada, porque tuvo nueva que aquellos indios con gran desenvoltura habían hecho un fuerte, que ellos llaman en su lengua bucara, en tierra llana, ribera de una acequia grande que ellos habían traído. Pedro de Villagra tomaba lengua cada día; sabiendo ser ansi, caminó derecho allá. Los indios habían enviado llamar a todos los comarcanos les viniesen a ayudar, pues los habían pagado a su usanza, y para esta paga habían juntado ochocientos perros y gran cantidad de chaquira, que es unas cuentas de muchos colores, más pequeñas que granos de trigo, horadadas por el medio; las traen al pescuezo en sartas largas, mayormente las mujeres, y con la ropa de vestir que juntaron habían pagado grande número de soldados”69.

En otra ocasión, las noticias recopiladas sobre los aprestos militares de los linajes de la costa de Arauco, consignaron que allí los jefes indígenas trataron: “con los demás comarcanos que no dejen perder tiempo tan oportuno como el que tenían, y que todos tomasen las armas y viniesen sobre la casa fuerte de Arauco, y la combatiesen hasta tomarla por fuerza o por asedio; y para este efecto hicieron junta y llamamiento general de toda la provincia; y para hacello con mejor orden rogaron a Colocolo se encargase del mando y cargo de la guerra. Era este Colocolo cacique principal y señor de muchos indios del valle de Arauco; y para el efecto hicieron derrama a su usanza de mucha chaquira y ropa, que es el oro que entre ellos anda, y desto le dieron por su trabajo y en nombre de todos paga y salario” 70.

En estas citas encontramos varios elementos conjugados en torno a la figura del pago del valor de un bien en este caso de fuerza laboral y servicios. En esta versión se indica la existencia de una forma de pagar a su usanza, es decir, de acuerdo a un patrón 69 70

Alonso de Góngora, op.cit: 227 Alonso de Góngora,op.cit: 193


47 prehispánico. Los emolumentos consistían en “perros” –nombre extraño, que sin duda se refiere a hueques,- chaquiras, y ropa. La chaquira consistía en joyas suntuarias de pequeñas cuentas o perlas fabricas de huesos y conchillas marinas. Conformaban bienes suntuarios de inestimable valor en la economía indígena. Así lo señalaba un cronista observando que: “Lo más preciado que entre ellos tienen es una chaquira de hueso hecha muy menudita, esto traen las mujeres por gargantillas”71.

La ropa, es decir el vestuario, representaba a los textiles en general considerados en el mundo indígena andino como una fuente de riqueza y medio de pago universal. Su apreciado valor provenía de las horas de trabajo productivo asociado a la crianza de los rebaños de hueques, su esquila para provisión de lana, el hilado y la posterior confección del vestuario por las manufactureras femeninas en los telares de las unidades domésticas. El formulismo de la paga y salario dado a los soldados por su trabajo de engancharse en el ejército, y al toqui Colocolo, para dirigir las operaciones bélicas, ilustra claramente la existencia de un concepto de equivalencias presente en las transacciones de intercambios. El vocablo hispano de pagas, deriva del verbo pagar y el sustantivo paga.

En la organización de las fiestas también se utilizaba la cancelación de pagas a los poetas por sus romances y a los músicos que amenizaban el baile y el jolgorio. Diego de Rosales señalaba a este respecto que. “Para el día señalado preparan en el lugar de la borrachera unos tablados y bancos en que bailan y alrededor de sus casas, y divisiones para alojarse, y guardan la chicha y los carneros: y tres días antes hacen el ensayo de la fiesta: y cantan los romances y tonos, tomándolos de memoria, y ensayando la música con mucha chicha, que es como otra borrachera pequeña. Porque el cacique que hace la fiesta; paga entonces a los poetas los romances que han hecho. Y por cada uno le da diez botijas de chicha y un carnero. Y en cada borrachera sacan ocho o diez romances nuevos: en que alaban al que la hace”72. En este caso, se identifica entre los elementos más comunes utilizados como pagas, a la chicha de fabricación y consumo generalizado; desde esta óptica, todos los productos de consumo cotidiano, y de consumo suntuario se empleaban como medios de pago de acuerdo a un patrón de equivalencias que formaba parte de una metrología indígena sancionada por la tradición, modalidad percibida por los hispanos a través de la expresión pagos a su usanza. 71 72

Jerónimo de Vivar Capitulo CV Diego de Rosales, op.cit: 149. J. Bengoa, op.cit: 126; G. Boccara 2009.


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Comercio y mercaderes mapuches protohistóricos El capitán de la conquista española hacia 1550, consignó en un cuadro sintético la presencia de una enorme concentración demográfica en la Araucanía calculada por los especialistas en un rango de 1.000.000 a 2.000.000 de habitantes desde la zona de Maule a Chiloé73. Asimismo describe el perfil de la opulencia agraria, y manufacturera de la sociedad mapuche prehispánica tardía. A este respecto escribía: “Lo que puedo decir con verdad de la bondad desta tierra es que cuantos vasallos de V. M. (Vuestra Majestad) están en ella y han visto la Nueva España (México), dicen ser mucha más cantidad de gente que la de allá: es toda un pueblo e una simentera y una mina de oro, y si las casas no se ponen unas sobre otras, no pueden caber en ella más de las que tiene; próspera de ganado como lo del Perú, con una lana que le arrastra por el suelo; abundosa de todos los mantenimientos que siembran los indios para su sustentación, así como maíz, papas, quinua, mare, ají y frísoles. La gente es crecida, doméstica y amigable y blanca y de lindos rostros, así hombres como mujeres, vestidos todos de lana a su modo, aunque los vestidos son algo groseros. Tienen muy gran temor a los caballos; aman en demasía los hijos e mujeres y las casas, las cuales tienen muy bien hechas y fuertes con grandes tablazones, y muchas muy grandes, y de a dos, cuatro y ocho puertas; tiénenlas llenas de todo género de comida y lana; tienen muchas y muy polidas vasijas de barro y madera; son grandísimos labradores y tan grandes bebedores; el derecho dellos está en las armas, y así las tienen todos en sus casas y muy a punto para se defender de sus vecinos y ofender al que menos puede; es de muy lindo temple la tierra y que se darán en ella todo género de plantas de España mejor que allá: esto es lo que hasta ahora hemos reconocido desta gente” 74. En la descripción precedente se establece un estrecho paralelo entre una alta densidad demográfica local, y una agricultura intensiva como fuente de provisiones alimenticias “que siembran los indios para su sustentación”. Asociación a través de la cual emerge la figura de los agricultores mapuches catalogados económicamente como 73

Leonardo León S. La Merma de la sociedad indígena de Chile central y la última guerra promaucae, 1536-1570. Londres 1991. Hernán Cortés Olivares “Relación de las visitas y tasas que el señor oydor de su majestad hizo en la cibdad de Santiago provincias de Chile de los repartimientos de indios de sus términos y de la ciudad de La Serena. 1558”, en Hernán Cortes O. Patricio Cerda C., Guillermo Cortes L. Pueblos originarios del norte florido de Chile, La Serena 2004. Jorge Hidalgo Lehuedé: “Algunas notas sobre los mapuches protohistóricos”, Temuco 1973, José Bengoa Historia de los antiguos mapuches, Santiago, 2000. Iván Inostroza C. “La población araucana en la segunda mitad del siglo XVII”, en Revista Frontera Nº 10-11 Universidad de la Frontera, Temuco 1989-1990. Pablo Marimán, Sergio Caniuqueo, José Millalem y Rodrigo Levil ¡…Escucha, huinca…¡ Cuatro ensayos de Historia Nacional Mapuche y un epilogo sobre el futuro. Lom, Santiago 2006. 74 “Carta al emperador Carlos V. Concepción 25 de septiembre de 1551”. Cartas de Pedro de Valdivia que tratan del descubrimiento y conquista del Reino de Chile, Biblioteca Virtual Cervantes


49 “grandísimos labradores”. En el contexto de esta exuberante productividad las crónicas también consignan la imagen sociológica de una sociedad basada en la riqueza del trabajo agroganadero donde: “No hay en toda la tierra indio pobre, porque todos tienen ganado, maíz y frutas de sobra”75. Asimismo, el marco formal de economía indígena supera las categorías conceptuales definidas como “economías domésticas” y “economías campesinas” caracterizadas por sus esquemas de subsistencia. Asimismo, este sesgo de alta productividad también supera los rasgos culturales de las sociedades basadas en sistemas de caza, pesca y recolección inmersas en las “economías naturales de abundancia”. Por el contrario, las evidencias documentales perfilan uno de los resultados más deslumbrantes del sistema agrario mapuche precolombino: la producción excedentaria a gran escala.

La interacción social de la voluminosa población mapuche de Araucanía protohistórica, desencadenará un auge en los niveles de producción de todos los sectores de la economía por el incremento de la fuerza laboral y de los sujetos productores. Asimismo, la densidad de habitantes se transformará en un factor inductor de una demanda de consumo de ciertos bienes especializados, con lo cual la concentración demográfica de tres millones de habitantes dejaría de ser un mero dato cuantitativo para transformarse en un factor cualitativo de indudable potencial mercantil.

Entre estos bienes especializados debemos mencionar la alfarería decorada; los envases cerámicos de grandes dimensiones para almacenar los granos y las bebidas rituales. Los finos tejidos de funciones emblemáticas asociadas al poder social: Los zarcillos de metales de cobre, oro y plata que representarían los bienes suntuarios de mayor consumo individual en el ámbito masculino protocolar y en la esfera de los ornamentos femeninos, complementándose con las tradicionales cuentas de collar de minúsculos huesos y piedras preciosas: Las puntas de cobre para el mejoramiento de la efectividad bélica de las armas indígenas conformarían otro polo de consumo especializado de carácter masivo. Junto a estos bienes producidos localmente, el abastecimiento de sal desde los yacimientos

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Pedro Mariño de Lobera Crónica del Reino de Chile escrita por el capitán Pedro Mariño de Lobera reducido a nuevo método y estilo por el Padre Bartolomé de Escobar (1595). Biblioteca Virtual Cervantes


50 trasandinos conformaría otro sector de actividad que dinamizaría y complejizaría la estructura del intercambio mapuche76.

En la dimensión cultural registrada por los vestigios del idioma mapuche del siglo XVI, se hallaban presentes vocablos que denotaban la existencia de actividades de comercio de una gran profundidad social y complejidad factual. El padre Luis de Valdivia en su diccionario consigna el verbo vender como: “Eyumin.l. Eumun, vender”77; usando otra grafía para la misma voz apuntó más adelante: “Heutun Vender”78. Febres apuntaba por su parte que este verbo significaba esencialmente enajenar, en el sentido estricto de vender: “Eun, eúnn, euntun vender, conchavar, dar o enagenar” “Uln enajenar dando, o vendiendo” “Ulmeyen llevar algo a otra parte a enagenarlo”79.

Siguiendo a L. de Valdivia, otra modalidad de venta y percepción de la paga se designaba como: “Gillacayauvoe, comprar o contratar”80, también “Gillacan comprar o contratar”81 y “Gillan cobrar. O pedir la paga, o otra cosa”82. Febres señalaba “Gillacan usan mas por conchavar o comprar, o contratar”83. Una tercera forma de contrato, fue recogido por Febres con el apelativo de “Thavcuun el contrato de permuta, daca, y toma, y hacerlo: thacuun ta mu cumey-lo mejor es dar y recibir, y no fiar, o dar en mano propia” 84. Este vocablo se asemeja muy de cerca al trueque de bienes por bienes que se practica hasta el presente bajo la formula del trafquin.

Estas distintas modalidades que asume el intercambio permitirían establecer en el plano de la comparación teórica la existencia de transacciones de distinta naturaleza en relación a la apreciación de los bienes puestos en circulación. Característica que forma parte inherente a los sistemas económicos precapitalistas, en los cuales sin embargo en mayor o medida encontramos formulas que se acercan a la concepción mercantil del intercambio, especialmente en la esfera de la significación del concepto

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Jorge Fernández “Cronología y tecnología de las hachas salineras de Truquico, Neuquén”, en Relaciones de la sociedad Argentina de antropología, tomo XIV, Nº 2.Buenos Aires, 1981-1982. 77 Luis de Valdivia arte de la lengua general op. cit: sin número de página 78 Luis de Valdivia arte de la lengua general op. cit: sin número de página 79 Andrés Febres:669 80 Luis de Valdivia arte de la lengua general op. cit: sin número de página 81 Luis de Valdivia arte de la lengua general op. cit: sin número de página 82 Luis de Valdivia arte de la lengua general op. cit: sin número de página 83 Febres: 496. 84 Febres: 639


51 del precio que adquiere un bien de acuerdo al patrón de equivalencia en un contexto histórico específico. Denotación que L. de Valdivia consigna como: “Mon valer tener precio”. En el apartado de su Gramática, este misionero explicaba el uso de los verbos comprar y vender señalando que entre los mapuche: “Los verbos comprar, y vender, piden demás destos dos acusativos, uno para la cosa vendida, y otro para la persona a quien se vendió, otro caso con preposición para el precio en que se vendió, o compró, ejemplo “quiñeulmen eucnbi taquiñe hueque quiñe Huinca, mari huarcu meu, un Cacique vendió a un español una oveja de la tierra por diez pesos”85

A través de este ejemplo L. de Valdivia subrayaba la importancia del comercio en la sociedad indígena y su organización como una actividad plenamente desarrollada, no solamente como una pura forma de trueque, si no como una instancia configurada en torno a relaciones de intercambio establecidas sobre la base de la circulación de bienes de valor intercambiados de acuerdo a un patrón de equivalencias, donde la noción de precio adquiría su plena vigencia. Esta referencia podría estar vinculada al vocablo castellano “paga” utilizado para definir la acción de satisfacer o pagar alguna cosa o beneficio y que el misionero del siglo XVII entrega como traducción de la palabra mapuche “Cullin, pagar, o paga”, junto a sus acepciones de “Cullitun, tornar a pagar” “Elucullin pagar deuda”86. Esta paga se recibía en diversos tipos de bienes que representaban la función de moneda, por su representación de riqueza, en el sentido de bienes acumulables los cuales pueden representar un valor subsidiario para el receptor como objeto que no satisface una necesidad directa, aunque sí podrá conformar una categoría de un bien susceptible de intercambiar en otro espacio o momento.

La acumulación de bienes, es decir de riqueza mercantil estaba en la base del surgimiento del concepto de hacienda en la economía indígena, idea aludida con el nombre originario de “Ñipen, mi hacienda, o la suya de el”. La presencia del concepto del precio y hacienda también encuentra un trasfondo sociológico de sustentación en la referencia a la práctica de: “Ño elun pujar en almoneda”. La modalidad de la oferta de bienes en una feria donde se contratan en almoneda productos arribados desde diferentes ámbitos, representarían una modalidad distinta del intercambio directo que puede relacionarse con la actividad de los mercaderes indígenas identificados en el 85 86

Luis de Valdivia Arte de la lengua general op. cit:52 Las tres referencias en Luis de Valdivia arte de la lengua general op. cit. Sin número de página.


52 contexto protohistórico. Esta palabra designaba en el lenguaje hispano del siglo dieciséis a los comerciantes que trasladaban mercaderías de un lugar a otro; ejerciendo un tráfico de larga distancia característico del comercio inter-regional. La figura emblemática del comerciante mapuche prehispánico es recogida por Luis de Valdivia en el nombre de: “Eyumcamañ l. Eumcaman Mercader”87.

Teniendo en consideración las distancias conceptuales y categoriales del mercader del capitalismo europeo del siglo XVI, el eyumcamañ representaría la figura indígena del comerciante que se desplaza a través de las rutas fortificadas que cubren el territorio de Chile y el espacio araucano pampeano trasandino. Figura representada en los grupos andinos que se trasladan a comerciar a los llanos; en los tratantes que desde la Araucanía se desplazan a la Pampa en busca de sal, y en los isleños del litoral araucano que en sus embarcaciones cruzan el océano pacífico a contratar con las comunidades del continente.

En el caso del comercio marítimo los elementos tecnológicos característicos de esta actividad estuvieron representados por el uso de “huampu: barco navío”88 y la habilitación de caletas de embarcaderos llamadas “picun labquen puerto de mar”89 y “uutapeun, chihuan.pu, puerto do surge el navio”90. Diego de Rosales describía la figura social de estos comerciantes navegantes apuntando que: por el mes de marzo, en que los vientos no son fuertes, passan Firva, que es tierra firme de enemigos, y con ellos comercian, y para atrabesar cinco leguas de mar hazen valsas muy grandes de magüeyes, en que pasan treinta personas y trahen muchos carneros, y otras cosas con que comerciar (…) Vienen cantando al son de los remos ciertas canciones en que piden al mar les dege pasar a comerciar prósperamente”91.

En el comercio terrestre la tecnología específica para el tráfico de larga distancia estaba representada en las recuas de hueques utilizados para el transporte de las mercaderías. El nombre de estos animales empleados para llevar tinajas, granos, artesanías y minerales como la sal, se designaban con la palabra “Meñcuqueyum chi 87

Luis de Valdivia Arte de la lengua general op. cit: sin número de página Luis de Valdivia arte de la lengua general op. cit: sin número de página. 89 Luis de Valdivia arte de la lengua general op. cit: sin número de página. 90 Luis de Valdivia arte de la lengua general op. cit: sin número de página. 91 Diego de Rosales: 173. Agradezco esta indicación al profesor Daniel Quiroz. La cita se reproduce en el libro en coautoría de F. Goicovic- D. Quiroz De insulares a continentales: 77 88


53 hueque carnero de carga”92. Significativo es que junto con la identificación de hueque como el animal de carga, se advierta el uso de la voz eyum que se encuentra en la raíz del vocablo eyuncamañ que designa al mercader; asimismo se encuentra presente la voz meñcu, que designa al cántaro destinado a conservar granos y bebidas. “Mencue cantaro”. Es decir estos hueques se utilizaban para todo tipo de transporte a nivel local y de larga distancia. En el nivel local era esencial su empleo para trasladar las tinajas de chicha a los lugares de reunión social y en el nivel inter-regional para trasladar las mercaderías ya señaladas.

El uso de los hueques en labores de transporte fue consignado por Mariño de Lobera: “Y así el carnero que este capitán Vineo presentó a los del navío, iba cargado de regalos, cosa que admiró a los españoles por ser este animal mansísimo, y de hechura de camello, aunque el cuello era muy angosto y levantado, y la cabeza pequeña y sin cuernos..son de (más) utilidad por la lana que por trajin”93.

En 1600 el navegante Van Noort describe estos animales de carga en la isla Mocha, señalando que “Las mencionadas ovejas tienen cuellos muy largos y la lana es tan larga que casi les llega al suelo. Estas ovejas las usan para su trabajo, y para llevar carga. Cuando se cansan de trabajar no se les puede obligar a seguir ni a golpes”. En otro párrafo indicaba respecto de la comunidad isleña que “su tierra estaba bien labrada teniendo abundancia de dos tipos de ovejas. Un tipo como el nuestro y otras que son más grandes, la lana tan larga que les cuelga hasta el suelo, con cuellos largos. Son como nuestros burros, sus bestias de carga”94. La indicación en el testimonio de Lobera sobre la utilidad textil del hueque y sus alusiones al uso en el trajin o tráfico, debemos anotarla en el contexto de descripción de un hueque cargado con mercaderías. La capacidad de carga del guanaco domesticado para el transporte de arrias precolombino, se calcula que tenía una capacidad para llevar pesos menores de 30 a 40 kilos95, en relación a la mayor capacidad de transporte de lo animales europeos empleados por los conquistadores. La comparación de Van Noort de los hueques con una alzada de 1.50 metros a 1. 160 con los burros como bestias de 92

Luis de Valdivia arte de la lengua general op. cit: sin número de página Mariño de Lobera: 28 94 Ambas citas en Marijke Van Meurs “Isla Mocha un aporte etnohistórico”, en Actas del X Congreso Nacional de Arqueología Chilena, tomo I, Temuco 1991:196. Traducción del viaje de Van Noort publicado en Rótterdam en 1602 95 Murra 1979: 87. 93


54 carga, resulta también cualitativamente ilustrativa de la función especializada a los cuales se destinaba el meñcuqueyum chi hueque en el sistema productivo precolombino y protohsitórico.

Observado en perspectiva histórica el desenvolvimiento del sistema económico mapuche del siglo XVI, se delinean los rasgos más deslumbrantes de la civilización material mapuche desplegada en torno a las actividades agroganadera, manufacturera, minera y comercial. Entendiendo el concepto de civilización como el ordenamiento resultante en el plano del paisaje residencial, productivo y ceremonial; y la organización de un sistema de pautas que rigen las relaciones de acceso a los bienes de producción y las relaciones de intercambio de bienes entre diversos segmentos productivos y entre diversos espacios regionales. Algunas de cuyas facetas se han recopilado en esta investigación.


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57 EMPRESARIOS AGRICOLAS EN UNA ECONOMÍA EMERGENTE. LA ARAUCANIA, CHILE, 1900-194096 Jorge Pinto Rodríguez Departamento de Ciencias Sociales Universidad de La Frontera Temuco jpinto@ufro.cl Introducción En este trabajo nos proponemos examinar la formación y comportamiento de un empresariado agrícola que surgió en la antigua frontera mapuche en el siglo XX, luego de su ocupación por el Estado chileno. La llegada de éste provocó profundos cambios en la zona. Desde el punto de vista de la economía, un potente mercado interior nacido al alero de las nuevas ciudades que se fundan y las obras públicas que se emprenden, junto con las nuevas articulaciones externas de la economía local y regional, provocó una fuerte expansión, que estuvo acompañada del surgimiento de un empresariado regional que operó en la agricultura, la explotación del bosque, la ganadería, la industria molinera y el comercio. Hubo grandes, medianos y pequeños empresarios; hombres y mujeres dedicadas a estas actividades, como también colonos extranjeros, ocupantes nacionales y mapuches. Particular atención se prestará en esta oportunidad al aporte del empresariado agrícola al despegue de la economía regional y la responsabilidad que le cupo en su posterior estancamiento.

Elaborada en el marco del Proyecto de Investigación “Empresarios de la Araucanía”, financiado por el Fondo Nacional de Investigación Científica y Tecnológica de Chile (FONDECYT), dirigido por el autor de este artículo, presentaremos aquí sus primeros resultados97.

El Estado, expansión y depresión económica En 1900 el Estado chileno había concluido el proceso de ocupación de la Araucanía. Los mapuches que siguieron viviendo en la región fueron instalados en 96

Este trabajo fue presentado originalmente como ponencia a las VI Jornadas Interdisciplinarias de Estudios Agrarios y Agroindustriales, celebradas en la Universidad Nacional de Buenos Aires entre 11 al 13 de noviembre de 2009 97 El proyecto en cuestión lleva el Nº 1095052 y se ejecutará entre 2009 y 2011 en el Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad de La Frontera de Temuco.


58 reducciones que se ubicaron en la periferia de los centros urbanos y de los fundos, grandes, medianos y pequeños, que se constituyeron en la región. La mayoría de ellos, al igual que el resto de la población, transformó a la agricultura en uno de los pilares de la nueva economía fronteriza. Contrariamente a lo que pensábamos cuando iniciábamos nuestros estudios sobre el siglo XX, la llegada del Estado no desplomó a la economía regional, a pesar de de la desestructuración que provocó al espacio fronterizo que allí funcionaba desde los tiempos coloniales. Por el contrario, los primeros treinta años del siglo pasado fueron de expansión gracias al aumento considerable de la demanda de madera, trigo y otros cereales. Junto a esta demanda, el aumento del precio del trigo, tanto en el país como en el extranjero, estimuló la producción cerealera; además, la fertilidad del suelo hizo posible una productividad muy rentable y a bajo costo. Los comentarios aparecidos en la prensa de la época y en otros documentos hacían presumir un futuro esplendoroso para la región. La comisión que elaboró el Censo de 1907, aseguraba que Malleco y Cautín, generarían grandes riquezas debido a la fertilidad de sus suelos y a la abundancia de sus recursos naturales98, juicio que se repitió en otro documento de aquellos años99. Las dos primeras décadas fueron las de mayor rendimiento agrícola durante la primera mitad del siglo XX, rendimiento que sólo se alcanzó de nuevo en los años 50 gracias al uso de fertilizantes. Rafael Elizalde afirma que en los primeros años del siglo, la región producía unos 15 quintales métricos por hectárea, cifra que repiten otros autores100. Las exportaciones de cereales (trigo, cebada y avena) se mantuvieron con algunas irregularidades, pero siempre por sobre los valores que se habían logrado antes. Perú era el mayor comprador con 41.794 t de trigo y 1.820 t de harina aquel año101. Sin embargo, a partir de la crisis del 29 y, sobre todo, en la década del 40, estas empezaron a declinar en forma progresiva hasta prácticamente desaparecer. Uno de los hechos de mayor impacto para la agricultura fue la Primera Guerra Mundial. En el plano económico, sus efectos inmediatos provocaron cierta incertidumbre que afectó a los agricultores; sin embargo, la especulación y el alza de los precios que se produjo luego del estallido de la Guerra generó un escenario muy favorable para esta actividad, a pesar que los productores de la Frontera no recibieron todos los beneficios de esta situación102. Finalizada la Guerra, las exportaciones de trigo y cebada continuaron su ritmo habitual de alzas y bajas, mientras el precio registró, a partir de 1915, un incremento en su tendencia al alza en el mercado internacional que se prolongó hasta la crisis del 29, tal como se puede apreciar en el cuadro siguiente. Cuadro Nº 1. Evolución del precio medio anual de trigo y cebada en 98

Comentarios sobre las provincias de Cautín y Malleco formulados por la Comisión Central del Censo, Censo de la República 1907, Santiago, 1908, pp. 1072 y 1016. 99 Veritas comercial chileno 1912-1913. Guía de Información Comercial e Industrial de Chile. Comercio, Industrias, Agricultura, Salitre y Minería. Imprenta Sud-Americana, Santiago, 1913, pp. 1035 y 1098. 100 R. Elizalde, La sobrevivencia de Chile. Departamento de Conservación y Administración de Recursos Agrícolas y Forestales, Ministerio de Agricultura, Santiago 1958, pp. 23. 101 M. Mellado, El trigo en Chile, Cultura, Ciencia y Tecnología, Chillán 2007, pp. 25. 102 SOFO, Memoria de la Sociedad de Fomento Agrícola de Temuco 1939-1940. Imprenta San Francisco, Temuco, 1943, p. 29.


59 Londres, 1900-1920* (Base1900= 100) Trigo quart ingles Cebada quart de 480 libras ingles de 400 libras Años Precio Índice Precio Índice neto 100 neto 100 1900 26,11 100,0 24,11 100,0 1901 26,90 103,0 25,20 104,5 1902 28,10 107,6 25,80 107,0 1903 26,90 103,0 22,80 94,6 1904 28,40 108,8 22,40 92,9 1905 29,80 114,1 24,40 101,2 1906 28,30 108,4 24,20 100,4 1907 30,70 117,6 25,10 104,1 1908 32,00 122,6 25,10 104,1 1909 36,11 138,3 26,10 108,3 1910 31,80 121,8 23,10 95,8 1911 31,80 121,8 27,30 113,2 1912 34,90 133,7 30,80 127,7 1913 31,80 121,8 27,30 113,2 1914 40,11 153,6 26,11 108,3 1915 62,00 237,5 36,11 149,8 1916 68,90 263,9 51,10 211,9 1917 82,00 314,1 64,90 269,2 1918 81,70 312,9 58,90 244,3 1919 72,10 276,1 72,10 299,0 1920 80,60 308,7 90,90 377,0 Fuente: Oficina Central de Estadística, Sinopsis Estadística de la República de Chile, 1925, Sociedad Imprenta y Litográfica Universo, Chile, 1926, p. 117.

El aumento de la población, la creciente demanda de la pampa salitreras (hasta la década del 20) y de la zona central, también estimularon la producción y el alza del precio del trigo y la cebada en el mercado interno. Desafortunadamente, no contamos con registros de precios de otros cereales antes de 1928. El siguiente cuadro refleja el su alza en el mercado nacional. Cuadro Nº 2. Evolución del precio medio anual de trigo y cebada en Santiago y Valparaíso, 1907-1925*

Años

1907 1908 1909 1910 1911 1912 1913 1914

Trigo candeal Trigo blanco en Valparaíso en Santiago Precio Índice Precio Índice neto 100 neto 100 14 100 / / 17 121 / / 22 157 / / 19 136 16 100 16 114 18 113 21 150 17 106 24 171 18 113 31 221 24 150

Cebada Trigo blanco chevalier en del sur en Valparaíso (en Valparaíso carro) Precio Índice Precio Índice neto 100 neto 100 / / 15 100 / / 14 93 / / 15 100 / / 15 100 / / 18 120 / / 19 127 18 100 19 127 23 128 18 120

Cebada cervecera del país en Valparaíso Precio Índice neto 100 16 100 14 88 14 88 12 75 15 94 20 125 18 113 15 94


60 1915 54 386 38 238 31 172 33 220 22 138 1916 26 186 24 150 21 117 22 147 20 125 1917 27 193 26 163 22 122 21 140 16 100 1918 22 157 27 169 24 133 39 260 17 106 1919 / / 30 188 27 150 / / 28 175 1920 53 379 49 306 41 228 37 247 37 231 1921 / / 45 281 38 211 24 160 34 213 1922 53 379 43 269 36 200 25 167 37 231 1923 39 279 34 213 27 150 25 167 34 213 1924 43 307 37 231 30 167 43 287 42 263 1925 63 450 50 313 52 289 39 260 49 306 Fuente: Oficina Central de Estadística, Sinopsis Estadística de la República de Chile, 1925, Sociedad Imprenta y Litográfica Universo, Chile, 1926, p. 117.

En efecto, si en 1910 el precio del trigo blanco en Santiago era de $16, en 1925 había subido a $50 (313%). En el mismo período, la cebada alcanzó un alza promedio del 260%. En definitiva, ya sea por las exportaciones a los mercados internacionales o internos o por la incorporación de nuevas tierras a los cultivos, lo cierto es que la región se vio favorecida por una demanda que elevó los precios, amplió la extensión de las tierras cultivables y las cosechas. Si en 1910 la Araucanía producía alrededor del 20% de la avena y 5% del trigo del país, en 1930 estas cifras habían ascendido al 70% en el caso de la avena, y por sobre el 20% en el del trigo, mientras la producción de cebada se mantuvo prácticamente estable. Fue el período en que Malleco y Cautín pasaron a ser “el granero de Chile”. Este panorama tan favorable se desplomó rápidamente. Algunos autores presumen que el factor desencadenante de la caída fue la crisis de 1929, cuyos efectos se habrían observado muy negativamente en la agricultura regional. Aunque no se puede desconocer su impacto, diversos estudios hechos en aquellos años y en la segunda mitad del siglo XX llamaron la atención sobre otras situaciones que complicaron a la agricultura de la Araucanía. En primer lugar hay que tener en cuenta las transformaciones que se produjeron en Chile en los años inmediatamente posteriores a la crisis del 29. Una economía que hasta ese momento se había sostenido en las exportaciones de materias primas, buscó industrializarse para superar una serie de problemas que se venían anunciando desde fines del siglo XIX. Estábamos en los albores de la instalación del “modelo de crecimiento hacía adentro”, sostenido en una industrialización que apuntaba a sustituir los productos adquiridos en el extranjero por otros producidos en Chile. Diversos factores que no viene al caso analizar ahora, provocaron una reconversión económica que echó por tierra el propósito por el cual el Estado ocupó la Frontera. Efectivamente, uno de los factores que más incidió en la ocupación de la Araucanía tuvo relación con la necesidad de fortalecer el modelo exportador, afectado casi 80 años antes por su primera crisis, ocurrida en 1857. El interés por las exportaciones se reflejó rápidamente en el carácter de la nueva economía fronteriza. Llamada el “triguero de Chile”, la producción regional elevó el ritmo de las exportaciones y le dio nuevos bríos, justamente cuando ya se empezaban a complicar por la escasa competividad de nuestra agricultura. ¿Qué posibilidades tenía entonces de seguir expandiéndose cuando toda la atención de los gobiernos se volcó a la industria? ¿Podía la región soportar una reconversión económica que transformara su agricultura


61 en un soporte de la actividad industrial que tanto interesaba en ese momento? Lo sucedido más adelante demuestra que no pudo hacer lo uno ni lo otro. Por otra parte, la fuerte expansión de la producción agrícola fue producto de una ampliación de los terrenos agrícolas, a costa de la quema de bosques, y a una explotación intensiva de los suelos. Este último hecho provocó un desgaste de la tierra que se vio afectada también por los efectos erosivos de la desaparición de los bosques, sobre todo en aquellas zonas con pendientes, tan comunes en la región. De acuerdo a un estudio de los años 50, los suelos planos en la Araucanía llegaban sólo a las 120 mil ha., contra 1.390.000 de terrenos con lomajes o cerros103. La ausencia de inversión, mecanización y uso de fertilizantes complicó aún mas las cosas. Los rendimientos cayeron peligrosamente, por debajo de la media nacional, con evidentes perjuicios para los agricultores. Los precios nunca se ajustaron tampoco a sus aspiraciones. A fines de los años 20 el gobierno optó por establecer bandas de precios que, a juicio de los agricultores de la zona, nunca consideró los costos de producción ni las particularidades de la región. Según ellos, el Estado poco se preocupó de su situación en momentos en que las cosas no marchaban bien. Para colmo, la ausencia de bodegas en las estaciones de ferrocarriles y las propias deficiencias del sistema de transporte conspiró contra una actividad que de modo muy evidente había contribuido al despegue de la economía regional. La agricultura terminó así estancándose cuando la economía nacional iniciaba un repunte de la mano ahora del “modelo de crecimiento hacia adentro”. Algunos autores han reconocido que la activación de la industria y la disminución de las exportaciones llevaron con el tiempo a un deterioro relativo en las relaciones sectoriales en detrimento del campo104. Paulatinamente la agricultura tradicional comenzó a perder importancia en el conjunto de la producción chilena. Las cifras indican una reducción importante de su participación en el PIB entre los años 1930 y 1960105. Al término de los 50, distintos autores señalaban que la agricultura chilena estaba en una situación de estancamiento, dada la disminución de la producción por habitante106. En lo que a la Araucanía se refiere, tanto la producción de avena como la de trigo, frenaron su crecimiento. Esto obligó al país a importar trigo, con evidente perjuicio para los productores de la región. Cambios en la propia agricultura los afectó aún más. La producción de cereales perdió importancia mientras aumentaba la de frutas y plantas industriales (remolacha, raps y maravilla). Aparentemente, los agricultores de la zona no pudieron transformar estos cambios en un estímulo que los alejara de la 103

R. Prado, “Cultivos anuales y posibilidades agrícolas de la provincia de Cautín”, en R. Ferrando, 1956, pp. 43 y 44. 104 S. Gómez y J. Echeñique, La Agricultura Chilena, las Dos Caras de la Modernización, FlacsoAgraria, Santiago 1991, pp. 42. 105 La participación de la agricultura en el PIB medida nominalmente, sólo está disponible desde 1940 e indica los siguientes porcentajes: para 1940 14%, 1950 12% y 1960 10%. Mientras en los años 30 la actividad agrícola representaba aproximadamente el 10% del PIB, en los 60 alcanzó un 5,5. J. Díaz, R. Lüders y G. Wagner, La república en cifras. Chile, 1810-2000. Manuscrito para presentación al Banco Central de Chile, 2002. 106 J. Díaz Bahamonde, “Agricultura chilena, 1928-1960: productividad y exportaciones”, p. 3, accesible a texto completo en formato digital, http://sechi.facea.uchile.cl/sechi/invitados_1/Diaz_jgdb.pdf


62 tormenta. La ausencia de créditos, otra de sus quejas más reiteradas, les impidió disponer de un salvavidas que los salvara de las turbulencias del momento.

El empresariado agrícola

Tan pronto concluyó la resistencia indígena y el Estado pudo instalarse en la zona, en los albores del siglo XX, se inició la formación de un empresariado agrícola. Fue un empresariado, en el sentido más amplio de la palabra, diverso económica, cultural y étnicamente diverso.

Desde luego hubo grandes empresarios que acumularon tierras por medios muy variados, casi todos al margen de la ley. La mayoría compró tierras fraudulentamente a mapuches, se apropió de otras pertenecientes a colonos nacionales o extranjeros o simplemente movió influencias ante el Estado para obtener otras por donación o en remates. En algunos casos, obtenía tierras por medio de los abogados que se pagaban con tierras pertenecientes a las comunidades mapuches cuando estas entraban en litigios y requerían de sus servicios. Las tierras obtenidas por estos abogados eran vendidas a propietarios siempre dispuestos a expandir sus propiedades. La idea del Estado era instalar en la zona colonos que explotaran propiedades de unas 40 hectáreas, cifra que los grandes empresarios agrícolas superaron largamente. No fueron escasas las propiedades que hacia 1910 ya acumulaban más de dos mil hectáreas.

Junto a estos grandes propietarios coexistían medianos y pequeños agricultores, cuyas actividades empresariales se reducían a la producción de trigo, avena u hortalizas que colocaban en el mercado a través comerciantes que recorrían la zona comprando aquellos productos u operaban desde los centros urbanos a través del anticipo de dinero que recuperaban con productos de la tierra. Era una especie de “compra en verde” regida por acuerdos de palabra o notariales que dio origen a numerosos pleitos judiciales.


63 La mayoría de ellos, ya se trate de grandes propietarios, como de medianos y pequeños, compartían las prácticas agrícolas con otras actividades. En el caso de los grandes, la mayoría incursionó en el negocio de la madera y de los molinos de trigo. Esta última actividad era muy importante para ellos, pues les permitía aprovechar su propia producción para la fabricación de harinas, que se nutría también de lo que lograban comprar a los medianos y pequeños productores. Por esta vía, estos últimos quedaron indirectamente vinculados a la actividad molinera, de cuya demanda dependía a veces la suerte de su producción. Tampoco dejaron de practicar la ganadería. Algunos grandes propietarios se convirtieron en prósperos estancieros que destinaron la mayor parte de sus tierras a la crianza de ganado. En 1917 las provincias de Malleco y Cautín disponían de una interesante masa ganadera, tal cual se puede apreciar en cuado Nº 3.


64 Cuadro Nº 3. Masa ganadera de las provincias de Malleco y Cautín, 1917 Provincias Caballares Asnales Mulares Vacunos Ovejunos Cabríos Porcinos Malleco 14.774 260 663 106.427 97.927 2.835 15.4442 Cautín 18.302 699 874 100.082 147.598 14.117 24.596 Total país 403.013 36.069 52.185 2.029.942 4.182.919 375.828 35.506 Fuente: Anuario Estadístico de la República de Chile. Agricultura, Vol. VII, 1916-1917, p. 104.

En el caso de los vacunos, Malleco y Cautín formaban parte del grupo de 10 provincias que superaban las 100 mil cabezas. Este grupo era encabezado por Llanquihue con 208 mil animales, seguido de Valdivia con 183 mil, Colchagua con 179 mil, Santiago con 165 mil y Talca, Curicó, Linares, Bio Bio, Malleco y Cautín con cifras ligeramente superiores a las cien mil cabezas. Con relación a los ovejunos, Magallanes encabezaba la lista con una cifra inalcanzable para las restantes provincias: 1.865.476 cabezas. A enorme distancia estaba el grupo al que se podría incluir Cautín, con una masa de 150 a 200 mil animales. Malleco estaba un poco más atrás, pero con una cantidad de cierto peso en el país. La producción de lana de ambas provincias era también interesante, como así mismo su producción lechera, aunque esta última estaba más lejos de la producción de las provincias en las cuales la industria lechera había alcanzado un mayor desarrollo107. Por aquellos años se reconocía que esta tenía en la crianza de ganado una de sus principales riquezas108. Datos de los años siguientes, demuestran que hasta 1930 la ganadería en Malleco y Cautín no perdió importancia, aumentando incluso su participación en las cifras nacionales109.

A comienzos de la década del 20 cada pueblo de la Frontera tenía su Feria de Ganado, donde se transaban los animales que luego se enviaban a los centros de consumo. En 1921 una sola compañía, la Sociedad de Ferias del Sur, controlaba las de Temuco, Lautaro, Loncoche y Carahue, abriendo un campo al empresariado regional no menos importante110. Al margen de estas ferias, hubo otros empresarios que transformaron la ganadería en uno de sus principales rubros. Uno de ellos fue Juan Schleyer, quien poseía en 1920 los fundos Santa Ana en 107

Dirección General de Estadística, Anuario Estadístico de la República de Chile. Agricultura, Vol. VII, 1916-1917, p. 104. 108 E. Poirier, 1910, p. 478. 109 Véase, por ejemplo, los Anuarios Estadísticos de la República de Chile de los años siguientes preparados por la Dirección General de Estadística. 110 A. Márquez, Libro Internacional Sud-Americano del Norte y Austral. Sección Comercial Chilena, Tomo II. Edición Española, Santiago, Chile, 1921, p. 679


65 Freire, El Sueño en Villarrica, Chacamo y Las Praderas en Ranquilco y Moncul en Puerto Saavedra, en todos los cuales tenía criaderos de animales finos y razas lecheras111. La misma importancia prestó a la ganadería Duhalde y Compañía, sucesores de Duhart Hermanos y Compañía, dueños del criadero Esperanza en Puerto Saavedra. La Compañía se había instalado en 1908, convirtiendo a su criadero en uno de los más importantes de la zona y del país. Importaban de Inglaterra toros de fama mundial como el “Linksfiel Champion”, lo que les permitió lograr grandes premios y varios champions en diversas exposiciones de animales. Según datos que aportan la fuente que estamos utilizando en los fundos Esperanza, Nehuentúe y Tranapuente engordaban de 4 a 5 mil animales vacunos e igual cantidad de lanares cada año112. La masa ganadera de esa zona fue, seguramente, la que convirtió a la Feria de “Bella Vista” de Nueva Imperial en una de las más importantes de la Araucanía113. La actividad ganadera incidió en la agricultura más tradicional, orientada al cultivo de cereales, pues las tierras que debían dedicarse a la producción de talaje no eran pocas. Así mismo, el alto número de ovinos da cuenta de la prolongación de la actividad textil practicada por los mapuches, que hizo famosos los ponchos araucanos en todo el cono sur del continente. Por último, la importancia que adquirió la cría de porcinos se explica por una industria que, aunque no alcanzó nunca una dimensión comparable a la que adquirió en otras provincias del sur, logró alguna relevancia en la zona: la fabricación de cecinas y embutidos para el consumo local. Hubo algunos empresarios que se dedicaron a la engorda y compra y venta de cerdos, estimulados por este tipo de fábricas. Entre los más importantes de los primeros años del XX tendríamos que citar a Alvaro Carril, cuya Bodega Agrícola de Temuco además de vender frutos del país, cueros, lana, crin y cera, ofrecía engorda y compra-venta de cerdos, lo mismo que ocurría con la tienda y almacén de Pedro Pérez, ubicado en Quepe, que ofrecía compra y venta de cerdos al por mayor y menor114.

111

A. Márquez, Libro Internacional Sud-Americano del Norte y Austral. Sección Comercial Chilena, Tomo II. Edición Española, Santiago, Chile, 1921, p. 684. 112 A. Márquez, Libro Internacional Sud-Americano del Norte y Austral. Sección Comercial Chilena, Tomo II. Edición Española, Santiago, Chile, 1921, pp. 692-694. 113 A. Márquez, Libro Internacional Sud-Americano del Norte y Austral. Sección Comercial Chilena, Tomo II. Edición Española, Santiago, Chile, 1921, p. 685. 114 D. Aranda, Anuario Comercial Hispano-Chileno, año 1924-1925. Imprenta Selecta, Santiago, 1925, pp.259 y 267.


66 Algunos empresarios agrícolas se desenvolvieron muy exitosamente por la diversificación de sus actividades. Un caso típico fue el de Pablo Ruedi, empresario de Curacautín. Su actividad principal era la molinería, que lo vinculaba estrechamente a la agricultura y a la producción de energía eléctrica. Tenía almacén en el pueblo y en algunas de sus haciendas destinaba parte de sus tierras a la crianza y engorda de ganado. Tenía una lechería y fábrica de queso, pero ninguna de las dos alcanzó el volumen que tuvieron sus actividades vinculadas a la agricultura, producción de harinas y elaboración de maderas115.

En la zona de Freire tuvieron cierta notoriedad los agricultores y crianceros Carlos Schleyer y Alfredo Reichert. El Fundo Santa Rosa, de don José Manríquez, ubicado en Pillanlelbún también destinaba parte de sus tierras a la crianza de vacunos y ovejas, pero siempre como complemento a la actividad agrícola116. Juan Harcha tenía en Pitrufquén un criadero de ovejunos, y en Perquenco existía una Quinta Granja Modelo, de Nicanor Martínez, con una sección especial para la crianza de conejos y chinchillas, valiosos por su piel, pero no logró desarrollarse117.

Los pequeños y medianos agricultores no tenían las mismas facilidades para incursionar en otros rubros. La ganadería fue, tal vez, la que mejor se prestó para una diversificación de sus actividades. Criaban ovejas y cerdos que vendían a comerciantes que los trasladaban a las ferias de ganado o simplemente los destinaban al consumo, como complemento de la dieta.

Las fuentes que manejamos dejan la impresión que tanto los pequeños como medianos agricultores no pudieron escapar de las acciones de los grandes propietarios, siempre dispuestos a apropiarse de sus tierras y de comerciantes que se apoderaban de su producción. En este sentido, muy vinculados a la agricultura estuvieron estos comerciantes, cuyo éxito dependía del manejo que tuvieran con ellos. Un

caso de

extraordinario interés para nosotros es el de Pedro Mainguyague, un colono francés establecido en Temuco en 1890, que incursionó en diferentes negocios con audacia y 115

F. Pinto Sepúlveda, El Album-Guía Histórico del Cincuentenario de Temuco. Imprenta Letelier, Temuco, 1931, p. 330. 116 F. Pinto Sepúlveda, El Album-Guía Histórico del Cincuentenario de Temuco. Imprenta Letelier, Temuco, 1931, p. 367. 117 F. Pinto Sepúlveda, El Album-Guía Histórico del Cincuentenario de Temuco. Imprenta Letelier, Temuco, 1931, pp. 384 y 388.


67 especulando con el crédito. En su caso, fue esa actitud y no la cautela lo que le permitió desenvolverse con bastante éxito en esa compleja economía que funcionaba en la Araucanía.

Poco después de llegar a Temuco, Mainguyague instaló un negocio de abarrotes y artículos de tienda que llamó “La Estrella”, que convirtió también en depósito de compra y venta de trigo, lingue y frutos del país118. Este pudo haber sido el punto de partida de su exitosa carrera como comerciante; sin embargo, la enorme cantidad de juicios por cobros de pesos en que se vio envuelto hacen presumir que el negocio del préstamo de dinero o adelantos en mercancías con cargo a las cosechas de medianos y pequeños propietarios, contribuyó de manera significativa a consolidar su fortuna. En este tipo de operaciones aparece ya en 1892, es decir, a poco de llegar. Ese año prestaba dinero bajo la firma comercial Mainguyague Hermanos, que después figura como Mainguyague y Acherito, valiéndose de pagarés especialmente confeccionados para este propósito, o simplemente mediante vales que redactaba a mano y que consignaban la cifra prestaba, el medio de pago y las firmas de los deudores y un par de testigos conseguidos por este comerciante119.

En 1895 puso término a la sociedad con Esteban Acherito. Ambos eran comerciantes, con tiendas instaladas en Temuco. Mainguyague era propietario del ya mencionado almacén “La Estrella”, ubicado en Andrés Bello esquina Arturo Prat, denominado en la sociedad “negocio grande”, mientras Acherito tenía “un negocio chico”, contiguo al anterior, que asoció a “La Estrella”. Al disolverse la sociedad, cada uno quedó dueño de la tienda que poseía, dedicándose separadamente al comercio120. A partir de ese momento, Mainguyague figura sólo en todas los negocios que emprendió.

118

Guía de Información Comercial e Industrial de Chile. Comercio, Industrias, Agricultura, Salitre y Minería. Imprenta Sud-Americana, Santiago, 1913, p. 1103; y Juicio entre Pedro Mainguyague y Rosa Ñañallao, Cobro de Pesos, Temuco, 8 de marzo de 1913. Archivo Regional de la Araucanía (ARA), Archivo Primer Juzgado Civil de Temuco (APJCT), UC, 129. 119 Cobro de Pesos. Pedro Mainguyague con José del Carmen Cifuentes, octubre de 1892, ARA, APJCT, UC, 14 y Cobro de Pesos. Pedro Mainguyague con Vicente Contreras, 27 de marzo de 1894. ARA, APJCT, UC, 11. 120 Disolución de Sociedad. Pedro Mainguyague y Esteban Acherito. Este documento se encuentra en una carpeta titulada Causa Civil, Cobro de Pesos, Pedro Mainguyague con Juan Trecamán, ARA, APJCT, UC, 25.


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Las fuentes lo muestran como un hombre que especulaba con el crédito, particularmente con mapuches que llegaban hasta su negocio en busca de recursos antes de las cosechas. Eran préstamos relativamente bajos, de cien o doscientos pesos, pero que sumados al término del año hacían gruesas sumas de dinero. Por este procedimiento obtenía trigos y otros productos a muy bajo precio, por debajo de los que se pagaban en el mercado, que después vendía a precios reales. Es difícil calcular sus utilidades, pero la frecuencia con de los préstamos que otorgaba hace presumir que debieron ser muy rentables para él. Aunque en Temuco funcionaban seis casas de préstamos y en cada pueblo de la región existían dos o tres, “La Estrella” debió ser una más, manejada con la habilidad de un especulador que conocía bien el negocio121.

Mainguyague recuerda a los viejos conchavadores que articulaban la economía indígena con la economía capitalista, cuando ya el espacio fronterizo empezaba a desaparecer. Una parte importante de sus clientes eran mapuches, todos pequeños propietarios o miembros de comunidades, que le garantizaban anualmente unas 20, 30 o 50 fanegas de trigo por cada uno. Con el monto que reunía podía transar con los molinos locales o agentes de las grandes compañías sin más esfuerzo que esperar las pequeñas remesas que le llegaban de sus deudores. Aquellas compañías también anticipaban recursos con cargo a las cosecha; pero, en el caso de Mainguyague no intervenía ningún agente o intermediario, por lo tanto, todas las utilidades pasaban directamente a sus manos. En ninguna Guía de la época aparece como propietario, como tampoco en los juicios revisados reclama propiedades. La tierra no le interesó, su negocio eran los negocios, montados sobre la audacia y especulación.

En 1913 incursionó en un negocio mayor. Ese año formó con Arturo L. de Guevara y Emilio Goyeneche una Sociedad Comercial Colectiva para explotar por tres años “La Feria Agrícola de Temuco”, cuyo capital inicial fue de $ 120.000, $ 40 mil de los cuales aportó Mainguyague, $ 10 mil Goyeneche y $ 51.559, 50

121

En ARA, APJCT, hay diferentes expedientes por Cobro de Pesos que sustentan estas apreciaciones. Hemos revisado alrededor de 100 Unidades de Conservación entre 1900 y 1915 en las cuales Mainguyague aparece con una regularidad sorprendente.


69 Guevara, monto este último en que se estimó las existencias y enseres de la Feria, que originalmente pertenecían a él. El saldo para llegar a los $ 120 mil ($ 18.450,10), correspondían al capital y derecho de funcionamiento de la Feria.

La Feria se dedicada a la compra y venta de ganado, negocio que Mainguyague conoció en sus relaciones con sus deudores, en el trato directo que tenía con ellos, dueños de uno o dos animales que a veces tenían que vender para cubrir sus gastos. Su aporte de $ 40 mil pesos en 1913 demuestra que disponía de un capital no despreciable que amasó en torno a “La Estrella”, vendiendo mercaderías y prestando dinero a cuenta de futuras cosechas.

En 1919 vuelve a aparecer en el negocio de venta de animales, esta vez formando la Sociedad Mainguyague y Jacques a cargo de la Feria de Victoria; sin embargo, el apellido Mainguyague no se perpetuó en la Araucanía. Desconocemos que ocurrió finalmente con este comerciante vasco-francés que llegó a la Frontera en 1890 y que luego desapareció cuando los juicios dejaron de hablar de él122.

El problema de la propiedad agrícola No cabe duda que uno de los problemas que más afectó a la agricultura regional fue el carácter que adquirió la propiedad agrícola. Hemos anticipado que el proyecto del Estado al ocupar estas tierras fue instalar una agricultura intensiva sostenida en la pequeña propiedad de 40 u 80 hectáreas. Sin embargo, no pudo impedir la constitución de la gran propiedad que echó por tierra la utopía agraria de fines del XIX. Hacia fines del período que cubre nuestro estudio, un porcentaje importante de los terrenos agrícolas estaban concentrados en pocas manos. De acuerdo a un censo agrícola de 1955 cerca del 45% de los predios tenían más de 500 hectáreas, de los cuales más del 70% superaba las mil hectáreas, no siendo pocas las que superaban las dos mil. La pequeña y mediana propiedad había sido relegada a un segundo plano123. 122

Pedro Mainguyague falleció en Temuco 1933, convertido en un hombre de prestigio y solvencia económica. El Diario Austral de Temuco publicó una nota necrológica dando cuenta de su aporte al desarrollo regional. 123 Luis Picasso, “La propiedad agrícola y su extensión”. En Ricardo Ferrando, Seminario de Investigación sobre el desarrollo de la provincia de Cautín, Temuco, 1956. Agradezco al prof. Iván Inostroza, Director del Archivo Regional de la Araucanía, haberme facilitado una versión digitalizada de este documento.


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De acuerdo al mismo estudio citado, la gran propiedad era la que permitía con mayor facilidad una diversificación de las actividades económicas. Explotados los fundos con mano de obra asalariada o por intermedio de inquilinos o medieros, agregaba a los cultivos tradicionales (cereales en su mayoría), la crianza de ganado y la actividad maderera. Fue la fuente de enriquecimientos de aquellas familias que acumularon tierras desde comienzos del siglo XX.

A juicio del autor que venimos citando, las propiedades pequeñas y medianas ofrecían diversos problemas, relacionados la mayoría con la escasa capacidad de sus propietarios para modernizar sus prácticas agrícolas. Varios de los pequeños propietarios se ubicaban en lugares próximos a los centros urbanos, como hurtos familiares que eran sometidos a una agricultura semiintensiva para surtir de hortalizas, frutas, huevos, etc., a ciertos centros de consumo. El problema era más grave en aquellos distritos alejados de los centros de consumo, “por lo general con malos caminos, ubicados en suelos accidentados, haciendo imposible todo cultivo intensivo y cuyo propietario de 8, 10 ó 15 hectáreas o más, por un imperativo superior, debe sembrar anualmente cierta cantidad de trigo, para alimentar a su familia, explotando el resto de suelo dentro de condiciones económicas miserables que terminan, en pocos años, por desnudar la tierra de su capa orgánica, convirtiendo a la pequeña propiedad en lo que la economía agraria llama propiedad “consuntiva”124. La mayoría de estos pequeños propietarios se vieron obligados a abandonar sus tierras y dedicarse al pequeño comercio o buscar un empleo trasladándose a las grandes ciudades, como ocurrió con un importante segmento de la población mapuche. El autor recomendaba como extensión ideal para la práctica de la agricultura una propiedad que no superara las 600 hectáreas y que no fuera inferior a las 100.

¿Un fracaso del empresariado agrícola? Está claro que a partir de los años 40 se detiene la expansión económica y la agricultura regional empieza a verse seriamente afectada por las situaciones que

124

Luis Picasso, “La propiedad agrícola y su extensión”.


71 comentamos hace un momento. ¿Cupo en esto alguna responsabilidad al empresariado regional?

El estado de avance de un proyecto de investigación sobre el empresariado de la Araucanía permite afirmar que algunos estudiosos del tema y no pocos empresarios, creen que tuvieron una alta cuota de responsabilidad. Señalan que se trató de un empresariado que disfrutó de los beneficios de la bonanza para reclamar el apoyo del Estado en los tiempos difíciles. Algunos, más agudos todavía, señalan que se trató de un empresariado “depredador” que explotó los recursos naturales sin preocuparse de lo que pudiera ocurrir en el futuro. Poco dispuestos a invertir, no lograron sentar bases más sólidas para una agricultura que siguió atrapada por prácticas muy tradicionales y que le concedieron escasa competitividad cuando los precios caen o se contrae la demanda. Por lo mismo la región no pudo retener a su población, provocando un éxodo de la misma, particularmente de los más jóvenes.

Un estudioso de la época precisó, además otros problemas que tienen relación con la actitud del empresariado agrícola. Textualmente, enumeró los siguientes: “1º Las superficies anuales de cultivo de cereales y barbechos desnudos son demasiado elevadas, efectuándose una gran proporción de siembra en suelos que no son agrícolas, por su pendiente, superior a 18 % y, además, se practican en suelos que no tienen aptitudes para cultivos, sino que para empastadas. A estas causas se debe la erosión que ya se manifiesta en todos los sectores de la provincia”. “2º El exceso de pequeños agricultores, con predios hasta de 20 Hás., que exceden de 2.000, vive de una explotación agropecuaria de subsistencia que apenas cubre sus necesidades biológicas. El enorme número de propietarios pequeños con superficies hasta de 50 Hás., que obtienen escasa entrada de sus predios, les ha impedido adquirir implementos agrícolas modernos para el trabajo de la tierra, por lo que estas son sembradas en pésimas condiciones de preparación, dominando en ellas las malezas sobre los cultivos, especialmente la chépica. Por otra parte, el exceso de tierra en poder de un bajo número de agricultores, en las propiedades de más de 1.000 Hás., determina un aprovechamiento insuficiente de los suelos, ya por falta de preparación, ya por falta de capitales, o muchas veces, porque no precisan obtener mayores ingresos”. “3º La fertilización de los suelos es insuficiente, pues no alcanza a cubrir las necesidades de las áreas anuales de cultivo, efectuándose, en consecuencia, una proporción enorme de cultivos sin ninguna fertilización. En lo que respecta al fósforo, esta deficiencia es de la


72 mayor importancia, pues, los suelos de Cautín son pobrísimos en este elemento y muestran a su vez una gran cantidad de fiero y alúmina, los que insolubilizan el fósforo a pocas horas de haber caído en la tierra, dejándolo así inasimilable para las plantas, a menos que haya gran cantidad de materia orgánica en descomposición”. “4º La práctica generalizada del barbecho desnudo para el cultivo del trigo y demás cereales, que alcanza a 100.000 Hás anuales, motivada en parte por razones climáticas, principalmente en el sector Norte de la Provincia, y en suelos de lomas pronunciadas, debe ser eliminada, porque mantiene, en primer lugar, el suelo sin uso buena parte del año y, en segundo lugar, provoca el desequilibrio de su estructura y compromete su fertilidad”. “5º Los recursos forrajeros son escasos y de calidad inferior ya que las praderas artificiales, base esencial del perfeccionamiento de la producción agropecuaria, ocupan un bajo porcentaje dentro de la enorme superficie dedicada a las explotaciones ganaderas. Esta es la causa primera de la pérdida de fertilidad de los suelos y de los bajos rendimientos de los cultivos”. “6º A las plagas, enfermedades, malezas que afectan el desarrollo de los cultivos no se les da la importancia que merecen; son mal conocidas y, en general, se desconocen los métodos para controlarlas”. “7º El bajo nivel de necesidades de la población rural, consecuencia inmediata de las deficientes condiciones de vida, social, cultural y sanitaria de las familias de los inquilinos, pequeños agricultores, hijueleros, y comuneros indígenas, no crea en ellos el incentivo necesario para esforzarse en producir más y mejor, ni tampoco la iniciativa para buscar los recursos técnicos y económicos que informan la política de fomento agropecuario”. “8º La política estatal de fomento agrícola, orientada puramente con fines económicos, para salvar la situación de momento se realiza sin sentido social y prescindiendo absolutamente de la realidad rural, ha conseguido parcialmente su objetivo, pues apenas ha logrado mantener estable los índices de producción, al beneficiar solamente a las explotaciones agropecuarias de lucro o comerciales, que se desarrollan en los predios de mayor cabida y, en cambio, no ha influenciado mayormente a las explotaciones agropecuarias de subsistencias de los pequeños agricultores. La consecuencia inmediata de esta política ha sido que, mientras los primeros prosperan y acusan substanciales progresos técnicos, posibilitando la existencia de un grupo de agricultores económicamente fuertes e influyentes, la otra ha experimentado un acentuado retroceso, creando una gran masa de agricultores pobres, incultos, y con un nivel de necesidades que apenas cubre sus exigencias biológicas”125. 125

René Prado Solís, “Cultivos actuales y posibilidades agrícolas de la provincia de Cautín”. En Ricardo Ferrando, Seminario de Investigación sobre el desarrollo de la provincia de Cautín, ya citado.


73

Hubo otra situación que también afectó a la agricultura y que, en buena parte, fue producto de la actitud del empresariado regional. Hemos sostenido que la mayoría de los grandes empresarios diversificaron sus operaciones. Junto a la agricultura practicaron la ganadería y la tala de bosques para insertarse en el negocio de la madera. En ninguno de los casos lograron modernizar sus operaciones. La región ofrecía buenas condiciones para la crianza y engorda de ganado por lo que pudo haber desarrollado una industria asociada a la producción de leche y lácteos en general. Sin embargo, no lo logró. El principal negocios para los ganaderos consistió en colocar sus ganados en las ferias de animales de la zona, sin incorporar valor agregado a un recurso que pudo impulsar una industria que habría fortalecido los lazos entre la agricultura y la ganadería. En este sentido tampoco se hizo un esfuerzo por desarrollar la industria del cuero, casi inexistente en la región.

Lo mismo ocurrió con la madera. A pesar de que el gobierno desde comienzos del siglo XX llamó la atención respecto de la necesidad de cautelar este recurso y evitar el talaje indiscriminado, la mayoría de los agricultores que se vincularon a esta actividad cortaron el bosque que existía en sus pertenencias o en las montañas aledañas para vender madera y despejar sus campos para el cultivo del trigo, sin reparar en los daños que provocaban. Dado el carácter del relieve, conformado por suaves lomajes, esta práctica agudizó el problema de la erosión, castigando severamente los suelos agrícolas.

Los dos últimos hechos que comentamos dejan la impresión de que se trató de un empresariado con poca visión de futuro, movido por intereses cortoplacistas, que afectaron a la agricultura regional. En el caso de la madera siempre protestaron contra el gobierno por el escaso apoyo que recibían en términos de mejorar el tráfico ferroviario y las condiciones del transporte, sin comprometerse ellos mismos en resolver problemas que afectaban a sus propias actividades. Los trigueros asumieron una actitud parecida. Reclamaban la construcción de bodegas en las estaciones ferroviarias y agilización en el transporte, pero sin asumir ellos algunas inversiones que iban en su propio beneficio. Ambos, madereros y agricultores se enfrascaron, además, en diversas disputas que poco contribuyeron a generar un clima estimulante para las actividades económicas. Los agricultores, por ejemplo, que no tenían molinos exigían a los dueños de éstos pagar altos precios por el trigo, mientras los molineros trataban de bajarlos cuanto pudiesen.


74 Estos conflictos impidieron que ambas actividades pudieran acoplarse más armónicamente, con evidente perjuicio para la región.

Los madereros tuvieron el mismo tipo de conflicto con los industriales de la construcción. Para estos últimos mientras más bajos fueran los precios de la madera, mayores eran sus utilidades, baja que naturalmente afectaba a los productores de la zona. Desde comienzos de siglo estos últimos se quejaron reiteradamente de esta situación, denunciando los intentos de perjudicarlos aún más mediante la importación de maderas desde el extranjero.

Aunque estos problemas fueron reales, las fuentes dejan entrever que pocas veces los empresarios agrícolas estuvieron dispuestos a ciertos sacrificios que disminuyera sus utilidades, pero que beneficiara a la actividad y, a la larga, a ellos mismos. Esta impresión se confirma al examinar su disposición para traspasar experiencia empresarial a los pequeños y medianos productores que aportaban un alto porcentaje a la producción regional.

Hemos dicho que la agricultura se sostuvo en la producción de grandes, medianos y pequeños productores. Los primeros lograron incorporar técnicas más modernas y prácticas empresariales más de acuerdo con los tiempos. Sin embargo, no fueron capaces de transmitir estas experiencias a los medianos y pequeños productores. Sobre todo los últimos, cuyo aporte a la producción regional no era menor, se mantuvieron como campesinos tradicionales, con escasa disposición al cambio, con exiguas utilidades y siempre expuestos a peder sus tierras. En este sentido poco pudieron ayudar a modernizar una actividad que quedó atrapada en el pasado, más aún por los bajos salarios que se pagaban en el campo lo que atentó, sin duda contra la constitución de un mercado interior capaz de dinamizar la economía.

La agricultura ha enfrentado en el curso del siglo XX problemas que tienen relación con sus dificultades para sumarse a los vertiginosos cambios impuestos por el capitalismo. Alexander Chayanov lo observó nítidamente en la Unión Soviética en los albores de la Revolución Rusa, situación que, a nuestro juicio, se repite en América Latina. Algunos autores hablan de la “clase incomoda” al referirse a este sector. Las visiones de un desarrollo dual que predominaron a mediados del siglo pasado daban


75 cuenta de la presencia de dos economías muy desiguales: una, la urbana e industrializaba que mostraba evidentes signos de modernidad y, otra, la rural, que se había quedado en el pasado. ¿Por qué la primera no logró arrastrar a los cambios a la segunda? ¿Qué papel jugaron en este aspecto los empresarios agrícolas que estaban en condiciones de iniciar los procesos modernizadores del agro?

En esencia conservadores, los de la Araucanía no estuvieron dispuestos a hacerlo; al menos, parecen no haberlo intentado. Tampoco los acompañó el Estado con políticas que tuvieran en cuenta esta situación y que intentara remediarla mediante planes de apoyo y créditos blandos. A la larga, una serie de factores se conjugaron para que la próspera agricultura de las primeras décadas del siglo pasado se convirtiera en la Araucanía chilena en una actividad que ofrecía pocas expectativas para la economía regional.

Al terminar el período que estamos estudiando el diagnóstico sobre lo que ocurría en la región no pudo ser más lapidario.

“Se ha producido un estado de preocupación en los elementos directivos regionales, señalaba el autor de este diagnóstico”, ante el lento ritmo de crecimiento de la población de esta zona, en circunstancias de que no ha decrecido su natalidad, que sus actividades, fundamentales siguen adelante, y que su densidad es de un orden inferior. En algunas, ciudades que tuvieron record de crecimiento rápido entre las demás del país, la cifra de población se ha estagnado”. “Las causas de este hecho son, principalmente, la falta de trabajo en razón de la carencia de industrias, la entrega a la atracción del centralismo y la captación de elementos humanos para otras zonas, que aquí se hace con diversos fines”. “S e manifiesta, este hecho del siguiente modo”. 1) “Emigración de obreros madereros y agrícolas a la zona sur argentino. 2) Cambio de residencia a Santiago o a sus países de origen, de los elementos que han hecho fortuna en la Frontera. 3) Enganches de obreros que vienen a hacer aquí las industrias extractivas del centro y del norte del país. 4) Alejamiento de indígenas de los dos sexos al centro del país para el servicio doméstico.


76 5) Contratación de elementos jóvenes que aquí se hace, para llevarlos a servir a otras zonas en determinados servicios y obras públicas 126” . Los comentarios de Oscar Arellano, viejo conocedor de la historia de

la

Frontera, desde sus años de estudiante en las décadas del 10 y del 20, mostraban un panorama resultado de la incapacidad de la agricultura de sostener el ritmo de crecimiento que tuvo durante los primeros años del siglo XX.

126

El problema del ausentismo en la Frontera. Estudio de don Oscar Arellano A., aprobado por el Consejo de Adelanto de Cautín en sesiones del 12 y 26 de Abril de 1949.


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78 INVENTARIO DE BIENES DE COLONO HACENDADO DE ANGOL , 1884127. Mónica Sepúlveda R. Profesora Inventario de los bienes dejados al fallecimiento de don José Antonio Bravo Solicitante: Gregorio Rubilar Testamento nº 379 En la ciudad de Angol a veinte i cuatro de julio de mil ochocientos ochenta i cuatro ante el notario interino que autoriza según el nombramiento judicial que se inserta i testigos compareció en su casa habitación don José Antonio Bravo de este domicilio, mayor de edad, a quien doy fe conozco i me pidió le estendiera su testamento el que otorgó en la forma siguiente: me llamo José Antonio Bravo, nací en el departamento de Rere i actualmente estoi domiciliado en este departamento, mi edad es de cuarenta i tres años i mi apellido materno es Quilodran. Declaro que soi casado con doña María Santos Franco, de cuyo matrimonio hemos tenido como hijos lejitimos siete hijos que todos se hallan vivos i se llaman Claudina, Cleofe, Delfina, Pascuala, José Antonio Segundo i José Gregorio Bravo i Franco. Lego a las mandas forzosas lo determinado por la lei. Declaro que cuando me case con mi esposa ya citada aporté a matrimonio (fs 3) un caballo ensillado i ella por su parte aportó una vaca parida. Declaro por mis bienes una hijuela en Choque Choque de doscientas sesenta i seis hectáreas arrendada actualmente a don Gustavo Wegner, otras dos en Cángulo compuestas de novecientas i tantas hectáreas, un sitio i casa situado en esta ciudad entre las calles de Cañete i Lautaro, sesenta i nueve bueyes, cuarenta vacas, tres toros, seis nobillos, cuatro terneros, nueve terneras, seis caballos, tres yeguas, tres machos, sesenta cabezas de ganado lanar, una maquina de trillar, una id para maquinar trigo, doce arados americanos i nueve carretones i cuantos bienes se reconozcan pertenecerme. Lego a mi hija Delfina la suma de trescientos pesos ademas de su herencia que debe corresponderle los que entregará mi albacea después de mi fallecimiento. Declaro que debo a don Andrés Diaz la suma de mil sietecientos pesos i a doña Santos Ayala la suma de mil cuatrocientos pesos como saldo de dos mil i tantos que antes debia según docu (fs 3 v) mentos privados, a don José Fidel Neira i a don Felipe Canales, según cuentas que con ellos tengo i que estos presentaran a su tiempo, cuyas deudas no pasaran de doscientos ochenta pesos, i don Francisco Fernandez me debe veinte fanegas de arvejas. Declaro que don Samuel Rubio me debe cuarenta i siete fanegas de trigo blanco i limpio i don Gregorio Rubilar la suma de ciento treinta i tantos pesos, i es mi voluntad que mi albacea pague lo que deba i perciba lo que a mi se me adeude. Nombro por mi albacea i tenedor de mis bienes a don Gregorio Rubilar i es mi voluntad que mis bienes disponga de la suma de cien pesos para mi funeral i entierro. Nombro por mis unicos i universales herederos a mi citada esposa Maria Santos Franco i a mis nombrados hijos Claudina, Cleofe, Delfina, Pascuala, José, Antonio segundo i José Gregorio Bravo i Franco. Por el presente testa (fs 4)mento revoco cualquiera otro que hubiere otorgado antes o se atribuya i es mi voluntad que este se guarde i respete como mi última i deliverada voluntad. Yo Viviano Zapata doy fe que el testador al parecer está en su sano juicio i que asi lo otorga i no firmo por imposibilidad, rogando a uno de los testigos que lo hiciera por el que lo fueron don Celestino Rivas, don Belisario Bisama i don José Dolores Oses de este domicilio. El nombramiento citado es del tenor 127

Archivo Regional de La Araucanía. Fondo Juzgado Civil de Angol (ARA. AJCA) 1884. En la transcripción se ha respetado la grafía y redacción original del expediente.


79 siguiente = Angol julio veinte i cuatro de mil ochocientos ochenta i cuatro. A solicitud verbal de don Hilario Sepúlveda nombrase notario interino a don Viviano Zapata para que en el carácter de tal estienda un testamento que debe otorgar don José Antonio Bravo enfermo de viruela =Cruz= Conforme a ruego del testador por imposibilidad i como testigo Celestino Rivas Belisario Bizama José Dolores Oses Ante mi Viviano Zapata (fs 4 v) 6 con el testamento i partidas de defunción que acompaña pide confeccion de inventario. Otrosi de su contenido Gregorio Rubilar a Us. Espongo: que según consta del testamento adjunto he sido nombrado albacea i tenedor de los bienes del finado Dn José Ant Bravo. La viuda de este Sr. acaba de fallecer tambien, según aparece de la partida de defunción respectiva, dejando los intereses del referido Sr. Bravo a merced del mayordomo e inquilinos que a la fecha de su muerte, habia en su fundo. Hasta ahora no me ha sido posible evacuar el cargo que se me ha conferido entre otros motivos, por no ser esta mi residencia, i a fin de hacerlo cuanto antes o como a Us solicitandole mande confeccionar inventario solemne de los bienes quedados por fallecimiento de ambos cónyuges para que se me haga entregada judicial de ellos Estas diligencias las estimo conducentes a cumplir lo preceptuado en el Art. 1284 del Cod. Civil, tanto mas cuanto que todos los herederos son menores i no tienen parientes (fs 6) o personas interesadas por su familia en este lugar Por tanto Us suplico: se sirva ordenar se proceda a la confeccion del inventario de mi referencia con citación del defensor de menores Otrosi: Que todos los bienes de esta sucesion están ubicados con excepción de una casa que está en esta, en la subdelegacion de los Sauces; sirvase Us cometer la confeccion del inventario aludido al juez de sub. De este lugar librándose al efecto la carta por secretaria de estilo con la inserciones del caso. Angol agosto 16 de 1884 En lo principal por presentados los documentos procedase a la confeccion de inventario solemne de los bienes pertenecientes a la susecion de Don José Antonio Bravo y de doña Maria Santos Franco con sitacion del defensor de menores nombrándose como …….este caso al abogado don Beltran Matheie al otrosi , como se pide (fs 6 v) Se nombra nuevo defensor de menores en las diligencias que indica. Al otrosi, se habilita día hora i lugar Gregorio Rubilar en las diligencias para confeccionar inventario solemne de los bienes quedados por fallecimiento de don José Antonio Bravo i esposa, a Us espongo: que en la solicitud presentada con el objeto de que Us ordenase la confeccion del inventario aludido, se proveyó: “como se pide con citación del defensor de menores” nombrandose al efecto a don Beltran Matheieu Este caballero se ha ido a Concepción i es urgente, habida consideración al abandono en que los referidos bienes se encuentran, nombrandose alguien en reemplazo del Sr. Mathieu para notificarle la citación decretada. Por tanto


80 Us suplico: se sirva asi proveerlo i habilitando día hora i lugar para esta citación Otrosi: que por las razones espuestas i por cuanta de lo accidentalmente (fs 8 v) me encuentra en esta, Us se ha de servir habilitar, tambien, día, hora i lugar para la confeccion del inventario de mi referencia Angol, Agosto 18 de 1884 En capital como se pide, nombrandose defensor de menores interino al abogado don Miguel Urrutia al otrosi como se pide A diez i ocho de agosto notifique Us defensor de menores don Miguel Urrutia (fs 8v) Angol Agto 16 de 1884 Ante este juzgado se ha presentado una solicitud que en su proveido es como sigue. Sr. Gregorio Rubilar a Us espongo que según consta del testamento adjunto, he sido nombrado albacea i tenedor de los bienes del finado Don José Antonio Bravo. La viuda de este señor acaba de fallecer tambien, según aparece de la partida de defunción respectiva, dejando los intereses del referido Sr. Bravo a merced del mayordomo e inquilinos que a la fecha de su muerte habia en su fundo . Hasta ahora no me ha sido posible evacuar el cargo que se me ha conferido, entre otros motivos por no ser esta mi residencia, i afin de hacerlo cuanto ante, ocurro a Us solicitandole mande confeccionar inventario so (fs 9)lemne de los bienes quedados por fallecimiento de ambos cónyuges hasta que se me haga entrega de dicha. Esta diligencia la estimo conducente a cumplir lo preceptuado en el Art. 1284 del Codigo Civil , cuanto que todos los herederos son menores i no tienen parientes o persona interesada por su familia en este lugar Us suplico se sirva ordenar se proceda ala confeccion de inventario de mi referencia con citación del defensor de menores Otrosi: que todos los bienes de esta sucesion están ubicados con excepción de una casa que esta ubicada en esta, en la subdelegacion de los Sauces…….cometer la confeccion de inventario aludido al juez de subdelegacion de ese lugar, librandose al efecto la carta por secretaria de estilo con las incerciones del caso. Gregorio Rubilar . Angol Agosto 16 de 1884. en lo principal por presentados los documentos procedase a la confeccion (fs 9 v) inventario solemne de los bienes perteneciente a la sucesion de don José Antonio Bravo i de doña Maria Santos Franco con citación del defensor de menores nombrandose como tal para este caso al abogado don Beltran Mathieu al otrosi como se pide. Cruz: Argomedo secretario = En otra solicitud presentada por don Gregorio Rubilar se proveyó = Angol Agosto 18 de 1884 = En lo principal como se pide, nombrandose defensor de menores interino al abogado don Miguel Urrutia al otrosi, como se pide = Cruz Argomedo secretario = A diez i ocho de Agosto notifique al Sr. defensor de menores Dn Miguel Urrutia _ Belmar escribano receptor- A diez i ocho de Agosto notifique a don Gregorio Rubilar i no firmo Argomedo secretario Dirijo a Us este despacho a fin de que se sirva darle su cumplimiento i fecho lo (fs 10) decretado a este jusgado con la constancia respectiva 10 v Juzgado de la 9ª seccion del territorio de colonisacion de Angol


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Cángulo Agosto 22 de 1884 En cumplimiento del mandamiento que antecede, me traslade al lugar denominado Cángulo de esta subdelegacion donde está cituado el fundo de propiedad de la sucecion del finado José Antonio Bravo y señora doña Maria Santos Franco su esposa i a fin de dar cumplimiento a lo que se me encarga he escijido del mayordomo Eladio Sepúlveda i de los sirvientas José Maria Umaña i Luis Sabala me presenten los bienes del referido señor Bravo i juramentados en forma hé dado principio a la confeccion de inventario solemne que se solicita i que esta comprendido en el apunte siguiente: (fs 11)

Bueyes de buena calidad Bacas paridas Baquillas paridas Bacas mostrencas Baquillas de tres años Baquillas de dos años Novillos de dos años Toro de matansa Id de dos años Terneras de año sin marca Terneras id id Caballos de montura regulares Id para servicio de mozos Id uno inutil Yeguas mansas Un potrillo de año Mulares de silla Ovejas Carneros padres Corderos sin señal Chanchas paridas Chanchas al pié Mas una chancha en medias a Juan Villagra Un chancho reproductor Chanchos de matansa Una máquina trilladora con uso de siete años en mal estado. Esta es sistema Pitt Un malacate de seis palancas para el movimiento de la máquina en mal estado Una máquina arreadora sistema Bobis Una romana de plataforma en buen estado Nueve arados del pais con sus respectivas puntas Arados americanos diez i nueve i media en mal estado Arados doble cero en mal estado

Activo Setenta i ocho Ocho Cuatro Diez Tres Quinse Seis Uno Uno Diez Cuatro Tres Cuatro Uno Tres Uno Tres Cincuenta i dos Dos Treinta i nueve Cuatro Quinse Una Uno Quinse Una Un Una Una Nueve Siete Seis

pasivo

Fs 11 v


82 Yugos con coyundas Cabestros de latigos en mal estado Hachas en buen estado Chusos de fierro Tres orquetas de fierro Azadones Cadenas de fierro Tres palas de fierro Id de palo Azuela Serrucho Barreno Un taladro Un rifle sistema Gras Id id Remigton Fusil de fulminante Olletas de fierro dos grandes i dos chicas Gamela de laton Vetas en mal estado Molinillo para moler tostado en buen estado Asierras en mal estado Carretas emparbadoras de madera Carretas de rayo de un metro de alto eje de fierro en mal estado Sesenta sacos de trigo peso cien quilogramos cada uno Sacos frejoles Id arvejas Id papas Rastras de clavos En Huequen trigo sembrado fanegas En Cángulo fanegas Trigo sembrado en medias con Eustaquio Santos fanegas Id con José María Urra id Id con feliz Ortis id Id con Rosario Areas Una montura, con carola de suela, una lama un freno i un par de riendas, todo en mal estado Un par espuelas fierro Una silla para niño aperada en regular estado Una silla de señora con todo su apero en buen estado Una cuerda de cáñamo para medir cuadras Un catre de madera ordinario Una caja de madera Ranchos de paja Id un galpon para guardar paja Dos fundos en Cángulo

Catorse Cuatro Cinco Dos Tres Ocho Tres Tres Tres Una Uno Uno Uno Uno Uno Uno Cuatro Una Ocho Uno Dos Diez i ocho Tres Sesenta

Fs 12

Fs 12 v

Tres Dos Cinco Dos Sesenta i ocho Ciento diez i Seis Siete Veinte i dos Veinte i dos Una Uno Una Una Una Uno Una Tres Uno Ochosientos noventa i siete

Fs 13


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Choque choque La señora doña Maria Rosa Iturra debe a la testamentaria sin documentos doce fanegas de trigo de plaso vencido Pedro Melo debe a la misma testamentaria tambien sin documento Eustaquio Santos debe a la misma testamentaria diez i seis fanegas de trigo para las cosechas Mas en dinero

estareas Doscientas sesenta estareas Doce fanegas

Tres fanegas Diez i seis Cinco pesos veinte centavos

Feliz Ortiz debe siete fanegas menos siete litros de trigo para las cosechas proscimas José Maria Urra debe cinco fanegas trigo tambien para las cosechas venideras Cesilio Campos debe doce fanegas de trigo para las cosechas venideras i doce pesos veinte i un centavo en dinero La testamentaria debe en dinero a la servidumbre cincuenta i nueve pesos tres centavos

Fs 13 v cincuenta i nueve pesos tres centavos

Tambien debe la misma testamentaria al mayordomo Eladio Sepúlveda por su servicio personal veinte i cinco fanegas de trigo para darselas a las próximas cosechas Dos sacos de mais Un nivel de albañil

Los animales de que consta el presente inventario están marcados con la marca que va figurada marjen – Estando terminado este inventario en la forma que dejo espuesto, inmediatamente he hecho entrega jeneral de todos los bienes que en se enumeran al señor Gregorio Rubilar quien se dá por recibido de ellos i para mayor formalidad de las diligencias practicadas firma conmigo i los testigos que suscriben de que doy feFs 14 En la ciudad de Angol a veinte de agosto de mil ochocientos ochenta i cuatro, en cumplimiento del decreto precedente, me traslade a casa perteneciente al finado don osé Antonio Bravo con el fin de inventariar los bienes dejados por su fallecimiento i su hija doña Delfina Bravo previo el juramento de estilo me hizo manifestación de los siguientes bienes (fs 14 v) Muebles i utiles de casa Cinco catres madera en buen estado, siendo uno chico Dos cajas madera para guardar ropa


84 Una meza comedor de dos varas largo i una de ancho Una id de una i media varas de largo tres cuartas de ancho en regular estado Una ídem mas chica para la máquina de coser Seis sillas asiento junco regular estado Un bracero metal Una botella grande de vidrio Una tetera metal amarillo Una sopera de losa Un hacha regular estado Una barreta Una pala de fierro Un rifles. Se ignora el sistema (fs 15) Un palo largo para colocar bandera Diez sacos con ballico Cuatro sacos con papas Cuatro ídem porotos araucanos Una máquina de mano para coser Maquina cegadora Se pone por inventario una máquina cegadora desarmada con el timon quebrado Cinco orquetas de fierro Cuarenta tablones de tres varas largo Un banco para carpintero Dos cueros de chancho Sitio i casa Un sitio situado en esta ciudad entre las calles de Cañete i Tucapel de veintitres varas de frente por cuarenta i cuatro de fondo i lindante por el oriente i sur con dichas calles, por el norte con propiedad de Clemente Garai i por el poniente con sitio de En éste sitio se encuentra un edificio del modo siguiente. El frete que dá a la calle de Cañete es de (fs 15 v) dos aguas con el largo de todo el frente del sitio i está dividido en cinco departamentos incluso el saguan a ecepcion de éste los otros departamentos tienen cielo razo de madera i el piso entablado como igualmente el saguan. Hai cuatro puertas de medio cuerpo con vidrio cinco elevadas incluso las dos de la esquina i cinco ventanas con rejas de fierro i vastidores con vidrios. El edificio que da frente a la calle Tucapel es de diez i siete varas largo i es tambien de dos aguas i tanto éste como el anterior tienen un corredor de tres varas ancho sostenido por pilares redondos sentados en bazas de piedra. Del edificio poco a espresado se desprende otro de mediagua dividido en tres departamentos i una puerta ancha de dos hojas. Todo el edificio (fs 16) espresado de adobes, su techo de tablas i tejas i está en buen estado Deudas activas


85 Se pone por inventario ciento treinta i tres pesos cincuenta centavos que adeuda don Demetrio José Chávez al interés del uno i medio por ciento mensual por el termino de un año, según documento fechado en Angol primero de abril de mil ochocientos setenta i nueve. En su respaldo tiene la dilijencia siguiente. Paguese por mi a don Efraín Franco lo que espresa el documento de la vuelta José Antonio Bravo. Un vale o pagaré firmado por don Meliton Merino a favor J. Antonio Bravo por la cantidad de seis pesos pagaderos en el mes de febrero de mil ochocientos setenta i ocho sin interés, fechado en el Cármen agosto diez i seis de mil ochocientos setenta i siete Tiene un abono de dos pesos con fecha diez de junio de mil ochocientos (fs 16 v) setenta i ocho i suscrito por José Luis Sabala Un pagaré firmado a ruego de Timoteo Andres por José Domingo Teran a favor de don José Antonio Bravo por la cantidad de diez fanegas de trigo limpio puestas en el Molino de Angol. Es condicion de pagar el trigo al mejor precio que tenga en Angol en (No se especifica) todo el mes de enero del presente año. Su fecha julio dieciséis de mil ochocientos ochenta i tres. Un pagaré firmado por don Lisandro Reyes a favor de don José Antonio Bravo por veinticinco fanegas de trigo limpio a entregarlas en todo el mes de febrero de mil ochocientos ochenta i cuatro en la bodega de Angol. Si no da el trigo en el plazo indicado lo pagará al mejor precio que tubiere i a mas el uno i medio por ciento. (fs 17) Su fecha diciembre diez i seis de mil ochocientos ochenta i tres. Uno ídem firmado por don Martin Pinilla a favor de don José Antonio Bravo por tres fanegas de trigo pagaderas en todo el mes de enero del presente año, es condición que en caso de no dar el trigo pagarlo al mejor precio que tenga. Su fecha Cángulo Agosto doce de mil ochocientos ochenta i tres. Uno idem firmado a ruego de Luciano Valdez por Vicente Contreras a favor de don José Antonio Bravo por la cantidad de cinco fanegas de trigo, a entregarlas en todo el mes de febrero de mil ochocientos ochenta i dos. Si no diese el trigo lo abono al mejor precio de plaza i a pagar el uno i medio por ciento mensual como interés penal. Su fecha Bolihueico noviembre cuatro de mil ochocientos ochenta i uno Uno ídem firmado por Elias Navarrete (fs 17 v) a ruego de Juan Fernandez a favor de don José Antonio Bravo por veintidos fanegas cuatro almudez trigo limpio puestas en bodega de Angol en todo el mes de febrero de mil ochocientos ochenta i uno. Si no diera el trigo lo abona al mejor precio i mas el uno i medio por ciento de interés. Su fecha en Bolihueico junio veintitrés de mil ochocientos ochenta.


86 Uno ídem firmado por Ramón González a ruego de Francisco Sea a favor de don José Antonio Bravo por cuatro fanegas de trigo pagaderas en todo el mes de febrero de mil ochocientos ochenta i puestas en la bodega de Angol. Si no diera el trigo a pagarlo al mejor precio. Su fecha Bolihueico agosto de mil ochocientos setenta i nueve. No se espresa el día de su otorgamiento (fs 18) Uno ídem firmado por Masdiaquino Olave a ruego de Benedusto no se espresa apellido, por la cantidad de cinco fanegas de trigo a favor de don Antonio Bravo, a entregarlas en todo el mes de febrero en Angol. Se compromete a pagar el interés del diez por ciento al mes si no diera el trigo. Su fecha Bolehueico junio diez i seis de mil ochocientos setenta i ocho. Uno ídem firmado por Pablo Valdez a favor de don José Antonio Bravo por cuatro fanegas de trigo pagaderas en todo el mes de febrero de mil ochocientos ochenta i dos i puestas en bodega del molino de Angol. Se compromete si no diere el trigo a abonarlo al mejor precio i mas el interés penal del uno i medio por ciento mensual. Su fecha Bolihueico setiembre veintiocho de mil ochocientos ochenta i uno. Uno ídem firmado por Luis Menchaca a favor de don Antonio Rojas por la cantidad de catorce fanegas de trigo pagaderas en todo el mes de febrero de mil ochocientos setenta i siete (fs 18 v) puestas en bodega de Tomé. Si no cumpliere abonará el trigo al mejor precio que tenga en ese puerto. Su fecha el carmen Julio tres de mil ochocientos setenta i seis. Uno ídem firmado por Meliton Merino a favor de don Antonio Bravo por la cantidad de tres fanegas trigo limpio pagaderas en todo el mes de febrero de mil ochocientos setenta i ocho. Si no diera el trigo lo pagará al mejor precio de plaza i a mas el interés del doce i medio centavos mensual. Su fecha Carmen Agosto dieciséis de mil ochocientos setenta i siete Uno ídem firmado por Eusebio Dias a ruego de Patricia Arellano a favor de don Antonio Rojas por dos fanegas de trigo pagaderas en todo el mes de febrero de mil ochocientos setenta i cuatro. Si no pagase pagará el trigo al mejor precio de plaza . su fecha (fs 19) setiembre diecisiete de mil ochocientos setenta i tres uno ídem firmado por Domingo Santander a favor de don José Antonio Bravo por el que consta el arriendo de una yunta de bueyes por el termino de un año a contar desde el primero de Marzo de mil ochocientos ochenta, obligándose a pagar por dicho arriendo nueve fanegas de trigo puestas en la bodega molino de Angol en los meses de enero a febrero del año ochenta i uno. Su fecha Bolihueico veinticinco de julio de mil ochocientos ochenta


87 uno ídem firmado por José Luis Sabala a ruego de Fermín Cuevas a favor de don José Antonio Bravo por la cantidad de cuatro fanegas trigo pagaderos en todo el mes de febrero de mil ochocientos ochenta. En caso de no pagar abonará su valor en dinero al mejor precio que tenga. Su fecha Bolihueico Agosto cinco de mil ochocientos setenta y nueve uno ídem suscrito por Elias Navarrete (fs 19 v) a ruego de Mercedes Ormeño a favor de don Antonio Rojas por seis fanegas de trigo pagaderas en todo el mes de febrero de mil ochocientos setenta i seis. Su fecha Carmen Julio dieciocho de mil ochocientos setenta i cinco Uno ídem firmado Salvador García a ruego de Alberto Luga a favor de don José Antonio Bravo por cuatro fanegas de trigo pagaderos en todo el mes de febrero de mil ochocientos setenta i nueve puestas en bodega de Angol. Su fecha Bolihueico octubre veintiuno de mil ochocientos setenta i ocho Uno ídem firmado por Vicente Contreras a ruego de Nicanor Hinostroza a favor de don José Antonio Bravo por la cantidad de tres fanegas trigo pagaderas en todo el mes de febrero de mil ochocientos ochenta. En caso de no pagar abonará su valor en dinero al mejor precio de plaza. Su fecha Bolehuico octubre mes de mil ochocientos setenta i nueve (fs 20) Uno ídem firmado por Manuel Vilches a ruego a Nazario López a favor de don José Antonio Bravo por cuatro i media fanegas de trigo pagaderas en todo el mes de febrero de mil ochocientos setenta i nueve. Si no pagare abonará su valor en dinero al mejor precio de plaza. Este documento no tiene fecha del día en que se otorgó Uno ídem firmado por Pedro José Contreras a ruego de Transito Seguiel a favor de don José Antonio Bravo por seis fanegas de trigo pagaderas en todo el mes de enero de mil ochocientos ochenta i cuatro puestas en Angol. Si no diere el trigo paga su valor en dinero al mejor precio. Su fecha Cángulo once de julio de mil ochocientos ochenta i tres. Corre agregado a este documento una carta de don Lisardo Reyes por la cual se constituye fiador del espresado Seguiel por las seis fanegas de trigo que espresa dicho documento (fs 20 v) Uno ídem firmado por Demetrio Chávez a ruego de Pedro Sandro a favor de don José Antonio Bravo por la cantidad de seis fanegas de trigo pagaderas en todo el mes de febrero de mil ochocientos ochenta i cuatro. Si no pagara el trigo lo abona al mejor precio de plaza i a mas el interés del uno por ciento mensual. Su fecha Cángulo julio veinticinco de mil ochocientos ochenta i tres este documento está afiansado por don Lisardo Reyes según carta adjunta Un recibo suscrito por José del Rosario Arias en que consta haber recibido de don Antonio Bravo la suma de diez pesos según contrato que tiene firmado con el señor Bravo. Su fecha Angol junio dieziseis de mil ochocientos ochenta i tres.


88 Ocho pesos que pagó don José Antonio Bravo por cuenta de D. José Rosario Arias por trabajo de rose. Según consta de un papel firmado por Arias con fecha veintinueve de agosto de mil ochocientos ochenta i tres (fs 21) Dos fanegas de trigo entregada por don Antonio Bravo a José del Rosario Arias según papel fecha julio ocho de mil ochocientos ochenta i tres. Diezisiete pesos que deuda José del Rosario Arias, según vale de fecha nueve de agosto de mil ochocientos ochenta i tres Cuatro almudes trigo que adeuda José del Rosario según papel julio treinta de mil ochocientos ochenta i tres Siete pesos cincuenta i ocho centavos que adeuda José del Rosario Arias según vales de veintitrés de setiembre de mil ochocientos ochenta i tres. Este vale tiene una nota en que se espresa haberse recibido por el mismo Arias i en veinticinco de setiembre del mismo año ochenta i tres la suma de cinco pesos Ciento cuarenta pesos que adeuda José María Sandoval de Yungai, que según razon dada por el albasea recibió de don José Antonio Bravo a cuenta de vinos i aguardientes (fs 21 v) Títulos de propiedad Uno en que consta que don José Antonio Bravo remató en publica subasta el sitio situado entre la calle de Cañete i Tucapel de que antes se ha hecho mención. La escritura fue otorgada en esta ciudad ante el finado escribano don Juan de Dios 2º Cid con fecha seis de julio de mil ochocientos ochenta i uno i está inscrita en el registro de propiedad con fecha diez de agosto del mismo año ochenta i uno Uno ídem en que consta que don Gregorio Rubilar remató en compañía con don José Antonio Bravo las siguientes hijuelas: la número quinientos setenta i cinco que comprende trescientas veinte hectáreas i la numero quinientos setenta i seis que comprende quinientas setenta i siete hectáreas. (fs 22) según consta de la escritura de remate otorgada en Santiago ante el notario don Nicanor Yaneti el diez de junio de mil ochocientos ochenta i uno. Estas propiedades están inscritas en el registro de propiedad con fecha veinte de octubre de mil ochocientos ochenta i uno Uno ídem en que consta que don Gregorio Rubilar remató en compañía de don José Antonio Bravo las siguientes hijuelas: la numero seiscientos veintiséis que comprende doscientas sesenta hectáreas, i la numero seiscientos cincuenta i siete que comprende cuatrocientas siete hectáreas. La escritura de remate fue otorgada en Santiago el trece de junio de mil ochocientos ochenta i uno ante el mismo notario señor Yaneti


89 (fs 22 v) Uno ídem otorgado en esta ciudad el cinco de marzo de mil ochocientos ochenta i tres ante el escribano don Juan de Dios 2º Cid en el que consta que don Gregorio Rubilar vendió a don José Antonio Bravo la parte o acción que le correspondía en tres hijuelas de terreno que compro en compañía con Bravo al Estado en remate público según escritura otorgada en Santiago ante el notario don Nicanor Yaneti. Este titulo esta inscrito en el registro de propiedad con fecha veinte de marzo de mil ochocientos ochenta i tres Un contrato suscrito por don José Antonio Bravo i don Gustavo Wegner , por el que consta que el primero dá en arriendo al segundo la (fs 23) hijuela numero doscientos treinta i ocho de doscientas sesenta hectáreas de superficie situada en el lugar denominado Choque Choque de este departamento. El término del arriendo es por tres años que concluirá el primero de agosto de mil ochocientos ochenta i cinco. El canon de arriendo es a razon de un peso por cada hectárea al año que hace una suma de total de doscientos sesenta pesos. Si se escediese del plazo abonará el señor Wegner el interés del uno por ciento mensual. La fecha de este contrato es Angol, agosto primero de mil ochocientos ochenta i dos. No habiéndose dado razon de otros bienes que inventariar se terminó esta dilijencia quedando los enumerados a cargo i depósito del albacea don Gregorio Ruvilar, quien en prueba de ello firma con los testigos don Anibal Godoi, vecinos …. (fs 24 ) Pide autorizacion para enajenar Gregorio Rubilar, albacea i tenedor de los bienes de la sucesion de don José Ant. Bravo, a Us. digo: que según aparece del testamento que acompaño hai deuda testamentaria que pagar i no se ha dejado dinero para ello, por cuya razon vengo en solicitar de Us. autorización suficiente para enajenar algunos bienes …con el objeto de cubrir dichas deudas i atender a los gastos de inventario i … Por tanto Us. Suplico se sirva proveer como he pedido (fs 24 v) Responde Don Gregorio Rubilar albacea i tenedor de bienes de la sucesion de don José Antonio Bravo solicita de Us autorización para proceder a la enajenación de algunos bienes muebles con el objeto de pagar deudas vencidas de la sucesion (fs 25)


90 En los antecedentes acompañados no aparece constancia de que las deudas a que se refiere el testamento de sean de plazo cumplido, pero esta circunstancia no impide de que el hecho sea esacto como lo espone el albacea. El defensor que suscribe se ha propuesto como previa la cuestion de si el albacea tiene necesidad de ocurrir a la autorización de Us para ejecutar los actos a que se refiere en la solicitud en dictamen i no encuentra la disposición leal que imponga esta formalidad El art. 1293 del código civil determina la manera como debe proceder el albacea para el pago de las deudas de la sucesion (fs 25 v) Debe ponerse de acuerdo con herederos o con sus representantes legales, quienes asienten la venta de bienes para hacer el pago o suministran al albacea el dinero necesario Esto es todo lo que hai que hacer a juicio del defensor que suscribe, i en este caso bien puede suceder que los menores o su representante opten por el segundo de los medios indicados a fin de evitar la venta de bienes Según el infrascrito el albacea podría presentarse pidiendo que se notificase al representante de los menores a fin de que en un termino (fs 26) prudencial expusiesen si le entregaban el dinero necesario para proceder en caso contrario a la venta de bienes en la forma indicada por el citado Art. 1293 La circunstancia de ser el albacea tenedor de bienes con las facultades i obligaciones del curador de la herencia yacente no altera las condiciones en que deben cumplirse estos actos, especialmente reglados por la citada disposición del código. No habiendo pues una disposición legal que escija para este caso la intervención judicial conforme a los Art. 2 i 4 de la lei de 15 de octubre de 1875 el defensor nombrado opina por que Us lo declare así. Angol agosto 20 de 1884. (fs 27) Pide se incluyan en el inventario que espresa la cantidad de veinte fanegas de ballico Gregorio Rubilar albacea de la sucesion de don José Antonio Bravo a Us digo: que he tenido conocimiento que escisten veinte fanegas de ballico en casa del finado Sr. Bravo i que no fueron incluidos en el inventario que de los bienes de dicho tenor se hizo Por tanto A Us pido se sirva ordenar se incluya esa partida de el inventario de mi referencia (fs 28) Se opone a la autorización que espresa Delfina Bravo por si i a nombre de mis menores hermanos Claudina Cleofe Pascuala José Antonio 2º i Gregorio Bravo, a Us respetuosamente digo: que tengo conocimiento de una solicitud presentada ante el juzgado de SS por don Gregorio Rubilar como albacea de mi finado padre don José Antonio Bravo, por la cual pide autorización para vender bienes de la testamentaria


91 No comprendo SS cual sea el fin que el señor Rubilar se propone al solicitar tal permiso puesto que no hai para que vender el más insignificante inmueble de nuestros bienes. Este procedimiento i varios otros me autorizan para creer que el señor Rubilar está dispuesto a consumar una promesa que me hizo; que si no aceptaba el curador que me propuso venderia por menos precio nuestros intereses i haria lo que a el le diera la gana pues creo esta dispuesto llevar a cabo su venganza. (fs 28 v) Como el señor Rubilar no espone motivos justificados para vender parte de nuestros bienes i no veo la necesidad que haya de hacerlo, vengo en oponerme a la autorización que dicho señor solicita i A Us suplico que se sirva tenerme por opuesta i no dar lugar a la venta de los bienes o removentes que el señor Gregorio Rubilar trata de enajenar. (fs 29) La conclusión Gregorio Rubilar albacea i tenedor de los bienes de la sucesion de don José Antonio Bravo, a Us digo: que se me ha notificado el traslado de una oposición al permiso que solicitó para enajenar bienes de la sucesion aludida, con el objeto de cancelar deudas que constan del testamento que acompañé a Us Hago presente al juzgado que tomado esa determinación por cuanto no tengo conocimiento que hayan quedado fondos con que cubrir los créditos ya mencionados i que si se me proporcionan no tengo interés alguno en la venta de bienes de la sucesion. No llevo otro objetivo que cumplir con los deberes que me impone la lei. Por tanto A Us suplico: se sirva dar por contestado el traslado i proceder como sea de justicia (fs 29 v) Responde En el dictamen de 30 de agosto último corriente en el cuaderno de inventario de bienes de la sucesion ha espuesto el defensor que suscribe que suscribe su opinión sobre el punto de que se trata. Los herederos o su representante legal solo pueden fundar oposición a la venta de bienes por el albacea con el objeto de cubrir deudas de la sucesion suministrando a dicho albacea los fondos necesarios con tal objeto (fs 30) No procediendo asi el albacea puede enajenar libremente alguna parte de esos bienes sin necesidad de ocurrir al permiso judicial El defensor cree que el procedimiento que debe seguirse es el indicado en el dictamen referido consultando el interés de los menores La incidencia debe ventilarse con el curador de los menores si lo tienen. En caso contrario debe procederse a nombrarlo. (fs 31) Con las partidas de bautismo que acompaño piden se apruebe el nombramiento del curador que proponen


92 Delfina i Pascuala Bravo por si sus menores hermanos Maria Claudina Maria Cleofás, Gregorio i José Antonio 2º Bravo i Franco a Us decimos que como consta de una de las partidas que acompañamos la segunda ha cumplido la edad de catorce años Necesitando un curador que administre nuestros bienes por haber muerto nuestros padres según consta de las partidas de defunción que corren agregadas al inventario venimos en proponer a Us para este cargo a don José Fidel Neira, persona de responsabilidad i que esta dispuesto a prestarnos este favor. En esta virtud A Us suplicamos se sirva haber por presentadas las partidas de bautismo de nuestra referencia i aprobar el nombramiento del curador que proponemos i discernirle el cargo, previas las formalidades necesarias A ruego de Pascuala Bravo por no saber firmar. (fs 32) Demetrio José Leiva cura i vicario de la parroquia de Bulnes Certifica que a fjs 91 del libro 9º de bautismo de este archivo parroquial se registra la siguiente partida: en la parroquia de Bulnes a seis de junio de mil ochocientos sesenta i nueve yo el cura bautice vajo condicion puse oleo i crisma a Pascuala del Carmen de dos años hija lejitima de Antonio B y de Santos Franco feligreses de esta parroquia fueron padrinos Juan José Urive i Mercedes Seguel de que doy fe Es copia fiel de la partida, de que doy fe – Bulnes 27 de agosto de 1884 Certifico q a fjs 114 de libro 11 de bautismo de este archivo parroquial se registra la siguiente partida: en la parroquia de Bulnes a veintiséis de Mayo de mil ocho cientos setenta i dos yo el cura bautize vajo condicion puse oleo i crisma a Maria Cleofes de tres meses hija lejitima de Antonio Bravo i Santos Franco feligreses de esta parroquia fueron padrinos Felix Franco i Pastora Pavez de que doy fe Es copia fiel de la partida, de que doy fe. Bulnes 27 de Agosto de 1884 = Enmendado Felix Franco vale (fs 33) Demetrio José Leiva cura i vicario de la parroquia de Bulnes Certifico que a fjs 83 del libro 13 de bautismo de este archivo parroquial se registra la siguiente partida En la parroquia de Bulnes a seis dias de mayo de mil ochocientos setenta i siete yo el cura bautice bajo condicion puse oleo i crisma a Mª Claudina de veinte dias hija lejitima de Jose A Bravo i Santos Franco feligreses de este curato fueron padrinos Manuel Vilche i Mª Cruz Valenzuela de que doy fe (fs 34) En el libro 4º de bautismo se encuentra la partida siguiente


93 En la parroquia de Angol a cuatro de Abril de mil ochocientos ochenta i cuatro puse oleo i crisma a Gregorio de veinte i dos dias de edad hijo legitimo de José Antonio Bravo i Santos Franco padrino Miguel Segundo Rubilar doy fe José de la C Aravena Esta conforme con su orijinal (fs 35) Responde Las menores adultas Delfina i Pascuala Bravo esponen que sus padres han fallecido como consta de los documentos que obran en el cuaderno de inventario de bienes de la sucesion i solicitan de Us que les nombre curador proponiendo para el efecto a son José Fidel Neira i pidiendo que se confiera al propuesto el mismo cargo con respecto a sus demás hermanos menores Atendiendo lo dispuesto en los art. 435 i 437 del Código Civil el defensor nombrado encuentra por su parte aceptable la designacion propuesta i considera que puede Us discernirle el cargo previa fianza calificada formalmente por Us. Considera tambien que es conveniente hacer estensiva la misma guarda a los menores impúberes, por cuanto hai indivision de patrimonio entre todos los hermanos. Angol setiembre 2 de 1884 (fs 35 v) Angol setiembre 5 de 1884 Vistos: atendidas las diligencias acompañadas i constando que las menores cuya guarda se trata de constituir i de conformidad con lo que disponen los articulos 370 i 373 i 374 i 437 del código civil nombrase a don José Fidel Neira curador jeneral de las menores Delfina i Pascuala Bravo i Franco, i tutor jeneral de las impúberes Maria Claudina Maria Cleofes, Gregorio i José Antonio 2º Bravo i Franco concediendole para el efecto todas las facultades que el derecho le acuerda. Hagase saber al nombrado esta designacion para que aceptando el cargo en forma i otorgando la fianza correspondiente, se otorgue el discernimiento del caso general enmendado vale (fs 37) Por las razones espuestas renuncia el cargo a albacea que indica Gregorio Rubilar, albacea testamentario de don José Antonio Bravo a Us respetuosamente digo: que no conviniendo a mis intereses continuar en el desempeño de mi cargo por no podernos avenir con los menores hijos del citado don José Antonio i vivir yo en el departamento de Bulnes i habiendo recibido de don José Fidel Neira la suma de cuatrocientos noventa i seis pesos noventa centavos en un vale a la vista a que asciende hasta hoy los gastos que me ha demandado la testamentaria i pagos que he hecho vengo en hacer formal renuncia del cargo de albacea que ejercia i A Us suplico se sirva tener por aceptada mi renuncia i ordenar que doña Delfina Bravo i el curador que ha propuesto se reciba de los bienes de la testamentaria según el inventario lebantado al efecto; sometiendose para este fin la dilijencia de entrega al juez de subdelegacion de los sauces. (fs 38) Ofrece hipoteca para que se le mande discernir la tutela i curaduria que espresa


94

Jose Fidel Neira en el expediente jeneral a los menores Delfina, Pascuala, Claudina, Cleofa, José Antonio 2º i Gregorio Bravo a Us respetuosamente digo: que acepta la guarda que Us ha tenido a bien conferirme i a fin de que pueda discernírseme con arreglo a la lei, ofresco hipoteca de tres sitios i casa de mi propiedad situados en esta ciudad uno en la cale de Villarrica otro en la de Cañete i el otro en la calle de Tucapel Por tanto A Us suplico se sirva aprobar esta hipoteca, constituida en escritura publica la obligación mandar estender la de discernimiento (fs 38 v) Responde Para calificar el monto de la responsabilidad que represente la hipoteca de las propiedades a que se refiere el curador se hace necesario que conste que estos antecedentes que tales propiedades no tienen gravamen alguno lo cual Us se servirá decretar que certifique el notario conservador . Y como no están suficientemente determinadas el curador los hara ante el notario manifestando al mismo tiempo sus titulos de propiedad con la constancia de estar inscritos (fs 39) Estos titulos los agregará tambien el curador a estos antecedentes para el efecto de calificarlos i sin perjuicio de que en seguida le sean devueltos Angol septiembre 10 de 1884 Como parece al defensor de menores haga constar el curador nombrado que los bienes que ofrece hipotecar no están afectados por otros gravámenes pudiendo dar cumplimiento a esta disposición con un certificado del conservador de bienes raices (fs 39 v) Los bienes inmuebles que forman el patrimonio de los menores están garantidos con las disposiciones de la lei, i por este motivo el defensor que suscribe solo ha tomado en consideración el valor de los muebles que va a administrar el curador para calificar la suficiencia de la garantia que ofrece (fs 40) Hecha una avaluacion prudencial de dichos bienes muebles como constan del inventario de fs puede estimarse que representan a lo menos un valor de diez mil pesos a doce mil La garantia consiste en la hipoteca de las dos propiedades a que se refieren las escrituras acompañadas Una de 18 de junio de 1880 por la cual don Victor Gleissner vendio a don Fidel Neira una casa i sitio ubicada en la calle Tucapel de esta ciudad por la suma de quinientos pesos cantidad que está pagada según consta de la escritura de cancelacion de 20 de junio de 1883 La otra de 17 de Abril de 1884 por la cual don Gustavo Wegner


95 (fs 40 v) con poder suficiente de don Teodoro Wegner vende al mismo señor Neira una casa i sitio ubicados en la calle de Cañete de esta ciudad en la cantidad de quinientos pesos tambien pagados. Ninguna de estas propiedades tienen gravamen según consta de los certificados anotados a pie de los instrumentos respectivos. Aunque el precio que aparece pagado por ellas es de quinientos pesos cada una, en el hecho representan actualmente mayor valor sea por las mejoras introducidas, sea por el aumento de valor de la propiedad urbana en Angol Según datos averiguados por el defensor puede asignarse un valor de dos mil pesos a la casa de la calle de Tucapel i de mil pesos a la de Cañete (fs 41) El monto total de la garantia ofrecida alcanza pues a tres mil pesos valor que como se ve no guarda la debida i prudente proporcion que debe haber con los bienes que el curador esta llamado a administrar i por los cuales ha de responder a los menores Es verdad que fuera de esta garantia especial el curador ofrece la de su reconocida honorabilidad i la garantia que representan sus demas bienes pero el defensor cree que es necesario garantizar a los menores la conservación i administración de su patrimonio de la manera mas eficaz que sea posible Por este motivo estima este ministerio que la garantia (fs 41 v) ofrecida por don Fidel Neira para que se le discierna la guarda de los menores Bravo es insuficiente i que Us debe mandar ampliarla a satisfacción del juzgado. (fs 42) José Fidel Neira en el expediente sobre nombramiento de curador de los menores Bravo a Us respetuosamente digo: que creyendo insuficiente a fin de que se me discierna el cargo de curador de las menores citadas la hipoteca que tengo ofrecida, ofrezco la fianza de mi señor padre don Damaso Neira En esta virtud A Us suplico se sirva aceptar la fianza ofrecida i con su merito se me discierna el cargo de curador de las citadas menores Bravo (fs 42 v) Responde El defensor de menores acepta el aumento de garantia que se ofrece i es de opinión que Us mande discernir el cargo al curador. La fianza debe ser solidaria i sin perjuicio de la hipoteca ofrecida anteriormente. (fs 44) Responde José Fidel Neira curador jeneral de los menores Delfina, Maria Cleofe Claudina, Pascuala, José Antonio i Gregorio Bravo i Franco, constando el traslado que se me ha


96 conferido de una solicitud presentada por don Gregorio Rubilar albacea de don José Antonio Bravo, en la cual hace renuncia del cargo que ejerce a Us respetuosamente digo: que he consultado tanto la voluntad de los menores que represento, cuanto el bien que puede reportar a la testamentaria i no hallo inconveniente para que SS acepte la renuncia del señor Rubilar En esta virtud A Us suplico: se sirva tener por contestado el traslado i dar por aceptada la renuncia del cargo de albacea que hace el citado señor Rubilar (fs 44 v) Angol Setbre 24 de 1884 Autos i Vistos: con lo expuesto por las partes i de conformidad con lo que dispone el Art. 1278 del Código Civil se acepta a don Gregorio Rubilar la renuncia que hace del cargo de albacea i tenedor de bienes de la testamentaria de don José Antonio Bravo cargo que le fue conferido en el testamento del citado señor Bravo. Hagase saber (fs 45) En lo Pral. pide se le exima del cargo que ejerce al otrosi, su contenido Gregorio Rubilar albacea i tenedor de bienes de la testamentaria de don José Antonio Bravo, a Us respetuosamente digo que habiendo hecho entrega de todos los bienes de la citada testamentaria, según inventario, al curador de los menores don José Fidel Neira, vengo en suplicar Us se digne eximirme del cargo de albacea i tenedor de los bienes de la referida testamentaria de don José Antonio Bravo dejandome sin ninguna responsabilidad al respecto Otrosi: El curador de los menores Bravo se da por recibido de los bienes que constan del inventario de la testamentaria del señor Bravos i firme conmigo el presente escrito en prueba de aceptacion (fs 46) A treinta de octubre i a solicitud verbal de las interesadas tuvo lugar el comparendo a que se refiere el escrito precedente con asistencia de los señores don Fidel Neira curador de los menores hijos de José Antonio Bravo i don Rafael 2º Cerda, don Celestino Rivas, la menor Pascuala Bravo i el defensor de menores, (fs 46 v) don Beltran Malhieu. Interrogado el señor Neira acerca del objeto con que ha solicitado el presente comparendo contesta que habiendo contraido recientemente matrimonio el señor Cerda con la menor Delfina Bravo una de sus pupilas creo oportuno i conveniente para los intereses de sus demas pupilos que el señor Cerda se haga cargo de la administración de los bienes pertenecientes a las menores aludidas i de la guarda de su persona con el carácter de guardador jeneral i que en consecuencia viene en proponer que se acepte la renuncia del cargo que desempeña i se le disciestra al espresado señor Cerda, quien por su parte acepta la indicacion proponiendo desde luego como fiador a don Celestino Rivas.


97

(fs 47) El defensor de menores espreso que si bien no está fundada en la lei la escusa i renuncia que presenta el señor Neira la considera aceptable en obsequio de los intereses de los menores, porque siendo ahora el señor Cerda uno de los coparticipes de la susesión de Bravo por su matrimonio con la menor Delfina, es natural que dispence atención i cuidado a los intereses de los otros menores. Por consiguiente acepta la sustitusión propuesta como tambien la fianza ofrecida en la persona de don Celestino Rivas i pide se provenga al nuevo curador que escija del cesante la cuenta correspondiente i la entrega bajo inventario. El señor Celestino Rivas declaró que esta dispuesto a rendir la (fs 47 v) fianza ofrecida i la menor Pascuala Bravo manifiesta que es de su aprobación el cambio de guardador propuesto por el señor Neira En atención a lo espuesto por los parecientes, atendido el dictamen del defensor de menores i de conformidad con lo que disponen los Art. 370- 373, 374 i 375 del codigo Civil se acepta la renuncia que hase don Fidel Neira del cargo de guardador general de los menores Pascuala, Maria Claudina, Maria Cleofes Gregorio i José Antonio 2º Bravo i Franco i se nombra para que lo reemplace en el mismo cargo a don Rafael 2º Cerda concediendole para el efecto las facultades que el derecho le (…) con prevencion que antes de entrar en la administración de los bienes de los menores debe escijir (fs 48) del guardador cesante cuanta instruida i documentada de su administración i armar el correspondiente inventario. Reduzcase a escritura publica la fianza ofrecida previniendose en ella que ha decer mancomunada i solidaria i fecho disciernase al cargo en debida forma Con lo cual se terminó el comparendo disponiendo el señor juez que el nuevo guardador preste el juramento de estilo .(fs 49) Le mande proseder a la confeccion del inventario que espresa al otrosi su contenido Rafael 2º Cerda en las diligencias pª proveer de guardador a los menores hijos de D J Antonio Bravo, a Us digo: que teniendo con arreglo al Art. 389 del C. Civil que proceda a formar el inventario de los bienes cuya guarda se me ha confiado, según consta de la escritura de discernimiento que acompaño Suplico se sirva ademas se proceda por un ministro de fe a practicar dicha dilijencia. Otrosi digo: que habiendo una parte de los bienes en la subdelegacion de los Sauces, Us se ha de servir tambien autorizar al juez de ella para que proceda como tal ministro de fe en la confeccion de este inventario, despachando al efecto la correspondiente carta por la secretaria i acompañando orijinales las dilijencias anteriormente practicadas. (fs 50)


98

Pide se le exima del cargo que ejerce Fidel Neira curador general i tenedor de bienes de los menores hijos del finado don José Antonio Bravo a Us respetuosamente digo, que habiendo hecho entrega de todo los bienes de la testamentaria del citado Bravo al nuevo curador don Rafael 2º Cerda suplico A Us se sirva eximirse del cargo de curador i tenedor de los referidos bienes dejandome sin ninguna responsabilidad tomando en cuenta que mi sucesor Sr. Cerda se dá por recibido de los bienes que constan del inventario de la mencionada testamentaria. Para constancia i en prueba de aceptación firma tambien el presente escrito (fs 52) Testamentaria José Antonio Bravo a Fidel Neira Agosto Septiembre

9 10 5 14 19 20 21 21

Octubre

25 29 11 14 14

Noviembre

14 15

Debe

2 s. cal para blanquear la casa esquina a Dinero efectivo al albañil por blanquear la casa Dinero dado a Doña Delfina Bravo para gastos de la familia Dinero pagado a Maria Teresa Burgos por crianza del niño Gregorio durante mes i medio Dinero efectivo dado a doña Delfina Bravo para gastos de la familia Dinero pagado por varios escritos presentados al juzgado Dinero a Doña Delfina Bravo para gastos de la familia Dinero efectivo enterado al albacea don Gregorio Rubilar por varios gastos hechos por la testamentaria i su honorario según planilla Pago por notificaciones Dinero a doña Delfina Bravo para gastos de la familia Dinero a doña Delfina Bravo para gastos de la familia Pago al defensor de menores señor Mathien por cinco vistas Por lo siguiente comprado para el fundo 1 ½ docª repuestos para arados a 1$ 35 (24.30) 6 ruedas completas pª arados composturas de 8 arados quebrados

7.00 10.00 10.00 10.00 5.00 21.15 5.00 496.90

1.50 2.00 5.00 29.40

24.30 12.40= 53.57 7.20 4.50

3 docª pernos pª arados a 2$40 docena 3 puntones a 1$50 c/u 3 libros comprados Diario Marzo i 1 chico para las cuentas 8.00 1 cuero vacuno para coyundas con peso de 74 ½ libras 9.31 a libra 12 ½ 6 juegos herraduras para herrar caballos del fundo a 40 2.00 $ juego 2 libras clavos herrar a 40$ 80

fs 52


99

16 18

30 29 31 13 13

1 qntt (quintal) sal pª el fundo 2 quintales harina a 3$75 Dinero dado a doña Delfina Bravo pª gastos de la familia Varias mercaderias pª la familia según libreta entregada a Doña Delfina Bravo Pago en efectivo la cuenta del inventario a la servidumbre Pago en efectivo a los trabajadores empleados en barbechos, siembras i quehaceres del fundo Pagaré Feliciano Ortiz por nueve fanegas trigo a favor de la testamentaria Bravo vence marzo de 1885 Pago de 450 tranqueras hechas para negocio por los inquilinos del fundo Cángulo a 10 $ 100 Pago un mes de trabajo al campañista Gregorio Torres Pago un mes de trabajo al campañista Juan Rubilar Pago un mes al triguero Juan Muñoz Pago un mes a Juana Lagos por crianza del niño Gregorio Dinero efectivo dado a cuenta de su sueldo al mayordomo Hilario Sepulveda Una fanega de diez almudes cebada para manutención de un caballo en pecebrera Mi honorario estimado en

1.40 7.50 5.00 34.95 39.03 75.60 18.00 45.00 8.00 8.00 4.00 4.00 65.00 6.60 100.00

Haber Noviembre

12

Dinero recibido de don Rafael 2º Cerda en un cheque Dinero efectivo recibido de Eustaquio Santos en cancelacion de su deuda de dinero en inventario Dinero recibido de arriendo de tres piezas habitación de don José Manuel Garzo Por saldo 1 Saldo debe

800.00 5.20

25.00 280.61 1110.84 1110.84 280.61

(fs 54v) Viveres ocupadas en trabajos de cuarenta i tres cuadras barbecho, sereales sembrados, validos a los trabajadores, ocupados por la familia Bravo i escistencia

Trigo Invertido en trabajos Valido

4 sacos

fs 53


100

Juan Navarrete

1

Cesilio Campos

¼

Felisc Ortiz

1

Juan Muñoz

1

Pedro Contreras

1

Pagado Maria Teresa Burgos por crianza del niño José Gregorio

1

Jesús Zapata por cuidados a doña Santos Franco durante su enfermedad

1

Entregado a la familia Bravo para su consumo

2

Existencia Arvejas Sembradas Invertidas en los trabajos Existencia Porotos Invertidos en trabajo Invertidos por la familia Bravo existencia Papas Invertidas en trabajo sembradas Ocupadas por la familia Bravo Podridas Maíz Invertido en trabajos Existencia Ballico consumido en los animales Ballico

47 ¾ Según inventario 60 sacos 4 sacos 3 según inventario 2 6 recibidos de F Fernández

11

1 saco 3 3 según inventario 7 1 saco 3 3 2 según inventario 9 ½ saco 1 ½ según inventario 2 sacos 10 sacos 10 según inventario 20 sacos

(fs 55)

Ganado ocupado por la familia Bravo, ocupado para los trabajos muertos por enfermedades, cazados por el leon Lanar Ocupado por la familia Bravo Ocupados para los trabajos Cazados por el leon Cordero

9 corderos 2 corderos 1


101 Ovejas Existencia Ovejas Carneros padres Corderos Cerdos Ocupados por la familia Bravo Ocupados pa los trabajos Muertos por enfermedades Muertos por don Pedro Muñoz Pelehue Existencia chanchas paridas Chanchos al pie Chancho reproductor Chanchos de matanza

2 ovejas 50 2 39 105 según inventario 93 4 chanchos matanza 3 29 al pie 3 matanza 4 paridas 5 al pie 1 reproductor 21 matanza 70 según inventario 36

Octubre 6 Con esta fecha se perdió un buei del fundo Cángulo como lo asevera el juez de los Sauces en 24 del mismo mes Angol, Noviembre 27 e 1884 (fs 56) Resibí de Don Fidel Neira la cantidad de diez pesos importe del blanqueo de la casa de la sucesion de don Antonio Bravo Angol Agosto 10 de 1884 (fs 57) Don José Fidel Neira al que suscribe Debe Por una escritura de hipoteca a favor de los menores Bravo i Franco su inscripción i papel 7.00 Por una id de fianza i papel 7.00 Por una id de Discernimiento del cargo de curador i tutor de los mismos menores 5.55 Por dos certificados de no tener gravamen las propiedades hipotecadas a los menores 1.60 Suma Total 21.15 Asciende la presente cuenta a la suma de veinte i un peso quince centavos Angol Setiembre 15 de 1884 (fs 58) Cuenta de los gastos que ha hecho el que suscribe como albacea de don José Antonio Bravo Por dinero pagado a don J Fidel Neira

225


102

Por una misa gregoriana Por entierro i misa de la finada Santo Dado a Hilario Sepúlveda para gastos particulares de la familia Bravo Id a doña Delfina Bravo para id Pagado por todas las dilijencias de inventario Id al abogado señor Larenas por escritos i consultas diversas Por la fe de muerte de ambos difuntos Por tres viajes desde Bulnes a esta, incluso los demas gastos personales en esta Pagado a los sirvientes Id al secretario En papel sellado i estampillas Suma total Recibi por cuenta de la testamentaria de don Gustavo Wegner como arrendataria de una hijuela de terreno en Choque Choque Saldo a mi favor

60 12 31 30 3335 50 2 3890 21 375 460 51160

100 411.60

Haciende la presente cuenta a la suma de cuatrocientos once pesos sesenta centavos (fs 59) Recibi de dn Fidel Neira como curador de los menores hijos de D José Antonio Bravo un peso cincuenta centavos por derechos de tres notificaciones hechas en las diligencias para nombrarse curador Angol sep 26 de 1884. (fs 61) resibí de Don José Fidel Neira la cantidad de veinti cuatro pesos 10/100 por la siguiente: compostura de 8 arados quebrados $12 - 40 3 docenas de pernos para los arados 7 - 20 3 puntones a $1 – 50 4 – 50 Suma 24 – 10 Angol Octubre 14 de 1884 (fs 62) Recibí de don J. Fidel Neira la cantidad de nueve pesos 31 /100 importe de un cuero vacuno con peso de 74 ½ libras a 12 ½ c/u Angol, Octubre 15 de 1884. (fs 63) Lista de los trabajadores del fundo Cángulo en cuarenta i tres cuadras de barbecho, arvejas sembradas, papas id i otros trabajos


103

Cruz Burgos Lorenzo Urra Adolfo Santos Santos Ortiz Marcelino Navarrete Cesilio Campos Bautista Diaz Silverio Lagos José Ma. Burgos Pedro Sandoval Juan José Arias Antonio Rosales Cristina Cárdena cocinera Gregorio Torre

Mes de Setiembre 1884 15 ½ días a 20 c 9 7 4½ 3 ½ 3 ½ 4 30 c 6 5½ 4½ 4½ 3 30

30 c

20 dias 14 ½ 17 11 ½ 17 16 5 6 8 6 14 1½ 1½ 1½ 1½

20 c

13 dias 5 6 6 6 8 4

30 c

3.10 1.80 1.40 90 70 70 1.20 1.80 1.65 1.80 1.80 90 1.50 9.0

Mes de Octubre 1884 Cruz Burgos Lorenzo Urra Adolfo Santos Santos Ortiz Marcelino Navarrete Cesilio Campos Bautista Diaz Silverio Lagos Gregorio Torre José Mª Burgos Juan José Arias Pedro Sandoval Pedro Contreras Andres Contreras Juan Navarrete Al frente de la vuelta Suma de la vuelta Santiago Santos Andres Rosales José Mª Rubio Juan de Dios Diaz Felipe Rubio Florencio Andrade Enrico Pinilla Octubre 30 de 1884 Pedro Contreras Juan Navarrete Ramon Navarrete Cancelados

Tranqueros hechos 250 100 100

30

10 /100 10/100 10/100

4.0 2.90 3.40 2.30 3.40 3.20 1.50 1.80 2.40 1.80 4.20 45 45 45 45 $60.95 $ 60.95 3.90 1.50 1.80 1.80 1.80 2.40 1.20 $75.60 25.00 10.00 10.00 120.60

(fs 64)


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(fs 65) Pagaré desde la fecha en todo el mes de marzo del año mil ochocientos ochenta i cinco a la órden i disposición de la testamentaria José Antonio Bravo la cantidad de nueve fanegas de trigo limpio, seco, bueno puestas en las casas del fundo Cángulo a la satisfacción del curador jeneral de la testamentaria. En caso no dar cumplimiento al plazo estipulado abonare el trigo al mejor precio en Angol con los intereses del año por cuenta al mes desde el vencimiento hasta su total cancelacion, sin dar lugar a la ejecución; respondiendo al efecto con todos mis intereses habidos i por haber en toda forma de derecho sometiendome a la juridiccion de mi acreedor Angol, Octubre 29 de 1884 (fs 66) Con esta fecha se ha presentado el administrador de Dn Fidel Neira dueño del fundo Cángulo con cuatro testigos los que juramentados dicen: que en los primeros dias del presente mes se perdió del fundo ya mencionado un buey pardo con la marca que al marjen se espresa i a demas es desastado de una hasta. Los testigos son inquilinos del mismo fundo i sus nombres son como sigue, Luis Zabala, Eustaquio Santos, Lorenzo Urra, i Pablo Santos. Para lo que le doy al portador de esta Hilario Sepúlveda para los fines a que aya lugar Los Sauces, Octubre 24 de 1884 (fs 67) Recibi de don Fidel Neira la cantidad de sesenta i cinco pesos en efectivo a cuenta de mi sueldo Angol Noviembre 12/84 (fs 68) Señor Fidel Neira Há cuso este resibo por tres sacos papas tres sacos porotos hó cupados en el con sumo de la familia i dies sacos ballico con su midos por los alimales i aves Angol noviembre 10 del 1884 (fs ) Pide se aprueben las cuentas acompañadas Rafael 2º Cerda en las dilijencias para proveer de guardador a los menores hijos de D. j. Antonio Bravo, a Us digo: que el guardador cesante se ha presentado al juzgado pidiendo que se le declare escento del cargo, haciendo presente que yo me daba por recibido de los bienes que constaban del inventario de la testamentaria. Pero a esta petición no se acompaño por nuestra parte la cuenta de la administración que debe ser aprobada por Us. Para subsanar esta falta acudo ahora al juzgado acompañando al efecto el balance que me ha sido pasado por el sr. Neira debiendo advertir a Us que todas las partidas que en él se asientan están completamente comprobadas i no tengo por mi parte objeción alguna que hacerles


105 En consecuencia A Us suplico se sirva aprobar las cuentas de que he hecho referencia i acceder a lo solicitado anteriormente. (fs ) Juzgado de la 9ª seccion del territorio de Angol

Cangulo Noviembre 24 de 1884 En la subdelegacion de los Sauces veinte i cuatro de Noviembre del año mil ochocientos ochenta i cuatro en cumplimiento del mandamiento que antecede, me trasladé al lugar denominado Cangulo de esta subdelegacion donde está ubicado el fundo (fs 71) de la sucesion del finado José Antonio Bravo i demas intereses e inmediatamente exiji del señor Fidel Neira me hisiera entrega de dichos bienes los que en el acto se me presentaron i he procedido a la confeccion de inventario solemne que se me encarga de la manera siguiente Bueyes de buena calidad Bacas paridas Baquillas paridas Bacas mostrencas Baquillas de dos años Novillos de dos años Toro de Matansa Toro de dos años Terneros de año Caballos de montura regulares Caballos para el servicio de mozo Id inutil Yeguas mansas Potrillo de año Mulares de silla ovejas Carneros padres Cordero sin señal Chanchas paridas Chanchos al pie Un chancho reproductor Chanchos de matansa Una maquina trilladora con uso de siete años en mal estado. Esta sistema Pitt Un malacate de seis palancas para el movimiento de la maquina en mal estado Una maquina armadora sistema bobis

77 15 10 3 12 6 1 1 14 3 4 1 3 1 3 50 2 39 4 5 1 21 1 1 1

(fs 71v)


106 Una romana de plata forma en buen estado Arados americanos nº diez i nueve i medio Arados doble cero en mal estado Nueve arados del pais con sus respectivas puntas Puntones para los mismos arados Yugos con coyundas Cabestros de látigo en mal estado Hachas en buen estado Chusos de fierro Orquetas de fierro Cadenas de fierro Palas de fierro Palas de madera Azuela Serrucho Barreno Taladro ….. mechas Un rifle sistema Gras Un rifle sistema Remigton Un fusil de fulminante Olletas de fierro dos chicas i dos grandes Un balde de laton Betas en mal estado Molinillo para moler tostado en buen estado Asierras en mal estado Carretas emparbadoras Carretas de rayo de un metro de alto, eje de fierro en mal estado Carretas de rayo eje de palo en mal estado Sacos trigo con peso de cien quilogramos cada uno Sacos frejoles Sacos arvejas Sacos basios Rastras de clavos En Lluequen trigo sembrado fanegas En Cángulo sembrado id Trigo sembrado en medias Con Eustaquio Santos fanegas Id José Maria Iturra Id Feliz Ortiz Id Rosario Areas Una montura con carolo suela, una lama, un freno i un par riendas, todo en mal estado Un par espuelas fierro

1 7 6 9 3 14 4 5 2 3 3 3 3 1 1 1 1 1 1 1 4 1 8 1

(fs 72)

2 18 6 3 47 ¾ 2 6 19 2 6 117 6 7 23 22

1 1

(fs 72v)


107 Una silla para niño aperado en regular estado 1 Una silla de señora con todo su apero en buen estado 1 Una cuerda de cañamo para medir cuadras 1 Un catre de madera ordinario 1 Una caza de madera 1 Ranchos de paja 3 Un galpon para guardar paja 1 Dos fundos en Cángulo 891 hectáreas Fundo Choque Choque 260 Doña Maria Rosa Iturra debe a la testamentaria sin documento fanegas de trigo de plazo vencido 12 Pedro Melo debe a la misma testamentaria tambien sin documento fanegas de trigo 3 Eustaquio Santos debe a la misma fanegas trigo 16 Mas en dinero 5.20 Feliz Ortiz debe siete fanegas menos siete litros de trigo para loas cosechas proscimas 7- 7litros José Maria Urra debe tambien cinco fanegas trigo para las cosechas venidera 5 Secilio Campos debe doce fanegas trigo id para las mimas cosechas i doce pesos veinte un centavo en dinero 12 La testamentaria debe a la servidumbre en dinero $59.03 Tambien debe la misma testamentaria al 25 fanegas mayordomo Ilario Sepúlveda por su servicio personal Sacos de mais Un nivel de albañil

1½ 1

Los animales de que consta el presente inventario están marcados con la marjen que va figurada al marjen Estando terminado el presente inventario, he hecho entrega general de todos los bienes que en el se enumeran al señor Rafael 2º Cerda quien se da por recibido de ello i firma conmigo i los testigos que suscriben de quien doy fe. (fs 74) En Angol a doce de diciembre de mil quinientos ochenta i cuatro en cumplimiento del decreto fecha diez de Noviembre proximo pasado corriente a f 79 vuelta puse en posesion real i efectiva a don Rafael 2º Cerda como curador general de los menores hijos de don Jose Antonio Bravo de los bienes inventariados desde fojas 14 vuelta a

(fs 73)

(fs 73 v)


108 fojas 23 inclusive de estos antecedentes como excepción de tres sacos papas, tres idem porotos i diez idem vallico, que la heredera doña Delfina Bravo habia usado en el consumo de la familia i los diez sacos vallico en los animales i aves, según el recibo de fojas 73 quedando el señor Cerda impuesto de cada una de las especies de que hace merito dicho inventario. Para constancia firma la presente diligencia (fs 75) Responde Don Fidel Neira se ha presentado entre Us pidiendo que se aprueben las cuentas de su administración como curador de los menores hijos de don José Antonio Bravo. En la misma solicitud don Rafael 2º Cerda, nuevo curador de dichos menores, declaró que aceptaba la cuenta de su antecesor sin reparo alguno. El defensor de menores nombrado pidió que, para dictaminar se presentasen dichas cuentas en forma sometiendolas a la aprobación de Us. En cumplimiento de lo resuelto por Us ha presentado el curador las cuentas documentos i inventarios que corren desde fs 57 hasta fs 79 Habiendo examinado el defensor dichos antecedentes practicado (fs 75 v) la confrontación de los inventarios i encontrado justificadas i explicadas las diferencias con las cuentas i documentos agregados es de opinión que Us se sirva prestarles su aprobación dejando escento de responsabilidad a don José Fidel Neira como lo solicita conforme a los Art. 422 i 423 del código civil. (Aquí termina el documento)


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111 FUENTES DOCUMENTALES FACSILARES. Revista Tierra del Sur. Revista regionalista 19ª edición 1943. Reportaje al Departamento de Traiguén: Quechereguas, Quino, Rari Ruca, Traiguén, Cullinco, Galvarino, Curacautín Lonquimay. Contribución de Jorge Riquelme P.


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