Literatura y cine: La clave mutante

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Newsweek

03/06/2014 07:51:49 p.m.

LOS X MEN envían a Wolverine en un

viaje en el tiempo para modificar la historia y evitar un suceso dramático.

Días del futuro pasado, la nueva película de los mutantes de Marvel, se convirtió en el estreno más taquillero de la saga: más de US$ 500 millones en todo el planeta al cabo de su segunda semana, y más de medio millón de espectadores en los cines argentinos en ese lapso. Es cierto que Hollywood ha hecho de los filmes basados en historietas de superhéroes uno de sus tanques predilectos en la última década y media, pero el éxito de X-Men no se basa en el estereotipo de género: además de ser destacadas piezas cinematográficas, estas películas gustan porque debajo de la superficie fantástica subyace un tratamiento profundamente filosófico y atractivamente científico, propios de esta clase de cómics.

Dos libros, de reciente edición en el país, arrojan luz sobre esta cuestión, ayudan a entender el suceso de las historias de los mutantes -así como de Spiderman, Batman y otros enmasca-

rados- y a disfrutarlas mejor.

Si algo caracteriza a todas las creaciones de la dupla Stan Lee-Jack Kirby es “su olfato fino para capturar el espíritu de época y, además, su capacidad para impregnar a sus criaturas con conflictos que permitan una profunda identificación de los lectores”, escriben Paula Bombara y Andrés Valenzuela en Ciencia y superhéroes (Siglo Veintiuno).

Los X-Men nacieron a comienzos de los años sesenta, cuando estaba reciente la idea de que los rasgos heredables formaban en realidad parte de un “código”. La genética se convirtió en una disciplina ampliamente tomada por los guionistas de historietas, y es el tema central de la historia de X-Men. Sin embargo, Bombara (bioquímica y escritora) y Valenzuela (periodista cultural especializado en historietas) advierten una contradicción. “En el mundo que Marvel dedica a los mutantes”, sostienen, la idea más mencionada es la de la “evolución paulatina, esa que se da con pequeños cambios generación tras generación y que a lo largo de miles o millones de años puede aportar modificaciones significativas en una especie”. Es decir, la teoría gradualista de Charles Darwin. Sin embargo, y paradójicamente, el surgimiento del Homo sapiens superior, como se denomina “científicamente” a los mutantes en ese universo ficcional, sólo puede explicarse desde la óptica saltacionista, aquella que sostiene que los saltos evolutivos se explican mejor si se presta atención a las variaciones discontinuas de las especies.

Este saltacionismo se da incluso entre generación y generación de mutantes. El gen que gobierna los superpoderes de esta “especie” es cualquier cosa menos regular. “Así, Magneto domina

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el magnetismo pero sus hijos… tienen poderes completamente distintos: uno es superveloz, la otra controla la magia”.

Magneto es, por lejos, el más interesante de los personajes de X-Men. Bombara y Valenzuela advierten que “su dominio sobre el campo electromagnético le otorga una fuerza y resistencia mayores que las de cualquier mortal”, aunque consideran que “siendo el amo del magnetismo, bien podría hacer mucho más, como por ejemplo manipular las reacciones físicas de una persona, haciéndola actuar a su voluntad, o paralizándola”. Pero más allá de su gama de poderes, lo notable de Magneto es su complejidad. Aquello que lo hace multifacético. Villano, antihéroe o aliado de los “buenos”, en diferentes historias, a Erik Lehnsherr lo mueve un sentimiento de venganza hacia los nazis que destruyeron su familia y desataron su poder mutante. Pero también una vocación de dominación. Quiere librar una guerra contra los humanos normales, mientras que Charles Xavier cree que es posible trabajar en paz a favor de un mundo en el que se acepte a los que son diferentes. Para Magneto, que el Homo sapiens superior –como él denomina a los mutantes– marque un salto genético, justifica el sojuzgamiento de la humanidad.

Pero, ¿por qué utilizar superpoderes en pos del bien común? Es una de las preguntas fundamentales en Los superhéroes y la filosofía (Del Nuevo Extremo), una serie de ensayos filosóficos sobre las tramas superheroicas recopilada por Tom y Matt Morris. Desde el relato de Glaucón que Platón hace en La República hasta el utilitarismo, pasando por el concepto del “doble peligro” de Kierkegaard encarnado por los mutantes –y de manera memorable en el personaje de Wolverine–. ““Los mutantes asociados a Xavier crecen hasta encarnar el amor al prójimo que Kierkegaard considera el deber humano más fundamental. Trabajan por el bien de todos, incluso el de aquellos que intentan perseguirlos y hacerles daño”.

FOTO : ARCHIVO

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