Las lenguas de españa 5, el gallego

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LAS LENGUAS DE ESPAÑA 5: EL GALLEGO

4. EL GALLEGO Es la tercera lengua romance española. Actualmente se habla en: . Galicia: en el artículo 5 de su Estatuto de Autonomía se reconoce la oficialidad de gallego y castellano. . Parte occidental de Asturias, León y Zamora. Galicia, pues, es una comunidad bilingüe y, hasta hace poco, diglósica: . El gallego era la lengua para los registros no formales. Estaba relacionada con ambientes rurales, pobres e incultos. . El castellano se empleaba entre los círculos cultos. Sin embargo, esta situación va cambiando poco a poco: del proceso de castellanización se ha pasado al de galleguización de los sectores elevados económica y culturalmente. La consideración social del gallego es cada vez más alta: . Se emplea en la Administración Pública autonómica. . Está presente en el sistema educativo. . Se utiliza en los medios de comunicación. 4.1. Historia del gallego En el extremo noroccidental de la Península Ibérica con límite por el sur en el Duero o, tal vez, en el Mondego habitó el pueblo indoeuropeo de los galaicos, representantes de lo que se ha dado en llamar la «cultura de los castros». Como la romanización de la zona –al igual que la de casi todo el norte -fue más tardía y menos intensa que la del resto de la Península, ese pueblo prerromano se mantuvo libre hasta la época de Augusto - entre los siglos I a.C. y l d.C. Tras la fragmentación del Imperio Romano, la zona constituyó el núcleo del reino suevo, pueblo germánico que había penetrado en la Península a primeros del siglo V, junto a vándalos y alanos. Una vez hubieron llegado los árabes, se integró como parte del reino asturleonés en el reducto cristiano occidental. La zona donde surgió el gallego ya en la época medieval gozaba de gran prestigio cultural, como lo demuestran los siguientes hechos: . La lengua gallega por su refinamiento era el instrumento de la expresión lírica. El rey Alfonso X, a quien se considera el «creador» de la prosa castellana, compuso las Cantigas en gallego. . Galicia era el lugar escogido para la educación de los infantes leoneses. . Santiago representaba el centro de peregrinación más destacado de Occidente. Por el camino «francés» entraron múltiples influencias culturales del exterior. Pues bien, a pesar de todo ello, Galicia raramente constituyó reino aparte.

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LAS LENGUAS DE ESPAÑA 5: EL GALLEGO El territorio de Galicia se extendió hacia el sur con el proceso de la Reconquista hasta que un acontecimiento que, en principio, pudiera parecer anecdótico, alteró radicalmente la trayectoria histórica (y lingüística) que hubiese llevado el gallego en «circunstancias normales». En 1088 Alfonso VI dona a Ramón de Borgoña, esposo de su hija Urraca, el condado de Galicia. En el año 1093, se constituye un nuevo condado, el denominado Condado Poitucalense, en el territorio entre el río Miño y el Mondego, que legará Alfonso VI a Enrique de Borgoña, esposo de su otra hija Teresa. Se ponen las bases de esta manera de la nación portuguesa, que nace en realidad en 1128; con la proclamación como rey de Afonso Henriques en 1139-1140 la independencia se produce definitivamente. Al principio, la lengua que se hablaba al norte y al sur del Miño era la misma, pues se trataba de una separación política, que no lingüística. Ahora bien, conforme Portugal avanza hacia el sur, en su proceso reconquistador -la corte se va instalando sucesivamente en Coimbra, Santarem y Lisboa-, el portugués se «convierte en lengua nacional, y el gallego se ve progresivamente reducido. Mientras que con la unión de León y Castilla el gallego no se normalizará, dado que carece de corte, el portugués va adquiriendo mayor prestigio, como vehículo de expresión de una nación en progresiva expansión política, cultural y económica. Los repobladores llegados del norte entraron en contacto con la lengua hablada en el sur, el romango mocarábico, de importancia trascendental en la constitución del portugués. Durante la Baja Edad Media y en adelante, la monarquía castellana y la iglesia impulsan el uso del castellano en la zona: cada vez son más numerosos los nobles de Castilla que ocupan los puestos más relevantes de la administración pública o eclesiástica. Esta circunstancia determina la instalación del castellano entre las capas elevadas de la sociedad y, al mismo tiempo, que los documentos, la literatura dejen de emplear el gallego para su redacción. No participa el gallego en procesos de codificación y de normalización como los que experimenta el portugués gracias a Oliveira, Barros o Nunes de Leao, o el español con Nebrija. Mientras, labradores, marineros, pequeños comerciantes no dejan de hablar gallego: su reducción al campo y a los estratos bajos de las ciudades lleva a su identificación con lengua rústica y zafia. En el siglo XVIII la castellanización y la paralela desgalleguización se intensifica al hacerse obligatoria la enseñanza en castellano. Se oyen, no obstante, las primeras voces en defensa del gallego: el Padre Sarmiento, el Padre Feijoo -quien sostiene que el gallego es equiparable al castellano en todos los órdenes-, el Padre Sobreira y Cernadas de Castro. Si bien desde entonces hasta ahora no ha cesado ese proceso, dada la identificación «castellano = ascenso social», a partir de mediados del siglo XIX gracias al interés por lo vernáculo y por lo peculiar potenciado por el Romanticismo, se rehabilita el gallego como lengua literaria. El primer grupo político coherente con tendencia galleguista comienza a definirse entre 1840 y 1846. Desde el punto de vista social, este grupo lo integraban gentes vinculadas a la hidalguía, en cuyas manos estaba el capital gallego. De este sector proceden los partidarios de un régimen republicano federal que participaron en el levantamiento de 1846. Por su intento de restituir el gallego en la literatura destacan Alberto Camino, José María Posada y Francisco Añón.

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LAS LENGUAS DE ESPAÑA 5: EL GALLEGO En la década de 1860 se produjeron varios hechos relevantes para la historia de la lengua (y literatura) gallega: en 1861 se celebran los Juegos Florales en La Coruña, en 1862 se publica el Album de caridad y de 1863 es la obra Cantares gallegos de Rosalía de Castro. Con todo, será la década de 1880 las más importante por la publicación de Follas novas de Rosalía de Castro, Aires da miña terra y O divino sainete de Curros Enríquez, Queixumes dos pinos de Eduardo Pondal y Saudades Galegas de Lamas Carvajal. La preocupación por el gallego llevó aparejada la publicación de las primeras gramáticas y diccionarios gallegos: Compendio de gramática gallega castellana de Mirás, EI habla gallega. Observaciones y datos sobre su origen y vicisitudes de Cuveiro Piñol y la Gramática gallega de Saco y Arce. En lo referente al léxico destaca el Diccionario gallego castellano de F. J. Rodriguez (1863), el Diccionario de Cuveiro Piñol (1876) y el Diccionario de Marcial Valladares (1884). El cambio verdaderamente importante no llega hasta las dos primeras décadas del siglo XX cuando toma conciencia el campesinado y aparece el nacionalismo. En 1916 se publica el manifiesto nacionalista de Antón Villar Ponce y se constituye la primera Irmandade da Fala con el objetivo de trabajar a favor de la lengua gallega. Entre los hombres de esas décadas destacan los integrantes de la generación Nós, quienes lucharon para que el gallego ampliara sus funciones. En el mismo sentido trabajaron los miembros del Seminario de Estudios Galegos. De 1906 data la creación de la Real Academia Gallega, cuyo único trabajo normativo se hizo esperar hasta 1970: nos referimos a las Normas ortográficas e morfolóxicas do idioma galego. En este particular el Instituto da Lengua Galega también ha propuesto unas normas en los años setenta. Durante la ll República se aprobó un estatuto de autonomía para Galicia, en cuyo artículo 4 se declaraba que «serán oficiales [...] el castellano y el gallego», si bien por el alzamiento nacionalista encabezado por el General Franco no llegó a entrar en vigor. Desde 1939 la situación cambia a peor drásticamente: la Iglesia, la escuela, la administración y la radio emplean de manera exclusiva el castellano. En el exilio argentino, en cambio, se va a alcanzar un alto desarrollo editorial: Piñeiro, Isla Couto, Fernández del Riego, entre otros, fundan la Editorial Galaxia. 4.2. Rasgos lingüísticos del gallego A) Fonéticos. . Sistema vocálico de siete unidades (como el portugués), donde la distinción entre e abierta y e cerrada, y o abierta y o cerrada es pertinente. Carece, no obstante, de los fonemas nasales del portugués. . Vocalismo átono inestable. En posición final solo se mantienen e, a, o como en castellano. La o suele ser cerrada, sin llegar a articularse como u (algo que se da en portugués). . Mantenimiento de los diptongos ou, ei, oi, monoptongados en castellano. . No existe labiodental fricativa sonora /v/, frente al portugués que sí tiene este fonema. La oposición latina con /b/, pues, se reduce al igual que en castellano.

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. Reducción de las labiovelares /kw/ y /gw/ iniciales ante vocal a en /l</ y /g/ frente a castellano y portugués donde se mantienen. . Palatalización en ch de los grupos consonánticos iniciales integrados por/l/. En intervocálica el resultado del proceso es II. . La geada o articulación de la velar sonora /g/ como sonido aspirado faríngeo, sordo o sonoro. . Desaparición de /l/ y /n/ latinas intervocálicas, como en portugués. . Reducción de /ll/ y /nn/ en /I/ y /n/ (en castellano aquellos grupos son el origen de la lateral y la nasal palatales). . Seseo. . Evolución del grupo /kt/ en /it/, como ocurre en la mayor parte de la Romania Occidental. B) Morfosintácticos. . Tratamiento diferenciado del género nominal: por ejemplo, los neutros latinos que son femeninos en castellano, en gallego y portugués son masculinos (Ieite). Asimismo, los nombres de árboles frutales cuyo fruto es femenino, son asimismo femeninos; si el fruto es masculino, el nombre de árbol lo es también. . Las formas del artículo determinado son o, os / a, as. La reducción se explica por el carácter átono y su posición postvocálica en ocasiones. Si la palabra anterior al artículo termina en —r o -I, la l se mantiene como resto de la asimilación de la I- del artículo. Son frecuentes las contracciones con diversas preposiciónes del tipo nos, de en más os, pola, de por más a, etc. . Pronombres personales: el de segunda persona función sujeto es ti en la mitad occidental, como reflejo de la expansión de la forma tónica del complemento a la función de sujeto. Como en portugués, es característica la posición enclítica del pronombre átono: dixenllo, mantenimiento del orden general en las primitivas lenguas románicas. . Posesivos: nada más que se conoce la serie tónica, regularmente precedida del artículo. . Demostrativos: gallego (y portugués) forman los plurales sobre los singulares, no a partir de los plurales latinos: estes, eses, aqueles. . Sistema verbal: el del gallego, lo mismo que el del portugués, es bastante conservador. Los tiempos verbales son casi los mismos que en latín, puesto que no se han desarrollado las formas perifrásticas para los tiempos del PERFECTUM. . La acentuación de la primera y segunda persona plural del imperfecto, cantabámos, es exclusiva del gallego. Conservación de la -d- de segunda persona del plural. La -n es marca de primera persona singular de los perfectos fuertes: dixen...

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LAS LENGUAS DE ESPAÑA 5: EL GALLEGO . Los adverbios son similares a los de otras lenguas románicas. Son peculiares onte de *HA NOCTE o Cedo de CITO. . Se dan giros preposicionales, sobre todo con en, desconocidos en portugués o castellano: «cortaba na leña». C) Léxicos. Se constatan notables diferencias con los léxicos de las lenguas románicas vecinas: agarimar ‘proteger’, aloumiño ‘caricia’, bágoa ‘lágrima’, cunca ‘taza’, Ióstrego ‘relámpago’, etc. 4.3. El español hablado en Galicia . La entonación es, sin duda alguna, la característica más marcada de un gallego al hablar castellano. Además de este rasgo: . Cierre de las vocales o y e en u e finales. . Seseo. . Geada (pronunciación de gato como [hato] o [xato]). . Reducción de grupos consonánticos: repunante, esato... . No empleo del pretérito perfecto: «todavía no Io vi esta mañana». . El diminutivo -iño. 4.4 Dialectos del gallego El gallego limita lingüísticamente por el este con las hablas leonesas de las provincias de Asturias, León y Zamora, y por el sur con las hablas miñotas de los distritos portugueses de Viana y Braga y con las hablas tramontanas de los concejos de Montalegre, Chaves y Vinhais del distrito de Vila Real. Se distinguen tres grandes bloques dentro del gallego: 1. Bloque occidental. Correspondiente al occidente de las provincias de La Coruña y Pontevedra, se considera la variedad más innovadora, tanto en la fonética como en la morfología. En este bloque pueden, a su vez, distinguirse dos áreas: . Fisterra, en el occidente de La Coruña. . Tudense, con las hablas de la zona sur de Tui-Vigo. Entre estas dos zonas se encuentran, a manera de «puente», las hablas pontevedresas de las penínsulas de Salnés y del Morrazon y del Val Fragoso vigués. 2. Bloque central. Correspondiente al nordeste y al interior de la provincia de La Coruña, al interior de la provincia de Pontevedra (en especial, las zonas eclesiásticamente comprendidas en la diócesis de Lugo) y a las zonas no orientales de las provincias de Lugo y Orense. Mientras que las innovaciones morfológicas de este bloque son desconocidas en los otros dos,

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LAS LENGUAS DE ESPAÑA 5: EL GALLEGO numerosos fenómenos de las hablas occidentales penetran en la zona central. Se diferencian dos áreas dentro de este bloque: . Mindoniense, en el nordeste de La Coruña y el norte de Lugo, coincidente, en líneas generales, con la diócesis de Mondoñedo-Lugo. . Lucu-auriense, en el centro y sur de Lugo, salvo la parte más oriental, y las hablas orensanas pertenecientes a la diócesis de Orense. 3. Bloque oriental. Corresponde al este de las provincias de Lugo y Orense; se incluye aquí el gallego «exterior», esto es, el occidente de Asturias, León y Zamora. Se trata del gallego más conservador. Se compone de tres áreas: . Asturiana: hablas gallegas del occidente de Asturias y del concejo Iugués de Negueira de Muñiz. . Ancaresa: las hablas de Ancares de León. . Zamorana: las hablas gallegas de Zamora y el ayuntamiento orensano de A Mezquita.

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