GAME SURVIVOR POR NATALY PASTENE
La señal inequívoca de que el mundo esta cambiando ante una catástrofe, no son los gritos de la gente, son el silencio de los helicópteros…
Luego de correr por algunas calles atochadas de personas horrorizadas por el estallido de los bombazos y el grito desgarrado de los niños que buscan a sus padres entre humaredas de cenizas metálicas, finalmente, Nicolás se sintió seguro. Desde un quinto piso en un edificio de dueños desconocidos, Nicolás miraba por la ventana hacia la arboleda que se antepone al Palacio de la Moneda, corrió hacia ese lugar luego de salir del metro, arrastrado por los demás pasajeros que en forma de estampida arrancaron del subsuelo luego de un remezón de las vías. Mientras grababa con su celular un saludo para su vlog diario a modo de actualización luego de “una junta” de personas relacionadas al mundo de las comunicaciones e Internet, Nicolás conocido como Vardoc1 trataba de mantener en calma a los jóvenes que lo saludaban en el vagón del metro, las luces del vagón parpadearon en medio de la grabación, unos cuantos gritos de sarcasmo se transformaron de un salto en gritos de espanto. Un temblor detuvo el andén, entre la oscuridad vieron
que el carro delantero había quedado hecho pedazos tras el colapso del cielo sobre la cabina, dejando ver un tanque militar a medio destruir sobre unos pasajeros que aun vivían. Nadie prestó ayuda a los siniestrados, todos corrieron hacia la salida más cercana que era la estación anterior, y aunque varios pasajeros quisieron quedarse en el intento de ayudar, lo cierto es que la ola de personas corriendo hacia la luz fue mayor. El recorrido fue registrado por la cámara, lo peor de Outlast se había escapado de la ficción, los personajes saltaron de la pantalla para apoderarse de la realidad, aunque en rigor eso no es posible. Nicolás corrió junto a la multitud, podía sentir su corazón golpear contra su pecho, el nerviosismo de caer y ser aplastado por la masa, exigir su cuerpo al límite y lograrlo. Subiendo las escaleras parecía que el tumulto lo levantaba con cada escalón, a pasos cortos pero constantes llegó a la superficie. No miró hacia ningún lado y siguió andando con la corriente hasta que se disipó.
A su alrededor, niños lloran buscando a sus padres, ancianos sentados en las aceras observan desconcertados la situación, algunos se esconden para no ser atropellados y otros toman las manos de sus familiares a la espera que el caos pare, sin embargo a medida que pasan los minutos la sensación de peligro aumenta. Nicolás se sintió confundido, era como saber que abrirás una puerta en un video juego y que un fantasma estará ahí para gritarte, el cuerpo en estado de alerta, el aire pesado, los silencios incómodos seguidos de los helicópteros sobrevolando la zona. Poco a poco las personas han encontrado refugio de aquello que los ataca, como en estado de guerra, la ciudad se hace silenciosa. Pero ¿qué es? Se preguntó, ¿de qué corre la gente? Un hombre de aspecto joven, con el rostro tapado por una capucha blanca se acercó y le dijo. -hermanito, ¿teni pastillas? -yo… Nicolás sintió el miedo, como ver a un diablo mitológico disfrazado de humano, su actitud quieta, detenido en el tiempo, la oscuridad que se traga la luz, Slender, un hombre que se transformó en un monstruo. El sudor del esfuerzo físico se congeló en un segundo, comprendió que iba a morir. Una sombra salta desde su espalda y golpea en la cabeza con un palo al posible agresor de Vardoc1 tirándolo al suelo y dice. -¡cállate culiao! Nadie tiene ni una hueá aquí -¿Xoda? -¡hueón, corre conchatumadre, corre! -¿a dónde? -¡corre hueón oh!
Nicolás no hizo más preguntas, sólo siguió a su amigo entre la polvareda, corrió por una arboleda y algunos callejones que no puede recordar fehacientemente, a lo lejos continúa escuchando algunas personas que gritan los nombres de sus familiares mientras de fondo, más en el fondo de la escena se escucha roer o quizá cerdos comer algo, demasiado tenebroso para detenerse a pensar en ello. Las puertas de vidrio del edificio están trancadas desde dentro, Xoda comienza a golpear la puerta con el palo, luego de varios intentos logra hacer un agujero lo suficientemente grande para meter su brazo y empujar las bancas que impedían el paso. -Nico, ayúdame a empujar esta weá -¿podemos hacer esto?... hueón ¿le pegaste un palo a ese pobre tipo? -hueón, después de que te fuiste, quedó la pura cagá -pero si yo me fui hace nada de rato y de repente el apocalipsis -Nico hueón, tú te fuiste y llegó un tanque disparándole a la gente, todos corrimos, botó edificios, paso por encima de los autos, todo hueón, todo. -pero ¿qué pasó? -no sé, no sé, pero lo peor no es eso, vi a un tipo comerse a otro, de verdad, no que se lo garchara, no hueón… se lo comió, hizo la misma pregunta de las pastillas y cuando le dijeron que no… lo mordió.
-tratemos de entrar hueón, dentro puedes tratar de llamar de nuevo y estar más a salvo, demás que tu familia está bien, tú sabes que la señal de los celulares es una mierda en momentos así, entremos. Ambos se centraron en el cometido empujando con fuerza, la puerta cede los centímetros suficientes para que Xoda entre, desde ahí tira la manija y grita. -¡entra, entra, ahí vienen! Nicolás se apresura sin mirar atrás, al entrar obstruyen la puerta y la bloquean nuevamente, al instante escuchan como la cabeza de un hombre se golpea contra el vidrio de alta densidad manchando de sangre la estructura, Nicolás levanta la vista y dice. -mira a ese tipo, ¿qué le pasa? -Nico, se ven todos así -está sangrando y se sigue pegando contra el vidrio, es como un zombie -míralo, está tapado en sangre, quizás a cuantos ha mordido -¿y no es contagioso? -No sé, pero mejor buscamos donde meternos, porque segurito que si nos quedamos aquí vengan más.
Ambos suben al segundo piso por las escaleras, no hay energía eléctrica, el camino está lleno de objetos que la gente tiró en el intento de escapar, también hay algunos rastros de sangre, manos estamXoda deja de empujar la puerta, mira padas en las paredes, muestra del intenabstraído hacia dentro unos segundos, lle- to por sostenerse en pie escapando de un va las manos a su cara y solloza. ataque. -no sé donde están los demás, llevo un rato -oye Xoda, probemos las puertas si alguna corriendo, traté de llamar a mi mamá y no abre -amigo hay que recoger ítems aquí, win contesta, ahí te vi…
survivor -amigo esto no es un juego -Nico hemos hecho esto muchas veces, somos los mejores para sobrevivir al apocalipsis zombie de nigas hambrientos -entonces no voy a abrir las puertas, voy a mirar para abajo y si dice “pulse F para abrir” la abro. Ambos rieron, Nicolás se sintió algo aliviado de ver a su amigo más calmado, la situación ya era bastante difícil y la desesperación podía llevarlos a la muerte, por lo tanto, aunque nunca esperó ser de los sobrevivientes que mantuvieran la tranquilidad he hiciera bromas, tomó ese rol en favor de ambos. Algo de las palabras de Xoda hicieron sentido, las personas que no acostumbran jugar videojuegos, nunca han simulado un apocalipsis en primera persona, de alguna manera ellos si estaban más preparados y ver la situación como un video juego no era una mala idea. Nicolás recogió del suelo un ítem, un
juego de llaves que probaba puerta por puerta, el edificio parecía abandonado aunque no era posible ¿quién había trancado la entrada? Xoda dice. -waa! Las cosas que olvida la gente -¿qué encontraste? -un hacha amigo, ahí colgada al otro lado del vidrio . -no sé cómo nadie la tomó. -te lo dije, somos los mejores survivors… yo tenía un palo, puta que soy hueón lo dejé afuera. -Pégale con el florero que está abajo. -Soy ciego hueón no lo vi, ahora con el hacha soy el puto protagonista, no me puedo morir, voy a matar a todo the forest -Xoda, tú sabes que yo soy el protagonista, conmigo empezó la historia. -pero a mí me dieron el hacha amigo, y yo te salvé a ti, soy el protagonista en este server, mira ahí unos audífonos, están rotos no importa porque ahí abajito dice “Xoda ha recogido un ítem”. Continuaron subiendo el edificio, probando las llaves y tocando las puertas, pero nadie abrió, de tanto en tanto trataban de comunicarse con sus familias, en los momentos de silencio se escuchaban los helicópteros sobrevolar el lugar, ya no se oían personas gritar pidiendo ayuda. Nicolás recoge un nuevo ítem, un celular viejo pero en buenas condiciones. En el quinto piso la llave recogida por fin empata con una cerradura, Nicolás entre aliviado y asustado abre con sigilo la puerta y dice. -¿aló? Hay alguien ahí -somos amistosos -nadie en casa supongo -hueón entremos... espera... con el poto a
la pared, si hay algo que aprendí en estos años de jugar con peluchín es que el poto va a la pared. Nicolás no rechazó la idea, el sigilo podía salvarlos, lentamente y con la espalda pegada a la pared inspeccionaron el departamento hasta sentirse seguros. Cerraron con llave la puerta, registraron minuciosamente los objetos del departamento. Algo de comida y agua embotellada. Luego de beber algo de agua, Nicolás saca de su bolsillo el celular que recogió, lo enciende y busca la radio, la pantalla del aparato dice “conecte los auriculares para mejor recepción”. -puta la weá, recogí el celular para escuchar la radio sin gastar la batería de mi celular y me pide los audífonos -pero amigo, yo recogí unos audífonos rotos -nunca me imaginé que los audífonos de verdad fueran un ítem.
lular sobre una mesita de centro en medio del living. Abre la ventana que da hacia los arboles y escucha la radio. (voz masculina)
“en sus casas… para quienes se vienen integrando a ésta transmisión especial de radio Bio Bio les informamos que según informaciones de gobierno, un virus desconocido está atacando al país transformando a los infectados en caníbales, se recomienda a todos mantenerse en sus casas… para quienes se vienen integrando a esta transmisión especial de radio Bio Bio les informamos que según…” -Nico voy a cambiar la estación, ese mensaje está grabado, quizá la ADN diga otra cosa. (voz femenina)
“estamos transmitiendo con el generador, a la gente que nos escucha, no salgan de sus casas, tapen las puertas y ventanas, esto Nicolás logra sintonizar las pocas es- no es cualquier virus, nosotros vimos a uno taciones radiales que se mantienen en fun- de nuestros compañeros transformarse, cionamiento, pone el altavoz y deja el ce- venía en la droga… todos lo sabíamos, sa-
bíamos que Claudio tenía problemas, llegó aquí pidiendo drogas, coca... cuando le dijeron que no, atacó al director… lo mordió y lo mató, después tomó una aspirina del escritorio, la molió y se la jaló, estabamos impactados, nadie hizo nada, luego los guardias lo redujeron y lo encerraron en los baños … esto no es sólo un virus, esto fue... y aquí me juego mi credibilidad con esto… esto es un ataque de prueba, una nueva forma de hacer guerra, una droga que hace que el sistema nervioso falle y los convierta en zombies, lo vi, tengan cuidado, cualquiera puede estar infectado y puede atacar en cualquier momento…. -Nico esta mina está loca
-hueón déjame escuchar
“… piénsenlo… drogadictos hay en todas partes y de todas las clases sociales, un cargamento infectado con lo que sea esto podría terminar con toda latinoamerica en un abrir y cerrar de ojos, desde los mandatarios hasta el fondo… manténganse en sus casas, no salgan y si alguien sospechoso les pide drogas, denle cualquier cosa, eso los calmará… Claudio se calmó después de eso, funcionará unos minutos hasta que escapen, mantengan la calma y no hagan movimientos bruscos… -Xoda apágalo por favor, no gastemos la batería que después podemos necesitarlo.
Nicolás sacó su propio celular y comienza a grabar. -si es que no sobrevivimos, para los que encuentren este video, no lo borren, súbanlo a youtube, yo soy Vardoc uno y mi compañero acá es Xoda, con equis, suban este video con esos nombres, quiero decirle a mi familia que los amo y que voy a hacer cualquier cosa para sobrevivir, esta noche yo creo que la pasaremos aquí y ya mañana habrá que moverse, sé que voy a volverlos a ver… adiosito, amigos míos. Nicolás deja de grabar, se emociona, pone una mano sobre sus ojos y solloza, Xoda lo abraza y comienza a llorar también. El mundo que conocieron aunque se restablezca nunca será el mismo. Se miran a los ojos y Xoda dice. -ay no, esta es la parte maraca donde nos besamos - puta que eres hueón amigo, esta no es una historia de amor -verdad, no somos maracos, bueno, tú si un poco… Tocan tímidamente la puerta de la entrada y escuchan una voz femenina infantil que dice “¿hay alguien ahí dentro?
Hola, estoy sola, ayúdenme por favor… mi mamá no despierta”… -Nico hueón es una trampa, It’s a tramp! -xoda... quieres ser bueno y morir, o ser malo y vivir.... -decide tú....
FIN