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TRANSPORTE: LOS VIEJOS PIRATAS

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TEROR Y EL TRAIL

TEROR Y EL TRAIL

“DE BELINGO NOS VAMOS P’AL MONTE, EN PIRATA, EN PIRATA”

Así comienza una isa canaria. Pocos jóvenes sabrán lo que es “ir de belingo” y poquísimos lo que era un pirata, desde el punto de vista del transporte. Por supuesto que no es el bucanero que surcaba las costas caribeñas en barcos enarbolando la siniestra bandera negra y la calavera blanca.

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Presentación de piratas Ford Taunus Transit en los Jardines Rubió (1962).

En lo que sí hay similitud es en su actividad: los dos se dedicaban a robar; el de la pata de palo a pobres barcos indefensos y el de ruedas neumáticas a los lentos “coches de hora”.

En sus inicios, los “piratas” fueron coches de uso normal (hoy les llamaríamos taxis) que se dedicaban a transportar viajeros, compitiendo con los coches de A.I.C.A.S.A. Unos dentro de la ley –formaban cooperativas totalmente registradas- y otros al margen, en franca ilegalidad. Ambos solían salir minutos antes que los “coches de hora”, y por el camino iban cogiendo viajeros que esperaban por los viejos Daimler;

Piratas en la parada de Gáldar.

de ahí el apelativo de “pirata”: robaban viajeros a la empresa de don Manuel Guersi.

La tarifa del “pirata” era más alta que la de los “coches de hora”, pero la diferencia se compensaba la rapidez con la que llegaban a su destino, máxime cuando dos o tres paradas después de LOS CHÓFERES APARCADOS EN FILA INDIA DELANTE DE SUS PIRATAS ESPERANDO POR LA CLIENTELA A LA QUE DEBÍAN TRASLADAR. ERAN UNOS CONDUCTORES MUY SINGULARES. la inicial ya estaban totalmente llenos. Yo diría que excesivamente llenos, porque he llegado a ver en su interior hasta cajas de coñac como improvisados asientos.

Los primitivos “piratas” fueron evolucionando y ganando en capacidad y confort. Los antiguos vehículos de las

más variadas marcas y modelos dieron paso a flotas numerosas de microbuses de 8 ó 9 plazas, de marcas tales como Austin/Morris, Ford Taunus Transit y Commer 2500, con las carrocerías pintadas de gris claro y unas franjas longitudinales de gris oscuro. En Las Palmas de Gran Canaria tenían sus terminales en Bravo Murillo los del norte, en el margen izquierdo del Barranco Guiniguada a la altura de la Farmacia de Molina los del centro, y en la Plaza del Pilar Nuevo en Vegueta primero y luego junto al Teatro Pérez Galdós los del sur.

Todos llevaban motor de gasolina. El precio del litro de combustible a mediados del siglo pasado era irrisorio, hasta que los árabes descubrieron que podían secuestrar al mundo y exigirle un rescate utilizando el control de la mayoría de los pozos de petróleo.

Austin, Morris, Ford Taunus y Commer fueron las marcas preferidas por los transportistas. Hubo microbuses Volkswagen y Ford Thames, pero en franca minoría en relación con los anteriores. Recuerdo que el concesionario de Austin/Morris para Gran Canaria tenía su sede en la calle General Franco (hoy Primero de Mayo) a la altura de la c/ Perdomo, donde hasta hace poco había un comercio de muebles.

A principios de los años setenta del siglo pasado, los “piratas” acabarían transformándose en la compañía U.T.I.N.S.A. (Unión de Transportes Insulares, S.A.), y prestando servicios de transporte colectivo de viajeros en la mitad norte de la isla de Gran Canaria.

Voy a acabar casi como empecé: “ir de belingo” podría traducirse por el actual “ir de marcha”.

También para “echarle un puño a la baifa” se viajaba en los “piratas”, pero el significado de esta expresión lo explicaré en otra ocasión.  Luis Cabrera Hernández

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