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En el fuego, el documental (2008)
por Gia Lujuria1
El pasado 13 de marzo, tuve la oportunidad de asistir a la proyección y celebración del aniversario del documental “En el fuego”, del director Dante Alencastre, el cual cumplía quince años de realización y estreno. Fue una experiencia bastante reconfortante ver los testimonios de cinco mujeres trans y una artista drag, en el contexto de la sociedad limeña entre los años 2006 a 2007. A su vez, un poco preocupante comprobar que las cosas no han cambiado mucho desde entonces, a pesar de que la lucha y el contexto es un poquito más llevadero en la actualidad en algunos casos.
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Dante Alencastre, es un galardonado documentalista y activista del colectivo TLGBIQ+, quien reside en Los Ángeles. Su trabajo es netamente cinematográfico y también participa en las juntas directivas de organizaciones artísticas TLGBIQ+ de Los Ángeles, grupos políticos y comunitarios. Dante se centra particularmente en las subtribus no conformes de latinos, transgénero y género variante dentro de la comunidad. Es así como encontró su vocación, documentando las vidas de las personas y comunidades TLGBIQ+ durante su viaje de regreso a su natal Perú.
El documental “En el Fuego” recibió el Premio del Público del LA Outfest en 2008. Cinco años después, Dante decidió actualizar los éxitos de este grupo peruano de activistas trans que participaron en el documental, dando como resultado la película “El Fuego Dentro” (2012). En el año 2013, Dante documentó la vida personal y profesional de la activista y líder transgénero de renombre nacional, Bamby Salcedo en “Transvisible: Bamby Salcedo’s Story” que se estrenó en Outfest LA y recorrió diversas universidades, festivales de cine y centros comunitarios de los Estados Unidos. “Raising Zoey” (2016), es otro de sus galardonados documentales, el cual se estrenó en Outfest LA y se ha presentado en más de cien ciudades de todo el mundo (incluyendo Lima) y distritos escolares desde San Diego hasta Praga.
Su siguiente película trata sobre la activista trans Connie Norman, quien hace incidencia en problemáticas sobre VIH y SIDA, esta lleva por nombre
“AIDS DIVA” y se estrenó virtualmente en Londres en 2021. Esta película fue recibida con premios internacionales del público y el Jurado en Sídney, Athens, Miami, Singapur y muchos otros. El otoño pasado esta película fue presentada en Ámsterdam, en el marco del Día Mundial de la lucha contra el SIDA. En 2018, Dante fue nombrado director ejecutivo de la Organización Artística TLGBIQ+ sin fines de lucro, California LGBT Arts Alliance, institución en la que se mantiene trabajando hasta la actualidad.
Como mencionaba inicialmente “En el Fuego”, tiene como protagonistas a cinco mujeres trans y una artista drag. Dentro de este grupo de cinco mujeres trans se encuentran las reconocidas activistas limeñas Leyla Huerta, Gabriela Mariño y Belissa Andía (esta última ex candidata al congreso de la república). En el documental, podemos ver a una joven Leyla abriéndose camino en la vida y en el movimiento de activistas TLGBIQ+, con su organización Féminas. Leyla nos cuenta parte de sus vivencias y las de otras mujeres trans a las que apoya. Evidenciando la falta de oportunidades y trabajo, que orilla a estas jóvenes trans a recurrir a la prostitución. Al igual que Leyla, Gabriela (Gaby para lxs amigxs) cuenta su experiencia personal como chica trans, durante su adolescencia y época escolar. Asimismo, nos contextualiza del trabajo de base que realiza en esa época junto a su organización Ángeles Azules. Ambas evidencian los desafíos sociales y políticos contra los que se tienen que enfrentar en esos años, para tomar acción a favor del colectivo de mujeres trans.
Por otro lado, Belissa nos comenta del contexto de las mujeres trans y diversidades de esa época en Latinoamérica. Asimismo, de manera muy lúcida, cuestiona las identidades trans existentes y las que vienen surgiendo en esos años. Comentándonos que se siente interpelada y confundida sobre su identidad, desafiando los referentes de identidad binarios promovidos por occidente y Europa. Intervención que me llena de alegría y esperanza, pues me parece imprescindible que una mujer trans ya esté cuestionando los límites y regulaciones identitarias en esa época, bastante adelantada a su contexto diría yo. Dejando un legado para otras chicas trans como yo, quienes cuestionamos las reglas del género binarias.
En el documental también podemos ver los testimonios de dos chicas trans más, quienes nos narran las dificultades y sobre todo agresiones que han sufrido, ejerciendo trabajo sexual, una de ellas, Jessica, nos cuenta que intentaron matarla a golpes con un bate, es por ello que luego de esa situación, decide retirarse temporalmente de ese rubro. El documental también nos muestra la vida y testimonio de Kiara, una bailarina, animadora transformista quien fue expulsada de su casa, a pesar de ayudar en la economía de su familia; sin embargo, es rechazada por su orientación sexual y su trabajo como transformista.
Este documental nos muestra una Lima de antaño en sus primeros dos miles, con un transporte público diferente y distritos que aún no habían cambiado por el boom de la urbanidad. También visibiliza la incidencia de diferentes activistas por conseguir una Ley contra los crímenes de odio, la cual se llegó a conseguir en su momento y que fuera eliminada de todas las instancias posteriormente por el congreso y la presidencia. Demostrándonos una vez más que en este país solo avanzamos hacia atrás, por lo menos en políticas públicas. Me dio nostalgia, debo admitir, ver lugares que concurrí a los inicios de mis veinte años. Luego de ver el documental, sentí la necesidad de remembrar esos espacios de contención y entretenimiento para nuestro colectivo trans marica, puesto que, sin memoria, solo desapareceremos con el tiempo.
Asimismo, insto a las nuevas juventudes que lean este artículo, a organizarse, informarse y empoderarse, pues la actual coyuntura es bastante árida y hostil con nuestro colectivo. Sin ir muy lejos, en Estados Unidos, del cual se toma mucha referencia en el activismo, estamos presenciando censuras y prohibiciones a las expresiones artísticas de Drag Queens y personas trans, con regulaciones promovidas por el ala conservadora de ese país. Es necesario consolidar nuestras metas y tomar en cuenta nuestras necesidades como colectivo y comunidad, pues no es solo simbólico, nos están matando, y es nuestra responsabilidad como ciudadanxs tomar acción al respecto.
Como parte de este artículo, me permito compartir con ustedes la presentación que realiza textualmente Belissa Andía del documental, la cual me ha sido compartida muy amablemente por parte del director Dante Alencastre.
1 Gia Lujuria, es artivista VIH+ transfemenina de Lima, Perú. Se dedica al arte en su diversidad; escritura, modelaje, canto, actuación, performance, múltiples disciplinas y exploraciones en artes escénicas.
Presentación de “En el Fuego” por Belissa Andía Pérez
En el fuego, muestra los espacios que involucran a la población transgénero, reflejando en los relatos de las activistas, en primera persona, las tensiones que cruzan sus vidas, como un verdadero campo de lucha. Nosotras hemos encontrado en un resquicio del sistema social que nos excluye, formas de resolver las exigencias que demanda sobrellevar nuestras vidas, que muchas veces significa también alternativas que subvierte el orden imperante.
Lo precioso de la entrega de Dante, es la posibilidad de otorgarnos la facultad del uso de la palabra, de la que también estamos excluidas privándonos de expresarnos, y contrarrestar en su lugar el discurso hegemónico que nos remite y sujeta al imperio del orden, buenas costumbres y moral pública, que es la validación del pretexto para dar curso a la violación sistemática de nuestros derechos.
La Lima presentada en el documento visual, es una ciudad mojigata e hipócrita, porque organizada y normada en sus múltiples necesidades a la luz del día, sus noches rebelan el otro lado de la verdadera condición humana, en que la sexualidad y el placer desatendidos en las políticas culturales, encuentran sus propios cauces, no siempre del agrado de la moralina conservadora.
Nosotras asumiendo sin subterfugios nuestra identidad, confrontando los
Crónicas de la diversidad digital N°13 / mayo 2023 estereotipos de género desde la abierta visibilidad, resistiendo toda amenaza y con la férrea decisión de mantener nuestra libertad de expresión de género, estamos expuestas a formas desembozadas o sutiles de violencia, que en su forma extrema de disciplinamiento, llega a los crímenes de odio impuestos con brutalidad.
Esta Lima, con alto porcentaje de inmigrantes motivado por la guerra interna, derivada de la época del terrorismo liderada por el grupo Sendero Luminoso, con altos índices de desempleo, con incremento de la brecha de ingresos entre las clases adineradas y los sectores populares, con los más bajos índices de educación en la región, con un gobierno que presentó en la contienda electoral una propuesta de gobierno centro izquierda, con desarrollo de planes de política social, que alguna se pensó que podía haber un acercamiento con el movimiento de la diversidad, finalmente hizo y desarrolla actualmente un gobierno situado en la extrema derecha, proclive a lineamientos fundamentalistas no solo en lo económico, sino también con relación a los derechos sexuales y reproductivos, ha desconocido nuestras propuesta en el plan nacional de derechos humanos, ha desconocido los derechos de las lesbianas en la Ley de Igualdad de Oportunidades, desestimó suscribir la declaración propuesta por Francia, rompiendo una tradición de apoyo a los derechos de la diversidad.
Este marco político y económico en el país y que pugna por reeditarse en América Latina, hace que los fundamentalismos hayan lanzado una señal de alerta y que concierten contra nuestros derechos, incluso con algunos ya ganados en curso de retroceso, y que muestren mayores resistencias al reconocimiento de la identidad de género.
Este ejercicio vital en las personas transgénero de reconocernos, demostrar nuestro inconformismo, cuestionando el sistema que nos oprime, que nos violenta, que decreta nuestra muerte civil y nuestra muerte física, fomentado desde la insensibilidad del sistema de justicia y con ello la impunidad, a pesar de toda esta adversidad, está señalando también en nosotras una vitalidad y resiliencia indoblegables hacia el camino que han seguido otras luchas por las conquistas de los derechos humanos, económicos , sociales y culturales.
Nuestra dignidad y libertad no puede acabar en la frontera donde comienza el prejuicio la irracionalidad y los intereses del poder, y nuestra presencia en el movimiento social significa hoy, una reflexión profunda sobre la no discriminación, la igualdad, justicia, democracia, una reflexión sobre principios y derechos, que llevará a derribar aquellas fronteras opresivas para dar paso a una cultura de paz y respeto a la diversidad sexual y de género.