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D o m i n g o 7 d e D I C IEM B R E D E 2 0 1 4
acceso a la justicia
DELITOS INFORMÁTICOS. Para tener muy en cuenta
Conectados: cómo evitar ser una víctima en la red P ara las niñas, niños y adolescentes (y también para muchísimos adultos) con acceso a nuevas tecnologías, la vida cotidiana sucede de manera simultánea entre una offline y otra online. Ya no hay un “afuera” y un “adentro”, porque todo está permanentemente conectado. Desde la perspectiva del Derecho, la protección de datos personales está basada en el derecho a la privacidad, que es uno de los derechos humanos consagrado y garantizado en la Constitución Nacional. En la Argentina, este derecho está amparado por la ley 25.326, sancionada en 2001, y la protección de datos que garantiza la ley incluye a los que circulan en internet a través de computadoras, teléfonos celulares y otros dispositivos. En este sentido, la necesidad de contar con contraseñas sólidas y eficientes es uno de los aspectos más sencillos y útiles para la seguridad informática, ya que todos los sistemas pueden estar protegidos por una contraseña de acceso. Para ello se recomienda el uso de claves diferentes para los distintos dispositivos, que sean difíciles de olvidar pero también de adivinar, y no compartirlas con nadie, a excepción de los niños, se recomienda que compartan las contraseñas con sus papás.
VIOLENCIAS
Las formas de las acciones violentas se fueron transformando junto con las sociedades, lo que hace algunos años era maltrato o discriminación en la escuela, por ejemplo, hoy también es maltrato y discriminación en las redes sociales, con un elemento especial de poder que reside en el “anonimato”, o bien en un hecho que no se realiza en primera instancia de cuerpo presente y que, por otro lado, tiene un alto grado de impacto y viralidad en la comunidad online. Pero la víctima de algún tipo de acoso en la web, es también expuesta ante miles de personas, perpetrando altísimos daños personales. Y en muchos casos siendo víctimas de
El uso diario de tablets, laptops y celulares nos obliga a salvaguardar la información que tenemos. delitos. Entre los nuevos ejercicios de la violencia hay dos muy conocidos: ciberbullying y grooming.
Ciberbullying
El ciberbullying es un caso de ciberacoso aplicado en un contexto en el que únicamente están implicados menores de edad y supone uso y difusión de información de datos denigrantes y/o discriminatorios a través de dispositivos electrónicos como correos, mensajería instantánea, redes sociales, mensajería de texto o la publicación de videos o fotos. La discriminación en la web puede volcarse o expresarse en distintas formas: el permanente hostigamiento y la exclusión, son ejemplos muy frecuentes.
Algunas rísticas
caracte-
Viralización. Una publicación en internet produce una expansión de contenidos, que se multiplican por diferentes canales provocando que desconocidos accedan a la publicación realizada, potenciando el daño personal. Por ejemplo, en futuras búsquedas de empleo, se afecta lo que se conoce como “reputación online” No hay derecho al olvido o es relativo. En nuestro país todavía no puede ejercerse este derecho (como sucede en otras partes del mundo). Pero, igualmente, por más que se borre el enlace a una publicación
que indexa un buscador, el mismo puede aparecer en otros buscadores. Además, si otra persona ya la guardó, la información seguirá reproduciéndose. Esto hace que el daño causado sobre quien sufre el acoso no tenga un final necesariamente establecido. Falsa sensación de anonimato. Internet puede invitar a participar del acoso a personas que no lo harían en forma personal. La falsa sensación de anonimato, de la mano de la soledad en la que suele establecerse la conexión, permite que quienes no se animan a discriminar en forma personal, tengan más facilidades para hacerlo vía web. No registro del otro. La agresión personal tiene como característica la respuesta inmediata del agredido. En la discriminación web, en cambio, no contamos con la información sobre cómo lastima lo que publicamos al otro en forma inmediata y esto ayuda a profundizar la humillación.
Cómo detectar casos de ciberbullying
Los niños o niñas víctimas de discriminación en internet suelen manifestar cambios en su conducta, principalmente manifiestan tristeza. Es probable que sufran variaciones en su rendimiento escolar, suelen encerrarse y buscan estar solos. Los adultos deben estar atentos a los cambios que se producen en el ánimo o conducta de los más chi-
cos para poder ayudarlos y acompañarlos. Además, es fundamental acudir al servidor o sitio web donde se establece el acoso, para denunciar, bloquear o eliminar a los acosadores. Generalmente las redes sociales establecen políticas contra este tipo de conductas y permiten efectuar bloqueos para intentar que la agresión cese.
Grooming
En términos generales, podemos considerar al grooming como la acción deliberada de un adulto de contactar a un niño o niña mediante algún tipo de comunicación electrónica (foros de chats, servicios de mensajería instantánea, etcétera) con el objetivo de cometer algún tipo de acoso o ataque sexual. Groom, en inglés, significa preparar. Usualmente es un adulto quien ejerce el grooming. Estos adultos suelen generar un perfil falso en una red social, sala de chat, foro u otro, en donde se hacen pasar por un chico o una chica y entablan una relación de amistad y confianza con el niño o niña que quieren acosar. El mecanismo del grooming suele incluir un período de seducción previa para concretar luego un encuentro físico en el que se tratará de abusar al niño o a la niña, y/o un pedido (del adulto, usando ese perfil falso) de enviar una foto o video de índole sexual o erótica. Luego ese material
puede ser distribuido por internet o utilizado para chantajear a la víctima con hacerlo público si no entrega nuevos videos o fotos, o si no accede a un encuentro personal.
Tipos de grooming
Hay que distinguir dos tipos de grooming. Cuando no existe la fase previa de relación y generación de confianza y el acosador logra tener fotos o videos sexuales de los chicos mediante la obtención de contraseñas o hackeo de cuentas, o bien cuando existe una fase previa donde el acosador busca generar confianza en el niño o niña. En este caso, el material es entregado por el chico y la confianza se vuelve el instrumento indispensable. Una vez que el material llega al abusador, se genera una situación de chantaje donde suele quedar en evidencia la mentira sobre la identidad del adulto, quien le pide al chico más imágenes o incluso un encuentro personal a cambio de no mostrar el material. La posición de poder en la que se encuentra el abusador se refuerza por su adultez y por la vergüenza que siente el chico al enterarse de que se expuso ante alguien más grande que puede hacer público el material privado.
Cómo prevenirlo
No dar información o imágenes comprometedoras por chat. Esta recomendación no debe limi-
tarse a los desconocidos, ya que las fotos rápidamente pueden cambiar de contexto y quedar expuestas en la web, y en internet es difícil de borrar. No utilizar la cámara web cuando chatean con desconocidos. Del otro lado pueden estar grabando lo que se muestra, sea de contenido sexual o no lo sea. La imagen es un dato personal que requiere cuidado y protección. Prevenir el robo de imágenes. Para ello es necesario colocar contraseña en todos los dispositivos que se usen (teléfono celular, tableta, netbook, notebook o computadora de escritorio). Configuración de privacidad. Es importante tomarse el trabajo de configurar la privacidad y así elegir quién o quiénes queremos que vean el material publicado.
Algunas acciones que debe tomar un adulto ante un caso de grooming
Si se detecta un posible caso de grooming, la primera medida que un adulto debería tomar es charlar con el chico o chica víctima, sin avergonzarlo o culparlo, y acompañarlo desde el afecto y la protección. Denunciar en la página el perfil del acosador y analizar el tipo de delito que se llegó a cometer ya que no será lo mismo si hubo un encuentro personal con algún contenido de índole sexual o si no traspasó la web, datos que serán importantes a la hora de pensar en hacer una denuncia policial. Además, si fuera a presentarse una denuncia penal será fundamental conservar todas las pruebas necesarias sobre el vínculo entre el acosador y la víctima: no borrar conversaciones, guardar fotos, hacer capturas o tomar fotografías de la pantalla, etcétera. En este sentido es importante tener en cuenta que el desarrollo de la investigación requerirá de la participación de la víctima y de sus padres, aunque los operadores judiciales deberán cuidar evitar su revictimización por ejemplo, no exigiéndole relatar lo sucedido en muchas ocasiones.