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Paramotor - Jeff Goin - VUELO DEL AVE FÉNIX
JEFF GOIN
PARAMOTOR
VUELO DEL AVE FÉNIX
Durante un periodo intenso de trabajo para actualizar mi libro Powered Paragliding Bible, necesitaba descansar. Así que salí a dar una vuelta por mi zona haciendo pasadas tranquilas y rozando los pies en buenos lugares. Estuvo particularmente divertido.
Mientras volaba a seis metros, con música, pensé en el consejo que aparece en el capítulo 4 acerca de las fallas de motor a baja altura. En él, se sugiere que no es nada grave si frenas un poco la abatida, haces un planeo corto y terminas con un frenado normal. Así que pensé, “vamos a intentarlo”, y solté la potencia. El motor se apagó, de verdad.
Ohhh. De hecho fue fácil aterrizar - frené un poco, subí las manos, frené como siempre y aterricé con una carrera normal. Todo terminó en segundos. Me quedé parado en medio de un terreno, a unos kilómetros de casa, con muchas ganas de regresar pero sin posibilidades de hacerlo pronto.
Empieza la diversión
Al principio, pensé que era un problema de mínimo que se resolvería volviendo a encender el motor con un poco de potencia. Tumbé el ala detrás de mí y quedó en una forma más o menos favorable para despegar, así que debería poder regresar rápido.
Me coloqué el motor y halé el arranque. Halé y halé, le di potencia, la solté, ahogué el motor, pensaba en chispas, etc. Nada.
Estaba claro que iba a tener que resolver el problema y la única forma de hacerlo era abriendo la máquina. Como no tenía herramientas, quizás iba a tener que caminar un largo trecho por un pantano infestado de caimanes y serpientes venenosas. Bueno, en realidad solo eran 800m por un terreno con hierba alta y un par de cercas de alambre de púa - pero igual sería un fastidio. Así que me quité el motor para resolver.
Cebar, ahogar, halar, mover la bujía y decir groserías no ayudó en nada. ¿Será que se ahogó? Pensé y halé la línea de combustible. Le di toda la potencia y después de halar el arranque cuatro veces, encendió. ¡Sí! No me preocupé por la hélice porque la línea de combustible estaba afuera.
Así que probablemente estaba ahogado. Volví a meter la línea de combustible y arrancaba, pero después fallaba y se apagaba. Creo que tenía mucho combustible.
Por ensayo y error, vi que podía cebar, sacar la línea de combustible, halar el arranque cuatro veces mientras le daba máxima potencia y encendía al halar la quinta vez. Así que pensé que podría prepararme para despegar, halar cuatro veces con la línea de combustible fuera, volver a meterla y arrancar con máxima potencia para mantener andando el motor.
Abejas
Funcionó, pero daba 6000 rpm máximo (lo normal son 9500) - puede que no fuera suficiente para despegar pero lo intenté de todas formas. No funcionó. Además, había unas colmenas a 100m, aunque el resto del terreno fuera amplio sin obstáculos y solo había hierba alta que molestara.
Debo admitir que me preocupaban las abejas. Puede que estuvieran cruzadas con abejas africanas asesinas. ¿Y si era el caso y el motor se apagaba antes de pasar las colmenas? Pensé cómo me arroparía con la vela y escaparme. Jeff, son abejas, cálmate.
Volviendo al motor. Estaba ahogado y no tenía suficientes RPM. El problema no era el flujo de aire, así que ¿qué podría hacer para reducir el flujo de combustible?
No tenía herramientas, así que se me ocurrió un plan disparatado. La hierba tiene segmentos. Cada segmento tiene una base redonda. Así que busqué un trozo de hierba cuya base tuviera casi el mismo diámetro que el interior de la línea de combustible, mordí un pedazo de tres centímetros, lo metí dentro de la línea de combustible y volví a meterla dentro del carburador.
Halé el arranque un par de veces ¡y voilà! Arrancó y me dejaba llegar hasta 8000 rpm. No era máxima potencia pero podría subir con esas RPM, incluso con un ala de 16m 2 , aunque a duras penas. Lamentablemente, con máxima potencia la mezcla tendría mucho aire y se apagaría, así que tendría que estar listo para reducir la potencia para que siguiera andando.
Carrera de vuelta
Extendí bien el ala y lo intenté. Justo apenas despegué, le di mucha potencia y se apagó el motor. Pero reduje potencia inmediatamente y revivió, y pude pasar al ras de las abejas, subiendo las manos lentamente y ascendiendo lentamente. No quería seguir a máxima potencia por el calentamiento debido a la mezcla rica en aire, así que subí muy lento mientras regresaba y volaba sobre alternos.
El motor iba bien todo el camino y cuando estaba a relación de la pista, solté la potencia un rato, apagué el motor y aterricé en casa. Lo había logrado.
¡Qué experiencia! La sensación de haber resuelto un problema con tan pocos recursos ha sido una de las experiencias más satisfactorias de mi vida como paramotorista. Me sucedió algo parecido en el pasado, es una historia de hélices, pero tendrá que esperar. ¡Qué aeronave!
Jeff Goin es el autor de Powered Paragliding Bible y productor de los DVD Master Powered Paragliding. Es piloto comercial, vive en Florida, EUA y escribe el blog footflyer.com