CI DE VUELO PARAMOTOR JEFF GOIN
VUELO DEL AVE FÉNIX
D
RASANTE Volando cerca del suelo en el desierto de Colorado, EUA Foto: Jeff Hamann
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urante un periodo intenso de trabajo para actualizar mi libro Powered Paragliding Bible, necesitaba descansar. Así que salí a dar una vuelta por mi zona haciendo pasadas tranquilas y rozando los pies en buenos lugares. Estuvo particularmente divertido. Mientras volaba a seis metros, con música, pensé en el consejo que aparece en el capítulo 4 acerca de las fallas de motor a baja altura. En él, se sugiere que no es nada grave si frenas un poco la abatida, haces un planeo corto y terminas con un frenado normal. Así que pensé, “vamos a intentarlo”, y solté la potencia. El motor se apagó, de verdad. Ohhh. De hecho fue fácil aterrizar - frené un poco, subí las manos, frené como siempre y aterricé con una carrera normal. Todo
terminó en segundos. Me quedé parado en medio de un terreno, a unos kilómetros de casa, con muchas ganas de regresar pero sin posibilidades de hacerlo pronto.
Empieza la diversión
Al principio, pensé que era un problema de mínimo que se resolvería volviendo a encender el motor con un poco de potencia. Tumbé el ala detrás de mí y quedó en una forma más o menos favorable para despegar, así que debería poder regresar rápido. Me coloqué el motor y halé el arranque. Halé y halé, le di potencia, la solté, ahogué el motor, pensaba en chispas, etc. Nada. Estaba claro que iba a tener que resolver el problema y la única forma de hacerlo era abriendo la máquina. Como no tenía