¿Qué está pasando con la consulta previa en Colombia? Alcances de la consulta previa en Colombia: derechos, desafíos y recomendaciones Comunicado de prensa. 22/febrero/2016 Crudo Transparente
Foto: "Sierra Nevada de Santa Marta" Stuart Rankin
En un contexto reciente, 395 proyectos de títulos minero-energéticos ponen en alerta “la burocratización de la Sierra Nevada de Santa Marta”. Las empresas que están en espera de la aprobación de las licencias ambientales por parte de las comunidades indígenas, sobrecargan con proyectos que buscan la extracción de recursos dentro del territorio y por tanto de consultas previas para realizar junto con las comunidades. Arhuacos, koguis, kankuamos y wiwas afirman no dar abasto para atender tantas solicitudes. Según los cálculos de la población indígena de la Sierra, les tomaría unos 200 años responder a todos los procesos propuestos por compañías minero-energéticas. Por lo que los indígenas decidieron dar un alto a las peticiones y pidieron una reunión urgente con el presidente Santos. Pero entonces, ¿Qué está pasando con la consulta previa en Colombia que tiene tan agobiada y decepcionada a las comunidades indígenas en el país? Crudo Transparente hace un informe sobre este instrumento de negociación que busca el desarrollo progresivo en los territorios en donde se extraen los recursos naturales, para entrever un contexto histórico y el balance de la Consulta en el país; concluyendo con recomendaciones desde la sociedad civil para todos los actores involucrados. La Consulta Previa se implementó en el país desde 1991, como una respuesta a la constante negación de los derechos naturales de las comunidades originarias, que habitan territorios con intereses económicos. Pero ya desde mitad del sigo XX la OIT (Organización Mundial del Trabajo), remitía la obligación de negociar con las comunidades en temas administrativos y legislativos, para proteger sus formas de vida. En el país el sector empresarial petrolero está obligado a hacer dicho proceso, para lograr una licencia ambiental. La mediación busca mantener el respeto por las costumbres, tradiciones, creencias, bienestar espiritual y relación con la tierra. Así el Estado es el garante de la Consulta,