El Triunfo de la creatividad sin límites.
Sergio Sánchez Santamaría nació en Tlayacapan, Morelos, México, el año 1976. Es un artista plástico. Desarrolla su actividad principalmente en el campo del grabado, y es uno de los maestros más reconocidos del mundo. Posee una exquisita técnica de ex libris. Es autor de numerosas obras, y además, es docente. Ha viajado por varios países, y ha recibido reconocimientos en México, Bélgica y Suecia. También ha residido en diversas ciudades de Estados Unidos, Europa y Rusia. Ha realizado exposiciones individuales, en diferentes salas, como en la Galería del Lago, (Casa del Lago), en la Universidad Nacional Autónoma de México, Méx. D.F., en la Galería de Arte Iztapalapa, de la Universidad Autónoma Metropolitana, en México D. F., en la Art Gallery of the Sawyer Fine Arts Center, Colby–Sawyer College, en New Hampshire, Estados Unidos, y su más reciente presentación: “Gráfica Mexicana. Festival Noches Blancas, Viva México”, en la ciudad de Perm, Rusia. Además, ha participado en exposiciones colectivas, en The 32 Yokosuka Peace Exhibition of Art, The Yokosuka City Gallery, en Kanagawa, Japón, en el “III Concurso internacional de grabado en linóleo y madera Katowice 2002”, Biblioteca Slaska, en Katowice, Polonia, en la “III Trienal Havirov 2002 de Ex libris y Grabado de Pequeño Formato – Eróticos”, en el Centro Cultural de Havirov, Republica Checa, en “Arte y Olimpismo”, del Comité Olímpico Internacional, con sede en Lausana, Suiza y en “Obras Finalistas del Concurso Arte y Olimpismo”, en los Juegos Olímpicos de 2008, en Beijing, China, entre otras. Este artista, -originario de Tlayacapan, pueblo establecido en las altas montañas del estado de Morelos-, exhibió hasta hace pocos días obras inéditas en la ciudad rusa de Perm, en la ribera del río Kama, al pie de los Urales, y entre otras actividades, dio clases de grabado, dibujo y pintura. Él ha forjado su prestigio en el mundo del grabado, por su singular técnica, por los conocimientos que posee y por la seriedad con que lleva a cabo cada obra, todas ellas, de expresión apasionada, impactante, con sugerencias estupendas no sólo en un sentido estético y cultural, sino que también psicológico y moral. Cada pieza está muy bien definida, y presenta una amplia gama de emociones, con personajes divertidos, de fortísimo carácter, diablos amenazadores, querubines, osos de peluche, y formas de animales, por citar algunas. Su alcance es contundente, y si bien utiliza paradigmas propios del acervo mexicano (calaveras, tatuajes, símbolos aborígenes, metáforas de vida, guerra, muerte, cosechas o los ciclos del sol y de la luna), los trasciende, porque emplea los del planeta entero; las mezzotintas, scratch boards y linoleograbados resultan en esquemas armónicos y atractivos. La sagacidad de sus composiciones, -con elementos en apariencia tan diferentes-, y sus mensajes, constituyen un ejercicio de libertad radical y una visión crítica de la realidad cotidiana de los seres humanos.
En este punto, su experiencia con los ex libris, que es un formato más pequeño, tiene a su haber no sólo la evidencia del detalle y la genialidad, sino la aguda ironía del interés que provoca al observador y las intenciones que subyacen. Cuando se está en presencia de un ex libris de este artista, la metáfora -herramienta que él maneja a la perfección- que viene a la mente es esta: es como mirar al ojo de Horus, no hay cómo desentenderse de su misterio o de su insondable valor en la imaginación de Occidente. ¿Cómo se inició en el aprendizaje de los ex libris? Mis primeros pasos por el mundo del ex libris fueron más por curiosidad que por cualquier otra razón, porque no se mencionaba mucho en las materias que se trataban en la escuela o los talleres de grabado a los que asistía. La primera vez que escuché sobre esto fue en los talleres de la Escuela Nacional de Pintura Escultura y Grabado la Esmeralda, y en verdad, fue un comentario muy escueto. Después, me enteré que existía un taller de grabado sólo de ex libris, y en ese momento fue cuando me inicié, aunque esto fue introductorio, por lo que tuve que realizar una búsqueda más exhaustiva. En este sentido, el maestro Alejandro Alvarado fue quien decidió guiarme y me regaló un libro -uno de los pocos editados en México acerca del tema-; a partir de esto, pude informarme más del mundo del ex libris, era el año 1996, y yo tenía como 20 años. ¿Quiénes han sido sus mayores referentes? Mis referentes han sido primordialmente los artistas que admiro, como Barry Moser (grabador estadounidense), Frank-Ivo Van Damme (grabador belga), Leopoldo Méndez (grabador mexicano). También lo han sido mis amigos y coleccionistas: Alejandro Alvarado (profesor mexicano), Ernesto De La Torre Villar (investigador emérito de la UNAM, en México), Selva Hernández, James P. Keenan (máximo coleccionista de ex libris en toda América), Massimo Batolla (coleccionista Italiano) y Guillermo Monroy (coleccionista mexicano). ¿Cuáles son las riquezas de trabajar tanto en el grabado como en el ex libris, de forma tan categórica y sistemática? La mayor ganancia es la obra; ésta se va generando a través del trabajo arduo y frenético, y el resultado es una obra con más fuerza, con un lenguaje que sólo la dedicación va entregándole al creador, tanto en la habilidad técnica como en la imagen. Se trata de ir, metódicamente, complejizando los temas y las técnicas, y ello se ve totalmente reflejado en el trabajo creativo.
¿Cómo fue su proceso intelectual y emocional, en relación a los primeros ex libris que le encargaron? En específico, los ex libris comprenden una obra colectiva, donde intervienen el grabador y el coleccionista u homenajeado. Muchas veces en el mundo del arte no se ven con muy buenos ojos los encargos, siempre es todo un reto trasladar a una imagen un mundo de imágenes o de acciones que a alguien se le ocurre, sobre una superficie determinada; la emotividad de generar imágenes siempre es un gusto, ya que alimenta mi imaginación dándole vida a situaciones que yo mismo no realizaría, o ni siquiera las pensaría. Sólo necesito que la persona que me encarga un trabajo me mencione datos específicos, no necesito más. Creo que la imagen debe ser inmediata, que hable de las obsesiones o particularidades de la persona que me hace tal encargo. Por otro lado, aclaro que la obra saldrá a mi estilo, y sólo pido eso, que se respete mi manera de resolver las formas. En perspectiva, siento que mis primeros ex libris fueron más inocentes y un poco más sinceros. ¿Cómo es su vínculo afectivo e intelectual, en relación al autor, el libro (forma y contenido) y su propia visión frente al encargo de un ex libris? ¡Qué buena pregunta! Mira, el mundo del ex libris es enorme y hay coleccionistas que quieren su ex libris realizado por distintos artistas en su misma biblioteca, hay otros que quieren sólo de una técnica determinada, como buril, mezzotinta, linóleo, aguafuerte, entre otras. Hay otros que quieren el mismo ex libris de un solo artista para toda su biblioteca, existen otros que quieren un ex libris diferente para sus libros de Derecho, Biología o Arte, también realizados por distintos artistas, es decir, el mundo del ex libris es tan grande como tantas bibliotecas existen. En realidad, creo que muchas veces desconozco cómo los utilizan quienes me hacen encargos, y mi vínculo afectivo no siempre se desarrolla con los homenajeados en los ex libris, y generalmente no llego a conocer más de ellos, solo lo elemental para resolver la obra, y con pocos desarrollo una amistad más estrecha, no sé a qué se deba… ¿a incompatibilidad de caracteres? No lo sé. Bueno, con independencia que sean mis amigos o no, yo desarrollo el ex libris con las mismas ganas y entusiasmo. He meditado que el verdadero desafío es cuando los dueños se emocionan por la obra, cuando la obra les dice algo; este es para mí uno de los momentos culminantes de la entrega de este tipo de trabajo.
¿Cuál es su propio concepto de ex libris? Uy, qué responsabilidad tan grande. A ver, el ex libris es un trabajo creativo donde intervienen dos personas: una persona es a quien se le ocurre la idea y la otra es quien la ejecuta, así es y así tienen que ser los ex libris. Ahora bien, también los ex libris tienen que ser utilitarios, es una marca de identificación de los libros o de una biblioteca, de modo que debe ser una gráfica de pequeño formato, y que se adhiera a las guardas de los libros y muestre el nombre de la persona que lo mandó a hacer y será su dueño. ¿Existe algún marco teórico referencial y metodológico que estime como esencial para este trabajo? El marco teórico lo otorga el hecho de observar a los grandes maestros y, especialmente, a las grandes obras antiguas, así como también las técnicas en las cuales se presentan alrededor del mundo. En mi opinión, quien se lleva la maestría en la ejecución de obras ex librísticas, son definitivamente los grandes maestros europeos, creo que ellos poseen la técnica más depurada del mundo. En referencia a la metodología que se emplea, lo primero es el asunto de las entrevistas con el coleccionista, qué es lo que quiere, cuál técnica, qué formato, comenzar a indagar sobre sus obsesiones, sus gustos y debilidades; esto es lo que hago siempre que comienzo un nuevo ex libris. Otra de las cosas que estimo esenciales es hacerlos con honestidad, como un trabajo serio y con consciencia de la responsabilidad que implica una estampa que además de ser artística es utilitaria. Me sorprende ver a grabadores colegas que hacen grabados sólo para concursos internacionales y su currículum, porque fuera de las convocatorias no los realizan. ¿Cuál es su visión sapiencial respecto de la evolución del ex libris, desde sus inicios hasta nuestros días? El tiempo no perdona, pienso que la evolución de las técnicas o el modo de resolverlas en cada época es lo que va enriqueciendo este mundo de los ex libris. Sin duda, es esencial un modo de reproducción que nos conceda bastantes grabados para plasmarlos en los libros, por este motivo coloco especial atención a que los ex libris sean grabados. Por supuesto que cada autor en su respectivo país, tiempo y circunstancias, nos propone un panorama más amplio de cómo se componen los ex libris. Sé que se van a incomodar algunos colegas, sin embargo, a mí no me parece adecuado que hagan ex libris en gráfica digital o en impresiones con inyección de tinta. Yo soy más ortodoxo: para mí un ex libris es un grabado o una estampa.
En la historia han existido grabadores italianos brillantes, por ejemplo, desde el origen de la técnica hasta el siglo XIX, cito, en orden cronológico: Maso Finiguerra, Andrea Mantenga, Marcantonio Raimondi, Agustino Carracci, Guido Reni, Giovani Francesco Barbieri, llamado Il Guercino, Stefano Della Bella, Antonio Tempesta, Salvator Rosa, Francesco Bartolozzi, Antonio Canal llamado Canaletto, Giambattista Tiepolo, Giovanni Fattori, entre otros; ¿hay alguno de ellos que te haya marcado?, ¿por qué? Todos ellos son grandes grabadores europeos, y particularmente los italianos que son dignos de ser reconocidos. A mí me impresionan todavía más los trabajos de Andrea Mantegna y Marcantonio Raimondi, aunque en mayor medida los de Peter Bruegel, Alberto Durero, Martin Schongauer y Lucas Van Leyden; claro, ahora que ellos ya son los clásicos magníficos. En esta línea, me identifico más con los grabadores modernos y experimentales. ¿Por qué cree que el ex libris, -considerada una obra tan fina del sello personal-, siempre ha sido tan exclusivo? Sabes, me he encontrado con un asunto muy curioso, resulta que son mis amigos coleccionistas los que mantienen una tensión permanente con los ex libris en general: o bien no les gustan, o bien los desprecian, y al final los compran. En realidad, puede ser antecedente para un estudio; los ex libris han sido obras muy exclusivas de algunos coleccionistas y de algunos autores, no sé, me da la impresión que el problema no sólo es contemporáneo, y atendiendo a una revisión general de cuántos ex libris hizo Durero o Rembrandt en sus vidas, pareciera que no recibían muchos encargos de este tipo. Si los compradores y coleccionistas de ex libris se mueven en un ámbito de tanta exclusividad, a riesgo de decir que es un mercado; ¿ello implica una conducta diferente o usted lo ve sólo como una afición? Mmm, el mercado del ex libris, por ejemplo, en México no existe. Las bibliotecas públicas del Estado no los encargan, y de los particulares son muy pocos los que quieren tener el suyo. En México conozco solamente a tres coleccionistas de ex libris, y eso contándome yo, -y digo coleccionistas a personas que tienen más de 400 ex libris de diversos autores, técnicas y épocas-. El colmo es que ni yo tengo mi colección completa. Tengo conocimiento que en los países donde existen más ex libris de mi autoría es en los Estados Unidos, Bélgica, Polonia e Italia. Es extraño e interesante a la vez.
¿Cómo ve al ex libris -en su versión tradicional- en el horizonte humano, especialmente, si existe una marcada tendencia por digitalizar los textos? Ah…, pues podría ser el siguiente paso, este es, que los ex libris sean digitales o virtuales, ¿no crees? Veo que eso será más beneficioso para los autores que los realizamos de forma tradicional, como un grabado. Así los valorarán en mayor medida, como una pieza utilitaria o de arte. ¿Qué herramientas cognitivas y emocionales, utiliza para comenzar un proceso de investigación? Después de las entrevistas o los testimonios de la persona que me encarga un ex libris vienen las sugerencias de él o las mías: qué técnica es la más idónea en este caso, o qué tiraje, entre otros asuntos. En lo relacionado con la cuestión del formato (circular, rectangular, triangular), la composición y los elementos que tendrán que intervenir en la pieza ya son un asunto mío, y es donde me explayo en cuanto a creatividad. Si es a una tinta o dos, a veces, les pido que me dejen aplicar mis criterios con plena libertad. En el proceso creativo, ¿cuáles son los enfoques esenciales que nunca descuida? El que tenga una composición muy armónica, que sea de pequeño formato, que la tipografía tenga que ver en el aspecto de la composición total, que no se vea sobrepuesta como un pegote, que la imagen del ex libris tenga que ver con la persona que lo encarga; yo creo que un ex libris no solo es para satisfacer gustos, creo que un ex libris tiene que hablar mucho de la emotividad del dueño, de su personalidad, y por cierto, debe tener los rasgos del autor grabador, es decir, en suma es un híbrido que está vinculado con dos personalidades, sin importar que éstas sean muy opuestas. Usted ha sido profesor en diferentes países, ¿hay alguna búsqueda especial de los alumnos y alumnas que desean aprender de sus experiencias y conocimientos? Sí, y siempre comparto y agradezco esas búsquedas. En mi país y en el extranjero, regularmente, cuando empiezo un curso utilizo todos los medios disponibles para que los alumnos conozcan más de mi trabajo y puedan comprender con más detalles de qué se trata la técnica del grabado. Cuando me presento en una sala de clases o cualquier espacio destinado para este fin, empiezo con charlas introductorias, en las que los alumnos perciben el entusiasmo. No conozco cada una de sus vidas en particular, sin embargo, mi objetivo es contagiarles ese amor por el arte del grabado. Muchas veces me he enterado
que tras un curso, algunos alumnos, si bien no se inclinan por el arte, sí lo hacen por el grabado, y los comentarios que recuerdo más vivamente han sido de aquellos a quienes también les gustaría vivir trabajando en lo que más les gusta hacer, de su vocación, con plenitud. ¿Su trabajo, en definitiva, le permite un conocimiento más profundo tanto de la existencia humana como de sí mismo? Puedo decirte, en lugar de una respuesta, que esta inquietud me ha generado nuevas preguntas. Eduard Von Europa