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Iluminación eficiente gracias al LED

La irrupción de las luminarias con diodo emisor de luz −o Light Emitting Diode, por su sigla en inglés− en las industrias ha permitido cambiar diferentes paradigmas. Ahorros, duración y seguridad son algunos de los beneficios que entrega esta tecnología.

EN 2030 SE CELEBRARÁN 100 años desde los primeros intentos de desarrollo de un material semiconductor para generar una fuente de luz. Tras este inicio, solo a mediados del siglo pasado se desarrollaron las primeras luces LED (diodo emisor de luz o, por sus siglas en inglés, Light Emitting Diode). Eran de baja intensidad, únicamente en colores rojo, naranjos, verdes o amarillo, y sus primeros usos se dieron como luces testigo. Por ejemplo, las clásicas luces rojas pequeñas que traían algunas calculadoras, radios o controles remotos.

Pero no fue hasta 1972 cuando se logró obtener por primera vez la luz LED de color azul. De ahí en adelante esta tecnología comenzó a presentar una rápida evolución, como una mayor capacidad lumínica, eficiencia y durabilidad. Es así como en 1997 apareció por primera vez el color blanco, gracias a la mezcla resultante de la saturación de los colores rojo, verde y azul, que son percibidos por el ojo humano como blanco. Después, se sumó una nueva innovación. Al LED azul se le adhirió una capa de fósforo amarillo, a modo de filtro, con lo que se desarrolló una nueva forma de crear el color blanco y con un consumo energético mucho menor que sus predecesoras.

Hoy, los LEDs blancos con capaces de producir hasta 300 lúmenes por vatio eléctrico, a la vez que pueden durar hasta 100.000 horas. Estas cualidades, sumadas al desarrollo de sensores y aplicaciones basadas en Internet (IoT), han permitido que esta tecnología se vaya masificando y reemplazando a las luces incandescentes o fluorescentes, tanto en los hogares como en las instalaciones industriales o productivas.

Ahorro significativo

En Chile se encuentran presentes los principales proveedores internacionales de sistemas de iluminación. Es el caso de la compañía de origen belga Schréder, que tradicionalmente atendía a las industrias a través de iluminación basada en haluro metálico pero que, desde 2015, “solo vende productos LED”, dice el marketing communication & training manager de Schréder Chile, Gonzalo Cuello. El ejecutivo reafirma la apuesta de la compañía aseverando que, “dependiendo de la luminaria, entregamos garantías que pueden llegar hasta los diez años”. No obstante, además de su mayor duración, uno de los principales beneficios de la iluminación basada en LED es el significativo ahorro energético que ofrece (ver cuadro 1). “Si bien la inversión es mayor que la de un sistema tradicional, la duración de las lámparas y el menor consumo energético permiten que estos sistemas se paguen −dependiendo del proyecto− en cuatro años”, dice Cuello.

Y añade que eso “depende de varios factores, como el uso o no de sensores, pero hemos visto ahorros que pueden ir desde un 15% a un 80%”, comenta el ejecutivo de Schréder.

Similar es la visión que posee la empresa Signify, el nuevo nombre de Philips Lighting, y quienes poseen la plataforma inalámbrica basada en Internet de las Cosas (IoT) Interact. “Entre las ventajas de usar este sistema está el maximizar el ahorro energético ya que con el cambio a LED se logra un importante ahorro en el consumo energético de hasta un 50%”, comenta el líder del Canal Profesional South Latam de Signify, Eduardo Alvaro.

Consumo versus tipo de iluminación

Cuando se diseña un proyecto hay que entender lo que quiere un determinado cliente. Se debe analizar bien cómo, cuándo y dónde se ocupan las distintas áreas de trabajo”, Eduardo Alvaro, líder del Canal Profesional South Latam de Signify.

Y, claro, conforme siguen avanzando las mejoras tecnológicas, el uso de sensores unido a otros sistemas inteligentes puede reportar ahorros de hasta un 30% adicional.

Sensores con distintas funciones

El uso de tecnologías es fundamental en los sistemas de iluminación inteligente de las instalaciones industriales. Por ejemplo, están los sensores de presencia, que permiten el encendido y apagado automático de las luces en función de la ocupación determinada de un área.

También se encuentran los sensores de luz ambiental, que ajustan la intensidad de la iluminación de acuerdo con la cantidad de luz natural disponible. Esto evita el uso innecesario de energía y proporciona un ambiente de trabajo más cómodo y saludable.

“Nuestro portafolio de productos nos permiten cubrir toda la industria. Es decir, exteriores, interiores y oficinas”, comenta el representante de Schréder, mientras proyecta en una pantalla diferentes modelos o sistemas de iluminación que han instalado en diferentes faenas industriales del país.

No obstante, aclara que más allá de la iluminación o tecnologías disponibles (sensores), “cuando se diseña un proyecto hay que entender lo que quiere un determinado cliente. Se debe analizar bien cómo, cuándo y dónde se ocupan las distintas áreas de trabajo. Lo que no puede suceder es que se dejen zonas oscuras”.

Gonzalo Cuello especifica que sus tecnologías tienen dos formas de control. A través de una aplicación que permite programar todo el sistema a la medida del usuario. Para demostrarlo, saca un teléfono y comienza a operar las luminarias de la maqueta de un estadio. Con solo un movimiento de un dedo, prende o apaga todas las luces e ilumina un lado de la cancha y apaga el otro, o viceversa. Además, puede dejar el estadio en penumbras o darle toda la potencia. “Este sistema tiene un alcance de 300 metros”, puntualiza el representante de Schréder Chile.

La otra modalidad de control se denomina stand alone, es decir, son autosuficientes. Se programan los sensores y se prenden o apagan según la instrucción que se les haya dado. “Al mismo tiempo, estos sistemas funcionan como luxómetros. Vale decir, si hay mucha luz y por más que pase una persona, las luces no se encienden”, asevera.

En el caso de Signify, los datos recolectados por los sensores permiten “personalizar el comportamiento de la iluminación en función de las necesidades operativas, con el fin de reducir aún más el consumo energético”, comenta Alvaro, quien agrega que la plataforma de la compañía “también posibilita consultar el consumo energético de la iluminación en una instalación específica o en varios emplazamientos”.

Seguridad laboral

La iluminación inteligente permite la creación de zonas de luz específicas para áreas de trabajo críticas o peligrosas, garantizando una visibilidad óptima en entornos de riesgo. En Chile, existen normas vigentes que regulan los requisitos de iluminación en las instalaciones industriales. Estas regulaciones, como la Norma Chilena 4/2006 sobre iluminación de ambientes de trabajo, establecen los niveles mínimos de iluminación, así como los estándares de calidad y seguridad que deben cumplir las instalaciones industriales.

Uno de los principales beneficios de la iluminación basada en LED es el significativo ahorro energético que ofrece.

En ese contexto, el uso de sistemas de iluminación inteligente ayuda a las empresas a cumplir con los requisitos normativos, al proporcionar niveles adecuados de iluminación y permitir un control preciso de este recurso, en función de las necesidades específicas de cada área de trabajo. A su vez, y dado los nuevos desarrollos, los sistemas de iluminación más recientes permiten ser reemplazados, instalados y controlados con facilidad, lo que disminuye los costos de aquellas empresas que deseen iluminar mejor y, de paso, ahorrar en términos de consumo energético.

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