Por S.C. Luz
100 maneras de hacer milagros “El camino de los milagros está al alcance de todos”
Comparto mi visión del Libro un Curso de Milagros para que comulguemos juntos en el reconocimiento de nuestra propia divinidad, aprendiendo a salir del mundo del dolor y del sufrimiento en el instante santo de la eternidad.
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Recomendación 100 maneras para hacer milagros es un libro para leer reflexivamente seleccionando cualquier frase que te llame la atención. Puede que sea una ilusa de la ilusión, pero en fin es mi delirio “del mundo que me he creado”, el que coloco en tus manos. Procura buscar un estado de quietud mental, lee con atención mis palabras y no te creas nada de lo que escribo, simplemente olvida y desaprende todo lo que aprendiste. “He inventado el mundo que veo” (UCDM)
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Prólogo Desde mi punto de vista se nos ha olvidado como se obran los milagros y se fantasea que alguien con poderes especiales
puede
hacerlos
realidad, cuando estos
ocurren naturalmente como expresiones de amor. Lo que sucede es que realmente hemos perdido la capacidad de amar por el miedo, cuando el verdadero milagro es el amor que lo inspira. En este sentido todo lo que procede del amor es un milagro. Observa como una mujer trae a la vida a su hijo ¿acaso no es este un milagro? ¿O el vivir amando a otro durante toda tu vida? Un milagro es un acto en el cual te das cuenta de tu esencia e invitas a otros a que vean la suya, porque ahora tú lo puedes ver. Donde recurres a la fe porque es el reconocimiento de que el otro puede hacerlo también, el otro al igual que tu son obradores de milagros, y con estas líneas sólo quiero decirte que eres un transformador de tu realidad, que espero por ti porque somos iguales, no tomo ningún alucinógeno por el contrario, me siento consciente y despierta a esta hermosa realidad la cual quiero compartir contigo en armonía y tampoco me ha sido rebelada por grandes maestros de otro plano las verdades eternas, es más bien que quiero que dejemos de negarnos el amor, quiero abrazarte y demostrarte mi
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amor con estas palabras basadas en mis experiencias de un estudio profundo y práctico
del maravilloso libro “Un
Curso de Milagros”, son 100 expresiones que para mí son indispensables para deshacer las falsas creencias que nos hemos formado hasta ahora y que nos llevan directo al sufrimiento. Dejemos de negarnos la verdad, aunque lo que aprendemos es invisible, porque no puedes verificarlo más que por mis actos, por eso te invito a que uses tu poder interior y abras tu mente para que desaparezca el miedo que te aprisiona en la cárcel del sufrimiento y de la tristeza. Te invito a que pongas en práctica cualquiera de las 100 expresiones porque te doy la seguridad de que esta es una forma de obrar milagros, puedes verificar el aprendizaje por los resultados que obtienes en tu propia vida con la práctica de ellos. La
generalización de los milagros
se demuestra a
medida que lo pones en práctica en más y más situaciones. Reconocerás que no hay dificultad en los milagros cuando los apliques a todas las situaciones. El curso de milagros es un curso de amor, ya que es un curso acerca de ti. Los milagros son pensamientos, es por ello que te pido que recurras a ellos y midas su efectividad. Los pensamientos pueden representar el nivel inferior o corporal de experiencia, o el nivel superior o espiritual de
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experiencia. Uno de ellos da lugar a lo físico, el otro crea lo espiritual. Los milagros transcienden el cuerpo. Son cambios súbitos al dominio de lo invisible, más allá del nivel corporal. Por eso es por lo que sanan y no es una sanación dada por algunos seres hechos santos o ángeles ascendidos, es más bien despertar a ese sanador obrador de milagros que vive dentro de cada uno de los seres que habitan este maravilloso universo. Ven y déjame amarte, permite que sanemos juntos en amor, recordemos tomados de la mano nuestra eterna unión. Con amor…Luz
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1) Vive lleno de amor Los milagros son creaciones del amor que emanas y en la medida que lo reconozcas en ti, en esa misma medida observarás que la vida te recompensa en abundancia, con prosperidad y alegría, porque al final lo que ves fuera es lo que hay en abundancia dentro de ti. Cuando descubres que lo único que hay en tu interior es amor, puedes descansar tranquilo y sanas el insomnio porque no puedes dormir es porque el amor que emana dentro de ti energiza todo el cuerpo y no sale al exterior por lo tanto no puedes descansar. El amor se mantiene clamando desde tu interior para que lo reconozcas, descubre que lo que recorre tus venas en forma de fluido es amor en abundancia y que irradia vibración y energía amorosa. No puedes dormir por tus sentimientos de carencia, por eso uno de los mayores beneficios que se deriva de los milagros es su poder para liberarte de tu falso sentido de aislamiento, privación y carencia. Produciéndolos en tu vida proteges tu descanso amando y derramando ese amor desde dentro hacia el exterior, pero para ello requieres primero reconocer que existe dentro de ti y que es lo que eres en esencia.
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2) Fija tu atención Cuando quieras hacer o recibir milagros y amor, todo lo que hace falta es tu auténtica intención de que así sea. Puedes crear las visiones más grandes y elevadas posibles, colocando tu atención en lo único real y verdadero “tu esencia de amor y en la del otro”, si fijas tu atención en tu propia inocencia y en tu capacidad ilimitada de amar. De esta manera puedes abrir las ventanas de los cielos en abundancia para ti, el milagro que se te otorga es gozar de obtener en tu presente todas las circunstancias tanto materiales como espirituales que deseas para ti. Es importante que reconozcas que una cosa es lo que deseas con tu mente y otra es lo que deseas con tu esencia, porque a tu esencia jamás le puedes engañar. Y se te otorgará justo aquello en lo que fijes tu atención, como un foco irradiarás “luz creativa” sobre ello y como por arte de magia lo atraerás a tu realidad. Si enfocas tu atención en el odio, en el miedo o en el ataque recibirás en consecuencia dolor y sufrimiento; por otra parte si te fijas en la impecabilidad del otro, si prestas atención a su naturaleza divina eso te devolverá. Si tienes otra cosa devuelta, ten la seguridad que intentaste engañarte, en tu ilusión de separación dividiste tu mente y no enfocaste bien al tener dos puntos de referencia.
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3) Cree en ti Eres un hacedor de milagros, por lo tanto eres generador de energía creativa, capaz de crear todo lo que desees. Así como creíste en que eres un “pequeño ser humano”, culpable y limitado, ahora puedes empezar a creer que eres un embrión de Dios, dentro de ti yace dormido toda la potencialidad del universo. Posees en tu corazón y en tu mente todo el poder de la energía del amor, ¿por qué entonces te empeñas en creer tu irrealidad de la limitación? Eres tu propio creador de sufrimiento y de desesperanza. Eres Santo y obviamente lo eres porque “sancionas” y te riges por tus propias leyes. Tú mismo eres un milagro, capaz de crear a semejanza de tu Creador. Todo lo demás no es más que tu propia pesadilla y no existe. Sólo las creaciones de luz son reales. Tienes poderes psíquicos
inimaginables,
cada
individuo
tiene
un
sinnúmero de capacidades de las que no es consciente. A medida que tu conciencia se expanda, es posible que desarrolles capacidades que te parezcan sorprendentes, sin embargo no es más que tu estado natural de consciencia divina.
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4) Comparte tu amor con todos Recuerda que los milagros son el resultado del amor que emanas. Si quieres abrir tu corazón, amarte a ti mismo y a los demás, la vida será siempre un milagro. Cuando amas profundamente ya no hay espacio para el miedo, ni la desconfianza, porque te vuelves consciente que nadie puede herirte, que nadie quiere hacerte daño y en la medida en que te abres y transmites amor, los milagros se cruzarán en tu camino. En tu trato con los otros que no son sino una extensión de ti mismo, si pides con amor siempre vendrá a ti y otorgará lo que te pertenece por derecho propio. El amor siempre responde, pues es incapaz de negar una petición de ayuda. Cuando renuncias al ataque estás expresando tu bondad natural, cambia tus pensamientos de que el otro es tu enemigo, mírale en este momento observa que está tan asustado como tú y busca la luz dentro de él, de esta manera emerge lo natural “el amor” que al final es la llama divina que arde como pilar de nuestra consciencia.
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5) Visualiza Si hay algo que deseas, emplea tu mente para visualizarlo y luego abre tu corazón. Cuanto más amor transmitas al mundo...más abundancia y milagros recibirás a cambio. No intentes alcanzar la visión valiéndote de los ojos, pues tú mismo inventaste tu manera de ver para así poder ver en la obscuridad y en eso te engañas. Contempla todo en la luz, es donde allí donde tienes el poder de transformar con tu mirada tu percepción del mundo que te rodea, cuando logras colocar todo en la luz, puedes percibir los rayos de luminosidad que emana de cada ser vivo. Puedes maravillarte ante la auténtica belleza. El milagro que se obtiene de visualizar la eternidad es la paz tranquilizadora, que surge como recompensa a que puedas visualizar tu presente como un cielo y no se trata de engañarte a ti mismo, es crear visualizando en tu espacio interno el mundo que deseas para ti, las relaciones, tu trabajo, la familia. Recordando que eres un Santo milagroso que dicta sus propias leyes con su poderosa mente, que se encuentra dotada de todos los recursos internos para materializar en “el ahora”. Visualiza en grande y obtendrás paz en grande.
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6) Abre tu corazón Para acelerar el proceso y crear milagros después de magnetizar todo con tu presencia, abre tu corazón. Y con ello me refiero a que permitas que fluyan las emociones a través de él, quítale cualquier defensa que hayas creado para protegerlo, porque esto hace que no percibas el amor real y dudes de él. Dentro de tu corazón yace dormida la hermosa flor de loto que se levanta desde las profundidades de la tierra elevándose por encima de la terrenalidad a un mundo superior de pureza, de belleza, de esta manera tú te puedes levantar por encima del universo con la altura espiritual que te otorga la fuerza de tu corazón. En tu corazón existen los ideales que resuenan con toda la creación,
en
tus
sentimientos
amorosos
no
existe
separación, por el contrario sólo hay espacio para la comunión. El milagro que logras al abrir tu corazón es que todos puedan admirar la belleza de tu verdadera esencia, que brilla como el mismo sol porque estás bañado de la luz de eternidad.
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7) Lleva tu amor a los actos cotidianos No se te pide que te embarques en grandes casas de servicio y devoción. Sólo se te pide que vivas en el mundo como si fuera el mismo cielo, donde eres parte de la comunidad universal del amor. Confía y ten fe en ti mismo, ama a los demás y demuestra tu amor en los actos cotidianos. El compartir una sonrisa, un abrazo cálido, unas palabras de aliento, tus aprendizajes con otros sólo por el placer de hacerlo, te otorga el milagro de sentirte abrazado por todos, el saberte parte del grupo almico de los seres humanos. Todo nos muestra que el alma del hombre no es un órgano, no es una facultad, sino una luz; no es el intelecto o la voluntad, sino el domesticador del intelecto y la voluntad; es nuestro verdadero Ser, y lo único que eres es una luz resplandeciente, deja de ocultarte entre las sombras de tu dolor, no tienes que guardar nada para ti, porque es al darlo que lo multiplicas, tu función es regalar los dones del amor, en los pequeños actos de tu diario vivir. En ti reside toda la sabiduría. Cuando vives a través de tu intelecto, eres llamado
genio; cuando vives a
través de su voluntad, eres virtuoso, más cuando vives a través de tu afecto, eres amor.
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8) Perdónate a ti mismo Ama a la gente todo lo que puedas, se amable y cariñoso, pronuncia palabras afectuosas, perdona a los que no supieron respetarte y piensa con amor en los demás, honrándoles en todo lo que haces. Esta es la única manera que tienes para perdonarte, el perdón es el único
medio que nos lleva a Dios y que nos permite
alcanzarle, sin embargo es algo ajeno para él, porque el perdón no es más que una ilusión que nos aleja de del error. Es una especie de ficción feliz, es una manera en la que los que no saben pueden cruzar el puente entre su percepción y la verdad. Requieres una ilusión de ayuda porque te encuentras desvalidos, requieres paz porque te encuentras en conflicto, porque te percibes como algo que no eres, eres un hermoso ser inocente jugando a “pecar”, lo único que te tienes que perdonar es haberte percibido como alguien no merecedor de amor por ser “pecador”. Trata con amor al hijo de Dios que eres, reconociendo los infinitos dones que existe dentro de ti.
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9) Deja de juzgar y criticar Es una falacia la creencia de que existen criticas constructiva, al final lo que hay es la ilusión de que es posible el posicionarse como juez de corrección, que dictan pautas que pueden estar “correctas” según nuestras falsas percepciones. Encuentra más bien en cada momento una oportunidad para amar. Tratando a los demás con amor y compasión, atraes hacia ti oportunidades, dinero, personas, milagros y aún más amor. El amor te introduce en una órbita superior y atrae cosas buenas hacia ti. Si atacas el error que ves en otro te haces daño a ti mismo, es imposible que conozcas al otro si lo atacas. Atacas porque piensas que el otro es un extraño
y
por
eso
le
tienes
miedo.
Percíbelo
correctamente para que lo puedas conocer. La decisión de juzgar te quita la oportunidad de conocer al otro y además te hace perder la paz. Los juicios siempre implican rechazo, nunca dan relevancia a los aspectos positivos de lo que juzgan. Lo que se ha percibido automáticamente se rechaza, o lo que se ha juzgado y se ha determinado que es imperfecto permanece en tu mente porque ha sido rechazado y esto tiene sus consecuencias debido a que colocas tu fe en lo irreal sin importar si tus juicios son
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acertados o no. Cuando juzgas tienes la creencia que la realidad está a tu disposición para seleccionar de ella lo que mejor te parezca. El milagro que realizas cuando dejas de realizar juicios es el alivio y la absoluta y profunda paz que sientes al estar en armonía con los otros, sintiéndote parte de ellos y reconociéndolos como tus eternos maestros de amor. Se trata de no hacer nada que significa que no emitirás ningún juicio acerca de ninguna situación. Significa que no determinarás cuál es la respuesta correcta a un conflicto que ni siquiera entiendes. No hacer nada significa encomendar tu espíritu en las Manos de tu Padre, y caminar en paz en medio de la tormenta y la oscuridad, con una confianza que no es de este mundo. Porque sabes que el desenlace es tan seguro como Dios, y que no depende en absoluto de ninguna de tus decisiones, sino del hecho de prescindir de todas ellas. Y te darás cuenta de la completa invariabilidad de un Plan que trasciende
cualquier
creencia, cualquier
decisión y
cualquier expectativa de la mente durmiente.
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10) Mantente atento a las sincronías Los milagros son sucesos inesperados, que te aportan mucho más de lo que pensabas. Son acontecimientos sincrónicos que suelen producirse cuando estás atento, para poder ser consciente de los milagros hay que ir hilando los acontecimientos que parecen producirse de manera separada, más la vida humana está guiada por fuerzas que no siempre son perceptibles, sino con los ojos del corazón. Reconocer que existe el misterio universal que todo lo une y que debajo de la vida cotidiana siempre hay algo más, es un apasionante antídoto al predecible e imparable paso del tiempo. Al aquietar tu mente por unos instantes y reconocer que en realidad no quieres ver. Te libera de la gran tensión que te impones para no observar la cadena de acontecimientos que dan marcha a los milagros. Tu mente procura evadir esos acontecimientos que te otorgan la certeza de la eternidad, y que sólo puedes creerlos cuando acallas tu mente y es el momento en el que le entregas tu mente al Espíritu en paz.
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11) Olvida tus apegos Recuerda que eres de este mundo pero no perteneces a él, y el estar aferrado a él hace que te llenes de miedo, de sensación de pérdida y por ende de sufrimiento. Tienes pensamientos secretos de que tienes que cuidar tus posesiones tanto materiales como espirituales y
esos
pensamientos secretos se convierten en odios ocultos e ídolos de la separación en tu mente. No los juzgues. No los resistas ni los niegues. Permíteles que te hablen y que te muestren cuál es su enseñanza. Porque tras cada pensamiento “privado” se encuentra la única lección acerca de ti que realmente tiene sentido ser aprendida. No sientas vergüenza de ellos ni te impidas pues usar la llave que te permitirá ver todo de una manera diferente, sin sacrificios, sin absurdas renuncias a lo que todavía valoras. Reconoce el valor que tus posesiones y de los pensamientos secretos que adhieres a ellas. Sé honesto cuando lo hagas, porque de tu honestidad dependerá tu liberación. Pero no se te puede liberar de lo que no consideras que sea una carga. Anda ligero de equipaje para sentir la paz de la libertad.
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12) Deja de luchar contra la crisis No es inusual que se produzcan milagros en situaciones de crisis, porque éstas hacen aflorar en tu conciencia la parte más profunda de tu alma. No existe ningún conflicto que sea real, puesto que no ha sido creado. Cualquier conflicto que se percibe como real es sólo una interpretación equivocada, examina la idea que ha producido una emoción que tú consideras dolorosa y que has proyectado sobre una persona o una situación determinada. El primer paso que debe darse para la resolución de un conflicto es reconocer que has perdido la paz. El mundo que estás percibiendo no es ni será jamás real, más que en tu ilusión de realidad. Esto, que parece obvio, se pasa muchas veces por alto, y no se reconoce que ha ocurrido,
sino
que
se
justifica
con
todo
tipo
de
argumentos. Mientras no tengas la suficiente humildad como para reconocer que has perdido la paz, la crisis parecerá interminable. La razón por la que pasas por alto este reconocimiento tan simple es por todo lo que implica para ti, e implica mucho más de lo que crees, puesto que tu idea de identidad está involucrada en ello.
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Porque tienes la creencia que vienes a este mundo a sufrir en un mundo doloroso, es por ello que le das valor a la crisis dentro de ti. Te mantienes mirando hacia fuera, cuando realmente los pensamientos reales producen paz y los pensamientos irreales producen dolor. Si no estás en paz
en
todo
momento
es
porque
has
pensado
equivocadamente y has creído convertirte en algo detestable y por lo tanto arrastras a esa realidad todo lo que te rodea. Cuando permites que pase el tiempo y no reaccionas, cuando simplemente observas la situación y te das cuenta de que no puede ser real porque lo que sientes no es paz, le traes luz a tu sistema de pensamiento cambiando aquello que percibes como realidad. Y surge un mecanismo nuevo, con una nueva visión y con la capacidad
de
modificar todo ese sistema mental
automático e inconsciente que se repite cíclicamente. En la medida en que el Espíritu es quien está al mando de tu mente de forma constante, empiezas a crear el mundo que hasta ahora sólo ha existido en tus sueños idílicos.
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13) Hazte UNO con el Universo Tu cuerpo es una cerca que te imaginas haber erigido para separar partes de su Ser de otras partes. Crees vivir dentro de esa cerca, para morir a medida que ésta se deteriora y se desmorona. Crees estar a salvo del amor dentro de ella. Al identificarse con lo que consideras tu seguridad, crees que el amor se encuentra afuera de él, por lo tanto pasas toda la vida desesperado buscándolo sin poder encontrarlo. El mecanismo poderoso que has creado para creerte separado se llama “ego”, todo el mundo inventa un ego o un yo para sí mismo, el cual está sujeto a enormes variaciones debido a su inestabilidad. También inventas un ego para cada persona a la que percibes, el cual es igualmente variable. El ego es solamente una idea y no un hecho, es aquella máscara que te creas para no aceptar tu Unión. Cada vez que aceptas el amor de los demás, cada vez que te abres para recibir amor del universo, pones en movimiento la creación de milagros en tu vida. Porque todo efecto viene de una causa y la única importante es que estás unido a toda la creación, cada pensamiento, cada emoción, cada realidad que te creas no te lo das a ti mismo, lo haces para todo tu entorno.
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14) Pide al Universo ¿Existe en este momento algún milagro que desearías se produjera en tu vida? ¿Estás abierto para recibirlo? Pide al universo, a tu alma, a tu Yo Superior, o a la Divinidad, que este milagro se manifieste en el aquí y ahora en tu vida. Y así será, Dios siempre está dispuesto a decir Amén a tus sueños. Lo que mereces naturalmente porque Dios lo dispone para ti es la paz y felicidad absoluta, y la mejor manera de pedir milagros en tu vida es a través de la oración, de pedir a esa voz que te llena de pesadillas que guarde silencio para que puedas escuchar la voz de tu inteligencia divina que sólo desea que vivas en serenidad y que reconozcas tu estado de unión. Al ser un Dios creador, sólo requieres de tu palabra para que todo te sea dado, procura pedir aquello que te aporta bienestar eterno y no aquello que te invite al dolor y la inconsciencia. Todo lo que exista en tu pensamiento como temible impide que todo lo hermoso venga a ti, recuerda pedir desde el amor y no desde la necesidad porque das cabida al miedo. El milagro que se otorga es recibir los tesoros divinos, a través de tus pensamientos de comunión con Dios.
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15) Escucha tu voz interior Cuántos argumentos espirituales has empleado para asegurarte de que la Voz del Silencio no fuera escuchada por encima de tu voz. El silencio tiene mucho más que ofrecer que cualquier palabra hablada o escrita. Si dedicas estos minutos a mirar dentro y a permitir que la inteligencia divina que vive en ti guíe tu visión, te darás cuenta de cuál es el temor que tienes a estar en silencio, simplemente sin hacer nada. Todo
te ha
invitado a permanecer en silencio para
obtener dirección interna, tu única función es darte cuenta de todos los obstáculos que pones a la luz, que éstos pueden ser identificados por la emoción de preocupación y conflicto, y que tu Ser no puede deshacer esos pensamientos a no ser que tú estés dispuesto a verlos, te darás cuenta de que no hay nada más importante en tu proceso de liberación mental que estar dispuesto cada día, durante unos instantes, a mirar dentro siguiendo la indicación de
tu voz interna en tu
mente. Si esto produce en ti algún tipo de resistencia, ya tienes algo que comenzar a ver para que te sea clarificado. Confía en los consejos de tu interior, recuerda que cualquier tipo de resistencia es autoengaño, Deja de
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darte excusas y reconoce que gozas de la infinita sabiduría que puede guiar tus pasos certeramente.
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Decreta tus milagros
Cuántas palabras has utilizado para esconderte tras ellas y no darte tanto a ti como al otro el regalo de amor que piden y que tú necesitas dar. Tras cada palabra que pronuncias tu mente está creando circunstancias y acontecimientos en tu vida, aún sin darte cuenta dejas a tu paso tus propias creaciones. Lo quieras o no sentencias cada minuto tu propia vida con tu mundo de ilusión y lo haces
con el ego que se sienta triunfante en su trono,
con la “lógica” como argumento de su victoria, la “razón” como su siervo fiel. Y no te das cuenta de que ese laberinto es en realidad inexistente, decide decretar amor y abundancia en tu vida con el poder de quien eres realmente, para ello tienes que elevar tus pensamientos a lo alto y desde allí ser un co-creador, reconociendo que tus palabras tienen poder y que el Universo está atento a tu Verbo para materializar todos tus deseos. Es una gran responsabilidad usada con consciencia y amor.
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17) Acéptate como eres Cuando luchas por cambiar aspectos de ti, estás negando lo que eres en esencia y estás realizando juicios acerca de ti mismo y es lo que hace que te sientas cansado, porque te agotas a ti mismo. Debido a que la fatiga que produce juzgarte a ti mismo es algo realmente intolerable. Cuando no te consideras valioso enfermas. Si te aceptases tal como Dios te creó, sería imposible que pudieses sufrir. Amarte a ti mismo es curarte a ti mismo, sanas al vivir junto a los otros y amarles. Si amarse a sí mismo significa curarse a sí mismo, los que están enfermos no se aman a sí mismos. Por lo tanto estás pidiendo el amor que te puede sanar, pero que te niegas a ti mismo. Y cuando te lo niegas a ti mismo te desvalorizas y te sientes pequeño saboteando todas tus buenas intenciones, todos tus sueños, por considerarte inferior. Cuando sientas que no eres capaz de hacer algo, imagina a todas las personas desesperadas que están esperando por tus obras más elevadas, por tu dosis de amor y se mantienen sufriendo hasta que decidas llevar a cabo los deseos de tu corazón. Vivimos constantemente en una lucha interior procurando ser más de lo que
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somos, pero sólo es una máscara que te colocas a ti mismo, porque queremos ser más porque nos dejamos de aceptar como somos en un vano intento por recibir reconocimiento exterior, cuando el aplauso tiene que ir por dentro. Uno de los mayores logros en mi vida han sido cuando me he aceptado tal y como soy, de pronto como por arte de magia lo que quería cambiar desaparece en mí, porque he dejado la lucha que no produce más que depresión. Recordar que cada parte de nosotros se expresa con la intención de darnos amor tanto a nosotros como a otros, el aceptarnos con todo aquello que nos agrade y nos desagrade de nosotros abre la puerta para que se pueda amar con intensidad, abriendo el corazón, permitiendo que la luz libere los pensamientos negativos que hemos aprendido de nosotros mismos al querer compararnos con otros. Esos “dragones internos” los has creado tú mismo, ya es hora de apagar el fuego que sale de él con la intención de atacarte, Dios no puede crear la imperfección, sólo lo hace la personalidad que te has creado. Acepta que eres perfecto y verás como esos supuestos fallos de personalidad empiezan a ceder. 18) Acepta a los demás como son
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Al no aceptarte a ti mismo es imposible que aceptes a otros en toda su dimensión La caridad es una manera de ver a otro como si ya hubiese llegado mucho más allá de lo que en realidad ha logrado en el tiempo hasta ahora. Jamás intentes cambiar a nadie, sólo los que abandonan todo deseo de rechazar pueden saber que es imposible ser rechazados. El juzgar deriva de no entender, por lo tanto procura entender al otro en sus circunstancias y en su realidad. La única reacción apropiada hacia el otro es apreciarlo, agradecerle tanto por sus pensamientos de amor como por sus peticiones de ayuda, pues ambas cosas, si las percibes correctamente, son capaces de traer amor a tu consciencia. Reconozco que es uno de los trabajos más profundos a realizar, el no prestarle atención a aquellos aspectos que nos parecen disonantes en el otro porque no son más que una proyección nuestra. El otro me otorga el regalo de su presencia para que me sane a mí mismo y cambie la consciencia de mí mismo. Toda relación tiene el poder de permitir que pueda entenderme a través del otro.
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19) Honra a tus padres Nuestros padres realizan su mejor esfuerzo por darnos lo mejor de ellos, pero en nuestro afán de juzgar somos capaces de hacerlo hasta con esos maravillosos seres que nos dieron la vida. Cuando abrimos nuestros ojos y vislumbramos la eternidad se puede ver que existen implicaciones que escapan a nuestra pequeña visión y que cada acontecimiento que ocurre en nuestra vida no escapa del amor divino. La infinita sabiduría universal tiene el propósito de que volvamos al paraíso del cual salimos al ver al otro culpable, no somos capaces de asumir la responsabilidad de nuestra vida y por eso nuestro pensamiento delirante requiere de culpables y acusamos a nuestros padres de todas nuestra desgracias. Si bien es cierto que la mayoría de las enseñanzas nos las han dado ellos, también es cierto que también olvidamos que gracias a ellos estamos en esta tierra y que el libre fluir del amor nos empuja a amarles, pero tenemos miedo de que nos “vuelvan a defraudar” y nos quedamos como niños llenos de rencor atacándoles y negándonos a nosotros mismos su amor y todo lo que tan amorosamente nos dan con su propia vida.
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El reconciliarnos con nuestros padres, permite que nuestra vida fluya hacia adelante , es sólo posible cuando entendemos que
juzgamos porque nos quedamos
anclados en el pasado en situaciones que percibimos como dolorosas y aún seguimos con nuestra mente de niño repitiendo las pesadillas delirante de rencor y dolor, se trae esos momentos a nuestras relaciones actuales y cuando vemos a nuestra pareja, vemos son sombras de nuestros padres y nuestras heridas, proyectando hacia este todas nuestras heridas. Observa el presente como lo que es, como lo único que existe, sólo así puedes lograr la libertad de una vida plena, amando sobre todo a esos seres que hicieron que tu vida fuera posible, tus mejores maestros de vida. El transcender nuestra niñez, deja de pensar que vives en un proceso constante para sanar, mira a tus padres con amor y sanarás.
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20) Cree en la energía universal Existe una fuerza poderosa que une a todo el universo y que mantiene a cada planeta girando alrededor del sol, a cada estrella emitir su luz y a ti estar en este planeta en este momento, esa energía universal está magnetizada por el amor. Es una fuerza que hace que nunca te encuentres solo, que está constantemente rodeando tus pasos y que se alimenta con cada uno de tus pensamientos y te nutre con cada respiración. Cuando empiezas a creer en una fuerza universal sabes que cualquier circunstancia obedece a la causa de que seas feliz, la mejor manera de sentir dentro de ti toda esa fuerza es perdonando, descubriendo tu inocencia y la de todos. El milagro de sentirte en compañía y satisfecho contigo mismo, deriva de saberte parte de un todo, de saber que eres una célula de ese gran cuerpo universal.
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21) Despierta tu luz interior Sólo con que veas la pequeña chispa podrás conocer la luz mayor, debido a que los rayos están allí aunque no los veas. Al percibir la chispa sanas, más al conocer la luz creas. Negar tu chispa conduce a la depresión. Deposita toda tu fe en esa pequeña chispa que yace dormida dentro de ti. El obrador de milagros comienza percibiendo la luz, y transforma su percepción en certeza al extender continuamente la luz y al aceptar el reconocimiento que esta le ofrece. Los efectos de la luz te confirman que ésta se encuentra dentro de ti mismo. La gran Luz siempre te rodea e irradia desde ti. El empuje hacia la luz no se mantiene ya latente en el germen escondido de la profunda oscuridad de tu mente, así como de la tierra la flor de loto busca la luz. Tu eres una estrella resplandeciente de luz, es sólo que aún no te percibes como tal, deja de negarte a ver lo que realmente eres. El hábito de cerrar tus ojos al mundo por unos instantes para devolverle la paz a tu mente se adquiere
de
manera
natural
cuando
cesan
las
resistencias al amor y cuando has comprendido que no hay nada aquí que merezca la pena anhelar.
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22) Redacta tu misión de vida Tu única misión aquí es dedicarte plenamente y de buena voluntad a la negación de todas las manifestaciones de la culpabilidad. Y una de ellas es que seas feliz. Como hijo de Dios el propósito de tu vida y la única razón por la que decidiste venir a este mundo es la de llevar a cabo tu función, más allá de preferencias personales o decisiones
egóicas. Por
esa
razón tienes
la
visión
necesaria para ver más allá del entramado del ego. Esa visión es lo único que te diferencia del resto, si bien esa diferencia sólo corresponde al tiempo. Dios crea en perfecta igualdad. Tu única función es ser feliz y dejando de percibir la enfermedad puedes alcanzar el estado de paz que te otorgará felicidad
infinita. Al desaparecer el miedo,
queda lo que eres y en el amor solo existe la serenidad. Busca dentro de ti y conecta con tu propósito en esta tierra y escribe como hacerle llegar a otros lo que eres, pon a funcionar las ruedas de la vida para que trabajen en función de la misión de vida que sólo tú puedes hacer posible para ti mismo.
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23) Se integro Cuando logras reconocer tu origen divino, entonces te reconoces como puro, guiado por elevados ideales. Porque tu esencia es inocente y jamás ha pecado, por lo tanto no tiene que llenarse de culpabilidad y el miedo, eres por entero un hijo de Dios. El ser íntegro implica que cumplas con tu misión de vida y que con tu percepción puedas sanarte y ayudar a otros a sanar, cuando la integridad es uno de tus valores y la integridad no se refiere solamente a lo que dices porque eres
congruente, nada
de lo que dices está en
contradicción con lo que piensas o haces, ningún pensamiento se opone a otro. Eso es ser realmente íntegro, porque no estás en conflicto contigo mismo a ningún nivel, por lo tanto te es imposible estar en conflicto con nada o con nadie. La paz que logras se debe principalmente a tu integridad, solo el deseo de engañar da lugar a la lucha y al conflicto. Pero cuando eres UNO contigo mismo ya dejas de auto-engañarte, porque ya no abrigas dudas. El milagro que obtienes es el triunfo porque como no ibas a hacerlo si eliges desde tu integridad, seguro de ti mismo como de todas tus elecciones.
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24) Desarrolla tu voluntad Cuando todos tus deseos e intenciones van dirigidos a realizar la obra de Dios en la tierra, observa todo lo que hay a tu alrededor. Detente por un momento y mira el mundo en el que crees vivir, has estado aceptando como un hecho que todo lo que ves, todo lo que piensas y todo lo que vives, es real. Tal vez en alguna ocasión, por un leve instante has hecho un alto en el camino, y sin saber muy bien por qué, has sentido que todo esto era sólo un sueño, algo que carecía totalmente de cordura, de realidad y de sentido. En ese instante te has preguntado “¿qué hago aquí?”, “¿quién soy?”, “¿cuál es el sentido de todo esto que estoy viviendo?”. En ese instante, en ese momento en el que la realidad se abre paso es el momento de alinear tus deseos con esa luz que de pronto parece emerger dentro de ti. Deja de que tus deseos te envíen a una dirección que señala lo que está más allá de la luz, en las penumbras de tu mente, cuando decides dejarte llevar por tus deseos de miedo o de satisfacción momentánea es porque estás escogiendo hacer tu voluntad de temor y de finitud que te trae la muerte y el dolor. En cambio tu voluntad
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sagrada, te permite despertar del sueño que hasta ahora llamaste “realidad”. Afina tus deseos y tus sentimientos para poder disfrutar del descanso, de la dicha y de la paz que supone recordar la Identidad Divina que realmente somos.
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25) Vence el miedo “El amor perfecto expulsa el miedo. Si hay miedo, es que no hay amor perfecto. Sólo el amor perfecto existe. Si hay miedo éste produce un estado que no existe” (UCM). En el miedo sólo existe la parálisis y el estado de separación al considerarte indigno, el vivir asustando pensando que cualquier mal puede acecharnos, es lo que yo llamo vivir muriendo. Te has fabricado una personalidad que vive sumida en el pánico por lo tanto vive ausente del presente, del regalo del instante santo. El miedo se origina en tu desconfianza de que el otro quiere atacarte, ves este mundo como algo amenazador y es normal que sientas miedo, entre los pantanos oscuros de pensamientos que tu mente ha decido crear. La único en lo que tienes que “creer” para ayuntar el miedo es que jamás estás separados de los otros, eres parte ellos. Éstos sólo proyectan una realidad que tú mismo creas, lo que ganas al no tener miedo es la confianza y el resultado de esa ganancia no es más que la tranquilidad, que es el fruto de un aprendizaje honesto, de un pensamiento congruente y de una transferencia plena. Esta es la esencia de la verdadera paz que es donde se refleja plenamente el estado celestial, a partir
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de allí puedes entender que el camino del cielo está completamente abierto, se encuentra libre y despejado y no presenta ninguna dificultad, al estar en este instante santo.
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26) Se humilde Por un lado te digo que eres un embrión de Dios y que eres perfecto, pero eso no te otorga un “especialísimo”, por el contrario el reconocerlo realmente te hace igual a todos los demás, no es un don que te pertenezca a ti en exclusividad. Una de las más grandes ilusiones del ego es el deseo de que lo idolatren y es tan sólo el intento por parte de quien se cree especial de proyectar ese especialismo sobre otro, poniéndole en un pedestal tan alto que le aleje de él, para de esa manera no ver que Dios crea en perfecta igualdad. En las mentes desequilibradas, la distancia entre la admiración y el ataque es muy estrecha, y puede alternar entre un estado y otro con gran facilidad. Y esa alternancia entre una perspectiva y la otra debiera ser un síntoma suficientemente claro como para replantearse seriamente la dirección a seguir. Adquiere la
consciencia
de este movimiento mental,
reconócelo desde el principio. Coloca en la luz cualquier enseñanza que quieras impartir, deja de participar en especialismos, mira al otro como tu igual, internaliza al otro a tu misma altura, de lo contrario te v olverás a introducir en la telaraña de la separación y te sentirás de
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nuevo solo. La impecabilidad es la referencia que le guía en el trato con otros, especialmente teniendo presente que el ego no necesita motivos para llevar a cabo ataques de cualquier tipo. Pero estos ataques pueden ser deshechos más eficazmente en la medida que la enseñanza
sea
más
clara
y
menos
sujeta
a
interpretaciones equivocadas. Una vez deshecha la creencia de especialismo entre hermanos, y una vez que se ha abandonado la idolatría en virtud de la verdadera amistad, tiene lugar un progreso mutuo que llevará a ambos hacia una relación realmente santa, puesto que la necesidad de condenar al otro por razón de la amenaza que parecía traer consigo habrá desaparecido. El milagro que obtienes es gozar del amor de amistades sinceras, donde cada uno se potencian y colaboran en la sanación mutua. La humildad jamás te pedirá que te conformes con la pequeñez, sin embargo requiere que no te conformes con nada que no sea la grandeza que no procede de ti.
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27) Vive cada día como si fuera el último No se trata de que vivas aterrorizado por la , muerte, se trata más bien de que asumas el instante santo con toda la intensidad que tiene estar en el cielo. La vida o la muerte es sólo una ilusión, ya es hora terminar para siempre con la angustiosa e infructuosa búsqueda que no te llevará jamás a ninguna parte, el que esta vida cobre sentido para ti depende de cuán
presente te
encuentres en ella, el sentir con intensidad y con fuerza que surge de tu interior a seguir adelante, sin desperdiciar este instante en vanas alucinaciones, es lo que te lleva a que tu vida cobre un verdadero significo de existencia. Aunque el ego, ante semejante amenaza, utilizará de nuevo sus mejores argumentos para convencerte de que es una locura. Te dirá que te preocupes por el pasado para que puedas tener un futuro mejor. No subestimes su ingenio, pues proviene de tu mente, y tu mente es poderosa. Sólo una confianza sólida y una gran voluntad puede dar este salto desde el sistema de pensamiento del ego al del Espíritu, porque tu mente se ha enseñado a sí misma durante miles de años que eso no es posible. Comienza a darte cuenta, no importa si no crees que funcione, a través de la experiencia los hechos hablarán
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por sí mismos. Vive con intensidad tu luz en este mundo ilusorio de sombras cambiante, y comprobarás que lo único consistente aquí es esa luz que comienza a extenderse desde tu mente a todas las mentes que duermen en él. Sólo entonces las sombras del laberinto de la muerte, del pasado
y
del
futuro
comenzarán
entonces
a
desaparecer. Y a cada rincón oscuro donde algún alma había ido a ocultarse, una luz llegará, y verá el camino que lleva de regreso al Hogar.
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28) Contempla la naturaleza Uno de los regalos más hermosos que nos podemos dar, es ponerse en contacto con todos los milagros que cada día nos regala la propia naturaleza, el contemplar la naturaleza proporciona asombro ante la maravilla de la vida, permite observar el inmenso poder que posee la fuerza del universo que hace posible que simplemente por Ser, maraville con su presencia. La naturaleza transmite quietud y movimiento en equilibrio perfecto, que tiende a sosegar el alma y sacarnos de la lucha de nuestros propios pensamientos. Observando y permitiendo que esas imágenes se adentren en lo profundo de nuestra mente, siembran la semilla de que los milagros pueden ser posibles en el interior al ser posibles en la celestial naturaleza. Somos parte de la naturaleza, porque todos los poderes presentes en la Naturaleza están presentes en cada ser vivo.
Por
lo
tanto,
al
contemplar
la
naturaleza
contemplamos a Dios y su esencia divina al igual que la nuestra. Permite que florezcan en tu interior las más bellas flores de sabiduría, que emerja el sol de tu consciencia y fluya el manantial de tu amor. Si bien es cierto la naturaleza está actualmente regida por leyes que provienen de nuestra mente limitada, en consecuencia
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la naturaleza puede ser hermosa para recostarse y contemplar, pero que
en realidad
puede resultar
bastante espantoso para vivir cuando es guiada por las leyes de una mente sumergida en la ilusión. Lo interesante de contemplar la naturaleza es descubrir que en cada partícula de ella se encuentran los poderosos rayos de Dios. Ve aquellos elementos de la naturaleza que reflejan salud, belleza, vida, abundancia, armonía, orden y cooperación como productos de pensamientos amorosos que entraron al mundo. Estos aspectos de la naturaleza son símbolos del sueño del amor, por eso es importante que observes las formas hermosas de la naturaleza que pueden conducirnos a los pensamientos hermosos detrás de ellos. Recuerda que los pensamientos sanos y amorosos producen la belleza en la naturaleza.
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29) Medita El acallar la mente requiere disciplina porque no estamos adaptados a tener consciencia del vacío, de la nada, la luz llega a la mente que se ha dedicado a la contemplación, el cielo y el paraíso es lo que logras cuando logras que tu mente deje de hacer su cotidiano ruido. Porque lo que llega a ti son los mensajes divinos de tu verdadera esencia. En el vacío de tu mente no tienes necesidad de hacer nada, porque el hacer algo siempre implica a tu cuerpo. Da tus pasos en la eternidad al reconocerle valor al cuerpo en tu mente, donde ya no tienes que hacer esfuerzos, restándole valor al pecado. No hacer nada es descansar y crear un lugar dentro de ti donde la actividad del cuerpo cesa de exigir tu atención. A ese lugar llega tu comunión con Dios y con todos los seres del universo. Todos ellos siempre permanecerán allí en comunión cuando te olvides y las actividades del cuerpo vuelvan a llenar tu mente consciente. A ese lugar sagrado puedes volver porque te permitirá entrar al reposo que te calma de angustias y te libera del miedo, serás más consciente de este tranquilo centro en el
que no haces nada brindándote
descanso en medio del ajetreo de cualquier actividad.
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Debido a que este centro de enseñará a usar tu cuerpo impecablemente, en donde tu cuerpo está ausente y sólo eres consciencia de energía divina, porque ya no colocas limitaciones al amor. Recuerda que la creencia en un amor limitado fue lo que dio origen al cuerpo y en la medida que limites tu consciencia a sus insignificantes sentidos, no podrás ver la majestuosidad de todo lo que te rodea, porque Dios no puede hacer acto de presencia en un cuerpo si tú no puedes unirte a Él.
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30) Ora con frecuencia La oración es el medio de comunicación que se tiene para obrar milagros, porque toda oración produce respuesta, el hecho de que se pida en sí ya desencadena una respuesta. Sólo es necesario estar atento para escuchar las respuestas a tus oraciones, porque en oportunidades nos encontramos distraídos en nuestro propio ruido mental y no guardamos en silencio la respuesta,
aunque
no
sea
precisamente
lo
que
esperamos. La oración es la reafirmación de la inclusión, por lo tanto no puedes escuchar la voz de Dios sólo para ti, porque no estás solo. Es importante aprender a escuchar las oraciones en los otros, en todas las personas que nos rodean, porque son los mensajeros del universo que nos traen cada respuesta, oye de ellos lo que quieres que Dios escuche de ti. Constantemente te responderán solo con la Verdad que es inmutable. No pidas bendiciones sin antes bendecir, porque sólo de esta manera puedes aprender cuán bendito eres. Creer no es ser crédulo, sino aceptar y apreciar. Recuerda que el Universo no te niega nada eres sólo tú que te consideras indigno el que lo hace. Aunque las
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palabras no juegan ningún papel en el proceso de curación, el factor motivante para ellas es la oración o petición, porque obviamente recibes lo que pides. Pero se refiere principalmente a la oración de corazón, no a las palabras que usas al orar, porque las palabras y la oración se pueden contradecir entre sí o coincidir. Sin embargo cuando estás empezando en la senda “espiritual” y quieres establecer una disciplina las palabras pueden ser útiles, ya que te ayudan a concentrarte y a facilitar la exclusión, o al menos el control de los pensamientos pasajeros. Recuerda que las palabras no son más que símbolos de símbolos, por lo tanto están doblemente alejadas de la realidad. La oración de corazón no pide cosas en concreto, lo que pide es alguna clase de experiencia, por otra parte la oración que pide cosas de este mundo dará lugar a experiencias de este mundo, construyendo de esta manera nuestro propio infierno. Cuando aprendas a oír en silencio dejarás de darle valor a las palabras, ve a un lado y permite que tu Ser superior sea el que coloque las palabras para que puedas experimentar lo que anhela tu Ser. Mantente atento a las respuestas de tus oraciones porque es una de las grande limitantes de este sendero, el pretender hacer juicio de lo que expresa nuestra voz interior.
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31) Deja de temerle a la muerte La muerte no es más que el sueño central de donde emanan todas las ilusiones. Es una verdadera locura pensar que la vida es nada más nacer, envejecer y al final morir, hemos soñado la pesadilla de pensar que todo
es
impermanente,
nos
apoyamos
en
la
naturaleza para justificar esta mentira. Aquel que ama a un Dios que cree que todo lo destruye, no conoce el amor debido a que de alguna manera niega que la vida sea real. La muerte a través del tiempo se ha convertido en el símbolo de la vida, en una constante contradicción, convirtiendo de esta manera nuestro mundo en un campo de batalla, donde los opuestos luchan en una guerra interminable. Allí donde hay muerte es imposible que reine la paz, porque la muerte es símbolo del temor a Dios, eres eterno como toda creación del universo, lo que parece morir tan sólo ha sido percibido incorrectamente y se ha llevado al campo de las ilusiones. Deja de engañarte por una realidad cambiante, la verdad no cambia ni es fluctuante, si se acaba con la muerte. El final de la muerte es el reconocimiento de que eres inocente en este momento y por siempre.
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32) Agradece tu existencia Manteniendo
un
corazón
agradecido
puedes
tomar
consciencia del amor de Dios y recibir en abundancia, porque el saberte eterno se agradece con tus actos de eternidad. Desde el mismo momento que unes tu voluntad a tu Ser superior, todas tus acciones están guiadas por la concientización del amor, porque empiezas a vislumbrar que cada acto tuyo influye sobre todo tu entorno, sintiendo que si tu corazón se mantiene rebosante de agradecimiento por cada regalo que se te concede, empezarás a mejorar tu visión para percibir con claridad cada milagro que te sea otorgado con la presencia del otro. Agradece que seas poseedor
de este momento en la
eternidad y que toda la fuerza emergente del universo converge en ti para que los milagros sean otorgados a toda la humanidad, agradece que no estás sólo en ello sino que a tu lado existen millones de seres humanos que están en comunión contigo en tan elevada misión. Honra esa parte de ti que está unida al padre y otórgales a otros
alabanzas
de
alegría,
comparte
tu belleza
y
abundancia en cada uno de tus actos, permite que la rendición a tu guía divino abra tu corazón para extender tu
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gozo por el milagro más grande, el saberte merecedor de los tesoros de la eternidad y libertad en la voluntad del padre.
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33) Basa tu vida en principios humanitarios Sigue como principios la confianza, la honestidad, la tolerancia, la mansedumbre, el júbilo, la indefensión, la generosidad, la paciencia y la fe. Ten confianza en el mundo porque reconoce que este mundo no está regido por las leyes que te inventaste, este mundo sólo puede estar regido en un poder que se encuentra en todos, que es el responsable de mantener todas las cosas a salvo y pueden ver un mundo perdonado, donde sólo existe la inocencia. Una vez que experimentas ese poder es imposible que vuelvas a confiar en tu propia fuerza, porque desde allí puedes volar seguro con las alas de Dios. Sólo los que tienen confianza pueden darse el permiso de ser honestos, elige ser honesto con toda la humanidad, prefiere la congruencia entre tus actos, palabras y sentimientos más profundos, porque de esta manera tu mirada reflejará transparencia y reflejará tus bellos pensamientos a todos los que te rodeen. Juzgar es ser deshonesto debido a que asumes un papel que no te corresponde, implica que te engañas con respecto a los otros. Cuando juzgas estás demostrando falta de
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confianza, lo más recomendable es esperar y aprender para vivir en la serenidad que te otorga el ser tolerante con todos. Se manso de corazón, de esta manera es imposible que puedas hacer daño, no permitas que ningún pensamiento de maldad nuble tu mente. Adáptate a que sea la mano de tu inteligencia superior la que te guíe a lo largo del camino de la eternidad, deja de resistirte porque en ella sólo puedes percibir la naturaleza celestial de todo lo que mora tanto en ti como en los otros. En la mansedumbre el miedo es imposible por lo tanto dejas de experimentar dolor. El júbilo va unido a la mansedumbre tan inevitablemente como el pesar acompaña el ataque, porque al estar guiado por la mano de Dios no puedes sino tener alegría, de esta manera tienes la seguridad que no sufrirás ningún daño. El saber que otros están contigo en la elevada misión de restituir la felicidad inherente al ser humano, agradece con satisfacción tan honorable labor. Las defensas no son más que absurdos guardianes de ilusiones, acepta mirar más allá de ellas, date cuenta que los sueños terroríficos nos son reales. A medida que tu confianza aumenta, aprendes rápido porque cuando se abandonan las defensas no se experimenta peligro, porque experimentas la seguridad, paz, dicha y a Dios.
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La generosidad permite que no busques nada que no sea de Dios y quieres conservarlas, porque sabes que te pertenecen por lo tanto las das porque las posees, puedes darlas a otros porque es la única manera de conservarlas para ti mismo eternamente, efectivamente jamás podrías perder dando lo más grandioso de ti mismo. Los que están seguros del resultado final saben esperar sin ansiedad, vuelve natural para ti el tener paciencia, porque todo lo que ves es el resultado seguro de lo que ocurrirá en un momento que aunque te sea desconocido no pongas en duda que será para el beneficio de la humanidad, porque nada escapa de las manos infinitas de Dios. La fe es la confianza que tienes en los designios de Dios y esta no se desvía, al ser consciente es totalmente honesta y al ser firme goza de absoluta confianza y tolerancia, además por estar basada en la ausencia de temor es mansa y como sólo te puede dar certeza te llena de júbilo. La fe por lo tanto encierra los principios más elevados dentro de ella, porque es el verdadero sentido de la palabra es hacia ella donde se dirige. La indefensión naturalmente la acompaña y su condición es la felicidad. El milagro que se te otorga de vivir una vida con los principios más altos es vislumbrar la
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perfección del universo y recoger los tesoros celestiales en esta misma tierra.
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34) Aprende cosas nuevas La eternidad es nuestro estado seguro y aunque nuestra esencia pide sólo Ser, la pasión que empuja a seguir hacia delante impulsa con pasión a redescubrir todo aquello que ya sabemos, porque cada uno de los aprendizajes que se adquiere beneficia a toda la humanidad. Sobre todo aprende a ser congruente en cada acto, que cada uno de ellos sea un fiel testigo de tu palabra, porque de esta manera contribuyes en acción y muestras tus aprendizajes para que otros también se puedan beneficiar. Mantente sobre todo escudriñando en tu interior, buscando tu esencia “pérdida”, escucha los susurros de tu voz interior que te impulsa a que vueles a investigar y alcanzar el único conocimiento que es eterno, que eres una célula en expansión infinita y como parte de ese cuerpo universal tienes que cumplir tu misión sagrada. Ama cada conocimiento que adquieras sin fanatizarte, cuestionando desde tu interior pero jamás como un ataque hacia el exterior y comparte con otros este conocimiento, da amorosamente desde el corazón, recuerda que el único conocimiento que es tu patrimonio es de la sabiduría infinita.
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35) Deja de ver a tu mente como tu enemiga La racionalización es una forma de resistencia mental, debido a que utiliza ideas y argumentos que tratan de negar nuevas ideas porque se sienten como una amenaza. Por eso cuanto más intelectual es una mente tendrá unas defensas más sofisticadas, y por lo tanto, los argumentos con los que tratará de negar la nueva idea parecerán ser más aceptables. La mente al ser el principio activo del espíritu, le proporciona su energía creativa. Pero en tu estado de separación percibiste la mente como dividida en espíritu y ego, entendiendo por Espíritu aquella parte que aún se encuentra unida a la voluntad de Dios y por ego aquella parte ilusoria que teje con el hilo del miedo. Tu mente es recta cuando está guiada por el Espíritu y tu mente es errada cuando escucha al ego porque justifica la ira y considera que la culpabilidad, la enfermedad y la muerte son reales. Unifica tu mente y deja de ver división en ti, para que puedas liberarte de la angustia y del estrés.
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36) Transciende tu cuerpo En este cuerpo es imposible que puedas experimentar a plenitud la experiencia de unión completa con Dios perdurablemente, puede que alcances mucha devoción y dedicación y luego mantenerte allí durante gran parte de la estancia en esta tierra; esto se debe a que todos los estados mundanos son ilusorios, sólo abandonando este cuerpo, soltando el cautiverio de esa caparazón de carne y huesos puedes experimentar en todo su esplendor la plenitud divina. Sin embargo no hay que desesperarse por causa de la limitaciones de tu cuerpo, más bien deja de consagrar tu cuerpo a la muerte, porque lo haces con la arrogancia del pecado, el orgullo de la culpabilidad y el sepulcro de la separación, reconocer que lo estamos haciendo es el primer paso para tomar conciencia de cuál es la función de tu cuerpo, porque tu cuerpo es tan incapaz de morir como de sentir, no es corruptible ni incorruptible, simplemente tiene el valor que tú le has dado. Tu cuerpo es el resultado de una insignificante y loca idea de corrupción que puede ser corregida, libera tu cuerpo de las órdenes a las que lo sometiste y perdónalo por lo que tú le ordenaste hacer. Permite que tu Ser superior haga uso de tu
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cuerpo permitiendo de esta manera su llegada permanente a tu vida. Para el ego el cuerpo es algo con lo que atacar, el cuerpo como tal no puede ser la fuente de tu salud y la condición de él depende exclusivamente de cómo interpretes su función. El cuerpo se mantiene existiendo en un mundo que parece tener dos voces que luchan por dominarle, el ego sólo quiere mantenerte enfermo para que verifiques tu creencia de que eres vulnerable. Cuando estés enfermo pide que en lugar de que tu cuerpo sea sanado, pide que tu mente lo sea, pues lo único que puede estar distorsionada es tu percepción.
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37) Presta servicio Las
relaciones
personales
se
tienen
que
percibir
debidamente, eliminando la piedra angular de la falta de perdón. De lo contrario el sistema de pensamiento de sufrimiento mantendrá una base a donde progresar. El ego entabla relaciones con el fin de obtener algo y mantiene al que recibe aferrado a él mediante la culpabilidad. Desde tu Ser superior puedes aprender a establecer relaciones donde tu única función sea el regalar tu propia sanación al otro, donde ambos ganan, donde todo lo das porque no pierdes nada, más bien te sientes satisfecho porque es parte de tu naturaleza el dar, porque lo tienes todo. Cuando se trata del otro ningún esfuerzo es demasiado grande, ningún costo excesivo, porque al final el otro es parte de ti mismo al igual que parte de Dios y cuando él nos crea
Él se extiende a Sí Mismo. Por lo tanto, somos una
extensión de todo lo que Dios es, y no falta nada. Todo el amor, alegría, paz, y aspectos sin fin de lo que Dios es, nosotros también somos.
Pero la única
manera que lo
sepamos es por nuestra extensión, nuestro dar. Y no estamos hablando de dar cosas, sino de dar lo que es verdad: amor, alegría, paz, etc. Si esperamos de verdad sentir la plenitud
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de nuestro ser, de sentirnos abundantes y valiosos, entonces debemos hacer servicio y dar. En darles prioridad a las necesidades del otro, se encuentra dormida la semilla de la renuncia de la “separación” y del aislamiento que conlleva, eres tan responsable de ti mismo como del otro. El dar te recompensa con la alegría de estar vivo y de que eres amado por todo el universo, porque tienes para dar todo tu Ser. Purifica tus pensamientos y recordarás el valor del otro que al final es tu mismo valor. Y a medida que recordemos esto, con gusto
querremos ayudarles, pues
sabremos que su éxito es el nuestro. El milagro es un servicio, el mayor que le puedes prestar a otro. Es una manera de amar al prójimo como a ti mismo, en la que reconoces simultáneamente tu propia valía y la de él , jamás se pierde un milagro. Puede afectar a mucha gente que ni siquiera conoces, y producir cambios inimaginables en situaciones de las que ni siquiera eres consciente.
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38) Sonríe El aprender a despertar en el mundo con alegría denota tu satisfacción de estar en comunión con lo que eres, el otorgarte a ti mismo todos los días una hermosa sonrisa interior, llena la ilusión de la vida con el placer de un corazón abierto para amar y entregar de sí. El otorgar los regalos de Dios con una sonrisa, al igual que recibirlos de la misma manera; ofrece una reverencia al Ser, abriendo de par en par la bóveda secreta de nuestra mente para que entre el júbilo. El sonreír amorosamente anima a tu mente para que cree una realidad diferente a la que percibe normalmente, porque con una sonrisa cálida el miedo tiende a huir y esfumarse, porque la sonrisa invita al otro a que se acerque a que establezca comunicación contigo. Y por un instante se produce el encuentro santo, aquel donde sólo habitas tú con Dios y el otro que es una extensión de ti mismo. Sonríe y regala armonía y calidez a este mundo.
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39) Se flexible Para vivir la verdad hay que ser flexibles con la gente y los eventos que nos rodean, no podemos darnos el lujo de encerrarnos en una imagen rígida de nosotros mismos ni de las cosas. El encerrarse en nosotros mismos y en nuestra manera de percibir las cosas, conlleva ira convirtiendo lo que pudiera ser un encuentro santo, en una carga para los demás y para nosotros
mismos,
haciéndonos
más
rígidos
tanto
de
pensamiento como físicamente. Todos somos espíritus libres y no estamos atados a nada, a menos que lo creamos así, es ideal
plantearnos
lo que
dejamos de percibir por mantener nuestra consciencia cerrada e inflexible, es importante ver si la vida nos encadena o si somos nosotros, con nuestros razonamientos superficiales, los que creamos las limitaciones. Es un verdadero alivio descubrir que no podemos estar encadenados a nada y que las únicas ligaduras que poseemos son las creadas por nuestros pensamientos limitantes. La mejor manera de mantener tu cuerpo y tu mente sano es atreviéndonos a romper nuestros propios esquemas mentales.
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40) Purifica tus pensamientos El permitir que tu mente sólo abrigue pensamientos de Unidad es el gran reto que hace que tu realidad sea purificada por tu Ser Superior. Consciente de que lo que ves es lo que existe en tus pensamientos puedes traer a tus pensamientos que eres un obrador de milagros y tocar las puertas del cielo con la realidad que decidas crear. Tus pensamientos deben ser guiados a servir al otro, a desear lo mejor para todos y a contribuir en que todos mejoren su visión con tu presencia. Liberándote de las cadenas de la culpabilidad, tus pensamientos pueden ser purificados, desecha todo pensamiento que te enseñe que puedes ser destruido. Renuncia a que tu pensamiento se llene de juicios que te producen dolor y te ausentan de crear la realidad que mereces.
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41) Vislumbra la eternidad El tiempo es una invención del hombre, el lograr controlar el tiempo no es más que el infierno mismo. Cuando en tu pensamiento existe la creencia de que el tiempo existe, introduces la pesadilla de la muerte y te alejas de que puedas ser amado realmente, porque sólo lo eterno puede ser amado, pues el amor no muere. En la eternidad las demoras no importan, pero en el tiempo es una tragedia y tristemente decides estar en el tiempo y no en la eternidad. Son los pensamientos de culpabilidad los que te perpetúan en el tiempo, porque inducen miedo. Recurre a la paciencia infinita que es un fiel reflejo del amor infinito, si realmente quieres vivir eternamente el único elixir de eterna juventud es el que te reconozcas como eterno e inmutable. Despierta de la hipnosis colectiva del reloj de este mundo, acude al puente que enlaza tu esencia con el infinito y absoluto poder de Dios.
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42) Toda percepción es errada La percepción se construye en base a la experiencia y la experiencia conduce a las creencias. El mundo de la percepción se basa en la creencia en opuestos, en voluntades separadas y en el continuo conflicto que existe entre ellas y Dios. Lo que la percepción ve y oye parece real porque sólo admite en la conciencia aquello que concuerda con tus deseos y no puede sino dar cabida al mundo de alucinaciones permanentes, a la ilusión, el cual hay que defender al no gozar de realidad. Si quedas atrapado en el mundo de la percepción, te encuentras dormido y requieres de ayuda para salir de él y no atraer a más personas a ese lugar que tú mismo te creas. Posees la ayuda idónea, tu Ser superior o tu Espíritu Santo porque reconoce la verdad además de tus ilusiones, escúchale porque te enseña a cambiar tu manera de pensar, corrigiendo los errores que te has creado en tu mente. El mundo que observas es un fiel reflejo tu marco de referencia interno, con sus ideas, sus deseos y las emociones que albergan en tu mente. Un curso de
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milagros postula “La proyección da lugar a la percepción”, es decir primero ves dentro de ti y decides que mundo deseas ver y luego lo proyectas afuera y haces que sea real para ti, lo haces a través de las interpretaciones de lo que ves. Jamás emitas juicio alguno de las falsas percepciones que
construyes
con
tus
hermanos,
porque
la
percepción es una función del cuerpo, ve a través de sus ojos y por lo tanto no puede sino estar limitada. Observa a otros en su plenitud, para ello olvídate de sus proyecciones (sus odios, sus simpatías, sus miedos) porque al final te están devolviendo lo que tú mismo has proyectado, agradece que ese encuentro te permita sanar.
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43) Sé cómo un niño pequeño Cobra
consciencia
de
tu
inocencia,
realmente
proyectas para deshacerte de la culpabilidad, confía que
dependes de una fuerza superior por lo tanto
escucha sus consejos que viene de tu voz interior. Deja que
guíe tus pasos, porque de esta manera
encontrarás tu camino a la felicidad, tu Ser superior te conoce y sabe la realidad que te has creado. El permitir que tu mente sea un libro en blanco para que pueda ser escrito el Verbo con tinta celestial. El descubrir el mundo con la inocencia de un niño te permite estar en contacto con tu voz interior, porque sueltas lastres de aquello que no eres, ese niño te lleva de la mano hacia ti mismo para que descubras lo que realmente eres. Sin colocarte mascaras que protejan tus heridas. La visión de todo lo que eres, puede que esté distorsionada pero eso no te impide que puedas ir descubriendo tu completitud en los brazos de Dios. Con la inocencia de niño te aceptas tal cual eres, valora todos tus esfuerzos por deshacer las falsas creencias, el amor de un niño es permanente porque es íntegro y está cargado con el matiz del no juicio y
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de la alegría, usa ese poder que reside dormido en tu interior.
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44) Las necesidades son parte de la ilusión Las necesidades surgen debido a que tú te privas a ti mismo. En la creación no hay carencias estas son parte de la percepción que creaste de ti mismo. No te conformes con la miseria que el ego te ofrece. Eres un Hijo de Dios, y sólo la perfecta paz es tu herencia. Detente las veces que sea necesario para ver cómo te sientes, para observar por qué estás triste. Si eso no es importante ¿qué es importante para ti? ¿Qué otra cosa requeriría más fervientemente tu atención que observar los obstáculos que te impiden ser plenamente dichoso para que sean deshechos para siempre? Y si la paz no es tu prioridad ¿por qué te extrañas cuando a pesar de lo que eres no estás plenamente feliz? El Espíritu no quiere quitarte lo poco que tienes y que tanto valoras. Pero es importante que tú te des cuenta de qué se trata lo que es valioso para ti y que procuras mantener alejado de la luz de la verdad. Porque mientras
no lo veas, seguirás
mirando en otra
dirección, y lo único que verás serán las proyecciones de eso que te has negado a ver para ser liberado.
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Cada instante de quietud que le ofreces a tu mente es una invitación al Espíritu en ella. Y cuando el ego se da cuenta
de
esta
invitación
te
incita
a
mirar
inmediatamente en otra dirección, para que salgas corriendo
tras
ilusiones
de
responsabilidades,
necesidades, planes, obligaciones y demás estrategias que te hagan olvidar que tu única responsabilidad como un obrador de milagros es aceptar tu sanación.
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45) Deja de creer en la separación La separación es un sistema de pensamiento que aunque es bastante real en el tiempo, en la eternidad no lo es, al estar en este mundo te crees parte de él y con ello perpetuas la idea de que estás sólo en él, de que tienes que defender lo poco que tienes. Tienes la pesadilla recurrente de que el otro quiere atacarte. Caminas perdido en medio de tu soledad, con la triste creencia del pecado, porque se piensa que hemos atacado a Dios, de que le hemos fallado y le hemos traicionado, por lo tanto somos sus Hijos caídos y pecadores, expulsados del Jardín de Edén. Insistes en verte como un cuerpo deambulando en busca de una experiencia
espiritual
y
no
un
espíritu
unido
eternamente a su Fuente en busca de una experiencia física. Tu única responsabilidad es aceptar la irrealidad de la separación, el pecado, la culpa y la enfermedad, siguiendo la aplicación del perdón de todas nuestras relaciones especiales de la mano del Espíritu Santo. La separación es más que un espacio vacío, que no contiene nada ni hace nada, porque no tiene
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sustancia, sin embargo llenas ese espacio vacío con pensamientos de terror y de pánico. Pero Dios te da su mano para que puedas cruzar el puente que te lleva a su lado, y para ello tienes que tener ese espacio libre y totalmente despejado, porque Él no camina por la brecha de la enfermedad, el dolor o la culpabilidad.
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46) Todo placer real proviene de hacer la voluntad de Dios Esto es así porque no hacer la voluntad de Dios es una negación del Ser, lo demás proviene de pensar que eres
sólo
un
cuerpo
y
que
tienes
que
darle
gratificación. El único placer que te puede dar la paz es unificar tu voluntad con la de tu creador, sólo de esta manera puede resurgir la eternidad del amor verdadero que te otorga el éxtasis del Espíritu. El sentir el amor del creador en todo lo que nos rodea, en la perfección de cada encuentro, sin embargo, en nuestro afán de complicar lo simple, nos alejamos de nuestra esencia, de esa semilla divina que somos y que solo sabe experimentar el placer de seguir su misión de vida. Amar lo simple y lo sencillo, es posible cuando por momentos se momentos
en
comulga con la divinidad, es en esos que
nos
entregamos
a
vivir
y
reconociendo todos nuestros deseos, pero sin luchar contra
ellos,
es
más
bien
sumergimos
en
sus
maravillosas aguas y con la seguridad de que nos mostrarán su enseñanza.
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47) Eres perfecto La enfermedad y la perfección son irreconciliables, Dios te ha
creado perfecto, pero si crees estar
enfermo es que has antepuesto otros dioses a él. Toma consciencia que eres un Dios en embrión, recuérdalo que no es otra cosa que restituir en tu mente lo que ya se encuentra allí. Dios se extendió a sí mismo a través de ti, te infundió su amorosa voluntad creativa, lamentablemente en tu creencia de separación existe una gran confusión entre la palabra “crear” y “fabricar”. Cuando fabricas algo lo haces como resultado de una sensación específica de carencia o necesidad, la creación es tu fuente por lo tanto es la única función que tienes; por otra parte crear significa engendrar y constantemente estás haciéndolo con tus pensamientos por lo tanto considérate
un
pensamientos
creador
de
y
acuerdo
deja a
tus
de
“fabricar”
necesidades.
Conviértete en el dueño de tu mente, ella es el instrumento de
tu despertar, deja
de
elegir tu
imperfección con tu ego y asume el poder de tu perfección creadora.
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48) Los milagros son parte de tu vida Un milagro es también un sueño, sin embargo lo que hace es corregir el error de la creencia de separación, el verdadero milagro es el perdón, porque permite que emerja el amor, es en general un cambio de mentalidad que quita los obstáculos para que experimentemos la presencia del amor dentro nuestro, es volver a nuestro centro natural y por supuesto se logra mediante la aplicación del genuino y verdadero perdón y de la mano de tu inteligencia divina, el milagro restituye la cordura a la mente deshaciendo toda ilusión de miedo, temor, enfermedad, carencia, llevándola a un plano de serenidad, armonía, paz y dicha. Mediante el milagro, las leyes del mundo se convierten en las leyes de Dios. Los milagros no son más que una afirmación de nuestra verdadera identidad, no hay grados de dificultad en los milagros porque los milagros siempre están allí, no es la visión lo que causa su presencia, es únicamente tu conciencia de los milagros la que te impide verlos. El grado de dificultad de lo los milagros lo otorga los juicios que se emiten con la finalidad de mantener al ejados los milagros de nuestra vida, los milagros tienen como principio la fe, por lo tanto en la medida que tu fe se fortalezca
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podrás obrarlos con autoridad y sin dificultad en ningún aspecto. Los milagros son expresiones de una conciencia interna de Cristo y de haber aceptado su resurrección en nuestro corazón, en él todo es posible, nada es temible y son algo totalmente natural a nuestra esencia. Los milagros no compiten entre sí y el número de milagros que puedes realizar es ilimitado, además de ser el medio con el cual compartes el amor. No hay dificultad en los milagros ya que todos ellos son lo mismo, porque cada uno de ellos triunfa el amor sobre la culpabilidad.
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49) Usa tu libre albedrío El libre albedrío sólo existe en el mundo de la ilusión, de las formas, donde aún entendemos que tenemos opciones y que debemos decidir. La decisión
siempre se basa entre
actuar a favor del ego o de tu Ser superior. Cuando tomas consciencia de la eternidad ya no tienes que decidir nada. Eres libre para creer lo que es la realidad, pero no eres libre para cambiarla. Nuestras creencias no afectan la realidad de
Dios,
pero
sí
afectan
aquello
que
creemos
y
experimentamos como la realidad. La verdadera libertad reside en el corazón de cada uno de nosotros y el entorno no ofrece resistencia a ello, a menos que nosotros tengamos un conflicto interno con la responsabilidad del compromiso, cuando
estamos
dando
en
libertad,
disfrutamos
completamente porque nos sabemos parte del todo, reconocemos que no hay distancias entre “mi territorio” y el del otro, por el contrario entiendo que sólo hay espacio común entre ambos, eso es hacer buen uso del
libre
albedrío. Nuestra existencia es infinita y en la medida que nuestros actos estén guiados por nuestros más bajos pensamientos, se será mucho más inconsciente de “los campos de existencia” que originan una serie de experiencias de acuerdo a la
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energía que deriva de nuestro corazón. Autogestiona tu libertad personal con responsabilidad, ten la seguridad en tu existencia infinita, sin temor a la vida o la muerte, ya que la separación entre ambas proviene de nuestra separación del mundo aparentemente tangible con el intangible, observa tu eternidad con tu consciencia y no con tus ojos, sentidos o deseos. Recuerda que la verdadera libertad se conquista por la perseverancia de tu trabajo interior para deshacer tus creencias de separación de la voluntad de Dios.
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50) Recuerda que la paz se encuentra en ti Jamás puedes encontrar la paz fuera de ti, se te concede el milagro de
lograr una salud plena,
logrando vivir en ella de forma permanente. Nada de lo que existe fuera de ti, puede darte la serenidad que te otorga libremente tu espíritu. Es regresar al cielo del cual te consideraste expulsado. Deja de buscar maestros en el exterior, no puedes buscar maestros para escapar de la ilusión y esta puede que consista en no tener el dinero suficiente, sentir que no tienes aprobación,
miedo a morir, cualquiera que sea el
temor, al encauzar tu conciencia en dirección a la paz, estás permitiendo que la voz del Espíritu Santo te guíe hacia tu despertar. Acepta la paz y la dicha de Dios, y aprenderás a ver lo que es un regalo de otra manera. Los regalos de Dios no disminuyen cuando se dan. Por el contrario, se multiplican. Para ello tienes que vencer al mundo y las barreras que se interponen entre esa personalidad que te has formado y tu verdadera esencia, entre ellas se encuentran tu creencia de culpabilidad, el creer que eres sólo un cuerpo limitado, el pensamiento de que estás en este mundo para sufrir, que la muerte es tu fin y
tu temor
a
un Dios
implacable. Todo estos
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pensamientos lo único que hacen es que vivas en la incertidumbre y la angustia, y por ello te empeñes en buscar ya sea en otros o en cosas materiales, esa paz que tu Ser reclama, porque es su naturaleza, busca dentro de ti acallando tu mente y allí la encontrarás como el más grande de todos los tesoros de Dios. Jamás olvides que el mayor obstáculo a la paz, lo colocas tú y no es más que tu temor a Dios, por lo tanto piensas que los otros son tus enemigos, acércate a
ellos y entrégate por completo al momento,
compartiendo tu propia paz, al verlo como tu hermano.
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51) Nada puede hacerte daño Al darle valor al cuerpo y a lo que le pueda suceder a él en este mundo es lo que te produce dolor, el seguir buscando satisfacer sus placeres. Además tu empeño en considerar que el otro quiere atacarte, se hace realidad por tus proyecciones, deja de vivir en la ilusión de que el dolor se considera como placer. Tu cuerpo sigue buscando la culpabilidad porque se encuentra alimentado por el miedo, y se encarga de mantener intacto tus pensamientos de existencia limitada, al estar anclado a él te conviertes en un esclavo del dolor y se vuelve adictivo. Pensando que la vida es lucha y sufrimiento, porque te contradices entre lo que es placer y muerte, que en el caso del ego no conoce diferencia. Deja de proyectar fuera de ti y observa con atención que tú estás produciendo produciéndote dolor con tus dementes creencias, que te paralizan y te impulsan a la muerte en vida. Cuando perdones al mundo y lo veas como inocente, mirarás de frente sin temor, por lo tanto dejas de percibir el ataque de otros o las amenazas.
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52) Libera la culpa Mientras te sientas culpable estarás escuchando la voz del ego. Si no te sintieses culpable, no podrías atacar, pero al sentirte condenado te ves obligado al ataque y la condenación
no es más que el juicio que una
mente hace contra otra, considerándola indigna de amor y merecedora de castigo. Y en esto radica la división, pues la mente que juzga se percibe a sí misma separada de la mente a la que juzga, creyendo que al castigar a otra mente, puede ella librarse del castigo. La aceptación de la culpabilidad fue el comienzo de la separación. Al examinarte a ti mismo y juzgar honestamente tus acciones, puede que sientas la tentación de preguntarte cómo es posible que puedas estar libre de culpa. Pero ten en cuenta que no es en el
tiempo donde no eres culpable, sino en la
eternidad. Pues la idea de culpabilidad da lugar a la creencia de que algunas personas pueden condenar a otras, como resultado de lo cual, se proyecta separación
en
vez
de
unidad.
Proyectas
la
culpabilidad para deshacerte de ella pero en realidad estás ocultándola. Experimentas culpabilidad y la única razón es por tu creencia en un Dios castigador.
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53) Libera tu luz interior Cuando una mente contiene solamente luz, conoce la luz y la irradia desde el poder de Dios hasta el mismo mundo que cocreamos con otros, permite que
tu
propia luminiscencia alumbre todo en su derredor y se extienda hasta la penumbra de otras mentes. Hasta
cuando
embrión
de
Dios
te
seguirás
maltratando, intentando apagar esa llama que yace en tu corazón. Confía en ti, en tu corazón, camina seguro por la vida porque ésta no es ningún valle de dolor y desesperación; por el contrario percibe el paraíso que hay ante tus ojos día a día, observa la belleza de tus experiencias de vida. Escucha a tu ser, aquieta tu mente y fluye con tu voz interna, con un suave susurro te puede guiar. Eres tú el que te creas situaciones
duras,
para
considerarte
“parte
del
colectivo”, tienes una vida espléndida Aprende a ser leal contigo mismo y lo que eres, Dios no crea imperfecciones ¿dudas acaso que es tu creador? Contempla, medita, ora, acalla tu mente y siente la presencia de la llama divina en tu interior. Pinta el cuadro de tu vida con los más bellos colores, sigue tus sueños con alegría, camina hacia delante y detente y
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descansa cuando lo requieras porque te ayudará a inspirarte, pero ten la seguridad que siempre puedes realizar los trazos necesarios para dar más luz a tu lienzo.
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54) Construye tu altar interior No tengas miedo de mirar en tu interior. El ego te dice que lo único que hay en ti es la negrura de la culpabilidad y te exhorta que no mires. Dentro de ti está la señal de la verdadera y perfecta fe. Siéntate sosegadamente y según contemplas el mundo que ves, repite para tus adentros “nada de lo que veo es real”. Lo bello de tu altar interior es que en él no hay edificios, ni calles por donde todo el mundo camina solo y separado. En él no hay tiendas donde la gente compra una infinidad de cosas innecesarias. No está iluminado por luces artificiales, ni la noche desciende sobre él. No tiene días radiantes que luego se nublan. En tu altar interior nadie sufre pérdidas de ninguna clase. En él todo resplandece y lo hace eternamente. Cuando hayas mirado en tu interior podrás ver la radiante luz que allí se encuentra, recordarás cuán amado eres. Haciendo
introspección
y concentrándote en tu
interior, conectas con aquella parte de ti que tiene las respuestas, porque cuando te adentras en ti mismo, buscas a tu alma y pides ayuda, las respuestas afloran y se producen los milagros. Tienes que aprender a
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sumergirte en tu ser sin necesidad de una crisis. Los milagros son el resultado de esta inmersión en tu alma. El infierno no es otra cosa que el conflicto que existe en tu propia mente, y lo que proyectas sobre el mundo que ves. Pero no es posible ver en el mundo sino tus propios pensamientos reflejados en él. Detente ahora nuevamente por un instante, y trata de escuchar esa Voz que proviene de la verdad en ti, y que en tantas otras ocasiones has acallado por miedo a que te exigiera algún tipo de sacrificio. Dios sólo da, nunca quita. Y lo que tiene preparado para ti es mucho más de lo que tú jamás podrías darte a ti mismo. Esta es una nueva llamada para escapar del infierno. Una llamada inmemorial que sigue realizándose a todos los Hijos de Dios que vagan por este mundo, en espera de ser contestada. Tu altar interior jamás puede ser saqueado a menos que tú lo permitas, dirígete a él con amor, inclínate para escuchar su infinita sabiduría.
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55) Que la rectitud guíe tu mente La rectitud de tu mente no es más que su estado natural, tu mente es aquel espacio donde se generan los pensamientos, donde se encuentra la conexión con el Padre. El nivel donde se encuentra la energía creadora y una mente recta no es más que aquella que acepta sin interponer obstáculos ser guiada por el Espíritu Santo, que es consciente de cuál es nuestra verdadera Identidad, que sabe que no estamos solos nunca, menos al momento de tomar decisiones o de actuar y por ello apela a quien sabe perfectamente el recorrido del camino del amor, de regreso a casa y que nos lleva a un estado de paz, de dicha, de abundancia, de júbilo. La parte de la mente que nos alienta a dejarnos guiar, a escuchar, a no-hacer, a confiar. La mente que nos muestra un mundo de esperanza, de belleza, de unión. Silencia todo aquello que te invite a lo contrario, porque te aleja de tu rectitud, es aquello que es compulsiv o que en todo momento nos insta a hacer, a vivir en permanente búsqueda
para
obtener
con
esfuerzo,
porque
estás
necesitado. Por el contrario abre la puerta a construir en ti tu mente en Dios y en Cristo, porque esta es la mente de la filiación y te conduce a que tu mente resplandezca en rectitud. Porque ha transcendido toda percepción y se halla en el nivel del conocimiento de la eternidad. Pensando con
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el Espíritu Santo puedes elegir aprender sus lecciones de perdón. Ver impecabilidad y no pecado y escoger la visión y no el juicio.
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56) Toma las riendas de tu vida Al momento de venir a esta tierra emprendimos una hermosa aventura, el aprender que cada día es una nueva oportunidad para transformarnos, para siendo consciente de nuestra verdadera esencia. ¿Cuánto de nosotros nos preguntamos una y otra vez a dónde nos estamos dirigiendo? ¿En dónde terminaremos? ¿En qué nos convertiremos?, este tipo de preguntas siempre genera. Sin embargo poco a poco al colocarnos sujetos a la voluntad de Dios, nos vamos haciendo consciente que se puede asumir las riendas de nuestra vida en comunión con él, trazando nuestro destino los planes que él tiene preparado para nosotros, si bien es cierto que el concepto de elección es una ilusión más, pero si este me empuja a tomar cada decisión basada en “el ahora”, el único momento real que existe, entonces nos es de utilidad. En el horizonte se abren infinitas posibilidades para cada uno de nosotros y lo más interesante es que poseemos el pincel para realizar nuestros trazos con maestría en el lienzo de nuestra vida, que mágicamente es infinito y tiene mucho espacio en blanco, esperando ser llenado de hermosos matices. Una de las claves para disfrutar la ruta, es ir libre de equipaje inservible, ir lo más ligero posible confiando en que lo verdaderamente esencial se manifiesta constantemente dentro de nosotros mismos. En nuestro interior llevamos una especie de faro gigantesco que nos lleva a través de nuestro viaje, por el camino perfecto para nuestro desarrollo y el de toda la humanidad. Con valentía y alegría sigamos recorriendo juntos nuestro viaje… cuya magia radica precisamente en que siempre llegamos donde queremos llegar seamos conscientes de ello o no y lo importante es ir dirigiendo el vehículo que nos lleva, lo más conscientemente posible.
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57) Tus acciones son el resultado de tus pensamientos La máquina de tu mente ama “fabricar” y para ello tiene en constante movimiento un arsenal de razonamientos y de lógica que te impulsan a que puedas actuar en tu realidad. Ves lo que tus pensamientos a través de la percepción elige ver,
consciente
o inconscientemente, proyectamos
al
exterior nuestra culpa o nuestro amor, nuestro miedo o nuestro perdón, es una decisión personal el pensamiento que generamos y luego lanzamos al exterior, y el resultado que recibiremos es el mismo, porque dar y recibir son uno y lo mismo. La primera decisión que se toma a nivel de los pensamientos son los juicios, luego lo negamos en nosotros, y al final lo proyectamos en otra persona y la vemos a ella como responsable de lo que acabamos de enjuiciar. No deseamos aceptar nuestra responsabilidad al caminar por la vida, en un juego inconsciente en el que proyectamos nuestras culpas y miedos, si quieres un cambio, genéralos primero en tu pensamiento y se reflejarán en tus acciones.
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58) Tus creencias son ciertas para ti Nada de lo que un hijo de Dios haya hecho carece de poder. Es esencial que te des cuenta de esto de lo contrario no podrás escapar de la prisión que tú mismo te has creado, jamás menosprecies el poder de tu mente. Es imposible no creer en lo que ves, pero igualmente
imposible
percepción
se
ver
construye
lo que sobre
la
no crees. La base
de
la
experiencia y la experiencia conduce a las creencias. Lo que ves es lo que crees Existe una percepción de amenaza, un miedo muy enraizado del cual casi nunca te das cuenta y existe además la creencia de que puedes hacer algo al respecto. Te mantienes accionando en aquello a lo que le tienes miedo, dado tu poderoso sistema de creencias que se ha encargado de levantar fuertes muros protectores entre tu mente y tu divinidad. Crees que debes ocuparte de tu cuerpo y defenderlo, cuando el verdadero problema está en la mente.
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59) El conocimiento es poder El conocimiento goza de certeza y la certeza es fuerza, reconocer que significa “conocer de nuevo” implica que ante se gozaba de conocimiento. Cuando logras el conocimiento llegas al hogar a la morada de Dios, la percepción deja de existir. Se acaba el juicio y no es necesario ni siquiera el milagro, ni la fe. Es muy diferente
a
lo
que
considera
el
mundo
por
conocimiento que involucra la intelectualidad o la dualidad. Al tener el conocimiento de Dios, tienes algo inmutable y puro, porque no existe la percepción ni falsa ni verdadera.
La
única
forma
de
alcanzar
el
conocimiento es colocando tu voluntad al servicio de tu Ser superior, porque él realmente resplandece con su luz y la refleja en todo aquello que no posee un valor real. Cuando obtienes el poder de la voluntad de Dios, los misterios del universo se abren ante ti y te das cuenta que siempre han estado allí, simplemente como no poseías un punto de referencia no podías verlo con la percepción verdadera, que no es más que ver todo a través de los ojos de Cristo, a través de los ojos de Dios o del Espíritu Santo.
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60) Cuestiona todo La única manera de deshacer todo lo ilusorio, es cuestionando todo lo que vemos,
por medio del
conocimiento que es intemporal porque la certeza es algo
incuestionable
y
cuando
dejas
de
hacer
preguntas es que ya has alcanzado el conocimiento. Cuando amas a alguien lo has percibido tal como es y esto te permite conocerlo. Pero no confundas la percepción con el conocimiento, la diferencia es que el conocimiento provee la fuerza para el pensamiento creativo, no para la acción correcta como lo es la percepción. La percepción aún en la forma más elevada incluye al cuerpo. El conocimiento en cambio procede del altar interno es intemporal porque goza de certeza. Porque no es lo mismo percibir la verdad que conocerla. No se trata que entres en conflicto con el otro, es más bien “conocer” que lo que está expresando no son más que sus percepciones y sólo tú eres el responsable también de introducirte en su realidad, coloca todos los regalos que te otorga en tu templo interior y deja que la luz de Dios, traiga la percepción verdadera.
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61) Desarrolla todo tu potencial Las capacidades que ahora posees no son sino sombras de tu verdadera fuerza. Recuerda que todas las funciones que ahora tienes están divididas y son susceptibles a ser cuestionadas y puestas en duda. Esto es porque no tienes ideas de cómo usarlas porque realmente desconoces su funcionamiento y las leyes a la que obedece. Toda la vida contiene en si el don del guía y la instrucción para desarrollar todo el potencial que yace dormido dentro de ti. A medida que aprendas a observar los elementos de la manera correcta, todas las enseñanzas del universo se te harán patentes. Todo lo que tienes que hacer es contemplar las cosas con sencillez. Sin embargo, la ironía de la vida descansa en la
búsqueda
que
haces,
te
esfuerzas
bajo la
equivocada noción de que alguien te puede ofrecer más de lo que te puedes ofrecer a ti mismo, recuerda que
tu
satisfacción
independencia,
su
es
el
gozo
celebración;
de su
Dios;
tu
triunfo,
tu
realización. No te sitúes fuera de Dios, la sabiduría que buscas no es más que un aspecto de tu propia naturaleza
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hablándote de una manera que tú aceptes, porque no
has
asumido
la
responsabilidad
de
ese
conocimiento. No hay secretos en la sabiduría o la guía, no lo has visto completamente porque lo has complicado con conceptos y a medida que se disuelve la complicación, los bloqueos se desintegran y reconocerás tu camino, tu corazón es la fuente más segura de dirección y ten la seguridad que aquellos que siguen el corazón descubren la Verdad. Descubriendo los tesoros que tienes como regalo de tu creador
y
sin hacer
nada, permitir
que
fluyan
naturalmente, escuchando al guía interno al cual también se le llama la voz de la consciencia, es un saber sosegado, no discute, ni ordena, sólo sabe, siente y, con delicadeza, nos alienta a seguir la dirección que nos conduce a nuestras metas más elevadas busca dentro de ti mismo, escucha a tu corazón, despierta la divinidad interior que tienes , para que de esta manera logres sentir la paz.
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Une tu voluntad con la de tu Dios interno Sólo tus percepciones falsas se interponen en tu camino. La unidad que existe entre el creador y la creación constituye tu plenitud, tu cordura y tu poder ilimitado. Este poder ilimitado es el regalo que Dios te hace porque eso es lo que eres. Si separas tu mente de dicho poder no podrás sino percibir la fuerza más grande del universo como si fuese débil, ya que creerás no formar parte de ella.
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62) Deja de creer que alguien “especial” es el único que puede hacer milagros El pensar que el “sanador” tiene algo especial no es más que más que la misma ilusión de creer que no eres un hacedor de milagros. El amor o Dios no hace excepciones, En este caso, el hecho de que alguien tenga algo que exponer o enseñar genera en la mente la ilusión de que, por ese simple hecho, esa persona posee algo de lo que los otros carecen. Acostumbramos a formar “un maestro”, que posee dones espirituales o que se encuentra camino a la iluminación, poseyendo quizás uno de los egos más difíciles de derribar “el ego espiritual”, buscamos en él consuelo o buscamos satisfacción al colocarnos también como los únicos obradores de milagros, es muy fácil comprender que se proyecten todo tipo de fantasías e ilusiones sobre quien parece tener eso de lo que se carece. Con la fantasía de que el gurú o maestro es especial, buscamos apropiarnos de ese especialismo para nosotros mismos, y por lo tanto buscamos su atención, el amor, la dedicación o el tiempo que considera justo para “equilibrar” la diferencia que has imaginado existe entre ambos. “El maestro”, vive del halago y
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fanatismo de su alumno, dispuesto a defender hasta con su propia vida sus enseñanzas. El ego seguirá intentando por un tiempo esa estrategia inconsciente de manipulación, y si el maestro no comparte el desvarío, a la larga será percibido como un enemigo. Y si el maestro no entra en el juego entonces se empieza a realizar “las críticas constructivas” o la “observaciones”, que lo que hacen es ocultar nuestro deseo de atacar. La idolatría es tan sólo el intento por parte de quien se cree especial de proyectar ese especialismo sobre otro, poniéndole en un pedestal tan alto que le aleje de él, para de esa manera no ver que Dios crea en equilibrio. En las mentes desequilibradas, la distancia entre la admiración y el ataque, es muy corta. Y esa alternancia entre una perspectiva y la otra debiera ser un
síntoma
suficientemente
claro
como
para
replantearse seriamente vivir siendo “especial” o seguir a “un maestro”, la razón es simple o todos somos maestros o ninguno lo es.
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PP
63) Deja de esperar que los demás te reconozcan El sanador que no ha sanado desea la gratitud de los otros pero él no agradece y ello es porque cree que le está dando algo que el otro no tiene porque no posee nada del mismo nivel. El que se autodenomina sanador no está aprendiendo nada porque se sitúa en un nivel superior. Nuestra mente infantil
termina creyendo que al
obtener el reconocimiento público lograremos tomar consciencia
de
nuestra
esencia,
nos
sentiremos
“especiales”. Más en nuestra intimidad sabemos que no hay cimientos que sustenten ese especialismo por mucho tiempo y es por ello que viene una especie de angustia por intentar buscar por otros medios el mantenerse allí, porque si “caen” ya todos se darán cuenta que “yo no soy tan especial como creen”. Es por ello que se observan a tantos “famosos” con crisis depresivas. Si lo que buscamos es reconocimiento tiene que darse internamente,
hay
que
considerarse
merecedor.
Aplaudir nuestros logros, nuestros sueños, ser ese héroe interior, aunque en oportunidades nos cueste creernos el papel. Mi mayor hallazgo es el cobrar consciencia
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de mi verdadera esencia, que no soy sólo este cuerpo o esta personalidad que yo misma me he creado. El saber que dentro de mí se encuentra la esencia divina latente,
me
otorga
tranquilidad
y
una
paz
indescriptible. Deseo conseguir tesoros celestiales y sólo lo puedo lograr si busco el reconocimiento de cada célula de mi cuerpo, su aplauso, su celebración, para de esta manera sólo con su aprobación pueda celebrar la vida y alcanzar las estrellas, fundiéndome con ellas. Tomemos de la fama su aspecto divino que no es más que el restablecer el orden de los cimientos de nuestra verdadera naturaleza, aprovechemos esa parte de nosotros para perseguir pero no en el exterior sino en el interior aquello que nos llevará a la cima. Coloquemos una estrella con nuestro nombre que reside en nuestro corazón, también en nuestra mente, para que viaje rápidamente y comunique la esencia de toda la humanidad desde nuestra “voz interior” que se manifiesta con nuestros actos y alcanzarás la gloria que sólo te otorga paz y felicidad.
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64) Procura entender Porque entender es apreciar al identificarte con lo que entiendes y al hacerlo parte de ti lo acepta con amor. Uno de los estímulos más desafiantes, no son las otras personas, sino, nosotros mismos. Observa las cosas que sientes en tu cuerpo y como te expresas cuando estás en conflicto contigo mismo, lo exteriorizas o bien lo introyectas produciendo enfermedad. Algunas veces, la paciencia hace que persistas, que continúes con algo que creías haber concluido, pero al no darle la espalda al sentimiento, encaras el futuro, procurando entender y es la manera de seguir adelante. Cuando los sentimientos hayan crecido lo suficiente como para merecer la expresión instantánea, éste será el momento de libertad, para cualquier persona que está
llevando
un
sendero
espiritual,
tornarse
compresivo es una de las metas más elevadas, sin autocrítica, ni siquiera paciencia, sólo alegría y para ello requerimos de humildad y respeto que proviene de conectar con Dios, de entregarnos a Él dócilmente, y de avanzar con calma por ciento.
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65) Tu eres la voluntad de Dios Dios es tu creador y existe un nexo de comunicación entre de tu y El, que une su mente con la tuya y no puede ser destruido. El profundo amor que siente Dios por ti es lo más grande de tu existencia, procura ser consciente de que el guía tus pasos constantemente y que tiene una sabiduría infinita, también reconoce que eres su Hijo y que por ende tienes sus características, aprende de su mano la manera de redescubrir tu propia divinidad. Puedes tener la consciencia de que aunque exista una fuerza personal, un don, posees esa belleza que proviene de una fuente mucho más grande que tu manifestación de ésta y, de esta manera no puede haber orgullo porque no es una posesión, la belleza pertenece a ella misma, sólo de esta manera puedes manifestar las
cualidades de la voluntad de Dios
abiertamente. Ten consciencia que no lo sabes todo, que no lo eres todo sin la voluntad de Dios, manifestada en ti, sólo de esta manera
logras dar con el gran mecanismo
espiritual que hace que se exprese lo que eres.
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66) Deja de proyectar Cuando estés dispuesto a asumir total responsabilidad por la existencia de tu personalidad o ego, habrás dejado la ira y el ataque porque éstos surgen como resultado de tu deseo de proyectar sobre otros, la responsabilidad de tus propios errores. Y no se trata de culpabilizarte, es más bien recoger lo tuyo y quemarlo en tu altar interno, desapareciendo de esta manera de tu mente todos tus defectos. Lo que proyectas o extiendes depende de ti, pero tienes que hacer una u otra cosa, ya que ello es una ley de la mente y antes de mirar afuera tienes que mirar dentro. Lo que desees para ti es lo que manifestarás y lo aceptarás del mundo porque al desearlo lo ubicas en él. Cuando crees que estás proyectando lo que no deseas, es porque todavía lo deseas. Esto conduce a la disociación, de un mundo dividido. Cuando mires dentro de ti y veas a Dios, será porque habrás decidido aceptar la verdad. Y al manifestarla la verás tanto adentro como afuera, porque todo lo que ves fuera es el juicio de lo que vistes dentro.
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67) Suelta tus creencias limitantes Porque la verdad está más allá de cualquier creencia, tu percepción en tu perfección es verdadera. Las creencias que te haces de acuerdo a tu percepción son la verdadera causa de tu sufrimiento, éstas originan experiencias y circunstancias, porque eres un creador;
pero
cambiando
las
creencias
y
encausándolas según la voluntad de Dios, puedes volver a vivir en paz contigo y con todos. Enfócate en tus creaciones que son la extensión de tu espíritu. Nuestras creaciones son parte de la Segunda Persona de la Trinidad; la creación sigue su curso en el Cielo,
más
allá
del
tiempo
y
del
espacio, e
independientemente de la falta de consciencia que de la misma tiene el Hijo en este mundo. Suelta las cadenas que te tienen atado a una mente que fabrica sufrimiento, conflicto y dolor. Tu Ser superior te enseñará a percibir más allá de tus creencias porque la verdad está más allá de cualquier creencia, y la percepción del Espíritu Santo es verdadera.
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68) Todo encuentro es sagrado Cuando te encuentras con alguien, recuerda que se trata de un encuentro santo, porque al estar en contacto con otro, cada uno ofrenda algo. Tal como lo consideres a él, así te considerarás a ti mismo, cada uno proyecta sobre el otro, sus miedos y sus creencias, en el afán de reafirmarlas. Tal como lo trates a él, así te tratarás a ti mismo, debido a que te encuentras a ti mismo o te pierdes a ti mismo, por ello entrégate al encuentro santo. Cuando dejas de hacer juicio del otro terminas encontrándote a ti mismo y nunca olvides que el encuentro es santo porque tú lo eres. El instante santo no es más que el llamamiento de Dios a que reconozcas lo que él te ha dado, la felicidad absoluta, la paz. El futuro es ahora en este instante donde el universo se detiene para que establezcas un contacto real con el otro, pues el tiempo es impotente ante tu deseo de lo que nunca ha de cambiar, no permitas que interfiera entre tu relación con el otro y tu conciencia de santidad.
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69) Conócete a ti mismo No hay nada más que buscar, todo el mundo anda buscándose a sí mismo y buscando el poder y la gloria que cree haber perdido, y se introduce en el terror de la lucha y de un poder irreal, buscando llenar un espacio que considera vacío dentro de su mente. Nos buscamos en lujos, en la profesión, en la espiritualidad, pero si buscas en cosas materiales o únicamente en ti, no te encontrarás porque no eres un ente separado. Siempre que estás con el otro, estás aprendiendo lo que eres porque estás enseñando lo que eres y el otro reacciona con alegría o con dolor. Nunca olvides la responsabilidad que tienes hacia ti mismo y una de las maneras más bella es ver lo que te proyectan los demás con ojos de amor y verificar que parte de ti están mostrando, si logras amar eso que te muestra, lograrás entenderte a ti mismo. Confiar en uno mismo implica conocerse muy bien, conocer los propios puntos fuertes y débiles. En algún lugar, en tu interior, estando en silencio, logras encontrar un instante mágico, recuerda que donde la confianza es profunda, existe el cimiento para la verdadera entrega y verdadera significa “yo” estoy en
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PP
introversión, escuchando mi silencio interior, sin nervios disonantes o pensamientos en voz alta y sólo en esa tranquilidad
puedo
establecer
un
contacto
de
corazón a corazón con otra persona. La manera de encontrarse a sí mismo es negándose a aceptar los sueños de dolor como nuestra causa o como algo que nos puede afectar, comprendiendo que no tienes que ver con estos sueños pero sí con el soñador que los sueña.
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PP
70) Todo es ilusión La ilusión es algo que se cree que es real, pero no lo es. Y obviamente cada uno de nosotros tiene la fuerte creencia de que fue expulsado del paraíso o de que sus pecados les mantienen alejado de Dios y es esta idea de separación de Dios,
la
ilusión
sobre
la
que
descansan
todas
las
manifestaciones del mundo separado. El sufrimiento y el dolor que se vive en este mundo provienen de ese sentimiento de estar a la deriva en un barco sin timón. Desde mi punto de vista es como cuando estamos en el desierto que empezamos a alucinar por la sed, es esta misma sed por “el manantial de amor de Dios”, lo que nos hace percibir este mundo de irrealidad, creados por nuestras necesidades. Cada día el entramado de nuestra mente se hace mucho más complejo y vamos fabricando complejas maneras de satisfacer las necesidades, que al final pasamos por la vida sin lograrlo. El verdadero llamado es abrir los ojos de nuestra mente a la realidad de Dios, dejar que Él tome el timón de nuestra vida y que quite la niebla de nuestros miedos con la luz de su amor. Todo aquello que no se vea en su luz es ilusión e irrealidad.
111
PP
71) Nunca pierdes nada Toda pérdida proviene de las falsas creencias que albergas, es imposible perder, sea cual sea la forma en que se manifieste la perdida. Cuando ves al otro solo como un cuerpo, “pierdes” su poder pero jamás su presencia, aunque en apariencia “muera” o “te abandone”. No dejes que él se menosprecie a sí mismo en tu mente, sino libéralo de su creencia de que significa sólo su cuerpo físico y de esta manera te liberas a ti mismo. La mente parece estar atrapada en tu cerebro y tus fuerzas parecen decaer cuando tu cuerpo
se
lastima. Pareces
amar, sin embargo
abandonas y eres abandonado. Pareces perder aquello que amas y es eso quizás la más desquiciada de todas tus creencias. Tu cuerpo
se marchita y
mueres dejando de existir. Ten en cuenta que el amor no mata para salvar. Sólo pierdes el mundo irreal que te has creado, ¿acaso puedes atrapar un espejismo?, es tu ilusión de “posesión” lo que hace que consideres que todo se te esfume de las manos, como tu vida misma. Coloca tu mente en sintonía con Dios y verás que en él todo es eterno. Nada de lo que ves en este mundo es real.
112
PP
72) Percibe correctamente el cuerpo Tú no estás limitado por el cuerpo y el pensamiento no puede hacerse carne. La mente en cambio puede manifestarse a través del cuerpo si va más allá de él y no lo interpreta como una limitación. Siempre que se ve a alguien limitado a un cuerpo o por un cuerpo nos imponemos a nosotros mismos un límite. Ni tu ni los demás somos un cuerpo, nuestra esencia está en que esos cuerpo unidos forman a un maravilloso ser. El milagro que se obtiene es la gloria de reconocer la belleza en todas partes. El cuerpo no es la fuente de la salud, la condición de tu cuerpo depende de cómo interpretas su función. Y recuerda que las funciones son algo inherentes al Ser porque surgen de allí, por lo tanto los conceptos de salud y enfermedad no tienen sentido. La enfermedad no es más que el ataque que te haces a ti mismo, un cuerpo enfermo no tiene sentido debido a que la enfermedad no es el objetivo del cuerpo. En las trampas que nos hacemos a nosotros mismos, la enfermedad es una manera de demostrar que podemos ser heridos.
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PP
El cuerpo sólo es un medio de comunicación con los otros, sin embargo este puede ser el reflejo de que tu mente se encuentra en conflicto o dividida y la salud es el resultado de abandonar todo intento de utilizar el cuerpo sin amor, es el comienzo de la correcta perspectiva con respecto a la vida. Toda clase de enfermedad, e incluso la muerte, son expresiones físicas del miedo a despertar.
114
PP
73) Descansa en paz Es una bendición para los vivos, no para los muertos, ya que el descanso procede de despertar, no de dormir. Dormir es aislarse, despertar, unirse. Tu inteligencia superior usa el tiempo que
pasas durmiendo para
utilizar tus sueños para ayudarte a despertar, por eso la manera en que te despiertas indica cómo usaste el tiempo que pasaste durmiendo. Sólo cuando te despiertas feliz utilizaste el tiempo en armonía con tu propósito sagrado. Dormir no es una forma de muerte de la misma manera en que la muerte no es una forma de inconsciencia. La decisión de despertar refleja la voluntad de amar. Sólo puedes descansar en paz cuando te sabes parte de los otros, cuando reconoces que no hay una barrera entre ellos y tú. Cuando eres capaz de amar sin esperar recompensa por ello, es en ese momento que la paz es eterna, en ese momento es cuando la serenidad del amor de Dios te hace sentir la plenitud de la eternidad y realmente puedes descansar del delirio del conflicto y la separación que te empujaba al sufrimiento.
115
PP
74) Deja de corregir a otros Cuando corriges a otros les estás diciendo que están equivocados, puede ser que lo que está diciendo en ese momento no tenga mucho sentido, tu tarea será escucharle
y
aceptar
lo que
dice
sin intentar
convencerle de tu punto de vista. No tienes que decírselo verbalmente si “percibes” que está diciendo tonterías, necesita corrección en otro nivel, y lo puedes hacer visitando “tu altar interior” y desde allí decirle a tu amigo(a) que está en lo cierto que es una persona maravillosa, percibe lo bueno que tiene, su cordura, si percibes sus errores y los aceptas, estás aceptando los tuyos. Cualquier intento que hagas por corregir a otros significa que crees que puedes corregir y eso no es más que arrogancia. Reaccionar ante cualquier error, por muy levemente que sea, significa que no estamos escuchando a nuestra inteligencia superior. Agradece cada día la oportunidad que te otorga el otro, con sus proyecciones de ti mismo, recógelas y llévalas a tu altar interior.
116
PP
75) Perdona Perdonar es pasar por alto, mirar más allá del error, aceptar como verdadero sólo lo que el otro es, porque de esta manera te conoces a ti mismo, debido a que él es una extensión tuya. Y no se trata de ver el error y luego pasarlo por alto, es más bien que dejes de percibir el error porque no es más que una falsa percepción, de no otorgarle realidad a lo irreal. El pasado del otro, ni el tuyo tienen realidad en el presente, a menos que tú le otorgues ese elevado lugar. Las reacciones que tuviste hacia el otro en el pasado tampoco están ahí y si reaccionas ante ellas, no estarás sino viendo la imagen que hiciste de él, a la cual le tienes más estima que a él mismo. Cuando pongas
en duda
las
ilusiones
pregúntate
si es
realmente sensato percibir el pasado como estuviese ocurriendo ahora. Si recuerdas el pasado cuando contemplas al otro, no podrás percibir la realidad que está aquí ahora. Cuando aprendas a ver a todo el mundo sin hacer referencia alguna al pasado, , podrás aprender de lo que ves ahora. El no perdonar te impide ver la realidad del otro.
117
PP
76) Nada externo a ti puede hacerte amar En la actualidad se procura vender en recetas mágicas “el arte de amar”,
existe una fábrica de
técnicas de cómo hacerlo de la mejor manera posible o bien nos venden por medio de publicidad aquello que nos hacer que otros nos amen (ropa, perfumes, autos, espiritualidad y un sin fin de cosas más). Cuando realmente nuestra capacidad de amar y ser amados es algo inherente a nosotros; sin embargo no somos capaces de percibirlo. La decisión de amar es una decisión personal y en la medida que se siente temor de salir heridos, se decide lo contrario al amor, entonces nos engañamos a nosotros mismos, haciendo creer a los otros que tienen que “hacer”, para que nosotros decidamos amarles. Nada de lo que hagan los demás puede hacernos reconocer que merece ser amado simplemente por “SER”, pero es una trampa que nos colocamos a nosotros
para
perpetuar
nuestra
creencia
de
separación y de sufrimiento. Levanta la mirada y encuentra tu destino que el mundo quiere ocultar, pero que Dios quiere que veas que no existe nada externo a ti.
118
PP
No busques fuera de ti mismo, debido a que será en vano y sufrirás cada vez que un ídolo se desmorone. El cielo no se puede encontrar donde no está, ni es posible hallar paz en ningún otro lugar. No busques fuera de ti mismo, pues todo tu dolor proviene de buscar en vano lo que deseas y de insistir que sabes dónde encontrarlo. Alégrate de saber dónde reside el amor y no lo sigas buscando por más tiempo en ningún otro lugar, deja de buscar en vano. Nada fuera de ti te puede brindar paz o felicidad.
119
PP
77) El tiempo y la eternidad están en tu mente Existirá el conflicto en ti hasta que percibas el tiempo exclusivamente como un medio para recuperar la eternidad. Tienes que aprender que el tiempo sólo existe para que hagas uso de él y nada en el mundo puede liberarte de esa responsabilidad. Para tu Ser el propósito del tiempo es que éste finalmente se haga innecesario. Considerar que la función del tiempo es temporal, hace hincapié en el único aspecto del tiempo que se puede extender hasta el infinito ya que el ahora es lo que más se aproxima a la eternidad en este mundo. Pues sólo el “ahora” está aquí y sólo el ahora ofrece las oportunidades de los encuentros santos en los que se puede encontrar la salvación. Parte de tu mente considera que la función del tiempo es extenderse a sí mismo en lugar de extender la eternidad. Quieres que haya continuidad entre pasado y futuro con la finalidad de mantenerte en la culpa y el ataque, ¿cómo podrías justificar tu “desamor” si es por los errores del “pasado”. Si aceptas que tu función en el
mundo
del
tiempo
es
sanar,
te
enfocarás
únicamente en el aspecto del tiempo en el que la
120
PP
curación puede tener lugar, ésta no se puede llevar a cabo en el pasado, tiene que llevarse a cabo en el presente para así liberar al futuro. El tiempo de por sí no es nada, en cambio la eternidad lo es todo. Dios siempre está en cada momento regalándote su presencia pero quiere que tu recuerdes
quien eres
realmente, que el vivir en otro momento que no sea el ahora es introducirte en una pesadilla. El pasado no sirven para nada, porque en
cada momento nos
encontramos con algo nuevo, ¿cuál puede ser la utilidad
de
traer a nuestra memoria situaciones
pasadas dolorosas?. Lo importante es que decidas estar conscientemente en este momento con todos tus sentidos,
estableciendo
emoción
o
situación
contacto
que
ocurra
con en
cualquier el
ahora,
colocándolo en la luz de la eternidad.
121
PP
78) Deja de reaccionar con ira Cuando sientas que el otro te ataca o que defrauda las expectativas que tenías, recuerda que sólo hace una petición de súplica, de ayuda y como no sabe hacerlo de otra manera, lo hace infantilmente a través de un ataque inexistente. Todo lo que hace es una petición de ayuda y de curación, sea cual sea la forma que adopte. Ninguna reacción podría ser apropiada, excepto estar dispuesto a ayudarle. No hay nada que te impida reconocer todas las peticiones de ayuda exactamente como lo son, excepto tu necesidad imaginaria de atacar. Debes estarle agradecido a tu hermano, por sus peticiones de ayuda porque si las percibes correctamente, son capaces de traer amor a tu conciencia. Procura entenderlo con el conocimiento de Dios que reside en ti, presta atención a lo que hay detrás de sus palabras y de sus actos, percibe el fondo, pregúntate a ti mismo, ¿qué experiencia del pasado te está haciendo evadir del presente y no te permite ver el regalo que
te
trae
el
otro?
De
esta
manera
redescubres la luz dentro de ti que te otorga paz.
122
PP
79) La enfermedad es una súplica de amor Ofrécele al otro amor, responde salud.
Cuando
una
persona
a su petición de da
muestra
de
enfermedad o lo que es lo mismo muestras de odio hacia ti, lo que realmente está es suplicándote amor. Cuando se enferma se obtiene la ganancia de atraer la atención de los otros, que se compadezcan; puede que interiormente exista un rechazo a lo que somos, comenzando una lucha interna que desencadena en enfermedad por no saber canalizar la rabia. Cuando comprendemos que la enfermedad es una enseñanza, en vez de sentirnos intimidados por ella empezamos a aprender. La salud y la enfermedad se inician en la mente, se extienden
a
las
emociones
y,
finalmente,
se
manifiestan en el cuerpo, de alguna manera cuando la enfermedad se manifiesta es porque hemos estado en un proceso largo de saboteo mental y que dispara una serie de emociones
que generan síntomas en
nuestro organismo, si somos sensibles a los mensajes enviados por el caos mental y emocional, se puede llevar a cabo los cambios necesarios (altas dosis de amor), antes que se manifieste la enfermedad.
123
PP
80) Aprende a mantenerte sereno Aún en medio de la agitación mantén la serenidad, porque la quietud supone el final de la lucha y en esto consiste la paz. La mayor guerra
es la vivimos
interiormente,
en
aunque
se
insista
estabilizar,
aquietar, acallar la mente, dejarla en reposo, pero ¿acaso eso es vida?, ¿dónde queda aquello de que la vida es movimiento? La idea no es tener una mente reprimida, por el contrario es dejar que vuele dirigida por la voluntad de Dios. Sólo colocando luz
de amor en nuestra mente se
puede llegar a la comprensión de La Verdad y al comprenderlo la serenidad o la verdadera quietud de mente llega y esta para nada implica represión; por el contrario ya es dejar que nuestra mente sea dirigida por una voluntad elevada, permitiendo que vaya fluyendo libremente por el puente de luz que se abre ante la fuerza de la verdad del amor de mi Dios interno. Y la voluntad que digo no está dirigida por ningún deseo por el contrario, es una conexión con la vida es un movimiento desde la quietud de mi esencia por
124
PP
reconocer lo que soy en realidad y no intentar ser algo diferente. La comprensión deriva de una quietud de mente, entonces el camino más seguro para llegar a nuestra serenidad interior es ir caminando a nuestro interior sin juicios, ya no es necesario retirarme de la vida activa, debido a que la serenidad de la mente llega tan sólo cuando no hay proceso de aislamiento, y sí completa comprensión de todo el proceso de la vida. mantener
nuestra
mente
en
una
El
continua
acumulación (recuerdos, viejas heridas, represión de movimiento) nos sumerge en una neurosis por falta de un contacto real con nosotros mismos, buscando aquietar algo que tiene por naturaleza el movimiento. Cuando
nuestros
pensamiento
se
silencian
paradójicamente es cuando nuestra mente está más activa, la única diferencia es que desaparece la proyección de
pensamiento, debido a
que los
recuerdos grabados en nuestra memoria empiezan a desaparecer y solo en esa serenidad descubrimos la paz de Dios.
125
PP
81) Confía en Dios Aunque sea un poco para que alcances junto a él la meta de la perfección. Tiene los brazos abiertos para darte en abundancia, deja de creer en la carencia o en la pobreza, que no es más que insuficiencia de la necesidad. Estoy de acuerdo con ser perseverante en nuestros sueños más en oportunidades se lucha insensatamente contra corriente, en ocasiones sin pensar en un bien más alto, puede que por simple orgullo, obstinación o lo que es más común para sufrir creyendo que la vida es difícil y complicada. Eso que llaman personalidad no es más que la máscara que nos colocamos ante el mundo para justificarnos y el creer ser un “luchador” no es más que seguir en el mundo de ensueños, la verdadera lucha es tener la confianza y la fe en desechar esa mascara que hemos colocado entre nuestro ser y eso que en apariencia somos. Cuando existe en nuestra vida un anhelo que nos trae tristeza y dolor es momento de reflexionar si realmente estamos siendo coherentes con nuestros verdaderos deseos o buscar las verdaderas razones por las cuales insistimos, en oportunidades solo observar la situación con atención es suficiente para colocar luz sobre ella y permitir sui libre fluir.
126
PP
El estar conectado con la vida implica el fluir con ella, confiando plenamente en que ella misma traerá lo mejor para nosotros, que nutriremos nuestro corazón con cada experiencia que nos proporcionamos para nuestro desarrollo. El realizar los actos basados en el orgullo y los deseos de ganar trae como consecuencia hacer de nuestra vida un infierno y dejamos a nuestro paso desolación y tristeza, porque se suele llevar por delante relaciones de todo tipo y lo que es peor se dejan olvidados aquellos valores que vibran en la energía de Dios, abandonando el paraíso junto a nuestro Ser para guiarnos por el ídolo de nuestros deseos mortales. El vivir una vida guiada por los sueños armónicos con Dios es posible, cuando nos rendimos en sus manos cuando abandonamos nuestros anhelos egoístas y damos pasos firmes en el
equilibrio compasivo del
universo, no quiero decir con ello que hay que dejar de perseverar o trabajar por el contrario es hacerlo pero en conexión directa con nuestra divinidad.
127
PP
82) Deja de percibir el ataque Cuando percibes el ataque lo que estás haciendo realmente es justificar la culpa proyectándola en los demás. Luego de proyectarla fuera de nosotros, el ego nos persuade de atacarla con la esperanza de deshacernos de ella. Lo cierto es que así solo logramos reforzarla
en
nuestro
hermano
y
en
nosotros,
multiplicándola. También se relaciona con el “ataque” que creemos que Dios nos infligirá como efecto de haber usado la mente que nos otorgó, al servicio de la separación. Los que atacan son pobres, porque lanzan su furia pidiendo que otros reaccionen ante ello, con la finalidad de eternizar sus defensas. El ataque sólo existe en tu mente, lo que recoges de los demás es tu propio ataque y no se trata de controlar nuestras emociones, es
más bien darle una salida creativa que sea
saludable tanto para nosotros como para nuestro entorno, a muchas personas les resulta mucho más fácil vaciar su furia agrediendo a otros ya sea verbalmente o físicamente. A otro grupo de personas se les hace imposible exteriorizar, en consecuencia contienen toda la fuerza de su furia hacia dentro produciendo cáncer, entre una gran variedad de
128
PP
enfermedades. La percepción de ataque tiene la misma fuerza como si te atacas a ti mismo o si percibes que otros te están atacando. La finalidad de hacer contacto con nuestra ira consiste en reducir las consecuencias negativas. Quizás no puedes evitar o librarte de las cosas o personas que desencadenan tu ira ni tampoco puedes cambiarlas, pero sí puedes aprender a sobrellevar tus propias reacciones, y a ver con ojos de amor lo que hay más allá de ese aparente ataque. El aprender a expresar nuestras emociones requiere práctica y madurez, además de la consciencia de nuestra riqueza interior y la confianza en nuestra propia divinidad.
129
PP
83) La mente se salva a través de la paz Cada acto de amor encierra infinito poder, y lo mismo ocurre con cada pensamiento cultivado en nombre del amor, es importante tomar consciencia que constantemente estamos eligiendo
y
las
emociones
son
la
extensión
de
los
pensamientos, el secreto de la transformación emocional posee la misma naturaleza que la mental, el destino siempre está en nuestras manos, obviamente no creamos las elecciones, pero tenemos el poder de elegir una u otra. No creamos a Dios, pero podemos llegar a conocerlo, no creamos el amor, pero podemos serlo. Es hora ya de observar nuestras emociones y lograr un nuevo entendimiento
del
propósito
de
las
energías
que
experimentamos, el amor es la clave para encontrar la paz, si mantenemos tranquilidad y reposo, Dios nos llena el corazón y
está
en
nosotros
constantemente,
porque
somos
inseparable de él, porque hay una luz radiante que está en el templo de nuestro corazón y arde como llama viva e inmutable. Está
en
nuestras
emocionales
manos
sabiamente
fluir para
con
nuestras
lograr
un
energías
grado
de
tranquilidad, en la serenidad escuchamos la llamada de
130
PP
Dios. Somos nuestra propia paz, es sólo conectarnos con nuestra Verdad.
131
PP
84) Este mundo tú lo has fabricado El mundo que has fabricado es caótico y está regido por leyes arbitrarias que no tienen sentido ni significado alguno. Se compone de lo que tú no deseas lo cual has proyectado desde tu mente porque tienes miedo de ello. Pero ese mundo se encuentra sólo en tu mente, fabricamos la caída, la expulsión del Jardín del Edén y arrastramos con esta vieja culpa a nuestras espaldas,
el
ver
como entramos
en ese
gran
inconsciente colectivo predispuestos a sufrir, pagando por un “pecado” ficticio. Lo que realmente perdimos al salir del jardín de Edén es nuestra consciencia de Dioses, entramos en una especie de sueño o pesadilla y empezamos a creer que este mundo que observamos es real, cuando no es más que
la materialización de la idea de
separación. Te sueñas desterrado del Cielo, fabricas el mundo con el poder de tu mente al servicio de dicho sueño, creyendo que todo es perecedero. Fabricas las herramientas necesarias para ver, oler, sentir, oír, percibir, fabricas el cuerpo. Dios no crea el mundo físico, el mundo de lo perecedero un mundo de “vida” y “muerte”. Nada que no hable de
132
PP
eternidad, tiene que ver con lo que Dios crea. En nada de ello está la fuerza creadora de un Dios que sólo crea lo eterno, la idea es deshacer la culpabilidad que venimos cargando, con una actitud de aprendizaje continuo. La finalidad es alcanzar ese estado de perdón total y dejar de proyectar en mi pantalla de la vida la película de terror que nos hemos fabricado. Al
no poder conocernos a nosotros mismos como
quienes
realmente
somos,
creamos
nuestra
experiencia de lo que no somos, debido a que no podemos
crear
esa
experiencia
en la realidad
absoluta entonces lo hacemos desde la ilusión, desde el espejismo de creernos simples mortales y así por la experiencia en este mundo experimentamos nuestra esencia, esa que lo es un todo.
133
PP
85) Ofrece amor De esta manera el amor viene a ti porque se siente atraído por sí mismo. Más
ofrece ataque y el amor
permanecerá oculto, pues sólo puede vivir en paz. La función del amor es unir todas las cosas en sí mismo, y mantenerlas unidas extendiendo su plenitud. Es mucho más difícil decir “te quiero” que “te odio”, porque se asocia el amor con debilidad y el odio con la fuerza, y te parece que tu verdadero poder es tu debilidad. Te has valido del mundo, para encubrir tu amor y cuando más profundo te adentras en los tenebrosos cimientos del ego, más te acercas al Amor que yace allí oculto y eso es lo que realmente te asusta. No excluyas a nadie de tu amor o, de lo contrario, estarás ocultando un tenebroso lugar de tu mente donde se le niega la bienvenida a tu verdadera esencia. Y de este modo te excluirás a ti mismo de Su poder sanador, pues al no ofrecer amor total no podrás sanar completamente. La curación tiene que ser tan completa como el miedo, pues el amor no puede entrar allí donde hay un solo ápice de dolor que malogre su bienvenida.
134
PP
86) Vive en el ahora El ahora no significa nada para el ego. El presente sólo le recuerda viejas heridas y reacciona ante él como si fuera el pasado. El ego no puede tolerar que te liberes del pasado y aunque el pasado ya pasó, el ego trata de proteger su propia imagen reaccionando como si el pasado todavía estuviese aquí. Dicta tus reacciones hacia aquellos con los que te encuentras en el presente tomando como punto de referencia el pasado, empañando así la realidad actual. De hecho si sigues los dictados del ego, reaccionarás ante tu hermano como si se tratase de otra persona y esto sin duda te impediría conocerlo tal como es. Y recibirías mensajes de él basados en tu propio pasado porque, al hacer que el pasado cobre realidad en el presente, no te permitirías a ti mismo abandonarlo. De ese modo, te niegas a ti mismo el mensaje de la liberación que te ofrece el otro en el “ahora”. El vivir en el aquí y el ahora supone un profundizar en el presente y dejar de vivir sin vivir, porque es lo que se hace cuando evadimos, y dejamos pasar el momento. Es
muy
triste
ver
a
personas
que
están
permanentemente esperando el presente porque lo que quieren es vivir el futuro; pero cuando el futuro
135
PP
llega a ser el presente de inmediato quieren que pase para que vuelva a ser el futuro y así se pierden del milagro del vivir, viven desamando , porque dañan cualquier proyecto de amor. Desamar el presente, idealizar el futuro o el de instalarse en el pasado y de esta manera destruimos el amor real, somos responsable de hacernos presente en nuestra propia vida o de vivir ausentes en un pasado o en un futuro que aún son inciertos y que al traerlos a nuestra mente nos perdemos ese instante santo del ahora y de la chispa divina que hay en esos momentos. Recuerda que no es el presente lo que da miedo, sino el pasado y el futuro, más estos no existen y cada instante es un santo nacimiento donde emerge Dios con su infinito amor, elige vivir en este preciso instante y tendrás la seguridad que el Universo entero te sostiene, aprendamos a ver el cielo en el aquí y el ahora de esta manera ejercemos nuestra divinidad, no dejes que pase este instante.
136
PP
87) Deja el pasado atrás De las sombras del pasado es de dónde tienes que escapar. No son reales y no pueden ejercer ningún dominio sobre ti a menos que las lleves contigo. Pues contienen las áreas de dolor que hay en tu mente y te incitan a atacar en el presente como represalia por un pasado que no existe. Y esta decisión es una que acarreará dolor en el futuro. A menos que aprendas que todo dolor que sufriste en el pasado es una ilusión, estarás optando por un futuro de ilusiones y echando a perder las múltiples oportunidades que el presente te ofrece para liberarte. El ego quiere conservar tus pesadillas e impedirte que despiertes y te des cuenta que pertenecen al pasado. ¿Cómo podrías reconocer un encuentro santo si lo percibes simplemente como un encuentro con tu pasado? Es imposible reunirse con nadie de esta manera y por lo tanto no puedes compartir tu sanación con el otro que es la finalidad de un encuentro.
El
ego
te
enseña
que
siempre
te
encuentras con tu pasado y que debido a que tus sueños no fueron santos, el futuro tampoco puede serlo y presente no tiene ningún significado.
137
PP
Consideras “natural” utilizar tus experiencias pasadas como punto de referencia desde el que juzgar el presente. Sin embargo eso es antinatural porque es ilusorio.
Renacer
es
abandonar
el
pasado
y
contemplar el presente sin condenación. Si sigues viendo el pasado en él ahora es porque todavía no se ha apartado de ti. No te valgas de ninguna relación para aferrarte al pasado, sino que vuelve a nacer cada día con cada una de ellas.
138
PP
88) Cesa de protegerte Lo que no necesita protección no tiene necesidad de defenderse a sí mismo. Las defensas al igual que todo lo
demás
que
has
inventado
tienen
que
ser
transformadas dulcemente en algo beneficioso para ti y ser reinterpretadas de medios de auto destrucción a medios de conservación y liberación. Las relaciones en general se deterioran porque en nuestra consciencia hay un pensamiento de ataque, percibimos todo como una amenaza, en muchas oportunidades se generan conflicto por la lectura que le damos a las palabras de las otras personas… filtramos todo con nuestras “ilusiones”. “En mi Indefensión está
mi defensa”… es muy
poderosa para mí y hoy más, cuando reconozco que no hay defensa posible… más bien cada experiencia es una oportunidad de amar más y mejor, en las cuales algunas veces me siento satisfecha y en otras observo que aún estoy muy lejos de la maestría… y agradezco a Dios que así sea… porque me permite ejercer
la
humildad…
aún
sea
con
fuertes
movimientos…
139
PP
Es muy importante tener en cuenta que nuestra percepción
se
construye
sobre
la
base
de
la
experiencia, y la experiencia conduce a las creencias, tomando en cuenta esto se observa entonces que nadie
“está
equivocado”
o
“tiene
razón”,
simplemente cada quien filtra todo porque lo que “ve, es lo que cree”, jugamos a victimizarnos combinando ataque con inocencia. Si constantemente
recorremos el
camino de la
bondad nos daremos cuenta que esta combinación “ataque-inocencia” es imposible, el ataque se origina de los temores y las “ilusiones del ego”, generamos dolor para nosotros mismos al no percibir al otro como un ser inocente, parte de nosotros mismos. Cuando nos damos cuenta que solo las “ilusiones” requieren defensa porque son débiles, nosotros en cambio somos “fuertes en Divinidad” y por tanto no es necesario luchar, ni colocarnos barreras de protección que lo que hacen es mantenernos alejado de dar y recibir amor.
140
PP
El conflicto es irreal
141
PP
89) En el instante santo se encuentra la eternidad La dificultad que tienes con el instante santo reside en tu arraigada convicción de que no eres digno de él . El instante santo no procede únicamente de tu pequeña dosis de buena voluntad, por el contrario es más bien el resultado de combinar tu buena voluntad con el poder ilimitado de la voluntad de Dios. Un intervalo fuera del tiempo en el cual escogemos el perdón en lugar del juicio, el milagro en lugar del agravio, el Espíritu Santo en lugar el ego. La expresión de nuestra pequeña dosis de buena voluntad de convocar a toda situación a nuestro Ser superior, solicitando su intervención. La decisión de vivir el presente, el cual nos abre paso, a la eternidad en vez de aferrarnos al pasado y temerle al futuro. Algunas personas se preguntan ¿qué hacer con las decisiones
que
toman y luego no son lo que
esperaban?, reflexionando en ello cuento lo que ha sido mi experiencia hasta ahora … cuando tomo una decisión
y
simplemente
luego porque
me
veo
tenía
decepcionada,
muchas
es
expectativas
colocadas en ello, y las experiencias de vida cuando van plagadas de estas, me alejan del “instante santo”,
142
PP
de este momento, entonces hacen que me enfoque en una meta lejana, que me hace colocar nuestra atención en un futuro lejano y estamos tan distraídos evocando ese momento que perdemos presencia en el ahora y no vemos las bendiciones que están a nuestro alrededor, ocurre entonces que cuando llego a la meta, me encuentro de pronto con las manos vacías porque no he disfrutado el recorrido de llegar a la meta. No es la meta, es el camino y las experiencias adquiridas lo que al final nos dejan una agradable sensación para saborear el alcance de la eternidad en este momento.
143
PP
90) Sacrifica el miedo Es hora de sanar, de atreverse a caminar por el valle del dolor y desolación que nos hemos creado, es necesario ser valiente armándose con el escudo del “amor” y con la espada de la “sabiduría” y emprender el camino. El milagro en sí no hace más que deshacer el miedo, no añade nada, simplemente elimina y no se requiere sacrificio porque simplemente todo aquello que se utilice con el propósito de sanar no requiere esfuerzo. El recuerdo de Dios viene rápidamente a la mente que no tiene ningún temor que la mantenga alejada de dicho recuerdo y el mundo tal como lo creaste desaparece por completo. El fin del miedo es el fin del sueño, porque el amor nunca ha formado parte de los sueños. Deja de tener miedo y permite que los milagros iluminen dulcemente tu mundo, uniéndote al otro en amor. La única manera de encontrar certeza “aquí y ahora” es negarte a ser parte de ningún sueño de miedo, sea cual sea su forma porque al hacerlo perdemos nuestra identidad en ellos, quedando a la sombra de una identidad irreal y sufrida. Es realmente del sueño de lo que tienes miedo, no de la mente. Te sientes culpable porque sacrificas tu esencia por un sueño, eres inocente y nadie te castigarán deja de temer.
144
PP
91) Tu futuro puede ser diferente a tu pasado El tiempo colabora estrechamente con todos los demás atributos con los que intentas mantener oculta la verdad acerca de ti mismo. El tiempo no quita ni restituye, sin embargo lo utilizas como si el pasado hubiese causado el presente y éste no fuese más que una consecuencia en la que
no
se
puede
hacer
cambio
alguno,
aun
desapareciendo su causa. En tu memoria sólo existe el pasado y obviamente no es más que un modo de hacer que el pasado predomine sobre el ahora. Olvídate de todo este mundo que te has creado, cuando el pasado te pase por la mente recuerda que su causa ya desapareció, contempla los nuevos efectos de una causa que se acepta ahora y cuyas consecuencias se encuentran “aquí”. El primer paso para tener el futuro que realmente mereces es dejar de proyectar el pasado en tu presente. Actualmente se habla de la
transformación del mundo
como una meta para el futuro, sin embargo el intentar cambiar el mundo proviene de tu ego personal, y la salvación no puede venir de un ser limitado. Al querer transformar
a
los
demás
solo estas
proyectando tu
personalidad y tu miedo por el pasado, lo realmente
145
PP
importante es reconocer tu propio Ser, que al final es sacarlo a la luz, ya es hora de que liberes a los demás del peso de l o que proyectas ya que solo de esta manera puedes hacer ese mundo que sueñas, en el presente y seguir en él a futuro. Únicamente cuando tomes consciencia de que el mundo exterior es un reflejo de tu ser interior, podrás sembrar tu semilla de paz y amor sobre la madre tierra y solo puede existir cuando logres sentir el cielo dentro de ti, porque es único lugar donde lo hallaras. Mira dentro de ti y encontrarás a Dios en el presente, recordándote que estás unido al todo. Vuelve a traer a tu consciencia tu parentesco con la creación, en ese momento el tiempo pierde importancia porque
sentirás que eres el
universo mismo y nunca lo has dejado de ser.
146
PP
147
PP
92) Fortalece una mentalidad abierta La mentalidad abierta proviene de una ausencia de juicios, renunciando a todas las cosas que le impiden perdonar. Sólo aquellos que tienen una mentalidad abierta pueden estar en paz con debido a que ven razones para estarlo y de esta manera abandonan realmente al mundo. Con este tipo de mentalidad desaparece toda sensación de amenaza y empiezas a llevar a todos el des-aprendizajes que implica el escuchar la Voz de Dios en el otro que se engaña a sí mismo con su sufrimiento.
Reconoce
verdaderamente
que
las
ilusiones no pueden tener efectos, no ven ninguna voluntad separada de la suya, ni de la de Dios. Jamás da estando preocupada por los resultados de lo que da, porque confía que siempre todos en Dios son
recompensados.
Ha
abandonado
toda
preocupación, porque no percibe diferencias en nada ni en nadie, porque “percibe” a todos con los ojos de Dios, en donde todos son iguales.
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93) El sacrificio otra ilusión El único significado del sacrificio es que es una lección que tienes que aprender, obviamente es una ilusión más como cualquier otra lección, debido a que no hay nada que aprender. Posees una creencia muy arraigada dentro de ti y es pensar que abandonar las cosas de este mundo requiere un gran sacrificio. La creencia central del sistema de pensamiento del ego es el sacrificio. Debido a que nos dice que todo se logra con lucha y dolor; sin embargo como siempre te engaña porque nada más lejos de la realidad. Piensa en todas las cosas que el mundo llama sacrificio y observa que todas están implicadas a el cuerpo (fama, dinero, éxito, placer sexual, belleza), con ellas
la mente se identifica con el cuerpo,
negando su identidad y perdiendo lo que realmente es. Nada que tenga que ver con nuestro verdadero Ser requiere esfuerzo ni sacrificio alguno. Dios no desea que su hijo viva en estado de plenitud y felicidad a costa de ningún sacrificio o sufrimiento. Dios no conoce nada de esto. La idea de sacrificio, es invención del nosotros mismos en nuestro demente sueño. La voluntad del Padre es felicidad absoluta y duradera sin sacrificios. Por recibir lo que Dios desea para nosotros no debemos pagar ningún precio.
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94) Recuerda quién eres Tienes poderes psíquicos inimaginables, cada individuo tiene un sinnúmero de capacidades de las que no es consciente. A medida que su conciencia se expanda, es posible que desarrolle capacidades de las que no te parezcan sorprendentes. Ninguna mente puede estar enferma si tu no la percibes separada, si te niegas a dar conformidad y aceptas el papel que juegas en hacer que la enfermedad sea real, la otra mente no podrá proyectar su culpabilidad ya que no ha colaborado en dejar que se perciba a sí misma como separada y aparte de ti. Unirte a la mente del otro bloquea la causa de la enfermedad y sus percibidos efectos. La curación es el efecto de mentes que se unen, así como la enfermedad es la consecuencia de mentes que se separan. La tarea que tenemos en las manos es averiguar con qué rapidez podemos hacerle justicia a nuestro conocimiento de la unidad que formamos, cuando sabemos que algo es cierto somos responsables de ello de una manera distinta a cuando no teníamos ese conocimiento, ahora que tienes consciencia de que
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somos UNO, Dios espera que vivamos de acuerdo con esa realidad. La responsabilidad que impone ese conocimiento es en verdad muy grande. Hay que encontrarse con las personas en un espacio en el que las etiquetas no tengan el poder de separar, no es una ubicación física, sino que existe en
el
dominio del corazón, un espacio en el que se hace patente
que
no
estamos
fragmentados,
sino
completos. Esta nueva percepción es realmente una energía poderosa de la nueva consciencia es la gran “consciencia planetaria”, hemos empezado a darnos cuenta de que nuestras acciones afectan al resto de los humanos y de que la tierra y sus habitantes constituyen un gran organismo vivo que respira al unísono, esta consciencia es una verdadera revolución para el planeta; y nuestra única posibilidad de despertar nuestra verdadera identidad. Sólo sobreviviremos a través de la identidad común, del reconocimiento de nuestra unidad colectiva, lo mejor para uno es lo mejor para todos, mis triunfos son los triunfos de todos y mi dolor está en el corazón de todos.
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El bienestar de la humanidad es mi propio bienestar, acepta tu pertenencia a la comunidad de las almas, no estas separado de las demás personas, ni nunca lo has estado, todos somos un ser, actúa con unidad, siente la integración y practica la unidad porque ésta es la Verdad que te sana.
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95) Desarrolla todas tus potencialidades milagrosas Cualquier capacidad que alguien desarrolle tiene el potencial de hacer el bien. Y cuanto más insólito e inesperado sea el poder mayor será su potencial para ayudar. La salvación tiene necesidad de todas las capacidades, pues lo que el mundo quiere destruir tu Ser superior lo quiere restituir. Aquellos que han desarrollado sus poderes psíquicos no han hecho sino permitir que se erradiquen de sus mentes algunas limitaciones que ellos mismos se habían impuesto. Si utilizan esta mayor libertad para aprisionarse aún más, no hacen sino imponerse mayores limitaciones. Cada individuo tiene un sinnúmero de capacidades de las que no es consciente y
a medida que su
consciencia se expande, es posible que desarrolle capacidades que le parezcan sorprendentes. Por otra parte nada de lo que desarrolle puede compararse con el descubrimiento de recordar quién es. Al estar conectados unos con otros y ser consciente de ello puedes comunicarte no sólo por la gama de canales que el mundo conoce, se pueden adquirir en el camino Dios una serie de habilidades que son muy útiles, consagrándolas al servicio de otros.
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96) Todo lo que ves es ilusión Aunque parece haber dos mundos, sólo uno de ellos es real. No lo puedes ver, pero está disponible en tu mente. Cuando nublas tu visión al mundo real, lo que ves con ojos físicos es lo que aparece ante ti. Y en la medida en que reaccionas a él te estás negando a ver lo que realmente está ahí. Cuando te preocupas o le das alguna realidad al mundo que ves, en cualquiera de sus aspectos o formas te sigues negando a ver la verdadera causa de lo que está aconteciendo, que no es física. El hábito de cerrar tus ojos al mundo por unos instantes para devolverle la paz a tu mente se adquiere de manera natural cuando cesan las resistencias al amor y cuando has comprendido que no hay nada aquí que merezca la pena anhelar. La ilusión hace que tengas miles de ídolos, pero todos fallarán y el mayor es el ídolo de la muerte. Siempre que tratas de lograr un objetivo en el que mejoramiento del cuerpo es el beneficiario principal, estás buscando la muerte. Crees que puedes experimentar insuficiencia, y que por ende tienes que sacrificarte que no es más que renunciar a algo, estar privado de ello y haber sufrido una pérdida, con ello renunciamos realmente, es a la vida.
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Todos los ídolos de este mundo fueron concebidos para impedirte conocer la verdad que se encuentra en tu interior y para que le fueses leal al sueño de que para ser íntegro y feliz tienes que identificarte con lo que se encuentra fuera de ti mismo y que sólo puedes ver con tus ojos físicos. Deja de construir castillos en el aire y despierta a tu realidad eterna.
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97) Dios siempre está allí esperando por ti No hay tiempo, lugar ni estado del que Dios esté ausente; por ello no hay nada que temer. El temor a Dios no es el miedo de perder tu realidad sino el miedo a perder tus ídolos, esos que te has creado fuera de ti mismo y que no pueden otorgarte la paz que sólo en Dios puedes encontrar. No requieres buscarlo en templos o espacios exteriores a ti, puedes encontrarlo en la quietud de tu mente y en la comunión con el otro. Mantiene sus brazos abiertos para que busques su cobijo, espéralo en silencio y agradece su presencia, acepta su llamado a volver al tu hogar celestial, jamás caminas sólo. Cuando nuestra visión no está centrada en la visión de la perfección de Dios, experimentaremos conflictos y nos adentramos en aguas turbulentas y fantaseamos a luchar con Él. Aún hoy nos cuesta aceptar que Dios siempre actúa, para traernos felicidad y paz. Quiere acogernos en sus brazos sin que ofrezcamos resistencia. Cuenta las bendiciones que constantemente te otorga como prueba de que siempre permanece junto a ti.
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98) El milagro no hace nada No hace nada porque las mentes están unidas y no se pueden separar, sólo en el sueño las mentes separadas se ven como cuerpos, los cuales están separados y no pueden unirse. El milagro lo que hace es que dejes de creer que el ego eres tú, que esa personalidad que te has creado pegándote etiquetas de juicios y ataques no es lo que eres, para eso no fuiste creado. El milagro te permite deshacer la división de tu mente, despertarte con amor, recordarte quien eres. Cuando tú lo decidas puedes abrir la puerta de tu mente para que puedas percibir la luz que allí habita, que no hay dos entidades separas, que eres tú con toda la humanidad en un solo Ser. El único mundo que tienes que salvar es ese que existe con tu verdadera identidad, en donde no existen máscaras y das paso a maravillarte con la visión del amor que emana desde ti hasta la eternidad. Sólo permite que emerja dentro de ti la semilla sagrada del amor, no hay mayor milagro que reconocer tu naturaleza divina y tu poder creador.
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99) Acepta la expiación para ti mismo Aceptar la expiación para ti mismo significa no prestar apoyo a los sueños de enfermedad y muerte de nadie. Dejas de compartir la pesadilla de otros de estar separados y jamás permites que vuelque sus ilusiones contra sí mismo. La expiación es simplemente sanación,
es el plan de
corrección de nuestro Ser superior para des-hacer el ego y sanar la creencia en la separación. Expiar es des-hacer, el mundo de ilusión nos convoca en todo momento a hacer, a la acción que no es más que salir de la ilusión. Todo conflicto, y todo sufrimiento provienen de la idea equivocada de estar separados del Padre. Expiar en sí se refieres a deshacer el error de nuestro temor a Dios, con la finalidad de recobrar nuestro estado natural de dicha, paz y armonía. La Expiación se vale del perdón para des-hacer la ilusión de separación que tanta culpabilidad nos ha generado. Dejando de confundir las interpretaciones con los hechos y las ilusiones con la verdad, si intentar probar nuestros pensamientos como correctos y erróneos el de los otros. Aprendiendo a no reaccionar con ira en ninguna circunstancia.
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100) Despierta del sueño Los sueños son el estado en el cual te percibes separado de Dios, es el mismo nivel donde fabricaste tu cuerpo y distes origen a tu percepción. Allí se percibe como posible que lo eterno, lo invulnerable pueda cambiar. Los sueños que te parecen gratos te retrasarán tanto como aquellos en los que el miedo es evidente, porque todos los sueños son sueños de miedo, no importa en qué forma parezcan manifestarse. Cuando no eres capaz de reconocer el miedo, no eres capaz de despertar, por lo tanto los milagros desaparecen de tu vida. A través del sueño tienes una fantasía de lo que es placentero o que te proporciona alegría, pero detrás de ello se encuentra la semilla de la depresión o del ataque, sin embargo el miedo es el elemento del cual se componen todos los sueños. Aquellos que crees que te gustan son las que las funciones que le distes se cumplieron, es decir dieron satisfacción a tus necesidades, en los sueños te haces una imagen de alguien y es lo que te hace sufrir porque obviamente no estás viendo la esencia de esa persona, al igual que no ves la tuya, procuras herir al otro cuando no cumple el papel que asignas en el sueño que tienes de lo que debería ser la vida.
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Deja de asignarle el papel que crees que a ti te haría feliz al otro, Dios te ama aunque sigas dormido, porque en el centro de cada sueño se halla su amor por ti, iluminando amorosamente cualquier manifestación de sueño. Entrégale tus sueños a Dios que es el único que le puede otorgarle una función distinta, cuando compartes los sueños pierden la función de atacar y separar. Recuerda que en el mundo de los sueños no hay nada que se escape de ser mejorado o cambiado, porque no son inmutables. Busca lo eterno en este mundo, sueña con el perdón, porque estos son medios para dejar de soñar con un mundo externo a ti. Y conducen finalmente más allá de todo sueño a la paz de la vida eterna. Recuerda que sólo en las mentes dormidas tienen cabida los sueños.
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Conclusión El milagro llega silenciosamente a la mente que se detiene por un instante y se sumerge en la quietud, se extiende dulcemente desde ese momento de quietud y desde la mente a la que sana. El milagro nació como resultado de un acto de compartir, por lo tanto no puede haber una pausa en el tiempo que pueda hacer que el milagro se demore en llegar cuanto antes a las mentes desquiciadas, para brindarles un momento de quietud en el que el recuerdo de Dios puede volver a ellas, Él te agradece cada instante de silencio que le ofreces, pues en cada uno de esos instantes él ocupa tu mente, en ese instante de silencio la eternidad viene a ti, porque en ese momento no haces nada que te pueda producir temor. El milagro no te despierta en sí, sino que simplemente te hace tomar consciencia de que todo el mundo que has creado, es producto de un sueño en el cual tú siempre fuiste el soñador. No permitas que el otro esté enfermo, pues si lo está es porque has compartido su propio sueño de miedo, tú ahora conoces la causa de su enfermedad. Los milagros no dejan ningún rastro de culpabilidad, prepara tu interior para darle la bienvenida a Dios y abres la puerta
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en una gran fiesta para que todos aquellos que quieran saciar el hambre puedan gozar de abundancia que existe allí para todos los que quieran entrar. En esta fiesta cuanto más reciba cada quien, más habrá para ser compartido, porque cada uno de los invitados tiene provisiones ilimitadas y a nadie se le priva de nada, ni nadie puede privar a otro de nada. Y en ese compartir no puede haber una brecha en la abundancia disminuya, acabando totalmente con la creencia de escasez, además el tiempo no forma parte de la fiesta porque ésta es eterna por el amor que se desprende de la unión de todos los invitados. Permite en todo momento que tus actos hablen más fuertes que tus palabras y bendice al mundo produciendo milagros con tu presencia.
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