COMPETENCIAS BÁSICAS 1. Demuestra capacidad permanente para obtener y aplicar nuevos conocimientos y adquirir destrezas. 2. Comunica de forma oral, escrita, visual y gestual, sus ideas con claridad y fluidez en diferentes contextos. 3. Demuestra responsabilidad ante el impacto de los avances científicos y tecnológicos en la sociedad y el ambiente. 4. Utiliza herramientas de informática para procesar y analizar información de diversas fuentes incorporando elementos que refuercen su desempeño.
INTRODUCCIÓN Los inicios de la informática están directamente relacionados con la necesidad que le ha surgido al hombre de realizar cálculos. Es por ello que, a lo largo de la historia, han empezado a surgir multitud de ingenios que permitían realizarlos.
EL ÁBAC0 La herramienta de cálculo más antigua que se conoce como precursora del ordenador es el ábaco de polvo. No era más que una pequeña superficie cubierta de polvo o de arena, sobre la cual se marcaban las cifras con un estilete. Surgió en el Valle del Tigris-Éufrates (al suroeste de Asia) hace, al menos, 5.000 años. Con el tiempo, el ábaco fue conocido por todas las civilizaciones de la antigüedad y nacieron diferentes versiones. Así, en China y Japón, su construcción era de alambres paralelos que contenían cuentas encerradas en un marco, mientras que en Roma y Grecia consistía en una tabla con surcos grabados. La forma en que se conoce actualmente fue inventada en China unos 2500 años AC. A través de sus movimientos se podían realizar operaciones rápidas y complejas de adición y sustracción.
LOS HUESOS DE NAPIER John Napier (1550-1617) fue un matemático escocés famoso por su invención de los logaritmos. Ideó un dispositivo consistente en unos palillos con números impresos, que colocados en la combinación correcta, permitían realizar multiplicaciones directas. A los palillos se les denominó “huesos” por estar construidos con láminas de hueso o marfil, y tuvieron una fuerte influencia en el desarrollo de la regla deslizante (inventada cinco años más tarde).
LA PASCALINA En 1642, el físico y matemático francés Blaise Pascal deseaba dar con la forma de reducir el tedioso trabajo de sumar grandes cantidades de números de su padre (que era un funcionario recaudador de impuestos). A raíz de este hecho, y a la edad de 18 años, inventó el primer calculador mecánico. La calculadora que inventó Pascal tenía en su interior 8 ruedas dentadas marcadas con números del 0 al 9, y conectadas entre sí formando una cadena de transmisión. Había 6 para los enteros y dos para los decimales, con lo que podía manejar números entre 000.000,01 y 999.999,99. Se hacían girar mediante una manivela, con lo que solamente se debía accionar en un sentido o en otro dependiendo de que se deseara sumar o restar. El principio básico del mecanismo de ruedas de engranaje se aplicó a la mayor parte de las calculadoras mecánicas durante unos trescientos años. Aunque no llegó a ser producto de grandes ventas, se construyeron más de 50 modelos.
LA MÁQUINA DE LEIBNITZ Treinta años después de la aparición de la Pascalina, el filósofo y matemático alemán Gottfried Leibnitz (1646-1716), tras aprender matemáticas de forma autodidacta, inventó en 1672 la primera calculadora de propósito general capaz de satisfacer las necesidades principales de matemáticos y contables. A pesar de basarse en la Pascalina, se diferenciaba de ella en varios aspectos fundamentales: una de ellas era que podía multiplicar, dividir y obtener raíces cuadradas; otra de las diferencias entre ambas es que mientras opera, en lugar de utilizar una serie de engranajes, usa un cilindro de dientes denominado la “rueda de Leibnitz”. El mayor inconveniente es que padecía de problemas de fiabilidad, lo que disminuyó su utilidad. Además, al no haber llegado todavía la revolución industrial, las máquinas eran demasiado complejas como para ser realizadas a mano.
EL TELAR DE JACQUARD En 1801, el francés Joseph Marie Jacquard utilizó un mecanismo de tarjetas perforadas para controlar el dibujo que formaban los hilos en las telas confeccionadas por una máquina de tejer. Estas tarjetas, que actuaban a modo de plantillas o moldes metálicos perforados, permitían programar las puntadas del tejido, logrando obtener una gran diversidad de tramas y figuras.
El telar de Jacquard supuso gran éxito comercial y un gran avance en la industria textil.
MÁQUINA DIFERENCIAL Y ANALÍTICA Aunque todos los personajes nombrados anteriormente hayan sido precursores de los actuales sistemas informáticos, para muchos especialistas la historia empieza con Charles Babbage, un matemático e inventor inglés que al principio del siglo XIX predijo muchas de las teorías en que se basan los actuales ordenadores. Dentro de los ingenios que ideó, destacan la máquina diferencial y la máquina analítica. En 1822 presentó un modelo al que llamó máquina diferencial. Su propósito era tabular polinomios usando un método numérico llamado el método de las diferencias. Aunque Babbage comenzó la construcción de su máquina, ésta nunca fue terminada. Dos cosas fueron mal: una era que la fricción y engranajes internos disponibles no eran lo bastante buenos para que los modelos fueran terminados (siendo también las vibraciones un problema constante). La otra fue que Babbage cambiaba incesantemente el diseño de la máquina. En 1991 el Museo de Ciencias de Londres, construyó una máquina diferencial basándose en los dibujos de Babbage y utilizando sólo técnicas disponibles en aquella época. La máquina funcionó sin problemas.
LA MÁQUINA ANALÍTICA Entre 1833 y 1842, Babbage intentó construir de nuevo una máquina que fuese programable para hacer cualquier tipo de cálculo, no sólo los referentes al cálculo de tablas logarítmicas o funciones polinómicas. Para ello, adaptó el diseño del telar de Jacquard con el fin de conseguir calcular funciones analíticas. La máquina analítica tenía dispositivos de entrada basados en las tarjetas perforadas de Jacquard, un procesador aritmético que calculaba números, una unidad de control que determinaba qué tarea debía ser realizada, un mecanismo de salida y una memoria donde los números podían ser almacenados hasta ser procesados. Se considera que la máquina analítica de Babbage fue la primera computadora del mundo. Un diseño inicial plenamente funcional de ella fue terminado en 1835. Sin embargo, debido a problemas similares a los de la máquina diferencial, la máquina analítica nunca fue terminada.
LADY ADA LOVELACY Lady Ada Lovelace, matemática e hija de Lord Byron, se enteró de los esfuerzos de Babbage y se interesó en su máquina analítica. La promovió activamente, y escribió varios programas para ella. Los diferentes historiadores concuerdan que esas instrucciones hacen de Ada Lovelace la primera programadora de computadoras en el mundo.
CONCLUSION • Existen mas inventos que de una u otra forma, partes o en su totalidad contribuyeron a crear las computadoras y a través de la historia se puede comprobar esos aportes hasta las computadoras de nuestros días aquí presentamos un extracto de las primeras.