La Fuerza - Nicolás Cuello

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La fuerza

Nicolรกs Cuello


La fuerza Nicolรกs Cuello


Confío en los sueños porque ahí siempre me doy besos con los chicos que me gustan y a los que todavía no me anime a preguntarles sus nombres


el mundo es enorme, ese es parte del problema y de la soluci贸n


acabé, al mismo tiempo que el cielo rompía en una tormenta fría


Ăšltimamente la respuesta a varias de mis preguntas es la misma, ir hacia donde estĂĄ el sol.


Por momentos creo que no me alcanza el cuerpo para algunos sentimientos me canso rĂĄpido me agoto voy cerrando los ojos de a poco, empiezo a distanciarme del sentido y mientras camino me entrego a toda sombra. Pienso: quiero encontrar ayuda en algo me gustarĂ­a creer profundizar alguna fe. Intento fundirme despacio en otro segundo de vida quizĂĄs el futuro me alivie, me digo concentrarme en el ruido del viento en las formas de la basura mezclada con el asfalto conectarme con todo, me entusiasma esa imagen, olvidarme de algunas cosas, encontrarme con alguien


y olvidarme de alguien más, pero, insiste esa fantasía en donde pronuncio sobre tu boca lo que me ahoga ¿Sentís este calor? imagino en diálogo, son lagrimas que se volvieron humedad y que ahora empañan lo vidrios de tu casa yo lo sé, te digo porque veo desde acá como escribís con el vapor de tus silencios "ahora no puedo".


La luz de este dia tan hermoso me parece un tesoro, me acuerdo de un sueĂąo que tuve despierto donde el sol se estrellaba en mis ojos, recuerdo haber pensado sino estarĂ­a hablando de la velocidad del fin, o sobre una necesidad que se repite en mi, de mirar fijo el sol hasta sentir que me quedo ciego, porque me fascina, de algĂşn modo, perder el conocimiento, imposibilitar la mirada, y quedarme asi, maravillado con lo que brilla, sintiendo que todo vale la pena, circulando sin distancia por la inexplicable fe que sostiene la confianza del calor del cuerpo, y la seguridad de que cuando esa temperatura me invade pocas cosas malas pueden pasar.


tarea pendiente: armar un inventario de todo lo que se interpone entre nuestros labios


acusa el terremoto la grieta que avecina y tomará forma, la luz pide permiso de la manera más violenta, la única posible para lograr mover el mundo, ya no sueño con el rostro de nadie, ahora aprieto los dientes mientras me arrojo a las preguntas que me vuelven a escribir.


Desmenti la promesa de tu mirada vacĂ­a, volvi a entregarme a la palabra mas difĂ­cil que pronuncie en mi vida la posibilidad


Mil Deseos 2014


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