“Miro al cielo, cierro los ojos y mi imaginación
empieza a volar… El cielo puede estar lleno de
cometas –pienso– pero también de sueños. Y el mío
se eleva alto, muy alto hacia las estrellas.
Soy una niña afgana que no cesa de soñar, y mi
sueño se dirige a todas las regiones, se introduce
en las casas, en los hogares, en las familias, en los
corazones.
Una niña, un sueño, un canto a la paz.”