Mnemósyne nº 12 - 2009

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Mnem贸syne Revista del Festival Internacional

N煤mero

12

Diciembre

de 2009

del Cuento

Los Silos


SUMARIO Ernesto J. Rodríguez Abad Presentación Marc Laberge Historias de la vida real Pepito Mateo El cuento, arte de la imagen César Martín Música y palabras Ana Rosa Cabrera Coello Los paraísos vetados Juan Jesús Pérez García Lo violento en la poesía de tema popular de Jorge Luis Borges

ENTREVISTA Marlen Reyes Gómez Niñólogo de corazón (entrevista a Emilio Lome)

MNEMÓSYNE CREACiÓN Marc Laberge:

El sable La Montaña El gato de la callejuela

Pepito Mateo: Campánula, la niña misteriosa Nelson Calderón: El comprador de soledades Dulce García Borges: Hada con voz de agua

EXPERIEN CIAS Natalia Navarro Sosa: La promoción y animación a la lectura desde la biblioteca municipal de El Paso. María José Marichal García: Donde los libros viven.


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PRESENTACIÓN Leer en crisis Las palabras se manipulan, se usan sin respeto, sin rigor. A veces, pierden los significados en el viaje que hacen desde el mundo mágico donde viven a la voz que las hace tangibles. La crisis es, quizá, una de las más usadas, escuchadas y manipuladas en los últimos tiempos. Pero si profundizamos en su significado podríamos comprobar que todos los seres vivos crecemos en continua crisis. Dentro de nosotros se debate el conflicto eterno de encontramos a nosotros mismos en la vorágine de la sociedad. Leer, disfrutar del arte, escuchar historias es el único camino para re encontramos, para transitar por ese mundo sordo, ciego y mudo. Es que la lectura, la palabra artística, es un lugar para el diálogo, para viajar a los pensamientos más profundos. El arte es un viaje a los valores, al sentido de las cosas y de la vida. Es la verdadera plataforma en la que se crea el diálogo. En el arte es donde nos humanizamos, encontramos la sensibilidad y los sentimientos; donde nos reencontramos con lo humano. ¿No es, quizá, necesario hablar de la lectura en tiempos de crisis? Siempre es una entrada en el mundo que se pregunta, que se tambalea, que sueña otros mundos. ¿No sería necesario enseñar a una sociedad en crisis elsigníñcado

de la utopía?

Mnemosyne quiere ser ese lugar donde los pensadores, los soñadores, los artistas se encuentren con aquellos que ansían un mundo soñado.

Ernesto RODRÍGUEZ ABAD

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Mnem贸syne

Flor de Calafate.

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HISTORIAS DE LA VIDA REAL Marc Laberge! Origen de las historias de la vida real en América del Norte

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Favorecía así la cohesión social, al mismo tiempo que sentaba las bases de una práctica literaria característica en el continente americano: la historia de la vida real. Pero a partir de mediados del siglo XX, la narración desaparece, desplazada por el libro de bolsillo y poco después por los medios de comunicación y el mundo virtual, A principios de los 90, tras un largo eclipse, la tradición oral encuentra un nuevo soplo de vida vinculado a la necesidad del público de volver a entablar contacto directo, de recrear su propio mundo, de encontrar una identidad grupal e incluso la de reconstruirse una identidad personal en una sociedad en pleno desarrollo. En América del Narte, los nuevos narradores del final del siglo XX reencuentran la huella de sus antecesores. A partir de hechos reales, trazan relatos que tienen significado para la gente que los escucha, o que se ven proyectados en una historia que les pertenece. Refundan así las raíces para un pueblo salido de un mestizaje cultural e implantado en un espacio nuevo. Los narradores se encuentran también con las creencias populares que, con ayuda de la imaginación, abren la puerta a las brujas y a los genios. La reciente ampliación del repertorio de los narradores a los relatos de historias de la vida real encuentra un entusiasmo considerable ante una audiencia que no sólo quiere encontrar la relación social directa sino también una dimensión existencial personal en su propio universo. ¿Por qué narrar historias de la vida real? El relato de una historia de la vida real surge en el testimonio de cualquier anónimo famoso, de esa historia popular que constituye la trama de la gran Historia, la historia oficial construida en las academias de la ciencia y contada en las escuelas. La historia de la vida real vuelve a traer a la memoria los comportamientos, los valores, las costumbres y tradiciones de un espacio de tiempo y de un espacio geográfico.

En Quebec las historias de la vida real hunden sus raíces en la propia historia del asentamiento en América y el modo de vida de los colonos instalados a lo largo del río. En el siglo XVII, expulsados por la miseria y las guerras incesantes, artesanos, campesinos y aventureros de toda clase y condición partieron a millares de Francia y también de varios rincones de Europa para rehacer su vida en la lejana «terra incognita». De nacionalidades distintas, se entendían a duras penas, pero todos fueron atrapados por las mismas dificultades en un país donde el clima, el espacio, el bosque, los lagos y los ríos se expresan en superlativo. Sus motivaciones y una relación directa con una naturaleza a menudo hostil eran los vínculos de unidad. En un territorio nuevo, los grupos resultantes de un mosaico de orígenes constituían un pueblo sin pasado colectivo que experimentaba la necesidad de forjarse unas raíces y de inventarse unos héroes para construirse una identidad propia, El tiempo modeló una expresión cultural específica. Portadas partes, hombres y mujeres asumían riesgos sin medida para arrancar un espacio de vida a la naturaleza amenazadora. Los testimonios sucesivos glorificaron sus actos audaces, Desde los rincones más aislados del inmenso bosque, el rumor divulgó estas hazañas e hizo de sus autores héroes fabulosos. Los más imaginativos los han rodeado de una aureola de leyenda que, de una gerieración a otra, los ancianos contaban a los más jóvenes para consolidar su valentía y también para entretener en las interminables tardes de invierno. Ante la escucha de estos primeros relatos de historias de la vida real, los jóvenes se identificaban con esos valientes de los que tomaban fuerza y valor para hacer frente a las dificultades cotidianas . En una sociedad de pioneros en la que la enseñanza se impartía oralmente, el narrador desempeñó mucho tiempo un papel de transmisión de conocimiento, de acontecimientos y de valores ampliándolos según su imaginación.

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Traducción

de María Covadonga Tascón Gutiérrez.

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Plantea un vínculo entre tiempos, regiones y grupos sociales. De este modo, despierta recuerdos en el público que la escucha y activa su memoria emocional y colectiva. Cada uno puede así darse cuenta de que es protagonista de su propia historia y de la marcha de la historia en general. Toma conciencia del reconocimiento de su identidad y, quizá, se despertará en él el deseo de revelar su propia aventura humana. Y es que toda persona lleva consigo su historia, su visión del mundo y su parte de sueño. Puede por tanto encontrar en ella recuerdos de infancia o acontecimientos de la vida y transformarlos en historias divertidas, misteriosas o emocionantes. Cada uno fantasea y crea mitos modificando la historia de manera intencional o accidental. El relato es sin duda la forma de expresión más accesible a todos. Transporta historias que afectan a pequeños y grandes y los vinculan a sus antepasados, a su historia. Comienza en general a partir de relatos del personaje elaborados por el autor para afirmar su identidad, su personalidad. Una vez dadas a conocer la identidad y personalidad, la narración comprime los acontecimientos y destaca un determinado número de elementos significativos portadores de sentido. ¿En qué puede la historia de la vida real estar vinculada a la tradición del narrador? La historia de la vida real es ante todo un relato que informa de una experiencia vital, un momento clave que se desarrolla en un lugar y en un tiempo elegidos por el narrador. En el relato pueden requerirse hechos y por tanto manifestar su verosimilitud o verdad. Pero ¿qué verdad? Los filtros de la memoria transforman el pasado. Seleccionan los hechos, los amplían o los ocultan, modifican la cronología. Pero sobre todo, el relato de una historia de la vida real es la historia de la persona de ese otro tiempo revivida por lo que ella es hoy. Pasa por el discurso y la visión del mundo que son suyos hoy en día. Es un pasado hasta cierto punto retocado por la imaginación que contamina el recuerdo. El relato puede también tomar sencillamente color de ficción, según que los personajes o los hechos presentados nunca hayan existido. La magia proviene a menudo

de la imaginación del narrador, que asigna actos o acontecimientos ficticios a sus héroes, o también que sitúe a un personaje imaginario en hechos reales. Del cuidado del artista por la verosimilitud depende el arte. Él es quien, a lo largo de su relato, crea la apariencia de realidad. Y allí se encuentra como instrumento al narrador, el que cuenta verdaderos embustes. La práctica del relato de historias de la vida real supone un enfoque específico del arte de contar. Si se trata de una historia ocurrida a otros, el narrador tiene cuidado de definirle la forma y los límites. Una experiencia personal exige un determinado retroceso para desnudar los recuerdos de los detalles y sentimientos superfluos y no guardar más que una secuencia de elementos portadores de sentido. El narrador no cuenta su vida sino que construye historias que mencionan elementos de su vida. Con el relato, puede imitar el desarrollo de la realidad, dejar correr su imaginación hasta la mentira y dar la impresión de que los acontecimientos se conectan lógicamente en el tiempo. El suspense, la organización del escenario, la modulación de la voz, la ambientación, una opinión, .. son algunos de los recursos usados para dar la impresión de que los hechos contados permanecen afianzados en la realidad. Por ello, el relato ejerce esa dominación sobre la imaginación colectiva. La historia de la vida real en el mundo del espectáculo La historia de la vida real se cuenta, toma su mejor dimensión y fluye mejor en un entorno intimista. Precisamente, porque menciona hechos o una ficción teñida de verosimilitud, la historia de la vida real se adapta poco a los efectos escénicos, a los juegos teatrales, la puesta en escena, la luz o la música. Únicamente con la voz, que expresa su propia interioridad, el narrador emociona, hace reír, angustia, asombra, o encanta a su público. Se dirige a la vez, con toda complicidad, a todos y a cada uno y en eso su actuación se acerca más a la velada tradicional que al mundo del espectáculo y de la tecnología de la escena.

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EL CUENTO, ARTE DE LA IMAGEN Pepito Mateo

A menudo es tentador hacer comparaciones entre narrador y actor. Esto es debido a que la expresión del cuentista ofrece muchas similitudes con la técnica cinematográfica. En primer lugar, la oralidad, como la escritura, se puede considerar una especie de guión desglosado en diferentes planos, que se corresponden con diferentes actitudes del contador en la historia: discurso narrativo, descriptivo, apartes, digresiones, cambios temporales, rodeos, etc. A horcajadas, entre dos mundos, el narrador cuenta aquí y ahora lo que ocurre en otra parte y en un tiempo diferente. En esta ocasión, trataremos sobre todo de observar la manera en que funciona en su relación física con el espacio. A medio camino entre la percepción de las imágenes que pasan por su cabeza durante su narración ysu complicidad con el público, utiliza un metalenguaje que suple, prolonga, completa, incluso contradice su relato, transformando su cuerpo en la pantalla de sus palabras: silencios, gestos, entonaciones, juegos de mirada, posturas, etc., muestran y sugieren por turno. A través de sus numerosas incorporaciones, unas veces imperceptibles, otras efímeras, cuenta la historia por retazos. Alternativamente, aparece como narrador, comentador, testigo de su película interior, personaje, decorado, etc. Cabalga sobre tiempos y espacios, pasa del mundo ficticio a la realidad, aleja o acerca los planos. Se le puede comparar con una especie de "montador" en directo de su historia. Entonces, este juego de metamorfosis nos hace pensar en técnicas cinematográficas. Ahora, vamos a ver algunos ejemplos. - Cuando el cuentista se dirige a su público en el tiempo y espacio presente, se puede decir que adopta un plano largo. - Cuando su mirada se aleja para seguir el desarrollo de su "película" en el pasado de su memoria, sume el público en su propia imaqineria: así crea una especie de "flashback" en "sobreimpresion simultánea': Conjuga presencia y ausencia sugerida.

- En cuanto expresa por sus gestos, que el lugar de la historia se traslada aqui y ahora: cambia de plano produciendo la ilusión de que se encuentra en el espacio imaginado. - Cuando explora con la mirada el espacio que le rodea: hace un "travellinq" lateral o circular. - Si se apropia tal rasgo característico de un personaje o hace más Íntima su relación con el público: hace un "zoom" - Modifica el campo visual cuando establece tal situación en un espacio a su lado, haciéndola curiosamente "visible': En este caso, se puede decir que "encuadra': - Cuando incluye al público en la imagen que crea, establece una visión panorámica (en 3D). - Cuando retrocede para marcar distancias con el público, inventa el "zoom atrás': - A través de sus silencios, congela la imagen, a través de su voz, la acelera o la aminora. - Sus rupturas, de una imagen a otra, se hacen en corte (sin transición) o en fundido encadenado, cuando pasa lentamente de una imagen a otra, aun dejándose ver a veces en su cuerpo, gestos y actitudes todavía visibles de la secuencia anterior: crea mundos superpuestos. EJEMPLO: Aqui está en su mirada y presencia, pero su voz ya esboza un alejamiento hacia la continuación del relato, mientras en su mano, todavía está perceptible el objeto que acaba de mencionar. - Sus apartes son otros tantos "quiños" del cámara, que atrae la atención. -A veces utiliza efectos sonoros u onomatopeyas para reemplazar palabras; así se vuelve su propio sonorizador. Se podría encontrar mucho más ejemplos: efectos micra (voz en off), desfase entre el cuerpo y el sonido grabado o el estéreo, etc. Esta larga lista de coincidencias técnicas muestra que el cuentista no deja de hacer malabarismos con los ángulos de vista/vida. Revela la historia por secuencias e impresiones,

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como un colage para reconstituir en directo, a ejemplo de algunos cuadros de Picasso, que utilizan distintos ángulos y una mezcla de planos. Se podrá hablar de una connivencia de imaginarios, de caminos paralelos, que dan rienda suelta a la interpretación de cada espectador, según sus propias asociaciones cognoscitivas, afectivas, poéticas, psicológicas, etc. Todo esto en una especie de curiosa equivocación creativa, que en realidad sustenta el valor de la oralidad, de la que el cine es un prolongamiento. Por supuesto, se podrá objetar que la técnica cinematográfica permite matices inigualables y se podrá hablar de cine pobre en lo que se refiere al cuentista (que no puede luchar contra las "grandes producciones"). Sin embargo, se podrá contestar que lo que podría pasar por una desventaja del cuento (pocos medios, fragilidad de las imágenes, simplicidad de los mensajes, escaso público) da en realidad su fuerza y su modernidad a este arte vivo "confidencial", basado en el simulacro de la "presencia-ausencia". En este sentido, el narrador puede "imprimir" de forma duradera imágenes vinculadas a sensaciones y sus poderes de sugestiones imaginarias son ilimitados, ya que puede dejar ver todo, la batalla de Troya, un naufragio en el mar, la vida en un planeta

desconocido, seres fabulosos, pasos a través de una pared, y todo tipo de trasposiciones poéticas, sólo con sus palabras, su cuerpo y su voz. Así, la libertad del cuentista le permite proyectar espontáneamente una película contada en directo, de la que ha efectuado la "localización de exteriores" en él mismo, por medio de un trabajo de entrenamiento sensorial. Sin embargo, el cuentista se aleja diametralmente del cine en el sentido de que reivindica a cada instante la realidad bajo la ilusión, a través de la connivencia cómplice que establece con su auditorio. Concluiremos diciendo que esta propuesta teórica no debe hacernos olvidar en ningún caso que es el placer de la emoción lo primordial y que el arte del cuento no puede medirse con la "perfección" del cine. Pero en último recurso, las máquinas más sofisticadas, las simulaciones más avanzadas, las hazañas técnicas más acabadas no pueden reemplazar la coincidencia de todos los sentidos, permitida por el encuentro a escala humana, porque éste, por definición, garantiza lo imprevisible y lo aleatorio, que son la magia del espectáculo vivo. ¡Atención! Erase una vez. ¡Acción!

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MÚSICA Y CUENTOS César Martín

claves para seducir con lo sonoro, como el compositor que construye una melodía. Así pues, crea personajes a los que dota de voces y acentos, da giros inesperados, acelera el ritmo o lo ralentiza a conveniencia e incluso utiliza efectos sonoros, bien por el uso onomatopéyico o instrumental. El paralelismo con la música es el mismo. Una pieza musical está plagada de estos efectos sonoros para lograr un discurso interesante para el auditor e, incluso, se emplean términos lingüísticos para definir conceptos musicales, como por ejemplo frase para definir una unidad con sentido musical completo. Por tanto, la palabra es música. Nace de lo sonoro, de lo auditivo. Pertenece pues, al mundo de los sonidos. De ahí la importancia de la oralidad. El niño, aprende de manera oral el lenguaje y su contacto con la música y la literatura viene a través de lo sonoro: canciones, retahílas, nanas, adivinanzas, poemas, jitanjáforas, etc. Conformando así un panorama sonoro, que parte desde lo oral y auditivo y que desemboca en las funciones del lenguaje y, por ende, en el acceso a la literatura y la música. Por ello es que los cuentos se cuentan, la poesía se recita, las canciones se cantan, el teatro se representa, la música se interpreta ... Lo oral, centrándonos exclusivamente en lo auditivo, provoca placer, el mismo que provoca la música. Más allá del campo semántica se configura un campo sonoro, que tiene vida propia. Es pues importante señalar que en la sonoridad de la palabra ya hay un sentido que va más allá del significado de la misma. Hay dos ejemplos que me parece que pueden ilustrar perfectamente esta idea, haciendo referencia al maravilloso libro de Roald Dahl, Matilda: La bibliotecaria le dice a Matilda (pág. 20): ay no te preocupes por las cosas que no entiendas. Deja que te envuelvan las palabras como la música." y más adelante su maestra le recita poesía (pág. 190):

Las relaciones entre palabra y música van más allá de lo que a priori podamos suponer o idealizar en la típica narración con una música ambiental. Probablemente no hayamos tenido en cuenta que ambas beben de la misma fuente: el mundo de lo sonidos. El ser humano, ya desde muy pequeño experimenta el poder sonoro que le produce el golpear objetos a la vez que descubre los distintos registros que es capaz de producir la voz. Más allá, en el cuadragésimo quinto día de embarazo se comienza a formar el oído, con lo que la experiencia sonora del ser humano comienza mucho antes. Por tanto, la relación del ser humano con su entorno parte de un mundo sonoro, mucho antes que visual, e incluso podemos destacar que la vista la podemos anular con el simple hecho de cerrar los ojos, mientras que nuestro oído, por mucho que lo taponemos, siempre percibirá a través de las vibraciones que llegan a nuestro cuerpo. Otro ejemplo es el recién nacido que reconoce la voz de sus progenitores mucho antes de tener una referencia visual de los mismos, unas voces que le calman, despiertan su atención, etc. Como dice Daniel Barenboim en su libro El sonido es vida, cuando enseñamos a un niño a cruzar la calle, le pedimos que mire a ambos lados ante la posibilidad de que venga algún vehículo. Sin embargo no se nos ocurre pedirle que escuche el sonido de un coche que se acerca. Nuestra cultura anula las experiencias sonoras en virtud de un mundo abocado a la cultura de la imagen, sin embargo hablamos de experiencias innatas, propias del ser humano, que a la hora de relacionarse con el entorno, lo hace de una forma sonora, es pues ahí donde radica la necesidad de la comunicación y del lenguaje como herramienta de un mundo sonoro lleno de posibilidades. Es ahí, en el uso de la herramienta, donde reside parte de la habilidad del narrador para transmitir la historia. Voces melodiosas que juegan con la pausa, el silencio, la altura, buscando entre las cualidades del sonido las

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"Hubo un momento de silencio y Matilda, que nunca había oído recitar poesía romántica en voz alta, se sintió profundamente emocionada. - Parece música - murmuró. - Es música - dijo la señorita Honey [...]"

Cuando se conjugan la palabra y la música el efecto no es distinto a cuando escuchamos una pieza musical donde se conjugan diferentes instrumentos con distintas voces, donde cada una plantea su discurso, complementario al otro. El narrador y su palabra es una melodía más que, a modo de cantante, se conjuga a la perfección con la música. Como dice Barenboim, es curioso pensar que sería imposible entender a varias personas hablando a la vez, si bien en la música esto se produce y no hay ningún problema para entender a cada una por separado y en conjunto. En la música y los cuentos sucede algo parecido, son dos voces las que se suceden, y cual música, una lleva la voz principal, en este caso el narrador, y otro la secundaria, el músico. No por el hecho de jerarquizar hablamos de importancia, en este caso cada uno cumple su función y aporta sus ideas e incluso, intercambiando papeles. En la experiencia personal en escena, es curioso comprobar cómo el narrador no considera (de una forma consciente o inconsciente) la música como un fondo o ambiente musical, sino que "canta" con el músico y de la misma forma, la música cuenta su historia, gira con el texto, propone, sugiere, expresa, potencia ... Las referencias históricas de la palabra y la música son muchas: cantatas, motetes,

corales, oratorios, etc. Y tienen su maximo exponente en la ópera, con autores como Mozart, Wagner, Verdi o Puccini. En el cuento y la música hay que destacar las composiciones más novedosas, como el trabajo de Fernando Palacios con títulos como "La mota de polvo" o los autores que antaño hicieron versiones de cuentos populares, como Stravinsky en el siglo XX, con obras como "Historia de un soldado". Otro género importante en este aspecto es el poema sinfónico que se trata de una obra compuesta con un motivo extramusical, para describir así una escena, que bien puede ser una narración, un paisaje, etc. Quizá, el ejemplo más significativo y conocido es la famosa composición de Prokofiev, basada en un cuento popular ruso, "Pedro y el lobo", si bien, otros muchos autores como Berlioz o Debussy cultivaron este género. El folklore también ofrece referencias que relacionan al cuento y la música como pueden ser los ritos funerarios en África o los payadores en Latinoamérica. El cine y la música siempre lo ha tenido claro a la hora de narrar: música, no como un recurso aislado o un efecto más, sino muchas veces como un auténtico protagonista (¿qué sería de la escena de la ducha de Psicosis, de Alfred Hitchcock, sin la banda sonora de Bernard Hermann?). Quizás no entenderíamos muchas historias sin una música detrás. Nuestra historia personal también lleva una "banda sonora" asociada: esa canción que me conmueve, el ritmo que me hace bailar, la melodía que me hace recordar, el folklore que me conecta con mi raíz ...


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LOS PARAÍSOS VETADOS Ana Rosa Cabrera Coello

A lo largo de la historia de la humanidad a las mujeres se les ha dificultado, cuando no absolutamente prohibido, la participación y el disfrute de la mayoría de los avances que cada generación de congéneres han reclamado para sí. Por tanto, se hacía necesario obstaculizar su acceso a la literatura. Pero la mujer, a sabiendas de que ésa era la llave para su desarrollo personal y para poder tener acceso a los paraísos prohibidos, en la actualidad ha superado ampliamente la media estadística en hábitos y habilidad lectora. En un mundo donde lo masculino siempre ha sido sinónimo de poder, de capacidad en la toma de decisiones, de control de la actividad económica en la que el dinero es la clave para la mayoría de las puertas del bienestar y progreso, a lo femenino se le ha postergado a ámbitos tradicionales, nada novedosos y por tanto aparentemente sencillos de ejecutar; aunque esa sencillez jamás excluyera esfuerzo, capacidad de sacrificio, hábito de trabajo, autodisciplina, voluntad de perfeccionismo y gusto por la superación. Estas capacidades desarrolladas por la mayoría de las mujeres en su día a día, imprimieron en ellas carácter. El carácter forjado al excluírseles históricamente del gozo y del disfrute colectivo del saber y la libertad que da el poder participar en los paraísos de quienes quieren compartir los suyos. Si bien esas capacidades son utilizadas en principio, para el desarrollo de las tareas asignadas por costumbre social, de igual manera son posteriormente usadas por las féminas, para su propio crecimiento personal, intransferible y autónomo. y como en la naturaleza nada sobra, todo es útil, el tener que vivir y desarrollarse en ese ámbito un tanto marginal del tipo de sociedad en boga, creada, desarrollada y disfrutada por y para los hombres, es aprovechado por las mujeres para marcar sus propios ritmos de enriquecimiento mental, ya que la inteligencia social incluye el desarrollo de la capacidad

de supervivencia añadiendo complejidad a la evolución individual. El no tener que estar en la vanguardia de la lucha por el poder, sea éste económico, social o político, le permite a la mayoría de las mujeres crear un mundo paralelo en el que tengan cabida sus propios intereses. Siempre que le queden fuerzas y ganas, después de tener que diversificar neuronas y energía muscular para atender al cuidado y educación de los hijos, individuos en formación claves en el futuro de la ciudadanía del país, dar respuesta a las necesidades de los abuelos que reclaman atención y a los que alguien tiene que acompañar en sus últimos años ya sin independencia personal, ejecutar la mayoría de las tareas del hogar, no postergar al marido que influenciado por una sociedad tradicionalmente machista espera de ella que siempre esté estéticamente perfecta, sublimemente deseable y rauda para proporcioriarle relax. Todas ellas, áreas de incumbencia tradicionalmente femeninas cuya responsabilidad proviene de cuando las mujeres pertenecían inequívocamente al interior del hogar y que tras su incorporación al mundo del trabajo, esta sociedad ha sido incapaz de encontrar, si es que alguna vez hubo auténtica voluntad de búsqueda, soluciones alternativas y válidas para cubrir esos flancos. Auténtica voluntad de darle oportunidad real de convivencia y desarrollo en igualdad a todos los seres humanos independientemente de su sexo, etnia y estatus social. Auténtica voluntad de hacer aflorar esa economía encubierta que si bien en principio era cómoda, al tiempo producía en el varón la angustiosa responsabilidad de ser el único proveedor del sustento familiar. Toda esa amplitud de áreas, de responsabilidades, la mujer actual la amalgamó con sus propias luchas internas, inherentes a cualquier humano que busca el camino hacia la superación, a la solidaridad como paso previo a la justicia y a la libertad,

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Luego se trasgredirá la norma. Norma que se sabe muralla del jardín de amaneceres de gloria. Bien saben que el acomodarse en cualquier recodo del camino, por hermoso que éste sea, sólo les privará de lo que hay más allá. Los disfrutarán como punto y seguido, jamás como punto y final, para llegar a los prohibidos, a los paraísos impensados, pero siempre intuidos a pesar de haberles sido negados. Paraísos donde las mujeres jamás osaron antes deleitarse. Saben que la evolución de la especie está en sus manos. Saben, que toda evolución requiere trabajo y valentía para dejar lo obsoleto atrás. Saben, que unidas como están a través de la lectura, a esa conciencia universal, aprenderán y enseñarán, a ser más libres, más sabias, más justas ..., a vivir mejor y a soñar. Por eso las mujeres leen más. y algunos hombres en quienes se combina un alma noble, junto a una inteligencia inquieta han encontrado igualmente en la literatura fuente de placer y crecimiento personal. Hombres sabios que supieron no contentarse con el boato social, que intuyeron que su papel de aparentes triunfadores les encadenaría más, que buscaron y encontraron alas de saber y libertad y que éstas a su vez les proporcionó el poder brutal de ir por delante en la búsqueda de la verdad. Mujeres y hombres que tienen el alma hecha de sueños, de amor, de sensibilidad, para dar y regalar.

en la búsqueda eterna de la felicidad propia y de su especie. y es en esa primitiva búsqueda de bienestar, impregnada de auténtica hambre de conocimiento evolutivo y libertad, cuando la mayoría de las mujeres se sumergen cada día en lecturas literarias en las que otras personas han dejado plasmado sus miedos, sus dudas, sus ilusiones y decepciones, sus tristezas y alegrías ..., su sabiduría vital. Realidad o ficción, da igual, porque al fin todo forma parte de lo vivido, de lo experimentado, o tal vez de lo imaginado cuando apenas vislumbramos que el mundo que resta por abrirse ante nosotros es tan vasto como jamás podríamos soñar. Tanto lectores como escritores, todos fanáticos de la comunicación escrita, son seres que lejos de contentarse con la aparente perfección del triunfo y del lujo social, saben que forman parte de una conciencia colectiva cuya fuerza les llevará más allá. y las mujeres especialmente, ansiosas por compartir paraísos, por compartir y por aprender a fraguar, por forjarlos y por disfrutarlos, sienten verdadera necesidad de sumergirse en ellos hasta la auténtica apnea por esa parquedad ancestral de conocimiento y libertad. Primero se bucea en paraísos formalmente decentes, donde caben todas las estructuras mentales heredadas de ancestros, saturados de equilibrio en las buscadas respuestas, resultando especialmente deliciosos de saborear.

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LO VIOLENTO EN LA POESÍA DE TEMA POPULAR DE JORGE LUIS BORGES Juan Jesús Pérez García Jorge Luis Borges no sólo integra en su vasta obra elementos clásicos, cronologías y genealogías, símbolos que desencadenan toda suerte de perplejidades, universos oníricos, mitologías ancestrales, tradiciones numismáticas, metafísica vertiginosa y una erudición infinita que se mueve con igual destreza tanto en un plano real como imaginario donde pone a prueba el bagaje cultural del estudioso. Además de esto y de infinidad de temas que se le escapan a este lector, la presencia de lo violento se abre paso en su obra, tanto en poesía como en prosa desde sus inicios hasta el final. Basta recordar los casos de El general Quiroga va en coche al muere', Hombre de la esquina rosada", La forma de la espada", Alusión a la muerte del coronel Francisco Borqes', Poema conjetural y Página para recordar al coronel Suárez, vencedor en juniní, Milonga de dos hermanos o Milonga de Jacinto Chiclarur y La intrusa', por citar algunos, necesariamente insuficientes. El gusto por esta estética, no tan incompatible con el hombre pacífico, por otra parte, le viene a Borges de sus antepasados entre los que se cuentan su abuelo el coronel Borges por línea paterna y su bisabuelo el coronel Suárez por línea materna. Joaquín Soler Serrano" señala: "En esa estirpe de guerreros su padre era una excepción notable". A lo que el mismo Borges respondió: "Era una excepción, sí, por su miopía", por lo que ese pasado glorioso se interrumpe en ambos por la deficiencia visual que tanto padre como hijo padecieron. Tal vez eso lo induce a buscar en sus lecturas el tono heroico de El Quijote o Martín Fierro y en autores como Kipling, Stevenson, 1 2 3 4 5 6 7 8 9

Luna de enfrente (1925). Historia Universal de la Infamia (1935). Ficciones (1944). El Hacedor (1960). El Otro, El Mismo (1964). Para las Seis Cuerdas (1965). El Informe de Brodie (1970). En la entrevista realizada en el programa El Otro, El Mismo (1964).

Wells, Virgilio, Shakespeare, Goethe, Coleridge, Evaristo Carriego y Ricardo Güiraldes entre otros, sin dejar de citar la novela de su padre Jorge Guillermo Borges Haslam titulada El Caudillo. Lo que aparentemente busca Borges en la inclusión de estos elementos violentos en su obra no es una apología de la barbarie, sino la necesidad humana de la adquisición de la gloria, de una gloria incluso de proporciones épicas en algunos casos, influida probablemente por el ambiente cultural en el que se crió y por el deseo de experimentar él mismo tal gloria, aunque fuese a través de un plano literario y no real como él mismo llegó a anhelar en el poema Lo Perdido y en el último de sus Tankas, ambos en El Oro de los Tigres: ¿Dónde estará mi vida, la que pudo haber sido y no fue, la venturosa o la de triste horror, esa otra cosa que pudo ser la espada o el escudo

y que no fue? ¿Dónde estará el perdido antepasado persa o el noruego,

No haber caído, como otros de mi sangre, en la batalla. Ser en la vana noche el que cuenta las sílabas. La estética el lector hombre

"A Fondo" de RTVE en 1976.

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paradoja, borgeana, en Poema de armas

instrumento frecuente de la lleva a cabo su cruel juego con conjetural" donde el soldado, el anhela el mundo de los libros,


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~ invirtiendo así lo expuesto anteriormente. Esa dualidad era propia de Borges que expresaba así el sentimiento de insuficiencia que experimenta todo ser humano.

esgrima del arma corta; el brazo izquierdo envuelto en el poncho a manera de escudo, listo el cuchillo para la estocada hacia arriba, peleaba en duelo singular con el hombre, [...] Precisamente son estos personajes los que están presentes en las milongas, composiciones de la lírica popular que a veces comparte no sólo la estructura estrófica del romance, sino también algunos de sus temas. De alguna manera el poeta siente que es su deber ennoblecer la figura y el valor, virtud tan admirada por Borges, del marginado cuchillero, como se advierte en Milonga de Juan Muraña": [ ...] No sé por qué en la oración Ese antiguo me acompaña. Sé que mi suerte es salvar La memoria de Muraña. [ ...] A nadie faltó el respeto. No le gustaba pelear, Pero cuando se avenía, Siempre tiraba a matar.

Yo que anhelé ser otro, ser un hombre de sentencias, de libros, de dictámenes, a cielo abierto yaceré entre ciénagas; pero me endiosa el pecho inexplicable un júbilo secreto. Al fin me encuentro con mi destino sudamericano. El "destino" es la muerte gloriosa a manos del enemigo, tan exaltada en poemas como Alusión a la muerte del coronel Francisco Borqes!", Al respecto de esto explica Solange Fernández Ordóñez!': Al antepasado, Francisco de Laprida, lleno de pavor por haber encontrado un destino no buscado, le ocurre lo inverso que a Borges, cuya aspiración frustrada era ser él mismo quien yaciera en tierra a cielo abierto, herido por defender la patria. La necesidad de encontrar una mitología que ensalce la patria fue acaso la misma que desató J. R. R. Tolkien cuando, seducido por los mitos clásicos y nórdicos quiso crear una cosmología para el mundo anglosajón como se advierte, sobre todo, en El Silmarillion y más tarde en El Señor de los Anillos. Si bien Borges encuentra ejemplos menos fantásticos pero no menos simbólicos en el arrabal y en la pampa argentinos de los compadritos u orilleros, tal vez más conocidos con el nombre de cuchilleros, es decir, malevos o matones que practicaban el duelo a cuchillo. El mismo Borges lo defíne'" así:

Esta nobleza también se advierte en Milf!nga de Jacinto Chiclana" donde en una sencilla estrofa alcanza Borges la dimensión del panegírico: Nadie con paso más firme Habrá pisado la tierra; Nadie habrá habido como él En el amor y en la guerra. La admiración por el valor de estos hombres se vuelve, en ocasiones, nostalgia. Una nostalgia no exenta de cierta indignación ante el olvido de los mismos, su modo de vida, el sacrificio que hicieron por otros en la guerra y el abandono de la práctica de su peculiar entendimiento de la esgrima. Borges destaca esta sensación, elevada por el lirismo de su lenguaje poético en el que incluye el tópico latino del Ubi sunt? en ¿Dónde se habrán ido?":

Sergaucho fue un destino. [...] No fue, como su remoto hermano del Far West, un aventurero, [...] pero las guerras lo llevaron muy lejos y dio estoicamente su vida, [...] por abstracciones que acaso no terminó de entender -la libertad, la patria- o por una divisa o un jefe. [ ...] Su pobreza tuvo un lujo: el coraje. Creó o heredó -de esas cosas ya sabía César- una 10 11

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El Hacedor (1960) La Mirada de Borges "El Gaucho" en Prólogos con un Prólogo de Prólogos La Cifra (1981) Para las Seis Cuerdas (1965) Op. Cit.

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Revista del Festival Internacional

Ceibo. Argentina y Uruguay.

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en estos duelos no se produce en muchos casos por una baja pasión, no encierra odio, sino la necesidad de enfrentar las distintas maestrías de cada combatiente en el efímero arte del cuchillo que sólo puede decidirse con la muerte de uno de ellos. A veces incluso la habilidad no decide quién es el vencedor y tal vez el ansia del desafío juega en contra de quien lo ejerce o quizás es el destino quien tiene la última palabra. No deja de ser curioso, por otra parte, el uso del tiempo verbal en presente que afecta al momento del desafío y el de la lucha, y que, por tanto, aparecen eternizados. El resultado del duelo parece importar menos que el silencioso momento en que los rivales se retan y se enzarzan. Todos estos elementos aparecen con claridad en Milonga del forastero":

Según su costumbre, el sol Brilla y muere, muerey brilla Yen el patio, como aye~ Hay una luna amarilla, Pero el tiempo, que no ceja, Todas las cosas mancillaSe acabaron los valientes y no han dejado semilla. ¿Dónde están los que salieron A libertar las naciones O afrontaron en el Sur Las lanzas de los malones? Dónde están los que a la guerra Marchaban en batallones? Dónde están los que morían En otras revoluciones? [ ...] ¿Dónde está la valerosa Chusma que pisó esta tierra, La que doblar no pudieron Perra vida y muerte perra, Los que en duro arrabal Vivieron como en la guerra, Los Muraña por el Norte y por el Sur los lberra?

[ ...] Al forastero le han dicho Que en el pago hay un valiente. Para probarlo ha venido y lo busca entre la gente. Lo convida de buen modo, No alza la voz ni amenaza; Se entienden y van saliendo Para no ofender la casa.

Por otra parte, en Milonga de Albornoz" parece Borges rebelarse contra ese destino del olvido que es frenado al estilo de Manrique por la fama que le da no sólo sus hazañas sino la composición de la milonga que el poeta le dedicó. Al mismo tiempo no deja de alabar la dignidad con la que el cuchillero afronta la muerte:

Ya se cruzan los puñales, Ya se enredó la madeja, Ya quedó tendido un hombre Que muerey que no se queja.

Un acero entró en el pecho Ni se le movió la cara; Alejo Albornoz murió Como si no le importara.

Sólo esa tarde se vieron. No se volverán a ver; No los movió la codicia Ni el amor de una mujer.

Pienso que le gustaría Saber que hoy anda su historia En una milonga. El tiempo Es olvido y es memoria.

No vale ser el más diestro, No vale ser el más fuerte; Siempre el que muere es aquél Que vino a buscar la muerte.

La consecuencia del duelo siempre acarrea el horror de la muerte, pero en las milongas aparece atenuada por la paradoja de la belleza del enfrentamiento. El fin violento

Para esa prueba vivieron Toda su vida esos hombres; Ya se han borrado las caras, Ya se borrarán los nombres.

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Op. Cit. Historia de la Noche (1977).

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Revista del Festival Internacional

Borges se siente impresionado por el gaucho que emprende el viaje simplemente para encontrar a un adversario anónimo, un gemelo en el arte del puñal; acaso para morir a sus manos, porque repite la referencia a ese personaje":

Borges trata de nuevo la rivalidad entre dos hermanos cuchilleros en el cuento titulado La intruso", pero esta vez el amor fraternal prevalece sobre el que ambos sienten por la misma mujer y es ésta la víctima que debe caer para evitar la muerte de uno de ellos. Toda esta fenomenología social es parte, tal vez, de un sentimiento patriótico que al exaltarse logra la entidad de épico. Solange Fernández Ordóñez" aclara: Las palabras de Gide asoman iluminándonos: "Las grandes obras no nos instruyen si no es sumergiéndonos en una especie de embotamiento casi amoroso", Para producir en nosotros ese embotamiento, para damos esa felicidad, Borges se sumergió hasta desaparecer en el universo de la palabra, transformándose él mismo [...], en la expresión viva de la literatura, si no en la literatura misma. La literatura y, por extensión su obra, componen y configuran su patria natural. Pero es precisamente la literatura la que convierte a ese personaje en un símbolo catapultado a la dimensión de lo legendario, de lo épico, de las gestas que se narraban en los cantares medievales o en los poemas narrativas clásicos. Nuestro autor lo manifiesta explícitamente": Ascasubi lo celebró como soldado de la buena causa en un volumen cuyo nombre ya es una suerte de epopeya: "Paulino Lucero o los gauchos del Río de la Plata cantando y combatiendo hasta postrar al tirano Juan Manuel de Rosas y a sus satélites" [...] Después vendría El Payador de Leopoldo Luqones, que dilata y recrea la obra de Hernández. El acento es épico; en Don Segundo Sombra (1926) de Giiiraldes, ya todo es elegíaco. De algún modo sentimos que cada uno de los hechos narrados ocurre por última vez. El orgullo de la valentía e incluso de la victoria, parafraseando al genio argentino, es lo que da pie a la canción, que persiste para celebrar la gesta lograda. "La épica es la primera manifestación de la poesía", afirma en una entrevista".

[...] en Chivilcoy me hablaron de un gaucho que atravesó media provincia para desafiar con buenos modales a otro, de quien sólo sabía que era valiente. Parece sensato creer que no hay mayor gloria para un cuchillero que caer bajo la hoja de otro. Sin embargo, los bajos instintos no pueden desaparecer de un ambiente tan hostil y corrompen incluso vínculos tan fuertes como los de la familia. Así se advierte en Milonga de dos hermanos'": Velay, señores, la historia de los hermanos Iberra, hombres de amor y de guerra y en el peligro primeros, la flor de los cuchilleros y ahora los tapa la tierra. Suelen al hombre perder la soberbia o la codicia: también el coraje en vicia a quien le da noche y día el que era menor debía más muertes a la justicia. Cuando Juan Iberra vio que el menor lo aventajaba, la paciencia se le acaba y le armó no sé qué lazo le dio muerte de un balazo, allá por la Costa Brava. [ ...] Así de manera fiel conté la historia hasta el fin; es la historia de Caín que sigue matando a Abel. 18 19 20 21 22 23

del Cuento

"El Gaucho" en Prólogos con un Prólogo de Prólogos. Para las Seis Cuerdas (1965). El Informe de Brodie (1970). La Mirada de Borges. "El Gaucho" en Prólogos con un Prólogo de Prólogos. Realizada en el programa "AFondo" de RTVE en 1976.

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Parece, por tanto, que el deseo de gloria es lo que prima en las almas de estos hombres a los que Borges canta, un deseo que está por encima de otras pasiones como el amor o la codicia. No deja de ser, como diría el propio autor, un "acto de vanidad", querer permanecer en la memoria de las generaciones futuras. BIBLIOGRAFÍA

FERNÁNDEZ ORDOÑEZ, SOLANGE: La Mirada de Borges, Alfama, Málaga, 2008. BARNATÁN, MARCOS-RICARDO: Borges: Biografía Total, Temas de Hoy, Madrid, 1995.

OTRAS FUENTES Entrevista realizada a Borges en RTVE por Joaquín Soler Serrano en el Programa A FONDO, 1976. Entrevista realizada a Borges en RTVE por Joaquín Soler Serrano en el Programa A FONDO, 1980.

CONSULTADA

BORGES,JORGE LUIS: Obras Completas, Emecé, Barcelona, 1989. BORGES, JORGE LUIS: Prólogos con un Prólogo de Prólogos, Alianza Editorial, Madrid, 2005.

Amapola de California.

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Entrevista Marlen Reyes G贸mez Ni帽贸logo de coraz贸n (entrevista a Emilio Lome)


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Calliandra. Bolivia.

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Revista del Festival Internacional

del Cuento

NIÑÓLOGO DE CORAZÓN Entrevista con Emilio Ángel Lome. Por Marlen Reyes Gómez, En los últimos años, Emilio Ángel Lame se ha consolidado como una presencia relevante para el arte y la cultura infantil de nuestro país. Su trabajo creativo ha generado reconocidos proyectos en casi todas las disciplinas artísticas lo mismo que en la educación. Conceptos como "niñología", "ludolíngüismo" y "poética del aprendizaje" circulan y son validados por la notable cantidad de alumnos que ha tenido en los cursos, talleres y conferencias que imparte con gran frecuencia dentro y fuera de México. Cuarenta libros publicados y varios premios y reconocimientos nacionales e internacionales son consecuencia de veinte años de trabajar con y para niñas y niños. Desde el 2001 radica en San Cristóbal de las Casas, Chíapas, donde escribe sus libros y proyectos, pero la mayor parte de su labor académica y de promoción cultural la realiza por todo el país y en diversos países de Iberoamérica. Con motivo del Primer Encuentro Nacional de Escritores e Ilustradores de Literatura Infantil, evento del que fue coordinador general, le realizamos esta entrevista. Marlen: ¿Por qué eliges trabajar con niños? Emilio: En agosto de 1986 entré a trabajar a una escuela activa, una primaria experimental de Coyoacán, impartiendo un taller de teatro a cada grupo de dos a cuatro de la tarde, sin tener ninguna experiencia de trabajo con niños. Estaba terminando unos cursos de teatro en el INBA y un maestro me recomendó para el trabajo, llevé mis papeles, hice una entrevista y me quedé. No sabía en lo que me había metido, el primer día ya quería renunciar, los chavitos de primer año o de segundo, no recuerdo bien, hicieron polvo mis buenas intenciones y mi concepto idealista de la infancia. Eran tremendos, gritaban, saltaban y corrían sin hacerme el menor caso. Como pude llamé su atención actuando e inventando juegos con ellos. Esa tarde salí del colegio molesto, harto, frustrado, pero decidí probar un solo día más. La tarde siguiente, antes de entrar al taller con otro grupo, los niños que el día anterior me

habían hecho trizas se acercaron a saludarrne, me abrazaron, me preguntaron que cuando les tocaba otra vez conmigo, una mamá me felicitó diciéndome que su hija estaba feliz con mi taller. Yo no lo podía creer. La verdad es que no tenía ninguna formación al respecto y mi único argumento era ser "níñero" (antes de ser niñólogo), pues de verdad me gustó trabajar con niñas y niños. Me fui formando en el camino y trabajé tres años en esa escuela activa. Aún me sigo formando y creo que en esos años decidí volverme profesional de un oficio que en nuestro país sigue siendo muy poco valorado: la gestión del arte y la cultura infantil. M.- ¿Qué es para ti un niño? E.- Un ser generoso, que juega mucho porque está sano y vive mucho más en el "Ser" que en el "Deber Ser". Un ser humano con todos los claroscuros que esto implica. Un ser que ríe mucho, que sabe lo que necesita y lo demanda; mis hijos, tus sobrinos, el hijo de cualquiera, alguien que le tiene menos miedo a las verdades de la vida que cualquier adulto. M.- ¿Qué pasa cuando estimulas en un niño su parte artística? E.- El trabajo de todo niño es jugar, maravilloso trabajo. El arte es un lenguaje simbólico que permite comunicar nuestro mundo interior y exterior mediante el movimiento, la música, el teatro, la plástica. Toda persona, niño o adulto, que juega y se comunica mediante el arte tiene más posibilidades de desarrollar su potencial humano en lo emotivo, lo sensorial, lo cognitivo. Una psicóloga bastante reconocida me decía que, si en las escuelas se trabajara el arte desde la primera infancia, ella y sus colegas quedarían desempleados. Creo que esta combinación de juego y arte es la mejor fórmula para los pequeños; juegos musicales, juegos teatrales, juegos literarios, ya después vendrá la música, el teatro, la literatura como pedagogía o academia. Lo esencial es el juego. M.- ¿Juegas? ¿A qué juegas? E.- Juego mucho, soy afortunado porque mi oficio es muy divertido. Hago cuentos y canciones como si fueran rompecabezas o me-

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en la vida es un acto de valentía, pero en estos tiempos es cada vez más necesario. La mejor herramienta educativa no es un método o un programa o alguna estrategia didáctica, es un educador congruente con lo que pide a sus / alumnos. Sólo formará lectores un docente que disfrute de la lectura y sólo tendrá alumnos creativos un maestro que tenga a la creatividad como prioridad de vida, no sólo escolar. Lo mismo ocurre con la sensibilidad, el sentido crítico, los valores, entre muchas otras asignaturas pendientes. "Alumno" significa "el que es alimentado", ésta es su etimología. ¿De qué alimentamos a nuestros alumnos? ¿De la basura televisiva y mediática o de buena literatura, música, teatro creado especialmente para ellos? Los maestros entrañables y significativos resultan ser aquellos que nos hacen sentir que la educación es algo más que cumplir con un programa, que nos hacen imaginar, soñar, creer en nosotros, que nos valoran y estimulan nuestros talentos. Sin duda alguna este tipo de profesores también son creadores de arte; pero no son educadores artísticos, son artistas de la educación.

canos. En mis talleres juego mucho también, creo totalmente en las virtudes del juego en cualquier campo de la vida. Últimamente me divierte mucho jugar al teatro musical con mi hijo de cuatro años. Pongo música instrumental, la que sea, y nos ponemos a inventar canciones con sus muñecos, se saludan y retan, realizan actos heroicos, se hacen amigos o enemigos. Si los adultos jugáramos más con nuestros hijos o alumnos pequeños, bebés o de preescolar, tendríamos clases intensivas de espontaneidad, asombro y madurez. M.- ¿Qué pasa cuando a un profesor tradicionalle sugieres que trabajes desde esta parte creativa y sanadora? E.-Se le rompe el esquema, y yo creo que es bueno que esto ocurra. Ahora que se habla tanto en nuestra educación de "constructívismo", yo digo que el arte es "deconstructivísta" que no destructivo, porque nos mueve todo: lo emotivo, el cuerpo, las zonas de seguridad ya obsoletas. Entrarle a la expresión artística y la creatividad en serio, no sólo como manualidades o dinámicas de grupo, sino como una manera de ser y estar en el espacio escolar y

Amaryllis. América Central.

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Marc Laberge:

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El sable La Montaña El gato de la callejuela

Pepito Mateo Campánula, la niña misteriosa Nelson Calderón El comprador de soledades Dulce García Borges Hada con voz de agua

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EL SABLE Marc Laberge!

Hace ya mucho tiempo, ciertos artesanos fabricaban los sables de los príncipes y de reyes guerreros en un extraño taller. ¿Cómo habría podido imaginarse que los perfumes de una vegetación exuberante pudieran envolver tal lugar, donde se fundía el metal antes de martillarlo? Y sin embargo ... Un arroyo, entrecruzado de pasarelas y bordeado de bancos corría tranquilamente dibujando meandros. De acuerdo con las profundas convicciones del señor del lugar, este ambiente debía ayudar a los artesanos a trabajar más eficazmente. Un día, en esta fábrica que frecuentaban todos los grandes personajes de este mundo, un joven aprendiz, del que todos comenzaban a alabar la calidad de su trabajo, se dirigió al que todos consideraban como el señor del taller. - Maestro, con todo el respeto que os debo, quiero que sepáis que puedo ahora afilar sables tan cortantes como los suyos. No ignoro tu talento, replicó el venerable anciano. Y puesto que quieres medirte a mí, que así sea. Vaya concederte la ocasión de probar tu valor. Si me superas en el arte que nos une, será normal que ocupes mi plaza. Todos admiraron la sabiduría del maestro. Los dos hombres recibieron una masa de metal bruto recién salida de la fragua y, durante semanas, trabajaron incansablemente en afilarlo, pulirlo, lustrarlo. El día convenido, y según un ritual bien establecido, los dos hombres se acercaron al arroyo bajo la mirada curiosa de todos los artesanos. Numerosas cabezas coronadas, principales clientes de la fábrica, habían solicitado también estar presentes, ya que temían -por así decir- que sus súbditos imitaran este modelo para desafiar su poder absoluto. El aprendiz hundió su arma en el agua, velando por colocar el fino corte cara a la corriente. Caída de un árbol aguas arriba, una hoja, llevada por el agua tocó el metal y fue 1

instantáneamente cortada. Las dos mitades siguieron su curso, como si el filo no las hubiera obstaculizado. Inmediatamente se notó subir la tensión entre los asistentes: todos parecían preguntarse cómo sería posible mejorarlo. - Buen trabajo, dijo el viejo maestro. Luego, a su vez, colocó su arma en el mismo lugar. Otra hoja llegó, traída por la corriente. En el momento preciso en que iba a tocar el borde cortante, una fuerza extraña, misteriosa, la desvió y la hoja rodeó el filo: ¡para asombro de todos, la hoja acababa de rodear el obstáculo! El maestro hundió su mirada en la de su competidor y le dijo, con mucha modestia: - Saber dar un filo al metal es una cosa; poder insuflar energía a la materia es otra muy distinta.

Traducción de María Covadonga Tascón Gutiérrez.

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Revista del Festival Internacional

del Cuento

LA MONTAÑA Marc Laberge!

Un viejo cargaba tierra en una especie de carretilla formada por dos tableros fijados precariamente a una rueda de hierro. El anciano iba y venía, llenando cada vez su carretilla antes de desaparecer de nuevo. Gente que pasaba por allí observaba su trasiego. Intrigados, le preguntaron qué estaba haciendo. Les explicó que su huerta estaba siempre a la sombra: - Entonces, voy a retirar la montaña que le oculta el sol, añadió. - Pero ¿cómo lo harás?, respondieron, asombrados por la envergadura de la tarea que tendría que realizar, sobre todo para alguien de una edad tan avanzada. - Tengo hijos, dijo apaciblemente. Mis hijos tendrán hijos y, un día, esta huerta tendrá sol...

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Traducción

de María Covadonga Tascón Gutiérrez.

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EL GATO DE LA CALLEJUELA Marc Laberge'

En una gran ciudad superpoblada de seres humanos y atestada de coches, de grandes camiones y casas de varios pisos, vivía un gato. Su refugio se encontraba en una callejuela. Nacido de madre salvaje, que había parido secretamente en un recoveco bajo una galería, se había acostumbrado a las durezas de la vida. Ningún humano se relacionaba con él, aunque decenas de ellos vivían alrededor, pues cada cual mantenía su puerta cerrada, sin interesarse nunca por los demás. Además la lucha en la callejuela era salvaje. ¡Sin tregua! Los otros gatos siempre intentaban disputarle sus mejores lugares de caza. Varios combates con ellos habían dejado marcadas sus huellas: pelo raído, una oreja rasgada, el final de cola arrancado, un párpado en carne viva. Para sobrevivir, debía ir por los jardines con el fin de atrapar alguno de los pájaros que los humanos criaban. Cuando lo sorprendían, la gente se encolerizaba. "Es normal, pensaba, necesito comer como ustedes. Querría verles yo, si se les expulsara cada vez que intentan comer." Rociaban las entradas de los patios con productos de olores desagradables para disuadirlo de atacar a los pájaros. Pero el gato saltaba las verjas, o se colaba por cualquier pequeña abertura. "Yeso que no hago ningún ruido. Puedo cazar sin molestar nadie. No es más que pipí aquí o allí lo que puede molestar a la gente ... Es natural, y además, es necesario que señale mi territorio, si no todos los demás gatos querrán venir, y sería peor aún." En un caluroso día de verano, el gato se dirigía hacia una casa. "Dejaron una ventana entreabierta, ¡qué acogedor!" se dijo, desconfiando a pesar de todo. Sorprendido al principio por el grosor de las alfombras en las cuales se hundían los dedos de sus patas, se asombró al encontrar el lugar desértico y pensó que habría seguramente un lugar para él. Se instaló bajo un sofá. Pero 1

Traducción

cuando los inquilinos volvieron de nuevo, se quejaron de un olor inusual. "[Sí que son puntillosos, estos humanos!" se dijo. Durante la noche, buscó en vano un poco de tierra fresca para aliviarse. Forzado por la naturaleza, dejó un charco en medio de la cocina, creyendo que sería mejor no ocultar nada. Cuando, a la mañana siguiente, la señora de la casa se levantó, no ocultó su descontento ante aquel charco nauseabundo. Jamás el gato había asistido a una tormenta como la que siguió. En unos instantes, toda la familia se puso en pie de guerra, armada de palos de escoba, caza-moscas y botellas de aerosol... La caza había comenzado. Descubierto, sólo le quedaba capitular. Fue lanzado por la puerta previniéndole de no volver por allí nunca más. Otro día, apostado en lo alto de una verja del barrio, el gato descansaba teniendo a la vista todo lo que pasaba. Adormecido, entreabre un párpado para una comprobación de rutina cuando percibe a un gatito que se acerca. El gato no hace ningún movimiento: "[Ninguna amenaza de momento!" El gatito se detiene, levanta el hombro derecho y corre repentinamente de lado, como para desviar a algún enemigo con un gesto imprevisto. Se inmovílíza repentinamente, pero no percibe nada: "El enemigo es a veces invisible", se dice. Se arquea, saca las garras, orejas tiesas y golpea ante él, se tumba de espaldas para esquivar antes de reanudar el combate. Luego se detiene de nuevo, el enemigo se volatilizó: el rayo de sol, que pasaba entre dos tablas del cierre, desapareció. Vencedor, el gatito se exclama amenazante: - Ese haz de luz habrá comprendido que era preferible retirarse de mi camino. Apenas un poco más lejos, se enzarza en otro combate. Pero esta vez, corre de un lado a otro intentando atrapar su propia cola. El gato, que lo ha observado todo, presiente que es su deber intervenir. - ¿Qué haces ahí, gatito? Sin haberse dado cuenta de la presencia

de María Covadonga Tascón Gutiérrez.

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del Cuento

en mi juventud que la felicidad estaba en mi cola y corrí mucho, mucho tiempo tras ella. Pero, ¿sabes?, me di cuenta de que cuanto más intentaba cogerla, más se me escapaba. También me di cuenta, con el tiempo, de que si únicamente presto atención a mis asuntos, a cualquier sitio que yo vaya ella siempre me sigue.

del gato, el gatito se detiene, con los ojos abiertos como platos por la sorpresa: -¿Que qué hago aquí? ¡Bueno! he aprendido que lo mejor que hay en la vida es la felicidad, y que, para un gato, la felicidad está en su cola. Así pues corro para atraparla ¡y cuando lo consiga seré feliz! -¡Ah! dijo el gato, yo también aprendí

Solanum. WendlandiL Costa Rica.

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Mnemósyne

CAMPÁNULA, LA NIÑA MISTERIOSA Pepito Mateo

A Candi

en todas direcciones. Su madre, que la había seguido, le dijo: -Pero, Campánula, despacio hija, despacio. -Sí, mamá. Ayudó a su madre y a Juana a poner la mesa. Luego se sentó, tenía hambre; siempre había gozado de buen apetito y el ejercicio contribuía a aumentarlo. Yorca, como siempre hacía, se echó a sus pies esperando que le dieran su parte. Juana sirvió la cena y cuando hubo terminado, la mamá de Campánula le indicó que se sentase, como cada día, a compartir la mesa con ellos. Doña Lilia y don Alfonso eran muy queridos en el valle. Eran de edad avanzada y más que padres, parecían los abuelos de Campánula. Habían llegado un día con la niña recién nacida y se instalaron en la casa grande propiedad de don Alberto, "el sabio", le decían. Más tarde se enteraron de que los dos hombres eran hermanos. Sólo alguna vez al año, y no todos, se habitaba la casa, pero desde que llegó este matrimonio con su hija, don Alberto y sus amigos no habían vuelto. De esto hacía más de cuatro años. Los campesinos se hacían mil preguntas pero no hallaban respuestas. No comprendían cómo los señores permanecían residiendo allí, no entendían la diferencia de edad entre los padres y la hija, ni tampoco por qué ningún amigo venía a visitarlos. Cuando don Alberto pasaba unos días en el valle, venía acompañado de amigos y disfrutaba mucho; se les veía cazando, pescando, montando a caballo o celebrando grandes fiestas. Los actuales residentes llevaban una vida muy sencilla y tranquila. Don Alfonso daba grandes paseos y dedicaba muchas horas a la lectura; doña Lilia ayudaba a Juana, hacía preciosos bordados y también leía y escuchaba música. Cuando se enteraban de que alguna familia tenía un problema, allí estaban ellos y siempre, siempre, hallaban la solución. -¿Puedo retirarme ya, mamá? - preguntó Campánula al término de la cena. -Sí, criatura - y miró a su marido sonriendo. -¡Qué niña!- exclamó él.

Menuda, flacucha, con una larga melena de color del trigo a punto para la siega, sus ojos verde musgo miran todo con curiosidad y admiración. Da la impresión de ser muy frágil, pero nada más lejos de la realidad: es fuerte, ágil y le encanta corretear por los prados acompañada de su enorme e inseparable perra; a veces monta a lomos de ésta, como si de un poni se tratara, cabalga divertida entre la yerba y flores del campo hasta caer rendida, entonces niña y perra, echados boca arriba, permanecen largo tiempo hasta recuperar las fuerzas perdidas. Las pocas casas del valle están esparcidas y semejan diminutas motas blancas sobre un manto verde. Al caer la tarde, los campesinos regresan a sus casas con paso cansino y azada al hombro. Al cruzarse, se saludan amistosamente y, sin detenerse demasiado, reanudan la marcha. El día está muriendo, las primeras sombras invaden el valle y, Campánula, al darse cuenta de ello, se levanta de un salto yanima a Yorca para que la siga. -Vamos, Yorca. Se hace tarde. -Guau, guau - contestó la perra, y caminaba a su lado. Van despacio, pero ya en el último recodo, desde donde se divisa la casa, echó a correr y la perra tras ella. Llegó y empujó la puerta, entró como un torbellino, frenando en seco a un paso de donde se encontraban sus padres, fumando y leyendo él y bordando ella. -Hola papá, hola mamá. -Hola Campánula - ¿Dónde has estado? Ya es tarde- dijo su padre. -Hola, cariño-le respondió su madre. -Sí, lo sé. Estuve jugando con Yorca. -Anda, lávate las manos que vamos a cenar- pidió su madre. Se dirigió hacia el cuarto de baño canturreando bajito, cogió una dosis de jabón y comenzó a frotarse y frotarse las manos enérgicamente, se las enjuagó con el mismo ímpetu, poniendo todo perdido con el agua que esparció

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go se miraron entre sí, Sin decir nada más se abrazaron nuevamente. -Doña Lilia- interrumpió Juana- la cena está servida. -Enseguida vamos- contestó la señora. La cena transcurrió como otra noche cualquiera, nadie mencionó lo ocurrido momentos antes y tampoco nadie habló del tío Alberto. Todo aquello ya era pasado. Terminada la cena: -¿Puedo retirarme? - preguntó Campánula. y como los padres asintieron, niña y perra salieron del comedor camino de la terraza. Aquella noche, las estrellas brillaron más que nunca. Los días se sucedían. Campánula conocía cada rincón del valle, cada árbol y cada planta. Todos los animales eran sus amigos, no había un sólo vecino que no sintiera un gran cariño por la pequeña; para todos era motivo de alegría encontrarla por los campos, o cuando los visitaba. Ya nadie comentaba los interrogantes acerca de la niña, la amaban tanto que todo lo demás carecía de importancia. Un día se encontraba Campánula en la salita junto a sus padres, una suave música envolvía el ambiente, los tres estaban enfrascados, en la lectura cuando llamaron a la puerta. -Adelante- contestó don Alfonso. Inmediatamente entró Juana llorando y muy exaltada. -¡Oh, qué desgracia! - decía, y no paraba de llorar. -¿Qué pasa Juana, qué ocurre? ¡Cálmate! Doña Lilia se levantó y fue al encuentro de Juana, la cogió por los hombros y la sentó tratando de calmarla. -Cuéntanos. La pobre mujer hizo un gran esfuerzo y entre sollozos acertó a decir: -El niño, el niño de mi hermana está muy enfermo. Está muy malito, señora - y seguía llorando. La señora miró a su marido y éste se levantó diciendo: -Vamos, veremos qué se puede hacer. Campánula no se perdía detalle y con sus grandes ojos miraba a uno y otro. -Yovoy también. -No hija mía, - le impidió su padre- no sabemos qué tiene el pequeño. Es mejor que te quedes aquí.

La pequeña se dirigió a la terraza descubierta y se dejó caer sobre una tumbona. Yorea la imitó y se echó a sus pies. La noche era fresca, corría una suave brisa, pero a ella no le importaba; se acomodó y fijó su mirada en el firmamento. Mil estrellas titilaban en el cielo y Campánula se quedó extasiada; permaneció absorta mucho tiempo, nada de lo que la rodeaba logró distraerla en esos momentos; sólo el cielo existía para ella. La expresión de su cara era angelical y las estrellas cobraron mayor fulgor. -Señora, la niña se va a enfriar - dijo Juana, que se asomó a la puerta. -Sí, ahora la retiro yo, gracias Juana - contestó doña Lilia. Dejó pasar un tiempo y sólo entonces vino a donde la pequeña. -Vamos cariño, es muy tarde - le decía mientras la tomaba entre sus brazos. La llevó a su habitación y, después de ponerle un camisón de fina batista celeste, la metió en la cama. -Que duermas bien - dijo mientras la arropaba y le daba un beso en la frente. -Hasta mañana, mamá. Así se sucedían los días, todo transcurría mansamente, hasta que una tarde, cuando Campánula y Yorca regresaron a casa de su paseo vespertino, encontró a su madre deshecha en lágrimas y a su padre con grave expresión en el rostro. Tenía una carta entre sus manos y no dejaba de mirarla. Campánula corrió hacia ellos y los abrazó, pasándoles sus delgados brazos por el cuello de ambos. El cuerpecillo de la pequeña quedó entre los dos adultos y los tres quedaron unidos durante largo rato. -Mamá, papá. ¿Qué ocurre? -Hemos recibido carta de la ciudad y nos dicen que el tío Alberto está muy grave. Los médicos no hallan remedio - dijo el padre con la voz rota. La pequeña se separó ligeramente y mirando a uno y otro, les dijo con solemnidad. -No hay por qué preocuparse, el tío Alberto está fuera de peligro. Una gran nube verde ha descendido sobre él, ha penetrado en su interior y ha quedado sanado. No lloren, no hay motivo para estar tristes. Los padres miraron a la pequeña y lue-

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La runa no protestó, pero inmediatamente reaccionó y le pidió a su madre que esperase un momento. Salió de la sala corriendo y fue a su habitación, cogió un peluche, su osito preferido y, abrazándolo fuertemente, regresó a donde sus padres y Juana la aguardaban. -Toma mamá, dáselo al niño, le agradará - pidió. Presurosos llegaron a casa del enfermo, una gran tristeza se respiraba en el ambiente. El niño ardía en fiebre y verdaderamente su aspecto era preocupante. Se habían congregado muchas personas, entre familiares y amigos. La atmósfera estaba cargada. -Abran la ventana, hace demasiado calor aquí - pidió don Alfonso - creo que será mejor que no haya tanta gente en la habitación - añadió. Muy despacio comenzaron a salir, quedando solamente el matrimonio visitante y la madre del enfermo. -Pobre criatura - repetía doña Lilia mientras ponía paños de agua fría en la frente del pequeño. -Hay que avisar a un médico - sentenció don Alfonso. En esto, su mujer recordó el encargo de Campánula. Sacó el peluche de su bolso y se lo puso al niño entre sus brazos, éste se movió ligeramente y entreabrió los párpados por unos instantes. Doña Lilia no dijo nada. Don Alfonso salió a comprobar que alguien había partido en busca de algún médico. Tardaría en llegar y la dolencia del pequeño le parecía extremadamente grave. Las horas fueron pasando, todos continuaban allí solidarios con el dolor de los padres. De pronto ... -Mamá, mamá - llamó el niño, al mismo tiempo que extendía los brazos, pidiendo ser aupado por su madre. -¡Dios mío, Dios mío! - exclamó. -La fiebre ha remitido, creo que está mejorando - dijo doña Lilia. La madre salió a dar la noticia a todos los familiares y amigos que aguardaban. El júbilo fue general. Cuando llegó el médico, el niño jugaba feliz como si nada hubiera sucedido y se enfadó mucho. -Todas las madres son iguales, se alarman por nada - dijo.

Los vecinos del valle sabían que no había sido así. -Un ángel vela por nuestros niños - decían. Pasaron algunos meses, cada día con su noche, se deslizaba suavemente. Campánula crecía como todo niño crece y, el cariño que todos sienten por ella, mucho más. Su presencia era motivo de alegría y gozo para grandes y pequeños, jóvenes y viejos. Como una gacela correteaba por prados y montes. En casa, sus padres le enseñaban a apreciar la música y los libros. Un día, cuando iba a salir, su madre la retuvo. -Campánula, hija, espera un momento. Quiero hablar contigo de dos cosas, terminaré enseguida. Madre e hija, cogidas de la mano, fueron hacia la salita; doña Lilia se sentó en el sofá y la pequeña en el sillón de lectura de don Alfonso, frente a ella. Parecía una muñeca que hubiesen dejado sentada allí. La mamá comenzó: -¿Te has enterado de lo malita que está la anciana del molino? -Sí, mamá. -¿Y? -Nada, no hay nada que hacer, su ciclo se ha cumplido -contestó la pequeña. Se quedaron en silencio durante unos instantes. -Bien, hija. Otra cosa, papá ha recibido carta de la ciudad y le han comunicado que la próxima semana será el día señalado, el día esperado. -¿Para cuándo ha decidido papá la partida? -Para dentro de diez días. -¿Podré despedirme de los amigos? -¡Claro, cariño! No hay motivo para no hacerla. La niña se levantó y rodeando el cuello de su madre con sus brazos de muñeca, la besó en ambas mejillas. -¿Puedo irme ya, mami? -Sí, ve. Campánula salió dando saltos y jaleando a Yorca. Doña Lilia se dirigió al despacho de su marido. Mantuvieron una larga conversación, en ella decidieron comunicar a los vecinos del valle de los próximos acontecimientos, para evitarles mayores sustos y especulaciones in-

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útiles. También le comunicarían su proxima partida. Don Alfonso se encargó de visitar a todos y cada uno de los hogares del valle y a todos les afectó por igual las noticias de las que fue portavoz. Les disgustó la marcha de la familia y se asustaron sobremanera por lo del eclipse. Desde tiempos ancestrales tenían gran respeto por las señales del cielo. -Nada bueno puede augurar. Será un castigo - decían No comprendían cómo a pleno día puede hacerse de noche. Don Alfonso trató de explicárselo de forma que pudieran entenderlo, pero el miedo era mayor que su entendimiento. Vivieron días de angustia y la espera se les hizo insoportable. En la casa grande todo se desarrollaba con normalidad. Llegó el día esperado. Amaneció claro y luminoso, pero un gran silencio invadía el valle; el canto de los pájaros no se dejó oír como cada mañana, las aves del corral guardaban silencio y las bestias tenían miedo en la mirada. La naturaleza parecía de piedra, no se movía. Los vecinos tenían el corazón encogido y, como buscando protección, se dirigieron a casa de don Alfonso. De aquí y de allá, de cada casa, fueron saliendo como si de una peregrinación se tratara. Fueron recibidos en el jardín por el matrimonio y la pequeña con palabras de cariño y aliento y, a medida que los iban acomodando, les ofrecían que tomasen lo que quisieran de una mesa que habían preparado para la ocasión, doña Lilia, Juana y, cómo no, Campánula. Era una mesa larga, rectangular, cubierta de un blanco mantel, en ella había gran variedad de pastas, bizcochos, panecillos y toda clase de golosinas para los más pequeños. Varias teteras humeaban con diferentes infusiones, jarras de leche y otras de leche con chocolate había por doquier. Para los hombres, una botella de coñac. Tímidamente se iban sirviendo. Don Alfonso, cuando ya consideró que todos los vecinos estaban presentes, reclamó su atención: -Un momento, por favor. Lo que vamos a ver hoy no es muy frecuente, yo me considero afortunado de poder contemplarlo, por ello, permaneceré afuera. Si alguien prefiere estar en el interior, puede pasar, quiero que se sientan como en sus casas. Nadie se movió. Poco a poco fueron for-

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mando pequeños corros y hablaban entre ellos, muy bajito. Campánula iba de un lado a otro feliz, con todos hablaba y a los menudos entretenía. Desapareció por unos instantes para regresar cargada de juguetes que repartió entre los más pequeños. El momento se acercaba, don Alfonso tenía dispuesto su telescopio, doña Lilia estaba junto a él y un poquito más lejos estaba Campánula, sentada con un niño en su regazo rodeándolo con sus brazos: parecía la viva estampa de la maternidad. El nerviosismo y el miedo se reflejaban en los rostros de los campesinos. El cielo permanecía limpio de nubes y, lentamente, la luz del sol se fue apagando. Hubo un momento en que en medio cielo reinaba el día y en la otra mitad la noche, pero las sombras terminaron por dominarlo todo. La noche se hizo, las estrellas brillaron en el firmamento, las aves y todo animal terrestre estaban inquietos, los gallos cantaron como al anochecer. Los campesinos estaban sobrecogidos. Rezaban pidiendo clemencia al cielo. La mayoría de ellos no sabían qué hacer y algún que otro varón hubo que, sin poder contenerse, echó a andar campo a través. , -No teman, todo pasará y de nuevo el sol brillará. Tranquilos - rogaba doña Lilia. Don Alfonso seguía su observación telescópica y sólo separaba sus ojos del aparato para tomar anotaciones en su bloc. Para la gran mayoría, el tiempo que duró "aquello" fue interminable. Muchos, con los ojos cerrados, seguían rezando. Cuando todo pasó, don Alfonso los animaba. -Alegren esas caras, como han podido comprobar, no ha sido tan terrible, no nos ha pasado nada. -¡Ay don Alfonso! - acertó a decir una viejecita - si no hubiera sido por ustedes ... -Vamos, vamos. No ha sido nada, no tiene importancia. Uno de los campesinos preguntó: -¿Cuándo se marcharán? No sé qué vamos a hacer sin ustedes. -Si Dios quiere, pasado mañana - contestó doña Lilia. -No nos abandonen - rogaban otros. -No podemos, qué más quisiéramos nosotros. Hay responsabilidades que obligan - se lamentaba don Alfonso.

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Un murmullo general se oyó. Estaban acostumbrados a su presencia y no concebían la vida en el valle sin ellos, sin la alegre sonrisa de la pequeña. Poco a poco se fueron despidiendo y abandonando la casa. Después de la cena, cuando Campánula y Yorca abandonaban el comedor para dirigirse a la terraza, su madre le pidió que se pusiera una chaqueta. Había refrescado. Al día siguiente, ante la inminente partida, todos estaban muy atareados. Sólo se llevarían la ropa, los objetos personales y una gran cantidad de libros, pero la casa había que dejarla en condiciones: cubrir los muebles y distribuir a los animales entre los amigos. De todas formas, Juana cuidaría de la casa y del jardín. Don Alfonso se encargó de los libros y doña Lilia, ayudada por Juana, hizo el resto. Campánula, tan pronto ayudaba a su padre como a las dos mujeres. Iba de un lado para otro, incansable. Esa noche, durante la cena, la madre le aconsejó acostarse temprano pues a la mañana siguiente habría de madrugar. -Sí, mamá. Aquella noche su contemplación fue más breve pero más hermosa que nunca. Tres estrellas fugaces cruzaron el cielo. Al amanecer su madre la despertó. -¿Qué se oye, mamá? -Han venido a despedirnos, cariño. Se dirigió a la ventana y pudo ver que

todos los amigos se encontraban allí. Obedeciendo a su madre se fue a la cocina y le pidió el desayuno a Juana. Al terminar de comer se reunió con los demás. -¡Hola! Buenos días- saludó, entrando como una brisa mañanera. Otra niña se le acercó con un ramillete de lirios silvestres y se lo entregó. -Gracias - dijo, y le dio un beso. Don Alfonso, ayudado por Juana, cargaba los bultos en el coche que vino a recogerlos. Doña Lilia hablaba con un grupo de mujeres. -Encárguese de cerrar, Juana - dijo don Alfonso, entregándole las llaves - ¡Campánula! - llamó -, sube al coche. La niña, obediente, subió y, puesta de rodillas en el asiento trasero, mirando por el cristal, movía su mano en señal de despedida. Su padre se sentó al lado del conductor y su madre junto a ella, trayendo a Yorca consigo; Campánula, tan pronto acariciaba la cabeza de su perra como movía la mano en señal de despedida. Partieron. Los campesinos miraban apenados como los viajeros se alejaban. Entre lágrimas vieron desaparecer el coche tras las montañas. Hasta que no perdió de vista a los amigos, la niña no se sentó. Han pasado muchos años y desde entonces la casa grande no ha vuelto a ser habitada pero, aún hoy, sigue siendo la casa de Campánula.

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EL COMPRADOR DE SOLEDADES Nelson Calderón [iménez

Por el balcón de su habitación empezaron a colarse los sonidos de una calle que despertaba después de unas horas de silencio, era domingo y, como todos los domingos, la calle Ribera de Curtidores escondía los coches que todos los días la ocupaban y en cuyo lugar estarían los puestos de venta de mil y una cosas: artesanías, antigüedades, atrapa-sueños, pinturas; un colage de colores, de rostros, de artículos capaces de arrancar una sonrisa o una lágrima. El rastro había comenzado, Cristian supo que no podría dormir más, sabía de sobra que el bullicio del mercadillo iría subiendo poco a poco con el correr de los minutos y las horas. Le molestó. Se levantó de un salto y caminó hacia el balcón, miró desde los tres pisos que le separaban de ese micra mundo efímero que acababa de despertar. Era temprano aún, no había mucha gente, la mejor oportunidad para comprar la camiseta que le había hecho gracia: "demasiado sexo nubla la vista", estaba estampado en la parte del pecho y por la manera en que estaban impresas las letras era imposible verlas claramente. Cristian vistió sus ciento cinco kilogramos de peso y bajó las escaleras de su edificio con una agilidad que pareció impropia para su forma física, afuera el ambiente aún era fresco, pero no haría falta mucho tiempo para que el calor hiciera acto de presencia, deslizándose por las fachadas a chorros. Caminó al puesto donde sabía encontraría la camiseta con la tranquilidad propia de un domingo por la mañana. - ¡Demasiado sexo nubla la vista! ¡A seis euros, a seis euros! ¡Toa el día ciego, toa el día ciego!- gritaba un señor mayor que parecía sacado de una película de los años treinta, sin ningún color, pálido y simplón. - Una camiseta de esas, por favor. Sí, la de demasiado sexo, roja, la más grande que tenga. Se la midió, pero se sintió como una salchicha apretujada dentro de su pellejo sintético, se le marcaba cada uno de sus volúmenes, de sus curvas. El viejo descolorido

pareció darle matiz a sus arrugas con una sonrisa espontánea. - ¿No hay otra medida más grande? ¡Qué lastima! bueno, pues a ver si la otra semana la tienen. Un poco desilusionado se dedicó a caminar por entre los puestos de venta, no tenía nada para hacer, así que se detenía en cada uno con parsimonia, sin prisas. No quería volver al piso, a la soledad, al encierro. Se sentía solo, muchos amigos, muchas amigas, pero nada, la nada de un ser amado que aún no existía, que tal vez a esa misma hora caminaría sola por calles de piedra, caminos de tierra, jardines soñados, o quién sabe dónde. Cristian dio dos vueltas al rastro de arriba abajo, de izquierda a derecha, y no había visto una sola cara conocida. Se dirigía a casa cuando vio algo que le llamó la atención, un puesto que no había visto ese día ni nunca, en ninguna mañana de domingo. Era un puesto cuadrado como los demás, delimitado por una estructura metálica de cuatro verticales y cuatro horizontales en la parte superior, que creaban un espacio ausente de cosas para vender, cambiar o hacer cualquier tipo de cambalache. De los travesaños metálicos de la parte superior colgaban telas blancas por tres costados, dando independencia al lugar con respecto a los cubículos de venta vecinos. Un hombre se encontraba sentado tras de una mesa de madera rústica, como único decorado de aquel despoblado puesto de venta. Desde el primer segundo en que Cristian puso su vista en aquel local su mirada había coincidido con la de aquel hombre y no podía dejar de observarle, como si una arcana fuerza le impidiera dirigir sus ojos a otro lado. Cualquier esfuerzo fue exiguo. Cristian sintió que caminaba hacia el hombre con paso firme, como si un potente imán le arrastrara contra su voluntad. Cuando estuvo a diez centímetros del hombre, vio con detalle esa cara inexpresiva, vacía, que parecía no tener líneas, ni poros, y unos ojos de tonalidad gris.

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El tiempo se detuvo, el ruido de las gentes que compran, de los que venden y de los que simplemente caminaban se cortó de golpe. Cristian hizo un esfuerzo para ver qué pasaba, pero era imposible, para él, el mundo en ese momento era la inmensidad de la cara de aquel hombre, no había más. Silencio ...sólo silencio y dos pares de ojos que se miran, un par inexpresivo, el otro aterrado, turbado por la indefinible situación. - Tú me necesitas - la voz del hombre cortó el silencio como si un hacha partiera una sandía madura por la mitad. - ¿Por qué? - respondió balbuceante Cristiano - Porqueyo comprosoledades,ausencias, tristezas, y tú quieres vender o hasta regalar tu soledad. Pensarás seguramente a quién puede interesar una mercancía tan abstracta y a la vez tan pesada; pues yo soy la respuesta; tu respuesta. Cristian tomó un poco de fuerza en medio de su turbación y dijo: - Yo no quiero entregar nada, no estoy solo, mi vida está llena; pero eso a usted no le importa. - Claro que me importa, es mi negocio, y tú sí estás solo; estás lleno de despedidas, de gentes que no te recuerdan. Seguramente tu único amigo tiene sesenta por cuarenta y cinco centímetros y se llama televisión. A lo mejor tienes unos cactus agonizantes a los cuales nunca les echas agua porque crees que no es necesario; pero ellos la necesitan igual que tú. Déjame darte el agua fresca que tengo y tú dame ese lastre que ni acompaña, ni deja que nadie camine a tu vera. La situación era asfixiante, Cristian quería huir de allí, pero no podía. Una fuerza extraterrena había anclado sus pies sobre el suelo de aquel mercado dominical. No supo cuánto tiempo estuvo parado frente a aquel hombre que no paraba de hablar: - Contaré hasta ocho y ya no volverás a verme, tienes ocho segundos para cambiar tu vida o seguir rumiando ausencias, la balanza está en tu mano uno dos ... tres ...cuatro ... cinco ... seis ... siete och . - ¡Está bien, está bien, lo acepto! Estoy más solo que una ostra, no quiero estar así, te vendo mi soledad, te la regalo si quieres.

- No es necesario, te pagaré bien. Extendió su mano, Cristian se sintió libre por fin de aquel magnetismo que le impedía moverse y también alargó su brazo, pero antes de que ambas manos pudieran unirse, el claxon de un coche le hizo girar su cabeza a la izquierda y pudo ver una masa roja que estaba a punto de atropellarlo. Con un acto reflejo saltó a un lado de la calle para salvarse y se dio cuenta, para su espanto, que Ribera de curtidores estaba prácticamente vacía, que el rastro había concluido y sólo algunos comerciantes estaban recogiendo sus mercancías y desarmando la arquitectura efímera de sus locales. El hombre y su despoblado local habían desaparecido, ahora sí que estaba totalmente desconcertado. ¿Cómo podía pasarle algo así a él, que nunca en su puta vida había sabido lo que eran las drogas? Caminó a casa, diez pasos fueron suficientes, estaba muy cerca, subió las escaleras mecánicamente, su cuerpo estaba en piloto automático porque su cabeza le daba mil vueltas al extraño suceso que no sabía si había sido eso, un extraño suceso, o simplemente una alucinación veraniega. Al entrar en el piso un corrosivo vaho de soledad le dio la bienvenida. Permanecía intacta, tal como la había dejado, o a lo mejor, más recalcitrante que antes. Supo que no vendió nada, se rió de sí mismo; todo estaba en su lugar. El domingo siguiente se levantó temprano de nuevo a buscar la camiseta, pero tampoco encontró su talla. Con temor quiso buscar el local del extraño hombre, pero no lo encontró, definitivamente todo había sido una alucinación. Decidió darse un paseo por los lugares que tanto le gustaban, tal si fuera un turista que por primera vez visitaba la ciudad. Recorrió lentamente la plaza mayor como si contara en cada paso los adoquines blancos y negros que recubrían su suelo. Se tomó un helado en la Puerta del Sol; siguió su recorrido por la calle Alcalá hasta que finalmente se detuvo en el parque de El Retiro. Se sentó en la hierba a mirar la gente que caminaba, pero esta vez no sintió la punzada de la envidia cuando las parejas pasaban abrazadas por su lado; era una sensación extraña de no dolor, hacía .Ór

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mucho tiempo no se sentía como estaba ahora, no había tristeza, dolor o soledad, era como si alguien invisible le acompañara y compartiera con él un ancho silencio. La sensación de estar acompañado a cada momento empezó a perseguirle. Dejó de frecuentar a los conocidos que tenía, hasta terminar enclaustrándose entre las paredes de su vivienda. Nunca antes había estado tan solo pero sintiéndose tan lleno. Una noche, en medio de la penumbra de su habitación, le pareció sentir apretujándose contra su pecho el cuerpo de una mujer desnuda; en medio de la somnolencia de una noche de verano, y sin saber si todo era sueño o realidad, le hizo el amor al espectro que le hacía la visita, lo hizo una y otra vez, hasta que las paredes terminaron exudando el sudor de su cuerpo. A la mañana siguiente, cuando despertó, no sabía si había sido un sueño demasiado intenso o una realidad soñada. Los encuentros a la hora de los ciegos se repitieron, pero al amanecer, cuando despertaba, tenía en su interior la desazón de la incertidumbre. - ¿Existes o sólo eres una alucinación?

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- le preguntó Cristian a la sombra sin voz ni rostro que lo visitaba todas las noches. - ¿Existes tú, o eres un fantasma insomne mitad verdad, mitad mentira? Le respondió ella. - Claro que existo. - Pues yo también y, además, tengo nombre, me llamo Carolina. La noche en que rompieron sus silencios hablaron hasta quedarse sin voz, hasta que cada uno se desvaneció con la luz del sol. Por el balcón de su habitación empezaron a colarse los sonidos de una calle que despertaba después de unas horas de silencio, era domingo y, como todos los domingos, la Jiménez, una céntrica calle colombiana, se llenaría de los puestos de venta del mercado de San Alejo, una especie de zoco donde podrían encontrarse hasta los ojos de un murciélago albino. Carolina miró desde su balcón ese mundo que acababa de darle la bienvenida al día; esbozó una sonrisa, estaba alegre, porque tras una noche de buena charla con el espectro que la visitaba todas las noches, supo, sin temor a equivocarse, que verdaderamente había vendido su soledad.

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HADA CON VOZ DE AGUA Dulce García Borges

Algunos días los humanos necesitan un ser sin nombre o tal vez un ente a quien llamar en la oscuridad con un apodo antiguo o nuevo, para que ilumine el territorio que el atardecer enluta. Un ser mágico que asegure que el encantamiento y la ilusión aún son posibles. Hada sin nombre, un ángel pagano y terrenal. Que tenga una vitalidad irresistible, aunque aparente ser frágil. Que sea traslúcida, sugerente y divertida, poseedora de un afilado sentido del humor que pueda trocar en complicidad si ve a los humanos sombríos. Hada con voz de agua. Que se manifieste para animarnos a ser audaces. Hada que no tenga varita mágica ni alas ni gorro de capirucho ni traje azul o rosa; que sólo pueda ser percibida

al agudizar la mirada; que se encuentre en el mar, en los bosques, en los barrancos, vigilante en un árbol, oculta en algún camino, desordenando papeles o escondiéndose entre libros. Provocando siempre la búsqueda de huellas imposibles. Dispuesta a incitar siempre, para que se mezclen recuerdos deshilachados con deseos delirantes. Hada proclive para que, si se dan estos ingredientes, se presente y ayude a que se produzca el portento. Hada vestida de flecos de nubes, espuma de mar, serenada o llovizna y que, en tardes como ésta donde grises nubarrones parecen perseguir y acosar, ella revolotee incansable mientras deja caer semillas de luz.

Estrella azul. América Central. México.

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Experiencias Natalia Navarro Sosa La promoción y animación a la lectura desde la biblioteca municipal de El Paso.

María José Marichal García Donde los libros viven.


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LA PROMOCIÓN Y ANIMACIÓN A LA LECTURA DESDE LA BIBLIOTECA MUNICIPAL DE EL PASO. Natalia Navarro Sosa Nuestra experiencia en la promocion y animación a la lectura ha sido y sigue siendo muy satisfactoria. Los comienzos, como suele suceder cada vez que se inicia un proyecto, fueron muy duros. Sacrificamos mucho de nuestro tiempo libre en la organización de las acciones, en la difusión de las mismas y, muy importante, en conseguir apoyo institucional. Comenzamos nuestra andadura en el año 2003. La biblioteca pública ya contaba por aquel entonces con un buen fondo infantiljuvenil, una cartera de socios considerable, un espacio adecuado, una ubicación estratégica (1) y, nuevo personal, nosotras, con mucha ilusión por poner este proyecto en marcha. Cuentacuentos, poesía, exposiciones, teatro, talleres diversos, concursos y variantes de estas propuestas, fueron algunas de las actividades que desarrollamos durante los primeros años. Con una periodicidad quincenal, para no interferir con las actividades extraescolares. Focalizamos las acciones los viernes y, aunque no establecimos límites de edades, sí duración (en torno a una hora y media). Este tiempo nos permitía hacer dinámicas de motivación, contar y complementar con otras acciones. El primer año fue un éxito total, chavales de edades comprendidas entre cinco y diez años acudían regularmente a la biblioteca a la hora del cuento, al tiempo que aprovechaban otros servicios (consulta, lectura en sala, préstamos a domicilio ...) Generalmente, los más pequeños venían acompañados de hermanos mayores y esto nos impulsó a crear un espacio para estos también: el rincón del explorador. De manera que al año siguiente, todos los viernes dínarnízábamos la biblioteca, una semana para jovencitos, más hábiles en la lectura y otra para quienes empezaban a tomar contacto con ella, prelectores y primeros lectores. Cuentos clásicos y populares, historias y

personajes fantásticos, un poco de folclore y algunas leyendas fueron las temáticas que trabajamos con la etapa infantil, mientras con los exploradores, tocábamos temas más realistas. Al ser lectores "consagrados", ya sentían interés por el mundo que les rodea, de modo que aprovechábamos esto, para mostrarles libros informativos que podrían ser un buen complemento para el estudio, aunque no olvidábamos, "sugerir" otras lecturas y otros géneros. Desde el primer momento planteamos las acciones de la biblioteca como un complemento de las practicadas en casa. Involucrar a las familias era uno de nuestros principales objetivos ya que, formar lectores polivalentes y competentes capaces de leer cualquier texto independientemente del formato en el que se les presente, exige la implicación de los padres. Durante las primeras edades debemos trabajar en equipo: maestros, bibliotecarios y familia para despertar el gusto por la lectura. La mayoría de los participantes se mostró receptiva a nuestras propuestas y casi la totalidad llegó a integrar los libros y la lectura a su rutina cotidiana. Al tercer año, la afluencia dejó de ser tan constante. El movimiento de la biblioteca nunca ha decaído, verdaderamente eran muchos los usuarios del servicio y de forma progresiva cada vez van siendo más. Sin embargo, para las actividades de animación a la lectura, notamos un bajón considerable. Este hecho no nos desanimó, al contrario, iniciamos una campaña de marketing para promocionar los servicios en colegios, librerías, prensa, algunos medios de comunicación local y..., aquí estamos de nuevo. Todos los viernes con un aforo de entre veinticinco y treinta niños de edades comprendidas entre tres y seis años que acuden, con la merienda, a divertirse con historias diferentes cada vez y una batería de actividades que preparamos para introducirlos a ellos y a sus fa-

La biblioteca pública está situada en el centro del municipio, muy cerca de un CEIP y entre dos parques, punto de encuentro de la mayoría de los chavales del entorno. 1

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milias en el maravilloso mundo de los libros. En cuanto a la metodología, actualmente desarrollamos las sesiones a lo largo de dos horas. Como corríamos el riesgo de que los pequeños se cansasen, ya que es mucho tiempo seguido, dividimos la sesión en dos partes de cuarenta y cinco minutos cada una con un descanso de media hora para merendar. Empezamos, generalmente, con acciones de motivación y presentación, y es que, es raro el día que no aparece algún niño nuevo. De esta manera se integran mejor y se vuelven todos más participativos. A continuación, contamos o leemos, y mostramos, siempre, el libro. Podemos interiorizar la historia, hacerla más o menos extensa, dramática, cómica, etc., pero debemos demostrarles que parten de los libros. Les acercamos a los cuentos a través de la oralidad al tiempo que les motivamos para que amplíen sus posibilidades de lectura. En este sentido, actuamos como mediadores, les escuchamos y tenemos en cuenta sus intereses para intentar satisfacer sus necesidades. Todo esto se acompaña de una buena muestra de materiales en la que intentamos incluir títulos nuevos, a la vez que damos a conocer historias de siempre. Tras el descanso, cambiamos de actividad y hacemos la sesión más dinámica. Colorear o cualquier otra acción plástica nos permite que se relajen para terminar contando de nuevo. Hay ocasiones en las que el tiempo nos lo permite y los llevamos al parque. Aunque no sea el espacio de la biblioteca, este lugar poco convencional nos proporciona elementos que invitan a hablar, contar y a dialogar de forma más distendida. De nuevo hemos vuelto a involucrar a las familias y, a través de un boletín mensual, las invitamos a las actividades, sugerimos o recomendamos lecturas e incitamos a realizar ciertas prácticas en casa. En la actualidad no trabajamos más que con las primeras edades, pues la constancia no es fija en el caso de preadolescentes yadolescentes. Aunque las propuestas sean atractivas -y cito un ejemplo Taller de ilustración impartido por Rafael Vivas- ellos tienen otras

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Capitaneado

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prioridades e inquietudes que muchas veces se nos escapan. Sin embargo, estamos trabajando para integrarlos más en la dinámica de la biblioteca. Aspiramos, a que no sólo acudan a buscar lecturas, un espacio para el estudio o información para los trabajos de clase, pretendemos que la biblioteca sea para ellos un lugar de encuentro en el que compartir lecturas, debatir, intercambiar, ampliar o conocer otros géneros y temáticas. En definitiva, queremos contribuir al desarrollo crítico y literario de nuestros jóvenes. Cabe añadir, que también hemos promovido la animación a la lectura entre los adultos. Además, de ofertarles un variado catálogo de títulos y novedades con bastante regularidad, se ha dado cabida a un espacio para el diálogo y la lectura el Rincón de la Poestai') que ha congregado, mensual o trimestralmente a un grupo diverso de amantes de las letras para oír, hablar o intercambiar textos, opiniones ... Teniendo en cuenta que El Paso es un municipio de 7500 habitantes, grande en extensión, sin la población centralizada en un núcleo - al contrario, bastante dispersa en diferentes barrios- que hayamos "institucíonalízado" acciones, ofertado diferentes servicios y a la vez involucrado a las familias, ha sido un gran reto. Nos sentimos muy satisfechas y aspiramos a mantener esta dinámica al tiempo que invitamos a otras bibliotecas que no se hayan atrevido a emprender acciones como la nuestra.

por dos poetas locales, Carlos Pulido y Ricardo Hernández

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Bravo.


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DONDE LOS LIBROS VIVEN María José Marichal García

Transformación

La Biblioteca del realejero CEO La Pared se ha convertido en un ejemplo de cercanía a toda la sociedad. "v..Una biblioteca que es una reunión de libros agrupados y seleccionados, que es una voz contra la ignorancia; una luz perenne contra la oscuridad". En 1931 García Lorca pronunciaba estas palabras en su Fuente Vaqueros natal. Setenta y ocho años después, el "no sólo de pan vive el hombre" lorquiano es una realidad. El Centro de Enseñanza Obligatoria "La Pared", de Icod el Alto, en las medianías del municipio de Los Realejos, comenzó hace algunos cursos a inculcar en sus alumnos el amor por las palabras y los libros. El trayecto recorrido ha sido largo y en ocasiones los distintos equipos directivos han tenido que sortear innumera-bles obstáculos y vicisitudes, pero el reto era claro y el beneficio incalculable: mostrar a todo un barrio que los libros están vivos. La Biblioteca del centro es el lugar "donde viven los libros", sugerente título con que esta comunidad educativa acordó en el año 2005 denominar al proyecto de transformación de la antigua casa del conserje en una biblioteca cálida, cómoda, acogedora y moderna. Cada espacio fue aprovechado al máximo para que los textos no reposen sino vivan y atraigan a sus lectores. Cada niño, adolescente o adulto puede sentirse a gusto según el rincón que escoja. La iniciativa, sencilla pero ambiciosa, tuvo su recompensa un año después de ponerse en marcha. En 2006, el CEO La Pared y su biblioteca viva consiguió un reconocimiento nacional: el primer premio del Concurso Nacional de Ideas para la Mejora e Innovación de las Bibliotecas de los Centros Escolares, convocado por el Ministerio de Educación y Ciencia. El Gobierno del Estado convocó en mayo de 2005 este certamen "al que la directiva de docentes que estábamos entonces presentamos el trabajo que hemos realizado en nuestra biblioteca, ya que consideramos que era merecedor de dicho premio", comentó la máxima responsable del centro, Begoña González.

Una vez derribados varios tabiques y tras rellenar el hueco de la escalera, la cocina se convirtió en la oficina; uno de los dos dormitorios pasó a ser el espacio de lectura y juegos educativos para los alumnos de infantil, al que no le falta detalle: color azul, lámparas de estrellas, una luna y un banco con cojines y una alfombra para que los pequeños lean en el suelo cómodamente. La segunda habitación se ha transformado en sala de lectura para alumnos de primero y segundo ciclo de primaria, con cuatro módulos de estanterías. Frente a esta sala, una amplia zona está destinada a la celebración de actos diversos como exposiciones; junto a ella está el aula de las nuevas tecnologías, con ordenadores con conexión a internet y materiales multimedia. Justo al lado, una litera protagoniza los momentos de descanso de los más pequeños, quienes pueden utilizarla para disfrutar de sus lecturas con intimidad y comodidad "de forma que sientan que ésta es su casa". El amplio comedor, acoge la zona habilitada para los mayores, pintada de color amarillo y con estanterías, mesas y sillas para consulta individual, así como sillones de lectura. Pero el proyecto no son sólo una serie de obras. Se trata de un programa amplio cuyo único objetivo es "ofrecer la comodidad suficiente que nos permita realizar actividades para el fomento y la animación a la lectura, dirigido tanto a los alumnos como a sus familias y vecinos de Icod el Alto", aclaró la directora. Las instalaciones, tal y como están ahora, permiten acoger grupos grandes y reducidos, tanto infantiles, como juveniles y adultos que intervengan en actividades dramáticas, poéticas, mesas redondas, foros, cuentacuentos o juegos. También se incentiva a la investigación, pues la biblioteca está provista de mobiliario y fondos documentales específicos para cada uno de los grupos de edad citados. El pasado curso, además, se acondicionó un aula de lectura

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Toda esta ingente actividad, se ha visto reforzada con otros programas en los que se abordan asuntos de actualidad como aprender a animar a leer, han elaborado exposiciones temporales como: "El amor en la literatura"; "Mujer, ciencia y tecnología"; "La mujer en el siglo XXI"; en el que se trabaja la interculturalidad; el trabajo de investigación "Las mujeres de nuestro barrio": con el que se trata de conocer el papel de las féminas en Icod el Alto; el ciclo: "La tarde de las mujeres", una serie de charlas temáticas y talleres formativos para las madres del alumna do, en las que se trabaja la mejora de su calidad de vida y asuntos de su interés como la educación de sus hijos, el fomento a la lectura y la educación a través de ellas. Los programas "Los cuentos de nuestra vida" en el que las familias han sido invitadas a las aulas para que cuenten alguna historia o cuento; "El cuento del fin de semana" en el que los niños se han llevado lecturas para casa para leerlas con sus familias y luego las han compartido en clase, o el encuentro con autores como Cecilia Dornínguez o el certamen literario "Antonio Reyes", demuestran que el CEO La Pared ha hecho realidad un nuevo concepto de biblioteca, en el que tienen cabida no sólo los alumnos del centro, sino todos los vecinos del barrio con la intención de incentivar la participación de la familia y darle así una dimensión social al amor por los libros y la lectura, "ya que se trata de un lugar abierto, donde vive la cultura y donde viven los libros".

específica para los 13 grupos de Primaria, en la que los alumnos realizan actividades durante una hora a la semana.

Programas Para facilitar el acercamiento de todos, la programación sigue un orden horario, de forma que las mañanas están dedicadas a los alumnos del centro, mientras que las tardes está abierta para los talleres extraescolares de forma que puede ser usada por cualquier miembro de la sociedad icolaltera. En este sentido, la directora resaltó la implicación directa que en este proyecto han tenido la asociación de madres y padres, muy activa con más de doscientas familias implicadas; un grupo considerable del claustro de profesores comprometido en la autoformación, en la animación a la lectura y gestión bibliotecaria y la asociación de mujeres y de mayores de Icod el Alto.

Plan Lector El centro se rige por un plan lector que se aplica en todos los niveles y que permite que, mediante un sistema de turnos, todos los escolares puedan acudir semanalmente a la biblioteca. Esta morada de libros, es testigo y herramienta de un amplio programa de animación a la lectura con infinidad de actividades. Los alumnos realizan dramatizaciones de libros escogidos por ellos mismos; buscan finales alternativos; construyen rimas -práctica que comenzaron con los números-: exploran los monosílabos; construyen abecedarios; realizan lectura de cómics; han llegado a componer un poema ya aprendido basándose en las estrofas dadas de manera desordenada o realizan caligramas. Cualquier objeto de la vida cotidiana se convierte en un instrumento mágico dentro de este plan lector. Un ejemplo es el uso de todo tipo de cartas que lleguen a las casas de los pequeños, quienes las clasificarán y luego expondrán qué tienen en común. También realizarán un rompecabezas con palabras; sopas de letras, telegramas o tratarán de averiguar la finalidad de los títulos de los textos.

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Mnemósyne

COLABORADORES MARC LABERGE [Québec, Canadá). Es director del festival intercultural de Montreal. Profesor de universidad y fotógrafo. Ha publicado numerosos textos de creación en narrativa y es uno de los principales representantes de la narración oral en Canadá. LUIS PEPITO MATEO. Narrador oral. Cuenta desde hace 25 años en Francia, historias suyas, cuentos adaptados, sobre todo de estilo urbano. Narra situaciones imaginarias, distraídas, pero con un fondo bastante filosófico o social. Juega con las palabras para dar sentidos diferentes al pensamiento. Ha participado en numerosos festivales en España, América del Sur y Portugal. NELSON CALDERÓN. Nací en un valle de eterna primavera enmarcado por los Andes, miembro de una familia numerosa, con dos padres muy ocupados como para contarnos historias y ocho hermanos que tampoco se animaban. Ante ese vacío yo tomé la palabra y ya no la solté; desde ese día me convertí en el cuentero oficial de la familia. Pero mi casa fue el comienzo, porque a partir de ese tiempo llevé mis cuentos donde iba: al colegio, a la calle, a la universidad. Y fue en esta última donde en medio de la vegetación andina que la circundaba y al calor de un buen canelazo (tipo de queimada hecha con canela, piña y ron) inicie de forma consciente mi vida de cuentero. He actuado en teatros, cafés, librerías, bibliotecas, festivales, hospitales, cárceles y hasta en una boda en pleno altar y con el sacerdote al lado. He narrado además de en España (donde resido actualmente) y Colombia en países como Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay, Perú y Suiza. GRACILIANA MONTELONGO AMADOR. Pintora, forma parte del colectivo Viera y Clavijo de Los Realejos. Ilustradora del libro Drago. Además, es autora de los textos de las Noches de Terror del Festival Internacional del Cuento de Los Silos de 2007 y 2008. MARÍA JOSÉ MARICHAL GARCÍA. Nacida en La Laguna, es licenciada en Ciencias de la Información, en la rama de Periodismo, por la Universidad Complutense de Madrid. Fue redactora durante ocho años del periódico Diario de Avisos, en la Delegación del Norte de Tenerife. Entre los años 2001 y 2003 dirigió el gabinete de prensa del Ayuntamiento de Icod de Los Vinos. En la actualidad forma parte del gabinete de prensa del Ayuntamiento de Los Realejos. NATALIA NAVARROSOSA es Licenciada en Historia por la Universidad de La Laguna y Máster en Promoción de la Lectura (virtual) por la Universidad de Alcalá de Henares. Desde el año 2003 es la responsable de la Biblioteca Pública Municipal de El Paso. JUAN JESÚS PÉREZ GARCÍA. Es licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de La Laguna y actualmente es profesor de ESO de Lengua Castellana y Literatura. Es autor de diversos relatos y ha colaborado en el Festival Internacional del Cuento de Los Silos 2007 Y 2008. MARLEN REYES GÓMEZ es periodista y comunicóloga egresada de la ENEP Aragón de la UNAM. Es colaboradora de Radio Educación y Radio Red. Ha dirigido el área de comunicación y medios de Alfaguara Infantil y de Efecto Creativo A. C. DULCE Mª GARCÍA BORGES. Tuvo la suerte de que le sembraran cuentos desde la cuna, cree que este es el motivo de su afición a la palabra hablada y escrita. En 2002 obtuvo un Accésit en un concurso de cuentos. Además, es autora de los textos de las Noches de Terror del Festival Internacional del Cuento de Los Silos de 2007 y 2008. MARÍA COVADONGA TASCÓN GUTIÉRREZ. Diplomada en Profesorado de EGB, especialista en Filología francesa por la Universidad de Oviedo. Ha participado y coordinado diferentes cursos de perfeccionamiento en Lengua y Cultura francesa tanto en España como en Francia. Ha impartido cursos en Educación de personas adultas. Actualmente es profesora de Francés en la ESO. ANA ROSA CABRERA COELLO. Licenciada en Filosofía y Letras y Ciencias de la Educación por la Universidad de La Laguna. Actualmente profesora en ESO. Creo en la palabra, hablada y escrita, como crisol de encuentro del enriquecedor abanico de culturas. En él, disfruto. Al tiempo que me proporciona campos de libertad personal que jamás lograré recompensar. ERNESTO J. RODRÍGUEZ ABAD es Licenciado en Filología Hispánica y en Filología Francesa. Profesor Titular de Literatura española en la Universidad de La Laguna. Ha recibido varios premios de narración y de teatro y ha publicado cuentos y textos teatrales para niños y adultos. Es director del Festival Internacional del Cuento de Los Silos desde que se creó.

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Director: Ernesto J. Rodríguez Abad Sub director: Benigno León Felipe Secretario de redacción: Luis Alzola Fariña Consejo de redacción: Juan Jesús Pérez García Michael Zirk (Alemania) Benita Prieto (Brasil) Pépito Mateo (Francia) Marc Laberge (Canadá) Ana Costa-Lopes (Portugal) Rosa Calvo Fernández Andrés González Novoa Diseño y maquetación: Times Estudio Gráfico S.L.U. www.times-estudiografico.com Ilustraciones: Graciliana Montelongo Editor: Asociación Cultural para el Desarrollo y Fomento de la Lectura y el Cuento. Los Silos Impresión y encuadernación: Times Estudio Gráfico S.L.U.

ISSN: 1578-181X Depósito Legal: TF.1412-98

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