VISITA AL MONASTERIO DE LUPIANA 25 de julio de 2010
VISITA AL MONASTERIO DE LUPIANA LUGAR DE DONDE SALIERON LOS PRIMEROS MONJES JERÓNIMOS QUE POBLARON EL MONASTERIO DE GUADALUPE EN EL SIGLO XIV.
El dia 22 de julio, el Presidente de la Asociación Cultural “Amigos del Camino Real de Guadalupe”, don Antonio Dávila, fray Guillermo Cerrato, Prior del Convento de Guadalupe y quien estas páginas escribe, Ricardo Hernández Megías, Presidente de la Federación de Asociaciones Extremeñas en la Comunidad de Madrid, (FAECAM), mantuvimos una agradable entrevista con el Presidente de Extremadura, don Guillermo Fernández Vara, solicitando su ayuda para ampliar y divulgar el proyecto de poner nuevamente en funcionamiento los caminos reales que desde Madrid y Toledo eran paso corriente de los peregrinos que en los siglos pasados querían llegar a reverenciar a la Virgen de las Villuercas, Nuestra Señora de Guadalupe, patrona de las Españas y de Extremadura, seguramente la advocación mariana que cuenta con más fieles en todo el mundo, especialmente en la América de habla hispana, como consecuencia de la fe de muchos de los extremeños que participaron en la conquista de los territorios de ultramar. También la Virgen, a la que hasta no hace mucho tiempo los reyes de España –y de Portugal–, especialmente la Casa de Austria, tenían como faro de sus creencias religiosas, como podemos ver por sus numerosas visitas, prebendas y privilegios reales con las que cuenta el Monasterio desde los tiempos de Alfonso XI, como consecuencia de su visita a la antigua ermita, allá por el año 1330 y 1340, año en que venció a los moros en la famosa batalla del Salado, prerrogativas que fueron incrementadas durante los reinados de Enrique II y Juan II, siéndoles entregado el Monasterio y La Puebla “a los frailes de nuestro padre San Jerónimo, siendo el primer prior el muy reverendo padre fray Fernán Yáñez, quien continuó las obras de ampliación y terminó la iglesia, gobernando dicha Orden religiosa el monasterio durante más de cuatro siglos (1389-1835). La decisión de encomendar el gobierno de la Iglesia de Guadalupe a los jerónimos formó parte de la reforma eclesiástica emprendida por Juan I, siendo a final del siglo XIV el Santuario Mariano más famoso de Castilla por lo que la numerosa concurrencia de peregrinos hacía imposible las buenas normas de convivencia que se deseaban para dicho lugar sagrado. Pensando dicho rey que al estar en manos de una institución regular mejorarían las condiciones para imponer su autoridad en el vecindario de la Puebla, el día 22 de octubre de 1389 llegarían a Guadalupe 32 monjes procedentes de San Bartolomé de Lupiana, Monasterio del que se conservan todavía sus ruinas a unos 10 kilómetros de Guadalajara, siendo su primer prior, don Pedro Fernández Pecha, priorato que por humildad dejaría en manos de Fr. Fernán Yañez de Figueroa, natural de Cáceres, hijo de uno de los oficiales de cámara del rey Alfonso XI. RICARDO HERNÁNDEZ MEGÍAS
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