Isla Mocha: Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas

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Selecciรณn de mitos, relatos, cuentos y leyendas


Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio Secretaría Regional Ministerial Región del Biobío Carolina Tapia Krug Editor Investigador Iván Pérez Muñoz Dirección & Edición Digital Iván Pérez Muñoz / Susana Gatica Gacitúa Diagramación, diseño e ilustraciones Mauricio Valverde Sandoval Fotografía Patricio Rosas Barriga / Mauricio Valverde Sandoval

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Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas


Isla Mocha Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas Investigador Antropólogo Iván Pérez Muñoz Recopilación y Redacción de Narraciones Ancestrales y Contemporáneas Iván Pérez Muñoz Investigadores invitados Ziley Mora Penrose Eugenio Salas Olave Investigadores Cultura Alimentaria Alonso Barraza Saéz Carlos Beltrán Torres Corrección contenidos, texto general y transcripciones Pamela Guzmán Moncada Ricardo Riffo Cortez Corrección redacción chedugun Angela Morales Cariman

Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas

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Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas Investigador Antropólogo y Editor Iván Pérez Muñoz

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Nacido en 1967 en Concepción, mapuche pewenche, católico, hijo de Ana y de Pedro, casado con Pamela Cristina, hija de Osvaldo y María Angélica y con tres hijos: Matías (18), Julián (7) y Martina (5). Hermano de Álvaro y Viviana y tío de Luciano. Antropólogo de la Universidad Austral de Chile. ©Magíster en Gestión del Patrimonio y Turismo Sostenible de la Universidad Autónoma de Chile & Universidad de Córdoba de España. Diplomado Internacional de Especialización en Derechos Sociales, Políticas Públicas y Gestión Global de la Fundación Internacional Henry Dunant. Con más de 20 años de experiencia etnográfica y etnológica, relevando el quehacer de los pueblos y comunidades y en especial del pueblo mapuche, al que pertenece por descendencia materna. 16 años como perito de la Defensoría Penal Pública para asuntos indígenas, en temas relacionados con el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo de las Naciones Unidas. Coordinador de la Dirección de Estudios Sociológicos de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Gerente del Programa Estratégico de Turismo Histórico Cultural para CORFO (www. arauko.com) y team leader y gestor de la candidatura y premio en concurso Chile Emergente de la Revista Enfoque, con resultado de ganador nacional a Isla Mocha 2017 y a Cordillera Nahuelbuta ganador mesoregional el 2018. Director de la empresa de turismo Patagonia Arauko (www. patagoniarauko.travel) y Director de la consultora Glocal Chile (www.glocalchile.cl).

Iván Pérez Muñoz Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas

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Escultura / Eugenio Salas Olave - Escultor Patrimonial de los Chemamüll / Fotografía, Patricio Rosas Barriga

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Selecciรณn de mitos, relatos, cuentos y leyendas


“Faro Punta Sur“ / Fotografía, Patricio Rosas Barriga

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Índice de Contenidos

Prólogo / Armando Ortíz Rojas

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Presentación Seremi Biobío

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PRIMERA PARTE Contexto Patrimonial de la Cultura mochana · Perfil físico, geológico, histórico, lingüístico y literario

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· Patrimonio cultural y natural

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· Caracterización etnohistórica y etnológica de los

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habitantes originarios, los mapuche-lafkenche · Las nuevas generaciones de Isla Mocha. Aspectos

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socioculturales SEGUNDA PARTE Los grandes relatos y mitos del Período Ancestral · El misterio del mito de la Mocha está contenido en el

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nombre mismo · La Trempülkawe y el paso de los/as kimche

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· La leyenda del laberinto: el mito del Killchenmayeo

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· Creencias y mitología mapuche, asociadas al Más Allá

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· El ngen del bosque encantado de Isla Mocha

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· Un recuerdo para el corsario

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· Selección de Cuentos Eugenio Salas Olave

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Índice de Contenidos

TERCERA PARTE

pág.

Relatos marinos de Isla Mocha · La fiesta navegable de San Pedro

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· El comienzo de la aviación de Isla Mocha

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· El misterio de los naufragios en Isla Mocha y su vínculo con el Lago Llew-Llew

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· El velorio de Gonzalo Zúñiga con Tránsito, la viuda incluida

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· “Hasta el lunes dijo don Cata”

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· Los hacheros del bosque

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· El oro de los chinos

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Selección y adaptación de cuentos mochanos · El Buque Santiago y las historias marinas de Armando Ortíz Rojas

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· El Pino Huacho y la aparición de “el Diablo” bajo una granizada de cascajillos

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· Ricardo Hoppe el lobero más viejo de Isla Mocha

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Las nuevas Generaciones de Isla Mocha · El premio de San Pedro: El triunfo del niño Joaquín Astete

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· La historia de Tiare Varela, una joven líder ambiental

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Mujeres de la Isla Mocha · Enevadita Paola Riffo Riffo / Las recolectoras de luga de Isla Mocha:

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“Un tipo de cultura temporera”

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· Virginia González Campos Una Mujer holística en una Isla Mágica

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· Los Versos del Capitán de Lilian Vera / Presidenta Junta de Vecinos Punta Sur

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Patrimonio gastronómico y alimentario de la

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Isla Mocha La cocina de Isla Mocha / Alonso Barraza Sáez

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· Receta de Lilian Viviana Vera Pérez

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· Receta de Teresa Isabel Rivas Vera

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· Recetas de Susan Kuiny Alvarez Berrios

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· Recetas de Daniela Francisca Coelho Araya

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· Receta de Virginia del Carmen González Campos

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Cocina territorial mochana / Carlos Beltrán Torres

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· Receta de Nelda Moya Varela

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· Receta de Lucy Aguirre Moya

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· Receta de Sandra Muñoz

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· Receta de Elizabeth Moya Varela

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· Receta del cocinero Carlos Beltrán

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· Cocina colaborativa / Receta del cocinero Carlos Beltrán

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Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas de la Isla Mocha

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por Patricio Rosas Barriga · Bibliografía

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· Equipo y roles dentro del libro

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· Agradecimientos

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Prólogo Escribo el prólogo de este libro, pero también se me ha reconocido por su autor y el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, como curador de estos relatos ancestrales y contemporáneos, los que he cuidado y compartido cada vez que me fueron requeridos o tuve la oportunidad de relatar, porque la memoria viva es aquella que va de boca en boca y vence a la historia cuando es pronunciada por un niño o niña. Este libro es ante todo una caracterización de sus habitantes actuales, pero también una memoria de sus habitantes originarios, los mapuche - lafkenche. Estos contenidos son memoria de la tradición cultural vinculada a la Isla, mitos y leyendas; una recopilación de relatos pertenecientes a la tradición del pueblo mapuche de Isla Mocha. Este libro es también representación de las y los colonos, relatos diversos, descripción del imaginario y la herencia mestizacriolla en la Isla, la sabiduría culinaria de colonas y colonos, las especialidades gastronómicas introducidas, pero adaptadas en recetas locales, artesanía, costumbres populares, etc. Este libro es rescate y descripción del patrimonio natural de la Isla, su costa y su reserva natural, sus actores locales, empresarios/ as mochanos/as, informantes penquistas relevantes, la cultura y vida marina, es poner en valor a los actuales pescadores y

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recolectoras, y la extracción de los recursos vinculándolo a su vez con antecedentes históricos de los abundantes naufragios, Identificación y desarrollo significativo de leyendas y relatos respecto a cómo los actuales habitantes se vinculan con esos naufragios y su memoria -por ejemplo, dándoles suerte- o en sus fiestas. Este es un ensayo donde se asume la antropología, la historia y la literatura de la Isla como recurso patrimonial vivo. Es, ante todo, un relato integrador de la identidad local, con la función de restaurar la identidad perdida de La Mocha. En este libro somos nosotros los mochanos/as los verdaderos protagonistas de estas historias que hemos conservado, y que hoy están aquí esperando para que seas parte de esta cadena que requiere conocer esta identidad y generosidad para ponerla en la mesa de quien quiera conocerla, si es en la Isla cuanto mejor.

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Presentación Seremi Biobío La región del Biobío, dentro de su diversidad cultural y geográfica, posee un hermoso territorio insular compuesto por las islas Quiriquina, Santa María y Mocha. En estas localidades, los habitantes viven una cotidianidad distinta a las personas de la región, plasmado en costumbres propias de sus territorios, razón por la cual la Secretaría Regional Ministerial de las Culturas, las Artes y el Patrimonio de la región del Biobío, tiene el deber y orgullo de difundir, visibilizar y sobre todo, resguardar estas tradiciones, en donde el mar no está llamado a ser la barrera geográfica entre el territorio insular y el continente, sino al contrario, es el espacio, que nos permite recorrer y navegar por nuestra variada región. Mediante el programa Fortalecimiento de la Identidad Cultural Regional, trabajamos para contribuir a la descentralización de la cultura y las artes, con un componente de equidad territorial con el fin de lograr una ampliación en el acceso de bienes y servicios artísticos y culturales, dando cabida especial a territorios con menos oportunidades de participación artística y cultural, aislados geográficamente. El objetivo del programa es aportar un sello que rescate la identidad propia de un territorio, en una perspectiva de largo plazo. Las iniciativas deben responder a las necesidades, demandas y/o requerimientos del territorio, valorando y respetando la diversidad cultural de este y de quienes lo habitan. La implementación de este componente supone un trabajo mancomunado desde lo local a lo regional, de manera que permita el desarrollo endógeno de los territorios y sus comunidades. 14

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Este trabajo fue desarrollado entre el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, a través del programa de Fortalecimiento de la Identidad Cultural Regional, los habitantes del sector y el Investigador y Antropólogo Iván Pérez Muñoz, lo cual abre una tremenda oportunidad de fortalecer el acceso ciudadano al arte, la cultura y al patrimonio vivo, partiendo de la puesta en valor de la identidad de los territorios y su gente, como es el caso de Isla Mocha, “Amucha”, portadora de ricas tradiciones, belleza, riqueza de nuestra cultura mapuche lafkenche. “Isla Mocha, selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas”, es un trabajo que evidencia la importancia de la Isla y su aporte en el concierto nacional basado en su identidad. Son historias que se traspasan de generación en generación, y es bueno revisarlas constantemente para estar conscientes de lo que somos como personas, lo que somos como pueblo y el valor histórico del que cada habitante es portador. Carolina Tapia Krug Seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio Región del Biobío

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“Bosque mochano” / Fotografía, Patricio Rosas Barriga 16

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PRIMERA PARTE

Contexto Patrimonial de la

Cultura mochana

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Perfil físico, geológico, histórico, lingüístico y literario Vista al mar / Fotografía, Patricio Rosas Barriga

S

e encuentra ubicada frente a las costas

formación de pizarras del Paleozoico. La parte baja de

de la Región del Biobío, a unos 35 km

la Isla forma parte de la plataforma continental .

de la desembocadura del Río Tirúa.

La costa es en general baja, con arrecifes y roqueríos.

Administrativamente hoy pertenece a la

En el extremo sur existen pequeños islotes como el

comuna de Lebu. La isla se encuentra

Quechol, del Muerto, Docas, El Saco y otros menores.

físicamente visible desde la costa de la provincia de

Sus llamativos cerros están cubiertos de una tupida

Arauco y tiene 52 kms. cuadrados de superficie. Se

vegetación arbórea muy similar al denominado bosque

caracteriza por tener alturas moderadas, con playas y

higrófilo valdiviano que se encuentra en el continente,

zonas de vegas relativamente estrechas al compararse

con la notoria ausencia del género Nothofagus

con el bloque de cerros centrales que se distribuyen en

(roble), característico en los bosques de este tipo en

dos cordones paralelos a la costa.

el continente. La Mocha posee un clima templado y

La parte alta de la Isla está formada por dos cordones

húmedo.

montañosos que se distribuyen paralelos a la costa y

La relativa cercanía al continente permitiría incluirla

recorren la Isla de norte a sur. Estos cordones presentan

en la región Mediterránea perhúmeda del país. No

una accidentada topografía, con fuertes pendientes

obstante, el climógrafo revela la influencia oceánica

que terminan en una meseta de altura que alcanza

a través de la escasa oscilación térmica anual, la

hasta los 340 msnm. Esta formación derivaría de la

existencia habitual de precipitaciones durante el

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verano, y la humedad ambiental constantemente alta.

matices- a lo largo de toda su historia habitada.

Las precipitaciones tienen un promedio anual de 1350

A la postre, la relación entre lo occidental y lo insular ha

ml. de agua caída, y una temperatura media anual de

destacado que lo más señero y singular de la Isla Mocha

12,5 grados Celsius.

es su imaginario. Porque -aparte de su asociación con

Su ciclo climático muestra un leve período de aridez

la ballena Moby Dick de la literatura¹ -es reconocida

en enero, el cual se extiende hasta febrero en la región

tanto por los cronistas, por la historia, etnología y la

este, que recibe menos lluvia en los meses de verano

etnografía como el lugar donde la tradición mapuche- y

por estar protegida por la cortina de cerros. El período

particularmente por los primeros pobladores lafkenche-

de condiciones térmicas adecuadas para el desarrollo

imaginaban el juicio del alma y la “plataforma de paso”

vegetacional -su potencialidad vegetativa- prevalece

de las almas de los muertos. Esta estación escatológica

todo el año en la parte occidental, mientras que en

era destino obligado en el camino de las almas hacia el

la oriental dura solo 11 meses por ser agosto un mes

küllchenmayeu o künchelmaiwe (Guevara 1902).

semifrío.

Las aguas de la Isla Mocha se destacan como el hogar

La profundidad del canal que separa la isla del

del famoso cachalote del siglo XIX, Mocha Dick, la cual

continente –que prácticamente se habría secado por

sirvió de inspiración para la ballena ficticia Moby Dick

espacio de unas horas con ocasión del gran tsunami

en la novela de 1851 del mismo nombre, de Herman

del año 1960- no supera, en algunos lugares, los

Melville1.

16 metros. Con bastantes islotes, ha sido sitio de

Mocha Dick fue una gran ballena blanca que vivió en

múltiples naufragios, que en 500 años de historia se

la primera mitad del siglo XIX en las costas de Chile,

calculan en alrededor de 300.

conocida por su extrema fortaleza y por el elevado

En nuestra investigación pudimos capturar solo dos

número de embarcaciones que hundió.

voces, dos topónimos mapuche que aún dan cuenta de

Además del nombre propio del mamífero, este

su antigua condición de residencia de la comunidad

argumento suena familiar al que Melville desarrolla en

lafkenche, anterior a la mestiza chilena de hace poco

su libro, con el aliciente de que la historia de Mocha

más de cien años: Chinahue y Quechol.

Dick fue escrita 12 años antes que la del escritor

Este último vocablo, nombre de un muy tradicional

neoyorquino.

islote de caza, provendría de kechan, “arrear”, “lavar”

Corresponde a Jeremiah N. Reynolds quién escribiera

y de cholkün “desgranar”; es decir “lugar de arreo para

el relato que serviría de embrión para Moby Dick.

desgranar o esparcir” [una manada de lobos, en este

Reynolds, nacido en 1799 en Pensilvania, era un editor

caso]. Prima facie, y siguiendo a D. Quiroz (1997), es

periodístico y un amante de la ciencia y la aventura. A

probable que los lastimeros gritos de los lobos del

finales de 1829, realizó una expedición al Polo Sur junto

islote de Quechol pudieron haber sugerido las voces

a la South Sea Fur Company and Exploring Expedition

de las almas en pena en su paso al Más Allá.

que buscaban la localización y explotación de colonias

Con una superficie aproximada de cinco mil hectáreas,

de lobos marinos. Y en esa navegación llegó a la Isla

hoy es el territorio de alrededor de unas 800

conociendo los detalles de la ballena blanca.

personas, que viven principalmente de la ganadería, la agricultura, la pesca y la recolección de mariscos y algas, actividades bastantes estables –con obvios ¹ Historia que inspiró la novela Moby Dick de Herman Melville, publicada en 1851.

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Patrimonio cultural & natural “Detalle bosque mochano / Fotografía, Patricio Rosas Barriga a Isla es sin duda un verdadero santuario natural muy rico en biodiversidad. Por ello, la “Reserva Nacional Isla Mocha”, ubicada en la isla del mismo nombre, fue creada como tal en el año 1988, no obstante que el reconocimiento de la importancia de protegerla data del año 1979, año en el cual fue declarada Área de Protección. Tiene una extensión de 2.369,3 hectáreas. La condición de insularidad de la Reserva, ha determinado la existencia de especiales ambientes ecológicos y de alto valor científico, en los que concurren procesos naturales únicos y de alta fragilidad necesarios de preservar, así como formas de adaptación y de evolución de comunidades humanas en ambientes restringidos. Por ello, la Reserva posee una alta relevancia para la conservación de la diversidad biológica y de recursos culturales asociados en el contexto del Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado, según nos relata Jaime Herrera Rojas, Guardaparque de la Reserva Nacional Isla Mocha y orgulloso mochano. La edad geológica de la Isla Mocha es similar a la Cordillera de Nahuelbuta y de la planicie de Arauco. Vale decir, hablamos acaso de hasta cuatrocientos millones de años. En efecto, el cuerpo de la Isla está formado por un complejo de edad Miocénica, similar a

L

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la formación Ránquil de Arauco. Para esta formación se han descrito 139 especies de fósiles de invertebrados, especialmente moluscos. Debajo hay un conjunto sedimentario, de pequeño espesor, que corresponde a la formación Navidad del Mioceno, y donde las especies fósiles son escasas. Solo en el lado sur de la Isla se encuentran areniscas Pliocénicas, donde 34 especies de fósiles han sido descritas. El Cuaternario en la Isla está representado por depósitos de grava ubicados a una altura de 300 m y en las terrazas de abrasión que rodean a la Isla. La petrografía del lugar denota una pasada actividad volcánica en algún punto cercano. La Isla se ha visto afectada por diversos procesos geológicos en épocas recientes, los que han producido cambios geomorfológicos relevantes en ella. El más significativo ha sido el solevantamiento de sus costas, ocurrido durante o después de grandes terremotos, los que generalmente han estado acompañados por un Tsunami. Esto se puede comprobar también comparando la cartografía de las costas de la Isla antes y después de grandes terremotos, como por ejemplo 1835, 1837, 1960 y 2010. También debido a los terremotos, se han producido en la Isla derrumbes y grietas. En la Isla Mocha se pueden distinguir en forma clara dos valiosas formaciones vegetales: una en los sec-


tores bajos, constituida por vegetación litoral, praderas y matorrales; y la otra, por una formación boscosa nativa muy interesante por su estado de desarrollo. A esta última pertenecen los terrenos protegidos de la Reserva. La vegetación litoral, está constituida por plantas anuales y matorrales bajos, perennes, muy adaptados al viento y condiciones salinas, formando una faja cercana a la playa. Por su parte, las praderas y matorrales están básicamente constituidas por gramíneas y leguminosas, las que sirven de sustento para la masa ganadera de la Isla, encontrándose sectores con praderas bien desarrolladas, y otros en que ésta se ha degradado por el excesivo talajeo. En este sector existe además una formación de matorrales y bosque esclerófilo degradado, en el cual se encuentra boldo (Peumus blodus), maqui (Aristotelia chilensis), quebracho (Cassia estipulácea), ortiga (Loases acanthtfolia), natre (Solanum berteroanum), Baccharis sp y otras. Pero el patrimonio natural más notable es su bosque. Al ascender en altitud hacia la montaña, la vegetación tiene un notable incremento, tanto en su densidad como en la diversidad de especies. La composición florística de esta formación boscosa varía con condiciones microambientales fundamentalmente de humedad, relieve y/o drenaje. Así, desde el pie de la montaña, aproximadamente entre los 100 y los 300 msnm, se encuentran los siguientes estratos y especies arbóreas: Olivillo (Aextoxicum punctatum), arrayán (Luma Apiculata), pitra (Myrceugenia planipes), luma (Amomyrtus luma), meli (Amomyrtus meli), laurel (Laurelia sempervirens), tepa (Laurelia philippiana), canelo (Drimys winteri), tiaca (Caldcluvia paniculata), lingue (Persea lingue), pillo-pillo (Ovidia pillopillo), ulmo (Eucryphia cordifolia), sauco del diablo (Pseudopanax laetevirens). Con respecto a su fauna silvestre, existe una gran cantidad de avifauna, con alrededor de 102 especies en la Isla, tanto residentes como migratorias. Su alto número se puede explicar por la falta de depredadores terrestres. En la Isla existe una gran abun-

dancia de fauna introducida, a modo de animales domésticos o mascotas. Entre las aves cabe mencionar a las codornices, perdices, loros tricahues, choroyes, palomas, canarios y catas. Canarios, perdices y codornices ya han escapado en un buen número de sus jaulas, y los gatos domésticos es común que abandonen sus moradas y se internen, con lo cual alteran la fauna autóctona. Asimismo abundan las liebres y conejos. Por otro lado, la fauna marina es abundante en las inmediaciones de la Isla, a pesar de su continua explotación, encontrándose entre las especies más numerosas, las siguientes: corvina, congrio, pejerrey, erizos, locos y luga-luga. Desde el ángulo de los valores escénicos, la Isla Mocha es altamente relevante por la belleza de su paisaje natural, determinado por sus playas de arena muy blanca que contrastan con el azul intenso del mar que la rodea. Se encuentran por doquier, caprichosos arrecifes, roqueríos e islotes que en conjunto con la vegetación del bosque desarrollado en la zona montañosa, conforman un panorama de singular atractivo. Elemento particularmente valioso desde la perspectiva turística, son las emanaciones de gas natural que se ubican en la playa, susceptibles de ser encendidas cada vez que se le acerque un cerillo o encendedor. Además de la belleza propia de la Isla, existen otros aspectos que le añaden atractivo, como es la gran diversidad de fauna, específicamente aves, en la Mocha, con un gran número de especies como la fardela blanca (Puffinus creatopus), encontradas exclusivamente en la Isla Mocha y en Juan Fernández, dado lo cual presenta una particular conducta oceánica. También existe la presencia de un escorpión, el Bothriurus mochaensis, descrito como nuevo para la fauna chilena, y del sapito de Darwin. Estos, junto con lobos marinos, ballenas y otros, conforman una gran riqueza desde el punto de vista de la fauna dignos de conocer y conservar.

Perfil físico, geológico y natural de la Isla Mocha redactado, entre otros, con antecedentes de la Corporación Nacional Forestal (CONAF) y los estudios de Quiroz, D & Sánchez, M. Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas

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Caracterización etnohistórica y etnológica de los habitantes originarios, los mapuche- lafkenche. Contenidos de la memoria y de la tradición cultural vinculada a la Isla

“Y otro día salimos para seguir nuestro viaje, y al tercero día vimos la otra ysla en la cual tomamos puerto. Esta ysla se decía de Amocha. Está alta en medio y montuosa, y la falda rrasa y muy poblada donde se da mucho bastimento. Estará de la otra isla XXX leguas y ocho de tierra firme. Tendrá una legua de ancho y dos y media en torno. Ay más de ochocientos indios. Llegados a ella vinieron muchos indios y mujeres y muchachos, espantados de ver aquello que no avían visto. Y otro día salimos por la mañana, y luego vinieron los indios, y nos mandaron sentar, y que no pasásemos adelante que nos matarían. Mandó el capitán diésemos en ellos, y mataronés hasta catorce indios, y los demás huyeron, y perdiéronse dos señores, los cuales metimos en la galera. Y con el servicio que llevábamos cargamos los navíos de maíz y papas y fríjoles, que avía gran cantidad. Y fue que en la sazón que llegamos estaban diferentes dos señores que ay en aquella isla, y por esto no se nos defendió. Y como ellos en condición general

se huelgan del mal de unos y otros, no se confederaron, y ansi la tomamos seguramente. Aunque yo e andado e visto hartas provincias, no e visto indios más proveídos de bastimento y de mejores casas que en esta Isla. Mas no es de maravillar, porque es muy fértil la tierra. Y echo este salto y rrancheria, como acá decimos, nos hedimos a la vela, y nos volvimos a la ciudad.” Jerónimo de Vivar, 1558 ². La presente cita es la primera descripción que nos ofrecen los europeos de los habitantes de la isla. Y la relación comienza al más puro “estilo” conquistador: los españoles “mataron cerca de catorce indios” y apresaron a dos más y cargaron sus navíos con “maíz, papas y frijoles, que había en gran cantidad”. Es el primer dato que indica la existencia de población nativa mapuche con la presencia de dos caciques en Isla Mocha, dato que después será corroborado para el siglo XVII por Diego de Rosales. Por tanto, desde el inicio, la historia de los registros

²“Crónica y relación copiosa y verdadera de los reinos de Chile”, Jerónimo de Vivar, tomo II, Fondo Histórico y Bibliográfico José Toribio Medina, Santiago 1966. (página 22).

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occidentales de la Mocha dejan claro que –de acuerdo a la mentalidad de cruzada europea de la época- no había ningún interés por comprender al otro, por entender su cultura, su cosmovisión, las motivaciones internas para el vivir, los apoyos rituales para el morir, etc. Así, además con dos longko o caciques enemistados entre sí, menos le interesaba a los españoles saber “quién era el otro” para así eventualmente capturar algún otro rasgo de su imaginario. Una simple mirada que más se acentúa desde el aire, permite visualizar dos grandes espacios: uno plano o exterior, con playas y vegas, y otro interior o de verde monte nativo, cubierto de una todavía muy tupida formación boscosa propia del bosque valdiviano, con alturas que sobrepasan los 300 m. El clima es templado y húmedo; la pluviosidad y la temperatura se distribuyen con bastante uniformidad durante todo el año. Según estudios en contextos residenciales de

la Isla Mocha (Roa, Silva et al. 2015) denotan un aprovechamiento variado de recursos vegetales durante los períodos Alfarero Tardío (1000-1550 d.C.) e Histórico Temprano (1550-1687 d. C.) relacionados con el Complejo El Vergel y los grupos reche-mapuche de la Araucanía, respectivamente. La evidencia arqueobotánica de algunos sitios apunta al manejo de recursos vegetales tanto domésticos como silvestres desde hace al menos un milenio, ratificando la evidencia previa de maíz (Zea mays L.) y quinua (Chenopodium quinoa Willd.) para la Isla Mocha y complementándola con el hallazgo de poroto común (Phaseolus vulgaris L.), sin precedentes en los contextos arqueológicos de la Araucanía, pero mencionado en las crónicas.³ Los antecedentes recabados en terreno que se tenían de la historia de la isla entre 1550 y 1990 (Reiche 1903)⁴ nos dicen que había estado poblada por dos grupos étnicos, culturalmente diferentes: uno de adscripción indígena y otro no indígena, separados en el tiempo

³ Ver en: El aporte de Isla Mocha al conocimiento sobre el aprovechamiento de plantas con valor alimenticio en el sur de Chile (1000-1700 D.C.) Constanza Roa, Claudia Silva, Roberto Campbell. En “Actas del XIX congreso nacional de arqueología chilena”, Arica, 2012, aunque publicado en Julio del 2015. Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas

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“Olivillos Ancestrales” / Fotografía, Patricio Rosas Barriga

por un período en el que permanece completamente deshabitada (lo cual es dudoso y solo una hipótesis). En una primera época, entre 1550 y 1690, la Isla estuvo habitada, de acuerdo a los datos suministrados por cronistas y viajeros, por una población mapuchelafkenche cuyo número oscilaba, al menos entre 600 y 800 individuos. Obviamente este grupo habita la isla antes del 1550, como así lo atestigua abundante evidencia arqueológica, pero en ese momento no se podía determinar su antigüedad ni tampoco la posibilidad de la presencia de otro grupo que previamente la colonizara. Lo cierto es que los mapuche-lafkenche de Isla Mocha la habitaron hasta 1685, fecha en que fueron expulsados por las autoridades españolas (aunque tenemos la sospecha que grupos mapuche permanecieron en la 24

Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas

Isla, en el sector que hoy es la reserva). Las fuentes escritas existentes describen estas poblaciones sugiriendo la manera como se relacionan con los europeos. Es así como las relaciones que los mochanos establecen con españoles, ingleses y holandeses difieren enormemente entre sí. También, de la misma manera, la calidad de los datos es muy diversa. En una segunda época, aproximadamente desde 1850 la isla comenzó nuevamente a poblarse después de 160 años deshabitada (lo cual es debatible), con personas provenientes del continente, principalmente campesinos y pescadores de la zona central, traídos como inquilinos por el arrendatario de la isla. La Caja de Colonización Agrícola, que se había hecho cargo de la Isla en 1929, divide las tierras no montañosas


en 32 parcelas, entregándoselas a los descendientes de los primeros inquilinos y a empleados de la misma Caja. Al respecto, es interesante recordar que en agosto de 1920, la isla fue azotada por una violenta onda sísmica que alcanzó a producir también el numero de 32 temblores y acompañados por intensos ruidos subterráneos, que no se registraron en el continente.⁵ La población de la Isla Mocha en 1990 alcanzaba, según las estimaciones del último censo, las 860 personas. La escasa literatura que existe (Reiche 1903, Cañas Pinochet 1902) nos muestra que hipotéticamente ambas poblaciones habrían desarrollado estrategias adaptativas muy similares, a pesar de pertenecer a tradiciones culturales muy diferentes, sin que esto signifique adherir a una especie de determinismo ambiental. Como dato arqueológico importante, hoy se plantea la tesis de que los polinesios habrían convivido con los antiguos mapuche de la Isla. Científicos chilenos descubrieron huesos de una gallina polinesia cuyo ADN demostró ser de entre 1304 y 1424 d.C. Los huesos probarían que navegantes de Oceanía –que habrían traído las gallinas– habrían tenido contacto con América antes que los españoles. Resulta llamativo que el análisis genético de los huesos sea igual a los de la isla Tonga y no a los de Rapa Nui que están más cercanos. La Isla Mocha, descubierta en 1550 y luego reconocida en 1554 por J.B.Pastene, navegante italiano al servicio de la Corona de España, ingresa en la cosmovisión europea a partir de esa fecha y desde ese mismo instante se transforma en un punto clave para la obtención de suministros de agua y alimentos para navegantes, viajeros y corsarios que surcaban las procelosas aguas del Pacífico. Durante los siglos XVI y XVII, navegantes europeos provenientes de España, Holanda e Inglaterra

pudieron recalar en el bordemar de la Isla Mocha. Muchos de ellos dejaron relatos de sus navegaciones y encuentros, proporcionándonos diferentes visiones de los indígenas isleños. Siguiendo la síntesis de Quiroz ( 1997); los textos de los relatos de los viajes de Pastene (Cárdenas 1554, Bibar 1558); Hawkins (1556), Drake (Fletcher 1578); Van Noort (1602); Spilbergen (1619); las crónicas de los historiadores jesuítas Ovalle (1642) y Rosales (1668, 1670); y los documentos que se conservan en el Fondo Bibliográfico José Toribio Medina, para el período 1550- 1690, resultan reveladores. Ellos permiten no solamente construir un cuadro muy nítido del estilo de vida de los nativos lafkenche en Isla Mocha en los siglos XVI y XVII. Dichos restos, como lo atestiguan abundantes estudios (Quiroz, Sánchez, Zumaeta, etc.) hoy son encontrados en innumerables sitios arqueológicos en la Isla. Con ello, y gracias a todos estos antecedentes reunidos, podemos “percatarnos de la diversidad de perspectivas significantes con la que los europeos marcaron a los indígenas de Isla Mocha y comprender que la trascendencia de un estilo de vida es una utopía que pareciera depender del sujeto pensante”⁶. La Corona española desconfiará desde el primer momento de los habitantes de la Isla. Las acciones emprendidas por los corsarios cubría de apremios la incipiente población costera, lo que sumado a las amenazas de los mapuche continentales (que mantenían un constante clima de efervescencia en toda el área ya desde finales del siglo XVI), surge entre los habitantes de Chile la idea de despoblar la Isla Mocha, cuestión que se resolverá en ese sentido a fines del siglo XVII. Es así como tenemos una carta que el Gobernador García Hurtado de Mendoza le dirige al Rey de España

⁴ Reiche, C. 1903. “La Isla de La Mocha”. Estudios Monográficos. Anales Mus. Nac. Chile, 16: 1-107 ⁵ “La Mocha, la Isla de las almas resucitadas”, Alejandro Pizarro, Bolt. Museo Mapuche de Cañete, 1989, pp. 31-44. 6 En: La Isla de las palabras rotas, Daniel Quiroz, Marcos Sánchez Editores, Departamento de Antropología Universidad de Chile, Santiago, 1997. Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas

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Vista “Laguna Hermosa”, hoy por el cambio climático, la laguna se seca durante varios meses en el año. Fotografía Patricio Rosas Barriga.

Felipe II, escrita desde La Serena en 1556 (apenas dos años de reconocida), donde le informa y le sugiere lo siguiente: “…enfrente del estado y Provincia de Arauco, hay ciertas islas que la una se llama de Santa María y la otra de la Mocha y otras semejantes, estas islas tienen cantidad de indios y comida y muy buenos puertos y estos indios nunca quieren estar en paz [...] todas las veces que han entrado corsarios en la mar del sur han tomado en ellas el primer puerto y noticia de lo que hay en la tierra y proveídos de comida y agua en ellas [...]. Se podría mandar que los indios de estas islas de la Mocha y Santa María y las demás, se fueran sacando dellas y llevándolos a este término de La Serena [...] despobladas estas islas no hallarían los corsarios

el refresco y favor que hallan en los naturales dellas cuando entran en la mar del Sur, porque quitándoles la gente, cesaría el haber comidas y bastimentos en ellas (Manuscritos Medina, 28: 71)⁷. Estas peticiones serán escuchadas y atendidas casi un siglo y medio después, considerando la opinión contraria durante todo ese tiempo de los jesuitas (quiénes presentarán un proyecto de evangelización que nunca se llevará a cabo), los que finalmente también aprobarán la idea de trasladarlos al continente (siempre y cuando se los entregasen para evangelizarlos).

⁷ Publicado y extraído desde: La Isla de las palabras rotas, Daniel Quiroz, Marcos Sánchez Editores, Departamento de Antropología Universidad de Chile, Santiago, 1997.

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Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas


Las nuevas generaciones de Isla Mocha. aspectos socio culturales A pesar de que todo va en rápido cambio y transformación cultural, en los habitantes permanece esta sensación: “la familia mochana es unida, trabajadora, tanto en la mar como en la tierra…Un isleño es un ser de sacrificio, todo es como una odisea”. Tal es el juicio de Lilian, quien viniendo del continente percibe mejor las diferencias entre allá y la que ahora es “su” isla. Las nuevas generaciones, por influjo directo de las redes sociales globalizadas, si bien cada vez más miran y remiran al continente y sus mundos, conservan y de algún modo cultivan sentimientos de arraigo a su isla y su cultura. Expresiones típicas como “la echo de menos”, “pronto

A

quiero volver”, “no me hallo estando fuera mucho tiempo”, son algunas evidencias del lenguaje que constantemente los actuales mochanos deslizan en sus conversaciones y contactos. La población que actualmente la ocupa, nace de los primeros inquilinos traídos por los primeros ocupantes y luego arrendatarios de Isla Mocha hacia 1850 y su relación con el ambiente ha estado ligada a una historia que aún no termina. Los isleños desarrollan mecanismos adaptativos que les han permitido ocupar su isla y desarrollar un sentido de pertenencia muy marcado y singular. Perfectamente sería posible identificar y reconstruir una serie de genealogías familiares, tal como ya lo han intentado investigadores como Zumaeta y Quiroz (1992).

Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas

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En invierno la humareda de las cocinas que consume la leña que el guardaparque de CONAF autoriza tomar de los árboles caídos en los caminos de la montaña, señala la vida cotidiana apacible, amistosa y silenciosa, aparentemente indiferente a los acontecimientos que ocurren en el entorno. Sin embargo, -y ya esto lo observaba la investigación de Zumaeta en 1994- la velocidad de la información sobre acontecimientos locales demuestra el buen grado de contacto entre los habitantes. A excepción de las más recientes turistas de paso que se quisieron quedar y establecer, todas las familias que viven en Isla Mocha están unidas por lazos de parentesco, inclusive aquellas que parecen más indiferentes, que eventualmente podrían pretender negar los lazos. La vecindad de las viviendas no es, sin embargo, el único factor de contacto entre las familias, sino que actualmente se le suma la comunicación muy rápida e instantánea a través de los teléfonos celulares, el wathsapp y la radio, aunque esta última en franca declinación. Pero siempre algunas familias, al menos las entrevistadas, no abandonan el hábito vecinal de la visita física para la interacción, el encuentro de las fiestas locales, la actividad gremial de los sindicatos y la reunión social con ocasión de los días de pago de sueldos y subsidios estatales diversos y las actividades de trabajo temporal, como lo es la recolección de luga en verano. A pesar de los medios tecnológicos en poder de casi todas las familias, los isleños intercambian información con facilidad y gusto en los encuentros cara a cara, particularmente respecto a los hechos acontecidos cotidianamente. Dosifican la información y socializan y evalúan los acontecimientos de acuerdo a sus propios intereses, principalmente desde el parentesco, la escuela, las postas, la oficina del Registro Civil, el viaje al continente, el gimnasio de “La Hacienda” donde se congregan en los pagos, y también, en menor

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Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas

medida, desde las Juntas de Vecinos y el Sindicato de Pescadores, Algueras y Buzos Mariscadores. No obstante, observamos que en relevancia social, decrecieron drásticamente los encuentros de fútbol, otrora de alta interacción –llegó a haber hasta seis equipos en la Isla- a causa de haberse cedido el espacio deportivo comunitario en pro de la ampliación de unas salas escolares. Así, hoy día, el imaginario de la cultura mochana es fundamentalmente propio de la cultura chilena, no obstante sus propios aportes, sus específicos recuerdos y relatos muy vinculados a la realidad insular. Se aprecian conductas que con celeridad intensifican la dependencia con el continente. Si bien es cierto que antes de la modernidad (electricidad, telefonía celular, radiofonía, televisión, etc.) la autonomía productiva era casi total, hoy día el panorama es muy diferente. Se observan hábitos de compra muy vinculados a la cultura continental, con los mismos signos aspiracionales, propios del estatus; vale decir, la importancia asignada a los bienes de consumo, a poseer aparatos digitales, vehículos, electrodomésticos, etc. Muy pocas familias dan prioridad a sus huertas y cultivos de donde extraen los alimentos, dado la enorme facilidad de compra de los productos que trae y ofrece el almacén o minimarket. “Se perdió el trueque, la minga y el apoyo fraterno: solo cuando hay un enfermo grave aparece, donde a veces se les apoya con donaciones colectivas”, afirma la familia Astete, compuesta por Luis y Lilian, una de las excepciones en el tema de los cultivos agrícolas y ganaderos propios. Ellos a diferencia de la mayoría aún extraen de su parcela hortalizas frescas y orgánicas, a nuestro juicio, el camino a seguir en La Mocha para conservarlo como como paraíso del turismo nacional. Donde ellos también dan señero ejemplo es en la preocupación por una buena crianza de animales. Para subir la calidad del ganado y mejorar la cadena alimenticia, Luis siembra alfalfa, ballica para fardos,


Fotografía / Patricio Rosas Barriga.

trébol rosado. Así, puede guardar forraje para el invierno y brindarles las mejores condiciones a sus animales y a sus huéspedes que confían. Esta cultura del ganado nativo, tan reconocida en el pasado, se está perdiendo por comodidad –es más fácil comprar carne del continente- como también por dificultades con la conectividad, porque hasta hace muy poco existe una barcaza subvencionada. Antes habían abuelos parceleros que para ellos era común criar hasta 200 animales. También era muy famoso en el continente, en Cañete y Concepción, la apetecida y muy popular carne de caballo, la que se llevaba de los mataderos de la Mocha, y particularmente la muy exquisita, sabrosa, orgánica y fina carne del “cordero mochano”. Acaso lo más característico en las actuales generaciones es su cambio en la alimentación. La generalidad de las familias ya no consumen la propia

leche, ni fabrican la mantequilla ni el queso, ni siquiera de cuajada. “Se cuentan con dos dedos de una mano las viejitas que hacen su queso”, nos relata uno de los pocos agricultores de la Isla. Tampoco –particularmente los más jóvenes- consumen ni siembran lo que era tan típico antes: las papas, las arvejas, los zapallos, el cilantro. Asimismo, es muy sentida la crítica y la queja de los más viejos que con toda lucidez dan cuenta de este fenómeno de cambio en las actuales generaciones: “…éramos unidos en esos tiempos, a pesar de las diferencias las gentes de ambos lados se apreciaban. Había algo que hoy se perdió: cuidar los animales entre todos, la minga – y siempre la ayuda que venía de vuelta- ya sea para construir nuestras casas y para sacar papas. En los días de trabajo y en los días de paseos, almorzábamos juntos... Ay, quisiera volver a la vida antigua!”.

Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas

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FotografĂ­a / Patricio Rosas Barriga.

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Isla Mocha / SelecciĂłn de mitos, relatos, cuentos y leyendas


SEGUNDA PARTE

Los grandes relatos y mitos

Período Ancestral

Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas

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Fotografía / Patricio Rosas Barriga.

La Isla Mocha es un campo sagrado “La Isla Mocha es un campo muy sagrado. En los tiempos de antes vivieron los mapuche allí. Allá hay un cerro Treng-Treng en el que hacían ceremonia los antepasados, los que vinieron de la isla dicen que allí en el cerro hay una laguna de agua dulce. Uno se pregunta, la isla estando en medio del mar, han venido maremotos, cerros de agua y la isla flota, se eleva con el agua”.

Relato del Lonko Teodoro Huenuman Llancapan (1932 – 2013) Comunidad Anillen, Tirua 32

Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas


El misterio del mito de la Mocha está contenido en el nombre mismo

¿

Es que las almas se amontonan en Isla Mocha para resucitar? ¿Y cómo es el proceso de volver a vivir? ¿Debemos pensar que ese es el sitio donde el alma de los difuntos reencarna? ¿Allí se nos devolverán todos nuestros actos, uno por uno para ser juzgados? La Isla Mocha es el lugar más sagrado de la cultura mapuche pues allí ocurre el Juicio de las almas. El propio nombre de la Isla se nos aparece como el compendio de un gran mito. La propia palabra nativa de la Isla contiene en si propias raíces y significados, una síntesis de la principal “leyenda” que posee este insular territorio. El primer cronista del Reino de Chile, Gerónimo de Bibar, quien desembarcó en ella en 1550, formando parte de la segunda expedición náutica de Pastene, cuenta que los lafkenche llamaban Amucha a su isla. Según datos de Pizarro⁸ su nombre sería una deformación del nombre Amuchra, de am, “alma” y uchran, “resucitar”. Es decir, “resurrección de las almas”; y conforme a las creencias mapuche, las almas de los muertos cruzaban el mar desde el continente y vivían, al menos temporalmente, en aquella isla. Estos aportes de Keller estarían fundados desde los antecedentes de quien era, a inicios del siglo XX, una autoridad en el estudio de la civilización mapuche. Nos referimos a los datos de Tomás Guevara: “Creían asimismo, en otras ancianas, llamadas Tepulcahues que se transformaban en ballenas y podían conducirlos por el mar hasta la isla de La Mocha”⁹. Así, Mocha sería la castellanización deformada de Amuchura, ya que así llamaban los mapuche-lafkenche a la Isla Mocha.

Pero de este mismo nombre se derivaría una variante en su traducción. Así, el topónimo provendría de am, alma, Ütrul “amontonar” y de aretu, “conseguir algo para ser devuelto (la misma cosa)”. Ütrul también es apartar, y apartar también puede decirse Uchul. Es decir, “lugar donde se amontonan las almas para conseguir ser devueltas al destino (que les corresponde)”. Esta traducción obedecería a que allí es la entrada al Küllchenmayeo o küllchenmaiwe, el Otro Mundo, y por tanto, el lugar de antesala a la evaluación del alma, donde la Jueza divina, la Trempülkawe, realiza un severo test ontológico que permite conocer el destino post mortem del difunto o la difunta. Con la expedición de Pastene contamos con otro nombre, escrito por Juan de Cárdenas en 1544, escribano de la expedición de Pastene, también su descubridor español: “[...] y la isla se llama Gueuli y está a 38 grados largos, que a la ida la descubrimos el día del señor San Nicolás Tolentino, y por esto la nombramos la isla de San Nicolás (Cárdenas 1846: 46-47). Si gueli (de welin, weli, hacer lo contrario; welün, cruzarse con alguien, idea de pasar “pasar a otro plano” Wellilen: estar vacío, evacuado. Procede del verbo wellimün: vaciar) fuera una forma castellanizada de welin, estaría aludiendo a la idea de “pasar”; es decir de “paso a Otro Plano”. Pero Gueli también podría derivar del vocablo wellilen; “estar vacío”, “evacuado”, que a su vez procede del verbo wellimün, “vaciar”. La historia o la leyenda no dicha podría ir por algo que subyace al topónimo: “¿lugar donde el alma llega vaciada” o “donde se la vacía de todo lo que ella misma no es”? O tal vez, la etimología de Gueli sea derivación deformada de werin, “delito”, “falta”. Vale decir, admitiría, por ejemplo, la hipótesis de “lugar donde se juzgan y sanciona las faltas”?, traducción por lo demás bastante afín a todo el sentido anterior respecto al juicio del alma por parte de la jueza-ballena.

⁸ Datos de 1990 que consigna el profesor Carlos Keller. ⁹ Guevara, Tomás, Historia de la Civilización de Araucanía. Tomo 1: pg.265,1898, Santiago. Mariño de Lobera. Pedro. Crónica del Reyno de Chile. Santiago.9 Id. Nota 1. Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas

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Isla Mocha / Selecciรณn de mitos, relatos, cuentos y leyendas


Y allí, según la tradición, el balsero de los muertos hará

La Trempülkawe y el paso de los/as kimche

a todos/as una pregunta decisiva:¹¹ ¿Kopawimi kay? es la pregunta central del diálogo, que literalmente significa “¿te pinchastes con fuego”? una especie de tatuaje en los brazos hecho con las brasas del tallo de la linaza, pero la traducción literal debería ser: ¿entonces viniste?, porque para decir te pinchaste con fuego sería pidontukuwimi küxal mew?,pero el relato

E

l rito de paso final de la vida de un ser humano es el de la misma vida a la muerte o a esa otra dimensión de la que nadie ha regresado, pero que en todos los pueblos se ofrece como un premio

para quienes han sido dignos y justos. El mito lafkenche señala que la Isla Mocha es la escalera al Wenumapu o paraíso mapuche, al que solo pueden ascender los weichafe verdaderos, aquellos dignos de no ser hundidos en su viaje final, hundidos por esta anciana sagrada, la Trempülkawe. La síntesis del mito es que cuatro ballenas, permiten a las almas de los mapuche que mueren, llegar con su alma en fuego hasta la Isla Mocha¹⁰. El barquero o Nomtuve partiría desde la costa del continente, en la noche, en un sombrío wampo (balsa hecha con un solo tronco y de un remo), por eso nadie los ve.

fue levantado de esta manera y debemos respetarlo. La respuesta literal a la pregunta ¿Kopawimi kay?, sería: Kopawün: sí vine, y debiera escribirse como küpawün. Entonces el difunto/a, junto con mostrarle las marcas respectivas en sus antebrazos, debería responderle: Kopawün!. “Sí, me he autotatuado” y éste permitirá que suba al wampo y pueda ser interrogado por la Jueza suprema, la Trempülkawe. A ella no se le puede mentir, ni sobornar, y su carácter es a ratos violento con quienes no han vivido dignos, ni valientemente, arrastrándolos hacia los abismos del mar. Porque quienes no tienen deseo propio, son los witranalwe, “los que le han chupado el deseo del alma”. Serían, los réprobos, los perdidos, los esbirros del wekufe, del “mal forastero” y a la vez servirán de alimento instrumental del mal, del “demonio”. El demonio o wekufe, según la cultura mapuche-

¹⁰ En la mitología mapuche existe y se repite pues, con diversas variables, la leyenda de la Trempulkawe, Tumpulcahue, Tepulcahue, etc.) por el historiador nacional Tomás Guevara en 1898, después de ser citada por el jesuita Diego de Rosales, en el siglo XVII, durante la Colonia. Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas

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lafkenche, solo se lleva a los que no tienen ordenadas

en kimche cuando se va haciendo más sabio”. Para ser

sus partículas.

kimche se requieren los siguientes “componentes” en

Las cuatro ballenas (meli yene) son viejas mujeres,

el che que constituye el ser de un mapuche:

mágicamente transformadas en cetáceos, que realizan

•kümeche: ser gente buena

su tarea a la caída del sol de cada día, pero que ningún

•norche: ser gente justa

ser humano puede ver.

•Ad mogen (vivir de buena manera, acorde a las

Cada alma de los difuntos debe hacer una contribución

normas del admapu).

en llangkas –unas piedrecillas redondeadas y

•küpal: pertenecer a un territorio

agujereadas de color turquesa- “que los lafkenche

•küdawche: gente de trabajo

valoran más que los diamantes”, y que depositan al

•newenche: poseer fuerza espiritual

lado del muerto y utilizan para pagarle los servicios

Todos estos elementos integrados hacen que una

al barquero, que además oficia de Jueza de las almas,

persona sea o no sea kimche.

a veces pagara con sus ojos, los que serán sacados

¿Cuándo se forma un kimche?: “cuando se es justo,

por el Nomtuve y arrojados al mar para apaciguar la

buena persona, cuando tiene linaje, y un sentido de

Trempülkawe.

pertenencia”.

Es inmensamente significativo que sea la mujer la que

En la zona lafkenche se habla del inarümen, que es la

juzga si se debe pasar al paraíso o ir a las penumbras

sabiduría intrínseca de una familia o grupo de familias,

del mar, porque es la misma mujer la que en el mito

lo que hace que la persona sea más reconocida por lo

de la creación mapuche, el génesis mapuche, viene al

que hace, o dice.

mundo enviada a despertar al hombre, ese que cayo

El kimche es la integridad de todos los elementos, los

demasiado fuerte y ha quedado inconsciente, y así

que entrega de manera general al resto de la sociedad.

como lo único que no podrá despertar es la conciencia

Un kimche es kimche si ha sido justo, es kimche porque

de éste, es por esto que debe preguntar si vivió digno,

tiene buen comportamiento, eso lo dicen las personas.

justo y valiente y antiguamente todo hombre y mujer

Son cosas que se dicen por las relaciones con la gente.

mapuche debía haber podido pasar la prueba, porque

En teoría todos los mapuche deberían ser kimche algún

antiguamente todo hombre y mujer mapuche anciano

día, pero no lo son porque pierden alguna propiedad o

llegaba a ser un kimche, alguien sabio de la vida.

no tienen un buen inarümen.

Según Ivan Carilao¹² ser kimche “es parte de un

Ser kimche no es por autoadscripción, es algo que

crecimiento lógico de los mapuche, uno se transforma

entrega la comunidad por la forma de hablar y de actuar

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Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas


de una persona que tiene un territorio de donde viene

aportaba el conocimiento, en aquel entonces casi

(küpal), que tiene una relación con el entorno, alguien

todos eran kimche, ya que había un pueblo con

que tiene inarümen, es decir algo que decir acerca de

conocimiento, había un territorio con conocimiento y

sus antepasados que “lo hicieron así”.

era más fácil llegar a un kiñerupu.

Cuando uno reconoce a un kimche es porque tiene

Hoy son pocos los kimche, y los que quedan no han

todos los elementos, es justo, es buena persona,

perdido sus valores heredados.

sabio, da buenos consejos, un Kimche no puede no

Un kimche es una autoridad tradicional, como la

hablar chedugun o mapudungun.

machi o el longko, el kimche es el que transmite

Los kimche se reconocen porque mantienen el habla y

el conocimiento, son los preocupados de sembrar

los valores, con otro lenguaje pierde la esencia.

conocimiento.

“¿Si yo soy justo como podría graficarlo en otra lengua?,

Vemos entonces que la autoridad moral de un kimche y

y sin haber una forma de hacerlo ver, no seria”.

su rol de guardián de la oralidad y la tradición lo tienen

El kimche habla con relatos, no aconseja con sermones.

en alta jerarquía en la cultura mapuche y que su rol no

Si por ejemplo quiere aconsejar a los Carilao, debe

se confunde con el de un longko o una machi, pero a

conocer a los Carilao y les diría “tu bisabuelo, tu abuelo

la luz de la aculturación que sufre el pueblo mapuche,

y tu padre, no han tenido un comportamiento así, ¿por

su papel se hace vital para la sobrevida de una cultura

qué tú?”.

ágrafa como la mapuche y su aporte en el rescate de la

El kimche remite el relato histórico a una situación

lengua originaria se hace vital, más bien cuando ese

presente.

papel se desempeña con niños mapuche.

Se debe mencionar que un kimche está circunscrito a

Queda claro que la Trempülkawe supervisaba el paso

un küpal (territorio), pero éste puede transversalizar el

de los kimche, ya fuera peñi (hombre) o lamgen (mujer),

relato, ya que son los que mejor conocen el territorio.

un viaje que comenzaba con las primeras preguntas

Los kimche eran los que ayudaban y estaban siempre

por el fuego del alma, hechas por el balsero o Nomtuve

presentes cuando antes se juntaban en un territorio

al difunto/a: ¿Kopawimi kay?.

para establecer acuerdos. En la búsqueda del kiñerupu (un solo camino) se demoraban semanas en un parlamento, trawun, etc. El kimche era el facilitador,

11 Tradición recordada y narrada por el kimche Rosendo Huisca. 12 Iván Carilao es Kimche lafkenche de Tirúa. Entrevista del antropólogo Iván Pérez Muñoz, el 20 de febrero de 2015 en Tirúa.

Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas

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Fotografía / Patricio Rosas Barriga.

aquel recogimiento de las almas que se fueron

La leyenda del laberinto: el mito del Killchenmayeo

liberadas del cuerpo, estaría en la Isla Mocha. No obstante ello, también su ubicación podría estar, luego de la travesía y de las pruebas en la Isla, aledaño a algún volcán, en la región superior

del

cráter,

o

bien

en

su

interior.

El mundo inferior está situado simbólicamente en ¿Qué pasa con las almas en el Más

L

Allá? ¿Cómo se ingresa a ese mundo? ¿Qué le pasa al alma allí, qué es lo a

Porque se

que las

enfrenta? que

Killchenmayeo

traduce

como

Son

responde (tbn. “el

preguntas este

mito.

Küllchenmayew) Otro

Mundo”.

El Killchenmayeo es la morada de las almas desencarnadas, una Solo

sitio

“temporada” puede

ser

donde

para

al parecer,

aprender

visitado

y

pasan

progresar.

continuamente

por

los Am Püllü, las almas en proceso de volverse pellü

es

decir,

antes

de

ser

espíritu-pillán.

Moesbach aporta lo que habitualmente confirmamos en nuestra experiencia de campo: el sitio de 38

Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas

el interior de la Tierra, pero no en su centro, y para las tradiciones chamánicas las entrañas de la tierra son “entrañas” propiamente dichas, intestinos, küllche, con el sentido implícito de útero, matriz o seno materno. Estas con sus innumerables circunvoluciones son las que recorre el machi en su descenso (en el trance extático), y por esas mismas tripas salieron los primeros hombres (lliche) en uno de los ciclos cósmicos de la saga mapuche. Se trata entonces de las pruebas del laberinto donde si el alma no está clara, de seguro se pierde y extravía. Mayo Calvo relata la experiencia de un anciano que, estando muerto dos días, ingresó a esta morada buscando quedarse con su hijo, pero que luego de ver a la parentela antigua toda reunida allí, a la postre tuvo que devolverse, pues no era su tiempo.


Es acaso el siguiente lugar de residencia del alma,

de la madre. Según calificados ancianos informantes

luego de ocurrida las pruebas y las preguntas de la

-como el kimche Domingo Curaqueo, antiguo profesor

Trempüllkawe, la Jueza divina ya conocida que balsea

de antropología de la Universidad de Chile-, es ésta

a los difuntos a lomo de una ballena. Es un “lugar” que

la precisa morada donde ocurre el re-encuentro con

queda lejos, es en la “Otra tierra”, que tiene un orden

sus antepasados, con los que fueron afines de alma.

y un registro acucioso. Fermín, el anciano de la autora

Y pasan a ser miembros de una organización

citada, vio que el estricto orden del recinto, estaba a

conformada por grandes y poderosos “lof espirituales”,

cargo de “un caballero alemán que leía y escribía en

junto a la siempre presente Doble Pareja Divina que

unos grandes libros… y que llamaba y ordenaba a los

todo lo rige, los grandes ülmen, longko, filew, padres,

guardias de las diferentes secciones”. Los antiguos

y todos los familiares ya fallecidos, fundamentalmente

cuentan que tiene los mismos frutos que aquí, pero

del tronco paterno, donde también se encontrarán

que en ese lugar todo es más intenso y hay otros más.

junto a aquel malle (tío-pariente), el que por ser sabio e importante para su pueblo, seguiría guiando al alma

Por ejemplo, cuentan que hay kurü poñü (“papas

del difunto que allí ingresa.

negras”) muy heladas. A esta suerte de “Purgatorio” o, mejor dicho “estancia intermedia del alma”, llegan

Esta prestigiosa comunidad, y al cabo de un

todos los difuntos que, en vida, se han comportado,

tiempo, devuelve al difunto/a su pleno am (alma)

si no perfecta, en forma correcta, porque es el lugar

empoderada

de los antepasados, de los familiares difuntos

adquirir el poder y la categoría de Am Püllü.

y

purificada,

pudiendo

entonces

donde, de algún modo, será preciso re-aprender a convivir con ellos. Es interesante que la expresión

Es difícil llegar y encontrar el Killchenmayeo, porque

venga y proceda de küllche, “intestinos”, por lo que

solo después de mucho caminar logran los muertos

interpretamos que aquí son usados figurativamente

encontrar la senda correcta.

para designar el concepto de laberinto: en las antiguas grandes culturas nativas, los intestinos eran el signo

Aunque a algunos les es fácil llegar, ellos son los koná

del avance tortuoso y lleno de pistas falsas que es

valientes y sabios, los Ülmen y longko, están los otros

ese paso difícil entre la vida, la muerte y el Mas Allá.

que nunca encuentran la senda: son aquellos que han escogido el camino de la maldad como los kalku o

En el Mayeo, el otro componente lingüístico, se

“brujos”, o los traidores (yanacona) que traicionaron

encuentran todos los seres familiares, los Malle,

a sus guías, maestros, jefes, longko o üllmen

(literalmente “tío paterno”). Así, se le denomina

(“notables”).

küllchenmayeo, al lugar de ultratumba donde, luego de pasar las laberínticas pruebas de los poderes y jueces,

Esta categoría de gente réproba y “penitente”, a pesar de

el alma del difunto se encontrará con sus antiguos

que ellos saben que es casi imposible que encuentren

familiares, porque en ese lugar se juntarán todos los

la senda correcta, intentan y la buscan infatigable

mapuche, dado que allí se constituye la segunda vida

pero ciegamente. Y tanto buscan sus desesperados

eterna, la primera, dicen los kimche (sabios), ocurre

espíritus (püllí) que “con sus vueltas y vueltas son los

antes que la chispa del pëllü encarne en el vientre

culpables de los remolinos de vientos, los mewlen”. Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas

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estudioso de leyendas Alejando Cañas Pinochet

Creencias y mitología mapuche, asociadas al Más Allá

(1902), nos complementa con algunos elementos que luego Claudio Gay describirá con mayor detalle. Con todo, Cañas lo hace de este modo: “Los campos Elíseos de los indios chilenos estaban en La Mocha. La segunda vida era incomparablemente superior a la primera. Los que allá llegaban se ocupaban en el ejercicio de todos los placeres materiales de que habían disfrutado en la primera: cantar, bailar,

E

ntre los recuerdos orales de la Isla Mocha, de los actuales informantes de campo de la tradición de los ancianos lafkenche, hay algunos que han desaparecido o al menos no se encuentran muy fácil.

Aunque se repiten los tópicos ya suficientemente abundados, a inicios de siglo XX, el recopilador y

comer, beber, buenos licores en compañía de mujeres hermosas; era la concepción fantástica de aquel pueblo que ocupaba todas sus especulaciones mentales en la guerra contra el enemigo y el placer en sus formas diversas. La Mocha era, por consiguiente para el indio, el Paraíso.” ¹³ Con todo, este último autor, parece haberse inspirado

¹³ Alejando Cañas Pinochet, La Mocha, descripción de esta isla, Santiago, Imprenta, Cervantes, 1902.

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Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas


en la línea base de información que en siglo XVIII nos

Luego de repetir el mismo texto, en su recientemente

aporte el Abate Molina, en su tan famoso informe o

redescubierta y traducida obra (Milos, editor, 2017),

Compendio del Reino de Chile. El sabio ahonda más

Claudio Gay agrega otros detalles respecto a las

detalles del mito, describiendo el proceso de la prueba

leyendas mapuche-lafkenche.

y el modo de su sanción o castigo, toda vez que se trate de un alma no justificada:

Una de ellas es insistir en que la vida de ultratumba de los nativos de Chile es una prolongación

“Al instante que los parientes han abandonado al

intensificada de sus afanes esenciales de aquí; que

difunto, una vieja llamada Tempulcagüe, viene como

allá se reencontrarán con sus afectos, con sus mujeres,

ellos dicen, en forma de ballena, para llevarlo a los

reapareciendo las mismas características como el gozo

campos Elíseos, pero antes de arribar allí debe pagar

de vivir y la indestructible determinación patriótica de

allí el pasaje a otra pésima vieja, que ésta en cierto paso

defender su patria, afán tan determinante que como a

estrecho, la cual quita un ojo a los pasajeros cuando no

Odín, llevaría a quienes han sido guerreros a un otro

es puntualmente satisfecha. Esta fábula como se ve, es

espacio de nuevas batallas:

muy semejante a la del viejo Caronte, no porque haya sido copiada la una de la otra, sino porque la mente

“Otras tribus, por el contrario -y son las más numerosas-

humana, puesta en las mismas circunstancias, se

están convencidas de que todo individuo, sin importar

forma las mismas ideas”¹⁴.

su conducta en el pasado, irá a vivir a una isla al oeste del país, llevado por una ballena. Allí gozará de una

Todo lo anterior es extraído y complementado, además

felicidad eterna y pasará el tiempo dedicado a cantar

por los aportes que luego, cien años después de

y bailar en grandes festines, y más aún si ha muerto

Molina, agregará el naturalista y científico Claudio Gay:

en defensa de su patria. En tales casos –al igual que los guerreros de Odín, con los que comparten muchas

“Hacia su última estadía serán conducidos por una

ideas-, tendrán el privilegio de ir a habitar el espacio

mujer anciana que llaman Tumpulcahue, pero no existe

y continuar allí sus combates con las almas de los

acuerdo entre las tribus sobre donde queda ese lugar.

enemigos que también murieron en el campo de

Algunos piensan que está al este de las cordilleras, o

batalla….[ ]convencidos de que el alma conserva su

en la isla de la Mocha, donde tendrán que alimentarse

identidad y el cuerpo, sus hábitos, creen que no les

con papas negras, en un país frío, estéril y sin fuego,

faltará las mujeres y que volverán a encontrarse con

razón por la cual en el pasado se hacían fuego durante

todas aquellas que alguna vez poseyeron durante

un año sobre la tumba, y también sobre ciertas partes

sus vidas; solamente los solteros estarán privados de

del cuerpo del difunto, a modo de provisión… ¹⁵

ellas, razón de mucha aflicción y causa frecuente de los malones que hacen para procurárselas.”¹⁶

¹⁴ Compendio de historia Geográfica, Natural y Civil del Reyno de Chile, Abate Juan Ignacio Molina. Primera edición Madrid 1788, Pehuen editores, Santiago 2000. ¹⁵ En: Usos y costumbres de los araucanos, Claudio Gay, Taurus, 2018, Santiago ¹⁶ En: Usos y costumbres de los araucanos, Claudio Gay, Taurus, 2018, Santiago. Traducción y edición de Diego Milos.

Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas

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El ngen del bosque encantado de Isla Mocha

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Isla Mocha / SelecciĂłn de mitos, relatos, cuentos y leyendas

FotografĂ­a / Patricio Rosas Barriga.


L

a historia del arrayán colorado –que se le calcula en 600 años- es la historia de la presencia del ngen vegetal del bosque. Específicamente, se trata del ngen o “dueño” de los árboles o de los elementos del mundo natural en general. En la cultura mapuche-lafkenche, todos las lawen o plantas medicinales, todos los árboles, tienen un espíritu o püllü, sin olvidar que esto es extensivo a todos los elementos que forman el mundo mapuche. El ngen de los gigantescos kollimamüll o arrayanes del bosque de La Mocha, es el espíritu dueño de ese árbol en particular -o a veces, como sería nuestro caso, de todo un sector de árboles- en cuanto que todos los seres sintientes poseen una inteligencia dominadora, propia del colectivo de una especie o elemento. Así, todas las plantas o árboles de una tupida montañacomo es por ejemplo el enjambre de árboles y plantas de la Laguna del Huairavo- estarían cuidadas por un ngen específico, ya que así han sido dejadas a los hombres por los dioses creadores del ancestral mundo mapuche. Dicho espíritu protege al vegetal y lo vincula con otras realidades no ordinarias y no perceptibles para el ojo humano. Ello explicaría, por ejemplo el repetido relato de quienes cruzan el bosque de manera inconsciente, o se ponen a hacer actividades en el bosque sin pedirle permiso a este ngen del arrayán, se perderían, desesperados por encontrar la salida. Con mayor razón si se ha ofendido con actos inconscientes y sin respeto, al gran arrayan colorado, el que bien parece ser un ngen tutelar, es decir, el espíritu madre de los demás arrayanes. Fue el caso de unas jóvenes misioneras llegadas del continente, las que durante toda una noche deambularon asustadas al nivel del terror por no poder encontrar la salida del bosque, confundiendo los senderos que antes les parecieron tan claros. En ello también debe haber influido la realidad no ordinaria de la brujería, dicen los colonos nativos, dado que el huairavo es el ave predilecta de los brujos, para ellos desdoblarse astralmente y volar de incógnito, robando la energía de la gente. “Si no respetas a los arrayanes, ellos te castigan”, se escucha como sentencia precautoria en la Isla. Lo mismo ocurría con el ngen de la Laguna Hermosa.

Hasta el 2014, año en que se seca, algunos podían advertir al “Cuero”, una entidad viva que cuidaba la laguna cuando alguien la deseaba manchar o contaminar. Abundaron las historias de gente que fue atrapada o agarrada por el “cuero vivo” con la intención de ser sumergida, una fuerza que venía del hoyo más profundo de lo que fue la laguna. El nguen del bosque encantado de Isla Mocha cuida las almas de los cientos de lafkenche que resistieron y murieron el desalojo mandado por los españoles en el siglo XVII, en que expulsaron a los lafkenche por acusarlos de ser ayudistas de los corsarios y piratas ingleses y holandeses, estos fueron capturados y enviados a un destierro que fue un genocidio en lo que hoy es La Mochita en Concepción, pero muchos arrancaron al bosque y no fueron capturados y otros murieron en combate, hombres, mujeres y niños, jóvenes y ancianos, cuyas almas vivieron solas en la Isla durante 200 años, hasta que fue nuevamente poblada. El nguen no solo cuida las obras divinas de piedra, agua, y vegetales, sino que también a quien le invoca, tal como en el relato de Luz Mariñan ¹⁷: “Yo escuché un perrito ladrando y había escuchado que existían los nguen, y entonces me arrodillé y le pedí al nguen que me protegiera a mis niños y en la noche tuve un sueño en que yo pasaba por un camino con niebla y telas de araña y al fin pasé las telas de araña y la pase y mi mente quedó en blanco, y luego mi hijo estaba triste y le pedí por mi hijo y soñé que afuera de mi casa tenía toronjil y yo sentí que tenía que darle toronjil. Otra vez le dolían las muelas a mi hijo y soñé con la machi en un canelo y le eché después jugo de canelo y se le pasó. Le decía al guenchito que necesitaba esto o esto otro. El nguen es el dueño de la naturaleza, es el dueño del río, del lago, la cascada, es dueño de todo lo que yo pueda ver, sentir, tocar, y oler”. El nguen del kollimamüll, y todos los nguen del bosque encantado de Isla Mocha, te protegerán si les pides permiso para entrar (al bosque) y respetas la vida de los seres que viven allí y de la que éstos son sus dueños. ¹⁷ Luz Mariñan, relato entregado en marzo de 2012 en Tirúa al antropólogo Iván Pérez Muñoz. Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas

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Corsarios y lafkenche:

Un recuerdo para el corsario Cuento adaptado de una historia de Iván Pérez & Ziley Mora por Estela Drake. “Los mapuche-lafkenche fueron los dueños de la isla, antes que los colonos chilenos y antes que los españoles. El 25 de noviembre de 1578, y luego de un convulsionado viaje por el Estrecho de Magallanes y los mares australes, desembarcó en la isla el corsario inglés Francis Drake, buscando papas, raíces

B

uscando estar cerca de mi casa, pero

y guanacos. En ese entonces era un corsario que

lejos de todo; buscando ver encenderse

trabajaba para el servicio ultramar de la Corona inglesa

las olas; vuelo hasta la Isla Mocha.

y la Reina Isabel de Inglaterra, se vio en la necesidad

Me seduce la propuesta de una magia

–o quizá tuvo la mala idea- de desembarcar en la Isla

sin estridencia en sus senderos y arenas

Mocha para abastecerse de víveres”.

opacas; la promesa de un mar de fuego; la oferta de

La gente de la isla, ajena a los afuerinos, corsarios y

un silencio que ya casi no queda en el planeta. Todo

reinas, le dio el trato correspondiente a una “persona

eso me atrajo, pero reconozco que también me atrae el

non grata”; y allende otros desaires, Sir Francis Drake

saber qué paso con el mal llamado oro de los chinos,

recibió la herida que le dejó una característica cicatriz

ese tesoro encontrado silenciosamente en la Isla, la

en el rostro y casi lo deja ciego. Daño menor si se

verdad que no es el oro de los chinos, es el oro de Drake.

considera que dieron muerte a su cirujano, algunos

Allí lo puso el corsario en la larga procesión corsaria de

marineros que lo acompañaban y casi pierde él mismo

esconder, sacar, esconder, gastar… solo que esta vez

la vida.

no volvió….al menos ese Drake me digo a mí misma.

Se fue con una cicatriz que -político avezado- adornaría

10 minutos en avioneta: una ganga. Leo distraída en el

en un mito ostentoso que enarbolaría su valentía y la

avión algo sobre la Isla:

fidelidad a su reina.

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Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas


“Fue el corsario más temible del mundo en esa época

Aterrizamos.

y el segundo hombre en dar la vuelta al mundo… pero,

Respiro hondo y bajo con la ayuda del piloto.

de la Mocha se fue con lo puesto. Con lo puesto y una

-¿Usted es de acá? ¿De la Isla? -le pregunto todavía

cicatriz. Es brava la gente del mar. Y peor la gente del

inquieta.

fin del mundo…”.

-Sí señorita… ¿cuál es su nombre?

Con una risa nerviosa cierro el libro de tapas gruesas

-Estela, me llamo Estela.

y con la mano sudorosa, inconscientemente aprieto la

-Señorita, Estela... Por aquí … - Me indica el sendero,

cartera donde va mi carné de identidad. Quizás alguna

mirándome como esperando que complete mi nombre.

vez vi esto en Historia... No recuerdo, pero la memoria

Finjo mirar alrededor para poner fin al diálogo. Con eso

está hecha más de olvidos que de recuerdos. ¿Como

alcanza. No necesita saber que me llamo Estela Drake.

andará de rencores la gente de La Mocha? Me pregunto.

Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas

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Isla Mocha / Selecciรณn de mitos, relatos, cuentos y leyendas


Selección de Cuentos

Eugenio Salas Olave

Pintura “Kolli Mamull“ del artista visual / Eugenio Salas Olave

Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas

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Weulliche, el antiguo nombre de la Isla Mocha Relato del Ñidol Lonko Juan Segundo Huenupil Nahuelpan (1933-2008). Comunidad Comillahue, Tirua. “La gente antigua contaba que esta parte del mar, parecía un río, era tranquilo; ellos se iban en wampo para la isla, así decían los mayores. El wampo lo hacían de la madera de laurel. Al trozo le sacaban toda la parte de adentro con hacha y azuela de mano. También ocupaban el coipu, una especie de azuela curva. Con estas herramientas y mucho trabajo tenían su canoa. Escuché decir en mi juventud que, más antiguamente, el wampo lo hacían quemando la parte interior del tronco, porque no tenían herramientas de fierro. Luego que tenían el wampo, venían los remeros, se les llamaba paleteros: cuatro por lado. Y salían remando para la Isla Mocha. Ellos iban a buscar el boqui para hacer la era, para trillar. Una vez escuché decir a mi abuelo que se contaba que a los lonko importantes los llevaban a sepultar en la Isla. Yo nunca vi eso, pero escuché que los viejitos lo contaban. Por eso los antiguos decían que la Isla Mocha, se llamaba Weu lli che, lo que los antepasados conquistaron, porque ellos vivieron allá desde tiempos antiguos.”

Zahuenco, el chanchito fantasma

un sendero; de pronto vi un cerdito pequeño que venía frente a mí. Traté de tomarlo, pero pasó en silencio por entre mis piernas, y de nuevo regresó para pasar de entre mis piernas y así tres veces, sin que pudiera tomarlo. Al fin pasó delante de mí y se perdió en un matorral cercano a solo unos metros delante de mí. Se perdió y no se vio más; cuando conté esto me dijeron, es un chanchito fantasma”. Nota correctora chedugun: Preferir Zañweko por Zahuenco.

Nacimiento de los arenales y el enojo del lafquen mapu Relato del Ñidol Lonko Juan Segundo Huenupil Nahuelpan (1933-2008). Comunidad Comillahue, Tirua. “Dicen que salieron dos hombres del otro lado, de la isla salieron. Llevaban arena y piedras en su embarcación; salieron decían en dirección al norte y luego se acercaron a la orilla. Decían que la arena la tomaban con sus manos, en puñado y la iban arrojando en montoncitos en las orillas del mar, así se formaron las playas y los arenales. Donde dejaron poca arena hay playas chicas, donde dejaron más arena hay playas grande, arenales y dunas. Las piedras que llevaban en el bote las fueron arrojando en el agua, en medio del mar. Por esto dicen que las aguas empezaron a moverse y el mar desde ese tiempo está siempre enojado.”

El Witranalhue de la Isla

Narrado por Don Jorge Aguirre Aguirre (1959), pescador artesanal Isla Mocha.

Narrado por Don Juan Varela (1929). Lobero, Isla Mocha.

“Esto sucedió hace muchos años, yo vivía en la parcela 3, era de noche, como las 23 horas más o menos, estaba claro por la luz de la luna. Iba caminando en

“Una vez íbamos con un vecino y amigo a pescar al lado sur de la Isla. Íbamos por el camino, cerca del lugar en que naufragó el barco Santiago, entonces delante

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Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas


de nosotros vimos un marino, un hombre vestido con chaquetón largo de marino. Este hombre pasó a la playa, se acercó al refugio de madera, que tenían los pescadores y allí se nos perdió, nosotros curiosos por la visión del marino, nos acercamos al refugio, con la seguridad de que estaría allí. Al llegar al lugar, no había nadie, había desparecido, así supimos que era una parición. En otra ocasión, andábamos pescando, se había oscurecido recién. De pronto cerca de nosotros vimos un hombre pescando, recogía su lienza y la tiraba de nuevo, así por un rato. Lo veíamos agacharse y moverse, así estuvo un buen rato. Nosotros estábamos a unos 50 metros, nos acercamos para saber quién era. Cuando estábamos a unos 10 metros le hablamos, saludándolo. En eso se desapareció y no se vio más”.

La llorona del pino huacho Narrado por la Señora Elizabeth Moya Varela (1957), Isla Mocha. “En el lado sur de la Isla, en un sector llamado Pino Huacho, se aparece la llorona; algunos dicen que se ve esa alma en pena; porque allí está enterrado un tesoro. Mi madre Delia Varela Duran, me contó que ella sabía de esto, que siempre la gente decía que en ese lugar, cerca del pino huacho salía una mujer en las noches. Era una vieja que andaba montada en un caballo, siempre vestida de negro y se le escuchaba llorar. Aunque la aparición de la llorona se veía en cualquier parte de la Isla, era más común verla en el pino huacho. Mi mamá contaba por mucha verdad que una vez la llorona se subió al anca del caballo de un hombre que pasaba por el lugar. Este huyó con la mujer montada llorando, asustado y contó lo sucedido a otra gente de la Isla. También se contaba que la llorona aparecía al atardecer, y en las noches, y que si encontraba a algún niño se lo llevaba”.

Nomtuve Versión de Eugenio Salas Olave, Investigador “Karkulabken, es la isla de la gente tramontada, los que viajaron a la tierra que flota sobre el mar y que no puede ser inundada por la furia de Kay - Kay, la tierra que crece como un Tren Treng, desde los primeros tiempos. Sabemos por tradición que cuando una persona va a fallecer, su alma sale del cuerpo al anochecer y va al mütruntue, un cerrito que está en el borde del mar y desde allí grita hasta la Isla, pidiendo un wampo que lo venga a buscar porque pronto va a morir; cuando grita, la gente sabe que alguien va a fallecer. Algunas personas fallecidas pueden ser transportadas a la Isla de los antepasados; los que no tienen fuegos, los que son muy materialistas, los que solo se preocuparon de las riquezas terrenas no pueden ser tramontados. Así decían los antiguos. Dicen que cuando fallece una persona con fuegos, su alma llama pidiendo transporte; desde la Isla lo escucha el Nomtuve (el que transporta los difuntos), quien, sube a un wampo (embarcación o canoa hecha de un solo tronco, con un remo o paleta) y viaja en dirección a la costa, al lugar en que se encuentra el difunto; éste es un viaje de noche, por eso la gente no puede verlo y antes del amanecer ha llegado al lugar donde le espera el difunto. Cuando lo ve, le saluda con la amabilidad acostumbrada de los mapuche antiguos: mari, mari peñi o mari mari lamuen, según el caso; ¿Kupawen mi kae?: ¿te hiciste la ceremonia del fuego?. Mari, mari peñi; inche kupawen y en señal de estar preparado, extiende ambos brazos y sopla, encendiendo hasta cuatro fuegos en sus antebrazos, frente a Nomtuve; que observa con serenidad al difunto. Está bien peñi, dice

Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas

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Nomtuve, puede subir al wampo.

del mar, la Trempülkawe pedía el pago del collar de

Se inicia así una travesía tan peligrosa como bella, el

llanka, después de un rato regresaba, amenazando

viaje a la Isla de la gente tramontada, para encontrarse

con llevarlo al fondo mar, la única forma de proseguir

allá con sus antepasados y con el fuego que nunca se

el viaje era que Nontufe buscara su cuchillo de plata y

apaga.

con él le sacara un ojo al difunto y así pudiera llegar a

Está a punto de amanecer, el difunto se tiende sobre

la Isla.

el wampo, viaja con los ojos abiertos, descansa; lleva

Contaban los abuelos que cuando el difunto tenía un

en su pecho un collar de llanka (piedras) redondas y

solo fuego era muy difícil que Nontufe quisiera llevarlo,

verdes: Nomtuve observa el mar, todo está en calma.

le pedía que le contara la historia de su linaje, de su

A la distancia una mancha oscura, azul, como una

lob, y la historia de su pueblo; solo así le permitía

ola se acerca; allí está yene, la ballena, la dueña

subir al wampo y aún así el viaje era inseguro, porque

de las profundidades y sobre su lomo montada la

el mal humor de la Trempüllkawe le haría pagar su

Trempüllkawe; una anciana malhumorada, de cabello

atrevimiento. Cerca de la mitad del mar aparecía la

blanco y largo, de rostro imperturbable, se acerca al

ballena y en su lomo la anciana malhumorada, con

viajero, preguntando a Nontufe quien es el difunto?,

su pelo largo y blanco; daba una vuelta alrededor del

de que lob ha venido?; tiene parientes tramontados?;

wampo, verificaba el fuego encendido; pero regresaba

tiene los fuegos encendidos?; la ballena gira, rodea el

cuando los viajeros iban en medio del mar. Allí Nontufe

wampo; en los antebrazos del difunto los cuatro fuegos

sacaba el collar de llanka desde el pecho del difunto

siguen encendidos, la ballena y la Trempülkawe se

y lo arrojaba al agua, se escuchaban las piedras al

alejan; los viajeros siguen el viaje sin contratiempos.

caer y con esto proseguían su viaje. Un rato después

Nontufe, sabe del mal humor de la Trempüllkawe, de los

regresaba y pedía un nuevo pago, un ojo del difunto.

fuegos. Esta vez el difunto tiene todas las ceremonias,

Así proseguían el tormentoso viaje; decían los mayores

es un gran un kimche, lonko, machi, un ulmén o ngenpin

que el difunto estaba muy asustado por el ruido del

como los de antes. Pero, hay otros difuntos, que solo

agua golpeando el wampo, Nontufe le tiraba agua en el

tienen tres fuegos y la Trempülkawe, vendrá dos veces.

rostro al difunto, para calmarlo y mantenerlo despierto

La primera para verificar que lleva fuegos encendidos y

y así proseguir el viaje. En la última parte, cuando ya se

que Nomtuve no trate de engañarla, por si es conocido

veía la Isla, regresaba la Trempüllkawe, con mayor furia

del difunto; la segunda vez volverá para contar los

y la ballena empujaba el mar y hacía círculos cada vez

fuegos; decían los antiguos que allí Nomtuve, debía

más cerca del wampo; a toda prisa Nontufe sacaba el

sacar el collar de llanka y arrojarlos al mar y así pagar

otro ojo del difunto con su cuchillo de plata y lo arroja

la continuidad del viaje.

al agua; solo así se calmaba la Trempüllkawe y se

Contaban los mayores que cuando el difunto tenía

alejaba en la ballena de las profundidades. Contaban

solo dos fuegos, tenía que rogarle a Nontufe, que lo

los antiguos que en el pasado muchas veces la furia de

pasara para la Isla, quien muchas veces dudaba de

la Trempüllkawe y la ballena dieron vuelta el wampo y

llevarlo; pero como el difunto era un buen hablante

se llevaron junto al difunto hasta el fondo del mar.

de la lengua mapuche, lo convencía. Ya en medio

La tradición dice que no todos los hombres o mujeres

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Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas


podían ser tramontados. Los que no tenían ningún

con respirar, recordar, comprender y agradecer; pero

fuego, los que habían vivido sin espíritu o que su

morir es más difícil, la gente teme a la muerte, porque

espíritu los había abandonado antes de morir, no

durante su vida no recuerda nunca que los cuatro

podían ser llevados a la Isla; decían los antiguos

fuegos pagan el viaje a la isla de la gente tramontada.

que esta gente era trabajada por los brujos, quienes

A veces pienso me gustaría ir a la isla Karkulabken,

los transformaban en Witranalwe (gente con el alma

para mirar la laguna en la espalda del Treng - Treng, ver

succionada), eran como sombras condenadas a vagar

el fuego que dejaron encendido sobre el mar nuestros

en la noche, sin descanso, durante mucho tiempo,

antepasados, y traer el newen de esa isla, para que

hasta que sus sombras se borraran de la tierra por

nuestro pueblo recupere la memoria y el kümun de

completo.

nuestros antiguos Kimche”.

Los antiguos contaban que al otro lado de la Isla, existe un lugar sobre el mar, donde se puede ver el fuego

Nota correctora de chedugun:

sobre el agua, las olas y la lluvia no lo apagan; es el

¿Kupawen mi kae?: ¿te hiciste la ceremonia del fuego?

espíritu de los antepasados que sube al Wenu mapu;

El relato fue levantado así en terreno, pero pudiera

es el fuego de los que trascienden la muerte y el olvido.

escribirse como ¿küpawimi kay? y se traduciría como

Por eso la gente antigua decían que vivir es fácil, basta

“entonces viniste”.

Pintura “Mocha Huapi“ del artista visual / Eugenio Salas Olave

Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas

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FotografĂ­a / Patricio Rosas Barriga.


TERCERA PARTE

Relatos marinos de

Isla Mocha

Isla Mocha / Selecciรณn de mitos, relatos, cuentos y leyendas

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La fiesta navegable de San Pedro Fotografía / Patricio Rosas Barriga.

escar en la Isla Mocha requiere de un

Porque la historia de San Pedro es la historia de todos

coraje, de una suerte y de una fe especial,

ellos, pescadores, que esperan de su patrón celestial

si es que se desea volver vivo a casa.

la protección y la intercesión por los buenos frutos de

Porque si en el continente las posibles

su trabajo. Por eso, la caravana de botes del lado sur

desgracias son frecuentes, éstas lo son

parte justamente del “Islote del Trabajo”. La fiesta va

mucho más en el mar abierto y bravo de esta última

acompañada de platos y bebidas del océano, donde

Isla, donde tantos han naufragado.

abundan los pescados y mariscos preparados de

En las largas noches de travesía, la mayoría de las

distintas formas.

veces peligrosas, casi siempre frías, los hombres del

Durante el año, la imagen de San Pedro, el llamado

mar confían en que en sus barcas los acompaña uno

“bulto” o estatua, está emplazada en la caleta, en un

que fue como ellos, un pescador, llamado por Jesús y

lugar de preeminencia, en un bien visible montículo,

escogido para ser “pescador de hombres”.

mirando hacia el mar y protegiendo a quienes pasan

P

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Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas


parte de sus vidas en sus barcas.

Esta fiesta en la Mocha, tal cual ocurre en otras partes

Al observar ese rostro acongojado del apóstol, uno no

de la costa de Chile, se caracteriza por la saturación y la

puede dejar de pensar en la pregunta del Evangelio que

abundancia, y a veces, particularmente cuando había

Jesús le hizo a Pedro “¿Me amas?”, porque con esta

aquella proverbial abundancia de mariscos y peces.

pregunta lo quería liberar de la tristeza del pecador.

En el bote del Santo y en todos los otros botes, los

Con aquella interrogación, Jesús invitaba a Pedro a

acompañan comidas diversas, platillos con ceviches

escuchar su propio corazón y a aprender a discernir.

locales, colores, música, cantos, flores de papel,

De algún modo, los pescadores en su fiesta allí en La

guirnaldas plásticas multicolores.

Mocha quieren responder y también ser perdonados

Lo central es la navegación festiva con el Santo,

para convertirse, a su modo, en constructores del mar

acompañarlo en una larga vuelta por la costa y mar

y apóstoles de Cristo.

adentro. Allí hay alegría, jolgorio y cantos, en medio

Seguramente la tradición de festejar el Día de San

de brebajes y brindis por el buen augurio de la futura

Pedro surge traída desde el continente, cuando una

pesca. Mientras en la orilla, en el “muelle de San Pedro”

vez debió haber pasado más de alguna desgracia en

esperan a la flotilla de adornados botes, los invitados

el mar de la Mocha y precisamente ese día o cerca de

y los más ancianos y ancianas de la Isla, junto a los

esa fecha. Lo cierto, es que tanto el sindicato como el

encargados de las frituras, las empanadas, las jaibas,

grupo de pescadores de la Isla, una tarde sintieron que

el vino blanco, los mariscos y los ceviches. Culmen de

debían traer una imagen del santo a la Isla.

la fiesta es el encuentro entre esos dos grupos: los que

Muy pronto vino el acuerdo de levantarle una gruta o una

navegaron y los que aguardan.

eremita especial, mirando al mar para que el apóstol-

En medio de alegría, silbidos y aplausos, un jurado

pescador del Cristo bendiga las diarias jornadas de las

procede a premiar el ornamento y la atención

redes en alta mar y a toda la pesca de orilla.

gastronómica de las embarcaciones. Luego de ello,

Difícil es comprender la fiesta popular y todo lo que

la fiesta termina –o quizá más bien recién empieza-

ocurre en ella descontextualizada de la historia cultural

cuando un grupo de hombres transporta la imagen

de la que es manifestación.

de San Pedro a su gruta, a su pagoda de veneración

La fiesta popular del 29 de Junio de Isla Mocha es a la

de donde salió, en donde permanecerá observante

cultura como el mestizo es a la sociedad. Resultado de

durante todo el resto del año. Viene la gran comida, el

encuentro entre culturas, de influencias múltiples y de

gran baile, la confraternidad.

re-significaciones.

No obstante, el mayor de los privilegios, el signo mejor

En la fiesta popular confluyen pues historias y

de ser favorecido por el Cielo, es llevar en andas o en

devociones más antiguas. Esta historia puede leerse

hombros la pequeña embarcación en que se aposentan

en sus simbolismos y rituales al igual que la historia

los pies de San Pedro, pies que nunca se enfriarán

que se lee en la corteza de un viejo árbol.

en ningún mar. Y para eso, para asegurar eso, pues

En este tronco, que es la fiesta popular, se ven sin duda

también están los brindis.

remotos elementos de herencia indígena, por ejemplo

La fiesta se celebra en el lado Sur y el lado norte, cada

de los rituales de festejo por la abundancia, los que

uno con sus particularidades, pero ambos lados unidos

conviven con elementos de herencia mestiza chilena

en la fé.

continental.

Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas

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El comienzo de la aviación de Isla Mocha erca de sus ochenta años, el anciano Armando Ortiz Rojas, avezado pescador, el último que se aventuró a remo desnudo a la mar, retiene ese suspiro anterior a las lágrimas que apenas impide el llanto. ¿El motivo de su emoción? Evocar a quien le trajera del cielo su primer regalo de Navidad, esa hasta entonces desconocida fecha que en su alma de niño dejara de ser algo abstracto y se transformara para siempre en fiesta verdadera y sagrada: sentir entre sus dedos el gozo de unos soldaditos de plomo con unos pitos, su primerísimo e inolvidable regalo. Jamás se lo borraría de su memoria, porque ese personaje, ese “Santa Claus” bendito llegó nada menos que del aire, en el primer avión que vieron sus asombrados ojitos, porque era también el primer avión

C

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Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas

que llegaba a la Isla donde él y otros niños habían nacido. Se trataba del piloto Edgar Blackburn Melin. Los recuerdos parten por los más duros, donde justamente se hacen más dulces las ayudas. A los pocos días del gran terremoto y maremoto del año 1960, el consuelo a la arrasada Isla llegó por el aire. “Desde allí vimos llegar y acompañar al afuerino que yo más valoré en mi vida: el piloto don Edgardo Blaukburn”. Esa vez, y como siempre lo hacía, trajo remedios, frutas, verduras, diarios, libros y vendas para nosotros. Estacionó en la playa su avión y pronto se fue a cazar unas aves para la comida, unas casinas que caminan en la desembocadura de los esteros, acompañado de dos chicos, el Anselmo Astete y el Lelo. Y sin aviso, el mar los atrapó a los tres con una ola inmensa. Pero los tres se salvaron de milagro porque sin jamás soltarse, se aferraron firme a una estaca en que la misma fuerza del agua más los amarró con los alambres de púa. Pero a diferencia su avión, fue levantado por el tsunami encima de la copa de cuatro boldos. Allí estuvo por años flameando como una bandera metálica”. Para todos, primero –y mucho antes del maremoto-


fue el impacto de ver sobrevolar un pájaro de acero una inesperada mañana cuando los chicos y jóvenes jugaban su fútbol en la rústica cancha. Hacia 1940, en la remota Isla Mocha reunirse en torno a la pelota era el acontecimiento social de casi todos. No en vano, el padre de Armando en los años 30 había formado el Club de Futbol “Huracán”, el primero en la historia insular. Pero a partir de ese domingo de diciembre otro huracán se iría a asomar y que a la postre iría a transformar la isla. El todavía joven piloto, sobrevolando muy bajo la cancha, apaga un tanto el motor y les grita a la gente de allí abajo: “Prepárenme una pista de aterrizaje: volveré pronto, avísenmeeeee”, a la vez que les lanzaba un papel con algo más de detalle de la operación. Y aunque algunos recuerdan que dijo “volveré el otro domingooooo”, lo cierto es que sí ocurrió muy pronto: todos se esforzaron en nivelar con pala, picota y carretón una alfombra de conchilla del loco y arena que recepcionó con vítores la pequeña avioneta. La emoción de Armando, sus hermanos y toda la gente congregada alrededor de esa larga cinta de tierra a orillas de la playa no podía ser mayor. Por primera vez llegaba una nave aérea y para siempre la Isla sería menos isla. Además ese misma tarde, y casi llamado por la Providencia, el piloto Edgar transforma su avión

en ambulancia y pudo llevarse al continente a Juan Varela, el primer enfermo– de una serie de muchos otros que se sucederán- accidentado con una muy seria quebradura de huesos. Cuando habla de aquel piloto de Traiguén, Armando se quiebra en su emoción. Para el anciano no ha pasado el tiempo. Permanece intacta y fresca en la memoria de su corazón de niño la primera vez que aterriza, luego que antes volando bajito y apagando el motor, les avisara a los muchachos de la pelota que le despejaran una cancha para aterrizar al domingo siguiente. Ese día inolvidable cayó 4 de julio de 1956. Lo ve acercarse nítido, siempre sonriente, bajar en su avión y saludar de mano a los niños con los primeros regalos de Navidad que él conociera en su vida: inolvidables esos primeros soldaditos de plomo y esos pitos de colores que les trajera desde ese más allá del ensueño, desde la patria de los juguetes. No olvida la bondad de ese hombre que a veces cada semana si era preciso, se llevaba enfermos al continente y los devolvía sanos a la Isla. “Una amistad eterna que se va a quedar más allá de lo que dure este mundo”, asegura Armando, secándose unas lágrimas que rebeldes, afloraron no más a pesar de sus esfuerzos de compostura.

“A mis estimados y apreciados amigos de la Isla Mocha, los saludo cariñosamente, con motivo de cumplir doscientos vuelos a ese lugar desde mi aeródromo La Colmena”. 4 de Julio de 1956 Edgardo Blaukburn

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El misterio de los naufragios en Isla Mocha y su vínculo con el Lago Llew-Llew Fotografía / Gentileza Ilustre Municipalidad de Tirúa

P

¿Por qué tantos y tantos naufragios

Antes de intentar un esbozo de respuesta, repasemos

inexplicables en La Mocha?

un poco los principales: El Rossetta inglés naufragado

¿Por qué las ondas radiales y de telefonía

con lingotes de oro, el Valdivia hundido con 230

se pierden misteriosamente?

toneladas de cobre, el encallamiento misterioso del

¿Por qué los roqueríos traicionan tanto a

Santiago post maremoto, el hundimiento de La Fragata,

los navegantes?

el demoledor choque con los roqueríos del Longaví,

¿Será por la roca blanda, acaso?

etc., etc.

¿Por qué la tormenta del mar aquí revuelve el fango con

Cuando el gran buque Santiago, con ocasión del

la tosca blanda y la vuelve obscura por cuatro días, la

terremoto extravía absolutamente su brújula, lanzaba

cifra sagrada mapuche?

sus llamativas bengalas de auxilio, la gente realmente

¿Por qué el mar se traga las almas de tantos navegantes?

creyó que eran las trompetas finales del Apocalipsis.

¿Será porque es el mar sagrado de la Trempülkawe

Allí desde que se tenga memoria, al parecer la muerte

donde ocurre el juicio a las almas?

espera selectivamente a los que navegan. Aunque con

¿Por qué la neblina, la obscuridad, la ausencia de

los ingleses es evidente que se ha ensañado, pues el

estrellas provoca el estrellarse y la muerte de los

fondo del lecho del mar de La Mocha está sembrado de

barcos?

barcos ingleses, por eso el primer faro fue de factura

¿Es que estamos en presencia del “Triángulo de la

inglesa.

Bermudas” de Chile y del Pacífico Sur?

Evidentemente, la mayoría de los naufragios se dieron

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antes de 1914, cuando aún ausente la construcción del

de todos los misterios del mar y de la historia de la

paso llamado Canal de Panamá, el tráfico marítimo era

Isla. Desfilan en su memoria y en los papeles de su

muy intensivo y obligado por estas costas del Pacífico.

biblioteca, casi todos los naufragios como oleadas de

El misterio de estas Bermudas australes parece

agua sobre la cubierta de su mente. Por ejemplo, el del

despejarse un poco por las luces que arrojan las

Illimani, que fondeó en la Punta Charles y que se dirigía

propias palabras de un mochano. Se trata del buzo

a Liverpool; o bien el del “Santiago” que encalló en el

y cateador de tesoros submarinos, pescador de

islote de Quechol y todos los más de ochenta pasajeros

ancestrales naufragios, quien partió buceando el año

se salvaron, a pesar que el maremoto lo arrastrara 150

1960: Jaime Hahn Cortés. Según él explica, el secreto

kms. más al norte, desde Valdivia. Asombradísimo,

estaría en un lugar que queda paralelo a la Mocha, pero

recuerda que el capitán del Santiago esa mañana no

tierra adentro, en el continente. Jaime está seguro que

podía salir de su estupor de que estuvieran tan al norte

el factor que desorienta todas las brújulas magnéticas

de su último muelle en que la anoche anterior habían

y atrae como un imán a todo lo que contenga fierro,

atracado: “Usted está en La Mocha, capitán, y no en

está sepultado en el lecho del lago Llew-Llew.

Puerto Saavedra como cree”, le dijo el muy potentado

Lo interesante del caso es que allí se ha probado la

vecino Carlos Brendenn quien parlamentaba desde su

existencia de un enorme manto de hierro, acaso el

caballo, intentando rescatar a los embarcados.

yacimiento más grande del sur, el mismo que intentó

Y aquí quizá la más extraña de las historias de los

explotar Farkas, el millonario.

naufragios, de la misma boca de Armando, uno de

Probablemente, y ésa es también parte de la hipótesis

los buscadores de sus tesoros, quien junto con Jaime

de Hahn, que el lugar desconcierte y atraiga no solo

Hahn Cortés, en la Isla han sido los más amantes de

barcos, sino la cálida corriente de San Andrés, la

las profundidades. Armando había aprendido a bucear

misma que trae la albacora. A causa de ella, el mar

de un buzo francés, su maestro, que bajaba al fondo

de la Mocha gradúa también su temperatura, en un

a 35 metros sin oxígeno, a puro pulmón, y aguantaba

promedio de 18 grados, lo que explica que en la isla

más de tres minutos bajo el agua.: “-Yo andaba un día

se den la papaya, el tumbo, la maracuyá y la chirimoya.

bogando por el lado donde se hundió el Rosetta con la

Los barcos hundidos en la Mocha son la pasión de uno

esperanza de encontrar algo. Me acompañaba el joven

de nuestros más importantes informantes de la Isla. “-A

Manuel Soldado que puede atestiguar todo esto que

mí el mar me fascina; debe ser por todos los misterios

cuento.

que esconde”, confiesa el muy experimentado ex-buzo

Entonces algo nos dejó helados: ambos sentimos un

Armando Ortiz Rojas que ahora le cuesta armar su vida

extraño ruido de cadenas, muy claro y fuerte, como ese

sin salir a la mar. En su vida de buceador y pescador,

ruidajal que se debe producir en un naufragio”. Los

le persigue siempre el dato aquel del Rosetta, un barco

pescadores dicen que es el ancla del Rosetta la que

que en 1769 naufragara en esas costas con trescientas

caía al fondo del mar, un ancla que ya lleva 250 años

barras de oro, un galeón de otras trescientas toneladas.

bajando y asustando a los buzos, como un recordatorio

En verdad, encontrarlo, para el alma inquisitiva de

de que el Rosetta sigue vivo, un barco que según Hahn

Armando habría sido como descifrar “la piedra rosetta”

ayudo a hundir el LlewLlew.

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El velorio de Gonzalo Zúñiga con Tránsito, la viuda incluida

L

a conversación de Armando Ortiz Rojas

le ven a ambos subirse y partir en el buque. Pero a

fluye como la vida misma: diversa y

menos de un kilómetro de adentrarse en el mar, éste

espontánea, mezclando lo triste con lo

abruptamente colapsa y se hunde. Grande espanto en

alegre. Y de repente, pensando en los

la orilla, gran llanto de su mujer e hijos, tragedia total

barcos, otra de sus pasiones, se le asoma

que rápido sume en congoja a la isla entera.

el nítido recuerdo de Gonzalo Zúñiga, un paisano que al

Pero lo increíble y asombroso se produce un par de

evocar su anécdota, aún le hace sonreír abiertamente.

semanas después: la viuda de Zúñiga, la Sra. Tránsito

Esto le ocurrió a aquel mochano de la parcela 13 mucho

toda entera vestida de luto no puede creer que ahora

antes del terremoto, la gran cicatriz del sur de Chile.

su marido ha vuelto ¡y en ese mismo barco!

Un día llegó al puerto un barco especial cuyo capitán

Sin duda que se trataba de un milagro, el del breve

desembarcó por unas pocas nocturnas horas, El jefe,

tránsito de la vida a la muerte y de ésta de nuevo

un marino de la Armada nacional, fue espontánea y

y rápidamente a la vida. Todos rodean al difunto

cariñosamente atendido por la familia de Gonzalo. Y

resucitado, sin creer lo que está pasando ante sus

a éste le nace el deseo de conocer y pasear por tierra

ojos. La explicación llega pronto: Gonzalo Zúñiga esa

continental, siendo invitado sin más trámite por el

mañana había sido el primer isleño en inaugurar y

visitante. A la mañana siguiente, todos temprano

abordar ¡un submarino!

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Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas


“Hasta el lunes dijo don Cata” entro de las pequeñas-grandes historias

inocentes diversiones y les ayudaba en sus necesidades

de un territorio, está sin duda el

y problemillas.

repertorio de las sencillas emociones

Pero un día, después de enviudar, le tocó dejar para

humanas.

siempre la Isla. Esa mañana de sábado los niños

Y mientras menos afectada por la

llegaron en pelotón a despedirlo a la playa, porque el

vanidad de la frívola vida de los urbanos salones, más

querido Don Cata debía subir a un pequeño bote que

intensas y puras se nos aparecen éstas.

lo iba a alejar y llevar al barco grande que lo esperaba.

En la sobria y muy acogedora casita de madera de

El afecto contenido le impidió despedirse uno a uno de

Armando, el pescador que custodia la historia de

mano, y una vez en el bote, solo fue capaz de decir lo

La Mocha, destacada una muy especial anécdota,

de siempre: “Hasta el lunes, niños” volviendo la cara…y

referida a un personaje menor, sencillo pero muy

nada más. De lo contrario, recuerda emocionado

sensible y auténtico, tal como lo fueron y aún lo son

Armando, “se iba a quebrar y con ello entristecer a

la mayoría de los habitantes. Se trataba de uno que

todos los muchachitos”, ya de por sí afligidos por esa

fue especialmente querido por todos los niños de su

inmensa pérdida.

época:

Desde ese momento, y como recuerdo de tal inolvidable

“Don Cata”, Catalino Mondaca, un mozo o mayordomo

afecto, se instaló entre todos los de la Isla, hasta el día

de “la Hacienda”. Juguetón con los chicos, las más

hoy la clásica fórmula de despedida para cualquier

de las veces de su tiempo compartía con ellos sus

persona: “!Hasta el lunes niños, dijo Don Cata!”.

D

Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas

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Los hacheros del bosque uentan que una vez Abel Rojas y José

Entonces interviene Teresa de Ortiz reafirmando

Parra, motivados por lo que escuchaban

y aportando:” - Yo a veces escucho algo que da

de los cuentos, invocaron al Diablo para

escalofríos: escucho murmullos de muchas personas

que les ayudara a cortar leña.

y gritos de varios niños como jugando. Lo escuchaba

Y efectivamente, sus voces canalizaron

más cuando estaba embarazada y eso me daba terror”.

la petición. Y en medio del bosque el mismísimo Diablo

-Yo creo, retoma Armando Ortiz, eso de los hachazos

esa misma tarde les habló “!Aquí estoy!”

son las almas de los antepasados trabajando de

Los dos pobres muchachos dejaron ahí mismo sus

nuevo duro en el bosque, porque los lafkenche de

hachas y salieron huyendo despavoridos. Aprendieron

antes trabajaban con hacha no más. Y entonces,

la inolvidable lección del poder materializador de la

abruptamente recordamos que, según tradición

palabra.

mapuche, las almas que vivieron o que murieron mal

Aunque algunos, mas racionalistas, consideran que la

se quejan como si estuvieran hachando…

tal voz era simplemente la de un travieso Daniel Durán,

Dicen que antes, nos complementa el viejo historiador,

quién les habría respondido desde un escondite. Pero

que los lafkenche navegaban en balsas de totora…Y

lo que no es travesura, y a la vez lo más extraño y

fueron llevados a Concepción por los españoles como

frecuente hasta hoy es la historia de los lamentos y de

castigo porque comerciaban con los corsarios ingleses.

los hachazos en el bosque. –“Aquí, a veces de la nada

Allá los hicieron esclavos y murieron de pena…Por eso,

se sienten hachando y talando árboles, sin que nadie

quizá sus almas se volvieron aquí para lamentarse “.

C

haya subido a hacer leña con hacha al bosque”. 62

Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas


El oro de los chinos s probable que el tan mentado y muy

Al respecto, pescadores no solo han registrado las

conocido “tesoro de los chinos” haya

extrañezas de la playa, de los roqueríos y del mar de

venido en un barco inglés. O más bién,

la Isla, sino también nos han participado de los ruidos

sea un famoso entierro de un tesoro que

y de las extrañas voces de la tierra y del bosque. “Los

éstos, los ingleses, quisieron esconder

entierros aquí penan y avisan como lamento de niño”,

en la Isla. Es probable que se trate, por cierto de un

lo que nos clarifica las señales de lo misterioso que

cofre del tesoro tan propio de la tradición de los

ocurre en tierra.

piratas: ellos debían esconder muy bien su botín para

Así por años, los lugareños del lado norte, vieron casi

no exponerse a ser confiscado por la Armada española.

todos los días “entierros”, particularmente en ese

Es probable, en fin, que el llamado “Oro de los Chinos”,

preciso cerro de “Los Chinos”. Es decir observaban

sea el que se enterró en aquel cerro de la Mocha con

luces fatuas brillando sobre dicho cerro en medio de

forma de sombrero chino por lo demás, en una de

las chupallas, unas matorrales. Asegura que Sergio

esas comunes estrategias de ocultamiento temporal

Parra, un isleño aún vivo, participó allí en la noche del

de los corsarios. Amén de que todavía hay memoria

desentierro del misterioso y un valioso cofre. El patrón

y tradición en la Isla “que los ingleses tenían en sus

del sitio se llamaba Ruperto Varas y la gente asegura,

barcos puros chinos de tripulación”. Y así quedó la

que con ese tesoro después compró parcelas y quintas

curiosa tradición del nombre “cerro de los chinos”

por Talagante. “Y de eso, hoy todo se lo quedó el

asociado a un fabuloso tesoro.

abogado…”

E

Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas

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Selección y adaptación de cuentos mochanos

Iván Pérez Muñoz Ziley Mora Penrose

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Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas


Isla Mocha / Selecciรณn de mitos, relatos, cuentos y leyendas

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FotografĂ­a / Patricio Rosas Barriga.

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Isla Mocha / SelecciĂłn de mitos, relatos, cuentos y leyendas


El Buque Santiago

y las historias marinas de Armando Ortíz Rojas Adaptación del relato de Armando Ortiz por Iván Pérez & Ziley Mora.

“Yo no me explico tanta fuerza del mar: el buque Santiago estaba anclado en Corral y la marea alta del maremoto lo trajo hasta aquí mismo”... ¿Cómo esa fuerza tan grande lo hizo encallar, con el ancla a la rastra y con más de cuarenta personas a bordo?,

E

n la víspera de la Fiesta de San Pedro y luego en la Fiesta de San Pedro en el lado sur, conocimos a Don Armando Ortiz Rojas. Escuchar sus relatos, y su historia de vida es como una novela de

Ernest Miller Hemingway, en especial El Viejo y el Mar, aquella novela escrita en Cuba y que publico en 1952. Don

Armando

nos

cuenta

“Yo

nací

al

lado

norte de la Isla. El año 1943, 7 de noviembre. Fue una niñez buena, fue muy buena. Con mis hermanos todos. La gente del lado norte era unida en esos años, muy unida. Ahora ha cambiado un poco, bueno no se… la juventud está distinta… De ahí nos vinimos en el año 1954 a esta parcela, porque mi papá trabajaba en la Caja de Colonización Agrícola, estuvo 20 años trabajando allí, en la oficina”. “Nosotros nacimos acá porque había matrona en ese tiempo, la señora Rebeca Bustamante, que falleció para el terremoto del ‘60, por ir a buscar un reloj de oro que tenía…no alcanzó a escapar…era corpulenta y no alcanzó a arrancar”. “Nos quedó marcado para siempre a todos los hermanos

(el terremoto). El mismo día, hacían 2 horas que habíamos sepultado a mi papa, y empezó el terremoto y maremoto. Mi papá falleció el 20 justamente, cuando hubo el primer temblor en Concepción, a la madrugada, a las seis de la mañana. Fue fuerte acá también, y el 22 ya fue como cataclismo, 12 minutos más o menos sin parar el terremoto, y eso me marcó para siempre.De ahí seguimos trabajando, yo quede solo jovencito, mi mamá nos acompañó seis años después nomas, falleció joven también, y al final yo quedé solo en este campo en la casa. Todos los isleños pensamos que íbamos a perder el campo por lo joven que éramos, pero no fue

Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas

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así, seguimos adelante y lo logramos. Yo tenía 15 años”.

Se partió al medio primero. Entonces nosotros íbamos

“Nos quedamos al lado norte para el terremoto, allí

en bote, estaba cerquita, subíamos al bote y empezaba

en la casa de mi hermano nos arranchamos, un poco

a sonar. La popa tenía una hélice de repuesto. Acá los

lejos de la montaña y el mar, toda la gente junta.

isleños se acercaron al barco, le gritaron a caballo,

Tuvimos más de un mes, había réplicas muy fuertes, a

los mayores que habían en esos años, que él estaba

cada rato, tuvo cuatro a cinco años para establecerse

en la Isla Mocha, y el capitán les decía que no, que

bien la Isla. Fue demasiado las réplicas que había.

estaba en Puerto Saavedra. Es un verdadero milagro

Un desastre, y así fue con mi vida, yo estuve 20 años

que se hayan salvado y le han dado poca importancia.

solo acá en la casa, mi señora no me cree, y ahí

Eso es para una teleserie, para una novela”.

salía a pescar con buen tiempo así como ahora, mar

Asombradísimo, recuerda que el capitán del Santiago

mansita con un bote a remo. Por eso vi naufragios

esa mañana no podía salir de su estupor, de que las

también allá, veía los timones de los barcos, que acá

aguas lo dejaran tan al norte de su último muelle en el

los isleños no creen y están los buques allá, es bonito

que la anoche anterior habían tranquilamente atracado:

verlos por encima cuando el agua esta clarita y pasar

“Usted está en La Mocha, capitán, y no en Puerto

por el lado de ellos, yo navegué harto por esta zona

Saavedra como cree”, le dijo el muy potentado vecino

y a puro remo, inmensos buques. Y ahora tengo un

Carlos Brendell, quien fue el primero en parlamentar

libro de más de mil naufragios, un amigo me lo regaló,

con él desde su caballo, intentando desengañar a un

anoche lo estuve viendo, todos los barcos de la Isla,

muy incrédulo capitán y rescatar a los embarcados. Se

están ahí. El libro tiene más de más de mil páginas” .

cuenta que esa noche en la Isla fue tal el descalabro

“Se ve el último, que fue el buque Santiago, llegó de

telúrico vivido, que el miedo ante el tronar de la tierra,

Corral para el terremoto del ‘60. Llegó como a las tres

el bramido del mar y la aparición de barcos fantasmales

de la madrugada, ese mismo día el 23, con hartas

sin brújula alguna, que cuando el Santiago lanzaba

personas, señoras, niños también llegaron. El barco

sus llamativas bengalas de auxilio, la gente realmente

estaba fondeado en Corral y lo pilló el terremoto y

creyó que eran las trompetas finales del Apocalipsis.

maremoto, saltó por sobre el muelle de Corral, yo tengo

Esas bengalas teñían de rojo espectral todo el cielo.

el libro de Horas de Tragedia de Hernán Olave y ahí sale

El libro del Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de

el relato del capitán, dice que la mole ha dado el salto

la Armada de Chile (2000), indica que efectivamente

más grande del mundo, saltó por sobre el muelle, 18

el Buque Mercante Santiago se encontraba en la

metros por sobre el mar y llegó a la Isla de madrugada

Bahía de Corral el día del terremoto y que habría

y todos los años recuerdan el terremoto del ‘60 en

resistido las dos primeras olas y que en la tercera

Valdivia y se acuerdan del naufragio del Santiago y lo

fue arrastrado mar afuera y que habrían sido las

dan hundido en Niebla yo quiero anotar el teléfono de

corrientes anormales producidas por el maremoto

la radio; él es hijo del señor Olave, el escritor, lo da

las que

por perdido en Niebla y está en la Isla Mocha. Lindo el

En el mismo libro se relata la posición de los tres buques

barco oiga, precioso, íbamos nosotros con mi hermano

atracados en Corral el día del terremoto de 1960:

cuando se estaba hundiendo todavía, sonaba el barco.

“En el momento de producirse el terremoto, los

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Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas

lo

hicieron

encallar

en

Isla

Mocha.


buques se encontraban en las siguientes posiciones:

fue arrastrado con gran velocidad hacia afuera,

“«Carlos Haverbeck»… Fondeado a la gira con dos

con su proa hacia el sur. El «Santiago» salió por

anclas, estribor con 8 paños de cadena y babor con 4

una especie de canalizo que se había formado

paños de cadena, esperando marea para acoderarse a

entre la costa y el banco Tres Hermanas…” (p43).

la boya N.º 2, pues había recalado al puerto a las 13.35

“Si bien el «Santiago» logró salvarse del maremoto

horas. «Canelos»... Acoderado a la boya N.º 1 con tres

en Corral no llegó a Valparaíso, pues encalló en

alambres de 1 ” y una espía de 8 ” y fondeado con dos

una punta de la Isla Mocha, debido a las corrientes anormales que se formaron por el maremoto, que hicieron equivocar la estima. El radar del buque estaba descompuesto y no había podido ser reparado antes del maremoto. El «Santiago» se perdió totalmente” (p 43). El mismo libro del SHOA (2000) expone una descripción del terremoto de 1960 en la Isla Mocha: “La Isla Mocha sufrió grandes derrumbes en los cerros y algunos desplazamientos de tierra que arrasaron con cuanto encontraron a su paso como árboles, animales, etc., al producirse el terremoto que fue sentido con gran intensidad en la isla. En algunos puntos de la isla se produjeron grietas en el terreno. El maremoto comenzó aproximadamente diez minutos después del terremoto, siendo su primera evidencia un recogimiento de las aguas en 100 a 200 metros. Luego siguieron tres ondas que se desplazaron hacia la isla desde el suroeste, afectando por lo tanto con mayor intensidad la costa sur y oeste. La primera onda fue la más alta alcanzando una altura estimada en 15 metros. Las casas de los pobladores, como asimismo las dependencias del faro,

Fig. 25: El achurado indica el alcance de las olas que penetraron la Isla Mocha durante el maremoto de 1960.

muelle, etc., ubicadas en caleta La Hacienda fueron arrasadas totalmente. La isla y sus zonas adyacentes

anclas, estribor con 7 paños de cadena y babor con 5

sufrieron un levantamiento que ha sido estimado en

paños de cadena”. «Santiago»... Atracado al muelle

1,70 metro. Esto se ha comprobado por rocas que han

Francés, fondeado con dos anclas y con dos espías

aflorado, como asimismo por sondajes efectuados

pasadas a una boya a proa babor, dos espías a tierra por

dentro del nivel de los 10 metros en que se comprobó

la popa babor y una espía a una boya a popa estribor”.

que las sondas son menores en 2 metros” (p 52).

“Todavía alcanzó a soportar el «Santiago» la

Antes de jubilarse de la barca, de sus últimas

tercera ola, pero al producirse la vaciante el buque

aventuras marinas, de unos quince años atrás,

Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas

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Armando Ortiz extrae de un recodo aún accesible

para la tripulación, estaba todo ahí. Una vez íbamos a

del mar de sus memorias, la anécdota que él define

ir a buscar petróleo a Valdivia, estábamos listos con las

graciosamente como “Nunca más sin Armando”.

anclas arriba, y se arrepintió Marcos Stefan de ir, sino

Les voy a contar la historia de un yate de

habríamos ido en el yate a buscar petróleo. Esto fue

Estados Unidos (USA), del cual fui su guía.

hace como 15 años atrás”.

El Yate Psicosis de USA

Con su ayuda, y luego de ese nuevo viaje, ahora sí

“Por eso que los cabros jóvenes a veces me dan rabia,

con Armado a bordo, la pesca con lienza arrojó un

no reconocen lo que uno sabe, se ríen de mí, que si don

extraordinario resultado. Stefan pudo finalmente

Armando no ha navegado nunca, y yo salí en el yate

presumir frente a sus conspicuos acompañantes, una

más lujoso del mundo en esa época, en el Psicosis,

corvina de 22 kilos y un atún mayor e increíble de

a la Albacora claro corríamos cinco horas a 30 nudos

nada menos que de ¡32 kilos! Esa fue la ocasión que

por hora aquí afuera, hacia el weste, el dueño era

más lejos se alejó de la costa mochana mar adentro:

Marcos Stefan era de lujo, y yo el único mochano con

doscientos kilómetros hacia el oeste del Pacífico.

referencias y me llamaron, y lo fui a esperar en mi bote (al sector Islote del Trabajo). Un día yo llegué un poquito

“Cuando cabro si, venía un amigo francés, Raimond

tarde allá y salió antes él solo y chocó con el yate a la

Rosamut, era buzo profesional, bajaba 32 metros a

vuelta pero el gringo no darse cuenta que tenía todos

pulmón, quiso enseñarme a bucear y mi señora no

los instrumentos, le venía bajando la profundidad y de

quiso, sino me habría gustado aprender para ver los

repente chocó con una roca e hizo tira las dos hélices y

naufragios, mirarlos nada más. Él bajaba 32 metros

ahí les decía a los isleños, “nunca más sin Armandus”,

con un Zodiac de Francia que trajo y llegaba a mi casa,

y después me llevaba al ladito de la cabina. Era un

salía yo con él a bucear en un Zodiac, solitos los dos.

placer ese yate, 3 motores, 450 HP corriendo, livianito,

Era impresionante. Una vez lo pillaron unos buzos de

12 metros de eslora el barco, el barco precioso el

Coronel bajo un barco, y sacó un cenicero. Yo le contaba

barco vino a la albacora, tenía el récord mundial de

antes a los buzos, que venían de Lota y Coronel que

la albacora, pesca a lienza con 0,80 delgadito, pesca

ese buzo bajaba 32 metros, 35 metros a pulmón, no

deportiva, y también traía sus nadadores de Estados

me creyeron. Y cuando lo vieron cuando estaba abajo,

Unidos. Tenía dos asientos a popa para pescar, pero

después me dijeron, Armando ahora te creemos que

vinieron muy anticipados y después vinieron en febrero

este caballero baja, cuando lo vieron, estaba a 12

y se abrió, la albacora andaba acá mismo y llegaron en

metros de profundidad con el buque, y el bajó y sacó

avión los senadores norteamericanos acá andaban

un cenicero, y estaban todos ellos trabajando al lado.

con el, traían la carnada de Brasil, unos pulpos,

Claro, para qué voy a mentir, aguantaba como 3 y tantos

ahí los conocimos, trago había para… cualquier

minutos.

trago, cerveza, buenos para la cerveza los gringos,

Tengo sueños con el mar, es que a mí me gusta el mar.

whisky. Tenían de todo, dinero en la mesa, un cajoncito

“Siempre me recuerdo de la Caleta La Hacienda, donde

70

Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas

Era

alumno

de

Jacques

Cousteau”.


jugábamos cuando niños nosotros, veo el muelle

Hay una corriente marina que los tira una milla por hora

y todo. En la Caleta “La Hacienda” embarcaban los

para la Isla, el Roseta era un galeón español de 300

buques cuando pasaban todos los meses a la Isla, nos

toneladas, eran más o menos grandes, ese llegó roto

quitaron el cabotaje el año 1960 las empresas, de ahí

en la Punta Charles y al otro día ya no estaba. Según

ya la Isla quedó a la deriva. La Isla producía mucho en

los primeros habitantes se acuerdan en 1883 bajaron

esos años, 5 mil quintales de arvejas para exportación,

con un cofre los españoles fondearon en la punta que

Jacob y Cia. las llevaba, 2 mil vacunos anuales de

hoy lleva el nombre del capitán (Punta Charles); al otro

primera calidad, ajos, de todo, papas, zapallos,

día el barco ya no estaba, quedó fondeado haciendo

corderos. Los colonos iban a buscar el dinero a la

agua. El Illimani chocó en Quechol, felizmente

Feria Briceño en Talcahuano, le hacían los descuentos,

estaba bueno el tiempo y se salvaron excelente

tenían una romana a la entrada del muelle, menos de

el rescate, los rescataron y atendieron. El señor

500 kilos lo rechazaban y sobre 500 kilos salían todos,

Alemparte (arrendaba la isla en ese tiempo), mientras

y los peleaban los animales de la Isla porque iban

llevaba carga diversa, luego nosotros estábamos

“destalaos” sin comida sin nada, no ve que iban una

chicos y vinieron unos buzos con escafandras y

noche navegando. Compraban los abasteros pura carne

no encontraron nada, el Roseta iba a España”.

no más, cerraban la feria pa’ los otros, pa’ las otras personas, cuando llegaban los vacunos de los isleños,

Roseta, El barco fantasma

por la calidad y destalaos; eran pura carne no más, claro

“Yo andaba con un joven de Nehuentue y nosotros

no tenían nada de comida adentro 40 ó 50 kilos menos”.

andábamos a remo, y de repente escuchamos que

“La Feria Briceño los compraba, los colonos iban

fondeó un buque con cadenas y yo le dije anda a popa

a buscar su cheque, fue la mejor época de la Isla,

porque suenan las cadenas. No hay nada Armando me

ya después del 60 nos quedamos sin embarcación

dijo, a popa de nosotros fondeó el barco, la sonajera, y

quitaron la subvención, quitaron las motonaves”.

se sintió como un ruido de un barco inmenso. Yo pienso que el ruido es un anuncio de donde está el barco,

Illimani y el Roseta, unos barcos que están hundidos

los dos lo escuchamos, nos dio miedo y nos vinimos

acá en la isla

a tierra en los barcos a veces penan los entierros”.

“Yo soy buzo sin oxígeno y salía con mi bote a pura

Cae la tarde y desde la ventana de Armando y su biblioteca

fuerza de remo. Con el agua clarita, todavía se pueden

vemos un horizonte que nos parece más glorioso y

ver los naufragios. El último, hace unos pocos años, fue

mágico con estas historias relatadas por este verdadero

el “Don Ricardo”, un barco de Lebu naufragado y que

tesoro vivo de Isla Mocha. Sin duda las memorias y

todavía está su esqueleto en el sector norte de la Isla”.

vivencias de Armando Ortíz Rojas y su generosidad para

“El Illimani chocó en Quichol donde están los lobos,

compartir la historia de su Isla y su mar, constituyen la

iba para Liverpool, iba con turistas, y el Roseta que iba

máxima expresión de patrimonio inmaterial cultural.

con oro por eso me molestan que diga dónde está. Esos son los más importantes y “Don Juan” que llevaba oro.

Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas

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FotografĂ­a / Patricio Rosas Barriga.


El Pino Huacho y la aparición de “el Diablo” bajo una granizada de cascajillos a gente rápidamente asoció la increíble visión que tuvo Armando Ortíz en el sector de Pino Huacho con lo único que conoce de su imaginario: el Diablo. Pero en verdad no se trataba de otro cuento más de esos, ni de una nueva versión de esas apariciones de “Don Sata”, tan frecuentes en la tradición del folklore del Chile central. Algo especial debe tener este hombre, aún muy atlético para sus 78 años, que fue objeto de la visión de un puma, “pero que más parecía tigre”, acaso el mismo jaguar extinto en la Araucanía hace siglos. En verdad, hace unos 40 años Armado Ortiz experimentó un insólito perimontu, sin ser él directamente indígena. Así le llaman los viejos mapuche-lafkenche a ese tipo de experiencias, a una visión sobrenatural que acaece abruptamente en un estado alterado de conciencia, la que sobreviene a la persona para anunciarle algo importante. Y ocurrió en un lugar más improbable, un sitio donde jamás siquiera antes han existido, al menos así lo dicen los restos arqueológicos de la fauna ancestral. La tradición mapuche dice que solo los guerreros, esos que “los apoya el sol” tienen ese raro privilegio de empoderarse con tal visita. Cierta noche, cuando volvía de vuelta de compartir en la casa de su hermano, ocurrió ese encuentro que lo acompañará hasta que descienda a la tumba. A la altura exacta de un solitario y viejo pino “Pino Huacho”, y disminuyendo al máximo el ruido y la velocidad de su moto Yamaha 125, allí en el sur de la Isla Mocha, tuvo esa noche la cita de su vida: se trataba de un Füta Nawell, de un “Gran jaguar” que se le cruzó en el camino. Y el otro elemento raro que notó de inmediato Armando fue el sentido de ese cruce:

L

es decir, el gran felino subía hacia el cerro, hacia el bosque, desde la playa, como saliendo del mar. Lo inexplicable de la visión, lo incomprensible del tipo de animal llevó la gente a asimilarlo a lo conocido, a las categorías que le son típicas y familiares: si “el diablo” se aparece en la noche bajo la apariencia de un perro negro grande, entonces lo que vió Armando no puede ser otra cosa que el mismísimo Diablo. Bien pronto así fue representado por los escolares de La Mocha en cada concurso de leyendas, pero lo que en esencia deja afuera la importancia de la visión del nawell mapuche o tigre, especie que al parecer jamás existió en esa Isla. Hay algo en el monte que avisa y preanuncia. Cuando repentinamente un árbol del cerro se quiebra, es fijo que anuncia la llegada de un temporal. A las horas llega con furia el viento y la lluvia imparable. Manifestación de aquella extraña fuerza invisible del cerro debe ser la que también se manifiesta, justo allí, en el mismo sitio de Pino Huacho. Y también en noches cerradas. Porque tanto Armando como varios otros isleños, al pasar por aquel lugar, sobre el poncho de medianoche que los cubre, junto a atemorizantes silbidos que escuchan, se les suele tapar su cabeza y espalda de arenisca gruesa y piedrecillas. Estas inexplicables “granizadas” son como lanzadas y llovidas desde el costado de arriba de ese cerro. Nadie ha podido explicarse esto, dado que el cerro está a unas varias decenas de metros del camino. “Esa nube de cascajillos como que de golpe lo despierta a uno”, observa sentencioso el viejo pescador.Tampoco nadie se explica que prácticamente solo allí, cuando hay terremotos, la tierra se desprende de las tupidas raíces de los árboles y se derrumba hacia el mar.

Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas

73


Ricardo Hoppe el lobero más viejo de Isla Mocha us ancestros alemanes llegaron a mediados del siglo XIX para ser expertos cazadores en el mar de Chile. Y el lugar óptimo para semi-asentarse que eligieron esos corajudos navegantes fue la Isla Mocha. Hijo de un capitán de barco de pesca del lobo marino, nieto del último capitán ballenero, fue también parte de la última expedición mochana para cazar una ballena. Fue una cacería fallida, asunto que en el fondo al quinceañero cazador Ricardo Hoppe Guzmán le alegró el alma. Por

S

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Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas

Fotografía / Patricio Rosas Barriga.

tanto, cuando en un no lejano día navegue su alma por las obscuras aguas de la muerte, y sereno se presente ante el juicio de la Divina Ballena, el anciano de seguro pasará la prueba: “me dejaste vivir, por tanto yo te dejo vivir como capitán de tu destino”. “A pesar de que mi papá fue un respetado capitán de pesca aquí en la Mocha, él deseaba que fuera agricultor, pero a mí me gustaba estar embarcado, más que la faena con los lobos marinos”, declara con orgullo. Lo primero que hice fue navegar para Valdivia donde hice mi primer trabajo por dinero. Pero estar en tierra me duró poco. “Luego me volví aquí a trabajar con Otto Brendenn que construyó un barco de doce metros, con la cual iba y venía a Lebu. Luego tuvieron una goleta, que también


navegué yo. Le pusieron “Germania”, hacía veinte vacunos los que al final llevaban a la feria Briceño de Concepción. Luego me embarqué con otro dueño que tenía una chalupa y que también llevaba animales para Lebu”. Los rumbos más australes que recorrió el último ballenero y lobero de Isla Mocha, fue el Cabo de Hornos, pero nunca lo cruzó por lo peligroso de su paso: “Allí bien al sur uno en las noches fondeaba su bote en los canales; el barquito se fondeaba porque con la baja de marea el canal quedaba seco”. Y en la misma Mocha la cacería también quedó seca cuando a causa de una maldición que echaron los pescadores de una goleta-empresa afuerina, los lobos marinos se alejaron del famoso Islote del Trabajo, donde otrora se faenaban casi todos los lobos. Su padre, Martín Hoppe, respetadísimo Capitán de Pesca, junto a otros como Segundo Riffo y Félix Durán, que debía instruir a sus ayudantes en el proceso, no les autorizó matar y sacarles el cuero a los lobitos nuevos y a los recién nacidos que abundantes retozaban en la “Piedra del Consuelo”. Era el mes de marzo del año 1968, el de mayor caza, pues se trataba de la estación en que nacían los nuevos lobitos. Y en ese determinado punto de la Piedra del Consuelo dejó de ser consuelo para los cazadores, quienes de a poco tuvieron que reinventarse en pescadores. Era la época, y lo fue durante varias décadas del siglo XX, donde La Mocha era sinónimo de caza y faenamiento de aceite de lobo marino junto a su apreciado cuero, con el que se confeccionaban todo tipo de cuerdas. Habían días de caza en que se llegaba a matar ¡mil lobos por jornada!. Era la época en donde el trabajador herido en faenas loberas como fuera el caso de una mordida profunda, este recibía el pago de una licencia médica de varias “correas” diarias de parte de cada uno de los compañeros de caza, quienes compartían así una fracción de su salario.

Con ello compensaban los días o semanas que el herido pasaba sin trabajar, pues las dichas correas de cuero eran el semi-procesado producto a vender. “Carlos Hahn compraba todo, tanto las correas de cuero como la grasa de lobo. Y todo ello se faenaba en el Islote del Trabajo, y por eso el nombre que hasta el día de hoy lo tiene”, nos informa con detalle el sobrio y sereno anciano Ricardo. “Yo, cuando fui trabajador del lobo, recuerdo que de éste se sacaba dos bolsas de cuero, de donde luego se cortaban las tiras o correas” agrega Ricardo quien debió pasar todas las etapas que exigía ser un ayudante del Capitán de Pesca. Su padre fue especialmente riguroso e impersonal con su aprendizaje. Pero también justo, cuando percibió sus cualidades para el lanceado. Por ejemplo, los principiantes no podían ultimar a los lobos, dado que su inexperiencia los podía hacer sufrir innecesariamente o espantar de un modo prematuro a la camada y abortarse así una buena jornada de cacería. “Después lo pude hacer”- recuerda nostálgico nuestro viejo lobero- pero ya cuando pasé la etapa de ayudante en el arreo hacia el caletón de La Fortuna. Allí se les encerraba para luego los lanceros matarlos a lanza y con un mazo o mazeta muy dura hecha de un palo de boldo asestado en plena cabeza. La lanza era para los machos y la porra o mazeta era para las puras hembras. Como el lobo mueve mucho la cabeza, por eso se le tenía que lancear debajo de la paletita o en el pecho. Y como el capitán vio el primer día mi habilidad, de inmediato me pusieron a lancear”. Y nos da el detalle que todo este despliegue comenzaba muy de amanecida, porque al rayar el sol era el momento, “la hora precisa pues era cuando el lobo estaba con más sueño y embotado”.

Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas

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FotografĂ­a / Patricio Rosas Barriga.


Las nuevas

Generaciones de Isla Mocha

Isla Mocha / Selecciรณn de mitos, relatos, cuentos y leyendas

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Fotografía / Patricio Rosas Barriga.

El premio de San Pedro:

El triunfo del niño Joaquín Astete sa gloriosa tarde del 29 de Junio del

cuatro barcos, no podía disimular su sobrio contento

2019, las mejillas del niño Joaquín eran

al recibir su distinción.

más rosadas que de costumbre. No era

Algo especialmente significativo se adivinaba adentro

por los brindis que ya se regaban entre

y tras su fácil sonrisa de niño. Desde hacía varios días

los premiados en medio de acordeones

antes, había insistido con sus padres para pedirles

y ánimos de fiesta comunitaria. Tampoco por el clásico

autorización para participar, y ayuda en aderezar el

frío propio del crudo invierno de la Isla, acentuado

ornamento de la embarcación.

E

por la brisa persistente del borde-mar siempre ruda, punzante y limpia. La causa era muy otra, era interna.

Se necesitaba salir a buscar ramas verdes del bosque,

Era una gozosa sensación de un primer gran triunfo, es

flores, guirnaldas, globos y alimentos, muchas

decir, una experiencia de realización plena en el alma.

empanadas, anticuchos y una importante variedad de

Se trataba de su primer triunfo como navegante. Un

bebidas para su tripulación, sus amigos y parientes

sencillo pero experimentado jurado lo declaraba

que lo iban a acompañar ese día en el mar. Es decir,

“Primer Ganador del Festival de Embarcaciones de la

para todos aquellos que se subieran a su bote cuando

Fiesta de San Pedro”, la que también por primera vez

la flotilla santa surcara las aguas con San Pedro como

se celebraba en el lado Sur de la Isla Mocha. De pie allí

brújula y Gran Capitán de los mares interiores de la

en el Islote del Trabajo, el orgullo de este joven capitán,

Mocha.

cabeza de un bote y miembro de una corta flotilla de 78

Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas


Antes que al timón, la semana previa tuvo que ponerse

turistas y lavando los pequeños platos de ceviche que

al frente de la organización y ser muy activo para que

se habían ocupado en la fiesta, se mostraba reflexivo y

su bote y su navegación pudieran salir premiados.

más calmo que en los días previos.

Sus padres le ayudaron y secundaron detrás, pero él

“Ahora, después de esto, nos decía, mi sueño más

tuvo que poner la cara y declarar que él mismo iba a la

grande es estudiar, salir a estudiar algo relacionado

partida como capitán.

con el mar y el turismo, y luego volverme a la Isla para

Aparte de todos los preparativos, debió buscar lo más

practicar lo aprendido”.

simbólico: pedir prestada la bandera de La Mocha al

Es decir, como Ulises, salir de casa, vivir su propia

custodio de los tesoros insignes de la isla: al historiador

odisea mar afuera, aprender y regresarse sabio y

y otrora experimentado pescador, Armando Ortíz Rojas.

maduro al hogar, para luego continuar la misma tradición de sus antepasados. Es decir, como Luis, su

Han pasado dos días. Ya ha compartido lo suficiente

papá, su modelo y referente.

la inolvidable experiencia con Derick, su mejor amigo,

Después de la entrevista, siguen aún más rosadas las

hijo de un pescador. Pasada la emoción, y ya con el

mejillas del joven capitán.

galardón en casa, Joaquín, sirviendo la mesa de los

“Ir al timón me produce mucha alegría, navegar es bonito, pero lo que más me gusta es la pesca“, nos confiesa, subrayando especialmente “pero el momento de mayor alegría del día es ayudar a mi papá”.

Fotografía / Patricio Rosas Barriga. Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas

79


La historia de Tiare Varela, una joven líder ambiental

E

Fotografía / Mauricio Valverde Sandoval

Ella supo del mundo santiaguino y

Tiare tuvo una infancia que hoy, y desde la

volvió. La conocimos explicando un

perspectiva de la ciudad, fue a todas luces

artístico mural pintado en el Jardín

privilegiada. Tuvo el privilegio único de poder ir a

Infantil de la Isla. En éste destacaban

ver, por ejemplo, a un arrayán abrazado en espiral

los colores de la fardela blanca, su ciclo vital y sus

con un olivillo, o conocer la Laguna Hermosa, años

hábitos migratorios.

antes de que secara.

Le interesa educar la conciencia de los niños,

Sin televisión ni electricidad en la Isla, los

único camino para asegurar un amor y una

atractivos mayores para una niña como Tiare eran

revalorización a tiempo de este entorno tan

salir a caminar hacia un lugar y vuelta a caminar.

especial en el sur de Chile.

Y al llegar al punto de reunión, juntarse al lado de

80

Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas


la cocina a leña, y de su calorcito, con sus amigos

consciente de las ventajas competitivas y las

y desplegar un juego de mesa, el que a veces se

diferencias únicas que tiene su isla con respecto

hacía sobre las tablas del piso.

al resto de los territorios. Valora como nadie el

Podríamos decir, que en los temas ambientales

exclusivo y exquisito condimento como el hongo

ella ahora es una lámpara que ilumina y educa

de ajo, además, por cierto, del palo negro que

en pro de la Isla, y el aceite de la lámpara, es su

sirve contra el cáncer, la nalka, la mermelada de

compromiso, su fuerza, su simpatía y paciencia

maqui, etc.

para hacer entender -a niños y adultos- lo clave que

Cuando se le preguntó por qué decidió establecerse

es cuidar un nido, o no introducir depredadores a

en la Isla, y por qué la Mocha le atraía tanto a ella,

la Isla, cuidarse del fuego devastador, reforestar

Tiare tenía más que clara su respuesta:

con las especies que se están muriendo, etc. “Esta Isla tiene algo muy especial que las Tiare trabaja en la ONG ambiental Oikonos (en

demás no tienen, y la fardela lo sabe, por eso

conservación) y nos comenta: “…en la ONG

viaja más de quince mil kilómetros cada año.

trabajamos en temáticas de conservación, resulta

Y eso especial es el tipo de bosque tan único

ser un trabajo muy desafiante”, nos declara

de aquí. Se trata de las raíces, mías y de ellas.

tranquila, pero con evidente dejo de tristeza, a

En las raíces de estos árboles, de dos metros

causa de la incomprensión de mucha gente, “…es

de profundidad, ellas hacen sus madrigueras.

difícil poder conservar un ecosistema donde muy

Allí anida el ave, “y por eso anido yo aquí”.

poca gente apoya en el cuidado de nuestra propia Isla”. Lo que le preocupa y ocupa a esta joven mujer

Con su respuesta nos quedó muy claro el por qué

líder de la Isla Mocha, es conservar el patrimonio

aquí anida el ave más extraordinaria de todas,

de preciosas reservas que posee la ínsula. Ella se

que bien supo encontrar la isla más extraordinaria

ve en una cruzada transgeneracional.

de todas.

Como buena artesana y ambientalista, Tiare es

Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas

81


Fotografía “Faro Punta Sur”/ Patricio Rosas Barriga.

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Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas


Mujeres de la

Isla Mocha

Isla Mocha / Selecciรณn de mitos, relatos, cuentos y leyendas

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Enevadita Riffo Las recolectoras de luga de Isla Mocha: “Un tipo de cultura temporera” Fotografía / Patricio Rosas Barriga.

a luga es un alga muy popular en las

de prácticas, de lenguajes, de valores y estilos de

costas de la Mocha. Popular porque

vida.

su recolección de temporada convoca

Y «aunque no es agradable ser alguera porque

a muchas, siendo complemento -y

es un gran sacrificio», según Enevadita Riffo (42

en muchos hogares salvación- del presupuesto

años, con una hija también alguera), ella aprecia

hogareño. Y sobretodo porque ha sido generadora

el oficio porque con él ha podido sostener su

de diversos vínculos, entre ellas, las recolectoras.

hogar y el gremio de sus colegas. Actualmente es

La luga ha sido generadora de comunidad, de

la tesorera del «Sindicato de mujeres recolectoras

vínculos, algo más estrechos y profundos que

de algas marinas y otras afines». Tanto Enevadita

solo un sindicato y más importante que el dinero

como varias de sus compañeras, desarrollan la

que se paga por ella. A las mujeres de todas las

actividad trabajando en familia. La temporada

edades vinculadas al proceso de la luga, quizás

dura cuatro meses, los que coinciden más o menos

se les deba la creación de toda una cultura

con la plenitud del verano. Y ello es lo interesante

propia, probablemente tan fuerte como la de los

de este oficio cosechador de un recurso de orilla

pescadores varones, la que por ello es generadora

marina: en la Mocha lo han tornado una ocasión una

L

84

Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas


forma de hacer vida de familia variando de lugar

pronto surge el otro compartir, el de la comida

o de hábitat. Digamos primeramente que la luga

junto al fogón, el patache con pescado frito antes

es un producto muy apreciado, que se constituye

pescado en la misma tarde, las sopaipillas, el

en materia prima para la fabricación posterior de

mate si hace frío, etc. Por eso, al día siguiente, «la

jabones, cosméticos, sushis y algún sucedáneo

levantada es a cualquier hora luego del mariscal»,

del plástico. En esos cuatro meses ellas, las

afirma Enevadita, quien cada año lucha para

temporeras, extraen, seleccionan, secan, limpian

hacer más grata y humana dicha estancia. Puja y

el producto antes de la venta a un intermediario,

reclama por tener allí agua y baños.

el comprador. Deben tender la luga y secar al

Además de los trabajos del alga, allí en la playa

sol hoja por hoja, cuidando muy bien que no se

se dan y se aprovechan otras oportunidades de

reseque. En el Sindicato de Enevadita, llegado el

negocios. Es el caso de las cabalgatas turísticas o

momento y coincidente con las vacaciones de los

caballos en arriendo, que generalmente algunos

escolares, once son las familias que abandonan

varones concretan con éxito. A pesar de las

su hogar en pos de la luga. Se suben a un carretón,

incomodidades, lo que más valoran las familias

transportan lo indispensable, y se van todos a

son estas instancias que nosotros aquí hemos

la playa. Niños pequeños, grandes, ancianos,

denominado «generadoras de cultura». Allí, a

mascotas incluidas, viajando unos 20 kms. lejos

causa del contacto estrecho, de pequeños favores

de casa. Durante ese tiempo permanecen allí,

domésticos, del lenguaje de intercambios, se

sobretodo en la playa del sector sur, donde es

fortalecen lazos, se estrechan relaciones, nacen

más abundante el producto, algunos hasta el mes

amistades y se practica la solidaridad.

de abril.

En síntesis, la comunidad de temporeras de la

Una vez en el campamento del trabajo, cada

luga de la Mocha, evoca aquellos viejos tiempos

familia construye o prepara una rancha para hacer

de los primeros parceleros en que todos eran

vida de hogar con todos y cerca de otras ranchas

uno en la Isla, en aquellos tiempos de la minga

de trabajo. Cuando hay güagüa, solo la madre se

y de las fiestas comunes donde todos aportaban

queda en el rancho y se van todos a la saca del

y celebraban el trabajo colectivo. Cada verano, y

alga por una extensa orilla de roqueríos. En esas

por momentos, la luga acerca aquellos tiempos

condiciones, obviamente se duerme poco, porque

en que tanto durante los días de trabajo como en

además, en las más de las noches, suele haber

los días de paseos, toda la gente almorzaba junta.

cena compartida con invitados que no faltan, con fiesta y baile comunitario, sobretodo si esos afuerinos saber cantar o tocar la guitarra. Junto a ello,

Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas

85


Virginia González Campos Una Mujer holística en una Isla Mágica

L

son

a buscar luga al mar, construir una choza para vender

protagonistas absolutas de la vida en la

artesanías a los turistas, cocinar platos con productos

Isla. Lideresas sociales y ambientales,

locales, y claro, participar de muchas reuniones para lo

recolectoras

que falta porque “no llega solo” dice.

as

mujeres

de

de

Isla

Mocha

frutos

marinos, territoriales,

“No necesito teléfono celular” explica, “acá no

enfermeras, especialistas en contención emocional y

se sabe cuándo habrá señal, por lo que leemos

coaching, mecanicas, recicladoras y sabias agricultoras

nuestros mensajes cuando se puede, y estamos más

y hoy nuevas guias de turismo histórico cultural,

concentrados en hablar entre nosotros. La tranquilidad

emprendedoras y profesionales.

que tengo para dormir y andar sin peligro a que me

Virginia representa ese todo holístico que es la mujer

atropellen o me llegue alguna bala loca es algo de

mochana, con una inquietud incansable por el capital

lo que tengo conciencia que está en mis ganancias

social comunitario y la educación e identidad local.

por ser mochana. Tenemos una naturaleza libre de

Secretaria de la Junta de Vecinos Sector Norte;

contaminación -todavía- y podemos respirar aire

Presidenta del Centro General de Padres y Apoderados

puro todos los días. Lo que sembramos se nos da sin

de la Escuela Armando Arancibia Olivos; Tesorera del

echarle abono a la tierra y nuestra reserva es lo más

Sindicato de Algueras; Presidenta de la Agrupación

maravilloso que tenemos”.

de Artesanos. Casada y madre de dos hijas de 21 y 12

Sin duda el chauvinismo de Virginia da envidia, y

años. Virginia es hija de agricultores de la Isla Mocha

cuando estás en la Isla y pruebas sus productos, y

y es capaz de caminar 20 kilómetros al Viejo Faro, ir

cuando estás en la Isla y la conoces a ella sabes que

artesanas,

86

cocineras

Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas


Fotografía / Patricio Rosas Barriga.

estás en una Isla mágica y con un ser maravilloso y

Mocha. Nunca se detiene y siempre haciendo más por

lleno de bondad.

los demás, así son las mujeres mochanas, integrales

Virginia nos cuenta que en la Isla hacen artesanía en

y holísticas, personas que viven en la abundancia de

conchitas, en madera, en cuero y lana de oveja y que

una Isla donde aunque también tiene carencias, saben

todo es hecho reciclando lo ocupado y cuidando el

que son dueñas de un tesoro, un tesoro vivo que brilla

barco en el que viven, por que una isla es un barco, un

en el corazón de estas mujeres lideresas.

punto en el mar, pero a la vez un sistema que al tener

Al final de la entrevista se le pregunta si quisiera que

humanos, éstos deben estar conscientes que tienen la

algo especial personal fuera publicado, y responde:

“capacidad” de destruir los ambientes incluso donde

“solo mi nombre, que no me gusta andar demostrando

viven, algo que no hace ningún otro animal.

lo que hago”.

Al terminar este libro Virginia trabaja en la Isla en los preparativos para formar la Mesa de Cultura de Isla

Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas

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Los Versos del Capitán de Lilian Vera Presidenta Junta de Vecinos Punta Sur Fotografía / Patricio Rosas Barriga.

L

ilian Vera es una nueva mochana. Como

lo fuimos ampliando y el tipo de turismo que nosotros

varias historias de mujeres que llegaron

damos es turismo de experiencias que llaman. Todo lo

a la Isla por amor a un mochano y nunca

que se come lo producimos nosotros acá también, el

más volvieron al continente, es el caso

huevito de campo, la lechecita, el quesito, el tema de

de Lilian Vera. Ella hace 17 años llegó a

la pesca que da mi esposo, todos los productos de la

Isla Mocha y la Isla en premio le regaló un hijo, que hoy

huerta pues son todos productos orgánicos que hay

ya tiene 12 años. Él es un nuevo capitán, como el poe-

que sacarles provecho. Así que tenemos una quinta

ma de Neruda, “maravilloso y soñador”.

para hacer las mermeladas, acá son todo tipo de pro-

Liliana, como las mujeres mochanas, no puede hacer

ductos caseros, todo se hace, todo lo que se cosecha.

solo una cosa, en una isla en medio del océano se debe

Lo que se produce es lo que nos da la tierra, y también

saber remar, cocinar, plantar, cosechar, resistir y amar.

a la vez, al turista le gusta mucho ir a sacar leche con uno, ir a recoger los huevos, eso lo agradece porque

El turismo de experiencias de la Familia Astete - Vera

hay muchos niños, y ellos son los que más disfrutan.

De su emprendimiento Hostal Punta Sur nos cuenta:

buscar los caballos cuando salen a hacer cabalgatas,

“Empezamos de a poquito, un pequeño emprendi-

por ejemplo, es impagable. La idea es hacer un turismo

miento con una piececita en la casa, después dos, así

más familiar, incorporar a la gente en las rutinas dia-

88

Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas

Son cosas que ellos no ven a menudo, entonces salir a


Fotografía / Patricio Rosas Barriga.

rias que tiene uno para que así ellos puedan adquirir

sus gallinas, su pangal, sus papayas y sus manzanas.

nuevas experiencias también”.

“Sino se trabaja en equipo el bote no sale y la

El terremoto de 2010

huerta no crece”.

Lilian Vera es dirigente vecinal, Presidenta de la Junta de Vecinos Sector Sur, ese que mira al Pacífico con el

Vive en paz con todos los logros alcanzados y por al-

Faro antiguo, donde Drake quiso “ganar el quien vive”

canzar como dirigente, una nunca se detiene. Nada

a los antiguos lafkenche.

ha sido regalado, todo ha sido obtenido con trabajo,

Lilian tiene una hija que está fuera, quien los visita

rabias, unidad, a veces caminar en soledad, pero al fi-

cada cierto tiempo.“Es la mayor sorpresa que puedo

nal en una isla, cada logro se debe multiplicar, el aisla-

recibir” confiesa, pero cuenta que también ha tenido

miento hace que nuestros logros valgan por 4.

sorpresas negativas como el terremoto del 2010: “Aquí fue impresionante, porque mi cocina se cayó

“La familia mochana está obligada a ser unida” comen-

toda, la loza, todo y el susto fue porque yo no asocié

ta, “sin unidad no se sobrevive, porque no se puede

que era terremoto. Cuando desperté a esa hora yo

vivir solo del mar, si no se trabaja en equipo el bote no

pensé que alguien andaba en la cocina botando las co-

sale y la huerta no crece”.

sas, eso pensé, ahí todavía no teníamos luz eléctrica... Arrancamos solo un poquito para el cerro, porque para

Sin un segundo de duda explica doña Lilian “aquí todo

el ’60 el cerro se cayó”.

es una odisea, pero Dios está aquí para ayudarnos a

Lilian ama ante todo la tranquilidad de la Isla y ha cons-

salir al mar, para volar al continente, para tener una

truido su paraíso con la vista del Pacifico frente a su

salud más robusta, porque un mochano no se puede

casa y con el sol que la bendice desde la reserva Natu-

enfermar a cada rato”.

ral Isla Mocha, en su hogar donde tiene su invernadero,

Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas

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FotografĂ­a / Patricio Barriga. 90 Isla Mocha / Rosas SelecciĂłn de mitos, relatos, cuentos y leyendas


Patrimonio gastronรณmico y alimentario de la

Isla Mocha

Isla Mocha / Selecciรณn de mitos, relatos, cuentos y leyendas

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Fotografía / Patricio Rosas Barriga.

la

el otro gran patrimonio gastronómico de la Isla: las

asociada

carnes. Y particularmente las de cordero y de caballar,

tempranamente en torno a las clásicas

muy famosa hace unas tres décadas en todo el Biobío

hortalizas

a

y la Araucanía. Antes habían abuelos parceleros

la Isla Mocha en el continente. Nos

que para ellos era común criar hasta 200 animales.

referimos particularmente a la extraordinaria calidad,

También era muy famoso en el continente, en Cañete

a la exquisita dulzura de las arvejas, que aquí se

y Concepción, la apetecida y muy popular carne de

llegaban a cosechar por cientos de sacos y quintales,

caballo, la que se llevaba de los mataderos de la

embarcándola al continente. Le siguen en prestigio las

Mocha, y particularmente la muy exquisita, sabrosa,

papas (papa colorada, desiré), los ajos, la cebolla, el

orgánica y fina carne del «cordero mochano». Hasta hoy

tomillo, los porotos, el zapallo, el repollo, etc. No es

es proverbial la expresión «cordero mochano» a causa

difícil deducir que la razón de dicha fama ha sido el

de lo sabroso de sus partes, sean asadas, guisadas

humus del subsuelo, la calidad natural de la tierra

o en cocimientos varios y diversos. La causa, junto

y sus abonos y a la producción orgánica estricta,

con el tipo de alimentación y hierbas que consumen,

libre totalmente de cualquier agroquímico, los que

es atribuida a su perfecto equilibrio en grasa y fibras

lamentablemente ya empiezan a ser conocidos en la

musculares, las que no se endurecen dado que los

Isla. Obviamente, esta cualidad se traspasa al otro

animales solo caminan en praderas. Respecto al

reino alimentario: a la calidad orgánica de las carnes y

ganado vacuno pasa algo parecido con el cordero, pues

sus subproductos.

es posible apreciar al ganado aproximarse a la playa y

Todas estas hortalizas y legumbres se acompañan con

allí desayunar algas diversas como el cochayuyo, lape,

T

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radicional

e

gastronomía

históricamente ha

que

girado hicieron

famosa

Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas


el luche, ulte y la luga. Un tercer rubro gastronómico de evidente calidad y valor patrimonial son los mariscos y los peces. Y acaso éste sea, hoy por hoy, el más significativo y creciente en importancia. Entre los primeros, las palmas culinarias se la llevan, según las temporadas, los locos, piures y erizos. Asimismo las jaibas, navajuelas, choritos, cholgas y picorocos. A pesar de la excesiva extracción y depredación del mar, en la Mocha se consume excelente corvina, lenguado, albacora, congrio dorado, reineta, jibia, bacalao, merluza, etc., todo conseguido en pesca de orilla. Antaño, hace unas tres décadas, desde el punto de vista comercial, hubo «épocas de

Fotografía / Patricio Rosas Barriga.

oro» tanto del loco como del lenguado. Un antiguo y poderoso tónico reconstituyente para enfermos es

consumía café de trigo y sin azúcar. Se hacía un tipo

el aceite de lobo de mar: se toma durante siete días

de polenta con choclo (maíz) cocido y luego molido. El

en ayunas. Pero para quien sufre de frío, solo una

choclo se cocía al estilo curanto de hoyo. En casa de

cucharadita.

un colono de ascendencia alemana, hay testimonio de

Mención especial se debe hacer aparte de las clá-

elaboración casera del chucrut: se dejaba macerar el

sicas humitas, de las empanadas de caracol, el

repollo durante varias semanas en barriles, cubiertos

antiguo guiso al horno o a la olla de la «guatita de

con un poco de agua y buena cantidad de sal. En las

cordero rellena», y el tradicional caldo de verduras

fiestas como la Semana Mochana (12 de febrero), el

con hervido de pollo mochano. Éste es, a la fecha, un

18 de septiembre o la Novena de la Virgen Purísima,

muy famoso reconstituyente para enfermos graves y

eran populares – aunque aún lo son- los estofados de

para recuperar a madres en su posparto y puerperio.

vacuno y de cerdo, un tipo de olla al jugo provista de

Al día de hoy, fuimos testigos de cómo una familia

todo tipo de verduras. Muy populares entre las mujeres

enviaba con nosotros al continente el encargo de un

eran las “agüita de cedrón y manzanilla luego de las

par de pollos faenados. ¿Objetivo?: ser entregados a

comidas”. Los licores también se fabricaban en casa:

un enfermo convaleciente en el hospital de Cañete.

se confeccionaba licor de murta y pasas, las que se

Las cazuelas, antes del arroz, invariablemente se

dejaban reposar en aguardiente. Asimismo, antes se

servían con trigo «al locro y a la chuchoca». Incluso a

hacía un conocido licor nativo de arveja: basta cocer la

veces acompañaban al pescado frito junto a la papa

cáscara (vaina o kapi) de la arveja y luego se la dejaba

cocida. Hay recuerdos recientes de que en Isla Mocha

algunas semanas «enjuertar» (fermentar). Del bosque

se comía muy sano, prácticamente con la totalidad de

se extraen bayas para la fabricación de mermeladas

los alimentos de la huerta o de la pradera o del mar

diversas: de maqui, murtilla, alcayota y también de

enfrente. Hasta no hace veinticinco años atrás, solo se

nalcas.

Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas

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cariño única y esto expresado en una de las tantas cosas que tan bien saben hacer...“cocinar”. Pescados, mariscos, moluscos, carnes, vegetales, dulces y por supuesto algunos de sus brebajes mágicos y relajantes. Cada uno de los bocados llenos de intensión, puede gustar más o menos, pero ninguno falto de este afán de querer satisfacer al comensal, de querer entregar la experiencia de pasar por esta isla y llevarse un recuerdo inolvidable junto a sabores, aromas, texturas y momentos que jamás se irán de tus recuerdos, los que harán este pasar una sensación mágica. Este lugar está lleno y rodeado de productos inigualables (hasta papayas encontré en el patio de la casa de la señora Lilian Vera). Extraordinarios productos que demandan un buen trato, estos vienen a poner a prueba las manos de un cocinero en continuar con la línea;

La cocina de Isla Mocha

Alonso Barraza Sáez

esa del cuidado, del cariño de sus creadores, que durante su formación están llenándose de sabor, conformándo así su composición y texturas únicas. Al llegar a la mesa de cocina, la responsabilidad final, está ahora en manos de los cocineros, son estos los responsables finales, para entregar a los paladares de los comensales el motivo pleno por el cual fueron crea-

Isla Mocha está siempre presente, a la vista y en la his-

dos. Acá en la Isla, esto es ley, se cumple estrictamen-

toria regional. No es mi primera visita y ahora seguro

te. No hubo, ni un solo momento en el cual no pudiera

no será la última. De hecho, cada vez que vengo tengo

sentir, disfrutar y sorprenderme de lo presentado, has-

sorpresas y van en aumento. Al pensar en la gastrono-

ta en lo más simple; lleno de sabor y cuidado.

mía de la Isla quizás la primera imagen es limitada.

Una característica de lo probado en manos de varias

¿Qué se comerá?, ¿Poco debe haber?... pero seguro es

cocineras distintas es su punto de sabor, todos ellos

bueno... muchos pescados y mariscos... por ser Isla

en el mismo nivel y no digo esto para quedar bien, no

dice uno, en fin, mil cosas así y otras más.

fui invitado a ser parte de este libro para ello, lo digo

La comida es cultura, tradición y seguro representa a

porque es la verdad, los sabores están perfectamente

su gente y la localidad, lo visto acá es tal cual. La expe-

equilibrados, entre los condimentos aplicados, que di-

riencia de vivir en la Isla Mocha ha entregado a su gen-

cho sea de paso, no superan los 3 a 4 incluyendo la sal

te la condición de hacer lo mejor con lo que tienen...

y los sabores de los productos y la interesante forma

aprovechándolo en su máxima expresión.

de amalgamar éstos con sus técnicas culinarias. Qui-

He tenido el privilegio de disfrutar de una muestra de

zás porque ellas entendieron lo que se debe hacer con

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Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas


Fotografía / Mauricio Valverde Sandoval

buenos productos desde el origen, o simplemente

chayuyo y luche) a orillas del mar. Más tarde del día,

porque es la magia de esta isla para quienes viven y

se van hacia el interior de la Isla en búsqueda de

disfrutan de ella.

un pasto común, pero también influenciado por las

-Comentario aparte dejaré lo de un cordero mocha-

sales de la costa. En su proceso de cocción, asado a

no asado que fue puesto a la mesa por don Luis As-

pura braza de leña local, su dorado fue muy rápido,

tete para disfrutar de una cena de aquellas-.

aproximadamente ya a la hora estaba con ese color

Conozco mucho “el cordero” después de trabajar

y crocancia que cautiva a los amantes de estas car-

durante más de 12 años en la Patagonia Austral y

nes y esta técnica.

vivir allí desde ya hace 8 años. Es quizás mi carne preferida. No es para descubrir que en Chile hay cor-

En boca es suave, de seguro su pasar en estas tie-

dero desde bien entrado al norte hasta los famosos

rras, lejos del ruido, ajetreo y la paz local hacen lo

magallánicos, y que ya son parte de nuestra canasta

suyo. En lo que a grasa se refiere, tiene lo necesario

de alimentos y de la mía particularmente, casi im-

para aportar sabor y muy lejos de aquello que aleja

prescindible en lo que a carnes se refiere.

a muchas personas de poder disfrutar de este pro-

Lo encontrado en el cordero mochano es sorpren-

ducto.

dente, siendo una raza existente en otras latitudes

Mi recomendación final es simple. No se niegue,

(cabeza negra), la diferencia es notoria, su alimen-

déjese querer por este lugar mágico y solo viva Isla

tación y su vida aquí en la Isla Mocha seguro hacen

Mocha.

la diferencia.Una carne suave, que en su proceso de cocción prácticamente no requiere sal, esto seguro debido a parte de su alimentación, ya que por las mañana estos ponen en su dieta algas frescas (co-

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Rollitos de pejerrey con luche (para 4 personas) Receta de Lilian Viviana Vera Pérez (+56 9 838 09 802)

Ingredientes: 8 un. de Pejerreyes

Salsa

100 grs. Mantequilla

50 grs. de mantequilla (en trozos

1 Cebollas (picada fina)

muy fríos)

4 dientes de ajo (picados fino)

4 dientes de ajo (laminados)

200 grs. de luche fresco

1 Cebolla cortada en cuadros

80 grs. Queso parmesano o pan Vino Blanco (ideal chardonnay) rallado

Jugo de naranjas recién exprimido

Merkén a gusto

Cilantro

25 un. mondadientes

Preparación Limpiar muy bien los pejerreyes, eliminar espinas, cortar a la mitad (por su largo), condimentar con un poco de sal y aceite. Para el relleno: Sudar las cebollas y el ajo en la mantequilla. Una vez transparentes, agregar el luche fresco y cortado fino, luego el queso parmesano o pan rallado según su preferencia. Finalmente condimentar con sal y Merkén. Disponer los pejerreyes sobre una tabla estirados perfectamente, disponer el relleno sobre éstos y enrollar suavemente. Cerrar con mondadientes. Hornear por 10 minutos. Para la salsa: Sudar (a fuego suave) la cebolla junto al ajo; después de unos minutos agregar el vino chardonnay y dejar reducir por unos minutos, agregar el

jugo de naranjas, luego los trozos de mantequilla y batir enérgicamente, esto permitirá que la salsa se emulsione y tenga la consistencia necesaria y finalmente agregar el cilantro cortado irregularmente.

Presentación Servir en plato bajo, dos o tres rollitos, incorporando abundante salsa. Decorar / condimentar a gusto con cilantro u otras especias según preferencias.

Maridaje Vino Cinsault Rose 2016, D.O. Valle del Itata- Chile. Viña Mora Reyes. Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas

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Budín de Lapas Receta de Teresa Isabel Rivas Vera +56995571447 Instagram: @casaortizislamocha

Ingredientes: 1 kilo de lapas de Isla Mocha

Sal a gusto

2 Panes amasados

¼ mantequilla

½ cucharada pequeña de merkén

Aceite para base de fuente

6 Huevos de gallina koyonka

3 dientes de ajos medianos

2 Cebollas chicas ½ Cucharada de té de orégano

Preparación Se lavan las lapas y se cuecen. Luego se muelen en máquina de moler carne. La cebolla se pica en cuadritos y se junta con el ají, el orégano y se sofríe. Los ajos se pican y se mezclan con la cebolla. El pan se remoja en agua y se estila, luego se adhieren los huevos y finalmente se juntan los chapes y va a la budinera. Se integra todo y se revuelve con una cuchara de palo. Al final se le agrega la mantequilla para dorarse.

Presentación Se dispone en un plato (emplatar) y se puede colocar una rodaja de tomate o papa cocida.

Maridaje Vino blanco Muscat 2016 Secano. D.O.Valle del Itata- Chile. Viña Mora Reyes

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Cochayuyo primavera

Ingredientes:

Receta de Susan Kuiny Alvarez Berrios +56 9 680 40 878 kuinny_19end@hotmail.com

1 atado de cochayuyo

Cilantro

2 tomates

Limón

2 pepinos

Sal

2 paltas chicas

Comino a gusto

1 cebolla

1 cda. de aceite maravilla

½ pimentón

4 Papas

Preparación Cocemos el atado de cochayuyo, picamos la verdura. La cebolla se corta en cuadros (todo a cuadros), se pone en un bol donde se juntan los ingredientes y al final se mezclan con los aliños. Se enfría en el refrigerador unos cinco minutos. Se sirve con papas cocidas de acompañamiento.

Presentación Se dispone en un plato (emplatar) y se puede colocar una rodaja de tomate o papa cocida.

Maridaje Vino blanco Muscat 2016 Secano. D.O.Valle del Itata- Chile. Viña Mora Reyes.

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Locos Salteados en Salsa Blanca

Ingredientes:

Receta de Susan Kuiny Alvarez Berrios

½ docena de locos

2 cucharadas de té harina

1 cebolla

200 grs de queso

1 pimentón

Tomillo

Cilantro

Una pisca de pimienta y

7 papas

Una pisca de comino

2 cucharadas de té de mantequilla

Sal a gusto

Preparación Se pone a cocer el loco una hora aprox. Una vez cocido echamos a cocer las papas con cáscara (papa rústica). Luego se agrega margarina en un sartén y allí se empieza a saltear la papa con pelo, tomillo y sal a gusto. Posteriormente, se prepara un salteado de verduras con pimentón, cebolla a cuadros, margarina en un sartén y luego se agrega el loco desmenuzado. Una vez listo se le agrega un poco de agua y harina y se

mezcla la harina con los ingredientes, se hace la salsa blanca y se revuelve a fuego lento. Se saltean las verduras junto con el loco cocido y desmenuzado y se hace una mezcla y al final se agrega la harina para darle consistencia al salteado.

Presentación

Maridaje

Una vez listo agregar las papas rústicas en un plato y encima la mezcla del salteado de verduras con loco en salsa blanca. La pongo en un plato de greda.

Vino blanco Muscat 2016 Secano. D.O.Valle del Itata Chile. Viña Mora Reyes

Con el calor de la cocina se va revolviendo y va tomando consistencia la mezcla.

* Los productos “locos” de todas las recetas fueron aportados en plena cosecha 2019, con autorización sectorial y donados para las demostraciones del libro.

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Pizza de Carapacho Receta de Daniela Francisca Coelho Araya +56 9 75 11 69 47 islamochaindomita@gmail.com

Ingredientes: Para la masa

Para el relleno

1 kg. de harina y 20 grs. de sal

½ cebolla, 2 ajos y ½ tomate

10 grs. de levadura

200 grs. de jaiba reina de Isla Mocha

60 ml. de aceite de oliva

180 ml. de crema de leche

600 ml. de agua

100 grs queso mozzarella

Sémola a gusto

Una pisca de azúcar, Pimienta y Sal

Preparación La masa es con un kilo harina. Pesamos la sal y la levadura. Entibiamos el agua y agregamos aceite de oliva y el agua tibia, la masa se prepara 24 horas antes de hornear la pizza, la masa se “amasa sola”, o sea la masa sube y se trabaja en la mesa harinada y se pliega como doblar un mantel. Eso se repite 4 veces cada 10 minutos y luego se deja reposar toda la noche. Antes de hornear trabajamos la masa y le damos forma a 400 grs de masa para una pizza y le damos forma con sémola, y se va al horno por 15 minutos con 250

grados. La cubierta cuenta con el ajo machacado y reposado en aceite de maravilla se calienta el sartén y agregamos el ajo la pimienta y revolvemos. Luego la cebolla picada en cubos, sal y una pisca de azúcar que cubra toda la superficie, luego la cebolla y la jaiba, que se agrega desmenuzada junto con la crema de leche. Se revuelve antes que hierva y esta listo para rellenar o cubrir la pizza. Se agrega tomate

Presentación

Maridaje

Se dispone en un plato de madera (emplatar) y cubrimos con ciboulette picado fino y cortamos un trozo para servir.

Vino Merlot 2016, Arrebato . Valle del Itata- Chile. Viña Mora Reyes.

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Papas rellenas con jaiba y queso

Ingredientes:

Receta de Daniela Francisca Coelho Araya

Para el relleno:

Un kilo de papas Sal & Pimienta 1/2 kilo de jaiba desmenuzada 300 grs. de Queso y orégano a gusto

Preparación Debemos cocinar las papas para posteriormente moler y dejar enfriar. Luego se ralla el queso y se une con la jaiba desmenuzada y el orégano. Con las manos enharinadas tomar una porción de puré de papas y aplastar sobre la mano. Agregar una

cucharada de la preparación jaiba - queso y unir con la mano cerrando los bordes. Cubrir con harina y reservar en el congelador por 15 minutos antes de freir.

Presentación

Maridaje

Servir bien caliente / comer de inmediato.

Vino Merlot 2016, Arrebato. Valle del Itata- Chile. Viña Mora Reyes.

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Empanadas de jaiba-queso y empanadas de cochayuyo-queso Receta de Daniela Francisca Coelho Araya

Ingredientes: Ingredientes de la masa:

Ingredientes del relleno:

1 kg. de harina

400 grs. de jaiba

20 grs. de sal

300 grs. de queso

1 cdta. de polvos de hornear

Cibulette

400 ml. de agua

Empanadas de cochayuyo:

100 ml. de vino blanco

400 grs. de cochayuyo 300 grs. de queso Ciboulette

Preparación Después de hacer la masa, rayamos el queso y mezclamos con la jaiba reina desmenuzada. Para las empanadas de cochayuyo hacemos el mismo procedimiento, pero mezclamos con el cochayuyo.

Luego estiramos la masa delgada llenamos una cucharada de la preparación y cerramos en forma tradicional de empanada, para posteriormente freír.

Presentación

Maridaje

Servir apenas salga del aceite.

Vino Cinsault Rose 2016, D.O. Valle del Itata-Chile. Viña Mora Reyes.

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Entrada de jaibas con Nalkas de Isla Mocha Receta de Virginia del Carmen González Campos (+56 9 851 866 64)

Ingredientes: ½ kilo carapacho de jaibas ½ Nalka Isla Mocha 10 grs. de cilantro 1 limón ½ cucharadita de sal 1 hoja de lechuga

Preparación Picar la Nalka en cubos Se mezclan los ingredientes y se aliña con limón y sal.

Presentación Se sirve encima de una hoja de lechuga

Maridaje Vino blanco “cosecha tardía” Secano. D.O.Valle del Itata - Chile. Viña Mora Reyes.

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Cocina territorial mochana Carlos Beltrán Torres

E

n la Isla podemos identificar claramente

ventaja, portador de un sabor a sal tan sutil, que abre

el patrimonio alimentario que la caracte-

la imaginación para muchos usos culinarios.

riza, no en lo endémico de sus productos, sino en la diferencia notable respec-

La huerta mochana eterna es alimentada continua-

to a los mismos recolectados, cultivados

mente de semillas y pequeñas plantas. Se le mira con

o criados en otras latitudes. Solo algunos ejemplos:

orgullo y se le trata con cariño casi maternal bajo los

Las nalcas de una jugosidad tan abundante como áci-

plásticos contemporáneos que hoy la cobijan. Sin

da y la fibra tierna casi como su carne, características

ella sería imposible satisfacer las ollas y sartenes que

presentes aún en tamaños inusualmente grandes. Ab-

siempre demandan zapallitos, cebollines, ajos isleños,

solutamente diferentes a las continentales en su textu-

papas, zanahorias, puerros y un cuánto hay de otros

ra y frescura, permaneciendo en común el sabor carac-

vegetales que acá en tamaño, intensidad de sabo-

terístico de este tallo.

res y colores, superan a los que llegan desde afuera,

El maqui con un dulzor un tanto tímido comparado con

pero la diferencia determinante la hacen los alimentos

el fruto de valles y precordillera, lo que no es una des-

arrebatados heroicamente al mar, aquellos frutos que

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Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas


encierran historias que se funden con el mito isleño,

embajadores, “El cordero mochano”. Quienes hemos

historias que determinan la importante carga cultural

degustado sus carnes asadas o guisadas sabemos per-

y emocional que los soporta, pero no solo eso, son

fectamente de qué estamos hablando. Menos grasa y

también una explosión literal de sabor. Cada uno con

salobridad distintiva. Lo anterior hace de ésta singular

sus características tan particulares como el piure con

carne el ingrediente protagónico perfecto para un pla-

su indiscutible y perfecto dulce y salado, como el em-

to sabroso y proteico sin la parafernalia acompañante

blemático y conflictivo loco, hoy sabiamente manejado

con que a menudo se matan estos privilegios. Magis-

por sus guardianes, que nos ofrece en la mesa esa cre-

tralmente asado directo a las brasas y acompañado por

mosa resistencia que son parte de ese sabor indescrip-

unas insinuantes papas de la Isla con un “perfumito

tible aunque conocido. Y así también el cochayuyo, el

de ajo”, chicha de manzana y muchos otros sabores,

ulte, el luche, la luga forman parte de los insumos que

todos de la Isla.

a diario solucionan sabrosamente a los isleños la necesidad de alimentarse.

Isla Mocha reclama el momento de escenario para el teatro de su cocina territorial, esa que no se improvisa,

Y como un espíritu de la montaña todos han oído ha-

que no se hace, que no se compra, pero que necesi-

blar de él, pero solo los elegidos lo conocen; el fabu-

ta ponerse en valor por su gente. Isla Mocha la tiene y

loso “camarón de río de la isla”. Grande, suculento y

grandiosa, pero debe visibilizarse, ese es el agua de su

algo escurridizo, ahí está esperando a ser encontrado

riego con el que da el abono al alma de su gente.

para volverse héroe de las corrientes entregándose a nuestros paladares. No debemos ni podemos omitir a uno de los productos

Carlos Beltrán Torres Cocinero Territorial

Isla Mocha / Selección de mitos, relatos, cuentos y leyendas

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El Ulte; pareciera que esta antigua, noble y usada alga fuera igual en todas partes en donde ondulante y sub acuática se ofrece casi sin resistencia, siempre y cuando el mar esté de acuerdo. Pero no, no es igual en La mocha. Y no es poetizar o ensalzar para la ocasión, solo con percibir el dulzor etéreo y distintivo que nos queda después de cada bocado sabemos que es distinto. Además su intenso color opaca a su símil que crece y alimenta en otras latitudes, lo que estoy seguro se debe al secreto de cocerlo con algo de jugo de limón. Y el aroma pone en alerta al paladar, como profecía de que si o si se cumplirá…y se cumple. Perfectamente cortado, sabrosa y sencillamente aliñado como un pebre tradicional, solo cebolla, cilantro, un chorrito de aceite, sal y jugo de limón. Lo interesante aquí no son las proporciones de cada uno de estos ingredientes, sin cantidades exactas ni repetidas, son las cucharadas y pizcas de sabiduría y corazón de mujer mochana. La Jaiba; entre todos los cangrejos, distinta más si se sube a los botes mochanos para viajar hasta la orilla y después entregar su armadura consistente, su carne suculenta y jugosa al calor intenso que encierran los fondos alentados por la leña. Y entonces, después de sucumbir ante el destino, nos deslumbra con su cambio de color, de pardo a intenso y colorido rojo. Después del impaciente reposo hasta que las jaibas mochanas estén frías, comienza la arrítmica cantata de las piedras lisas y milenarias que ayudan al despoje del grueso y colorado ropaje para dejar al descubierto todo el sabor húmedo y aromático del inigualable regalo de esta costa redondeada. Para la delicadamente desmenuzada carne de jaibas un poquito de mayonesa casera hecha con huevo azul de kollonka, algo de verdeo de cebollín, otro algo de cebolla, sal, jugo de limón, cilantro el infaltable y ¡oh sorpresa de sorpresas! esta sublime preparación se ha instalado dentro de un tomate liberado de sus interiores los cuales fueron incorporados a esta mezcla deleitosa. Rico, inusual. “Con estos ingredientes la señora Nelda nos confirmó donde estamos. En la Isla Mocha aprendiendo y degustando esta delicada y sabrosa combinación de productos territoriales en la cual la técnica se rinde ante el sustento emocional y cultural que soportan el plato” - Carlos Beltrán Torres / Cocinero

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Ensalada de ulte mochano y tomate relleno con jaiba de la Isla Receta de Nelda Moya Varela, Parcela 32, +56 9 757 75477

Ingredientes: Ulte Jugo de limón Carne de jaiba 1 Tomate 1 Cebolla Mayonesa casera, cilantro, morrón

Preparación Cocer el ulte con agua y jugo de limón durante dos horas. Cocer las jaibas y sacar su carne. Extraer la pulpa del tomate y mezclar con la carne de jaiba. Picar la cebolla en cuadros finos. Agregar mayonesa casera, cilantro, morrón y sazonar a gusto.

Presentación Montar las patitas de jaiba en el plato y decorar con pimentón, rojo y verde, cilantro y/o ciboulette.

Maridaje

Sauvignon Blanc, Viña Pandolfi Price, Año 2018

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Las Nalcas Desde lo profundo y oscuro verde bajan casi resbalando las esbeltísimas nalcas, únicas e irrepetibles las de estas tierras, de manzanosa carne, de acidez y crocancia placentera desbordando savia refrescante. Elegidas como el dedicado al oficio solo sabe y después atadas de a montón espalda con espalda casi doblegan al que las trae. Peladas y cortaditas a mano para que “no se amarguen”, como recomienda la señora Sandra, se dejan en agüita con limón y un poquito se sal El Luche “Calientito el luche calientito”. Se me vino a la memoria el grito armonioso que alguna vez escuché en las calles del continente. Tan aferrado a la piedra como a la vida misma de los isleños, salvador humilde de hambres y componente delicioso de gulas trasnochadas. Capitán de madrugados desayunos antes de subirse al bote. De la mano con el pan y el vino ha esperado desde siempre que alguien se siente respetuosamente a la mesa. Y se juntan la falda del cerro y la orilla salada, nalca y luche con un tanto de apio deshilachado y cortado en trozos pequeños, cebolla en cuadraditos chicos, cilantro, merkén, sal mesurada y jugo de limón. Todo bien revuelto para integrar productos. El plato me obliga a cerrar los ojos. Sedosidad con esa técnica de terminar la cocción del luche con manteca, frescura, sabor profundo a mar, crocancia, acidez. Todo en perfecta armonía. Y de pronto lo metálico de la nalca y del luche aparece sutilmente. Interesante es poder apreciar que estando tan unidos en este plato se muestran cada uno con sus personalidades. Solo me faltó un poco de color, aunque no me atrevo a sugerirlo por el temor de faltar el respeto a tan territorial sabiduría. El vino más amigable para este plato fue, aunque difícil por la nalca, Chardonnay, etiqueta Los Patricios, Viña Pandolfi Price

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Ensalada de Luche con Nalka de Isla Mocha y apio (8 personas) Receta de Lucy Aguirre Moya

Ingredientes: Luche 300 grs 1/ nalka Apio una mata

1 cebolla Cilantro Limones

Preparación Cocer el luche a fuego lento por dos horas, con un poco de manteca y un poco de agua al final. Una cebolla se pica en cuadros pequeños, junto a un poco de cilantro picado fino. Se corta el apio en torrajas y se le agrega jugo de limón y sal a gusto.

Presentación Montar en un plato amplio, con rodajas de limón.

Maridaje Chardonnay, Viña Pandolfi Price, Año 2016, Valle del Itata

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Los locos ¿Se deberá el nombre popular a la locura que desatan? Placeres, disgustos, encuentros buenos y malos, riqueza en su máxima expresión para unos pocos, pobreza para muchos, vidas arrebatadas por la codicia, por el vicio mismo que embelesa a tan extraordinario y nuestro loco. Pero los isleños aprendieron desde la lujuria que produjo en la selva oscura, en las playas sorprendidas de tanto que fueron traficadas, aprendieron a que fueron, son y serán parte de su vida. Acá son grandes de verdad, como en ninguna otra parte, porque los crían y los cuidan celosamente, no como antes, hasta que el buzo experto avisa que están listos. Entonces se transforman en bandera, estandarte, en territorio, en patrimonio, en sustento y sobre todo en singular alimento. Cocidos de una forma distinta a como lo hacemos los continentales que damos horas y horas de baño caliente, acá son entre salteados y hervidos, extraño por decir algo. Pero la blancura amarillenta que presentan es imposible de catalogar. La textura mantequillada y algo resistente a la vez se convierte en un desafío al querer explicarla. El sabor suave a mar abierto en calma evoca paraíso. Realmente es un orgullo saber que este regalo profundo es nuestro, digo nuestro porque está ahí, en la mesa con mantel de la Isla Mocha. Las papas, que son sembradas casi hasta perderse en las olitas pequeñas, son crema firme una vez que Sandra las fríe enteras y “con pelos”. Luego el cuchillo gastado asegura el corte en rebanadas gruesas y se van al sartén pintado con aceite, fiel sartén que las dora por sus caras. Acto sencillo y maravilloso. Al plato llegan como venidas de unas bronceadas vacaciones en alguna de estas playas. Simplemente una cama de lechugas de alguna huerta cercana o de algún invernadero “más moderno” de esta isla, bien aliñaditas con sal, limón y aceite, crujientes y sedosas como esperando lo que viene. Sobre este verdor suficiente se acurruca el desmenuzado de jaibas, preparado casi igual que el de la señora Nelda, y sobre éste alternadamente caen las sabrosas rodajas de papas y de locos. Mayonesa casera solo para intentar acompañar en colores porque “mucha queda muy pesado”. Una vez más miles de mis dudas de cocinero han sido aclaradas por esta humildad pretenciosa. Solo agradezco. 118

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Jaibas con locos de Isla Mocha Receta de Sandra Muñoz Muñoz

Ingredientes: 10 locos ½ lechuga Porción de Jaibas de Isla Mocha (200 grs) 5 papas de Isla Mocha Mayonesa casera Cilantro y Jugo de limón.

Preparación Se cuecen los locos con un poco de aceite de oliva en una olla. Se agrega una cucharada de aceite y se pone aceite en la olla, se sienta, los locos y se tapan. Se agrega ½ copa de agua y se va agregando agua a medida que se va secando. La papa se lava y se fríe con pelo. Se rebana y se pone en una sartén con aceite de oliva y se dora por ambos lados. La papa cortada en rodajas, se “sella” por ambos lados.

Presentación Se pone la lechuga como base del plato, encima la jaiba preparada y los locos más las papas en rodajas. Agregamos un toque de mayonesa casera para decorar.

Maridaje

LarkÜn, Sauvignon Blanc, de Viña Pandolfi Price / Valle del Itata

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El sofrito legendario, institucionalizado en cada una de las cocinas de nuestros viejos, de nuestros pares y puedo asegurarlo que en las cocinas chilenas venideras que se precien de tal. Es el comienzo humilde de la mayoría de las preparaciones que nos dan patrimonio y como tal no podía faltar en la Isla. Pero con la variación propia, como casi en todas partes. Cebolla cortada finamente en cuadritos, zanahoria rallada, orégano, sal y si quiere algo de merkén. Pero lo insustituible en esta tierra es el ajo mochano. Colorado y albo su vestido. Picantitos y dulces sus dientes vainilla clara. Delicadamente intenso. El sartén espera humeante, maquillado con aceite o con manteca. Primero las valientes, cebolla y zanahoria, luego la estrella del sofrito, el ajo mochano triturado rítmicamente en el mortero heredado. Luego los últimos del reparto aunque no por ello menos importantes. Después de unos 5 minutos el luche ya cocido se incorpora deseoso. Ya dentro del sartén se confunden cada vez más verduras de mar y tierra con las sucesivas revolturas de la cuchara de palo. Y sucede lo inesperado, en la mano de Elizabeth aparece una generosa taza de leche, inmaculada, blanca y con prestancia se lanza sobre lo que hasta ahora es un revoltijo. De aquí en adelante cambia todo para bien. Color, aroma y sabor se hermanan y quedan absolutamente dispuestos a ser juzgados. Pero aún no estaba todo dicho, faltaba la lluvia dispersa de hierba buena cortada pequeñita que coronó las sensaciones. El luche prolijamente moldeado se nos presenta junto a dos papas humeantes y floreadas, cocidas casi a la perfección. Acompañaron unas tiernísimas hojas de lechugas bien aderezadas y unas rodajas de tomate que me parecieron en su conjunto como el invitado de piedra a esta magnífica fiesta. Personalmente me habría gustado la ensalada aparte. En todo caso un plato ancestralmente humilde, sabroso y consistente, diferente a otros en las sutilezas que solo saben dar las mujeres mochanas 120

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Mar y Tierra

Ingredientes:

Receta de Elizabeth Moya Varela Parcela 32 fono 83873363.

Cebolla picada a cuadros Zanahoria (1) Ajo mochano (1 cabeza) Orégano (1 cucharada te) Luche ½ kilo Leche 1 taza

Hojas de Hierbabuena Sal 2 papas mochanas grandes

Preparación Freír la cebolla junto con la zanahoria y el ajo, agregar orégano y ½ kilo de luche: freír en una sartén precalentado. Una vez frito, sazonar con sal a gusto y cuando la cebolla esté lista agregar la taza de leche.

Presentación Colocar el luche en un molde para decorar y al lado las 2 papas y una hoja de lechuga con 3 rebanadas de tomates.

Maridaje

Agradable sorpresa resultó maridar con un Malbec, Burdeo de Viña San Roke / Valle Bio-Bío

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Cordero Motemar Receta del cocinero Carlos Beltrán

Ingredientes: 600 grs. 30 cc. 1/4 cda. 3 cdas. 1/2 cda. 100 cc.

Pierna de cordero deshuesada y en cubos Aceite vegetal neutro Merkén Ajo molido Chaskú (tomillo) seco molido Chicha de manzana fuerte Sal a gusto

Preparación / paso a paso 1. Hacer un adobo con el merkén, el ajo y el chaskú más una cucharada de chicha de manzanas. 2. Adobar el cordero y dejarlo reposar por unos 30 minutos 3. Calentar el aceite a punto de humo 4. Saltear el cordero por unos 2 minutos moviendo constantemente 5. Desglasar con el resto de la chicha de manzanas 6. Tapar y dejar cocer a fuego bajo por unos 20 minutos

7. Cuidar de que no se seque ni se pegue el cordero. Para ello disponer de un caldo de verduras o agua simplemente e ir agregando si fuese necesario 8. Apagar fuego y reservar en el mismo sartén tapado 9. Agregar el cordero y sus jugos al mote con piures

Emplatado

Maridaje

Servir caliente con hojas de perejil cortadas muy finas

Cinsault 2017, Viña Juan Segura, Valle del Itata

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Mote con piures Cocina colaborativa (Receta del cocinero Carlos Beltrán)

Ingredientes: 800 grs. 30 cc. 4 cdas. 2 cdas. 1/2 cda. 2 dientes 300 grs.

Mote fresco o trigo mote cocido Aceite vegetal neutro Cebolla mediana cortada en cubos pequeños Puerro cortado en cubos pequeños Morrón rojo cortado en cubos pequeños Ajo molido Piures frescos y limpios Sal a gusto

Preparación / paso a paso 1. Hacer un adobo con el merkén, el ajo y el chaskú más una cucharada de chicha de manzanas. 2. Adobar el cordero y dejarlo reposar por unos 30 minutos 3. Calentar el aceite a punto de humo 4. Saltear el cordero por unos 2 minutos moviendo constantemente 5. Desglasar con el resto de la chicha de manzanas

6. Tapar y dejar cocer a fuego bajo por unos 20 minutos 7. Cuidar de que no se seque ni se pegue el cordero. Para ello disponer de un caldo de verduras o agua simplemente e ir agregando si fuese necesario 8. Apagar fuego y reservar en el mismo sartén tapado 9. Agregar el cordero y sus jugos al mote con piures 10. Volver a integrar muy bien todos los ingredientes

Emplatado

Maridaje

Acompañar de tortilla al rescoldo con pebre de cebolla

Malbec, Burdeos de Viña San Roke

y cilantro al limón

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FotografĂ­a / Patricio Rosas Barriga.

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Imรกgenes de la Isla Mocha

por Patricio Rosas Barriga

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Bibliografía Armada de Chile (2000). El libro del Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile. Chile. Biblioteca Nacional de Chile (1997). “La Isla de las palabras rotas”. Quiroz, Daniel & Zumaeta, Héctor (1994), En: Ecología, Historia y Cultura de la Isla Mocha, provincia de Arauco, 1859-1994. Ediciones de la Biblioteca Nacional de Chile, Santiago, Chile. Cañas, Alejandro (1902). La Mocha, descripción de esta Isla. Imprenta Cervantes, Santiago, Chile. Cartes, Armando (2015). Los cazadores de Mocha Dick. Pehuén Editores, Santiago, Chile. Coloane, Francisco (1978). El camino de la ballena, Edit. Zig-Zag, Tercera Edición, Santiago, Chile. Corporación Nacional Forestal (1998). Plan de manejo Reserva Nacional Isla Mocha. Ministerio de Agricultura, de Chile, Documento de trabajo N° 277, Unidad de Gestión Patrimonio Silvestre, Santiago, Chile. De Augusta, Fray Félix (1916). Diccionario Araucano- Español. Imp. Universidad; Stgo. de Chile, Chile. De Vivar, Jerónimo (1966). Crónica y relación copiosa y verdadera de los reinos de Chile, tomo II, Fondo Histórico y Bibliográfico José Toribio Medina, Santiago, Chile. Erice, Esteban (1988). Diccionario comentado Mapuche-Español. Bs. As., 1960.Mapuche 4- Ed. Yepun; Bs. As. Argentina. Goicovich, Francis (2010). Primer catastro de familias reche-mapuches en el Reino de Chile: Isla Mocha, 1685.Revista chilena de historia y geografía. Article in Revista chilena de historia y geografía. Chile. Goicovich, Francis & Quiroz Daniel (2008).De insulares a continentales. La historia de los mochanos, desde los orígenes hasta su desintegración social en la misión de San José de la Mocha, Edic. Facultad de Filosofía e Hdes., Universidad de Chile, Serie estudios, Santiago, Chile.

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Gay, Claudio (2018). Usos y costumbres de los araucanos. Taurus, Santiago, Chile. Guevara, Tomás (1898). Historia de la Civilización de Araucanía, Tomo 1: pg. 265. 1898, Santiago, Chile. Hernández, Aguayo (1998). Donde viven las ballenas. Actividades balleneras en Isla Santa María y Chome. Editorial Aníbal Pinto, Concepción, Chile. Mariman, Pablo (2002). Parlamento y territorio mapuche, Ediciones Escaparate, Concepción, Chile. Molina, Abate Juan Ignacio (2000). Compendio de historia Geográfica, Natural y Civil del Reyno de Chile, Primera edición Madrid 1788, Pehuen editores, Santiago, Chile. Pizarro, Alejandro (1989).La Mocha, la Isla de las almas resucitadas, Bolt. Museo Mapuche de Cañete, Cañete, Chile. Quiroz, Daniel & Sánchez, Marcos (1997).La Isla de las palabras rotas, Marcos Sánchez, editores, Departamento Antropología | Universidad de Chile, Santiago, Chile. Quiroz, Daniel & Sánchez, Marcos. POBLAMIENTOS INICIALES EN LA COSTA SEPTENTRIONAL DE LA ARAUCANÍA (6.500-2.000 a.p.). Chungará (Arica) [online]. 2004, vol.36, suppl. [citado 2020-04-04], pp.289-302. Quiroz, Daniel (2007). LA CAZA DE LOBOS MARINOS EN Isla Mocha:¡Solo para valientes! (esto no lo dijo un lobo) en Etnografías Mínimas, Ediciones Daniel Quiroz, Santiago, Chile. Quiroz, Daniel (2003) . Los mapuches de Isla Mocha desde la óptica de los europeos:1554-1687.Biblioteca Virtual Universal. Universidad de Chile. Santiago, Chile. Reiche, Carlos (1903). La Isla Mocha. Anales del Museo nacional de Chile, Estudios Monográficos, Santiago de Chile, Chile. Reynolds, Jeremiah (2015). Primera Edición 1839, Pehuén Editores, Santiago, 2015. Valdés, Guillermo (1978). Seminario Historia de Concepción, 1860-1870. Universidad de Concepción, Concepción, Chile.

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Enlaces Digitales Isla Mocha Costas de Chile [material cartográfico]: Por los oficiales de la “Cañonera Pilcomayo” al mando del Cap. de Frag. Sr. Froilán González T. en 1892-1893. http://www.bibliotecanacionaldigital.gob.cl/visor/BND:157349 Isla Mocha [material cartográfico] / por la Armada de Chile. Valparaíso: Armada de Chile, 1941. http://www.bibliotecanacionaldigital.gob.cl/bnd/631/w3-article-317725.html Material Isla Mocha. Creado por Daniel Quiroz 1999.Departamento Antropología Universidad de Chile. http://www.facso.uchile.cl/publicaciones/biblioteca/docs/islamocha/islamocha. pdf

Etnografía 1. La entrevista al Lonko Teodoro Huenuman Llancapan, fue realizada en la casa del lonko, el año 2006. 2. La entrevista al Ñidol Lonko Juan Segundo Huenupil, fue realizada en su casa en la comunidad de Comillahue, en la primavera del año 2006. 3. La entrevista a don Juan Varela se realizó en su casa de Isla Mocha, en febrero del año 2007. 4. La entrevista a don Jorge Aguirre Aguirre, se realizó en su casa de Isla Mocha, en el mes de febrero del año 2007. 5. La entrevista a la Señora Elizabeth Moya Varela, se realizó en su casa de Isla Mocha, en el mes de febrero del año 2007. 6. El relato de Nontuve es el resultado de una serie de relatos fragmentados, sumado a la experiencia de haber visitado en varias oportunidades la Isla Mocha.

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Equipo y sus roles dentro del libro Isla Mocha / Selecciรณn de mitos, relatos, cuentos y leyendas

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Equipo Iván Pérez Muñoz

Pamela Guzmán Moncada

Director, Investigador, Editor, Escritor

Corrección de Contenidos, Pruebas y Transcripciones

Antropólogo Universidad Austral de Chile.

Egresada de Periodismo Universidad de Concepción.

© Magíster Gestión del Patrimonio y Turismo

Psicóloga Educacional Universidad del Desarrollo.

Sostenible de la Universidad Autónoma de Chile.

Magíster Psicología Educacional Universidad del

Diplomado Internacional de Especialización en

Desarrollo.

Derechos Sociales, Políticas Públicas y Gestión Global

Doctoranda Universidad Iberoamericana, México.

de la Fundación Internacional Henry Dunant.

psicologa@glocalchile.cl

Director empresa de turismo sostenible Patagonia Arauko (www.patagoniarauko.travel)

Angela Morales Cariman

Director Propietario de la consultora Glocal Chile

Angela Morales Cariman. Magister en Gerencia

(www.glocalchile.cl)

Social de la Universidad de la Frontera. Profesora de

director@glocalchile.cl

Educación Básica.

Móvil: +56967897145

angiemoral29@gmail.com

Susana Gatica Gacitúa

Ricardo Riffo Cortez

Dirección & Edición Digital

Periodista

Secretaría Regional Ministerial de las Culturas, las

Magíster en Comunicación Estratégica

Artes y el Patrimonio Región del Biobío.

ricardoriffo@gmail.com

Periodista

Móvil: +56 9 5607 1440

Mauricio Valverde Sandoval

Patricio Rosas Barriga

Diagramación, diseño, ilustraciones y fotografía

Fotografía

Diseñador Gráfico Universidad del Bio Bío.

Director de Witran Fotografía.

Magíster en Comunicación Creativa UCSC

https://www.instagram.com/patriciorosas71

mauricio@estudiocienpies.cl

witranfotografia@gmail.com

Móvil: +56981723666

Móvil: +56 9 88190444

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Alonso Barraza Sáez

Ziley Mora Penrose

Chef Territorial

Investigador, escritor

Cocina Internacional INACAP.

Pedagogía en Filosofía de la Universidad de la

Diplomado en Administración de Cocina Comercial

Frontera.

INACAP.

Licenciado en Educación de la Universidad Austral

alonso.barraza@gmail.cl

de Chile.

Móvil: +56 9 91221741

Investigador en procesos humanos, coach y escritor. ziley@escribirparasanar.com

Carlos Beltrán Torres Chef Territorial / Cocina Territorial. Docente Carrera de Gastronomía Intercultural Universidad Católica de la Santísima Concepción, Sede Cañete. lasazondelago@gmail.com Móvil: +56 9 91008551 Eugenio Salas Olave Investigador, escritor Artista visual, investigador de pueblos originarios, escritor y académico, consultor y conferencista sobre patrimonio indígena. Pedagogía Media en Artes Plásticas Universidad Católica de Temuco. eugenio.salas@gmail.com

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Agradecimientos Instituciones Glocal Chile Consultores.

y otras afines de Isla Mocha.

EstudioCienpies (Diseño & Comunicaciones)

Sindicato de Pescadores Isla Mocha.

Witran fotografía profesional.

Viña Juan Segura, Quirihue, Valle de Itata, Región de Ñuble.

Agrupación de Artesanos Isla Mocha. Armada de Chile – Isla Mocha.

Viña Mora Reyes, Guarilihue, Valle de Itata, Región de Ñuble.

Asociación Gremial de Pescadores Sector Norte, Isla Mocha.

Viña Pandolfi Price, Chillan Viejo, Valle de Itata, Región de Ñuble.

Colegio Armando Arancibia Olivos de Isla Mocha.

Viña San Roke, San Rosendo, Valle Biobío, Región del Biobío.

Centro de Padres y Apoderados Colegio Armando Arancibia Olivos de Isla Mocha. Comunidad Mapuche Pascual Mellado de Tirúa.

Personas

Corporación Nacional Forestal-CONAF. Dirección General de Aeronáutica Civil. DGAC Isla Mocha-Tirúa. Ilustre Municipalidad de Tirúa. Ilustre Municipalidad de Lebu. Junta de Vecinos Sector Sur, Isla Mocha. Junta de Vecinos Sector Norte, Isla Mocha.

Armando Ortiz Rojas, historiador local de Isla Mocha. Lilian Vera Pérez. Presidenta Junta de Vecinos Sector Sur Isla Mocha. Hostal Punta Sur, Isla Mocha. Luis Astete Castillo. Tesorero Sindicato de Pescadores Isla Mocha. Gerente Hostal Punta Sur, Isla Mocha. Angela Morales Cariman. Asesora chedugun.

Museo de Historia Natural y Marino de Isla Mocha.

Anny Cid Duran. Oficial Servicio Registro Civil Isla Mocha.

Reserva Nacional Isla Mocha – CONAF.

Cristian Rozas Leiva, Representante Viña Sanroke.

Empresa Turística Isla Mocha Indómita Servicio de Registro Civil – Sucursal Isla Mocha. Sindicato de Mujeres Recolectoras de Algas Marinas

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Elizabeth Moya Varela. Enevadita Riffo Riffo, Tesorera del Sindicato de Mujeres Recolectoras de Algas Marinas y otras afines. Enzo Pandolfi Price, Gerente. Socio Viña Pandolfi Price.


Estela Drake Mendoza, escritora, Directora Artemisa Consultores. Etelinda Leonor Rojas Herrera. Camping Tia Peta. Isla Mocha. Fabián Mora Reyes, Socio Propietario Viña Mora Reyes. Gastón Varela Durán. Dirigente Deportivo Isla Mocha. Héctor Yévenes Rojas. Carretonero Isla Mocha. Jaime Hahn Cortes. Empresario agrícola y ganadero Isla Mocha. Jaime Herrera Rojas. Nacional Isla Mocha.

Guardaparques

Reserva

Joaquín Astete Vera. Ganador Concurso Fiesta San Pedro Navegable 2019 Isla Mocha.

Pescadores de Isla Mocha. Petronila Guzmán. Propietaria Camping Tia Peta, Isla Mocha. Rosalba Nuñez Rigoberto Astete Herrera (Moroco). Camping Hostal Punta Sur. Isla Mocha. Sandra Muñoz Muñoz. Susan Álvarez Berrios. Teresa Rivas Vera, Hostal Casa Ortiz de Isla Mocha. Tiare Varela Durán, Tesorera Agrupación de Artesanos/as. Profesional ONG de Conservación Ambiental Oikonos. Isla Mocha. Víctor Mora Canales, Viña Mora Reyes.

Juan Guzmán Valdés. Administrador Camping Tia Peta. Isla Mocha.

Virginia González Campos. Vicepresidenta Junta e Vecinos Sector Norte Isla Mocha.

Julio Hahn, Gerente Lodge Punta del Saco, lado Sur, Isla Mocha.

Ximena Ortíz Rivas, Representante Hostal Casa Ortíz de Isla Mocha.

Lucy Aguirre Moya. Daniela Coelho Araya, Guía Turística y Propietaria Isla Mocha Indómita. Luis Ortíz Rojas, Director Museo Historia Natural y Marino de Isla Mocha. María Valenzuela Sandoval. Artesana Isla Mocha. Nelda Moya Varela. Restaurante El Estero Isla Mocha. Óscar Pailaya Painen. Operador de vuelos Aeródromo Isla Mocha. Patricio Parra Astete. Presidente Sindicato de

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Este libro es ante todo un relato ancestral de mitos y leyendas mapuche lafkenche, como se le denomina al pueblo mapuche del mar, navegantes ancestrales oceánicos. Y a su vez es un relato etnográfico de colonos chilenos, de una Isla mágica en el Océano Pacifico, isla tótem de un territorio, un relato de cultura viva de Arauko, que pueden ir a vivir cuando quieran, lo recomendamos, la prueba es que este libro fue escrito totalmente en el invierno 2019 de la Isla Mocha, cuando nos fuimos a encomendar al Patrono San Pedro, después de haber pedido permiso a la trempülkawe, para atravesar el charco de Tirúa a la Isla Mocha (35 kilómetros: 11 minutos en avioneta y 1 hora y media en lancha). La Isla pertenece a la comuna de Lebu, en la Provincia de Arauco, Región del Biobío. Arauko es el rescate identitario del nombre ancestral del territorio de la actual provincia de Arauco, en la región del Biobío, que rescata el vocablo rauko (agua gredosa), que es como los españoles escucharon que llamaban los mapuche a este territorio, y que luego siguió nombrándose Arauco y que hoy comienza a refundarse identitariamente, reconociendo esta otra forma de escribir su nombre, cambiando Arauco por Arauko (un guiño a la identidad). El libro expone de qué manera los colonos chilenos que llegaron a trabajar a la Isla, pulieron el oro verde de su tierra, llenando las ferias del Puerto de Talcahuano de toneladas de arvejas, papas y vacunos mochanos, los que eran transportados por las compañías de vapores mercantes, que recorrían desde Talcahuano a Corral en seis días ida y vuelta. En esta obra se muestran pasajes anecdóticos y desconocidos del terremoto de 1960 en Chile, e historias de buques que encallaron en la Isla Mocha en las primeras horas del terremoto más feroz que ha sucedido en el mundo, al igual que siglos antes lo hicieran los más de 300 naufragios ingleses, españoles, y holandeses que descansan en el fondo marino, muchos aún con sus tesoros. El libro abre y cierra con la puesta en valor de las mujeres de la Isla, en el relato de sus holísticas lideresas y emprendedoras mujeres, recolectoras de frutos del mar, ambientalistas protectoras de la fardela blanca (ave de nidificación endémica en esta isla austral), cocineras territoriales y contenedoras emocionales de pescadores de alta mar, lastimados por los bravos periplos del embaucador mar Pacífico, un mar en que a ratos pareciera dominar la trempülkawe, la jueza divina mapuche, evaluadora de las vidas dignas, justas y valientes, una vida que está demás decir que lleva cada mujer y hombre de la Isla, salta a la vista al desembarcar.

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