El viaje asombroso de Rafaella y Arturo

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El viaje asombroso de

Rafaella y Arturo Cualquier parecido con la realidad NO es coincidencia




El viaje asombroso de

Rafaella y Arturo

C U E N TO I N FA N T I L DE L P L A N E TA R IO M U N IC I PA L C I U DA D DE C U E NC A To d o s lo s d e re ch o s re s e r vad o s


1 A: Arturo y Rafaella La noche descendió rápidamente sobre la ciudad, el crepúsculo era apenas una delgada línea anaranjada y violeta que se apagaba lentamente en el horizonte occidental; las estrellas, tachonando el cielo, cual joyas sobre un oscuro terciopelo parpadeaban contra el fondo negro del espacio. Sí, era una de las raras noches límpidas de esta época de lluvias y cielos grises. Rafaella y Arturo, dos niños, de 8 y 10 años, contemplaban desde su ventana el espectáculo maravilloso que ofrecía el firmamento. La cuarentena en el planeta les obligaba a permanecer en casa y esperaban con impaciencia el día en que podrían salir libremente a los parques y correr hasta el cansancio o jugar con sus amigos a los divertidos juegos que arrancaban risas en todos; de pronto, la habitación se iluminó con una extraña luz verdosa y muy brillante que se atenuaba lentamente. Cuando el brillo terminó, apareció, como de la nada, un niño vestido curiosamente y con una gran sonrisa en su rostro. Recuperados del asombro de la inesperada aparición, los hermanitos preguntaron al extraño niño qué quién era y qué hacía en su habitación.


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—Mi nombre es Rigel, como llaman ustedes a la estrella azul de Orión; en mi planeta esa estrella tiene otro nombre y he venido desde muy lejos para ayudar a los niños, sacarles de su encierro planetario y llevarles, por ahora, a un lugar muy grande en el espacio que es parte de su vecindario cósmico, y al que llaman Sistema Solar — Dijo el niño entusiasmado y continuó — Con este control y si ustedes están de acuerdo, nos trasladaremos a mi nave que se encuentra orbitando este mundo — Habló sosteniendo en su pequeña mano una especie de linterna que apuntaba hacia arriba. —¿Cómo sabes nuestro idioma si vienes de un lugar distante? — Le increpó Arturo. —¿Cómo tú, siendo un niño, puedes tener y pilotar una nave que surca el espacio y, que dices se encuentra orbitando la Tierra y que nos llevarás a ella con esa especie de linterna que tienes en la mano?—Dijo Rafaella con incredulidad y de forma burlona. —Vamos en orden—dijo el pequeño viajero estelar y continuó—A la primera pregunta: yo sé el idioma de ustedes porque las ondas electromagnéticas de radio de sus estaciones radiofónicas, televisión o internet, viajan por el espacio a grandes distancias, los instrumentos de mi nave descomponen las señales en imágenes y sonidos; basta asociar unas con otras para aprender un idioma y si conozco el lugar de su planeta de donde parten, así puedo saber el idioma que utilizan—Dijo orgulloso el niño del extraño atuendo—A las preguntas de Rafaella, respondo: en realidad no soy un niño, soy un navegante del espacio, un astronauta o cosmonauta como los llaman ustedes, adopto esta forma dulce porque es la más maravillosa entre ustedes y porque además los niños no han perdido la capacidad de preguntar sobre la naturaleza del mundo, las personas a las que ustedes llaman adultos, salvo muy pocas excepciones, ya perdieron esa capacidad, creen que lo saben todo y guían su vida con ideas que otros les impusieron y, si quieren ir a la nave que orbita la Tierra, lo haremos al instante.


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—¡Siiiii! —dijeron los niños al unísono— y continuaron: —¡también queremos conocer el Sistema Solar como nos dijiste! El viajero apuntó con su linterna a los niños y una extraña luz azulada salió del extraño artefacto. Al instante los niños se encontraban en una sala muy amplia con enormes ventanales, mientras se mantenían flotando en ingravidez. Al poco tiempo apareció el viajero y les invitó a que mirasen por la ventana: desde allí se veía nuestro planeta con uno de sus hemisferios iluminado por el Sol y el otro sumido en la oscuridad. —Ese es su planeta, la Tierra, su hogar y pueden ver que en una parte de ella es de día mientras la otra está envuelta en las sombras; el día y la noche se producen por el movimiento de rotación del planeta que gira sobre su eje en 24 horas, a esto se conoce como un día. También la Tierra y todos los planetas giran alrededor del Sol, en órbitas elípticas, a este movimiento se lo conoce como traslación y en el caso de su planeta emplea 365 días y un cuarto para completar su recorrido. Hay una fuerza llamada gravedad que obliga a los planetas a girar alrededor del Sol, el cuerpo más grande del Sistema Solar, es la misma fuerza que mantiene todo firme en el suelo sin que salgamos disparados hacia el espacio—Explicó Rigel con gran seguridad. —¡Miren allá está la Luna! —Exclamó Arturo— ¿Qué nos puedes decir de ella?


4 —La Luna es un satélite natural de la Tierra y gira en torno a ella, obedeciendo también a la gravedad, en algo más de 27 días, el mismo tiempo en que rota sobre su eje, mostrándonos siempre su misma cara y haciendo visibles diferentes porciones de su cara iluminada, produciéndose así el fenómeno que conocemos como fases lunares. La Luna es un cuerpo pequeño, lleno de cráteres de impacto, sin vida y silencioso por su falta de atmósfera y agua. —¿Explícanos lo de silenciosa, amigo Rigel? —Interrumpió intrigada Rafaella. —Es muy sencillo — Dijo Rigel— si ustedes me escuchan es porque existe aire al interior de la nave, así como existe aire en la superficie de su planeta, de esta forma, las ondas sonoras se propagan por el aire hacia sus oídos, en la Luna, al no existir aire, ningún sonido se propagará por más que hagamos un terrible ruido. —Ahora, Rafaella y Arturo, conoceremos el Sol, la fuente de la vida en la tierra. Apretó un botón y al poco tiempo una gigantesca y brillante esfera de color naranja apareció ante ellos en todo su esplendor, cegando con su luz a los viajeros. —¡Es momento de ponerse las gafas de protección! —dijo Rigel, entregando unas oscuras gafas que tomó de una consola. Todos se pusieron las gafas y pudieron contemplar la gigantesca esfera que ocupaba todas las ventanas de la nave.


5 —Ese es el Sol, su estrella central, fuente de vida y energía para su planeta y todo el sistema. Si el Sol fuese hueco, más de un millón de planetas como la Tierra, cabrían en su interior. La gran cantidad de energía de la estrella proviene de su interior en el que la enorme presión hace que la temperatura en su núcleo, supere el millón de grados produciéndose una reacción termonuclear conocida como fusión, por la que los átomos de hidrógeno se transforman en una cantidad menor de átomos de helio y la diferencia restante, escapa hacia el espacio en forma de luz, calor y todo tipo de radiaciones que viajan por el espacio. El Sol dista de la Tierra 150 millones de kilómetros, a la luz le toma tan sólo 8 minutos cubrir esa distancia, viajando a 300.000 kilómetros por segundo. Ahora el Planeta más cercano al Sol nos espera, vamos a Mercurio... —¡Es similar a la Luna!— exclamaron los niños mientras contemplaban la superficie llena de cráteres del planeta Mercurio. —Es igual por la misma razón de lo que ocurre en el satélite terrestre— explicó Rigel— es muy pequeño para mantener una atmósfera que lo proteja, en la mayoría de los casos, contra los meteoritos que impactan en su superficie, la falta de agua y vientos, que ocasionan la erosión terrestre, contribuyen a que los cráteres de impacto se mantengan inalterados por millones de años. —¡Mercurio debe ser muy caluroso! —dijo Arturo y añadió— porque se encuentra más cerca del Sol.


6 —Es sí y no— explicó Rigel, acercando más la nave al planeta— En la parte iluminada por el astro rey la temperatura alcanza los 350 grados centígrados y en la parte que está a la sombra, la temperatura es de 170 grados bajo cero. Si nos parásemos en su superficie y pusiésemos un pie en la parte iluminada y el otro en la parte oscura, el pie iluminado ardería, mientras que el otro se congelaría. Mercurio rota sobre su eje lentamente y lo hace en 58 días, mientras orbita al sol en 88 días y lo hace mucho más rápidamente que el resto de planetas, de ahí el nombre que le dieron Mercurio o Hermes, mensajero de los dioses. Ahora emprendemos el viaje a Venus... —¡No se ve su superficie! —advirtió Rafaella, mientras la nave se dirigía velozmente hacia el planeta envuelto en nubes blanco-amarillentas. —Es la temible atmósfera de Venus— explicaba Rigel, a la vez que tocaba una pantalla que se encendió al contacto de sus dedos— está compuesta de dióxido de carbono y es sumamente densa, por este terrible efecto invernadero la superficie del planeta presenta la temperatura más caliente que todos los planetas 450 grados centígrados, sin importar que sea noche o día, la presión en su superficie es igual a 90 atmósferas y las lluvias no son de agua sino de ácido sulfúrico. Gracias a las ondas de radar que envía la nave, que atraviesan la espesa atmósfera y rebotan de su superficie formando una imagen que podemos ver en la pantalla permitiéndonos apreciar montañas y valles como ustedes conocen en la Tierra. Venus da una vuelta sobre su eje en 243 días y lo hace en sentido contrario al de la Tierra, si estuviésemos en su superficie, veríamos que el sol sale por el oeste y luego de varios meses, se oculta por el este. Orbita al Sol en 224 días, sí, su día dura más que su año. A pesar de ser un lugar tan hostil, algo que no se conocía en la antigüedad, se le puso el nombre de Venus o Afrodita la diosa de la belleza, esto se debe a que visto desde la tierra es el astro más brillante luego del Sol y la Luna.


7 La nave se aleja velozmente rumbo a Marte, el cuarto planeta en distancia al Sol y ya se advierte su color rojizo ocasionado por el รณxido de hierro que cubre en gran medida su superficie y que contrasta con la negrura del espacio. A medida que nos acercamos al planeta vamos descubriendo detalles muy impresionantes de su superficie.


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—Bienvenidos a Marte, el planeta más parecido a la Tierra— exclamó Rigel— Aquí se encuentra el volcán más alto del Sistema Solar: el gigantesco Monte Olimpo que con sus 22,500 metros casi triplica la altura del Monte Everest, la montaña de mayor altura en la Tierra; Valles Marineris es un sistema de cañones de 4.500 kilómetros de longitud, 200 kilómetros de ancho y 11 kilómetros de profundidad máxima. El nombre de Marte proviene del dios de la guerra Marte o Ares por su color rojizo como la sangre. Tiene 2 pequeñas lunas llamadas Fobos y Deimos, el temor y el pánico, los acompañantes del dios guerrero. Marte completa una órbita sobre su eje en 24 horas y su período orbital lo cumple en algo más de dos años... Ahora tomaremos rumbo a Júpiter, el planeta más grande de todos, pero antes de llegar atravesaremos el Cinturón de Asteroides, los restos de un protoplaneta que no pudo condensarse en un solo cuerpo debido a la atracción gravitatoria del gigantesco Júpiter.

La nave avanza sorteando los escombros del Cinturón de Asteroides constituido por millones de pedazos de roca, desde unos pocos centímetros de tamaño, hasta el asteroide Ceres de 1000 kilómetros de diámetro. A lo lejos se vislumbra un planeta que se vuelve más y más grande, atravesado por bandas de diferente coloración, paralelas al ecuador del planeta y una gigantesca mancha de color rojo en la zona sur del enorme planeta, es Júpiter, el quinto planeta en orden de distancia al Sol.


—Ahí tenemos al gran Júpiter, el planeta más grande de todos— precisó Rigel —en el cabrían más de 1000 planetas como la Tierra y, a diferencia de los planetas que visitamos anteriormente, es un planeta gaseoso que no posee una superficie sólida y lo que vemos es su atmósfera densa y en continuo movimiento debido a su rápida rotación pues gira sobre su eje en apenas 10 horas; la mancha roja que vemos en su parte sur, es un gigantesco huracán de dimensiones mayores a la Tierra y de una fuerza inimaginable, que gira furiosamente desde hace al menos trecientos cincuenta años. Júpiter o Zeus es el nombre del dios supremo del Olimpo greco-romano. Este planeta que da una vuelta al sol en 12 años tiene la apariencia de un sistema solar de más pequeñas dimensiones, le acompañan 61 lunas o satélites naturales, algunas más grandes que el planeta Mercurio y que vemos girando en torno a él... Ahora abandonamos este gigante gaseoso planeta y nos pondremos rumbo a Saturno. ¡Ahí vamos! La nave se aleja rápidamente de Júpiter y se acerca al sexto planeta en orden de distancia al Sol. —¡Qué hermoso planeta!— exclamó con asombro Rafaella, mientras el astro de los anillos, poco a poco se volvía más y más grande a medida que la nave se acerca a él.

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—Es el planeta Saturno, el segundo en tamaño, después de Júpiter, en él podrían caber 700 planetas como la Tierra, y se destaca de todos por su maravilloso sistema de anillos que lo orbitan, están constituidos por millones de pedazos de roca y hielo que nunca llegaron a conformar un cuerpo único debido a la poderosa fuerza gravitatoria que ejerce el planeta—Explicó Rigel, señalando con su dedo índice en dirección a los anillos y continuó—pero también hay otras curiosidades: no tiene una superficie sólida en la cual podríamos aterrizar, sino que nos hundiríamos en sus profundidades. Saturno o Cronos es el dios del tiempo, también es el planeta menos denso de todos y si pudiésemos ponerlo en un océano gigantesco, el planeta flotaría como un corcho. Si hablamos de lunas, también es el que más tiene, son 82, destacándose la gran luna Titán que posee una atmósfera importante. Saturno tarda 29 años en completar una órbita alrededor del sol y da una vuelta sobre su eje en apenas 10 horas y media. Es hora de partir con rumbo a los planetas más lejanos, Urano y Neptuno ¡Allá vamos!

La nave se aleja del hermoso planeta Saturno y se sumerge cada vez más en las profundidades del espacio y empieza a divisarse una gran masa de color verdoso que a medida que nos acercamos nos muestra un sistema de anillos menos brillantes que los de Saturno, pero que parecen ubicarse en una posición bastante rara. —¿Por qué este planeta tiene los anillos, que no son tan bonitos como los de Saturno, rodeando sus polos y no su ecuador? —preguntó intrigado Arturo.


11 —No son sus polos, es su ecuador y los anillos están colocados en la misma posición que los de Saturno, el asunto es que Urano se encuentra inclinado 90 grados sobre su eje, mostrando sus polos hacia el Sol, en los 84 años que tarda en completar una vuelta al Sol, uno de sus hemisferios recibe luz solar por 42 años mientras el otro permanece en la oscuridad por igual período de tiempo, invirtiéndose el hecho luego de 42 años. El día de Urano es de 17 horas y su nombre proviene de la divinidad griega de los cielos. Urano también es un gigante gaseoso cuyo volumen es 63 veces mayor que la Tierra y está acompañado de 27 lunas— concluyó Rigel y continuó, luego de una pausa—ahora debemos marcharnos hacia el último planeta, el lejano Neptuno ¡Prepárense para el viaje! La nave del viajero estelar aceleró velozmente con rumbo al planeta azul, el distante Neptuno, que a medida que la nave avanzaba el pequeño punto que se veía en la distancia, se transformaba en la gigantesca esfera que copaba la visión desde los ventanales de la astronave. —Bienvenidos a Neptuno, la etapa final de nuestro viaje— habló Rigel mientras miraba junto a los niños terrestres el planeta azul que tenían a la vista, motivo de gran atención por todos—este planeta es el octavo en distancia al Sol y tarda 165 años en completar su recorrido en torno a nuestra estrella central, una vuelta en torno a su eje le toma 16 horas y recibe su nombre del dios de los océanos y mares Neptuno o Poseidón, es orbitado por 14 satélites naturales o lunas.


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—Pero yo había oído hablar de otro planeta llamado Plutón—dijo Arturo con gran aplomo—¿acaso no lo visitaremos? —Plutón o Hades, — explicó Rigel— es el dios del infierno; se le puso este nombre a un cuerpo descubierto en 1930 y se le dio la categoría de nuevo planeta, sin embargo, en el año 2006 perdió esa categoría por varias razones, entre las que se destacaba su pequeñez y su órbita en torno al sol muy diferente al del resto de planetas. Se creó una categoría de planetas enanos para todos estos cuerpos similares a Plutón como Eris y Sedna, dos cuerpos rocosos similares a Plutón; orbita al Sol en 248 años y no completó una sola órbita al Sol desde su descubrimiento hasta su retiro de esta exclusiva categoría. fç ¿ —Bueno amiguitos terrestres—habló Rigel—es hora de regresar a la Tierra, a su hogar y descansar para vivir un nuevo día... —¡Pero Rigel—reclamó airada Rafaella y continuó: —existen tantas maravillas en el Universo y queremos conocerlas todas! —Todo a su tiempo mis amigos—dijo Rigel con una gran sonrisa—creo que fue suficiente por hoy pero continuaremos viajando al espacio en muchas oportunidades más... El viaje de regreso fue muy rápido y en el trayecto a casa contemplaron un extraño astro con una brillante y larguísima cola. Rigel les explicó que se trataba de un cometa: una bola de nieve y polvo que al acercarse al Sol su material se sublima, es decir pasa del estado sólido al gaseoso, sin pasar por el líquido, generando esa extraordinaria cola de polvo y gas que es arrastrada por una especie de viento procedente del astro rey.


Al acercarse a la Tierra, los niños se fijaron con ternura en la gran belleza y fragilidad de nuestro azul hogar, el único lugar del Sistema Solar donde la vida se manifiesta en su exuberante variedad. La Tierra es nuestra acogedora casa cósmica y es necesario protegerla, pensaron los niños, la prohibición de salir de casa terminará y la vida continuará... De pronto Rafaella y Arturo se encontraban en su habitación y Rigel habló: —Apenas nos hemos mojado los pies en la orilla, mientras el gran océano cósmico permanece ahí esperándonos. Esto lo dijo un gran científico de su planeta. Les prometo que vendré pronto para adentrarnos un poco más en este enorme océano ¡Hasta pronto! — Rigel dijo estas palabras y desapareció envuelto en esa luminosidad verdosa con la que había llegado. Al siguiente día, al despertar Arturo y Rafaella, vieron los primeros rayos del sol que iluminaban cálidamente la habitación. Se levantaron de sus camas a contemplar desde la ventana la salida del astro rey en un amanecer con el cielo completamente despejado, de un azul intenso como lo había estado la noche anterior. Se miraron y sonrieron, ahora comprendían el porqué del bello amanecer...

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Ing. Pedro Palacios Ullauri ALCALDE DE CUENCA Antopóloga Tamara Landívar Villagómez DIRECTORA DE CULTURA, RECREACIÓN Y CONOCIMIENTO Dr. Juan Diego Cárdenas Espinoza AUTOR DIRECTOR DEL PLANETARIO MUNICIPAL CIUDAD DE CUENCA Dis. Xavier Vintimilla Aguilar DISEÑO E ILUSTRACIÓN JUNIO /2020



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