Correspondencia de Ultramar
Alicia Kopf & Marco Montiel-Soto
Presentación
La Embajada de España en Venezuela inicia el nuevo año con la satisfacción de presentar una programación en artes visuales que tendrá continuidad 2017. Correspondencias de Ultramar es un ciclo expositivo que reunirá a artistas españoles y venezolanos en la intuición de que existen intereses y maneras de hacer comunes en todos ellos. El ciclo consta de cuatro diálogos artísticos que darán buena cuenta de la pluralidad de la producción artística contemporánea, además de constatar la buena salud de la que goza esta generación de artistas emergentes. Vídeo, apropiación, fotografía, arte de acción, dibujo, net art, pintura, etc. vienen utilizados sin distinción, en la convicción de que el medio se adecua al mensaje, procurando siempre un mejor fin comunicacional.
españoles en su singladura venezolana y contribuir a la difusión de su obra fuera de nuestras fronteras.Quiero aprovechar esta ocasión para reconocer la labor que tanto la Sala Mendoza como el MACZUL vienen gestando a favor de la promoción del arte venezolano, a la vez que extiendo a ambas instituciones mi más sincero agradecimiento por su apoyo a este proyecto. Antonio Pérez-Hernández Embajador de España en Venezuela
Porque ninguno de los artistas aquí presentes interpreta un soliloquio, contrariamente, desean interpelar al visitante, activarlo, en la pretensión de que no sea un mero espectador sino alguien que de forma activa una aquello que ve con aquello otro que ha visto y hecho. Correspondencias de Ultramar tiene lugar en dos actos: una exposición concebida como un diálogo artístico entre un artista español y otro artista venezolano que podrá verse en la Sala Mendoza (Caracas); y a continuación, el MACZUL - Museo de Arte Contemporáneo del Zulia (Maracaibo), presentará la que será (para todos los artistas españoles implicados) su primera exposición individual en Venezuela, y en algunos casos también, su primera exposición individual en Latinoamérica. Para nosotros constituye un verdadero honor acompañar a este grupo de artistas
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Correspondencias de Ultramar
2017
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Alicia Kopf & Marco Montiel-Soto.
Núria Güell & Iván Candeo.
Pep Vidal & Armando Rosales.
Cristina Garrido & Ana Navas.
Correspondencia de Ultramar 01
Alicia Kopf & Marco Montiel-Soto. Sala Mendoza, Caracas. Ene.22 al Abr.01 2017
“¿Se esconde un paraíso tropical bajo las aguas heladas de los fiordos?” Alicia Kopf en Hermano de Hielo (1)
La mente debiera bastarnos para viajar, pero con dificultad alcanzamos a imaginar. Hoy, sin saber a qué atribuir más culpa, si a la caída de los grandes relatos, a la exaltación del ahora o a la sobre exposición comunicativa, podemos constatar que son muchos los que acusan una impotencia simbólica, así como señalara Marc Augé (2). Cuando la globalización pudiera habernos hecho creer que hemos dado la vuelta al mundo en varias oportunidades o que nos hemos puesto a prueba con un sinfín de experiencias vitales, constatamos, ante el destino más distante o la vivencia más relevante, que la melancolía nos acecha. ¿Es posible, en la época de Google Earth, que el viajero sufra de síndrome de Stendhal? Cuando basta una pantalla y una conexión a internet para que recorramos geografías remotas, cuya distancia equivale a un click, ¿cómo predisponer la sensibilidad a una experiencia virtual, instantánea? o al revés, ¿cómo apreciar la magnificencia y no concebirla como una experiencia de consumo? Guy Debord se convierte en profeta de nuestro tiempo cuando advierte la alienación del espectador en favor del objeto contemplado, un espectador que “cuanto más contempla, menos vive” (3). En esta conquista platónica, el viaje y la imaginación transitan por el mundo de las apariencias, es decir, se reducen a una mera representación o imagen. Y no podemos dejar de advertir que es la imagen, como forma de representación del mundo, la que encontra-
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mos en la génesis de las artes visuales. Apartando momentáneamente estas consideraciones y volviendo a sala, una carta de navegación recibe al visitante cuando accede a la Mezzanina de la Sala Mendoza, alertándolo del viaje que está por emprender. Las obras de la española Alicia Kopf y del venezolano Marco Montiel-Soto se entremezclan en el espacio y se confundirían también si no fuera por su iconografía disímil, así como por responder también a una estética distinta: la una, de expresión mínima, con predominio del gélido blanco, hostil; el otro, exuberancia en estado puro, vida. “Existe siempre una geografía que corresponde a un temperamento” (4) sostiene Michel Onfray y por lo que podemos comprobar observando estos ‘cuadernos de bitácora’, tanto Kopf como Montiel-Soto parecieran haber encontrado la suya. La de Alicia Kopf es sobre todo una geografía poética, una apropiación del imaginario de exploración y de conquista del círculo polar para representar las promesas frustradas de toda una generación (la suya) que como consecuencia del último decenio de crisis económica, vio alteradas sus oportunidades de acceso a la vivienda y de incorporación al mundo laboral. La idea de exploración, adquiere en la obra de Marco Montiel-Soto una deriva completamente diferente. “Así me reconozco, viajero, arqueólogo del espacio, tratando vanamente de reconstruir el exotismo con la ayuda de partículas y residuos” (5). Aunque pudiera confundirse fácilmente con el testimonio del artista, la frase pertenece al padre de la antropología moderna: a Claude Lévi-Strauss. Montiel-Soto comparte con él la melancolía por los grandes viajes y exploraciones científicas de mediados del siglo XVIII y XIX, pero su aproximación al objeto de estudio es diametralmente opuesta. Comprobamos, no sin cierta sorpresa, que las muestras de flora y fauna tropical que encontramos en sala han sido manipuladas por el artista con fines poco científicos, un divertimento irónico que aguarda al atento observador y que le sirve para cuestionar los tópicos asociados al Caribe.
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Maracaibo se distingue como la única geografía concreta en sala en un contexto de geografías sentimentales, aunque Montiel-Soto, en un ejercicio de etno-ficción (6), no renuncie a mitificarla y la relacione con sus recursos naturales (petróleo), así como con sus orígenes, con una referencia a la etnia Wayúu; artífices de las maracas que escuchamos y vemos en sala, nativos de la península de la Guajira, para quienes no existen las fronteras y que a día de hoy, continúan viviendo entre las naciones de Colombia y Venezuela. “Ordenar el mundo, dominarlo: ésa sería la aspiración de los viajeros occidentales” (7), sentencia Estrella de Diego, recordándonos que el viaje es una estrategia de construcción del discurso más que establecida en Occidente. Ordenar el mundo para poder contarlo: las costas vienen delineadas y nombradas, cartografiadas; los grupos étnicos, observados en sus costumbres; las especies clasificadas. Un cometido que ocupa a la humanidad desde que nuestras fronteras geográficas se dilataran y que ahora se convierte en práctica tanto para Kopf como para Montiel-Soto, en la obsesiva exploración de la (controvertida) línea que separa la realidad de la ficción. Quizá, esta exposición no sea más que una invitación a observar la manifestación artística y a reconstruir el respectivo camino de vuelta hacia su referente real, a elucubrar el viaje, en una nueva tentativa porque recobremos nuestra capacidad de imaginación. Pero antes de que el viaje se dé por concluido, el viajero-espectador descubrirá que el relato del mundo y el relato de uno se entremezclan en una misma odisea, porque las más de las veces, el gran asunto del viaje es uno mismo.
(1) KOPF, Alicia. Hermano de Hielo. España: Ediciones Alpha Decay, 2016, p. 238. (2) AUGÉ, Marc. La guerra de los sueños. Ejercicios de etno-ficción. España: Editorial Gedisa, 1998 (1997), p. 21. (3) DEBORD, Guy. La sociedad del espectáculo. España: Pre-Textos, 2012 (1967), p. 49. (4) ONFRAY, Michel. Teoría del viaje. Poética de la geografía. España: Taurus, 2016 (2007), p. 25. (5) LÉVI-STRAUSS, Claude. Tristes trópicos. España: Austral, 2016 (1955), p. 51. (6) AUGÉ, Marc. Op. Cit. p. 153. (7) DE DIEGO, Estrella. Travesías por la incertidumbre. España: Seix Barral, 2005, p. 57.
Patricia Hambrona
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Alicia Kopf. After the Shipwreck, de la serie Diary of Conquests (2014). Tinta sobre papel; 86 x 60 cm.
Ice Blink; Alicia Kopf.
MACZUL - Museo de Arte Contemporáneo del Zulia, Maracaibo. Abr.15 al Jul. 02 2017
“Hay viajes que no precisan de una salida, basta con que alguien sospeche que se acometió la empresa, con que el relato ocurra en la imaginación y se reconstruya después en la memoria compartida” (1). Así sucede con Alicia Kopf y su exploración polar; gesta épica de consecuencias cotidianas. Se dice que cada viajero guarda un relato heredado y otro personal de los lugares, cuyo destino alcanza, las más de las veces, prendido de un mito (2). Kopf, seducida por los paisajes glaciares, escruta la historia polar, rastrea exploradores y expediciones, y se apropia de sus hazañas y derrotas trasladándolas al terreno de la cotidianidad, su cotidianidad: aborda así, la dificultad de acceso a la vivienda, la precariedad laboral o los afectos limitados; conquistas, la mejor de las veces, de estabilidad discontinua. La epopeya polar sobrevuela el proyecto Àrticantàrtic (Ártico-Antártico), en el que la artista viene trabajando desde 2011, en sus dos (complementarias) formalizaciones: la visual, que podemos ver en sala; y la narrativa, en la publicación del libro de autoficción Hermano de Hielo (3). El entorno cotidiano, como en el caso de los glaciares, se descubre hostil y en estas circunstancias, sólo nos queda entrenar nuestra resistencia a la incertidumbre para mitigar la causa de la propia turbación. Conseguimos al propósito una confesión de Kopf en su novela, donde reconocemos la voz de la artista en las palabras de su protagonista: “Eso también es épico, es lucha. Pero aún no hay buenas imágenes ni buenas metáforas para ello. Yo las busco” (4). Su búsqueda se descubre, pues, no tanto histórica como alegórica.
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La artista acompaña las expediciones de la llamada edad de oro de la exploración polar, las que tuvieron lugar en los albores del siglo XX, y libreta en mano, recolecta reflexiones y bocetos, como hicieran antes tantos otros artistas que acompañaron a las expediciones científicas que desde finales del siglo XVIII tuvieron lugar. Sin embargo, este ‘cuaderno de bitácora’ guarda algunas particularidades: a diferencia de lo esperado, la naturaleza de sus dibujos no es documental, ni tampoco rica en detalles. Contrariamente, se caracteriza por un voluntario esquematismo que la propia artista califica de naif. Asimilada la iconografía de las exploraciones y conquistas polares después de lecturas varias, su interés reside en depurar sus dibujos y su afán, en la elaboración de un contenido de síntesis. Sin embargo, estos mismos dibujos no se privan de giros de humor ni referentes: Julio Verne, Moby-Dick o Fitzcarraldo de Werner Herzog se dan cita entre ellos, sin renunciar tampoco a la lección formal de Sol Lewit o a los poemas visuales de Joan Brossa (5). Así, va emergiendo una iconografía de resistencia y conquista asociada a un lugar tan figurado como íntimo y personal, donde la pregunta que obsesiona y orienta la exploración artística de Kopf se relaciona con la ontología de la conquista y su posibilidad de representación (6). La fortuna de la resiliencia (definida (7) como la capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos) está unida al destino de Ernest Henry Shackleton y sus 27
hombres. La tripulación zarpó el mes de agosto de 1914 a bordo del Endurance (que da título a uno de los vídeos de la artista), con el objetivo de proseguir la conquista polar; conquistados ambos polos para la fecha, sólo restaba realizar la travesía del continente. Para abreviar el relato, la hazaña fueron ocho meses de navegación, otros ocho meses más atrapados en el hielo, un naufragio, una odisea de cinco tripulantes durante catorce días con olas de siete metros en un pequeño bote salvavidas y una travesía de treinta y seis horas por una cadena montañosa con picos de más de 3.000 metros de altura antes de alcanzar la población de la isla de South Georgia y poder pedir ayuda. Después, tres tentativas de rescate y a su cuarto intento, Shackleton consiguió rescatar con vida al resto de su tripulación. Aún cuando no lograron su objetivo inicial, atendiendo a las circunstancias, no hay héroe ni gesta parangonables en la historia polar que pusieran de tal modo a prueba la resistencia física y psicológica de toda una expedición. Podríamos concluir que la heroicidad, llegado el momento, se reduce a una última constatación: la supervivencia. En el ínterin, el despliegue de una iconografía de conquista, tan predecible en su gesto, la izada de bandera, como saturada de fina ironía: los polos son lugares donde las brújulas dejan de funcionar, sus centros son móviles y su colonización espectral; nadie verá sus banderas (8). La conquista de los Polos tuvo más de proeza humana que de valor estratégico o comercial para la época. Lo importante era medirse ante el desafío, conquistar lo inconquistable, con la incertidumbre del coronamiento por única compañía.
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Constituye una gran paradoja, así como Roland Barthes nos hiciera notar, que el mismo siglo XIX haya inventado la Historia y la Fotografía. La Historia como una disciplina que anula el tiempo mítico, de memoria fabricada y puro discurso intelectual; y la fotografía, un testimonio que demostraba ser tan seguro como fugaz (9). Desde este momento, la disciplina fotográfica se pone al servicio de la representación e inmortalización de la gesta. Una fotografía que pronto revelará sus debilidades en el uso testimonial que muchos exploradores le atribuyeron. Como ejemplo, el caso de Frederick Cook quien modificó su fotografía de hazaña, donde aparecía retratado izando su bandera sobre una cima que había sido recortada lateralmente con el propósito de lucir más empinada, en uno de los primeros tentativos por conquistar el Ártico. El lugar, como se descubrió después, no se correspondía con el Polo Norte, pero la imagen evidenció su naturaleza unívoca a la más ordinaria de las conquistas polares. Los dibujos de Kopf interpelan y cuestionan esta naturaleza de la imagen de conquista polar, aún cuando picos y banderas proliferan y se revelan imprescindibles igualmente a este fin. Otro par de fotografías atrapa de igual forma nuestra curiosidad: la fotografía de la expedición de Roald Amundsen que documenta la conquista de la Antártida (1911) y donde aparecen cuatro hombres mirando hacia un refugio con la bandera noruega izada; y a la que podríamos referirnos como su negativo: la fotografía que se tomara cinco semanas después, en ese mismo lugar, la expedición de Robert Scott, en la que aparecen cinco hombres mirando a cámara, testimoniando que habían llegado al Polo Sur y que alguien se les había ya adelantado. Comprobamos, no sin cierta sorpresa, que no hay gestos eufóricos entre los primeros ni de aflicción entre los segundos, el momento no es idóneo - parecieran hacernos comprender - para heroicidades ni regocijos. La mirada en ambas expediciones guía nuestras pesquisas: la fotografía de quienes miran a cámara y nos interpelan como espectadores a través de la historia, razón por la que Barthes se referiría a la fotografía como ‘un imperioso signo de muerte’ (10); designio que en el caso de Scott y sus hombres se descubre premonitorio, todos los miembros de la exploración morirían por inanición durante el camino de regreso.
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Contrariamente, Amundsen y sus hombres parecieran proyectarse hacia el futuro, habiendo desafiado todos los elementos naturales, se enfrentan en ese momento al propio dilema existencialista. En esta perspectiva, una nueva coincidencia temporal nos invita a recordar qué ocurriría después: el mismo año que otro explorador, Sir Wally Herbet, alcanzó a pie por primera vez el Polo Norte, el hombre pisaría por primera vez la Luna. Corría el año 1969 y el hombre extendería así hacia otros terrenos sus deseos de trascendencia. Patricia Hambrona
(1) DE DIEGO, Estrella. Travesías por la incertidumbre. España: Seix Barral, 2005, p. 16. (2) DE DIEGO, Estrella. Op. Cit. p. 19. (3) KOPF, Alicia. Hermano de Hielo. España: Ediciones Alpha Decay, 2016. (4) KOPF, Alicia. Op. Cit. p. 85. (5) Ràdio Web MACBA. SON[I]A #199 ALICIA KOPF (04/12/2014) <http://www.macba.cat/ es/rwm-sonia-alicia-kopf> [última consulta 10/01/2017]. (6) KOPF, Alicia. Op. Cit. p. 34. (7) Según la definición de la Real Academia de la Lengua Española. (8) DE DIEGO, Estrella. Op. Cit. p. 35. (9) BARTHES, Roland. <<38: La muerte llama>> en La cámara lúcida. Nota sobre la fotografía. España: Editorial Paidós, 2016 (1980), p. 106. (10) BARTHES, Roland. <<40: Privado / Público>> en Op. Cit. p. 109.
Alicia Kopf Girona (España), 1982. Vive y trabaja en Barcelona (España). Alicia Kopf, nombre artístico de Imma Ávalos, es licenciada en Bellas Artes, además de en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada. Compagina la práctica artística con la literaria, y dicta clases de Comunicación en la Universitat Oberta de Catalunya. Entre sus exposiciones individuales destacan 26 Maneres de (no) entrar a casa en Bòlit (Girona, 2011) y Seal Sounds Under The Floor en galería Joan Prats (Barcelona, 2013). También ha participado en diferentes exposiciones colectivas como Piso Piloto en el CCCB - Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (Barcelona, 2015), Nonument en el MACBA - Museu d’Art Contemporani de Barcelona (Barcelona, 2014) o Fugues dentro del ciclo Sala d’Art Jove FAQ de la Fundació Tàpies (Barcelona, 2013), entre otras.
Marco Montiel-Soto Maracaibo (Venezuela), 1976. Vive y trabaja en Berlín (Alemania).
En su faceta de artista recibió el Premio GAC/ DKV 2013 al artista joven por la mejor exposición en galería que concede anualmente el Gremio de Galerías de Arte de Cataluña, por su primera exposición individual en la galería Joan Prats. Más recientemente, su primera novela Hermano de hielo (Ed. Alpha Decay, 2016), ha recibido los premios Documenta 2015, Llibreter 2016 y Ojo Crítico de Radio Nacional de España.
www.aliciakopf.net
(Maracaibo, 2006), entre otras.
Su trabajo ha sido presentado en numerosos espacios de América Latina, Estados Unidos Estudió fotografía en la Escuela de Fotografía y Europa. Ha participado en la Bienal Off de Julio Vengoechea y obtuvo una Maestría de El Cairo, en la 5ª Bienal de Marruecos y en el Arte Sonoro en la Universität der Künste Berlín. Festival Ars Electrónica de Austria. En el 2013 realizó una residencia de arte en Taller Bloc Entre sus exposiciones individuales destacan con la Galería D21 en Santiago de Chile y en Arrivederci Maracaibo, Davide Gallo (Milano 2015 la residencia Permanecias en Cuenca 2016); TOD IN DIE TROPISCHE ERDE: “Por (España). Asimismo, ha sido invitado a confavor no me dejen morir”. Noticias desde un ferencias y proyectos con el programa ‘Berlimbo tropical, Museo de Arte Contemporáneo lin Artists-in-Residence’ del DAAD (Servicio del Zulia (Maracaibo, 2015); Salí a comer coco, Alemán de Intercambio Académico). Galería Carmen Araujo Arte (Caracas, 2014); Distanz ohne Guayabo, Kinderhook & Caracas www.marcomontielsoto.com (Berlín, 2013); El neón no me deja dormir y pretendo seguir todavía hasta que me aguanten o el motor (del auto) se funda, Galería D21 (Santiago de Chile, 2013); Ich gehe nie, komme immer zuruck, Hamish Morrison Galerie (Berlín, 2011); La historia del ojo izquierdo, Al Borde (Maracaibo, 2010); El viaje a dedo sin destino urbano, Wohnlabor Gallery Space (Berlín, 2009); Diaposeción 17, Centro Cultural Chacao (Caracas, 2008); Diaposeción 13, Centro de Arte Lía Bermúdez
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Correspondencias de Ultramar Curadoría Patricia Hambrona
Librería Rossy Márquez
Diseño gráfico Juan Expósito
SALA MENDOZA Dirección: Edificio Eugenio Mendoza Goiticoa, PB, Universidad Metropolitana, Terrazas del Ávila. Caracas, Venezuela. Horario: De lunes a sábados de 8:30 AM a 5:00 PM Teléfonos: +58 (212) 2435586 / 2427560 E-mail: fundacionsalamendoza@gmail.com Web: www.salamendoza.com Facebook: Fundación Sala Mendoza Twitter e Instagram: @sala_mendoza
EMBAJADA DE ESPAÑA EN VENEZUELA
Embajador Antonio Pérez-Hernández Consejero Cultural Bernabé Aguilar Arigo Gestoras Culturales Melba Rodríguez Patricia Hambrona OFICINA CULTURAL DE LA EMBAJADA DE ESPAÑA EN VENEZUELA Dirección: Quinta Embajada de España. Av. Mohedano, entre 1ª y 2ª transversal de La Castellana. Caracas, Venezuela. Teléfono: +58 (212) 2610502 E-mail: emb.caracas.cult@maec.es Web: www.culturaesve.org.ve Facebook: Oficina Cultural Embajada España en Venezuela Twitter e Instagram: @CulturaES_VE
Presidenta Lourdes Peñarranda Registro y Museografía Hely Sandro Molero Programación Jean Carlos Leal Prensa y Relaciones Institucionales Zulbert C. Marín M. Diseño Gráfico Marian González Educación Marilyn Fernández MACZUL Móvil María Verónica Machado
Presidente Luisa Mariana Pulido de Sucre Viceprecidente Pablo Antonio Pulido Mendoza Directora Patricia Velasco Barbieri Gerente Operativa Mary Martínez Torrealba Centro Documental Isaac Ruiz Sanz Carmen Luisa López Registro y montaje Yorman Pérez Ventas y relaciones institucionales Clementina Mendoza Administración Alfredo Alvis
Mecenazgo y Relaciones Interinstitucionales Jimmy Yáñez Montaje Equipo Técnico MACZUL MACZUL - MUSEO DE ARTE CONTEMPORÁNEO DEL ZULIA Dirección: Prolongación Cecilio Acosta Calle 67 con Avenida Universidad, Maracaibo, Venezuela. Horarios: De martes a domingos de 10:00 AM a 5:00 PM Teléfono: +58 (261) 7595811 / 7594866 E-mail: contacto@maczul.org.ve Web: www.maczul.org.ve Facebook: MaczulMuseo Twitter e Instagram: @elmaczul
Marco Montiel-Soto. The Caribbean dream is another utopia (2014). SerigrafĂa sobre papel. EdiciĂłn de 24.
Correspondencia de Ultramar #1: Alicia Kopf & Marco Montiel-Soto Sala Mendoza, Caracas. Del 22/01 al 01/04/2017. Ice Blink; Alicia Kopf. MACZUL - Museo de Arte Contemporรกneo del Zulia, Maracaibo. Del 15/04 al 02/07/2017.
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