Revista Dédalo Número 3

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Abrir la puerta, descender los ojos ante el exotismo de la estupidez. Renegar del soy, vivir siendo la apología del otro. Desprendida la imagen de su portador, los instantes de certidumbre se anulan y podemos empezar a ver. El dogma no sobrevive a los sonidos que lo invocan, desaparecen tras el rito nominalista de su enunciación. ¿Dejar de llamarse, entonces? El relato toma forma, empieza a ser pertinente. Perdamos los nombres.e’Hablemos, pues. Él tocó la puerta guiado por un ojo parpadeando al son de la futilidad. Recordaba Mira, mi nombre ¿lo reconoces? las acciones mientras escuchaba la -dice- Necesito ochoversos medianos... respiración al otro lado de la puerta. a’ ¿Me escuchas? ¡Pero si soy yo! -y ríe cínicoVeré y luego me voy, sólo quiero ver. No ¡Soy yo, de nuevo! b’ había nada allá adentro. Lo que sea que había llegado a buscar, ya se encontraba lejos.

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Era una mujer cansada de su imagenz. Eligió abrirle la puerta por dos razones: una era su aspecto ingenuo y hasta cierto punto medroso y el otro era que, como había dicho, él también escribe. Antes había conocido otros practicantes de la escritura; sus poemas eran malos, sus cuentos predecibles, las rimas se diluían entre intensiones sexuales y sentimientos inexistentes. A él no lo había leído, ni le interesaba. Se aseguró de nunca hacerlo. No sería nuevamente presa de aquella tentación, no se engañaría a sí misma fingiendo que le interesaban otras letras que no fueran las suyas. Pero el desinterés no se encontraba en una cierta calidad que le otorgara a las cosas que escriben los que escriben. Era un acto de afirmación: afirmar que las letras no eran dueñas de quienes las plasman. Muchas veces había sentido un deseo irreprimible de escribir un diario, un decálogo de sus días. Su vida se paseaba ante sus ojos, riendo ante su afición. Se recriminaba a veces por no tener la fuerza necesaria para creer en las personas, y dentro de esas múltiples ficciones a las que accedía por una suerte de lástima sexual (el sexo era su moneda UN SOMBRERO BAJO de cambio, los textos se ofrecían inconscienteLA CAMA. mente junto con su creador) se hastiaba de encontrar lamentos cotidianos, lloriqueos adoles¿DÓNDE ESTÁ LA CABEZA? centes de una generación perdida que se apropiaba descaradamente de toda expresión colectiva para volverla individual. Una expresión que por el mero hecho de serlo, se convertía automáticamente en arte. Cuando la pretensión se acompañaba de la ingenuidad, su hastío rápidamente se trasformaba en asco (y para su mala

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foto: Francesca Woodman

Araña d’

Ahora que caigo g -siempre he caídorompo telas ajenas

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Repito:

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Satélite ¥ Alguien se va, lo sé § el humo pesa 10 sombras de ser rubricas desear saciar y repetir Ahora me elevo 5


fortuna ese asco siempre aparecía tras el sueño post-coito). Por ello el diario era una opción seductora. ¿Qué mejor manera de retirarse de sí misma que plasmarse en un papel? Ser la juez de su vida y no solamente la protagonista era una idea que le inquietaba. La autocrítica de sus escritos sería ahora una crítica a sus actos, y esa era la posibilidad que la aterraba. El ser uno con lo que escribía a la larga le dejaría poco espacio a la intimidad. Quizás Margarite Duras podía vivir sin la intimidad. -Ella, después de todo, fue siempre un ser miserable. Decidida entonces a no cederle su realidad a nadie más, pensó que un buen métodou para alejarse de esa idea era practicar algo que estableciera una distancia consigo misma. Sin llegar a configurarse completamente como otra, creyó que un simbolismo bien disimulado podría ser el escape ideal. Y ahí acababan los problemas. Por ello le extrañó tanto conocer de repente a ese insignificante columnista (nunca esperó algo así al contestar al c orreo electrónico) que l e repetía s in cesar l os detalles de ese personaje perdido que había creado en su relato. Un relato que bien vale decir, fue publicado de una manera por demás fortuita, siendo más un error que una i ntención el hecho de que …pero me cuesta no pensar que nos alumbra un trapo mojado. Que se haya mandado de estoy matándome a mí mismo, pero que no es suicidio. NO ES QUE su correo al del editor FUERA SIEMPRE… Hablándole a la mano izquierda con la voz de ese periódico t an pasmada… Más bien ha sido todo este tiempo a solas y la definitiva malo ( el p lan era convicción de necesitarte aquí aunque nunca despertaras… enviar una carta abierta a los defensores de animales que impedían que los del municipio exterminaran a esos insoportables gatos, la t ecla f ue oprimida muy deprisa…). P ero las circunstancias se dieron, ella lo veía ahí, moviendo tontamente la copa de vino que a leguas se notaba que no sabía sostener, balbuceando algunas anécdotas insulsas acerca de su vida estudiantil…y nada más. Repetía un ciclo que ya conocía: cuenta la historia, insinúa un par de cosas y fornicación salvaje. Pero la insinuación no llegaba, el chico (puesto que lo era, su rostro no podía tener más de 24 años) estaba empecinado en hablar y preguntarlo todo.

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-¿y qué podrías querer saber de mi vida? Callada d e repente, desarmada. P ocos detalles, a lgunas m entiras que matizaban la mediocridad de su vida, mantenida en partes iguales por sí misma, sus padres y una tía rica y loca como una cabra. Le gustaban las fotos que no fueran fáciles de entender, también los comerciales. 6


Empezó a desear su boca. Escuchaba los pianos a lo lejos. Pianos eléctricos. El joven era muy aburrido. Sus ojos eran aburridos, la forma en que entrelazaba las manos, el cabello ondulado y despeinado, nada de él era digno de mención más que el mero hecho de su presencia. Era alguien por lo que representaba (una casualidad ventajosa, un refugio al sadismo diario de su inoperante misantropía), y ese alguien le atraía, porque sabía que sus secretos estarían a salvo, alguien con quien podía ser otra, experimentar ese desdoblamiento que había Es posible bala(n)cear al yo convirtiéndolo en un él: anhelado. Ahora podría Para ello es preciso nivelar los polos, caminar en círculos, tener un diario, un diario viajar en el tiempo, recordar, duplicarse, estirar la mano y alcanzarse que no fuera una simple lista d e oportunidades infructuosas, sino de verdaderas consecuencias, de realidades que le pertenecen y que no obstante, n o forman parte d e ella. El y o desdoblado e n el e lla, dos versiones p arecidas que aun a sí n o terminarían siendo l a misma. Escribirse en una realidad compartida pero no ser parte de esa realidad. Ella había considerado su dolor si lo descubriera, pero no le importó. Todo debía tener un principio.

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[La primera entrada. No podemos creernos. La segunda entrada. No podemos crearnos. Sin fecha para señalar. Entrégate, ingenuamente. Escríbete. Es un engaño. Desciendes poco a poco, reflejando cada paso sin entrar a la página.] 7


foto: Francesca Woodman

Escarlata Sentido el deceso de lo no recordado e instalado en un punto alto. (Escondido) Un sombrero bajo la cama. ¿Dónde está la cabeza? 8


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21 Dans la recherche... / Ari Ch谩vez Chac贸n


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“Puesto que mi intención es escribir cosas que sean útiles a quienes las comprendan, me parece más conveniente ir directamente a la verdad concreta de las cosas y no a cómo es imaginada; porque muchos han imaginado Repúblicas y Principados que nunca han sido vistos ni conocidos en la realidad. Tanta es la distancia entre cómo se vive y cómo se debería vivir, que quien prefiere lo que debería hacerse en lugar de lo que se hace, obtiene más su ruina que su preservación…”

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1. Evito a propósito decir teoría para no referirme más a ese ámbito cognoscitivo y académico separado de la práctica política. Trato pues de salir de la dicotomía moderna entre teoría y práctica, y su posible relación. El pensamiento no es lo mismo que la teoría, pues cualquiera puede pensar sobre la política y actuar en ella.

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31 Cielo SoporĂ­fero / Vicco Lastiri


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Como parte de su quehacer editorial, la Dirección Municipal de Cultura y Educación presentará los libros Besos de madrugada, de la autora Rocío Mexicano, y Las horas de ellos, de Ricardo Chávez. Con ambas obras, se da inicio a una colección de publicaciones que saldrá a la luz a lo largo del año 2012, y cuyo principal objetivo es incentivar la producción literaria de jóvenes autores dentro del municipio. Por otro lado, dicha colección representa el interés de la actual gestión por retomar

y dar continuidad a proyectos y labores desarrolladas durante administraciones anteriores, todo esto con la finalidad de fortalecer el proyecto editorial de la Dirección y difundir el trabajo literario, tanto poético como narrativo, de autores locales. Las presentaciones de los dos primeros libros que forman parte de esta colección, tendrán lugar en el Museo Ex Convento Dieguino, los días miércoles 7 y jueves 8 de diciembre, respectivamente, dentro del marco del II Coloquio Patrimonio Cultural y Natural.

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