Reliquia Turística y Cultural
READECUACIÓN DE LA PLAZOLETA DEL VADO MEMORIA
ARQ. DIEGO JARAMILLO PAREDES CONSULTOR NOVIEMBRE / 2006
Indice
1. ESTUDIO HISTORICO Barrio El Vado Una Historia Del Arte De Vivir A) Lecturas Del Barrio B) Nombre Y Origen Del Barrio C) La Cruz Y La Picota D) El Puente E) Acontecimientos Históricos F) Relaciones Topográficas De La Ciudad Con El Barrio G) La Historia De La Conformación Del Barrio H) La Traza Y La Plazoleta En El Contexto Urbano I) El Rol Simbólico Del Barrio En La Ciudad • Eje Semántico De Salida De La Ciudad • Eje Semántico De Entrada A La Ciudad • Eje Semántico Del Arriba Y Abajo
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J) Configuración Espacial Del Barrio K) Configuración Espacial Del Barrio • El Perfil Del Terreno • Morfología De La Terraza Alta • La Trama Reguladora Y Regulada • Edificaciones Emblemáticas Y De Valor Arquitectónico • La Tectónica L) Caracterización De Los Eventos Culturales M) Leyendas Y Anécdotas Del Barrio Del Vado • La Calavera De La Cruz Del Vado • El Cura Sin Cabeza • El Ticti De Mama Guazha N) Los Años Viejos Del Barrio O) Los Años Viejos Del Barrio P) Personajes Populares Del Barrio Y Su Residencia Q) La Condamine R) Las Actividades Ocupacionales Del Barrio En 1990
S) Usos De Suelo Vinculados A La Producción De Bienes, En Las Manzanas Adyacentes A La Plazoleta, 1990. T) Las Tiendas Tradicionales U) Sociales V) Indicadores Urbanísticos De Manzanas Adyacentes A La Plazoleta. 1990 W) Indicadores Urbanísticos De Manzanas Adyacentes A La Plazoleta. 1999 X) El Vado Visto Por Sus Moradores 2. Estado Actual: Caracteristicas Generales A) Características Generales Del Estado Actual B) La Expresión C) La Materialidad D) El Tráfico E) Los Elementos Conformantes.
O Tramo Oeste • Conclusiones Sobre La Edificación 3. Propuesta A) El Sustento Conceptual B) Criterios Funcionales C) Criterios Expresivos D) Las Soluciones Propuestas E) Soluciones Funcionales F) Soluciones Expresivas
• Los Tramos Urbanos. • La Bajada Del Vado. • La Calle De La Cruz • Calle Juan Montalvo O Tramo Este
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Reliquia TurĂstica y Cultural
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UNA HISTORIA DEL ARTE DE VIVIR LECTURAS DEL BARRIO (1) Un barrio es un complejo de contrastes y paradojas…. Entendemos, por tanto, que un barrio ofrece incontables posibilidades de lectura, pues no sólo aprehendemos lo tangible, es decir, sus calles, casas, templos, plazas, puentes, sitios de encuentro,, sino también sus afectos, su historia, creencias y mitos. En definitiva, todo aquello que, por intangible, se ha dado en llamarespíritu. Así se piensa un barrio, en este caso el barrio
de El Vado, desde la perspectiva de sus rasgos distintivos. Desde sus rasgos y huellas, que le hace él y no otro. En suma, desde su identidad que lo adquiere, lo mantiene y lo construye, más allá del paso inexorable del tiempo y de los cambios en su estructura. También se puede leer al barrio de El Vado desde la inserción del pasado en el presente. Desde su fidelidad a las tradiciones. Pero también, desde el punto de vista de sus rupturas y la búsqueda de nuevos caminos. Todo barrio tiene “su estilo” o sus sentidos que hay que encontrarlos. El barrio es no sólo materia, sino también espíritu con sus gentes que lo estructuran y lo merecen; con sus emblemas y monumentos, como huellas silenciosas del pasado que están latentes en el presente. 1. Texto redactado tomando la idea y algunas frases de: SALAZAR, Ernesto, JARAMILLO, Diego, MARTÍNEZ, Juan, ABAD, Ana, AGUILAR, Felipe; “Cuenca, Santa Ana de las Aguas”, Ed. LIbri Mundi, Quito, 2004.
En los barrios pesan más en el imaginario los lugares, los hitos, costumbres y personas con honda significación. Así, por ejemplo no pensamos en el barrio de las Herrerías, sin sus artesanos de forja; el Rollo no puede prescindir de la “Picota”; la 9 de Octubre se vincula con el mercado; El Chorro y el Vecino, no existen sin los toquilleros…. El Barrio de El Vado tiene sus emblemas propios: la Cruz, las panaderas, los cueteros, la ventana para mirar hacia el Sur de la ciudad. También puede leerse el barrio desde sus recorridos, andando y
recorriendo sus sendas, plazoleta y rincones. De esta manera se podrán conquistar los espacios, que a su vez, ya habrán sido marcados y codificados por otros. También puede leerse el barrio desde sus escrituras. La literatura urbana en sus manifestaciones más amplias debe ser develada e interpretada: grafittis, avisos publicos, marcas, mitos, fabulaciones, refranes, rumores, olores, sabores, colores, etc. Todos ello identifica al barrio, lo define y lo diferencia. Estas heterogeneidades hacen de un barrio único y diverso, singular y dialógico, armónico en sus disonancias, y orgánico, pese a la concurrencia de múltiples elementos y relaciones.
Lo propio del barrio es la dinamia y la transformación; y estos procesos están en la esfera de lo ilógico y lo poético; no en el de la razón y el razonamiento. Por tanto, la lectura de un barrio siempre merecerá una interpretación compleja e inagotable. No será posible en consecuencia, aprenderlo de una sola mirada, como si se tratara de un fenómeno estático, regular, lineal, fácil de abordarlo. El barrio es dinámico, se hace y deshace al mismo tiempo; nos hace, nos vive, nos absorbe, nos degrada, nos desecha. Pero la lectura e interpretación del barrio debe ir también acompañada con la acción trasformadora, para emprender una tarea para construir una renovada ciudadanía, más participativa y dinámica, que ame su pasado, que recree su presente, y que sea devota de
la ética, la estética y la democracia. NOMBRE Y ORIGEN DEL BARRIO La definición de vado es la un lugar de un río con fondo firme, llano y poco profundo, por donde se puede pasar andando, cabalgando o en algún vehículo. Cuando Cuenca fue fundada formalmente en 1557, la plaza mayor y la traza regular de las cuadras fueron diseñadas hacia el norte de Todos Santos. Como en otras ciudades coloniales andinas, este plano cuadrangular intentaba evadir la geografía del río adyacente. El sistema de cuadrícula fue el centro del poder imperial. A lo largo del margen del río, se formó con el tiempo un vecindario para la gente pobre de la urbe. La mente española colonial vio la margen del río como un lugar agreste y de peligro…. La
ribera del río era vista como un lugar de inmoralidad, donde el demonio podía fácilmente ganar apoyo entre los pobladores urbanos. (2) Los primeros pobladores en la ribera eran indios, dedicados al cultivo de granos. Con el transcurso de los siglos, se convirtieron en los primeros panaderos de la ciudad. El asentamiento y traza del barrio de El Vado tienen características especiales: está ubicado en el borde de la meseta intermedia del Centro Histórico, lo que le confiere a su traza urbana una forma especial, de manzanas regulares y triangulares.(3)
2. JAMESON, Ross; “El barrio de Todos Santos durante la Colonia”, Diario EL MERCURIO, Cuenca, domingo 24 de octubre de 2004, pp. 1B. 3. MERCHAN, Cornelio, et, al; “El Vado: Propuesta de Rehabilitación Urbano Arquitectónica”, Tesis de Arquitectura, Universidad de Cuenca, 2002.
LA CRUZ Y LA PICOTA El Barrio de El Vado tiene sus emblemas que le otorgan identidad y lo distinguen de otros de Cuenca, más allá del paso inexorable del tiempo. “Al transcurso de los años, los Rollos se trasladaron a las entradas de la ciudad, al Vecino, a San Sebastián y a orillas del Tomebamba; y sin temor a duda con ellos fue la Cruz del Calvario… La Cruz áncora de salvación de cuantos parten a las regiones de la eternidad; y es por esto que los penados en los Rollos, tenían a su frente el símbolo de la Cruz, porque aquel Santo Madero, siempre a los Dimas les guía a la Casa del Señor. Y más todavía aquella insignia se erigió junto al Tomebamba, para amenguar los furiosos
embates de sus ondas, las que con frecuencia inundaba el Ejido y amenazaba arrollar la recién fundada ciudad; tal vez en represalia de venganza por la esclavitud de la estirpe cañari, raza que por dignidades tenía el dombo de sus aguas y los petrios monolitos de sus entrañas. Las aguas tomebambinas fueron en aquellas edades, hermanas del corazón cañari; porque este en su primitivo tiempo, no impidió con diques su corriente, ni aprisionó el rumor de sus ondas con estrechos cauces, para convertirle en fuerza bruta, en las industrias financieras de la humanidad. Mas tarde el resentido Tomebamba aplacó sus iras, con la progenie de España residente en Cuenca, el memorable día que ingresó a la civilización cristiana, cuando contemplara en
empinadas cumbres los abiertos brazos de la Cruz del Señor. ¿Y cómo ocurrió este hecho? Cierta ocasión el río se encrespó en torrente devastador, la población se alarmó enormemente; y refiere la tradición: que las manos pontificales del Obispo José Carrión y Marfil, cristianizaron ritualmente el río, imponiéndole el nombre de JULIAN MATADERO y denominándole al signarlo con la Cruz, el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Cual si el Prelado hubiese encabrestado al fogoso monstruo de agua, es fama que ésta doblegó desde entonces la cerviz; y convirtiéndole en dormido lago de cristal, acariciada por los esmeraldinos besos de las saucedales de la ribera. Como prueba irrefutable qua la Cruz del Tomebamba es creación
colonial, confirma la siguiente apreciación: apenas fundada Cuenca, diviidióse el plano de la ciudad en veintisiete manzanas, con sus respectivas calles tiradas a cordel; y las calles llevaban a viva voz el nombre de tal o cual lugar industrial o histórico, como era de las PANADERAS, DE LA ZUELERIA, y así también una de ellas se denominaba de La Cruz. Esta calle – hoy Montalvo – era estrecha, larga, sin pretiles, ni acequia al centro, y empezaba del Norte de la ciudad al Sur, viniendo a terminar en el barranco que declina al río, donde se destaba una hermosa Cruz, lugar que en la actualidad corresponde a lo mismo, donde hoy es venerada tan sagrada Insignia. Luego si hubo una Calle con el nombre de La CRUZ, es porque en la época colonial ya existía aquel
símbolo sagrado en el referido lugar; pero esto no implica a creer que la presente Cruz, tal como se conserva, cuyo material es de cal y de piedra, date del tiempo colonial, que su reconstrucción es moderna llevada a cima en el año de 1884”. (4)
4. MARQUEZ TAPIA, Ricardo; “Cuenca Ciudad Colonial”, Ed. Gráficos del Clero, Cuenca, 1965, pp. 100, 101 Y 102.
“Durante la época colonial, en Cuenca, se alzaron tres Rollos, en los lugares que
eran punto inicial de las principales vías de comunicación, que unía con el resto del Virreynato, esto es: en el Vecino en la ruta hacia Quito y Santa Fe; en Tandacatu (San Sebastián) en la que lleva hacia la Costa; y a las orillas del Tomebamba, en la que va al Sur hacia Loja y Lima. Luego si hubo una calle con el nombre de “La Cruz”, (hoy Juan Montalvo) es porque en la época colonial ya existía aquel símbolo sagrado en el referido lugar. El material original fue de piedra, y el sitio de su emplazamiento no corresponde con el actual; estuvo ligeramente desplazado hacia el este”. (5)Por tanto en la plazoleta como lugar estratégico de la ciudad, coexistieron los dos emblemas del poder español, el uno religioso y el otro civil: la Cruz y la Picota. 5. PARRA V, Adolfo; “Estudio Antropológico de tres barrios tradicionales de Cuenca, Barrio de la Cruz del Vado, Barrio de Todos Santos y Barrio de la Herrerías”, Tesis de Jurisprudencia y Ciencias Políticas y Sociales, Escuela de Derecho, Universidad de Cuenca, 1996, pp. 73.
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Se sabe, que el lugar en donde existía una Cruz, se constituía en un sitio especial de recogimiento y plegarias, como lo fueron El Vado y el Vergel. Eran los humilladeros, donde los viajeros, al salir de la ciudad, oraban implorando protección, y al regresar, daban gracias por haber culminado felizmente su travesía. Se confirma de esta manera, con la presencia de estos emblemas, el “pathos” religioso de la arquitectura y el urbanismo de Cuenca, que desde la época de la Colonia, conmueve con temblor de llama y provoca el rapto de la religiosidad de los vecinos. El espacio profano de la calle, de esta forma se hizo sagrado. Se creó un espacio sacro exterior, una “capilla posa” que quizá, tiene la reminiscencia de la tradición precolombina de practicar ritualizaciones al aire libre, respetando la aversión del indígena a encerrarse en espacios techados. Con el pasar de los años, se regaron estas “capillas posas” como cuentas de un rosario, envolviendo
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con religiosidad esmerada algunos barrios tradicionales. Las cruces de El Vado, San Sebastián, Todos Santos, El Vergel y el Barrial Blanco, otorgan el sentido de esta singular procesión en las calles de Cuenca. Y con la idea de recrear este acto de ir ordenada y solemnemente siguiendo esta ruta, desde hace algunos años, el “Amistad Club El Vado”, organiza todos los años el 2 de mayo, el circuito pedestre de fama nacional e internacional, denominado “Carrera de las Cruces”.
EL PUENTE
El primer puente sobre el Río, fue construido en el mismo lugar de hoy, por Diego Alonso Márquez, e inaugurado el 7 de septiembre de 1588, con un costo de mil pesos. “La obra se dio comienzo por el mes de junio de 1811, previo contrato verificado con el ingeniero Prieti, y la conclusión según afirma el doctos Mariano Borja, se realizó en 1818. A nuestro concepto su terminación se llevó a cabo en 1813, por ciertos documentos que hemos leído. Con relación al primitivo nombre que tuvo el Tomebamba, fue el de Matadero, porque
cuando se fundó la ciudad de Cuenca, el Camal se construyó en la margen derecha del río y después a la ribera opuesta; y por la matanza del ganado que allí se verificaba, se cognominó con aquel nombre al río. Siglos después, se le bautizó, según la tradición, con el nombre de San Julián, por el Ilustrísimo Señor Obispo José Carrión Marfil, que vino por vez primera a Cuenca en enero de 1788. Obedeció el bautizo a una formidable creciente, que inundó gran parte del Ejido, desbordando su cauce, por la bella planicie de San Roque”. (6)
6. MARQUEZ TAPIA, Ricardo; “Cuenca Colonial”, Ed. Biblioteca de Historia Ecuatoriana, Volumen 13, Quito, 1995. pp. . 282 Y 283.
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Las crecientes del Río Tomebamba, marcaron una huella profunda en la vida y en el imaginario de los cuencanos, particularmente de los habitantes ribereños, como es el caso de los vecinos de El Vado. Las referencias históricas de estas crecidas, con igual número de destrucciones y reconstrucciones del puente son: 1596, 1687, 1720, 1804, 1863, 1936, 1950. (7) Sin embargo, los puentes levantados sobre el río Tomebamba no han sido meras construcciones civiles para cumplir sólo una función urbanística. Han servido además, y esto es lo fundamental, para hacer realidad una forma de habitar del barrio y de la ciudad. Y este habitar especial significa, que el puente ha fundado un lugar de tipo propio, creando un espacio urbano para la reunión, la llegada y la partida; demarcando la frontera entre lo urbano y lo rural; y, garantizando a los vecinos su camino libre para que lleguen a la otra orilla y, finalmente, como mortales para que lleguen al otro lado…. (8)
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ACONTECIMIENTOS HISTORICOS El registro de los acontecimientos históricos más importantes de la historia del barrio El Vado, se ha obtenido en consultas bibliográficas y testimonios orales. • En el siglo 16 se construyó el puente de El Vado. • En el siglo 17 se lo reconstruye, debido a una fuerte creciente del río Tomebamba. • En el siglo 19, la condición general del barrio presentaba estas características generales: población mayoritariamente artesana, obrera y prestadora de servicios; uso urbano preponderante de vivienda, tipo cuarto o tienda; y, condiciones de habitabilidad deficientes. • El 4 de septiembre de 1811 inicia la construcción del nuevo puente y se lo termina en 1813, bajo la dirección del ingeniero italiano Martín Pietri.
7. VALDIVIEZO, Simón; “El Barranco”, Diario EL MERCURIO, Cuenca, domingo, 18 de agosto de 2002, pp. 1B. 8. HEIDEGGER, Martín; “Construir, habitar, pensar”, 1951.
• El nuevo símbolo de la Cruz del Vado de erige en 1884, a pocos metros al occidente de la original construida en la Colonia, para recordar y aplacar la furia del Río Julián Matadero. • Un grupo de jóvenes entusiastas (Carlos Alemán, Luis Álvarez, Julio Vintimilla, Manuel Pulla, Manuel Campoverde, Gerardo Torres, Luis Mario Orellana, Elías Gutiérrez, Daniel Parra, Froilán Torres, Alberto Pulla, Vicente Álvarez, Vicente Arteaga, Jorge Ortega, Luis Ramón, Miguel Machuca y Carlos Campoverde), el 3 de diciembre de 1949, con el afán de realizar una vida comunitaria de intensa actividad, fundan el “Club Círculo Cruz de El Vado”. • En 1950, se desborda nuevamente el río y se produce una catástrofe regional. • En 1951 se construye por tercera vez el puente. • En la década del 50, se realiza el empedradp de las calles del barrio. • En la década de los años 60, se realizan los trabajos de adoquinamiento. • En la década de los años 60, se inaugura un
cine, bajo el nombre de “Teatro Popular”. • En la década de los años 60, en la Plazoleta se improvisa un mercado de víveres de carácter popular. • En 1962, la Municipalidad decide denominar a la Plazoleta con el nombre de “Plazoleta de El Vado”. • A inicios de la década de los años 70, se construye la plazoleta y las escalinatas. • En la década de los años 70, la Municipalidad dona un inmueble para la sede social del “Club Cruz de El Vado”. • En 1974, el II Censo de Población y Vivienda, da a conocer que el Barrio del Vado, tiene la más alta densidad de población de la ciudad: 406 Hab. / Ha. • En 1994 se funda el “Comité Barrial” y “La Policía Barrial”, con el propósito de “rescatar en lo posible sus tradiciones y sus costumbres”, y, para “trabajar por el bienestar del barrio”.
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RELACIONES TOPOGRAFICAS DE LA CIUDAD CON EL BARRIO
La conformación general del territorio que acoge la Ciudad de Cuenca, corresponde a una cuenca hidrográfica; un gran cono aluvial, en el que se distinguen tres terrazas. La primera, corresponde a las lomas de Cullca. La segunda, mayoritariamente ha sido ocupada por el Centro Histórico. La tercera, es la planicie por donde corren tres de los cuatro ríos de Cuenca: el Tomebamba, el Yanuncay y el Tarqui. La topografía actúa como determinante espacial en el asentamiento histórico de Cuenca condicionando los momentos del asentamiento. (12) MOMENTO I: Asentamiento español en la terraza intermedia. MOMENTO II: Asentamiento y consolidación de la plataforma baja, como en las lomas de Cullca. MOMENTO III: Crecimiento en sentido este-oeste.
9. BRITO, Bertha; “Cualificación Espacial Barrio el Vado”, Tesis de Arquitectura, Universidad de Cuenca, 1996. 10. ORELLANA, Ever, et al; “Plan Especial de Adecuación Urbana en el Barrio de El Vado”, Tesis de Arquitectura, Universidad de Cuenca, 1992. 11. TESTIMONIOS; viejos moradores del barrio El Vado, Julio del 2006. 12. TRONCOSO, Carlos y DURAN Javier; “Centro Infantil de Artes”, Tesis de Arquitectura, Universidad de Cuenca, 1996. pp. 65, a 67.
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La topografía dada por las terrazas, define visualmente el lugar, confiriendo al paisaje un sentido de protección, imponiendo un límite al horizonte, que está siempre sobre el nivel del ojo. El envolvente geográfico mayor y el aterrazamiento interno, condicionan siempre una orientación en el espacio referida a la topografía. En esta topografía, específicamente en la plataforma intermedia, al costado sur oeste, de manera estratégica y cercana a la Plaza Mayor, se sitúa el barrio de El Vado. Los elementos físicos constitutivos del barrio, es decir, las manzanas, calles, fachadas, plazoleta, muro, barranco y río Tomebamba, se
relacionan complejamente y estructuran una traza planimétrica y una trama tridimensional, que encaja como la llave en la cerradura, al borde mismo de la terraza intermedia de Cuenca. Especial situación topológica presenta la Plazoleta, que independientemente de su tamaño y figura, tiene una cualidad especial, que se constituye en una ventana privilegiada para mirar al Sur de Cuenca.
LA HISTORIA DE LA CONFORMACION DEL BARRIO Cuenca, fundada en 1557 a
un costado de las ruinas de Tomebamba, se fue desarrollando desde el centro hacia la periferia de una manera pausada. La
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configuración y caracterización de los barrios, se debió a la presencia de una población social y cultural diferenciada fuertemente por la sociedad colonial. Con este modelo, la estructura urbana básica se constituyó desde la centralidad política, religiosa y racial, a través de un eje en sentido este-oeste, hacia dos barrios populares asignados para los nativos de los barios de San Blas y San Sebastián. Las propiedades de los barrios periféricos eran más pequeñas y más baratas que las del centro, reservadas a la élite de la sociedad colonial. Las propiedades estaban repartidas más para las mujeres; vivían igualmente vecinos pobres, mestizos y unos pocos indios. En estos vecindarios periféricos residía gente que trabajaba en el mercado, o eran artesanos con recursos económicos muy limitados. Este eje articular permitió a su vez desarrollar la traza urbana para ir conformando los otros barrios de Cuenca. De esta manera surgieron
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los primeros barrios de Todos Santos, El Vecino, El Rollo, San Cristóbal…. (13) Después, en siglo 18, a la sombra de los edificios religiosos se conformaron los barrios de La Merced, Santo Domingo, San Francisco, Las Conceptas, San Roque. Sólo a partir de 1822, por disposición municipal, se determinan calles y tiendas en la ciudad. “Si bien las primeras tiendas de panadería ya se habían establecido en Todos Santos en el último tercio del siglo 17, en EL Vado, se denominaba oficialmente una de las calles como la de las panaderas durante la centuria del diecinueve”. (14) Varios sectores de la ciudad se distribuyeron a los largo de los siglos, obedeciendo a esta lógica productiva espacial. Para finales de los años 70 del siglo 19, la ciudad llegaba cerca del río Tomebamba, en algunos puntos. 13. JAMESON, Ross; “El barrio de Todos Santos durante la Colonia”, Diario EL MERCURIO, domingo, 24 de octubre de 2004, pp. 1B. 14. ARTEAGA, Diego; “”Los barrios coloniales cuencanos”, Diario ELMERCURIO, Cuenca, miércoles 12 de abril del 2000, pp. 1B.
El barrio del Vado lentamente se incorpora a la traza durante este siglo y en los comienzos del 20. Para inicios de los años 40 del siglo 20, la geometría de la plaza tiene una configuración bien definida. El barrio se consolidó definitivamente en los últimos 60 años. El particular proceso histórico de configuración, lo ha definido como un lugar socio – espacial y cultural de características populares propias. Se puede afirmar por este motivo, que en el contexto de la ciudad de Cuenca, el barrio de El Vado tiene un carácter especial que lo distingue claramente de los demás. Cumple actualmente en la ciudad un rol comercial – artesanal y presta servicios “informales” a la encomia urbana. Se ha producido una importante emigración de sus vecinos al extranjero, aunque ha recibido a algunos migrantes rurales. (15) 15. ORELLANA, Ever, et al; “Plan Especial de Adecuación Urbana en el Barrio de El Vado”, Tesis de Arquitectura, Universidad de Cuenca, 1992
LA TRAZA Y LA PLAZOLETA EN EL CONTEXTO URBANO
Las calles de la ciudad colonial tienen una organización renacentista y por tanto se delinea un espacio público de forma lógica, racional y sencilla. Sobre la base de esta parrilla, se organiza la ciudad partiendo de la Plaza Central hacia los cuatro puntos cardinales. Existen conjuntos urbanos y barrios que se dilatan al borde, generalmente en torno a otras plazas de formas regulares. Los más representativos son: María Auxiliadora, San Blas, San Sebastián y San Francisco. Si se realiza un análisis de la dirección de las calles y la forma de las manzanas, se está en el mundo de la trama y de la dimensión planimétrica de la ciudad. El diseño urbano renacentista de Cuenca, se valió precisamente de la geometría regular, que partiendo del centro, realizó operaciones repetidas bidimensionales con manzanas cuadráticas, para generar y controlar el paradigma urbano colonial.
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De esta forma, la suma de los módulos regulares dio como resultado una parrilla conceptual más que una malla rígida, en la que se formaron manzanas con esquinas de 90 grados, para cerrar y abrir espacios al mismo tiempo. Pero este concepto no pudo aplicarse “at infinitum” en todo el espacio disponible. Por ejemplo, en el barrio de El Vado, por la presencia de un borde infranqueable inclinado y tangente a la malla regular: el río Tomebamba. Por esta razón práctica, las manzanas tuvieron que amoldarse a esta insalvable determinación geográfica. La manzana regular formada por cuatro lados iguales, cuatro ángulos rectos y sus puntos de inflexión, tuvo que ceder a la forma irregular de varias proporciones y tamaños. Inclusive, se sacrificó una de ellas para configurar la plazoleta triangular, bordeada de calles que articulan las esquinas que se distinguen por su teatralidad. La traza configurada, es una formación decantada por el tiempo. Se
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ha fabricado un “rincón” o “residuo” urbano, - diferente al de una plaza cívica regular propia para la representación y el simbolismo exacerbado -, en donde se vive la intimidad, la meditación, el registro, el escudriño, el oteo. Se puede concluir por tanto, que existe en el barrio un rincón significativo, en forma de semicaja, mitad muros, mitad vacíos, en el que además se ha creado una dialéctica adentroafuera, con un movimiento de cierre y apertura, devacilación, de ósmosis entre el espacio íntimo de la plazoleta y el indeterminado hacia El Ejido. La Municipalidad de Cuenca, a inicios de la década de los años 70, realizó la readecuación de la Plazoleta, con un diseño de plaza seca y un elemento exagerado que interfiere la perspectiva, de factura “neovernácula”, muy común en los planteamientos arquitectónicos de la época, que funge de ducto de ventilación para los servicios higiénicos que se hallan emplazados debajo de la terraza.
Los espacios constituyentes de la plaza son los siguientes: • Escenario para eventos • Espacio para ventas ocasionales • Mirador • Pequeña área verde • Escalinata • Baterías Higiénicas • Vivienda de guardián.
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EL ROL SIMBOLICO DEL BARRIO EN LA CIUDAD
Los barrios tradicionales de la ciudad de Cuenca no han sido simples receptáculos de usos y de ocupación del territorio, - El Vado como barrio simplemente artesanal ; han sido por el contrario, escenarios de roles específicos, configurados a lo largo del tiempo con demarcaciones complejas y por componentes físicos, sociales, culturales y simbólicos. Estos escenarios ciudadanos se han constituido en “lugares”, en los que
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a más de sus propias funciones de uso de suelo y ocupación del territorio, han tenido ritualizaciones. Y ritualizar significa repetir ciertas formalidades prescritas en la vida de la ciudad. (16) El barrio de El Vado, por su marginalidad en la traza de la ciudad, con límites difusos entre lo urbano y lo rural, ha vivido históricamente una condición artesanal de “borde urbano”. 16. JARAMILLO, Carlos; “Ciudad: Historia y Utopía, El enfoque epistemológico poético; una ventana privilegiada para mirar la ciudad”, Documento Docente Nª 4, Facultad de Arquitectura, Universidad de Cuenca, 2001.
Ha sido la bisagra de “salida y entrada a la ciudad”, en la que sus vecinos no han sabido con precisión atisbar, si han estado adentro o afuera de su pequeña urbe. Por este motivo, el barrio fue y es todavía, uno de los lugares más ricos de simbolización, o si se prefiere decir, de teatralización urbana de Cuenca.
EJE SEMANTICO DE SALIDA DE LA CIUDAD
En El Vado han estado subyacentes tres ejes semánticos, que a manera de metáforas, lo han distinguido por su rol simbólico, de otros barrios tradicionales de la ciudad.
Los elementos constitutivos de la imagen de “salida de la ciudad” hacia el Sur: 1. La terraza alta, asiento del barrio; 2. La calle de bajada al río; 3. El remanso del río, para el baño público de los vecinos; 4. El río Tomebamba, vecino heraclitiano del barrio; 5. El puente, coliga la tierra como paisaje en torno a la furiosa corriente; 6. La esquina con las casas del lado Sur del río, lugar de partida; 7. La calle Loja, trayecto y sentido para la salida de la ciudad;
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8. La iglesia, silueta de la feligresía rural de San Roque; 9. Los arbolados de El Ejido, manto verde que enmarca el paisaje; 10. Las montañas del Sur, nítidas a pesar de la lejanía y solemnes en su grandiosa austeridad; y, 11. El cielo, azul pálido en lontananza, como término de un cuadro bucólico distante del plano principal.
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EJE SEMANTICO DE ENTRADA A LA CIUDAD Los elementos constitutivos de la imagen de “entrada a la ciudad” desde el Sur: 1. El río Tomebamba, vecino heraclitiano de El Vado; 2. La calle de subida a la ciudad; 3. El barranco, rasgo geográfico que marca el carácter indeleble del barrio; 4. La terraza alta, asiento del barrio; 5. La Cruz, áncora de salvación de cuantos parten a las regiones de la eternidad; 6. Las casas del fondo, rostro vertical que muestra paramentos, ornamentos y sentimientos; y, 7. El cielo azul intenso, que dibuja las siluetas de la Cruz, los tejados, la “lira” que corona la casa del mismo nombre, y la línea del río.
EJE SEMANTICO DEL ARRIBA Y ABAJO
Adicionalmente, por la condición y ubicación del barrio de El Vado, junto al Barranco del río Tomebamba, presenta una teatralidad geográfica. Los conceptos de “arriba” y de “abajo”, el “hanan” y el “hurin” de la cultura aborigen, se correlacionan en el barrio por la geografía, la ideología y el comportamiento cultural de sus vecinos. Arriba, viven los vecinos orgullosos de su barrio tradicional; mientras que abajo, en el sector de El Ejido, se riega la moderna ciudad como mancha de aceite, indolente, por lo demás, al diálogo que debe existir entre hombre y lugar.
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Reliquia Turística y Cultural
La configuración espacial puede ser leída a partir de la deconstrucción de los elementos que están subyacentes en su compleja morfología. (17)
CONFIGURACION ESPACIAL DEL BARRIO
El barrio de El Vado se ha configurado, en los términos que lo conocemos ahora, recién desde el siglo 20.
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17. TRONCOSO, Carlos y DURAN Javier; “Centro Infantil de Artes”, Tesis de Arquitectura, Universidad de Cuenca, 1996. pp. 73 a 95.
A. EL PERFIL DEL TERRENO
• Es la morfología básica general, dada por la conformación física del entorno natural. Morfología sobre la cual se asientan los volúmenes arquitectónicos. • En este perfil, se presentan volúmenes arquitectónicos estructurando una “traza” (bidimensional) y una “trama” (tridimensional), con sus características propias que las diferencian de otros tramos del Barranco.
- Predominio de llenos sobre vacíos. - Ritmos horizontales formados por elementos de directriz vertical, como puertas y ventanas.
B. MORFOLOGIA DE LA TERRAZA ALTA HACIA LAS CALLES INTERIORES
• Volúmenes construidos bajo la forma general de paralelepípedos son tensión horizontal. • Volúmenes conectados con frente a las calles (casas en línea de fábrica), formando paramentos más o menos uniformes. • Los atributos de la arquitectura son los siguientes: - Continuidad de línea de techos, aleros y zócalos.
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los volúmenes por la presencia de ventanas, puertas, marcapisos y remates.
C. LA TRAMA REGULADORA Y REGULADA
HACIA LA CALLE “LA CONDAMINE”
Volúmenes compactos y en línea de fábrica. Modulación vertical definida por: - La altura de lo volúmenes - La descomposición de
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• El perfil del terreno y la morfología de la terraza alta constituyen la trama general reguladora y regulada. • La interrelación de líneas y volúmenes, estructuran una trama tridimensional compleja. Trama conceptual que encierra el orden de la silueta y los volúmenes del conjunto urbano. • Este orden regula las partes relacionándolas y configura el todo. • Las partes que estructuran el todo se refieren a: Las manzanas Las calles Las fachadas La plazoleta El muro El Barranco El Río Tomebamba
MANZANA Reliquia Turística y Cultural
Juego geométrico de tres dimensiones en el espacio concreto e histórico. La manzana es el sólido que dibuja el volumen, valoriza y define los trayectos, calles y cruces del barrio. Su repetición configura el tejido, una malla tridimensional en la que se forman las esquina de las manzanas para cerrar y abrir espacios al mismo tiempo. Hay manzanas, regulares, irregulares, grandes, medianas y pequeñas, que dibujan tramas de diferente modo, así como espacios tridimensionales de diversos atributos.
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CALLE
Un lugar de valores, reino indiscutible de la gestuallidad de los vecinos del barrio y de la escenificación cotidiana. Más que funcionalidad, propio de las avenidas, las calles tienen cualidades: lugar de encuentro, trayecto, sentido, transcurso del tiempo, celebración de la vida del barrio, imaginación. Las calles tienen también atributos: proporciones, resonancias, colores y sabores. Todos estos factores subyacentes gobiernan los circuitos; estas reglas por tanto, ritualizan los movimientos concretos de los vecinos en el barrio. ¿Por qué por ahí y no por otro lugar se camina? ¿Existirán referencias cósmicas que se mimetizan en la tierra y en los lugares?
FACHADAS
Rostro del barrio y el aparecer en el dominio
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exterior del barrio. Inflexión entre lo exterior y lo interior. Y como todo rostro, muestra las huellas del tiempo y sus elementos constitutivos y atributos: aleros, ventanas, puertas, balcones, ornamentos, expresiones, regulaciones, series, alturas, proporciones, ritmos, vibraciones, colores, y por tanto, representaciones.
PLAZOLETA
Evocación del patio-claustro de la casa. Organizadora de actitudes y tiempos, tanto de cotidianidades como de acontecimientos, y por tanto lugar de mitos y de ritos. Ha sido tradicionalmente espacio configurante y configurado. Centro, origen y generatriz. Siempre ha dado sentidos simbólicos y se ha constituido en el punto nodal de los
elementos que hacen el barrio. La plazoleta tiene sus propias variables constituyentes: geometría irregular; tratamiento mineral; uso para civilidad, descanso y el oteo; y escala mediana.
MURO
Muro de piedra esculpido por la mano, el viento y el tiempo. Muro todavía tibio del contacto de manos desaparecidas. El viento contra el muro en sus giros canta. El tiempo pasa y el muro no se mueve, en su lugar exacto gris permanece. Muro, mano, viento, tiempo.
BARRANCO
Asentamiento lineal adyacente a la margen norte del río Tomebamba y que se desarrolla a lo largo del desnivel topológico entre la terraza fluvial ocupada por el centro de la ciudad y la terraza baja conocida como El Ejido.
RIO
“A manera de las líneas de la mano, los ríos surcan el verde aterciopelado de la llanura. Ríos, signos de la vida, señales del ser, símbolos del designio de este
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paraje. Tomebamba, línea y dilatada de la vida…”. (18) Río de montaña heraclitiano, fluir de lo concreto, cambio incesante, parecido a la condición de la experiencia humana, en el que no se puede descender en las mismas aguas dos veces, “porque diversas aguas fluyen para los que se bañan en el mismo río”. • A su vez, la trama tridimensional resultante está regulada por: Los usos cotidianos de carácter privado y público. El cielo La vegetación • La interpretación de esta doble relación puede expresarse de la siguiente manera: Como una conformación volumétrica armada en diferentes y sucesivos planos retranqueados figurafondo, a diferentes niveles de profundidad. Efecto
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que confiere una movilidad vertical hojaldrada de rica composición: El Río Tomebamba El Barranco como vegetación o zócalo verde La calle “Subida de El Vado” El muro La Cruz como “hito” dominando el paisaje (19) Las fachadas como fondo en lo alto del Barranco El cielo. 18. JARA IDROVO, Efraín; “El paisaje Cuencano: diálogo entre el hombre y la naturaleza”, en “Cuenca de los Andes”, Municipalidad de Cuenca y Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo del Azuay, 1998, pp.18. 19. HITO: Elemento del entorno que destaca en el contexto. Contribuye a estructurar el espacio urbano como imagen, señalando un lugar y funciones específicas en los niveles denotativos y/o connotativos. Se determina por contraste de forma, función simbólica y valorización histórica.
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D. EDIFICACIONES EMBLEMATICAS Y DE VALOR ARQUITECTONICO
Las edificaciones emblemáticas son las que aceleran el proceso de la dinamia urbana, como puntos especiales y lugares que tienen sentido espacial-cultural. Son sintagmas urbanos. • La “Casa de la Lira”. • La casa de mármol, lugar de nacimiento del poeta y educador, Federico Proaño. • La casa esquinera hacia la calle Tarqui, lugar donde pernoctó Carlos María de La Condamine, miembro de la Misión Francesa. La Municipalidad de Cuenca, ha inventariado como edificaciones de valor histórico y arquitectónico un total de 61 estructuras, según el siguiente detalle:
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VALOR VHIAR 2 VHIAR 3 TOTAL
MANZANA 45 10 3 13
46 9 5 14
TOTAL 47 20 14 34
39 22 61
Los tramos de mayor calidad de arquitectura urbana son: • Las fachadas con frente a la calle de La Condamine; • Las fachadas con frente a la calle Juan Montalvo, vereda Este; y, • Las fachadas con frente a la calle De la Cruz, vereda Norte en su intersección con la calle Presidente Córdova.
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E. LA TECTONICA La tectónica se entiende como la acentuación de los aspectos materiales concretos de la realidad física arquitectónica; como una condición necesaria que define los atributos de la materia; y como una cualidad enfatizadora de la presencia plástica y visual de los materiales.
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La tectónica tiene estos componentes: • Visualidades medias y lejanas intensas, desde el barrio y hacia el barrio. • Corporeidades • Materialidades y texturas • Colores La visualidad media hacia el barrio se enfoca desde la avenida 12 de Abril, presentándose con claridad las figuras del río, la calle de Subida, el muro, la Cruz y los paramentos de las viviendas con sus tejados como remate.
Mientras que la visualidad lejana se ofrece desde la Plazoleta, hacia de la zona nueva de la ciudad y las montañas del sur. La corporeidad o consistencia más fuerte del paisaje, pertenece al muro y su entorno, por la dureza del material utilizado; los bloques de las manzanas, son sólidos agujereados libremente; mientras que los espacios vacíos de la plataforma, abrazan a los sólidos arquitectónicos con una atmósfera estática, y los de la Plazoleta y del Barranco, liberan una capa de aire que refresca el ambiente. Las materialidades y texturas están dadas por las cualidades, superficie exterior y apariencia de pisos, muro y paramentos de fachadas. La piedra andesita del pavimento de calles y la Plazoleta, confiere un carácter de piel mineral propia de los espacios públicos
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del Centro Histórico; igual cualidad presenta el muro; los paramentos de fachadas tienen diversas y ricas materialidades y texturas: blandas y cálidas del adobe, de grano medio del ladrillo y las tejas, y duras de algunas fachadas de mármol. Los colores utilizados en la arquitectura tienen diversa expresividad. Los hay cálidos, que van desde al amarillo, pasando por el naranja hasta el rojo; y también fríos, que van desde el verde, pasando por los azules hasta el violeta. El color utilizado espontáneamente en las casas del barrio, más que un fenómeno físico dotado de sensaciones, debe ser comprendido como una herramienta para la producción de significado y capaz de “hacer mundo”. Y el intenso verde del zócalo natural del Barranco, completa la rica paleta de colores del barrio de El Vado.
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La tectónica en su complejidad de esta manera afecta a la totalidad de la experiencia espacial. Permite además asimilar una imagen cargada de significado, por la evocación que la memoria es capaz de suscitar.
20. BRITO, Bertha; “Cualificación Espacial Barrio el Vado”, Tesis de Arquitectura, Universidad de Cuenca, 1996.
LEYENDAS Y ANECDOTAS DEL BARRIO DEL VADO
Las noches oscuras de Cuenca de comienzos del siglo 20, fue motivo y razón del sinnúmero de cuentos que se hilvanaban acerca de duendes y aparecidos, posiblemente tramados por gente pícara de mal vivir. Se quería atemorizar a la gente para ocultar su vida disipada nocturna. (21)
Entre los cuentos más comentados y que tienen relación con el barrio Del Vado y el Río Tomebamba, figuraban los siguientes:
LA CALAVERA DE LA CRUZ DEL VADO
“Aseguraban que una calavera se desprendía de la Cruz del Vado todas las noches para ir a tomar agua en el río Tomebamba y después de saciar su sed retornaba al lugar 21. SARMIENTO ABAD, Octavio; “Cuenca y Yo” Tomo I, Ed. Amazonas, Cuenca, 1989, pp. 124 y 125.
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de donde había descendido. Nadie sabía la razón y el origen de esta leyenda, que tenía atemorizada a toda la zona, especialmente a los muchachos que vivíamos en el barrio del Vado, que al pasar por cerca de la Cruz nos parecía ver rodando la calavera hacia el río”. (22) EL CURA SIN CABEZA “Aseguraban que un sacerdote que había mantenido relaciones maritales con varias beatas y al morir fue cercenada su cabeza y regalada al diablo como castigo de su vida pecaminosa, cuya almita vestida de sacerdote y sin cabeza recorría todas las noches las calles de Cuenca en espera de recuperar su calavera y cansado de andar, a la madrugada iba a dormir en el llano de taita Chamaco, lugar en donde se levanta la Ciudadela Universitaria, que queda junto al río Tomebamba”. (23) 22. Op. cit. pp. 125. 23. Id. pp. 125.
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EL TICTI DE MAMA GUAZHA
“Como la ciudad en esos tiempos (1915) no disponía de agua potable y sobre todo de baños y servicios higiénicos, todos los días soleados, especialmente los domingos y días de fiesta, era de ver la cantidad de gente que se trasladaba a orillas del río Tomebamba a darse un baño, río llamado en esa época Julián Matadero, nombre que lo habían dado seguramente debido al sinnúmero de personas que se ahogaban cuando el río salía de madre. Al pasar por frente a la tienda de Mama Guazha que quedaba cerca de la Cruz del Vado, nadie se privaba de tomar un vaso de tan sabrosa bebida y tal era el número de bañistas que muchas veces tenían que hacer cola. Ventajosamente la tienda contaba con un portal rodeado de poyos hechos de barro para el descanso de los clientes. Las propietarias de ese famoso salón, léase tienda, eran las señoritas Mercedes y Margarita
Vázquez por sobrenombre Guazhas….. Las dos doncellas que eran de edad, por no pagar el acarreo del agua del río, que era la que todos bebíamos, no tenía empacho en usar el agua que pasaba por el acueducto y que ponía en funcionamiento más abajo los molinos de Todos Santos, para preparar su afamado ticti que tanto gustaba a todos. Lo admirable del caso era que a pesar de tomar una bebida por demás antihigiénica, eran pocos los casos de fiebre tifoidea que se registraba en esa época. Indudablemente que tiene su explicación: la inmunización”. (24) LOS AÑOS VIEJOS DEL BARRIO (25) La tarima derramaba policromías, el papel de seda vestía los pilares de eucalipto oloroso y verde del cuadrilátero traídos de los bosques cercanos del Otorongo; ramas de capulí como sartas de peces tronchadas con el fruto naciente, se chorreaban de la armazón del improvisado entechado cubierto de plásticos y sabanas rotas; el sauce que lamía el
Tomebamba, lloraba de bruces sobre el marco de madera; guirnaldas de focos y enseres en desorden (¿orden?), formaban la coreográfica popular barroca del tema que se quería representar. Todo valía para disponer y armar el original rompecabezas que tendrá una vida de pocas horas: tablones prestados de la carpintería de la esquina, vigas, sogas, alambre, flores de papel, sábanas, cuadros de colores chillones, macetas, tocadiscos, focos, baldes, pelucas, espejos, polleras, guitarras, pintura, clavos, engrudo, escaleras, sillas, martillos y otros objetos, eran los ingredientes que aparecían al unísono, para entre todos, con fruición y trabajo cooperativo, ejercer la noble tarea de improvisados arquitectos populares. 24. SARMIENTO ABAD, Octavio; “Cuenca y Yo” Tomo I, Ed. Amazonas, Cuenca, 1989, pp. 154 y 155. 25. Texto redactado tomando la idea y varias frases de: AMBROSSI, Inés; “Loa años viejos cuencanos”, Diario EL MERCURIO, Miércoles 1 de enero de 1992.
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Casi a media noche, se ponían esteras y cartones por los cuatro lados, para aparentar paredes del efímero escenario levantado en la esquina de las calles Presidente Córdova y Juan Montalvo. Al frente, un gran cartelón pregonaba el título o motivo alegórico, muy irónico, con el que el barrio participaba en el Concurso de Años Viejos promovido por el Club Social y Deportivo del Vado. El día anterior al 31, cuando todo estaba ya casi listo, o más bien, para decirlo con más propiedad, cuando todavía faltaba todo, se procedía a escribir el testamento de rigor. Estos versos satánicos se redactaban con premeditación y alevosía. Regularmente el estudiante de literatura y el bachiller eran los autores materiales e intelectuales, y los mozalbetes, los cómplices y encubridores que buscaban las debilidades de los vecinos,
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desenterrando muertos, hurgando en el pasado y rasgando telarañas. Víctimas particulares de la saña picaresca eran los tacaños del barrio, usureros que con nada aportaban para los gastos de demandaba el construir el escenario. Los preparativos para este magno evento, sin embargo, no eran cosa de un día. Al contrario, se planificaba y trabajaba con semanas de anticipación entre muchos vecinos entusiastas y colaboradores dedicados con verdadera fruición a este trabajo cooperativo. A eso de las 6 de la tarde del último día del año, ríos de gente desbordaban las calles de la ciudad. En la fría noche de Diciembre, los cuencanos enfundados con chompas de lana de borrego, gruesos ponchos y con un draquecito adentro, para abrigar el cuerpo y alegrar el espíritu, se daban cita a gustar los Años Viejos de la Policía, del Cuerpo de Bomberos y de los barios tradicionales.
Especial preferencia tenía la población por el confeccionado por los ocurridos vecinos del barrio del Vado. Porque quería saborear su alegría pura, vivir las ocurrencias e ingenuas inspiraciones de sus artistas criollos, palpar la sal del ingenio popular. La gente quería disfrutar esa noche en familia, como si Cuenca y el barrio del Vado fuesen una sola casa y su plaza, el centro del mundo y un acogedor salón. Llegada la hora, las llamas consumían un muñeco de trapo símbolo del Año que ha muerto. La algarabía era general: abrazos, llantos, la risa…… Se sumaba al Año Viejo del barrio, los Viejos de puerta y calle. Estos familiares arreglos caseros tenían también interés de despedir a su manera el año que terminaba y de recibir con esperanza el que venia. En el año de 1995, un curioso viandante, contabilizó nada menos que 17 Viejos de media cuadra. Los que vivimos ahora, con ese tatuaje indeleble del barrio lejano, evocamos esas
noches y días de Diciembre que se han consumido, pero que aún nos abriga su rescoldo.
PERSONAJES POPULARES DEL BARRIO Y SU RESIDENCIA (26) • El “Loco Quinde”; Juan Montalvo 6 - 23 • El dueño del trapiche y la cantina, el “Sr. Vivar”; (?) Panaderas y artesanos del Vado: • La “Señorita” Carmen Álvarez Picón; Juan Montalvo 6 – 58. • La “Mama Delicia”; Juan Montalvo 6 - 58. • Las “Ututas”; Presidente Córdova, a media cuadra vereda sur. • El Luis “Cocolo” Álvarez; Juan Montalvo 6 56. • El “Curco” Cornelio; Juan Montalvo y Presidente Córdova, esquina sur - este.
26. ORELLANA, Ever, et al; “Plan Especial de Adecuación Urbana en el Barrio de El Vado”, Tesis de Arquitectura, Universidad de Cuenca, 1992. Se entrevistó además a viejos vecinos del barrio, el 26 de Julio del 2006.
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• El “Migucho” Llivipuma, marido de Rosa Pulla, prioste Mayor de la “Pasada del Niño”; Calle de la Cruz y Presidente Córdova, en la “Y”. • Don Jorge “Cocorocho” Barrera; Juan Montalvo 6 – 24, esquina de la Plazoleta. • La “Mama Michi” Minchala; Juan Montalvo y Presidente Córdova, esquina sur-este. • Francisca Bravo, “madre símbolo”, mujer de pueblo, panadera y poeta; Juan Montalvo y Presidente Córdova, esquina sur - oeste. • El “Negro Díaz”, el primer árbitro de Cuenca, Juan Montalvo 6 – 58. • Don “Rigo” Cárdenas; De la Cruz, 13 – 80, esquina de la Plazoleta. Vecinos” ilustres” del Barrio y su residencia: • La Condamine; Tarqui y La Condamine, esquina. • Coronel Ángel Estrella, Alcalde de Cuenca; (?) • Carlos Terán Centeno, intelectual; (?) • Manuel Coello Noritz, poeta; (?)
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• Eugenio Moreno Heredia, poeta; (?) • Federico Proaño, poeta y educador; La Condamine.
LA CONDAMINE
“Don Carlos María de la Condamine, Caballero del Orden de San Lázaro, uno de los tres de la Real Academia de las Ciencias de París, enviado a estas partes por Orden de Su Majestad Cristianísima, con licencia y protección de Su Majestad Católica, para los fines expresados en las Cédulas Reales presentadas en esta Real Audiencia.” (27) Albacea y testamentario del difunto Don Juan Seniergues, Anatomista y Cirujano de la Real Compañía de los Señores Académicos de Francia. 27. REVISTA DEL Centro de Estudios Históricos y Geográficos de Cuenca; “La muerte de Don Juan Seniergues”, Imprenta de la Universidad de Cuenca, Diciembre de 1925.
Seniergues acudió a la plaza de San Sebastián el 29 de agosto de 1739 a ver la celebridad de toros. Después de un confuso incidente y tumulto popular, en el que por salir en defensa con chafalote en la mano de Francisco Quezada, desafiado por Don Nicolás Molina, salió mal herido y falleció a las diez y media de la noche, 3 días después, el 2 de septiembre. Fue miembro de la Misión Geodésica que organizaron los científicos franceses del siglo 18 a las tierras de América Ecuatorial, cuya misión fue confirmar la forma de la tierra y medir un grado del meridiano terrestre. Y todo se dio debido a la disputa científica entre las teorías de Isaac Newton, quien sostenía que la tierra es un planeta achatado en los polos, y la teoría francesa de Cassini, que afirmaban que la tierra era alargada hacia los polos. Se organizaron dos expediciones por parte de los franceses: una al polo Norte y otra al
Ecuador. Pierre Bouguer, matemático y astrónomo; Louis Godín, matemático; Joseph de Jussieu, médico y naturalista; y Charles Marie de La Condamine, geógrafo, son los personajes principales de la expedición. Fueron 4 años de mediciones, cálculos, miles de páginas de notas y de cifras. Los resultados fríos a los que llegó La Condamine, fue que la longitud del meridiano a la altura de Caraburu es de 176 950 toesas. “Años de trabajo y de adversidades quedan, así, reducidos a la aridez de una cifra”. (28) Sin embargo, el resultado de la expedición tuvo otras consecuencias importantes: sobre la base de los cálculos de la expedición francesa, se determinó durante la Revolución, la longitud del metro. La unidad de medida, base del sistema decimal, la cual se determinó dividiendo en diez millones de partes iguales la longitud calculada para el cuadrante de meridiano que pasa por París. 28. TRYSTRAM, Florence; “Diálogo con las estrellas”; Colección Luna Tierna, Ministerio de Educación y Cultura, Quito, 2002, pp. 158.
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La misión geodésica, además de sus tareas astronómicas, estudió la fauna y la flora americana y elaboró cartas geográficas. La Condamine fue el más brillante de los miembros de la expedición, aunque no el más profundo, dio nombre a nuestra república, ya que cuando intervenía con sus conferencias en la Real Academia de París, comenzaba sus intervenciones con la frase: “Je vous ecrit depuis l´Equateur”. “La palabra Ecuador, para los académicos, tenía un gran sentido, habiendo llegado a constituirse en el lema de la misión….” (29)
LAS ACTIVIDADES OCUPACIONALES DEL BARRIO EN 1990 (30)
Los habitantes del barrio de El Vado fueron artesanos por excelencia, con el paso del tiempo se dedicaron a otras actividades, como la confección sombreros de paja toquilla por parte de Miguel Pulla, globos, castillos y cohetes elaborados por Gabriel, Froilán Rómulo y Carlos Torres; hielo en la fábrica de
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Alfonso Alemán; y el afamado carpintero del barrio taita Ramón Tamayo. Según el Censo realizado en el estudio “Plan Especial de Adecuación Urbana en el Barrio de El Vado”, Tesis de Arquitectura, Universidad de Cuenca, 1992, la población económicamente activa del barrio tenía la siguiente composición:
GRUPO Profesionales Empleados Vendedores Trabajadores Artesanos
% 18 15 23 11 15
29. GOMEZ, Nelson, prólogo a la presentación del “Diario del Viaje al Ecuador de Charles M. De la Condamine”, en Espinoza, Pedro y Calle María Isabel, “La cité cuencana, el afrancesamiento de Cuenca en la época republicana (1860-1940), Facultad de Arquitectura de Cuenca, 2002). 30. ORELLANA, Ever, et al; “Plan Especial de Adecuación Urbana en el Barrio de El Vado”, Tesis de Arquitectura, Universidad de Cuenca, 1992. BRITO, Bertha; “Cualificación Espacial Barrio Vado”, Tesis de Arquitectura, Universidad de Cuenca, 1996.
el
Correspondencias: USOS DE SUELO VINCULADOS A LA PRODUCCION DE BIENES, EN LAS MANZANAS 121: Laboratorio farmacéutico 131: Imprenta ADYACENTES A LA PLAZOLETA, 1990. (31)
En una encuesta de uso de suelo realizada en 1990, la condición artesanal del barrio ha perdido su importancia histórica. En las manzanas colindantes a la Plazoleta se registraron 34 establecimientos; de ellos, se destacan 10 zapaterías, 6 hojalaterías y un número igual depanaderías. Los demás establecimiento, tienen numéricamente, muy poca importancia.
143: Ropa y prendas de vestir 211: Sastrería, costura, bordado, tejido. 212: Sombrerería 214: Zapatería 231: Carpintería y ebanistería 241: Hojalatería 251: Panadería Es importante señalar, que las pocas actividades artesanales que prestan su servicio en elbarrio, se han transmitido de padres a hijos. (32)
31. ORELLANA, Ever, et al; “Plan Especial de Adecuación Urbana en el Barrio de El Vado”, Tesis de Arquitectura, Universidad de Cuenca, 1992. 32. PARRA V, Adolfo; “Estudio Antropológico de tres barrios tradicionales de Cuenca, Barrio de la Cruz del Vado, Barrio de Todos Santos y Barrio de la Herrerías”, Tesis de Jurisprudencia y Ciencias Políticas y Sociales, Escuela de Derecho, Universidad de Cuenca, 1996.
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La localización de los servicios artesanales más conocidos es la siguiente: • Zapatería: el taller de Rigoberto Cárdenas; De la Cruz, 13 – 80, esquina de la Plazoleta. • Hojalatería: el taller Wilson Durán; (?) • Bordados: el taller de Doña Rosa Orellana; Tarqui, vereda este. • Sombrerería. El taller de Don Ángel Zhunio; La Condamine y Tarqui. • Cuetes y castillos: el taller de Gabriel, Froilán, Rómulo y Carlos Torres; Calle de la Cruz y Presidente Córdova, en la “Y”. • Panadería: No hay registro de nombres. LAS TIENDAS TRADICIONALES (33) Al final del primer tercio del siglo 20 las tiendas del barrio eran más especializadas. Había, desde aquellas que ofrecían pan y roscas, artesanías, golosinas, bebidas como la chicha, hasta otras que vendían comidas y artículos varios como el carbón vegetal o leña. 33. ARTEAGA, Diego; “”Los barrios coloniales cuencanos”, Diario EL MERCURIO, Cuenca, domingo 10 de noviembre del 2002, pp. 1B.
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La pulpería en cambio, era una mezcla extraña y abigarrada de cantina, de comercio y artículos alimenticios; atendía en un cuartucho oscuro albergue de bohemios consuetudinarios, tenía atmósfera gris, orín en las paredes, caramancheles con botellas y frascos semivacíos, mesas pringosas y ruidos pendientes matutinos, que estallaban con furia las noches y madrugadas. Estos lúgubres establecimientos alternaban con las “tiendas decentes”, entre las que sobresalía la “tienda de la esquina”, lugar emblemático, referente de la vida cotidiana y reino indiscutible de los mozos del barrio. Cincuenta tiendas de abarrotes fueron censadas en 1990; de ellas, 30 estaban ubicadas en las manzanas contiguas a la Plazoleta. Hoy han desaparecido aquellas tiendas en donde, para comenzar el día, comprábamos las palanquetas fresquitas, el pan con vendaje y la nata para tomar el café con leche; y
delicados, alfeñiques, suspiros, entre otras golosinas, para saciar el hambre de media mañana. ORGANIZACIONES SOCIALES (34) En 1990 existían 29 organizaciones sociales, deportivas y religiosas. La más importantes son: el “Círculo Cruz de El Vado”, el Club Juvenil Deportivo “Alambra” y el Club el “Vado Juvenil”. Los vecinos, de una u otra manera, participan activamente en los eventos y fiestas organizados por la dirigencia barrial. La organización y participación comunitaria es importante y se concreta en una serie de eventos de diverso tipo, que alcanzan relevancia local, provincial, nacional e incluso internacional.
INDICADORES URBANISTICOS DE MANZANAS ADYACENTES A LA PLAZOLETA. 1990 (35)
Según un estudio urbanístico realizado en el
año de 1990, la división predial en la segunda mitad del siglo 20 no tuvo una marcada importancia. De dos manzanas adyacentes a la Plazoleta con 69 predios en 1940, se verificaron 87 en 1990. Este dato permite inferir, que el grado de sustitución de la edificación es menor, o si se prefiere decir, el patrimonio edificado del barrio se ha mantenido mayoritariamente.
34. ORELLANA, Ever, et al; “Plan Especial de Adecuación Urbana en el Barrio de El Vado”, Tesis de Arquitectura, Universidad de Cuenca, 1992 35. OP. CIT.
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Se contabilizaron un total de 122 viviendas en 1990 en las 3 manzanas adyacentes a la Plazoleta. Casi un 60% son tipo casa y más del 20% son conventillos con problemas agudos habitacionales. Estos datos cuantitativos se expresan a través de la arquitectura tradicional y ante el ojo inquisidor que escudriña los problemas habitacionales existentes en el barrio.
Los datos censales de 1982 y 1990 demuestran que la población que reside en torno a la Plazoleta se ha reducido en un 18%, cifra importante que hace inferir que se ha producido,
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como en otros barrios tradicionales de la ciudad, el fenómeno social de la emigración hacia otros países. Las viviendas han sido readecuadas para generar improvisados mini departamentos y/o cuartos, que han alterado buena parte del patrimonio edificado y su tipología original. Los efectos directos se han traducido, en un mayor déficit habitacional y menor calidad de vida para sus residentes.
INDICADORES URBANISTICOS DE MANZANAS ADYACENTES A LAPLAZOLETA.1999 (36)
A los indicadores urbanísticos del año de 1990, se pueden agregar otros obtenidos para el año
36. MERCHAN, Cornelio, et. al; “El Vado: Propuesta de Rehabilitación Urbano Arquitectónica”, Tesis de Arquitectura, Universidad de Cuenca, 2002.
de 1999. Estos se refieren al número de predios y al estado de la edificación de las construcciones adyacentes a la Plazoleta. El número de predios es similar en ambos años. Mientras que el estado de construcción es en términos generales regular y bueno; tampoco, se puede soslayar el estado malo de algunas edificaciones.
El restante 20% declaró su firme decisión de abandonar su residencia, por la presencia de malandrines advenedizos al barrio, que hacen de las cantinas, (13 fueron censadas en el barrio y 8 en las manzanas colindantes a la Plazoleta), su refugio preferido para realizar sus fechorías, convirtiéndolo inseguro y en una lacra social.
EL VADO VISTO POR SUS MORADORES(37)
De 280 encuestas realizadas en el año de 1990, el morador inquirido, respondió en un porcentaje del 80%, que le gustaba vivir en barrio, porque se identifica con él, por ser tradicional, estar estratégicamente ubicado en el centro de Cuenca y por su espíritu alegre y festivo.
37. ORELLANA, Ever, et al; “Plan Especial de Adecuación Urbana en el Barrio de El Vado”, Tesis de Arquitectura, Universidad de Cuenca, 1992.
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2.- ESTADO ACTUAL Reliquia Turística y Cultural
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CARACTERÍSTICAS GENERALES DEL ESTADO ACTUAL Con toda la carga histórica y la tradición impregnada en el barrio y la plazoleta, ésta se constituye en un balcón hacia el sur de la ciudad. La ciudad antigua, la ciudad patrimonial mirando a la ciudad nueva y el espléndido paisaje del sur y del oeste. Balcón urbano; éste parecería ser su rol en el tiempo. Su ubicación en la topografía de El Barranco, su emplazamiento en la traza, su historia, así lo confirma. A diferencia de otras plazas, como las de San Blas y San Sebastián por ejemplo, que aparecen como resultado de una decisión urbanística en la traza ortogonal de la ciudad, la Plazoleta del Vado, se ha generado como un remanente del trazado ortogonal, por la topografía del sitio y la geometría del perfil de El Barranco en esa zona. La Plazoleta se presenta, así, como la continuación espacial de la calle peatonal La Condamine; es la
ampliación de ésta, constituyendo las dos un solo elemento espacial indisoluble, funcional y morfológicamente.
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Se presenta como una plazoleta seca, caracterizada por la ausencia de equipamiento (bancas, basureros, luminarias, etc.) en la que emergen la Cruz y la chimenea de ventilación de los SSHH situados en el nivel inferior. A pesar de su condición de balcón, la ausencia de equipamiento y el diseño actual, le han constituido en un espacio “de paso”, de circulación, de flujo. No invita a la permanencia. Fundamentalmente esta es su característica, más aún cuando el espacio se ha seccionado por la presencia de la circulación vertical hacia la Bajada del Vado. Esta división se acentúa por la presencia de los desniveles y la chimenea de
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ventilación, que deja un remanente hacia la esquina oeste, que en la actualidad es un área verde con llano, plantas de Saúco y Mirto, muy mal conservado. Estos elementos seccionan innecesariamente la plazoleta, le restan “dimensión” espacial y eliminan la posibilidad de unicidad del espacio. Más aún, la chimenea obstaculiza la percepción desde la Plazoleta, del importante entorno construido y natural. La plazoleta es el lugar donde se concentran las actividades culturales, deportivas, recreativas de niños y jóvenes del barrio, utilizándose también como parqueadero público por la falta de sitios de estacionamientos en el sector.
En el nivel bajo la plazoleta, con ingreso desde la Bajada del Vado, se ubica un espacio para un transformador y una batería de SSHH públicos, equipamiento éste, que presenta pésimas condiciones de mantenimiento e higiene. Dentro de este mismo equipamiento, se ubica la vivienda del vigilante, situación totalmente inadecuada, por las condiciones descritas. El escenario que se encuentra en la plazoleta, en la parte este de la chimenea, no es utilizado como tal debido a que la relación visual y espacial con la plazoleta
se interrumpe por la perforación de las gradas. La chimenea que funciona, también, como telón de fondo del escenario, como ya lo señalamos, por sus dimensiones, forma y ubicación se convierte en una barrera visual que no permite una lectura íntegra del espacio, ni la percepción del entorno.
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LA EXPRESION
Junto con la Cruz, la CRUZ DEL VADO, la expresión característica de la Plazoleta se concreta en la piedra; como que en ese material se hubiesen guardado las historias, personajes, tradiciones, en definitiva la vida del barrio y parte de la vida de la ciudad. Piedra de canto rodado en el gran muro señorial de la Bajada del Vado, en el que rítmicamente aparecen arcos de mármol travertino. Muro objeto de las primeras
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miradas de quienes entran al Centro Histórico por el Vado. Telón de fondo del escenario urbano al circular por la avenida Loja. Mural fundamental de El Barranco. Piedra andesita en las calzadas de las calles adyacentes a la plazoleta; piedra en las aceras; piedra en los bordillos; piedra en el piso de la plazoleta; piedra (mármol) en las fachadas de algunas edificaciones patrimoniales de la calle La Condamine, Cruz de piedra; Vado de piedra. Plazoleta de piedra, memoria en piedra, memoria de la piedra.
Es éste material el que “ancla” a la plazoleta en El Barranco, en el Centro Histórico, en Cuenca. Es el que le otorga a la plazoleta el sentido de pertenencia, le contextualiza, le otorga sentido de lugar, peso simbólico. Piedra del Tomebamba, mármol de canteras locales, Plazoleta nuestra.
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LA MATERIALIDAD
Como ya se señaló, el diseño de la plazoleta corresponde a la década del 70, bajo una concepción neovernácula. El diseño no consideró los espacios adyacentes con los que conforma una unidad, sino exclusivamente el espacio “plazoleta”. La diversidad de materiales existentes y soluciones en veredas, calzadas y bordillos (ver láminas correspondientes) es una evidencia de lo señalado. La Plazoleta tiene el piso de baldosa de piedra de 40 x 40cm en buen estado de conservación, sin embargo la retícula homogénea de su colocación, le resta calidad ambiental, y le convierte en un espacio monótono y poco atractivo. El tráfico vehicular en el área específica de diseño es muy bajo, notándose además la ausencia de transporte público. Se podría decir que las calles Juan Montalvo y De la Cruz, básicamente son vías locales, es decir
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vías que dan acceso a las viviendas del sector. A pesar de lo señalado, el poco tráfico que circula por la Bajada del Vado, contribuye a la cada vez mayor congestión en la denominada Subida del Vado, vía que ha llegado a un estado de saturación (problema acentuado por la presencia renovada del Mercado 10 de Agosto) hasta el punto que las colas de vehículos que se presentan a ciertas horas llegan a la Av. 12 de Abril, hasta casi el puente del Centenario, en ciertas ocasiones. El introducir más tráfico vehicular a esta vía, a través de la Bajada del Vado, sólo contribuye a potenciar o aumentar los problemas que se generan en aquella y que, entre otros, los más importantes son: • Congestión vehicular permanente. • Altas emisiones de ruidos y gases. • Incomodidades extremas para los peatones, que ponen en riesgo su vida al esquivar los vehículos. • Afección a la lectura arquitectónica del
sector, que es una de las más importantes de la ciudad patrimonial. • Incomodidad e inseguridad para moradores, conductores y peatones en general. Por lo señalado, la solución de tráfico que se proponga en el diseño, deberá evitar el incremento, por más pequeño que sea, de vehículos en la Subida del Vado.
Reliquia Turística y Cultural
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LOS ELEMENTOS CONFORMANTES. LOS TRAMOS URBANOS. • LA BAJADA DEL VADO.
Se presenta como un callejón urbano conformado por dos grandes y dialogantes muros: al sur uno de adobe con remate de teja y otro de canto
rodado en la parte norte. Posiblemente esta calle, flanqueada por estos dos hermosos muros de materiales naturales, sea un espacio emblemático del sector. A partir de la intersección de la Bajada del
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Vado con la Calle de la Cruz, hacia el oeste los tramos norte y sur se caracterizan por la presencia de edificaciones modernas e dos o tres plantas, con poco valor expresivo. Son edificaciones que reflejan las transformaciones urbanas ocurridas en el barrio a partir de la década de 1970.
• LA CALLE DE LA CRUZ
La parte del tramo de la Calle de la Cruz con frente a la plazoleta, es un juego de muros opacos y dos edificaciones de uno y dos pisos. Presenta una escala pequeña que le otorga a la plazoleta un carácter íntimo y cálido. Este tramo en la esquina este tiene un “faltante” que deberá ser motivo de especial tratamiento en la propuesta de diseño.
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• CALLE JUAN MONTALVO TRAMO ESTE
Presenta una mistificación de edificaciones populares de un piso con fachadas modestas, con edificaciones relativamente nuevas de dos o tres plantas, que hablan de las transformaciones del sector en las últimas décadas; transformaciones que han significado sustitución de edificaciones o transformaciones modernistas en sus fachadas.
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ES particularmente significativo la parte del tramo con frente a la plazoleta; está constituido por tres edificaciones que son muestras representativas de la arquitectura patrimonial de Cuenca.
TRAMO OESTE
Tiene características más o menos similares a las del tramo este, aunque ha sufrido más alteraciones (sustituciones). Es relevante la edificación esquinera con la Calle de la Cruz y su medianera, como muestras ejemplares de la arquitectura popular del barrio.
• CALLE LA CONDAMINE
El tramo de esta calle, sin lugar a dudas, es uno de los ejemplos más representativos e las fuertes transformaciones que Cuenca experimentó a finales del siglo XIX y comienzos del XX; de esa época de la Cité Cuencana, del afrancesamiento de la ciudad.
elementos de gran nobleza que concluyen en la plazoleta.
Las edificaciones de este tramo constituyen un conjunto de alto valor compositivo, con una arquitectura variable dentro de un marco de escalas muy coherente, con una secuencia de
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CONCLUSIONES SOBRE LA EDIFICACIÓN
A pesar de las alteraciones que han sufrido los tramos urbanos por sustitución o renovación de las edificaciones, en general el área estudiada mantiene un porcentaje mayoritario de edificaciones patrimoniales, con, también, un alto grado de conservación. De las sesenta y cuatro edificaciones del área de diseño, el 66.2% están catalogadas como bienes patrimoniales y de éstas, el 64% pertenecen a las de valor VHIAR 2. Esta característica se mantiene sobre todo en los tramos con frente a la plazoleta y en la calle La Condamine. El conjunto edificado muestra de manera clara el desarrollo de la ciudad de Cuenca, con arquitectura popular propia de los barrios artesanales, arquitectura neoclásica francesa de finales del siglo XIX y comienzos del XX; y, arquitectura moderna de las últimas décadas del siglo XX, que ventajosamente en este caso, convive con la arquitectura patrimonial, sin constituir una amenaza para ésta. El estado de conservación de las edificaciones que rodean la plazoleta no es bueno y debería emprenderse, junto con la readecuación de la Plazoleta, un programa de conservación de las edificaciones.
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3.- PROPUESTA EL SUSTENTO CONCEPTUAL
La propuesta de diseño se sustenta en los siguientes conceptos generales: • Recuperar el carácter de residuo urbano, de rincón, que tuvo desde su origen la Plazoleta (diferente al de una plaza cívica planificada en el tejido urbano), en donde se vive la intimidad, la meditación, el registro, el escudriño, el oteo. • Potenciar el sentido de permanencia en la Plazoleta, valiéndose de su particularidad de balcón urbano. • Recuperar la memoria urbana de este histórico sector de la ciudad. • Fortalecer el carácter barrial del espacio con la inclusión de arte urbano, enfatizando en sus valores locales, y entendiéndole como una pieza fundamental del mosaico en el que se constituye la ciudad patrimonio de la humanidad.
• Potenciar la vocación turística cultural del
sector. • Mejorar la calidad paisajística-ambiental del sector y la Plazoleta. • Permitir una mejor apreciación de la arquitectura patrimonial del sector y del paisaje circundante. Estos conceptos básicos que guían la propuesta de diseño, se especifican y concretan a través de diversos criterios de diseño que se desarrollan a continuación. Estos criterios funcionales y expresivos se constituyen, así, en los mecanismos operativos para materializar los conceptos.
CRITERIOS FUNCIONALES • Recuperar el sentido de calle ( en las vías
inmediatas a la Plazoleta) como un lugar de valores, como el espacio del ciudadano, lugar de encuentro, trayecto, sentido, transcurso del tiempo, celebración de la vida del barrio, imaginación.
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• En estrecha relación con lo señalado en el
criterio anterior, se propone restringir y eliminar la circulación vehicular y priorizar la circulación peatonal. Esto significa reducir la sección de la calle Juan Montalvo y calle de la Cruz, ampliar la sección de las veredas en estas calles; y, eliminar la circulación vehicular en la Bajada del Vado. • Articular la Plazoleta con la calle De la Condamine para lograr el sentido de continuidad del espacio urbano, que fue su característica original. • Eliminar la actual partición espacial de la Plazoleta que disminuye su condición de mirador y espacio de permanencia. • Dotar de mobiliario urbano, parqueos, y espacios de equipamiento que favorezcan la permanencia en este espacio público y potencien el uso turístico – cultural que tiene. Tratar el espacio como un lugar abierto a múltiples formas de uso, en los que se privilegie la cultura.
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Los elementos de arte que se incorporen, contribuirán a fortalecer la memoria local del lugar y a estimular lúdicamente a sus usuarios, especialmente los niños..
CRITERIOS EXPRESIVOS • Potenciar la expresión de la “piel mineral”
que es el rasgo de identidad histórico de la tectónica de la Plazoleta y el sector, usando materiales pétreos y mármol en el diseño. • Favorecer el carácter de balcón que tiene la Plazoleta, recuperando las visuales desde este espacio y hacia él. • Potenciar la presencia de la Cruz como rasgo fundamental de la identidad del sector y convertirla en un elemento organizador de la propuesta de diseño en el ámbito formal-expresivo. • Registrar la memoria y los imaginarios del barrio, y usar este registro como un recurso estético para el tratamiento el espacio público.
• Crear lecturas mediatizadas, aprovechando
la diversidad de accesos, las alturas diversas y los elementos focales que se despliegan en el espacio urbano, creando o subrayando quintas visuales que sugieran el descubrimiento progresivo del espacio urbano. • A partir de la valoración crítica del espacio se propone preservar la nítida lectura de las edificaciones de valor patrimonial. Se propone restaurar y recuperar elementos como los muros de piedra, las balaustradas de ladrillo y piedra, la expresión de ciertos pisos y el monumento fundamental, la Cruz del Vado a más de mantenerse y restaurarse, es subrayada en su presencia, por la opción del tratamiento de piso adoptado.
(3.00mts); y, ampliación de las secciones de veredas. • Peatonización de la Bajada del Vado. La facilidad de “reingreso” al Centro Histórico, de los vehículos que ahora circulan por esta vía, se puede solucionar a través de convertir en doble vía el tramo de la calle Coronel Tálbot, entre Sucre y Presidente Córdova.
LAS SOLUCIONES PROPUESTAS SOLUCIONES FUNCIONALES • Reducción de la sección de las calzadas de las vías a 5.50 mts. , con lo que se tiene la dimensión suficiente para un vehículo estacionado (2.50 mts.) y otro circulando
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• Creación de un espacio de equipamiento
público (bar-restaurante-espacio cultural) en el lugar de las actuales baterías de SSHH. Se propone que los SSHH de este equipamiento sean públicos. • Eliminación de la grada y pared (chimenea de ventilación) existentes en la plazoleta con el fin de reintegrar y facilitar la inserción de los nuevos elementos en el espacio público. • Dotación de mobiliario urbano. El diseño de la Plazoleta, determina que la ubicación y forma del mobiliario, surja de la matriz geométrica que rige el trazado del espacio. Lo señalado se refiere a bancas, alcorques y basureros. El resto del mobiliario es el definido por la Fundación El Barranco.
• Creación de parqueos públicos hacia el
oeste de la Plazoleta, que contribuyen al mejor y mayor uso de la plaza, liberando los espacios fundamentales de la presencia vehicular..
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SOLUCIONES EXPRESIVAS • El diseño del piso de la plazoleta usa el
concepto de radiación o simetría de radiación a partir de la cruz. Sobre la base de la forma hexagonal de su “baldaquino” se “dibuja” en el
piso hexágonos concéntricos, sobre los cuales, de manera aleatoria, se colocan en la textura del piso, placas de mármol travertino. En ellas se inscriben textos alusivos a la memoria del barrio (históricos, coloquiales, anecdóticos o poéticos) de manera tal que el visitante pueda progresivamente enriquecer su idea del espacio, no solo en su realidad actual sino también en relación con su tiempo pasado. o Se evoca el concepto de vado, la memoria del río y del agua, en el “juego” de surtidores de agua y elementos de piedra que sobresalen de la retícula del piso a diferentes alturas, en la parte oeste de la Plazoleta. Esta zona, a más de ser un elemento de ambientación de la Plazoleta, constituye un área que invita al juego infantil al interior de este espacio urbano. • Evocación del carácter de acceso a la ciudad, que tuvo históricamente el sector, con el dibujo sutil de un sendero que ¨cruza¨y
aparece intermitentemente en el espacio público, a manera de una arqueología metafórica. • Realización de un trabajo de recuperación de elementos arquitectónicos, en una acción cuidadosa orientada a rescatar la expresión del ladrillo en la balaustrada de la Plazoleta y calle La Condamine; y de mantenimiento del actual adoquín (tanto el material como la trama de colocación) en la calle peatonal La Condamine • Incorporación de vegetación en la parte norte de la Plazoleta, lo que a más de mejorar la calidad ambiental del sector, contribuye a “dibujar” este espacio y conformarlo, marcando un límite físico y visual entre éste y la Calle de la Cruz. • Incorporación de vegetación propia de los muros de piedra en ciertos puntos del muro existente. • Incorporación de arte público (esculturas) en varios sitios del sector, lo que a más de
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contribuir a mejorar la calidad estética del espacio público, aporta a la conservación y difusión de la memoria del barrio; se proponen esculturas de: El Cura sin Cabeza, en la esquina de la calle de la Cruz; El arriero, en la intersección de la bajada del Vado y La Condamine y niños jugando, en el metafórico vado que se propone a manera de pileta. Estas deberán ser figuras naturalistas y concebidas bajo la idea de esculturas de proximidad con las que el público pueda tener contacto físico.
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• En las calzadas se propone la reutilización
del adoquín de piedra andesita, sobre la base de un diseño que diferencia, por la forma de colocación del adoquín, la zona de circulación vehicular y la zona de parqueo. • En las veredas se usa el adoquín de piedra andesita de 20x40cm. y piedra menuda de canto rodado (piedra bola) confinados con un bordillo de mármol travertino, optando por una bicromía con materiales que han sido históricamente usados para la edificación de la ciudad histórica, sus edificios y espacios urbanos, con lo que se consigue enlazarse con la personalidad cultural de la ciudad, en proyectos de expresión contemporánea.
Condamine, entre el puente del Vado y la calle Tarqui. • Recuperación del antiguo canal de agua para el Molino de la Virgen del Río, cuyos vestigios son visibles en la parte posterior de las edificaciones del tramo norte de la calle La Condamine. • Elaboración de un Plan de Intervención en las fachadas de las edificaciones de los tramos del área del proyecto. • Elaboración de un proyecto específico de intervención en la Cruz del Vado. • Definir e implementar un Plan de Seguridad para el sector, que responda a las necesidades de los habitantes del sector.
SUJERENCIAS COMPLEMENTARIAS AL PROYECTO
Considerando la necesidad de fortalecer la personalidad y carácter del barrio, nos permitimos sugerir algunas intervenciones: • Restitución del adoquín en la calle de La
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Reliquia TurĂstica y Cultural
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www.elvado.wordpress.com