La obra de Enrique Galdos Rivas (Lima, 1933) es producto de una explosión colorística fuerte y pura capaz de magnetizar los ojos que se posan sobre ella. Gracias a una tesitura brillante el espectador es transportado a un mundo repleto de fantásticas sensaciones oníricas que le permite traducir en su interior un lenguaje rítmico personal e irrepetible.
Hoy día, con más de seis décadas de impecable trayectoria artística y sin perder sus raíces ancestrales ni la alegría que lo caracteriza, este Maestro ocupa un importante y merecido sitial en la Historia del Arte Peruano.