UN MUSEO IMAGINARIO La colección de grabados de José Tola Curaduría: María Eugenia Yllia
FUNDACIÓN JOSÉ TOLA DE HABICH
Asistencia de curaduría: Susan Salguedo Montalvo Agradecimientos: Alfonso Castrillón Vizcarra, Pedro Pablo Alayza, Fernando Villegas.
Un museo imaginario La colección de grabados de José Tola En la actualidad el Museo del Grabado del ICPNA ha asumido la tarea de custodia y difusión del grabado nacional e internacional. En el marco de esa labor se presenta esta exposición, cuya narrativa curatorial dialoga con las reflexiones planteadas en el famoso libro Museo imaginario del escritor francés André Malraux (1901 -1976). El museo imaginario de André Malraux Desde su publicación en 1947, El museo imaginario del escritor francés André Malraux (1901 -1976), se convirtió en un texto de culto por su forma poco habitual de interrogar a los museos y rotular la relevancia trascendental de la fotografía, la reproducción de las imágenes artísticas en el arte moderno y la construcción de nuestra desasida contemporaneidad. En el conjunto de ensayos que integran el libro, Malraux recorre la historia del arte desde una narrativa personal y plantea interpretaciones que transgreden la ortodoxia de su época. Su narrativa, alternada con una selección de obras, se presenta como una curaduría, en la que el autor elige obras, artistas, momentos claves y formas alternas de releer el arte. La tesis de El museo imaginario, acaso deudora de las ideas de Aby Warbug y Walter Benjamin, incide en el permanente desplazamiento de las obras de arte que circulan de manera múltiple en libros, revistas y –en términos actuales– medios digitales, electrónicas y la web, estableciendo un nuevo orden que reconfigura constantemente nuestra relación con ellas. El texto de Malraux se convierte en un texto profético que plantea distintas lecturas del arte contemporáneo y advierte la coexistencia de múltiples temporalidades,
donde nuestra experiencia artística está mediada por su reproducción. José Tola. El coleccionismo como ejercicio curatorial Desde el año 2010 José Tola (Lima, 1943-2019), emprendió la apasionante tarea de reunir un importante conjunto de obras gráficas de artistas internacionales que difícilmente se podían apreciar en colecciones públicas limeñas. Nombres como Pablo Picasso, Joan Miró, Marc Chagall, Georges Braque, Giorgio de Chirico, Dubuffet, Francis Bacon, Andy Warhol, Roy Lichtenstein, Bansky; son solo algunos de los que conforman la colección compuesta por más de 800 obras (litografías, serigrafías, entre otras técnicas), que permiten construir un panorama del arte moderno y contemporáneo y las vanguardias y neo vanguardias euronorteamericanas.
A
través de ellas podemos reconstruir el panorama del arte de la posguerra en la que el expresionismo abstracto, el pop arte y el graffiti plantean nuevos códigos artísticos. Lo más valioso de una colección es conocer la relación que tiene con su creador y la historia que hay detrás de la búsqueda, selección y adquisición de las obras reunidas. En ese sentido, esta colección va en consonancia con los intereses artísticos, búsquedas y preferencias de su autor, que como en una curaduría, ha reconocido afinidades o identificado la importancia de los artistas que la conforman y que integran parte de su legado, difundido a través de la Fundación José Tola de Habich para la Difusión del Arte y la Cultura. Un Museo Imaginario. La Colección de grabados de José Tola “Si somos todavía más sensibles a la fluidez del pasado es porque hemos aprendido que todo gran arte, por el solo hecho de ser creado, modifica a sus predecesores”. André Malraux
El título de esta exposición toma prestado el nombre del famoso libro de André Malraux que, provee claves para entender los códigos en el tránsito del arte moderno al arte contemporáneo euroamericano y el papel que jugó la circulación masiva de imágenes en el devenir de las vanguardias y neovanguardias, así como su impacto y el diálogo con artistas de distintos ámbitos del mundo. Malraux nos da claves para releer el legado modernista de la posguerra, interrogar la noción de original y copia y el flujo permanente de imágenes como recursos inagotables, que se resignifican constantemente desde lo contemporaneidad. La narrativa de esta exposición dialoga con algunas reflexiones de Malraux en torno a la experiencia artística como una actividad profundamente intelectualizada y mediada por la circulación de las múltiples reproducciones que existen de las obras de arte, las cuales son constantemente redescubiertas, seleccionadas, y reorganizadas desde la mirada de los artistas. A primera vista las imágenes icónicas de la exposición nos remiten a un amplio repertorio de nombres emblemáticos que alcanzaron consagración a través de los museos y los medios impresos. Encontramos obras de Leonardo Da Vinci, Alberto Durero, Diego Velásquez Rembrandt, Vincet van Gogh, Claude Monet, Pablo Picasso, Giorgio de Chirico, Fernand Léger, entre otros, cuyas obras perduran a través de relecturas de artistas como Francis Bacon, Audrey Flack, Robert Rauschemberg, Errol, Invader, que los presentan en clave de cómic, graffiti, serigrafía, entre otras técnicas que veremos en esta exposición. 1.- Los grandes maestros revisitados “La Gioconda es de su tiempo y está fuera del tiempo. El efecto que lo produce no atañe a la esfera del conocimiento, sino a la de la presencia”. André Malraux
En un tiempo en que la imagen se ha democratizado, los artistas plantean miradas críticas sobre el papel del arte en la consolidación de la sociedad capitalista. Los grandes maestros del arte universal empezaron a ser desacralizados desde la mirada de los artistas que arremetieron ante su estatus privilegiado. Sin duda, uno de los casos más emblemáticos es La Mona Lisa, desde la intervención del francés Marcel Duchamp despojándola de su tan venerada aura. Esta actitud irreverente la vemos en apuestas más irreverentes como las del francés Blek le Rat y el inglés Nick Walker, quienes desde el grafiti y técnicas diversas -entre las que destaca el stencil- no solo desplazaron la icónica imagen a las calles, sino que la presentaron en posturas provocadoras que dejaron un gran impacto en el ámbito urbano. Desde otra perspectiva y desde el pop español, el Grupo Crónica intervino obras icónicas del siglo de Oro español, como las Meninas de Diego Velázquez y El entierro del Conde Orgaz, del Greco, a las que intervienen con códigos visuales de personajes del cómic y la cultura de masas. De esta manera se genera una nueva narrativa que discurre entre la crítica social y política al régimen franquista. En los temas de esta sección vemos la estela de grandes obras que resuenan a través de nuevos lenguajes y miradas que, aunque cargadas de irreverencia, recuerdan lo señalado por Malraux “somos todavía más sensibles a la fluidez del pasado porque hemos aprendido que todo gran arte, por el solo hecho de ser creado, modifica a sus predecesores”. 2.- El arte como repertorio infinito “Ningún museo es capaz en este punto de mostrar cómo una larga serie de obras cobran nueva vida al ordenarlas en una gran secuencia temporal, como si algún
espíritu del arte impulsara toda conquista que lleva el manuscrito iluminado a la vidriera, de la vidriera al fresco, del fresco al cuadro”. André Malraux Así como la obra de los maestros reverbera en el arte contemporáneo, la presencia del impresionismo y el posimpresionismo tienen un espacio privilegiado en diversos artistas que las reactualizan, como se advierte en la Catedral de Rouan de Monet, representada por Roy Lichtenstein en 1969 y Hommage à Van Gogh del francés Erró (1980). En ambas el arte, como objeto de representación e interrogación forma parte de diversos repertorios. Uno de los casos icónicos es el del irlandés Francis Bacon quien no solo bebió del arte del siglo de Oro Español, sino que reconoce que la obra de Picasso lo motivó a ejercer el oficio de pintor. Estas y otras referencias remiten a cómo desde la contemporaneidad se dialoga con el pasado en una suerte de juego donde tiempos y espacios se cruzan y actualizan permanentemente. 3.- Post Picasso “Nuestra relación con el arte, desde hace más de un siglo, no ha dejado de intelectualizarse”. André Malraux Pocas figuras del arte europeo han ejercido tanta seducción en artistas de distintas épocas y latitudes como Pablo Picasso (1881-1973), cuya obra encarnó el paradigma de la modernidad. Picasso no solo experimentó distintos lenguajes y periodos, sino también desestabilizó el canon hegemónico europeo al introducir -a través del cubismo- la escultura africana y otros lenguajes no occidentales, acciones que incrementaron su fama y lo consagraron como artista de culto. En esta sección presentamos una serie de obras que desde las neo vanguardias rinden homenaje al artista, citan sus trabajos y los actualizan desde nuevas propuestas. Lo
apreciamos en el afiche que Roy Lichtenstein elaboró para la exposición homenaje que se ofreció al artista en 1973 o el grabado de Jasper Jones, que inspirado en el autorretrato de perfil de Marcel Duchamp, presenta al artista. Otras propuestas que transitan entre el humor y la crítica social, se encuentran en la versión del Guernica del Equipo Crónica (1971) cuyo lenguaje pop canalizó protestas contra el régimen franquista desde una mirada irreverente o Antonio Saura que reinterpretó a la famosa Dora Maar, musa y pareja del artista (1986). 4.- El pop, la apropiación y la ironía “Y como la reproducción no es la causa de nuestra intelectualización del arte sino su medio más poderoso, esta última se vale aún de sus trucos, y de algunas cualidades”. André Malraux Surgido como una de las formas más radicales de interrogar críticamente el arte y su capacidad de apropiarse de la sociedad de consumo a través de la ironía, el pop art surgido en Inglaterra y Estados Unidos se apropió del universo de los medios, afiches publicitarios, marcas de productos diversos y obras del pasado. Su voracidad por la captura de las imágenes solo era comparable a la ironía que contenían sus propuestas. La circulación, infinita de las imágenes trivializó a personajes icónicos y héroes de luchas sociales que adquieren una amplia representación desde la cultura popular. Uno de los casos más extremos es el revolucionario Ché Guevara, inmortalizado por fotógrafos y artistas con su infaltable boína, representado en esta ocasión por el artista noruego Dolk. El consumo como motivo artístico, fue el punto crítico de muchas de las obras. Este se alimentaba de la prensa sensacionalista, la propaganda del cine y televisión,
dando cuenta una vez más que la originalidad en el arte había dado paso al marketing y al consumo como vemos en las obras del artista francés Mr. Brainwash, entre otros que forman parte de este conjunto. El culto a la banalidad se instaló como medio de protesta, como vemos en las obras de esta sección en las que encontramos a los mediáticos Jack Nicholson, Ray Charles, Madonna, Kate Moss, Amy Winehouse y otros héroes y heroínas de la sociedad contemporánea. 5.- Tantas veces Marilyn “Ahora bien, la historia del arte desde hace cien años, desde que escapó del control de los especialistas, es la historia de lo que es fotografiable”. André Malraux. Desde las fotografías icónicas que hizo Bert Stern a Marilyn Monroe poco tiempo antes de su muerte, en 1962, las imágenes de la recordada actriz se convirtieron en el ícono más reproducido, deseado y rentable de Norteamérica. El símbolo sexual personificado en Marilyn no solo supo explotar el glamour de su imagen, sino que fue apropiado por Hollywood y los artistas contemporáneos que vieron en su imagen el ícono del capitalismo que obsesionó al pop art. Marilyn será objeto de la atención de artistas como el italiano Mimmo Rotella, integrante del grupo francés de los nuevos realistas, del estadounidense Robert Indiana, y de las desenfadadas obras de Mr. Brainwash (“MBW”) que lleva la imagen de Marilyn a su múltiple expresión, donde la fusiona con la imagen Leonard Nimoy, el célebre Sr. Spock de Star Trek, otro ícono de la cultura de masas. María Eugenia Yllia Curadora
Greek Muses Audrey Flack, 2010 Color Photograph 61 x 51 cm / 48 x 52 cm
Mona Lisa Blek le Rat, 2012 Serigrafía 45 x 59 cm
Moona Lisa Nick Walker, 2006 Serigrafía 56.5 x 76 cm / 56.5 x 76 cm
Hotel du Nord (Little Durer) Joseph Cornell, 1972 Serigrafía 37 x 28 cm
Trajano Salvador Dalí, 1973 Puntaseca 68 x 46 cm
El Happening del Conde Orgaz Equipo Crónica (Manolo Valdés y Rafaél Solbes), 1969 Serigrafía 60 x 80 cm
Mariana y las Moscas Equipo Crónica (Manolo Valdés y Rafaél Solbes), 1960 Serigrafía 99 x 69 cm
Esperanza Audrey Flack, 1972 Serigrafía 87 x 61 cm
Re-working Old Masters Static (Tom Jackson y Craig Evans), 2009 Serigrafía barnizada 64 x 51 cm
Wisconsin Jack Beal, 1975 Litografía 56 x 70 cm
Logique de la Sensation Francis Bacon, 1981 Litografía 45 x 33 cm
Hommage à Van Gogh I Erró (Guömundur Guömundsson) 1980 Archival pigment 72 x 105 cm
The Parade Fernando Leger, 2011 Litografía 55 x 74 cm
Symbiose Erró - Guömundur Guömundsson 1984 Litografía 86 x 60 cm
Interno Metafísico Giorgio De Chirico , 1970 Litografía 70 x 54 cm
Invaded Scream Invader, 2011 Xilografía 31.5 x 21 cm
Simple III Francis Bacon, 1981 Litografía 35 x 45 cm
Study of Portrait After The Life Mask of William Blake Francis Bacon, 1991 Litografía 80 x 60 cm / 60.0 x 50 cm
Mexico/New Mexico Joel-Peter Witkin, 1993 Grafito, collage, pastel y fotografía 82 x 102 cm
Beautiful Decay Nro. 1 Handiedan, 2010 Impresión digital 36 x 60 cm
Strong Nro. 2 Handiedan, 2008 Serigrafía 78.5 x 124 cm
Sans Titre André Masson , 1967 Litografía 65.5 x 48 cm
Bouteille de Vieux Marc Pablo Picasso, 1966 Litografía 63.5 x 48.5 cm
El Cubismo como Pretexto Manolo Valdés Aguafuerte y collage 64 x 48 cm
Guernica Equipo Crónica (Manolo Valdés y Rafaél Solbes) 1971 Serigrafía 75 x 55 cm
What is this Picasso? David Hockney, 1976 Grabado 45.5 x 53.3 cm
Cup Two Picasso Jasper Johns, 1973 Litografía 31 x 23 cm
Hommage á Picasso Roy Lichtenstein, 1973 Póster firmado 79 x 61 cm
Dora Maar Visitada III Antonio Saura, 1986 Litografía 65 x 50 cm
Monkey Queen Bansky, 2003 Serigrafía 49 x 34 cm
Che Dolk (Andreas Hamran Faerø), 2006 Serigrafía 50 x 70 cm
Amy Winehouse Brad Fino Ford, 2013 Serigrafía 70 x 70 cm
Rubik Kubrick II Invader, 2007 Serigrafía 70 x 50 cm
Brother Ray Mr. Brainwash (Thierry Guetta) 2009 Serigrafía 56 x 79 cm
Generations (Star Trek) Mr. Brainwash (Thierry Guetta) 2010 Serigrafía 55.6 x 76 cm
Madona (Celebration) Mr. Brainwash (Thierry Guetta) 2012 Serigrafía 89 x 89 cm
Gee Gee Mel Ramos, 1990 Litografía 71 x 56 cm
Miss Kiss Mel Ramos, 2012 Litografía 80 x 60 cm
A love in Casablanca Mimmo Rotella, 2003 Serigrafía 95.5 x 71 cm
Marilyn Monroe, Portrait in Pink Berth Stern, 1962 Fotografía y serigrafía 71 x 57 cm
Marilyn 3 Mimmo Rotella, 1979 Serigrafía 76.5 x 61 cm / 67 x 53 cm
Marilyn, I volti 06 Mimmo Rotella, 1999 Serigrafía 33 x 33 cm
Sunburst Marilyn Robert Indiana, 2001 Serigrafía 102 x 86.5 cm
Reborn Mr. Brainwash (Thierry Guetta) 2011 Serigrafía 56 x 56 cm
Spock (Wig) Mr. Brainwash (Thierry Guetta) 2009 Serigrafía 38 x 38 cm