2021
MENSAJE
DÍA INTERNACIONAL DE LA DANZA
El Día Internacional de la Danza se celebra el 29 de abril desde que fue establecido en 1982 por el Comité Internacional de la Danza del Instituto Internacional del Teatro (ITI) de la UNESCO. La fecha conmemora el nacimiento (en 1727) de Jean-Georges Noverre, bailarín y maestro considerado el creador del ballet moderno y cada año el ITI encarga a una personalidad conocida del mundo de la danza la redacción de un mensaje.
El Mensaje del Día Internacional de la Danza 2021 le ha sido encargado este año a Friedemann Vogel, Bailarín Principal del Stuttgart Ballet
"Todo comienza con el movimiento, un instinto que todos tenemos, y la danza es un movimiento refinado para comunicarse. Por mucho que una técnica impecable sea importante e impresionante, la esencia es lo que el bailarín expresa dentro de ese movimiento. Como bailarines, estamos en constante movimiento, aspirando a crear esos momentos inolvidables. Independientemente del género de danza, es lo que todo bailarín se esfuerza por conseguir. Así que cuando de repente, ya no se nos permite actuar, con los teatros cerrados y los festivales cancelados, nuestros mundos se paralizan. No hay contacto físico. No hay espectáculos. Sin público. Nunca en la historia reciente la comunidad de la danza ha sido desafiada colectivamente para mantenerse motivada, para hallar su razón de ser. Sin embargo, es precisamente ahora cuando nos han quitado algo valioso cuando realmente apreciamos lo vital que es lo que hacemos y lo mucho que la danza significa para la sociedad en general. A menudo, se alaba la destreza física de los bailarines, cuando, en realidad, nos sostiene aún más nuestra fuerza mental. Creo que esta combinación única de agilidad física y psicológica nos ayudará a superarnos, a reinventarnos para seguir bailando e inspirando".
Friedemann VOGEL
MENSAJE DEL CID-UNESCO POR EL DÍA INTERNACIONAL DE LA DANZA 2021
Hace 80 años, Europa vivía el año 1941: gran parte de Europa está ocupada, se impone el toque de queda, la radio está prohibida, a veces no hay electricidad. Las familias pasan largas horas de la noche en casa sin nada que hacer, en condiciones que conducen a la depresión y la crisis nerviosa; se desesperan. Los abuelos vienen al rescate: sus recuerdos se remontan a la época en que las personas podían crear su propio disfrute, cuando no dependían de la televisión, de salir a cenar, ir al cine o asistir a eventos. Tenían entretenimiento activo, no pasivo. Los más jóvenes habían perdido la capacidad de disfrutar, contar historias, contar chistes, cantar y bailar en casa en buena compañía. Los ancianos se convirtieron en el alma de la fiesta, cantando viejas canciones, bailando las danzas, y reuniendo a toda la familia con ellos, además de los vecinos. Así es como las canciones y bailes medio olvidados saltaron de una generación a otra y sobrevivieron, produciendo después de la guerra un renacimiento de las danzas tradicionales. Como profesionales de la Danza, piensen en su papel en la situación actual de pandemia, encierro y toque de queda. La gente les necesita ahora y les necesitará después de esta crisis. Produzcan una vacuna contra el virus del alma: ustedes saben cómo hacer bailar a la gente. ¡Escuchen la llamada: respóndanla! Alkis Raftis Presidente del Consejo Internacional de Danza CID, UNESCO, París http://danceday.cid-world.org/spanish/