c a r ta s c a r ta d e s d e pata g o n i a Querida familia, Me encuentro viajando por la llamada región patagónica, al sur de la Argentina. El lugar me lo habían recomendado muchos amigos, otros turistas que me he cruzado en el viaje por el maravilloso país, así como por las hermosas imágenes que vi toda mi vida de los paisajes de lagos, montañas, bosques, nieve, chocolates y casas de madera. Eso es lo que vine a buscar. Y debo confesar que encontré una Patagonia muy diferente. En vez de verdes y frondosos bosques, me encontré con la inhóspita estepa patagónica de colores amarillos, grises y verdes que a simple vista parecen secos. Además de lagos azules, me encontré con ríos y manantiales transparentes que hacen posible la vida; además del paisaje de montañas me encontré con cañadones, mesetas, e indescriptibles formaciones geológicas. Descubrí que la nieve no es la protagonista principal de los inviernos patagónicos, sino que durante todo el año y en particular en primavera el verdadero protagonista y rey de la Patagonia es el viento; la máxima autoridad. Es él quien dispone el orden, los tiempos, las rutinas, y el humor de los seres que envuelve con sus capas de aire, su música y su impetuosidad. Y yo de lo más ingenua…lo subestimé como la mejor! Y oh sorpresa que me llevé! ¿Cómo creerme tan superior como para enfrentarlo? Después de horas de luchar contra él, de enfrentarlo con todas mis fuerzas….me rendí. Pero estaba sola en la inmensa estepa patagónica. O eso creía. Tras kilómetros y kilómetros recorridos no había ni un rastro de vida. O eso parecía a simple vista. Los costados de la ruta estaban alambrados, eso era la constante en todo el viaje. Varios juicios o prejuicios de valor rondaban por mi mente: para qué cercan las rutas, para qué campos tan grandes, para qué campos sin productividad…y un sinfín de conjeturas que mi experiencia de vida no podía responder. No podía responder hasta ese día, fue cuando conocí a Juan. En ese momento mi visión de la Patagonia -o hasta del mundo podría decircambió por completo. Y aquí comienza la historia que les quiero contar: 124