Muestra del Libro: Lima Capital de america

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Aut quiasperem ut fugiaspid el esse oditasit fugitissi occum as ducidem quunt, aut prae pra iunt quate ratquam rem consequo blaceatiusa vollit am sequos aut laccum et explis nonesto blaborrum qui dolupta ectotatia ipsaerum sundigenimi, sus es elibus nonsers pieturitas aliquid exeruptati re volore remperovid explace prehenis diti tem quia volorpo rporerecea quunt, vel exerspi debite nosa non eniendiorum corerumquo ius, sequis modi odita quodiss itatios porum est reperum fuga. Arit, quatiore licillabor aute non prere, nis dolecepudae. Ut ilicia posti conseque ium dellorum quam quam quia dolorepero eatius.

CAPITAL DE AMÉRICA

CAPITAL DE AMÉRICA

Rum ne sum reperes diatibus derro que idendis eum hiliquis ium nonsenempos illaccusam doluptae volo conem quam re nonse pore lam, ut aci sequiandam, non reprore comnit erruptio. Molluptas in consequ aepratature verios esequid elento et lit, omnienetur sime et landem dellabore expliquia corem eiusdae pratam, sequodiciat et et apis rerunti aditiunt aliquatur adi berum quid qui non numeni bea nihicimo volecabor antiunt ent re, sanda exceprepedi autet volupta.

CAPITAL DE AMÉRICA

Rum ne sum reperes diatibus derro que idendis eum hiliquis ium nonsenempos illaccusam doluptae volo conem quam re nonse pore lam, ut aci sequiandam, non reprore comnit erruptio. Molluptas in consequ aepratature verios esequid elento et lit, omnienetur sime et landem dellabore expliquia corem eiusdae pratam, sequodiciat et et apis rerunti aditiunt aliquatur adi berum quid qui non numeni bea nihicimo volecabor antiunt ent re, sanda exceprepedi autet volupta. Aut quiasperem ut fugiaspid el esse oditasit fugitissi occum as ducidem quunt, aut prae pra iunt quate ratquam rem consequo blaceatiusa vollit am sequos aut laccum et explis nonesto blaborrum qui dolupta ectotatia ipsaerum sundigenimi, sus es elibus nonsers pieturitas aliquid exeruptati re volore remperovid explace prehenis diti tem quia volorpo rporerecea quunt, vel exerspi debite nosa non eniendiorum corerumquo ius, sequis modi odita quodiss itatios porum est reperum fuga. Arit, quatiore licillabor aute non prere, nis dolecepudae. Ut ilicia posti conseque ium dellorum quam quam quia dolorepero eatius.


LIMA CAPITAL DE AMÉRICA

Logo en CMYK (C-100, M-85, Y-4 y K-16)


LIMA CAPITAL DE AMÉRICA

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Con 9.7 millones de habitantes, Lima Metropolitana es la cuarta ciudad más poblada de América del Sur. Sus 43 distritos contienen al 30% de la población del Perú.

Fuente: INEI, estimaciones 2014


Con 9.7 millones de habitantes, Lima Metropolitana es la cuarta ciudad más poblada de América del Sur. Sus 43 distritos contienen al 30% de la población del Perú.

Fuente: INEI, estimaciones 2014


Una ciudad que alberga todas las razas y culturas que componen el PerĂş, donde la tradiciĂłn colonial y prehispĂĄnica convive con la modernidad de una urbe en constante crecimiento.


Una ciudad que alberga todas las razas y culturas que componen el PerĂş, donde la tradiciĂłn colonial y prehispĂĄnica convive con la modernidad de una urbe en constante crecimiento.


En pleno siglo XXI, la Ciudad de los Reyes enfrenta una gran responsabilidad: alcanzar el desarrollo sostenible y convertirse en la capital de AmĂŠrica. Un centro para los negocios, las convenciones, las finanzas, la cultura y el buen vivir.


En pleno siglo XXI, la Ciudad de los Reyes enfrenta una gran responsabilidad: alcanzar el desarrollo sostenible y convertirse en la capital de AmĂŠrica. Un centro para los negocios, las convenciones, las finanzas, la cultura y el buen vivir.


C

on más de nueve millones de habitantes, la Ciudad de los Reyes es hoy una urbe de vanguardia, moderna y visionaria, altamente competitiva e inclusiva. Vamos camino a recuperar el sitial de ser la capital de Sudamérica.

Cuando por primera vez asumí la Alcaldía de Lima, en 2003, reinaba el caos en el sistema de transporte público, proliferaba el comercio ambulatorio, y los grandes espacios públicos estaban convertidos en extensos lugares de abandono y sin opciones de esparcimiento para los millones de vecinos. Fue todo un reto asumir los grandes cambios que se fueron dando paulatinamente. La titánica tarea en mis dos primeras gestiones como burgomaestre (2003-2010) dio resultados. Lima es hoy una promesa, una ciudad que mira el futuro con esperanza, en un ambiente agradable y con calidad de vida. Continuamos en esa tarea en mi tercera gestión (2015-2018). Iniciamos la modernización del transporte público con el Metropolitano, sistema de buses articulados que circulan en una vía exclusiva y permiten que miles de limeños se desplacen de forma más rápida a sus destinos. Continuar con el reordenamiento del transporte urbano es una necesidad; por ello apuntamos a la ampliación del Metropolitano, ícono de la ciudad.

PRESENTACIÓN

En nuestra premisa de elevar la calidad de vida de los vecinos, también hemos convertido grandes arenales en inmensos bosques, con lagunas y piscinas que ofrecen paseos en bote y minizoológicos. Hemos transformado los parques zonales de Lima en clubes públicos que nada tienen que envidiar a los privados. Construimos en este momento la piscina más grande de Sudamérica, con más de 8 mil metros cuadrados, en el Parque Huáscar de Villa El Salvador, y estamos creando otro club en un arenal en el distrito de Ancón. Ampliamos las pantallas de agua del Circuito Mágico del Agua del Parque de la Reserva, que también es el símbolo de la recuperación de los espacios públicos de Lima, con sus impresionantes fuentes cibernéticas multicolores que atraen a miles de turistas y visitantes locales. Nuestros hospitales solidarios han logrado la descentralización de la tecnología de la salud hacia la periferia. Hoy planificamos construir el hospital especializado en niños, que brinde servicio de hospitalización, así como intervenciones quirúrgicas. Asimismo, hemos construido más de tres mil escaleras que permiten llegar a sus casas, en forma digna, a quienes viven en los cerros. La recuperación del Centro Histórico marcha a paso acelerado y nos vuelve la mirada al título de Patrimonio Cultural de la Humanidad, que nos otorgó la Unesco en 1991. Esta interesante obra, impulsada por la Asociación Automotriz del Perú (AAP), que tiene una relación directa con el transporte y el sector automotor del país, da una visión de los caminos que ha de recorrer la ciudad. Consciente de que su responsabilidad va más allá de los intereses empresariales, la AAP quiere contribuir como palanca para el crecimiento y el desarrollo del país. Ha identificado los problemas que presenta el sector Transportes y quiere sensibilizar y unir esfuerzos a fin de que nuestra ciudad sea más grata y transitable. Nuestra filosofía de trabajo es llevar calidad de vida al ser humano y que las personas de menos recursos tengan acceso a servicios de recreación, salud, sano esparcimiento, cultura y un transporte seguro. Estamos convencidos de que Lima, con la participación de sus ciudadanos, se convertirá en una de las urbes más bellas del planeta.

LUIS CASTAÑEDA LOSSIO Alcalde de Lima Metropolitana


C

on más de nueve millones de habitantes, la Ciudad de los Reyes es hoy una urbe de vanguardia, moderna y visionaria, altamente competitiva e inclusiva. Vamos camino a recuperar el sitial de ser la capital de Sudamérica.

Cuando por primera vez asumí la Alcaldía de Lima, en 2003, reinaba el caos en el sistema de transporte público, proliferaba el comercio ambulatorio, y los grandes espacios públicos estaban convertidos en extensos lugares de abandono y sin opciones de esparcimiento para los millones de vecinos. Fue todo un reto asumir los grandes cambios que se fueron dando paulatinamente. La titánica tarea en mis dos primeras gestiones como burgomaestre (2003-2010) dio resultados. Lima es hoy una promesa, una ciudad que mira el futuro con esperanza, en un ambiente agradable y con calidad de vida. Continuamos en esa tarea en mi tercera gestión (2015-2018). Iniciamos la modernización del transporte público con el Metropolitano, sistema de buses articulados que circulan en una vía exclusiva y permiten que miles de limeños se desplacen de forma más rápida a sus destinos. Continuar con el reordenamiento del transporte urbano es una necesidad; por ello apuntamos a la ampliación del Metropolitano, ícono de la ciudad.

PRESENTACIÓN

En nuestra premisa de elevar la calidad de vida de los vecinos, también hemos convertido grandes arenales en inmensos bosques, con lagunas y piscinas que ofrecen paseos en bote y minizoológicos. Hemos transformado los parques zonales de Lima en clubes públicos que nada tienen que envidiar a los privados. Construimos en este momento la piscina más grande de Sudamérica, con más de 8 mil metros cuadrados, en el Parque Huáscar de Villa El Salvador, y estamos creando otro club en un arenal en el distrito de Ancón. Ampliamos las pantallas de agua del Circuito Mágico del Agua del Parque de la Reserva, que también es el símbolo de la recuperación de los espacios públicos de Lima, con sus impresionantes fuentes cibernéticas multicolores que atraen a miles de turistas y visitantes locales. Nuestros hospitales solidarios han logrado la descentralización de la tecnología de la salud hacia la periferia. Hoy planificamos construir el hospital especializado en niños, que brinde servicio de hospitalización, así como intervenciones quirúrgicas. Asimismo, hemos construido más de tres mil escaleras que permiten llegar a sus casas, en forma digna, a quienes viven en los cerros. La recuperación del Centro Histórico marcha a paso acelerado y nos vuelve la mirada al título de Patrimonio Cultural de la Humanidad, que nos otorgó la Unesco en 1991. Esta interesante obra, impulsada por la Asociación Automotriz del Perú (AAP), que tiene una relación directa con el transporte y el sector automotor del país, da una visión de los caminos que ha de recorrer la ciudad. Consciente de que su responsabilidad va más allá de los intereses empresariales, la AAP quiere contribuir como palanca para el crecimiento y el desarrollo del país. Ha identificado los problemas que presenta el sector Transportes y quiere sensibilizar y unir esfuerzos a fin de que nuestra ciudad sea más grata y transitable. Nuestra filosofía de trabajo es llevar calidad de vida al ser humano y que las personas de menos recursos tengan acceso a servicios de recreación, salud, sano esparcimiento, cultura y un transporte seguro. Estamos convencidos de que Lima, con la participación de sus ciudadanos, se convertirá en una de las urbes más bellas del planeta.

LUIS CASTAÑEDA LOSSIO Alcalde de Lima Metropolitana


Plaza Mayor y edificio de la Municipalidad Metropolitana de Lima.


Plaza Mayor y edificio de la Municipalidad Metropolitana de Lima.


L

a ciudad de Lima fue, en la época de la Colonia, la capital de un Virreinato que ocupó casi todo el continente. Su arquitectura monumental y la calidad de vida de sus habitantes estaban a la altura de su vital importancia, situación que se mantuvo durante varias décadas de nuestra historia republicana, cuando se la reconocía como «Ciudad Jardín» o «La Tres Veces Coronada Villa». Diversos problemas socioeconómicos ocurridos a mediados del siglo pasado, que afectaron al país en general y a nuestras provincias en particular, produjeron su crecimiento explosivo no planificado y cambiaron su estatus de Ciudad Jardín por ciudad desarticulada. Pero, a pesar de ello, algunas bondades de nuestra Lima se mantuvieron y otras aparecieron: su ubicación en el medio del continente, única capital sudamericana a orillas del mar con clima amigable, y su excelente gastronomía. A treinta minutos posee una sierra soleada y, a una hora en avión, Cusco, la capital del Tahuantinsuyo. Ciertamente, en el mismo tiempo se llega a la Amazonía peruana. Hoy, Lima tiene el mejor aeropuerto del continente, un puerto en proceso de ampliación, un sistema de transporte urbano también en intenso proceso de modernización, mutando la «combi» por el Metropolitano, el tren elevado y el metro ya en construcción. Cuenta, además, con un moderno centro de convenciones de gran capacidad.

EDWIN DERTEANO DY ER Presidente de la Asociación Automotriz del Perú

Lima, la capital de un país ya globalizado y con tratados de libre comercio con los países vecinos y las principales economías mundiales, debe comenzar a ser vista por nosotros, y por el mundo, de manera diferente. Para ello se requerirá el aporte y el cambio de actitud de sus habitantes y autoridades que, recordando su pasado glorioso, la saquen del caos y la enrumben a un futuro promisorio. La Asociación Automotriz del Perú (AAP), que me honro en presidir, tiene una relación directa con el transporte y el sector automotor del país; por ello, es un actor importante en el desarrollo de nuestra capital. Los vehículos y las pistas por donde estos circulan hacen que nuestras ciudades sean más gratas y transitables, además de ser un elemento vital para nuestra integración. Por tal motivo, nos es grato compartir este esfuerzo editorial con el Dr. Luis Castañeda Lossio, alcalde metropolitano, sumándonos a la propuesta de que Lima vuelva a ser la Capital de América.

PRÓLOGO


L

a ciudad de Lima fue, en la época de la Colonia, la capital de un Virreinato que ocupó casi todo el continente. Su arquitectura monumental y la calidad de vida de sus habitantes estaban a la altura de su vital importancia, situación que se mantuvo durante varias décadas de nuestra historia republicana, cuando se la reconocía como «Ciudad Jardín» o «La Tres Veces Coronada Villa». Diversos problemas socioeconómicos ocurridos a mediados del siglo pasado, que afectaron al país en general y a nuestras provincias en particular, produjeron su crecimiento explosivo no planificado y cambiaron su estatus de Ciudad Jardín por ciudad desarticulada. Pero, a pesar de ello, algunas bondades de nuestra Lima se mantuvieron y otras aparecieron: su ubicación en el medio del continente, única capital sudamericana a orillas del mar con clima amigable, y su excelente gastronomía. A treinta minutos posee una sierra soleada y, a una hora en avión, Cusco, la capital del Tahuantinsuyo. Ciertamente, en el mismo tiempo se llega a la Amazonía peruana. Hoy, Lima tiene el mejor aeropuerto del continente, un puerto en proceso de ampliación, un sistema de transporte urbano también en intenso proceso de modernización, mutando la «combi» por el Metropolitano, el tren elevado y el metro ya en construcción. Cuenta, además, con un moderno centro de convenciones de gran capacidad.

EDWIN DERTEANO DY ER Presidente de la Asociación Automotriz del Perú

Lima, la capital de un país ya globalizado y con tratados de libre comercio con los países vecinos y las principales economías mundiales, debe comenzar a ser vista por nosotros, y por el mundo, de manera diferente. Para ello se requerirá el aporte y el cambio de actitud de sus habitantes y autoridades que, recordando su pasado glorioso, la saquen del caos y la enrumben a un futuro promisorio. La Asociación Automotriz del Perú (AAP), que me honro en presidir, tiene una relación directa con el transporte y el sector automotor del país; por ello, es un actor importante en el desarrollo de nuestra capital. Los vehículos y las pistas por donde estos circulan hacen que nuestras ciudades sean más gratas y transitables, además de ser un elemento vital para nuestra integración. Por tal motivo, nos es grato compartir este esfuerzo editorial con el Dr. Luis Castañeda Lossio, alcalde metropolitano, sumándonos a la propuesta de que Lima vuelva a ser la Capital de América.

PRÓLOGO


SECCIÓN 1

PASADO GLORIOSO

La ciudad de los Reyes


SECCIÓN 1

PASADO GLORIOSO

La ciudad de los Reyes


LIMA EN LA HISTORIA

S

e conoce que Francisco Pizarro, ante todo, cedió a la tentación de asegurarse un centro de comando militar dentro del territorio que empezaba a conquistar, antes que fundar o disponer de un centro administrativo, como Lima, para el control o manejo de su gobierno. Es posible también que, de primera intención, hubiera pensado en ubicar un lugar –lo más cercano posible al mar– para facilitar la conexión marítima con España y, al mismo tiempo, para tener una salida estratégica que le protegiera las espaldas. Todo ello es posible por dos consideraciones lógicas que no concuerdan, de modo suficiente, con la versión posterior de Jauja. La primera de ellas es la cultura militar que prevalecía en Pizarro y en los guerreros que le acompañaron después de la isla del Gallo. Estos no solo creían en la propagación del Evangelio sino también –como parece lógico pensar– en su supervivencia y, por tanto, en la necesidad de prever una salida estratégica en el territorio. Es cierto que esta no es la versión que prevalece, pero sí la que esos soldados podrían haber tenido en cuenta, luego de las primeras escaramuzas que debieron enfrentar con los nativos. LIMA, LA ÚNICA CAPITAL DE AMÉRICA FRENTE AL MAR Por otro lado, el geógrafo estadounidense J.P. Cole llama la atención respecto a la ubicación geográfica de Lima como el punto geográfico más equidistante –longitudinal y diagonalmente– de los dos extremos a los que había llegado ya el conquistador español: Cajamarca (570 kilómetros) y Cusco (567 kilómetros). Esta observación se presta para asumir, teórica e hipotéticamente, que el conquistador Pizarro tenía ya formada una idea geográfica, y por tanto territorial, del país, sociedad o comunidad humana que aún estaba combatiendo y tratando de conquistar. Se presta también –derrotado ya Atahualpa en Cajamarca– al supuesto de una resistencia armada contra Pizarro, que bien podría interpretarse como equivalente a la defensa de aquellos límites territoriales que tenemos hoy en cualquier Estado nacional contemporáneo. Ambos supuestos podrían explicar, de algún modo, el empeño o porfía que desde Jauja tuvo Pizarro para fundar una ciudad capital a las orillas del mar Pacífico.

La equidistancia Cajamarca-Lima-Cusco-Lima1 sugiere, de forma persistente, la hipótesis de una primitiva unidad nacional en el proyecto del conquistador, y justifica

su iniciativa de una capital cercana o integrada al mar Pacífico; también dice algo respecto a la centralidad de la capital seleccionada. Lo que de primera instancia dice o sugiere es su cercanía estratégica al mar. Parte del material histórico disponible lo sugiere así, abiertamente2. Es así que, en 1535, Francisco Pizarro, junto con sus tropas, funda la Ciudad de los Reyes, bautizada con ese nombre en homenaje a los Reyes Magos, a las 10 de la mañana del 18 de enero, en la parte baja del valle del Rímac. A partir de ese momento nace la Lima española que va a significar el encuentro de tres mundos: el prehispánico, el español y el africano. Se da inicio a una ciudad mestiza con características urbanas tanto españolas como indígenas. Esta ciudad, fundada alrededor de una gran plaza, será el centro político, militar y económico en todo el continente americano por 250 años. EL RÍO Y LA ALAMEDA El jesuita Bernabé Cobo y Peralta escribió una de las más interesantes versiones sobre los motivos de la fundación de Lima, que ilustran sobremanera el tema. Al lado del hermoso libro sobre Lima escrito en Madrid, en 1935, por el Dr. Raúl Porras Barrenechea, el de Cobo es un texto de complemento que se considera, asimismo, indispensable en cualquier investigación y en fuente no solo para saber algo, sino todo lo que ha sido y es Lima. La de Porras sigue siendo, no obstante, la más requerida de todas ellas.

Sobre el clima de Lima, Porras –y muchos otros antes y después– coincidieron en su queja permanente sobre el aspecto mayormente gris de nuestra ciudad. No obstante, poco más de dos siglos después, Hipólito Unanue, en El clima de Lima, no vacila en sostener que en nuestra ciudad es benigno por naturaleza. La crítica y la queja se centraron y amontonaron después. No vacila Porras en recordar que en Lima no se producen «ni calores excesivos, ni fríos intensos, ni lluvias abundantes… Tres o cuatro veces, en 1552, en 1720, en 1747 y en 1803, se han oído retumbar el trueno en su contorno y brillar los relámpagos. Pero es tan anormal e inusitado el fenómeno que, leído en las historias por los limeños de hoy, parece cuento»3. El retumbar de los truenos y el brillo de los rayos sigue siendo un mito para los limeños.

Hasta la década de 1940, Lima era una ciudad horizontal. Tanto los distritos tradicionales como los nuevos se caracterizaban por la construcción de viviendas familiares que sirvieron de inspiración a Julio Ramón Ribeyro en su famoso cuento «El rey de las azoteas». Era una ciudad plana, que se expandía hacia el desierto y que apenas superaba los 600 mil habitantes.

LA GARÚA Y LOS TEMBLORES Dentro del tema del clima no podía faltar la llovizna limeña, que llamamos garúa, y tampoco los temblores y terremotos que han azotado la ciudad durante buena parte de su historia. El DRAE 2014 incluye el término garúa con el significado de «niebla» o «llovizna», derivado del término o palabra portuguesa caruja. Los temblores y terremotos –más frecuentes los primeros que los segundos– se deben a la presencia de fallas geológicas frente a la aledaña costa limeña; no pertenecen, por tanto, a lo que podríamos llamar «idiosincrasia» del limeño.

Las antiguas haciendas de la ciudad dieron paso a nuevos barrios y distritos donde el modelo de construcción eran las casas unifamiliares y en los que la vida de barrio era el centro. En aquellos tiempos, la construcción de los grandes edificios estaba asociada al Estado y a las empresas privadas.

El doctor Porras describe poéticamente esa garúa limeña como «un rocío intermitente de nuestros inviernos que se desliza y que, con una ironía muy frecuente, inunda las calles, traspasa los techos y empapa a transeúntes, a quienes ella misma ha inculcado previamente la inutilidad del paraguas…».

21 Lima, capital de América

Lima, capital de América

20

En 1535, Francisco Pizarro, junto con sus tropas, funda la Ciudad de los Reyes, bautizada con ese nombre en homenaje a los Reyes Magos, a las 10 de la mañana del 18 de enero, en la parte baja del valle del Rímac.


LIMA EN LA HISTORIA

S

e conoce que Francisco Pizarro, ante todo, cedió a la tentación de asegurarse un centro de comando militar dentro del territorio que empezaba a conquistar, antes que fundar o disponer de un centro administrativo, como Lima, para el control o manejo de su gobierno. Es posible también que, de primera intención, hubiera pensado en ubicar un lugar –lo más cercano posible al mar– para facilitar la conexión marítima con España y, al mismo tiempo, para tener una salida estratégica que le protegiera las espaldas. Todo ello es posible por dos consideraciones lógicas que no concuerdan, de modo suficiente, con la versión posterior de Jauja. La primera de ellas es la cultura militar que prevalecía en Pizarro y en los guerreros que le acompañaron después de la isla del Gallo. Estos no solo creían en la propagación del Evangelio sino también –como parece lógico pensar– en su supervivencia y, por tanto, en la necesidad de prever una salida estratégica en el territorio. Es cierto que esta no es la versión que prevalece, pero sí la que esos soldados podrían haber tenido en cuenta, luego de las primeras escaramuzas que debieron enfrentar con los nativos. LIMA, LA ÚNICA CAPITAL DE AMÉRICA FRENTE AL MAR Por otro lado, el geógrafo estadounidense J.P. Cole llama la atención respecto a la ubicación geográfica de Lima como el punto geográfico más equidistante –longitudinal y diagonalmente– de los dos extremos a los que había llegado ya el conquistador español: Cajamarca (570 kilómetros) y Cusco (567 kilómetros). Esta observación se presta para asumir, teórica e hipotéticamente, que el conquistador Pizarro tenía ya formada una idea geográfica, y por tanto territorial, del país, sociedad o comunidad humana que aún estaba combatiendo y tratando de conquistar. Se presta también –derrotado ya Atahualpa en Cajamarca– al supuesto de una resistencia armada contra Pizarro, que bien podría interpretarse como equivalente a la defensa de aquellos límites territoriales que tenemos hoy en cualquier Estado nacional contemporáneo. Ambos supuestos podrían explicar, de algún modo, el empeño o porfía que desde Jauja tuvo Pizarro para fundar una ciudad capital a las orillas del mar Pacífico.

La equidistancia Cajamarca-Lima-Cusco-Lima1 sugiere, de forma persistente, la hipótesis de una primitiva unidad nacional en el proyecto del conquistador, y justifica

su iniciativa de una capital cercana o integrada al mar Pacífico; también dice algo respecto a la centralidad de la capital seleccionada. Lo que de primera instancia dice o sugiere es su cercanía estratégica al mar. Parte del material histórico disponible lo sugiere así, abiertamente2. Es así que, en 1535, Francisco Pizarro, junto con sus tropas, funda la Ciudad de los Reyes, bautizada con ese nombre en homenaje a los Reyes Magos, a las 10 de la mañana del 18 de enero, en la parte baja del valle del Rímac. A partir de ese momento nace la Lima española que va a significar el encuentro de tres mundos: el prehispánico, el español y el africano. Se da inicio a una ciudad mestiza con características urbanas tanto españolas como indígenas. Esta ciudad, fundada alrededor de una gran plaza, será el centro político, militar y económico en todo el continente americano por 250 años. EL RÍO Y LA ALAMEDA El jesuita Bernabé Cobo y Peralta escribió una de las más interesantes versiones sobre los motivos de la fundación de Lima, que ilustran sobremanera el tema. Al lado del hermoso libro sobre Lima escrito en Madrid, en 1935, por el Dr. Raúl Porras Barrenechea, el de Cobo es un texto de complemento que se considera, asimismo, indispensable en cualquier investigación y en fuente no solo para saber algo, sino todo lo que ha sido y es Lima. La de Porras sigue siendo, no obstante, la más requerida de todas ellas.

Sobre el clima de Lima, Porras –y muchos otros antes y después– coincidieron en su queja permanente sobre el aspecto mayormente gris de nuestra ciudad. No obstante, poco más de dos siglos después, Hipólito Unanue, en El clima de Lima, no vacila en sostener que en nuestra ciudad es benigno por naturaleza. La crítica y la queja se centraron y amontonaron después. No vacila Porras en recordar que en Lima no se producen «ni calores excesivos, ni fríos intensos, ni lluvias abundantes… Tres o cuatro veces, en 1552, en 1720, en 1747 y en 1803, se han oído retumbar el trueno en su contorno y brillar los relámpagos. Pero es tan anormal e inusitado el fenómeno que, leído en las historias por los limeños de hoy, parece cuento»3. El retumbar de los truenos y el brillo de los rayos sigue siendo un mito para los limeños.

Hasta la década de 1940, Lima era una ciudad horizontal. Tanto los distritos tradicionales como los nuevos se caracterizaban por la construcción de viviendas familiares que sirvieron de inspiración a Julio Ramón Ribeyro en su famoso cuento «El rey de las azoteas». Era una ciudad plana, que se expandía hacia el desierto y que apenas superaba los 600 mil habitantes.

LA GARÚA Y LOS TEMBLORES Dentro del tema del clima no podía faltar la llovizna limeña, que llamamos garúa, y tampoco los temblores y terremotos que han azotado la ciudad durante buena parte de su historia. El DRAE 2014 incluye el término garúa con el significado de «niebla» o «llovizna», derivado del término o palabra portuguesa caruja. Los temblores y terremotos –más frecuentes los primeros que los segundos– se deben a la presencia de fallas geológicas frente a la aledaña costa limeña; no pertenecen, por tanto, a lo que podríamos llamar «idiosincrasia» del limeño.

Las antiguas haciendas de la ciudad dieron paso a nuevos barrios y distritos donde el modelo de construcción eran las casas unifamiliares y en los que la vida de barrio era el centro. En aquellos tiempos, la construcción de los grandes edificios estaba asociada al Estado y a las empresas privadas.

El doctor Porras describe poéticamente esa garúa limeña como «un rocío intermitente de nuestros inviernos que se desliza y que, con una ironía muy frecuente, inunda las calles, traspasa los techos y empapa a transeúntes, a quienes ella misma ha inculcado previamente la inutilidad del paraguas…».

21 Lima, capital de América

Lima, capital de América

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En 1535, Francisco Pizarro, junto con sus tropas, funda la Ciudad de los Reyes, bautizada con ese nombre en homenaje a los Reyes Magos, a las 10 de la mañana del 18 de enero, en la parte baja del valle del Rímac.


Lima, capital de América

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Lima, capital de América

22

Vista de la calle de Pescadería, en la que destaca el balcón de cajón de la Casa del Oidor. Este inmueble es el más antiguo de la ciudad y funcionaba como sede administrativa para funcionarios de la Corona española. Cada cuadra de la Lima colonial era bautizada de acuerdo con los oficios y apellidos de los vecinos fundadores. Ejemplos son las calles Gallos, Aldabas, Boza, Zárate, Baquíjano, Pando, entre otras.

Pabellón Bizantino en el Parque de la Exposición. Forma parte del conjunto construido durante el gobierno de José Balta para albergar la Exposición Internacional de Lima de 1872.


Lima, capital de América

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Lima, capital de América

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Vista de la calle de Pescadería, en la que destaca el balcón de cajón de la Casa del Oidor. Este inmueble es el más antiguo de la ciudad y funcionaba como sede administrativa para funcionarios de la Corona española. Cada cuadra de la Lima colonial era bautizada de acuerdo con los oficios y apellidos de los vecinos fundadores. Ejemplos son las calles Gallos, Aldabas, Boza, Zárate, Baquíjano, Pando, entre otras.

Pabellón Bizantino en el Parque de la Exposición. Forma parte del conjunto construido durante el gobierno de José Balta para albergar la Exposición Internacional de Lima de 1872.


A Jorge Basadre como a Porras Barrenechea –y como quizá también a todos los intelectuales provincianos llegados a Lima– les impactaba, de primera instancia, el clima de la capital y, desde luego, la garúa que traía consigo como su principal característica. Uno de los temas permanentes de Basadre fue precisamente la humedad limeña que, a su parecer, convertía a sus habitantes en verdaderos batracios: «El temblor sustituye, adecuadamente, a la tempestad, espectáculo demasiado trágico y solemne para el ligero espíritu criollo», añade Porras en su texto. Da vueltas y subestima, de este modo, las otras características más riesgosas de la vida en Lima: los sismos. Tomándoles el pelo a los limeños, una vez más, sostiene que «nada es más abigarrado ni más risueño que ese despavorido conjunto que irrumpe en el cuadro callejero, entre las cogitaciones del miedo, exhibiendo las más jocosas e inesperadas disonancias de la indumentaria y de la actitud». LA VIDA COTIDIANA DE LIMA Sobre Lima, y concretamente sobre su vida y sus proyectos durante el periodo que se inicia en 1600, dan abundante y detallada cuenta los llamados «Libros de cabildos de Lima». Conociendo las instituciones y las costumbres públicas en la España de esos tiempos se comprende con claridad, primero, la importancia de esa institución y, luego, la seriedad con que se trataron y respetaron sus acuerdos en la recién fundada Ciudad de los Reyes. Hubo suerte y seriedad institucional para conservarlos y difundirlos. En primer lugar, la decisión de recopilarlos y editarlos tal y como se habían conservado. Se trata de ocho tomos, cada uno de ellos por encima de los 4,000 folios. Se produjo, asimismo, la intervención providencial de don Juan Bromley, quien no solo los conservó sino, adicionalmente, los tradujo a un castellano más próximo, aunque no enteramente, al de nuestros días. Los «Libros de cabildos» se imprimieron en Torres-Aguirre y fueron editados en 1945 por la Municipalidad de Lima. La cantidad y diversidad de ocurrencias, pedidos, dispositivos públicos e información general que contienen es enorme, y no han sido aprovechados

25 Lima, capital de América

Lima, capital de América

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En 1686, durante el gobierno de Melchor de Navarra, duque de la Palata, se levantó la Muralla de Lima para protegerla de los ataques de piratas, corsarios y montoneros. Llegó a tener 12 puertas, siendo las principales la de Maravillas, que conducía a la sierra, y la del Callao, que llevaba al puerto. como fuente histórica de nuestra ciudad. En el libro XIII, que cubre los años 1602-1605, se incluye lo que podría ser una introducción a los cabildos: «En la muy noble e muy leal ciudad de los reyes vienen por la mañana [a] cuatro días del mes de enero de mil seiscientos y dos años [que] se juntaron a cabildo: entre los miles de asuntos se discutieron y acordaron comisario para la obra de las fuentes y cobranza de las sisas del vino y carne». Se comprenderá que tales cabildos, con la seriedad con que se tomaban y se respetaban en esos años, constituyen una valiosa fuente de información histórica sobre la vida de los habitantes de Lima. La pregunta es si estos se reducían a proteger el derecho y la equidad de todos los pobladores de la sociedad limeña o tan solo a garantizar los de unos cuantos. En 1968, James Lockhart, investigador de la Universidad de Wisconsin, escribió un libro dedicado precisamente a aclarar ese punto. Escribe: «Las ciudades de la costa –y Lima entre ellas– tenían ya una población civil completada, incluyendo representantes de todo el comercio y de todas las profesiones, un buen número de mujeres españolas y muchos auxiliares semianalfabetos, en especial negros. El complejo entero (social) estaba presente, aunque menos visible en los remotos pueblos de la sierra. Los patrones sociales y económicos principales de la colonia peruana –y de toda el área– habían tomado ya un perfil»4.

Detalle de una de las pirámides de adobe que conforman el sitio arqueológico de Huaca Pucllana, en el corazón del distrito de Miraflores. Pertenece a la cultura Lima, que se desarrolló en el valle del Rímac entre los siglos III y VII d.C.


A Jorge Basadre como a Porras Barrenechea –y como quizá también a todos los intelectuales provincianos llegados a Lima– les impactaba, de primera instancia, el clima de la capital y, desde luego, la garúa que traía consigo como su principal característica. Uno de los temas permanentes de Basadre fue precisamente la humedad limeña que, a su parecer, convertía a sus habitantes en verdaderos batracios: «El temblor sustituye, adecuadamente, a la tempestad, espectáculo demasiado trágico y solemne para el ligero espíritu criollo», añade Porras en su texto. Da vueltas y subestima, de este modo, las otras características más riesgosas de la vida en Lima: los sismos. Tomándoles el pelo a los limeños, una vez más, sostiene que «nada es más abigarrado ni más risueño que ese despavorido conjunto que irrumpe en el cuadro callejero, entre las cogitaciones del miedo, exhibiendo las más jocosas e inesperadas disonancias de la indumentaria y de la actitud». LA VIDA COTIDIANA DE LIMA Sobre Lima, y concretamente sobre su vida y sus proyectos durante el periodo que se inicia en 1600, dan abundante y detallada cuenta los llamados «Libros de cabildos de Lima». Conociendo las instituciones y las costumbres públicas en la España de esos tiempos se comprende con claridad, primero, la importancia de esa institución y, luego, la seriedad con que se trataron y respetaron sus acuerdos en la recién fundada Ciudad de los Reyes. Hubo suerte y seriedad institucional para conservarlos y difundirlos. En primer lugar, la decisión de recopilarlos y editarlos tal y como se habían conservado. Se trata de ocho tomos, cada uno de ellos por encima de los 4,000 folios. Se produjo, asimismo, la intervención providencial de don Juan Bromley, quien no solo los conservó sino, adicionalmente, los tradujo a un castellano más próximo, aunque no enteramente, al de nuestros días. Los «Libros de cabildos» se imprimieron en Torres-Aguirre y fueron editados en 1945 por la Municipalidad de Lima. La cantidad y diversidad de ocurrencias, pedidos, dispositivos públicos e información general que contienen es enorme, y no han sido aprovechados

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En 1686, durante el gobierno de Melchor de Navarra, duque de la Palata, se levantó la Muralla de Lima para protegerla de los ataques de piratas, corsarios y montoneros. Llegó a tener 12 puertas, siendo las principales la de Maravillas, que conducía a la sierra, y la del Callao, que llevaba al puerto. como fuente histórica de nuestra ciudad. En el libro XIII, que cubre los años 1602-1605, se incluye lo que podría ser una introducción a los cabildos: «En la muy noble e muy leal ciudad de los reyes vienen por la mañana [a] cuatro días del mes de enero de mil seiscientos y dos años [que] se juntaron a cabildo: entre los miles de asuntos se discutieron y acordaron comisario para la obra de las fuentes y cobranza de las sisas del vino y carne». Se comprenderá que tales cabildos, con la seriedad con que se tomaban y se respetaban en esos años, constituyen una valiosa fuente de información histórica sobre la vida de los habitantes de Lima. La pregunta es si estos se reducían a proteger el derecho y la equidad de todos los pobladores de la sociedad limeña o tan solo a garantizar los de unos cuantos. En 1968, James Lockhart, investigador de la Universidad de Wisconsin, escribió un libro dedicado precisamente a aclarar ese punto. Escribe: «Las ciudades de la costa –y Lima entre ellas– tenían ya una población civil completada, incluyendo representantes de todo el comercio y de todas las profesiones, un buen número de mujeres españolas y muchos auxiliares semianalfabetos, en especial negros. El complejo entero (social) estaba presente, aunque menos visible en los remotos pueblos de la sierra. Los patrones sociales y económicos principales de la colonia peruana –y de toda el área– habían tomado ya un perfil»4.

Detalle de una de las pirámides de adobe que conforman el sitio arqueológico de Huaca Pucllana, en el corazón del distrito de Miraflores. Pertenece a la cultura Lima, que se desarrolló en el valle del Rímac entre los siglos III y VII d.C.


Fachada del antiguo Hospicio para Mujeres Vergonzantes, en la plaza Francia. Fue construido para albergar a las señoras empobrecidas a causa de las guerras civiles y de la guerra con Chile. A la derecha destaca el monumento al padre Dintilhac, fundador de la Pontificia Universidad Católica del Perú.

10,386 negros 1,978 indios 9,616 españoles 192 mestizos 2,518 religiosos 744 mulatos

Sobre un total de 25,634 personas, llama la atención la proporción de trabajadores negros, casi equivalente a la de españoles; y, asimismo, el número bastante más reducido de mestizos. ¿Por qué esa resistencia al mestizaje, que finalmente terminó prevaleciendo, aunque en algunos casos con variantes como la propuesta de «cholificación» del antropólogo y peruanista François Bourricaud? Don José Barbagelata, en sus «Apuntes históricos sobre el desarrollo urbano en Lima» (Concejo Provincial de Lima, 1945), incluye un dato de aduanas de 1696, que da cuenta del ingreso de 12,500 esclavos negros «ingresados y negociados para actividades domésticas y de campo». Tales eran las condiciones y el trato a los seres humanos en las sociedades de antaño.

Pabellón Morisco en el Parque de la Exposición, construido a inicios del siglo XX, durante la gestión del presidente Augusto B. Leguía, como parte de las celebraciones del primer centenario de la Independencia del Perú.

Por esos mismos años se construyeron grandes complejos habitacionales para sectores populares, como el de Matute, Mirones y la Residencial San Felipe. También son hitos de la época la construcción de ministerios, como los de Educación, Trabajo y Economía; hospitales como el Rebagliati, grandes unidades escolares, vías como el «zanjón» y espacios públicos como la Costa Verde. Este primer cambio de rostro era imparable, no había marcha atrás. La década de 1970 estuvo marcada por gobiernos militares que imprimieron un sello único en la ciudad de Lima por su monumentalidad y el uso del estilo «brutalista» del francés Béton Brut, que significa «hormigón crudo». Son ejemplos el Banco de la Nación y el Centro Cívico. La densidad demográfica es un buen indicador del proceso de urbanización. Contamos para ello con el análisis histórico de Héctor Maletta y Alejandro Bardales, de AMIDEP, y con cifras del INEI: Densidad demográfica nacional y de Lima (Habitantes por km2)

FINALMENTE URBANOS Lima fue cambiando –menos lentamente de lo que se supone– casi al ritmo del proceso de urbanización mundial. La urbe creció, primero, a causa de las corrientes internas y, después, de las internacionales. Lo hizo mediante la acción de los clásicos factores de expulsión y atracción, acentuados ya durante la época republicana.

1876 1940 1961 1981 1993 2000

La migración del interior del Perú hacia la ciudad de Lima entre las décadas de 1950 y 1960 originó una explosión demográfica que, a su vez, generó una intensa demanda de vivienda e infraestructura.

Fuentes: 1876-1940 Perú. Las provincias en cifras, Héctor Maletta/Alejandro Bardales,

Uno de los hitos de cambio de la nueva configuración de la ciudad fue la construcción de la Unidad Vecinal Número 3, inaugurada en 1949. Se trataba de un modelo de edificios independientes con fines de vivienda. Este nuevo concepto urbanístico se incorporará silenciosamente durante las décadas venideras a diferentes velocidades.

Para Lima Metropolitana, INEI considera que, en 2007, la densidad fue del orden de 3,008.8 habitantes por km2. Los inmigrantes en Lima aumentaron considerablemente. La población ha llegado en 2015 a los 9,838,251 habitantes, y se proyecta que para 2025 llegará a los 11,385,860. Las tasas de crecimiento de la población urbana frente a las de

Nacional 2.1 4.8 8.0 13.8 17.6 19.9

Lima 7.1 24.5 60.6 143.5 186.2 220.8

AMIDEP, Universidad del Pacífico. 1961-2000. INEI.

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No obstante, según Cobo, en el censo efectuado por el oidor Solórzano durante el gobierno del marqués de Montesclaro, la composición racial en 1614 dejaba ver, por sus magnitudes, el desequilibrio laboral existente en aquella época:


Fachada del antiguo Hospicio para Mujeres Vergonzantes, en la plaza Francia. Fue construido para albergar a las señoras empobrecidas a causa de las guerras civiles y de la guerra con Chile. A la derecha destaca el monumento al padre Dintilhac, fundador de la Pontificia Universidad Católica del Perú.

10,386 negros 1,978 indios 9,616 españoles 192 mestizos 2,518 religiosos 744 mulatos

Sobre un total de 25,634 personas, llama la atención la proporción de trabajadores negros, casi equivalente a la de españoles; y, asimismo, el número bastante más reducido de mestizos. ¿Por qué esa resistencia al mestizaje, que finalmente terminó prevaleciendo, aunque en algunos casos con variantes como la propuesta de «cholificación» del antropólogo y peruanista François Bourricaud? Don José Barbagelata, en sus «Apuntes históricos sobre el desarrollo urbano en Lima» (Concejo Provincial de Lima, 1945), incluye un dato de aduanas de 1696, que da cuenta del ingreso de 12,500 esclavos negros «ingresados y negociados para actividades domésticas y de campo». Tales eran las condiciones y el trato a los seres humanos en las sociedades de antaño.

Pabellón Morisco en el Parque de la Exposición, construido a inicios del siglo XX, durante la gestión del presidente Augusto B. Leguía, como parte de las celebraciones del primer centenario de la Independencia del Perú.

Por esos mismos años se construyeron grandes complejos habitacionales para sectores populares, como el de Matute, Mirones y la Residencial San Felipe. También son hitos de la época la construcción de ministerios, como los de Educación, Trabajo y Economía; hospitales como el Rebagliati, grandes unidades escolares, vías como el «zanjón» y espacios públicos como la Costa Verde. Este primer cambio de rostro era imparable, no había marcha atrás. La década de 1970 estuvo marcada por gobiernos militares que imprimieron un sello único en la ciudad de Lima por su monumentalidad y el uso del estilo «brutalista» del francés Béton Brut, que significa «hormigón crudo». Son ejemplos el Banco de la Nación y el Centro Cívico. La densidad demográfica es un buen indicador del proceso de urbanización. Contamos para ello con el análisis histórico de Héctor Maletta y Alejandro Bardales, de AMIDEP, y con cifras del INEI: Densidad demográfica nacional y de Lima (Habitantes por km2)

FINALMENTE URBANOS Lima fue cambiando –menos lentamente de lo que se supone– casi al ritmo del proceso de urbanización mundial. La urbe creció, primero, a causa de las corrientes internas y, después, de las internacionales. Lo hizo mediante la acción de los clásicos factores de expulsión y atracción, acentuados ya durante la época republicana.

1876 1940 1961 1981 1993 2000

La migración del interior del Perú hacia la ciudad de Lima entre las décadas de 1950 y 1960 originó una explosión demográfica que, a su vez, generó una intensa demanda de vivienda e infraestructura.

Fuentes: 1876-1940 Perú. Las provincias en cifras, Héctor Maletta/Alejandro Bardales,

Uno de los hitos de cambio de la nueva configuración de la ciudad fue la construcción de la Unidad Vecinal Número 3, inaugurada en 1949. Se trataba de un modelo de edificios independientes con fines de vivienda. Este nuevo concepto urbanístico se incorporará silenciosamente durante las décadas venideras a diferentes velocidades.

Para Lima Metropolitana, INEI considera que, en 2007, la densidad fue del orden de 3,008.8 habitantes por km2. Los inmigrantes en Lima aumentaron considerablemente. La población ha llegado en 2015 a los 9,838,251 habitantes, y se proyecta que para 2025 llegará a los 11,385,860. Las tasas de crecimiento de la población urbana frente a las de

Nacional 2.1 4.8 8.0 13.8 17.6 19.9

Lima 7.1 24.5 60.6 143.5 186.2 220.8

AMIDEP, Universidad del Pacífico. 1961-2000. INEI.

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No obstante, según Cobo, en el censo efectuado por el oidor Solórzano durante el gobierno del marqués de Montesclaro, la composición racial en 1614 dejaba ver, por sus magnitudes, el desequilibrio laboral existente en aquella época:


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28

El Virreinato del Perú fue la posesión más importante de todo el Imperio Español entre los siglos XVI y XVIII. Tan grande era que uno de sus gobernantes, Felipe II, señaló que en su imperio nunca se ocultaba el sol.

Arriba: Un picador en traje de luces se alista para ingresar a la arena. Izquierda: Tarde de toros en la Plaza de Acho, la más antigua de Amécica. Se inauguró en 1768, y hasta el día de hoy forma parte de una de las tradiciones más importantes de la ciudad.


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El Virreinato del Perú fue la posesión más importante de todo el Imperio Español entre los siglos XVI y XVIII. Tan grande era que uno de sus gobernantes, Felipe II, señaló que en su imperio nunca se ocultaba el sol.

Arriba: Un picador en traje de luces se alista para ingresar a la arena. Izquierda: Tarde de toros en la Plaza de Acho, la más antigua de Amécica. Se inauguró en 1768, y hasta el día de hoy forma parte de una de las tradiciones más importantes de la ciudad.


La migración del interior del Perú hacia la ciudad de Lima entre las décadas de 1950 y 1960 originó una explosión demográfica que, a su vez, generó una intensa demanda de vivienda e infraestructura. El caballo de paso peruano, montado por hábiles chalanes, es una de las tradiciones más antiguas de la Ciudad de los Reyes. El elegante andar de esta raza, única en el mundo, fue logrado por criadores anónimos durante generaciones en la costa del Perú.

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la población rural muestran en el Perú un exorbitante crecimiento, al extremo de haber forzado la transformación de la vieja Lima en un enjambre de tensiones e identidades extrañas entre sí. Sobre este punto habría que llamar la atención y el recuerdo sobre el discurso testamentario que Jorge Basadre pronunció en el CADE 79. Fue esa la ocasión en que –quizá como un adiós a su vida– reiteró Basadre su visión de «este Perú dulce y cruel». «He aprendido, dijo en esa ocasión, que en el Perú no hay una unidad geográfica ni racial ni lingüística, pero que esta comunidad histórica enmarca la vida de todos nosotros, querámoslo o no». Se puede afirmar que en esto mismo se ha convertido Lima porque, finalmente, ella sigue enmarcando la vida de todos los peruanos, se quiera o no, siendo residente o advenedizo. En el Perú es evidente que la población rural ha desaparecido. De acuerdo con las publicaciones del INEI, las tasas de crecimiento promedio anual de la población rural –que en 1940 fue de 1.2– se han reducido a la fracción decimal de 0.02, es decir, casi cero. El país entero se vuelca –ya no a Lima, como ocurría antaño– sino, según parece, a las nuevas zonas en desarrollo. Hacia 1999, INEI publicó un excelente informe sobre migraciones internas que abría la baraja de los nuevos destinos del migrante peruano: la enfermiza prioridad de Lima estaba siendo sustituida por otras ciudades o destinos, vinculados a la producción de bienes y servicios. Las nuevas industrias, y especialmente las extractivas, empezaron a captar el interés de los migrantes rurales. Los demógrafos que suscribieron ese informe llegaron, incluso, a bautizar las zonas preferidas con nombres como «selvatización» y «litoralización».

El litoral peruano se extiende incluso a las estribaciones de nuestros Andes, donde se ubican especialmente las minas y sus socavones. Un fenómeno de esta nueva industrialización es la exigencia de técnicas y procedimientos evolucionados que no requieren formación académica o enseñanza superior. Esta ventaja ha ayudado a las empresas a facilitar esos conocimientos y a regular las remuneraciones de acuerdo con los rendimientos. Chimbote fue el antiguo ejemplo peruano de especialización en la anchoveta, ejemplo temprano de un centro laboral y, al mismo tiempo, una guía del proceso temprano de urbanización por atracción. Desde luego, el factor de expulsión rural (falta de trabajo bien remunerado, nivel de educación e incluso entretenimiento) estuvo siempre vinculado a la edad temprana del migrante. En un breve proceso demográfico, la población rural se quedó sin jóvenes. Ellos, entonces, buscaron el litoral. LA PRIMERA EDAD El problema que afecta a Lima ha cambiado de eje. Por razones que no son del caso discutir, la fertilidad ha bajado sensiblemente en el mundo y también en el Perú y, dentro de él, precisamente en la ciudad de Lima. De acuerdo con la data disponible, en Lima los jóvenes dentro del rango de los 5-19 años han bajado notoriamente su importancia relativa. En 1995 –hace veinte años– representaban el 10.80% de la población limeña. En 2015 representan el 9.26%, y las proyecciones hacia 2050 llevan al 6.70%5 de la población capitalina. Hay muchos que se complacen con este descenso. Las cosas en demografía hay que mirarlas y analizarlas con bastante parsimonia y desde todos los ángulos posibles,

porque resulta que los limeños de 65 y más años representan en la actualidad el 7.39% de la población limeña, algo más de lo que representan los jóvenes, con una gran diferencia: en tanto los jóvenes empiezan a trabajar y rendir, a los mayores de 65 años hay que darles pensiones y atención médica todo el tiempo restante. La situación empeora si hacemos el cálculo con la proyección hacia 2025, que ya está a la vuelta de la esquina. En ese caso, los jóvenes serán entre el 6.70 y 8.37% de la población limeña, mientras que los mayores de 65 años llegarán a representar el 11.01%, que no es poca cosa porque Lima, entonces, tendrá una población de 11,385,860. Si nos hemos remontado al pasado de Lima –si por tal entendemos su fundación por Pizarro–, debiéramos también tocar parte del presente y del futuro de la ciudad, que nos preocupa. Nuestra metrópoli ha empezado a contarse entre las más pobladas y más grandes del mundo, lo que acrecienta nuestra responsabilidad de limeños. La capital enfrenta serios problemas, el mayor de los cuales es, sin duda, su expansión horizontal, con preferencia a su desarrollo y elevación vertical. Es verdad, en los pocos años en que nos tocó enfrentar esas primeras dudas, llevándonos a las reflexiones que se han expuesto sobre los problemas urbanos de Lima, el más grave de todos es aún la disputa y el arrebato del arenal que nos circunda.

NOTAS 1 Sobre las opiniones de J.P. Cole respecto a la equidistancia Cfr. mi ensayo «Lima. Teoría y Práctica de la Ciudad», Lima, noviembre de 1968, Campodónico Ediciones S.A. 2 Raúl Porras Barrenechea «Perspectiva y panorama de Lima» en EL COMERCIO, «Imprescindibles Peruanos», p. 22. 3 Ibid. 4 James Lockhart «Spanish Perú 1532-1560. A Colonial Society», Wisconsin, The University of Wisconsin Press, 1968. 5 En base a INEI/UNFPA/CEPAL/CELADE PERÚ: Estimaciones y Proyecciones de Población Departamental por años calendario y edades simples 1995-2025. Boletín Especial N°22, Lima, diciembre de 2010.


La migración del interior del Perú hacia la ciudad de Lima entre las décadas de 1950 y 1960 originó una explosión demográfica que, a su vez, generó una intensa demanda de vivienda e infraestructura. El caballo de paso peruano, montado por hábiles chalanes, es una de las tradiciones más antiguas de la Ciudad de los Reyes. El elegante andar de esta raza, única en el mundo, fue logrado por criadores anónimos durante generaciones en la costa del Perú.

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la población rural muestran en el Perú un exorbitante crecimiento, al extremo de haber forzado la transformación de la vieja Lima en un enjambre de tensiones e identidades extrañas entre sí. Sobre este punto habría que llamar la atención y el recuerdo sobre el discurso testamentario que Jorge Basadre pronunció en el CADE 79. Fue esa la ocasión en que –quizá como un adiós a su vida– reiteró Basadre su visión de «este Perú dulce y cruel». «He aprendido, dijo en esa ocasión, que en el Perú no hay una unidad geográfica ni racial ni lingüística, pero que esta comunidad histórica enmarca la vida de todos nosotros, querámoslo o no». Se puede afirmar que en esto mismo se ha convertido Lima porque, finalmente, ella sigue enmarcando la vida de todos los peruanos, se quiera o no, siendo residente o advenedizo. En el Perú es evidente que la población rural ha desaparecido. De acuerdo con las publicaciones del INEI, las tasas de crecimiento promedio anual de la población rural –que en 1940 fue de 1.2– se han reducido a la fracción decimal de 0.02, es decir, casi cero. El país entero se vuelca –ya no a Lima, como ocurría antaño– sino, según parece, a las nuevas zonas en desarrollo. Hacia 1999, INEI publicó un excelente informe sobre migraciones internas que abría la baraja de los nuevos destinos del migrante peruano: la enfermiza prioridad de Lima estaba siendo sustituida por otras ciudades o destinos, vinculados a la producción de bienes y servicios. Las nuevas industrias, y especialmente las extractivas, empezaron a captar el interés de los migrantes rurales. Los demógrafos que suscribieron ese informe llegaron, incluso, a bautizar las zonas preferidas con nombres como «selvatización» y «litoralización».

El litoral peruano se extiende incluso a las estribaciones de nuestros Andes, donde se ubican especialmente las minas y sus socavones. Un fenómeno de esta nueva industrialización es la exigencia de técnicas y procedimientos evolucionados que no requieren formación académica o enseñanza superior. Esta ventaja ha ayudado a las empresas a facilitar esos conocimientos y a regular las remuneraciones de acuerdo con los rendimientos. Chimbote fue el antiguo ejemplo peruano de especialización en la anchoveta, ejemplo temprano de un centro laboral y, al mismo tiempo, una guía del proceso temprano de urbanización por atracción. Desde luego, el factor de expulsión rural (falta de trabajo bien remunerado, nivel de educación e incluso entretenimiento) estuvo siempre vinculado a la edad temprana del migrante. En un breve proceso demográfico, la población rural se quedó sin jóvenes. Ellos, entonces, buscaron el litoral. LA PRIMERA EDAD El problema que afecta a Lima ha cambiado de eje. Por razones que no son del caso discutir, la fertilidad ha bajado sensiblemente en el mundo y también en el Perú y, dentro de él, precisamente en la ciudad de Lima. De acuerdo con la data disponible, en Lima los jóvenes dentro del rango de los 5-19 años han bajado notoriamente su importancia relativa. En 1995 –hace veinte años– representaban el 10.80% de la población limeña. En 2015 representan el 9.26%, y las proyecciones hacia 2050 llevan al 6.70%5 de la población capitalina. Hay muchos que se complacen con este descenso. Las cosas en demografía hay que mirarlas y analizarlas con bastante parsimonia y desde todos los ángulos posibles,

porque resulta que los limeños de 65 y más años representan en la actualidad el 7.39% de la población limeña, algo más de lo que representan los jóvenes, con una gran diferencia: en tanto los jóvenes empiezan a trabajar y rendir, a los mayores de 65 años hay que darles pensiones y atención médica todo el tiempo restante. La situación empeora si hacemos el cálculo con la proyección hacia 2025, que ya está a la vuelta de la esquina. En ese caso, los jóvenes serán entre el 6.70 y 8.37% de la población limeña, mientras que los mayores de 65 años llegarán a representar el 11.01%, que no es poca cosa porque Lima, entonces, tendrá una población de 11,385,860. Si nos hemos remontado al pasado de Lima –si por tal entendemos su fundación por Pizarro–, debiéramos también tocar parte del presente y del futuro de la ciudad, que nos preocupa. Nuestra metrópoli ha empezado a contarse entre las más pobladas y más grandes del mundo, lo que acrecienta nuestra responsabilidad de limeños. La capital enfrenta serios problemas, el mayor de los cuales es, sin duda, su expansión horizontal, con preferencia a su desarrollo y elevación vertical. Es verdad, en los pocos años en que nos tocó enfrentar esas primeras dudas, llevándonos a las reflexiones que se han expuesto sobre los problemas urbanos de Lima, el más grave de todos es aún la disputa y el arrebato del arenal que nos circunda.

NOTAS 1 Sobre las opiniones de J.P. Cole respecto a la equidistancia Cfr. mi ensayo «Lima. Teoría y Práctica de la Ciudad», Lima, noviembre de 1968, Campodónico Ediciones S.A. 2 Raúl Porras Barrenechea «Perspectiva y panorama de Lima» en EL COMERCIO, «Imprescindibles Peruanos», p. 22. 3 Ibid. 4 James Lockhart «Spanish Perú 1532-1560. A Colonial Society», Wisconsin, The University of Wisconsin Press, 1968. 5 En base a INEI/UNFPA/CEPAL/CELADE PERÚ: Estimaciones y Proyecciones de Población Departamental por años calendario y edades simples 1995-2025. Boletín Especial N°22, Lima, diciembre de 2010.


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El monumento a José de San Martín, libertador del Perú, se recorta sobre los edificios de estilo art nouveau de la plaza San Martín. La representación del general argentino en pleno cruce de los Andes pertenece al escultor español Mariano Benlliure.

El Palacio de la Exposición –sede del Museo de Arte de Lima– fue construido en 1870 para albergar la Exposición Internacional de 1872, y es el mayor representante de la arquitectura ecléctica limeña. Sus planos fueron encargados a la célebre Casa Eiffel, de París.


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El monumento a José de San Martín, libertador del Perú, se recorta sobre los edificios de estilo art nouveau de la plaza San Martín. La representación del general argentino en pleno cruce de los Andes pertenece al escultor español Mariano Benlliure.

El Palacio de la Exposición –sede del Museo de Arte de Lima– fue construido en 1870 para albergar la Exposición Internacional de 1872, y es el mayor representante de la arquitectura ecléctica limeña. Sus planos fueron encargados a la célebre Casa Eiffel, de París.


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Detalle de las arquerías del claustro principal del Convento de San Francisco. Esta institución representaba el espíritu colonial, especialmente en Lima. De acuerdo con el censo del Marqués de Montesclaros, efectuado en 1613, más del 10% de la población limeña vivía en conventos y monasterios. Por lo tanto, prácticamente cada familia tenía un pariente en condición de religioso.

La Casa o Palacio de Osambela es una de las principales muestras de arquitectura civil de la Colonia. Perteneció al armador, banquero y comerciante Martín de Osambela, y destaca por sus cinco balcones de estilo Luis XVI y un mirador rematado por una cúpula de estilo morisco.


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Detalle de las arquerías del claustro principal del Convento de San Francisco. Esta institución representaba el espíritu colonial, especialmente en Lima. De acuerdo con el censo del Marqués de Montesclaros, efectuado en 1613, más del 10% de la población limeña vivía en conventos y monasterios. Por lo tanto, prácticamente cada familia tenía un pariente en condición de religioso.

La Casa o Palacio de Osambela es una de las principales muestras de arquitectura civil de la Colonia. Perteneció al armador, banquero y comerciante Martín de Osambela, y destaca por sus cinco balcones de estilo Luis XVI y un mirador rematado por una cúpula de estilo morisco.


Torres barrocas del templo de San Francisco y Casa del Oidor vistas desde la Plaza Mayor. Como capital del virreinato del Perú, que abarcaba buena parte de los territorios conquistados por los españoles en América, la ciudad desarrolló notables muestras de arquitectura.

Detalle de las casonas republicanas en la Bajada de Baños, ubicada en el distrito de Barranco, que hoy acoge restaurantes turísticos y pubs. Durante la primera mitad del siglo XX, esta zona de la ciudad albergaba a familias adineradas, muchas de las cuales utilizaban estos ranchos como casas de esparcimiento.

Detalle de uno de los edificios de estilo art nouveau construidos a inicios del siglo XX en la plaza San Martín. Fueron diseñados por el arquitecto peruano Rafael Marquina.

Arcos del Pabellón Morisco en el Parque de la Exposición. Estos edificios fueron construidos tras la destrucción de las murallas que rodeaban la ciudad, a fines del siglo XIX. La planificación del parque estuvo a cargo de Manuel Atanasio Fuentes y del arquitecto italiano Antonio Leonardi.

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Torres barrocas del templo de San Francisco y Casa del Oidor vistas desde la Plaza Mayor. Como capital del virreinato del Perú, que abarcaba buena parte de los territorios conquistados por los españoles en América, la ciudad desarrolló notables muestras de arquitectura.

Detalle de las casonas republicanas en la Bajada de Baños, ubicada en el distrito de Barranco, que hoy acoge restaurantes turísticos y pubs. Durante la primera mitad del siglo XX, esta zona de la ciudad albergaba a familias adineradas, muchas de las cuales utilizaban estos ranchos como casas de esparcimiento.

Detalle de uno de los edificios de estilo art nouveau construidos a inicios del siglo XX en la plaza San Martín. Fueron diseñados por el arquitecto peruano Rafael Marquina.

Arcos del Pabellón Morisco en el Parque de la Exposición. Estos edificios fueron construidos tras la destrucción de las murallas que rodeaban la ciudad, a fines del siglo XIX. La planificación del parque estuvo a cargo de Manuel Atanasio Fuentes y del arquitecto italiano Antonio Leonardi.

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39 Lima, capital de América

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Lima es una metrópoli en la que conviven un rico pasado prehispánico, que se observa en sus huacas, y una invalorable herencia colonial que ha permitido reconocer el casco histórico como Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Arriba: detalle del escudo de armas otorgado por el rey español Carlos I al conquistador del Perú, Francisco Pizarro, ubicado en el Palacio de Gobierno. Izquierda: pirámide de adobe de la Huaca Huallamarca, en San Isidro, uno de los testimonios prehispánicos más importantes de la ciudad.


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Lima es una metrópoli en la que conviven un rico pasado prehispánico, que se observa en sus huacas, y una invalorable herencia colonial que ha permitido reconocer el casco histórico como Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Arriba: detalle del escudo de armas otorgado por el rey español Carlos I al conquistador del Perú, Francisco Pizarro, ubicado en el Palacio de Gobierno. Izquierda: pirámide de adobe de la Huaca Huallamarca, en San Isidro, uno de los testimonios prehispánicos más importantes de la ciudad.


Lima, capital de América

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Lima, capital de América

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Monumento al político y médico peruano Hipólito Unanue, realizado en mármol italiano por el escultor español Manuel Piqueras Cotolí, en el Parque Universitario. Detrás destaca la Torre del Reloj, donada por la colonia alemana con motivo del Centenario de la Independencia.

Patio de la Facultad de Letras de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, en el Parque Universitario. La «Casona» funciona hoy como centro cultural, y hasta finales del siglo XIX fue sede del Convictorio de San Carlos.


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Monumento al político y médico peruano Hipólito Unanue, realizado en mármol italiano por el escultor español Manuel Piqueras Cotolí, en el Parque Universitario. Detrás destaca la Torre del Reloj, donada por la colonia alemana con motivo del Centenario de la Independencia.

Patio de la Facultad de Letras de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, en el Parque Universitario. La «Casona» funciona hoy como centro cultural, y hasta finales del siglo XIX fue sede del Convictorio de San Carlos.


43 Lima, capital de América

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En el siglo XVI, en la ciudad de Lima vivieron al mismo tiempo cinco santos: Santa Rosa de Lima, San Martín de Porres, Santo Toribio de Mogrovejo, San Juan Masías y San Francisco Solano.

Arriba: libros de oraciones y cantos religiosos en la biblioteca del Convento de San Francisco. Con más de 25 mil ejemplares, este recinto conserva varios tomos considerados incunables, como el primer diccionario editado por la Real Academia de la Lengua Española; la Biblia regia, editada en Amberes en 1571, y más de 6,000 pergaminos. Derecha: el templo de San Pedro, obra de los jesuitas, fue consagrado en 1658 y es de estilo renacentista, obra de Martín de Aizpitarte.


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En el siglo XVI, en la ciudad de Lima vivieron al mismo tiempo cinco santos: Santa Rosa de Lima, San Martín de Porres, Santo Toribio de Mogrovejo, San Juan Masías y San Francisco Solano.

Arriba: libros de oraciones y cantos religiosos en la biblioteca del Convento de San Francisco. Con más de 25 mil ejemplares, este recinto conserva varios tomos considerados incunables, como el primer diccionario editado por la Real Academia de la Lengua Española; la Biblia regia, editada en Amberes en 1571, y más de 6,000 pergaminos. Derecha: el templo de San Pedro, obra de los jesuitas, fue consagrado en 1658 y es de estilo renacentista, obra de Martín de Aizpitarte.


Lima, capital de América

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La Hermandad del Señor de los Milagros está formada por más de cinco mil personas que se dividen en cantoras, sahumadoras y veinte cuadrillas de cargadores. La más antigua de ellas fue fundada en 1766.

El origen de la devoción al Señor de los Milagros se inició en el siglo XVII, luego de que un terremoto devastara la ciudad de Lima. Entre los pocos muros que quedaron en pie se encontraba el que tenía pintada la imagen de Cristo en el barrio de Pachacamilla, sede de la cofradía de negros angolas provenientes del sur de Lima.


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La Hermandad del Señor de los Milagros está formada por más de cinco mil personas que se dividen en cantoras, sahumadoras y veinte cuadrillas de cargadores. La más antigua de ellas fue fundada en 1766.

El origen de la devoción al Señor de los Milagros se inició en el siglo XVII, luego de que un terremoto devastara la ciudad de Lima. Entre los pocos muros que quedaron en pie se encontraba el que tenía pintada la imagen de Cristo en el barrio de Pachacamilla, sede de la cofradía de negros angolas provenientes del sur de Lima.


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Portada de piedra del templo de San Agustín, ubicado entre las calles Camaná e Ica. Su construcción se inició en 1573 y, junto con el templo de La Merced, es la única muestra del estilo churrigueresco en Lima.

Balcón de estilo colonial de la Municipalidad Metropolitana de Lima, en la Plaza Mayor. El edificio actual del cabildo fue construido en la década de 1940, por iniciativa del alcalde Eduardo Dibós Dammert.


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Portada de piedra del templo de San Agustín, ubicado entre las calles Camaná e Ica. Su construcción se inició en 1573 y, junto con el templo de La Merced, es la única muestra del estilo churrigueresco en Lima.

Balcón de estilo colonial de la Municipalidad Metropolitana de Lima, en la Plaza Mayor. El edificio actual del cabildo fue construido en la década de 1940, por iniciativa del alcalde Eduardo Dibós Dammert.


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Convento del Patrocinio, ubicado en la Alameda de los Descalzos, en el Rímac. Fue inaugurado en 1688, y en él vivieron San Juan Masías y la devota ecuatoriana Santa Narcisa de Jesús.

El Rímac, llamado el barrio de Bajo el Puente, fue una zona de esparcimiento para la nobleza española durante el siglo XVIII. Uno de sus principales monumentos coloniales es el Paseo de Aguas, diseñado por el virrey Amat.


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Convento del Patrocinio, ubicado en la Alameda de los Descalzos, en el Rímac. Fue inaugurado en 1688, y en él vivieron San Juan Masías y la devota ecuatoriana Santa Narcisa de Jesús.

El Rímac, llamado el barrio de Bajo el Puente, fue una zona de esparcimiento para la nobleza española durante el siglo XVIII. Uno de sus principales monumentos coloniales es el Paseo de Aguas, diseñado por el virrey Amat.


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Cada año, la Hacienda Mamacona, en Lurín, es sede del Festival de Caballo de Paso Peruano, que reune a los mejores criadores del país en diversas demostraciones, como este baile de marinera.

Paseo de amazonas en la Hacienda Mamacona. El andar lateral o “paso llano” del caballo de paso peruano es el resultado del esfuerzo anónimo de varias generaciones de criadores. Esta raza está protegida por decreto supremo y es considerada Producto Bandera por el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo.


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Cada año, la Hacienda Mamacona, en Lurín, es sede del Festival de Caballo de Paso Peruano, que reune a los mejores criadores del país en diversas demostraciones, como este baile de marinera.

Paseo de amazonas en la Hacienda Mamacona. El andar lateral o “paso llano” del caballo de paso peruano es el resultado del esfuerzo anónimo de varias generaciones de criadores. Esta raza está protegida por decreto supremo y es considerada Producto Bandera por el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo.


53 Detalle del vitral ubicado en el recibidor del Gran Hotel Bolívar, en la plaza San Martín. Fue construido para recibir a las autoridades invitadas a la celebración del Primer Centenario de la Independencia del Perú, en 1921.

Detalle de la torre de estilo gótico del templo de Santo Domingo. Aquí funcionó el primer local de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

Osario en las catacumbas del Convento de San Francisco, considerado el primer cementerio de la ciudad colonial. Para la nobleza de aquel tiempo, enterrarse bajo las iglesias era una forma de asegurarse el pasaje al cielo.

La Casa de Aliaga, ubicada en el Jirón de la Unión, a un lado del Palacio de Gobierno, es el único inmueble colonial que se ha mantenido en propiedad de la misma familia desde su construcción. Perteneció al secretario de Pizarro, Jerónimo de Aliaga.

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53 Detalle del vitral ubicado en el recibidor del Gran Hotel Bolívar, en la plaza San Martín. Fue construido para recibir a las autoridades invitadas a la celebración del Primer Centenario de la Independencia del Perú, en 1921.

Detalle de la torre de estilo gótico del templo de Santo Domingo. Aquí funcionó el primer local de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

Osario en las catacumbas del Convento de San Francisco, considerado el primer cementerio de la ciudad colonial. Para la nobleza de aquel tiempo, enterrarse bajo las iglesias era una forma de asegurarse el pasaje al cielo.

La Casa de Aliaga, ubicada en el Jirón de la Unión, a un lado del Palacio de Gobierno, es el único inmueble colonial que se ha mantenido en propiedad de la misma familia desde su construcción. Perteneció al secretario de Pizarro, Jerónimo de Aliaga.

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55 Lima, capital de América

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54

Francisco Pizarro, ante todo, cedió a la tentación de asegurarse un centro de comando militar dentro del territorio que empezaba a conquistar, antes que fundar o disponer de un centro administrativo.

Arriba: un grupo de turistas visita las catacumbas del templo de San Francisco, uno de los principales atractivos de la ciudad colonial. Derecha: se cuenta que la Plaza Mayor fue trazada por Francisco Pizarro en 1535 para albergar la sede de gobierno, erigida sobre el palacio de Taulichusco –último cacique de Lima–; la futura Catedral, el cabildo y las casas de los primeros vecinos y autoridades españolas.


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Francisco Pizarro, ante todo, cedió a la tentación de asegurarse un centro de comando militar dentro del territorio que empezaba a conquistar, antes que fundar o disponer de un centro administrativo.

Arriba: un grupo de turistas visita las catacumbas del templo de San Francisco, uno de los principales atractivos de la ciudad colonial. Derecha: se cuenta que la Plaza Mayor fue trazada por Francisco Pizarro en 1535 para albergar la sede de gobierno, erigida sobre el palacio de Taulichusco –último cacique de Lima–; la futura Catedral, el cabildo y las casas de los primeros vecinos y autoridades españolas.


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56

Lima es una de las pocas ciudades de América que cuentan con sitios arqueológicos prehispánicos en su casco urbano. La Huaca Pucllana fue un importante centro religioso y administrativo de la cultura Lima, y hoy alberga uno de los restaurantes más reconocidos de la capital.

Ubicada en el distrito de San Miguel, la Huaca Maranga es uno de los principales testimonios prehispánicos de Lima. Hoy se encuentra rodeada por las instalaciones del zoológico Felipe Benavides Barreda, también conocido como Parque de las Leyendas.


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Lima es una de las pocas ciudades de América que cuentan con sitios arqueológicos prehispánicos en su casco urbano. La Huaca Pucllana fue un importante centro religioso y administrativo de la cultura Lima, y hoy alberga uno de los restaurantes más reconocidos de la capital.

Ubicada en el distrito de San Miguel, la Huaca Maranga es uno de los principales testimonios prehispánicos de Lima. Hoy se encuentra rodeada por las instalaciones del zoológico Felipe Benavides Barreda, también conocido como Parque de las Leyendas.


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Escena de una boda religiosa celebrada en Lima en el siglo XVIII. Observe los balcones de cajón que tenían celosías que podían ser abiertas para contemplar la calle o cerradas para poder ver sin ser visto.

Tiempo de carnaval en el Palacio de Torre Tagle, actual sede de la Cancillería del Perú. El auge de Lima como capital del virreinato atrajo a una nueva y poderosa nobleza que reprodujo la vida en la península con toda su pompa.


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Escena de una boda religiosa celebrada en Lima en el siglo XVIII. Observe los balcones de cajón que tenían celosías que podían ser abiertas para contemplar la calle o cerradas para poder ver sin ser visto.

Tiempo de carnaval en el Palacio de Torre Tagle, actual sede de la Cancillería del Perú. El auge de Lima como capital del virreinato atrajo a una nueva y poderosa nobleza que reprodujo la vida en la península con toda su pompa.


A pesar de que es una ciudad moderna, inserta en la comunidad global, Lima conserva diversas tradiciones de origen colonial que forman parte intrínseca de la idiosincracia de sus habitantes.

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Arriba: las peleas de gallos constituyen una tradición de origen colonial, y en Lima existen diversos coliseos que congregan a cientos de seguidores. Izquierda: la Catedral de Lima fue levantada el mismo año de la fundación de la ciudad y declarada como tal mediante una bula papal de Paulo II en 1543. Su fachada actual, de estilo plateresco, data de 1758.


A pesar de que es una ciudad moderna, inserta en la comunidad global, Lima conserva diversas tradiciones de origen colonial que forman parte intrínseca de la idiosincracia de sus habitantes.

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Arriba: las peleas de gallos constituyen una tradición de origen colonial, y en Lima existen diversos coliseos que congregan a cientos de seguidores. Izquierda: la Catedral de Lima fue levantada el mismo año de la fundación de la ciudad y declarada como tal mediante una bula papal de Paulo II en 1543. Su fachada actual, de estilo plateresco, data de 1758.


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