Mostrar que en la ciudad de Cuenca, especialmente en la Galería Altany produce una cerámica nueva, tanto en su técnica como en su parte visual basada en la cultura prehispánica.
Poder admirar la ejecución en el detalle, en las formas alucinantes y colores vibrantes. Que no sólo se las pueda adquirir como una pieza de cerámica sino que lleven un pedazo de nuestras raíces andinas.