Cultura & Sociedad

Page 1

La memorable independencia de la nación

Conmemoración de nuestros difuntos: ¡que vivan los muertos!

Literatura y un breviario cultural Recomendaciones para la buena mujer mejicana

Editorial: Patria Soberana, Núm. XXVII, año 1867 Costo: 5 centavos


•¡Un día tan importante no debe olvidarse! - Discurso a la Independencia - Independencia: regocijo y libertad

Página 1 Página 2-3 Página 4

• Recordando a nuestros difuntos - Significado del Día de Muertos

Página 5 Página 6

• Una pequeña mirada al mundo cultural - Himno liberal por Guillermo Prieto - Los tesoros de la tierra mejicana

Página 7 Página 8 Página 9

• La perfecta muger mejicana Página 10-11 - Las recetas predilectas de los caballeros Página 12-13


Por: Dalia Watanabe Septiembre, 1867

En nuestra sociedad, llena de tradiciones, es

imprescindible que celebremos con júbilo el día de nuestra Independencia. En la actualidad nuestra nación ha pasado por tantos disturbios relacionados a nuestra soberanía, lleno de revueltas, intervenciones extranjeras, problemas políticos, económicos y sociales; por eso mismo es de gran importancia que el día en que nuestro padre de la patria, Hidalgo, dio el grito de Dolores, nos unamos y celebremos la euforia de ser mejicanos. Después del periodo inestable por el cual acabamos de pasar con el Segundo Imperio , considero fundamental recordar esta fecha tan representativa de nuestra nación, ya pasados más de 40 años de la lucha por la libertad. Este año la celebración del 16 de septiembre se realizó con gran regocijo, desfiles, bailes y mucha festividad como veremos en el siguiente apartado después del discurso del Sr. D.Pedro Alvarez (expreso en el periodico “Siglo Diez y Nueve”), alumno del colegio de Minería, en la noche del 15 del corriente, en el general de la Universidad de la capital. 1


A

“ sociada la juventud á la solemnidad de los grandes recuerdos, por disposición de la junta patriótica, yo, hijo de norte, nativo de la misma ciudad en que derramaron los tiranos la sangre del ilustre Hidalgo, fui nombrado para encomiar en este aniversario su mérito eminente, para lamentar su injusta muerte, para ensalzar su inmarcesible gloria. En un empeño tan superior á mis fuerzas, me alienta el que es sabida la inesperiencia de mis años, la escasez de mis conocimientos en el arte espléndido de convencer y arrebatar los entendimientos, y la dificultad de recomendar dignamente uno de esos grandes acontecimientos que cambian la faz del mundo, y á uno de esos héroes progenitores de las naciones. La sangre que hierve en mis venas con tantas esperanzas de vida, pertenece á un corazón que siente las dulces impresiones del amor á la patria, y e entusiasmo por ella suplirá la falta de esos adornos que recoge el orador consumado en el campo de la elocuencia. Hubo una época, compatriotas, en que vuestros padres y vosotros mismos estuvísteis uncidos al carro de la esclavitud, y en la que vuestras penas eran incontables, como las lágrimas que corrian en vuestros semblantes. En ese tiempo de amarga memoria servinis como los rebaños para la trasquila, viviendo solamente para provecho de vuestros señores. Las entrañas de la rica tierra en que todos hemos nacido, producían oro y plata que no era para vosotros, y en los fecundos valles no cosechábais mas que abrojos y espinas. Un monarca lejano, al que adorábais como un dios desconocido, os enviaba sus oráculos, y no trasmitia á sus lugartenientes otra facultad que la de hacer sudar al pueblo, la de fatigarlo con el trabajo, y la de uncirlo al yugo. Eran las leyes una realidad de hierro para la colonia, porque su designio era la obediencia, y la muerte el castigo de las infracciones. La angustia, la tolerante religion que profesamos, formaba por el mas criminal de los abusos, una parte del sistema de gobierno, y en nuestras plazas me alzaron tambien los braseros de la Inquisición. ¡Cuántas aflicciones y tormentos pasásteis en los dias de la dominación española! Vuestros hijos os compadecen; ellos conservan las memorias do vucatro dolor, como un escarcimiento y un estímulo que hacen valorizar el precio de la libertad.

2


En un pueblo de la provincia de Guanajuato apacentaba á sus ovejas un pastor del Evangelio, con la doctrina de sus buenos ejemplos, y el Ser Supremo lo había destinado para darnos el mas sublime de consagracion á la patria. Este modesto cura era Hidalgo, formado con los estudios del sábio, empapado en la ciencia del derecho de las naciones, y profundo conocedor de la fuerza y energía del pueblo mexicano: ¡cuántas veces meditaba en su pacífico retiro, la condición monstruosa de un gobierno colonial, la serie de agravios y atentados cometidos por una metrópoli distante, y los poderosos elementos de resistencia que era fácil emplear con el mejor suceso! El ángel del Señor lo sorprende en sus meditaciones: Corre, lo dice, á salvar á tu pueblo; la mision es de sangre y de gloria: ¿podrás resistir á la voluntad del omnipotente? Sobrecogido Hidalgo con el celestial anuncio, vacila un momentopara poder medir el tamaño de su empresa, mas 61 se somete, y al seguir la voz de Dios pronuncia la de libertad. Eran las once de la noche del 15 de Septiembre del año de 1810, y los decretos de la Providencia estaban cumplidos. El pueblo de Dolores, el de San Miguel el Grande, todos los de la provincia de Guanajuato, y despues los de las inmediatas, corren á las armas, y el nuevo Moises es de repente conductor de un pueblo entero. Trábase de luego á la lucha y la pelea, porque los gobiernos moribundos recogen sus fuerzas y emplean en la contienda todas las de la desesperacion. Alternaron los reveses y las victorias; la inesperiencia de un pueblo en el arte de la guerra, hace mas costosos sus sacrificios, y era necesario comprar con sangre los derechos naturales de la nacion. La tirania ejerció sus últimas crueldades ¡piedad no hubo ni compasion de los prisioneros ; llenó las cárceles con los hombres mas dignos de la estimacion pública, y condenó al destierro á innumerables mexicanos que habían manifestado vivos deseos de que su patria fuera libre. Prisionero Hidalgo despues de una serie de derrotas que probaron la constancia de nuestros defensores, fué herido por los rayos de la Inquisicion y despues por los de la muerte. No gozaba de tanto placer el vil Sardanápalo en sus banquetes, como gozaron los secuaces de la tiranía el infame contento por haber esterminado al primero de nuestros héroes. Deteneos, hombres imprudentes, en vuestros goces impíos: la sangre de los mártires de la libertad, es una semilla fecunda que siempre produce héroes, y ellos anonadarán vuestro imperio. Morelos, los Rayones, Matamoros, Victoria, los Bravos, Terán y miles otros, mantienen la guerra con denuedo decisivo. Los malhadados é inmortales Iturbide y Guerrero, consuman en Iguala el proyecto grandioso de Hidalgo; y en las márgenes del Pánuco afianza para siempre la independencia el general Santa-Anna. ¿Diráse que fue de provecho para España el martirio y el doloroso suplicio del héroe de Dolores? ¿Podrá temerse la muerte cuando es su recompensa la gratitud de muchas generaciones? No compatriotas; hay otra vida de inmensa felicidad para los que sirvieron fielmente á su patria en este mundo, porque en la justicia de Dios obtienen recompensa las grandes acciones, particularmente las que se dirigen al bien del género humano. El primero de nuestros mártires podrá contemplar con indefinible placer, la obra de su sangre y el fundamento honroso de su fama. Si todavia padecemos las angustias de una ecsistencia nueva, ella es al fin varonil, y se sobrepondrá á todas las desgracias y contratiempos. Hechura nuestra independencia del gran Hidalgo, de sus esforzados compañeros, y de sus nobles imitadores, su perfección será nuestra, porque nos pertenece el arreglo de la sociedad. Marchando con los principios de una libertad sábia y moderada, podrá lanzarse la nacion en su carrera de progreso, y será nuestro pueblo tan feliz y poderoso como prometen sus altos destinos. ¡ dichosa la juventud que va á recoger de las manos de sus padres las memorias de sus infortunios, y las lecciones de su prudencia! Unios, conmigo, amables compatriotas, para bendecir al Eterno que nos libertó bondadosamente de la mas aciaga servidumbre; para ensalzar el nombre de Hidalgo que supo escoger una muerte cierta con la senda peligrosa del heroismo; para renovar su sagrado juramento de vivir libres o morir. Juremos, conciudadanos, con ánimo resuelto, de esponernos á la misma muerte cuando la patria y la libertad nos llamen. Los jóvenes de la generacion nueva juran conmigo imitar á sus padres, y mantener incolume el sagrado depósito de nuestros derechos. Suena ya la hora de los regocijos. ¡Viva la Independencia!DIJE”

3


Independencia: regocijo y libertad En

esta fecha de júbilo para la historia de la nación, la sociedad mejicana demostró su alegría y orgullo realizando festejos y celebraciones alrededor de la capital. Es evidente la pluralidad en el momento de la celebración, existe un contraste abismal entre la sociedad, pues mientras la clase noble goza del lujo en sus atuendos y en los exuberantes platillos , gran mayoría de la sociedad mejicana carece de toda esta opulencia. A pesar de estas disparidades existentes, la razón principal de este día es la union nacional ante el hecho de la emancipación con respecto a la corona española. Además de que el panorama actual posterior a la intervencion francesa y la imposicion de un Imperio, reconforta a la gran mayoria de que la libertad lograda hace mas de cuarenta años es digna de orgullo y satisfacción.

En esta gran festividad, se hacia presente la clase adinerada, quienes se reunian en grandes bailes influenciados principalmente de la moda occidental siguiendo estrictamente con los protocolos establecidos, como el de que las damas portaban una especie de carné de baile en el que se apuntaban los distintos caballeros con los que ellas iban a bailar cada pieza. Fuente del artículo: Hemeroteca Nacional de México Digital. Disponible en: www.hndm.unam.mx: periodico “Siglo Diez y Nueve”, año 1867

4


Recordando a nuestros difuntos... En

Por: Fernanda Rangel, Stuart Ávila y Dalia Watanabe: nuestra

tierra

es

muy

valorada

la

suntuosa

celebracion de los santos difuntos en donde toda la población participa, los hombres se organizan para hacer arcos con varas adornándolos con productos de su propia localidad, flores, calabazos, frutos o panes. Por su parte las mujeres se dedican a preparar los alimentos típicos, especialmente tamales. Las flores de la época:

cempasúchil,

mano

de

león,

gladiola,

nube

y

terciopelo, dan un toque festivo a los espacios sagrados, pues es allí donde se lleva a cabo el rencuentro con el alma de los seres que han muerto. La muerte se vuelve algo temido pero a la vez cercano; el esqueleto recibe diferentes motes: la calaca, la pelona, la

huesuda.

5


Significado del Día de Muertos

Nuestras

canciones, fiestas, refranes y reflexiones reflejan de una manera inequívoca que la muerte no nos asusta porque ‘la vida nos ha curado de espantos´. Morir es natural y deseable; entre más pronto, mejor. Nuestra indiferencia ante la muerte es la otra cara de nuestra indiferencia ante la vida. Matamos porque la vida, la nuestra y la ajena carece de valor. Y es natural que así ocurra: vida y muerte son inseparables y cada vez que la primera pierde significación, la segunda se vuelve intrascendente. La muerte mejicana es el espejo de la vida de los mejicanos.

Fuente del artículo: Hemeroteca Nacional de México Digital. Disponible en: www.hndm.unam.mx: periódico: “ Gaceta Imperial de México”, año 1867

6


Por: Fernanda Rangel

Distinguidos poemas de admirables artistas de la época: La estudiantina burgalesa Oigo al pie de mi balcón vuestra gentil serenata. ¡Cuánto es a mi oído grata! ¡Cuán grata a mi corazón! Pusieron hondos pesares entre Castilla y yo el mar, y a Castilla al regresar me recibís con cantares. ¡Dios os dé tanto placer como con ellos me dais! Si un día en España dejáis, como a mi os haga volver. Temí que mi corazón se hubiera insensible hecho, pero palpita en mi pecho de vuestra música al son.

Y pues le hace ella latir después de tanto pesar, tal serenata a pagar debe el corazón salir. ¡Gracias, pueblo burgalés! En cambio de la canción que envías a mi balcón, los versos echo a tus pies. No extrañes si en el hogar do entre lágrimas me hospedo, tu serenata no puedo con gayos versos pagar. Págote con éstos, pues; mas nunca olvides que son, tan pobres como los ves, hechos con el corazón. José Zorrilla (1817) Escritor español. Es el principal representante del romanticismo medievalizante y legendario. En 1833 ingresó en la Universidad de Toledo como estudiante de leyes, y en 1835 pasó a la Univerisdad de Valladolid, Escribió numerosas leyendas (Cantos del trovador, 1840-1841; Vigilias del estío, 1842; Flores perdidas, 1843; Recuerdos y fantasías, 1844; Un testigo de bronce, 1845), en las que resucita a la España medieval y renacentista. Cabe destacar «A buen juez mejor testigo», «Margarita la Tornera» y «El capitán Montoya»; además de varios poemas y producciones teatrales

7


Por: Fernanda Rangel

Aquí presento un ejemplo de poesía satírica liberal : el himno compuesto por Guillermo Prieto.: Los cangrejos

Guillermo Prieto (1818), un poeta y político mexicano. fundó la Academia de Letrán, desde muy joven se afilió al Partido Liberal, y siempre criticó el gobierno de Antonio López de Santa Anna. Ha escrito para El Monitor Republicano en 1847 y para El Álbum Mexicano en 1849.

Casacas y sotanas dominan dondequiera; los sabios de montera felices nos harán. Cangrejos a compás, marchemos para atrás, ¡zis, zis, zas! Marchemos para atrás. ¡Maldita federata! ¡Qué oprobios nos recuerda! Hoy los pueblos en cuerda se miran desfilar. Cangrejos a compás, marchemos para atrás.

Si indómito el comanche nuestra frontera asola, la escuadra de Loyola en México dirá: cangrejos a compás, marchemos para atrás. Horrible contrabando, cual plaga lo denuncio; pero entretanto el Nuncio repite sin cesar: cangrejos a compás marchemos para atrás. En ocio, el artesano se oculta por la leva; ya ni al mercado lleva el indio su huacal. Cangrejos a compás, marchemos para atrás.

8


Los tesoros de la tierra mejicana .:

Por: Fernanda Rangel Este

país tiene dos plantas providenciales, el maguey y el maíz, estos dos arbustos son la proveeduría y los almacenes del ejército mejicano, y para nosotros estos dos vegetales no son tan hostiles como el remito negro. El maguey produce el pulque, bebida azteca que nos envenena, de su pita hacen los naturales telas para vestirse, tan transparentes, que no dejan nada que adivinar. En este tejido grosero se apareció la Virgen de Guadalupe, y por tal motivo goza esta planta de gran veneración. También la Virgen de los Remedios que por Les razages des petites veroles (estragos de las viruelas) quedó si narices, broto de esta viña azteca, y esta planta milagrosa, no solo ha producido dos vírgenes; sino que con ella techan los mejicanos sus casas, hacen papel, jarcia, canales de irrigación, ensalada, medicina para sus mugeres, azúcar, miel, vinagre y mezcal, especie de cognac blanco muy recomendado, en amateur (como aficionado) por Saligny. El maíz se lo comen con todo y hueso, lo que hace que las barrigas de los mejicanos estén duras como una piedra. Con estos alimentos y veinte leguas que los soldados mejicanos marchan por día pueden rivalizar con los camellos.

Fuente del artículo: Hemeroteca Nacional de México Digital. Disponible en: www.hndm.unam.mx: periodico “ La Chinaca”, 1862

9


Por: Stuart Ávila

Textos escritos por hombres para cultivar a la mujer en panorama de las señoritas mejicanas. Educación mujeril: “Se ha visto apoyarse a la educación de las mujeres, en la filosofía, la obediencia, en las leyes civiles, en una moral independiente de la religión o en la religión misma. Después se han ensayado algunos sistemas para conducir al sexo a la felicidad y a la perfección…”

El deber de una madre: “El deber de una madre no es el de preparar a sus hijos para el deleite, por el contrario, consiste en formarlos para la templanza, queriendo llenar las funciones de una tierna madre, jamás hagas el papel de un adulador pernicioso.”

Higiene: “El mejor medio de cuidarse los dientes consiste en lavárselos todos los días con agua fría en el verano y con tibia en el invierno: también se puede emplear ventajosamente un poco de jabón bien purificado…”

10


Amor conyugal: “El amor conyugal enseñará a esta el arte precioso y difícil de agradar por cada día a su esposo, cultivando su talento y sus conocimientos, variando sus adornos, y conservando en su casa el orden y la limpieza que embellecen la más humilde cabaña”.

Consejos a las bellas: “A vosotras, gala del universo, sonrisa de la creación, encanto del hombre; a vosotras mujeres hermosas, altas o pequeñas, blancas o trigueñas… Te conviene mujer hermosa, el túnico negro que hace resaltar tu blancura, el blando que te convierte en paloma, el azul que hace brillar el carmín de tus labios… Pero a tí, sobre todo, mujer hermosa, te conviene un amante hermoso.”

Modas: “Tiene su cuna en los caprichos de un gusto por lo común corrompido, que procura oponer la variedad de los goces para evitar el fastidio”.

11


Las recetas predilectas de los caballeros Leche virginal.- Se machacan dos onzas de benzal una de estoraque, dos dragmas de canela, una onza de clavos de especia, una nuez moseida, todo se pone en una botella de vidrio con dos cuartillos de espiritu de vino: a estas drogas se agregan algunos fragmentos de curcuma para aumentar el calor. DespuĂŠs de tapar perfectamente la botella , se expone por un mes sobre arena o estiercol, teniendo cuidado no le caiga ni la mas ligera lluvia y de que la botella o frasco sea bastante grande, de modo que le den lo menos de dos pulgadas de vacio, para que el espiritu de vino no la rompa con el calor.

12


Ante de mamey.- se toma mameyes de los más colorados y quitandoles la cascara y hueso, se muelen y se echan en almibar clarificado, para que se conserven. Después hecha una onza de canela, una cuarta de onza de clavo, todo molido, y un poco de azahar, y se pone al fuego hasta que se espese: enseguida se iran poniendo capas de mamey seco y de la pasta que estará fria, adornando la ultima con pasas deshuesadas.

Licor de café.- se toman tres libras de café de buena calidad: se tuestan medianamente y se muelen, se pone en infusiones cinco cuatillo de espiritu rico, muy bien rectificado, y cuatro cuartillos de agua clara; se deja reposar la infusion por espacio de ocho dias; se destila, se endulza con cinco libras de azucar, cocida en cinco cuartillos de agua, y despues se filtran.

Fuente del artículo: Hemeroteca Nacional de México Digital. Disponible en: www.hndm.unam.mx: periodico “La Mujer”, año 1867

13


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.